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MIRA Y VIVE

Saludos.
Relato. ¿Qué es un alternador?
Un alternador es un generador eléctrico que convierte la energía mecánica en energía eléctrica la cual recarga la batería
continuamente. Que permite mantener el motor en marcha.

Hay una similitud entre su viaje que vivió el hermano Mark y el viaje por el desierto que los israelitas realizaron en tiempos
del Antiguo Testamento. Recuerdan hermanos, durante cuarenta años, a los israelitas se les reabasteció constantemente
con sustento de los cielos llamado maná. (Éxodo 16 y Números 11).

Hoy en día, nosotros tenemos una necesidad similar de sustento de los cielos, de alimento espiritual. Afortunadamente,
podemos crear un “alternador espiritual” que “genere” el “maná espiritual” que necesitamos en estos tiempos, en nuestras
vidas. Ya que satisfacemos nuestras necesidades espirituales al mantener nuestra relación con nuestro Padre
Celestial y con Su Hijo, Jesucristo.

Así como los israelitas pasaron tiempo cada día recolectando maná físico, hoy debemos recolectar maná espiritual por
medio de la oración, del estudio del Evangelio y al esforzarnos por vivir de tal forma que podamos tener la compañía
constante del Espíritu Santo.

Recuerdan que con el tiempo, los israelitas se cansaron de recolectar el maná físico y tuvieron “un deseo voraz” por las
cosas que habían dejado atrás (Números 11:4). Si permitimos que nos sintamos cansados de recoger maná espiritual,
quizás nos encontremos anhelando cosas que no son para nuestro mejor beneficio espiritual. Al igual que los israelitas
frustrados, corremos el riesgo de perder de vista nuestro propósito original: llegar a la tierra prometida. Incluso podríamos
desear que nunca hubiésemos salido de nuestro “Egipto” (véase Números 11:5–6). Al final, nuestro alternador espiritual
deja de generar energía, y no podemos progresar. Nos encontramos varados, hambrientos y ansiosos de que se nos
rescate.

El presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) enseñó: “A veces, parecería que tomáramos las Escrituras muy a la ligera,
porque no apreciamos completamente el singular privilegio que tenemos de poseerlas ni lo bendecidos que somos porque
las tenemos. Es como si nos encontráramos tan cómodos con las experiencias de este mundo y tan acostumbrados a oír
que se enseñe el Evangelio entre nosotros, que nos es difícil imaginar que la situación habría podido ser diferente”1.

Nunca debemos pasar por alto la necesidad que tenemos del estudio constante de las Escrituras, de la oración y de la
obediencia, ya que nos ayudan a mantener la compañía del Espíritu Santo. Si descuidamos las actividades que nos
recargan espiritualmente en la vida, si nos aburrimos con ellas, o si simplemente las realizamos de manera rutinaria,
entonces nuestro alternador espiritual no está funcionando al máximo. Poco a poco podemos descargarnos
espiritualmente, tal vez de manera tan gradual que apenas lo percibamos. En ese momento, la única manera de
recuperarse es volver a Jesucristo y arrepentirse. Todas las cosas se pueden restaurar mediante la expiación de
Jesucristo y el arrepentimiento sincero.

Cuando los israelitas se quejaron, perdieron su gratitud por la bendición del sustento. Como castigo, “Jehová envió entre
el pueblo serpientes ardientes que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel” (Números 21:6) entones el pueblo
acudió a Moisés (Números 21:7–9).

Hermanos, la serpiente de bronce es un símbolo de Cristo al ser levantado en la cruz (véase Juan 3:14–15). Al acudir al
consejo de los profetas actuales, estamos mirando hacia Cristo porque ellos dirigen de nuevo nuestra atención al plan de
nuestro Padre y a Jesucristo. Los profetas, videntes y reveladores vivientes nos cargan espiritualmente al recordarnos que
somos hijos de nuestro Padre Celestial y que es Su “obra y… gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del
hombre” (Moisés 1:39). Nos han aconsejado específicamente que a medida que adoremos de modo más eficaz en el día
de reposo, aumentaremos nuestra fe en nuestro Padre Celestial, en Su plan de felicidad, y en Jesucristo y Su expiación.
La historia de Moisés y la serpiente de bronce también se menciona en el Libro de Mormón, en el libro de Alma 33:19 y
1 Nefi 17:41. ¿Se podría decir de nosotros algún día que nos negamos a mirar a los profetas y sus consejos por ser
tan fácil la manera?
“… si fuerais sanados con tan solo mirar para quedar sanos, ¿no miraríamos inmediatamente?…

“Si es así… mirad y empezad a creer en el Hijo de Dios” (Alma 33:21, 22).
Otro pasaje del Libro de Mormón que habla de la experiencia de los israelitas dice lo siguiente (Helamán 8:15).
El prestar atención al consejo de los profetas actuales capacita nuestros corazones en la fe. Nos fortalece para
superar obstáculos a lo largo de nuestro trayecto en la tierra.

Estoy agradecida por las bendiciones que recibimos mientras marchamos a lo largo de nuestra “carretera al cielo”, por la
oportunidad que tenemos de arrepentirnos, de dejar atrás lo malo y volver al camino correcto.
Sé que el evangelio es verdadero, Nuestro Padre Celestial está acelerando su obra y que a pesar de las debilidades que
tengamos podemos llegar a ser instrumentos útiles en las manos de Dios,
Sé que soy hija de Dios, y sé que ustedes también lo son y que él desea que mejoremos cada día más, y que podemos
llegar a ser cada día más semejantes a Jesucristo, en el nombre de Jesucristo, Amén.

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