Вы находитесь на странице: 1из 5

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL


LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MATURÍN
COORDINACIÓN GENERAL DE POSGRADO
SUBPROGRAMA DE MAESTRÍA EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
CURSOS: PEDAGOGÍA AMBIENTAL

RELATO DE UN PASEO

Prof. Euclides Villega Participantes:


Fanny Cabello
José Gómez
Lohaides Longart
(...)
creo en la amistad como el invento más bello del hombre,
creo en los poderes creadores del pueblo,
creo en la poesía y en fin,
creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama..."
Aquiles Nazoa

Carúpano, 09 de julio de 2011


Era verano. Nos encontrábamos un grupo maestrante de Educación
Ambiental en la ciudad de Maturín (Estado Monagas), conociendo,
vivenciando e internalizando una bella experiencia bajo la compañías del
amigo Euclides: hombre capaz de despertar en sus oyentes el espíritu de
lucha con sólo una palabra.

No sabríamos decir las condiciones edafoclimáticas exactamente,


pero era un día precioso. Apenas había gente por las calles. Como todo fin
de semana en tempranas horas de la mañana. Modestas viviendas que nos
hacían suponer que la mayoría estaría en su casa, con sus familias,
disfrutando de un despertar... Adentrándonos por La Cruz al sector
denominado sector Bomboná y Los bajos de la Bomboná; al descender por
una escalera de concreto que mostraba su verdosa edad, el paisaje se veía
muy hermoso bajo la poca luz filtrada por los árboles. Tranquilo y silencioso
al principio de la jornada. Nuestros cuerpos empezaron a percibir el olor de
un ambiente humedecido por las lluvias y la brisa. El sonido de las aves y un
hermoso manantial nos dejaba patidifuso, como esperando ser arropado
dentro de esa atmósfera que tranquilizaba nuestras almas.

Erminia Salazar: la Guardiana de aquel paraíso enquistado a 30


metros del pandemonio que genera toda urbe. Con sus 75 años y con
machete en mano, muestra y manifiesta gran amor por aquel oasis que junto
a sus esposo hicieron posible mantener para el disfrute, aprovechamiento y
producción de saberes a todas aquellas personas de cualquier estrato social.
Este último, como factor fundamental en el acrecentamiento ontológico y
epistemológico de todo cognoscente.

¿Qué descubrimos dentro de ese lugar? En primer lugar, descubrimos


que la presencia del educador y de los educandos no se da en la “nada”. El
educador y el educando se encuentran en un determinado espacio. Ese
espacio es el pedagógico, espacio que los docentes muchas veces no toman
con la debida consideración. Nuestra condiciones mentales, espirituales,
éticas son influenciadas por o tiene mucha relación con las condiciones
materiales o el contexto donde estemos inmersos. Lo que nos motiva a
inferir, y sin miedo a errar, que ese lugar es un aula pedagógica. Sin paredes,
pero tiene pizarra, carteleras, murales, mapas...donde la sensación de
libertad nos hace despojar de aquellos complejos que nos joroban.

Desafía la cultura escolar existente, beneficiando a los estudiantes y


los docentes por igual y haciéndonos participes de su entorno
socioambiental. Porque nos aporta cambios y es adaptada y adoptada,
siendo asimilada con facilidad. Como maestrantes-docentes, se elevan las
expectativas docentes respecto a los alumnos ¿Qué tal lo harán? Los
alumnos aprenderán más y mejor, mejorará su autoconcepto académico y se
sentirán más motivados, porque ellos van exponer todas las actividades de
aprendizaje trabajados con gusto y placer. Además, es más productivo
observar a quienes incorporan innovaciones educativas a su actividades
docentes. Si en reiteradas pruebas y replicaciones confirmaron su validez y
aplicabilidad pues hagámosla conocidas (ir a las comunidades, dar a
conocer). Todos nos enriquecemos del aporte de otros con el fin de mejorar
el proceso de enseñar y aprender y enriquece los saberes y habilidades del
docente y los alumnos. Ya no gritamos al vacío, aprendimos de la naturaleza
para aprehender en nuestras vidas.

Empero, y como segundo factor, el trampolín de alcance de esos


propósitos , es lograr optimizar las vivencias en esos espacios con lo
epistemológico. Construcción y producción de saberes. Es decir, conjugar
armónicamente la teoría con la práctica. Donde la propia creatividad o
inventivas didácticas (principal actor de la innovación) rompa con los
antiguos modelos didácticos, que generalmente no proporciona la
oportunidad de observa , analizar y practicar otros procedimientos con
sentido de pertenencia en los sujetos que intervienen en la práctica
educativa. ¿Entonces? se desarrollan potencialidades en los procesos
comunicativos bajos sus experiencias, manifiestan sus perspectivas y
contribuyen al enriquecimiento de las elaboraciones conceptuales,
integrándolos con otras áreas de aprendizajes (interdisciplinariedad).

El verdadero conocimiento se logra cuando se completa el proceso de


aprendizaje y la información pasa a la acción. Lo que nos surgen unas
nuevas interrogantes: ¿Qué papel desempeñamos en la formación de la
teoría y la práctica? ¿Cómo se perfecciona en nuestra acción profesional?
¿Es necesaria una determinada proporción o, más bien, una integración
adecuada de ambas? A nuestro juicio, el problema radica en la separación
de la teoría y de la práctica. En su definitivo divorcio. Porque, en realidad, no
hay nada más práctico que la teoría. La teoría lo inspira y lo impregna todo.
En realidad, todos actuamos movidos por la teoría sobre la acción. Lo que
sucede es que no la explicitamos ni ordenamos lógicamente. La acción
ciega, sin sentido y dirección, es casi imposible en el ser humano. Nada hay
utópico en una buena teoría. La acción separada de la teoría se asemeja al
azaroso movimiento de una rata en un nuevo laberinto (con el permiso de las
ratas).

A su vez, una teoría desconectada de la práctica, que no parte de ella


y conduce a ella, que no permite ser puesta en acción, que no se encarna en
la realidad cotidiana, no es capaz de dar sentido y utilidad a los aprendizajes.
Práctica y teoría se hallan inextricablemente unidas. La teoría nace de la
práctica y la práctica nace de la teoría. Las formulaciones teóricas nacen de
la práctica y la práctica nace de las formulaciones teóricas. El camino que va
de los hechos a las ideas es de ida y vuelta y está siendo recorrido sin cesar.
Hay, eso sí, fuerzas que hacen que ese recorrido esté dominado por
determinados intereses.

Por consiguiente, los argumentos anteriores nos permiten retomar


nuestro recorrido y llegar a un hogar, laboratorio o aula ambiental, como lo
denomina la Ingeniera Blanca Acevedo, natural de Colombia, y que hace 10
años esta por estas tierras tratando de llevar a cabo sus sueños.

Вам также может понравиться