EJERCICIO 1 ENUNCIADOS

Captador de En una capilla llena de gente, en medio de un típico latifundio chileno, nunca
atención ha faltado el patrón. La gente rezaba de rodillas en el polvo, y el patrón se
golpeaba el pecho mirando una cruz en alto, enmarcando una escena de
desigualdad social y cultural que, desde la conformación de la sociedad
chilena, ha estado presente.
Contexto Chile es un país desigual, y desde el fracaso de Allende en 1973, no se ha
buscado un cambio radical para eliminar esta desigualdad existente, o al
menos, reducir la brecha. El motivo no radica en la memoria de un pueblo
caracterizado por su tendencia al olvido, sino más bien en la labor e influencia
de la Iglesia Católica.
Idea Fuerza La visión católica del mundo imperante en la sociedad tradicional chilena
es la razón de la desigualdad social.

Argumento 1 Las categorías sociales que existen, y todo el status quo en el que están insertas,
según las élites debe ser inalterable. Esto lo argumentan con base en la religión y
un aparente deísmo ferviente.
Prueba 1.1 Contradecir estos postulados es contrario a los principios un paradigma religioso
tradicional católico que considera a Dios como quien establece el status quo.
Prueba 1.2 Max Weber hace un análisis del ser humano en cuanto ente colectivo, en su libro
Economía y Sociedad, destacando que el hombre se adecúa o no al estatus quo
en virtud de su visión de mundo.

Argumento 2 A diferencia de otros países, en Chile no se ha constituido una cultura de clase

media, por lo que todos anhelan ubicarse socialmente lo más alto posible; esto
es, llegar a lo más cerca de las élites que puedan. El medio para lograrlo figura
a través de la adquisición cultural de sus mismas costumbres, tradiciones y
formas de pensamiento; pensamiento que ha sido solidificado por la educación
originariamente católica. Así es como se perpetúa la imposición y dominio de
ésta.
Prueba 2.1 El concepto de “siútico”, acuñado a finales de 1800, y usado tantas veces en el
dialecto común (hasta el punto de escribirse un libro tratando del tema, por
Óscar Contardo), hace alusión a esto. El lenguaje existe, como es evidente, con
el fin de reflejar una realidad determinada. Esta realidad es la del anhelo
constante de estar “arriba”.
Prueba 2.2 El uso constante de créditos bancarios y la masificación de las tarjetas de
crédito ha permitido que la gente adquiera formas de vida que no les son
propias, para emular aquello que consideran admirable.
Argumento 3 Las Encíclicas sociales hablan de caridad, pero quienes las han puesto en
práctica resultan menoscabados al ser vinculados a un sector político de
izquierda.
Prueba 3.1 Al padre Alberto Hurtado, un santo de la Iglesia, se ha vinculado siempre no
solo a los sectores populares, sino a la Democracia Cristiana. Esto se hace con
el fin de perjudicar su valía.
Prueba 3.2 Los sectores tradicionales, históricamente hablando, siempre han defendido al
Sumo Pontífice de Roma. Sin embargo, en esta ocasión, el Papa Francisco ha
puesto en tela de juicio todo lo que a la élite económica le acomoda, en virtud
de las Encíclicas Sociales (que existen desde León XIII). Esto ha provocado
que reciba juicios negativos en cuanto a una eventual postura política
izquierdista.

Contra-argumento La Iglesia Católica ha realizado múltiples obras para mitigar la pobreza

extrema; ha ayudado a los inmigrantes que no reciben más asilo que en las
parroquias y ha colaborado con la alimentación y educación de gente en
situaciones límites.
Refutación La labor social de la Iglesia Católica existe en pos de los más necesitados,
pero ellos no son las únicas víctimas de la desigualdad. La sociedad
desigual se caracteriza por la existencia de grupos, con carencias y
privaciones económicas constantes, cuyos ingresos brutos sean menores de
una forma exacerbada en comparación a los de otros.

Conclusión La desigualdad se manifiesta a través de un todo social que la sostiene, y ese

(idea Fuerza) es la cosmovisión católica.
Proyección / Es necesaria una reforma en el paradigma social y humanitario eclesiástico,
Cierre para extrapolarlo así a la opinión secular.