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Dinero y dinero bancario.

Base Monetaria

La Base Monetaria (BM) está constituida por todo el dinero legal en circulación (es decir, billetes

y monedas), sumado a las reservas de los bancos comerciales en el banco central. En otras

palabras, es el dinero legal emitido por el Banco Central de un país y puede estar en manos del

público, o sino en la caja de los distintos bancos comerciales que el sector financiero del país. La

base monetaria es monitoreada por el banco central y constituye su principal vía para controlar

la oferta monetaria. También otra forma para definir la base monetaria es que constituyen los

pasivos monetarios del banco central.

Para calcular la base monetaria, haremos uso de la siguiente fórmula:

 Base monetaria = E + Pasivos bancarios

Dónde E es el efectivo en manos del público y los pasivos bancarios el conjunto de

magnitudes citados anteriormente.

La cantidad de dinero de que dispone una economía depende, en primer lugar, del dinero que

emita el banco central, llamado dinero de alto poder expansivo. Pero en nuestro régimen

bancario, no solo el banco central es creador de dinero sino también los bancos comerciales. Esto

se debe a que de la masa de depósitos que realiza el público en los bancos, un porcentaje debe

depositarse por ley en el banco central (denominado encaje), y el porcentaje restante queda

disponible para prestamos. Cuando estos se concretan, los bancos también crean dinero,

denominado «de creación secundaria». Entiéndase, lo anterior no significa que los bancos

comerciales impriman billetes. El dinero bancario no es mas que un asiento contable, por

ejemplo, el saldo que figura en una cuenta; pero que por definición es exigible de ser convertido

en billetes.
A lo anterior, también influye la proporción de efectivo en relación con los depósitos, que es una

relación que depende de las costumbres de las personas y que depende del coste de mantener

efectivo y de la facilidad para conseguirlo, número de cajeros automáticos. Por último también

depende del coeficiente de caja que establezca la autoridad monetaria a los bancos comerciales.

Este coeficiente establece el límite a la creación de dinero que realizan los bancos.

El estado nacional a través de su política monetaria, usa la cantidad de dinero como variable para

controlar y mantener la estabilidad económica. Comprende las decisiones de las autoridades

monetarias referidas al mercado de dinero, que modifican la cantidad de dinero o el tipo de

interés.

Los objetivos básicos de la política monetaria pueden resumirse en:

Estabilidad del valor del dinero (contención de los precios, prevención de la inflación).

Crecimiento económico.

Mayor nivel de empleo posible.

Evitar desequilibrios permanentes en la balanza de pagos, mantenimiento de un tipo de cambio

estable con protección de la posición de reservas internacionales.

Los mecanismos más comunes para que el Banco Central pueda influir sobre la cantidad de dinero

y sobre la tasa de interés, a través de: cambios en el tipo de interés, Operaciones de Mercado

Abierto o variación del coeficiente de caja.

La base monetaria es el dinero a partir del cual se genera la oferta monetaria. La base monetaria

está compuesta por el dinero efectivo que puede estar en manos de familias y empresas, o bien

en las cajas de los bancos como reservas de las entidades financieras para asegurar la liquidez de
sus depósitos. La base monetaria incluye también las reservas bancarias obligatorias, que vienen

determinadas por el Banco Central a partir del coeficiente de caja.

OM = oferta de dinero (oferta monetaria).

E = efectivo en manos del público, es decir la cantidad de dinero (billetes + monedas) que mantiene

el público sin ingresar en los bancos.

BM = base monetaria.

R = reservas bancarias.

m = multiplicador monetario1.

Cuando hablamos de oferta monetaria estamos haciendo referencia a la cantidad de dinero que

hay en manos del público en un determinado momento. Pero, ¿dinero físico solamente? La

respuesta es no.

La oferta monetaria tiene dos componentes: el dinero legal, que está formado por los billetes y

monedas que constituyen el efectivo en manos del público; y el dinero bancario, que está formado

por los depósitos que existen en los bancos y demás intermediarios financieros. Estos depósitos

bancarios se dividen a su vez en tres tipos:

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Cuando alguien deposita dinero en un banco, este último está obligado a guardar una parte porcentual
de la cantidad depositada basándose en el coeficiente de caja que establezca el banco central del país ó
región donde opere (por ejemplo, 10% en los bancos de EE.UU. y 1% ó 0% para los de la UE), a la vez
que puede operar en el mercado con el resto del depósito a través de, por ejemplo, préstamos con
intereses. Dinero Bancario.
 Depósitos a la vista: son aquellos de los que sus titulares pueden disponer inmediatamente

tan sólo con la entrega de una orden de pago dirigida al banco o mediante una tarjeta de

crédito.

 Depósitos de ahorro: son aquellos de los que sus titulares pueden disponer inmediatamente,

pero sin que sea posible hacerlo mediante cheques. Son los conocidos popularmente como

"libretas de ahorro".

 Depósitos a plazo: en este tipo de depósitos el titular se compromete a mantener el dinero

durante un plazo fijo a cambio de una remuneración pasado este período.

Por consiguiente, la oferta monetaria está formada por el efectivo en manos del público (los

billetes y monedas) y los depósitos. Para ser más exactos, la oferta monetaria se mide mediante

los denominados agregados monetarios, que para la zona euro son tres, denominados M1, M2 y

M3:

 M1: Incluye los billetes y monedas en circulación más los depósitos a la vista.

 M2: Incluye el M1 más los depósitos a plazo de hasta dos años y los depósitos disponibles

con previos de hasta tres meses.

 M3: Incluye el M2 más las cesiones temporales, las participaciones en fondos de mercado

monetario e instrumentos de mercado monetario, y los valores de renta fija de hasta dos

años emitidos por instituciones financieras.

Los billetes y monedas son emitidos por la autoridad monetaria competente, que generalmente

es el banco central de cada país. En el caso de la zona euro, el encargado sería el Banco Central

Europeo (BCE). Por tanto, la mayoría de la gente cree que son los bancos centrales los únicos

encargados de crear dinero. Sin embargo, esto no es así: los bancos privados también son capaces
de crear dinero, hasta el punto de que en la práctica el 95% del dinero es creado por la banca

privada.

Tal y como os explicamos en el vídeo que hemos realizado junto a los compañeros de Magnet,

cuando abrimos una cuenta corriente en un banco o en una caja de ahorros y depositamos dinero

en él, el banco no guarda este dinero en una caja fuerte y le pone nuestro nombre, sino que lo

presta a otra persona o a una entidad dando lugar al proceso de creación de dinero bancario.

Obviamente, esto no significa que nosotros no tengamos ya ese dinero, pues podemos seguir

haciendo uso de él, aunque no constituya más que un registro contable en el ordenador del

banco.

De esta forma, el dinero físico que el banco presta a esa otra persona o entidad es utilizado para

hacer frente a una serie de pagos, y quién recibe estos pagos suele depositarlo de nuevo en algún

banco, de forma que al volver el dinero a los bancos, estos pueden volver a prestarlo a otra

persona, por lo se vuelve a poner en circulación.

Dado que no es frecuente que las personas retiren sus ahorros de los depósitos bancarios, el

proceso de creación de dinero es relativamente seguro. Además, las retiradas se compensan con

nuevas entregas, lo que en definitiva da lugar a que el valor de los depósitos puede exceder

ampliamente al efectivo que tienen los bancos.

Este proceso podría repetirse eternamente con más dinero cada vez en la economía, pero con el

objetivo de evitar que exista más dinero del necesario en circulación y de que ello aumente la

inflación, las autoridades monetarias no dejan a los bancos prestar todo el dinero que se deposita

en ellos, sino que una parte de ese depósitos tienen que mantenerlo obligatoriamente en el

banco. A esta parte se le denomina reserva.

El coeficiente de caja y el multiplicador monetario


La fracción de los depósitos totales de un banco que se mantiene como reservas es el

denominado coeficiente de reservas, y su valor depende del comportamiento de los clientes del

banco, es decir, de la frecuencia con la que utilizan el dinero aquellas personas que tienen

depositado dinero en él.

Existe una proporción de reservas obligatorias sobre el total del dinero depositado en el banco.

A esta proporción se le denomina coeficiente legal de caja. Por tanto, el coeficiente legal de caja

es el porcentaje de dinero legal que, por imposición del banco central, el BCE en nuestro caso,

mantienen inactivo las distintas entidades del sistema bancario para hacer frente a las posibles

retiradas de dinero de sus clientes y por razones de interés general.

El inverso del coeficiente de reservas recibe el nombre de multiplicador del dinero, y nos indica

cuánto varía la cantidad de dinero por cada euro de variación de la base monetaria. Por tanto, a

menor cantidad de reservas, mayor será el multiplicador.

Con esto, la oferta monetaria de la que hablábamos antes podría expresarse utilizando el

coeficiente de reservas como un múltiplo de la base monetaria, es decir:

Oferta monetaria = Base monetaria x (1/Coeficiente legal de caja);

Dónde la base monetaria es la suma del efectivo en manos del público y las reservas bancarias. >

En definitiva, en el proceso de creación del dinero intervienen tres agentes: la autoridad

monetaria, que crea la liquidez de base del sistema a partir de la cual los bancos crean el dinero;

el sistema bancario, que expande el dinero creado; y el público, que decide la distribución del

dinero.

Para entender el proceso de creación de dinero recurriremos a un ejemplo bastante simple.

Supongamos un depósito en un banco por valor de 1.000 euros, con un coeficiente de caja del

20%. Si el banco aplica este coeficiente sobre el depósito, estará obligado a guardar 200 € como
reserva y tendrá 800 € para seguir haciendo operaciones, como por ejemplo conceder un

préstamo.

El que reciba el préstamo de 800 € lo utilizará de alguna forma, normalmente mediante efectivo

o a través de tarjetas de débito, y quienes lo perciban (por ejemplo, como pago por una compra),

lo devolverá probablemente al banco como depósito. De esta forma, el banco que reciba los 800

euros estará obligado a guardar 160 (el 20%) como reserva y podrá crear depósitos derivados por

los 640 € restantes.

De nuevo, quienes reciban estos 640 € los utilizarán y quienes los perciban por algún concepto

los colocarán en depósitos en el banco, de forma que el banco que lo reciba retendrá 128 € como

reserva y podrá crear depósitos derivados por los 512 euros restantes.

Si continuamos con el proceso, reflejado en la tabla, resultaría como total de depósitos:

1.000 + 800 + 640 + 512 + 410 + 328 + 262 + ... = 5.000 euros

No obstante, es importante señalar que en la práctica el proceso no es tan exacto, ya que influyen

variables como que el público solicite préstamos o no, que los bancos estén dispuestos a prestar

dinero, o que apliquen un coeficiente de caja u otro, por ejemplo.

Lógicamente, cuanto más pequeño sea el coeficiente legal de caja, mayor será la expansión

monetaria

Conclusiones:

A modo de resumen, tal y como hemos analizado en este artículo, la creación del dinero se

concreta en dos pasos:

1. El banco central de cada país, el BCE en nuestro caso, pone en circulación una cantidad

determinada de dinero legal en forma de monedas y billetes.


2. El sistema bancario, al conceder préstamos, multiplica el dinero legal recibido porque este

no llega a salir del mismo, sino que funciona mediante anotaciones en cuenta.

Por tanto, la oferta monetaria puede ampliarse de dos formas: aumentando la base monetaria

mediante la emisión de nuevos billetes o monedas por parte de la autoridad monetaria; o

aumentando la proporción de los depósitos que los bancos utilizan para realizar nuevos

préstamos, es decir, reduciendo el coeficiente de reservas.

Definición de Encaje:

El encaje bancario es un porcentaje del total que reciben los bancos, el cual deben conservar

permanentemente, ya sea en efectivo en sus cajas o en sus cuentas en el Banco Nacional o de la

República. El encaje tiene como fin garantizar el retorno del dinero a los ahorradores o clientes

del banco en caso de que ellos lo soliciten o de que se le presenten problemas de dinero a las

instituciones financieras. De esta forma, se disminuye el riesgo de la pérdida del dinero de los

ahorradores por parte de la banca.

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