La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, así como
habilidades, valores, creencias y hábitos. El proceso educativo se da a través de la investigación, el debate, la narración de cuentos, la discusión, la enseñanza, el ejemplo y la formación en general. La educación no solo se produce a través de la palabra, pues además está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Generalmente, la educación se lleva a cabo bajo la dirección de las figuras de autoridad: los padres, los educadores (profesores o maestros),12 pero los estudiantes también pueden educarse a sí mismos en un proceso llamado aprendizaje autodidacta.3 Cualquier experiencia que tenga un efecto formativo en la forma en que uno piensa, siente o actúa puede considerarse educativa. La educación puede tener lugar en contextos formales o informales. La educación formal está comúnmente dividida en varias etapas, como Educación preescolar, escuela primaria, escuela secundaria y luego la universidad o instituto. Al concluir la formación se expide un comprobante o certificado de estudios, que permite acceder a un nivel más avanzado. Existe una educación conocida como no formal (no escolarizada) por la que, a diferencia de la formal, no se recibe un certificado que permita acceder a un nuevo nivel educativo al terminar la formación; normalmente, los lugares que ofrecen la educación no formal, son los centros comunitarios, instituciones privadas, organizaciones civiles o el Estado. El derecho a la educación ha sido reconocido por muchos gobiernos. A nivel global, el artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 de las Naciones Unidas reconoce el derecho de toda persona a la educación.4 Aunque en la mayoría de los lugares hasta una cierta edad la educación sea obligatoria, a veces la asistencia a la escuela no lo es, y una minoría de los padres eligen la escolarización en casa, a veces, con la ayuda de la educación en línea 2Territorialidad Para poder adentrarnos en el establecimiento del significado de territorialidad se hace necesario que, en primer lugar, procedamos a conocer su origen etimológico. En este sentido, podemos decir que deriva del latín “territorium”, que es fruto de la suma de dos partes claramente diferenciadas: el sustantivo “terra”, que significa “tierra”, y el sufijo “-orio”, que se usa para indicar pertenencia. Territorialidad es una noción que procede de territorio: una zona o una región que establece una jurisdicción, pertenece a un cierto Estado o sirve como campo de acción. El concepto, de este modo, suele referirse al modo de circunscripción de algo de acuerdo a su desarrollo territorial. La idea de territorialidad aparece en el ámbito de la sociología, la psicología social y otras ciencias. Se trata de una conducta o actitud instintiva de los animales (incluyendo al ser humano) que promueve la defensa del territorio que ocupan. En el caso de los seres humanos, esta defensa también se vincula a la cultura. Para muchos pensadores, la territorialidad que nace del instinto deriva en la tendencia del hombre a apropiarse, defender y administrar sectores geográficos determinados. Esta identificación con el territorio permite la construcción de la identidad y sirve para satisfacer distintas necesidades. Los Estados se basan en el concepto de territorialidad. Una vez establecido un Estado, las autoridades gozan del monopolio del uso de la violencia en la región y administran la zona a nivel político. De hecho, para que una persona pueda ingresar o salir del territorio, o permanecer en él, debe contar con el permiso de las autoridades estatales (a través de documentos de identidad, pasaportes, visas, etc.).