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Definición Ejemplos Tecnología de

conservación
Hojas y peciolo Apio y espinaca
Tallos Papa y ajo
Flores e Coliflor y alcachofa
inflorescencias
inmaduras
Frutos Berenjena y pepino
Tubérculos Boniato (camote) y
yuca
Raíz Beterraga y rábano
Bulbos Cebolla y puerro
Hierbas y especias Albahaca y romero
Clavo y comino
Hongos comestibles Champiñón y setas

Almacenamiento en atmósfera controlada de


frutas y verduras, segunda edición
Raíz. Es aquel órgano de la planta que crece normalmente en sentido inverso al del tallo, se
entierra en el sustrato (raíz hipógea), aunque puede también vivir en el aire (raíz epígea) y
normalmente posee geotropismo positivo. Se origina a partir de la radícula del embrión, fija la
planta al sustrato y absorbe alimentos disueltos y agua; en ocasiones puede almacenar sustancias
de reserva y

sintetizar algunas sustancias orgánicas (alcaloides, citoquininas, etc.) o participar en el intercambio


de gases. Generalmente no tiene yemas ni apéndices foliares, aunque ocasionalmente las
primeras pueden aparecer en algunas especies (lenguilla, acacia, diente de león, álamo)

tallo: Es la porción del eje de la planta, comúnmente aérea, que por lo general posee yemas y
hojas o escamas. La mayoría de veces tiene geotropismo negativo y crece en sentido vertical y
opuesto al de la raíz. Se desarrolla a partir del caulículo de la planta, por la actividad del meristema
de su ápice. Se encarga de la formación y soporte de nuevas hojas, ramas laterales e
inflorescencias o flores, del transporte de sustancias entre las raíces y las hojas o entre hojas y
otros órganos, del almacenamiento de productos de reserva y en ocasiones la de asimilación.

Bulbo: Tallos cortos y recubiertos por catáfilos o bases foliares convertidos en órganos de reserva.
Están formados por un disco o platillo a veces redondeado y de tamaño reducido de cuya parte
inferior se desprenden las raíces y de la superior las hojas (Figura 30 B y C). El bulbo tunicado está
totalmente rodeado por las bases persistentes de las hojas que se disponen unas sobre otras como
en la cebolla (Allium). El bulbo escamoso presenta los catáfilos dispuestos en forma imbricada,
como en la azucena (Lilium). El Bulbo sólido o macizo, llamado antiguamente cormo muestra un
disco caulinar muy desarrollado; los catáfilos son pocos y de consistencia membranosa o papirácea
como en el gladiolo (Gladiolus).

Tuberculos: Tallos engrosados, ricos en sustancias de reserva, con muchas yemas y catáfilos en su
superficie, colocados en depresiones cóncavas (Figura 30 D), Ej. papa (Solanum tuberosum), ulluco
(Ullucus tuberosus). En plantas, como la oca (Oxalis tuberosa), se presentan tubérculos que
almacenan gran cantidad de líquidos, por lo que se conocen como tubérculos acuíferos.

Hoja: La hoja o filoma es un órgano lateral y a veces terminal que brota del tallo o de las ramas;
tiene forma generalmente laminar y estructura dorsiventral; se origina a partir de los rudimentos
foliares del ápice vegetativo caulinar, los cuales a medida que se separan del extremo se vuelven
triangulares y adquieren el aspecto de una vaina, diferenciándose posteriormente en dos zonas,
una superior que corresponderá al limbo y una inferior que corresponderá al peciolo. Las hojas se
hallan en Magnoliophyta y Pteridófitos; en los helechos se conocen generalmente con el nombre
de frondes

Peciolo: Prolongación estrecha del tallo o rabillo de la hoja; sirve para el transporte de agua y
sustancias asimiladas y actúa como soporte del limbo, el cual expone a la luz mediante ciertos
movimientos de crecimiento. En algunas especies tales como las leguminosas, en el peciolo se
presentan engrosamientos en forma de cojinete, constituidos por parénquima y capaces de sufrir
variaciones de turgencia, llamados pulvínulos o ménsulas. Estos normalmente se localizan en la
base o en el ápice del pecíolo o simultáneamente en ambos extremos (pulvínulo articular). Un tipo
especial de pulvínulo, el triquilio, formado por varios pelos cortos y ásperos se halla en yarumos
(Cecropia), entre dichos pelos están los tricomas piriformes u ovoides conocidos como corpúsculos
de Müller. En la base del pecíolo de muchas especies se presentan ciertos apéndices laminares
llamados estípulas.

Vaina: Es una porción más o menos amplia que entra en contacto con la rama o el tallo. Puede ser
cerrada, como en las Cyperaceae (cortadera, navajuela, coquito) y Commelinaceae (codillo,
suelda) ó abierta, como en las Poaceae (maíz, trigo, saboya, avena).

Flor: Es una yema corta y especializada, perecedera, con crecimiento limitado y con hojas
modificadas. Constituye el sistema reproductivo de las Magnoliophyta (Angiospermae) y
Pinophyta (Gymnospermae). Las flores constan por lo menos de una microsporofila (estambre) y/o
una macrosporofila (carpelo), pero por lo general la mayoría contienen varias de cada una de ellas
y de otros antófilos de función colateral (pétalos y sépalos). Las flores se pueden presentar en
diferentes lugares de la planta

Inflorescencia: Inflorescencia o sinflorescencia es cualquier tipo de ramificación, constituido por


elementos axiales y vegetativos que termina finalmente en flores (Figura 87). El sistema de
ramificación (patrón antotáctico) es constante para cada especie de plantas y en ocasiones para
toda la familia.

Fruto: Un fruto corresponde a un ovario desarrollado y maduro. En su interior aloja a los


rudimentos seminales fecundados que se han transformado en semillas. Normalmente, una vez
producida la fecundación ocurre el desprendimiento de los elementos del perianto, estambres y
en muchos casos del estilo y el estigma. Se pueden formar frutos que no poseen semillas,
fenómeno que se conoce como partenocarpia. En algunas especies, en la formación del fruto,
además del ovario, participan otras estructuras como el hipanto, el receptáculo floral, el eje de la
inflorescencia, las brácteas y los sépalos. El fruto está constituido básicamente por las siguientes
partes
Especias: Especia (del latín specĭes),1 también llamada condimento (del latín condimentum,2
de condire, sazonar) es el nombre dado a ciertos aromas de origen vegetal, que se usan para
preservar o dar sabor a los alimentos. Técnicamente se considera una especia a las partes
duras, como las semillas o cortezas, de ciertas plantas aromáticas aunque, por similitud,
muchas veces también se engloba a las fragantes hojas de algunas plantas herbáceas, cuyo
nombre culinario es hierbas.
Bibliografía

Megías, M. et al (2018). Organos vegetales: tallo. Atlas de Histolog´ıa Vegetal y Animal.


Departamento de Biolog´ıa Funcional y Ciencias de la Salud. Fcacultad de Biolog´ıa. Universidad de
Vigo

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