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CONTRAINFORMACION
Las diferencias entre las posiciones obedecen a los distintos proyectos políticos culturales
que las prácticas encarnan. Lo contrainformativo, lo popular, lo comunitario, lo
participativo, las concepciones instrumentales o aquellas basadas en la gestión del medio;
en fin, las diferentes formas de entender lo alternativo están asociadas a un proyecto más
amplio del cual la práctica forma parte y sin el cual es imposible comprenderla.
Este acercamiento tiende a reducir la agenda del debate a los temas impuestos por los
medios del sistema. Esto no significa que las experiencias contrainformativas están
inevitablemente encadenadas a la información oficial.
La imposición de la agenda por los grandes medios es más clara que nunca. El gran
problema de los medios de contrainformación es la generación de información propia, es
decir construir otro modelo de noticiabilidad en el marco de una perspectiva instrumental.
Grupo de cine Avalio: que los medios masivos y los medios alternativos se terminan
cruzando en el campo de batalla. La disputa por el sentido no se ejerce únicamente en los
momentos calientes.
Todo el sistema de la industria cultural funciona por el auspicio (el financiamiento) de sus
empresas anunciantes y empresas. La ecuación es simple: si la información es
controlada, seleccionada, incluso distorsionada, el individuo partirá de una base parcial,
sesgada y probablemente distorsionados.
En los últimos 30 años hemos visto como progresivamente se han ido abandonando las
concepciones más duras de la manipulación, aquellas que ven la relación emisor/receptor
como una relación de dominación vertical y unilateral, avanzando hacia propuestas que
otorgan mayor poder de autonomía al receptor, algunas llegando al extremo de plantear
una autonomía absoluta.
Pensar los medios de comunicación para las organizaciones desde una perspectiva
participativa y comunitaria. – Nelson Cardoso
Las demandas de intervención de comunicadores suele estar directamente asociada a la
necesidad de producción de uno o varios medios de comunicación. Dichas demandas se
relacionan con cierto estado propio de las organizaciones, que podríamos definir como:
desinformación y falta de visibilidad en la comunidad.
Sin embargo, una cuestión estratégica a tener en cuenta es que el principal medio de
comunicación, en las organizaciones y en los propios barrios populares, muchas veces
suele ser la comunicación oral y las relaciones interpersonales. Antes de generar nuevos
espacios de comunicación, habría que pensar en trabajar los ya existentes.
La comunicación entre los seres humanos debe ser estudiada como provocadora de
cambios y no como mera transmisión de información. Es indispensable tener sensibilidad
y visión estratégica.
El taller permite cambiar las relaciones, funciones y roles de los educadores y educandos,
introduce una metodología participativa y crea las condiciones para desarrollar la
creatividad y la capacidad de investigación. Pero del sistema de taller en sí mismo, no se
deriva o se infiere la intencionalidad última de esta práctica educativa. Esto concierne a
las finalidades de la educación. El taller desarrolla mucho más sus potencialidades
cuando en el clima organizacional y educativo se otorga importancia a la participación
activa de los alumnos.
b) herrería y carpintería;
b) experimentación: estudio de flora y fauna local y regional, uso del microscopio, etc.;
d) creación, expresión y comunicación artística: danza y ritmo, dibujo y pintura, teatro, etc.
3. Definiendo el taller
La confusión generalizada, mencionada antes, hace que sea difícil definirlo y delimitarlo.
También contribuye otra circunstancia: con la palabra “taller” se designan experiencias
muy diversas, aplicadas a diferentes niveles educativos.
Taller es una palabra que sirve para indicar un lugar donde se trabaja, se elabora y se
transforma algo para ser utilizado.
Desde el punto de vista pedagógico, destacamos ocho notas para caracterizar el taller en
cuanto modelo de enseñanza/aprendizaje.
a. Es un aprender haciendo
Los conocimientos se adquieren en una práctica concreta que implica (caso de talleres a
nivel universitario o de escuela técnica) la inserción de un campo de actuación
directamente vinculado con el futuro quehacer profesional de los estudiantes.
La idea del aprender haciendo es de muy vieja data. Montaigne afirmaba que era
necesario educar más bien por la experiencia de la acción.
El taller no sólo exige del trabajo cooperativo, es también, por su propia naturaleza, un
entrenamiento para el trabajo cooperativo. Ambas son exigencias ineludibles para el buen
funcionamiento del taller como sistema de enseñanza/aprendizaje.
Una vez que uno ha desarrollado el reflejo investigador, es decir, que ha aprendido a
hacer preguntas, ha aprendido a aprender o a apropiarse del saber. Cuando se logra esta
metodología de aprendizaje, se está en condiciones de seguir aprendiendo porque se ha
desarrollado la actividad intelectual más importante: el arte de hacer preguntas.
La práctica pedagógica del taller facilita que se articulen e integren diferentes perspectivas
profesionales en la tarea de estudiar y de actuar sobre una realidad concreta. En este
sentido el taller se transforma en un ámbito en el que se tiende al trabajo interdisciplinario.
Para que la educación esté medianamente acorde con el pensamiento científico moderno,
es necesario desarrollar un pensamiento y un modo de abordaje sistémico, considerado
en sus cuatro formas principales:
Los protagonistas del proceso de enseñanza/aprendizaje son tanto los docentes como los
alumnos, organizados cogestionariamente. Esto supone la superación de todo tipo de
relaciones dicotómicas jerarquizadas y la superación de relaciones competitivas entre los
alumnos, por el criterio de producción grupal.
El taller exige redefinir los roles, tanto del educador como del educando:
De este modo se crean las condiciones pedagógicas y de organización para que los
naturales protagonistas del proceso de educación puedan decidir acerca de la marcha de
dicho proceso por el trabajo autónomo y el desarrollo de la responsabilidad.
El trabajo grupal es una de sus notas características, pero eso no excluye actividades
individuales. El proceso de aprendizaje es, en última instancia, un proceso personal.
Por una parte hay que aprender a pensar y a hacer juntos, por otra, supone un trabajo
individual del educando y un trabajo pedagógico individualizado/personalizante por parte
del educador.
Es necesario utilizar técnicas grupales para que las potencialidades del trabajo grupal
puedan hacerse realidad.
Estos tres ámbitos o niveles que se dan en la formación de un educando suelen estar
separados. El taller permite la concurrencia y fecundación mutua de las tres instancias.
Para entender la integración de estos tres, se ha de tener en cuenta que lo sustancial del
taller es realizar un proyecto de trabajo en el que docentes y alumnos participen activa y
responsablemente. La docencia se ejerce a partir de la situación de
enseñanza/aprendizaje; la investigación es exigencia previa de la acción; y la práctica son
las actividades y tareas que se llevan a cabo para realizar el proyecto. En el taller estas
tres instancias se integran como parte del proceso global. La experiencia necesita de la
teoría y de la investigación.
Capítulo 2: Organización y funcionamiento del taller
2. Tipos de taller
Taller total
Taller vertical
Taller horizontal.
Cuando se organiza un taller total no es conveniente incorporar a los alumnos del ciclo
básico o primer año, porque carecen de conocimientos e instrumentos necesarios para
trabajar un proyecto concreto y porque al inicio de las carreras universitarias se suelen
producir muchas deserciones.
Se recomienda que la tarea del taller esté vinculada al conjunto del pensum o plan de
estudios: o sea, que en el taller (sea vertical u horizontal) se integren y desarrollen los
conocimientos adquiridos en asignaturas que utilizan otras formas pedagógicas.
A nivel primario y secundario, los talleres más útiles son el horizontal y vertical.
La puesta en marcha del taller sólo puede hacerse en torno a un “proyecto de trabajo”
relacionado con el campo de formación profesional donde el taller se aplica. Esta relación
será directa si el taller consiste en “hacer algo”, o indirecta si se trata de adquirir
habilidades para la actuación profesional.
Es necesario definir la estructura organizativo-académica del taller. Ésta difiere según las
siguientes circunstancias:
a. Para entender lo sustancial y más profundo de la metodología del taller, hay que
tener en cuenta que no hay un programa, sino objetivos. La
enseñanza/aprendizaje no se da a través de un proceso lógico-lineal: no se
avanza y progresa por el desarrollo de temas, sino por la progresión de una
complejidad circular.
b. Se replantean los roles. Ni los docentes ni alumnos actúan en solitario, sino
constituyendo un equipo de trabajo. El ideal sería que el grupo profesional sea
interdisciplinario. Lo sustancial es constituir y trabajar en equipo.
c. Las actividades que se realizan en un taller deben estar vinculadas a la solución
de problemas reales propios de una disciplina, o bien, relacionadas con
conocimientos, capacidades y habilidades que se han de adquirir para ejercer una
determinada actividad profesional.
d. El profesor no enseña en el sentido de limitarse a transmitir conocimientos, sino
que ayuda a que el educando “aprenda a aprender” mediante la realización de una
actividad sistémica, articulada y planificada en torno a la “realización de algo”. El
aprendizaje dentro del taller es un proceso dialéctico y repetitivo del pensamiento-
acción.
e. Vinculado a lo anterior, el sistema de taller enseña a relacionar la teoría y la
práctica, estableciendo una relación dialéctica entre “lo pensado” y “lo realizado” a
través de la solución de problemas concretos. Para relacionar la teoría y la
práctica es necesario comprender el problema que se estudia. Comprender es una
actividad cognoscitiva que requiere la capacidad de ir más allá de la información y
más allá de los datos. Supone indagar, reflexionar. La actividad cognoscitiva y
experiencial del comprender se hace significativa para el sujeto que conoce.
f. Es necesario que los talleristas se capaciten en la selección de instrumentos y los
medios de trabajo, y que cada uno sepa reaccionar y actuar frente a los problemas
concretos. Hay que desarrollar estrategias de búsqueda, ordenación, estudio y
análisis de las diferentes fuentes de datos. Luego hay que saber seleccionar los
criterios de acción.
g. Es importante que en la formulación de la estrategia pedagógica del taller lo que
se proponga llevar a cabo sea un proyecto factible.
5. Funciones del taller
Lo que caracteriza a la docencia dentro del taller es una pedagogía que reemplaza la
clase magistral por la educación mediante la realización de un trabajo conjunto. El
taller es siempre un proyecto de trabajo que comporta múltiples actividades. De una
manera inductiva van surgiendo problemas que se transforman en temas de reflexión
sobre la acción realizada y por realizar. De ahí se pasa a la búsqueda de los
conceptos necesarios para una mejor comprensión de la tarea que se está realizando.
Esto se hace de dos maneras: aplicando los conocimientos teóricos de las ciencias y
disciplinar que los alumnos han recibido, por otro lado, esto determina en qué
aspectos teóricos y metodológicos o en qué técnicas hay que profundizar para
resolver los problemas que se afrontan.
Como estrategia pedagógica, el taller no es una marcha dese la teoría y los métodos
hacia la acción, sino el desafío de la realidad de una práctica que conduce hacia
problemas teóricos, metodológicos y técnicos.
Para no inducir a equívocos, no hay que incurrir en el error de concebir el taller o a los
participantes del taller, como personas que pueden adquirir conocimientos sin un
mínimo de instrumental teórico y metodológico.
El otro error es el de creer que la práctica, por sí sola, es fuente de teoría y origen del
conocimiento científico.
La teoría aparece como una necesidad para iluminar la práctica ligada a las
necesidades del trabajo que se realiza.
Otra función del taller se refleja en las tareas de supervisión, puesto que la supervisión
queda integrada en el taller mediante cambios sustanciales y principales:
Tanto unos como otros quedan afectados de manera particular en el ejercicio de sus
roles, y esto supone:
El taller es un aprender haciendo, por lo cual sólo puede llevarse acabo mediante una
redefinición de los roles. El educador/docente tiene una tarea de estímulo, es un animador
que incita. Por su parte, el educando/alumno se inserta en el proceso pedagógico como
sujeto de su propio aprendizaje: el énfasis está puesto en la actividad autoestructurante
de los mismos alumnos. El taller crea las condiciones pedagógicas y de organización para
el trabajo autónomo y el desarrollo de la personalidad.
Dentro del estilo propio de una pedagogía participativa, el educador es sobre todo,
un facilitador-animador.
1- Sensibilizar y motivar: incitar a los propios educandos para que tiendan hacerse
responsables de su propia formación
2- Animar para que los educandos vayan autodeterminándose (que decidan por sí
mismos)
3- Enriquecer los procesos personales de elaboración y de construcción de
significados
4- Proporcionar información e indicar fuentes de conocimiento
5- Actuar como asistente técnico
6- Enseñar a razonar y pensar científicamente
7- Llevar a que cada alumno interrogue, reflexione y piense por si mismo.
Estos se han de redefinir de acuerdo con lo que se supone e implica una pedagogía
participativa:
Reflexión final: tiene que ver con el rol tanto del educando como del educador: se trata de
la actitud de respeto humano (de respeto recíproco). Respeto es sinónimo de miramiento,
de atender y considerar a la persona en su irrepetible e incanjeable individualidad.
María José Aguilar diferencia en: técnicas de iniciación (para crear un grupo en cuanto tal),
técnicas de producción grupal (para que el grupo realice con fruto la tarea) y técnicas de medición
y control (pueden utilizarse como uno de los medios de evaluación del trabajo).
El trabajo en equipo
El sujeto aparece entonces bajo un doble carácter: como agente, actor del proceso
interaccional, a la vez que configurándose en ese proceso, es decir, emergiendo y
siendo determinado por las relaciones que constituyen sus condiciones concretas de
existencia. Nuestra reflexión parte de una definición del sujeto como “sujeto de
la necesidad”, pero el eje real de nuestro análisis se sitúa en la contradicción
interna inherente a ese sujeto como ser vivo, ante el juego entre la necesidad
emergente del intercambio material del organismo con el medio y la satisfacción de
esa necesidad. Esa contradicción interna vuelca al sujeto sobre el mundo externo en
busca de la fuente de la gratificación en la relación con otro sujeto. La necesidad
promueve en el sujeto la realización de un conjunto de operaciones materiales
y simbólicas, que, a las que se denomina conducta. Determina en él una
acción concreta, transformadora, destinada a la satisfacción de la necesidad.
La acción transforma, modifica al contexto, pero también al protagonista de la
acción, adquiere entonces la condición de aprendizaje.
La Psicología Social no es una psicología de los grupos, sino una reflexión acerca
del sujeto y su comportamiento. Pero la concepción vincular del sujeto, implica una
perspectiva, delinea un estilo de abordaje de ese sujeto: en el interior de una red
vincular, en la que emerge y se configura a partir de esa contradicción interna ente
la necesidad y la satisfacción. De allí la importancia de lo grupal, en tanto escenario
e instrumento de la constitución del sujeto.
A éstas hay que contrastar aquellas que constituyen su antítesis, su negación. Los
sujetos participan objetivamente del mismo tiempo y espacio, en los que se
desarrollan acciones, pero en la que no se da una dialéctica entre sujetos, en tanto
éstos no se relacionan entre sí. Sartre denomina SERIE a estas formas. La unidad
le es exterior, sus principios organizadores son externos, no intrínsecos. Por Ej.: los
clientes en el interior de un comercio esperan ser atendidos.
La interacción es un proceso motivado, afirmando que la causalidad del proceso, su
fundamento fundacional es la necesidad.
Cada sujeto se incluye en una dialéctica, en un interjuego con otros sujetos a partir
de la contradicción que sólo puede resolverse en una experiencia, en una relación
con otro.
Es por esto que PR sostiene que no hay vínculo y en consecuencia grupo sin
tarea, ya que en toda relación se establece un sentido de operatividad lograda
o no.
Uno de los principios organizadores del grupo como estructura, es decir como
sistema dotado de coherencia interna es esa constelación de necesidades,
objetivos, tarea. Es de ella de donde surge la unidad interior del sistema
interaccional, en tanto en ella se encuentran, recíprocamente los integrantes.
La realización de la tarea exige que los integrantes del grupo reconozcan esas
necesidades y objetivos como comunes. Es decir, que el otro aparezca intrincado en
su propia necesidad, compartiéndola, o desde necesidades complementarias.
En el vínculo cada sujeto reconoce al otro como diferenciado de sí, a la vez que
relacionado con él. Ambos se reconocen como diferenciados y articulados en un
interjuego progresivo de comunicación y aprendizaje, cumpliéndose una
realimentación reciproca entre esos procesos, ya que es la comunicación la que
permite el reconocimiento del otro, su incorporación, pero el aprendizaje logrado a
partir del intercambio entre emisor y receptor, permite un ajuste cada vez mayor del
juego comunicacional.
La tarea es la marcha del grupo hacia su objetivo, es un hacer dialéctico hacia una
finalidad, una praxis, una trayectoria.
Eso lo lleva a pensar que esa conducta no tiene sólo un sentido intrapsíquico sino
que es esencialmente relacional, aun la aparentemente más aislada, y en tanto
relacional es también direccional. Es señal, respuesta de un código grupal cuyas
claves deben ser descifradas. Y que ese desciframiento sólo puede darse en el
contexto de la red vincular en la que se configura.
La formación, su objetivo
El proceso de formación
La construcción del rol coordinador exige un trabajo del ECRO desde tres
perspectivas convergentes: a) el estudio de los procesos interaccionales b) el
aprendizaje de la técnica y c) el análisis de la relación persona-rol-campo de
trabajo. Este último aspecto nos remite a una tarea centrada en la identidad
del coordinador.
La reedición en el aquí y el ahora del grupo es promovida por distintas causas. Entre
ellas podemos señalar la interacción entre 1) un factor disposicional: la significación
de la escena histórica, interna, significación dada desde el placer o desde el
displacer y 2) las características de la escena actual, su consonancia con la escena
interna. Este escena actual actúa como elemento desencadenante,
En Tótem y Tabú Freud habla del problema de cohabitación entre suegra y yerno y
dice que en los pueblos primitivos la prohibición de esa cohabitación es una norma
precisa de la institución familiar. En nuestra cultura se constata la ausencia de esa
norma.
La historia de la evolución se definió entonces como una función del Yo. Una
función del Yo cuyo resultado se hace válido cuando todos los miembros del grupo
utilizan una misma modalidad espacio-temporal para cumplir la función. Esta
solidaridad de todos los miembros de un grupo que comparten la misma modalidad
de solución espacio-temporal a las angustias relacionales básicas que deriva del
hecho de que todo miembro de un grupo se construye como fuente de bien y de mal
para otros miembros del grupo, construye en su opinión el proceso de fundación de
las instituciones sociales y define sus funciones básicas.
Aunque las angustias básicas en relación con las cuales las instituciones
sociales constituyen mecanismos de defensa sean meta-históricas, las
instituciones concretas que asumen la función de mecanismos de defensa, por el
contrario, han adquirido una significación histórica, como la del desarrollo de las
estructuras del Yo en relación con las estructuras meta-históricas del Ello. Para
Freud el Ello tiene un carácter meta-histórico y está desprovisto de dimensión
temporal. En esta perspectiva, el psicoanálisis de las instituciones no puede
detenerse en el aspecto de la reducción al inconciente. Hay que investigar la
significación del acontecimiento social en términos de realidad, es decir, en
términos históricos. Esto crea una diferencia sustancial entre el psicoanálisis
aplicado a lo social y el psicoanálisis clínico.
Introducción:
En primer término hace referencia al título elegido para el trabajo “Psicología de las
instituciones una aproximación psicoanalítica” haciendo referencia al clásico trabajo de
Freud “Psicología de las masas”. E intentando mantener una distancia entre el objetivo
las instituciones y el intento de comprenderlas psicológicamente desde una perspectiva
psicoanalítica. Entendiendo que es prematuro (por la época en que escribió Ulloa) hablar
de psicoanálisis de las instituciones.
Y los agrupa en una ordenación que contribuirá al tema de lo institucional como objeto
psicoanalítico. La ordenación está hecha poniendo énfasis en la situación en que se
encuentra el hombre en cada ítem institucional mencionado y en la modalidad o figura
patológica más frecuente para cada institución.
9- Las instituciones donde viven sujetos son de principal interés dentro de la salud mental,
adquiriendo principal interés aquellas con las que el individuo se pone en contacto más
precozmente (familia, colegios, etc)
10- Un objeto institucional es factible de ser abordado con una metodología clínica
adecuada
Importa categorizar y diferenciar los distintos movimientos que se dan en una institución y
describir algún indicador que sale a la perturbación de tales dinamismos.
A- El primer movimiento está originado en el interjuego de dos tendencias
contrapuestas: integración y dispersión (organización – desorganización):
Importa señalar que estos núcleos pre-institucionales unidos en proyecto único serán el
origen de la tendencia opuesta, o también tendencia a dispersión (puede fortalecer o
mejorar la institución o poner en peligro su existencia).
El índice de una buena regulación de ambas tendencias está dado por la aparición de
grupos formales que colectivamente detentan y regulan el poder, y asumen
responsabilidades dentro de la organización.
Una analogía que realiza el autor es la de una familia en la que sus integrantes crecen y
no se proyectan con nuevos núcleos familiares (los hijos no se van de sus casas), no se
materializa la dispersión, lo que repercute en una tendencia endogámica creando una
situación empobrecída del grupo familiar. Y el caso de una empresa que llega a un
crecimiento importante, en el que no sólo crece la institución en cuanto a su productividad,
se verá que esta no es acompañada del real alcance de los objetivos explícitos de la
organización ni del crecimiento de los integrantes. Con lo cual se trasluce una situación de
sobreprotección dentro de la organización, estableciendo relaciones dependientes que le
impide abandonarla. Esta visión puede ser reforzada con una mirada persecutoria del
afuera. Esto hace que la tendencia dispersante no se traduce en crecimiento sino en
deterioro al volverse sobre los individuos.
El: En una institución psiquiátrica que tiene como por objetivo la reinserción de los
internados en la sociedad. El índice demuestra cómo hay un bajo porcentaje que logra
esto y se refuerzan los métodos de vigilancia y personal de contención. Esta irracionalidad
de los medios en relación a los fines hace que el índice de efectividad sea mínimo.
Por lo tanto se toma como indicador de la alteración del intercambio o movimiento entre la
institución y la comunidad el índice de efectividad o logro real en relación a los objetivos
explícitos y posibles de la organización (puede registrarse una gran actividad o
productividad pero esto no significa que haya un efectivo alcance de logros).
Por otro lado las instituciones más adaptadas tienden a reflejar y dramatizar al ambiente
más amplio en el que se mueven. Este reflejo no es pasivo automático y sólo autoplástico
sino que se traduce en una acción modificada y creadora de nuevas condiciones dentro
de la comunidad. La no existencia de esta actualidad en las instituciones las demarcan
como arcaicas, de conservadurismo extremo.
Puede decirse que cuando la comunicación está cortada en su libre juego, tal como
ocurre cuando la misma es unidireccional, surgen en la institución diferentes formas de lo
que se puede llamar clandestinidad (ej: el humor, el chiste, la leyenda escrita en muros) Y
en general una producción con una calidad mítica que configura en los casos sostenidos a
lo largo del tiempo una cultura de gran acción normativa entre integrantes. Por su
componente fantástico esta producción recuerda las cadenas asociativas de los procesos
históricos, donde la represión encuentra una analogía en la obstrucción que se da en la
comunicación entre el vértice y las bases de la organización piramidal
Ej: Como en el caso de una institución psiquiátrica muchos del staff médico, enfermeras,
gente de limpieza comienzan a adquirir, en diferentes grados, conductas sintomáticas
propias de los internados, ya sea expresada en una estereotipia y estancamiento de sus
conocimientos o en un estancamiento en cuanto a logros profesionales (los internados se
terminan cronificando) Y el especialista quedando aprisionado en la situación enferma.
D-Toda institución representa para el sujeto que la integra un objeto real, normas
formales y espontáneas para la utilización del espacio, tiempo, responsabilidades,
etc.
Objeto con el cual se mantiene una relación explícita racional a través del desempeño del
rol. Y, simultáneamente, en tanto objeto interno mantiene con la institución una
vinculación implícita de naturaleza fantasmática.
Es una doble pertenencia del sujeto (para la institución y de la institución al sujeto), siendo
un doble juego de identificación proyectiva-introyectiva.
Freud describe las dos modalidades de identificación, una ejemplificada con la Iglesia, el
sujeto internaliza un objeto mediante la identificación introyectiva. En otra modalidad, el
ejército, el sujeto reemplaza el yo ideal por un objeto externo permitiéndole identificarse
con su jefe.
Los diferentes elementos móviles dentro de una organización deben tener puntos de
contacto donde se articulan entre sí. Es precisamente el punto de las articulaciones
institucionales lo que se declara de central importancia para el abordaje.
En una institución escolar la puerta hacia el patio de recreos era completamente estrecha
e inadecuada para su función. Por lo que originaba una fractura, obligaba a incrementar la
disciplina para que no hubiese desbordes. Por otra parte unía y era un brusco contraste
entre las actividades lúdicas y más o menos libres del patio con las del aula. Esto ilustrará
una fractura geográfica.
En cuanto a la fractura articular (roles) puede ser claramente ejemplificado con el rol del
chivo emisario, personaje encargado de culpas ajenas. Por qué ha sido precisamente esta
persona y no otra. Como ocurre en la histeria, el chivo emisario puede quedar anclado en
esta “disfunción” o modalidad por la cual se lo condena, lo cual habla a favor de la
identidad del desplazamiento que los integrantes de la institución hicieron sobre él.
- Pensador o teórico
- Programador o administrador: Del tiempo y de las prioridades de las tareas, ecónomo
El motor emocional es un rol muy difícil. Puede tornar su poder integrador en todo lo
contrario
El gestor suele ser saboteador sistemático de tareas que él mismo logró para el grupo
Metodología:
Toda institución configura un ámbito, ya sea desde afuera o desde adentro en donde se
reproduce la configuración de lo social y en donde se generan formas particulares de
organización que legitiman y garantizan un orden determinado. Asimismo, se van
definiendo en un espacio geográfico específico, imaginario y simbólico en el que el sujeto
humano se encuentra en un lugar de pertenencia, en donde también se dan sensaciones
de sufrimiento y exclusión. No podemos escapar de estas características que las
instituciones contienen. Podríamos estar hablando de una cierta cultura valorada,
transmitida que responde también a las necesidades que la sociedad demanda (una
solución a las tensiones generadas)
1. El nivel de significación proveniente del mundo interno del sujeto que se activa en la
interacción ya que moviliza y frustra necesidades y deseos.
Así, para poder explicar cualquier hecho social será necesario desmembrar todos estos
niveles para poner a la luz la trama de relaciones entre tensiones básicas y
construcciones ideológicas que justifican un particular tratamiento. De hecho, lo que debe
hacer la institución de la que se esté hablando es desenmarañar la trama de
significaciones que teje la cultura sobre sus propias contradicciones para facilitarles a los
individuos un juego social más libre. La mirada institucional acerca de un problema trata
de todo lo naturalizado a nivel social. (Resultante, obviamente de una practica colectiva;
no individual)
El estilo da cuenta del funcionamiento dinámico de lo institucional (la caracteriza con una
cierta manera de producir y al modo en que resuelven los problemas).
Para que nuestro enfoque pueda ser institucional debe formular dos sub-preguntas:
2. la vinculada con la significación del hecho a la luz de los sentidos institucionales que lo
atraviesan (contexto). Para ello debemos conocer profundamente los significados de la
institución, cosa que es bastante complejo y requiere de un trabajo importante.
Metodologías (vías disponibles): la observación directa de su vida cotidiana, el análisis de
la información (de documentos y su personal), estudios de registros y datos, análisis de
los resultados, etc.
Ahora, en lo que hace a los niveles de lo sociopolítico y lo psicoafectivo (de la vida del
establecimiento) el acceso será obstaculizado por: negaciones y resistencias (los
miembros pueden ocultar información); aquellos efectos no controlados por la misma
implicación que tenemos para con la institución; la múltiple comprensión del material
institucional.
HERRAMIENTAS:
Los analizadores (entrevistas, encuestas, tests): Son una especie de dispositivo artificial
que descompone una realidad en sus elementos sin la intervención del pensamiento
consciente.
C. La tensión creada por lo que acarrea la división del trabajo: esto origina la distribución
del poder, la autonomía y la autoridad que configuran el medio político interno. Esto
genera fenómenos diversos en donde quedan definidos grupos del mismo rol con cuotas
de poder similares y, por otro lado, queda relativizado un poder de cada grupo por
referencia a los grupos que están por encima y por debajo.