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¿Cuáles son las definiciones de media, mediana y

moda?
Media, mediana y moda son tres términos cuyas definiciones se aplican a menudo de forma ligera. En análisis
estadístico popular, cualquiera de los tres puede denominarse como el "promedio", según lo que se va a medir y,
en algunos casos, lo que la persona que realiza el análisis quiere que los datos sugieran. Un término más
apropiado para este tipo de análisis es "medida de tendencia central".

Media
La media es lo que se refiere más a menudo cuando alguien se refiere al "promedio" de un grupo de números.
Se calcula al sumar todos los números en un conjunto y luego dividirlos por la suma del número de enteros en
el conjunto. Por ejemplo, toma el siguiente conjunto de números:

12, 8, 16, 12, 13, 19, 16, 77, 15, 10

Suma todos los números:

12+8+16+12+13+19+16+77+15+10=198

Divide la suma por el número de enteros en el conjunto:

198/10 = 19.8

La media del conjunto es de 19,8.

Mediana
La mediana es el número en el centro del conjunto cuando los números se ordenan en orden de menor a mayor.
Si el conjunto contiene un número par de enteros, la mediana son los dos números en el centro que se suman y
dividen por dos. Toma el mismo conjunto de números que arriba:

12, 8, 16, 12, 13, 19, 16, 77, 15, 10

Clasifica los números de menor a mayor:

8, 10, 12, 12, 13, 15, 16, 16, 19, 77

Hay 10 números en el conjunto, que es un número par. Toma los dos números enteros desde el centro y
agrégalos juntos:

13+15=28

Divide la suma por 2:

28/2 = 14

La mediana del conjunto es de 14.

Moda
La moda del conjunto es el número que aparece más a menudo dentro del conjunto. Si hay dos números que son
tan comunes el uno al otro y más comunes que cualquier otro, puede haber más de un moda en un conjunto. Si
no hay números que se repiten en el conjunto, no hay ninguna moda para el conjunto. Toma una vez más el
mismo conjunto de números:

12, 8, 16, 12, 13, 19, 16, 77, 15, 10

12 y 16 aparecen dos veces, mientras que todos los otros números aparecen sólo una vez. Se consideran a 12 y
16 moda del conjunto.

¿Cuándo debe utilizarse cada uno?


La media, la mediana o la moda puede ser la medida más apropiada de tendencia central, según la naturaleza de
los datos.

A menudo, la media es la medida más sencilla de tendencia central y es la que se utiliza más comúnmente. Sin
embargo, los números muy grandes o muy pequeños dentro del conjunto pueden desviarse de su fiabilidad. En
el ejemplo anterior, 77 es mucho mayor que cualquiera de los otros números en el conjunto. Como resultado, la
media, 19,8, es mayor que todos los otros números en el conjunto.

La mediana puede utilizarse para corregir los valores extremos muy grandes o muy pequeños. A pesar de que
utilizamos el mismo conjunto para encontrar la mediana, 14 parece ser mucho más cercano a la mayoría de los
números en el conjunto.

La moda es la que más a menudo se utiliza cuando se trata de datos estadísticos que no son fáciles de traducir a
números. Por ejemplo, si en lugar de un conjunto de números, te presentan con un conjunto de opiniones, votos
o respuestas de examen, la media y la mediana no serían aplicables. Al encontrar la moda, o el elemento más
común en el conjunto, se puede encontrar la respuesta "promedio".

Moda
La moda es el valor que tiene mayor frecuencia absoluta.

Se representa por Mo.

Se puede hallar la moda para variables cualitativas y cuantitativas.

Hallar la moda de la distribución:

2, 3, 3, 4, 4, 4, 5, 5 Mo= 4

Si en un grupo hay dos o varias puntuaciones con la misma frecuencia y esa frecuencia es la máxima, la
distribución es bimodal o multimodal, es decir, tiene varias modas.

1, 1, 1, 4, 4, 5, 5, 5, 7, 8, 9, 9, 9Mo= 1, 5, 9

Cuando todas las puntuaciones de un grupo tienen la misma frecuencia, no hay moda.

2, 2, 3, 3, 6, 6, 9, 9

Si dos puntuaciones adyacentes tienen la frecuencia máxima, la moda es el promedio de las dos
puntuaciones adyacentes.

0, 1, 3, 3, 5, 5, 7, 8Mo = 4
Cálculo de la moda para datos agrupados

1º Todos los intervalos tienen la misma amplitud.

Li-1 es el límite inferior de la clase modal.

fi es la frecuencia absoluta de la clase modal.

fi--1 es la frecuencia absoluta inmediatamente inferior a la en clase modal.

fi-+1 es la frecuencia absoluta inmediatamente posterior a la clase modal.

ai es la amplitud de la clase.

También se utiliza otra fórmula de la moda que da un valor aproximado de ésta:

Ejemplo

Calcular la moda de una distribución estadística que viene dada por la siguiente tabla:

fi
[60, 63) 5
[63, 66) 18
[66, 69) 42
[69, 72) 27
[72, 75) 8
100
2º Los intervalos tienen amplitudes distintas.

En primer lugar tenemos que hallar las alturas.

La clase modal es la que tiene mayor altura.

La fórmula de la moda aproximada cuando existen distintas amplitudes es:

Mediana
Es el valor que ocupa el lugar central de todos los datos cuando éstos están ordenados de menor a mayor.

La mediana se representa por Me.

La mediana se puede hallar sólo para variables cuantitativas.

Cálculo de la mediana

1 Ordenamos los datos de menor a mayor.

2 Si la serie tiene un número impar de medidas la mediana es la puntuación central de la misma.

2, 3, 4, 4, 5, 5, 5, 6, 6Me= 5
3 Si la serie tiene un número par de puntuaciones la mediana es la media entre las dos puntuaciones
centrales.

7, 8, 9, 10, 11, 12Me= 9.5

Cálculo de la mediana para datos agrupados

La mediana se encuentra en el intervalo donde la frecuencia acumulada llega hasta la mitad de la suma de
las frecuencias absolutas.

Es decir tenemos que buscar el intervalo en el que se encuentre.

Li-1 es el límite inferior de la clase donde se encuentra la mediana.

es la semisuma de las frecuencias absolutas.

Fi-1 es la frecuencia acumulada anterior a la clase mediana.

ai es la amplitud de la clase.

La mediana es independiente de las amplitudes de los intervalos.

Ejemplo

Calcular la mediana de una distribución estadística que viene dada por la siguiente tabla:

fi F i
[60, 63) 5 5
[63, 66) 18 23
[66, 69) 42 65
[69, 72) 27 92
[72, 75) 8 100
100

100 / 2 = 50

Clase modal: [66, 69)


Media aritmética
La media aritmética es el valor obtenido al sumar todos los datos y dividir el resultado entre el número total
de datos.

es el símbolo de la media aritmética.

Ejemplo

Los pesos de seis amigos son: 84, 91, 72, 68, 87 y 78 kg. Hallar el peso medio.

Media aritmética para datos agrupados

Si los datos vienen agrupados en una tabla de frecuencias, la expresión de la media es:

Ejercicio de media aritmética

En un test realizado a un grupo de 42 personas se han obtenido las puntuaciones que muestra la tabla. Calcula
la puntuación media.

xi fi xi · fi
[10, 20) 15 1 15
[20, 30) 25 8 200
[30,40) 35 10 350
[40, 50) 45 9 405
[50, 60 55 8 440
[60,70) 65 4 260
[70, 80) 75 2 150
42 1 820

Propiedades de la media aritmética

1 La suma de las desviaciones de todas las puntuaciones de una distribución respecto a la media de la misma
igual a cero.

Las suma de las desviaciones de los números 8, 3, 5, 12, 10 de su media aritmética 7.6 es igual a 0:

8 − 7.6 + 3 − 7.6 + 5 − 7.6 + 12 − 7.6 + 10 − 7.6 =

= 0. 4 − 4.6 − 2.6 + 4. 4 + 2. 4 = 0

2 La media aritmética de los cuadrados de las desviaciones de los valores de la variable con respecto a un
número cualquiera se hace mínima cuando dicho número coincide con la media aritmética.

3 Si a todos los valores de la variable se les suma un mismo número, la media aritmética queda aumentada
en dicho número.

4 Si todos los valores de la variable se multiplican por un mismo número la media aritmética queda
multiplicada por dicho número.

Observaciones sobre la media aritmética

1 La media se puede hallar sólo para variables cuantitativas.

2 La media es independiente de las amplitudes de los intervalos.

3 La media es muy sensible a las puntuaciones extremas. Si tenemos una distribución con los siguientes
pesos:
65 kg, 69kg , 65 kg, 72 kg, 66 kg, 75 kg, 70 kg, 110 kg.

La media es igual a 74 kg, que es una medida de centralización poco representativa de la distribución.

4 La media no se puede calcular si hay un intervalo con una amplitud indeterminada.

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¿Qué son activo, pasivo y patrimonio?
Experto GestioPolis.com
 Contabilidad
 14.01.2002
 3 minutos de lectura

contabilidad financieraestados financierosteoría y proceso contable

Activo, pasivo y patrimonio son los componentes del balance general. A continuación, una mirada más
profunda a estos elementos básicos de la contabilidad.

Definiciones

Ávila (p.17) define los tres elementos de la siguiente manera:

Activo

En contabilidad se denomina así al total de recursos de que dispone la empresa para llevar a cabo sus
operaciones; representa todos los bienes y derechos que son propiedad del negocio.

Pasivo

En contabilidad se le denomina así al total de deudas y obligaciones contraídas por la empresa, o cargo del
negocio.

Patrimonio (Capital contable)

Esta expresión es empleada en contabilidad para referirse a la suma de las aportaciones de los propietarios
modificada por los resultados de operación de la empresa; es el capital social más las utilidades o menos las
pérdidas.

Los elementos patrimoniales

De acuerdo con Pérez (2008, pp. 13-17) el patrimonio es el objeto de estudio de la contabilidad, éste está
constituido por diferentes tipos de elementos denominados elementos patrimoniales, bienes, derechos y
obligaciones, que se agrupan en dos conjuntos de elementos patrimoniales o grandes masas patrimoniales:
Activo y Pasivo.

Activo

Elementos patrimoniales que signifiquen bienes y derechos de cobro de la empresa. Se distinguen dos tipos de
activo:
1. Activo corriente: elementos que se espera vender, consumir o realizar a lo largo de un ejercicio
económico, como la cantidad de dinero en caja, las facturas pendientes de cobro, etc. A su vez se divide
en:
a. Disponible: efectivo metálico, como el dineo depositado en las cajas de la empresa, las cuentas
bancarias a su nombre, etc.
b. Realizable: bienes capaces de ser convertidos en disponibilidades mediante un proceso distinto
del que constituye el objeto de la empresa. Podrían ser acciones de otras empresas y derechos de
cobro, como facturas por venta de algún producto, efectos comerciales a cobrar, etc.
c. Existencias: elementos o bienes que, siendo el objeto-actividad de la empresa, se necesitan para
generar disponibilidades, como productos terminados, mercaderías de almacén, etc.

2. Activo no corriente o inmovilizado: elementos que por su uso permanecen en la empresa a lo largo de
varios ejercicios, como mobiliario, construcciones, ordenadores, maquinaria, herramientas, etc. Se
subdivide en:
a. Material: elementos como locales, mobiliario, medios de transporte, ordenadores, etc.
b. Intangible: elementos como aplicaciones informáticas, patentes, etc.

Pasivo

Elementos patrimoniales que signifiquen obligaciones o deudas de la empresa. Dentro del pasivo se pueden
diferenciar:

1. Pasivo exigible: son los recursos ajenos a la empresa, o las deudas y las obligaciones con el exterior;
como, por ejemplo, un préstamo concedido por un banco. Se divide en:
a. Corriente: obligaciones de la empresa a corto plazo (hasta un año).
b. No corriente: obligaciones de la empresa a largo plazo (más de un año).

2. Pasivo no exigible o Patrimonio Neto: recursos propios de la empresa, o deudas y obligaciones


internas; como, por ejemplo, el capital aportado por el propietario y los beneficios no distribuidos. Se
subdivide en:
a. Capital: patrimonio del empresario individual o aportaciones realizadas a la empresa por los
socios que la constituyen (Capital o Capital Social).
b. Reservas: beneficios de la empresa no distribuidos entre sus propietarios que constituyen un
fondo económico hasta su reparto posterior.

Relación entre activo, pasivo y patrimonio neto

Pérez (p.18) explica la relación entre estos elementos

El Activo es lo que se posee, es decir, los bienes poseídos y los derechos que se convertirán en cosas poseídas
en un futuro.

El Pasivo y el Patrimonio Neto suponen cómo financiar aquello que se desea poseer, mediante deudas,
préstamos, aportaciones de los propietarios, etc.

Por tanto:

Activo = Destino de los medios financieros

Pasivo + Patrimonio Neto = Origen de los medios financieros

Pasivo + Patrimonio Neto:

 Es la estructura financiera de la empresa.


 Está constituido por las fuentes de financiación de. la empresa, tanto propias: (Patrimonio Neto), como
ajenas: (Pasivo exigible).

Activo:

 Es la estructura económica de la empresa.


 Constituye el uso dado a los recursos financieros de la empresa.

Fuente: Pérez, p.18

Equilibrio patrimonial: El equilibrio patrimonial de una empresa es el que resulta de comparar la estructura
económica (Activo) con la estructura financiera (Pasivo + Patrimonio Neto).

De esta forma, se expresa numéricamente el valor de cada uno de ellos, siendo el Patrimonio Neto la diferencia
entre la suma de todos los elementos positivos o Activo y la suma de todos los negativos o Pasivo.

Según esto, podemos establecer las siguientes relaciones fundamentales entre Activo y Pasivo:

Activo = Pasivo

Activo = Pasivo + Patrimonio Neto

Patrimonio Neto = Activo – Pasivo

CLASIFICACIÓN DEL PATRIMONIO


Como ya hemos comentado los elementos patrimoniales en una primera clasificación se agrupan en tres
grandes masas patrimoniales:

Nota: Recordad que una masa patrimonial puede definirse como la agrupación homogénea de elementos
patrimoniales.
La parte del Activo recoge las inversiones a corto y a largo plazo de la empresa, que constituyen la estructura
económica.

El Pasivo y el Patrimonio Neto recogen las fuentes de financiación ajena y propia respectivamente, es decir, la
estructura financiera.

En función del tiempo de permanencia de los elementos patrimoniales en la empresa, podemos clasificarlos en
las siguientes masas patrimoniales:

ACTIVO NO CORRIENTE: Elementos patrimoniales cuya función es asegurar la vida de la empresa, están
vinculados a ésta de forma permanente.

Bienes y derechos que la empresa convertirá en dinero en un plazo superior a un año.

Atendiendo a la naturaleza, se subdivide en:

 Inmovilizado Intangible: Conjunto de elementos inmateriales de duración superior al año: patentes,


aplicaciones informáticas, derechos de traspaso, etc. (Tangible es todo lo que tiene materialización
física, “que se puede tocar “).

 Inmovilizado Material: Bienes tangibles de duración prevista superior al año que no están destinados
a su posterior venta o transformación. Por ejemplo, terrenos, construcciones, maquinaria, elementos de
transporte, etc.

 Inversiones Inmobiliarias: Inmuebles para obtener rentas o plusvalías

 Inversiones Financieras a Largo Plazo: Acciones u otros valores comprados con intención de
mantenerlas “en cartera” por más de un año.

ACTIVO CORRIENTE: Conjunto de elementos cuya función es asegurar la actividad objeto de la empresa,
su permanencia en el seno de la empresa no es superior al ciclo económico. Bienes y derechos que la empresa
convertirá en dinero en un plazo inferior o igual a un año.

Atendiendo a la disponibilidad o liquidez, el Activo Corriente se subdivide en:

 Existencias: Son aquellos bienes que para hacerlos líquidos precisan una posterior venta o
transformación. Por ejemplo, materias primas, productos terminados y mercaderías. Forman el almacén
o stock de la empresa.

 Realizable: Elementos patrimoniales que representan derechos de cobro que la empresa exigirá en un
periodo inferior al año (vencimiento < 1 año).

Por ejemplo, clientes, efectos comerciales a cobrar, deudores, créditos que hemos concedido a C/P, IFCP
(Inversiones Financieras a Corto Plazo: acciones, inversiones que se pueden convertir en líquido rápidamente),
anticipos a personal, dinero que nos deben administraciones,….
 Disponible: Son los elementos patrimoniales cuya liquidez es inmediata.

Por ejemplo, dinero en la caja de la empresa y dinero en los bancos. Suele llamarse también Efectivo o
Tesorería.

PATRIMONIO NETO o Fondos/Recursos Propios (FFPP) o “No exigible” recoge las aportaciones de los
socios y los beneficios retenidos en la empresa.

Ejemplos: capital, capital social, reservas, resultado del ejercicio, remanente,… Se incluyen también las
subvenciones de capital recibida o reintegrable.

PASIVO NO CORRIENTE o “Exigible a largo plazo” o “Recursos ajenos a largo plazo” es el conjunto de
obligaciones o deudas que van a ser exigibles en un plazo superior a un año.

Ejemplos: deudas a largo plazo con entidades de crédito y proveedores de inmovilizado a largo plazo. Incluye
también las deudas por efectos a pagar y fianzas y los depósitos recibidos a largo plazo.

PASIVO CORRIENTE o “Exigible a corto plazo” o “Recursos ajenos a corto plazo”: Conjunto de
obligaciones y deudas a las que ha de hacer frente la empresa a corto plazo (vencimiento inferior o igual al
año).

Por ejemplo: proveedores, efectos comerciales a pagar y acreedores por prestación de servicios.

BALANCE (esquema para análisis de gestión con ratios)

La suma de Exigible a LP y Exigible a CP es el Exigible total o Recursos Ajenos.

REPRESENTACIÓN DEL PATRIMONIO: INVENTARIO,


BALANCE DE SITUACIÓN Y LIBROS DE CONTABILIDAD
Cuando se desea obtener información sobre la riqueza de una empresa, lo primero que debemos conocer es su
estructura patrimonial.

Con el objeto de facilitar el tratamiento de dicha información se recurre a las siguientes representaciones del
patrimonio:
– INVENTARIO. Es un estado contable en el que se detallan cada uno de los elementos patrimoniales,
indicando sus características y composición. En este documento contable, los bienes y derechos se colocan en el
Activo y las obligaciones en el Pasivo, por diferencia se calcula el Neto.

La información para confeccionar el Inventario se obtiene del recuento físico de cada uno de los elementos que
lo componen (extracontablemente).

– BALANCE DE SITUACIÓN: Es un estado contable en el que los elementos patrimoniales se agrupan por
masas patrimoniales sin detalle de su composición ni características. En este documento contable con dos
columnas donde los bienes y derechos se colocan en el Activo (lado izquierdo, estructura económica de la
empresa) y las obligaciones (Pasivo) y Patrimonio Neto en la derecha.

La información para confeccionar el Balance se obtiene de la mecánica contable.

Tanto el Inventario como el Balance son representaciones del patrimonio empresarial en un momento concreto,
por lo tanto en una misma fecha el contenido de ambos documentos deberá coincidir. Estos documentos
presentan formas distintas de representación del patrimonio.

Podemos decir que tanto el Inventario como el Balance son “una fotografía del patrimonio de una empresa
en un momento determinado”.

EJEMPLO
Elaborar el Inventario y el Balance de la empresa

El día 5 de Enero de 2015, cuatro socios deciden constituir una empresa denominada ELECTROSOL, S.A.,
dedicada a la compra-venta de electrodomésticos, aportando los siguientes bienes:

 Un camión AVIA modelo PS valorado en 60.100,00 €


 Dinero en cuenta corriente del Banco PASTOR 30.050,00 € y del Banco BBVA por 12.000,00 €
 Un local en la C/ La Reina, n.º 2, de 250 m2 en planta calle, valorado en 241.000,00 €
 125 lavadoras Balay por un total de 60.000,00 € y 80 frigoríficos Bru por un total de 18.000,00 €
 El camión ha sido financiado en parte por un préstamo a tres años del Banco Atlántico de 30.000,00 €

INVENTARIO de ELECTROSOL S.A.

Con fecha 5 de enero de 2015

ACTIVO

Bienes y Derechos:

– Local comercial en C/ Reina, n. º 2, de 250 m2……………………. 241.000,00 €

– Camión AVIA modelo PS………………… ……………………………… 60.100,00 €

– Mercaderías………………………………….. ……………………………… 78.000,00 €

125 lavadoras Balay…… 60.000,00 €

80 frigoríficos Bru…. 18.000,00 €

– Dinero depositado en la c/c bancaria….. ……………………………… 42.050,00 €

Cta. cte. Banco Pastos……. 30.050,00 €


Cta. cte. Banco BBVA……. 12.000,00 €

Valor de todos los Bienes y Derechos. …….. ……………………………. 421.150,00 €

PATRIMONIO NETO

– Aportaciones de los socios…………………. …………………………… 391.150,00 €

Obligaciones con terceros:

– Préstamo del Banco Atlántico…………… …………………………….. 30.000,00 €

VALOR DEL PATRIMONIO NETO DE ELECTROSOL, S.A…………. 391.150,00 €

BALANCE DE SITUACIÓN DE ELECTROSOL S.A.

Con fecha 5 de enero de 2015

Existen muchos y diversos libros contables, en función de las distintas necesidades de la empresa. Vamos a
clasificarlos desde el punto de vista legal según el Código de Comercio, art. 25: La empresa para poder realizar
una representación adecuada de su patrimonio debe llevar una serie de libros o registros contables que le
permitan organizar el tratamiento de sus datos.

Los empresarios están obligados a llevar los siguientes libros obligatorios,

• Libro Diario.

• Libro de Inventarios y Cuentas Anuales.

• Libro de Actas (sólo para las sociedades mercantiles).

Los empresarios también podrán llevar aquellos libros, registros y documentos que voluntariamente estimen
convenientes, por ejemplo el libro Mayor, libro de clientes, el libro de proveedores, el libro de caja, el libro de
bancos, el libro de efectos a pagar y el de a cobrar.

El Diario es el libro destinado a registrar día a día todas las operaciones relativas a la actividad de la empresa
cuyas anotaciones se denominan asientos.
Todo lo escrito en las hojas del libro diario por orden cronológico, día a día, debe trasladarse inmediatamente a
otras hojas, cada una de las cuales está dedicada a un elemento patrimonial distinto, es decir, en cada hoja se
representa una cuenta. El conjunto de esas hojas constituye el libro Mayor.

El libro de Inventarios y Cuentas Anuales es un libro que recoge, por una parte los inventarios y balances que
se realizan en la empresa, y por otra las Cuentas Anuales, que son estados contables realizados al final del
ejercicio económico para informar de la situación económica-financiera de la empresa y del resultado de las
actividades realizadas en el año.

Este libro de acuerdo con el art. 28 del Código de Comercio se abrirá con el balance inicial detallado de la
empresa, y al menos trimestralmente, se transcribirán con sumas y saldos los balances de comprobación de
todas las cuentas. Además, al final de cada ejercicio se registrará también en este libro el Inventario de cierre
del ejercicio y las Cuentas Anuales.

Las Cuentas Anuales pueden comprender, a su vez, cuatro o cinco documentos:

 El Balance
 La Cuenta de Pérdidas y Ganancias
 La Memoria
 El Estado de cambios en el Patrimonio Neto
 El Estado de Flujos de Efectivo

Las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) pueden acogerse voluntariamente a modelos simplificados
de CCAA (Cuentas Anuales) y no tienen que elaborar el “Estado de Flujos de Efectivo”.

Se considera que una empresa es PYME si cumple a fecha de cierre durante dos ejercicios consecutivos dos de
estos criterios:

Requisitos para que una empresa sea una pyme


Dentro del concepto de empresa hay diferentes categorías, la más común de las cuales, como ha quedado
patente en las líneas anteriores, es la que conforman las pymes. Para que una empresa sea considerada como
tal debe cumplir los siguientes requisitos:

 Contar con menos de 250 empleados contratados. En este punto resulta preciso recordar que en ese tope
deben entrar tanto los trabajadores en plantilla como también los externos que puedan llegar a ser
subcontratados.
 El volumen de negocio anual debe ser inferior a los 50 millones de euros millones de euros.
 El balance general de la empresa no debe sobrepasar los 43 millones de euros.
 Dentro de la pyme no puede participar otra organización, en cuanto a su capital accionariado, en más de
un 25% si no califica dentro de las especificaciones anteriormente señaladas.

(Se pierde la consideración de PYME si no cumplen dos criterios durante dos ejercicios consecutivos)

Existen en el PGC de 2007 dos casos más de aplicación de normas específicas por tamaño:

1. Caso de superar los límites de PYME pero estar por debajo de los límites marcados para poder redactar la
Cuenta de Pérdidas y Ganancias” en formato abreviado (criterios similares a los primeros pero más holgados: si
Activo ≤ 11,4 millones €, Cifra Negocios ≤ 22,8 millones y Nº Trabajadores ≤ 250)

2. Caso de poder ser considerado Microempresa (límites menores: Activo ≤ 1.000.000 €, cifra negocio ≤
2.000.000 € y trabajadores ≤ 10). En este caso se pueden aplicar normas de valoración concretas pero no hay
cambios en los modelos de Cuentas Anuales a emplear.

Todos los libros contables deben llevarse (teneduría de libros) con claridad, por orden de fechas, sin espacios
en blanco ni tachaduras. Deben mostrar la imagen fiel del patrimonio y de la situación económica-financiera,
así como los resultados de la empresa.

Los libros contables deben conservarse durante seis años a partir de la última anotación realizada, según la
normativa mercantil. Para Hacienda, el plazo es de 4 años.

Por último y de acuerdo con el Código de Comercio los libros contables obligatorios deben legalizarse es decir,
presentarse en el Registro Mercantil.

Contabilización de la capitalización de utilidades


Por Gerencie.com 24 octubre, 2017

Hace un tiempo hablábamos sobre la capitalización de utilidades, como una forma de incrementar o al menos
mantener el capital de trabajo en una empresa.

Pues bien, como respuesta a las inquietudes expresadas por algunos de nuestros usuarios, esta vez hablaremos
de la forma como se debe contabilizar esa capitalización.

Recordemos que el primer paso que se debe hacer, es la aprobación por parte de la asamblea de socios del
proyecto de distribución de utilidades, y luego se decidirá si las utilidades se pagan en dinero, o si se
capitalizan, esto es, pagarlas con acciones, una forma de pago en especie, puesto que no se recibe dinero.

Las utilidades, una vez distribuidas, se contabilizan en una cuenta del pasivo. Si las utilidades distribuidas o
decretadas, se pagan en dinero, se debitará la cuenta de pasivo y se acreditará la cuenta de bancos.

Ahora, si las utilidades se pagan con acciones, igualmente se acreditará la cuenta del pasivo, pero esta vez se
acreditará la cuenta capital social, que es una cuenta de patrimonio.

Puede dase también, que al autorizar la distribución de utilidades en acciones, no se afecte el pasivo en nada,
puesto que las utilidades capitalizadas se llevaran directamente a la cuenta de capital, debitando previamente la
cuenta utilidades del ejercicio.

Suponiendo que la distribución de utilidades se hace en acciones, su contabilización será:

Cuenta Debito Crédito


3605 [Utilidades del ejercicio] 1.000.000
3105 [Capital social] 1.000.000
Si las utilidades se distribuyen en dinero, pero luego al momento de pagar se hace en acciones, la
contabilización se dividirá en dos partes:

Cuenta Debito Crédito


3605 [Utilidades del ejercicio] 1.000.000
2360 [Dividendos o participaciones por pagar] 1.000.000

Y al capitalizarlas se hará el siguiente registro:

Cuenta Debito Crédito


2360 [Dividendos o participaciones por pagar] 1.000.000
3105 [Capital social] 1.000.000

La capitalización de las utilidades en ningún momento implica el ingreso de dinero en caja o bancos; lo que
hace es evitar que el dinero salga de la empresa.

Capitalización de utilidades
Por Gerencie.com 23 octubre, 2017

Cuando la empresa requiere de recursos adicionales para capital de trabajo, para realizar inversiones en activos
fijos, o para pagar pasivos de alto costo financiero, existen diferentes opciones como es la misma capitalización
de los pasivos, emisión de acciones o la capitalización de utilidades.

En esta oportunidad se tratara el tema de la capitalización de utilidades, por ser una medida que tiene un doble
beneficio; financiero y tributario.

Aspecto financiero
Desde el punto de vista financiero, la capitalización de utilidades, que es la no distribución de utilidades,
permite a la empresa mantener en su poder unos recursos importantes y que generalmente son mucho mas
económicos que recurrir a llevarlas a utilidades retenidas, puesto que las utilidades retenidas que ya hayan sido
decretadas suelen generar intereses a favor de los socios, puesto que se convierte en un pasivo. Ningún socio
estará muy de acuerdo en tener unas utilidades retenidas sin que le generen rendimiento alguno, en cambio si se
capitalizan estas se convierten en cuotas partes o acciones, aumentando el aporte de los socios.

Quizás una de las formas más comunes y menos tenidas en cuenta por las empresas de debilitar las finanzas, es
precisamente la distribución de utilidades. En nuestra cultura, los socios quieren más plata de las empresas, y en
las pequeñas y medianas empresas las toman como su caja menor. Esta política lleva a que en muchos casos se
desfiguren los estados financieros para lograr una mayor distribución de utilidades sin medir las consecuencias
financieras que esto puede acarrear.

Toda empresa necesita de Capital de trabajo para poder operar y/o ampliar su planta de producción. Solo
existen dos formas de financiar esas necesidades de efectivo, y es mediante la adquisición de pasivos con
terceros o con nuevos aportes, ya sea de los socios actuales o mediante la incorporación de nuevos socios.

La financiación mediante pasivos resulta económicamente costoso. No es fácil encontrar acreedores que
provean recursos a la empresa a un costo bajo. Además que se hace necesario comprometer buena parte de los
activos para respaldar esos pasivos, restándole maniobrabilidad financiera a la empresa.

La mejor forma de financiar el capital de trabajo de la empresa es mediante la capitalización, la cual bien puede
ser con nueva Emisión de acciones o mediante la capitalización de utilidades.
En las llamadas empresas de personas, empresas de responsabiliad limitada, que por lo general son las empresas
de familia, empresas que son reacias a aceptar a terceros como socios, el echo de emitir acciones dirigidas a
inversionistas externos, no es una buena idea, por lo que les puede resultar mas amigable el hecho de capitalizar
sus utilidades como una forma de fortalecer el patrimonio de su empresa y sus aportes en la misma.

La capitalización de las utilidades no es otra cosa que trasladar las utilidades de la cuenta utilidades del
ejercicio o la cuenta de utilidades retenidas a la cuenta de capital social.

Aspecto tributario.
La legislación tributaria colombiana ofrece un importante beneficio fiscal a las empresas que decidan no
distribuir las utilidades. La intención del legislador con este tipo de medidas ha sido precisamente apoyar el
fortalecimiento del sector productivo, incentivándolo a que capitalice sus utilidades.

El artículo 36-3 del Estatuto tributario establece que las utilidades que se capitalicen será un ingreso no
constitutivo de renta ni ganancia ocasional, en cabeza de los socios, puesto que las utilidades de las empresas si
estan gravadas.

Dice la norma modificada por la ley 1819 de 2016:

«La distribución de utilidades en acciones o cuotas de interés social, o su traslado a la cuenta de capital,
producto de la capitalización de la cuenta de Revalorización del Patrimonio, es un ingreso no constitutivo de
renta ni de ganancia ocasional. En el caso de las sociedades cuyas acciones se cotizan en bolsa, tampoco
constituye renta ni ganancia ocasional, la distribución en acciones o la capitalización, de las utilidades que
excedan de la parte que no constituye renta ni ganancia ocasional de conformidad con los artículos 48 y 49.»

El beneficio es para los socios, que al capitalizar las utilidades no le serán cobrados impuestos por estas.
Recordemos que según el artículo 49 del estatuto tributario, parte de las utilidades que se distribuyan a los
socios no son gravadas puesto que ya pagaron Impuesto de renta en cabeza de la sociedad, pero la otra parte si
es gravada al momento de distribuirse a los socios. Pero según el artículo 36-3 del estatuto, si estas se
capitalizan no se gravaran.

Esta es una buena medida para incentivar al socio para que no descapitalice la empresa, porque además de
fortalecerla y de aumentar su participación en la misma, no pagara impuesto sobre esas utilidades.

Algunos aspectos legales.


Respecto a esta política es preciso hacer algunas apreciaciones legales que regulan este procedimiento.

En primer lugar, el artículo 151 del Código de comercio afirma que para poder distribuir utilidades, estas deben
estar soportadas y justificadas en balances (Balance general, Estado de resultados) reales y fidedignos.

Para la distribución de utilidades se requiere de la aprobación de por lo menos el 78% de las acciones o cuotas
partes. (Art. 155 Co. Co.)

La ley 446 de 1998 en su artículo 141, ofrece la posibilidad a los socios minoritarios de sociedades que coticen
en bolsa, y que no tengan participación dentro de la administración de la empresa, de recurrir ante la
Superintendencia de de valores, si por algún motivo sienten que sus derechos hayan sido afectados por
decisiones de la Junta directiva o de la Asamblea de accionistas.
Estas son las teorías económicas imperantes en el
mundo
A lo largo de la historia cada sociedad ha tenido que decidir qué mecanismos debía adoptar para enfrentarse de
la manera adecuada a sus problemas económicos y buscar soluciones aceptadas por su población. Por este
motivo han surgido los denominados sistemas económicos, que no son más que distintas formas de organizar
una sociedad con el objetivo de resolver sus problemas económicos básicos: ¿qué producir? ¿Cómo
producir? ¿Para quién producir?

Como podrán imaginarse, muchas han sido las teorías que se han sucedido sobre qué sistema económico es
más efectivo o sobre qué forma de organización es mejor para cada sociedad. Este debate aún se mantiene
en nuestros días y podemos encontrar economistas que defienden una postura y economistas que defienden la
contraria.

Para no perdernos, repasaremos las principales doctrinas económicas que han existido a lo largo de la historia:
la escuela clásica, el marxismo, la escuela neoclásica y la escuela keyneasiana.

La escuela clásica
Esta corriente de pensamiento económico comenzó en el año 1776 con la publicación de la obra “La riqueza de
las naciones” de Adam Smith y aún a día de hoy es defendida a capa y espada por un importante número de
economistas. Además de Adam Smith, otros grandes autores de esta escuela fueron David Ricardo, Thomas
Malthus, Jean-Baptiste Say y Johm Stuart Mill.

La idea principal de esta doctrina es que la economía tiende al equilibrio por sí sola y sin necesidad de
regulación por parte del Estado. Es decir, la libre competencia establece la producción, la satisfacción de las
necesidades y la distribución de la renta. Entre los economistas clásicos es popular la expresión “laissez faire,
laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar), convencidos de que el mejor gobierno es el que menos interviene en
la economía. Estos economistas son los precursores del liberalismo económico y del capitalismo.

Los economistas clásicos defienden que son los agentes económicos privados los que buscando satisfacer
sus propios intereses consiguen incrementar el bien común sin pretenderlo. Esto lo consiguen guiados por
la “mano invisible” del mercado, famoso término acuñado por el padre del liberalismo, Adam Smith.

La escuela clásica respeta la idea de que la principal fuente de riqueza proviene del comercio. Además,
aportaron importantes métodos de análisis para estudiar la economía en su conjunto. Adam Smith, por ejemplo,
aportó a la ciencia económica el principio según el cual la división del trabajo y la especialización son factores
fundamentales para lograr el crecimiento económico.

El marxismo
Con el paso de los años, en el seno de la escuela clásica surgió una corriente crítica con los paradigmas del
liberalismo económico: el marxismo. Esta teoría se centra en la figura de Karl Marx (1818-1883) y en su obra
más conocida: "El Capital". Para Marx, todas las épocas históricas son consecuencia de la estructura productiva
de la sociedad y defiende que la historia no es más que un continuo escenario de lucha de clases entre
explotadores y explotados.
Una de las aportaciones más importantes de Marx en su obra fue la teoría del valor-trabajo. Según esta, el
valor de los productos está fijado por la cantidad de trabajo que se incorpora a la producción, de forma que tan
solo una parte de dicho valor llega a los trabajadores en forma de salario, mientras que la mayor parte se destina
a retribuir a los propietarios de las fábricas y el capital.

Para Marx, la competencia feroz entre los capitalistas da lugar a que se empleen formas de producir bienes y
servicios cada vez más intensivas en capital con la finalidad de ampliar la producción a costa de los
competidores, dando lugar a una progresiva concentración del capital en unas pocas manos. A su vez, se
produce una disminución del salario de los empleados y el empeoramiento de las condiciones de vida de la
población.

Como consecuencia de estos factores, se agotan los recursos de los mercados, incapaces de absorber la oferta de
los productores, y se producen grandes crisis cíclicas que obligan a la intervención del Estado para regular
la actividad económica. Esta dinámica provocaría una revolución social que acabaría con el sistema capitalista
y daría lugar a la implantación de un sistema comunista.

La escuela neoclásica
Surgió a mediados del siglo XIX a partir del desarrollo de la teoría marginal del valor, por lo que su
aportación fundamental y revolucionaria respecto al pensamiento económico clásico es el denominado
marginalismo, que introduce dentro de la ciencia económica nuevos métodos y enfoques, en concreto el
microeconómico.

Alfred Marshall

El pensamiento neoclásico se centra en cuatro puntos básicos:

 Los fenómenos económicos se explican por la medición del momento último o “margen”, ya que la
valoración del mismo es la base de la toma de decisiones.
 Su campo de acción son las unidades económicas individuales, es decir, la microeconomía.
 Su método de análisis es muy similar al utilizado por los economistas clásicos: abstracto y deductivo.
Se parte de lo que se considera una situación ideal de la economía, la libre competencia, y a partir de ahí
se estudian las demás como variantes.
 Se tienen en cuenta los aspectos subjetivos a la hora de tomar decisiones económicas.

La difusión, la extensión y el auge del pensamiento neoclásico se deben, además de a la firmeza de sus ideas y
demostraciones, a que sus aportaciones provenían de autores que llevaron a cabo sus estudios de manera
independiente y en varios países al mismo tiempo. Los más relevantes fueron Willian Stanley Jevons, Carl
Menger, Leon Walras y Alfred Marshall.

La escuela keynesiana
Los principales ideólogos de la escuela keynesiana se basan en la obra de John Maynard Keynes titulada
“Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, que fue publicada en 1936. Keynes se aleja en dicha
obra de los tópicos del pensamiento económico vigentes hasta ese momento, influyendo de forma decisiva en
las políticas económicas de los países industriales tras la Segunda Guerra Mundial.

John Maynard Keynes

La escuela keynesiana reconoce que el mercado no es perfecto y que este tiene fallos en su funcionamiento, por
lo que es necesaria e imprescindible la intervención del Estado en la actividad económica para subsanarlos.
Keynes es el principal precursor del sistema de economía mixta y del Estado del Bienestar tal y como lo
conocemos hoy en día.
Las aportaciones de Keynes dieron lugar a un nuevo liberalismo que, aún manteniendo el sistema de libre
empresa, daba al Estado un protagonismo que le había sido negado por los economistas clásicos y neoclásicos.
El problema es que con el paso del tiempo el gasto público de los distintos gobiernos que optaron por esta
fórmula se ha disparado y los diferentes Estados del Bienestar se están volviendo inviables
económicamente.

Teoría económica
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Se entiende por teoría económica cada una de las hipótesis o modelos que pretenden explicar aspectos de la
realidad económica. En la teoría económica se distinguen dos enfoques diferenciados:

 microeconomía
 macroeconomía

Historia
Tradicionalmente las teorías económicas se centraron en temas como la moneda, el comercio internacional y la
producción de bienes. Más adelante se introdujeron nuevos temas como el ciclo económico, la teoría del
equilibrio, la inflación, el ahorro, la inversión y otros aspectos macroeconómicos. Actualmente la economía
tiende a incorporar nuevas situaciones relacionadas con la teoría de la elección y el modo en que los agentes
económicos parcialmente racionales toman decisiones basándose en incentivos y expectativas, que pueden ser
de cualquier tipo (material o no material).

La teoría nos dice cuáles son los principales componentes del sistema económico, cómo funciona cada uno
aisladamente, así como el funcionamiento de todos en conjunto.

Escuelas de pensamiento
La evolución de la teoría económica ha estado ligada al tipo de problema económico frecuente de cada
momento histórico, típico en la teorización. Cada escuela consideró un tipo de problema frecuente y desarrolló
una línea de pensamiento que pretendía explicar el problema económico típico del momento. Algunas teorías
económicas son:

 Escuelas preclásicas:
o La escuela de Salamanca (siglo XVI)
o Los mercantilistas (siglo XVI – XVII): se fundamentaban en la riqueza de los factores de la
producción y como tal se consideraban: la mano de obra, recursos naturales y el capital;
o Los fisiócratas (la escuela francesa del siglo XVIII): se fundamentaban en la tierra;
 Escuela clásica: Los padres de lo que conocemos actualmente como “capitalismo” son Adam Smith,
David Ricardo y Thomas Malthus. Ellos continúan desarrollando las tesis de los fisiócratas aunque esto
ya durante el transcurso del siglo XIX. Retoman el principio de «laissez faire, laissez passer» (dejad
hacer, dejad pasar) llevándolo a su máximo potencial: la economía de libre mercado, lo que significa la
no intervención del gobierno en ella. Afirmaban que la acumulación de la riqueza de las naciones se
debe a la ausencia de regulaciones estatales lo que desemboca en una economía de mercado con un
fuerte predominio de la ley de la oferta y la demanda.
 El marxismo: basado en el pensamiento de Karl Marx, se concentra en el estudio de la producción, del
valor (con la teoría del valor-trabajo) y en el circuito económico;
 La escuela marginalista, a veces llamada con abuso de lengua primera escuela neoclásica, fue iniciada
entre otros por Carl Menger, Léon Walras, W. S. Jevons y Alfred Marshall; inició el estudio riguroso de
la microeconomía;
 La escuela keynesiana, iniciada por John M. Keynes, apuntó ciertas críticas macroeconómicas al
comportamiento predicho de las economías nacionales desde el punto de vista marginalista;
 La escuela austríaca se opone a la utilización de los métodos de las ciencias naturales para el estudio de
las acciones humanas, y prefiere utilizar métodos lógicos deductivos y la introspección, lo que se
denomina individualismo metodológico; desarrollada a partir de la obra La acción humana, de Ludwig
von Mises.
 La escuela neoclásica constituye una síntesis del enfoque de la escuela marginalista con el
keynesianismo, en lo que se llamó síntesis neoclásica; John Hicks fue uno de los iniciadores principales
de esta corriente; sigue siendo el enfoque predominante de la mayor parte de los manuales didácticos de
economía;
o Tanto el monetarismo, partidario de una reducción de intervención estatal (un desarrollo a partir
de la macroeconomía keynesiana y de la Escuela de Chicago y de un liberalismo moderado),
o como el postkeynesianismo (un desarrollo heterodoxo basado en las ideas de Keynes, M.
Kalecki y los sraffianos) constituyen desarrollos divergentes a partir de un cuerpo básico basado
en la síntesis de la escuela neoclásica.

Técnicas de análisis financiero. Los indicadores


financieros
José Luis Hernández Cabrera
 Finanzas
 03.11.2005
 43 minutos de lectura

análisis financieroestados financierosrazones financieras

El análisis financiero es una técnica de evaluación del comportamiento operativo de una empresa, diagnóstico
de la situación actual y predicción de eventos futuros y que, en consecuencia, se orienta hacia la obtención de
objetivos previamente definidos. Por lo tanto, el primer paso en un proceso de ésta naturaleza es definir los
objetivos para poder formular, a continuación, los interrogantes y criterios que van a ser satisfechos con los
resultados del análisis —que es el tercer paso— a través de diversas técnicas.

Las herramientas de análisis financiero pueden circunscribirse a las siguientes: a) análisis comparativo, b) aná-
lisis de tendencias; c) estados financieros proporcionales; d) indicadores financieros y e) análisis especializados,
entre los cuales sobresalen el estado de cambios en la situación financiera y el estado de flujos de efectivo.

Indicadores financieros
Los indicadores financieros agrupan una serie de formulaciones y relaciones que permiten estandarizar e inter-
pretar adecuadamente el comportamiento operativo de una empresa, de acuerdo a diferentes circunstancias. Así,
se puede analizar la liquidez a corto plazo, su estructura de capital y solvencia, la eficiencia en la actividad y la
rentabilidad producida con los recursos disponibles.

En consecuencia los indicadores se clasifican de la siguiente forma:

Razones de liquidez

1. Razón corriente
2. Prueba ácida
3. Capital de trabajo
4. Intervalo básico defensivo

Razones de estructura de capital


5. Leverage total
6. Nivel de endeudamiento
7. Número de veces que se gana el interés

Razones de actividad

8. Rotación de cartera
9. Período de cobranza de la cartera
10. Rotación de inventarios
11. Días de inventario
12. Rotación de proveedores
13. Días de compra en cuentas por pagar
14. Ciclo neto de comercialización
15. Rotación de activos

Razones de rentabilidad

16. Rendimiento sobre la inversión


17. Margen de ganancias
18. Rendimiento del patrimonio

Una vez calculados los indicadores seleccionados para responder los interrogantes planteados se procede a su
interpretación que es, quizá, la parte más delicada en un proceso de análisis financiero, porque involucra ya no
una parte cuantitativa, sino una gran carga de subjetividad y de limitaciones inherentes al manejo de
información que pudo, entre otras cosas, haber sido manipulada o simplemente mal presentada. Además existen
una serie de factores externos que inciden en los resultados obtenidos, principalmente por efecto de la inflación.

Por tal motivo, todas las operaciones realizadas por una empresa, en un período dado de tiempo, deben ser
sometidas a un proceso de ajustes por inflación, con el propósito de que las cifras arrojadas, por dichas
operaciones, se expresen en pesos constantes o del mismo poder adquisitivo. Además, para fines comparativos,
los estados financieros deben ser actualizados de un año a otro, después de haber sido ajustados por inflación.

Esta situación hace que ciertas razones financieras no puedan ser calculadas con las cifras emitidas en los esta-
dos financieros, sino que deban ser sometidas a una depuración o «corrección» adicional, que propugna porque
la interpretación de tales resultados no esté distorsionada y conduzca a juicios erróneos y a la toma de
decisiones equivocadas.

Clasificación de las razones financieras


Las razones financieras han sido clasificadas, para una mejor interpretación y análisis, de múltiples maneras.
Algunos autores prefieren otorgar mayor importancia a la rentabilidad de la empresa e inician su estudio por los
componentes que conforman ésta variable continuando, por ejemplo, con la explicación de los indicadores de
solvencia, liquidez y eficiencia. Otros textos plantean en primer lugar la solvencia y después la rentabilidad y
estabilidad, definiendo ésta última en la misma categoría de la eficiencia. De la misma manera, existen cientos
de razones o índices que pueden calcularse con base en los estados financieros de un ente económico, pero no
todos son importantes a la hora de diagnosticar una situación o evaluar un resultado.

Por tales motivos, en éste texto los diversos indicadores se han clasificado en cuatro grupos y sólo se explicarán
aquellos de uso más corriente y que posean una real importancia para los fines previstos en la obra y sus
usuarios. Dichos grupos son:

1. Razones de liquidez, que evalúan la capacidad de la empresa para satisfacer sus obligaciones a corto
plazo. Implica, por tanto, la habilidad para convertir activos en efectivo.
2. Razones de estructura de capital y solvencia, que miden el grado en el cual la empresa ha sido finan-
ciada mediante deudas.
3. Razones de actividad, que establecen la efectividad con la que se están usando los recursos de la
empresa.
4. Razones de rentabilidad, que miden la eficiencia de la administración a través de los rendimientos gene-
rados sobre las ventas y sobre la inversión.

A su vez, cada uno de éstos grupos incorpora una serie de razones o índices que serán estudiados de manera
independiente. Sin embargo, antes de entrar en el estudio propuesto de los indicadores financieros, debe
llamarse la atención sobre un hecho que, extrañamente, pasa desapercibido en la mayoría de los textos sobre
análisis de estados financieros publicados para estudiantes de nuestro país. Tal hecho se refiere a la inflación
que es recurrente en nuestro medio y que, además, de manera obligatoria debe ser calculado y contabilizado su
efecto. Estas circunstancias (inflación y registro contable) conducen a una nueva forma de interpretación de los
resultados obtenidos, por cuanto la presencia del fenómeno inflacionario en las cifras financieras puede
producir graves distorsiones frente a los estándares hasta ahora utilizados como medida de evaluación y
comportamiento.

Utilidad por exposición a la inflación


Las normas fiscales y contables definen la utilidad o pérdida por exposición a la inflación como el saldo crédito
o débito registrado en la cuenta de corrección monetaria, respectivamente. A su vez, la cuenta de corrección
monetaria se conforma por los ajustes por inflación practicados a las cuentas no monetarias del balance y a
todas las cuentas del estado de resultados, tal y conforme se resume en el siguiente cuadro:

Inversiones en acciones y aportes Crédito


Propiedades, planta y equipo (costo) Crédito
Depreciación y agotamiento acumulado Débito
Activos intangibles (costo) Crédito
Activos diferidos (costo) Crédito
Amortización acumulada Débito
Patrimonio Débito

De acuerdo a la definición dada, respecto de los ajustes que afectan la cuenta de corrección monetaria puede
verse claramente que dicha cuenta está conformada por a) ajustes a cuentas del balance y b) ajustes a cuentas de
resultado. Los primeros, cuyo saldo neto en adelante se denominará genéricamente «utilidad por tenencia de
activos», aumentan o disminuyen la utilidad porque se contabilizan en cuentas cruzadas de balance y de resul-
tados; en cambio los segundos no alteran la utilidad contable, por cuanto su registro afecta, como un débito y
como un crédito —simultáneo— sólo cuentas del estado de resultados. Así mismo, una parte de los ajustes por
inflación a los activos se traslada al estado de resultados, bien sea como un mayor valor del costo de la
mercancía vendida (ajuste a inventarios), como un mayor gasto por depreciación, agotamiento o amortización
(Activos fijos, intangibles y diferidos) o como una menor utilidad en venta (inversiones en acciones y aportes).
Por lo tanto, la utilidad contable tradicional está siendo afectada por tres factores, diametralmente diferentes en
su efecto sobre las pérdidas o ganancias finales:

1. Ajuste a cuentas de resultados: no alteran la utilidad final, porque se registran como un mayor valor del
respectivo ingreso o gasto contra la cuenta de corrección monetaria. Sin embargo, los ajustes por inflación a los
dos componentes básicos del estado de resultados, ingresos y gastos, poseen connotaciones completamente
diferentes para propósitos del cálculo de indicadores financieros que señalen o diagnostiquen la situación de un
ente económico, aunque su ajuste se justifique en el sentido de que expresan en términos homogéneos (pesos
del último día del período que se estudia) todas las operaciones realizadas durante el año.

Bajo estas circunstancias, el ajuste por inflación a los costos y gastos generales se define como el mayor valor
que tendría que desembolsar la empresa para incurrir en los mismos costos y gastos pero el último día del año o
período, cuando los precios de dichos conceptos se han incremento como producto de la inflación. Es decir que,
si la empresa quisiera seguir operando por lo menos en las mismas dimensiones y magnitudes del ejercicio
anterior, debería tener recursos suficientes para atender sus costos y gastos, pero a los nuevos precios. En éste
sentido, el ajuste por inflación a los costos y a los gastos debe restarse de las utilidades porque representa el
mayor desembolso que se tendrá que hacer y, por lo tanto, el dinero para atender ésa mayor salida de dinero
debe provenir de las utilidades, si no se quiere deteriorar el patrimonio de la compañía. Por ello, para efectos
del análisis por razones los costos y gastos se deben tomar ajustados por inflación.

En cambio, el ajuste por inflación a los ingresos sólo es útil para propósitos de comparación entre un ejercicio y
otro, mas nó para la estimación de indicadores financieros, por que dicho ajuste, contrario a lo explicado en el
caso de los costos y los gastos generales, económicamente no significa, por ningún motivo, que por el hecho de
haberse presentado inflación los ingresos vayan a crecer en forma automática.

2. Ajuste a cuentas de balance: Ciento por ciento aumentan o disminuyen las utilidades finales registradas por
un ente económico, porque su contrapartida siempre afecta la cuenta de corrección monetaria, que pertenece al
estado de resultados. Sin embargo, como se puede observar fácilmente, ésta clase de ganancia no ha sido
realizada y no proviene de las operaciones de la compañía, motivo por el cuál mal podría incorporarse a los
indicadores que utilizan como parámetro las ganancias o pérdidas reportadas y que incluyen, por obligación
legal, éste tipo de utilidades. En cambio, con algunas reservas, los ajustes que afectan directamente las cuentas
de balance, por ser la contrapartida de la cuenta de corrección monetaria, si se toman en el diseño de indica-
dores financieros.

3. Ajustes a cuentas de balance que se trasladan al estado de resultados: parte de los ajustes por inflación a
las cuentas de balance —en uno u otro momento— debe ser trasladado como un mayor valor del costo o de los
gastos generales. Un caso típico de ésta situación se observa en los inventarios, los cuales se reexpresan por
inflación, pero en el momento de ser consumidos o vendidos deben afectar las utilidades no por el costo
histórico de adquisición sino por su costo ajustado hasta el momento de ser consumidos o vendidos. De igual
forma, pero en plazos más amplios, ocurre con la depreciación, agotamiento y amortización, las cuales deben
ser calculadas sobre el costo de adquisición, pero debidamente ajustado por inflación, lo que produce que el
gasto por estos conceptos sea mayor al que se registraría si no existiera la obligación de realizar ajustes por
inflación.

En resumen, no es prudente ni técnico tomar las cifras reflejadas en los estados financieros —ni a valores
históricos, ni con cifras ajustadas por inflación— sin antes comprender con algún grado de profundidad la
filosofía del sistema integral de ajustes por inflación y las implicaciones que conllevan sus procedimientos de
contabilización, con el objetivo de corregir algunas de las bases que sirven como parámetro para el cálculo de
indicadores financieros. Lo anterior significa que, en algunos casos, los componentes de una razón o índice
deben ser tomados sobre sus valores originales o históricos de adquisición, en otros de acuerdo a las cifras
ajustadas por inflación y en otros, los saldos deben ser corregidos para eliminar ajustes parciales o totales por
inflación, tal y conforme se explica extensamente en el estudio de cada uno de los indicadores incorporados en
éste capítulo.

Interpretación de las razones financieras


Por los motivos expuestos, los indicadores financieros deben interpretarse con prudencia ya que los factores que
afectan alguno de sus componentes —numerador o denominador— pueden afectar, también, directa y propor-
cionalmente al otro, distorsionando la realidad financiera del ente. Por ejemplo, clasificar una obligación a corto
plazo dentro de los pasivos a largo plazo puede mejorar la razón corriente, en forma engañosa.

Por tal circunstancia, al estudiar el cambio ocurrido en un indicador es deseable analizar el cambio presentado,
tanto en el numerador como en el denominador para poder comprender mejor la variación detectada en el
indicador.

En razón a las anteriores consideraciones, se recomienda el análisis detenido de las notas a los estados finan-
cieros, pues es allí donde se revelan las políticas contables y los criterios de valuación utilizados.

Así mismo, los resultados del análisis por indicadores financieros deben ser comparados con los presentados
por empresas similares o, mejor, de su misma actividad, para otorgar validez a las conclusiones obtenidas. Por-
que se puede reflejar, por ejemplo, un incremento en las ventas del 25 por ciento que parecería ser muy bueno
—mirado en forma individual— pero que, sin embargo, si otras empresas del sector han incrementado sus
ventas en un 40 por ciento, tal incremento del 25 por ciento no es, en realidad, una tendencia favorable, cuando
se le estudia en conjunto y en forma comparativa.

Razones de liquidez

El análisis de liquidez permite estimar la capacidad de la empresa para atender sus obligaciones en el corto
plazo. Por regla general, las obligaciones a corto plazo aparecen registradas en el balance, dentro del grupo
denominado «Pasivo corriente» y comprende, entre otros rubros, las obligaciones con proveedores y
trabajadores, préstamos bancarios con vencimiento menor a un año, impuestos por pagar, dividendos y
participaciones por pagar a accionistas y socios y gastos causados no pagados.

Tales pasivos, deberán cubrirse con los activos corrientes, pues su naturaleza los hace potencialmente líquidos
en el corto plazo. Por esta razón, fundamentalmente el análisis de liquidez se basa en los activos y pasivos
circulantes, pues se busca identificar la facilidad o dificultad de una empresa para pagar sus pasivos corrientes
con el producto de convertir a efectivo sus activos, también corrientes.

Para la explicación de cada una de las razones financieras se empleará como modelo, las cifras de los estados
financieros incorporados en el apéndice de éste texto.

Razón corriente

Este indicador mide las disponibilidades actuales de la empresa para atender las obligaciones existentes en la
fecha de emisión de los estados financieros que se están analizando. Por sí sólo no refleja, pues, la capacidad
que se tiene para atender obligaciones futuras, ya que ello depende también de la calidad y naturaleza de los
activos y pasivos corrientes, así como de su tasa de rotación.

Activo Corriente / Pasivo Corriente

Histórico Ajustado
1.058.535 1.639.870 1.058.703 1.639.969
667.445 1.586.299 667.445 1.586.298
1.59 1.03 1.59 1.03

En este caso, la actualización de los inventarios (importante componente de los activos corrientes) a precios
actuales no está influyendo notablemente en el comportamiento del indicador, hecho que puede señalar una
buena rotación de inventarios. Si los inventarios fuesen muy antiguos, entonces el indicador tendería a ser
mayor después de aplicar el sistema integral de ajustes por inflación, aunque no necesariamente esto indique
una mejor posibilidad para atender las obligaciones a corto plazo, pues pueden existir inventarios obsoletos
cuya realización en el mercado no sea fácil de llevar a cabo.

La interpretación de esta razón financiera debe realizarse conjuntamente con otros resultados de compor-
tamiento, tales como los índices de rotación y prueba ácida, aunque todo parece indicar que las razones
estimadas sobre valores históricos, pueden señalar más eficientemente la situación de las empresas, en el corto
plazo, frente a sus obligaciones.

El indicador de razón corriente presenta alguna clase de limitaciones en la interpretación de sus resultados,
siendo la principal de ellas el hecho de que ésta razón se mide de manera estática, en un momento dado de
tiempo y, en consecuencia, no se puede asegurar que hacia el futuro los recursos que se encontraban disponibles
continúen estándolo. Además, al descomponer los diversos factores de la razón corriente se encuentran serios
argumentos sobre la razonabilidad de su función. Por ejemplo, los saldos de efectivo o los valores depositados
en inversiones temporales representan sólo un margen de seguridad ante eventuales situaciones atípicas de
negocios y, por ningún motivo, reservas para el pago de operaciones corrientes de la empresa; pues suponer lo
contrario sería como descartar el principio de continuidad y pensar que la compañía va a ser liquidada en un
futuro cercano.
De la misma manera, las cuentas por cobrar y el inventario son cuentas de movimiento permanente y en razón a
ello, no es nada seguro suponer que un saldo alto deba permanecer así, especialmente en el momento en que se
requiera para atender las obligaciones corrientes. Las dos variables están estrechamente interrelacionadas con
conceptos tales como nivel de ventas o margen de utilidades siendo, en realidad, éstos conceptos los verdaderos
parámetros en la determinación de las entradas futuras de efectivo.

Lo anterior se puede resumir afirmando que la liquidez de una empresa depende más de los flujos futuros espe-
rados de efectivo que de los saldos, de la misma naturaleza, registrados en la contabilidad en el momento del
análisis. Además, la eficiencia en la rotación de las cuentas por cobrar e inventarios, pretende alcanzar la
máxima rentabilidad en el uso de los activos y no necesariamente obtener mayor liquidez.

Otra limitación de la razón corriente es que su resultado puede ser manipulado fácilmente con el fin de obtener
cifras que se requieren para algún propósito especial. Por ejemplo, el último día del año podría cancelarse un
pasivo importante y volverse a tomar el primer día del ejercicio siguiente, con lo cuál la razón mejora al
disminuir simultáneamente, tanto el activo (de cuyos fondos se toman los recursos) como el pasivo corriente.
También se pueden dejar de contabilizar, en forma premeditada, partidas significativas que tengan que ver con
inventarios en tránsito; al no registrar ni el activo ni el pasivo, la razón corriente mejora. Así mismo, se podría
aplazar la decisión de efectuar nuevas compras, dada la proximidad del cierre contable, logrando reducir tanto
el activo como el pasivo corriente, pero incrementando el indicador.

Existen unos estándares sobre este indicador que, algunas veces, se toman automáticamente como parámetros
de medición, cuando en realidad cada caso particular debe ser evaluado en sus propias dimensiones. Es así
como se afirma que una relación 2:1, es decir poseer activos corrientes que dupliquen las obligaciones de corto
plazo, es ideal; sin embargo, pueden existir situaciones en las cuales hayan niveles mínimos de inventarios y
óptima rotación de cuentas por cobrar, con lo cuál habrá liquidez suficiente para atender los pasivos corrientes,
aunque el indicador no parezca ser el mejor.

De otra parte, podría pensarse que entre más alta sea la razón corriente, será mejor la gestión financiera de
recursos. Pero, si se mira objetivamente este caso, un indicador muy alto aunque sea estimulante para provee-
dores y entidades financieras, porque prácticamente asegura el retorno de las acreencias, es también señal de
una mala administración del efectivo y de un exceso en la inversión propia, proveniente de socios y accionistas,
quienes verán afectada la tasa de rendimiento asociada a dicha inversión.

Prueba ácida

Al no incluir el valor de los inventarios poseídos por la empresa, este indicador señala con mayor precisión las
disponibilidades inmediatas para el pago de deudas a corto plazo. El numerador, en consecuencia, estará
compuesto por efectivo (caja y bancos) más inversiones temporales (Cdt’s y otros valores de realización
inmediata), denominadas hoy día «equivalentes de efectivo», y más “cuentas por cobrar”.

(Activo Corriente – Inventarios) / Pasivo Corriente

Histórico Ajustado
2.0X1 2.0X2 2.0X1 2.0X2
800.974 1.121.825 801.142 1.121.924
667.445 1.586.299 667.445 1.586.298
1.20 0.71 1.20 0.71

Como en el caso de la razón corriente, el indicador de prueba ácida no se ve afectado por la inflación en razón a
que sus componentes son partidas monetarias, expresadas en valores nominales de origen, es decir, que no
cambian por efecto de las variaciones en el nivel general de precios, aunque sí se ven fuertemente afectados en
términos de poder adquisitivo.

En el ejemplo, para el año de 20X2 se presentó un notorio deterioro en el índice, debido posiblemente a la
adquisición de nuevos pasivos (véase balance general comparativo y análisis de tendencias) cuyo destino no fue
capital de trabajo sino inversión en activos fijos. Cabe aquí preguntarse si la expansión de la estructura física
mediante préstamos a corto plazo permitirá un incremento en las ventas, capaz de generar los recursos sufi-
cientes para atender dichas obligaciones. Muy posiblemente esta empresa tendrá que reestructurar sus pasivos o
vender parte de los activos fijos, so pena de verse abocada a problemas de índole financiera.

A ésta razón le aplican las mismas limitaciones expuestas cuando se estudió la razón corriente, pues es también
una prueba estática que no toma en cuenta el principio de continuidad y parte del supuesto de que la empresa
entrará en proceso de liquidación y, en consecuencia, no generará ninguna clase de operaciones que generen
flujos de efectivo, tales como nuevas ventas de productos o servicios propios de su actividad.

Así mismo, eliminar la cuenta de inventarios del numerador no garantiza una mejor liquidez pues se debe tomar
en cuenta la calidad de las cuentas por cobrar, concepto que se estudiará más adelante, y la facilidad de
realización del inventario, pues a veces es más fácil vender el stock de mercancías o productos que recuperar la
cartera. Si las cuentas por cobrar tienen una rotación lenta, se recomienda eliminar ésta partida para el cálculo
de la prueba ácida, incluyendo en el numerador, por lo tanto, sólo el efectivo y las inversiones temporales o
equivalentes de efectivo. Cuando se realiza ésta depuración, el indicador así calculado se denomina «razón de
liquidez extrema».

Capital de trabajo

Aunque este resultado no es propiamente un indicador, pues no se expresa como una razón, complementa la
interpretación de la «razón corriente» al expresar en pesos lo que este representa como una relación.

Activo Corriente – Pasivo Corriente

Histórico Ajustado
391.090 53.571 391.258 53.571

Nuevamente aquí puede observarse que las ligeras variaciones que se presentan entre los resultados, antes y
después de ajustes por inflación, no son relevantes, lo que señala —como ya se indicó— una óptima rotación de
inventarios.

Este resultado señala el exceso o déficit de la empresa, representado en activos corrientes, que se presentaría
después de cancelarse todos los pasivos corrientes. Como puede observarse el capital de trabajo presenta las
mismas limitaciones halladas para la razón corriente, por cuanto corresponde a la expresión absoluta de un
resultado relativo.

Intervalo básico defensivo

Es una medida de liquidez general, implementada para calcular el número de días durante los cuales una
empresa podría operar con sus activos líquidos actuales, sin ninguna clase de ingreso proveniente de ventas u
otras fuentes.

Aunque no es un indicador de uso extendido, en épocas de inflación su resultado puede ser sumamente útil en
ciertas circunstancias de negocios, como pueden ser las negociaciones laborales (posibilidad de huelgas o paros
indefinidos) o contratación de seguros generales (especialmente de lucro cesante).

(Efectivo + Inversiones temporales + Cuentas por cobrar) / (Costo de Ventas + Gastos generales) / 365

Histórico Ajustado
786.707 1.121.825 786.875 1.121.924
1.297.311 ÷ 365 2.701.706 ÷ 365 1.326.437 ÷ 365 2.888.398 ÷ 365
221 152 217 142

El resultado señala que la empresa podría seguir cumpliendo sus obligaciones durante 217 días, con los
resultados de 20X1 ajustados por inflación y durante 142 días con los de 20X2, a cambio del número de días
mostrado para los mismos años, pero sin haber eliminado el efecto de la inflación, razón por la cuál éste
indicador debería tomarse incluyendo ajustes por inflación.

La estructura de capital de una empresa puede definirse como la sumatoria de los fondos provenientes de
aportes propios y los adquiridos mediante endeudamiento a largo plazo; en tanto que la estructura financiera
corresponde a la totalidad de las deudas —tanto corrientes como no corrientes— sumadas al patrimonio o
pasivo interno. Las fuentes de adquisición de fondos, junto con la clase de activos que se posean, determinan el
mayor o menor grado de solvencia y de estabilidad financiera del ente económico. La magnitud relativa de cada
uno de dichos componentes es también importante para evaluar la posición financiera en un momento
determinado.

Los indicadores de solvencia reflejan la capacidad de la empresa para atender las obligaciones representadas en
cargas fijas por concepto de intereses y demás gastos financieros, producto de sus obligaciones contractuales a
corto y largo plazo, así como el reembolso oportuno del monto adeudado. Lo anterior quiere decir que la pro-
porción de deuda y la magnitud de los costos fijos que de ella se derivan son indicadores de las probabilidades
de quiebra de una empresa por insolvencia y del riesgo que asumen los inversionistas, dada la variabilidad de
las utilidades esperadas y que constituyen su rendimiento.

Las empresas se endeudan por muchas razones. La principal radica en que el endeudamiento puede resultar más
barato que la financiación propia pues, por norma general, los inversionistas exigen una retribución mayor (de
otra manera, preferirían ser acreedores y no inversionistas), ya que dentro de dicha retribución debe estar
incorporado el costo de la financiación. En otras palabras, el rendimiento que se paga a los acreedores es fijo,
en cambio es variable en el caso de los socios o accionistas. Con un sencillo ejemplo, la anterior afirmación
puede comprenderse de una mejor manera. Supóngase una compañía con unos activos totales equivalentes a un
millón de pesos, los cuales pueden ser financiados con recursos propios, mediante financiación externa o con
una combinación de ambas fuentes. Si también se supone una utilidad antes de intereses de 400 mil pesos, una
tasa de interés del 30 por ciento y, para simplificar, la no existencia de impuesto sobre la renta, se tendría:

CAPITAL DEUDA UAII INTERÉS UAI RETORNO


1.000.000 0 400.000 0 400.000 40,00%
800.000 200.000 400.000 60.000 340.000 42,50%
600.000 400.000 400.000 120.000 280.000 46,67%
500.000 500.000 400.000 150.000 250.000 50,00%
300.000 700.000 400.000 210.000 190.000 63,33%
100.000 900.000 400.000 270.000 130.000 130,00%

De donde puede observarse que en la medida en que la deuda sea mayor, también será más alta la rentabilidad
de los inversionistas con relación al capital aportado. Por esta circunstancia, se afirma que el costo de
financiación por medio de deuda es menor al costo de los recursos propios, dada su variabilidad en éste último
caso.

Otra razón para el endeudamiento es la deducibilidad de los intereses, que puede producir, a través del menor
impuesto que se paga en uso de dicha prerrogativa, una generación importante de recursos internos para futura
financiación propia de sus operaciones; siempre y cuando dicho menor impuesto, causado por el uso de la
deducción proveniente de los gastos financieros, sea retenido de las utilidades netas, para evitar que los recursos
así generados se distribuyan implícitamente a los accionistas. Por ejemplo, si una compañía se financia 100 por
ciento con recursos propios (empresa X) y otra empresa lo hace en partes iguales (empresa Y), se tendría:

CAPITAL DEUDA UAII


Utilidad antes de intereses e impuestos 400.000 400.000
Impuestos (30% sobre $500.000) 150.000 0
Utilidad antes de impuestos 250.000 400.000
Impuesto sobre la renta (35%) 87.500 140.000
Utilidad neta 162.500 260.000
Situación que señala un menor gravamen de $52.500, producto de aplicar la tasa de impuestos (35 por ciento) al
monto de intereses causados ($150.000), lo cuál significa que el estado subsidia —de cierta manera— el costo
de la financiación externa obtenida por los entes económicos.

Bajo una óptica de planeación estratégica, la empresa no debería distribuir este menor impuesto ($52.500), sino
retenerlo bajo la figura de reserva voluntaria, para ser acumulado y, posteriormente, utilizado en nuevos planes
de inversión.

Sin embargo, esta ventaja se ha perdido en Colombia con la implementación del sistema integral de ajustes por
inflación que grava, precisamente, el endeudamiento en pesos nominales, o sea grava la ganancia que se obtiene
al registrar deudas que serán pagadas, en el futuro, en pesos con menor poder adquisitivo.

Razones de estructura de capital y solvencia

Para evaluar los riesgos explicados anteriormente y las posibilidades de atender los pasivos a largo plazo
existen algunos indicadores financieros, como los que se estudian a continuación:

Leverage total

Mide hasta que punto está comprometido el patrimonio de los propietarios de la empresa con respecto a sus
acreedores. También se les denomina razones de apalancamiento, pues comparan la financiación proveniente de
terceros con los recursos aportados por los accionistas o dueños de la empresa, para identificar sobre quien
recae el mayor riesgo.

Pasivo / Patrimonio

DEUDA UAII
1.029.660 1916.691 1.029.660 1.916.691
505.826 913.750 576.844 1.008.133
2.04 2.10 1.78 1.90

Para este ejemplo, los resultados se pueden interpretar de la siguiente manera: por cada peso de patrimonio se
tienen deudas por 2.04 y 2.10, para cada uno de los años estudiados, antes de ajustes por inflación; y de 1.78 y
1.90, después de aplicar el sistema integral. También se suele interpretar como una relación entre las dos
variables que intervienen en el diseño del indicador; es decir, se podría afirmar que, después de ajustes por
inflación, los propietarios están comprometidos en un 178 y un 190 por ciento, respectivamente.

En naciones con bajos índices de inflación se han diseñado algunas variantes de la anterior formulación, para
mejorar y precisar los resultados. Una de dichas variaciones es la razón «Pasivos-Capital» que se diferencia de
la estudiada anteriormente en que no incluye todos los rubros que integran el patrimonio, sino únicamente el
capital social:

Pasivo / Capital

Que, en nuestro país, tendría que ser modificada para agregar la cuenta de revalorización del patrimonio, cuya
filosofía es, precisamente, estimar la pérdida de poder adquisitivo del capital inicial para conocer cuál sería el
monto de los aportes requeridos si se quisiera iniciar una nueva empresa con las características operativas y de
mercado del ente que está funcionando actualmente:

Pasivo / (Capital + Revalorización Patrimonio)

Los indicadores relacionados con el concepto de «apalancamiento» y que, por lo tanto, involucran en su análisis
el patrimonio de la compañía son, como ya se definió, análisis de la estructura financiera y de capital y medidas
de riesgo, en razón a que, en situaciones en las cuales dicho indicador sea alto, mayores serán los pagos por
intereses y los desembolsos para atender la obligación y también mayores los riesgos de insolvencia, en épocas
de desaceleración económica o por problemas particulares del ente.
Debe recordarse que una empresa se considera comercialmente insolvente cuando incurre en incapacidad de
cumplir, al vencimiento, con las obligaciones adquiridas y que están representadas en deudas y pasivos con
terceros, debido principalmente a que los flujos de efectivo, generados por el ente económico, son insuficientes.

También existen otros indicadores útiles para propósitos de la evaluación de solvencia de una empresa, que ya
se han estudiado anteriormente, principalmente en la parte correspondiente a estados financieros propor-
cionales, tales como las relaciones «Pasivo a largo plazo-Capital», «Pasivo a largo plazo-Patrimonio» o el que
se presenta a continuación.

CAPITALIZACIÓN A LARGO PLAZO

Medida que señala la importancia relativa de las deudas a largo plazo dentro de la estructura de capital de la
empresa, tal como ya fue definida:

Pasivo a largo plazo / Capitalización total

Histórico Ajustado
362.215 / 868.041 330.392 / 1.244.142 362.215 / 939.059 330.392 / 1.338.525
0.4173 0.2656 0.3857 0.2468

Mientras más alto sea este indicador, mayor será el riesgo que corre el ente económico, por cuanto una
situación imprevista que afecte los ingresos operativos de la compañía, disminuyéndolos, podría acarrear una
situación de iliquidez e insolvencia, como consecuencia de la alta carga financiera que las deudas a largo plazo
causarían. El denominador del presente indicador esta compuesto por la sumatoria de las deudas a largo plazo y
el patrimonio de la empresa, motivo por el cuál parece válido que la interpretación de resultados se realice
sobre cifras ajustadas por inflación.

Nivel de endeudamiento

Este indicador señala la proporción en la cuál participan los acreedores sobre el valor total de la empresa. Así
mismo, sirve para identificar el riesgo asumido por dichos acreedores, el riesgo de los propietarios del ente eco-
nómico y la conveniencia o inconveniencia del nivel de endeudamiento presentado. Altos índices de endeuda-
miento sólo pueden ser admitidos cuando la tasa de rendimiento de los activos totales es superior al costo
promedio de la financiación.

La tasa de rendimiento de los activos totales se calcula como el producto de comparar la utilidad con el monto
de los activos poseídos por la compañía, como se explica en el capítulo correspondiente a indicadores de
rentabilidad. Por su parte, el costo promedio de la financiación estará dado por la tasa que representan los
intereses causados en un período, respecto del promedio de obligaciones financieras mantenidas durante el
mismo lapso de tiempo; al resultado así obtenido se descuenta la tasa de impuesto sobre la renta, cuando la
legislación fiscal permita la deducibilidad de los gastos financieros incurridos.

Pasivo / Activo

Histórico Ajustado
1.029.660 / 1.535.486 1.916.691 / 2.830.441 1.029.660 / 1.606.504 1.916.691 / 2.924.824
0.4173 0.2656 0.3857 0.2468

Puede observarse en los resultados ajustados por inflación cómo la participación de los acreedores «cae» de un
sesenta y siete por ciento a un sesenta y cinco por ciento. Ello se debe, naturalmente, a la parte de los ajustes
por inflación que quedan registrados como mayor valor de sus respectivas partidas y que en el estado de
resultados provocaron una utilidad de naturaleza «no realizada». En consecuencia, este indicador debe
analizarse sin ajustes por inflación, porque —de otra manera— podría llegarse a la errónea conclusión de una
mejora en los índices de endeudamiento cuando, en realidad, lo que se está haciendo es aumentar el valor de los
activos totales, hasta un monto equivalente a su costo de reposición.
Por la misma razón anterior las valorizaciones deberían sustraerse del total de activos, así como las cuentas del
pasivo denominadas «anticipos de clientes» e «ingresos diferidos», por cuanto su naturaleza no es propiamente
de una acreencia sino que se registran de manera temporal allí, mientras ocurre la asociación de sus costos y
gastos con la realización del ingreso, es decir, mientras ocurre su causación en el tiempo.

Número de veces que se gana el interés

Este indicador señala la relación que existe entre las utilidades generadas por la compañía y los costos y gastos
financieros en que incurre, como consecuencia de los pasivos a corto y largo plazo. Mide el impacto de los
costos y gastos financieros sobre las ganancias generadas en un período dado, con el propósito de evaluar la
capacidad de la empresa para generar liquidez suficiente que permita cubrir ésta clase de gastos.

Utilidad antes de interés e impuestos / Interés y gastos financieros

Histórico Ajustado
405.472 / 276.952 734.852 / 244.692 366.445 / 276.953 697.726 / 244.682
1.46 3.00 1.32 2.85

El valor correspondiente al concepto de “Utilidad antes de intereses e impuestos” (numerador) de este indicador
fue calculado así:

Histórico Ajustado
20X1 20X2 20X1 20X2
Utilidad neta 85.913 361.317 46.886 324.191
Más: provisión imporrenta 42.607 128.842 42.607 128.843
Intereses 276.952 244.692 276.952 244.692
Utilidad Antes de Intereses e Impuestos 405.472 734.852 366.445 697.726

El menor valor determinado entre los numeradores (antes y después de ajustes por inflación) que asciende a
$39.027 y $37.126, corresponde al resultado neto de los ajustes por inflación, así:

20X1 20X2
Ajuste costo de ventas 25.576 29.004
Ajuste Amortización diferidos (gasto) 989 11.252
Ajuste depreciación (gasto) 2.562 8.416
Saldo neto débito (crédito) 9.900 11.546-
Corrección monetaria 39.027 37.126

Para el cálculo del indicador “Número de veces que se gana el interés” debe eliminarse el valor de la ganancia o
pérdida por «exposición a la inflación» registrado en la cuenta de corrección monetaria, por cuanto dicho
resultado no ha sido realizado por la empresa. La ganancia o pérdida por exposición a la inflación se define
como el saldo neto (débito o crédito) registrado en la cuenta de corrección monetaria como producto de aplicar
el sistema integral de ajustes por inflación a las partidas no monetarias del balance:

Corregido
Utilidad «real» antes intereses e impuestos 376.346 686.180
pago interés «real» 276.953 244.682
1.36 2.80

De donde puede concluirse que, en realidad, esta empresa contaría con treinta y seis centavos en 20X1 y uno
con ochenta en 20X2 para atender los gastos de operación, después de cumplir sus obligaciones contractuales,
derivadas de pasivos financieros adquiridos con anterioridad. Cifras muy diferentes a las reflejadas antes de
eliminar el efecto de la inflación y de «corregir» el error de contabilizar la ganancia o pérdida por exposición a
la inflación.
Nótese que dentro de la utilidad depurada para el cálculo de éste indicador se incluye el rubro de “otros
ingresos” o “ingresos no operacionales” los cuales, por su misma naturaleza, deberían ser excluidos, pues
difícilmente sus magnitudes se volverán a realizar o repetir en el futuro.

A pesar de los correctivos introducidos en este indicador, antes de su evaluación definitiva deben considerarse
algunos otros factores que inciden en su cálculo, como pueden ser:

1. Intereses y demás gastos financieros capitalizados, en razón a que provienen de financiamiento de


activos fijos y contablemente pueden no estar afectando el estado de pérdidas y ganancias. Deberían
sumarse a los intereses contabilizados como gasto del período (denominador);
2. La tasa promedio de interés debe ser correspondiente (después de incluir la gastos financieros capita-
lizados) con la tasa promedio de mercado, registrada en el año que se esté analizando. Si ello no es así,
tendrá que buscarse la causa, que puede estar determinada por créditos de fomento (cuya tasa es menor a
la comercial del mercado) o por una incorrecta contabilización de los pasivos o el diferimiento indebido
de intereses u otros gastos financieros;
3. En algunas ocasiones es pertinente —y de hecho así lo recomiendan algunos analistas— agregar al de-
nominador el monto de los desembolsos que, por concepto de abonos a capital, se hayan efectuado
durante el año que se está analizando, así como los cánones de arrendamiento por contratos de leasing
vigentes durante el período
4. Como se trata de medir la capacidad de generación de recursos que permitan cumplir oportunamente
con los cargos fijos que, por concepto de financiación, se hayan asumido algunos autores recomiendan
conciliar la utilidad adicionándole los gastos «virtuales» que han afectado el estado de resultados, pero
que no implican desembolsos de efectivo, tales como la depreciación y amortización de diferidos. Una
depuración parecida se efectúa cuando se prepara el estado de cambios en la situación financiera o el
estado de flujos de efectivo, como se explica en el próximo capítulo.

Resumiendo, este indicador señala el número de veces que las utilidades cubren las obligaciones financieras
inmediatas de la compañía y, por lo tanto, puede determinar su capacidad de endeudamiento. Entre mayor el
resultado del indicador, mejor será su posición de crédito futuro.

Razones de actividad

Esta clase de razones, llamadas también indicadores de rotación, miden el grado de eficiencia con el cual una
empresa emplea las diferentes categorías de activos que posee o utiliza en sus operaciones, teniendo en cuenta
su velocidad de recuperación, expresando el resultado mediante índices o número de veces.

Rotación de cartera

Establece el número de veces que las cuentas por cobrar retornan, en promedio, en un período determinado.
Normalmente, el factor «ventas» debería corresponder a las ventas a crédito, pero como este valor no se
encuentra siempre disponible para el analista, se acepta tomar las ventas totales de la compañía, sin importar si
han sido de contado o a crédito. Por su parte, el denominador de ésta razón es el promedio registrado en las
cuentas por cobrar a clientes o de deudores por mercancías, el cuál se obtiene sumando el saldo inicial al saldo
final y dividiendo éste total entre dos o —para mayor precisión— el promedio de los doce últimos meses.

Ventas / Cuentas por Cobrar

Histórico
1.620.003 / 304.637 3.102.816 / 227.094
5.32 13.66

Estos resultados se interpretarían de la siguiente manera: Las cuentas por cobrar de 20X1, que ascendían a
$304.637 se convirtieron en efectivo 5.32 veces durante dicho período y 13.66 veces durante el año 20X2.

Por tratarse de partidas que no sufren ajustes por inflación, para el analista es indiferente evaluar la rotación de
las cuentas por cobrar, antes o después de la aplicación de dicho sistema integral de ajustes por inflación.
El indicador de rotación de cartera permite conocer la rapidez de la cobranza pero no es útil para evaluar si
dicha rotación esta de acuerdo con las políticas de crédito fijadas por la empresa. Para éste último comparativo
es preciso calcular el número de días de rotación de las cuentas por cobrar..

Período de cobranza de la cartera

Una vez conocido el número de veces de rotación de las cuentas por cobrar se puede calcular los días que se
requieren para recaudar las cuentas y documentos por cobrar a clientes. Para ello, basta con dividir el número
de días considerado para el análisis (30 días si es un mes o 365 si es un año) entre el indicador de rotación,
previamente calculado:

Días / Rotación

Histórico
365 / 5.32 365 / 13.66
69 27

Como se ha explicado que es indiferente calcular ésta razón sobre valores históricos o ajustados por inflación se
dirá, entonces, que la compañía del ejemplo tardó un promedio de 69 días en recuperar las ventas a crédito,
durante 20X1 y 27 días en 20X2, lo cuál parece demostrar o que la política de crédito de la empresa varió
sustancialmente, de un período a otro, o que se estaba presentando un alto grado de ineficiencia en el área
responsable de la cartera.

El indicador de rotación de cartera y el número de días de recuperación de las cuentas por cobrar se utilizan
para ser comparados con promedios del sector al cuál pertenece la empresa que se está analizando o, como ya
se ha dicho, con la políticas fijadas por la alta gerencia del ente económico. Sin embargo, sobre éste último
punto debe tenerse en cuenta que un número de días de recuperación de la cartera que exceda las metas
establecidas no necesariamente implica deficiencias en el área correspondiente, como ocurrió con el ejemplo
tomado en éste texto, porque podría existir que unos pocos clientes, cuyos saldos sean proporcionalmente más
altos que el común de la cartera de clientes, estén registrando alguna mora en el cumplimiento de sus
obligaciones o disfruten de alguna prerrogativa especial, lo que hará que el promedio general se desvirtúe un
poco.

Para obviar el problema anterior es útil clasificar las cuentas por cobrar de acuerdo a su antigüedad, identifican-
do los períodos vencidos en cada caso, más o menos bajo las parámetros permitidos para establecer las provi-
siones para cuentas de difícil o dudoso recaudo, incorporadas en las normas tributarias y contables.

Rotación de inventarios

Señala el número de veces que las diferentes clases de inventarios rotan durante un período de tiempo determi-
nado o, en otras palabras, el número de veces en que dichos inventarios se convierten en efectivo o cuentas por
cobrar.

Costo / Inventario

Histórico Ajustado
986.266 / 257.561 2.066.098 / 518.045 1.011.842 / 257.561 2.095.102 / 518.045
3.83 3.99 3.93 3.95

En este caso, es acertado que, para una mejor interpretación de resultados, el valor de los inventarios promedio
(denominador) permanezca a valores históricos pero, en cambio, el valor del costo sí incorpore los respectivos
ajustes por inflación, por cuanto dicha cifra expresa el monto que la compañía debería reservar para poder
operar normalmente, en condiciones de inflación, o por lo menos en el mismo volumen de transacciones
registrado en el período inmediatamente anterior. Por ello, además del ajuste por inflación proveniente de
calcular las depreciaciones provenientes de activos fijos y amortización de diferidos, intangibles y activos
agotables, debería reflejar la actualización de los demás factores que integran el costo de producción —tales
como compras de inventario, mano de obra y gastos indirectos— aplicando los procedimientos que fueron
derogados por la Ley 488 de 1998:

Corregido
Costo / Inventario 1.075.871 / 257.561 2.175.317 / 518.045
4.18 4.20

Sin embargo, teniendo en cuenta la anterior corrección,, la interpretación no puede hacerse en el sentido de que
la rotación de inventarios mejoró con la inflación (respecto a valores históricos), sino en dirección a apuntar que
esta empresa ha debido rotar 4.18 veces su inventario, a cambio de 3.83 veces en 20X1; y 4.20 veces a cambio
de 3.99 veces en 20X2, si se pretendía mantener cierta estabilidad en el poder adquisitivo de la moneda.

Este indicador de «rotación de inventarios», puede —y debe— ser calculado para cada clase de inventario:
materia prima, productos en proceso, productos terminados, mercancía para la venta, repuestos y materiales,
entre los más comunes, en cuyo caso el factor «costo» debe ser adaptado a las circunstancias (materia prima
consumida, costo de producción, costo de ventas o consumos, según se trate de una u otra clase de inventario);
y el inventario promedio debe ser lo más representativo posible, ojalá obtenido con una larga serie de datos (por
ejemplo los doce meses del año), aunque el promedio de sumar inventario inicial con inventario final, no
invalida su resultado.

Días de inventario

Es otra forma de medir la eficiencia en el empleo de los inventarios, sólo que ahora el resultado se expresa no
como número de veces, sino a través del número de días de rotación.

Días / Rotación

Histórico Ajustado
365 / 3.83 365 / 3.99 365 / 3.93 365 / 3.95
95 91 93 92

Estos resultados señalarían que la empresa convirtió sus inventarios en efectivo o cuentas por cobrar (a través
de las ventas) cada 95 días y cada 91 días, durante 20X1 y 20X2, mirado desde el punto de vista de cifras no
corregidas por inflación y cada 92 y 87 días, durante los mismos períodos, después de eliminar el efecto de la
variación de precios en el cálculo de la depreciación.

¿Será esto cierto? Al parecer, no. Debe introducirse primero un cambio en el numerador de la razón (cambio
que se estudió en el capítulo de «rotación de inventarios») y posteriormente revaluarse su interpretación:

Corregido
Días / Rotación 365 / 4.18 365 / 4.20
87 87

Cifras que deben ser leídas e interpretadas a la luz de «lo que debería ser». Es decir que, para que esta compañía
no se vea afectada en términos de poder adquisitivo, su inventario debería retornar (convertirse en efectivo o
cuentas por cobrar) cada 87 días y no cada 95 o 91 días, durante los dos años en estudio.

Rotación de proveedores

Expresa el número de veces que las cuentas por pagar a proveedores rotan durante un período de tiempo deter-
minado o, en otras palabras, el número de veces en que tales cuentas por pagar se cancelan usando recursos lI-
quidos de la empresa.
Como en el ejercicio que se ha venido desarrollando no se conoce el monto de las compras efectuadas durante
el año, éstas pueden estimarse a través de la información conocida: inventarios iniciales y finales y costo de
ventas. Sin embargo, debe insistirse en que la razón sería más completa si se conocieran exactamente los
volúmenes de compras de inventarios hechos a proveedores.

Ajustado Corregido
Costo de ventas 986.266 2.066.098 1.011.842 2.095.102
Más: inventario final 257.561 518.045 257.561 518.045
Mercancía disponible 1.243.827 2.584.183 1.269.403 2.613.147
Menos: inventario final 239.987 257.561 239.987 257.561
Total compras 1.003.840 2.326.582 1.029.416 2.355.586

Compras / Proveedores

Histórico Ajustado
1.003.840 / 45.681 2.326.582 / 110.826 1.029.416 / 45.681 2.355.586 / 110.826
21,97 20,99 22,53 21,25

Estos resultados se interpretarían de la siguiente manera: Las cuentas por pagar a proveedores de 20X1, que
ascendían a $45.681 ocasionaron salidas de efectivo durante 21.97 veces en dicho período y 20.99 veces duran-
te el año 20X2. Sin embargo, al practicar parcialmente el sistema integral de ajustes por inflación, el valor de
las compras queda expresado, también parcialmente, en términos de moneda del 31 de Diciembre de cada
período, motivo por el cuál las compras también fdeberían tomarse debidamente actualizadas por inflación para
obtener así el monto que costaría adquirir el mismo volúmen de inventarios, para poder seguir operando
normalmente, pero a los nuevos precios afectados por la inflación:

Corregido
Compras / Proveedores 1.090.865 / 45.681 2.424.458 / 110.826
23,84 21,88

En consecuencia, el indicador de rotación de cuentas por pagar a proveedores debe calcularse con base en cifras
ajustadas por inflación, en razón a que relaciona una partida no monetaria (compras) con otra monetaria (pro-
veedores).

Días de compra en cuentas por pagar

Es otra forma de medir la salida de recursos para atender obligaciones adquiridas con proveedores por compras
de inventario, pero expresando el resultado no como número de veces, sino a través del número de días de
rotación.

Días / Rotación

Histórico Ajustado
365 / 21,97 365 / 20,99 365 / 22,53 365 / 21,25
17 17 16 17

Estos resultados señalarían que la empresa canceló sus deudas con proveedores cada 17 días, durante 20X1 y
20X2, mirado desde el punto de vista de cifras no corregidas por inflación y cada 16 y 17 días, durante los
mismos períodos, después de eliminar el efecto de la variación de precios. Al tomar cifras corregidas, dichos
días de rotación cambiarían a 15 en el año 20X1, pero se mantendrían en 17 en el 20X2
Ciclo neto de comercialización

Este indicador, que se calcula como un número de días, es útil para identificar la magnitud de la inversión
requerida como capital de trabajo, porque relaciona la rotación de las tres variables que intervienen
directamente en la actividad operativa de una empresa: cuentas por cobrar a clientes, inventarios y cuentas por
pagar a proveedores. Para su estimación se toman los resultados, en número de días, de las rotaciones
correspondientes a cada uno de los conceptos mencionados:

Real
Número de días de cartera 69 27
Número de días de inventario 87 87
Sub-total 156 114
Menos: número de días de rotación de proveedores 15 17
Ciclo neto de comercialización 141 97

Cuya interpretación no es otra que la estimación de los requerimientos de capital de trabajo, que fueron de 139
y 97 días, para cada uno de los años analizados. En la medida en que este indicador sea mayor, significará que
la compañía debe obtener también mayores cantidades de dinero para atender sus obligaciones con proveedores
lo cuál se puede lograr, o bien a través de mejorar su cobranza o la eficiencia en la rotación de inventarios, o
bien mediante nuevos créditos, solución ésta que no es la mejor, por cuanto implicará costos financieros
adicionales, en detrimento de las tasas de rentabilidad.

Rotación de activos

Esta clase de indicadores establece la eficiencia en el empleo de los activos, por parte de la administración, en
su tarea de generación de ventas. Existen tantas clases de relaciones como cuentas del activo haya en un
catálogo contable. Sin embargo las razones de rotación de activos mas utilizadas son las siguientes

1. Ventas a efectivo y equivalentes: La razón entre las ventas y los saldos de efectivo señalan la relación de
causalidad proveniente de las operaciones normales de la empresa y sus disponibilidades para cubrir las
necesidades diarias y contar con una reserva prudente para eventualidades. Entre mayor sea la razón,
mayor también la probabilidad de déficit de efectivo; lo que provocará tener que acudir a otras fuentes
de financiación
2. Ventas a cartera: Es un parámetro que relaciona las operaciones comerciales del ente con la tenencia de
recursos improductivos en cartera. Un resultado demasiado bajo puede señalar políticas muy amplias de
crédito o ineficiencia en la labor de recaudo de las cuentas por cobrar. También podría ser un indicio de
problemas de pago, por parte de uno o más clientes.
3. Ventas a inventarios: Al igual que en la relación anterior, un indicador bajo podría ser síntoma de stock
en exceso, mercancías de lenta rotación o inventarios obsoletos. Por el contrario, una rotación por
encima del promedio del sector señalaría una insuficiente inversión en inventarios, lo cuál podría
conducir a pérdidas de mercado al no poder atender oportunamente nuevos pedidos
4. Ventas a activos fijos: La relación entre estas dos variables hace referencia al total invertido en propie-
dades, planta y equipo y su capacidad para producir y generar ventas. Por lo tanto un indicador bajo,
respecto al promedio del sector, estaría diagnosticando potenciales excesos en la capacidad instalada, o
ineficiencias en la utilización de la maquinaria o su obsolecencia técn

Como puede observarse, la intensidad en la utilización de activos se mide siempre con referencia a las ventas
porque, normalmente, son ellas las que proporcionan la oportunidad de generar recursos propios. Por la misma
razón la relación ventas a activos totales, como se verá más adelante, es fundamental para el cálculo de los
indicadores de rendimiento.

Para ilustrar el procedimiento y la interpretación de ésta clase de indicadores se tomará como ejemplo el de-
sarrollo de la relación “ventas a activos fijos”.

Ventas / Activos fijos brutos


Histórico Ajustado
1.620.003 / 574.661 3.102.816 / 1.384.524 1.620.003 / 702.486 3.102.816 / 1.566.740
2.82 2.24 2.31 1.98

Los resultados de este indicador señalan que, por cada peso invertido en activos fijos, se generaron 2.82 pesos
en 20X1 y 2.24 en 20X2, en ventas. Al tomar las cifras después de ajustes por inflación los resultados cambian
a 2.31 y 1.98, respectivament

Debe tenerse en cuenta que la rotación se calcula en pesos y, en consecuencia, no se analiza la productividad
real de la empresa, para lo cuál habría que conocer, entre otras cosas, la cantidad de artículos fabricados, la
capacidad instalada y las ventas y compras de activos fijos durante el período que se analiza

Existen algunos parámetros de aplicación general cuando se estiman relaciones de rotación de activos que de-
ben ser tomados en cuenta para una mejor interpretación de resultados. En primer lugar, si el nivel de activos se
modifica considerablemente durante el período analizado, es recomendable tomar el promedio simple,
dividiendo entre dos la sumatoria de los saldos inicial y final. De otra parte, un rendimiento constante o con
tendencia creciente en el tiempo señala una administración eficiente de los activos e impide que se confunda
una expansión coyuntural con un crecimiento sostenido de las operaciones de la empresa

Razones de rentabilidad

Las razones de rentabilidad, también llamadas de rendimiento se emplean para medir la eficiencia de la
administración de la empresa para controlar los costos y gastos en que debe incurrir y así convertir las ventas en
ganancias o utilidades

Tradicionalmente, la rentabilidad de las empresas se calcula mediante el empleo de razones tales como rotación
de activos y margen de ganancias. La combinación de estos dos indicadores, explicados más abajo, arroja como
resultado la razón financiera denominada «Rendimiento sobre la inversión» (RSI) y mide la rentabilidad global
de la empresa. Conocido como el método Dupont, es una forma de integrar un indicador de rentabilidad con
otro de actividad para establecer de donde proviene el rendimiento sobre la inversión: o de la eficiencia en el
uso de los recursos para producir ventas o del margen neto de utilidad generado por dichas ventas.

Este indicador señala al inversionista la forma como se produce el retorno de la inversión realizada en la em-
presa, a través de la rentabilidad del patrimonio y del activo total.

Rendimiento sobre la inversión

Utilidad / Activos

Histórico Ajustado
85.913 / 1.535.486 361.317 / 2.830.441 46.886 / 1.606.504 324.191 / 2.924.824
5,59% 12,77% 2,92% 11,08%

En el ejemplo analizado puede observarse que, después de dar aplicación al sistema integral de ajustes por
inflación, el indicador desciende notablemente en los dos años de estudio, aunque con menor intensidad en
20X2. Este hecho se explica porque la cuenta de corrección monetaria arrojó un saldo débito (pérdida)
disminuyendo el monto de las utilidades (numerador de la razón), a pesar también del ligero aumento en el
valor de los activos totales de la compañía (producto de los ajustes a inversiones y propiedades, planta y
equipo).

En opinión del autor, aún debería efectuarse un correctivo más al diseño de este importante indicador, en el
sentido de eliminar la parte de las utilidades o pérdidas provenientes de la «tenencia de activos», que se reflejan
en la cuenta de corrección monetaria: $9.900- y $11.546, para 20X1 y 20X2, respectivamente. Dicho correctivo
se efectúa bajo la premisa de que tales utilidades son «ganancias no realizadas» y, en consecuencia, no pueden
formar parte de la base para calcular el rendimiento real sobre la inversión.
En estas condiciones el indicador se estimaría así:

Corregido
Utilidad real / Activos 56.786 / 1.606.504 312.645 / 2.924.824
3,53% 10,69%

Resultados que, concluyentemente, indican que la rentabilidad estimada sobre valores históricos (antes de
eliminar el efecto de la inflación) sobre-estima la eficiencia operativa de la empresa y su capacidad para generar
utilidades

Pero, ¿de dónde proviene realmente la rentabilidad de la empresa del ejemplo?. Esta información puede obte-
nerse analizando por separado los dos componentes del indicador de «Rendimiento sobre la inversión», es decir
la «rotación de activos» y el «margen de ganancias».

Rotación de activos

La rotación de activos mide la eficiencia con la cual se han empleado los activos disponibles para la generación
de ventas; expresa cuantas unidades monetarias (pesos) de ventas se han generado por cada unidad monetaria
de activos disponibles. En consecuencia, establece la eficiencia en el empleo de los activos, por cuanto los
cambios en este indicador señalan también los cambios en dicha eficiencia. Sin embargo, ante la presencia de
inflación, el resultado tiende a presentar distorsiones, por cuanto las ventas representan un flujo y se registran
en moneda de poder adquisitivo promedio del período analizado. En cambio, los activos estarán valorados a su
costo de adquisición, lo que produce una sub-estimación en el poder de generación de ventas por cada peso
invertido en activos. Al eliminar el efecto de la inflación y corregir —en consecuencia— la mezcla de monedas
de distinto poder adquisitivo, este indicador tenderá a incrementarse y, lo que es más importante, permitirá un
mejor análisis de la eficiencia de la empresa, al poderse comparar los resultados con otras empresas del mismo
sector y entre distintos períodos:

Ventas / Activos

Histórico Ajustado
20X1 20X2 20X1 20X2
1.620.003 / 1.535.486 3.102.816 / 2.830.441 1.620.003 / 1.606.504 3.102.816 / 2.924.824
1,055 1,096 1,008 1,061

Margen de ganancias

Expresa el monto de las utilidades que se obtienen por cada unidad monetaria de ventas. Este indicador mide la
eficiencia operativa de la empresa, por cuanto todo incremento en su resultado señala la capacidad de la
empresa para aumentar su rendimiento, dado un nivel estable de ventas. En períodos de inflación el volumen de
ventas puede verse incrementado, aunque el volumen físico permanezca sin variación alguna. En consecuencia,
el costo de la mercancía vendida también se incrementará, pero en menor proporción al aumento de las ventas,
en razón a que dichos costos estarán valuados a precios antiguos (por su valor histórico de compra). Así las
cosas, el aumento porcentual de las utilidades, será superior al aumento porcentual de las ventas. Como se
explica en el siguiente cálculo, el sistema integral de ajustes por inflación corrige esta distorsión:

Utilidades / ventas

Histórico Ajustado
85.913 / 1.620.003 361.317 / 3.102.816 46.886 / 1.620.003 324.191 / 3.102.816
0,053 0,116 0,029 0,1045

Si se elimina, como ya se vio, el efecto de la «utilidad por tenencia de activos» (tomado del cuadro No. 14
«Corrección monetaria») entonces se tendría:
Corregido
Utilidad real / Ventas 56.786 / 1.620.003 312.645 / 3.102.816
0,035 0,1008

Con estos resultados ajustados por inflación y «corregidos» se puede concluir que la rentabilidad de esta
empresa proviene de su eficiencia en el uso de los recursos físicos (activos) para producir ventas que del
margen neto de utilidad generado por dichas ventas.

Rendimiento del patrimonio

Este indicador señala, como su nombre lo indica, la tasa de rendimiento que obtienen los propietarios de la
empresa, respecto de su inversión representada en el patrimonio registrado contablemente:

Utilidad / Patrimonio

Histórico Ajustado
85.913 / 505.826 361.317 / 913.750 46.886 / 576.844 324.191 / 1.008.133
16,98% 39,54% 8,13% 32,16%

Pero si se depura la utilidad, en el sentido de eliminar la ganancia por tenencia de activos :

Corregido
Utilidad real / Patrimonio 56.786 / 576.844 312.645 / 1.008.133
9,84% 31,01%

Lo que significa que, después de corregir la utilidad ajustada, la verdadera rentabilidad «cae» al 31 por ciento
en el año 20X2, en tanto que en el período anterior se presenta un incremento en la rentabilidad.

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