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Importancia del clima

Entendemos por clima al conjunto de todos los fenómenos meteorológicos que suceden en
las diferentes regiones del planeta y que abarcan elementos tales como temperatura,
precipitaciones, humedad, nubosidad, presión, viento, etc. Todos estos elementos son los que
componen el clima y que hacen que una región pueda ser completamente diferente a otra no
sólo en cuanto a temperatura o humedad si no también en cuanto a la flora y la fauna
disponible, a los recursos naturales allí existentes y, principalmente, a la posibilidad de que
se aun espacio habitable para el ser humano o no.
Debido a la riqueza que presenta nuestro planeta Tierra en toda su superficie y espacio,
podemos fácilmente hablar de diferentes regiones climáticas que son consecuencia de la
combinación variada de los elementos climáticos ya mencionados. Así, una región desértica
es una región en la que las temperaturas son muy altas durante el día y muy bajas durante la
noche (fenómeno conocido como amplitud térmica), en la que la humedad es muy escasa, los
vientos son abundantes y las precipitaciones son escasas a nulas. Muchas de estas
características son completamente opuestas en regiones boscosas o selváticas donde
encontramos mucha mayor humedad y precipitaciones, temperaturas bajas o altas
respectivamente, diferente variación de vientos, etc.

El clima, del mismo modo que su conocimiento, son ambos de suma importancia para el ser
humano ya que son ellos los que nos permiten determinar qué áreas del planeta pueden ser
más o menos habitables. Es así que, ya sea por medio de elementos científicos o por la simple
observación del medio ambiente, una persona puede saber que el clima árido supondrá un
estilo de vida particular y que un clima polar supondrá otro estilo de vida completamente
diferente, pudiéndose adaptar a cada uno de ellos de la mejor manera posible luego de
conocer y observar el clima reinante en cada región.

El clima de la Ribeira Sacra es privilegiado ya que sobre esta tierra se percibe la influencia
atlántica y los frentes mediterráneos. Este encuentro de fuerzas de la naturaleza crea un clima
continental que posee largos y calurosos veranos de altas temperaturas y otoños templados.

Además, debido a la influencia atlántica, las precipitaciones son elevadas por lo que la aridez
estival se ve moderada y las vides disponen del sustento y la humedad necesaria para seguir
madurando adecuadamente durante los meses más calurosos.
La extensión de la Ribeira Sacra también afecta al clima al igual que al terreno. No nos
encontraremos las mismas condiciones meteorológicas si cultivamos en el Valle del Sil o en
el Valle del Miño.

El segundo suele acumular más lluvias durante los meses en los que el calor comienza a ser
protagonista en el día a día. Las temperaturas que marcan los termómetros de ambas zonas
suelen ser relativamente parecidas aunque la media de grados del Valle del Miño es algo
superior, alcanzando ambas picos muy por encima de los 20 grados. Por otro lado, la Ribeira
Sacra se caracteriza por una gran influencia de vientos fuertes a lo largo de todo el año.

Ahora que ya conoces un poco mejor todo el trabajo y los fenómenos de la naturaleza que
son necesarios para que tú estés disfrutando ahora mismo de una sabrosa copa de un Ponte
da Boga, ¿a que sabe mucho mejor?

El suelo y su importancia
Entendemos por suelo a las diferentes capas de material orgánico o no orgánico que
componen la corteza terrestre y sobre las cuales se desarrolla la mayor parte de los ciclos
vitales conocidos. El suelo puede estar cubierto por agua (como en los océanos o mares) o
no (como en la tierra común sobre la que habitamos). La importancia del suelo tiene que ver
con el hecho de que es sobre él donde la vida tiene lugar y debido a los diferentes procesos
naturales (como la permeabilización del agua), podemos hablar de seres vivos como plantas
y vegetales, animales y seres humanos.
El suelo es un elemento natural muy complejo que puede presentar muchas variantes
dependiendo de la región geográfica, de las transformaciones que el ser humano haya
aplicado sobre el mismo, etc. Puede estar compuesto por una sección rocosa o inorgánica
para luego estar cubierto por diversas y muy disímiles entre sí capas de otros elementos como
arcilla, arena, o el hummus o tierra orgánica donde la vida es posible. Esta última capa es la
que suele estar en la parte superior del suelo y donde el desarrollo de diferentes formas de
vida es más probable.

La importancia del suelo tiene que ver con que es en esta superficie donde el ser humano
puede cultivar y crecer sus alimentos más básicos. Al mismo tiempo, es en el suelo donde
naturalmente crecen las plantas y vegetales consumidas por los eslabones secundarios de la
cadena o los animales herbívoros. Para que los vegetales crezcan es importante que el suelo
cuente con riego frecuente (tanto natural como artificial). Además, el suelo no sólo es
importante para el ser humano en lo que respecta a la producción alimenticia si no que
también tiene que ver con la posibilidad de establecer viviendas o construcciones más
complejas. Para eso, el suelo tiene que ser firme, estable y seguro.

La importancia del suelo es debido a las funciones que desempeña el medio ambiente y la
socioeconomia, que son las siguientes:

– Producción de biomasa: Los suelos sirven de sustrato para una amplia variedad de plantas,
animales y microorganismos que contribuyen a crear un medio que resulta básico para la
producción primaria de los ecosistemas terrestres. Así aportan aire, agua y nutrientes para las
plantas además de una base fija de soporte.
– Regulación medioambiental: El suelo actúa como medio protector del agua gracias a su
capacidad amortiguadora, transformadora y de filtración. De este modo, los contaminantes
procedentes de la atmósfera y otras fuentes, son retenidos por los filtros físico-químicos,
químicos y procesos de adsorción, de modo que no alcanzan las aguas subterráneas ni las
cadenas tróficas. El suelo además regula los aportes de agua externos reduciendo el impacto
de fuertes precipitaciones sobre otros sistemas (ríos, lagos, acuíferos).
– Proporciona un hábitat biológico: El suelo sirve de hábitat para un gran número de especies,
un puñado de suelo puede contener más de un billón de organismos de millares de especies.
La presencia de microorganismos es de vital importancia ya que son los responsables de la
descomposición, conversión y síntesis de sustancias orgánicas que hacen que se cierren los
ciclos de la materia y de algunos elementos.
– Es una gran reserva genética.
– Regula el clima, gracias a la fijación de carbono.
– Soporta viviendas e infraestructuras: El suelo sirve de base espacial para el desarrollo de
estructuras técnicas, industriales y socioeconómicas.
– Es fuente de materias primas: El suelo es también fuente de materias primas para numerosas
actividades. La extracción de turba, grava, arena, arcilla, rocas, agua, etc. son una importante
función económica del suelo.
– Protege restos arqueológicos: Los suelos preservan yacimientos arqueológicos y actúan
como una especie de testimonio también para sucesos catastróficos, impactos antrópicos, etc.

Elecion del árbol frutal


Temperatura

La temperatura es un factor determinante que escapa a nuestro control; si hiela en primavera


o falta frío para la inducción floral, nuestra futura cosecha se verá seriamente afectada. Es
recomendable consultar datos reales de nuestra estación climática más cercana, que para la
mayoría de provincias están disponibles en la red.

La mayoría de frutales de hoja caduca tienen una alta resistencia a las bajas temperaturas en
reposo invernal, pero todos son sensibles a heladas tardías cuando se encuentran en floración
o cuajado. Unas pocas horas bajo cero en estas fechas críticas primaverales pueden dar lugar
a la pérdida parcial o total de la futura cosecha. Para hacerse una idea, con solo una hora a -
1ºC perderemos buena parte de los frutos recién cuajados de almendro.

Por este motivo, escogeremos especies y variedades que florezcan después de la última
helada registrada en nuestra zona. Otras cultivos, como pueden ser los cítricos son sensibles
a heladas en cualquier estado fenológico.

Necesidades en horas frío

Las horas frío son la suma de horas por debajo de 7ºC que se dan en invierno, y que van a
posibilitar la posterior floración de nuestros árboles frutales. Se requiere una acumulación
de horas frío superior a las necesidades de la especie para todos y cada uno de los años. Para
una misma especie, hay variedades con necesidades muy dispares, de ahí el amplio rango de
horas frío de la mayoría de especies frutales.
En el histórico de nuestra estación climática podemos ver cuando ha sido el último día que
ha helado (horas <0ºC), así como las horas frio (Horas<7ºC) acumuladas cada día y las
totales.

Para ampliar conocimientos se puede consultar el artículo: cálculo de las horas frío de los
frutales.

Agua

– Necesidades hídricas

Existen grandes diferencias entre las necesidades de agua de las principales especies frutales
y nuestro clima debe poder satisfacerlas, siendo tan malo el exceso como el déficit hídrico.
No podremos escoger variedades típicas de secano en zonas muy lluviosas por su sensibilidad
a la asfixia radicular, que acabaría con la muerte del árbol, ni tampoco cítricos en lugares con
una pluviometría de 300 mm anuales. Por ejemplo, podemos decir que en verano, un naranjo
adulto puede requerir de 60 litros de agua por día, mientras que para un almendro, será
suficiente con dos riegos de 20L a la semana.

Por una pequeña inversión, podremos disponer de un sistema de riego por goteo para cubrir
las necesidades exactas de nuestros frutales. Aún así, seguramente plantaremos especies con
necesidades de agua muy dispares, por lo que hay que ser previsores a la hora ubicar cada
especie, así como la posibilidad de disponer más de una estación o sector de riego con
frecuencias y caudales distintos.

En la siguiente tabla se muestran las necesidades hídricas de los frutales.

Con el dato obtenido de dicha tabla, volvemos a nuestra estación climática más cercana para
averiguar la pluviometría de la zona. Una vez conocidas las precipitaciones verificamos que
en nuestro caso va a ser necesario aportar agua de riego para la mayoría de cultivos.
Siguiendo el siguiente enlace, podríamos realizar el diseño agronómico para nuestro sistema
de riego, calculado para cada especie.

– Coincidencia de lluvias

A nivel de variedad, intentaremos en la medida de lo posible no seleccionar variedades cuya


polinización, maduración y recolección coincida con épocas de lluvias en nuestra zona,
aunque a veces será inevitable. Así evitaríamos algunas fisiopatías, como el rajado, y
enfermedades criptogámicas (hongos), así como la caída de fruta al suelo.

Por otro lado, es importante que la planta reciba el agua cuando más necesidad tiene, de
manera que si en nuestra zona no llueve en todo el verano, deberemos aportar agua,
indistintamente de la pluviometría anual.
Suelo

En plantaciones para huerto y jardín el suelo es el que hay, y será adecuado para unos frutales
y menos bueno para otros, no pudiendo realizar grandes labores, aunque siempre podremos
realizar algunas enmiendas y pequeñas labores culturales.

En este tipo de frutales de vivero para huerto y jardín, los patrones o portainjertos, es
decir, la parte radicular de la planta sobre la que se injerta la variedad, no será algo que
siempre podamos escoger como ocurre con la variedad. Normalmente para planta al detalle
y dependiendo de la oferta de cada vivero, se tiende a injertar sobre pie franco, es decir, que
el almendro viene injertado sobre pie de almendro Garrigues, el cerezo sobre cerezo Santa
Lucia y así sucesivamente. Estos patrones suelen ser polivalentes, vegetan bien en la mayoría
de suelos y presentan rusticidad.

Si deseamos plantar un cerezo en una zona encharcadiza donde el pie de Santa Lucia no
toleraría el encharcamiento prolongado, difícilmente encontraremos en ningún vivero de
España el pie Marilan, que es el que se emplea en estos casos, injertado precisamente de la
variedad que queramos. Para la misma situación sí que posiblemente consigamos almendros
injertados sobre pie híbrido para regadío en lugar de sobre franco, que es para secano.

No obstante, podemos considerar algunas enmiendas a realizar en nuestro suelo con el fin de
adaptarlo a cada cultivo, como mínimo en sus primeros años de vida:

– En general, conviene abonar con materia orgánica el terreno, previamente a la plantación,


al menos el hoyo donde plantaremos el frutal que vamos a adquirir.

– Si el suelo es pesado pudiendo crear problemas de asfixia radicular en las especies más
sensibles, podemos incorporar además de estiércol, arena, con el fin de conseguir un mayor
drenaje. Además, resuelta conveniente la plantación en meseta para evitar encharcamientos.

– El empleo de estiércol y/o turba es una medida adecuada para bajar el pH en suelos
excesivamente alcalinos, así como el encalado es la técnica que se emplea para aumentar el
pH en suelos ácidos.

Polinización

Las flores de la mayoría de frutales son hermafroditas, no existiendo pies machos y hembras
como ocurre en el pistachero, el kiwi, o la palmera datilera. En un huerto, donde el espacio
suele ser reducido, no se concibe cultivar especies dioicas (véase el pistachero), porque
además de tener un marco de plantación muy amplio, desaprovecharíamos terreno al tener
que plantar un árbol macho encargado de polinizar al árbol hembra, que será el que dará la
cosecha.
Dentro de los frutales hermafroditas (frutales de hueso y pepita, cítricos, frutales del bosque,
tropicales, olivo, etc.) hay dos tipos de grupos atendiendo a su compatibilidad:

– Variedades autocompatibles (autofértiles), las cuales producen fruta por sí mismas sin
necesidad de otra variedad polinizadora.

– Variedades autoincompatibles, que requieren de un polinizador para que produzcan.

Por mayor simplicidad o por disponer de un espacio limitado como para ubicar más de una
variedad por especie, conviene escoger mayoritariamente variedades del primer grupo, sin
prescindir de ciertas variedades del segundo grupo, que por su calidad no deben faltar en
ningún huerto. Para una correcta polinización de este segundo grupo, debemos tener en
cuenta dos aspectos: que sean genéticamente compatibles y que se solape la floración entre
variedades. Para ello existen tablas de los polinizadores adecuados para cada variedad.

Recolección

Un árbol frutal en plena producción puede dar un rendimiento de 40 kilos de cereza, u 80 de


albaricoque, de sobra para comer una familia, y para regalar al vecino. Ante este hecho, habrá
quien prefiera plantar 3 cerezos iguales, Lapins por ejemplo, porque son muy productivos,
autofértiles y buenos de comer, juntándose con 120 kilos de cereza o más en la misma
quincena de Julio. Por otro lado, habrá quien tenga como objetivo escalonar la cosecha
abarcando el máximo calendario posible y plantará tres variedades distintas; Burlat,
Sumburst y Lapins, recolectando cereza desde mayo hasta julio.

Aspectos a considerar en el patrón y la variedad


Un patrón que otorgue buen calibre, producción, calidad interna y externa de la fruta, que
induzca a un árbol de bajo vigor y que sea tolerante a problemas endógenos de Chile, como
son el nemátodo de los cítricos y Fusarium.Martes, 05 de junio de 2018 a las 8:30
En la actualidad, los patrones más usados en Chile son C-35 y Citrumelo.
Florencia Polanco
Los portainjertos son, en la actualidad, unas de las más importantes herramientas que tienen
a disposición los productores para enfrentar los distintos problemas que se puedan presentar
en las zonas de producción.

En Chile, a diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, el uso de patrones es
sumamente relevante a la hora de lograr buenos resultados en un huerto de mandarinas,
debido principalmente a las condiciones a las que se ven expuestas estas especies.

Pese a que por mucho tiempo el portainjerto más usado en el país fue Carrizo, en el último
tiempo han comenzado a ganar terreno los patrones californianos C-35 y Citrumelo, debido
a que se ha comprobado que entregan mayor productividad y fruta de alta calidad.

“Algunos productores han optado por Citrus Macrophylla, buscando más productividad y
calibre, pero hemos visto que la calidad de la fruta que brinda es inferior en comparación con
C-35 y Citrumelo”, señala Francisco Mena, de la consultora GAMA.

Lidia Natali González, gerente agrícola de HAAC Chile, por su parte, reconoce que tanto
Carrizo como C-35 han mostrado buenos resultados en los campos de la Región de
O´Higgins.

“Incluso hay especialistas en cítricos que también indican que Macrophylla ha dado
excelentes resultados en cuanto a calibre”, añade.
diseño de una plantación frutal

DISEÑO DE LA PLANTACIÓN:
Terreno. Circulación de la ventilación. Riesgo de inundaciones. Erosión. Uniformidad del
suelo. Caminos. Tipos de plantación: estándar o en curvas de nivel.Terrazas y
abancalamientos. Caballones. Marco de plantación. Distribución de variedades y
polinizadores. Orientación de las filas.

REALIZACIÓN DE LA PLANTACIÓN:
Preparación del suelo.Nivelación.Laboreo profundo. Aplicación de enmiendas y
fitosanitarios. Plantación. Apertura de hoyos. Colocación de tutores. Recepción, preparación
y colocación de los árboles. Protección de los árboles. Cuidados después de la plantación.

Diseño de una plantación frutal

Planificación

GRUPOS VARIEDADES SUELO RIEGO DENSIDAD


Mandarinas Tempranas (1) si (3) alta
Mandarinas Intermedias (1) y (2) no normal
Mandarinas Tardías (2) si normal
Naranja Ombligo (1) y (2) si normal
Naranja Común (1) y (2) no normal
Naranjas Tardías (1) y (2) no normal

Sistematización

El suelo es limitado y no renovable, es fundamental el procurar su máxima protección y


mantenimiento en el tiempo. La citricultura como cultivo perenne exige una permanente
circulación debido a la repetición de las tareas, que predispone la pérdida de suelo.

Gran parte de la citricultura de Entre Ríos está implantada en lotes con fuertes pendientes,
que a veces superan el 6%. Por ello es necesario la realización de técnicas
conservacionistas como las plantaciones en "curvas a nivel" con las modificaciones o
adaptaciones necesarias para una cómoda y práctica circulación dentro del lote. En las
partes altas deberán estar ubicados: los caminos para poder tener piso todo el año; las
cortinas, para que cumplan mejor con su función y las líneas secundarias de riego para que
permitan mejor distribución del agua.

Una buena sistematización permitirá un mayor y mejor aprovechamiento de los


agroquímicos y del suelo y asegurará su conservación.

Poda de formación
La poda de formación de la estructura debe realizarse cuando el árbol es joven con el fin de
establecer un tronco fuerte y con ramas estructurales suficientemente robustas, por lo general
orientadas hacia el exterior en todas direcciones y adecuadamente espaciadas a lo largo del
tronco, formando futuramente el esqueleto del árbol adulto. De esta manera los árboles
jóvenes correctamente formados desarrollan una estructura resistente y con menores
necesidades de poda correctora a mesura que se haga adulto. Esta resistencia estructural
vendrá dada por la grandaria relativa y el diámetro de las ramas, por sus ángulos de inserción
y por el espaciamiento entre ellas. Si es necesario se tendrá que efectuar esta poda de
formación en diferentes ocasiones por tal de no superar en ninguna de las ocasiones la
eliminación de un 25% del follaje.
Es una poda casi imprescindible en árboles ornamentales. ¿Por qué? Pues porque si compras
un árbol, lo plantas y lo dejas crecer libremente sin poda de ningún tipo, como si estuviera
en la Naturaleza, el árbol adoptará la forma natural que corresponde a su especie, desarrollará
ramas distribuidas de cualquier manera y, probablemente, tendrá un aspecto "salvaje" que no
interesará.
Los 3 objetivos que se persiguen con la Poda de Formación son:
1. Situar a una determinada altura del suelo la copa del árbol (por ejemplo, para que pueda
pasar por debajo una persona, un coche,...).
2. Formar una estructura de ramas sólida y éstas bien distribuidas alrededor del tronco.
3. Algunas especies de árboles se pueden conducir hacia formas artificiales: formas talladas,
emparrado, en pirámide, cónica, cortina, marquesina, etc. Estas formas requerirán en el futuro
más Poda de Mantenimiento o recorte que las formas naturales.
La Poda de Formación comienza desde el momento de la plantación y se prolonga durante
los primeros años.
Si el árbol tiene la flecha bien desarrollada y sin competencia de otras ramas verticales
cercanas, se deja que "tire" para arriba. Si otra rama amenaza la supremacía de la guía (la
más vertical y superior) rebájala a una tercera parte o suprímela totalmente. Si la guía se
rompiera sustituyéndola por otra rama cercana atándola a la vertical.
Por otro lado, ve eliminando progresivamente las ramas más bajas para llevar la copa a la
altura deseada. Nunca limpies más de 1,5 metros de tronco de una vez porque es necesario
mantener un volumen de ramillas para que no falten hojas productoras de savia elaborada
que engorde troncos y ramas.
Una vez que tenemos el tronco formado y la copa a una determinada altura, hay que
seleccionar las ramas que van a constituir el armazón de ramas principales. Selecciona las
ramas estructurales que estén mejor repartidas a todo alrededor del tronco y escalonadas entre
sí, es decir, que no salgan varias del mismo punto ni una justo encima de otra. Los puntos
donde confluyen varias inserciones sufren mayor carga y son menos resistentes.
Tampoco permitas que se formen ramas principales (las gordas) con un ángulo muy cerrado
respecto al tronco porque corren el riesgo de romperse por ese punto. Es lo que se llama
"corteza incluida". La corteza queda entre los tallos y la unión por ahí es débil. Estas
horcaduras estrechas son muy peligrosas en el futuro por el riesgo de rotura que poseen.

Si alguna de las ramas primarias elegidas es muy vigorosa, despúntala para frenarla y
equilibrar el vigor con las demás.
Sobre las ramas primarias, en años siguientes debes seleccionar las ramas secundarias que
van insertadas en ellas, escalonadas también.

Pues ésta es la idea de la Poda de Formación:

• Conseguir un árbol con sus ramas principales armoniosamente distribuidas en el tronco y


sobre éstas, una serie de ramas secundarias también adecuadamente repartidas en toda su
longitud.

• La copa quedará a una altura determinada del suelo o no, por ejemplo si se trata de una
forma piramidal arrancarían desde la base.

• Por último, cuando se busca una forma artificial (pirámide, marquesina, emparrado, etc.)
también se consigue con Poda de Formación.

TIPOS DE PODA
Una explicación más detallada de los demás tipos de poda la obtendrás aquí:
Poda de Formación
Poda de Mantenimiento
Podas Excepcionales
Estamos en plena campaña de poda de invierno de frutales de hoja caduca (melocotoneros,
albaricoques, ciruelos, etc..). Antes de realizar la poda de cualquier frutal, necesitamos
recopilar una serie de datos que nos darán los criterios a seguir para realizar la poda de
fructificación.

En concreto deberemos tener en cuenta:

-La especie y variedad.


-La fase de la vida en que se encuentra (juventud, plena producción o vejez)
-El pie sobre el que esta injertado
-El tipo de suelo y su fertilidad
-Lo acontecido en la campaña pasada (vigor, producción etc..)
Los dos primeros puntos nos dirán qué hay que podar. Básicamente se trata de conocer el
tipo de crecimiento y las estructuras productivas que presenta.
Los otros tres puntos nos modularan la intensidad de la poda. Es decir, sabiendo lo
que hay que cortar, la cantidad.

En definitiva, el objetivo de la poda de producción es conseguir tener, a parte de una buena


cosecha y de calidad, unos árboles equilibrados entre producción y vegetación.
Como lo dicho hasta ahora puede parecer muy genérico, pondremos el ejemplo concreto del
melocotonero (Prunus persica) para poner en práctica estos principios básicos.

ramos mixtos El melocotonero presenta multitud de ramos mixtos, xifonas y ramilletes de


mayo. Fuente: Elaboración propia
El melocotonero es un frutal que produce principalmente en ramos mixtos de 1 año.
Dependiendo de la variedad o edad del melocotonero, también puede producir bien sobre
xifonas y sobre ramilletes de mayo.

Ramos mixtos, xifonas y ramilletes de mayo


En melocotoneros adultos veremos muchas ramas jóvenes llenas de yemas. Las yemas
pueden ser vegetativas (o de madera) o reproductivas (de flor) .Eso quiere decir que las
primeras cuando broten darán lugar a hojas y en su crecimiento a un ramo, y las segundas
una flor que si cuaja sin problemas se convertirá en fruto. En el caso del melocotonero nos
podemos encontrar en cada axila (lugar de inserción de la hoja que ya nos ha caído) una
yema, dos o tres (rara vez cuatro) de un solo tipo o de los dos tipos juntos.
Las yemas vegetativas producirán ramos más o menos largos en función del vigor del árbol
y de las condiciones de la temporada.
yemas textos Tres yemas en el mismo punto. Las de flor se reconocen por ser mayores, pues
ya llevan los órganos florales formados en su interior. En este caso, dos de flor y una
vegetativa. Fuente: Elaboración propia
Si el brote es largo (>30 cm) nos encontramos ante un ramo mixto, pues llevará
muchas yemas tanto vegetativas como reproductivas. Esta es la estructura principal de
producción de los melocotoneros. Los ramos mixtos que dejemos en la poda se llenarán de
flor (por lo tanto fruta) y de hoja, y es donde encontraremos la producción de ese año.

Las xifonas y ramilletes de mayo son estructuras productivas más cortas y de menor
importancia en el caso de los melocotoneros. Las xifonas son brotes de menos de 20cm con
varias yemas de flor y la terminal de madera. Los ramilletes de mayo son aún menores (unos
pocos cm) con una yema central de madera rodeada de yemas de flor.

Y cuál es el criterio a seguir con las estructuras que ahora ya conocemos?


Nos tenemos que centrar en los ramos mixtos siguiendo dos premisas:

1.- Cortar una buena parte de ellos para quitarle carga al árbol, ya que tiende a
producir mucha flor y luego tendremos que aclarar (aunque siempre lo tendremos que hacer
con los melocotoneros para tener calibres correctos y no agotar el árbol)
2.- Procurar la renovación de los ramos mixtos para la producción de la siguiente
campaña.

Con respecto al primer punto, dependerá de la carga de fruta que queramos dejar en
función de las condiciones de cultivo, edad del árbol, variedad etc..
Pero tenemos que saber que lo habitual es la eliminación de la mitad o más de los
ramos mixtos, aunque nos pueda parecer muy drástico.

La renovación de ramos mixtos


renovacio Las yemas de la base de los ramos mixto son de madera. Cortando por el lugar
indicado, obtendremos dos ramos mixtos nuevos para la producción de la siguiente campaña.
Fuente: Elaboración propia
Para la renovación de ramos mixtos tenemos que saber que generalmente las primeras
yemas de cada ramo mixto son de madera. Así, si al cortar un ramo no lo hacemos donde
nace sino dejando unos centímetros, en primavera brotarán las yemas de madera que darán
lugar a nuevos ramos. Es parecida a la técnica usada en la poda de la vid (a 2 yemas). De
cada ramo que eliminamos este año saldrán un par de ramos nuevos que se desarrollarán (sin
producir) durante el verano dejándonos ramos nuevos de producción para el año siguiente.

Determinación del vigor y identificación de los tipos de madera


Es muy importante que ante un melocotonero que hay que podar, sepamos identificar la
madera del año. Los crecimientos del año serán indicativos del estado de nutrición y
equilibrio del árbol. Retrocediendo des del final de cada ramo, iremos viendo madera tierna
de un color rojizo que va aumentado de diámetro hasta llegar a una transición en que la
madera se torna más marrón. Ese es el punto que indica el inicio del crecimiento del año, y
generalmente, si la longitud del ramo que hemos seguido es larga (> a 20/30cm) nos
encontramos ante un ramo mixto. Esa es la madera del año, y su longitud nos indica el vigor
que ha presentado la temporada pasada.

trans Punto de inicio del ramo mixto. A la izquierda, madera de dos años. A la derecha,
madera de un año. Fuente: Elaboración propia
Como ya hemos dicho, longitudes de ramos de entre 40-80 cm indican un vigor correcto en
un melocotonero.
Abordar este tema en próximas entradas.
Fertilización de árboles frutales

La fertilización arbórea no solo es la aplicación de unos compuestos que ofrece l mercado


siguiendo las lineas tradicionales copie y pegue que se vienen haciendo por muchos
recomendadores de nuestro medio, el saber que el medio de sustento en el cual viven los
arboles es un articulo vivo y obedece a leyes naturales como lo obedecemos los hombres y
los animales.

EL SUELO. el suelo donde crecen los arboles tiene una condiciones climáticas, unas
características físicas; un entorno natural o artificial que en su conjunto determinan los
resultados de un manejo que se dictamina con el fin de obtener unos resultados esperados
beneficiosos ecológicamente y económicamente.

Una característica que distingue a las plantas frutales es la amplia demanda que requiere de
alimentos para poder crecer y brindar frutos. En un primer momento, el de la plantación,
deberemos proveer un abonado de fondo, para luego continuar con lo que se conoce como
abonado de mantenimiento, el cual deberá realizarse de manera anual.

En cuanto a los métodos de suministración, generalmente se efectúa el abono orgánico


durante los meses invernales, mientras que unas dos o tres veces al año deberá llevarse a
cabo la fertilización con minerales en gránulos, proveyendo a nuestro cultivo de elementos
tan indispensables como el fósforo, el potasio y el nitrógeno. Adicionalmente, podrá
realizarse la fertilización a través del propio proceso de riego.
Importancia de la fertilización organiza

Mientras que el abono inorgánico es el que proviene de combustibles fósiles y suele ser
fabricado por medios industriales, el abono orgánico es el que se origina a partir de seres
vivos, ya sean humanos, animales, vegetales, de alimentos o de cualquier otra sustancia
orgánica. Pese a que los primeros suelen ser más económicos, los segundos se han ido
incrementando en uso a medida que la demanda de alimentos frescos para las personas fue
aumentando: se está generando un despertar de la importancia de disminuir la dependencia
de productos químicos del suelo, por lo que la llamada ‘agricultura ecológica’ se inclina por
este tipo de abonos.

El punto central es que el abono orgánico contribuye a la vida bacteriana en el suelo,


indispensable para la nutrición de las plantas. El color oscuro del abono orgánico permite
absorber mucho más efectivamente la luz solar. Son muchos los efectos biológicos
positivos asociados al empleo de abonos o fertilizantes orgánicos, entre ellos cabe
mencionar la de mejorar la estructura y las propiedades físicas del suelo (logrando que los
suelos arenosos puedan ser más compactos y los arcillosos más ligeros), así como la de
disminuir su erosión y aumentar la retención del agua, fundamental para aprovechar las
épocas de lluvias o los riegos en épocas en las que el agua suele escasear, lo que sucede en
muchos lugares.

Hay muchas clases de abonos orgánicos, cada una con sus ventajas y desventajas, y es
común que surjan discusiones acerca de la conveniencia de emplearlos. Por ejemplo, el
estiércol (excremento de oveja, ganado vacuno o gallina), en muchos casos mezclado con
paja, es especialmente útil por incorporar microorganismos al suelo. Sin embargo, en la
materia fecal de los animales se pueden encontrar bacterias como Escherichia coli, que
puede contaminar los alimentos.+
El humus es otro de estos compuestos, producido en el suelo de manera lenta por la acción
de los microorganismos. Es muy efectivo y tiene la ventaja que se utilizan pequeñas
cantidades en general, inferiores a otros abonos del mismo tipo. El compost es una especie
de ‘grado intermedio’ del humus, resultando de todos modos un efectivo proveedor de
nutrientes en forma progresiva; y además es especialmente útil para mejorar la estructura
del suelo. El biol es el estiércol (en especial, el más fresco), luego de pasar por un proceso
de maduración, en el que se lo mezcla con otros compuestos orgánicos para transformarlo
en una sustancia viscosa concentrada, que potencia completamente los suelos. Por último,
cabe mencionar dentro de este grupo a los denominados abonos verdes, que contribuyen
como fertilizantes a mayor plazo.
Un aspecto muy importante del abono orgánico es que, en muchos casos, estos son
sustancias de desecho. De esta manera se logra la minimización de la contaminación
ambiental que provoca la basura, además del ahorro y del beneficio económico en el largo
plazo.

Riego de árboles frutales


Cómo regar al árbol frutal

El aporte regular de agua es algo esencial para que las flores se abran y para que se
desarrollen buenos frutos.

El primer año no debe faltar el agua, pero en años posteriores se pueden ir reduciendo los
riegos.

El mejor método para regar frutales es el riego localizado, que puede ser:
 Riego por goteo

Es el sistema más utilizado. Se suelen colocar entre 4 y 6 emisores por árbol, según sea el
tamaño del ejemplar, árbol más pequeño, 4, y árbol más grande, 6.

Los emisores se reparten alrededor como se ve en el dibujo inferior. Debe mojar gran parte
de la zona de raíces, no sólo junto al tronco.

 Riego con cintas de exudación

Cinta de exudación

Es mejor que el goteo en el caso de que el suelo sea muy arenoso, ya que mantiene
húmeda una franja mayor de tierra.
 Riego con microaspersores

Frecuencia de riego

La frecuencia y cantidad de riego depende de múltiples factores. Por ejemplo:

 Hay especies que necesitan más agua que otra.

 Un árbol pequeño necesita menos agua que uno grande.

 En primavera necesitan más agua que en invierno.

 En suelos más húmedos, que retengan más agua, necesitarán menos que uno arenoso.

Acolchado

Acolchado o mulching en el suelo de árboles frutales

Aplicando una gruesa capa de acolchado (compost de jardín, paja, hojas...) al pie del árbol,
se disminuye la cantidad de agua que hay que aplicar.

Macetas
Riego de árbol en contenedor

Los frutales cultivados en macetones necesitan más vigilancia en el riego que cultivados
en tierra.

Mantenimiento del suelo

En general, se puede afirmar que la técnica que reúne mayor número de ventajas es mantener
las entrelíneas o calles con hierba natural o sembrada, a la que se le dan cortes periódicos, y
mantener la banda, a lo largo de la fila de los árboles, totalmente limpia a base de herbicidas
o labores durante todo el año.
Para evitar que los insectos polinizadores acudan a las flores de las malas hierbas en vez de
polinizar las flores de los frutales, se deberá realizar un corte poco antes de la floración de
los frutales. Pasada ésta, sería recomendable segar alternativamente la mitad de la calle para
ofrecer refugio a los depredadores de los ácaros y otra fauna útil.

Las cubiertas vegetales, naturales o sembradas, son útiles para mejorar las características de
suelo, aumentando la materia orgánica y los microorganismos. Favorecen la infiltración del
agua y reducen la compactación, la erosión y la competencia de las malas hierbas.
Son particularmente recomendables en:

Frutales, vid y olivo en parcelas con pendiente.


En regadío, como cubierta permanente segada periódicamente.
En secano, como cubierta invernal, eliminándola en primavera y verano.
En el manejo de las cubiertas vegetales hay que valorar la competencia con el cultivo por el
agua del suelo, su incidencia sobre determinadas plagas y en el control de clorosis, el
aumento del riesgo de heladas de irradiación, etc.
En general, se debe detener el crecimiento de la cubierta cuando el cultivo comienza la
extracción de agua en primavera (primeros de abril en olivar, lloro de la vid) mediante
siega química (glifosato), laboreos o siegas mecánicas repetidas. La banda bajo el cultivo ha
de mantenerse limpia mediante herbicidas, labores o siegas con palpador.

No se recomienda su implantación en:


• Frutales, vid y olivo en suelos muy pedregosos.
• En secano, si no se puede eliminar la cubierta verde en verano.
• Plantaciones muy jóvenes o en zonas con heladas de irradiación frecuentes, si no se puede
garantizar una banda desherbada suficientemente ancha.
En Aragón, en los cultivos leñosos de secano semiárido, son recomendables las cubiertas de
cebada, centeno y veza + avena. En zonas más húmedas se pueden emplear también las de
trébol blanco, alfalfas enanas y festuca elevada (Festuca arundinacea). Las crucíferas
sembradas (tipo colza) o naturales (liviana blanca) pueden ser utilizadas en suelos con
tendencia a la compactación.

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