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CESAREO GIL, UN OPERARIO INCANSABLE.

Ángel E. Tovar R.
Diócesis de Margarita.

Hablar del Padre Cesáreo Gil Atrio, es hablar no solamente de aquel


hombre que con 10 años de ordenado puso sus pies en tierras venezolanas,
sino de aquel hombre que inició el Movimiento de Cursillos de Cristiandad en
Venezuela, y que con su diestra batuta de líder, de eminente maestro, sabio
orientador y enérgico conductor de hombres y de empresas ocuparía el más
alto lugar en la Iglesia venezolana.
Indudablemente, que el CURA GIL, como era también conocido este
sacerdote español de la hermandad de sacerdotes operarios diocesanos, y
quien naciera en “Ella de Arriba”, parroquia de Espinoso Orense, España, el
día 14 de Mayo de 1922, fue un “OPERARIO INCANSABLE” como muchas
veces el mismo se definió, luego de ser ordenado sacerdote el 1ro de Marzo
de 1947, llega a Venezuela, el 3 de abril del año 1959, ya que fue enviado por
los superiores de su congregación, a una misión en nuestro país por 6 meses
y se entrevista con Mons. Rafael Arias Blanco, quien para aquel momento se
desempeñaba como Arzobispo de Caracas.
El padre Gil a su vez, le notificó que trajo consigo la idea de iniciar este
hermoso movimiento en tierras venezolanas, sin embargo requería de la
opinión de la Conferencia Episcopal de Venezuela, y esta no se reuniría hasta
el mes de Octubre, el Arzobispo le sugiere que “mientras tanto” se instale en
el colegio La Salle, tomando algunas horas de clase, sugerencia que acepta.
Pero el padre Gil no era persona de estar dando nada más que dos horas de
clases, por lo que vuelve a reunirse con Mons. Arias Blanco, para que le dé
más trabajo. De esta reunión salió a relucir el hecho de que el sacerdote venía
trabajando desde 1955 en los Cursillos de Cristiandad en España, tema que
interesó al Arzobispo, que alguna noticia tenía de ellos, llevándolo a solicitar
al padre Cesáreo que los organizara en Caracas.
A pesar que el padre Cesáreo estaría poco tiempo en suelo patrio, y
tenía muy claro que los Cursillos requerían bastante dedicación, aceptó presto
y gustoso la solicitud. No sin antes le puso algunas condiciones para llevar a
cabo esta tarea: Que viajara a Colombia, y así se hizo a finales de mayo, a
pesar de la larga travesía, para que viera como se deban allí los cursillos, pues
consideraba que la realidad de América era muy distinta a la española, y era
conveniente que la conociera y la tuviera presente; en segundo lugar, que los
Cursillos se proyectaran para la pareja, dada la realidad familiar y matrimonial
de Venezuela; y en tercer lugar que se coordinara con el Delegado Nacional
de la Acción Católica, Mons. José Rincón Bonilla, a fin de evitar conflictos con
esa otra organización de Iglesia. Mons. Rincón, hombre metido en el
apostolado seglar y con algunas referencias del Movimiento no tuvo ningún
inconveniente en poner luz verde al proyecto.
Luego de esta experiencia, el padre Gil regresa a Venezuela, y surgen
dos nuevas reuniones con Mons. Arias, a quién propone tres posibles modos
de enfocar los Cursillos: Como medio de formación y conquista para la Acción
Católica; Como Movimiento de apostolado adherido a la Acción Católica; o
Como un Movimiento independiente paralelo a los otros movimientos
apostólicos. Mons. Arias, considerando que "en el medio está la virtud"
sugerirá el segundo enfoque y autorizará la iniciación de los Cursillos en
Caracas "Ad Experimentum". Así, aunque informalmente, Cursillos recibieron
en Venezuela su aprobación y el “vamos” definitivo para la preparación del
Primer Cursillo.
La idea del Padre Gil se vio cristalizada el 20 de agosto de ese mismo
año, cuando se dicta en nuestro país el primer cursillo de cristiandad en el
Colegio La Salle, siendo del 20 al 23 de agosto el primer cursillo de hombres,
y el primer cursillo de mujeres del 27 al 30 del mismo mes en el convento de
las Siervas del Santísimo Sacramento. Mucho hizo el Padre Cesáreo durante
sus 38 años residenciado en nuestra patria para dejar raíces de este
movimiento que inició en España el 7 de enero de 1949, y en Venezuela
iniciaría 10 años después.
Se enamoró de este país, que fundó casas de retiro en distintos
estados, fundó el CENTRO DE ESTUDIOS MOSEN SOL para que se
formaran esos jóvenes venezolanos con más hambre de Dios y se hicieran
sacerdotes, Asimismo llevó a cabo la EDITORIAL TRÍPODE, editorial que
arribó a sus bodas de oro, y que a su vez no solamente se dedicaría a editar
sino a fomentar escritores, construiría la Iglesia MARIA MADRE DE LA
IGLESIA, escribió más de sesenta libros, y fomentaría en el laicado
venezolano a muchísimos escritores no solo a través del premio Trípode, sino
además de cualquier cantidad de colecciones que hizo, sin dejar de lado la
gran dedicación a la proliferación del pensamiento y documentos pontificios.
Para Cursillos además de conquistar líderes dirigentes conquistó
jóvenes para el sacerdocio, sacerdotes de otras órdenes para enriquecer al
movimiento y desarrolló toda una gama de actividades dentro del MCC, entre
las que se pueden mencionar: Cursillos de Pareja, para aquellos matrimonios
con más de cinco años de cursillos y en calidad de “fríos”, cursillos para
sacerdotes, donde los preparaba para ser asesores del MCC y rollistas de los
temas de sacerdotes, cursillos de dirigentes, para la preparación de aquellos
hombres y mujeres que tomaran las jefaturas donde quiera que se desarrollara
el MCC, escuelas de formación, para iniciados, para rollistas y para bases y
rectores, llevaría a cabo asambleas para dirigentes, convivencias nacionales.
Ultreyas diocesanas, nacionales y mundiales, fundaría además en Venezuela
seis librerías humano cristianas, y sería el pionero del libro para dirigentes
IDEAS FUNDAMENTALES DEL MCC, entre otras tantas actividades.
Después de 32 años como Asesor Nacional del Movimiento de Cursillos
de Cristiandad, pidió a la Jerarquía que lo relevara de dicho cargo, ya que
mostraba cansancio y quebrantos de salud. El Padre Gil parte a la casa del
Padre en la ciudad de Caracas el 14 de octubre de 1997, a la edad de 75 años.
La noticia de su muerte corrió como pólvora en Venezuela y en el exterior, a
tal punto que se debió esperar la postergación de su entierro. En la actualidad,
sus restos reposan en la parroquia María Madre de la Iglesia en El Marqués.
En el marco de los 60 años de haberse iniciado el MCC en tierras
venezolanas, el Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de la
Arquidiócesis de Caracas y Arzobispo Metropolitano de Mérida, anunció en el
mes de junio del año 2019, el inicio de la causa de su beatificación, ceremonia
que fue realizada en la parroquia MARIA MADRE DE LA IGLESIA en El
Marqués, Caracas. Oremos a Dios para que siga iluminando desde cualquier
lugar en el que se encuentre disfrutando de la vida eterna, esta obra
maravillosa que Dios por medio de el inició en tierras venezolanas hace 60
años, y con su proceso de beatificación, son tres los CURSILLISTAS que se
encuentran OFICIALMENTE CAMINO A LOS ALTARES: el Padre Cesáreo
Gil, Eduardo Bonnin, y al Padre Sebastián Gaya, quienes se sumarán
a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, primer Santo cursillista, canonizado el
14 de octubre de 2018 por el Papa Francisco.

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