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Lección 11: Una vida llena del Espíritu Santo

En el momento en que el hombre se arrepiente de sus pecados y acepta a Cristo como salvador, recibe el
Espíritu Santo. Luego surge la necesidad del revestimiento del poder de Dios, que viene del bautismo en
el Espíritu Santo. Este revestimiento tiene como objetivo preparar al creyente para soportar las
tribulaciones y capacitarlo para que de testimonio de Cristo en la predicación del Evangelio. Entonces
vivir lleno del Espíritu Santo significa estar todos los días alegre, tener confianza y estar revestido del
poder de Dios. Mediante esta virtud muchos cristianos se enfrentaron valientemente a los peligros,
aceptando aún el martirio al que serían sometidos por causa del Señor, concientes de que eran
bienaventurados, ya que estaban fortalecidos en Dios y esto es para nosotros también hoy.

A) Todo creyente recibe el Espíritu Santo.

1. En el momento en que usted acepta a Cristo como Salvador, recibe el Espíritu Santo.
Fue El quién actuó en su ser para que se decidiera por Cristo. El lo convenció de que
era pecador y de que necesitaba el arrepentimiento para alcanzar el perdón de Dios (1ra.
Corintios 6.19).
2. Como promesa y garantía de la salvación (2da. Corintios 1.22) Entre las muchas
funciones del Espíritu Santo y de todo lo que la Biblia dice respecto a su persona se
destaca el hecho de que El es la garantía de nuestra futura herencia en Cristo (Efesios
1.13-14). Este sello es las arras del futuro que nos aguarda en la tierra y en la eternidad.

B) Como se recibe el bautismo en el Espíritu Santo.

1. Mediante la oración (Hechos 1.14) El día de Pentecostés los discípulos estaban
sentados, tal vez en el período de descanso de la oración de rodillas, cuando fueron
todos llenos del Espíritu Santo... Hechos 2.4
2. Por medio de Jesucristo (Juan 1.33). Es Jesús quién bautiza en el Espíritu Santo. Juan el
Bautista apareció en el escenario de Judea y predicó el arrepentimiento de pecados a fin
de preparar a los judíos para que recibieran a Cristo. Los sacerdotes mandaron que se le
preguntara quién era El, y El respondió que no era el Cristo sino la voz que clamaba en
el desierto (Juan 1.23). Declaro también que bautizaba con agua para arrepentimiento
pero el que venía después era mayor que El, y bautizaría con el Espíritu Santo. Este a
quién se refería Juan el Bautista, es Jesucristo, nuestro salvador. Si aún no ha sido
bautizado en el Espíritu Santo, ore, pida insistentemente, y el Hijo de Dios lo revestirá
del poder de lo alto.

C) ¿Qué es el bautismo en el Espíritu Santo?

1. Es una promesa del Padre (Joel 2.28-29) Dios le hizo al hombre aproximadamente ocho
mil promesas, siendo el bautismo en el Espíritu Santo una de ellas. En el pasado, el
espíritu se manifestaba de forma específica. De acuerdo con la necesidad (Éxodo 35.30-
35) Sin embargo Dios prometió derramar de su Espíritu sobre todos los hombres. El
bautismo en el Espíritu Santo es una bendición actual que esta al alcance de todos los
que creen.
2. Es un revestimiento de poder (Marcos 16.17-18). El día que arrestaron a Jesús, todos
huyeron con excepción de Pedro que prometió seguirlo hasta la muerte, con miedo de
morir lo negó tres veces. Sin embargo el día de Pentecostés, revestido del poder de
Dios, cuando los judíos declararon que los discípulos de Jesús estaban ebrios Pedro
respondió: Lea Hechos 2.14-16. Durante su mensaje casi tres mil personas aceptaron a
Jesucristo como Salvador. Con seguridad todos los revestidos del poder de Dios son
más que vencedores.
3. Es una necesidad (Hechos 19.6) En los días en que vivimos el bautismo en el Espíritu
Santo es una gran necesidad. Las muchas dificultades que enfrentamos en la actualidad
y las fuerzas del mal que actúan en este mundo, llevan al hombre a los vicios de las
drogas, bebidas, a la prostitución, a la violencia y a tantas cosas que destruyen a la
humanidad. Sin embargo, el hombre triste y desilusionado, desahuciado por la medicina
 y rechazado por la sociedad, cuando acepta a Jesús renueva sus fuerzas, sobre todo
después que es bautizado en el Espíritu Santo.

D) El Espíritu Santo es nuestra guía.

1. Enseña todas las cosas (Juan 14.26). El nos llena de sabiduría y gracia para que
prediquemos el Evangelio de Cristo.
2. Nos santifica (2da. Tesalonicenses 2.13) Inmediatamente después del nuevo nacimiento
comenzamos a crecer espiritualmente hasta que lleguemos a la estatura de la plenitud de
Cristo. El espíritu Santo nos santifica. Cuando pecamos, sentimos, por medio de El,
nuestra culpabilidad. Nos arrepentimos y le confesamos nuestras faltas, y El, mediante
la sangre de Jesús nos purifica de todo pecado.
3. Guía a la Iglesia (Juan 16.13) El día de Pentecostés, el Espíritu Santo asumió la
dirección de la Iglesia. Con su infinita sabiduría dirige los pasos de la Elegida de Cristo,
desde su fundación hasta el arrebatamiento. En el trascurso de este tiempo, Satanás
embiste contra la Esposa del Cordero, pero nunca ha tenido éxito pues el Espíritu Santo
la protege de todo mal.

Vivir llenos del Espíritu Santo significa ser dirigido por la tercera persona de la Trinidad, con la seguridad
del que el creyente va a la gloria, seguro y confiado de que llegará al cielo, pues no es guiado por simples
seres humanos sino por una persona divina. La promesa del revestimiento de poder esta a disposisción de
todos los que creen, si aún no ha sido bautizado en el Espíritu Santo no se preocupe pues Jesucristo está
deseoso de atender a todos los que en El esperan.

Responder

1. ¿Cuándo se recibe el Espíritu Santo?

2. ¿Qué es el bautismo en el Espíritu Santo?

3. ¿Cuál es la obra del Espíritu Santo como guía?