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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES

DE TAMAULIPAS, A. C.

ANTOLOGÍA
EDUCACIÓN PARA LA SALUD I

Compilador: Edgar Noé Morelos García

Tampico, Tamaulipas, junio de 2017


ÍNDICE
OBJETIVO GENERAL DE LA ANTOLOGÍA 4

UNIDAD I.- MÉTODOS Y MEDIOS DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD


Objetivo de la Unidad 5
1.1 Universo 5
1.2 Objetivo 6
1.3 Contenido Temático 8
1.4 Procedimiento 10
1.5 Técnicas Didácticas 13
1.6 Educador 14
1.7 Recursos Auxiliares de la Enseñanza 15
Actividades de Aprendizaje de la Unidad I 17

UNIDAD II.- ELEMENTOS DE LA EDUCACIÓN EN SALUD


Objetivo de la Unidad 18
2.1 Información 18
2.2 Motivación 21
2.3 Educación Propiamente Dicha 23
2.4 Ventajas 28
2.5 Obstáculos 30
Actividades de Aprendizaje de la Unidad II 31

UNIDAD III.- PROMOCIÓN Y DESARROLLO SOCIAL


Objetivo de la Unidad 32
3.1 Conceptos 32
3.2 Objetivos 33
3.3 Funciones de la Enfermera en: Fomento a la salud 36
3.4 Participación en la Comunidad 38
3.4.1 Comunidad 39
3.4.2 Escuelas 41
3.4.3 Asilos 42
3.4.4 Albergues 43
3.4.5 Campañas 46
Actividades de Aprendizaje de la Unidad III 47

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS 48


OBJETIVO GENERAL DE LA ANTOLOGÍA

En el marco de su misión, el INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES DE


TAMAULIPAS, A.C., (ICEST) procura la formación de sus estudiantes, por lo cual la
presente antología se enfoca en el desarrollo y formación de conocimientos de
EDUCACIÓN PARA LA SALUD I, para estudiantes de la MAESTRÍA EN
ADMINISTRACIÓN DE HOSPITALES. Los temas se presentan de forma sencilla y
atractiva, con la finalidad de que crezca su interés por el estudio de esta ciencia, es por
ello que se sugiere que se conserve para su constante consulta y lectura.

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UNIDAD I
MÉTODOS Y MEDIOS DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD

Objetivo de la Unidad: Determina los principales elementos que se utilizan en la


educación en salud e identifica los de mayor aplicación dependiendo de la situación de
cada comunidad.

1.1 Universo

La investigación y la práctica se refieren ambas a un mismo universo, el cual delimita el


espacio para integrar las dos caras de la salud pública. Este universo puede
representarse gráficamente como una matriz tridimensional. Así, los esfuerzos por
generar conocimientos y por actuar sobre la realidad se expresan en diversas áreas de
aplicación, las cuales pueden ser poblaciones específicas (por ejemplo, la salud mental o
dental) o programas concretos (por ejemplo, la salud ambiental y ocupacional, salud
internacional). Refiriéndonos a la discusión previa sobre los objetos de análisis, en cada
una de estas áreas de aplicación es posible investigar y actuar sobre las condiciones de
salud o sobre las respuestas a ellas. A su vez, el conocimiento sobre tales objetos se
basa en la aplicación de las ciencias biológicas, sociales y de la conducta.

Las concepciones sobre los límites y los contenidos del universo de la salud pública han
variado a lo largo de la historia. Asimismo, las definiciones que han propuesto para las
dos dimensiones de la salud pública son el producto de una evolución histórica en la cual
se han ido conformando distintos modelos conceptuales sobre el conocimiento y la acción
en este campo. Dado que la historia del pensamiento no es una mera progresión de
concepciones, muchos de estos modelos persisten en la actualidad. Conviene, por ello,
conocerlos. (Frenk, 2018).

5
Imagen No.- 1.- “El Universo de la Salud Pública”. (Frenk, 2018).

1.2 Objetivo

Según la Organización Mundial de la Salud, la educación para la salud (EpS) puede


definirse desde dos vertientes. Por un lado, la Educación para la Salud consiste en
proporcionar a la población los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para la
promoción y protección de la salud. Por otro, la EpS contribuye a capacitar a los
individuos para que participen activamente en definir sus necesidades y elaborar
propuestas para conseguir unas determinadas metas en salud.

La finalidad, pues, de la EpS no es tanto que se lleven a cabo comportamientos definidos


y prescritos por el experto, sino facilitar que las personas movilicen sus propios recursos y
desarrollen capacidades que les permitan tomar decisiones conscientes y autónomas
sobre su propia salud. La educación se entiende, por tanto, como un proceso por el cual
las personas son más conscientes de su realidad y del entorno que les rodea, ampliando

6
sus conocimientos, valores y habilidades que les permitan desarrollar capacidades para
adecuar sus comportamientos a la realidad. Y ello se produce a través de sus propias
experiencias, vivencias y conocimientos, reorganizándolos y modificándolos ante los
nuevos conocimientos o experiencias que se dan en el proceso educativo.

En la educación, los contenidos son los factores relacionados con los comportamientos
humanos. Estos factores pueden ser ambientales (grupos sociales, condiciones de vida,
recursos y modelos culturales) y personales (creencias, actitudes, valores y habilidades).
Todos ellos influyen en las capacidades y comportamientos de las personas. Para que la
persona aprenda se considera esencial un aprendizaje significativo, la persona aprende
desde sus experiencias, sus vivencias, sus conocimientos reorganizándolos y
modificándolos según sus nuevas informaciones y experiencias que se dan en el proceso
educativo. (Riquelme Pérez, 2012)

Para que la situación de enseñanza-aprendizaje sea eficaz, las personas deberán: a) ser
más conscientes de su situación (conocer y expresar su situación); b) profundizar en ella
(aumentar los conocimientos, analizar causas y reflexionar), y c) actuar (desarrollar
recursos y habilidades, tomar decisiones, experimentar la realidad, evaluarla y
reajustarla). En resumen, se trata de facilitar que las personas conozcan la situación en la
que se encuentran y hablen de ella. Y para eso, hay que ayudar a pensar, más que
decirles lo que tienen que hacer.

OBJETIVOS

Pretenden responder a las necesidades detectadas en el análisis de la situación y lo que


se espera conseguir con la intervención. Pueden ser de dos tipos:

 Generales: Expresan la finalidad que persigue el proyecto. No son evaluables. Se


alcanzan a través de los objetivos específicos. Se pueden formular como: objetivos
en salud y objetivos educativos.

 Específicos: Responden al resultado del análisis de la situación y son evaluables.


Se debe atender todos los ámbitos de aprendizaje: área cognitiva: conceptos,

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hechos, principios. Se refiere al saber; área emocional: valores, actitudes, normas.
área de las habilidades: cognitivas, habilidades personales y sociales. (Riquelme
Pérez, 2012)

1.3 Contenido Temático

Contenidos por considerar en una intervención en educación para la salud:

 Informar a la población sobre la salud, la enfermedad, la invalidez y las formas


mediante las cuales los individuos pueden mejorar y proteger su propia salud,
incluyendo el uso más eficaz de los servicios de asistencia médica del país.

 Motivar a la población a que quiera cambiar a prácticas o hábitos más saludables.

 Ayudar a la población a adquirir los conocimientos y las capacidades necesarias


para adoptar y mantener unos hábitos y estilos de vida saludables.

 Propugnar cambios en el medio ambiente que faciliten unas condiciones de vida


saludables y unas conductas saludables.

 Promover la enseñanza, formación y capacitación de todos los agentes de


educación sanitaria de la comunidad.

 Incrementar, mediante la investigación y la evaluación, los conocimientos acerca


de la forma más efectiva de alcanzar los objetivos. (Villafranca, y otros, 2006)

La promoción y educación para la salud debe responder de forma coherente a las


diferentes necesidades de salud que se plantean en nuestras sociedades desarrolladas.
Para abordarlas, tres son las áreas de intervención prioritarias: problemas de salud,
estilos de vida y transiciones vitales. Estas áreas de intervención van a condicionar los
objetivos y planteamientos de la formación, ya que son necesarios conocimientos,

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actitudes y habilidades para comprender y abordar estas necesidades en salud y los
factores con ellas relacionados.

Los escenarios o ámbitos de intervención identifican los lugares donde distintos grupos de
población viven, conviven, acuden, se reúnen y/o trabajan puesto que, para actuar con
eficacia, las intervenciones de promoción de salud se deben desarrollar e integrarse en
los espacios de sociabilidad más habituales y cotidianos.

Los escenarios más importantes son los servicios sanitarios (atención primaria y
especializada, salud mental y otros) y sociales, el medio escolar (centros de educación
infantil, primaria y secundaria, de personas adultas, universidades y otros) y laboral y el
ámbito social (entidades sociales, tejido asociativo…). (www.msssi.gob.es, 2003)

ENFOQUE DESDE LA
NECESIDADES ÁREAS DE INTERVENCIÓN
PROMOCIÓN DE SALUD
Problemas de  Enfermedades crónicas  Atención centrada en la calidad
salud  Discapacidades de vida.
 Derechos y deberes de los  Educación de los pacientes y
pacientes afectados centrada en sus
expectativas, creencias y
valores dirigida a la asunción de
decisiones responsables.
 Oferta de recursos y servicios.
Estilos de vida  Alimentación  Promover comportamientos
 Actividad física saludables.
 Sexualidad  Facilitar que las opciones
 Tabaco y otras saludables sean las más fáciles
drogodependencias de tomar.
 Estrés  Modelos socioculturales
favorables.
Transiciones  Infancia y adolescencia  Favorecer las condiciones para
vitales  Inmigración el desarrollo de la identidad
 Cuidado de personas personal y el proyecto de vida.
dependientes  Oferta de recursos y servicios.
 Envejecimiento  Modelos socioculturales
favorables.
 Desarrollar habilidades
personales y sociales:
afrontamiento de problemas
manejo de emociones,
comunicación…

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Estrategias  Entornos saludables  Facilitar la coordinación
multisectoriales  Escenarios promotores de intersectorial y el trabajo en red.
salud  Facilitar el acceso a las
 Equidad y desigualdades en personas y grupos en situación
salud de desigualdad.
Tabla No. 1.- “Necesidades/Áreas de Intervención y su Enfoque desde la Promoción de Salud”.
(www.msssi.gob.es, 2003)

1.4 Procedimiento

La estrategia de atención primaria pretende que el individuo y la comunidad conozcan,


participen y tomen decisiones sobre su propia salud, adquiriendo así responsabilidades
sobre ella. Tanto la comunidad como los individuos deben tomar conciencia de cuál es su
situación, qué problemas deben resolver por sí mismos y sobre cuáles aspectos tienen
derecho a exigir a otros niveles. Esta toma de conciencia no surge espontáneamente en
las personas; debe propiciarse a través de espacios de discusión y reflexión sobre los
problemas que más los afectan. Por lo tanto, la misión de Educación para la Salud es
crear estos espacios y convertirse en instrumento imprescindible para el desarrollo de
estilos de vida saludables incorporando conductas favorables a su salud.

La Educación para la Salud es un proceso de comunicación interpersonal dirigido a


propiciar las informaciones necesarias para un examen crítico de los problemas de salud
y así responsabilizar a los individuos y a los grupos sociales en las decisiones de
comportamiento que tienen efectos directos o indirectos sobre la salud física y psíquica
individual y colectiva. (Redondo Escalante, 2004)

Durante el último siglo muchos autores han conceptualizado la educación para la salud, y
en todas ellas se puede identificar un objetivo común el cual es: la modificación, en
sentido positivo, de los conocimientos, actitudes y comportamientos de salud de los
individuos, grupos y colectividades. Este cambio en el comportamiento se logra al
modificar los conocimientos y las actitudes.

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Al ser el primer nivel de atención el contacto inicial de los individuos con el sistema de
salud, es prioritario implementar la educación para la salud, en función de la promoción y
la prevención de la enfermedad, para dirigirla especialmente a la población sana.

La educación para la salud debe ser una herramienta más del quehacer diario del
personal de salud, y convertirse en una parte indivisible entre la relación del individuo y la
comunidad con los servicios de salud. La educación para la salud permite la transmisión
de información, y fomenta la motivación de las habilidades personales y la autoestima,
necesaria para adoptar medidas destinadas a mejorar la salud individual y colectiva.
Supone comunicación de información y desarrollo de habilidades personales que
demuestren la viabilidad política y las posibilidades organizativas de diversas formas de
actuación dirigidos a lograr cambios sociales, económicos y ambientales que favorezcan a
la salud. (Redondo Escalante, 2004)

EDUCACIÓN PARA LA SALUD COMO PROCESO DE COMUNICACIÓN

La educación para la salud vista como un proceso de comunicación implica la transmisión


de un mensaje entre emisor y receptor, son elementos claves de este proceso: el
educador en salud, el mensaje y las personas o grupos a los que se dirige.

 EDUCADOR EN SALUD
Es toda aquella persona que contribuye de forma consciente o inconsciente a que
los individuos adopten una conducta en beneficio de su salud. En este sentido es
importante rescatar el papel de la familia, el personal de salud y los docentes de
los centros educativos.

 MENSAJE
Debe estar basado en la evidencia científica adecuada a la capacidad de
aprendizaje del que lo recibe.

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Se transmite directamente a través de la palabra oral o escrita, o por medio de la
imagen, e indirectamente a través del ejemplo que se deriva de las conductas y
actitudes del educador en salud.

 RECEPTOR
Es el individuo o grupo de personas a la que se dirige la educación para la salud.
(Redondo Escalante, 2004)

EDUCACIÓN PARA LA SALUD COMO PROCESO EDUCATIVO

La educación para la salud es considerada como un fenómeno pedagógico, implica la


existencia de un proceso de enseñanza-aprendizaje.

 ENSEÑANZA
Las actividades de enseñanza buscan desarrollar las facultades individuales para
conseguir los objetivos de la acción de capacitación.

Para conseguir una enseñanza efectiva se requiere de objetivos educativos,


adaptados a las características de las personas a las que se dirige la educación,
así como a la disposición de recursos educativos propios y apropiados.

 APRENDIZAJE
Es un proceso que se construye en función de las experiencias personales y que
cuando es significativo, produce un cambio, duradero en la forma de actuar,
pensar y sentir de las personas.

La metodología educativa debe estar relacionada con las características


particulares de los receptores. Sin embargo, en todos los casos se deben realizar
actividades orientadas a construir y reconstruir conocimientos, a que participen y
valoren opiniones y actitudes, a interactuar entre sí, a compartir experiencias, a
mostrarles cómo deben actuar y apliquen lo aprendido.

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NIVELES DE INTERVENCIÓN

El desarrollo de los niveles de intervención de la educación para la salud depende del


problema de salud que se quiera abordar, de la o las personas a que va dirigida y del
escenario en el cual se va a implementar-ejecutar o realizar. (Redondo Escalante, 2004)

1.5 Técnicas Didácticas

Las técnicas educativas deben ser adecuadas a los objetivos que nos proponemos y a los
contenidos que desarrollamos. Estas son:

 Técnicas de encuentro: constituyen el inicio de la relación y el proceso educativo.


Facilitan la configuración de un adecuado encuentro profesional/participantes en la
configuración como grupo en la educación grupal. Favorecen la motivación y la
implicación de los participantes en su propio proceso educativo. Se utilizan:
acogida, presentación y contrato educativo.

 Técnicas de investigación en aula: facilitan a las personas conocer su situación y


cómo la viven. Son útiles fundamentalmente para expresar, reflexionar y organizar
sentimientos, conocimientos, experiencias. Entre las técnicas utilizadas tenemos:
tormenta de ideas, rejilla, foto palabra, cuestionarios, Phillips 66, frases
incompletas.

 Técnicas expositivas: ayudan al grupo a aumentar conocimientos que le posibiliten


profundizar en la situación, verla de otra manera. Son útiles para la transmisión,
reorganización de conocimientos, información. Entre otras, se utilizan: exposición
teórica con discusión, lección participada, repetición, lectura con discusión, video
con discusión.

 Técnicas de análisis: ayudan al grupo a pensar y facilitan que cada cual encuentre
sus propias soluciones: analizar situación y causas, actitudes, sentimientos... Se

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utilizan con mayor frecuencia: análisis de textos, análisis de problemas y
alternativas de solución, discusiones de distintos tipos (en grupo pequeño o
grande, abiertas o estructuradas).

 Técnicas de desarrollo de habilidades: son esencialmente útiles para entrenarse


en habilidades concretas (sicomotoras, personales y sociales) y desarrollar la
capacidad para actuar, comportarse en situaciones reales e introducir los cambios
que haya decidido. En este grupo se utilizan escenificaciones, análisis de las
situaciones y juegos.

 Otras técnicas: como son investigaciones realizadas fuera del aula, distintos tipos
de trabajos en grupo, ejercicios, tareas para casa. (Riquelme Pérez, 2012)

1.6 Educador

En este tipo de trabajo educativo el profesional desempeña un rol de facilitación, de ayuda


y de apoyo. Los y las participantes son quienes aprenden, el educador o la educadora
facilita y orienta. A destacar:

 Funciones, asociadas al rol. Es fundamental la preparación de la sesión y la


gestión de las actividades educativas, el tiempo, el espacio donde se desarrolla la
actividad, el clima.

 Actitudes. Entre las que tenemos: aceptación, congruencia, valoración positiva y


empatía. Y a nivel más concreto el clima que se crea en la sesión, algunos
comentan que el clima es un reflejo de la comunicación educador y educando.

 Habilidades. La comunicación constituye una herramienta básica del profesional


en la práctica médica diaria, pero es una habilidad especialmente importante en el
trabajo de la EpS. Son elementos importantes del proceso de comunicación: la

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transmisión de mensajes, la escucha y recepción de mensajes y la respuesta.
(Riquelme Pérez, 2012)

1.7 Recursos Auxiliares de la Enseñanza

Para avanzar pues en aprendizajes significativos se requiere el uso de métodos y técnicas


educativas activas (con participación de quien se educa) e inductivas (que parten de su
experiencia). En Educación para la Salud se utilizan múltiples tipos de técnicas
educativas. Unas dirigidas a las relaciones, que se utilizan en cualquier tipo de
intervención educativa, en su inicio y final, otras de información/motivación, especialmente
útiles en intervenciones muy breves, y por fin las dirigidas al aprendizaje de los contenidos
en intervenciones más propiamente educativas, individuales y grupales.

Entre las dirigidas a trabajar las relaciones, provenientes de planteamientos de la relación


de ayuda y la dinámica grupal, se utilizan las relacionadas con la acogida, el contrato
educativo y la despedida.

Otros tipos de técnicas específicamente dirigidas a la información/motivación se usan


fundamentalmente en los tipos de intervención de información/consejo breve. (Pérez
Jarauta, Echauri Ozcoidi, Ancizu Irure, & Chocarro San Martín, 2006)

Las intervenciones de educación para la salud individual o grupal, que habitualmente se


llevan a cabo desde los Servicios y Entidades Sociales, suelen tener una duración menor
de 20 horas. Su objetivo fundamental es aprender contenidos de salud y en tan corto
tiempo suele bastar con manejar adecuadamente las Técnicas centradas en el
aprendizaje de contenidos, desde un rol de ayuda generador de climas “tolerantes” en la
relación.

Existen múltiples clasificaciones de métodos o técnicas educativas dirigidas al aprendizaje


de los contenidos: bidireccionales (diálogo, grupo) unidireccionales (folletos, cartas, radio,
vídeo), directos (diálogo y consejo educativo, clase o aula, charla, discusión en grupo) e

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indirectos (visuales: carteles, vallas, folletos, cartas circulares, prensa, internet; sonoros:
radio y mixtos: cine, vídeo, televisión).

Durante el desarrollo del proceso educativo se consigue una combinación de distintos


tipos de técnicas más útiles a los diversos procesos y estilos de aprendizaje de las y los
educandos. (Pérez Jarauta, Echauri Ozcoidi, Ancizu Irure, & Chocarro San Martín, 2006)

Para el desarrollo de las técnicas educativas activas se utilizan diferentes recursos


didácticos de apoyo. Se consideran recursos didácticos de apoyo al conjunto de medios
materiales que intervienen y facilitan el proceso enseñanza-aprendizaje. Existen
diferentes tipos de recursos didácticos:

 Material impreso: emplea en mayor proporción la comunicación escrita (ejemplo:


folletos, revistas, artículos...).

 Material visual: expresa mensajes a través de imágenes, incluido los que se


combinan con la palabra escrita y con objetos reales (posters, dibujos,
esquemas...).

 Material sonoro: apela en forma predominante al sentido del oído de las y los
destinatarios, transmitiendo un mensaje o contenido educativo (ejemplo: radio,
grabaciones...).

 Material audiovisual: combina la proyección de imágenes con estímulos auditivos


(ejemplo, otros: objetos reales, materiales con soporte computarizado, material
deportivo...). (Pérez Jarauta, Echauri Ozcoidi, Ancizu Irure, & Chocarro San
Martín, 2006)

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Actividades de Aprendizaje de la Unidad I

1. Programa de Educación para la Salud Masiva.


2. Participación en el foro: “Perfil del Educador para la Salud”.
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la Unidad I.

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UNIDAD II
ELEMENTOS DE LA EDUCACIÓN EN SALUD

Objetivo de la Unidad: Identifica y logra el conocimiento que involucra el proceso


educativo aplicado al logro de un objetivo determinado.

2.1 Información

La buena educación sanitaria se basa en hechos. No sería correcto decir <<creo que la
nutrición deficiente es un problema porque muchas madres no saben qué alimentos son
buenos para sus hijos». Tiene que haber hechos. ¿Cuántos niños están mal alimentados?
¿Qué entendemos por nutrición deficiente? ¿Cómo se mide o se comprueba ésta?
¿Cuántas madres saben cómo deben alimentar a sus hijos? ¿Cuántas no saben? Si
muchos niños están mal alimentados ¿es la falta de conocimientos la única razón?
Necesitará esta información al iniciar un programa para poder medir fácilmente, cuando
éste termine, cualquier cambio o mejora.

¿QUÉ INFORMACIÓN NECESITAMOS?

Hay que averiguar:

 Cuáles son los problemas más importantes, desde el punto de vista de la persona,
el grupo o la comunidad a la que se presta ayuda.

 Qué otro problema puede usted apreciar.

 Qué otros problemas observan los demás agentes comunitarios.

 Cuántas personas tienen esos problemas.

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 Qué prácticas pueden haberlos causado.

 Posibles razones de esas prácticas.

 Otras causas de los problemas. (apps.who.int, 1989)

Para obtener esta información, tendrá que estar familiarizado con la comunidad donde
trabaja. Entre otras cosas, necesitará conocer:

 Las creencias y valores locales que afectan a la salud.

 Los tipos de comportamiento que son aceptables para la cultura local.

 Las personas importantes localmente y las razones de su importancia.

 Cómo se adoptan las decisiones sobre los problemas locales.

 Los servicios de atención de salud disponibles, tanto tradicionales como


modernos.

 La ubicación de los servicios.

 Las principales ocupaciones de hombres y mujeres, el nivel de instrucción de la


comunidad y la calidad de la vivienda, ya que esos factores le permitirán saber
algo acerca de las condiciones económicas de la población.

 Los clubs, sociedades y organizaciones existentes.

 Las religiones practicadas en la localidad.

 Los modos locales de compartir ideas y sentimientos. (apps.who.int, 1989)

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LA IMPORTANCIA DEL ACOPIO DE INFORMACIÓN

Una familia no decidirá construir una nueva casa sin investigar antes la disponibilidad de
terreno y el costo de los materiales. Un médico no comenzará a tratar a un paciente sin
investigar antes la naturaleza de su enfermedad, mediante métodos como la observación,
las preguntas y las pruebas de laboratorio. De igual modo, los agentes de salud
dedicados a la educación sanitaria deben investigar cada problema antes de iniciar un
programa de actividades para abordarlo. He aquí algunas razones para actuar de ese
modo.

 Es necesario conocer la magnitud del problema (a cuántas personas afecta) y su


gravedad o peligrosidad (cuántas muertes o daños está causando). La información
precisa sobre la naturaleza de un problema facilitará la determinación de las
prioridades.

 Si se reúne información acerca de la naturaleza y la magnitud del problema antes


y después de ejecutar el programa, se podrán apreciar los efectos de éste.

 La información sobre la comunidad permitirá elegir la forma más apropiada de


abordar el problema («estrategia»), tanto en relación con el problema propiamente
dicho como con la cultura en que éste se plantea. (apps.who.int, 1989)

CÓMO REUNIR LA INFORMACIÓN

Hay tres maneras principales de reunir información sobre las personas, los grupos y las
comunidades. En primer lugar, por observación, es decir, mirando y escuchando. En
segundo lugar, mediante entrevistas, que implican conversaciones y preguntas. En tercer
lugar, pueden consultarse registros y documentos, que contienen por escrito las
observaciones y experiencias de otros.

Estos tres métodos se utilizan a menudo conjuntamente para obtener un panorama


completo de un problema o del estudio de una comunidad y sus necesidades. Por

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ejemplo, en relación con el problema de las enfermedades trasmitidas por el agua, sería
útil entrevistar a la gente para saber de dónde sacan el agua y cómo la conservan. En
segundo lugar, sería conveniente observar las diversas fuentes locales de agua para ver
si, en realidad, la gente las utiliza como han dicho en la entrevista. Por último, los registros
de la clínica darán una idea del número de personas que padecen efectivamente
enfermedades transmitidas por el agua. (apps.who.int, 1989)

2.2 Motivación

Históricamente, al concepto de motivación se le ha definido de diferentes maneras. Por


ejemplo, en la teoría psicoanalítica de Freud (1915-1959) se le concibió como fuerza
interna o fuente de energía que dirigía las actividades hacia los objetos, los cuales se
distinguían por sus propiedades gratificantes y porque permitían la liberación de energía
sobrante en el organismo; asimismo, Murray (1938) lo definió como necesidades
inconscientes producto del deseo o de una tendencia a hacer cosas rápidamente, que
eran precedidas por alguna dificultad u obstáculo que una persona tenía que superar.

Desde la perspectiva genérica de los enfoques centrados en la relación aprendizaje-


comportamiento, en ocasiones, se le definió como impulso que movía al organismo a la
acción, cuya reducción constituía un estado universal reforzante de conductas por
reducción de la pulsión; también se concibió como estímulo que promovía la acción de un
organismo, siempre y cuando tal estímulo poseyera determinada “fuerza”, así como un
estado central que predisponía al organismo a reaccionar de un modo particular ante
ciertos estímulos. (Piña López, 2009)

En general, se trata de dos orientaciones que comparten algunas características, como


por ejemplo, concebir a la motivación como evento de estímulo que opera “dentro” del
organismo en la forma de energía o impulso, impeliéndolo a comportarse de una manera
u otra; asimismo, una vez practicado un comportamiento, el supuesto de que a éste le
acompaña la obtención de alguna gratificación o consecuencia reforzante, que
presumiblemente cumple con la función de eliminar las propiedades “aversivas” asociadas
con el estímulo.

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En cualquiera de los casos, como señalaran Skinner (1981) y Teitelbaum (1983), la
motivación en la forma de evento de estímulo no se puede concebir como energía, mucho
menos como impulso, porque justamente un impulso no es un estímulo, ni equivale a un
estado fisiológico o psíquico particular. En consecuencia, carece de sentido asegurar que
la motivación para comportarse viene determinada por un estado de privación, necesidad
o saciedad en el que se encuentra un organismo en un momento del continuo de
interacción, porque es incorrecto aplicar la noción de estado de privación o saciedad,
considerando que uno u otro es el resultado de diferentes operaciones experimentales o
de la vida cotidiana a las que hace frente un organismo, las cuales podrían eventualmente
propiciar ciertos estados que convencionalmente se conocen como sed, hambre, apetito
sexual, etcétera. (Piña López, 2009)

En el caso concreto del concepto de motivación, cuando se dice que una persona se
muestra motivada a comportarse de determinada manera, se dice que es una persona
que se inclina o es propensa a hacer algo o a comportarse de cierta manera; imaginemos
a una persona motivada para estudiar y obtener una calificación aprobatoria u otra
motivada para prevenir el riesgo de infección por VIH, haciendo uso del preservativo. En
ambos ejemplos se tiene a personas de las que sería posible inferir, a partir del ejercicio
instrumental de sus comportamientos, que están motivadas, de forma tal que es mediante
un proceso de abstracción que se determina una menor o mayor motivación para hacer
algo o comportarse.

De las palabras de motivación se pregona su “fuente”, esto es, se dice por qué y con base
en qué operaciones una persona está menos o más motivada para comportarse de tal o
cual manera: presentación o retiro de eventos de estímulo, que propiciarán estados
particulares de saciedad o privación. Tales operaciones tienen que ver con las
condiciones de estímulo que afectan la efectividad de las consecuencias mediante el
propio comportamiento. Sin embargo, aquí es preciso subrayar que no hay que confundir
la motivación como una inclinación o propensión a…, con las operaciones que hacen
menos o más probables las ocurrencias de una clase de comportamientos. Son las
operaciones las que en todo caso permitirían identificar los procedimientos implicados en
el contexto de una situación natural o controlada. (Piña López, 2009)

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¿POR QUÉ INVESTIGAR?

Es indudable que pueden existir múltiples respuestas posibles a esta simple pregunta.
Desde aquellas de carácter personal como “para tener prestigio profesional, o sentirse
bien, o alcanzar reconocimiento, o para publicar, obtener financiamiento, o viajar a
congresos”; pasando por otras muy nobles como “para ser parte del conocimiento, o
hacer crecer nuestra profesión, o fortalecer una disciplina, o beneficiar a la población, u
ofrecer lo mejor a nuestros usuarios”; hasta algunas muy profundas y de significado muy
técnico como “para generar conocimiento útil, o fundamentar nuestras acciones, o invertir
en lo necesario, o evitar riesgos, o fundamentar las prioridades en salud, o influir en la
economía”, etc.

No obstante todas las posibles motivaciones, es indudable que para comenzar se requiere
de una idea de investigación, la que puede aparecer de múltiples fuentes, como del
contacto con los pacientes, de la lectura de bibliografía especializada, a partir de una
discusión con colegas, de la asistencia a congresos, de la experiencia del investigador,
etc. (Manterola & Otzen H., 2013)

2.3 Educación Propiamente Dicha

La definición del sentido de la educación requiere una tarea previa: establecer sus
características diferenciales. Nos encontramos ante la definición de un concepto que
delimita el objeto central de la Educación para la Salud. Una definición insuficiente de
educación, nos llevaría a una definición de EpS inadecuada.

Debe establecerse una primera diferencia. Hablamos de educación como hecho, y como
reflexión teórica o conceptualización de un hecho. Se abre así la panorámica que
considera la educación como objeto, y por otra parte, la ciencia que sistematiza los
conocimientos del hecho educativo. “Las notas conceptuales de cambio, crecimiento, o
cambio progresivo no explican adecuadamente lo que entendemos por educación”. El
proceso educativo no se identifica con “cambio” o el vago concepto de evolución o
desarrollo..., el mero desarrollo o cambio no implica, en cuanto tal, una modificación

23
cualitativa favorable al individuo. Hay desarrollos buenos y sanos, pero también malos o
nocivos.

La definición etimológica del término “educación” tanto si consideramos el vocablo


educere (extraer, sacar a la luz, en el sentido socrático, desde dentro hacia afuera), como
si se analiza la voz educare (“criar”, “nutrir”, o “alimentar”), están significando ambas, lo
que es propio por la raíz duco, es decir, “tirar, sacar, traer, llevar, hacer salir, guiar,
conducir”. Un doble sentido está implícito: cuidado, conducción desde fuera, pero también
auto conducción, conducción desde dentro. (Escortell Mayor, y otros, 2009)

La educación necesita de ayuda, pero la decisión interna del discente es decisiva; surgen
dos vertientes la heteroeducación y el autoeducación. Se podría decir con acierto que la
noción de educación, en sus orígenes, es simbiótica entre educare y educere.

El pedagogo, en la tradición clásica, conducía o llevaba a los niños y jóvenes a la palestra


o al gimnasio. La paideia era conducción hacia el ethos, hacia la vida moral plena y feliz.

La educación como hecho, por otra parte, y la reflexión sobre ella es una evidencia que
aparece en las diversas formas de cultura como un integrante de la vida de los grupos
sociales y de supervivencia histórica. Los modelos son diferentes según los grupos
étnicos que se analicen, y según qué época se considere.

Las definiciones de educación, cuando se analiza su contenido, consideran, entre otras,


las siguientes notas o características diferenciales de la educación: referencia al hombre,
intencionalidad, optimización (mejora o perfeccionamiento), procesual (comunicación,
relación), desarrollo de las facultades o aptitudes humanas (realización personal,
individualización), socialización (transformación social, apertura, compromiso), ayuda,
servicio o auxilio, búsqueda de la felicidad. (Escortell Mayor, y otros, 2009)

REFERENCIA AL HOMBRE

Los animales pueden cambiar e incluso mejorar con el adiestramiento, las plantas
sometidas a un cultivo cuidado producen abundantes frutos, pero solo el hombre puede

24
reflexionar sobre sí y su entorno, solo él puede “estar presente” ante sí mismo e
interrogarse sobre el modo de mejorar la realidad. La racionalidad humana permite la
generación de la cultura, la integración de los conocimientos, los modos de relación y
formas de vida, el lenguaje, el trabajo, la autonomía y la libertad. La transmisión de esta
cultura, la mejora de la sociedad y de los hombres se hace a partir de la educación. Por
consiguiente, una nota o característica diferencial será, por obvio que parezca, la
referencia al hombre.

Encontramos en “toda manifestación pedagógica y educativa un trasfondo cultural, una


concepción del mundo y del hombre, una ideología tal vez, más o menos explícita. La
pedagogía, al hacerse consciente de ello, debe partir fundamentalmente de una
antropología filosófica, científica y cultural; debe examinar críticamente el problema de los
fines y valores de la educación, de las pautas y patrones que rigen el proceso educativo,
justipreciando su alcance vital y humano, su entronque social y cultural, y fundamentando
crítica y racionalmente -en un plano de evolución constante- su importancia formativa”.

Es por esto que la “noción genérica de aprendizaje en cuanto expresa sin limitación todo y
cualquier cambio de conducta no equivale siempre a educación. Por la simple razón de
que no todo cambio de conducta es de suyo educativo”. (Escortell Mayor, y otros, 2009)

INTENCIONALIDAD

La segunda de las notas identificadas es la intencionalidad. Intención es el punto de mira


o el término de acción. La intencionalidad es una propiedad que afecta a la actividad o
comportamiento humano. La intencionalidad puede postularse desde diversos ángulos o
puntos de vista:

 Intencionalidad del agente educador: se interpreta la educación ante todo como


heteroeducación y se asigna al educador la intencionalidad en su actuación.

 Intencionalidad en el educando: en éste se sitúan la conciencia y la intencionalidad


propias de la educación.

25
 Intencionalidad en el educador y en el educando: restringe la noción de educación,
no tendría sentido designar por educación la influencia madre-hijo o la
autoeducación en sentido estricto.

 Intencionalidad no explícita: la educación es proceso o desarrollo, o influencia que


produce o genera un efecto determinado de ordinario estimado como deseable.
(Escortell Mayor, y otros, 2009)

OPTIMIZACIÓN

La optimización, la mejora, el perfeccionamiento son notas clásicas que encontramos en


numerosas definiciones de educación. Al final de la acción educativa “esperamos que los
educandos sean más valiosos [...]. La calidad de la educación viene determinada por la
dignidad, profundidad y extensión de los valores que hayamos sido capaces de suscitar y
actualizar”.

PROCESO

La educación es proceso, o mejor progreso, que añade el sentido de cambio perfectivo. El


proceso educativo consiste “no tanto en las operaciones humanas, cuanto en la
ordenación de las mismas por la razón”. Esta característica, o mejor dimensión de la
educación, supone la situación de interacción: “quiere decir que toda manifestación
humana tiene, como mínimo, un dato permanente; en efecto, considero que toda acción
humana, todo comportamiento o conducta, puede analizarse como interacción: esto es,
como acción entre sí o entre los hombres. (Escortell Mayor, y otros, 2009)

El comportamiento humano, como fenómeno más amplio que el propio hombre y, por
tanto, integrador de éste, puede reducirse a su premisa más simple si se contempla bajo
la categoría de “relación”. La relación humana es, en definitiva, lo que define a la realidad
social de las mujeres y los hombres. De ahí que la realidad relacional y su fenomenología
concurrente (elementos, influencias y consecuencias de dicha realidad) protagonizada por
el hombre, deba ser objeto sobre el cual se aplique el conocimiento de las ciencias
humanas”.

26
La consideración de la educación como relación nos conduce a la dimensión constitutiva
de la persona y a la valoración de la educación como diálogo: “la persona, como es
sabido, no solo es capaz de establecer relación con las cosas, con el mundo natural
transformado en los tres pilares fundamentales de la cultura (la ciencia, la técnica y el
arte), sino que va a depender esencialmente de la relación que establezca “con el otro” y
“con los otros”. El “ser con” no es una disposición que la persona adquiera en el
transcurso de su desarrollo existencial, sino que es un rasgo absolutamente connatural y
necesario que posibilita, desde la misma esencia de la persona, el que ésta llegue a ser lo
que es [...] en efecto, el valor en la existencia del yo (como salida de sí mismo) del
encuentro y de la comunicación interpersonal, puede considerarse una cuestión nuclear
de la reflexión filosófica, antropológica y psicológica de nuestro tiempo que se repite,
desde perspectivas distintas, en todos los autores: desde el personalismo humanista
(Scheler, Mounier), el dialogismo de (Buber, Marcel, Levinas), el trascendentalismo
(Heidegger), hasta la reflexión neoescolástica (Coreth, Marecha, Rahner, Zubiri o
Caffarena)”. (Escortell Mayor, y otros, 2009)

DESARROLLO DE LAS FACULTADES O APTITUDES HUMANAS

El desarrollo de las aptitudes o capacidades específicamente humanas se refiere a la


educabilidad como posibilidad subjetiva de desarrollo. El hombre y la mujer son seres
indigentes al nacer pero con una potencialidad extraordinaria de desarrollo. “La
personización, en cuanto adquisición consciente y en cuanto autoguiaje, de carácter en
algún sentido determinado, tiene sentido intencional, que no lo tendría, seguramente, para
una concepción que centrara la persona únicamente en la individualización y en la simple
“capacidad” racional, entendida como si se diera per se.

SOCIALIZACIÓN

La socialización es el proceso educativo que permite el ajuste social del individuo.

27
AYUDA, SERVICIO O AUXILIO, BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

Las notas de ayuda y auxilio son permanentes en las definiciones de educación. Se


podría decir que hacen referencia a la educabilidad desde la perspectiva del educador. La
felicidad ha sido considerada como el fin clásico de la educación. (Escortell Mayor, y
otros, 2009)

2.4 Ventajas

Modificación de la Patología Prevalente este Siglo en el Mundo Desarrollado

Cuando se habla de Promoción de la Salud y de EpS, no podemos olvidarnos de los


cambios ocurridos en el patrón de mortalidad y morbilidad durante las últimas décadas en
los países desarrollados. En el pasado, la patología prevalente era la infecciosa y el
germen era considerado como causa única. Estos gérmenes son aceptados como
naturales (el meningococo, por ejemplo), específicos (cada enfermedad o efecto se asocia
a un germen concreto -el meningococo es causa de la meningitis-, -el treponema pállidum
de la sífilis) y de acción rápida (es decir, en un corto período de incubación, el germen
consigue provocar la enfermedad).

Con este modelo, las personas son capaces de asociar rápidamente sus acciones, con
los efectos. (v.g.: una relación sexual con una enfermedad venérea; estar en contacto con
alguien que tiene gripe y tener la gripe, etc.). En el momento actual, la patología
prevalente es la crónica y degenerativa con factores causales artificiales (tabaco, plomo,
mercurio, productos generados en los procesos de producción industrial, etc.),
inespecíficos (muchos de estos factores pueden estar implicados en la génesis de
muchos problemas de salud) y de acción lenta (todos conocemos el tiempo que tardan en
provocar efectos los agentes carcinogénicos del tabaco, por ejemplo). De tal manera que
las personas no asocian sus acciones con los efectos, dificultando las acciones de EpS.
Además, con el avance de la ciencia ha habido una mejora en el conocimiento de estos
factores, se reconoce la multicausalidad y se enfatiza la importancia de los factores

28
sociales y psicológicos, en definitiva, el “estilo de vida”, en la génesis de los problemas de
salud. (ocw.unican.es, 2017)

¿En qué Medida Afecta el Estilo de Vida a la Aparición de los Problemas?

Según el modelo Lalonde, el nivel de salud de una comunidad está determinado en un


43% por el estilo de vida. Aunque algunos autores, como Lamata en España y Gunning-
Schepers en Holanda han criticado este modelo, manifestando algunos desacuerdos
conceptuales que afectan al peso porcentual de cada uno de los determinantes descritos
por Lalonde, todos parecen aceptar la importancia fundamental de los estilos de vida en la
salud de las poblaciones de los países desarrollados.

Si aceptamos que esto es así, la siguiente pregunta que nos podemos hacer es: ¿qué
herramientas tiene el sistema sanitario para influir en las conductas que conforman el
estilo de vida?

Las vacunas constituyen hoy en día una de las herramientas más importantes de la Salud
Pública, que han permitido conseguir notables mejoras en la salud. Incluso algunas
vacunas han conseguido erradicar enfermedades como la viruela. Sin embargo, el
sistema inmune no reacciona, que se sepa, frente a las múltiples agresiones contra el
normal funcionamiento de los organismos generados por las conductas de riesgo. De
forma que la síntesis de vacunas es algo que queda descartado, al menos por el
momento. (ocw.unican.es, 2017)

Las medidas de prevención secundaria, como el diagnóstico precoz a través de la


búsqueda activa de casos de HTA, de diabetes, de aterosclerosis, etc., aunque son
importantes, se revelan insuficientes puesto que los problemas de salud crónicos, al
contrario que los infecciosos, una vez establecidos, son poco susceptibles de modificarse
desde una perspectiva únicamente curativa o paliativa.

Tampoco la quimioprofilaxis puede conseguir buenos resultados, si las personas no


modifican su conducta. Imaginemos por un momento que existieran productos biológicos
o fármacos que neutralizaran totalmente los efectos de las conductas. Yo fumo, pero me

29
tomo una pastilla y ya no actúan los agentes cancerígenos del tabaco. O tengo que
preparar un examen y sólo puedo dormir 3 horas al día, pero me bebo una solución y me
siento como si hubiera dormido ocho horas y, además no repercute sobre mi salud. Es
evidente que estos ejemplos entran más en la esfera de la magia o los despropósitos que
en supuestos científicos. Por tanto, ¿qué nos queda para influir en los estilos de vida?

La EpS, ayudada por medidas ambientales, legislativas, organizativas, etc., en definitiva,


la promoción de la salud es la única arma eficaz que conseguirá evitar los problemas.
También, en caso de que aparezcan, la educación a las personas para que se adapten a
su nueva situación e impedir que empeoren, resultará un complemento fundamental del
tratamiento farmacológico e incluso, en algunas ocasiones, más importante que éste.
(ocw.unican.es, 2017).

2.5 Obstáculos

Las principales causas de la carga de enfermedad, tanto a nivel mundial como en nuestro
entorno, tienen unos determinantes y factores de riesgo comunes y abordarlos de forma
conjunta e integradora mejora tanto el impacto de las acciones de promoción y prevención
como su eficiencia. Se dice que los cinco factores de riesgo que suponen una mayor
carga de enfermedad en la región de Europa occidental son tabaquismo, hipertensión
arterial (HTA), obesidad, abuso de alcohol e inactividad física.

En la declaración de la reunión de alto nivel sobre enfermedades no transmisibles de la


ONU de 2011, se acordó establecer como objetivo para el año 2025 una reducción del
25% en la mortalidad relativa por estas enfermedades. Para ello, se estableció la
estrategia «cuatro por cuatro», es decir, priorizar el abordaje de los cuatro principales
factores de riesgo comunes (i.e. tabaquismo, abuso del alcohol, inactividad física y dieta
desequilibrada) en las cuatro principales enfermedades crónicas, enfermedad
cardiovascular, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria crónica. Dada la etiología
multifactorial de las enfermedades crónicas un factor de riesgo puede contribuir en
proporciones diferentes a la aparición de distintas enfermedades.

30
Los factores de riesgo tienden a asociarse en una misma persona de manera que la
presencia de uno aumenta el riesgo de padecer algunos otros. Esto apunta a la existencia
de determinantes de la salud comunes subyacentes. (www.msssi.gob.es, 2014)

Además, los factores de riesgo interaccionan, y el efecto de la exposición simultánea a


varios de ellos es mayor de lo esperado por la simple suma de sus efectos y, por otro
lado, abordar cualquiera de los factores de riesgo potenciará la reducción de los demás
factores con determinantes comunes.

Por tanto, existe una clara necesidad de abordar la intervención sobre los principales
factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles de forma integral y
multisectorial. La ganancia potencial en salud, tanto individual como poblacional,
utilizando este abordaje integral, sería sustancial.

Por último, existen importantes diferencias en los estilos de vida y los determinantes de la
salud en función de la edad, el sexo y la posición socioeconómica, cuestiones todas ellas
que se deben abordar específicamente. (www.msssi.gob.es, 2014)

Actividades de Aprendizaje de la Unidad II

1. Análisis F.O.D.A. sobre Necesidades de Educación para la Salud en México.


2. Participación en el foro: “Obstáculos de la Educación para la Salud en México”.
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la Unidad II.

31
UNIDAD III
PROMOCIÓN Y DESARROLLO SOCIAL

Objetivo de la Unidad: Obtiene los conocimientos fundamentales que le permitan


comprender las distintas acciones que se realizan en la promoción y fomento a la salud y
su aplicación en la comunidad.

3.1 Conceptos

PROMOCIÓN SOCIAL

La promoción social busca la construcción de un sistema de acciones públicas dirigidas a


fomentar la movilidad social de personas y colectivos en condiciones de precario
reconocimiento de derechos, extrema pobreza y exclusión social. Se orienta hacia la
igualdad de los derechos en salud y la democratización, la ampliación de oportunidades,
realizaciones y capacidades y el reconocimiento de diversidades sociales y culturales
mediante estrategias, políticas, planes, programas y proyectos públicos dirigidos a
personas, familias y comunidades insertas en procesos de exclusión social.
(www.minsalud.gov.co, 2018)

DESARROLLO SOCIAL

El desarrollo se podría definir como el desplazamiento ascendente de una sociedad a lo


largo de un continuum en cuyos extremos estarían, por un lado, las sociedades más
avanzadas y, por el otro, las más atrasadas. Por avance o atraso se entiende un conjunto
de bienes y prácticas que tienen que ver con la tecnología, la productividad, la afluencia y
la mayor distancia respecto a la mera supervivencia. El desarrollo social, en cierta forma,
sería el resultado de la mejora de los índices colectivos de bienestar como esperanza de
vida, mortalidad infantil, ingreso disponible, ingesta calórica o acceso a servicios sociales;
es decir, todo lo que significa que los grupos humanos vivan más, tengan mayor goce de

32
bienes de consumo y sufran menos las penalidades impuestas por los embates de la
naturaleza, la enfermedad y los riesgos a los cuales estamos expuestos.

Paralela a la noción de desarrollo se encuentra la de crecimiento. Este concepto, en


sentido estricto, se expresa con una simple medición estadística. El crecimiento sería el
cambio sufrido por el Producto Interno Bruto (PIB) de una economía entre un año y otro o
un grupo de años. El tamaño de una economía queda capturado por la medición de su
PIB, ya que éste incluye la producción total de bienes y servicios de un país. Sin embargo,
el efecto que tiene la población sobre dicha producción es capital: un país cuya tasa de
crecimiento del PIB es menor que su tasa de crecimiento poblacional no está dando
mayores beneficios a sus habitantes respecto a un período anterior sino solo manteniendo
su nivel de vida. La medición del PIB a partir de las Cuentas Nacionales sirve no
solamente para determinar el crecimiento sino también como base para cierta forma de
medición de la pobreza. (Uribe Mallarino, 2004)

3.2 Objetivos

Nos queda claro que, en la declaración general de la Ley, los derechos sociales son
equitativos, sin considerar el nivel de ingreso, es decir, se incluye a los pobres y no
pobres, tal como se establece el Reglamento de la Ley de Desarrollo Social:

 Propiciar las condiciones que aseguren el disfrute de los derechos sociales,


individuales o colectivos, garantizando el acceso a los programas de desarrollo
social y la igualdad en las comunidades, así como la superación de la
discriminación y la exclusión social.

 Promover un desarrollo económico con sentido social que propicie y conserve el


empleo, eleve el nivel de ingreso y mejore su distribución.

33
 Fortalecer el desarrollo regional equilibrado y garantizar las formas de
participación social en la formulación, ejecución, instrumentación y evaluación y
control de los programas de desarrollo social. (Chávez Gutiérrez, 2011)

La conformación de los sistemas de salud (SS) y su operación, como cualquier otro


sistema, se sustentan en principios y valores fundamentales que comparten los individuos
en sociedad. En esencia, su organización y administración buscan mantener ese núcleo
de valores y cumplir los objetivos que cohesionan a la sociedad y permiten satisfacer sus
necesidades y solucionar los conflictos, dada la diversidad de grupos, individuos e
intereses específicos.

El desarrollo de políticas públicas es el mecanismo de los gobiernos para transformar las


exigencias de la población y solucionar sus demandas. En México, el Plan Nacional de
Desarrollo señala que las políticas públicas son el conjunto de concepciones, criterios,
principios, medidas y líneas fundamentales de acción, con los cuales la comunidad
organizada como Estado hace frente a desafíos y problemas que se consideran de
naturaleza pública. Por ello, la definición explícita de los objetivos que buscan alcanzar los
sistemas que integran al Estado –actividad que forma parte de la función rectora de éste–
permite orientar el sentido y contenido de las políticas públicas, bajo las cuales se
generan planes y programas (como el de salud) que suponen la generación y asignación
de recursos, la operación de servicios, la aplicación de leyes y normas, y la rendición de
cuentas. (Tapia-Cruz, 2006)

En consecuencia, la creación de los SS, tal y como se conocen ahora, es la respuesta


social organizada ante el fenómeno de la salud. Se trata de sistemas complejos, por las
múltiples interacciones en su interior y con otros sistemas de la sociedad, y dinámicos, al
evolucionar con los avances en el terreno de la salud, adecuándose al cambio de
necesidades y expectativas de la población. Hoy es innegable la influencia de los SS
sobre las condiciones de salud de la población y el desarrollo de las sociedades. En
cuanto a la atención, por ejemplo, las personas se interrelacionan en la actualidad con los
SS en busca de ayuda para un número de problemas y necesidades mucho mayor del
concebible hace más de un siglo, cuando la atención de la salud estaba confinada en

34
mayor medida al ámbito familiar. Sin embargo, la salud es, además, un bien fundamental
del desarrollo y bienestar social, y un sector creciente de la economía.

Durante su evolución, los SS han adoptado diversas formas y modos de operar; empero,
el principio rector que los origina y guía es el de proteger, mejorar y restablecer la salud
de los individuos; sin él los SS no tendrían razón de ser. Dicho objetivo consiste, primero,
en lograr el mayor nivel posible de salud entre la población y, segundo, en reducir las
diferencias (desigualdades) de salud entre los grupos poblacionales, es decir, lograr la
equidad de las condiciones de salud. Más aún, de acuerdo con la Organización Mundial
de la Salud (OMS), existen otros objetivos fundamentales que deben considerar los SS,
como cualquier otro sistema social: a) responder a las expectativas legítimas de la
población y b) lograr la equidad en la contribución financiera que los sistemas requieren
para funcionar. (Tapia-Cruz, 2006)

La capacidad de respuesta del sistema se refiere a la forma en que las instituciones y los
actores del proceso se interrelacionan con la población para atender sus demandas y
expectativas. Esto implica, por un lado, otorgar un trato adecuado que considere el
respeto a las personas (trato digno, confidencialidad, comunicación y autonomía) y
servicios orientados al usuario (atención pronta, acceso a redes sociales de apoyo,
comodidades dentro de las unidades de atención y selección del proveedor) y, por el otro,
disminuir las diferencias entre la población respecto de la atención. Por su parte, la
equidad en la contribución financiera busca garantizar esquemas de financiamiento justos
para que los hogares más pobres paguen menos que los más ricos, además de evitar que
las familias se empobrezcan o paguen sumas excesivas por recibir atención de salud.

La definición y establecimiento de estos objetivos por parte de la Organización Mundial de


la Salud (OMS) suscitó diversas consultas regionales en todo el mundo y un amplio
debate. En todos los casos resultó unánime que mejorar la salud era el objetivo final e
intrínseco de los SS. No obstante, la pertinencia del trato adecuado y la protección
financiera como objetivos finales de los SS no obtuvieron el mismo consenso, ya que
ambos pueden considerarse objetivos finales de los sistemas, pero también atributos
deseables del sistema o metas intermedias. Tales consideraciones dejaron en claro la
necesidad de generar mayor evidencia empírica, a partir del análisis de las preferencias

35
de la población en contextos determinados. Con esa finalidad se desarrollaron encuestas
poblacionales acerca de la importancia de los objetivos definidos por el sistema de salud
en cada país. (Tapia-Cruz, 2006)

LOS OBJETIVOS DE SALUD EN MÉXICO

En México, como parte del Programa Nacional de Salud 2001-2006 (PRONASA 2001-
2006) se plantearon los siguientes objetivos:

 Mejorar las condiciones de salud de los mexicanos.


 Abatir las desigualdades en salud.
 Garantizar un trato adecuado en los servicios públicos y privados de salud.
 Asegurar la justicia en el financiamiento en materia de salud.
 Fortalecer el Sistema Nacional de Salud.

Estos, que guardan concordancia con los establecidos por la OMS –con excepción del
último– y con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo relacionados con el desarrollo
social y humano, buscan responder a los retos de equidad, calidad y protección financiera
que enfrenta hoy en día el SS en el país. (Tapia-Cruz, 2006)

3.3 Funciones de la Enfermera en: Fomento a la Salud

El rol que debe desempeñar la enfermería es aquel que implica el desarrollo de todas sus
funciones, la asistencial ampliamente desarrollada, la de gestión, la de docencia y la de
investigación. Para desempeñar este rol que intentamos definir y encuadrarlo en el ámbito
de la Educación para la Salud, hay que tener muy presente qué aspectos lo fundamentan
y cómo desarrollarlo, es decir, definir nuestra función, actitud y aptitud.

Respecto a nuestra función debe estar encaminada a facilitar, ayudar, apoyar, motivar y
orientar. Existe una gran cobertura legislativa que nos indica hacia dónde camina le
enfermería del siglo XXI y en qué consiste esa revolución que nos otorga más autonomía

36
y por tanto más responsabilidades, entre las cuales se encuentra indudablemente la
Educación para la Salud. (Gutiérrez Serrano, 2004)

LAS 5 FUNCIONES DE PROMOCIÓN DE LA SALUD

En la Carta de Ottawa quedaron establecidas las cinco funciones básicas necesarias para
producir salud:

 DESARROLLAR APTITUDES PERSONALES PARA LA SALUD


La promoción de la salud proporciona la información y las herramientas necesarias
para mejorar los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para la
vida. Al hacerlo genera opciones para que la población ejerza un mayor control
sobre su propia salud y sobre el ambiente, y para que utilice adecuadamente los
servicios de salud. Además, ayuda a que las personas se preparen para las
diferentes etapas de la vida y afronten con más recursos las enfermedades y
lesiones, y sus secuelas.

 DESARROLLAR ENTORNOS FAVORABLES


La promoción de la salud impulsa que las personas se protejan entre sí y cuiden
su ambiente. Para ello estimula la creación de condiciones de trabajo y de vida
gratificante, higiénica, segura y estimulante. Además, procura que la protección y
conservación de los recursos naturales sea prioridad de todos.

 REFORZAR LA ACCIÓN COMUNITARIA


La promoción de la salud impulsa la participación de la comunidad en el
establecimiento de prioridades, toma de decisiones y elaboración y ejecución de
acciones para alcanzar un mejor nivel de salud. Asimismo, fomenta el desarrollo
de sistemas versátiles que refuercen la participación pública.

 REORIENTAR LOS SERVICIOS DE SALUD


La promoción de la salud impulsa que los servicios del sector salud trasciendan su
función curativa y ejecuten acciones de promoción, incluyendo las de prevención
específica. También contribuye a que los servicios médicos sean sensibles a las

37
necesidades interculturales de los individuos, y las respeten. Asimismo, impulsa
que los programas de formación profesional en salud incluyan disciplinas de
promoción y que presten mayor atención a la investigación sanitaria. Por último,
aspira a lograr que la promoción de la salud sea una responsabilidad compartida
entre los individuos, los grupos comunitarios y los servicios de salud.

 IMPULSAR POLÍTICAS PÚBLICAS SALUDABLES


La promoción de la salud coloca a la salud en la agenda de los tomadores de
decisiones de todos los órdenes de gobierno y de todos los sectores públicos y
privados. Al hacerlo busca sensibilizarlos hacia las consecuencias que sobre la
salud tienen sus decisiones. También aspira a propiciar que una decisión sea más
fácil al tomar en cuenta que favorecerá a la salud. Asimismo promueve que todas
las decisiones se inclinen por la creación de ambientes favorables y por formas de
vida, estudio, trabajo y ocio que sean fuente de salud para la población.
(Alvarenga Alas, 2018)

3.4 Participación en la Comunidad

Para crear y coordinar alternativas a las problemáticas sociales presentes, entre las
cuales se inscriben las problemáticas de salud que aquí nos ocupan, se debe partir del
conocimiento fehaciente de cada realidad, con una mirada intersectorial, interdisciplinaria
e integral.

Implementar una efectiva promoción social y de salud requiere hacer fuerte hincapié en
las necesidades detectadas en cada territorio, promoviendo la participación activa de los
actores locales para poder dar respuestas.

Bajo la concepción de integralidad se busca que los programas, proyectos, actividades y


acciones sean parte de un proyecto colectivo con responsabilidades compartidas y
asumidas conjuntamente por un Estado presente y activo y las organizaciones de la
sociedad civil, de tal modo de garantizar que las identidades sociales sean uno de los

38
elementos fundantes de la nueva política sociosanitaria a construir. (www.saludcolectiva-
unr.com.ar, 2018)

Las estrategias de intervención integral implican la promoción y realización de los


derechos sociales con la finalidad de transformar las condiciones de vida y existencia de
las poblaciones en situaciones de mayor vulnerabilidad en todo el territorio nacional,
fortaleciendo la participación y organización social “desde abajo”. En este sentido, se
promueven los procesos participativos comunitarios para fortalecer el protagonismo
ciudadano y generar condiciones de justicia social.

La promoción social reconoce como ejes constitutivos la organización social, la


participación comunitaria y la territorialidad. Sus objetivos son: generar las condiciones
sociales (culturales, económicas, institucionales, sanitarias y políticas) que hagan posible
el desarrollo humano y social a escala local y el establecimiento de mecanismos reales de
inserción de los sectores más vulnerables de la población.

Es posible en este punto retomar los ejes estratégicos que implica la promoción social y
analizar su utilidad desde el ámbito de la salud. Ellos son: el abordaje territorial, que
implica coordinar acciones desde una dinámica territorial que respete la idiosincrasia y
autonomía de cada localidad, área programática, etc., la planificación de “abajo hacia
arriba”, que demanda intervenciones lo suficientemente flexibles y adaptables como para
considerar las necesidades de cada lugar, el fortalecimiento de espacios participativos,
que requiere rescatar, fortalecer, refuncionalizar y apoyar los espacios preexistentes,
evitando la superposición de formas y modelos de gestión ajenos a la realidad local, y el
abordaje de la política social y sanitaria formulado a partir de la familia como eje de
inclusión social, ya que de éste modo se promueve la integración social.
(www.saludcolectiva-unr.com.ar, 2018)

3.4.1 Comunidad

El término “comunidad”, como otros conceptos claves en las Ciencias Sociales, pone de
manifiesto la persistencia de la confusión terminológica en este sentido del saber.

39
La Organización Mundial de la Salud definió la Comunidad como “Grupo específico de
personas, que a menudo viven en una zona geográfica definida, comparten la misma
cultura, valores y normas, y están organizadas en una estructura social conforme al tipo
de relaciones que la comunidad ha desarrollado a lo largo del tiempo. Los miembros de
una comunidad adquieren su identidad personal y social al compartir creencias, valores y
normas comunes que la comunidad ha desarrollado en el pasado y que pueden
modificarse en el futuro. Sus miembros tienen conciencia de su identidad como grupo y
comparten necesidades comunes y compromiso de satisfacerlas”.

El desarrollo de la comunidad significa todas formas de mejoramiento en todos los


campos de la vida diaria. Por ejemplo, en el campo de la salud, se promueven mejores
condiciones sanitarias y de suministro de agua, medidas de higiene, protección a la
infancia y a la maternidad: “El desarrollo de la comunidad debe utilizar el movimiento
cooperativo que será puesto en práctica en íntima asociación con los organismos
gubernamentales locales”. (Aibar Remón, y otros, 2014)

En la Conferencia Nacional de Servicio Social, celebrada en Estados Unidos en 1943, se


plantean una serie de puntos importantes: En el campo del bienestar social, la
Organización de la Comunidad puede describirse como el arte de descubrir necesidades
sociales y de crear, coordinar y sistematizar los agentes instrumentales a través de los
cuales los talentos y recursos de los grupos pueden ser dirigidos hacia la realización de
los ideales del mismo grupo y hacia el desarrollo de las potencialidades de sus miembros.
Investigación, interpretación, conferencias, educación, organización de grupos y acción
social, son los principales elementos usados en este proceso.

En 1958, la ONU indica que: desarrollo de la comunidad es el proceso por el cual el


propio pueblo participa en la planificación y en la realización de programas que se
destinan a elevar su nivel de vida. Esto implica la colaboración indispensable entre los
gobiernos y el pueblo, para hacer eficaces esquemas de desarrollo, viable y equilibrados.

Para conocer una comunidad es necesario hacer un diagnóstico, recopilando datos e


investigando, tanto con técnicas cualitativas como cuantitativas, para después hacer un
análisis de la situación, y así poder desarrollar programas adaptados al lugar donde se

40
van a realizar. Para ello tendremos que identificar: las características del barrio, la zona
básica de salud, el centro de salud, los centros educativos, los centros culturales y
religiosos y los recursos de que se disponen en el ayuntamiento, etc. (Aibar Remón, y
otros, 2014)

3.4.2 Escuelas

La promoción de las dietas saludables y la actividad física en la escuela es fundamental


en la lucha contra la epidemia de obesidad infantil. Como los niños y los adolescentes
pasan una parte importante de su vida en la escuela, el entorno escolar es ideal para
obtener conocimientos sobre opciones dietéticas saludables y la actividad física.

Como ejemplo de conducta positiva, el profesor puede tener un impacto duradero en el


modo de vida del alumno. (www.who.int, 2018)

SUGERENCIAS PARA LA PROMOCIÓN DE UNA NUTRICIÓN SALUDABLE EN LA


ESCUELA

 Ofrecer educación sanitaria que ayude a los estudiantes a adquirir conocimientos,


actitudes, creencias y aptitudes necesarias para tomar decisiones fundamentadas,
tener conductas saludables y crear condiciones propicias para la salud.

 Ofrecer programas alimentarios escolares que incrementen la disponibilidad de


alimentos saludables en las escuelas (por ejemplo, desayuno, almuerzo o
refrigerios a precios reducidos).

 Tener máquinas expendedoras que solo vendan alimentos saludables, como


agua, leche, frutas y verduras, sándwiches y refrigerios con pocas grasas.

 Garantizar que los alimentos servidos en las escuelas cumplan requisitos


nutricionales mínimos.

41
 Ofrecer a los estudiantes y al personal servicios de salud escolar que ayuden a
fomentar la salud y el bienestar, así como a prevenir, reducir, seguir, tratar y
derivar los problemas de salud o trastornos importantes.

 Usar los jardines de la escuela como instrumento para concienciar a los


alumnos sobre el origen de los alimentos.

 Fomentar la participación de los padres. (www.who.int, 2018)

SUGERENCIAS PARA LA PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA ESCUELA

 Ofrecer clases diarias de educación física con actividades variadas adaptadas a


las necesidades, intereses y capacidades del máximo número de estudiantes.

 Ofrecer actividades extracurriculares: deportes y programas no competitivos


(por ejemplo, recreos activos).

 Alentar la utilización de medios de transporte no motorizados para acudir a la


escuela y a otras actividades sociales.

 Ofrecer acceso a los estudiantes y a la comunidad a instalaciones adecuadas


para la práctica de actividades físicas.

 Alentar a los estudiantes, profesores, padres y demás miembros de la


comunidad a que tengan actividades físicas. (www.who.int, 2018)

3.4.3 Asilos

El Plan Internacional de Acción sobre el Envejecimiento, surgido de la Segunda Asamblea


Mundial sobre el Envejecimiento (Madrid, 2002) observa: “Existe en todo el mundo una
necesidad imperiosa de ampliar las oportunidades educacionales en geriatría y

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gerontología para todos los profesionales de la salud que atienden a las personas de
edad... deben disponerse de servicios de salud concebidos para atender las necesidades
especiales de las personas de edad, teniendo en cuenta la introducción de la medicina
geriátrica en los planes de estudio universitarios”.

Por otro lado, los ministros de salud de la Región, en la Agenda de Salud de las Américas
2008-2017, señalan que “la manutención de la funcionalidad de los adultos mayores debe
ser materia de programas de salud especialmente dirigidos a este grupo. La formación de
las personas que trabajan en salud en tecnologías propias de atención de la vejez, debe
priorizarse y ser motivo de programas especiales de entrenamiento focalizados en la
atención primaria de salud”.

Recientemente, el Plan de Acción sobre la Salud de las Personas Mayores incluido el


Envejecimiento Activo y Saludable (CE144/9), adoptado por la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) en la 144° reunión de su Comité Ejecutivo, sostiene
que... “los sistemas de salud deben afrontar el reto de la atención de un usuario con
características y necesidades diferentes a las habituales. Para ello, los trabajadores del
sector necesitan nuevas competencias que les permitan responder a las necesidades de
atención de este grupo de población...” por lo que es indispensable “definir las
competencias y los contenidos mínimos en materia de geriatría y gerontología para los
profesionales y trabajadores de salud acordes con las necesidades de cada país... incluir
contenidos sobre envejecimiento en la formación de pregrado y posgrado de todos los
profesionales de salud y ciencias afines y fomentar la formación especializada en geriatría
y gerontología”. (www.paho.org, 2012)

3.4.4 Albergues

El desplazamiento humano a albergues o refugios temporales, a raíz de un desastre o por


violencia social, constituye un factor de riesgo para la salud. Las condiciones de
hacinamiento, déficit de servicios básicos y la exposición a los cambios ambientales
pueden ser factores catalizadores de enfermedades, particularmente si el funcionamiento
de los albergues o refugios no está bien organizado o si su utilización se prolonga por un

43
período largo de tiempo. Hemos aprendido la importancia de incorporar a los beneficiarios
en este proceso de organización de los albergues y campamentos. De esta manera, la
provisión de servicios de base comunitaria en estas situaciones toma mayor relevancia.

El sector salud y los responsables del manejo de preparativos para situaciones de


desastre deben estar en coordinación estrecha con las instancias responsables de la
planificación y organización de refugios temporales para que, en la fase de preparativos,
se tomen en cuenta las medidas preventivas y acciones a desarrollar para la atención de
la población ubicada en albergues o campamentos. (saludydesastres.info, 2018)

Dependiendo del tipo de desastre, del hacinamiento que exista en los refugios, los
factores climáticos y aspectos socioculturales, las enfermedades más frecuentes que
podrían presentarse son:

 Enfermedades respiratorias y de trasmisión de persona a persona: resfriados,


influenza neumonía, sarampión, tuberculosis, meningitis, VIH/SIDA.

 Enfermedades diarreicas: salmonelosis, cólera, shigelosis, amebiasis, parasitosis.

 Enfermedades trasmitidas por mosquitos: malaria, dengue, encefalitis, fiebre


amarilla.

 Enfermedades nutricionales: desnutrición, déficit de micronutrientes.

 Enfermedades dérmicas: ectoparásitos, sarna, pediculosis.

 Violencia: agresión física, acoso.

 Problemas psicológicos: estrés, ansiedad, depresión. (saludydesastres.info, 2018)

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Desde la perspectiva de la salud pública, deben preverse medidas en la etapa de
preparativos sobre normas y guías prácticas para las siguientes áreas:

 Suministro de agua: control de la calidad y monitoreo de distribución adecuada


para alimentación e higiene.

 Eliminación de excretas: guías para adopción de medidas económicas y efectivas.

 Control de desechos sólidos.

 Normas para la vigilancia de enfermedades transmisibles.

 Normas para la vigilancia de aspectos relacionados con la nutrición y alimentación.

 Servicios de atención a la salud, atención primaria de salud.

 Detección y atención temprana de problemas de salud mental.

 Programa básico de vivienda y ambiente saludable.

 Sistema de información para acopiar información sobre la población refugiada,


factores de riesgo, evaluación de necesidades.

Las instituciones directamente responsables del manejo y gestión de los albergues deben
prever recursos para satisfacer las necesidades de los albergados y poder cumplir con las
normas o lineamientos establecidos. Por ejemplo, para el control de la calidad del agua,
será necesario realizar análisis de coliformes. Asimismo, será indispensable disponer de
jabón, papel higiénico y toallas sanitarias para garantizar la higiene, entre otros aspectos.
(saludydesastres.info, 2018)

45
3.4.5 Campañas

Las campañas mundiales de salud pública son una gran oportunidad para aumentar la
concienciación y los conocimientos sobre los problemas de salud y para movilizar apoyos
en todos los ámbitos, desde el local hasta el internacional.

A lo largo del año hay muchos días mundiales sobre problemas de salud o afecciones
concretas: de la “A” de Alzheimer a la “Z” de zoonosis. (www.who.int, 2018)

Sin embargo, la OMS presta especial atención a los siete días y a la semana que los
Estados Miembros de la OMS han designado como campañas mundiales de salud pública
“oficiales”:

 Día mundial de la tuberculosis, 24 de marzo.

 Día mundial de la salud, 7 de abril.

 Día mundial del paludismo, 25 de abril.

 Semana mundial de la inmunización, abril.

 Día mundial sin tabaco, 31 de mayo.

 Día mundial del donante de sangre, 14 de junio.

 Día mundial contra la hepatitis, 28 de julio.

 Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antibióticos, noviembre.

 Día mundial del sida, 1 de diciembre.

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Llevar a los niños a vacunar, hablar a los estudiantes sobre los efectos devastadores del
tabaco, organizar una donación de sangre en la comunidad o participar en charlas en
línea a través de las redes sociales contribuye a los esfuerzos mundiales por crear un
mundo más saludable. (www.who.int, 2018)

Actividades de Aprendizaje de la Unidad III

1. Investigación sobre el Desarrollo Social en México.


2. Participación en el foro: “Desarrollo Social y la Educación para la Salud”.
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la Unidad III.

47
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS

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