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CAPÍTULO X: GLOBOS, RONDAS Y RAZAS

PRIMERA PARTE: ENSEÑANZA INTRODUCTORIA

El tema que vamos a tratar en este capítulo ilustra de diferentes


formas el gran axioma hermético y expresado por la señora
Blavatsky de la siguiente manera:

« Así como es lo interno así es lo externo, así como es lo grande así


es lo pequeño, así como es arriba así es abajo, porque solo hay una
Vida y una Ley, y aquello que la ha producido es UNO. »
(Notas Bowen p.10)

Y como un primer ejemplo de ello, la Ciencia Oculta muestra que la


Ley universal que conecta a todo efecto con una causa
antecedente, debe también de aplicarse a la Tierra misma (de la
misma manera como se aplica a todo ser que habita en ella). Y si
toda forma de vida ha tenido sus antecedentes causales, entonces
de igual manera el planeta ha de haber tenido un precedente causal
que le dio existencia.

Y el reconocimiento por nuestra parte de que esto debe de ser así,


extiende la visión que tenemos de la historia de la vida en la Tierra,
hacia un pasado de una duración difícilmente imaginable, en
sistemas de mundos que existieron antes del nuestro. Y de manera
similar también extiende la existencia para adelante, hacia un futuro
sin límites concebibles.
Además, la Ciencia Oculta rechaza la noción de creación que surge
de la nada sin que haya habido algo que la produjo, y remplaza esa
idea por el principio universal de: “proyección periódica de adentro
hacia afuera”, o sea del ser subjetivo condicionado ya preexistente,
hacia la manifestación objetiva.

Esto lo precisa Blavatsky:


« Así como ningún movimiento o cambio externo (cuando es
normal) puede tener lugar en el cuerpo del hombre a no ser que
este sea provocado por un impulso interno. De la misma manera
sucede con el Universo manifestado. »
(La Doctrina Secreta I, p. 274)

Y por último la Ciencia Oculta también dice que así como el hombre
es una entidad septenaria, de igual modo los planetas también son
septenarios, teniendo cada uno de ellos sus siete principios
correspondientes. Y el paralelismo entre el hombre y el planeta fue
dado con cierto detalle por uno de los Maestros transhimalayicos:

« La ley de la Creación es la misma para todo aquello que compone


al Universo y por consiguiente: la concepción, la formación, el
nacimiento, el progreso y el desarrollo de un niño y de un planeta,
sólo difieren en la magnitud.

Y la correspondencia entre un planeta y un humano puede


establecerse de la siguiente manera:

Ambos tienen sus siete principios

En el humano son estos:

Y en el planeta Tierra son los siguientes:

- Su cuerpo denso está formado por los elementales que lo habitan y


de los cuales hay un total de siete especies.
- Su cuerpo astral está formado por su doble fluídico.
- Su cuerpo energético está formado por su principio de vida (jiva).
- Su cuarto principio está formado por su impulso creador que trabaja
del centro a la circunferencia.
- Su quinto principio está encarnado en el reino vegetal (en forma de
germen) y en el reino animal (cuando se encuentra más
desarrollado).
- Su sexto principio será la humanidad cuando los hombres se
encuentren más evolucionados.
- Y su séptimo principio se encuentra en una película
de Akashaespiritualizada que circunda al planeta.
»
(Carta Mahatma 15, p. 94)

(Este pasaje es seguido en su carta por una explicación


esclarecedora de la evolución de los reinos sobre los globos, desde
el mineral hasta el hombre.)

Vemos por lo tanto que la estructura septenaria es una de las


claves para llegar a una comprensión más profunda del esquema
cósmico.

Y tanto es así que bajo la encomienda de los maestros


transhimalayicos, el señor Sinnett efectuó el primer intento por
hacer una presentación sistemáticapara los occidentales de esta
enseñanza oculta, y en el capítulo IV de su libro “Buddhismo
Esotérico” señaló esta característica septenaria que impera en el
Universo:

« ¿Cuál sería el instinto profético por el que Shakespeare habrá


escogido al número siete como la cifra que convenía para su
fantástica clasificación de las edades del hombre?

Esta es una cuestión que no nos debe de preocupar mucho, pero lo


cierto es que el gran dramaturgo inglés no pudo haber hecho una
selección más acertada que esa, ya que son en periodos de siete
que puede trazarse en la Ciencia Oculta la evolución de las razas
del hombre.

Esto, el ocultista lo reconoce como un hecho, así como el físico


reconoce como un hecho que el espectro consiste en siete
principales colores y el músico sabe que la escala musical consiste
de siete tonos, etc.
Y en realidad existen siete reinos de la naturaleza, y no sólo tres, tal
como los ha inadecuadamente clasificado la ciencia moderna, ya
que el hombre pertenece a un reino separado del reino de los
animales y distinto también de los seres que se encuentran en un
estado superior de existencia, y por debajo del reino mineral existen
otros tres reinos invisibles de los cuales la ciencia moderna no sabe
nada. »
(Buddhismo Esoterico, p. 57)

Y a estos ejemplos de la estructura septenaria que predomina en la


Naturaleza, ahora también se debe de agregar: los siete planos de
existencia del Cosmos, los siete globos que constituyen a una
cadena planetaria, las siete rondas o periodos de actividad en cada
cadena, los siete grandes periodos de desarrollo conocidos como
“razas raíces” por los que pasa la humanidad en cada globo, etc.

Y a continuación les voy a dar el significado de los términos que les


acabo de mencionar, ya que como ninguna de esta información
había sido dada previamente al Occidente, primero tuvo que
convenirse en una terminología apropiada entre el señor Sinnett y
sus instructores, cuando ellos comenzaron a enseñarle cosas que
hasta ahora eran completamente nuevas en su mente. Por lo que a
continuación les voy a dar la definición de algunos de eso términos:

 Una cadena planetaria es un sistema planetario compuesto de


un globo físico y seis globos invisibles relacionados. (O como dice el
Maestro Kuthumi: “es una cadena de cuentas, y cada cuenta es un
mundo”. [CM12, p66])
 Una ronda es el paso de la corriente de vida alrededor de los
siete globos de una cadena planetaria y por lo tanto corresponde al
periodo de actividad de esa cadena planetaria.
 La corriente de vida es el principio activo que lleva hacia
adelante el impulso evolutivo de un globo al siguiente. Y también se
le denomina: la marea de vida, la ola de la existencia, el impulso
espiritual, etc.
 Una raza es un conjunto de humanos que ha alcanzado cierto
grado evolutivo, tanto físicamente, como psíquica y mentalmente.

El hombre pasa su vida de progreso evolutivo en siete planos de


existencia. Y en cada encarnación, la personalidad que emerge es
el resultado de las tendencias y facultades desarrolladas a través de
las vidas pasadas.
Y bajo el axioma hermético que dice que “cómo es abajo es arriba”,
de forma similar los globos de una cadena planetaria corresponden
a los siete principios del hombre.

Y cada globo a su vez se convierte en el escenario sobre el cual


emergen las características heredadas de su globo predecesor. Y
cuando una cadena planetaria llega al final de su existencia, la vida
total que se encuentra en cada globo (después de un periodo
nirvánico) pasa al siguiente globo correspondiente de una nueva
cadena septenaria.

(O sea que la corriente de vida va a seguir evolucionado, pero en


una nueva cadena planetaria que será por así decirlo “la nueva
reencarnación” de la antigua cadena planetaria que se extinguió. Y
este asunto Geoffrey Farthing lo va a detallar más adelante.)

« Se dice que las cadenas planetarias tienen sus “Días” y sus


“Noches”. Y esto significa que tienen periodos de actividad en
donde la vida se manifiesta y periodos de inercia en donde la
muerte predomina. Y como pueden constatarlo, las cadenas
planetarias se comportan en sus ciclos como lo hacen los hombres
en la Tierra, y de la misma manera ellas: nacen, crecen, maduran,
generan a sus semejantes, se hacen viejas y se extinguen. Pero
sus principios espirituales permanecen en su progenie como una
sobrevivencia de ellas mismas. »
(Doctrina Secreta I, p. 154)
¿Donde se encuentran los globos de una cadena planetaria?

Al hablar de los globos de una cadena planetaria, se presenta una


complicación que debe de ser mencionada, aunque en este
momento no pueda explorarse el asunto en detalle: el Kosmos es
septenario, pero se le informa al estudiante que los tres planos más
elevados son “inaccesibles para el intelecto humano con el grado de
desarrollado que tiene en la actualidad”. Mientras que son en los
cuatro planos inferiores en donde se localizan las siete esferas de
las cadenas planetarias.

(Para comprender esto y lo que sigue, les recomiendo que lean el


capítulo:los diversos planos de existencia del universo.

Y deben de saber que cuando los teósofos hablan del “Kosmos”


usualmente se están refiriendo al cosmos local, o sea a nuestro
Sistema Solar.)

De estos cuatro planos, sólo el más bajo y denso es físico, mientras


que los tres otros son sutiles. Por lo tanto solo el globo físico se
encuentra en el plano de nuestra percepción sensorial. Mientras
que los otros seis globos son invisibles a nuestros sentidos.

Tres de esos globos sutiles se encuentran en el Arco descendente,


y con esto quiero decir que están en proceso de una materialización
creciente. Y los otros tres se encuentran en el arco ascendente en
donde están en el proceso de una sutilidad cada vez mayor.

Un diagrama podría ayudarnos a clarificar la enseñanza. Sin


embargo, al interpretar el diagrama debe de tenerse en cuenta que
este solamente es simbólico, ya que los globos (al igual que los
principios del hombre) ocupan el mismo espacio, pero se
encuentran en otras “dimensiones”.

Representación pictográfica de una cadena planetaria


(En su diagrama, Geoffrey Farthing puso el recorrido que hace la
corriente de vida a través de los siete globos y también puso la
correlación que tienen esos globos con los principios humanos.)
En el estudio de los siete principios del hombre, está claro que solo
uno de ellos (el cuerpo físico) es perceptible para los sentidos
físicos. Y este cuerpo físico es el “vehículo” (Upadi) de los otros
principios durante la vida física.

Pues bien de forma similar, de los siete globos que constituyen a


una cadena planetaria, sólo el globo físico es perceptible para los
sentidos normales, mientras que los otros seis globos (que son sus
compañeros invisibles) se encuentran en planos de existencia que
están más allá de nuestro alcance actual.

Blavatsky sintetiza este aspecto de la enseñanza oculta dicendo:

« La Ley UNA y eterna se desenvuelve en todo lo que se manifiesta


en la Creación siguiendo una estructura séptuple, y esta estructura
septenaria también se le aplica a los astros del Universo.

Y de esas estructuras septenarias, sólo el miembro más bajo y


material, es perceptible para nuestros sentidos físicos, mientras que
los otros seis componentes permanecen invisibles para los ojos
terrestres.

Además que toda cadena sideral es la descendiente y creación de


una cadena anterior que existió y ya se extinguió. »
(Doctrina Secreta I, p. 153)

Las mónadas o potencialidades del Espíritu que deben de


manifestarse por el proceso de la evolución, deben primero
sumergirse en la materia, antes de poderse manifestar activamente
en el mundo divino.
Y este proceso dual de involución y evolución es descrito
simbólicamente en las religiones por “el descenso del espíritu a la
materia, para luego volver a ascender hacia Dios”. Lo cual es
representado en el cristianismo como la encarnación del Hijo divino
(Jesús), su muerte y luego su resurrección para volverse a unir con
el Padre celestial.
A fin de apreciar la extensa y detallada información que ha sido
dada sobre el tema de las razas y su evolución, el estudiante
primero debe de expandir enormemente el concepto que
tiene acerca de los periodos de tiempo, y comprender que los pocos
miles de años que actualmente se conocen de la historia humana
son tan sólo una pequeña fase de toda la historia por la que ha
pasado la humanidad.

El estudiante debe también de comprender que en la teosofía la


palabra “raza” generalmente no se emplea en su sentido usual de
un grupo étnico, sino que se emplea para designar a etapas de la
evolución de la humanidad.

Y los Maestros enseñan que los humanos se encuentran en la


actualidad en la quinta etapa y que les faltan todavía dos etapas
más para completar el ciclo de desarrollo en la Tierra en esta cuarta
ronda.

Y también los Maestros afirman que los hombres de las dos


primeras etapas, no habiendo tenido cuerpos sólidos ni estructura
ósea, no dejaron ningún rastro físico de su existencia.

Además esos primeros humanos eran andróginos, y es sólo


después de la consolidación gradual de la tercera raza raíz que
aconteció la separación de los sexos.

La cuarta raza raíz es descrita como “la primera especie


completamente humana”. (DS II, 227)
Mientras que la quinta raza raíz actual, fue desarrollada en “Asía
central hace más de un millón de años atrás”, (CM18, 121)

Cada una de esas grandes razas raíces se desenvuelve a través de


siete “sub-razas”, las cuales, cada una dura por muchos miles de
años. Y estas “sub-razas” a su vez producen sus “razas familia” con
sus divisiones adicionales en tribus y naciones. (DS II, 434)

(Todo esto lo detallo en: las razas humanas: introducción)

Unos cuantos enunciados resumiendo el proceso por el que han


pasado los humanos a lo largo de su desarrollo, bastarán para
indicar la grandeza del esquema evolutivo, el cual fue hecho público
por primera vez en las dos obras referidas arriba (La Doctrina
Secreta y Las Cartas Mahatma).

1. Todo es septenario en el Universo.

2. La evolución de la vida procede sobre una cadena de siete globos


alrededor de la cual la oleada de vida pasa siete veces y cada ciclo
completo es descrito como una ronda.

3. Nuestra Tierra es la representante visible de una cadena de siete


globos, de los cuales seis son invisibles para nosotros en la
actualidad. Y la cadena planetaria vive su existencia a través de
siete rondas.

4. Los humanos sólo se desarrollaron plenamente en la cuarta ronda y


en el curso de cada ronda surgen siete razas raíces en cada globo,
cada una de ellas desarrollando a su vez siete sub-razas.

5. Las razas raíces se desarrollaron originalmente en diferentes


masas continentales, y la tradición oculta asocia a la tercera y
cuarta con dos continentes ahora sumergidos, los cuales son
conocidos como Lemuría y Atlántida respectivamente.

___

El estudio de la información disponible en la literatura teosófica


muestra cuán maravillosamente todos los procesos involucrados en
el Cosmos están coordinados, y como todo está grandiosamente
ordenado con el fin de que la mayoría de la humanidad actual, al
concluirse la séptima raza raíz de la séptima ronda, haya alcanzado
un tal estado de perfección que le permita convertirse a su vez en la
guía e instructora de una nueva humanidad naciente.
SEGUNDA PARTE: INFORMACIÓN MÁS AVANZADA

En la primera parte se introdujo la idea muy nueva (y que para


algunos parecerá muy extraña) que los planetas (y los astros en
general) también tienen sus siete principios y constan de una
constitución septenaria como la tiene el hombre.
Se mostró también como el axioma hermético: “así como es arriba
es abajo” realmente nos ayuda a comprender el punto de vista
esotérico del universo y de sus operaciones.

Vimos que la regla del siete no sólo se aplica a la naturaleza interior


del planeta, sino también a sus etapas evolutivas, como también a
las etapas evolutivas de la humanidad y a los periodos de tiempo
marcados por estas etapas.

Y es que la ley cíclica se aplica en todo el proceso haciendo que las


fases de este proceso estén maravillosamente coordinadas.

Ahora bien, en este nuevo capítulo vamos a dar más detalles sobre
los diferentes aspectos de ese proceso evolutivo del planeta y de la
humanidad.

Orígenes y formación de los globos

El progenitor planetario de nuestro globo fue un planeta cuyos


restos físicos son ahora nuestro satélite, la luna. Por lo tanto la
cadena planetaria que precedió a la cadena terrestre es referida en
la teosofía como “la cadena lunar”.

Al final de la séptima y última ronda de la cadena lunar, sus globos


fueron muriendo a medida que la corriente de vida los fue dejando.
Pero antes de morir fueron transfiriendo sus principios, globo por
globo, hacia la nueva cadena planetaria naciente (la cadena
terrestre) para que esta formara sus globos correspondientes.

Como se describe en el primer capítulo, los globos son usualmente


representados por las primeras letras del abecedario (de la A á la
G). Y los nuevos globos de la cadena terrestre comenzaron su
evolución ahí en donde la terminaron sus viejos progenitores de la
cadena lunar. Y a medida que su desarrollo proceda, los nuevos
globos representarán un estado superior de ser, ya que ellos
estarán más avanzados que sus predecesores.

Esto se encuentra escrito en La Doctrina Secreta en el volumen I,


página 172, en donde además aparece el siguiente diagrama en
donde se ilustra cómo procedió la transferencia de los principios de
los antiguos globos de la cadena lunar hacia los globos nacientes
de la cadena terrestre.
Clase y naturaleza de las entidades que forman y pueblan los
globos

El universo es un TODO vivo y todo en él expresa la vida, nada más


que de diferentes maneras, encontrándose la mayoría de esas
expresiones de vida más allá de nuestra percepción. Sin embargo,
en su multiplicidad de género y cualidad, esas vidas abarcan
también la existencia manifestada en las innumerables multitudes
de seres vivos que habitan el plano físico, extendiéndose desde lo
infinitamente pequeño hasta lo infinitamente grande. Y todas esas
vidas (tanto sutiles como objetivas) se reagrupan en jerarquías.

Las unidades de vida primarias o fundamentales, han sido definidas


como “Mónadas” y estas son consideradas como las unidades
divinas cuando están asociadas a una sola unidad de vida (sin
importar que esta entidad sea pequeña o grande) como podría ser
por ejemplo el caso de la mónada de un átomo o la mónada de un
humano. Pero la MÓNADA en su totalidad es a veces referida como
la “Esencia Monádica”.

(Para comprender esto, imaginen que el Espíritu Supremo es una


INMENSA FLAMA, la cual para crear va a proyectar chispas de su
esencia a todos los niveles y escalas del Universo. Pues bien esas
chispas divinas son las mónadas.)
Y en lo que respecta a la génesis de un globo, los principios de vida
que recibió de su cadena progenitora son vistos como diferentes
clases de mónadas encontrándose en diferentes niveles de
desarrollo. Y con esto quiero decir que algunas de esas mónadas
están asociadas con los reinos elementales, mientras que otras
mónadas están asociadas con los reinos mineral, vegetal y animal,
y otras mónadas están asociadas con el reino humano.

(O sea que los principios que hereda un globo es la corriente


monádica que se estuvo desarrollando en la cadena progenitora y
que ahora se va a seguir desarrollando en la nueva cadena
naciente.)

Por eso Blavatsky después de describir la trasferencia


de los principios de los globos de la cadena lunar hacia los globos
de la cadena terrestre, explicó también que:

« Nuestra Luna fue el cuarto globo de la antigua cadena planetaria.


Y ya falleció, pero el globo A de la cadena lunar no “muere”
completamente hasta que las primeras mónadas de la primera clase
hayan pasado del globo G (el último de la cadena lunar) al Nirvana
que las espera durante el pralaya (que es el periodo de reposo)
antes de que la nueva cadena terrestre comenzara con su ciclo de
actividad de siete rondas.

Y de manera similar sucede para todos los otros globos de la


cadena lunar, cada uno dando a luz al globo correspondiente de la
cadena terrestre.

Y ya cuando está listo para comenzar su actividad el globo A de la


cadena terrestre, la primera clase o jerarquía de mónadas de la
antigua cadena lunar encarnó en ese globo, en el reino más bajo, y
así sucesivamente.
El resultado de esto fue que solamente la primera clase de
mónadas fue la que alcanzó el estado humano en la primera ronda,
dado que la segunda clase, al llegar más tarde, no tuvo tiempo de
alcanzar ese grado. Por lo que las monadas de la clase 2, sólo
alcanzaron el grado de humano incipiente en la segunda ronda, y
así sucesivamente hasta llegar a la cuarta ronda (en donde será
desarrollada plenamente la fase humana).

Pero al llegar al punto medio de la cuarta ronda se cierra “la puerta


del reino humano” y de aquí en adelante está completo el número
de mónadas humanas (es decir las monadas en la fase humana de
desarrollo). Ya que las mónadas que no hayan alcanzado el grado
de humano en ese momento. Debido a la evolución de la
humanidad misma, se encontrarán tan atrasadas que solamente
ellas alcanzarán el grado que actualmente tienen los humanos
hasta el cierre de la séptima y última ronda.

Por lo tanto esas mónadas retrasadas no podrán volverse seres


divinos en esta cadena terrestre y por consiguiente formarán la
humanidad de la futura cadena planetaria, pero a su favor serán
recompensadas al evolucionar en una cadena superior a la cadena
terrestre, recibiendo así su compensación karmica.

Sólo hay una única excepción a esta regla, de la cual hablaremos


más adelante. »
(La Doctrina Secreta I, p. 172)

Esa “única excepción” se refiere a los simios primarios y la razón la


explicaré en la segunda parte del capítulo XI. (Cuando pueda lo
traduciré)

Las nuevas generaciones remplazan a las antiguas

El proceso irreversible del desarrollo que continuamente tiene lugar


en el Universo, es ejemplificado por la majestuosa evolución que
ocurre en cada globo. Y ese proceso es dirigido y supervisado por
grandes seres que habiendo pasado previamente a través del
mismo proceso durante el ciclo cósmico anterior, ellos han
alcanzado un elevado nivel de desarrollo, lo que les permite ahora
de dirigir ese proceso para un nuevo grupo de mónadas.

(Para mejor comprender esto, observen a la humanidad y noten


como nuevas generaciones remplazan a las anteriores. Pues bien,
de la misma manera sucede a nivel cósmico en donde nuevas
generaciones de seres divinos remplazan a las anteriores.)

El arco descendente y el arco ascendente

« Ahora bien, toda ronda (en la escala descendente) es sólo una


repetición en una forma más concreta de la ronda que la precedió,
así como todo globo (hasta nuestra cuarta esfera que es la Tierra)
es una copia más densa y más material de la esfera más tenue que
la precede en su orden sucesivo.

- B es una copia más densa de A,


- C es una copia más densa de B y
- D es una copia más densa de C.

Mientras que en su camino hacia arriba en el arco ascendente, la


evolución espiritualiza, sublima y por así decirlo “etérealiza” la
naturaleza general de todo lo que se encuentra en ese globo,
llevándola al mismo nivel del plano en donde se encuentra el globo
gemelo en el lado opuesto, y teniendo como resultado que cuando
es alcanzado el séptimo globo (en cualquier ronda), la naturaleza de
todo lo que está evolucionando regresa a la condición en la que
estaba en su punto de partida, pero en un grado nuevo y superior
en los estados de conciencia.

De esta manera se hace claro que el así llamado “origen del


hombre” en esta actual ronda, debe de ocupar el mismo lugar y el
mismo orden que en la ronda precedente (salvo detalles basados
en las condiciones locales y en el tiempo que ha transcurrido).

Los Dhyani Chohanes

« Por otra parte debe de recordarse y explicarse que dado que se


dice que el trabajo de cada ronda es adjudicado a un grupo
diferente de seres divinos llamados “los Creadores” o “los
Arquitectos cósmicos”, así lo es también para cada globo, y con
esto quiero decir que cada globo está bajo la supervisión y guía de
“Constructores” y “Vigilantes” especiales a los cuales en la teosofía
se les nomina; los Dhyani-Chohanes. »
(La Doctrina Secreta I, p. 232)

Los periodos de descanso

Existen varias clases de pralayas o descanso entre los periodos de


actividad.

- Hay un periodo de descanso entre el pasaje de un globo a otro


globo.
- Hay un periodo de descanso entre el pasaje de una ronda a otra
ronda.
- Hay un periodo de descanso entre el pasaje de una cadena
planetaria a otra una cadena planetaria.
- Hay un periodo de descanso entre el pasaje de un sistema solar a
otro sistema solar.
- Y así sucesivamente.

Las diferentes clases de mónadas

Blavatsky también explica que:

« Las mónadas que vinieron a la Tierra de la cadena lunar pueden


dividirse de modo general en tres grandes clases:

1) Las mónada más desarrolladas son los seres divinos que se


encuentran en reinos superiores al humano y tienen la tarea de
pasar durante la primera ronda, a través de todo el triple ciclo de los
reinos mineral, vegeta y animal, en sus formas más etéreas,
peculiares y rudimentarias, a fin de revestirse con ellas y asimilar la
naturaleza de la cadena recién formada.
(Así como yo lo entiendo, los Dhyani-Chohanes lunares tienen que
formar y revitalizar las formas etéreas de los reinos mineral, vegetal,
animal y humano para que después las oleadas mónadicas
siguientes puedan habitar esos reinos.)

Estas mónadas de la clase 1 son las primeras en alcanzar la forma


humana en el globo A durante la primera ronda (aunque estas
formas sean etéreas) y por lo tanto son ellas quienes van a la
delantera y representan el elemento humano durante la segunda y
tercera rondas y finalmente desarrollan los cuerpos semi-sutiles de
los humanos en la cuarta ronda, los cuales serán habitados por la
segunda clase de mónadas que vienen detrás de ellas.

2) Esta segunda clase de mónadas son aquellas que logran


alcanzar la fase humana durante las tres y media primeras rondas,
llegando a convertirse en hombres.

3) Y la tercera clase de mónadas son las rezagadas que en razón


de los impedimentos kármicos, no alcanzarán en lo absoluto la fase
humana durante este ciclo de siete rondas, salvo una excepción. »
(La Doctrina Secreta I, p. 174)

Son por lo tanto a las mónadas de la 2da clase a las que


pertenecen la mayoría de los seres humanos que se encuentran en
la Tierra actualmente. Y estas mónadas fueron las primeras en
llegar al globo D (la Tierra) en esta cuarta ronda.

Más adelante en ese texto se nos enseña también que los cuerpos
físicos de los hombres, tomaron la forma antropoide a partir de un
patrón proyectado astralmente por las formas de los cuerpos
astrales (“Chhayas”) de las mónadas de la primera clase (“Pitris”).

Los Pitris lunares fueron las mónadas más avanzadas de la cadena


lunar y las primeras en proyectarse en la cadena terrestre y las
primeras en llegar al globo D (la Tierra) en la primera ronda, aunque
en ese entonces el planeta era etéreo y no de materia densa como
lo es ahora.

En la Doctrina Secreta se explica también que hay siete jerarquías


creadoras asociadas con nuestro globo y nuestra humanidad.

Las más relevantes de ellas son:


 La jerarquía llamada Pitris Barhishad o “los ancestros” cuyos
miembros proyectaron el modelo astral de su forma para que este
fuese asumido por el hombre.
 Y la segunda jerarquía es conocida como los Pitris
Agnishvatta(teniendo muchos otros nombres tales como “Ángeles
Solares”,“Manasas”, “Manasa Putras” o “Kumaras”) los cuales le
dieron al hombre la mente porque hasta entonces el hombre no
tenía propiamente una mente (y esto se hizo a la mitad de la tercera
raza raíz de esta cuarta ronda).
(Bueno de hecho los hombres de ese entonces sí disponían ya de
un mental, pero su mental se encontraba pasivo. Para darles una
analogía: la mente de los hombres era como una vela apagada y lo
que hicieron los Kumaras fue prender esa vela.)

Resumen de la evolución transcurrida

Al inicio la Tierra era etérea, haciéndose cada vez más densa con
cada sucesiva ronda, y los humanos reflejaban esas condiciones
siendo también al inicio etéreos y luego volviéndose cada vez más
densos.

Es sólo en nuestra cuarta ronda que el planeta y los humanos


llegaron a ser como los conocemos ahora. Y la literatura teosófica
nos da una descripción somera de las condiciones de la Tierra, así
como del estado de la humanidad durante las rondas anteriores.

El acontecimiento más significativo sucedió a la mitad de la tercera


raza raíz de esta cuarta ronda y fue el despertar de la mente en los
hombres. Porque de aquí en adelante, los humanos tuvieron que
hacerse responsables de sus acciones, ya que gracias a su mente
pudieron distinguir “entre el bien y el mal”.

Y al mismo tiempo de la llegada de la mente, vino también la


división de los sexos.

(Vemos que este proceso evolutivo por el que pasaron los humanos
se encuentra simbolizado en el mito de Adam y Eva.)
Resumen de las siete razas raíces de la cuarta ronda

Hay siete razas raíces, siendo cada una de ellas, una etapa del
desarrollo de la humanidad, y a continuación les pongo una corta
descripción de la naturaleza de los hombres que existieron en las
anteriores etapas:

« Los seres de la primera raza raíz eran las “sombras” de los


progenitores (los Pitris lunares). Ellos no podían ser lesionados o
destruidos por muerte, porque eran tan etéreos y tan poco humanos
en su constitución, que no podían ser afectados por ningún
elemento: ya sea inundaciones o fuego.
Pero sus descendientes (la segunda raza raíz) podían ser
lastimados y fueron destruidos así. Y dado que sus “progenitores”
se fusionaron completamente en sus propios cuerpos astrales, así
también esa progenie fue absorbida por sus descendientes, los
cuales fueron llamados: los “Nacidos del sudor”.

Estos fueron la segunda Humanidad, la cual estuvo compuesta de


monstruos semi-humanos gigantescos de lo más heterogéneos y
ellos fueron los primeros intentos de la Naturaleza por construir
cuerpos humanos. »
(La Doctrina Secreta II, p. 138)

Posteriormente encontramos otra descripción de la llegada del


hombre a esta Tierra (en la cuarta ronda).

« Primero vino lo “AUTO-EXISTENTE”… Estas vidas eran [lo que


en el hinduismo se conoce como] “la divina Sishta” (y que
corresponden a losManus semillas, o sea a los Pitris).

Y a partir de estas procede:

1. La primera raza raíz, los “Nacidos por sí mismos”, los cuales son
las sombras (astrales) de sus progenitores. El cuerpo de estos
primeros seres estaba desprovisto de todo entendimiento (mente,
inteligencia y voluntad). Y el ser interno (el Sí superior o Mónada)
aunque estaba dentro de la estructura terrena, no tenía conexión
con ese cuerpo, porque el enlace, Manas, no estaba allí todavía.

2. A partir de la primera raza raíz emanó la segunda raza raíz


llamada la “Nacida por el sudor” y la “Sin huesos”. La cual estaba
provista de la primera chispa primitiva y débil (del germen de la
inteligencia). Y a partir de estas a su turno apareció después:

3. La tercera raza raíz llamada la “Doble” (por ser andrógina). Los


primeros seres de esta raza eran cascarones hasta que finalmente
fueron “habitados” (o sea animados) por los Dhyanis Chohanes. »
(La Doctrina Secreta II, p. 164)

Esta tercera raza raíz llegó a ser ovípara, produciendo en las


temporadas de procreación:

« Un pequeño núcleo esferoide el cual se desarrollaba en un


vehículo más grande y suave semejante a un huevo y el joven
animal humano salía de él sin ayuda, como lo hacen las aves en la
actualidad. »
(La Doctrina Secreta II, p. 164)

Con cada nueva raza fue progresivamente cambiando el método de


reproducción y posteriormente surgió la separación de los sexos
haciéndose distintos los machos de las hembras, y esta separación
coincidió con el advenimiento de la mente.

La cuarta raza raíz fue la primera que verdaderamente se pudo


reconocer como siendo realmente humana. Aunque comenzó como
una continuación de la tercera raza raíz, por lo que al inicio era
gigantesca, y paulatinamente el tamaño fue disminuyendo a medida
que pasaron los siglos y milenios hasta llegar casi a nuestras
proporciones actuales.

Blavatsky menciona también algo interesante acerca del desarrollo


del habla:

« La primera raza raíz (la etérea o astral) llamada la “nacida por sí


misma” no disponía propiamente del sentido del habla, ya que
carecía de mente en nuestro plano.

La segunda raza raíz tenía un “lenguaje de sonidos” semejante al


canto llano y compuesto sólo por vocales.

La tercera raza raíz desarrolló al inicio una especie de lenguaje, el


cual era sólo un ligero adelanto respecto a los diferentes sonidos de
la naturaleza y a los gritos de los insectos gigantescos y de los
primeros animales. »
(La Doctrina Secreta II, p. 198)

Y fue solamente hasta el final de la tercera raza raíz que los


humanos comenzaron a desarrollar un habla, pero solamente fue en
la cuarta raza raíz que el habla fue perfeccionada, evolucionando
hasta llegar al lenguaje flexional altanamente desarrollado de la
quinta raza raíz.

(Esto se encuentra en las notas al pie de las páginas 198 y 199)

Las masas continentales


Hay muchas referencias en la literatura teosófica acerca de las
tierras en las que se desarrollaron las grandes razas
raíces. Aunque la descripción del lugar donde comenzaron a habitar
la primera raza raíz y la segunda razas raíz en la Tierra es vaga,
pero se postula que ellas se originaron en lo que en ese entonces
era el Polo Norte ya que se menciona que esos primeros humanos
estaban “siempre bajo los ojos de la estrella polar”.

Posteriormente Groenlandia es mencionada especialmente, la cual


gozaba en ese entonces de un clima uniforme. Pero en
varios textos se menciona que el eje de la Tierra se ha desplazado
varias veces y periódicamente las masas continentales se han
hundido bajo las aguas del océano y posteriormente han vuelto a
surgir de él.

El nombre utilizado para designar el hogar de la segunda raza raíz


fue Hiperbórea, el de la tercera raza raíz fue Lemuria y el de la
cuarta raza raíz fue Atlántida. Mientras que la quinta raza raíz se
originó en el norte de la India y actualmente se encuentra esparcida
en todas partes del mundo.

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