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RESPONSABILIDAD

SANITARIA DEL ESTADO

Integrantes: (agregar apellidos)


- María Teresa Barrios Gutierrez
- Maricel Gutierrez
- Paola Reyes Flores
- Carla Rubio Morales
- Jocelyn Yucra Querquezana
Profesor: Esteban Szmulewicz Ramírez

Arica - Agosto, 2019

ÍNDICE AGREGAR NUMEROS DE PAGINA


CAPÍTULO I Marco Conceptual de la ………………… 3
Responsabilidad Sanitaria de la
Administración

a. Términos preliminares al
concepto de responsabilidad
sanitaria del Estado. ………………… 3

b. Evolución normativa y
estatutos aplicables ………………… X

c. Naturaleza Jurídica de la
Responsabilidad Sanitaria del
Estado. ………………… X

d. Conceptualización
………………… X

CAPÍTULO II Reglas Especiales en la


Responsabilidad Sanitaria del
Estado ………………… X

CAPÍTULO III CASOS JURISPRUDENCIALES ………………… X

1) Antecedentes del fallo: Causa


Rol: 2411 – 2012.- ………………… X

2) Antecedentes del fallo, Causa


Rol: 1468 – 2013.- ………………… X

3) Antecedentes del fallo: Causa


Rol: 15257 – 2014 ………………… X

4) Antecedentes del fallo: Causa


Rol: 76326–2016.- ………………… X

5) Antecedentes del fallo: Causa


Rol: 55164–2016.- ………………… X
Conclusiones ………………… X

INTRODUCCIÓN

En Chile, el derecho a la salud se ha convertido en motivo de una preocupación ciudadana


creciente y sostenida. En el centro de la discusión se encuentran las obligaciones que tiene el
Estado en su protección y garantía frente a las progresivas expectativas de las personas por
acceder a mayores y mejores prestaciones en este ámbito.

Así, por ejemplo, a propósito del derecho a la salud, la encuesta de opinión publicada por el
Instituto Nacional de Derechos Humanos de 2015 señala que el 65,7% de los encuestados
considera que es de cargo del Estado la garantía y protección del derecho a la salud; el 30,8%
piensa que es una responsabilidad compartida por igual entre el Estado y la persona, y 3,2%
piensa que es una responsabilidad que recae principalmente en la persona. En la misma encuesta,
el 82,3% de los consultados opina que obtener una atención en salud de calidad depende de
cuánto se puede pagar, y en cuanto a la pregunta sobre los derechos menos protegidos, para el
43% sería el de una jubilación digna; para el 31% el derecho a la salud, y tener un trabajo y
recibir un salario justo para el 21%. En el mismo sentido, la encuesta CEP de noviembre de 2015
señala que entre las principales preocupaciones de los encuestados se encuentran la delincuencia
(58%), la salud (44%) y a educación (33%).1

Si bien todos los derechos tienen costo, los de derechos como el de propiedad han sido
históricamente asumidos por el Estado, mientras que los derechos sociales irrumpen en el
constitucionalismo moderno a principios del siglo XX, siendo la cuestión de su costo un asunto
invocado para retardar su reconocimiento y garantía.

En este contexto, el reconocimiento de los derechos sociales y la responsabilidad que se asigna


al Estado en su protección y su posterior desarrollo normativo y jurisprudencial serán analizados
en el presente trabajo, el cual tiene como propósito determinar la aplicación del derecho sanitario
frente a dicha responsabilidad.

Este trabajo se divide en 3 partes: La primera, en la conceptualización de la responsabilidad


sanitaria del Estado, veremos aspectos preliminares en la historia como los actos del estado
en principio no generan responsabilidad, para continuar con la evolución que se fue desarrollando
en nuestra legislación y doctrina y cómo ello fue disipando el régimen de responsabilidad
aplicable al estado en materia sanitaria para determinar hoy en día cuál es la naturaleza jurídica
de responsabilidad hasta llegar a la teoría ampliamente aceptada al día tanto por la doctrina como
por la jurisprudencia respecto de la responsabilidad sanitaria del estado y de esa manera entender

1 III Encuesta Nacional de Derechos Humanos ENDH – INDH 2015


como se ha conceptualizado hoy la falta de servicio; la segunda, se revisará las reglas especiales
en la responsabilidad sanitaria del Estado, pluralidad sujeto pasivo y el régimen legal de la ley
19.966 “AUGE”; la tercera, teniendo claro la base normativa que regula la responsabilidad
sanitaria del estado, se revisaran los fallos más relevante, el razonamiento que tiene la Ilustrísima
Corte de Apelación y Excelentísima Corte Suprema la hora de definir el sentido y alcance de la
protección del derecho a la salud.

De esta manera creemos haber logrado una síntesis o exposición general, acerca de las principales
ideas que se deben tener en cuenta, para abordar un litigio en el que se busca la responsabilidad
del Estado en materia sanitaria.
RESPONSABILIDAD SANITARIA DEL ESTADO

I.Marco Conceptual de la Responsabilidad Sanitaria de la Administración.


a. Términos preliminares al concepto de responsabilidad sanitaria del Estado.
Entendiendo que la responsabilidad es considerada como una “obligación, cargo o deuda moral,
respecto a una acción ejercida por una persona individual o jurídica, de la cual se debe reparar”,
esta acepción basada en la definición que realiza la Real Academia Española, señala cuatro
características importantes:
1. Cualidad de responsable.
2. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de
un delito, de una culpa o de otra causa legal.
3. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto
determinado.
4. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar
las consecuencias de un hecho realizado libremente.

En virtud de lo señalado precedentemente, es importante ahora precisar el término “sanitaria”,


palabra que se relaciona con la sanidad, del latín “sanitas” y que se atribuye como cualidad de
sano o saludable, y que es definida como un “Conjunto de servicios gubernativos ordenados para
preservar la salud del común de los habitantes de una nación, provincia o municipio”.

Todas estas definiciones se relacionan o relevan el término salud de las personas en su término
más amplio, considerando a la salud como “un producto de la vida en sociedad. Por ello cada
época y cada sociedad tiene su particular estado de salud, generado por la combinación de
factores que hacen posible incrementar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos”2. No
necesariamente se enfoca en la enfermedad.

Por tanto, se asume que el Estado tiene responsabilidad u obligación de satisfacer o reparar en
casos necesarios, a través de un conjunto de servicios gubernamentales, ya sean centralizados o
no, incluso de carácter privado, con el objeto de preservar el bienestar general de las personas,
relevando la cualidad de saludable.

La relevancia de conceptualizar dicha responsabilidad, se visibiliza en virtud del aumento de las


demandas actuales sobre malas prácticas de los profesionales médicos, públicos o privados,
también contra el Estado, representado por el Fisco de Chile, hospitales públicos, clínicas
privadas, servicios de Salud, laboratorios clinicos y municipalidades, entre otros, lo cual denota
un mayor empoderamiento de los pacientes o usuarios respecto a sus derechos y garantías, según
lo establecido en la Ley 19.966 del Ministerio de Salud, que establece un Régimen de Garantías
de Salud a las personas.

2 Bastidas, Lucas(2018).Responsabilidad Civil Sanitaria, p 10 y 11.


En lo que respecta a la Doctrina Nacional, el término “responsabilidad” ha sido definida por el
profesor Arturo Alessandri como: “La obligación que pesa sobre una persona de indemnizar el
daño sufrido por otra”3. Por lo tanto, la responsabilidad en sede civil es definida por su resultado
y no por un fundamento de culpabilidad como se ha hecho en otras disciplinas.

Para el profesor Enrique Barros, el derecho de la responsabilidad va a establecer criterios y


requisitos para que los daños sean normativamente atribuidos al tercero que los ha provocado, y
de esta forma se justifique el acceso a la reparación de la víctima.4

Cabe agregar que la responsabilidad del Estado es uno de los temas que ha causado división en
la doctrina nacional, específicamente en lo que se refiere a determinar si la responsabilidad del
Estado Administrador es de tipo objetiva o subjetiva. En principio y bajo la Teoría de la
Soberanía Ilimitada del Estado, entendida tradicionalmente como una “imposición sin
compensación”, la Administración no era responsable bajo el principio “The king can do no
wrong” o la máxima “le roi ne peut mal faire”, enunciados de raigambre teocrática” 5, mediante
los cuales se justificaba la irresponsabilidad del Estado (con el rey a la cabeza) en relación a los
actos que causaban perjuicio a los súbditos6

Posteriormente, se admite la tesis en los casos que la Administración realizaba actos de gestión,
actuaba en similares condiciones que un particular, por tanto, se sometía al derecho común
pudiendo en este aspecto ser aplicados los estatutos de responsabilidad; en cambio al ejercer
actos de autoridad, estos continuaban siendo considerados como una manifestación de la
soberanía ilimitada.

En opinión del profesor Cristián Román, en Chile no ha existido en esta materia una línea
evolutiva continua, sino más bien una serie de tramos alternados tanto evolutivos como
involutivos.7

Según este autor, en una época temprana de nuestra historia, específicamente en el derecho
indiano evidenciaba una especie de responsabilidad que atendía principalmente a la protección
de bienes jurídicos concretos (la vida, el honor y la hacienda) siendo procedente la reparación
cuando el individuo había sufrido un sacrificio especial en beneficio de la satisfacción de un
interés de carácter general8, y que en consecuencia, tenía el derecho de que la sociedad toda o su
representante resultas en obligados con éste (similar al tipo objetivo).

3 Alessandri Rodríguez, Arturo. (2005). “De la responsabilidad extracontractual en el Derecho Civil chileno”. Santiago, Chile.
Jurídica de Chile. pág. 13.
4 Barros Bourie, Enrique Gustavo. (2006). “Tratado de responsabilidad extracontractual”. Santiago de Chile, Jurídica de Chile.
Pág. 16.
5 Alesandri Rodríguez, Arturo. (2005). Op cit. Pág. 24 32.
6 Duque Hoyos, Ricardo. (1984). “La responsabilidad patrimonial de la Administración Pública”. Bogotá, Colombia. Editorial
Temis. Pág 5
7 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la Administración del Estado
en Chile”. En Revista de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo (México DF), Nº 6, p. 605 ss. En versión
electrónica consultada con fecha 22 de febrero de 2015:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/aida/cont/6/art/art17.pdf. Pág 39.
8 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la administración del

Estado en Chile”. Pág. 8.


En el período republicano de 1810 en adelante, no existían normas de carácter legal que
establecieran expresamente la responsabilidad del Estado Administrador, por lo que se ha
concluido de forma implícita, que el ordenamiento jurídico reconoció la irresponsabilidad del
órgano en esta materia.9
Posteriormente, desde el año 1938 la teoría que se impondría sería la que distingue entre los actos
de autoridad y los de gestión, siendo discutida jurisprudencialmente la idea de aplicar, a los actos
de gestión, el artículo 2320 del Código Civil.10
A partir de la Constitución política de 1980 en adelante, se advierte el surgimiento de una
normativa tanto constitucional como legal, referida directamente a la responsabilidad de la
Administración, pero se presenta como problema en la doctrina nacional en aquello que dice
relación con determinar si el tipo de responsabilidad que le corresponde a los órganos públicos
es Objetiva, Subjetiva o Mixta.
Objetiva, en el sentido de que sólo se exigiría que la actuación de la Administración produzca
una lesión a los derechos de una persona, sin exigir dolo o culpa en el agente, es decir, sin que
importe si su actuación es lícita o ilícita.
Por su parte, la responsabilidad desde un punto de vista subjetivo, dice relación con que el autor
del daño (la Administración) actúe con dolo o culpa, es decir, incurra en delito o cuasidelito civil
o incurra en un hecho o acto administrativo ilícito (o falta de servicio, apreciada subjetivamente
para las teorías del Derecho Público) estableciendo en consecuencia, un régimen de
responsabilidad subjetiva.11
Finalmente, en cuanto al carácter mixto, esta teoría no se inclina por ninguna de las anteriores,
sino que es una teoría intermedia o ecléctica y tiene entre sus exponentes a Enrique Barros Bourie
y Osvaldo Oelkers Camus, quienes afirman que, al consagrarse la responsabilidad por falta de
servicio en el artículo 42 de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado, desaparece el elemento tradicional de dolo o culpa del funcionario
para los efectos de determinar la responsabilidad de la administración. Esta teoría indica que la
responsabilidad se objetiviza y se transforma en responsabilidad directa de la administración
cuando ella no actúa en la forma que prescribe la ley. Al respecto, el profesor Enrique Barros
aclara que si la si la responsabilidad se objetiviza“no significa que esta sea responsabilidad
objetiva, pues en estos casos necesariamente debe probarse la circunstancia que se alega
derivada del funcionamiento anormal del organismo público”.12

b. Evolución normativa y estatutos aplicables

9 Román Cordero, Cristián. (2009). “Pasado, presente y futuro de la responsabilidad patrimonial de la administración del Estado
en Chile”.Pág. 16
10 El Artículo 2320 inciso 1°del Código Civil señala: “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones, sino del

hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado”.


11 Fabián Huepe Artigas “Responsabilidad del estado por falta de servicio y responsabilidad objetiva en su actividad
administrativa”, Año 2008, capítulo II, Pág. 53.
12René Ramos Pazos “De la responsabilidad extracontractual”, Quinta edición actualizada, pág. 133.
Desde los inicios de los años setenta la doctrina chilena había venido abogando por un sistema
de responsabilidad con criterios de imputabilidad subjetiva, basado en la tradición de la doctrina
francesa, respondiendo al avance de la doctrina de la responsabilidad por lesión en la
jurisprudencia nacional. 13

Esto se generó en razón del desarrollo jurisprudencial que existió en Chile en torno a las
acciones deducidas con el objeto de responsabilizar al Estado por los daños generados en
cumplimiento de sus funciones o, por hechos suyos, esto es hechos de sus órganos y sus
funcionarios.

Este desarrollo fue dificultoso en nuestro país, ya que la justicia ordinaria tendía a declararse
incompetente para conocer de las acciones por responsabilidad administrativa, lo que se tradujo
en que esa doctrina jurisprudencial recayera solamente sobre aquella parte de la actividad
administrativa que se exceptuó de la regla general de incompetencia 14

En Francia la doctrina y jurisprudencia francesa fueron acuñando el concepto de falta de


servicio, como forma de atribuir responsabilidad directa a la administración, esto en razón de
ciertos conflictos de competencia en el Tribunal de Conflictos a fines del siglo en el año 1873,
punto de partida para la falta de servicio en esa doctrina. 15

En nuestra legislación se busca una solución al dictar el DL 1289 de 1976, antigua Ley Orgánica
de Municipalidades, que vendría a establecer la primera norma de carácter general que, al amparo
de las normas y principios del Derecho Público, regula la responsabilidad extracontractual de un
órgano del Estado, haciendo responsable a los municipios por los perjuicios causados en el
ejercicio de sus funciones.

El DL 1289 se refiere en su Título VII a la Responsabilidad, y en su artículo 62 establece en el


inciso segundo: “La responsabilidad extracontractual procederá, principalmente, para indemnizar
los perjuicios que sufran uno o más usuarios de los servicios municipales cuando éstos no
funcionen, debiendo hacerlo o lo hagan en forma deficiente.” Esta regla fue vista por algunos
autores entre ellos Hernández, Soto Klos como una explicación convencional del derecho
francés, como un sistema de responsabilidad propia, público y objetivo.16

Como ya se ha indicado anteriormente, esta postura establece que basta la ausencia del servicio
y el daño para que haya responsabilidad, no importando los medios con que el órgano o
funcionario contaba para atender a sus funciones, siendo lo importante la víctima y no el agente
generador de riesgo, ya que es el Estado el que reconoce y garantiza la integridad de la persona

13 Cordero Vega, l. “la responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la corte suprema” en: letelier, w. (coord.) la
falta de servicio. santiago. Editorial Abeledo Perrot, 2012. pág 61.
14 Pierry Arrau, Pedro. La responsabilidad extracontractual del Estado por falta de servicio.

https://www.cde.cl/wps/wcm/connect/bd5cef7b-c2fe-45db-9a61-
a3e6648a6db2/Rev_1_%2B2LA%2BRESPONSABILIDAD%2BEXTRACONTRACTUAL.pdf?MOD=AJP ERES
15 Un claro desarrollo claro de la historia del concepto en VALDIVIA, J.M. “Orígenes de la noción de falta de servicio” En:

LETELIER, W. (coord.) La falta de servicio. Santiago. Editorial AbeledoPerrot, 2012.


16BARROS, E. Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. 2006. Pág. 483
humana, como lo establece el artículo 19 N°1 de la Constitución Política de la República. Se
trata en suma de una responsabilidad constitucional y no meramente civil. 17

Otros veían en él la reproducción de un sistema de culpa compatible con el sistema de


responsabilidad del Código Civil.18

Posteriormente la Constitución de 1980, que se encargaría de establecer en su artículo 6 la


sujeción de los órganos del Estado a las leyes indicando que los órganos del Estado deben
someter su acción a la Constitución y las normas dictadas conforme a ella y, reconociendo
además que la infracción a estas generará las responsabilidades y sanciones que determine la
ley. También establece la Constitución en el inciso 2° del artículo 38, que cualquier persona
que sea lesionada en sus derechos por la Administración del Estado, de sus organismos o de las
municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales que determine la ley, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño. Habilitando
así a los tribunales de justicia para conocer de la actividad administrativa y de las acciones por
daños producidos por la Administración, pudiendo el que resulte perjudicado por el actuar de la
administración recurrir a ellos para exigir la reparación correspondiente.

El siguiente texto normativo que desarrolla la responsabilidad administrativa en Chile, es la Ley


N°18.575 Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado
dictada en 1986, (Ley de Bases), la cual señala en el artículo 4 que el Estado será responsable
por los daños que causen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus funciones, sin
perjuicio de las responsabilidades que pudieren afectar al funcionario que los hubiere
ocasionado.

Esa ley fija la naturaleza del régimen de responsabilidad aplicable a la actuación de la


Administración en el artículo 42, señalando que los órganos de la Administración serán
responsables del daño que causen por falta de servicio.

Es así que “el más general de los ordenamientos administrativos del derecho chileno concede
una acción de contenido patrimonial a cualquier persona lesionada en sus derecho por falta de
servicio incurrida por los órganos de la Administración del Estado”. 19

Cabe agregar que en opinión del profesor de Raúl Letelier Wartenberg, ,"(…) si antes podía
existir alguna duda acerca de la consonancia entre las actuales reglas y la Constitución, dichas
objeciones se han ido disipando con el tiempo. Tanto los artículos 6° y 7° de la Constitución
Política de La República como el artículo 38° inciso 2° de la misma carta hacen referencia a
actos que infringen la Constitución o las normas dictadas en conformidad a ella, es decir, ambas
normas se refieren a actos que infringen los deberes exigidos por la ley. En este sentido, que la
responsabilidad extracontractual del Estado sea ante todo una responsabilidad por hechos
contrarios al derecho queda reflejado en la historia fidedigna de gran parte de los preceptos
CORDERO VEGA, L. “La responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la Corte
Suprema” que regulan este tipo de responsabilidad. Además del artículo 42 [antiguo 44] de la

17 Considerando 10° del fallo de primera instancia confirmado por el fallo causa Rol N° 1.768-2007 de la Excma. Corte
Suprema N° “Monica Cancino Fuenzalida con I. Municipalidad de La Cisterna”.
18 CORDERO VEGA, L. “La responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la Corte Suprema”

19 BARROS, E. Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Santiago. Editorial Jurídica de Chile. 2006. Pág. 491.
Ley de Bases, cuya apelación a la falta de servicio deja clara la necesidad de una contravención
jurídica, sucede lo mismo con el referido artículo 38 inciso 2° de la Constitución o con el artículo
4° de la Ley de Bases. Respecto del primero de ellos, cabe señalar que en la sesión 410° de la
Comisión de Estudio de la Nueva Constitución Política de la República, celebrada el 30 de
agosto de 1978, se reconoció expresamente que la referida norma tuvo por finalidad establecer
un principio de competencia de los tribunales llamados a conocer de las causas contencioso-
administrativas [por un acto arbitrario o ilegítimo de la administración] como declaraba el
Presidente de la Comisión, Sr. Ortúzar. Una afirmación similar se haría en la discusión del
actual artículo 4° de la Ley de Bases cuando, indicándose que en ella se incluye la regla general
sobre indemnización por los daños que cause la Administración, se expresaba que debe
determinarse, en cada caso, por los tribunales competentes, si ella actúa con dolo o culpa". 20

Luego, se establece de manera específica la responsabilidad del estado en materia sanitaria,


en el artículo 38 de la Ley N° 19.966 ( Ley Auge), del año 2004 , al indicar que “'los órganos
de la Administración del Estado en materia sanitaria serán responsables de los daños que causen
a particulares por falta de servicio.

El particular deberá acreditar que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano,
mediando dicha falta de servicio.

Los órganos de la Administración del Estado que en materia sanitaria sean condenados en
juicio, tendrán derecho a repetir en contra del funcionario que haya actuado con imprudencia
temeraria o dolo en el ejercicio de sus funciones, y en virtud de cuya actuación el servicio fue
condenado. La conducta imprudente o dolosa del funcionario deberá siempre ser acreditada en
el juicio en que se ejerce la acción de repetición, la que prescribirá en el plazo de dos años,
contado desde la fecha en que la sentencia que condene al órgano quede firme o ejecutoriada.”.

Es así, que podemos decir que en materia sanitaria existe un estatuto especial de responsabilidad,
en la Ley N.° 19.966, la cual vino a establecer no sólo un régimen de garantías en salud, sino
también instaura una serie de artículos dedicados a regular la responsabilidad del Estado, por los
daños en materia sanitaria que los establecimientos de salud pudieran causar ; además de los Art.
2 y 42 de la Ley 18.575, que hace aplicable dicha ley a los servicios públicos creados para el
cumplimiento de la función administrativa; así también se aplica en el artículo 11 de la Ley
18.469, norma que fue recogida en el art. 141 del DFL 1, del 2005.

De este modo, se ha entendido por la doctrina y la jurisprudencia tras la dictación de la ley


19.966 y en particular en lo que respecta a Título III de la misma, indicando que la misma
obedece a la intención del legislador de regular la responsabilidad del Estado en materia sanitaria,
considerando la especialidad de la materia, con lo que esclarece la regulación en el ámbito de
responsabilidad sanitaria, en aspectos como criterios de imputación, daño moral, carga de la
prueba, entre otras.

c. Naturaleza Jurídica de la Responsabilidad Sanitaria del Estado.

20 LETELIER, R. (coord.) La Falta de Servicio. Santiago. Editorial Abeledo Perrot, 2012. Pág. 2.
La Responsabilidad Sanitaria del Estado se clasifica en naturaleza: Civil, Penal y Administrativa,
la primera respecto de las indemnizaciones de perjuicios, la segunda en relación a las sanciones
por delitos cometidos y la última, relacionada a las sanciones señaladas en la normativa de la
administración del Estado.

En nuestro Ordenamiento Jurídico, de acuerdo a lo preceptuado en los artículos 6, 7 y 38 de la


CPR, no es posible sostener la irresponsabilidad en la actuación de los poderes públicos,
quedando pendiente al legislador señalar los sistemas de responsabilidad, o más concretamente,
los títulos de imputabilidad de la actuación dañosa.

Que tras el desarrollo de las distintas tesis ya expuesta y la normativa existentes con especial
atención a lo establecido por el legislador en la ley 19.966 artículo 38, creemos que en materia
de responsabilidad Sanitaria del estado nos encontramos ante un sistema de responsabilidad
subjetivo, ya que establece como factor de imputación la falta de servicio dañosa y las
normativas legales que la rigen así lo han confirmado, por lo que hoy en día no cabe discusión
sobre la naturaleza de la responsabilidad del Estado, particularmente en materia sanitaria, siendo
aceptada tanto por nuestra doctrina como jurisprudencia mayoritaria la teoría de Responsabilidad
del Estado por Falta de Servicio, la cual tiene su origen en el Derecho Administrativo francés;
estableciendo que la responsabilidad del Estado no puede regirse por las normas propias del
Código Civil.

d. Conceptualización

En materia sanitaria la responsabilidad del estado se traduce en lo que se denomina falta de


servicio, más respecto de ella no existe un concepto legal establecido, pues la misma ha sido una
creación doctrinal y jurisprudencial.

La expresión ‘falta de servicio’ deviene del francés ‘faute de service’, en nuestra legislación la
primera disposición que usó la expresión ‘falta de servicio’ fue el artículo 62-3 del decreto ley
nº1.289 de enero de 1976, este decreto fijaba la antigua ley orgánica de municipalidades,
nuevamente se señala en la ley 18.575, y posteriormente en la ley 19.966.

La doctrina compuesta por Eduardo, Hugo Caldera y Enrique Silva entre otros, calificaron a la
responsabilidad por ‘falta de servicio’ como una responsabilidad objetiva, es decir, una
responsabilidad por el resultado que no exigía determinar dolo o culpa del agente público.

Un segundo grupo de juristas, encabezados por Pedro Pierry y Osvaldo Oelckers adherían a la
posición opuesta; la responsabilidad por ‘falta de servicio’ no era un caso de responsabilidad por
el resultado, sino que se debía acreditar la ‘culpa’ del ente público.

Posteriormente en el año 2002 cambió la integración de la Corte Suprema e ingresó a la Tercera


Sala el Ministro Urbano Marín, redactó el fallo ‘Domic Bezic con Fisco’21y tanto el juez de
primera instancia y la Corte de Apelaciones acogieron la demanda y condenaron al pago de la
indemnización. Fundaron la condena en la posición dogmática de Eduardo Soto. La Corte

21 Sentencia disponible en la Revista de Derecho del Consejo de Defensa del Estado.


https://www.cde.cl/wps/wcm/connect/b03d97fa-4b27-40b7-8ad0-9149a7e44a84/13.pdf?MOD=AJPERES
Suprema conoció el caso en virtud de recurso de casación y cambió la decisión: se rechazó la
demanda. 22 , a partir de allí y hasta ahora, la expresión ‘falta de servicio’ se asocia a la
determinación de la culpa de la organización pública. El año 2006 esta posición resultó
fortalecida, porque Pedro Pierry fue nombrado abogado integrante de la sala constitucional y
administrativa de la Corte Suprema.

Es así que nos encontramos ante falta de servicio “ cuando los órganos o agentes estatales no
actúan debiendo hacerlo o cuando su accionar es tardío o defectuoso, provocando una daño a los
respectivos beneficiarios del servicio público”23

Como concepto la falta de servicio se puede establecer como la omisión en el servicio prestado
por el órgano Sanitario del Estado, ya sea por no haberse realizado el servicio, por haber sido
tardío o ser imperfecto. en palabras de José Miguel Valdivia, se entiende por falta de servicio:

“ Un funcionamiento deficiente o una organización defectuosa del servicio público, esto es de la


institución pública . En palabras de Paul Duez, repetidas hasta el cansancio por la jurisprudencia
nacional, hay falta de servicio cuando el servicio no funciona debiendo hacerlo, cuando funciona
defectuosamente o tardíamente. en la medida que la falta de servicio revela incumplimiento de
estándares de funcionamiento del servicio público, esto es , transgresión de las obligaciones que
se le imponen por la ley o que derivan de su objeto o función , el concepto es totalmente
equivalente a la noción civil de negligencia. en ambos casos la noción se identifica con un
defecto, falla o anomalía en el hecho que origina el daño, por eso que el régimen de
responsabilidad por falta de servicio corresponde, en terminos analiticos a una responsabilidad
por culpa”24

La Corte Suprema, en causa ROL 9554-2012, establece que la falta de servicio: “Se presente
como una deficiencia o mal funcionamiento de servicio en relación a la conducta normal que
se espera de él, estimándose que ello ocurre cuando aquel no funciona debiendo hacerlo y
cuando funciona irregular o tardíamente, operando así como factor de imputación que genera
la consecuente responsabilidad indemnizatoria”.25

Es así que podemos conceptualizar a la falta de servicio como aquella que se presenta cuando
el servicio no funciona debiendo hacerlo, cuando funciona defectuosamente o tardíamente, por
la mala organización o el mal funcionamiento de un servicio público, fallido, defectuoso o
anormal, que cuando causa daño a un particular da lugar acciones judiciales tendiente a al pago
de las indemnizaciones con el objeto de que se repare el daño causado.

II .- Reglas Especiales en la Responsabilidad Sanitaria del Estado:

La responsabilidad Sanitaria del estado a través de los Servicios Públicos es diferente al régimen
privado, toda vez que los servicios públicos cuentan con un régimen propio de responsabilidad
que dice relación con la culpa institucional de los organismos públicos, esto es, la denominada

22 La sentencia se encuentra disponible en: https://www.cde.cl/wps/wcm/connect/b03d97fa-4b27-40b7-8ad0-


9149a7e44a84/13.pdf?MOD=AJPERES
23Franchini y otros con Servicio de Salud de Valdivia (2008), entre otros.
24 Valdivia (2017). reiterado en libro titulado la responsabilidad médica, autor Carlos Pizarro Wilson. Pagina 162
25 Causa ROL CS: 9554-2012
falta de servicio. La Responsabilidad del Estado por Falta de Servicio, tiene su origen en el
Derecho Administrativo Francés. En términos generales, se concibe como el incumplimiento de
un patrón de conducta esperable del servicio público, por lo que, para llevarlo al ámbito de
medicina pública, es necesario concretizar los deberes y estándares del servicio exigibles a cada
tipo de institución pública vinculada a la salud, lo que implica definir los deberes del
establecimiento sanitario para con sus usuarios, sea que estos deberes se relacionen al aparato
administrativo o al desempeño de su personal.

Este régimen de responsabilidad supedita la indemnización a la demostración de una falla o


anomalía en el funcionamiento del establecimiento público sanitario. En la práctica, opera de
manera muy similar a la responsabilidad civil de hospitales y clínicas privadas, articulada en
torno a la noción de culpa. La similitud alcanza a las nociones de falta de servicio y culpa,
construidas sobre la base de deberes que, en cuanto derivan de una misma actividad, son
relativamente homogéneos. 26

Sin embargo, esta responsabilidad, que no es general ni absoluta, tiene reglas especiales, que
varían según las exigencias del servicio y la necesidad de conciliar los derechos del Estado con
los de los particulares. En materia sanitaria existe un estatuto especial de responsabilidad de los
servicios de salud, consagrado en la Ley N.° 19.966, conocida como Ley GES, la cual vino a
establecer no sólo un régimen de garantías en salud, sino también instaura una serie de artículos
dedicados a regular la responsabilidad del Estado, por los daños en materia sanitaria que los
establecimientos de salud pudieran causar ; además de los Art. 2 y 42 de la Ley 18.575, que hace
aplicable dicha ley a los servicios públicos creados para el cumplimiento de la función
administrativa; así también se aplica en el artículo 11 de la Ley 18.469, norma que fue recogida
en el art. 141 del DFL 1, del 2005.
a) Pluralidad de Sujetos Pasivos:
Según lo señalado por Hugo Cárdenas, existe por lo menos 5 legitimados pasivos, dependiendo
del establecimiento de que se trate.
En primer termino el Fisco de Chile, a través del Consejo de Defensa del Estado cuando el
establecimiento no tiene personalidad jurídica ni patrimonio propio, debido a que son órganos
centralizados, por ejemplo Hospitales dependientes de ciertos organismos estatales como
Carabineros de Chile, Comando de Salud del Ejercito de Chile (Cosale), Establecimiento
Penitenciario de Salud dependientes de Gendarmería de Chile, Hospitales y Centros de Salud de
la división de sanidad dependientes de la Fuerza Aérea de Chile.
En segundo lugar, se encuentran los Centros Asistenciales Experimentales como el Hospital
Padre Alberto Hurtado, Centro de Referencia de Salud de Maipú, los Hospitales y Centros
Asistenciales que dependan de la Universidad de chile .
En tercer lugar Municipalidades representada judicialmente por su Alcalde, tratándose de
Centro de Atención Primaria: SAPU, Postas Rurales, Centro de Salud Familiar- CESFAN,
Centro de Salud Mental -COSAM,
En cuarto lugar, se encuentran los servicios de salud, en los casos en que los hospitales y centro
de salud ( no personificados) dependientes de dicho servicio, ocasionen algún daño a sus
usuarios. Estos hospitales y centros de salud, dependen jurídica y administrativamente del
Servicio de que se trate, y sólo este último tiene el patrimonio y la titularidad jurídica para

26 José Miguel Valdivia1, La culpa médica en la responsabilidad de los hospitales públicos.


responder de los daños ocasionados por aquellos. La representación judicial y extrajudicial de
los servicios de salud corresponde a su director quien además es el jefe superior del servicio (
artículo 6 DS Nº140-2005).
Finalmente, en quinto lugar los establecimientos Autogestionados en Red, existen diversas
interpretaciones en opinión del ente administrativos y aquellas que emanan de texto legales, de
quien detenta la legitimación pasiva, sería el Hospital respectivo y el Servicio de Salud
correspondiente, lo anterior se extrae de la sentencia causa ROL 2292-2013, del 23 de enero del
2014, de la Corte de Apelaciones de San Miguel, y el Circular Nº1 del 29 de febrero del 2008 de
la Subsecretaría del Ministerio de Salud.

Régimen Legal de la Ley Nº19.966 “Auge”


La ley 19966, establece una legislación especial que regula la responsabilidad civil de
los órganos de la salud . En el año 2004, se dictó dicha ley mas conocida como Ley del Auge, la
cual establece un nuevo régimen de garantías de salud. En el texto legal entre las reglas dedicada
a especificar prestaciones medicas obligatorias, se ubica un titulo especifico consagrado a la
responsabilidad sanitaria en concreto de la responsabilidad civil de hospitales públicos y en
general de los órganos de la Administración del Estado en materia sanitaria. El fundamento de
la responsabilidad del estado , se alude la falta de servicio como criterio de atribución de
responsabilidad.
Al respecto, podemos precisar que la falta de servicio, consiste en la omisión en el servicio
prestado por el órgano sanitario del Estado, ya sea por no haberse realizado el servicio, por haber
sido tardío o imperfecto. Es equivalente al concepto civil de negligencia.
El articulo 38 de la citada ley establece el régimen legal especial por daños ocasionados a
particulares declarando “ Los órganos de la administración del estado en materia sanitaria serán
responsable de los daños que causen a particulares por falta de servicio. El particular deberá
acreditar que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano, mediando dicha falta de
servicio”.
Este precepto en lo relativo a la responsabilidad civil de los órganos de la Administración del
Estado, por su servicio de salud, se funda en la falta de servicio aquí podemos señalar que existe
un problema de la Ley que no es exclusivo de la responsabilidad denominada sanitaria si no que
se extiende a toda la responsabilidad por daños causados por la Administración del Estado, en
este sentido a existido visiones bastante opuesta que se reflejan también en fallo de los Tribunales
de Justicia.
La expresión falta de servicio deriva en su origen histórico de la expresión culpa.
En la jurisprudencia nacional se asimila la falta de servicio a una omisión del servicio prestado
de algún órgano del estado ya sea por no haberse realizado el servicio por ser tardío o imperfecto.
Al respecto José Miguel Valdivia señala lo que se entiende por falta de servicio : “ En la medida
que la falta de servicio revela incumplimiento de estándar de funcionamiento del servicio público
esto es transgresión de las obligaciones que se le impone por la Ley o que derivan de su objeto
o función, el concepto es funcionalmente equivalente a la noción civil de negligencia. En ambos
casos la noción se identifica con un defecto, falla o anomalía en el hecho que origina el daño.
Por eso el régimen de responsabilidad por falta de servicio corresponde en términos analíticos a
una responsabilidad por culpa.
Coincidimos con este autor en el sentido de que no hay diferencias conceptuales entre la noción
de culpa y falta de servicio lo que constituye un elementos de unificación del régimen de
responsabilidad aplicable al Estado, y en nuestro caso a los órganos de la administración del
estado en materia sanitaria y aquel que rige entre los privados de acuerdo al código
civil.
Existe situaciones en la que la falta de servicio es un reproche a la organización debiendo
responder el órgano por un hecho propio. Esto ocurre cuando el perjuicio deriva de una falta de
servicio a no proveer lo necesario al paciente-usuario. Esta situación es diferente aquella en que
el paciente sufre un daño por una acción u omisión de un funcionario, médico o asistente del
órgano, en el ejercicio de sus funciones. Son dos situaciones distintas en cuanto la primera
debiera entenderse que existe falta de servicio cada vez que aquel prestado por el órgano de forma
directa no funciona bien, funciona en forma defectuosa, o lo hace de forma tardía.
En suma, la noción de falta de servicio no debe de entenderse como un antecedente factico que
acarrea necesariamente responsabilidad ya que el Estado como sus órganos deben quedar a salvo
de la responsabilidad si logran probar la diligencia necesaria. Además que debe tenerse en cuenta
que las declaraciones que equiparan la responsabilidad por falta de servicio aquella objetiva, en
todo los casos de la jurisprudencias, se fundan en un mal funcionamiento, un funcionamiento
deficiente o la ausencia de un servicio adecuado.
El artículo 38 de la citada ley ratifica la responsabilidad por falta de servicio debiendo acreditarse
que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano mediando dicha falta de servicio. La
carga de la prueba recae en la víctima.
El artículo 38 de la Ley 19966, establece el derecho del servicio a repetir contra el funcionario
que haya actuado con imprudencia temeraria o dolo en el ejercicio de sus funciones debiendo
entenderse que , ya sea el médico o funcionario haya actuado con dolo o culpa, el Estado podrá
repetir en su contra dentro de los dos años siguientes a la fecha en que la sentencia haya quedado
firme o ejecutoriada.
En palabras de José Miguel Valdivia, el Servicio de Salud, absorbe la culpa simple o leve del
funcionario que ocasiono e daño en razón que solo puede repetirse si existe de parte de este una
culpa agravada.

Cabe señalar que la Ley Auge no excluye la aplicación del derecho común ni tampoco se sigue
la regla Francesa de garantía estatal por acto de funcionario. En consecuencia aquí también
procede entender que se aplican las reglas del derecho común pudiendo la víctima demandar al
médico o funcionario y al Estado como tercero civilmente responsable, sin perjuicio del derecho
a repetir si procede, tal como ocurre en el artículo 2325 del Código Civil .
Por otra parte, la acción para perseguir esta responsabilidad prescribirá en el plazo de cuatro años
contado desde la acción u omisión según lo establecido por el artículo 40 de la Ley Auge.
En cuanto a la indemnización por el daño moral, el artículo 41 de la Ley se refiere de manera
expresa al daño moral indicando “ La indemnización por daño moral será fijada por e juez
considerando la gravedad del daño y la modificación de las condiciones de existencia del afectado
con el daño producido, atendiendo su edad y condiciones físicas.”
Este precepto indica los factores a considerar para cuantificar el daño moral , en primer término.
La segunda circunstancia a tener en cuenta es la modificación de las condiciones de
existencia del afectado.
En el inciso 2 del artículo 41 expresa : “ no serán indemnizable los daños que se deriven de hecho
o circunstancia que no se hubieran podido prever o evitar según el estado de los conocimientos
de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producirse aquellos.”
Este inciso introduce una modificación importante a las causas de exoneración de
responsabilidad civil pues entre las causas de exoneración se encuentra la fuerza mayor o caso
fortuito , el hecho de un tercero y el propio hecho de la víctima.
III.- CASOS JURISPRUDENCIALES

1) Antecedentes del fallo: Causa Rol: 2411 – 2012.-

Tribunal: Corte Suprema

Tipo de recurso: Casación Forma y Fondo

Fecha: 15 de noviembre de 2012

Caratulados “Moncada María Irene y otra con Servicio de Salud de Concepción”

Ministros: Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sr. Haroldo Brito C.,
y el Abogado Integrante Sr. Emilio Pfeffer U

Redactor: Sr. Sergio Muñoz G.

Se rechaza demanda indemnizatoria por amputación de mama en Hospital de Concepción, aun


cuando exámenes posteriores a la extirpación no determinaron la existencia de un cáncer
mamario ni de ganglios sospechosos.

Hospital se apegó a la Guía Clínica del cáncer de mama en personas de 15 años o más, Garantía
Explícita de Salud, año 2005; acerca del carcinoma ductal in situ, lo procedente ante su hallazgo
es la mastectomía total con o sin reconstrucción.

Los jueces del fondo establecieron que no se podía afirmar la existencia de un error en el
diagnóstico, pese al resultado del segundo examen, por cuanto dos testigos médicos coincidían
en que ello podía ocurrir.

Voto disidente Ministerio Sergio Muñoz. Explica el nuevo régimen de responsabilidad


sanitaria del Estado, en base a su historia legislativa.

“...la definición de mayor entidad se encuentra en la opción del legislador por el factor de
imputación, el que lo sitúa en la falta de servicio, excluyendo toda posibilidad de reconducción
al Código Civil, adicionar exigencias relacionadas con el dolo o culpa del funcionario que actuó,
como al establecimiento de negligencia, imprudencia, impericia e inobservancia de reglamentos
por parte de la administración o el funcionario. Del mismo modo, con tal definición excluye la
posibilidad de exigir la individualización del funcionario, solamente debe acreditar la conducta
del Servicio.”

“Ante un defecto en el obrar se podrá argumentar que no se atendió adecuadamente un


requerimiento por no existir las condiciones técnicas o humanas, sin embargo, corresponde
ponderar si en un servicio público moderno es factible que esas condiciones deban estar
disponible para actuar correctamente.” “El sólo hecho de no actuar o hacerlo de manera tardía
es suficiente para establecer la falta de servicio de la Administración, su defensa se radicará en
la ausencia de otros de los presupuestos de la responsabilidad.”
“Que la explicación racional a que se ha aludido debió provenir del Servicio demandado, pues
a él corresponde dar respuestas médicas satisfactorias a sus usuarios frente a dos informes
distintos que emite respecto de una misma paciente y por ende la pericia que los sentenciadores
echan de menos debió proveerla la parte demandada, pues ella debía demostrar que los dos
informes técnicamente pueden coexistir.”

2) Antecedentes del fallo: Causa Rol: 1468 – 2013.-

Tribunal: Corte de Apelaciones de La Serena Tipo de recurso: Recurso de Apelación

Fecha: 14 de enero de 2015

Ministros: Humberto Mondaca Díaz y Raúl Beltrami Lazo Abogado integrante: Raúl Pelén Baldi

Redactor: Raúl Pelén Baldi

Responsabilidad del Estado por falta de Servicio. Servicio de Salud Regional. Negligencia
médica de anestesista

Se deduce recurso de apelación contra sentencia que, rechaza la demanda de indemnización de


perjuicios por falta de servicio, interpuesta contra el Servicio de Salud de Coquimbo. Analizado
lo expuesto, la Corte acoge el recurso, revocando la decisión en alzada, concediendo la
indemnización solicitada.

Según se ha resuelto repetidamente por la jurisprudencia la responsabilidad en comento,


denominada por la doctrina "responsabilidad por falta de servicio", se produce cuando los
órganos o agentes estatales no han actuado, debiendo hacerlo, o cuando su actividad es tardía
o deficiente, ocasionando un daño a los beneficiarios del servicio público. Así, tal falta de
servicio tiene como sustento legal los artículos 6o y 7o de la Constitución Política de la
República, el artículo 38 del cuerpo constitucional citado en relación con el artículo 4o de la
Ley No 18.575, sobre Bases Generales de la Administración del Estado y el artículo 42 de la ley
mencionada. En consecuencia, lo que debe probarse es que el servicio no se prestó o que se
prestó deficientemente, correspondiendo a la parte demandante acreditar la existencia de tal
carencia en la actividad del órgano administrativo denunciado y que ésta es la causa del daño
que se experimentó. Concebida de esta precisa manera la responsabilidad por falta de servicio,
en la especie importa probar si la paciente fue afectada por un cuadro clínico previsible, que
constituía un riesgo propio del procedimiento que fue objeto, y si al producirse la crisis el equipo
médico actuó en forma oportuna y eficiente de acuerdo a los parámetros de la lex artis. Como
consta de la totalidad de los peritajes médicos acompañados en autos, de la ficha clínica y de
las declaraciones del médico anestesista (...) a la paciente le fue administrada una anestesia
combinada espinal-epidural, con posterioridad a la cual se desencadenó un compromiso
sistémico que culminó con un paro cardiaco. (considerandos 7 y 8 de la sentencia).27

27 Cita online: CL/JUR/213/2015


Normativa relevante citada: artić ulos 6, 7 y 38 de la Constitución Polit́ ica de la República;
artić ulos 4 y 42 de la Ley No. 18.575.

3) Antecedentes del fallo: Causa Rol: 15257 – 2014

Tribunal: Corte Suprema

Tipo de recurso: Casación Forma

Fecha: 20 de enero de 2015

Ministros: Rubén Ballesteros C., Héctor Carreño S., Pedro Pierry A., Rosa Egnem S. y Mariá
Eugenia Sandoval G.

Redactor: María Eugenia Sandoval G.

Jueces deben ponderar toda la prueba rendida en autos. Falta de servicio. Médico responsable del
diagnóstico y tratamiento de la condición cliń ica que afectaba a la embarazada tuvo un actuar
que no respondió al estándar de conducta que le era exigible en su calidad de médico especialista
en el área de embarazos de alto riesgo obstétrico. En materia sanitaria la certidumbre sobre la
relación causal es difić il de establecer.

“De los antecedentes del proceso surge que en el Hospital San Camilo de San Felipe, por
intermedio de uno de sus especialistas dependientes del área de embarazos de alto riesgo
obstétrico, se efectuó el día 13 de diciembre de 2010 un deficiente control a la paciente Loretto
Morales González, quien sin exámenes y sin otra razón acreditada que lo justificara determinó
iniciar un proceso de inducción de parto tres días más tarde. Que de lo anterior puede colegirse
que la demandada incurrió en falta de servicio en la atención de la paciente, puesto que no le
brindó la atención esperada en un servicio público de esta naturaleza, en atención a que el
médico responsable del diagnóstico y tratamiento de la condición clínica que afectaba a la
embarazada tuvo un actuar que no respondió al estándar de conducta que le era exigible en su
calidad de médico especialista en el área de embarazos de alto riesgo obstétrico, incurriendo en
un error evidente, pudiendo descartarse de plano la imprevisibilidad respecto a la muerte del
nonato habida especial consideración de la especialidad del médico en la materia
(considerandos 9 y 10 sentencia de reemplazo de la Corte Suprema).”28

En materia sanitaria la certidumbre sobre la relación causal es difícil de establecer, de suerte


que se ha señalado que en estos regímenes de responsabilidad muchas veces sólo será posible
efectuar una estimación de probabilidad de que el daño se deba a un hecho por el cual el
demandado deba responder (considerando 13 sentencia de reemplazo de la Corte Suprema).29

Normativa relevante citada: artić ulo 42 de la Ley No 18.575.

4) Antecedentes del fallo: Causa Rol: 76326–2016.-

28 Cita online: CL/JUR/278/2015


29 Cita online: CL/JUR/278/2015
Incumplimiento de los deberes de prevención de infecciones intrahospitalarias

Tribunal: Corte Suprema Tercera Sala (Constitucional)

Tipo de recurso: Recurso de Casación en el Fondo

Rol: 76326-2016

Fecha: 13 de diciembre de 2016

Ministros: Rosa Egnem S., Mariá Eugenia Sandoval G., Carlos Aránguiz Z. y Manuel
Valderrama R. Abogado integrante: Jaime Rodriǵ uez E.

Redactor: Manuel Valderrama R.

Hospital demandado interpone recurso de casación en el fondo contra la sentencia de la Corte de


Apelaciones, que confirmó el fallo de primer grado, que hizo lugar parcialmente a la demanda
de indemnización de perjuicios por responsabilidad extracontractual por falta de servicio. La
Corte Suprema rechaza el recurso de nulidad substancial deducido.

“Respecto a la prontitud del diagnóstico y adecuado procedimiento clínico proporcionado a la


demandante, los jueces del fondo establecieron que no se

rindió prueba alguna relativa a la adecuación del tratamiento a la lex artis y, aunque así hubiese
sido, se señaló que la negligencia del centro asistencial demandado no tiene su origen en el
tratamiento y/o diagnóstico relativo al cuadro de megacolon tóxico, sino dicha negligencia se
constató con ocasión de la falta de cumplimiento de los deberes de prevención de infecciones
intrahospitalarias y en la deficiencia de las medidas de asepsia y antisepsia adoptadas, que de
haberse cumplido con la diligencia adecuada, hubiesen evitado que la actora contrajera la
bacteria clostridium difficile con que se infectó, de modo que la circunstancia alegada, acerca
de estar presente en la casi totalidad de los hospitales del mundo, sólo agrava la negligencia en
que ha incurrido atendido el conocimiento que tenía de ella y de los riesgos que conllevaba su
contagio, así como de las medidas —o falta de ellas— que debió adoptar para prevenirlo
(considerando 11o de la sentencia de la Corte Suprema).”30

Normativa relevante citada: Ley No 19.966.

5) Antecedentes del fallo: Rol: 55164–2016.-

Tribunal: Corte Suprema Tercera Sala (Constitucional)

Tipo de recurso: Recurso de Casación en el Fondo

Fecha: 8 de mayo de 2017

30 Cita online: CL/JUR/8289/2016


Ministros: Sergio Muñoz G., Rosa Egnem S., Carlos Aránguiz Z. y Manuel Valderrama R.

Abogado integrante: Arturo Prado P.

Redactor: Abogado integrante Arturo Prado P.

Responsabilidad del Estado. Indemnización de perjuicios, acogida. Necesidad que los jueces del
fondo realicen una apreciación comparativa de la prueba rendida. No prestación de las atenciones
médicas necesarias al paciente. Colocación errónea de un clip instalado en la cavidad abdominal.
Causal de casación en la forma de incumplimiento de los requisitos de la sentencia, anulación de
oficio. Incumplimiento del requisito de la sentencia de contener las consideraciones de hecho y
de derecho que le sirven de fundamento

Se deduce recurso de casación en el fondo contra sentencia de la Corte de Apelaciones que revocó
el fallo de primer grado que acogió la demanda de indemnización de perjuicios por falta de
servicio, rechazando la demanda en todas sus partes. Analizado lo expuesto, la Corte Suprema
anula de oficio la sentencia, dictando sentencia de reemplazo que confirma el fallo en alzada.

“La falta de servicio que se esgrime en la demanda se funda en la circunstancia de haberse


prestado a la paciente una atención médica deficiente en el recinto hospitalario, al no haber sido
cerrado debidamente el conducto cístico en la primera intervención quirúrgica que se le
practicó, vale decir, en aquella programada para extirpar su vesícula. En dicha perspectiva
resulta evidente que para un acabado examen de la falta de servicio aducida por los actores era
esencial que los sentenciadores analizaran la totalidad de la prueba rendida en relación a este
específico ámbito, incluyendo en su estudio la ficha clínica pertinente, la restante documental
así como la testimonial de ambas partes. A su vez, un elemento insoslayable de semejante
reflexión estaba constituido por la necesidad en que se hallaban los jueces de segundo grado de
escrutar dichas probanzas en su justo mérito, esto es, considerando, además de su mérito
intrínseco, su contenido en forma cabal. Recién entonces, y merced a una apreciación
comparativa de todos ellos, los indicados falladores podrían extraer una conclusión en torno a
esta materia, basados en la convicción que de su exacto contenido y alcance se desprendiese.
Sin embargo, la sentencia impugnada omite el análisis de la prueba rendida en los indicados
términos, en especial el de la documental aparejada y el de la testimonial rendida por la parte
demandante, en cuyo examen se debieron considerar, especialmente, los dichos de tales
deponentes en su integridad, echándose de menos, además, la debida apreciación comparativa
de los mismos, como único medio para establecer si efectivamente acaeció la falta de servicio
de que se trata (considerandos 9o y 10o de la anulación de oficio).”31

“...Asimismo tuvo por establecido que después de esa operación inicial no se trató a la paciente
oportunamente con el fin de evitar complicaciones mayores, sino, por el contrario, se la dio de
alta pocos días después y, por último, que tales hechos, que pudieron haberse evitado o previsto
por los médicos que la operaron, provocaron su muerte. En definitiva, las falencias detectadas
configuran el vicio de casación en la forma del artículo 768 No 5 del Código de Procedimiento
Civil, en relación con el artículo 170 No 4 del mismo Código, pues carece de las consideraciones

31 Cita online: CL/JUR/2700/2017


de hecho y de derecho necesarias para fundar la decisión a la que arribaron los falladores
(considerandos 15o a 17o de la anulación de oficio).”32

CONCLUSIONES

El concepto de Responsabilidad Sanitaria, responde a la necesidad en nuestra legislación y en la


satisfacción de las necesidades de reparación frente a la a una atención deficiente por parte de los
prestadores de salud, entendiéndose como el bienestar general de las personas, que la reclaman
al Estado.

Para llegar a conceptualizar la responsabilidad Sanitaria del estado fue necesario primeramente
tener que investigar como la responsabilidad del estado fue evolucionando y quedándonos claro
que no fue si no a partir de la dictación de nuestra constitución de 1980 que toda discusión
doctrinaria respecto si el estado tenía o no responsabilidad por sus actos o los de sus funcionarios
se disipó, estableciéndose de manera normativa que el estado si tenía o generaba responsabilidad
por los actos administrativos de sus órganos y funcionarios públicos, más no se resolvió que tipo
de responsabilidad era, subjetiva u objetiva, en razón de ello es que se analizan las distinta teorías
doctrinarias al respecto, como así también la evolución de la normativa chilena existente en
responsabilidad del estado, y en materia sanitaria, conjuntamente con jurisprudencia, de
manera que se pudo concluir que nos encontramos ante un sistema de responsabilidad subjetiva,
ya que establece como factor de imputación la falta de servicio dañosa y las normativas legales
que la rigen así lo han confirmado, por lo que hoy en día la responsabilidad Sanitaria del Estado,

32 Cita online: CL/JUR/2700/2017


obedece a la teoría de Responsabilidad del Estado por Falta de Servicio donde debe probarse el
daño, la relación de causalidad y el actuar deficiente del órgano.Lo que se entenderá como culpa
del servicio, y el juez deberá constatar la carencia, ausencia u oportunidad de la actividad para
calificar, o no, el hecho, de falta de servicio, siendo esto comprobada mediante el análisis de
distintas sentencias emanadas de nuestros tribunales de justicia en especial las del año 2012 en
adelante las que han establecido que la culpa es un criterio de atribución de la responsabilidad
sanitaria del Estado, siendo pre eminentemente subjetiva, por lo que no basta con la existencia
del daño producido por alguno de los órganos del estado, sino que además debe acreditarse que
el daño es consecuencia directa de la falta de servicio, por lo que la relación de causalidad y la
culpa por regla general debe ser probada por el demandante.

Es así que logramos llegar a la conceptualización de la Falta de servicio que no se encuentra


definida legalmente, preocupandose la doctrina en conceptualizarla, discutiendo que significaba
falta de servicio y a que tipo de responsabilidad debía asociarse la expresión falta de servicio.
Hemos concluido tras el estudio de las mismas que la expresión falta de servicio alude
a una responsabilidad subjetiva, por culpa y que tras los conceptos entregados por la doctrina y
la jurisprudencia podemos conceptualizar como aquella que se presenta cuando el servicio no
funciona debiendo hacerlo, cuando funciona defectuosamente o tardíamente, por la mala
organización o el mal funcionamiento de un servicio público, fallido, defectuoso o anormal, que
cuando causa daño a un particular da lugar acciones judiciales tendiente a al pago de las
indemnizaciones con el objeto de que se repare el daño causado.

A través del estudio de las normativas existentes en materia de responsabilidad sanitaria


consideramos al igual que la tercera Sala de la Corte Suprema que la responsabilidad sanitaria
del Estado queda establecida en la Ley N°19.966 del año 2004, que dispone a la falta de servicio
como el factor de imputación específico para comprometer este tipo de responsabilidad estatal,
es asi que existiendo una ley especial (19.966 ley auge que regula la carga de la prueba, causales
de exoneración, plazos de prescripción) de responsabilidad sanitaria es esta la que se debe aplicar
en casos de responsabilidad sanitaria, estableciéndose como fundamento jurídico de todas las
acciones indemnizatorias por responsabilidad sanitaria del estado.

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