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ISBN: 105192
Fruto dulce
(Antología poética / erótica)
*
“Jornada de literatura erótica aragüeña”
edición:N° 01 - 26 / 27 abril / 2019
Coordinación:
Antonio Cisneros.
1.
Presentación
-Rafael Ortega-
Durante dos días consecutivos, los espacios del Centro Cultural Higuaraya Capanaparo,
ubicado en la Mezquita Sur de la Maestranza César Girón de Maracay, sirvieron de escenario
para los escritores aragüeños que de alguna u otra manera se han dedicado a la creación de
textos donde se abordan los temas relacionados con el amor y el erotismo.
Como resultado de esta primera Jornada de Literatura Erótica Aragüeña, realizada a finales
de abril de 2019, surgió la idea de esta antología, donde fueron seleccionados tanto los autores
que participaron en esta actividad y otros que por distintos motivos no pudieron estar
presentes durante esos días, pero de igual manera han cultivado este género que desde sus
inicios ha transgredido los códigos en algunas culturas.
Finalmente, es preciso destacar que en los últimos años, este género literario ha
experimentado un auténtico boom e incluso algunas de estas historias se han llevado a la gran
pantalla con un enorme éxito de público.
2.
Alis
Siento tu aliento como fuego que calcina mis sentidos, tus muslos de nácar desnudos en el
lecho me producen pasión, nuestras lenguas penetran en hendiduras de placer, tus pezones,
colinas que coronan mis besos, tu boca lúbrica desciende en busca del mástil que emerge del
volcán marino vomitando lava que cubre las profundidades oceánicas, nos hundimos en un
mar infinito para copular hasta la eternidad.
4.
el deseo es eterno
es cierto
y mi cuerpo
6.
de ¡Baco!
7.
AURA BANKS
Momentos
Por si llueve
O sí escampa
Que tu aliento
Invada mis labios
Tu rostro
Mi mirada
Tu cuerpo
Mi territorio
Enlazados por las ganas
El tiempo las almas unidas
Por un momento
Un instante
Un segundo
Suspiros entretejidos
Un continuar de ganas
Por si llueve
O si escampa.
8.
MAX BEMBO
Si tú me deseas
y yo te deseo
¿por qué no lo hacemos?
corramos el riesgo
rompamos las reglas
y que en un bíblico
lenguaje respiratorio
de jadeos y suspiros
como si palpitara
el corazón del mundo
9.
CARMEN BLANCO
Que la noche
Callada
Se quede en tu cuerpo
Que mi nombre y el tuyo
Se vuelvan veredas
Que te encuentre y consiga
Silencios cálidos
Y gritos de amor
De esos que calman dolores
Que estemos así
Como quien no quiere
Que se abran mis puertas
Para recibir al viento
Que se llene mi mesa y mi cama
Tiemblo de pasión
Por el beso
Que aún no llega
Que sea hoy
Y no mañana
Que llegues a mí
Vestido de fiesta
¡Y no mañana!
¡Y no mañana!!!
11.
CÉSAR BLANCO
Fruto dulce
SKARLET BOGUIER
Fuimos expertos
en el arte de amar sobre la hamaca
Inventores de caricias improvisadas
Acróbatas del amor suspendido en el aire
Enemigos de la estática de una cama
de estar tan pegados a la tierra
Por eso volamos dormidos
por eso el perfecto encaje de nuestros cuerpos
por eso las posturas
todas las posturas profanas de la intuición.
13.
ORIANA BRANDO
Amanecer
MANUEL CABESA
Alejandro Castro.
Como la tenía de frente podía mirarle los pies. Eran unos pies hermosos: blancos, con
los dedos parejitos levemente decrecientes del pulgar al meñique, las uñas limpiecitas, bien
limadas y sin nada de barniz, como a mí me gusta.
Sí lo confieso, lo que siempre me ha llamado la atención de una mujer son sus pies. Muchas
veces cuando conozco a una muchacha tiendo a bajar la vista para mirárselos. Si tiene zapatos
cerrados permanezco con la incertidumbre, pero si va en sandalias la experiencia es otra,
decepcionante o excitante según el caso. A lo largo de vida he visto mujeres bellas con unas
garras como ave de rapiña, y a otras no tan agraciadas con pies dignos de tenderse ante ellos
para besarlos.
Como aquellos que ahora miraba de frente, pero esta vez debía tratarse de un milagro
porque su dueña también era hermosa. Tenía el rostro sereno, con poco maquillaje, la mirada
distraída por encima del mundo que la rodeaba y esas sandalias de tiritas negras que dejaban
al descubierto la poética anatomía de sus pies.
Entonces recordé la época en que quería escribir poemas y asistía a los talleres del
Romulón. Después de las sesiones nos íbamos a La Bajada para codearnos con poetas de
verdad: allí estaba Orlando Araujo escribiendo en una servilleta que la muerte tenía el sexo
de la vida, Pancho Massiani lloriqueando porque Norma lo dejó por centésima vez, Hesnor
Rivera y David Alizo discutiendo sobre los valores de la cultura griega, Baica Dávalos
creyéndose el Cónsul de Lowry y el Chino Valera Mora recitando con su voz aguardentosa:
“Como camina una mujer que recién ha hecho el amor. En qué piensa una mujer que recién
ha hecho el amor...”
15.
Una mujer que recién ha hecho el amor debería caminar con unos pies como los tenía
enfrente. Ella misma debía ser una mujer que hace el amor con los ojos cerrados, dejando
flotar sus pies en el aire como pequeñas nubecitas con dedos incorporados.
¿Con quién haría el amor? Debía tener un marido, algún amante quizás. Y ellos,
¿venerarían esos pies como los veneraba yo en ese momento? Si yo le hiciera el amor,
comenzaría por besar uno a uno aquellos deditos, pasaría luego a la planta y al talón, los
besos continuarían su línea ascendente por las piernas y los muslos hasta que mis labios se
hundieran en la húmeda concavidad que guarda su efímero secreto infinito y mientras mi
rostro permanece sumergido en su cósmica hendidura, ella posaría levemente sus pies sobre
mi espalda recreando en mi espina dorsal un escalofrío innumerable.
“Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe”, musitaba recordando
el libro de Salomón, cuando aquellos pies se afianzaron en el piso y el cuerpo que sostenían
se levantó y se echó a andar mientras yo la veía alejarse caminando... caminando...
caminando... como una mujer que recién ha hecho el amor.
16.
GUILLERMO CADRAZCO
I
Tus elegantes senos
son el divino mar
donde me ahogo
donde me agito
II
Visité
los encantos de tu piel
una exquisita noche
y aún
mantengo intacto
tu cuerpo
III
Recorro una vez más
tu flor
y abre
cándida
para mi
sus pétalos
IV
Cuando respiro
tu aroma
17.
me estremece
me atrapa
en lo dulce y amargo de tus labios
18.
YURIMA CAMEJO
Amantes
Ellos se amaban,
solos en la tierra tenían la noche
noches cómplices
acartonadas de doradas estrellas
brillando a lo grande
que los conduce a viajar
al firmamento de caricias
por un universo de sueños
acurrucados en las entrañas
donde el cosmos confabula con Eros.
Amor eterno
que trasciende al sol y la luna
en constante eclipse erótico
sin límites ni fronteras
con mi cuerpo bañado de besos celestinos
encuentro placentero
estar gravitando dentro de tu vía láctea
y ser parte del sistema solar nuestro
porque te quiero y te tengo
dentro de la dermis
en todos los rincones de mi cuerpo
hasta en el plasma que alimenta el ser.
19.
AURA CAPANNI
Escribo
siento tu aliento en la espalda
Dentro un aleteo
Busco tomarte
beberte palabra por palabra
para que de la realidad me cures
y que con tus alas
Palabra por palabra
me liberes
20.
CIPRIANO CASTRO
Despedida Nro. 08
En cambio,
fuiste algo más que una simple compañía de momento,
porque solo me bastó mirar tus ojos,
-oceánicos y profundos-
para contemplar ese azul profundo que llamamos “cielo”,
o sentir una breve caricia de tus manos,
para saber que somos,
más que buenos amigos,
a pesar de este miedo terrible a encontrarnos,
21.
(02-10-2005)
22.
DAYANA CHIREL
Mis sutiles
manos resbalan
por mi aterciopelado cuerpo,
van descendiendo
lentamente en una travesía
que empieza en mi cabellera,
luego por mi rostro,
hombros,
espalda,
brazos,
senos,
luego se quedan
en mi abdomen
por minutos
hasta llegar a mis caderas.
Allí es donde empieza la magia,
disfruto ese momento
de soledad
donde sin llegar a nada
es cuando llego a todo.
24.
DAYANA CHIREL
Te vuelves insaciable;
la claridad de la luna no te basta,
huyes desnuda hacia el sol,
quien te espera impaciente.
***
Me embriago de tu sexo,
palpo tus senos entre la penumbra,
me sostienen tus cabellos
me resisto a caer.
***
***
Caigo en tu desnudez:
me llevas a un refugio de claridad,
Hombre.
Misterio amado.
Líquido vital que me fecunda.
Dependiendo del cáliz que me ofreces,
eres bálsamo o veneno.
Dios de muchas caras:
Zeus, Apolo, Hermes, Marte.
Hombre que se aleja, vuelve, besa, calla,
convencido de que me engañas
con tu candorosa maestría.
Te di el cosmos de mi cuerpo,
cómplice en tu perpetua batalla
contra la muerte.
Te hice conquistador de tu propia atalaya,
con mi impulso mucílago de naranjas.
Con mi genio elástico,
te parí hijos e ideas.
Y en ese ardid, la infinitud fue mía.
Mi vulnerable e invencible aprendiz.
Tú sigues en tu barca
remando frente a la bestia,
yo nadando en las profundidades.
Te reconozco, arcano mío.
27.
MARIHEL DÍAZ
Tu saliva escarchada
adorna mi desnudez escondida
Haciendo de lo profundo
de nuestra aventura
el más bello final del silencio
Cada latido
va dejando escapar
la ingenuidad del contacto
Tu sudor
tinta adorada por mi piel
escribe palabras exactas
que susurran las miradas
29.
Tu lengua
inolvidable amante de mi boca
Mientras la noche
escucha el sonido vivaz
de nuestro deseo guardado
30.
DORIS GALÍNDEZ
Ese tu cuerpo
Ese tu cuerpo
lleno de sudores
salivando en la
oscuridad del deseo
Buscando
noches oscuras
con sabanas
arrugando la piel
Ese tu cuerpo
se retuerce en las madrugadas,
sin boca, ni piernas
con la desventura
de la soledad
Ese tu cuerpo
que el deseo mata
escupiendo espasmos por tus venas
saciándose de la nada
ALBERTO HERNÁNDEZ
De penas
a esa mujer
yo
que no se lo sé pedir
a la mujer que amo
que me entra vergüenza
solitaria
si veo un seno enrojecer al sol
yo
que persisto en la idea de ser santo
por seña del vaticano
que sueño con oler a cielo
en medio de las odaliscas
-desvergonzadas y sin vello púbico
en la alegría-
yo
que camino mirando nalgas
y triángulos rosados
la tibia boca del deseo
yo
acusado de machista
35.
yo
que sufro de rapidez orgásmica
y olvido la ancestral masturbación de mis abuelos
yo idiota yo
que sigo creyendo en los poemas perfumados
que de noche me pierdo en el sueño
cuando siento el agua de ciertas pesadillas
ahogar
el zumbido de tu carne
yo indefinido
harto de hablar tonterías de mí mismo
jodido por los espantos
por estas penas que me hunden definitivamente
en el olor de tu sexo imaginado
yo
que tengo mi diosa
en los pezones de marilyn Monroe
y asumo el prestigio
en las caderas de linda carter
36.
yo
que nunca he podido
entender la locura de reverón
ni los desplantes de este mundo absurdo
yo
que soy confundido con árabes
viejas nacionalidades persas
yo
que no tengo tierras
ni riquezas
alegre de mi condición de nervioso
esquizofrénico paranoico
limitado de besos
abandonado de abrazos
recorro el sembradío de tu cuerpo
y vuelvo en mí sabiendo que yo
alguna vez
admiraré tus nuevas pantaletas
tus sostenes mágicos
sosteniendo el mundo y mi depresión
yo definitivamente yo
acusado de egoísta yoísta
busco en tu vientre el universo entero
ROMINA HORTEGANO
Amante benigno
más lascivos y bizarros hasta exfoliar el híbrido néctar de tus flores negras.
Son como una neófita sinfonía de imágenes evanescentes
en medio de tremenda escaramuza entre Ángeles y Demonios de agua.
Son como chispas minúsculas de esa llama líquida
que va lamiendo tu piel.
Un sordo murmullo de ánimas hirviendo en sosiego.
Amantes benignos que surgen de cada deseo reprimido.
Anacoretas condenados a dormitar
dentro de esa fría roca líquida que exuda tu piel.
Espectros libidinosos.
Penitentes entre los márgenes de la nada.
Acólitos de tu demonio predilecto asechando
bajo un permeado mar de tinieblas.
Huérfanos de tu propia carne.
Agoreros oníricos.
Proxenetas de los suplicios más rigurosos de tus tristezas.
Celestinos revoloteando entorno a tu aura.
Restos de recuerdos de besos levitando
en el viento como hojas secas sin rumbo ni destino.
Edecanes de tus dioses muertos a la deriva
o merced de tus pecados más exquisitos.
Amantes de una ilusión suicida que desconoce el tiempo.
Como el delicado roce de una caricia
que se amoldan perfectamente a las dimensiones
de tu propia soledad espiritual.
A tu alma que,
la degradan y regeneran al lerdo recorrido
de su brevísima existencia,
40.
Ajedrez
Finalmente,
en la ceniza del tablero
Rey y Reina abdicarán.
43.
YSBEL MEJÍAS
Carne en tu carne
aromas y sabores
nuestro instinto reclama
el goce en cada llegada
rostros sudados
una sola piel
Subida y bajada
Tu piel
tan cerca de mía
y estas ganas de rozarte
de dejar huellas en ti
con el vértigo que disimulo
cuando mi mirada transeúnte
desnuda tu cuerpo
45.
VICTORIA MONSALVE
Acción
NIEVES MONTENEGRO
Canto de madrugada
Estaba dormida…
un fuerte aroma varonil invadió mi habitación
suspiré profundamente y volví a cerrar mis ojos
para disfrutar su cercanía.
“Mi amor, mi amor” me susurró al oído.
“Estás despierta… soy yo”.
Se deslizó entre las sábanas recién lavadas.
Su mano se hundió en mis cabellos peinados dulcemente.
Nuestros corazones se unieron en un tierno abrazo
y comenzaron a bailar al mismo compás.
Sus manos acariciaron mi espalda, deslizándose tiernamente.
Bajaban y subían hasta que suavemente acariciaron mi deriva
empujándome hacia él.
Mientras nuestras piernas y nuestros pies
jugaban acariciándose mutuamente.
Sentí un ardiente contacto en la curva suave de mi pasión,
de inmediato comencé a vibrar
y el fogaje en la húmeda y traviesa abertura
estalló en un grito de placer.
47.
RAFAEL ORTEGA
Kamikaze
La poesía nace,
muere y resucita
en tu bajo vientre
dentro de ti
que ensaya
Porque me pierdo
Toca la cabellera
pero no toques sus curvas
porque me animas.
BEATRIZ PEÑALOZA
trozo de cielo
rumor de presencia
transmutación de la ausencia.
De tanto cielo
te volviste nube y te fuiste flotando
con la punta de mis manos
te toco más allá de esta eternidad
con la punta de mis manos también toco el infierno
con la punta de mis manos
un rojo te llevó a la eternidad
con la punta de tus manos tuve un sueño
con la punta de tus besos
con la punta de tus ojos
con la punta de tus sueños.
Rana bailarina
con la punta de tus piernas te movías
con la punta de mi cuerpo te sentía.
YADIRA PÉREZ
Bésame en el recuerdo
bésame fugaz y a escondidas
bésame con las manos
detrás
en la curva de mis piernas
toma mis dedos con tus labios
mójalos en la distancia
no dejes que muera en la memoria.
52.
AMANDA REVERÓN
Vientre
ASTRID SALAZAR
Sentada en tu sexo
voy abriendo con mi lengua
el camino de mis metas
el chocolate se desgasta
las fresas se acaban
tu piel desfallece
por el deseo de beber
los fluidos derramados en mi piel.
introduciéndonos en el pecado
en la acción de la entrega
54.
de la penitencia
El Lg
evapora cada gota de sudor
los orgasmos
revientan las copas
bebemos el clímax
unión de espíritus
para convertirnos
en sólo dos horas
tú
en el amado
yo
por siempre
en la amante.
55.
ALFONSO SOLANO
Opus 6
En la mañana
la aurora despierta
de su sueño anterior
Tu vientre diestro
blando
obcecado
ha invadido mis sombras
Una abertura se esparce
Un latido palpita
vibra como un acorde bossa
se desliza como serpiente
Y sobre su pecho
la pesadez honrosa de la noche
encadena mi sombra.
57.
Travel
Oscura, cálida, tentadora y brillante cobertura te recorre. Yo, deseosa por descubrir sus
viajes, la recorro a ella con carnosos y húmedos labios, sin prisa, desde tu frente trazando un
camino imaginario hacia tu epicentro. Bajo despacio por tu nariz, descubro tus labios,
curiosos pedazos de carne que dan placer a mi cuello, avanzo, voy por esas orejas cual gajo
de naranja las beso las muerdo, las disfruto como si fuesen a desaparecer al momento de
soltarlas. Tu cuello, fortaleza impenetrable, me encuentro en mi lugar de paz, sobre tu pecho
piel con piel sintiendo tu temperatura reconociéndome en ti, con mis besos en tus clavículas
paseando mi boca por tus hombros continúo mi viaje, devoro con ardido clamor tu pecho, tu
tórax, fino pero, reconfortante soporte de mi cuerpo de mis ansias de mi deseo, voy llegando
a tu cérvix, esa firme estructura que deleita mis sentidos, no quiero dejar de visitar ninguna
parte de ti, saltando tu núcleo voy a tus muslos, esos que no tienen más que terminaciones
nerviosas a las que me encanta provocar con mis manos. Saludo tus pantorrillas y comienzo
lentamente a subir adonde me llama el instinto, donde se encuentra tu centro y me deleito
con su estructura y su aún más fina cobertura, venas como ríos del trópico. Te tengo, te
disfruto, deleito mi boca con su figura, tu cuerpo, mi país para conocer; sospechas pero no
sabes que deseo tenerte dentro de mí. Insisto, te beso, me besas, me tocas, alteras mi sistema,
me desespero, muero, tú sigues besándome comiéndome por el deseo, revivo, mis manos en
tu espalda sujetando fuerte por si la pasión nos desborda con tanta locura que nuestros
cuerpos se separara, no quiero eso, te quiero dentro en mi piel sintiéndome, sintiéndote,
juntos somos uno, pero no, resistes, es una lucha silenciosa pero intensa, me rindo, me separo
de mi pequeña porción de dicha, distraigo mis ojos pero con mis manos te veo, te libero, me
volteo, intento no sentirme rechazada. Llegas de repente, siento tu virilidad atrás de mí, me
sujetas fuerte los senos comienzan tus manos similar recorrido al que hice con mi boca en ti,
58.
tus labios están muy ocupados estremeciendo mis oídos con besos y suaves mordiscos que
me desnudan la intención, disfruto tanto como mi inminente desconexión me permite, te
detienes, me detengo, te veo, como ve un niño un peluche o un dulce, que dulce es el huracán
que enciendes con tu mirar, comienzo nueva mente a buscar tu ímpetu, sonríes, me miras con
ojos de pasividad, sigo encendida, vuelvo a tu faro, me encanta complacerte y observar tus
reacciones, esta vez quiero animarte a entrar en mí juego contigo, saboreo tus fluidos, mi
lengua también quiere participar, la dejo, baila entre tus rocas, me detengo y me retiro,
continúa el día, comienzo a jugar con tus labios de nuevo, sólo coqueteo, me sorprendes,
nuevamente me desnudas y te introduces, no puedo con las sensaciones, se tensan mis senos,
erizas mi piel, se nubla mi visión, solo puedo oír tu respiración, agitada como o, sólo puedo
sentirte en mí, como si depositaras tu fuerza, me cargo contigo, suave, delicado vaivén que
invade nuestros cuerpos, ese momento capturo en mi memoria, la primera vez que somos
uno, despierta en mí una ternura terriblemente poderosa, sales, sigues muy cerca estas muy
erecto tan cerca de ese punto de no retorno, te abrazo, me quedo cerca de ti, respiro a tu ritmo,
bajo mis decibeles como puedo y me entrego a ayudarte a salir invicto, nuestras derrotas y
triunfos, nuestra experiencia de ensayo y error más deliciosa, la que perdurara
indefinidamente, en silencio de risas y charla superficial disección o cada sensación al tenerte
en mí, esa alegría sin igual, ese poder, me siento radiante, bella, completa, y también lo
veo en tus gestos, sabes que tanto resistirte y luchar valió la pena y sé que tratar de tentarte
mereció el esfuerzo, satisfecha insisto en mi jugueteo, me encantas, no me canso de ti; quizá
demasiado grafica mi expresión pero cargada de verdades de esas que se susurran al oído.
59.
HENRY TOVAR
Animal apocalíptico
de cintura indócil
alarido de espuma
que desborda mis despojos de bronce
Alcázar vulnerable
al asperón convexo
de un vellocino filial
AMÉRICA ZURITA
Vicio solitario
Mi soledad te nombra,
pero no tienes rostro
y esas caricias suplantan
el roce de unos labios
el sabor de una lengua
el jadeo acompasado
de unos cuerpos sudorosos.
Sola me diluyo
en este placer malsano
en este goce solitario.
61.
Por un segundo…
me pierdo en la razón de ser,
de existir.
Y vuelo…
me remonto hasta inconsciencia,
hasta el dolor del placer.
JULIA LIENDO
Hagámoslo aquí
el fuego no se apagará
te lo prometo
Isabel Rivas
En la penumbra
sedúceme
mi piel presiente
la magia de tus labios
Vuelo
en la fogosidad
de tus caricias
Pasada
la euforia y el frenesí
seremos de nuevo
la máscara
del formal saludo
EPÍLOGO
Invocación de Eros
De nuevo la Poesía se hace presente pues, ¿en qué otro carro andaría mejor la imaginación
humana, sino en las palabras que se hilvanan una vez que la necesidad de expresar el deseo
hace su aparición?
Ahora bien, junto a la “poesía amorosa” que, como dijimos, viene de los trovadores
provenzales y la “poesía erótica” cuya raíz podríamos ubicar en los poemas de Catulo (años
87-54 a.C.), también podríamos mencionar una vertiente menos decorosa que a falta de buen
nombre llamaremos “poesía pornográfica”, sobre la cual explica Luís Miguel Isava lo
siguiente: “tomando esta última palabra en su sentido etimológico: pornografía, como se
sabe, significa escritura sobre prostitutas y por extensión, escritura sobre actos sexuales.”
Con lo que nos enfrentamos a una poesía que corre el riesgo de ser abiertamente
escatológica y por lo tanto chocante al lector; y que se aleja del verdadero cometido de la
poesía erótica que es nombrar el deseo, sublimarlo a través de la palabra, pues como advierte
Álvaro Mutis: “No es llamando las cosas por su nombre y describiendo minuciosamente los
diversos aspectos y posibilidades del acto sexual como se logra la mejor dosis de erotismo
en la literatura.”
¿Y entre nosotros? En Panorama de la literatura venezolana actual (1973), Juan
Liscano lamentaba que dentro nuestra narrativa no hubiera una corriente erótica
verdaderamente definida, a pesar de que algunos narradores habían descrito varios
encuentros sexuales en sus novelas y relatos.
De paso en aquel libro nos daba una definición de literatura erótica que todavía podemos
tomar en cuenta: “La literatura erótica constituye una visión del mundo, y a través del sexo
no solamente se alcanza un conocimiento del ser, sino una liberación o la muerte. De modo
que la literatura erótica, más que otras aceptadas socialmente, ofrece en instancias de
ardimiento y explosión interior, respuestas sobre los fines últimos del hombre. Por otra parte,
desnuda el comportamiento humano en aspectos ocultos, mediante lo cual ayuda al
conocimiento del hombre, para lo bello como para lo feo, para lo bueno como para lo
demoníaco.”
Ahora bien, y en poesía, ¿hemos tenido acaso una tradición de poesía erótica destacable?
Puestos a hacer memoria, me perece que la mayor tendencia de la poesía venezolana ha
65.
Me parece que es en estas primeras décadas del siglo cuando una serie de autores
dispersos por toda la geografía nacional se han empeñado en construir un discurso
verdaderamente erótico, con sus respectivos altibajos como suele suceder en cualquier
tradición que este en pleno desarrollo.
Particularmente en el estado Aragua existe una propensión bastante alta de escritores
dedicados a invocar los misterios de Eros a través de la escritura, como lo habrán comprobado
quienes hayan disfrutado de esta antología.
Manuel Cabesa.
Abril / 2019.
66.
-Rafael Ortega-
(Maracay, edo. Venezuela /1969) Escritor y Comunicador social
Textos suyos han sido publicados en distintos medios impresos y digitales desde el
año 1992. El fondo Editorial de la Secretaria de Cultura del estado Aragua presentó
el año 2002 su primer libro de relatos, titulado La ultima sutileza del diablo y en 2011
fue editada su obra Brindemos por la derrota por la Fundación El Perro y la Rana.
Alvarado: Imágenes y colores del realismo social. Durante los años 2012 y 2013 se
hizo acreedor del Premio Regional de Periodismo Diego Hurtado, mención Cultura.
Desde el año 2009 escribe semanalmente en su blog una columna semanal titulada
Aragua.
-Manuel Cabesa-
(Caracas, Venezuela/1960) Poeta, Narrador y Ensayista.
en el taller de poesía Coordinado por Luis García Morales, periodo: (1980 - 1981)
1980 - 2003 (2010); este publicado por: Monte Ávila Editores Latinoamericana.
entre otros.
PRESENTACIÓN…………………………………………………………………………1
ANA MARIA MORENO Ilustración………………………………………………………2
EFRAÍN ÁLVAREZ RIVERO……………………………………………………………3
MARIA LUISA ANGARITA……………………………………………………………..4
AURA BANKS……………………………………………………………………………7
MAX BEMBO……………………………………………………………………………. 8
CARMEN BLANCO………………………………………………………………………9
CÉSAR BLANCO..............................................................................................................11
SKARLET BOGUIER……………………………………………………………………12
ORIANA BRANDO…………………………………………………………………….. 13
MANUEL CABESA…………………………………………………………………….. 14
GUILLERMO CADRAZCO……………………………………………………………..16
YURIMA CAMEJO……………………………………………………………………...18
AURA CAPANNI..............................................................................................................19
CIPRIANO CASTRO…………………………………………………………………….20
MARÍA DEL ROSARIO CHACÓN……………………………………………………..22
DAYANA CHIREL……………………………………………………………………....23
MARVIN DE LOS ÁNGELES COLMENARES………………………………………..26
MARIHEL DÍAZ ...............................................................................................................28
DORIS GALÍNDEZ………………………………………………………………………30
NESFRAN GONZÁLEZ SUÁREZ………………………………………………………32
ALBERTO HERNÁNDEZ……………………………………………………………….34
ROMINA HORTEGANO…………………………………………………………….......37
JOSÉ ALBERTO MEJÍAS……………………………………………………………….38
RICARDO JESÚS MEJÍAS……………………………………………………………...42
YSBEL MEJÍAS………………………………………………………………………….43
CARMEN ALIDA MÉNDEZ BELLINI...........................................................................44
VICTORIA MONSALVE……………………………………………………………….45
NIEVES MONTENEGRO………………………………………………………………46
RAFAEL ORTEGA……………………………………………………………………..47
BELÉN PACHECO AYALA...........................................................................................48
BEATRIZ PEÑALOZA................................................................................................... 49
YADIRA PÉREZ..............................................................................................................51
AMANDA REVERÓN………………………………………………………………….52
ASTRID SALAZAR…………………………………………………………………….53
ALFONSO SOLANO.......................................................................................................55
MARIA FLORENCIA TORRES……………………………………………………….57
HENRY TOVAR………………………………………………………………………..59
AMÉRICA ZURITA……………………………………………………………………60
JULIA LIENDO...............................................................................................................62
EPÍLOGO……………………………………………………………………………….63
ACERCA DE LOS AUTORES .......................................................................................66
- Colección: LETRAS LIBRES /Títulos publicados:
01-Rafael Ortega & Manuel Cabesa – Fruto dulce. (Antología poética.) 1ª edición, Serie: Violeta, 2019