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Seminario Bíblico Teológico de Guatemala

Facultad de Teología
Cátedra: Liderazgo
Catedrático: Ma. Walter O. Rodríguez H.
II Trimestre, Profesorado en Teología

Tarea: Exposición, Los peligros del Liderazgo.

Ricardo Catú Guerra. Carné Número 1-16-2437


Domingo Pérez. Carné Número 1- ¿-----¿
Fecha de entrega 16-06-2018
INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo, habla sobre los peligros del liderazgo. Siendo uno de ellos, el
orgullo, el egoísmo, celos, infalibilidad, indispensabilidad, el júbilo y la depresión,
profeta o líder, eliminación. Los peligros de la riqueza y el amor al dinero,
incertidumbre, indecisiones, cancelaciones o interrupciones, desconfianza, falta de
pertinencia, murmuración.
LOS PELIGROS DEL LIDERAZGO
Los peligros del liderazgo son especialmente sutiles, más aún que de los otros
ministerios. Los peligros más grandes están en el reino del espíritu, Satanás nunca
deja de explotar la ventaja en cualquier área de debilidad.
ORGULLO
Cuando una persona asciende a un cargo, como les sucede a los líderes en la iglesia,
la tendencia al orgullo también aumenta. <<Abominación es a Jehová todo altivo
de corazón>> (Pr. 16:5).
Volverse orgulloso de los dones espirituales o del cargo de liderazgo es olvidarse de
que todo lo que tenemos proviene de Dios. hay tres pruebas que nos ayudan a
identificar el problema:
La prueba del precedente. ¿Cómo reaccionamos cuando seleccionan a otro para el
cargo que esperábamos tener o queríamos ocupar?
La prueba de la sinceridad. En los momentos de honesta introspección a menudo
admitimos nuestros problemas y debilidades.
La prueba de la crítica. ¿Somos guiados a experimentar resentimiento y
autojustificación cuando nos critican?
Tenemos que admitir lo que dijo James M. Gray <<Soy sólo un pecador, por la
gracia salvado>>.
EGOÍSMO
Manifestaciones repulsivas del orgullo, es la práctica de pensar y hablar de uno
mismo. El líder que por mucho tiempo ha gozado de la admiración de muchos
adeptos corre el riesgo de este peligro,
¿Reflejará el líder la fealdad del egoísmo o la gloria transfigurada de Cristo el Señor?
Como manejar el desafío del ego, es normal para cualquier persona desear ser
reconocida, y lo mismo les sucede a los líderes. El hecho de que los líderes
intermedios con frecuencia no son visibles y por consiguiente no tienen el mérito o
el reconocimiento que desean y que por lo general merecen, causa una estocada al
ego. i
CELOS
Este pariente cercano del orgullo describe a la persona que sospecha de sus rivales.
Moisés enfrentó esta tentación <<Eldad y Medad profetizan en el campamento>>,
informó Josué en tono iracundo. <<Señor mío Moisés, impídelos>> (Nm. 11:27,
28). La reacción de Moisés fue, <<¿Tienes tu celos por mí? Ojalá todo el pueblo de
Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos>> (Nm. 11-29).
POPULARIDAD
Jesús advirtió: <<iAy de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de
vosotros!...>> (Lc. 6:26).
A menudo el culto a la personalidad se ha desarrollado en torno a grandes líderes
espirituales.
Los líderes espirituales pueden ser tenidos <<en muchas estima y mayor por causa
de su obra>> (1 Ts. 5:13), pero no hay que permitir que dicha estima degenere en
adulación. Los líderes deben cuidar de que el afecto de las personas se adhiera a
Jesús.
INFALIBILIDAD
La espiritualidad no garantiza infalibilidad en el descernimiento. No importa cuál sea
nuestro nivel de desarrollo espiritual, aún los apóstoles cometieron errores que
necesitaron la corrección divina. Los adeptos pierden la confianza en un líder que da
muestras de creerse infalible.
INDISPENSABILIDAD
Muchos cristianos influyentes han caído ante esta tentación. El misionero que ha
levantado una iglesia en la creencia de que él es indispensable ha hecho una
injusticia a la congregación.
Desde los primeros días de la obra, el misionero debe planear en trabajar para que
lo reemplacen.
JUBILO Y DEPRESIÓN
Toda obra de Dios incluye días de frustración y días de gozo. El líder corre el peligro
de sentirse demasiado deprimido por el uno y demasiado dichoso por el otro. Cuando
los setenta discípulos volvieron de su misión gozosos por los resultados, Jesús
controló la euforia de ellos. <<Pero no os regocijéis de que los espíritus se os
sujetan, sino regocijaos que vuestros nombres están escritos en los cielos>> (Lc.
10:20).
Después del drama en el monte Carmelo, Elías se deprimió tanto que deseaba morir.
El Señor corrigió su compasión de sí mismo de una manera muy prosaica, insistiendo
en dos largos periodos de sueño y dos buenas comidas. Siete mil israelitas fieles
todavía no se habían inclinado a Baal. Al haber huido, Elías había privado a este
remanente del liderazgo que necesitaban con desesperación.
Samuel Chadwich dijo con sabiduría: <<Si tiene éxito, no se jacte; si lo han vencido,
no se queje.>>
¿PROFETA O LIDER?
Todo predicador debería ser principalmente un profeta de Dios que predica como
Dios le dice, sin consideración de los resultados. Cuando se hace consciente del
hecho de que es un líder en su propia iglesia o denominación, ha llegado a una crisis
en su ministerio. Si decide ser un profeta hasta donde pueda serlo sin perder su
liderazgo, se volverá un diplomático y dejará de ser un profeta en absoluto. Si decide
mantener su liderazgo a toda costa, es muy fácil que caiga al nivel del político que
tiene que usar de influencias para lograr o mantener un cargo.
ELIMINACIÓN
La palabra griega para <<eliminado>> (en otras traducciones <<descalificado>>,
<<reprobado>>)
Pablo temía que después de actuar como un heraldo (predicando), él mismo
fracasara por las mismas normas que predicaba.
El fracaso que Pablo tiene frente a sus ojos en este caso es el fracaso del cuerpo, y
para protegerse contra él es necesario contar con una autodisciplina rigurosa.
Pablo creía que podía ser eliminado no sólo por errores de doctrina o criterios
equivocados sobre ética, sino por las paciones de su cuerpo.1

El peligro de las riquezas y el amor al dinero


La riqueza no es mala en sí misma. Eso ya lo sabemos. Pero ese “deseo interior” de
hacerse rico se convierte en una triple trampa descrita así: (1) Tentación, (2) Lazo,
(3) codicias necias y dañosas.
Ustedes saben que la tentación comienza en la persona misma (Santiago 1:14),
porque nace en la mente. De otra manera el diablo no podría alimentarla. En este
caso lo hace con pensamientos sutiles……y bueno si lo haces esta vez… ¿quién se
va enterar?... cuando el deseo de enriquecerse ocupa el corazón, presionando el
carácter moral de la persona, el resultado puede ser un verdadero desastre.
Se han dado casos e líderes cristianos intachables que han llegado a robar, o a
identificarse con negocios inmorales. Todo ¿por qué? El deseo de enriquecerse es la
respuesta.
El líder cristiano deberá siempre estar atento a las novedades que le ofrecen todo
por el menor esfuerzo. Si Dios quiere hacerte rico lo hará sólo de una manera:
trabajando – y por eso no será de un día para otro.
Ante el abanico de oportunidades de enriqueceré “con rapidez” el diablo está con el
lazo en su mano: codicias neceas y dañosas. Los demonios de la codicia están muy
activos. Su blanco son los cristianos y su propósito dañar hasta la destrucción del
cuerpo de cristo. El centro de todo el asunto está en el corazón. Jesús dijo: Donde
está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (Mateo 12:34)

1
Liderazgo Espiritual. J, Oswald Sanders. Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan USA. Págs. 155-163.
Además, Jesús no da un mandamiento respecto a la codicia, claramente afirma:
Mirad, y guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee (Mateo 12:15).
En el pasaje que sigue enseña cual es la verdadera riqueza que permanece y en la
que debiera ocuparse el hombre (Mateo 12:16-21). Este pasaje y sus paralelos en
el Nuevo Testamento deberían de ser objeto de un detenido estudio por todo aquel
que se considera discípulo de Cristo y líder de una congragación.
El resultado de atender la advertencia es terrible. Puntualizamos el concepto. Según
el diccionario, CODICIA, significa, el deseo exagerado de poseer mucho,
particularmente riquezas. Su sinónimo es ambición. Por eso, como se darán cuenta,
el codicioso nunca se conforma. Alguien dijo que, así como el mar y el infierno nunca
se detienen, así el ojo del codicioso nunca dice: ¡basta!
¿Cuál es entonces el resultado? Que la codicia es una enfermedad y su virus se llama
“amor al dinero.”
Observemos el comienzo y el final en el síndrome dela codicia: Hunde a los hombres
en destrucción y perdición v.9, Se extraviaron v.10, Traspasados de dolores v. 10.
Resumamos entonces, las riquezas no son malas en sí mismas, nosotros
determinamos su valor según la actitud de nuestro corazón.2

Todo líder, tiene la responsabilidad de reconocer las habilidades y capacidades de


las personas que lidera, con la intensión de hacer más líder y con esto engrandecer
su liderazdo, en vez de querer mantenerlas por debajo, con el celo de que un día lo
pueden desplazr de su liderazgo.
Jhon Maxwuel, dice: que una de las responsabilidades primordiales de un líder
próspero es reconocer a los líderes potenciales. No siempre es una tarea sencilla,
pero es indispensable.

2
Liderazgo Cristiano, José Reina, Editorial imagen, Córdova Argentina.
CONCLUSIÓN:

Es claro que, a pesar de la lista de peligros, a los cuales se puede someter todo líder,
uno de los más peligrosos es, el endeudamiento. Ya que las personas empezarán a
desconfiar de él, especialmente los líderes cristianos. Pues el endeudarse, crea
incertidumbre en las personas a quienes dirige.
El caer pecado, es quizá uno de los peligros más terribles para todo líder cristiano,
esto podría terminar definitivamente con cualquier liderazgo. Los principios
cristianos y el amor al Señor, son determinantes en este asunto; aunque en líderes
no cristianos, esto es común y en ocasiones hasta son aplaudidos por sus fechorías.
Todo líder cristiano, tiene que tener la suficiente solvencia moral, para poder
mantener su liderazgo a la altura de la exigencia. El temor al Señor es la calve, pues
dice Su Palabra: “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de
Jehová los hombres se aportando mal” (Pr. 16:6).
Quitar a Dios de la posición suprema, por supuesto, Dios es supremo,
independientemente del líder, pero el máximo peligro de un líder que no teme al
Señor, es que pelea con el orgullo. Reúsa someterse a la voluntad del Señor, prefiere
su propio camino, y los aplausos para su vanagloria.
i
Líder de 360. John Maxwell, sección II, Los desafíos que un líder enfrenta, Pág. 57. Nashville Tennessee, EE.
UU.

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