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1. Una vez elegido el tema el maestro, individualmente o con los alumnos, prepara
el libro. Puede hacer una portada llamativa donde también incluirá el titulo del libro
viajero, el grupo de alumnos que lo lleva a cabo, el colegio, etc
3. Las paginas del libro viajero pueden ir totalmente en blanco, con renglones o
tener un formato determinado en función del tipo de texto.
5. Es conveniente meter el libro en una maletita o bolsita de tela para que viaje
cómodo y no se estropee.
8. Cuando el niño o la niña trae a clase el libro, tenemos que dedicarle un rato a
que nos lo enseñe, nos cuente cómo lo ha ido haciendo, qué le ha gustado más... Es
imprescindible comentar y compartir la producción. Debemos suscitar interés,
intriga, emoción, para que los niños y niñas estén deseando llevarse el libro la
siguiente vez
Fuentes consultadas:
lapiceromagico.blogspot.com
Los Libros viajeros. Guía para usuarios.
Pppp
Es mientras los niños y niñas son pequeños , cuando es el momento de inculcarles el hábito
de la lectura, para que cuando sean mayores se sientan atraídos por la misma sin necesidad
de enfrentarse a cualquier libro por mera obligación, es decir, para realizar un trabajo que
haya pedido el profesor de lengua y literatura.
Además, todos sabemos también que la colaboración de las familias con la escuela y
viceversa, es un elemento fundamental en la buena educación y formación de cada uno de
nuestros alumnos. Esta colaboración es, si cabe, más necesaria en la etapa de la Educación
Infantil, como es lógico, ya que es en este momento cuando los alumnos dependen más de
sus padres y madres, y cuando valoran más la participación de los mismos en las actividades
que estos realizan diariamente en la escuela.
Teniendo en cuenta estos dos puntos tan importantes, surge la idea de establecer a principios
de curso , un proyecto que dure todo el curso, y que interrelacione ambas ideas a la
perfección. Así, surge la idea del “cuento viajero”.
Este es un libro de hojas en blanco que ha de ser completado por cada uno de los alumnos y
por sus familias, cada uno aportando una historia diferente e imaginativa en la que se puedan
intuir los tintes autobiográficos impresos en dicha historia por cada una de las familias. Este es
un proyecto de gran valor cultural y además suele tener mucho éxito entre las familias de los
niños y niñas implicadas.
Este proyecto incluye tres pasos fundamentales, que son: la presentación a las familias del
mismo y entrega del libro a la primera familia voluntaria, la escritura de cada uno de los
cuentos, y por último la presentación de los mismos.
Comencemos pues por el primer estadio de nuestro proyecto: la presentación del mismo a
las familias de mis alumnos y alumnas. En la primera semana de clase del presente curso
escolar, convoqué una reunión con las familias –padres y madres- de los niños y niñas que
componían mi clase. En esta reunión, los familiares son informados de las normas de clase,
de aspectos prácticos como la manera de recoger a los niños, por ejemplo, y también de los
proyectos que iban a ser trabajados a lo largo del curso, entre ellos, como no, el proyecto del
cuento viajero que a continuación paso a describir. Al principio, algunos padres pueden
mostrarse un tanto reticentes, debido a muchas causas como la falta de tiempo o la
incapacidad expresada por algunos de ellos para inventarse historias y plasmarlas en el papel.
Ante tal actitud, hay que aclarar que el cuento viajero no requiere ningún tipo de preparación
de estudios superiores, sino que aquel proyecto sólo requiere escribir un cuento, como
aquellos que seguro les contaban a sus hijos mientras les daban de comer para que se
entretuvieran. Es bueno que las historias contengan un aspecto autobiográfico, para que así
los niños y niñas se vean mejor reflejados en ellos, de modo que los padres podrían contar
historias de cómo nacieron sus hijos, o de cómo empezaron a caminar, o cuáles fueron sus
primeras palabras, o a qué edad empezaron a salirles los dientes.
Después de terminar de dar las explicaciones oportunas, se pide la colaboración de una
familia voluntaria para empezar a escribir nuestro libro con el título de “El cuento viajero”. No
tendréis problemas en que aparezcan familias que deseen ser los primeros en dejar
testimonio eterno de las historias más bonitas protagonizadas por sus hijos, en ese caso, es
buena idea hacer un sorteo para elegir al primero de nuestros escritores de cuentos
infantiles, el cual irá sucedido por el resto de familias, siguiendo a partir de entonces un
estricto orden alfabético de la lista de clase de sus hijos e hijas.
Se les ha de informar de que el libro sólo podía permanecer en cada una semana, y que al día
siguiente de la finalización de esa semana, la madre o padre que esté en posesión del libro de
los cuentos viajeros tiene que venir a clase y contar el cuento a todos los niños y niñas del
grupo clase, estando de pie frente a ellos y con su hijo a su lado. Además, en la lectura de
esas normas se ha de decir que la persona adulta escriba el cuento, pero que el alumno debe
hacer un dibujo que sirva de representación a cada escena contada en el cuento, para facilitar
la comprensión del mismo a los más pequeños. Por último, se debe hacer hincapié en que el
libro debe ser tratado convenientemente, no causándole ningún daño o alteración, ni al libro
en sí ni a las historias que estaban escritas en sus páginas interiores. Todas estas norma0s
han de ser entregadas por escrito a cada uno de los asistentes a la reunión y firmadas por los
mismos en unos documentos que permanecen en el interior del centro para evitar posibles
problemas.
Una vez aclarados los términos “legales” del proyecto, por llamarlo de algún modo, comienza
la realización del proyecto en sí. He de decir que hasta el momento todo está yendo
correctamente y no ha surgido hasta ahora ningún problema ni con los padres y madres, ni
con el libro ni con las presentaciones en clase de los cuentos. El proyecto “El cuento viajero”
está contando con gran aceptación por parte de las familias y a los alumnos les encanta
escuchar historias sobre ellos mismos y sus vidas, y les encanta reconocerlas como tal. Tan
es así que en casa de los alumnos se suele esperar ansiosamente la llegada de dicho libro, y
cada historia parece mejor que la anterior, tanto en la parte escrita como en la artística.
Algunos alumnos pueden hacer sus dibujos utilizando materiales reciclables, como papel o
palillos de dientes, lo que significa que se están esforzando enormemente para conseguir una
verdadera obra de arte realizada por todos los compañeros a la vez.
Es una estupenda manera de comenzar nuestra aventura conjunta por el mundo de las letras,
todos –niños, padres y profesores- cogidos de las manos, y siempre intentando inculcar el
respeto mutuo y la comprensión. Este tipo de proyectos, en los que participan familias y
escuela, enseñan mucho a todos, y, lo que es mejor, todos reconocen estar aprendiendo de
todos y necesitar seguir haciéndolo. Una posible actividad para cerrar el proyecto, realizada
por las familias, sería realizar una escenificación conjunta en la fiesta de fin de curso de las
historias -o partes de ellas- incluidas en el libro, cosa que sólo ocurre si todos estamos
contentos dentro del proyecto que estamos realizando.