El inicio de la filosofía se enmarca en el paso del mito al logos, es decir aquellas
explicaciones entre la realidad-fantasía que los hombres daban a los enigmas del universo o de su realidad inmediata, estuvo cuestionada, dando paso a explicaciones más lógicas y racionales. Los griegos como protagonistas de este paso introducen lo que hoy conocemos como filosofía. De esta manera este hecho manifiesta, que así como en un tiempo histórico esta transición fue necesaria para que el conocimiento llegará a ser más objetivo y se dieran explicaciones más acordes a la realidad dando paso al inicio de la epistemología, también en un tiempo ontogénico este paso se hace necesario en la vida de cada sujeto para afrontar la realidad, conocer y lograr superar las crisis y angustias propias del ser en crecimiento. Los mitos son historias, relatos fabulosos que explican cómo se hizo el mundo, la creación del hombre y la mujer, la aparición del bien y del mal, introducen personajes extraordinarios los cuales dan cuenta de las pautas que se deben seguir, de igual manera en ellos se refleja los problemas internos y misteriosos de los sujetos, permiten ir hacia dentro para conectarse con los símbolos individuales, que según Laplanche y Pontalis, es una forma de representación figurada de una idea, de un deseo inconsciente, por otra parte Freud señala que el sujeto puebla su mundo exterior con la proyecciones de sus tendencias afectivas, es decir que en lo que se percibe con los sentidos está involucrado los procesos psíquicos inconscientes de esta manera el individuo se le hace más fácil satisfacer sus necesidades y deseos inconscientes. Pero como lo inconsciente está oculto, es algo desconocido, algo misterioso que se asocia a la ignorancia a lo ambivalente y la razón necesita definir la realidad como algo tangible, eliminar lo misterioso, los prejuicios, dar cuenta de una realidad más lógica, los sujetos se concentraron en observar y analizar los fenómenos y descubrir las causas y los acontecimientos convirtiendo la realidad en algo literal y mecánico. Tomando en cuenta lo anterior, así como en el tiempo histórico se logró realizar este paso, queriendo develar los misterios de manera más acertada, cada individuo debe cruzar y desenmarañar sus propios conflictos internos para entender la realidad y lograr coexistir con el ser interior y exterior, en el tiempo ontogénico, el sujeto desde el vientre establece simbologías, dadas por su madre, Winnicott hace alusión a ello cuando se refiere a la importancia de las fantasías de la madre, la representación del “bebe imaginario”, que subyacen a los problemas de la infancia temprana, los esfuerzos del infante por descubrir su realidad y diferenciarse del otro y de los objetos, los sentimientos de omnipotencia, no solo nombrados M. Klein, sino por otros autores como Freud y Winnicott, dan cuenta de cómo el sujeto desde que nace está envuelto de simbologías que poco a poco van acercándolo a la realidad o al contrario lo alejan para protegerse de un ambiente hostil. Las teorías de Freud, Piaget sobre los juegos simbólicos necesarios para tolerar y descubrir la realidad, la manera como el niño intenta estructurar sus objetos de amor mediante la resolución de sus conflictos edípicos que más adelante retoma en la etapa de la pubertad. Todo este desarrollo dado por lo simbólico en relación con su madre y con lo circundante, hace pensar que ese paso de lo mitológico a lo lógico va más allá del tiempo histórico. La estructura de la psiquis adulta es el resultado del manejo de la simbología y de los significados que a través del tiempo fueron jugando con el crecimiento y el desarrollo, se podría decir entonces que lo mítico es una expresión consiente que ayuda a encontrar una salida a una experiencia interna que podría ser angustiante y confusa, siento esta colectiva en la medida en que cada individuo pasa por lo misma experiencia. Hoy en día los terapeutas de todo tipo se valen de la simbología para tratar de alivianar los conflictos internos, el hacer consciente los significados no solo de la infancia sino los que se dan en la adultez a partir de las vivencias con los demás, dan señas que no se puede dejar de lado lo mítico, lo racional es necesario, el conocimiento también lo es, pero para llegar al conocimiento y a la realidad tal como es para cada individuo, primero debe hacer consciente lo inconsciente, experimentar lo simbólico, lo oculto, lo interno, lo mítico.
La realidad desde la razón y experiencia
Para entender de donde se origina el conocimiento, se debe tomar en cuenta las corrientes epistemológicas de la modernidad, estas son el racionalismo y el empirismo, en la primera el conocimiento se encuentra en la razón, en la segunda el origen del conocimiento verdadero se encuentra en la experiencia. Uno de los principales representantes de este pensamiento racionalista fue Descartes, para el cual el pensamiento, el intelecto es la única manera de llegar al conocimiento, para él no existe otra forma, sostiene que por medio de la razón se puede conocer el mundo exterior y se aprenden nuevas cosas, toma como punto de partida una verdad innegable, después mediante deducciones se van haciendo descubrimientos, para llegar a la verdad. Por el contrario para los empiristas, cuyo uno representante fue John Locke, resalta la experiencia, como protagonista del conocimiento, donde hacen parte importante los sentidos, para Locke “la mente es como un papel en blanco en el cual nada hay escrito”. Para los empiristas el conocimiento es percepción sensorial o impresión, que provienen de sensaciones, pasiones y emociones las cuales permanecen en la conciencia. Ahora bien, al retomar las ideas del racionalismo y el empirismo para dar una explicación al acercamiento de la realidad que se conoce, se debe tener en cuenta que en la primera, el hecho de pensarse como persona, como un ser que duda, que niega, que no quiere, que imagina y siente, es suficiente para existir como individuo, es decir la representación de la misma persona con toda su compleja estructura psíquica se convierte en persona real, la cual existe en un mundo que también es real, inclusive desde antes de nacer. Se podría pensar que en el empirismo la realidad se hace más fácil de entender, ya que están presente los sentidos, pero la verdad es que si se toma en cuenta lo pensado acerca de las impresiones, se podría señalar que es más difícil pensar la existencia del individuo por el simple hecho de existir, pues la estructura psíquica, el conocimiento del yo no dejan impresiones sensoriales que conduzcan a la idea de existencia, tal vez, por ello lo de “el hombre nace como una página en blanco”, por lo anterior se hace necesario para existir ir construyendo el yo con base en una serie de impresiones que marcan al individuo durante toda su vida. Ambas corrientes dan respuestas del acercamiento a la realidad de cada ser humano, una no excluye la otra, ya que los sentidos son necesarios para el conocimiento, pero no son el todo, algunos juicios son reales, en tanto que si existen en el pensamiento del ser humano, este los tomara como ciertos, hasta que la experiencia sensorial lo haga pensar algo distinto. Para el individuo existen realidades internas que se han ido tejiendo a lo largo de las vivencias, desde la concepción y en todo su desarrollo, la estructura de lo inconsciente, los pensamientos, las sensaciones, significados y simbologías forman parte real de cada individuo, a esa formación han ayudado las experiencias con el exterior y las relaciones objétales, que impulsan al individuo a vivir su realidad. Cuando conoce el mundo circundante están presentes estas realidades internas las cuales se podrían equipar con el inconsciente, que hacen que se tome la realidad externa de acuerdo a esta realidad interior, tomando esta como su verdad y conocimiento propio del mundo. De allí la importancia de las sensaciones en esta manifestación de realidades, se hace pues racional y consciente lo inconsciente y se llega al conocimiento propio y del otro. En este sentido tanto la razón como la experiencia forman parte importante del acercamiento a la realidad. La epistemología del sur y la realidad del sujeto Con el paso de los años, se han venido dando nuevas tendencias para abordar la epistemología, todas desde un enfoque científico, dando más rigurosidad al crecimiento del conocimiento, esto ha hecho que se excluya por mucho tiempo los factores socio – contextuales, ya que hace que este conocimiento sea más subjetivo, poco confiable y exacto. En respuesta a esta rigurosidad surge la epistemología del sur donde se toma en cuenta al sujeto y su realidad más próxima. Uno de los exponentes más fuertes en este sentido es el autor Boaventura de Sousa Santos, quien trata de recuperar los conocimientos involucrando en el contexto y los grupos sociales que los enmarcan, teniendo en cuenta las relaciones de poder, tanto coloniales como capitalistas que antes eran considerados solo como objetos del conocimiento, lo que se conoce como la epistemología del norte. Esta nueva epistemología considera que hay una crisis en el saber occidental, los paradigmas hasta ahora instaurados, no responden a las realidades sociales, políticas y económicas, por ello De Sousa, propone un trabajo teórico- empírico sobre el presente, considerándolo como un pasado incompleto, a esto le llama la sociología de las ausencias, además de un trabajo teórico- empírico sobre el futuro, visto como el presente incumplido, la cual llama la sociología de las emergencias. Con base en lo anterior, se abren nuevos paradigmas para el conocimiento de la realidad del sujeto, ya que el sujeto ya no actúa como objeto de conocimiento sino que se convierte en el protagonista de su realidad, realidad que está enmarcada no solo por su contexto, sino por las vivencias individuales y personales; se podría pensar que estas experiencias individuales son producto de la sociedad en la que se vive, pero no se puede dejar de lado, la estructura individual, marcada por la conciencia del sí mismo, desde el interior con todos sus conflictos inconscientes, significados y simbologías, que ha ido estableciendo desde antes de su nacimiento y menos en estos momentos de la sociedad, donde el pensar y el actuar son casi totalmente individualistas. Ya las personas piensan más en sí mismas, podríamos decir que el hombre ha vuelto a retomar un estado antropocéntrico, pero más que esto, su estado es más bien egocéntrico, piensa menos en masa, y esto debido a la importancia que en las últimas décadas se le ha dado a la existencia del ser como tal, el sujeto en su afán de sobresalir y crear una falsa autoestima, ha creado un culto a la personalidad, surgiendo así, opiniones, pensamientos y sentimientos que deben ser válidos para todos e inclusive pasando por encima de los demás, teniéndole que respetar hasta aquello que hace daño a los otros, solo porque proviene de una sola persona a la que se le debe respetar el hecho mismo de existir. Por lo anterior es difícil concretar una epistemología que reúna varios factores, incluyendo lo individual, porque puede ser que en una sociedad decadente haya cierto grupo de individuos que simplemente no sigan los mismos parámetros, por el mismo sentido de egocentrismo que hoy en día se vive. Se tendría que mirar si De Sousa en su propuesta sobre la sociología de las ausencias, visiona este factor como aspecto importante para llegar a una epistemología que llene las expectativas, ya no tan rigorosas, sino que se acomoden al verdadero contexto, a la realidad que cada uno los sujetos vive.
Planteamiento del problema para los tres temas:
El entendimiento de la realidad visto desde el interior del sujeto. ¿Es la realidad igual para todos los sujetos? Subtemas: 1. Cual fue el punto de partida para llegar a la epistemología. (del mito a la filosofía) 2. Como el sujeto vivencia la realidad desde la razón y la experiencia (las discusiones más relevantes de la epistemología moderna). 3. Como vivencia el sujeto la realidad frente a diferentes cambios externos (el impacto de la epistemología moderna en las epistemologías actuales) 4. Actividad experiencial sobre: cómo el sujeto concibe la realidad en las aulas de clase, aplicación de las diferentes corrientes epistemológicas. 5. La realidad desde el interior del sujeto.