lectura no basta con pronunciar bien las palabras y frases escritas en la página de un libro; se necesita además la ejecución de estas acciones: Captar el mensaje del autor. Identificar las ideas que conforman la estructura del libro. Aceptar o rechazar las ideas del autor comparándolas con las nuestras. Finalidad y clasificación de la lectura Cuando leemos un libro con lectura auténtica, es decir, captando el mensaje del autor, siempre lo hacemos con alguna finalidad.
El factor que básicamente decide la finalidad que el lector se puede proponer es la
naturaleza misma del libro. La lectura puede tener una finalidad informativa, de investigación, formativa, o bien, recreativa.
La lectura es informativa cuando lo que más interesa al lector es adquirir
conocimientos acerca de algún asunto. Este tipo de lectura es el más importante ya que cualquiera supone cierta información.
La lectura de investigación es también informativa, pero más completa
y más organizada porque sus objetivos son profundizar sobre algún tema o hacer una exposición sobre el mismo.
La lectura recreativa, como su nombre lo indica, es la que se efectúa con
el fin de proporcionar al espíritu un descanso o un disfrute emocional.
La lectura es formativa cuando afecta al lector en su manera de ser,
modificando su pensar, su sentir o su querer. De aquí se infiere que no puede considerarse formativa aquella lectura cuyo contenido recaiga únicamente sobre aspectos meramente corporales o técnicos.