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Desarrollo Informe Nº 1:

Prospectiva en la Educación.

Sylvana Carancio.
Investigación Prospectiva II.
Administración Pública.
Escuela de Gobierno Y Gestión.
Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Desarrollo.

1) Síntesis de los conceptos de prospectiva.

La OCDE define la prospectiva como: el conjunto de “tentativas sistemáticas


para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la
sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que
probablemente produzcan los mayores beneficios económicos y/o sociales”.

La Prospectiva es una sistemática mental cuya función básica consiste en


generar modelos de futuros posibles y delinear estrategias para actualizarlos. La
palabra prospectiva proviene de prospecto, que es la manera de mirar un objeto.
En latín, el verbo prospicere significa mirar a lo lejos.

Basado en la idea de que el futuro constituye una "zona abierta" donde la


acción humana puede desplegarse para determinarlo, el método sistematiza hasta
un grado máximo el siguiente supuesto: imaginar el futuro constituye una de las
mejores estrategias para comenzar a resolver problemas presentes.

Además de constituir una metodología, la Prospectiva se presenta como una


filosofía global y una actitud positiva ante los problemas, razón por la cual su
aprendizaje es recomendable para todas aquellas personas preocupadas por los
procesos de transformación e innovación. En rigor, la Prospectiva no consiste en
una metodología única sino en un sistema de pensamiento y una actitud capaces
de operacionalizarse en diversas técnicas. A continuación, aparece una serie de
definiciones que ponen de manifiesto sus diversos significados:

Es una sistemática mental que, en su tramo más importante, viene desde el


futuro hacia el presente; primero anticipando la configuración de un futuro
deseable, luego, reflexionando sobre el presente desde ese futuro imaginado, para
finalmente, concebir estrategias de acción tendientes a alcanzar el futuro
objetivado como deseable. En otras palabras:

Una sistemática mental, una metodología y una actitud orientada hacia la


acción, constituyente primero en imaginar y hacer explícitos escenarios
futuros deseables, para luego intentar su actualización a través de una
correspondiente programación operacional.
Es la identificación de un futuro probable y de un futuro deseable, diferentes
de la fatalidad.
Un "telescopio" para "ver" el desarrollo del futuro.
Es una reflexión para iluminar la acción presente con la luz de los futuros
posibles.
Constituye una reflexión para la acción y la antifatalidad.
Se trata de una metodología para optimizar el proceso de generación de
ideas sobre un tema-problema y a la vez como un instrumento 'cuasi-
proyectivo', en tanto revelador de expectativas y actitudes hacia dicho tema-
problema

La Prospectiva se inscribe entre los métodos generales de previsión y en los


análisis futurológicos. Primero, concibiendo escenarios futuros ideales los
denominados futurables, luego realizando un diagnóstico de discrepancias a
través de su comparación con la situación presente; y finalmente proponiendo un
modelo operativo cuya concreción permita la actualización de aquellos futuros
ideales. En otro nivel de análisis, la prospectiva aparece intimamente relacionada
con otras disciplinas de gestión como la planificación estratégica, en la medida en
que todo acto de planificación involucra al futuro.

La prospectiva tiene en cuenta el plano de la razón, que reúne los


pensamientos. Y va mas allá, al priorizar razonamientos compartidos, construir
guías e incluso crear nuevos conocimientos. La prospectiva no tendría razón de
ser, si no incorpora los sentimientos de quienes participan. De hecho, este un
componente importante al moldear las imágenes del futuro.

La prospectiva también reproduce intereses materiales de quienes participan.


Esto por cuanto que los acuerdos y las decisiones de actores disímiles nos se
sustraen a los balances en términos de las ganancias o pérdidas sociales que los
mismos pueden generar.

La prospectiva se hace más creativa al incorporar las sensaciones y


percepciones de los colectivos sociales. La construcción de un futuro sin tener en
cuenta este aspecto es vacía, carente de algo, que no puede faltar en la búsqueda
del bienestar general.

La prospectiva también tiene su metodología, constituida por una caja


instrumental de herramientas que orientan adecuadamente los procesos. Esta
metodología es un medio que se coloca al servicio de los actores sociales para la
construcción de futuro. La prospectiva esta ligada con el concepto del tiempo y
particular con el futuro. No es posible concebir la prospectiva sin el futuro. Por tal
motivo se verá enseguida el concepto del tiempo.

Fundamentalmente la prospectiva se puede definir como la identificación de un


futuro probable y de un futuro deseable, diferente de la fatalidad y que depende
únicamente del conocimiento que se tiene sobre las acciones que el hombre
quiera emprender. Lo anterior es una forma de proponer que no existe un único
futuro, sino por el contrario, múltiples futuros (futuros posibles) que son el
resultado de la manera como el hombre organice sus acciones para que
evolucionen los hechos. De estos futuros, algunos tienen más probabilidad de
suceder (futuros probables) y dentro de estos, uno de ellos, es el futuro apuesta
que se plantea para que un sistema (sector, región, empresa) se desarrolle. Un
concepto complementario al anterior es el planteado por GODET quien manifiesta
que la prospectiva es una reflexión para iluminar la acción presente con la luz de
los futuros posibles. Así, la prospectiva es el arte de construir un futuro y no de
esperarlo para actuar de manera reactiva ante él. Con los resultados de un
ejercicio prospectivo se puede (e incluso se debe) realizar ejercicios de planeación
que permitan organizar tanto acciones como recursos para que se pueda alcanzar
el futuro apuesta. Estos resultados son estrategias, concebidas como la sumatoria
de un objetivo y unas acciones; pero para que las acciones sean eficaces es
necesario que se conviertan en proyectos, es decir en rutas indicativas de
actividades, con resultados esperados, criterios de evaluación, definición de
responsables, asignación de un presupuesto y un estimativo en el tiempo a través
de un cronograma. De esta manera se deja claro que hacer prospectiva no es
planear, pero que sin embargo, un ejercicio de planeación es conveniente
realizarlo con posterioridad a un esfuerzo de tipo prospectivo.
¿Por qué hacer prospectiva?

Aceleración del cambio.


Aumento de la incertidumbre.
El futuro no está escrito en ninguna parte.
El futuro es la razón de ser del presente.

Ideas clave para la prospectiva:

Adoptar una visión global y sistemática.


Tener en cuenta factores cualitativos y la estrategia de los actores.
Cuestionar los estereotipos recibidos.
Optar por el pluralismo y la complementariedad de enfoques.
Movilizar a los actores que posibilitan el cambio.

El apoyo de la prospectiva puede enmarcarse en cinco ámbitos principales:

La ayuda en los procesos de reflexión y planificación estratégica;


El suministro de información relevante, comprensible y a tiempo respecto al
entorno competitivo y aplicable en diferentes funciones de la gestión de la
organización, empresa, territorio.
La profundización en el conocimiento de tendencias, alternativas
tecnológicas, y su priorización.
La difusión de una cultura de innovación, de creación de futuro, en el
interior de la organización, empresa, territorio.
En el ámbito del cambio organizacional, la preparación de la organización,
empresa, territorio, ante los cambios profundos que puede experimentar.

La metodología de la prospectiva permite reducir riesgo e incertidumbre en la


puesta en marcha de un proyecto porque permitirá identificar los factores clave y
sobre ellos implementar la estrategia efectiva. La prospectiva permite a su vez
analizar los posibles escenarios que se abren al proyecto y una vez seleccionado
el escenario apuesta, articular las acciones estratégicas pertinentes.
2) De su opinión sobre los elementos fundamentales para la prospectiva
en educación.

La educación es un aspecto esencial para el desarrollo de una sociedad, por


ello requiere toda la atención e importancia para que esta esté siempre a la
vanguardia respondiendo a las necesidades actuales de cada época, pues
justamente junto con la familia es quien forma y prepara a los individuos a
enfrentar la realidad.

La educación tiende a comunicar los conocimientos, pero permanece ciega


ante lo que es el conocimiento humano, despreocupándose en absoluto por hacer
conocer lo que es conocer. El conocimiento del conocimiento debe aparecer como
una necesidad primera que serviría de preparación para afrontar riesgos
permanentes de error y de ilusión que no cesan de parasitar la mente humana. Al
introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales,
de las disposiciones tanto psíquicas como culturales permiten arriesgar el error o
la ilusión. Asimismo, la supremacía de un conocimiento fragmentado según las
disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades,
por lo que debe haber interdisciplinariedad y transversalidad de las materias. De
igual forma, revisar y reconocer las características individuales que desarrollo,
para con ello fortalecer la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar
todas sus informaciones en un contexto y en su conjunto y con ello saber hacer
uso del conocimiento.

Respecto a enseñar la condición humana, es reconocer la unidad compleja de


la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación, a
través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano.
La condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación. De la
misma manera la identidad terrenal debe convertirse en objeto de la educación, ya
que es pertinente enseñar la historia de la era planetaria y mostrar cómo se
volvieron intersolidarias todas las partes del mundo. Esto nos llevaría a que
también la educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres,
enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, los inesperado,
lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el
camino; es decir, preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y poder
afrontarlo.

Para lo anterior, indudablemente se necesita que el ser humano comprenda, y


esto tendrá también que ser enseñado, pues la comprensión es al mismo tiempo
medio y fin de la comunicación humana y la educación para la comprensión está
ausente de nuestras enseñanzas. El desarrollo de la comprensión necesita una
reforma de las mentalidades; Tal debe ser la tarea para la educación del futuro: la
comprensión mutua entre humanos.
Desde esta perspectiva los elementos fundamentales para la prospectiva en
educación son principalmente dos:

a) Prospectiva y creatividad.

Entendiendo la creatividad como la capacidad gradual de idear procesos o


cosas nuevas realizables como un proceso de acumulaciones progresivas. En
este sentido, la creatividad nace básicamente de cuatro fuentes, que podemos
aplicar a la prospectiva para la educación pensando en desarrollar un nuevo
sistema educacional imaginando en posibles resultados:

De la necesidad de solucionar problemas. La necesidad es la madre, el


incentivo fuerte para estimular a las personas.
La curiosidad por conocer la naturaleza del mundo, es otra fuerza intrínseca
de motivación. El deseo de saber más acerca de la estructura y
funcionamiento del entorno.
La exploración de lo desconocido, ha permitido encontrar nuevos caminos y
nuevas soluciones y respuestas.
De la preocupación estética, en la ciencia, que ha llevado al hallazgo de
nuevas formas de ver el mundo y las estructuras conceptuales. Un ejemplo
de ello, es la tabla periódica de los elementos. O la preocupación de
Einstein para superar las imperfecciones vistas en la física clásica.

La construcción de futuros requiere de una buena dosis de creatividad y para


el efecto la prospectiva cuenta con importantes elementos de carácter teórico y
metodológico.

La creatividad y la prospectiva tienen en común:

 El inconformismo con lo existente, querer algo mejor.


 La capacidad de la mente de trascender la realidad presente.
 El poder de descubrir nuevas relaciones entre las cosas.
 Facilidad para imaginar muchas hipótesis.
 Sensibilidad profunda.
 Audacia y riesgo para emprender nuevos caminos

b) Innovación y prospectiva.

Entendiendo que la innovación no es solamente la designación de una nueva


forma y de un nuevo movimiento del cambio tecnológico, es también un modo de
gestión de la relación entre este cambio tecnológico y la sociedad.

La innovación es un aspecto clave en la competitividad, entendida como la


capacidad para expandirse exitosamente, cualidad imprescindible para participar
en un mundo en globalización. La prospectiva da lugar a nuevos proyectos
viables, desarrollando estrategias con líderes abiertos al cambio, combinando el
cambio tecnológico con lo social para lograr el desarrollo y permanencia en el
largo plazo. Esto para desarrollar un nuevo sistema educacional es fundamental,
ya que se hace necesario generar un esfuerzo sostenido de innovación de todos
los actores que puedan participar en la gestión de este nuevo sistema, ya sean:
Una sociedad u organización inteligente, con liderazgo compartido, estrategias
lúcidas, con proyectos viables, etc. En este sentido la prospectiva puede dar lugar
a procesos innovadores que posibilitan el desarrollo y permanencia de la gestión
de sistemas para el mediano y largo plazo.

Desde estos dos elementos claves se pueden comenzar a establecer una


serie de distintos subelementos, para aplicar en el caso de una prospectiva de la
educación, como por ejemplo, un análisis de las posibles estrategias que permita
conciliar dinamismo, eficacia, coherencia general y equidad, para aplicar en el
desarrollo de un nuevo sistema educacional, visto desde la perspectiva
económica, social y política.
3) Aspectos básicos de una reforma o rediseño educacional.

La educación puede y debe permitir a la globalización la producción de


expertos en nuevas tecnologías y formación de recursos humanos; ambos
elementos permitan dar respuesta a cuestionamientos tan interesantes como lo
es: cómo impacta la globalización en la educación.

Las Instituciones de Educación Superior (IES) actualmente y de manera


prospectiva habrá de formar profesionales en las áreas pertinentes asumiendo los
cambios tanto políticos, económicos y sociales, y uno de los más importantes que
está transformándose día a día, la ciencia y la tecnología, ya que de lo anterior se
derivan nuevos modos de pensar, de actuar, es decir, nuevas sociedades. Por
tanto, diseñar una oferta educativa coherente a las necesidades del futuro, con
perspectiva trans disciplinaria, que sean especialistas de una materia, pero
puedan también ser competentes para desarrollarse en otras áreas, que los
alumnos encuentren la relación entre una asignatura y otra, entre una profesión y
otra. Por lo que debe haber cambios en los planes y programas de estudio; y así
mismo los cambios deben comenzar desde los principales actores que regulan el
sistema educativo, permitiendo una educación de forma horizontal y democrática,
ya que se requieren nuevas estrategias para la generación y aplicación del
conocimiento.

La prospectiva brinda alternativas de lo que pudiera suceder en el futuro


tomando en cuenta las condiciones del pasado y del presente.Los escenarios
futuros deberían proveer elementos cerca de los acontecimientos capaces de
irrumpir en las tendencias “normales” que separan al presente del futuro.

Un conjunto de escenarios facilita un entorno de aprendizaje para explorar esas


fuerzas, mejorar la comprensión de las dinámicas que conforman el futuro y poder
así evaluar las opciones estratégicas para preparar la toma de decisiones. Un
escenario no es lo mismo que una previsión. Esta es una herramienta útil siempre
que estemos totalmente seguros de que el futuro será como el pasado. Los
escenarios son una forma de pensar en el futuro, desde mi enfoque para decidir lo
que hay que hacer en el presente.

I. Cambio radical en el sistema educacional:

Los sistemas educativos se resisten a cambios radicales, pero siguen


cumpliendo funciones sociales más o menos explícitas. Prevalece una regulación
de tipo burocrático, pese a los avances de una cultura de la evaluación y la
utilización de nuevos instrumentos de pilotaje. Las expectativas cada vez más
numerosas y complejas relativas a la educación lo que genera tensiones
crecientes. En un contexto organizacional que se mantiene fundamentalmente
estable, la revisión cíclica de los programas de enseñanza, el empleo creciente de
las tecnologías de la comunicación y las distintas reformas parciales no consiguen
reducir las tensiones ni las desigualdades sociales. Se desarrollan nuevas
asociaciones, principalmente con las colectividades territoriales y las empresas,
así como intercambios entre países, aunque a nivel político nacional continúa
siendo el principal centro de decisión. Los sindicatos, que todavía ostentan un
poder considerable, en su mayoría se muestran hostiles a una evolución
importante de las misiones de los docentes y sobre todo tratan de defender las
ventajas vinculadas a su estatuto, sin obtener siquiera una mejora significativa en
términos de remuneración y de prestigio social, lo que origina problemas de
selección.

II. Anular la actual existencia del “Mercado de la Educación”.


.
Una insatisfacción creciente y un aumento del consumismo escolar conducen
a una extensión de la regulación por el mercado y en consecuencia a una
modificación de los modos de financiación: los hogares y empresas son mucho
más solicitados. Los centros educacionales son más autónomos y se les apremia
a innovar, incluyendo una parte de sus planes de estudios y actividades. A1
mismo tiempo crecen las desigualdades sociales entre las escuelas. Se desarrolla
la asociación público/privado. La regulación por el mercado afecta a la enseñanza
secundaria y superior más que a la primaria. Subsiste una parte de pilotaje
público, pero en la forma de una evaluación a partir de normas de rendimiento y
resultados. Se desarrolla un mercado de trabajo de docentes, acompañado de una
mayor diversidad de estatutos y remuneraciones. El desarrollo de las tecnologías
de la comunicación puede favorecer el desarrollo de un mercado de la enseñanza
a todos los niveles y no solamente para la enseñanza superior o la formación
continua de los adultos.

III. La educación como bien público.

La financiación pública aumenta y las medidas de discriminación positiva a


favor de las poblaciones desfavorecidas se multiplican. EI objetivo de equidad
social implica también una mayor concienciación de la diversidad de las
situaciones, y en consecuencia una mayor autonomía de las escuelas y centros
educacionales así como un pilotaje más flexible del sistema educativo ( nuevos
tipos de contractualización, puestos de profesores por perfiles, desarrollo de
herramientas de evaluación formativa, etc. La escuela también debe abrirse más a
su entorno y convertirse en un polo cultural local, adultos incluidos, lo que supone
un desarrollo de las asociaciones con las colectividades locales, instituciones
públicas y privadas, asociaciones, padres de alumnos, etc. Los medios de
comunicación apoyan más a la escuela y valoran las acciones emprendidas y el
uso de las tecnologías de la comunicación favorece el trabajo en red. La
remuneración y el prestigio de los docentes se revaloran, principalmente en
contrapartida con esta acrecentada apertura al exterior y las nuevas asociaciones.
Hoy en día existe una conciencia del papel esencial de la educación como la
adquisición de valores para aplicar en la vida ciudadana.
IV. Revalorización del papel de la educación para el desarrollo de la
sociedad.

.
La eficacia de las escuelas refuerza su credibilidad y el respaldo de la opinión
pública. El carácter de bien público de la educación es reconocido, incluso en
términos presupuestarios. La evaluación de los resultados de los alumnos se
esfuerza por tener en cuenta una mayor diversidad de competencias y tiene una
orientación más formativa. La apertura internacional aumenta, así como la
movilidad profesional y geográfica de los educadores. Las condiciones de trabajo y
la remuneración de los profesores hacen de él un trabajo atractivo. Este
argumento, que responde a una preocupación por la renovación del servicio
público, se inscribe también en una lógica de management público que fomenta la
gestión participativa y la lógica del proyecto de la escuela o centro.

Dentro de los aspectos básicos, para desarrollar una reforma integral, se debe
tener también en consideración, aparte de los ejes anteriormente nombrados , los
siguientes puntos:

Modificación y creación de nuevas y mejores políticas públicas, en donde


se privilegie el bienestar primero del alumno por sobre los costos que se
puedan incurrir en este proceso.
Reforma tributaria para alcanzar el modelo de gestión educacional gratuito,
en donde el Estado sea el principal responsable de la educación que se
esta entregando a los jóvenes de nuestro país.
Mayor cantidad de Becas de Escolaridad, para que un mayor porcentaje de
la población estudiantil pueda perfeccionarse o profundizar en sus estudios,
por ejemplo en países vecinos tales como argentina, Brasil, etc.
Fomentar la cultura en todos los aspectos de la vida social del estudiante,
con el fin de contribuir en la tarea de educar a los forjadores del mañana.

Dentro de estos aspectos generales, para hacer una rediseño en el modelo


educacional chileno, podemos integrar en el desarrollo en nuestro plan aspectos
relevantes del modelo educacional Finlandés, y que ha sido la clave del éxito de
este modelo educacional, como lo es;

a) “Cada alumno es importante”

Finlandia eligió sin discusión la primera alternativa. Parece incluso que un fino
y profundo análisis de las necesidades reales de cada alumno es lo que está
detrás del asombroso éxito del sistema, pacientemente construido en 30 años de
reforma. La idea de que un alumno feliz, bien desarrollado, libre de progresar a su
ritmo, adquirirá más fácilmente los conocimientos fundamentales no es una utopía
de un pedagogo iluminado: es simplemente la idea que orienta la acción de todos:
el Estado, las municipalidades, los directores de establecimiento, los profesores…
Finlandia respeta profundamente los conocimientos, pero respeta aún más a los
individuos que están en proceso de adquirirlos. Y eso no es tenido allí como un
idealismo desabrido, sino por el más elemental pragmatismo.“Cada alumno es
importante”.

b) Un medio ambiente cálido y acogedor.

El alumno debe sentirse en la escuela “como en su casa”. Toda divergencia


entre la escuela y la casa debe ser borrada en la medida de lo posible. El marco
de vida está concebido para favorecer esta continuidad: la escuela es un lugar de
vida donde los espacios de trabajo son extensos y dónde los lugares previstos
para el descanso son cómodos. Los alumnos descansan en pasillos de colores
cálidos y a menudo decorados por trabajos de ellos mismos, sin carreras ni
empujones. Sin degradaciones: los locales están limpios y se respetan como un
segundo hogar. Pareciera incluso que no está en el espíritu de los alumnos la idea
de manchar, de destruir.

El tamaño modesto de los establecimientos (300 a 400 alumnos en un colegio;


400 a 500 en un liceo) crea una atmósfera de proximidad y permite al tutor o al
director de conocer personalmente a todos sus alumnos. En cuanto a las
relaciones entre los profesores y los alumnos, éstas son de gran familiaridad, lo
que no excluye en ningún caso el respeto mutuo. Desde el jardín de niños hasta el
liceo, los profesores son accesibles, están disponibles y atentos. “Todo el mundo,
añade, es abierto y positivo. Los profesores buscan ayudar a los alumnos a
aprender. Todo es extremadamente cálido y amistoso”. En efecto, todos los
alumnos con quienes pude comunicarme dicen gustar de su escuela, aun cuando
tienen algún problema con uno u otro curso. Los alumnos depositan sin temor sus
ropas en un vestuario de libre acceso en el vestíbulo de todo establecimiento; las
bicicletas quedan sin claves antirrobos en los sitios previstos. En sus cursos los
profesores tienen un elevado límite de tolerancia con relación a pequeñas faltas

Esta atmósfera familiar es aún más notoria en el jardín de niños. El número de


adultos allí es el suficiente para garantizar una estrecha relación con cada niño.
Tres auxiliares de pre-escolar más un ayudante para cada grupo de 12 niños de
entre 1 y 3 años; 2 profesores calificados, un auxiliar de pre-escolar y un asistente
para un grupo de 21 niños de edades entre 3 y 6 años. Por otra parte, todo es
tomado en cuenta, en la elección de los muebles y en el ritmo de las actividades,
para evitar cualquier tensión innecesaria a los niños. Por eso, ellos parecen
asombrosamente tranquilos, relajados y asequibles.

c) Ritmos de aprendizaje adaptados a los niños

A partir de 7 años los niños comienzan normalmente el aprendizaje de la


lectura. Antes de esto, en el jardín de niños (de 1 a 6 años) y en la educación
preescolar (de 6 a 7 años) se pretende sobre todo despertar las aptitudes de los
niños, sus habilidades, su curiosidad. Cada día es dedicado a una disciplina
(música, deporte, actividades manuales o artísticas, lengua materna, matemáticas)
pero los niños trabajan solamente durante la mañana, siempre de manera muy
atractiva. La tarde es reservada al juego.

Así, los aprendizajes iniciales se logran sin violencia, sin tensión y sin
presiones, con la preocupación constante de estimular, de motivar, de mantenerse
en estado de escucha. Si un niño muestra disposiciones particulares, se le dará la
oportunidad de aprender a leer precozmente (6 años). En cambio, y estando de
acuerdo con los padres, los profesores pueden dejar a un niño hasta los 8 años en
el jardín si todo indica que no está listo para la lectura.

La repetición de año está, en principio, proscrita por la ley; puede ser


propuesta de modo excepcional, pero en este caso debe ser siempre aceptada por
el alumno y por la familia. En cambio, se organiza sistemáticamente grupos de
apoyo para los alumnos que muestran tener dificultades en una u otra materia.
Además, se envía a la clase un auxiliar para apoyarlos.

La jornada de trabajo se organiza cuidando respetar los ritmos biológicos del


niño y de evitar todo cansancio inútil: hasta los 16 años – cuando se finaliza la
escuela obligatoria- las sesiones se limitan a 45 minutos y se entrecruzan con
períodos de descanso de 15 minutos durante los cuales los alumnos pueden
caminar libres por los pasillos, hablar tranquilamente en las salas de descanso,
jugar o utilizar las computadoras puestas a su disposición.

d) Una detección precoz de las desventajas y desordenes del aprendizaje


y uso de las ayudas específicas.

Con el fin de poder adaptarse lo mejor posible a las necesidades de cada niño,
los finlandeses tienen establecida una detección precoz y sistemática de los
desordenes del aprendizaje y de desventajas diversas. Desde el jardín de niños,
los alumnos son sometidos a una serie de pruebas. Los que muestran mayores
desventajas pasarán al primer grado de escuela primaria en clases especializadas
que serán llevadas a cabo con 5 alumnos por clase, con profesores formados a tal
efecto. Las clases para niños “con necesidades especiales” se dan en escuelas
normales, lo que permite integrarlos a ciertos cursos “normales” donde esto sea
posible (trabajos manuales, música, deporte – naturalmente, cuando no se trata de
una desventaja física).

Profesores especializados están igualmente presentes en todos los colegios


de secundaria con el fin de brindar una ayuda orientada a los alumnos que tienen
dificultades en alguna parte uno u otro curso. La cantidad de alumnos que se
permite, para una clase con estos profesores no excede de 5. Cuado es posible,
los alumnos son reincorporados en su clase normal. Estos profesores
especializados están también presentes en los liceos y los liceos profesionales.

En cuanto a los alumnos que no hablan el finés, se hace de todo para


garantizar cuanto antes su integración. Es cierto que Finlandia tiene una de las
tasas más bajas de inmigración de Europa (2%); pero, desde la caída de la URSS,
el número de inmigrantes rusos ha aumentado mucho y la provincia limítrofe de
Carelia es, sin lugar a dudas, una de las primeras afectadas.

e) Un promedio alto de atención a los alumnos.

Ya destaqué la importancia del número de adultos por niños en la educación


preescolar ¿Cuál es la tasa de acompañamiento para después?

Durante los primeros años de la escuela obligatoria (“Basic Education”, de 7 a


13 años), el número de alumnos por clase no debe sobrepasar de 25. En realidad,
la norma parece indicar un número menor: 20 alumnos; pero puede haber, lo
hemos visto, excepciones. En el liceo, los grupos se forman en función de la
inscripción de los alumnos: el tamaño de los grupos es variable pero no es raro ver
grupos de TP de 6 ó 7 alumnos. Desde la escuela primaria, e incluso en la
secundaria, hay auxiliares de educación que colaboran con el profesor en la
misma clase o se hacen cargo de grupos reducidos de alumnos que necesitan
ayuda particular.

f) Alumnos activos y comprometidos.

En las clases una atmósfera de sana cooperación donde cada uno está en su
lugar y tiene un papel en la construcción colectiva del conocimiento. Algunos
ejemplos:

- Curso de finés (20 alumnos de 14 años, aproximadamente. Estudio de una


novela del siglo XVII “Los Tres Hermanos”): El profesor presenta, con ayuda de
una transparencia, el plan de la obra; luego da la consigna a los alumnos: cada
uno deberá leer en clase un pasaje del libro y exponerlo después a sus
camaradas. Los alumnos se levantan para tomar un ejemplar de la colección que
se halla en las estanterías de la biblioteca de la clase y se hunden silenciosamente
en la lectura para después tomar por turno la palabra delante del resto de la clase.

- Curso de inglés (19 alumnos de 15 años, aproximadamente): Un alumno de 14 ó


15 años expone, en buen inglés, una asignación sobre el skate. Había llevado el
suyo y con él mostró su funcionamiento; luego pasó un vídeo que muestra
distintas acrobacias, todas muy arriesgadas, acompañando las imágenes con un
comentario en inglés. Al final de la exposición, los alumnos aplauden, pero luego
deben emitir su opinión sobre el trabajo de su camarada en función de una guía de
análisis proporcionada por el profesor.

- Curso de historia (20 alumnos de 14 años, aproximadamente): Los alumnos,


sentados en orden sobre alfombras en el suelo del gimnasio, asisten a la
representación de un sainete presentado por un grupo teatral aficionado. Se
muestra un episodio de la Segunda Guerra Mundial en el que intervienen serbios y
croatas. Los alumnos reaccionan con aplausos, pero inmediatamente, luego de
algunas explicaciones y consignas del profesor, se distribuyen por grupos para
dialogar sobre sus impresiones y presentarlas por escrito o de manera gráfica, en
hojas de papel.

g) Una libertad de elección delimitada.

Una de las características más conocidas del sistema finlandés es la gran


libertad de elección dejada a los alumnos para organizar sus estudios. En realidad,
esta libertad es progresiva, y está en relación con el grado de madurez de los
alumnos. A lo largo de la educación del “ciclo fundamental" (entre 7 y 13 años) los
estudios son iguales para todos. Los alumnos comienzan el aprendizaje del inglés
a los nueve años; a los 11 pueden elegir otra lengua entre el alemán, el francés, el
sueco y el ruso (El alemán suele ser tener una preferencia claramente
mayoritaria).

A partir del nivel 7 (13 años), se introducen algunas materias opcionales,


diferentes según los colegios, que definen sus propuestas de acuerdo con las
municipalidades. Cada colegio puede elegir la opción en la que hará hincapié o la
opción que le dará especificidad. La elección puede hacerse entre Educación
Física, Dibujo, Nuevas tecnologías, Música, Lenguas extranjeras. El alumnado
mínimo para abrir una opción es de 16 alumnos. En el nivel 7, los alumnos pueden
elegir dos asignaturas facultativas; 6 en el nivel 8, y 5 en el último nivel de la
escuela obligatoria. El total de las sesiones semanales (incluyendo las de cursos
obligatorios y opcionales) no debe exceder de 30 en todos los niveles del colegio.
Hasta los 16 años, los alumnos construyen poco a poco su autonomía y
desarrollan un sentido de responsabilidad con relación a sus estudios. Para ello,
pueden contar con la ayuda de los consejeros.

Si bien en el colegio se mantiene el marco de la clase tradicional, en el liceo los


alumnos pueden componer enteramente su programa inscribiéndose en cursos
cuya relación está disponible en la red informática de su establecimiento y
accesible también por Internet. En los 3 años del colegio, los alumnos deben
seguir 75 cursos: 45 son obligatorios, los otros completamente opcionales. La
clase, como grupo de alumnos, no existe ya. Ellos van a encontrarse en
configuraciones diferentes según los cursos a los cuales se inscribieron en función
de las disponibilidades. Cuando un curso alcanza un determinado alumnado, se
cierra la inscripción y el alumno deberá o inscribirse en el mismo curso pero con
otro profesor, o esperar hasta la próxima oportunidad. Algunos profesores que
conocieron el sistema tradicional de clases aún en vigor hasta hace 20 años en el
colegio, extrañan este concepto de grupo constituido bien definido para un año.
Pero parece que los alumnos se han adaptado perfectamente al nuevo sistema y
sacan todo el provecho posible. La ventaja para ellos es poder perfilar mejor el
curso de sus estudios, en función de sus aptitudes y de su proyecto de
continuación. El sistema les permite también avanzar de manera modular, según
sus capacidades, en las distintas disciplinas. Todo concepto de repetición global,
que implique volver a seguir de nuevo materias ya aprobadas, está puesto de lado
definitivamente. Esto implica también que alumnos de edades diversas pueden
encontrarse en un mismo grupo de nivel. En la formación profesional existe
también una parte de libre elección que corresponde aproximadamente al 8% del
conjunto de los cursos evaluados. Los alumnos son estimulados a construir su
propio programa de aprendizaje; existe la posibilidad incluso de completar el curso
de sus estudios en otro establecimiento, en particular, para la parte general para la
cual se pueden seguir cursos en el colegio.

La amplia autonomía de la que se benefician los alumnos de secundaria


constituye indudablemente una excelente preparación para los estudios superiores
y permite evitar una de las principales causas del fracaso y abandono escolar en
el primer año.

h) Una evaluación motivadora.

Hasta los 9 años los alumnos no son evaluados con notas. Sólo a esa edad los
alumnos son evaluados por primera vez, pero sin emplear cifras. Después no hay
nada nuevo hasta los 11 años. Es decir que en el período equivalente a nuestra
escolaridad primaria los alumnos sólo pasan por una única evaluación. Así, la
adquisición de los saberes fundamentales puede hacerse sin la tensión de las
notas y controles y sin la estigmatización de los alumnos más lentos. Cada uno
puede progresar a su ritmo sin interiorizar, si no sigue al ritmo requerido por la
norma académica, ese sentimiento de deficiencia o incluso de "nulidad" que
producirá tanto fracasos posteriores, esa imagen de sí tan deteriorada que, para
muchos alumnos, hace que los primeros pasos sobre los caminos del
conocimiento sean a menudo generadores de angustia y sufrimiento. Finlandia ha
elegido confiar en la curiosidad de los niños y en su sed natural de aprender.

El mismo ritmo de evaluación es mantenido en el colegio después de los 13


años empleando calificaciones en cifras que pueden ir de 4 a 10. Esta escala de
notas, sorprendente para nosotros, los franceses, que tenemos la religión de la
nota 20, es un síntoma de la voluntad de valorar al alumno. Él sabe o no sabe. Si
él no sabe, obtiene la nota 4, que implica la obligación de retomar el aprendizaje
no conseguido. Están proscritos el 0 infamante y las notas muy bajas. ¿Qué
interés puede haber en construir una escala de la ignorancia? En cambio, se
pueden distinguir niveles de perfección: Un conocimiento puede ser adquirido pero
en diferentes niveles de logro: eso es lo que significan las notas entre 5 y 9

En el liceo se conserva la misma escala, pero el ritmo de las evaluaciones es


mucho más sostenido: cada período de seis semanas es seguido de una semana
de exámenes en la cual los estudiantes son sometidos a pruebas diarias de tres
horas, de 9 am a 12 m. Para compensar la presión, ellos quedan libres después
de medio día.

Los alumnos deben validar los dos tercios de sus estudios en cada una de las
disciplinas seguidas. Ellos pueden continuar su avance aún si tienen uno o dos
fracasos. Sin embargo, se les recomienda llevar de nuevo un curso no aprobado.
Otra alternativa es la de pasar un examen de recuperación el miércoles siguiente
al final de un período. En los estudios profesionales la evaluación está basada en
el apoyo y el diálogo. En este nivel, el alumno está plenamente involucrado por vía
de la autoevaluación. La escala de notas es de 1 a 5.

En Finlandia, la práctica de la evaluación parece estar guiada por el cuidado


de no castigar a nadie y de darle siempre la oportunidad al alumno, valorando más
lo que sabe que lo que no sabe.

I) Profesores expertos asociados a la universidad.

Concluidos sus estudios, los profesores mantienen un contacto estrecho con la


universidad. Su nivel de formación y su experticia en pedagogía sostienen su
derecho a ser miembros asociados. Ellos participan en la formación de sus
colegas acogiéndolos en sus clases e interviniendo en las sesiones de la facultad.
Ellos son consultados regularmente sobre el contenido de los programas, en los
cuales, para su aplicación local, ellos pueden incorporar los cambios que les
parecen pertinentes, siempre en acuerdo con el director del establecimiento y los
responsables locales de la educación.

j) Una formación continúa claramente determinada.

Muy preocupados por mantenerse al día con los cambios de la sociedad y de


su profesión, los profesores participan regularmente en acciones de formación
continua. Los directores de los establecimientos pueden estimularlos a hacerlo
sobre asuntos que sienten como necesarios. Esto no se consigue en un régimen
de obligación sino mediante la negociación y el diálogo. El papel de los profesores
en el éxito del sistema finlandés aparece así en el primer plano. Dueños de una
formación inicial de alto nivel, en la cual la pedagogía ocupa un lugar fundamental,
ellos gozan de una gran confianza y consideración de parte de su institución y aun
de la sociedad entera. Ellos se involucran profundamente en un oficio que aman y
que los motiva, pues se sienten libres para desarrollar su propia manera de
enseñar.

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