República Bolivariana de Venezuela

Universidad Fermín Toro

Escuela de Ciencias Jurídicas
Autor: Gabriel Eduardo Pérez Yépez

Venezuela ha sido un país difícil de evaluar política y socialmente, desde que se funda la Republica
y es así como la reforma agraria de 1960 tiene antecedentes históricos muy arraigados a este proceso, el
latifundismo que ocupo Europa por muchos años es el mismo que se implanto en América en la llegada
de los colonizadores, las primeras leyes agrarias en Venezuela se remontan a 1777 en la Real
Audiencia de Caracas, no de una forma jurídica parecida a las actuales pero si con el mismo propósito
(tenencia y protección de la tierra). El latifundio consiste en una considerable expansión indeterminada
de los terrenos fértiles de una nación por cualquiera que fuese el motivo, esto se denota en nuestra
historia con mayor preocupación en plena guerra federal cuando los grandes cultivos de café, arroz,
caña de azúcar, estaban a manos de un grupo muy reducido de personas. Venezuela cuenta con una
superficie de 75% de tierra fértil, lo que hace que nuestro suelo sea muy productivo, pero como diría el
Poeta Andrés Eloy Blanco “de que nos sirve la tierra si nadie la trabaja”. La inestabilidad política que
sucede a nuestro país luego de la primera extracción de crudo en 1909 y posterior 1912 encrudece la
realidad de los llanos venezolanos llevando una gran parte de la población hacia las ciudades, hecho
que se evalúa hasta 1935 donde se comienza a dar los primeros pasos para acabar con las grandes
extensiones de tierra que habían concentrados terratenientes en todo lo ancho del territorio nacional,
para la primera evaluación de una reforma agraria se realiza en la presidencia de Isais Medica Angarita
que buscaba poner fin a la lucha de los campesinos que venían protestando desde 1936 por una nueva
reforma, pero como lo mencione en un principio Venezuela ha sufrido de inestabilidad política que ha
hecho que grandes y buenos proyectos sean enviados en un archivo para no volver a desclasificarse por
muchos años. Luego del derrocamiento de octubre (fecha que se conmemora en algunas partes del país
la caída del gobierno de Isais Medica Angarita a manos de unos militares y un grupo jóvenes e
inexpertos políticos). En la silla del poder ejecutivo ahora se encontraba el ilustre ciudadano Rómulo
Gallegos quien contaba con un gobierno que había surgido de los llamados populares incluyendo el
que más nos compete el día de hoy, (Una reforma agraria) escuchando a las grandes masas de persona
el nuevo presidente comienza un proyecto sin precedentes en nuestra historia, el 19 de octubre de 1948
se promulga con grandes cambios como la prohibición por un número exacto la tenencia de grandes
extensiones de terreno y la repartición por parte del Estado de los terrenos baldíos, pero poco le dura a
nuestro país esta reforma. Una junta Militar de Gobierno asalta el poder el 24 de noviembre de 1948 a
solo un mes de la promulgación de la reforma agraria, y ahora se concentra el futuro de la reforma
agraria bajo el mando de los nuevos funcionarios públicos (Marco Pérez Jiménez, Luis Felipe Llovera
Páez, Carlos Delgado Chalbaud) quienes decide extinguir la ley solo unos meses después. La situación
política de los últimos 12 años antes de la reforma agraria de 1960 son tormentosos para la
implantación de una ley de tierra, luego de dos años El comandante Marco Pérez Jiménez asume la
presidencia del país bajo un régimen dictatorial que no conoce de Derecho más allá de las necesidades
de lo que se considera “el ideal nacional” la estabilidad nacional da paso a que la producción agraria
aumente exponencialmente pero los beneficios solo son recibidos de forma indirecta por la población
debido a que la tenencia de la tierra continua bajo el control del estado y bajo la mano indomable de su
nuevo jerarca constitucional. Las razones fundamentales de la necesidad de una restructuración de un
ley de tierra se debe a una necesidad nacional de poder ser dueño de sus destino, la libertad va de la
mano con el derecho a la propiedad, los ciudadanos venezolanos agotados históricamente por
estabilidad en los campos, por tener una regulación jurídica en los campos, por un llamado inherente al
ser humano que lo reivindique como persona de derecho es que realiza la heroica proclama para quien
ejercer el poder tenga la tarea de regular la tierra. El 23 de enero de 1958 los venezolanos salen a las
calles para celebrar el cese de funciones de la dictadura que coloco orden pero no supo reivindicar los
derechos que exclamaban los venezolanos, ahora era el turno de “la democracia” el 5 de marzo de 1960
el presidente constitucional en funciones (Rómulo Betancourt) exclamaba por segunda vez su promesa
que había hecho años anteriores en Nuevo Circo, “parcelas para los venezolanos, reforma agraria”. Es
así como la secuencia de casualidades históricas se moldeaba a los estamentos internacionales de
obtener una ley con bases constitucionales que pudiera regular la tenencia de los suelos, la venta de
terrenos, la venta de cultivos y todo lo referente a las cuestiones agrarias que venían siendo inobservada
por los gobiernos de turno, esta reforma conto con la aprobación del parlamento Nacional y se decreta
de forma extraordinaria en el campo de Carabobo, debido a su importancia histórico. Cabe recalcar que
ha sido la ley agraria con mayor campo de trabajo en las distintas áreas que conlleva un sistema Agraria
y que cuenta con un gran aporte del derecho comparado en Latinoamérica.