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¿Cómo son los jóvenes españoles a

los que quiere evangelizar el Sínodo?


Sólo un 8% son practicantes

La religión no interesa casi nada a los jóvenes españoles, que cada vez se
asocian a menos entidades

Pablo J. Ginés/ReL
03 octubre 2018
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 Historias de evangelización
El Sínodo de obispos sobre los Jóvenes ha empezado este miércoles 3
de octubre en el Vaticano con una misa en la que el Papa se ha dirigido a
los 267 obispos participantes para pedirles «transformar aquellas
estructuras que hoy nos paralizan, nos apartan y alejan de nuestros
jóvenes, dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe
que los sostenga» (citando Evangelii Gaudium). Dijo que los propios
jóvenes «reclaman una estrategia creativa, una dinámica inteligente,
entusiasta y esperanzadora».

La experiencia en muchas parroquias está muy lejos de ser "entusiasta y


esperanzadora". Las estadísticas dicen que los chicos católicos, que
iban a misa aún con sus padres, desaparecen de la parroquia hacia
los 12 años. El cura intenta recuperarlos a los 13 o 14 para hacer una
catequesis de pre-confirmación: a la primera sesión acuden 4 chicos, a
la segunda solo dos, a la tercera, desanimado, sólo el hijo de la
catequista o el nieto de la sacristana.

La catequesis en formato "nos sentamos a la mesa y el cura habla"


parece ser una de esas "estructuras que hoy nos paralizan". Incluso si la
catequesis de pre-confirmación aún reúne a los chicos, éstos ya no
vuelven después de la ceremonia. Adiós, hasta la boda... aunque como
hoy se casan pocos, puede ser "adiós, hasta el entierro de la
abuela".

Una estructura "paraliza" cuando no da frutos y ocupa recursos. Dedicar


espacios, tiempo y catequistas a una catequesis que no transforma
a los jóvenes en discípulos y no atrae ni a los hijos de las familias
practicantes "paraliza". Y no hacer nada, también es parálisis.

Para evangelizar a los jóvenes

Hay algunas escuelas católicas que, apoyándose en los grupos


escolares, mantienen comunidades jóvenes vivas y con fe, incluso con
movimientos y redes de ex-alumnos. Cuentan con religiosos (más
frecuentemente religiosas) con gran vocación dedicados plenamente a
ello.

También hay algunos catequistas y sacerdotes con facilidad


natural para trabajar con jóvenes pero ¿qué pasará cuando les trasladen
o les encarguen más tareas?

Existen métodos eficaces, aunque requieren esfuerzo. Los scouts


católicos son una metodología con más de cien años que cubre
especialmente la etapa en que se deja la parroquia: de 12 a 16 años. Y
entre los mayores de 17, puede generar líderes y monitores. Pero esos
grupos scouts han de ser ortodoxos en su formación, integrar la oración y
engarzar bien con la parroquia o escuela. En el Movimiento Scout
Católico (scouts.es) y en Scouts de Europa (www.scouts-de-
europa.org) pueden encontrarse grupos buenos.

Chicas guía de Scouts de Europa... la pedagogía scout católica puede


ayudar a muchos chavales y formar muchos líderes jóvenes

Otra opción que funciona bien con adolescentes en parroquias


es LifeTeen (y su versión preadolescente, Edge), que cubre también
de los 12 a los 16-17 años. En España, LifeTeen (www.lifeteen.es) ha
pasado de 1 a 100 parroquias en apenas 7 años debido a que los
sacerdotes ven que es eficaz, que contagia la fe, hace crecer en ella y
atrae a más chicos. Ofrece un apoyo continuado, con materiales
profesionales y muy pensados, y convierte a jóvenes adultos en
evangelizadores comprometidos.

Aunque LifeTeen, nacido en EEUU hace 30 años, llegó a España más


tarde que a otros países europeos, pudo prosperar porque en España
aún hay jóvenes que van a las parroquias a "cumplir" con la
confirmación. En países como Holanda o Reino Unido esta es una
práctica casi extinguida, y sólo se confirman los alumnos de escuelas
católicas.

De botellón en Sevilla... estás con los amigos, o al menos con gente, y


haces "algo"...

Hay más iniciativas, de kerigma, como "Effetá" (la variante joven de


los retiros de Emaús). Y buenos cursos de formación afectivo sexual
como Teenstar. Pero al final, a estas edades, después del kerigma y la
formación, se necesita siempre generar una comunidad de amigos
cristianos (cristianos de verdad) que sea satisfactoria y más influyente
que la oferta de amigos mundanos, que no son meramente no cristianos,
sino que tienden a combatir las virtudes tradicionales judeocristianas.

Jordi Massegú, el impulsor de LifeTeen en España, resumía


así recientemente en ReL las características de los jóvenes españoles
de hoy:

1. Internet lo cambia todo: allí están ellos siempre


2. Sociedad hipersexualizada: acceso a todo en el bolsillo, siempre
3. Buscan el “me gusta” o “like”: jóvenes heridos que necesitan verse
queridos
4. Acostumbrados a cambiar sin cesar: de móvil, teleserie, aficiones...
5. Generación post-cristiana: sus padres ya no van a misa
6. Habitantes de un mundo globalizado: no les extrañan cosas
extranjeras
7. Muy comunicados, pero muy solos: por eso aprecian tener grupo y
amistad

¿Cuántos van a la iglesia? Un 8%... y otro 14% que se pasa por allí a
veces

Hay que tener en cuenta que por cada joven católico convencido que
hay en España (8%), hay 3 ateos declarados (24%), firmes en su
ateísmo. El joven católico, practicante, pertenece a una fragilísima
minoría, que muchas veces tiene poco que ofrecer.

Sólo un 8% de los jóvenes españoles son católicos de ir a misa cada


domingo. Son los que conoce el cura, los que ven los lectores de ReL
en su parroquia (si los hay).
Hay, además, un 14% de jóvenes en España que se declaran "no
muy practicantes". En realidad, cuando observamos con detalle, vemos
que seis de cada diez de esos "no muy practicantes" admiten que no van
a la iglesia prácticamente nunca. Uno de cada cinco "no muy
practicantes" acude "una vez al mes" (quizá a catequesis esporádicas
o acompañando un pariente) y otro de cada cinco acude en algunas
fiestas y romerías del año (Navidad, peregrinaciones...). Muchos
jóvenes cofrades encajarían aquí.

El tercer tipo de jóvenes son los que se declaran "católicos no


practicantes", que no van nunca, nunca, nunca a la parroquia: son
un 18% de la juventud española. El 77% de estos "católicos no
practicantes" cree en Dios, pero solo un 40% cree que Jesucristo es
Dios, sólo un 37% cree que hay "vida después de la muerte" y apenas un
30% cree que Jesús resucitó. Pero un 22% de ellos declaraba (en
2015) tener "bastante o mucha confianza" en la Iglesia Católica. (Le
superan en confianza los jóvenes de otras religiones, que tienen un 24%
de confianza en la Iglesia).

El cuarto tipo, un 14% de los jóvenes españoles, son los


"indiferentes": sólo uno de cada diez de ellos cree en Dios; y solo uno
de cada cien cree que Jesús resucitó, aunque un 7% cree en la
reencarnación y un 6% en la "vida después de la muerte". Igual que
los "no practicantes", no tienen ningún contacto con la Iglesia, no van a
romerías ni cofradías ni a misa de Navidad. Son paganos a todos los
efectos. Sólo un 12% de ellos tiene "bastante confianza" en la Iglesia.

Por último, los ateos y agnósticos suman un 37% de los jóvenes.


Ninguno cree en Dios ni en la resurrección de Cristo. Les diferencia un
dato: un 30% de los agnósticos creen en una posible vida tras la
muerte o incluso resurrección de los muertos, mientras que entre los
ateos solo un 6% se permite la hipótesis. Sólo un 7 u 8% de ellos
tiene alguna confianza en la Iglesia. El 56% de los agnósticos y el 65%
de los ateos declaran tener "nada de confianza" en la Iglesia. (Hoy, tras
los datos sobre abusos que han circulado en 2018, serían peores datos).

El Sínodo también busca reflexionar sobre las vocaciones, incluyendo las


sacerdotales. Un cálculo rápido permite deducir que en España hay sólo
unos 280.000 varones católicos practicantes entre los 18 y 35
años. De esa escasa cifra han de salir las vocaciones sacerdotales,
religiosas... y las de padres y maridos de familias cristianas
comprometidas.

Solo un 7,4% piensa casarse sin cohabitar antes

Aunque los jóvenes españoles declaran que valoran la familia, el


matrimonio les resulta una opción no muy atractiva: un 32% piensa
casarse después de cohabitar con una pareja (pese a todos los
estudios que demuestran que la cohabitación aumenta el riesgo de
ruptura), sólo un 7,4% piensa casarse sin pasar por cohabitaciones
previas y apenas un 3,6% ya está casado.

Un 31% excluyen directamente la posibilidad de casarse y un 29%


dice que no sabe lo que hará (hace diez años, sólo un 17% decía no
saber lo que haría).

Son consumistas y egoístas y lo saben y admiten

Por mucho que el Papa y los obispos traten de hablar bien de los jóvenes
como generosos, al menos en España ellos tienen mala imagen de sí
mismos (quizá con realismo): el 51% de ellos dice que los jóvenes hoy
son consumistas, el 35% dice que son egoístas y el 30% dicen que
tienen poco sentido del deber (hace 10 años eran un 46, 21 y 20 los
porcentajes que decían eso). Si hace 10 años un 25% decían que los
jóvenes son trabajadores, hoy sólo lo dicen un 15%.

Estos datos se obtienen del informe de la Fundación SM que puede


leerse en ObservatorioDeLaJuventud.org, concretamente en:
www.observatoriodelajuventud.org/jovenes-espanoles-entre-dos-
siglos1984-2017/

***
Lea también, aquí: Si soy estricto con mis hijos ¿se rebotarán con
una vida desordenada al crecer? Respuesta: no

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