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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

ESCUELA NACIONAL DE ESTUDIOS PROFESIONALES


IZTACALA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A
DISTANCIA

Material de autoria: Sandra Cerezo Reséndiz

Modulo: Psicología Teórica III


“Estrategias de Intervención comunitaria”

INTRODUCCIÓN

Indudablemente, el mundo globalizado, ha propiciado


diversos avances en áreas como: la ciencia, la tecnología, el
control de enfermedades, etc., lo cual ha propiciado cambios
en las estructuras sociales, las formas de convivencia; las
condiciones ambientales, sociales, culturales y económicas,
de las comunidades, organizaciones y personas. Por ello,
cada vez es más necesaria la participación del psicólogo
comunitario para incidir en las áreas de prevención y
atención ante las demandas sociales y de salud que la
población requiere.

La psicología comunitaria surge como respuesta a una gran


diversidad de factores y circunstancias como son: el
desgaste y la insatisfacción con el modelo clínico y los
profundos cuestionamientos a la psiquiatría tradicional, la
redefinición del concepto de salud con el posterior desarrollo
de la salud mental comunitaria, la amplia aceptación de la
influencia del ambiente en los procesos psíquicos, el
desarrollo de la psicología social y la necesidad de articular
teoría y práctica, y por ultimo, la necesidad de muchos
psicólogos de vincular la psicología con la transformación de
la realidad social. (Cruz y Aguilar, 2002).

Con base en lo anterior en presente escrito muestra una


descripción general de los aspectos más relevantes de la
psicología comunitaria y de las intervenciones en este
campo para que el alumno conozca las diversas alternativas
de intervención comunitaria, considerando los fundamentos
teóricos, sociales y de salud que esta implica.

Historia de la perspectiva comunitaria

Muchos autores señalan la reunión de Swampscott en


Boston, en Mayo de 1965 como el inicio oficial de la
psicología comunitaria, planteando los siguientes acuerdos
(Cruz y Aguilar, 2002):

a) Impementación del término psicología comunitaria en


sustitución del de salud mental comunitaria.
b) Encarecida recomendación de ir sustituyendo en la
formación profesional del psicólogo, el modelo médico
por otros con mayor carga de interdisciplinariedad y
en los que sea posible advertir la presencia de
ciencias sociales, tales como la sociología,
antropología, ciencia política, etc.
c) Definición del profesional como un participante
conceptualizador más comprometido con la
promoción y efectividad de los programas que con la
pura labor de creación de conocimiento;
d) De entre las distintas ramas del saber psicológico, se
concede un lugar preeminente por su posible
contribución a la perspectiva comunitaria, a la
psicología social, la dinámica de los grupos y la
psicología evolutiva;
e) La investigación comunitaria, se conviene, resulta
especialmente pertinente en los siguientes terrenos:
-Consideración global del individuo como miembro
de una comunidad y especial atención a las
consecuencias que para su funcionamiento
individual pueda tener el ambiente físico y
social…;
-Evaluación de las reacciones del individuo al
cambio;
-Hincapié en la relación que se establece entre las
condiciones socioculturales y el funcionamiento de
la personalidad;
-Especial atención sobre las consecuencias que la
organización social pudiera ejercer sobre la
configuración de poblaciones de alto riesgo y
modelos sociales alternativos que pudieran evitar
su formación;
-Comprobar cómo el cambio social (el cambio
comunitario y organizacional) se puede producir
modificando las actitudes y motivaciones de los
individuos concretos.

En esta reunión se amplían considerablemente las


perspectivas de trabajo de la psicología y claramente se
insta a los psicólogos a expandir su campo de actuación a
toda la comunidad, inclinándose hacia el desarrollo normal,
la prevención y el fomento de la calidad de vida.
Características de la comunidad

La psicología comunitaria tiene como elemento básico, la


comunidad, es una intervención que está íntimamente
vinculada al contexto espacial, histórico, cultural y social en
el que se desarrolla la acción. (Cruz y Aguilar, 2002).

Etimológicamente el término comunidad proviene del latín


comunitas y expresa “la calidad en común, de lo que, no
siendo privativo de uno solo, pertenece o se extiende a
varios” (pag.36). Dependiendo de lo que se considere común
o compartido, podrán identificarse diversos tipos de
comunidades. (Cruz y Aguilar, 2002).

Seidman y Rappaport (1974) establecen la siguiente escala:


individual, grupal, organizacional, institucional, comunitaria y
social. (Cruz y Aguilar, 2002).

Para Tönnies la comunidad se caracteriza porque las


relaciones sociales que se establecen en ella obedecen a
una voluntad natural, son producto de vínculos naturales,
que abarcan la familia, las tradiciones e incluso la vida
religiosa. (Cruz y Aguilar, 2002).

Con base en diferentes definiciones se puede considerar


que el término comunidad contiene tres elementos (Cruz y
Aguilar, 2002):

a) una localidad o área geográfica, tomando en cuenta


que los límites geográficos o la influencia de los
factores físicos sobre las relaciones sociales;
b) la estructura social de un grupo, estudiándose las
instituciones del mismo y los problemas de los roles,
estatus y clases sociales que se dan en su interior; en
este caso la comunidad es considerada, como un
conjunto de relaciones sociales.
c) El aspecto psicológico, considerando a la comunidad
como sentimiento o conciencia de pertenencia.
d) Equivalente o sinónimo de sociedad.

Al respecto Hillery examinó en 1954, un total de 94


definiciones del término, hallando en 69 de estas, tres
elementos comunes(Cruz y Aguilar, 2002):

- una localidad geográfica,


- relaciones y lazos comunes,
- Interacción social.

Por último el término comunidad se le puede definir como


“una agregación social o conjunto de personas que, en tanto
que habitan en un espacio geográfico delimitado y
delimitable, operan en redes estables de comunicación
dentro de la misma, pueden compartir equipamientos y
servicios comunes y desarrollan un sentimiento de
pertenencia o identificación con algún símbolo local; y, como
consecuencia de ello, pueden desempeñar funciones
sociales a nivel local, de tipo económico (producción,
distribución y/o consumo de bienes y servicios), de
socialización, de control social, de participación social y de
apoyo mutuo (Cruz y Aguilar, 2002, pag. 45).
Perspectiva comunitaria en Latinoamérica

En Latinoamérica, a finales de los años cincuenta, el


movimiento de las ciencias sociales y humanas había
comenzado a producir una sociología comprometida,
militante, dirigida fundamentalmente a los oprimidos, en
sociedades donde la desigualdad, el lugar de desaparecer
se hacia cada vez mas extrema. El reto era enfrentar los
problemas sociales de una realidad muy concreta: el
subdesarrollo de Latinoamérica y sus consecuencias sobre
la conducta de individuos, grupos, la dependencia de los
países que integran la región y sus consecuencias
psicosociales. De esta forma, la psicología comunitaria nace
a partir de la disconformidad con una psicología social que
se situaba, bajo el signo del individualismo y que practicaba
con riguroso cuidado la fragmentación, pero que no daba
respuesta a los problemas sociales. Puede decirse, que es
una psicología que surge a partir del vacío provocado por el
carácter subjetivista de la psicología social psicológica y por
la perspectiva macrosocial de otras disciplinas sociales
inclinadas hacia la comunidad. La psicología comunitaria
nace de una práctica transformadora, enfrentada en
situación, que apela a la pluralidad de fuentes teóricas para
intentar elaborar modelos teóricos propios que respondan a
las realidades con las que se trabaja, responsables a su vez
del surgimiento de esta psicología. Asimismo, busca generar
una metodología basada en la acción y la participación, que
sea una respuesta alternativa a los modos convencionales
de estudiar esos grupos sociales específicos que son las
comunidades (Montero, 2004).
Perspectivas en la salud comunitaria

La Medicina preventiva y la Salud Pública es el nombre


oficial de una especialidad médica que engloba los saberes
de la clínica preventiva, la salud pública, la promoción de la
salud, la epidemiología, la gestión sanitaria y la calidad
asistencial, y la educación sanitaria. (Martínez, 2003).

Al margen de esto, la medicina preventiva es la parte de la


asistencia (la clínica) que tiene por objeto prevenir las
enfermedades (prevención primaria) o evitar que estas
desarrollen síntomas o lleven a la muerte (prevención
secundaria), o bien conseguir restaurar la función perdida
(prevención terciaria o rehabilitación). La diferencia entre
medicina preventiva y salud pública está en el cómo no en le
fin, que es el mismo: prevenir la enfermedad, evitar los
daños y la muerte prematura y aumentar la calidad de vida.
(Martínez, 2003).

En la medicina preventiva se mantiene el abordaje individual,


la aplicación de medidas asistenciales, terapéuticas o no,
pero generalmente en la cabecera del enfermo o en la
consulta, mientras que la salud pública actúa en diversos
modos: intervenciones desde los medios de comunicación
social, con medidas legislativas para proteger la salud, con
la planificación y financiación de campañas de vacunación o
de saneamiento del medio, o mediante la inspección
sanitaria para velar por el cumplimiento de esas leyes, o con
planes educativos en la escuela, la calle o el medio laboral.
(Martínez, 2003).
Modelo de promoción de la salud

La promoción de la salud ha surgido internacionalmente


como una estrategia importante para lograr equidad,
democracia y justicia social. Ha demostrado su capacidad de
abordar difíciles problemas sanitarios, sociales y
económicos, ofreciendo un marco valioso para organizar la
acción social y política con el fin de mejorar la salud y las
condiciones de vida OPS (2005).

La promoción de la salud se considera la nueva salud


pública porque es un enfoque técnico y político que opera en
diversos sectores, fomenta el empoderamiento y mejora la
calidad de vida. Al no centrarse en las enfermedades, la
promoción de la salud ofrece herramientas para hacer frente
a los cambios en el perfil sociodemográfico y epidemiológico,
al igual que los retos subsiguientes de promover modos de
vida y espacios sociales sanos y prevenir las enfermedades
infecciosas y no transmisibles. Asimismo, permite responder
a las necesidades de grupos de población vulnerables,
especialmente los niños, los ancianos y las personas con
discapacidades. En lo regional, además de los conocidos
esfuerzos por fomentar modos de vida sanos, estas
acciones han adoptado la forma de luchas contra la pobreza
y la violencia, haciendo hincapié en la participación popular y
la responsabilidad social. La promoción de la salud, por
consiguiente, ofrece un marco para la creación de políticas
públicas en todos los sectores que apoyen el desarrollo
saludable y sostenible. Los ejemplos de todo el continente
americano demuestran que la planificación, la puesta en
práctica y la evaluación de las estrategias de promoción de
la salud a todos los niveles, y por medio del proceso de
Municipios y Comunidades Saludables en particular, aporta
una base importante para abordar y gestionar difíciles
sociales y de salud y crear espacios de apoyo a la salud.
(OPS, 2005).

Con base en el enfoque anterior, “Promover la Salud” es


elevar el nivel de salud de una comunidad, mejorando las
condiciones sociales o familiares que afectan a la salud,
como la nutrición, la vivienda, la escuela o las zonas verdes.
Por ello, muchas medidas legislativas y organizativas, así
como buena parte del gasto público local, puede ser eficaz
en la promoción de la salud. (Martínez, 2003).

Un ejemplo satisfactorio de cómo se ha llevado a cabo la


promoción de la salud, es el caso de México, mediante “La
Declaración de México sobre la Promoción de la Salud”
(junio de 2000), en tal documento, las normas para la
elaboración, puesta en práctica y evaluación de los planes
de promoción de la salud, fueron adoptadas durante la
Quinta Conferencia Mundial de Promoción de la Salud
celebrada en México (2000). En México, el Movimiento de
los Municipios para la Salud se considera una estrategia
nacional clave para promover la salud a nivel local, mediante
la participación comunitaria, la colaboración entre diferentes
sectores, la difusión de la información sobre la salud y las
políticas públicas y la creación de espacios sanos (OPS,
2005).

Actualmente, México tiene más de 1500 municipios


registrados que cuentan con el apoyo del proyecto
Comunidades Saludables del Ministerio de Salud. Las
comunidades saludables y los municipios en México han
puesto en práctica diversas políticas sociales y realizado
campañas de educación para proteger el ambiente, mejorar
el agua y el saneamiento básico, promover la alimentación
sana, los modos de vida activos, los espacios sin humo de
tabaco y prevenir el abuso de sustancias psicotrópicas. Han
invertido en políticas diseñadas para mejorar las condiciones
de salud de grupos vulnerables mediante programas como
PROGRESA y Arranque Parejo en la Vida. El movimiento
Municipios para la salud en México mejora la calidad de vida
al crear ambientes físicos y sociales saludables y propicios.
Las redes a nivel de los Estados y el Movimiento nacional
Mexicano de Municipios para la Salud crean oportunidades
para el apoyo mutuo y el intercambio de experiencias sobre
las mejores prácticas en la promoción de la salud. Las redes
fortalecen asimismo la capacidad de gestión, a fin de
mejorar el análisis y la comprensión de los problemas
sociales y sanitarios y compartir los recursos entre los
municipios. Desde su creación en 1993, esta red ha
realizado cuatro reuniones temáticas por año y una
conferencia anual (OPS, 2005).

Evaluación de la salud comunitaria

Para evaluar el nivel de salud de una población es


indispensable conocer algunos indicadores epidemiológicos
sobre la enfermedad. Al respecto, la epidemiología es la
ciencia que estudia los determinantes de la salud, los cuales
incluyen la frecuencia, las causas o factores de riesgo, los
factores de prevención y las terapias, entre otros. La palabra
procede del griego y etimológicamente significa “sobre el
pueblo”, haciendo referencia a la aparición brusca de
enfermedades o plagas (epidemias) sobre las comunidades.
Actualmente, epidemiología no se ocupa sólo de los brotes
epidémicos, sino también del resto de las enfermedades
infecciosas, crónicas y de salud. Otra definición de
epidemiología es el estudio de la frecuencia de las
enfermedades. En esta definición se resumen tanto la
aparición (persona, lugar y tiempo), como la cuantificación y
las causas que favorecen o previenen los procesos
patológicos. (Martínez, 2003).

Prevalencia: cuando hablamos de la frecuencia de casos en


un momento dado o en un periodo considerado como un
punto temporal, en relación con una población de base,
estamos hablando de prevalencia, por ejemplo, la
prevalencia de diabetes en una ciudad de 50,000 habitantes
en la cual hay registrados 2,500 casos de esta enfermedad,
es del 5%. Prevalencia= (No. De casos del problema/
población de estudio). Conocer la prevalencia es tener una
idea estática, como una imagen congelada o una fotografía
de un problema. (Martínez, 2003).

Incidencia acumulada: cuando lo que interesa es conocer el


numero de casos nuevos que se presentan en un periodo d
e tiempo en una población. Incidencia acumulada= (No. De
casos nuevos/ población de estudio) X 100, X 1,000 o X
100,000, por unidad de tiempo. La unidad temporal suele ser
el año. (Martínez, 2003).
Alcances de la perspectiva comunitaria

Los alcances de la participación comunitaria son:


 Es un proceso que reúne simultáneamente
enseñanza y aprendizaje. Todos los
participantes aportan y reciben,
 Tiene efectos socializantes. Se general pautas
de acción.
 Tiene efectos concientizadores.
 Desarrolla la colaboración y la solidaridad.
 Moviliza, facilita y estimula recursos (materiales
e inmateriales) existentes y fomenta la creación
y obtención de otros nuevos.
 Puede generar formas de comunicación
horizontal entre los participantes.
 Produce intercambio y generación de
conocimientos.
 Permite el desarrollo de la capacidad reflexiva
y crítica.
 Desarrolla y fortalece el compromiso.
 Fortalece a la comunidad.
 Puede introducir diversidad, haciendo posible
el diálogo y la relación con otros en un plano
de igualdad basado en la inclusión.
 Debido a ello, fomenta el surgimiento de
nuevas ideas, nuevos modos de hacer, nuevos
resultados.
 Puede cambiar la dirección y el control de las
tareas que se ejecutan.
Críticas a la perspectiva comunitaria

Los psicólogos y los líderes comunitarios pueden


encontrarse con diversas dificultades, tales como, la falta de
participación de los miembros de la comunidad, también la
propia participación implica dificultades que deben ser
previstas y resueltas en el trabajo comunitario. Otras
dificultades conciernen al compromiso y al conocimiento que
puede manejarse en la comunidad. También, los miembros
de la comunidad pueden tener conocimientos provenientes
de su cultura y sus tradiciones que pueden entrar en
contradicción con los cambios necesarios para la
comunidad, Asimismo, la participación de la comunidad
puede estar influida por tendencias políticas, religiosas o de
cualquier otro tipo, de las cuales provengan ciertos intereses
o necesidades que pueden bloquear o desviar o incluso
poner en peligro el trabajo comunitario. Otro factor que
puede dificultar el trabajo comunitario pueden ser las
alianzas que los agentes externos hagan con ciertos
sectores de la comunidad, que de alguna manera signifiquen
la exclusión de otros grupos (Montero, 2004).

Modelo de Empoderamiento

El empoderamiento es un enfoque diferente para desarrollar


las intervenciones y crear cambios sociales. Este enfoque
considera que la mayoría de los problemas sociales se
deben a una distribución desigual de los recursos. La
delincuencia, la mendicidad, la drogadicción o los
embarazos en la adolescencia, no son resultados o producto
de patologías o desviaciones individuales, sino que se
entienden como un problema social que se origina y
mantiene por una distribución desigual de los recursos, sean
éstos materiales, sociales o psicológicos (Musitu y cols.
2004)

Comprender estas conductas es situarse en un nivel de


análisis de intervención que va mas allá del individuo, que se
interesa por los sistemas sociales, que comprende desde
factores microsociales como la familia, los sistemas de
apoyo informal o los grupos de ayuda mutua, hasta factores
macrosociales como la ideología dominante o el tipo de
política social desarrollada, que inhibe o promueve una red
institucional en sectores de riesgo-instituciones sanitarias,
sociales y culturales. Por lo tanto, el interés del
empoderamiento se dirige específicamente a la influencia
mutua que se produce entre la persona y los sistemas
ambientales en los que ésta se desarrolla. (Musitu y cols.
2004)

La intervención desde este enfoque no pretende eliminar los


déficits o las debilidades de los individuos buscando una
solución a los problemas presentes, sino que desde una
acción preventiva se trata de promover y movilizar los
recursos y potencialidades que posibiliten que personas,
grupos o comunidades adquieran dominio y control sobre
sus vidas. Los recursos son estrategias, cualidades,
estructuras o acontecimientos que pueden ser activados por
una comunidad determinada para resolver un problema
específico o contribuir al desarrollo de la misma (Musitu y
cols. 2004).
Modelo de prevención

El punto de articulación entre la prevención primaria con la


psicología comunitaria radica en la premisa de la ubicación
exógena (el contexto sociocultural) de la fuente causal de
trastornos potenciales. Este es un campo central de la
investigación-intervención comunitarias, coordinado con el
de la prevención clínica, dirigida a personas individuales con
factores predisponientes (prevención primaria) y que,
obviamente, juega un papel central a la hora de tratarlas ya
afectadas (prevención secundaria y terciaria). (Musitu y cols,
2004).

Los niveles de prevención para Martínez (2003), son los


siguientes:

PREVENCION PRIMARIA: es la actividad capaz de evitar


una enfermedad por completo, por ejemplo, la vacuna del
sarampión o de la viruela.
PREVENCION SECUNDARIA: es la que controla la
enfermedad en estadios precoces, evitando el daño y la
muerte, como el caso de la administración de aspirinas
posterior al primer infarto: previene el reinfarto.
PREVENCION TERCIARIA: coincide con la rehabilitación.
Se dirige a mermar los daños producidos por la enfermedad,
intentando devolver facultades perdidas a base del ejercicio
y del apoyo físico, psicológico y social.
Intervenciones Comunitarias

Serrano, 1992 (en Musitu, 2004) señala que los papeles a


desempeñar de una persona “agente de cambio” están
determinados por el “nivel de intervención”, considerado
como los valores, metas y premisas asumidos con relación
al mismo. Así por ejemplo, cuando se elige un nivel de
intervención individual y se parte de la idea de que “La
sociedad está clara y correctamente definida” y de que “los
problemas sociales actuales son el resultado de una falta de
ajuste individual a sistemas que están saludables”, las
estrategias de intervención individualizadas conducen al
desempeño de papeles como terapia, consultoría y consejo.
Cuando se adopta el grupo pequeño como nivel de
intervención y se presupone que los problemas sociales
resultan de conflictos inter e intragrupales, se adoptan
estrategias como la terapia de familia grupal, el
adiestramiento en relaciones humanas o los talleres de
resolución de conflictos; lo que da lugar al ejercicio de roles
como investigación, consultoría, educación, etc. Asimismo,
en el nivel de intervención sistémico, en el supuesto de que
las organizaciones no logran sus objetivos por sus propias
ineficiencias, sed trata de implementar estrategias de
desarrollo organizacional o de consultoría, mediante el
ejercicio de roles profesionales como los de la psicología
industrial-organizacional, consultoría o evaluación de
programas. Finalmente, si se adopta el nivel de intervención
interinstitucional o comunitario y suponiendo que la fuente
real de los problemas sociales y la base para el cambio
social son las actitudes, valores y metas y, indefinitiva, la
misma construcción social de la realidad, se trata de
organizar y movilizar a la comunidad, adoptando el rol
profesional o para profesional de defensor.

Los niveles de intervención se pueden observar en el


siguiente esquema de Banch (2000, en Musitu y cols. 2004):

Nivel 4 Macrosocial
Sociedad (ciudad, país, mundo)

Nivel 3 Mesosocial
(Vecindad, escuela, servicios básicos)

Nivel 2 Microsocial
(familia, grupos primarios)

Nivel 1 Individual
(persona)

Fig. 1. Nivel de análisis y de actuación de intervenciones comunitarias.

Los valores finales de la investigación-intervención


comunitaria tienen que ver con el logro de niveles
socialmente aceptables de bienestar, justicia, libertad,
igualdad y protección social. Para Marin (1998, en Musitu,
2004) una intervención culturalmente apropiada es aquella
que ha sido diseñada para reflejar apropiadamente las
actitudes, expectativas, normas y conductas del grupo, por lo
que toda intervención comunitaria debe incluir las tres
condiciones siguientes:
 Estar basada en los valores culturales básicos
del grupo.
 Las estrategias que forman la intervención
deben reflejar e incorporar la cultura subjetiva
(actitudes, valores, normas, expectativas) del
grupo.
 Los componentes que forman la intervención
deben reflejar las preferencias conductuales y
las expectativas de los miembros del grupo
cultural para el cual se ha creado la
intervención.

Las características de las intervenciones comunitarias, para


Nelson y Prilleltensky (2005), son las siguientes:

a) Las intervenciones de mejoramiento se basan en la


solución racional empírica del problema, por ejemplo
podemos estar frente aun problema como el embarazo no
deseado en adolescentes, ante esto, los programas de
prevención están dirigidos hacia el incremento en el
conocimiento sobre el control de la natalidad, o en el apoyo
de grupos o programas educativos para desarrollar o dirigir
este problema para promover el bienestar de las mamás y
de sus hijos.

b) Las intervenciones de transformación, están dirigidas en


situaciones de opresión y desigualdades de poder y
enfatizan las fortalezas de la gente, mas que sus
deficiencias, un ejemplo de ello es le incremento del numero
de mujeres que viven en la pobreza con muy pocas
oportunidades reales remejoramiento económico y de una
correspondiente incrementada riqueza de un pequeño
segmento de la población; por ello, el genero , la raza y las
clases sociales son encaminadas como interrelacionadas
con la opresión y las mujeres jóvenes vulnerables.

Propuestas de intervenciones

Con base en la revisión anterior, algunas propuestas que se


han planteado para desarrollar una intervención comunitaria
son las siguientes:

A) Salud en los adolescentes: La OPS considera que la


Promoción de la Salud en adolescentes y jóvenes puede
llevarse a cabo de manera más eficaz mediante programas
que, por una parte, asistan a esta población en particular y a
la comunidad en general en la adopción de decisiones
adecuadas para la protección de su salud y, por otra parte,
apoyen los desarrollos institucionales que aseguren
disponibilidad de los servicios y las tecnologías necesarias
para resolver los problemas de los adolescentes y jóvenes.
La División de Promoción y Protección de la Salud promueve
actividades de diseminación de información, uso de la
comunicación con medios masivos e interpersonales y
educación, relacionadas con las ventajas de estilos de vida
saludables y los riesgos asociados a estilos de vida no
saludables; movilización de recursos para promover la toma
de conciencia y la participación de personas y
organizaciones públicas y privadas, y el entrenamiento de
los trabajadores de la salud y de otros sectores sociales para
que empleen metodologías preventivas y participativas
(OPS, 2001).
B) La salud en la mujer: La relación entre mujer y salud es
compleja pues tiene al menos las siguientes facetas: la salud
de las mujeres a lo largo de todo su ciclo de vida; el papel de
las mujeres trabajadoras de la salud a nivel profesional, y las
mujeres como proveedoras de atención de salud en el
ámbito doméstico y comunitario. En una sesión de la OPS,
se promovió una visión de la salud de la mujer mexicana a lo
largo del ciclo vital, incluyendo como un elemento esencial la
salud sexual y reproductiva, pero sin limitarse a ésta.
Asimismo, el documento, destaca especialmente los
problemas referentes a la salud de las mujeres que tienen
una mayor prevalencia entre ellas, o que tienen
consecuencias más graves, y no han sido atendidos de
manera adecuada. Por ello, como parte de este componente
se coordinan las acciones para prevenir y abordar la
violencia familiar y sexual, la salud mental, las adicciones y
los problemas asociados a los modos de vida, como los
nutricionales y los crónicos, cuya génesis se relaciona
claramente con el comportamiento y por tanto con el género
(OPS, 2003).

C) Promoción y educación de la salud ante desastres


naturales: planteando las siguientes acciones (OPS 2002):
* Plan de educación para la salud en situación de
emergencia previsto en condiciones de normalidad y
acciones emergentes ante la catástrofe.
* Promoción y educación en albergues y con personal
evacuado.
* Promoción y educación con familias altamente
damnificadas.
* Promoción y educación priorizada con niños y
adolescentes.
* Promoción y educación para los equipos de primera
respuesta.
* Identificación de organizaciones y líderes comunitarios.
* Motivación y organización de la población para la
autoayuda y ayuda mutua.
* Participación de la población en la planificación y ejecución
de las acciones en situaciones de emergencia.

D) Caso Clínico: la forma más elemental para abordar un


problema sanitario es la descripción específica de un caso
de enfermedad, que reúna varios de los elementos que se
suelen considerar relevantes y típicos del problema. Con
pocas excepciones carece de utilidad en la investigación
actual, auque siempre puede ser el principio del abordaje
descriptivo de un nuevo problema de salud. Su utilidad
actual radica en ser de interés para la docencia y formación
continua. Las sesiones clínicas suelen comenzar con la
descripción de un caso, a la que sigue una discusión sobre
alternativas terapéuticas o de otra índole. (Martínez, 2003).

E) Serie de Casos: el conocimiento de algunas importantes


enfermedades como la angina de pecho se debe a la
descripción realizada por estos autores sobre un número
reducido de casos clínicos de la misma patología. Sobre
estos casos se suele hacer un análisis de frecuencias,
indicando por tanto, en qué porcentaje afectan a hombres y
mujeres, en qué profesiones o ubicaciones geográficas y con
qué frecuencia se dan los diversos síntomas, junto con la
media de edad, peso y otras variables físicas cuantitativas
(recuento de hemoglobina, células sanguíneas, etc.)
(Martínez, 2003).

CONCLUSIONES

La psicología comunitaria ha surgido por la necesidad de


considerar el enfoque clínico de la salud mental, así como la
influencia del ambiente y el contexto social, para poder llevar
a cabo una adecuada relación entre la teoría y la práctica,
tomando en cuenta las características esenciales de la
comunidad como son, una área geográfica determinada, los
aspectos psicológicos de la misma, tales como las
costumbres, la interacción social y los acuerdos entre los
miembros de la comunidad; todo ello para poder desarrollar
planes de promoción de la salud y lograr una equidad social
entre cada miembro, influyendo en las políticas públicas.

Afortunadamente, en México, este enfoque ha tenido éxito


con la implementación de programas con apoyo
internacional, como la Organización Panamericana de la
Salud, demostrando que en nuestro país existen diversas
necesidades sociales que es prioritario que se aborden
desde una perspectiva multidisciplinaria para lograr alcanzar
el objetivo del bienestar y salud para todos, mediante
estrategias como la promoción de la salud, el
empoderamiento y los modelos de prevención dirigidos hacia
los 4 niveles de intervención.
REFERENCIAS

Cruz, F; Aguilar. M. (2002) Introducción a la psicología


comunitaria. España. Ed. CCS.

Martínez, J. (2003). Nociones de salud pública. España.


Díaz de Santos.

Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria.


Desarrollo, conceptos y procesos. Argentina. Paidós.

Musito, G; Herrero, J; Cantera, L; Montenegro, M. (2004)


introducción a la psicología comunitaria. España. Ed.UOC.

Nelson, G. Prilleltensky, I. (2005) Community Psychology. In


pursuit of liberation and well-being. China. Ed. Palgrave
MacMillan.

Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2005).


Municipios, ciudades y comunidades saludables.
Recomendaciones para la evaluación, dirigido a los
responsables de las políticas en las Américas. EUA. OPS.

Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2001).


Manual de comunicación social para programas de
promoción de la salud de los adolescentes. EUA. OPS.

Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2003). 20ª.


Sesión del Subcomité sobre la mujer, la salud y el desarrollo
del comité ejecutivo. Experiencias de los países en materia
de monitoreo de las políticas sanitarias desde el punto de
vista del género experiencia en México. EUA. OPS.

Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2002).


Protección de la salud mental en situaciones de desastres y
emergencias. Costa Rica. OPS.

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