INTELIGENCIA EMOCIONAL Y RESOLUCION DE CONFLICTOS

Conceptos básicos

Inteligencia: Capacidad mental para resolver problemas

Emoción: reacción fisiológica ante un estímulo ambiente o de uno mismo. La emoción es un

impulso que mueve a la persona a actuar, la raíz etimológica de la palabra viene de el latín “e-
movere”, es decir, “ir hasta” que al final se resumen en: ataca, escapa o lucha.

Sentimiento: estado de ánimo como resultado de la interpretación de una emoción.

Inteligencia emocional: capacidad de reconocimiento, expresión y gestión de las propias emociones

y de los demás, automotivación, y empatía para el bienestar personal y social.

Función de las emociones: adaptativa, social y motivacional.

BASES NUEROLOGICAS DE LAS EMOCIONES

Estructuras cerebrales implicadas en las emociones

Tres regiones son básicas en la configuración y control de las emociones:

 Tallo encefálico: es la región más primitiva del cerebro, que se halla en la parte superior de la médula
espinal, controla la respiración, el metabolismo de otros órganos corporales y las reacciones y
movimientos automáticos;
 Sistema límbico: en forma de anillo (del griego, limbus, anillo), envuelve y rodea al tallo encefálico.
Esta estructura cerebral añadió las emociones propiamente dichas al repertorio de respuestas del
cerebro;
 Neo córtex: se configuró hace unos cien millones de años. Es la región en la que se produce la
planificación, la coordinación de movimientos, la comprensión de lo que se siente y la sutileza de tener
sentimientos sobre los propios sentimientos. La aparición del neo córtex permitió la vinculación
madre-hijo y del compromiso a largo plazo de criar a los hijos que posibilita el desarrollo del ser
humano. Conviene reiterar que estos centros superiores del cerebro no gobiernan toda la vida
emocional, ya que en las situaciones emocionales críticas delegan casi totalmente su cometido en el
sistema límbico.

Dinámica interna de las emociones

Cuando estamos atrapados por el deseo, por la rabia, cuando el amor nos enloquece o el miedo nos
hace retroceder nos hallamos, en realidad, bajo la influencia del sistema límbico.

Las estructuras límbicas generan los sentimientos de placer y las emociones que alimentan la pasión
sexual. He aquí la composición de dicha estructura:
 El tálamo: hace las veces de vestíbulo o estación de relevo a la que llegan las señales sensoriales a
través de los nervios, transmitiéndose luego a otros centros cerebrales mediante sinopsis o contacto
eléctrico-químico:
 Hacia el neo córtex (vía lenta);
 Hacia la amígdala (vía rápida).
 La amígdala: en realidad hay dos amígdalas que tienen forma de almendra (su nombre en
griego).La amígdala o las amígdalas registra(n) y memoriza(n) las impresiones de los hechos
emocionales (por ejemplo la sensación de amar a una persona). También se encarga(n)
(vía hipotálamo) de activar la secreción de dosis masivas de adrenalina y noradrenalina por parte de
las cápsulas suprarrenales del sistema endocrino, que preparan al cuerpo para hacer frente a la nueva
situación crítica, estimulando los sentidos y poniendo al cerebro en estado de alerta;
 El hipocampo: su principal actividad es la de proporcionar una referencia y memoria contextual de
los hechos emocionales (por ej. distinguir el rostro de la persona a la que amamos). Trabaja
conjuntamente con la amígdala, en este aspecto.

PROCESO EMOCIONAL
El troncoencéfalo es la parte más primitiva del cerebro y la que regula las funciones básicas como
la respiración, el latido cardíaco o el metabolismo.
Inmediatamente por encima del tronco está el sistema límbico, sede de las emociones, gracias a las
que los primeros seres humanos pudieron reaccionar para adaptarse a las exigencias de un entorno
cambiante, y pudieron desarrollar la capacidad de identificar los peligros y evitarlos.

Por lo tanto, podemos decir que el sistema límbico está relacionado con la memoria y el
aprendizaje. En esta zona está la amígdala, sede de los recuerdos emocionales y que nos permite
de dar un sentido a nuestras experiencias, porque permite reconocer las cosas que ya hemos visto
y darle valor.

Por encima del sistema límbico encontramos el neocortex, que nos diferencia del resto de las
especies, porque nos permite tener sentimientos, lenguaje, comprensión de símbolos, arte,
cultura, civilización… Es decir, nos permite sobrevivir y darle un sentido a nuestra vida.

La parte de nuestro cerebro dedicada a los pensamientos se desarrolló a partir de la región

emocional. Estas zonas cerebrales siguen estado muy vinculadas mediante circuitos neuronales, lo
que significa que hay una relación entre pensamientos, sentimientos y emociones. Es decir,
poseemos áreas cerebrales encargadas de “leer” nuestras emociones más viscerales y darles un
sentido en forma de sentimiento.

La relación entre neocórtex y sistema límbico amplió el número de posibles reacciones ante los
estímulos emocionales. Por ejemplo, ante el temor que lleva los animales a huir o defenderse. Los
humanos podemos llevar a cabo comportamientos más completos como llamar a la policía.

El neocórtex nos permite leer, interpretar y controlar nuestras emociones. Pero tener la capacidad
de controlar las emociones no significa ser racionales con nuestros sentimientos y saber las causas
de todos los comportamientos.

Ocurre que hay muchas emociones gestionadas desde el sistema límbico, donde el cerebro termina
tomando decisiones independientemente de los lóbulos frontales, nuestro cerebro se adelanta
dejándose llevar por la activación del sistema límbico, impidiendo que el neocórtex haga su labor.
Esto conlleva a decir cosas que no queríamos decir, arrepintiéndonos de ellas. Esta independencia
de un sistema con otro se produce por el camino que deciden tomar otras zonas cerebrales.

La parte del cerebro que recibe la información de origen sensorial es el tálamo (una estación de
relevo que se comporta como un cerebro en miniatura). El tálamo se encarga de enviar esta
información a otras partes del cerebro, como el neocórtex, que se ocuparía de analizar la
información y crea una respuesta para la situación del momento. Para ello, utilizaría también a los
lóbulos prefrontales, con la finalidad de entender bien los estímulos y enviar las señales al sistema
límbico, y que ésta a su vez active el sistema hormonal a través de la vía hipotálamo-hopofisaria.
Existe una vía neuronal más corta, que va del tálamo a la amígdala, de modo que la amígdala pueda
recibir señales directamente de los sentidos y pueda crear una respuesta hormonal que determina
un comportamiento antes de que estas señales puedan ser leídas por los marcadores somáticos del
neocortex.

Cuando el cerebro comienza a funcionar en base a esa vía neuronal más corta, surgen respuestas
que pueden no estar relacionadas con la situación del momento. A causa de esto, con el tiempo, la
persona recuerda esta respuesta conductual propia porque recuerda la emoción que implica.

Esta misma respuesta inmediata, ha podido ayudar a los primeros seres humanos a sobrevivir hoy.
Sin embargo, una respuesta impulsiva puede ser no muy adecuada, además, casi todos los
recuerdos relacionados con las emociones fuertes son muy antiguos y forman parte de la memoria
a largo plazo (nuestros recuerdos emocionales).

Las conexiones neuronales de los pensamientos están conectadas con las de las emociones, de
hecho, cada circuito neuronal no puede funcionar independiente al otro. Es decir, los pensamientos
añaden algo a las emociones (las interpretan) y las emociones añaden algo a los pensamientos (le
dan el color emocional a nuestra vida). Pero puede ocurrir que la emoción sea tan intensa que
despierte una respuesta de emergencia que no utiliza la racionalidad sino la impulsividad.
Entender que en la conexión entre amígdala y neocortex se incardina la inteligencia emocional, que
es un sistema de habilidades o actitudes para entender los sentimientos y gestionar las emociones
con nuestros semejantes.

EJEMPLO. Una persona que pasea por el bosque y ve algo que parece una serpiente. Los ojos envían
la información al tálamo, pero éste no tiene capacidad para discernir si es una serpiente o una rama.
Para saberlo, ha de enviar la información a la corteza cerebral occipital. El tálamo no espera a obtener
la respuesta. Simultáneamente da la orden a la amígdala para que ponga en marcha la respuesta
emocional de huida. El cuerpo libera adrenalina, el paseante da un salto. Por si fuera una serpiente.
Al cabo de una fracción de segundo, llega la respuesta de la corteza: no, no es una serpiente, es una
rama. El cuerpo se relaja. "La respuesta emocional es tan rápida e impulsiva que ha salvado a mucha
gente, pero también es la que hace responder con un puñetazo a algo que se percibe como una
agresión".

Hay emociones que dejan un recuerdo imborrable, como si se grabaran a fuego en el cerebro. "El
atentado del 11-S fue una noticia tan impactante que todos recordamos dónde estábamos cuando
nos enteramos". En este caso, la amígdala envía la información al hipocampo, que interviene en la
formación de la memoria. Cuanto más fuerte es una emoción, con más fuerza se graba en la memoria.
Si ese recuerdo llega a alterar el equilibrio emocional aparece, según Bulbena, el síndrome
postraumático. .
TRES CEREBROS DEL SER HUMANO

Cada cerebro tiene sus propias características, procesamiento diferente, propia inteligencia,
subjetividad, objetivos e intereses que cumplen entre sí. Todos tenemos cierto grado de las tres pero
mayores predominancias en una. El cerebro emocional y racional es independientes, sin embargo
interactúan para construir nuestra vida mental. Ya que, cuando aparecen las pasiones, la mente
emocional desborda y secuestra a la mente racional. .

Cerebro rectilíneo (instinto). Se centra en satisfacer las necesidades básicas de supervivencia como
delimitar territorio, regular la temperatura, conseguir alimentos, reproducción, refugio, etc. Solo
actúa cuando el cuerpo lo pide de manera automática. En este cerebro se originan el
comportamientos obsesivos, rutinario de carácter conservador y monótono.

Necesidad: tener clara sensación del yo, autoafirmarse e imponerse o defenderse contra ataques al
territorio propio. Se le dificulta intervenir y actuar en el mundo.

El cerebro que siente (S. límbico). Controla la posibilidad de sentir y expresarlo, las relaciones (la
mediación) y la motivación. Está en los mamíferos y permite que los procesos del cerebro reptil
interactúen con lo que le rodea socialmente a través de las emociones. Aparece el apego, la envidia,
el amor, el estatus, etc. Surge la manada, el cuidado de las crías. Se da en ella el aprendizaje asociativo
de recuerdos emocionales; ya que se centra en el pasado, dependiendo de cómo desarrollamos el
apego así desplegaremos, y gestionaremos las emociones según vamos creciendo evaluamos el
presente con el pasado, como hemos creído que se han comportado con nosotros y que feedback
hemos sentido para así apreciar si nos quieren, nos miran, nos protegen, si somos admirados, etc. Y
en tal manera actuar en el presente. Este sistema es más activos en los eneatipos 2,3,4 ya que
experimentan la vida a través de la imagen y emociones desarrolladas en el entorno y los grupos.

Necesidad: de relación, sentirse querido y querer. Dificultad en el sentir, aunque lo tiene muy
desarrollado.

El cerebro que piensa (neo córtex). Este cerebro les corresponde a los mamíferos superiores,
incluyendo primates y humanos. Permite tener conciencia y desarrollar capacidades cognitivas como
la concentración, lenguaje simbólico, innovación, elección, pensamiento abstracto, la imaginación,
etc. Gracias al neo córtex aprecian actitudes lúdicas como el altruismo, comprender relaciones
globales existentes, anticipar reacciones, resolución de problemas y planificación a largo plazo. Se
centra en el futuro, pues nos permite imaginar, construir y proyectar, gestionar nuestras emociones
despendiendo del contexto y reacciones futuras en nuestro entorno. Este cerebro está más activo en
los eneatipos 5,6,7.

Necesidad: Orientación y seguridad. Sentirse seguro en el lugar donde, conocer el sitio analizado,
entender el entorno, es importante la claridad y la confianza. Dificultad en el pensamiento, aunque
lo tiene muy desarrollado.