FORTALECIENDO EL ESPIRITU

2 Crónicas 14:1 Durmió Abías con sus padres, y fue sepultado en la ciudad
de David; y reinó en su lugar su hijo Asa, en cuyos días tuvo sosiego el país
por diez años. 2 E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su
Dios. 3 Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos;
quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; 4 y mandó a Judá
que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus
mandamientos. 5 Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares
altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado. 6 Y edificó
ciudades fortificadas en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había
guerra contra él en aquellos tiempos; porque Jehová le había dado paz. 7
Dijo, por tanto, a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de
muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es nuestra; porque
hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, y él nos ha dado
paz por todas partes. Edificaron, pues, y fueron prosperados.
Introducción: Existen muchos jóvenes cristianos que nunca logran obtener
la victoria que Dios les ha entregado. La razón principal es porque no están
alimentando su espíritu.
Existen jóvenes cristianos que solo leen o meditan en la palabra de Dios el
día que asisten a la iglesia. Una persona que se alimente solo una o dos
veces por semana se está muriendo de hambre.
Lo mismo sucede con nuestro espíritu.
¿Qué tenemos que hacer para evitar que esto suceda en nuestra vida?
I. Hacer lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová (vers. 2 E hizo Asa lo
bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios.)
a. Lo que Dios nos ha encargado (Marcos 16: 15 Y les dijo: Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.)
b. Perseverar en la santidad (hebreos 12: 14 Seguid la paz con todos, y
la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.)
 c. Amar a Dios por encima de todas las cosas (Marcos 12: 30 Y amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda
tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.)
II. Quitar nuestros altares (versos. 3 Porque quitó los altares del culto
extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos
de Asera; 4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y
pusiese por obra la ley y sus mandamientos. 5 Quitó asimismo de todas las
ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz
bajo su reinado.)
a. Eliminar la idolatría (Colosenses 3: 5 Haced morir, pues, lo terrenal
en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos
deseos y avaricia, que es idolatría;)
b. Eliminar el orgullo (Proverbios 21: 4 Altivez de ojos, y orgullo de
corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado. Filipenses 2: 3 Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;)

c. Rendirnos a la voluntad de Dios (Proverbios 16: 25 Hay camino que

parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte. Jeremías
29: 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que
esperáis.)

IV. Edificar (versos. 6 Y edificó ciudades fortificadas en Judá, por cuanto

había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos;
porque Jehová le había dado paz. 7 Dijo, por tanto, a Judá: Edifiquemos
estas ciudades, y cerquémoslas de muros con torres, puertas y barras, ya
que la tierra es nuestra; porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le
hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron, pues, y
fueron prosperados.)
a. Edificar sobre la roca (Lucas 6: 48 Semejante es al hombre que, al
edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca;
 y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella
casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.)
b. Enseñar a nuestros hijos espirituales (Proverbios 22: 6 Instruye al
niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.)
c. Ser el ejemplo a seguir (Santiago 1: 22 Pero sed hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos.)
d. Profundizar nuestra relación con Dios (Isaías 55: 6 Buscad a Jehová
mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro,
el cual será amplio en perdonar. 8 Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová.; hebreos 10: 25 no dejando de congregarnos, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis
que aquel día se acerca.)
e. Fortalecer nuestra vida de oración (1 Tesalonicenses 5: 17 Orad sin
cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús.; Santiago 5: 16 Confesaos vuestras
ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.)
Aplicación: Tenemos que hacer un compromiso genuino con Dios. No
podemos ser cristianos a media (Apocalipsis 3: 15 Yo conozco tus obras, que
ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.). Como cristianos
fieles, no podemos permitir que el mundo establezca la manera que
pensamos y actuamos, sino tenemos que permitir que sea solo Dios.
Tenemos que derrumbar los altares que hemos creado en nuestra vida, los
cuales impiden que Dios ocupe la primera posición; tenemos que edificar
sobre Jesucristo en todo lo que hacemos. Recordemos siempre: «Edificaron,
pues, y fueron prosperados»