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Mediante pasa el tiempo, las ciencias naturales llegan a sentar los pies y alejar a la
teología cuando Copérnico publicó su obra.
Éstas tuvieron que iniciar de lo poco que había: herencias de Euclides y el sistema
solar de Ptolomeo, y los árabes, la numeración decimal, los rudimentos del álgebra,
los números modernos y la alquimia. El medio evo cristiano no había dejado nada,
por tal razón era inevitable que las ciencias naturales más elementales fueron objeto
de estudio primario.
Las ciencias naturales siguieron avanzando de forma muy lenta y fueron algunos
los que desarrollaron métodos, teorías, hipótesis, postulados etc., y lograron para
aportar a éste avance.
Uno de los aspectos más relevantes de éste período es la concepción que se tenía
del mundo, se creía en la inmutabilidad y que todo era estático, sin variantes y sin
verdaderas transformaciones. Las ciencias naturales eran conservadoras con
respecto al tema del cambio, ya que observaban que todo seguía siendo como al
principio.
A mediados del siglo XVIII las ciencias naturales por falta de conocimientos aún no
era capaz de responder a preguntas sobre el comienzo de todo, sin embargo gracias
a algunos hombres como Newton y en gran medida gracias a la filosofía ésta ciencia
comenzó a esforzarse por explicar el origen del mundo a partir de lo que se conoce.
El primero en abrir paso a unas ciencias naturales más fortificadas fue un filósofo
(Kant), sin embargo, los naturalistas sintieron aversión hacia el pensamiento de
Kant. De hecho si se hubiese tomado en cuenta dicho pensamiento en su momento,
las ciencias naturales actualmente se encontrarían en una posición diferente.
La obra de Kant no proporcionó resultados inmediatos hasta después de muchos
años, que Laplace y Herschel, trabajaran en dicha teoría “hipótesis de la nebulosa”,
en la que se plantea la formación del sistema solar, gracias a la colisión de dos
nebulosas y posteriormente una serie de procesos que dieron origen a la vida.
Luego de que se creara la vida, surgen los seres apensantes, y mediante la
evolución de ellos, se llega a los seres pensantes (seres humanos).
El hombre ya evolucionado, deja de utilizar sus manos para escalar árboles o sólo
comer, y empieza a usar sus manos como una herramienta y también desarrolla su
cerebro.