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I. ESCISION
1. CONCEPTO
La escisión ha sido definida como aquella operación mediante la que se
divide total o parcialmente el patrimonio de una empresa ya sea nuevas o
preexistentes, sin que proceda liquidación, la parte resultante a otras tantas
empresas preexistentes o que se crean con este objeto. Esto es, la dispersión
total o parcial del patrimonio social de la sociedad escindida y su consecutiva
entrega a otras sociedades (sociedades beneficiarias) para que éstas
entreguen a cambio de la aportación un número determinado de acciones. A
la sociedad original se le llama escindente y a las sociedades tras la
operación se les llama escindidas.
2. CARACTERISTICAS
La escisión tiene las siguientes características básicas:
Ocurre cuando una sociedad divide sus activos, pasivos y capital
social en dos o más partes que se aportan a otras sociedades
(escindidas).
Los socios de la sociedad original, lo son también de las sociedades
tras la operación. En la operación se les entregan acciones de las
sociedades beneficiarias a cambio de las acciones de la sociedad
escindente.
La sociedad original puede o no desaparecer.
La sociedad original generalmente cambia de nombre o
denominación.
Las sociedades escindidas pueden ser nuevas o bien ya existían.
3. CLASES
3.1. ESCISIÓN-CONSTITUCIÓN
Una sociedad sin disolverse, destina parte de su patrimonio para
constituir una o varias sociedades nuevas.
3.2. ESCISIÓN-DICISIÓN
Una sociedad se disuelve sin liquidarse, para constituir con la totalidad
de su patrimonio nuevas sociedades.
3.3. ESCISIÓN POR CONCENTRACIÓN
Una sociedad sin disolverse, destina parte de su patrimonio para
fusionarse con sociedades existentes o para participa con ellas en la
creación de una nueva sociedad.
4. OBJETIVO
Separar grupos de socios con intereses opuestos.
Dividir empresas familiares.
Diversificar mercados.
Enfrentar la competencia evitando el aumento desmesurado de la
estructura de la empresa.
II. FASE PREPARATORIA
En esta fase, los administradores de la sociedad, por iniciativa propia o por acuerdo
de la Junta general, estudian la conveniencia de la escisión y entablan las
negociaciones oportunas con los administradores de otras sociedades a fin de llegar
a un acuerdo sobre las condiciones de la operación. La ley exige la constancia de
estas actuaciones a través de los siguientes documentos:
2.1. PROYECTO DE ESCISIÓN:
El proyecto de escisión debe ser común a todas las sociedades participantes
en la operación y estar aprobado por sus correspondientes órganos de
administración. Entre sus contenidos deben incluirse además de las
menciones exigidas para el proyecto de fusión, las siguientes:
La designación de los elementos del patrimonio de la sociedad
escindida que se van a transmitir y su reparto en caso de que haya más de
una sociedad beneficiaria. En los casos de escisión total si un elemento del
activo no se ha atribuido a ninguna sociedad beneficiaría en el proyecto y no
resulta posible decidir sobre el reparto, se distribuirá entre todas las
sociedades beneficiarías de manera proporcional al activo atribuido a cada
una de ellas. Cuando idéntica indeterminación se plantee, no respecto de un
elemento del activo, sino del pasivo (una deuda), responderán solidariamente
de él todas las sociedades beneficiarías.
El reparto entre los socios de la sociedad escindida de las acciones o
participaciones que les correspondan en el capital de las sociedades
beneficiarias, así como el criterio en que se funda ese reparto (mención que
sólo procede en los casos de escisión total o parcial, ya que en la segregación
es la sociedad segregada la única destinataria). De ser varias las sociedades
beneficiarías, a los socios de la sociedad escindida les corresponderán
acciones o participaciones en todas las sociedades beneficiarías, y sólo
mediante consentimiento individual de los afectados podrá alterarse esta
regla para atribuirles acciones o participaciones de una sola de ellas. Esta
norma tiene su razón de ser en aquellos casos en que la escisión está
motivada por la voluntad de ciertos socios de no seguir en la misma sociedad
unos con otros.
El proyecto de escisión debe depositarse en el Registro Mercantil
correspondiente al domicilio de cada una de las sociedades que intervienen
en la fusión, para su publicación en el BORME. Transcurridos seis meses
desde la fecha de su aprobación sin acuerdo de las Juntas de socios de todas
las sociedades que participen en la escisión, no será vinculante para las
sociedades que lo hayan aprobado.
2.2. INFORME DE LOS ADMINISTRADORES Y DE EXPERTOS
INDEPENDIENTES:
Los administradores de las sociedades participantes en la escisión habrán de
elaborar un informe explicando los aspectos jurídicos y económicos del
proyecto de escisión en los mismos términos que se exigen para el proyecto
de fusión y, especialmente, indicando que se han emitido los informes sobre
aportaciones no dinerarias previstos para el caso de que las sociedades
beneficiarías de la escisión sean anónimas o comanditarias por acciones, así
como el Registro Mercantil en que vayan a estar depositados dichos
informes. Los administradores deberán asimismo informar a su Junta general
sobre cualquier modificación importante que se produzca en su activo o
pasivo desde la fecha de la elaboración del proyecto de escisión y hasta la
fecha de la junta general que decida sobre la escisión.
Cuando participen en la escisión sociedades anónimas o comanditarias por
acciones, el proyecto de escisión habrá de someterse al informe de expertos
independientes designados por el Registrador Mercantil, debiendo
comprender el informe, además, la valoración del patrimonio no dinerario que
se transmita a cada sociedad.
Al igual que en la fusión, se prevé la posibilidad de acordar que se nombren
uno o varios expertos para la elaboración de un único informe o, incluso, de
prescindir del informe si así lo acuerda la totalidad de los socios de cada una
de las sociedades involucradas.
El informe de los expertos habrán de manifestar, en todo caso, si está
justificado o no el tipo de canje de las acciones o participaciones en la
sociedad que se escinde; los métodos o criterios empleados y la adecuación
de los mismos; y, que el patrimonio aportado por la sociedad que se escinde
es igual, por lo menos, al capital de la sociedad beneficiaria de nueva
creación o al aumento del capital en la sociedad beneficiaria. Para la
elaboración de dicho informe los expertos (cuya responsabilidad se equipará
a la de los auditores de cuentas de la sociedad) podrán recabar toda la
información que estimen conveniente.
2.3. BALANCE DE FUSIÓN:
Las Juntas generales de las sociedades que intervienen en la escisión deben
aprobar un balance cerrado con posterioridad al primer día del tercer mes
precedente a la fecha del proyecto de escisión, aunque podrá servir como
balance de escisión el último balance anual aprobado, siempre que se haya
cerrado dentro de los seis meses anteriores a la fecha del proyecto de fusión.
En ambos casos podrán modificarse sus valoraciones en atención a
variaciones importantes del valor razonable en el activo o en el pasivo que
no aparezcan en los asientos contables, pero tanto el balance como sus
modificaciones deberán ser auditados en caso de que la sociedad esté
obligada a auditar sus cuentas.
El balance de escisión puede ser objeto de impugnación sin que se suspenda
la ejecución de la escisión. Además, permite que cuando un socio se
considere perjudicado por la relación de canje, se someta al Registrador
mercantil la designación de un experto independiente que fije la cuantía de
la indemnización compensatoria, siempre que así se hubiera previsto en los
estatutos o por las juntas que acuerden la escisión (lo cual carece de utilidad
práctica). En tales casos, la solicitud al Registrador habrá de efectuarse en el
plazo de un mes a contar desde la fecha de la publicación del acuerdo de
escisión en el BORME.
1. El proyecto de escisión.
2. Estados financieros auditados del último ejercicio de las sociedades
participantes. Aquellas que se hubiesen constituido en el mismo
ejercicio en que se acuerda la escisión, presentan un balance auditado
cerrado al último día del mes previo al de aprobación del proyecto;
• Además, según el registrador nos dice que no basta con que los
administradores digan que el crédito del acreedor que se ha opuesto a la escisión
está suficientemente garantizado.