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a. Términos preliminares al
concepto de responsabilidad
sanitaria del Estado. ………………… 3
b. Evolución normativa y
estatutos aplicables ………………… X
c. Naturaleza Jurídica de la
Responsabilidad Sanitaria del
Estado. ………………… X
d. Conceptualización
………………… X
INTRODUCCIÓN
Así, por ejemplo, a propósito del derecho a la salud, la encuesta de opinión publicada por el
Instituto Nacional de Derechos Humanos de 2015 señala que el 65,7% de los encuestados
considera que es de cargo del Estado la garantía y protección del derecho a la salud; el 30,8%
piensa que es una responsabilidad compartida por igual entre el Estado y la persona, y 3,2%
piensa que es una responsabilidad que recae principalmente en la persona. En la misma encuesta,
el 82,3% de los consultados opina que obtener una atención en salud de calidad depende de
cuánto se puede pagar, y en cuanto a la pregunta sobre los derechos menos protegidos, para el
43% sería el de una jubilación digna; para el 31% el derecho a la salud, y tener un trabajo y
recibir un salario justo para el 21%. En el mismo sentido, la encuesta CEP de noviembre de 2015
señala que entre las principales preocupaciones de los encuestados se encuentran la delincuencia
(58%), la salud (44%) y a educación (33%).1
Si bien todos los derechos tienen costo, los de derechos como el de propiedad han sido
históricamente asumidos por el Estado, mientras que los derechos sociales irrumpen en el
constitucionalismo moderno a principios del siglo XX, siendo la cuestión de su costo un asunto
invocado para retardar su reconocimiento y garantía.
De esta manera creemos haber logrado una síntesis o exposición general, acerca de las principales
ideas que se deben tener en cuenta, para abordar un litigio en el que se busca la responsabilidad
del Estado en materia sanitaria.
RESPONSABILIDAD SANITARIA DEL ESTADO
Todas estas definiciones se relacionan o relevan el término salud de las personas en su término
más amplio, considerando a la salud como “un producto de la vida en sociedad. Por ello cada
época y cada sociedad tiene su particular estado de salud, generado por la combinación de
factores que hacen posible incrementar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos”2. No
necesariamente se enfoca en la enfermedad.
Por tanto, se asume que el Estado tiene responsabilidad u obligación de satisfacer o reparar en
casos necesarios, a través de un conjunto de servicios gubernamentales, ya sean centralizados o
no, incluso de carácter privado, con el objeto de preservar el bienestar general de las personas,
relevando la cualidad de saludable.
Cabe agregar que la responsabilidad del Estado es uno de los temas que ha causado división en
la doctrina nacional, específicamente en lo que se refiere a determinar si la responsabilidad del
Estado Administrador es de tipo objetiva o subjetiva. En principio y bajo la Teoría de la
Soberanía Ilimitada del Estado, entendida tradicionalmente como una “imposición sin
compensación”, la Administración no era responsable bajo el principio “The king can do no
wrong” o la máxima “le roi ne peut mal faire”, enunciados de raigambre teocrática” 5, mediante
los cuales se justificaba la irresponsabilidad del Estado (con el rey a la cabeza) en relación a los
actos que causaban perjuicio a los súbditos6
Posteriormente, se admite la tesis en los casos que la Administración realizaba actos de gestión,
actuaba en similares condiciones que un particular, por tanto, se sometía al derecho común
pudiendo en este aspecto ser aplicados los estatutos de responsabilidad; en cambio al ejercer
actos de autoridad, estos continuaban siendo considerados como una manifestación de la
soberanía ilimitada.
En opinión del profesor Cristián Román, en Chile no ha existido en esta materia una línea
evolutiva continua, sino más bien una serie de tramos alternados tanto evolutivos como
involutivos.7
Según este autor, en una época temprana de nuestra historia, específicamente en el derecho
indiano evidenciaba una especie de responsabilidad que atendía principalmente a la protección
de bienes jurídicos concretos (la vida, el honor y la hacienda) siendo procedente la reparación
cuando el individuo había sufrido un sacrificio especial en beneficio de la satisfacción de un
interés de carácter general8, y que en consecuencia, tenía el derecho de que la sociedad toda o su
representante resultas en obligados con éste (similar al tipo objetivo).
3 Alessandri Rodríguez, Arturo. (2005). “De la responsabilidad extracontractual en el Derecho Civil chileno”. Santiago, Chile.
Jurídica de Chile. pág. 13.
4 Barros Bourie, Enrique Gustavo. (2006). “Tratado de responsabilidad extracontractual”. Santiago de Chile, Jurídica de Chile.
Pág. 16.
5 Alesandri Rodríguez, Arturo. (2005). Op cit. Pág. 24 32.
6 Duque Hoyos, Ricardo. (1984). “La responsabilidad patrimonial de la Administración Pública”. Bogotá, Colombia. Editorial
Temis. Pág 5
7 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la Administración del Estado
en Chile”. En Revista de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo (México DF), Nº 6, p. 605 ss. En versión
electrónica consultada con fecha 22 de febrero de 2015:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/aida/cont/6/art/art17.pdf. Pág 39.
8 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la administración del
9 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la administración del Estado
en Chile”.Pág. 16
10 El Artículo 2320 inciso 1°del Código Civil señala: “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones, sino del
Esto se generó en razón del desarrollo jurisprudencial que existió en Chile en torno a las
acciones deducidas con el objeto de responsabilizar al Estado por los daños generados en
cumplimiento de sus funciones o, por hechos suyos, esto es hechos de sus órganos y sus
funcionarios.
Este desarrollo fue dificultoso en nuestro país, ya que la justicia ordinaria tendía a declararse
incompetente para conocer de las acciones por responsabilidad administrativa, lo que se tradujo
en que esa doctrina jurisprudencial recayera solamente sobre aquella parte de la actividad
administrativa que se exceptuó de la regla general de incompetencia 14
En nuestra legislación se busca una solución al dictar el DL 1289 de 1976, antigua Ley Orgánica
de Municipalidades, que vendría a establecer la primera norma de carácter general que, al amparo
de las normas y principios del Derecho Público, regula la responsabilidad extracontractual de un
órgano del Estado, haciendo responsable a los municipios por los perjuicios causados en el
ejercicio de sus funciones.
Como ya se ha indicado anteriormente, esta postura establece que basta la ausencia del servicio
y el daño para que haya responsabilidad, no importando los medios con que el órgano o
funcionario contaba para atender a sus funciones, siendo lo importante la víctima y no el agente
generador de riesgo, ya que es el Estado el que reconoce y garantiza la integridad de la persona
13 Cordero Vega, l. “la responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la corte suprema” en: letelier, w. (coord.) la
falta de servicio. santiago. Editorial Abeledo Perrot, 2012. pág 61.
14 Pierry Arrau, Pedro. La responsabilidad extracontractual del Estado por falta de servicio.
https://www.cde.cl/wps/wcm/connect/bd5cef7b-c2fe-45db-9a61-
a3e6648a6db2/Rev_1_%2B2LA%2BRESPONSABILIDAD%2BEXTRACONTRACTUAL.pdf?MOD=AJP ERES
15 Un claro desarrollo claro de la historia del concepto en VALDIVIA, J.M. “Orígenes de la noción de falta de servicio” En:
Es así que “el más general de los ordenamientos administrativos del derecho chileno concede
una acción de contenido patrimonial a cualquier persona lesionada en sus derecho por falta de
servicio incurrida por los órganos de la Administración del Estado”. 19
Cabe agregar que en opinión del profesor de Raúl Letelier Wartenberg, ,"(…) si antes podía
existir alguna duda acerca de la consonancia entre las actuales reglas y la Constitución, dichas
objeciones se han ido disipando con el tiempo. Tanto los artículos 6° y 7° de la Constitución
Política de La República como el artículo 38° inciso 2° de la misma carta hacen referencia a
actos que infringen la Constitución o las normas dictadas en conformidad a ella, es decir, ambas
normas se refieren a actos que infringen los deberes exigidos por la ley. En este sentido, que la
responsabilidad extracontractual del Estado sea ante todo una responsabilidad por hechos
contrarios al derecho queda reflejado en la historia fidedigna de gran parte de los preceptos
CORDERO VEGA, L. “La responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la Corte
Suprema” que regulan este tipo de responsabilidad. Además del artículo 42 [antiguo 44] de la
17 Considerando 10° del fallo de primera instancia confirmado por el fallo causa Rol N° 1.768-2007 de la Excma. Corte
Suprema N° “Monica Cancino Fuenzalida con I. Municipalidad de La Cisterna”.
18 CORDERO VEGA, L. “La responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la Corte Suprema”
19 BARROS, E. Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. 2006. Pág. 491.
Ley de Bases, cuya apelación a la falta de servicio deja clara la necesidad de una contravención
jurídica, sucede lo mismo con el referido artículo 38 inciso 2° de la Constitución o con el artículo
4° de la Ley de Bases. Respecto del primero de ellos, cabe señalar que en la sesión 410° de la
Comisión de Estudio de la Nueva Constitución Política de la República, celebrada el 30 de
agosto de 1978, se reconoció expresamente que la referida norma tuvo por finalidad establecer
un principio de competencia de los tribunales llamados a conocer de las causas contencioso-
administrativas [por un acto arbitrario o ilegítimo de la administración] como declaraba el
Presidente de la Comisión, Sr. Ortúzar. Una afirmación similar se haría en la discusión del
actual artículo 4° de la Ley de Bases cuando, indicándose que en ella se incluye la regla general
sobre indemnización por los daños que cause la Administración, se expresaba que debe
determinarse, en cada caso, por los tribunales competentes, si ella actúa con dolo o culpa". 20
El particular deberá acreditar que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano,
mediando dicha falta de servicio.
Los órganos de la Administración del Estado que en materia sanitaria sean condenados en
juicio, tendrán derecho a repetir en contra del funcionario que haya actuado con imprudencia
temeraria o dolo en el ejercicio de sus funciones, y en virtud de cuya actuación el servicio fue
condenado. La conducta imprudente o dolosa del funcionario deberá siempre ser acreditada en
el juicio en que se ejerce la acción de repetición, la que prescribirá en el plazo de dos años,
contado desde la fecha en que la sentencia que condene al órgano quede firme o ejecutoriada.”.
Es así, que podemos decir que en materia sanitaria existe un estatuto especial de responsabilidad,
en la Ley N.° 19.966, la cual vino a establecer no sólo un régimen de garantías en salud, sino
también instaura una serie de artículos dedicados a regular la responsabilidad del Estado, por los
daños en materia sanitaria que los establecimientos de salud pudieran causar ; además de los Art.
2 y 42 de la Ley 18.575, que hace aplicable dicha ley a los servicios públicos creados para el
cumplimiento de la función administrativa; así también se aplica en el artículo 11 de la Ley
18.469, norma que fue recogida en el art. 141 del DFL 1, del 2005.
20 LETELIER, R. (coord.) La Falta de Servicio. Santiago. Editorial Abeledo Perrot, 2012. Pág. 2.
La Responsabilidad Sanitaria del Estado se clasifica en naturaleza: Civil, Penal y Administrativa,
la primera respecto de las indemnizaciones de perjuicios, la segunda en relación a las sanciones
por delitos cometidos y la última, relacionada a las sanciones señaladas en la normativa de la
administración del Estado.
Que tras el desarrollo de las distintas tesis ya expuesta y la normativa existentes con especial
atención a lo establecido por el legislador en la ley 19.966 artículo 38, creemos que en materia
de responsabilidad Sanitaria del estado nos encontramos ante un sistema de responsabilidad
subjetivo, ya que establece como factor de imputación la falta de servicio dañosa y las
normativas legales que la rigen así lo han confirmado, por lo que hoy en día no cabe discusión
sobre la naturaleza de la responsabilidad del Estado, particularmente en materia sanitaria, siendo
aceptada tanto por nuestra doctrina como jurisprudencia mayoritaria la teoría de Responsabilidad
del Estado por Falta de Servicio, la cual tiene su origen en el Derecho Administrativo francés;
estableciendo que la responsabilidad del Estado no puede regirse por las normas propias del
Código Civil.
d. Conceptualización
La expresión ‘falta de servicio’ deviene del francés ‘faute de service’, en nuestra legislación la
primera disposición que usó la expresión ‘falta de servicio’ fue el artículo 62-3 del decreto ley
nº1.289 de enero de 1976, este decreto fijaba la antigua ley orgánica de municipalidades,
nuevamente se señala en la ley 18.575, y posteriormente en la ley 19.966.
La doctrina compuesta por Eduardo, Hugo Caldera y Enrique Silva entre otros, calificaron a la
responsabilidad por ‘falta de servicio’ como una responsabilidad objetiva, es decir, una
responsabilidad por el resultado que no exigía determinar dolo o culpa del agente público.
Un segundo grupo de juristas, encabezados por Pedro Pierry y Osvaldo Oelckers adherían a la
posición opuesta; la responsabilidad por ‘falta de servicio’ no era un caso de responsabilidad por
el resultado, sino que se debía acreditar la ‘culpa’ del ente público.
Es así que nos encontramos ante falta de servicio “ cuando los órganos o agentes estatales no
actúan debiendo hacerlo o cuando su accionar es tardío o defectuoso, provocando una daño a los
respectivos beneficiarios del servicio público”23
Como concepto la falta de servicio se puede establecer como la omisión en el servicio prestado
por el órgano Sanitario del Estado, ya sea por no haberse realizado el servicio, por haber sido
tardío o ser imperfecto. en palabras de José Miguel Valdivia, se entiende por falta de servicio:
La Corte Suprema, en causa ROL 9554-2012, establece que la falta de servicio: “Se presente
como una deficiencia o mal funcionamiento de servicio en relación a la conducta normal que
se espera de él, estimándose que ello ocurre cuando aquel no funciona debiendo hacerlo y
cuando funciona irregular o tardíamente, operando así como factor de imputación que genera
la consecuente responsabilidad indemnizatoria”.25
Es así que podemos conceptualizar a la falta de servicio como aquella que se presenta cuando
el servicio no funciona debiendo hacerlo, cuando funciona defectuosamente o tardíamente, por
la mala organización o el mal funcionamiento de un servicio público, fallido, defectuoso o
anormal, que cuando causa daño a un particular da lugar acciones judiciales tendiente a al pago
de las indemnizaciones con el objeto de que se repare el daño causado.
La responsabilidad Sanitaria del estado a través de los Servicios Públicos es diferente al régimen
privado, toda vez que los servicios públicos cuentan con un régimen propio de responsabilidad
que dice relación con la culpa institucional de los organismos públicos, esto es, la denominada
Sin embargo, esta responsabilidad, que no es general ni absoluta, tiene reglas especiales, que
varían según las exigencias del servicio y la necesidad de conciliar los derechos del Estado con
los de los particulares. En materia sanitaria existe un estatuto especial de responsabilidad de los
servicios de salud, consagrado en la Ley N.° 19.966, conocida como Ley GES, la cual vino a
establecer no sólo un régimen de garantías en salud, sino también instaura una serie de artículos
dedicados a regular la responsabilidad del Estado, por los daños en materia sanitaria que los
establecimientos de salud pudieran causar ; además de los Art. 2 y 42 de la Ley 18.575, que hace
aplicable dicha ley a los servicios públicos creados para el cumplimiento de la función
administrativa; así también se aplica en el artículo 11 de la Ley 18.469, norma que fue recogida
en el art. 141 del DFL 1, del 2005.
a) Pluralidad de Sujetos Pasivos:
Según lo señalado por Hugo Cárdenas, existe por lo menos 5 legitimados pasivos, dependiendo
del establecimiento de que se trate.
En primer termino el Fisco de Chile, a través del Consejo de Defensa del Estado cuando el
establecimiento no tiene personalidad jurídica ni patrimonio propio, debido a que son órganos
centralizados, por ejemplo Hospitales dependientes de ciertos organismos estatales como
Carabineros de Chile, Comando de Salud del Ejercito de Chile (Cosale), Establecimiento
Penitenciario de Salud dependientes de Gendarmería de Chile, Hospitales y Centros de Salud de
la división de sanidad dependientes de la Fuerza Aérea de Chile.
En segundo lugar, se encuentran los Centros Asistenciales Experimentales como el Hospital
Padre Alberto Hurtado, Centro de Referencia de Salud de Maipú, los Hospitales y Centros
Asistenciales que dependan de la Universidad de chile .
En tercer lugar Municipalidades representada judicialmente por su Alcalde, tratándose de
Centro de Atención Primaria: SAPU, Postas Rurales, Centro de Salud Familiar- CESFAN,
Centro de Salud Mental -COSAM,
En cuarto lugar, se encuentran los servicios de salud, en los casos en que los hospitales y centro
de salud ( no personificados) dependientes de dicho servicio, ocasionen algún daño a sus
usuarios. Estos hospitales y centros de salud, dependen jurídica y administrativamente del
Servicio de que se trate, y sólo este último tiene el patrimonio y la titularidad jurídica para
Cabe señalar que la Ley Auge no excluye la aplicación del derecho común ni tampoco se sigue
la regla Francesa de garantía estatal por acto de funcionario. En consecuencia aquí también
procede entender que se aplican las reglas del derecho común pudiendo la víctima demandar al
médico o funcionario y al Estado como tercero civilmente responsable, sin perjuicio del derecho
a repetir si procede, tal como ocurre en el artículo 2325 del Código Civil .
Por otra parte, la acción para perseguir esta responsabilidad prescribirá en el plazo de cuatro años
contado desde la acción u omisión según lo establecido por el artículo 40 de la Ley Auge.
En cuanto a la indemnización por el daño moral, el artículo 41 de la Ley se refiere de manera
expresa al daño moral indicando “ La indemnización por daño moral será fijada por e juez
considerando la gravedad del daño y la modificación de las condiciones de existencia del afectado
con el daño producido, atendiendo su edad y condiciones físicas.”
Este precepto indica los factores a considerar para cuantificar el daño moral , en primer término.
La segunda circunstancia a tener en cuenta es la modificación de las condiciones de
existencia del afectado.
En el inciso 2 del artículo 41 expresa : “ no serán indemnizable los daños que se deriven de hecho
o circunstancia que no se hubieran podido prever o evitar según el estado de los conocimientos
de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producirse aquellos.”
Este inciso introduce una modificación importante a las causas de exoneración de
responsabilidad civil pues entre las causas de exoneración se encuentra la fuerza mayor o caso
fortuito , el hecho de un tercero y el propio hecho de la víctima.
III.- CASOS JURISPRUDENCIALES
Ministros: Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sr. Haroldo Brito C.,
y el Abogado Integrante Sr. Emilio Pfeffer U
Hospital se apegó a la Guía Clínica del cáncer de mama en personas de 15 años o más, Garantía
Explícita de Salud, año 2005; acerca del carcinoma ductal in situ, lo procedente ante su hallazgo
es la mastectomía total con o sin reconstrucción.
Los jueces del fondo establecieron que no se podía afirmar la existencia de un error en el
diagnóstico, pese al resultado del segundo examen, por cuanto dos testigos médicos coincidían
en que ello podía ocurrir.
“...la definición de mayor entidad se encuentra en la opción del legislador por el factor de
imputación, el que lo sitúa en la falta de servicio, excluyendo toda posibilidad de reconducción
al Código Civil, adicionar exigencias relacionadas con el dolo o culpa del funcionario que actuó,
como al establecimiento de negligencia, imprudencia, impericia e inobservancia de reglamentos
por parte de la administración o el funcionario. Del mismo modo, con tal definición excluye la
posibilidad de exigir la individualización del funcionario, solamente debe acreditar la conducta
del Servicio.”
Ministros: Humberto Mondaca Díaz y Raúl Beltrami Lazo Abogado integrante: Raúl Pelén Baldi
Responsabilidad del Estado por falta de Servicio. Servicio de Salud Regional. Negligencia
médica de anestesista
Ministros: Rubén Ballesteros C., Héctor Carreño S., Pedro Pierry A., Rosa Egnem S. y Mariá
Eugenia Sandoval G.
Jueces deben ponderar toda la prueba rendida en autos. Falta de servicio. Médico responsable del
diagnóstico y tratamiento de la condición cliń ica que afectaba a la embarazada tuvo un actuar
que no respondió al estándar de conducta que le era exigible en su calidad de médico especialista
en el área de embarazos de alto riesgo obstétrico. En materia sanitaria la certidumbre sobre la
relación causal es difić il de establecer.
“De los antecedentes del proceso surge que en el Hospital San Camilo de San Felipe, por
intermedio de uno de sus especialistas dependientes del área de embarazos de alto riesgo
obstétrico, se efectuó el día 13 de diciembre de 2010 un deficiente control a la paciente Loretto
Morales González, quien sin exámenes y sin otra razón acreditada que lo justificara determinó
iniciar un proceso de inducción de parto tres días más tarde. Que de lo anterior puede colegirse
que la demandada incurrió en falta de servicio en la atención de la paciente, puesto que no le
brindó la atención esperada en un servicio público de esta naturaleza, en atención a que el
médico responsable del diagnóstico y tratamiento de la condición clínica que afectaba a la
embarazada tuvo un actuar que no respondió al estándar de conducta que le era exigible en su
calidad de médico especialista en el área de embarazos de alto riesgo obstétrico, incurriendo en
un error evidente, pudiendo descartarse de plano la imprevisibilidad respecto a la muerte del
nonato habida especial consideración de la especialidad del médico en la materia
(considerandos 9 y 10 sentencia de reemplazo de la Corte Suprema).”28
Rol: 76326-2016
Ministros: Rosa Egnem S., Mariá Eugenia Sandoval G., Carlos Aránguiz Z. y Manuel
Valderrama R. Abogado integrante: Jaime Rodriǵ uez E.
rindió prueba alguna relativa a la adecuación del tratamiento a la lex artis y, aunque así hubiese
sido, se señaló que la negligencia del centro asistencial demandado no tiene su origen en el
tratamiento y/o diagnóstico relativo al cuadro de megacolon tóxico, sino dicha negligencia se
constató con ocasión de la falta de cumplimiento de los deberes de prevención de infecciones
intrahospitalarias y en la deficiencia de las medidas de asepsia y antisepsia adoptadas, que de
haberse cumplido con la diligencia adecuada, hubiesen evitado que la actora contrajera la
bacteria clostridium difficile con que se infectó, de modo que la circunstancia alegada, acerca
de estar presente en la casi totalidad de los hospitales del mundo, sólo agrava la negligencia en
que ha incurrido atendido el conocimiento que tenía de ella y de los riesgos que conllevaba su
contagio, así como de las medidas —o falta de ellas— que debió adoptar para prevenirlo
(considerando 11o de la sentencia de la Corte Suprema).”30
Responsabilidad del Estado. Indemnización de perjuicios, acogida. Necesidad que los jueces del
fondo realicen una apreciación comparativa de la prueba rendida. No prestación de las atenciones
médicas necesarias al paciente. Colocación errónea de un clip instalado en la cavidad abdominal.
Causal de casación en la forma de incumplimiento de los requisitos de la sentencia, anulación de
oficio. Incumplimiento del requisito de la sentencia de contener las consideraciones de hecho y
de derecho que le sirven de fundamento
Se deduce recurso de casación en el fondo contra sentencia de la Corte de Apelaciones que revocó
el fallo de primer grado que acogió la demanda de indemnización de perjuicios por falta de
servicio, rechazando la demanda en todas sus partes. Analizado lo expuesto, la Corte Suprema
anula de oficio la sentencia, dictando sentencia de reemplazo que confirma el fallo en alzada.
“...Asimismo tuvo por establecido que después de esa operación inicial no se trató a la paciente
oportunamente con el fin de evitar complicaciones mayores, sino, por el contrario, se la dio de
alta pocos días después y, por último, que tales hechos, que pudieron haberse evitado o previsto
por los médicos que la operaron, provocaron su muerte. En definitiva, las falencias detectadas
configuran el vicio de casación en la forma del artículo 768 No 5 del Código de Procedimiento
Civil, en relación con el artículo 170 No 4 del mismo Código, pues carece de las consideraciones
CONCLUSIONES
Para llegar a conceptualizar la responsabilidad Sanitaria del estado fue necesario primeramente
tener que investigar como la responsabilidad del estado fue evolucionando y quedándonos claro
que no fue si no a partir de la dictación de nuestra constitución de 1980 que toda discusión
doctrinaria respecto si el estado tenía o no responsabilidad por sus actos o los de sus funcionarios
se disipó, estableciéndose de manera normativa que el estado si tenía o generaba responsabilidad
por los actos administrativos de sus órganos y funcionarios públicos, más no se resolvió que tipo
de responsabilidad era, subjetiva u objetiva, en razón de ello es que se analizan las distinta teorías
doctrinarias al respecto, como así también la evolución de la normativa chilena existente en
responsabilidad del estado, y en materia sanitaria, conjuntamente con jurisprudencia, de
manera que se pudo concluir que nos encontramos ante un sistema de responsabilidad subjetiva,
ya que establece como factor de imputación la falta de servicio dañosa y las normativas legales
que la rigen así lo han confirmado, por lo que hoy en día la responsabilidad Sanitaria del Estado,