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1ª edición, 2019 en Colección: Letras Libres / Serie: Violeta.

©Autores: Rafael Ortega & Manuel Cabesa

“Fruto dulce” (Antología poética / erótica)

(Jornada de Literatura Erótica Aragüeña 26 / 27 de abril, 2019

©FONDO EDITORIAL ALTERNATIVO DE ARAGUA, 2019

CORREO ELECTRONICO:fedaldar@gmail.com

CONCEPTO GRÁFICO DE CUBIERTA: @cbartedisenoca

DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMACIÓN: César Blanco

FOTOGRAFÍA DE PORTADA: César Blanco/digital, Fruto dulce

De la serie: en Instagram, @cesarblanco4863 #Desdeelpatiodemicasa /2019

PRÓLOGO Y EDICIÓN AL CUIDADO DE: Manuel Cabesa

Hecho en Depósito de ley

Depósito Legal: AR 2019000082 - 17766

ISBN: 105192

Hecho en: Maracay, estado Aragua / Venezuela


Colección: Letras Libres / Serie: Amarilla.

Fruto dulce
(Antología poética / erótica)

*
“Jornada de literatura erótica aragüeña”
edición:N° 01 - 26 / 27 abril / 2019

Coordinación:

Rafael Ortega & Manuel Cabesa


Es difícil hacer el amor, pero se aprende.

Antonio Cisneros.
1.

Presentación

-Rafael Ortega-

Durante dos días consecutivos, los espacios del Centro Cultural Higuaraya Capanaparo,
ubicado en la Mezquita Sur de la Maestranza César Girón de Maracay, sirvieron de escenario
para los escritores aragüeños que de alguna u otra manera se han dedicado a la creación de
textos donde se abordan los temas relacionados con el amor y el erotismo.

Como resultado de esta primera Jornada de Literatura Erótica Aragüeña, realizada a finales
de abril de 2019, surgió la idea de esta antología, donde fueron seleccionados tanto los autores
que participaron en esta actividad y otros que por distintos motivos no pudieron estar
presentes durante esos días, pero de igual manera han cultivado este género que desde sus
inicios ha transgredido los códigos en algunas culturas.

Finalmente, es preciso destacar que en los últimos años, este género literario ha
experimentado un auténtico boom e incluso algunas de estas historias se han llevado a la gran
pantalla con un enorme éxito de público.
2.

Ilustración: Ana María Moreno


3.

EFRAÍN ÁLVAREZ RIVERO

Alis

Siento tu aliento como fuego que calcina mis sentidos, tus muslos de nácar desnudos en el
lecho me producen pasión, nuestras lenguas penetran en hendiduras de placer, tus pezones,
colinas que coronan mis besos, tu boca lúbrica desciende en busca del mástil que emerge del
volcán marino vomitando lava que cubre las profundidades oceánicas, nos hundimos en un
mar infinito para copular hasta la eternidad.
4.

MARIA LUISA ANGARITA

Mujer que ve y siente

He visto sus ojos tras ovalados cristales

he visto una risa de tímido acosado

figura micénica Dios del Olimpo

el deseo es eterno

(en este cuerpo atado)

he visto un pecho varonil y dócil

temblar al zumbido de una voz lejana

he visto a ese hombre que sueño y añoro

dormir entre caricias de luces y mares

si es o no una ilusión efímera

mi mente y mi ser prefieren dudarlo


5.

la vida y la muerte se encuentran ocultas

en el perfecto cuerpo de ese ser dionisiaco

si ese a tu lado te parece hermoso (escucha)

no has sentido el placer de mirar en lo alto

los dioses la vida el baile y el vino

confluyen sin escape en lo insólito y mágico

es cierto

al de mejor cuerpo he visto

y no puedo menos que desear tocarlo

que mis besos recorran la fisonomía oculta

viva y latente detrás del vestuario

que mis manos dibujen palpen construyan

la docilidad de un hombre postmoderno y clásico

y mi cuerpo
6.

colmado de osadía y lujuria

se entregue al profundo placer erótico

oculto en la inocencia el espíritu y la voz

de ¡Baco!
7.

AURA BANKS

Momentos

Por si llueve
O sí escampa
Que tu aliento
Invada mis labios
Tu rostro
Mi mirada
Tu cuerpo
Mi territorio
Enlazados por las ganas
El tiempo las almas unidas
Por un momento
Un instante
Un segundo
Suspiros entretejidos
Un continuar de ganas
Por si llueve
O si escampa.
8.

MAX BEMBO

Si tú me deseas
y yo te deseo
¿por qué no lo hacemos?

¿por el qué dirá la gente?

corramos el riesgo
rompamos las reglas

y que en un bíblico
lenguaje respiratorio
de jadeos y suspiros

surjan nuestros talentos ocultos

como si palpitara
el corazón del mundo
9.

CARMEN BLANCO

Que la noche
Callada
Se quede en tu cuerpo
Que mi nombre y el tuyo
Se vuelvan veredas
Que te encuentre y consiga
Silencios cálidos
Y gritos de amor
De esos que calman dolores
Que estemos así
Como quien no quiere
Que se abran mis puertas
Para recibir al viento
Que se llene mi mesa y mi cama

Tiemblo de pasión
Por el beso
Que aún no llega
Que sea hoy
Y no mañana

¡Que sea hoy!

Con mis manos tibias


10.

Con mis ojos húmedos

Con mi voz quebrada

Con mi amor intacto

Que llegues a mí

Vestido de fiesta

Y que sea hoy

¡Y no mañana!

Que se abran mis piernas


Que mi casa
Se pinte de rosa y verde
Que el murmullo del agua
Me bañe
Que el sol entibie
Tus cabellos ondeando al aire

Y que sea hoy

¡Y no mañana!!!
11.

CÉSAR BLANCO
Fruto dulce

A Yacali, la co-protagonista de todas mis


aventuras y desventuras.

Esperamos ávidos a que llegue la noche


Procuramos el silencio pleno
A oscuras confundimos el ropaje
Nadamos entre sudores y temblores
Un éxtasis degenerado sucumbe sin pudor
Sereno respiro sobre tu piel fogosa
Ayudándome lento con el tacto
Haciendo de tu cuerpo un mar de metáforas.

Recordando la primera vez


Cerramos las ventanas del alma
La mesa está servida
Nos ahogamos en el acto
Manchamos las sabanas con lujuria.

Viajamos sin medir el tiempo


Derretimos los hielos con sutileza
Sacio mi hambre con tu fruto dulce
Sobrevolamos el universo
Al final terminamos rendidos
Encadenado quedo a tus labios bermellón.
12.

SKARLET BOGUIER

Fuimos expertos
en el arte de amar sobre la hamaca
Inventores de caricias improvisadas
Acróbatas del amor suspendido en el aire
Enemigos de la estática de una cama
de estar tan pegados a la tierra
Por eso volamos dormidos
por eso el perfecto encaje de nuestros cuerpos
por eso las posturas
todas las posturas profanas de la intuición.
13.

ORIANA BRANDO

Amanecer

Si aún tu piel estuviera


adherida a mi olfato
y el olor de tus fluidos
instaurado en mí,
caminaría esta mañana
con aires de triunfo.
Vistiendo la desnudez de las ninfas.
Y agitando mi cola de serpiente.
14.

MANUEL CABESA

Nubes con sandalias


Cómo quisiera cantar la voluptuosidad
de tantos pies desnudos, acariciando sin prisa
los parques embrujados de una ciudad soñada.

Alejandro Castro.

Como la tenía de frente podía mirarle los pies. Eran unos pies hermosos: blancos, con
los dedos parejitos levemente decrecientes del pulgar al meñique, las uñas limpiecitas, bien
limadas y sin nada de barniz, como a mí me gusta.
Sí lo confieso, lo que siempre me ha llamado la atención de una mujer son sus pies. Muchas
veces cuando conozco a una muchacha tiendo a bajar la vista para mirárselos. Si tiene zapatos
cerrados permanezco con la incertidumbre, pero si va en sandalias la experiencia es otra,
decepcionante o excitante según el caso. A lo largo de vida he visto mujeres bellas con unas
garras como ave de rapiña, y a otras no tan agraciadas con pies dignos de tenderse ante ellos
para besarlos.
Como aquellos que ahora miraba de frente, pero esta vez debía tratarse de un milagro
porque su dueña también era hermosa. Tenía el rostro sereno, con poco maquillaje, la mirada
distraída por encima del mundo que la rodeaba y esas sandalias de tiritas negras que dejaban
al descubierto la poética anatomía de sus pies.
Entonces recordé la época en que quería escribir poemas y asistía a los talleres del
Romulón. Después de las sesiones nos íbamos a La Bajada para codearnos con poetas de
verdad: allí estaba Orlando Araujo escribiendo en una servilleta que la muerte tenía el sexo
de la vida, Pancho Massiani lloriqueando porque Norma lo dejó por centésima vez, Hesnor
Rivera y David Alizo discutiendo sobre los valores de la cultura griega, Baica Dávalos
creyéndose el Cónsul de Lowry y el Chino Valera Mora recitando con su voz aguardentosa:
“Como camina una mujer que recién ha hecho el amor. En qué piensa una mujer que recién
ha hecho el amor...”
15.

Una mujer que recién ha hecho el amor debería caminar con unos pies como los tenía
enfrente. Ella misma debía ser una mujer que hace el amor con los ojos cerrados, dejando
flotar sus pies en el aire como pequeñas nubecitas con dedos incorporados.
¿Con quién haría el amor? Debía tener un marido, algún amante quizás. Y ellos,
¿venerarían esos pies como los veneraba yo en ese momento? Si yo le hiciera el amor,
comenzaría por besar uno a uno aquellos deditos, pasaría luego a la planta y al talón, los
besos continuarían su línea ascendente por las piernas y los muslos hasta que mis labios se
hundieran en la húmeda concavidad que guarda su efímero secreto infinito y mientras mi
rostro permanece sumergido en su cósmica hendidura, ella posaría levemente sus pies sobre
mi espalda recreando en mi espina dorsal un escalofrío innumerable.
“Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe”, musitaba recordando
el libro de Salomón, cuando aquellos pies se afianzaron en el piso y el cuerpo que sostenían
se levantó y se echó a andar mientras yo la veía alejarse caminando... caminando...
caminando... como una mujer que recién ha hecho el amor.
16.

GUILLERMO CADRAZCO

I
Tus elegantes senos
son el divino mar
donde me ahogo
donde me agito

II
Visité
los encantos de tu piel
una exquisita noche
y aún
mantengo intacto
tu cuerpo

III
Recorro una vez más
tu flor
y abre
cándida
para mi
sus pétalos

IV
Cuando respiro
tu aroma
17.

me estremece
me atrapa
en lo dulce y amargo de tus labios
18.

YURIMA CAMEJO

Amantes

Ellos se amaban,
solos en la tierra tenían la noche
noches cómplices
acartonadas de doradas estrellas
brillando a lo grande
que los conduce a viajar
al firmamento de caricias
por un universo de sueños
acurrucados en las entrañas
donde el cosmos confabula con Eros.

Amor eterno
que trasciende al sol y la luna
en constante eclipse erótico
sin límites ni fronteras
con mi cuerpo bañado de besos celestinos
encuentro placentero
estar gravitando dentro de tu vía láctea
y ser parte del sistema solar nuestro
porque te quiero y te tengo
dentro de la dermis
en todos los rincones de mi cuerpo
hasta en el plasma que alimenta el ser.
19.

AURA CAPANNI

Escribo
siento tu aliento en la espalda
Dentro un aleteo
Busco tomarte
beberte palabra por palabra
para que de la realidad me cures
y que con tus alas
Palabra por palabra
me liberes
20.

CIPRIANO CASTRO

Despedida Nro. 08

Solo vine a decirte adiós,


no me es posible seguir tras tu sombre peregrina,
la espera del premio de tus labios,
es cierto,
no eres mía,
-nunca lo fuiste-
no hizo falta sentir tu cuerpo desnudo,
...cálido, sutil y tembloroso…
ni tus uñas aferradas en mi espalda
…dolorosas y excitantes…
ni tus piernas enlazadas en mi cintura,
… en una noche de locura…

En cambio,
fuiste algo más que una simple compañía de momento,
porque solo me bastó mirar tus ojos,
-oceánicos y profundos-
para contemplar ese azul profundo que llamamos “cielo”,
o sentir una breve caricia de tus manos,
para saber que somos,
más que buenos amigos,
a pesar de este miedo terrible a encontrarnos,
21.

a reconocernos como somos,


a sentirnos humanos
-ante todo humanos-

capaces de querernos sin Dios y sin Ley,


sin tu pasado o el mío,
conviviendo con nuestros fantasmas,
…o sobreviviendo a pesar de ellos…

(02-10-2005)
22.

MARÍA DEL ROSARIO CHACÓN

Y si después de todo llego desnuda,


velada de hoy.
Teje mi tiempo.
Tatúa tu cuerpo de mí.
Trasmuta silencios de espuma.
¿Qué se hizo esa fuerza? ¿Qué rincón te cobija? ¿Quién te
canta angustias citadinas? Dime, cuesta eclipsar mañanas.

Surjo en piedra oscureciendo sombras, rauda libélula


recorriendo, succionando desfallezco en prisma.
Cadáver, desgajo tu fragancia.
Existo cuando atisbas
después sumerjo tierra de nadie. Bailas al son de sapos que solfean historias de
princesas y pastorcitos. Cónico coro clama dónde el caballero de la dulce sonrisa,
dónde dragones vencidos.
23.

DAYANA CHIREL

Sin llegar a nada

Sin llegar a nada


es cuando llega todo.

Mis sutiles
manos resbalan
por mi aterciopelado cuerpo,
van descendiendo
lentamente en una travesía
que empieza en mi cabellera,
luego por mi rostro,
hombros,
espalda,
brazos,
senos,
luego se quedan
en mi abdomen
por minutos
hasta llegar a mis caderas.
Allí es donde empieza la magia,
disfruto ese momento
de soledad
donde sin llegar a nada
es cuando llego a todo.
24.

Pensaran que mis piernas


se quedan sin palpar
pero luego mis manos
después de haberse detenido
en la divina travesía
donde la felicidad se concreta
pasa con ternura
por mis nalgas y mis piernas
en un momento de levedad
donde sin llegar a nada
es cuando llego a todo!
25.

DAYANA CHIREL

Te vuelves insaciable;
la claridad de la luna no te basta,
huyes desnuda hacia el sol,
quien te espera impaciente.

***

Me embriago de tu sexo,
palpo tus senos entre la penumbra,
me sostienen tus cabellos
me resisto a caer.

***

Cortas mi garganta con tu lengua,


desangras mis manos para no tocarte,
mientras esperas mi muerte,
escapo de tu cuerpo

***

Caigo en tu desnudez:
me llevas a un refugio de claridad,

escapo inadvertido hacia las sombras.


26.

MARVIN DE LOS ÁNGELES COLMENARES

Hombre.

Misterio amado.
Líquido vital que me fecunda.
Dependiendo del cáliz que me ofreces,
eres bálsamo o veneno.
Dios de muchas caras:
Zeus, Apolo, Hermes, Marte.
Hombre que se aleja, vuelve, besa, calla,
convencido de que me engañas
con tu candorosa maestría.
Te di el cosmos de mi cuerpo,
cómplice en tu perpetua batalla
contra la muerte.
Te hice conquistador de tu propia atalaya,
con mi impulso mucílago de naranjas.
Con mi genio elástico,
te parí hijos e ideas.
Y en ese ardid, la infinitud fue mía.
Mi vulnerable e invencible aprendiz.

Tú sigues en tu barca
remando frente a la bestia,
yo nadando en las profundidades.
Te reconozco, arcano mío.
27.

Ante tu figura hermética me manifiesto mujer y diosa.

Me disparo como una flecha de punta resplandecida.

Por ti soy verbo


y me conjugo en todos los tiempos,
me lleno de señales,
me mudo en verso,
me descubro conjuro,
me torno sagrada como un mantra,
me desnudo en voces viriles,
aunque tú, nunca descifres,
ni una sola de mis palabras…
28.

MARIHEL DÍAZ

Evocaré junto a la noche la tempestad


que desatas en mi vientre
dejándote habitar
una vez más mi cuerpo

Tu saliva escarchada
adorna mi desnudez escondida

Mientras la paz de tu cuerpo


desviste mis miedos

Haciendo de lo profundo
de nuestra aventura
el más bello final del silencio

Cada latido
va dejando escapar
la ingenuidad del contacto

Nuestras manos juegan a las escondidas


trepan por debajo de la ropa

Tu sudor
tinta adorada por mi piel
escribe palabras exactas
que susurran las miradas
29.

Tu lengua
inolvidable amante de mi boca

En lo infinito de mis ganas insaciables


retengo lo oculto de tu nombre

Mientras la noche
escucha el sonido vivaz
de nuestro deseo guardado
30.

DORIS GALÍNDEZ

Ese tu cuerpo

Ese tu cuerpo
lleno de sudores
salivando en la
oscuridad del deseo

Buscando
noches oscuras
con sabanas
arrugando la piel

Ese tu cuerpo
se retuerce en las madrugadas,
sin boca, ni piernas
con la desventura
de la soledad

Ese tu cuerpo
que el deseo mata
escupiendo espasmos por tus venas
saciándose de la nada

Ese tu cuerpo que respira


en la boca del pez
31.

por no buscar otra boca

Ese tu cuerpo que derrama


fluidos en el mar
retando a la naturaleza
en relojes escondidos

Ese tu cuerpo que quiere


vibrar sobre otro cuerpo
deshojar el fruto prohibido
entre albas y ríos.
32.

NESFRAN GONZÁLEZ SUÁREZ

Ecos de una ninfa y un fauno

La nocturnidad me trae por estas sendas


donde el amor se transforma en una dulce batalla épica
tus ojos irradian misterio y de tu piel se desprende un fuego devorador.
Sin dominio de mis actos cedo al llamado, irreversible y voraz
suelto los amarres y me entrego a tus encantos divinos.

Tan solo soy demencial quimera,


cual Calíope jugando con guirnaldas de majestuosidad,
en campos donde el amor y el placer se hacen tumultuosos
permitiendo decante tu total serenidad…
Sacia tu sed, en el líquido prolífico que emana de mis musas.

Te persigo como el dios Pan


sensual ninfa del arroyo
ansío en extremo doblegar tus sentidos
en medio de caricias, besos y abrazos
para luego invertir el sabor de nuestras bocas.

Pues convierte para mí estas cuatro paredes en Coriana


y desata la naturaleza salvaje que te reclama.
33.

Me entrego a ti para deleitarme


en las mieles de tus amaneceres germinantes
y atardeceres consagrados.

Voy rasgando tus prendas púrpuras


sintiendo el contacto almidonado de tus carnes.

Cerramos los ojos, prolongamos el instante,


el apetito nos consume, volcados uno sobre el otro
en una erupción constante, un placer desmedido.

El despertar del Vesubio es inevitable


en gran medida de la presunción de nuestras lenguas
que desatan lava ardiente en las zonas erógenas,
bajo la luna llena, cual pacto perpetuo donde el deseo y la lujuria se respiran
y el néctar es extraído.

Y así, pues con el brebaje de los cuerpos


mi fuerza de macho cabrío es avasallada
por el zigzag de tu blanca pelvis, adorada Coricia.

Las paredes de esta gruta arden en llamas


y la Vía Láctea es el depositario
de tanto desfogue y frenesí.

(Poema escrito a dos voces con la colaboración


de la poeta costarricense Luanha García.)
34.

ALBERTO HERNÁNDEZ

De penas

a esa mujer

yo
que no se lo sé pedir
a la mujer que amo
que me entra vergüenza
solitaria
si veo un seno enrojecer al sol

yo
que persisto en la idea de ser santo
por seña del vaticano
que sueño con oler a cielo
en medio de las odaliscas
-desvergonzadas y sin vello púbico
en la alegría-

yo
que camino mirando nalgas
y triángulos rosados
la tibia boca del deseo

yo
acusado de machista
35.

-injurias de una angustia precipitada-

yo
que sufro de rapidez orgásmica
y olvido la ancestral masturbación de mis abuelos

yo idiota yo
que sigo creyendo en los poemas perfumados
que de noche me pierdo en el sueño
cuando siento el agua de ciertas pesadillas
ahogar
el zumbido de tu carne

yo indefinido
harto de hablar tonterías de mí mismo
jodido por los espantos
por estas penas que me hunden definitivamente
en el olor de tu sexo imaginado

yo
que tengo mi diosa
en los pezones de marilyn Monroe

que eyaculo con la sombra


de isadoraduncan

y asumo el prestigio
en las caderas de linda carter
36.

yo
que nunca he podido
entender la locura de reverón
ni los desplantes de este mundo absurdo

yo
que soy confundido con árabes
viejas nacionalidades persas

yo
que no tengo tierras
ni riquezas
alegre de mi condición de nervioso
esquizofrénico paranoico
limitado de besos
abandonado de abrazos
recorro el sembradío de tu cuerpo
y vuelvo en mí sabiendo que yo
alguna vez
admiraré tus nuevas pantaletas
tus sostenes mágicos
sosteniendo el mundo y mi depresión

yo definitivamente yo
acusado de egoísta yoísta
busco en tu vientre el universo entero

y vuelvo de las grutas imaginadas


donde reposa el otro consumiendo tus ganas yo
37.

ROMINA HORTEGANO

Hay labios silencio, hay labios tortura,


mancha negra en la pared
o dedal preñado de caricias.
Hay labios hilo de coser,
labios promesa, labios mentiras,
labios callejón, labios hormiga.
labios sol de mediodía.
Hay labios cansancio,
lamento inacabado de noches de frío.
Labios que van y vienen como olas,
labios disparo, labios martirio,
labios perdón y labios remordimiento.
Labios ardor y labios brisa.
Pero, sobre todo,
Labios alas y labios tormenta,
que llueven sin cesar, vuelan alto.
Son labios que lloran
hasta írsenos de la piel.
38.

JOSÉ ALBERTO MEJÍAS

Amante benigno

Es obsesionante ver cómo cada gota de sudor desciende


formando delgados hilitos de agua que se quiebran
al cruzar sobre alguna pendiente de tu cuerpo y luego,
casi sin ningún esfuerzo vuelven a armarse
siguiendo su inminente camino hacia el vacío.

Son como trocitos de vidas


que van desprendiéndose de tu pasado.
Partículas de tu todo que sin ningún tipo de prejuicio
renuncian a tu belleza.
Fantasmas de tu infancia aventurados
a una frenética caída libre
hacia ese Nunca Jamás
que conserva intactas tus ilusiones más inocentes.
Son como gotitas de lluvia hormigueando
sobre el cristal de una ventana
o sobre el rostro enfebrecido de quien sale a mojarse
bajo la misma lluvia para limpiar un poco los secretos
que le empolvan el alma.
Son como pequeños destellos de tempestades apocalípticas.
Icono del terror.
Logos de coraje.
Restos de almas errantes que yacen en tus propios huesos.
Del eco de aquellos que han logrado alcanzar
la máxima plenitud de tus placeres carnales
39.

más lascivos y bizarros hasta exfoliar el híbrido néctar de tus flores negras.
Son como una neófita sinfonía de imágenes evanescentes
en medio de tremenda escaramuza entre Ángeles y Demonios de agua.
Son como chispas minúsculas de esa llama líquida
que va lamiendo tu piel.
Un sordo murmullo de ánimas hirviendo en sosiego.
Amantes benignos que surgen de cada deseo reprimido.
Anacoretas condenados a dormitar
dentro de esa fría roca líquida que exuda tu piel.
Espectros libidinosos.
Penitentes entre los márgenes de la nada.
Acólitos de tu demonio predilecto asechando
bajo un permeado mar de tinieblas.
Huérfanos de tu propia carne.
Agoreros oníricos.
Proxenetas de los suplicios más rigurosos de tus tristezas.
Celestinos revoloteando entorno a tu aura.
Restos de recuerdos de besos levitando
en el viento como hojas secas sin rumbo ni destino.
Edecanes de tus dioses muertos a la deriva
o merced de tus pecados más exquisitos.
Amantes de una ilusión suicida que desconoce el tiempo.
Como el delicado roce de una caricia
que se amoldan perfectamente a las dimensiones
de tu propia soledad espiritual.
A tu alma que,
la degradan y regeneran al lerdo recorrido
de su brevísima existencia,
40.

desviando el impacto de cada caricia que te doy


mientras van lavando mis huellas,
zambulléndose al vacío de nuestro corazón
entre las lágrimas que escocen las heridas
que ni el más ardiente de los placeres ha podido sanar.

Es un espectáculo ver cada gota de sudor escurrirse en tu piel


bajo el mismo esplendor en que se escurren
y disipan las estrellas al amanecer.
Seguirlas en su recorrido y hasta sentir envidia
por no poder estar más unido a ti.
De hallar la manera, le daría mi alma a tu diablo o a tu dios
a cambio de ser una simple gota de tu sudor.
Salir de ti.
Fusionarme entre los orbes de tu olor.
Construirme un alma nueva con su intoxicada fragancia.
Entrar y salir una y otra vez por tus poros
hasta ser desintegrado por la hecatombe de tu orgasmo
o quizá evaporado por el ardor de temperatura
en una existencia predestinada a durar unos cuantos segundos
cargados de eternidades para después filtrarme en el rinconcito
más obtuso de tu piel y ver
si puedo regresar en el traslucido rocío de pecas
que surca tu espalda.
Quizá enraizado en tu sonrisa
o entre las líneas que bifurcan la morfología
de la mariposa tatuada al final de tu espalda.
O en la evocación de alguna imagen que condense mis huellas.
O al menos me conformaría con ser la lágrima
que rompe con la vigilia de aquel silencio,
41.

que te devuelve a la calma,


y me saca del letargo de este ensueño.
42.

RICARDO JESÚS MEJÍAS

Ajedrez

Juguemos ajedrez en la cama.


Habrá que trazar las estrategias:
será fundamental
la posición del caballo,
se hará necesario
un enroque interminable.

Comamos uno por uno a los peones


perdamos sin temor los alfiles.

Finalmente,
en la ceniza del tablero
Rey y Reina abdicarán.
43.

YSBEL MEJÍAS

Carne en tu carne

aromas y sabores
nuestro instinto reclama
el goce en cada llegada

rostros sudados
una sola piel

Subida y bajada

viaje de lenguas inquietas


soy carne en tu carne
44.

CARMEN ALIDA MÉNDEZ BELLINI

Tu piel
tan cerca de mía
y estas ganas de rozarte
de dejar huellas en ti
con el vértigo que disimulo
cuando mi mirada transeúnte
desnuda tu cuerpo
45.

VICTORIA MONSALVE

Acción

Voy a comenzar mi cuenta regresiva


3 tu boca
2 mis labios
1 me besas
0…
46.

NIEVES MONTENEGRO

Canto de madrugada

Estaba dormida…
un fuerte aroma varonil invadió mi habitación
suspiré profundamente y volví a cerrar mis ojos
para disfrutar su cercanía.
“Mi amor, mi amor” me susurró al oído.
“Estás despierta… soy yo”.
Se deslizó entre las sábanas recién lavadas.
Su mano se hundió en mis cabellos peinados dulcemente.
Nuestros corazones se unieron en un tierno abrazo
y comenzaron a bailar al mismo compás.
Sus manos acariciaron mi espalda, deslizándose tiernamente.
Bajaban y subían hasta que suavemente acariciaron mi deriva
empujándome hacia él.
Mientras nuestras piernas y nuestros pies
jugaban acariciándose mutuamente.
Sentí un ardiente contacto en la curva suave de mi pasión,
de inmediato comencé a vibrar
y el fogaje en la húmeda y traviesa abertura
estalló en un grito de placer.
47.

RAFAEL ORTEGA

Kamikaze

La poesía nace,

muere y resucita

en tu bajo vientre

dentro de ti

Soy un volcán en erupción

que ensaya

las figuras del fuego

como su última rutina de vida


48.

BELÉN PACHECO AYALA

Porque me pierdo

Toca los dedos, pero no sus encuentros


porque me tientas.

Toca la cabellera
pero no toques sus curvas
porque me animas.

Toca las mejillas


pero no sus farallones
porque me excitas.

Toca los brazos


pero no sus colinas
porque me pierdo.

Toca el valle de mi espalda


pero no explores las lomas
porque me pierdo.

Toca mis piernas


pero no su isla
porque me pierdo.

Toca, anima, excita, tienta,


aunque me pierda.
49.

BEATRIZ PEÑALOZA

La punta de mis manos

Con la punta de mis manos


te toco más allá de esta eternidad
con la punta de mis ojos te miro
mar desbordado
silencio ardiente
abismo abierto
presencia etérea
ángel
ritmo dormido
suenas a briza
a pájaros
a pasos sobre la nieve.

Con la punta de mis manos


te toco más allá de esta eternidad
blancura, sangre detenida
llanto callado
vida nacida hacia adentro
sol nacido hacia la noche
ojitos que miran en lo alto
estrella del infinito
hijo del silencio.

Con la punta de mis manos


te toco más allá de esta eternidad
cuerpo diminuto
50.

trozo de cielo
rumor de presencia
transmutación de la ausencia.
De tanto cielo
te volviste nube y te fuiste flotando
con la punta de mis manos
te toco más allá de esta eternidad
con la punta de mis manos también toco el infierno
con la punta de mis manos
un rojo te llevó a la eternidad
con la punta de tus manos tuve un sueño
con la punta de tus besos
con la punta de tus ojos
con la punta de tus sueños.

Rana bailarina
con la punta de tus piernas te movías
con la punta de mi cuerpo te sentía.

Con la punta de mis manos


te toco más allá de esta eternidad
palabra, eres libre en la memoria
saltas en el bosque eterno
donde te toco
con la punta de mis manos
más allá de esta eternidad.
51.

YADIRA PÉREZ

Bésame en el recuerdo
bésame fugaz y a escondidas
bésame con las manos
detrás
en la curva de mis piernas
toma mis dedos con tus labios
mójalos en la distancia
no dejes que muera en la memoria.
52.

AMANDA REVERÓN

Vientre

Que la tempestad de este vientre


te convoque no es novedad
en este espacio nocturno
(torrencial de tus manos
y de tu húmeda lengua)
complacencia lúdica
de este cuerpo
que perennemente está ávido
de esa parte blanda de tu ser
que al tacto es acero templado
corroyéndose entre mis piernas.
53.

ASTRID SALAZAR

En tu cuerpo están las fresas


untadas con la nutella de mi despensa.

Sentada en tu sexo
voy abriendo con mi lengua
el camino de mis metas

atrapo en un solo mirar (sin pestañeos)


el sabor de la acidez
con la espuma del vino blanco.

Me sumerjo en el canto de tu respiración


en el lamer de tus sentidos

el chocolate se desgasta
las fresas se acaban

tu piel desfallece
por el deseo de beber
los fluidos derramados en mi piel.

Succionas el latido de mis labios


hundiendo tus dedos en mi carne
tu carne

introduciéndonos en el pecado
en la acción de la entrega
54.

de la penitencia

Las horas son meses


los años son siglos.

El Lg
evapora cada gota de sudor

los orgasmos
revientan las copas

bebemos el clímax
unión de espíritus

para convertirnos
en sólo dos horas


en el amado
yo
por siempre
en la amante.
55.

ALFONSO SOLANO

Opus 6

En la mañana
la aurora despierta
de su sueño anterior

Tu vientre diestro
blando
obcecado
ha invadido mis sombras
Una abertura se esparce
Un latido palpita
vibra como un acorde bossa
se desliza como serpiente

Tus caderas se aproximan


como luz en la madrugada
naciente
ausente

Las manos leves


arden en su esencia tánica
ahora los dedos
consumiéndose
en la prodigiosa esencia
56.

del tantra corpóreo

Las manos gravitantes


como ave en vuelo rasante
rozan el límite del shangrilá
-le corps nus-
sinuosos
pardos
danzando
como jauría de lobos en acecho
-le corps nus-
desmembrándose
a la deriva de las horas
circulares
tenues
obcecadas
Y ella danza
Sórdida, menuda, naciente, leve-
En el laberinto de Osiris
En su hondura tan crucial
En su abismo tan empinado

Y sobre su pecho
la pesadez honrosa de la noche
encadena mi sombra.
57.

MARIA FLORENCIA TORRES

Travel

Oscura, cálida, tentadora y brillante cobertura te recorre. Yo, deseosa por descubrir sus
viajes, la recorro a ella con carnosos y húmedos labios, sin prisa, desde tu frente trazando un
camino imaginario hacia tu epicentro. Bajo despacio por tu nariz, descubro tus labios,
curiosos pedazos de carne que dan placer a mi cuello, avanzo, voy por esas orejas cual gajo
de naranja las beso las muerdo, las disfruto como si fuesen a desaparecer al momento de
soltarlas. Tu cuello, fortaleza impenetrable, me encuentro en mi lugar de paz, sobre tu pecho
piel con piel sintiendo tu temperatura reconociéndome en ti, con mis besos en tus clavículas
paseando mi boca por tus hombros continúo mi viaje, devoro con ardido clamor tu pecho, tu
tórax, fino pero, reconfortante soporte de mi cuerpo de mis ansias de mi deseo, voy llegando
a tu cérvix, esa firme estructura que deleita mis sentidos, no quiero dejar de visitar ninguna
parte de ti, saltando tu núcleo voy a tus muslos, esos que no tienen más que terminaciones
nerviosas a las que me encanta provocar con mis manos. Saludo tus pantorrillas y comienzo
lentamente a subir adonde me llama el instinto, donde se encuentra tu centro y me deleito
con su estructura y su aún más fina cobertura, venas como ríos del trópico. Te tengo, te
disfruto, deleito mi boca con su figura, tu cuerpo, mi país para conocer; sospechas pero no
sabes que deseo tenerte dentro de mí. Insisto, te beso, me besas, me tocas, alteras mi sistema,
me desespero, muero, tú sigues besándome comiéndome por el deseo, revivo, mis manos en
tu espalda sujetando fuerte por si la pasión nos desborda con tanta locura que nuestros
cuerpos se separara, no quiero eso, te quiero dentro en mi piel sintiéndome, sintiéndote,
juntos somos uno, pero no, resistes, es una lucha silenciosa pero intensa, me rindo, me separo
de mi pequeña porción de dicha, distraigo mis ojos pero con mis manos te veo, te libero, me
volteo, intento no sentirme rechazada. Llegas de repente, siento tu virilidad atrás de mí, me
sujetas fuerte los senos comienzan tus manos similar recorrido al que hice con mi boca en ti,
58.

tus labios están muy ocupados estremeciendo mis oídos con besos y suaves mordiscos que
me desnudan la intención, disfruto tanto como mi inminente desconexión me permite, te
detienes, me detengo, te veo, como ve un niño un peluche o un dulce, que dulce es el huracán
que enciendes con tu mirar, comienzo nueva mente a buscar tu ímpetu, sonríes, me miras con
ojos de pasividad, sigo encendida, vuelvo a tu faro, me encanta complacerte y observar tus
reacciones, esta vez quiero animarte a entrar en mí juego contigo, saboreo tus fluidos, mi
lengua también quiere participar, la dejo, baila entre tus rocas, me detengo y me retiro,
continúa el día, comienzo a jugar con tus labios de nuevo, sólo coqueteo, me sorprendes,
nuevamente me desnudas y te introduces, no puedo con las sensaciones, se tensan mis senos,
erizas mi piel, se nubla mi visión, solo puedo oír tu respiración, agitada como o, sólo puedo
sentirte en mí, como si depositaras tu fuerza, me cargo contigo, suave, delicado vaivén que
invade nuestros cuerpos, ese momento capturo en mi memoria, la primera vez que somos
uno, despierta en mí una ternura terriblemente poderosa, sales, sigues muy cerca estas muy
erecto tan cerca de ese punto de no retorno, te abrazo, me quedo cerca de ti, respiro a tu ritmo,
bajo mis decibeles como puedo y me entrego a ayudarte a salir invicto, nuestras derrotas y
triunfos, nuestra experiencia de ensayo y error más deliciosa, la que perdurara
indefinidamente, en silencio de risas y charla superficial disección o cada sensación al tenerte
en mí, esa alegría sin igual, ese poder, me siento radiante, bella, completa, y también lo
veo en tus gestos, sabes que tanto resistirte y luchar valió la pena y sé que tratar de tentarte
mereció el esfuerzo, satisfecha insisto en mi jugueteo, me encantas, no me canso de ti; quizá
demasiado grafica mi expresión pero cargada de verdades de esas que se susurran al oído.
59.

HENRY TOVAR

Animal apocalíptico
de cintura indócil
alarido de espuma
que desborda mis despojos de bronce

Alcázar vulnerable
al asperón convexo
de un vellocino filial

Otórgame la plenitud violenta


los afluentes bruscos del delirio
la vesania augusta del hedoné

Apura tu rito vortiginoso


el limbo que rompe
mi marea advenediza

Fluir agónico de vertebras


y voces adunadas
constricción álgida
de inercias
60.

AMÉRICA ZURITA

Vicio solitario

Mis manos se deslizan


por el sendero tortuoso de mi piel
al compás de una nota de deseo.

Mi cuerpo vibra indetenible


por mi acantilado interior
y mis huellas se esparcen
recorren mis colinas erectas,
mi vientre se contiene,
se enerva.

Mi soledad te nombra,
pero no tienes rostro
y esas caricias suplantan
el roce de unos labios
el sabor de una lengua
el jadeo acompasado
de unos cuerpos sudorosos.

Sola me diluyo
en este placer malsano
en este goce solitario.
61.

Transito mi surtidor genésico


que palpita al roce descuidado
y obsceno de mis dedos.

Por un segundo…
me pierdo en la razón de ser,
de existir.

Y vuelo…
me remonto hasta inconsciencia,
hasta el dolor del placer.

Para luego posarme entre los brazos…


de mí amada soledad
62.

JULIA LIENDO

Hagámoslo aquí
el fuego no se apagará
te lo prometo

Isabel Rivas

En la penumbra
sedúceme
mi piel presiente
la magia de tus labios

Vuelo
en la fogosidad
de tus caricias

Nuestros cuerpos serpenteados


al ritmo de la sangre
son un tributo a Venus

Pasada
la euforia y el frenesí
seremos de nuevo
la máscara
del formal saludo

Buenos días, ¿cómo está usted?


63.

EPÍLOGO

Invocación de Eros

Aparece en el Libro de Buen Amor (siglo XIV):“El decreto lo dize; é desecharán é


aborrecerán las maneras o maestrías malas del loco amor, que faze perder las almas é caer en
saña de Dios, apocando la vida é dando mala fama é deshonra é muchos daños a los cuerpos.”
El “loco amor” al que hace referencia el noble Arcipreste de Hita, no es otro que aquel
en que los amantes consuman su deseo poniéndolos a la vecindad de una vida pecaminosa;
muy contrario al “amor cortés”, inventado por los poetas provenzales, en donde el amante se
dedica a venerar a su amada sin que los cuerpos lleguen jamás a comunicarse.
Sin embargo, entre uno y otro la Poesía ha sido siempre el estímulo para que tanto el
amor como el deseo terminen por expresarse y dejar testimonio de su presencia; de todos
modos, ¿qué es al amor o el deseo, sin la presencia del otro?, ¿qué, sino un llamado para el
encuentro? Teócrito en uno de sus famosos Idilios (siglo III a.C.), escribía que la pasión
amorosa convertida en ausencia era…
…la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.
En su luminoso libro La llama doble (1993), don Octavio Paz se dio a la tarea de
discernir la difusa línea que separa la sexualidad del amor y a éstos del erotismo. Allí nos
dice: “No hay amor sin erotismo como no hay erotismo sin sexualidad. Pero la cadena se
rompe en sentido inverso: amor sin erotismo no es amor y erotismo sin sexo es impensable e
imposible. Cierto, a veces es difícil distinguir entre amor y erotismo.” Y unas páginas más
adelante continúa: “El erotismo es la dimensión humana de la sexualidad, aquello que la
imaginación añade a la naturaleza.”
64.

De nuevo la Poesía se hace presente pues, ¿en qué otro carro andaría mejor la imaginación
humana, sino en las palabras que se hilvanan una vez que la necesidad de expresar el deseo
hace su aparición?
Ahora bien, junto a la “poesía amorosa” que, como dijimos, viene de los trovadores
provenzales y la “poesía erótica” cuya raíz podríamos ubicar en los poemas de Catulo (años
87-54 a.C.), también podríamos mencionar una vertiente menos decorosa que a falta de buen
nombre llamaremos “poesía pornográfica”, sobre la cual explica Luís Miguel Isava lo
siguiente: “tomando esta última palabra en su sentido etimológico: pornografía, como se
sabe, significa escritura sobre prostitutas y por extensión, escritura sobre actos sexuales.”
Con lo que nos enfrentamos a una poesía que corre el riesgo de ser abiertamente
escatológica y por lo tanto chocante al lector; y que se aleja del verdadero cometido de la
poesía erótica que es nombrar el deseo, sublimarlo a través de la palabra, pues como advierte
Álvaro Mutis: “No es llamando las cosas por su nombre y describiendo minuciosamente los
diversos aspectos y posibilidades del acto sexual como se logra la mejor dosis de erotismo
en la literatura.”
¿Y entre nosotros? En Panorama de la literatura venezolana actual (1973), Juan
Liscano lamentaba que dentro nuestra narrativa no hubiera una corriente erótica
verdaderamente definida, a pesar de que algunos narradores habían descrito varios
encuentros sexuales en sus novelas y relatos.
De paso en aquel libro nos daba una definición de literatura erótica que todavía podemos
tomar en cuenta: “La literatura erótica constituye una visión del mundo, y a través del sexo
no solamente se alcanza un conocimiento del ser, sino una liberación o la muerte. De modo
que la literatura erótica, más que otras aceptadas socialmente, ofrece en instancias de
ardimiento y explosión interior, respuestas sobre los fines últimos del hombre. Por otra parte,
desnuda el comportamiento humano en aspectos ocultos, mediante lo cual ayuda al
conocimiento del hombre, para lo bello como para lo feo, para lo bueno como para lo
demoníaco.”
Ahora bien, y en poesía, ¿hemos tenido acaso una tradición de poesía erótica destacable?
Puestos a hacer memoria, me perece que la mayor tendencia de la poesía venezolana ha
65.

navegado hacia lo amoroso, dejando de lado elegantemente lo propiamente erótico. Esto no


quiere decir que no exista una poesía erótica plena y valedera dentro de nuestra tradición.
Basta recordar libros como Alas fatales (1935) de María Calcaño, Rito de sombra (1961) y
Cármenes (1966) del mismo Juan Liscano, Fuego sucesivo (1974) de Jorge Nunes o Erotia
(1986) de Alejandro Salas. Pero al parecer son excepciones que no ponen en peligro la regla.
Para Ennio Jiménez Emán: “En Venezuela, una marcada línea erótica apareció en la
poesía aproximadamente en 1950, década en la que es muy probable que haya aparecido el
carácter contemporáneo de la misma. Si no como presencia sustancial en algunos de sus
libros, poetas como Sánchez Peláez, Liscano, Valera Mora, Nunes, Cadenas, Elena Vera y
Pérez Só, entre otros, nos develan un erotismo muy particular en cada caso”.

Me parece que es en estas primeras décadas del siglo cuando una serie de autores
dispersos por toda la geografía nacional se han empeñado en construir un discurso
verdaderamente erótico, con sus respectivos altibajos como suele suceder en cualquier
tradición que este en pleno desarrollo.
Particularmente en el estado Aragua existe una propensión bastante alta de escritores
dedicados a invocar los misterios de Eros a través de la escritura, como lo habrán comprobado
quienes hayan disfrutado de esta antología.

Manuel Cabesa.
Abril / 2019.
66.

-Rafael Ortega-
(Maracay, edo. Venezuela /1969) Escritor y Comunicador social

Ha sido jurado en varios concursos literarios del estado Aragua.

Textos suyos han sido publicados en distintos medios impresos y digitales desde el

año 1992. El fondo Editorial de la Secretaria de Cultura del estado Aragua presentó

el año 2002 su primer libro de relatos, titulado La ultima sutileza del diablo y en 2011

fue editada su obra Brindemos por la derrota por la Fundación El Perro y la Rana.

En el año 2014, el Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu gestiono su primer

trabajo de investigación en materia de arte, el cual lleva por nombre Edmundo

Alvarado: Imágenes y colores del realismo social. Durante los años 2012 y 2013 se

hizo acreedor del Premio Regional de Periodismo Diego Hurtado, mención Cultura.

Desde el año 2009 escribe semanalmente en su blog una columna semanal titulada

Zona de Tolerancia. Actualmente preside el Fondo Editorial Alternativo del estado

Aragua.
-Manuel Cabesa-
(Caracas, Venezuela/1960) Poeta, Narrador y Ensayista.

Bibliotecario. Desde 1994, reside en Maracay, Edo. Aragua.

Fue becario del Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos (CELARG),

en el taller de poesía Coordinado por Luis García Morales, periodo: (1980 - 1981)

Ha publicado los poemarios: “Vida en Común” (1985),

“Secreta Permanencia” (2000),“Lorquianas” compilación de la obra poética

de Ricardo Sala, (2009) y “Un Lento Deseo de Palabras”, poemas reunidos,

1980 - 2003 (2010); este publicado por: Monte Ávila Editores Latinoamericana.

El libro de relatos: “Falsificciones”, (2004)

fue publicado en la “Muestra de Mini ficción Aragüeña” (2001)

Compilador de la antología “El Acto y el lugar de la Poesía”. (2002)

Asume y compila la primera Antología para la celebración de los 11 años del

“Taller Literario los Moradores” (2011)

Compila antología “La Casa en la Poesía Aragüeña” (2015)

Es publicado en la antología “Nueva Poesía Erótica Venezolana” (2015)

Es publicado “Todos Somos Mortales” Relatos breves de 1980/2008. (2017)


recientemente “ Tres Poetas franceses” (2018)

entre otros.

En su haber tiene varias publicaciones realizadas en editoriales alternativa,

En la prensa regional y nacional, además de su colaboración en suplementos

y revistas especializadas en literatura.

Miembro de la Agrupación Literaria “Pie de Página”,

al Fondo Editorial Alternativo de Aragua,

perteneciente a la Red Nacional de Escritores de Venezuela.

Actualmente es columnista de la página cultural con “Retablo Aragüeño”.

en el periódico, Ciudad Maracay.

Desde hace 21 años Coordina El Taller Literario Permanente los “Moradores”

de donde han surgidos nuevas voces eminentes de la literatura de la región.

Mantiene inédita una gran parte de su obra.


ÍNDICE

PRESENTACIÓN…………………………………………………………………………1
ANA MARIA MORENO Ilustración………………………………………………………2
EFRAÍN ÁLVAREZ RIVERO……………………………………………………………3
MARIA LUISA ANGARITA……………………………………………………………..4
AURA BANKS……………………………………………………………………………7
MAX BEMBO……………………………………………………………………………. 8
CARMEN BLANCO………………………………………………………………………9
CÉSAR BLANCO..............................................................................................................11
SKARLET BOGUIER……………………………………………………………………12
ORIANA BRANDO…………………………………………………………………….. 13
MANUEL CABESA…………………………………………………………………….. 14
GUILLERMO CADRAZCO……………………………………………………………..16
YURIMA CAMEJO……………………………………………………………………...18
AURA CAPANNI..............................................................................................................19
CIPRIANO CASTRO…………………………………………………………………….20
MARÍA DEL ROSARIO CHACÓN……………………………………………………..22
DAYANA CHIREL……………………………………………………………………....23
MARVIN DE LOS ÁNGELES COLMENARES………………………………………..26
MARIHEL DÍAZ ...............................................................................................................28
DORIS GALÍNDEZ………………………………………………………………………30
NESFRAN GONZÁLEZ SUÁREZ………………………………………………………32
ALBERTO HERNÁNDEZ……………………………………………………………….34
ROMINA HORTEGANO…………………………………………………………….......37
JOSÉ ALBERTO MEJÍAS……………………………………………………………….38
RICARDO JESÚS MEJÍAS……………………………………………………………...42
YSBEL MEJÍAS………………………………………………………………………….43
CARMEN ALIDA MÉNDEZ BELLINI...........................................................................44
VICTORIA MONSALVE……………………………………………………………….45
NIEVES MONTENEGRO………………………………………………………………46
RAFAEL ORTEGA……………………………………………………………………..47
BELÉN PACHECO AYALA...........................................................................................48
BEATRIZ PEÑALOZA................................................................................................... 49
YADIRA PÉREZ..............................................................................................................51
AMANDA REVERÓN………………………………………………………………….52
ASTRID SALAZAR…………………………………………………………………….53
ALFONSO SOLANO.......................................................................................................55
MARIA FLORENCIA TORRES……………………………………………………….57
HENRY TOVAR………………………………………………………………………..59
AMÉRICA ZURITA……………………………………………………………………60
JULIA LIENDO...............................................................................................................62
EPÍLOGO……………………………………………………………………………….63
ACERCA DE LOS AUTORES .......................................................................................66
- Colección: LETRAS LIBRES /Títulos publicados:

01-Rafael Ortega & Manuel Cabesa – Fruto dulce. (Antología poética.) 1ª edición, Serie: Violeta, 2019

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