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Otoño 2019
la mujer y su ejercicio como sujeto sexual en la Edad Media. Este es constituido a través
siglo XXI, por eso es importante cuestionar de dónde vienen estos planteamientos y hacia
sobre la crítica hacia su rol sexual dentro de la sociedad. Para esto se hablará desde la
diferencias con lo masculino, desde una perspectiva biológica y simbólica del cuerpo,
sexualidad y género. Primero, para entender el legado sobre las primeras impresiones del
cual comenzó a ser legada en segundo plano, desde una mirada que la posiciona como un
hombre racional, más no de la mujer. Una mirada androcéntrica por donde se mire.
Por eso mismo abordan la diferencia psicológica de los hombres y las mujeres:
“La mujer tiene una disposición más suave, más compasiva, más pronta al
llanto, más impulsiva, más celosa, más desconfiada, más cobarde, más
(Yamuni 184)
sesgada por la de su composición femenina, por sus sentimientos, por su histeria. Las
mujeres no pueden utilizar sus facultades racionales con el mismo aplomo que un hombre.
facultad que no desarrollaban las mujeres, pensamiento que habita de manera indudable en
nuestros días.
La parte biológica del cuerpo femenino viene de diferentes miradas, pero con una
interpretaciones:
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[…] conciben a la mujer fría y húmeda, con los órganos genitales a imagen
convertido en útero y con unos ovarios que aún no son tales sino testículos
Jiménez 142)
simbólica entre los fluidos de los hombres y las mujeres, esa diferencia que genera un
pensamiento sobre un cuerpo y el otro. El hombre genera vida con sus fluidos, la mujer es
quien los guarda, los fecunda. Aun así la mujer menstrúa los siguientes meses, después de
dar a luz, “La sangre es el alimento de los animales que tienen sangre. Y el esperma del
por eso que la diferencia simbólica y vital entre hombres y mujeres se convierte en una
discusión más allá de lo biológico, toma sentido con todas las representaciones sociales y
culturales que se adaptan al medio donde se desarrollan los grupos. En este caso en el
Mujer y su sexualidad
solo hecho de ser mujer, lo cual ya tiene una significativa represión social. En su
desde dos posiciones: lo puro y lo impuro. Su cuerpo es creador de vida, pero también
tabú, y tiene parte de ciertas reglas sociales que deben seguirse para tener el orden y no
Las reglas sociales dentro de un grupo muestran las formas en que circulan las
creencias y la moral, además de las consecuencias que genera romper este orden. En
sobrenatural y el mundo real, porque genera un punto de regulación entre lo que se puede o
no hacer en un contexto determinado, es decir, “Las reglas sociales son, por lo tanto, meras
reglas que ponen coto a la divinidad, y la impureza es el peligro de doble sentido que
implica el contacto con la divinidad” (Douglas 22) Es decir, es el enfoque de tabúes del
heteronormada de dos sujetos del sexo contrario, como una forma de regular la
vida social, es decir, “La colaboración sexual es, por propia naturaleza, fecunda,
a través del contacto sexual, para Mary Douglas la contaminación sexual adquiere una
respuesta al deseo de mantener el cuerpo intacto, de manera física y social. Es por eso que
tienen que mantenerse lejos de ciertos criterios, como el incesto o el adulterio. Lo que
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establece una relación de diferencia entre hombre y mujer y sus diferencias sexuales y
sociales, que son parte de la constitución de una cultura con reglas establecidas.
La relación entre mujer, pureza y peligro y la perspectiva tabú del sexo tienen un
este desempeño sexual en el rol de la mujer. Se habla de una contaminación sexual que
engloba una posición que no solo es física, es también social. A través de esta prohibición
social la clandestinidad se hace presente y las condiciones de las mujeres se vuelven más
donde desempeñar su rol como sujeto sexual está mal, porque lo tiene que ser bajo ciertas
circunstancias y políticas.
androcéntrica. Los primeros saberes fueron hechos de hombres para hombres, en sus
respectivas disciplinas.
diferentes, denegadas a una participación más activa. Lo mismo sucede con el ejercicio de
su sexualidad, la voz de su experiencia a través de los años ha sido sesgada por diferentes
reglas que se han perpetuado a lo largo del tiempo. Reniegan de su decisión y autonomía
como sujeto erótico, solo se ve construida por la habilidad de ser madre, cuya interpretación
desde un pensamiento más antiguo, desde las viejas civilizaciones pero son ideas que se
rescatan para la consolidación de una moral desde la religión. La identificación del cuerpo
femenino y la diferencia con el masculino, que no tiene más diferencias que el significado
simbólico de sus fluidos, y toda la carga que el semen y la menstruación traen consigo. La
situación política de las mujeres dentro de la familia para una organización social. Además
de la relación de las reglas sociales que ejercen poder sobre sus cuerpos como sujetos
sociales y sexuales.
Trabajos citados
Corleto Oar, Ricardo Walter. «La mujer en la Edad Media.» Revista Teología XLIII.91
(2006): 655-670.
(1966-1967): 179-200.