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Cuando tenía 17 años solía trabajar y estudiar 20 horas al día.

Iba al colegio,
hacía mis deberes en los descansos y dirigía una organización sin ánimo de
lucro por las noches. En aquellos tiempos el trabajo duro me llevó a
numerosas campañas nacionales, oportunidades para trabajar con
organizaciones punteras y una exitosa carrera. A medida que fui
cumpliendo años ya no pensaba de la misma manera. Me dí cuenta de que
el trabajo duro no es siempre el camino para el éxito. A veces, trabajar
menos puede dar mejores resultados.

Piensa en el dueño de un negocio pequeño que trabaja sin parar. Sin


embargo, trabajar duro no le va a ayudar a competir con sus millones de
competidores. El tiempo es una comodidad limitada. Un empresario
puede trabajar las 24 horas del día, los 7 días de la semana (la mayor
cantidad de tiempo que alguien puede trabajar). Su competidor siempre
puede gastar más dinero, construir un equipo mayor y pasar mucho más
tiempo en el mismo proyecto. Entonces, ¿por qué las nuevas empresas
consiguen cosas que otras no podrían? Facebook compró Instagram, una
compañía con 13 empleados, por mil millones de dólares. Snapchat, una
empresa joven de 30 empleados está rechazando ofertas de grandes de la
tecnología como Facebook y Google. Parte de su éxito fue suerte — el resto
fue cuestión de eficacia.

La clave del éxito no está en trabajar duro, si no e n trabajar con

inteligencia.

Hay una gran diferencia entre estar ocupado y ser productivo. Que estés
ocupado no quiere decir que estés siendo productivo. Ser productivo tiene
muy poco que ver con la administración del tiempo y mucho que ver
con la administración de tu energía. Es el negocio de la vida. Necesitamos
aprender a gastar menos energía para conseguir más beneficios. Soy muy
afortunada por trabajar con un equipo increíble aquí en Filemobile. Todos
me retan y me ayudan a establecer mis prioridades para ser más productiva.
Aprendí a reducir mi jornada laboral de 80 horas a 40, y a conseguir hacer
mucho más trabajo en el proceso. En otras palabras, menos es más.

Estas son las 7 cosas que dejé de hacer para ser más productiva.

1. Deja de hacer horas extras y aumenta


tu productividad.
¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienen las 4o horas semanales? En
1926, Henry Ford, industrial americano y fundador de la empresa de marca
de coches Ford Motor Company llevó a cabo experimentos con resultados
interesantes: cuando reduces tu horas de trabajo diarias de 10 a 8 y
reduces tu horario semanal de 6 a 5 días, tu productividad aumenta.
Fuente: Calculando la pérdida de productividad por hacer horas extras
usando los gráficos publicados: Realidad o ficción.

Cuanto más trabajas menos efectivo y produ ctivo serás tanto a corto
como a largo plazo. «Trabajar horas extras tiene consecuencias en la
construcción de proyectos», expresa un informe enviado por The Business
Roundtable en 1980.

«Mientras que un h orario de trabajo de 60 horas o más se manales se prolonga


más de dos meses, el efecto acumulativo de la reducción de productividad
supondrá un retraso en la fecha de finalización que podría haber sido conseguida
con éxito con el mismo personal en un horario semanal de 4o horas».

Fuente: Calculando la pérdida de productividad por hacer horas extras


usando los gráficos publicados: Realidad o ficción.

En un artículo para AlterNet, la editora Sara Robinson mencionó una

«investigación dirigida
perder una hora por el por
de sueño ejército
nocheestadounidense que reveló
durante una semana que un
causa
nivel de degradación cognitiva equivalente a un nivel de alcohol en
sangre de 10 miligramos ». Te pueden echar del trabajo por venir borracho,
pero es perfectamente aceptable venir sin dormir durante toda la noche.

Independientemente de lo capaz que seas de llevar bien el día después de esa noche
sin apenas haber dormido, es muy poco probable que te sientas especialmente
animado y contento. Tu perspectiva más negativa de lo usual será resultado de un
bajo estado de ánimo, que es una consecuencia obvia de estar cansado. Más
importante que el ánimo, esta actitud suele estar acompañada de una menor
disposición a pensar y actuar de una manera dinámica, controlar impulsos,
sentirse positivo con uno mismo, empatizar con otros, y usar generalmente la
inteligencia emocional.

Fuente: The Secret World of Sleep: The Surprising Science of the Mind at
Rest [El sorprendente mundo del sueño: la sorprendente ciencia de la mente
cuando descansa]

Es importante no trabajar demasiado y dormir bien para mantener un alto


nivel de productividad. La próxima vez que te preguntes por qué no estás
trabajando de manera productiva, la razón puede ser tan sencilla como que
seas una de ese 70% de personas que no duermen lo suficiente.

Leonardo da Vinci dormía muchas siestas en e l día y dormía menos por la noche.

El Emperador francés, Napoleón, no se privaba de sus siestas. Se consentía cada


día.

Aunque Thomas Edison se sentía un poco avergonzado por su hábito de dormir


durante el día, practicaba su ritual cada día.

Eleanor Roosevelt, la mujer del Presidente Franklin D. Roosevelt, solía aumentar


sus energías durmiendo antes de sus discursos.

Gene Autry, «el cowboy cantante», dormía siempre en su camerino entre cada
actuación.

El President John F . Kennedy almorzaba cada día en su cama y luego dormía,


¡todos los días!.

El industrial del petróleo y filántropo, John D. Rockefeller, dormía cada tarde en


su oficina.

Las siestas de Winston Churchill no eran negociables. Creía que le ayudaban a


hacer el doble cada día.

El Presidente Lyndon B. Johnson dormía cada tarde a las 3:30 para dividir su
días en «dos turnos».
Aunque fuera criticado por esto, el Presidente Ronald Reagan también dormía
durante el día.

Fuente: 5 Reasons Why You Should Take a Nap Every Day [5 razones por las
que deberías dormir la siesta cada día]— Michael Hyatt

De manera personal, desde que empecé a dormir 8 horas en lugar de 7, noté


un cambio: era más productiva y hacía mucho más trabajo que cuando
trabajaba 16 horas al día. ¿Quién sabía que dormir era una herramienta tan
valiosa para los vendedores?

2. No digas «sí» muy a menudo


De acuerdo con el principio de Pareto , el 20% del esfuerzo produce el
80% de los resultados; sin embargo, el 20% de los resultados consume
el 80% del esfuerzo. En lugar de trabajar duro, nos deberíamos centrar en

aquellos esfuerzosmás
resto. Tendremos que tiempo
producen el centrarnos
para 80% de los en
resultados
las tareasy renunciar al
importantes.
Tenemos que dejar de decir «sí» a las tareas que nos traen bajos o ningún
resultado.

«La diferencia entre las personas con éxito y las personas con mucho éxito es que
las últimas dicen “no” a casi todo» — Warren Buffet.

Esto hace que nos planteemos una pregunta: ¿a qué debemos decirle «sí» y
a qué «no»? Si no puedes saber si algo va a valer tu tiempo, puedes
considerar hacer una prueba de descarte. Échale un vistazo a todo lo que
haces y optimiza si es posible.

Muchos de nosotros decimos sí más de lo que deberíamos porque es mucho


más fácil que decir no. Nadie quiere ser el chico malo.
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