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Centenario de Miguel Hernández,

1910-2010. El poeta del Pueblo


LAS ABARCAS DESIERTAS

Por el cinco de enero, Ningún rey coronado


cada enero ponía tuvo pie, tuvo gana
mi calzado cabrero para ver el calzado
a la ventana fría. de mi pobre ventana.

Y encontraban los días, Toda la gente de trono,


que derriban las puertas, toda gente de botas
mis abarcas vacías, se rió con encono
mis abarcas desiertas. de mis abarcas rotas.

Nunca tuve zapatos, Rabié de llanto, hasta


ni trajes, ni palabras: cubrir de sal mi piel,
siempre tuve regatos, por un mundo de pasta
siempre penas y cabras. y un mundo de miel.

Me vistió la pobreza, Por el cinco de enero,


me lamió el cuerpo el río, de la majada mía
y del pie a la cabeza mi calzado cabrero
pasto fui del rocío. a la escarcha salía.

Por el cinco de enero, Y hacia el seis, mis miradas


para el seis, yo quería hallaban en sus puertas
que fuera el mundo entero mis abarcas heladas,
una juguetería. mis abarcas desiertas.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
EL NIÑO YUNTERO

Carne de yugo, ha nacido Cada nuevo día es


más humillado que bello, más raíz, menos criatura,
con el cuello perseguido que escucha bajo sus pies
por el yugo para el cuello. la voz de la sepultura.

Nace, como la herramienta, Y como raíz se hunde


a los golpes destinado, en la tierra lentamente
de una tierra descontenta para que la tierra inunde
y un insatisfecho arado. de paz y panes su frente.

Entre estiércol puro y vivo Me duele este niño hambrien-


de vacas, trae a la vida to
un alma color de olivo como una grandiosa espina,
vieja ya y encallecida. y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta Lo veo arar los rastrojos,
levantando la corteza y devorar un mendrugo,
de su madre con la yunta. y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra, Me da su arado en el pecho,
y a dar fatigosamente y su vida en la garganta,
en los huesos de la tierra. y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor ¿Quién salvará este chiquillo
es una corona grave menor que un grano de ave-
de sal para el labrador. na?
¿De dónde saldrá el martillo
Trabaja, y mientras trabaja verdugo de esta cadena?
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja Que salga del corazón
de carne de cementerio. de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
A fuerza de golpes, fuerte, y han sido niños yunteros.
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se En mis manos levanto una tormenta


me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, de piedras, rayos y hachas estridentes
a quien tanto quería) sedienta de catástrofes y hambrienta.

Yo quiero ser llorando el hortelano Quiero escarbar la tierra con los dien-
de la tierra que ocupas y estercolas, tes,
compañero del alma, tan temprano. quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento, Quiero minar la tierra hasta encon-
a las desalentadas amapolas trarte
y besarte la noble calavera
daré tu corazón por alimento. y desamordazarte y regresarte.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento. Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
Un manotazo duro, un golpe helado, pajareará tu alma colmenera
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado. de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
No hay extensión más grande que mi herida, de los enamorados labradores.
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida. Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
Ando sobre rastrojos de difuntos, disputando tu novia y las abejas.
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos. Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espu-
Temprano levantó la muerte el vuelo, mosas
temprano madrugó la madrugada, mi avariciosa voz de enamorado.
temprano estás rodando por el suelo.
A las ladas almas de las rosas
No perdono a la muerte enamorada, del almendro de nata te requiero,
no perdono a la vida desatenta, que tenemos que hablar de muchas
no perdono a la tierra ni a la nada. cosas,
compañero del alma, compañero.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo

CANCIÓN ÚLTIMA

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto


adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.

Florecerán los besos


sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
EL RAYO QUE NO CESA

Un carnívoro cuchillo ¿A dónde iré que no vaya


de ala dulce y homicida mi perdición a buscar?
sostiene un vuelo y un brillo Tu destino es de la playa
alrededor de mi vida. y mi vocación del mar.

Rayo de metal crispado Descansar de esta labor


fulgentemente caído, de huracán, amor o infierno
picotea mi costado no es posible, y el dolor
y hace en él un triste nido. me hará a mi pesar eterno.

Mi sien, florido balcón Pero al fin podré vencerte,


de mis edades tempranas, ave y rayo secular,
negra está, y mi corazón, corazón, que de la muerte
y mi corazón con canas. nadie ha de hacerme dudar.

Tal es la mala virtud Sigue, pues, sigue cuchillo,


del rayo que me rodea, volando, hiriendo. Algún día
que voy a mi juventud se pondrá el tiempo amarillo
como la luna a mi aldea. sobre mi fotografía.

Recojo con las pestañas


sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
TUS CARTAS SON UN VINO

A mi gran Josefina adorada

Tus cartas son un vino


que me trastorna y son
el único alimento para mi corazón.

Desde que estoy ausente


no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Tus cartas apaciento


metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.

Aunque bajo la tierra


mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
ORILLA DE TU VIENTRE

¿Qué exaltaré en la tierra que no sea algo tuyo?


A mi lecho de ausente me echo como a una cruz
de solitarias lunas del deseo, y exalto
la orilla de tu vientre.

Clavellina del valle que provocan tus piernas.


Granada que ha rasgado de plenitud su boca.
Trémula zarzamora suavemente dentada
donde vivo arrojado.

Arrojado y fugaz como el pez generoso,


ansioso de que el agua, la lenta acción del agua
lo devaste: sepulte su decisión eléctrica
de fértiles relámpagos.

Aún me estremece el choque primero de los dos;


cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas,
impulsamos las sábanas a un abril de amapolas,
nos inspiraba el mar.

Soto que atrae, umbría de vello casi en llamas,


dentellada tenaz que siento en lo más hondo,
vertiginoso abismo que me recoge, loco
de la lúcida muerte.

Túnel por el que a ciegas me aferro a tus entrañas.


Recóndito lucero tras una madreselva
hacia donde la espuma se agolpa, arrebatada
del íntimo destino.

En ti tiene el oasis su más ansiado huerto:


el clavel y el jazmín se entrelazan, se ahogan.
De ti son tantos siglos de muerte, de locura
como te han sucedido.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO

He poblado tu vientre de amor y sementera, Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:


he prolongado el eco de sangre a que respondo aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y espero sobre el surco como el arado espera: y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
he llegado hasta el fondo. y defiendo tu hijo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
esposa de mi piel, gran trago de mi vida, envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
de cierva concebida. sin colmillos ni garras.

Ya me parece que eres un cristal delicado, Es preciso matar para seguir viviendo.
temo que te me rompas al más leve tropiezo, Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
fuera como el cerezo. cosida por tu mano.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas, Tus piernas implacables al parto van derechas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. y tu implacable boca de labios indomables,
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, y ante mi soledad de explosiones y brechas
ansiado por el plomo. recorres un camino de besos implacables.

Sobre los ataúdes feroces en acecho, Para el hijo será la paz que estoy forjando.
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa Y al fin en un océano de irremediables huesos
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho tu corazón y el mío naufragarán, quedando
hasta en el polvo, esposa. una mujer y un hombre gastados por los besos.

Cuando junto a los campos de combate te piensa


mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha Desperté de ser niño:
cerrada y pobre. nunca despiertes.
Escarcha de tus días Triste llevo la boca:
y de mis noches. ríete siempre.
Hambre y cebolla, Siempre en la cuna
hielo negro y escarcha defendiendo la risa
grande y redonda. pluma por pluma.

En la cuna del hambre Al octavo mes ríes


mi niño estaba. con cinco azahares.
Con sangre de cebolla Con cinco diminutas
se amamantaba. ferocidades.
Pero tu sangre, Con cinco dientes
escarchada de azúcar como cinco jazmines
cebolla y hambre. adolescentes.

Una mujer morena Frontera de los besos


resuelta en lunas serán mañana,
se derrama hilo a hilo cuando en la dentadura
sobre la cuna. sientas un arma.
Ríete niño Sientas un fuego
que te traigo la luna correr dientes abajo
cuando es preciso. buscando el centro.

Tu risa me hace libre, Vuela niño en la doble


me pone alas. luna del pecho:
Soledades me quita, él, triste de cebolla,
cárcel me arranca. tú satisfecho.
Boca que vuela, No te derrumbes.
corazón que en tus labios No sepas lo que pasa
relampaguea. ni lo que ocurre.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Centenario de Miguel Hernández,
1910-2010. El poeta del Pueblo
MADRE ESPAÑA

Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra, Hermanos: defendamos su vientre acometido,


con todas las raices y todos los corajes, hacia donde los grajos crecen de todas partes, pues
quien me separara, me arrancara de ti, madre? para que las malas alas vuelen, aun quedan aires.

Abrazado a tu vientre, quien me lo quitara, Echad a las orillas de vuestro corazon el


si su fondo titanico da principio a mi carne? sentimiento en limites, los afectos parciales.
Abrazado a tu vientre, que es mi perpetua casa, nadie! Son pequenas historias al lado de ella, siempre grande.

Madre: abismo de siempre, tierra de siempre: Una fotografia y un pedazo de tierra,


entranas donde desembocando se unen todas las sangres: una carta y un monte son a veces iguales.
donde todos los huecos caidos se levantan, madre. Hoy eres tu la hierba que crece sobre todo, madre.

Decir madre es decir tierra que me ha parido; Familia de esta tierra que nos funde en la luz,
es decir a los muertos: hermanos, levantarse; los mas oscuros muertos pugnan por levantarse,
es sentir en la boca y escuchar bajo el suelo sangre. fundirse con nosotros y salvar la primera madre.

La otra madre es un puente, nada mas, de tus rios. Espana, piedra estoica que se abrio en dos
El otro pecho es una burbuja de tus mares. pedazos de dolor y de piedra profunda para darme:
Tu eres la madre entera con todo su infinito, madre. no me separaran de tus altas entranas, madre.

Tierra: tierra en la hoca, y en el alma, y en todo. Ademas de morir por ti, pido una cosa:
Tierra que voy comiendo, que al fin ha de tragarme. que la mujer y el hijo que tengo, cuando pasen,
Con mas fuerza que antes volveras a parirme, madre. vayan hasta el rincon que habite de tu vientre, madre.

Cuando sobre tu cuerpo sea una leve huella,


volveras a parirme con mas fuerza que antes.
Cuando un hijo es un hijo, vive y muere gritando, Madre!

Esquerra Unida te regala un poema,


cuando lo hayas leído no lo tires,
regálalo tú.
Salud

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