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Gustavo Bombini. Los arrabales de la literatura.

La historia de la enseñanza literaria en la escuela


secundaria argentina (1860-1960). Miño y Dávila Editores, 2004

Marta Negrin

Universidad Nacional del Sur

Gustavo Bombini. Los arrabales de la literatura. La historia de la enseñanza literaria en la escuela


secundaria argentina (1860-1960). Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.
Miño y Dávila Editores, septiembre de 2004, pp. 416. ISBN 950-9467-95-2.

Literatura y educación: políticas en cruce

Fruto de su tesis de doctorado, el libro de Gustavo Bombini inaugura un recorrido que supera
fronteras y prejuicios en torno a las tensiones entre literatura y educación, una relación
frecuentemente atravesada por la supremacía de lo teórico sobre lo práctico, del conocimiento
universitario entendido como superior respecto de otros modos de producir y transmitir
conocimiento y que ha considerado lo literario-escolar como una suerte de subproducto cultural
intrascendente en su dimensión de problematicidad teórica y crítica, insignificante desde el punto
de vista ideológico y ligado a un cierto conservadurismo reproductivista encarnado en los muros
de la escuela, "impregnados siempre de un tufillo a acto escolar, efeméride y símbolo patrio".

Como tantas otras investigaciones, también esta nace de una ausencia: la de trabajos académicos
que hayan abordado a la disciplina escolar "literatura" como objeto de una historización y a la
propia enseñanza literaria como una práctica que suscita nuevas preguntas para la investigación.
Bombini construye su tesis a partir de una variedad y exhaustividad de fuentes escasamente
consultadas, quizás por haber sido consideradas irrelevantes, o por encontrarse dispersas en
relación con los circuitos más habituales. Desde planes de estudio, programas de la asignatura
"literatura", libros de texto, antologías, libros para el docente, hasta papeles autobiográficos,
notas personales de profesores y testimonios de estudiantes permiten asomarse a la lógica más
íntima del trabajo escolar sobre literatura, dado que, señala el autor, "la reconstrucción de una
trayectoria docente no se agota en la lectura de documentos editados; las huellas de la historia de
una práctica se han de rastrear en documentos más informales, en testimonios orales, en
fragmentos de información no oficial donde se podrá establecer el relato de los avatares de
cotidianeidad..."

Articulando una mirada de filólogo, de historiador, de bibliotecario, de investigador de la


sociogénesis de las disciplinas escolares, con algo de crítico literario y también de pedagogo, pero
sobre todo como gran conocedor de los haceres cotidianos del aula, Bombini emprende la tarea
de reconstruir el horizonte histórico de la enseñanza de la literatura en la escuela secundaria
argentina entre 1860 y 1960. Se aventura en las inexploradas callejuellas de estos arrabales,
recupera la pluralidad de voces que a lo largo de un siglo van constituyendo el campo disciplinario
escolar y revela una trama de relaciones aún no cartografiadas. Al lector que lo acompaña en el
recorrido le es dada la posibilidad de sorprender la génesis de los debates que han dejado sus
huellas en la conformación de la asignatura tal como la conocemos, desde el predominio de un
modelo historiográfico enciclopedista hasta el avance hacia una perspectiva didáctica, que se
preocupa por problematizar la relación entre el estudiante y el conocimiento. Y en esa pugna se
pone en evidencia la imposibilidad de construir una tipología de los estilos de enseñanza: la
existencia de escasas regularidades obtura el intento de establecer una tendencia homogénea en
los modos de enseñar literatura.

El primer capítulo reseña los orígenes del sistema de enseñanza secundaria en la Argentina,
momento en que se inician una serie de líneas de discusión acerca de la disciplina escolar ocupada
de la literatura que atravesarán las sucesivas reformas educativas y cambios de planes de
estudios: diferentes concepciones sobre la especificidad del objeto, sobre un canon escolar
posible, sobre los saberes establecidos para ser enseñados y los métodos de enseñanza.

El problema del conocimiento escolar sobre la literatura y las tensiones en sus procesos de
modernización es el tema del segundo capítulo. Aquí las discusiones en torno a la organización de
la asignatura "literatura" se inscriben en el contexto más amplio del campo de la enseñanza y
también en el ámbito de los debates político-literarios de la época, entre ellos la preocupación por
la lengua y más específicamente por el "idioma nacional" argentino, inquietud que, especialmente
en el caso de la enseñanza, se liga con el interés por la lengua literaria. En la contraposición entre
el lenguaje diario de las clases populares que moran en el Río de la Plata, esa "lengüita argentina"
en palabras de Calixto Oyuela y la "lengua noble" usada por la gente culta, adoptada por los
poderes públicos y que debería convertirse en la "lengua común", la escuela se define por su
misión reparadora. La disputa entre enciclopedismo historicista versus contacto directo con los
textos, la aparición de las tareas de escritura en el aula como una alternativa para el comentario
de textos, la ligazón posible entre literatura y vida, son otras de las cuestiones que se examinan en
este capítulo.
El tercer capítulo está destinado a explorar los instrumentos utilizados en la enseñanza: manuales,
colecciones escolares y antologías y a poner en evidencia hasta qué punto la presencia de estos
materiales curriculares suscita tensiones y conflictos. Las críticas provenientes de la teoría literaria
-y aquí Bombini retoma algunos de los trabajos ya clásicos presentados en el Coloquio de Cerisy-la-
Salle en 1969, en el que Roland Barthes y Pierre Kuentz se ocupan de la lógica de los manuales de
literatura- se suman a las críticas que surgen del propio campo de la práctica y revelan que las
relaciones entre la producción editorial, los estudios literarios y la institución escolar no son
siempre pacíficas.

El capítulo cuatro da inicio a la segunda parte del libro, dedicada a los sujetos y las prácticas. Se
recogen las discusiones en torno a la profesionalización de los profesores, el tipo de formación
adecuada y las instituciones más idóneas para llevarla a cabo. Privilegiar la formación específica en
los contenidos del área o privilegiar la formación técnico-pedagógica parecen ser los dos polos
excluyentes de una prolongada disputa, en el campo de las políticas educativas, por definir el
modelo hegemónico de docente secundario. Como una inflexión particular del tema, la formación
de profesores para la enseñanza literaria ofrece su propia versión de este debate. Las trayectorias
de profesores en Letras de diversas procedencias, de prolíficas actuaciones y de desempeños
variados, demuestran la relativa incidencia que tienen las previsiones tomadas por las
instituciones de formación para orientar el desempeño profesional posterior de sus graduados y
nos advierten sobre los riesgos de rápidas generalizaciones cuando de analizar el campo social se
trata.

"Prácticas alternativas: el campo de la didáctica de la literatura" es el título del quinto capítulo,


que recoge algunas experiencias de profesores y proyectos institucionales empeñados en la
recurrente búsqueda de nuevos modos de enseñar, de un "método posible" que ofrezca otra
racionalidad, en contraste con la enseñanza historicista. Más allá de las prescripciones, de los
planes, programas y libros de texto, de las tendencias en conflicto en el seno del propio discurso
oficial, el investigador registra una numerosa diversidad de acontecimientos y textos que
proponen cambios en algún aspecto político-pedagógico, en cuanto al conocimiento sobre la
literatura o en relación con los aspectos específicamente didácticos. Exposición de experiencias y
proyectos que muestran el carácter polémico unido a la inventiva didáctica de los momentos
iniciales de búsqueda de consolidación de la disciplina.

La enseñanza de la literatura en la educación no formal o "más allá de la escuela" es objeto de


análisis del siguiente capítulo. Proyectos editoriales, talleres de lectura y de escritura, ferias del
libro y otros eventos realizados en bibliotecas públicas, centros culturales, sociedades de fomento
y otras asociaciones de base, ponen en evidencia una riquísima variedad de experiencias que no
recurren a la literatura para dar cuenta de la operación nacionalizadota, ni para la ejecución de
una determinada política lingüística, ni para un aplicacionismo enmascarado, sino que propician
nuevos modos de leer literatura ajustados a propósitos particulares. Un claro ejemplo lo
constituyen el uso de la lectura "dirigida" en el ámbito del socialismo y las "lecturas comentadas"
en el anarquismo de principios de siglo.

Finalmente, la decisión metodológica y política de entender la historia de una disciplina escolar en


tanto práctica compleja que excede las prescripciones del currículo determinará la necesidad de
encontrar alternativas para conocer aquellos aspectos menos evidentes, poco frecuentados o de
difícil acceso. Como en una especie de océano, La figura en el tapiz, El elusivo pez, Yo tenía mi
pasión y Se nota en el cuerpo y en la voz introducen fragmentos de los relatos de profesores de
prolongada trayectoria en la enseñanza de la asignatura, entramadas con las reflexiones sobre la
mirada etnográfica como instancia privilegiada para la reconstrucción de lo efectivamente
acontecido en las aulas. Configuraciones artesanales de las clases, modos particularísimos de
reinventar la enseñanza, algunas "jugadas maestras", estarían dando cuenta de un habitus
específico del profesor de literatura.

Tanto el recorrido histórico desde los orígenes de la conformación de la disciplina escolar


"literatura" como el conjunto de problemas que se van configurando en torno a los debates de las
políticas del currículo, los procesos de modernización de los saberes, los modos de su circulación
escolar y la constitución de los aspectos más específicos de la práctica, permiten delimitar un
campo de indagación problemático, el de la didáctica de la literatura, un campo que desborda con
creces la mirada meramente disciplinaria. Queda claro que la literatura no es simple conocimiento
académico susceptible de ser involucrado en un proceso de transposición didáctica, sino que la
producción del conocimiento escolar sobre la literatura está atravesada por el hecho de que ésta
es una práctica cultural que ocurre en el escenario de la escuela, en el cruce del campo pedagógico
y el literario.

La complejidad de las variables de análisis, la diversidad de sujetos, textos, instituciones, saberes e


intervenciones didácticas examinados, la multiplicidad de miradas que se despliegan y las nuevas
líneas de investigación que se proponen, sitúan al libro de Gustavo Bombini en el espesor teórico
de una historia arrabalera de encuentros, polémicas y contrastes en la que los profesores de
literatura pueden reconocer la genealogía de sus modos específicos de hacer.

recibido: 26/03/06
aceptado para su publicación: 15/04/06

Universidad Nacional del Sur

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