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¿Qué es un sismógrafo?
El sismógrafo o también conocido como sismómetro, es una herramienta que se utiliza para
calcular la intensidad de los sismos, temblores o terremotos que son producidos por
desplazamientos de las placas tectónicas o litósferas.
En este aparato conocido como sismógrafo, se registran las magnitudes de las distintas
oscilaciones de los temblores que se producen en la tierra, estas oscilaciones que sufre la
tierra a causa de movimientos pueden producirse tanto en sentido vertical como horizontal.
Partes de un Sismógrafo
Un sismógrafo es un aparato muy interesante, y está compuesto por distintas partes que la
hacen una útil máquina, a continuación se describen las mismas:
Un soporte
Hilo fino
Cuerpo de elevada inercia
Aguja que contenga tinta
Tambor con papel
Zona de movimiento
Base fija al terreno
¿Cómo funciona un Sismógrafo?
Un sismógrafo o sismómetro, es un mecanismo que se emplea para medir sismos, pequeños
temblores o terremotos cualquiera sea su magnitud. Estos aparatos conocidos como
sismógrafos, están diseñados para registrar y detectar vibraciones de la tierra por muy leves
que sean.
Cuando ocurre este hecho, la masa intentará movilizarse con mayor o menor fuerza, de
acuerdo a la magnitud del terremoto o el desplazamiento, con lo cual se hace necesaria la
misma cantidad de fuerza para preservarse inmóvil en el lugar colocado, entonces la energía
se va almacenando.
Luego, los expertos en la materia aplican las formas científicas correspondientes para
registrar y conocer la magnitud de un sismo o terremoto con este aparato, como viene a ser
la medición de la tensión de salida de la energía que causa que la masa se mantenga de una
manera inmóvil y es proporcional a la aceleración del planeta tierra.
El primer sismógrafo
En sus primeros pasos del nacimiento del sismógrafo, se trataba de un péndulo que por su
masa se mantenía sin movimiento por inercia, sin embargo, todo lo que estaba cerca se
desplazaba de un lado a otro. Este péndulo poseía una punta que escribía sobre el rodillo de
papel de acuerdo al diseño del aparato en esa época, de forma que cuando se iniciaba el
proceso de vibración quedaba registrado el movimiento en el papel, marcando gráficamente
en el llamado sismograma.
El primer instrumento conocido como sismógrafo, fue elaborado en China, por el famoso y
conocido Zhang Heng, aproximadamente en el año 130 D.C, quien lo denominó “detector de
terremotos”. El inventor de este artefacto, sorprendió con su invento a la corte imperial.
En esos tiempos, este instrumento era una vasija elaborada en bronce, que poseía seis esferas
haciendo equilibro en las bocas de seis dragones que estaban colocados alrededor de la vasija.
En el caso en que una de las esferas que estaban dentro de la boca de los dragones se
deprendiera, terminaba sobre el interior de las ranas que también formaban parte del diseño
del sismógrafo, y significaba que había ocurrido una onda sísmica.
El sismógrafo chino
No solamente el sismógrafo chino se trató como el primer sismógrafo inventado en la historia
de estos útiles equipos, sino que viene a ser el aparato que marcó la pauta en sus orígenes,
fue diseñado y creado por el famoso Zhang Heng, quien lo bautizó con el nombre de
“Houfeng didong yi” que traducido significa “instrumento para interrogar al viento por el
temblor de la tierra”.
Este instrumento que asombró por su utilidad a muchos, tenía la forma de un jarrón que en
su diseño constaba de una enorme y precisa copa de cobre, con unas medidas aproximadas
de dos 2 metros y medio de diámetro, y que su estructura estaba rodeada con ocho cabezas
de dragones en material de bronce.
Cuando ocurría algún sismo, temblor o terremoto producido en la tierra, alguna de las esferas
de bronce de forma instantánea se desajustaba y rodaba con dirección a la boca de algunos
de los batracios.
El jarrón de cobre, haciendo las veces de una maquina se aprovechaba como amplificador de
las vibraciones generadas, y en el interior de la vasija contenía un péndulo que tenia como
función accionar el proceso, que lograba soltar la esfera que estaba aguantada por el dragón
que estaba ubicado en la posición más cercana al nacimiento del seísmo. (Ver Artículo: Tipos
de Sismos)
Según la ubicación del batracio en donde cayera la esfera, se podía conocer la dirección de
donde se producía el temblor.
Sismógrafo vertical
Es una clase de sismógrafo, que es utilizado y trabaja con el objetivo de inercia de los
cuerpos, posee una masa que está colgada de una forma que cuando las oscilaciones sísmicas
chocan con esta, únicamente el componente del movimiento vertical del suelo se apartará del
reposo en que se encuentra la masa, logrando que el sismógrafo o sismómetro, arroje señales
de que está pasando por una etapa de amplificación y después lo registre en el sismograma.
En el sismógrafo vertical, considerando que el movimiento del suelo posee tres dimensiones
en el espacio, entonces los movimientos de la tierra igualmente tienen dos componentes
horizontales. Para calcular este desplazamiento son necesarios péndulos horizontales que
fluctúan como una puerta batiente, aunque con el diámetro suavemente diagonal, para
alcanzar un punto estable.
Luego, cuando la masa se aparta del reposo, puede que comience a oscilar. La oscilación
producida en el péndulo, no necesariamente reporta los auténticos movimientos del suelo,
por lo que se requiere que se amortigüe. Para conseguir la amortiguación de este aparato se
debe colocar una lámina que se sumerge dentro de un líquido, que generalmente es aceite.
En el sismógrafo vertical la masa se coloca fija al suelo, con un base rígida que contiene una
varilla, solamente la masa se introduce en un soporte de manera horizontal, no puede ser
colgando.
Sismógrafo horizontal
El sismógrafo horizontal es utilizado para sondear y controlar las oscilaciones horizontales
que vienen de la tierra cuando se genera un sismo. Se trata de un soporte que se asegura en
el suelo, y que mediante una base rigurosa se engancha un hilo fino o delgado a una masa
grande, esta masa por la inercia y con el desplazamiento horizontal de la base y la elasticidad
del hilo no se moviliza.
Esto hace que permanezca estacionada, mientras la base se sacude al compás de los
movimientos horizontales. Verticalmente, la inflexibilidad del hilo, soporta todo y lo
mantiene en un solo conjunto.
Posee un extremo fino, haciendo las veces de un lápiz que contiene suficiente tinta y que va
plasmando en el papel colocado en un tambor que gira, las líneas semejantes al movimiento
de la base, con relación al lápiz, es decir a la amplitud de los movimientos que se producen
en el suelo.
Sismógrafo electromagnético
En los tiempos modernos, existen sismógrafos conocidos como electromagnéticos, que
tienen la capacidad de detectar los movimientos de la tierra o de la masa electrónicamente, y
lo guardan de forma digital en una cinta que contiene el aparato así como otros elementos de
registro digitales.
Cualquiera que sea la fuerza de los movimientos es registrada en estos equipos. El egreso de
los acelerómetros es una tensión que se produce en proporción a la aceleración del suelo.
Una de sus partes que es un transductor eléctrico, transforma la oscilación de la masa en una
señal eléctrica, con la que se estima la fuerza de retroalimentación que ejecutó para cancelar
el desplazamiento.
También puede ser electrónico
Entre tantos tipos de sismógrafos que se han desarrollado y construido, se cuenta con el
conocido electrónico, que es una clase de aparato con gran utilidad para los profesionales e
investigadores en el área de geología, prestando un enorme apoyo en actividades de riesgos
sismológicos.
Sismógrafo de péndulo
Existe el conocido sismógrafo de péndulo, en este se coloca excéntricamente una masa de
porción pequeña en toda la extensión de un alambre que se somete a tensión.
En el año 1856, un conocido italiano llamado Luigi Palmieri, elaboró un sismógrafo para la
época considerado moderno, que tenía el objetivo de pronosticar erupciones volcánicas del
Vesubio.
Su invención se trataba de un péndulo con tubos que adentro estaban llenos de mercurio y
cuando se generaba un sismo o temblor, de inmediato reaccionaba por el contacto que se
producía con los cables de platino, y giraban unas correas que procedían a registrar las
oscilaciones producto del movimiento sísmico.
Se procede a abrir un mínimo orificio en el centro y otro en los extremos de la tapa de la caja,
se coloca la caja abierta de forma que quede parada, encima de uno de los lados, dentro de la
caja se introduce un objeto que sea pesado para sostenerla.
Se coloca la tapa de la caja encima de la parte superior, en forma de “T”. Al mismo tiempo,
se coloca el contrapeso cerca de la punta del lápiz y se amarra para evitar que se desprenda.
Colocar una cinta pequeña elaborada en plastilina entre la punta del lápiz y el contrapeso,
evitando que se deslice.
Se debe estirar uno de los extremo con uno de los clips que se sujetará en la goma del lápiz,
se enlaza el cordel al extremo enroscado del clip. Se introduce el otro extremo del cordel por
el orificio de la tapa de la caja y luego se amarra al segundo clip.
Se procede a recortar cada hoja de papel horizontalmente en cintas, estas cintas funcionarán
como si fueran un rollo de papel y registrarán los desplazamientos del terremoto. Finalmente,
se coloca una cinta de papel al lado de la caja por debajo del orificio de la tapa, y se debe
mover suavemente, para observar cómo se plasma la línea en función del movimiento que
producen las cintas de papel.