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las funciones que desempeña. Esto conlleva una característica multidisciplinar que la une con una
multitud de ámbitos como la educación, la lingüística, la psicología e, incluso, con la filosofía.
Consiste en comprender cómo funciona el cerebro para aplicarlo a la mejora del proceso de
aprendizaje.
La neurociencia permite estudiar cómo aprende el cerebro y aplicarlo al día a día de la educación para
mejorar la forma en que se enfoca el proceso de enseñanza – aprendizaje.
La neurociencia permite aportar algunas pistas sobre la importancia de la motivación y de los retos
(estímulos) para activar determinadas zonas de nuestro cerebro que nos ayudarán en el proceso de
aprendizaje.
La misión de la neurociencia es explicar la conducta humana con relación a las actividades del cerebro. Al
saber cómo funciona este los maestros podrán diseñar mejores currículos, concebir mejores estrategias,
aumentar la inteligencia emocional, mejorar la capacidad de retener información y mejorar el
aprovechamiento académico.
Si tenemos tantas ganas de aprender, mientras dormimos se activan las regiones cerebrales pertinentes
al igual que cuando estamos despiertos. Hay que reconocer que hay momentos especialmente adecuados
para ciertos aprendizajes, ejemplo: la capacidad para aprender una lengua disminuye con la edad (a partir
de los trece años). Antes de esa edad, según las autoras mencionadas, todos somos genios lingüísticos.
Sin embargo, la Neurociencia nos dice que el cerebro adulto, o al menos ciertas regiones, es casi tan
maleable como el del niño.
Entonces nos referimos a la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del sistema nervioso para adaptarse
continuamente a circunstancias cambiantes, cosa que ocurre cada vez que aprendemos algo. Nuestro
cerebro está diseñado para la acción; la pasividad y la rutina lo intoxican, necesitamos fomentar la
gimnasia cerebral, la inventiva, la creatividad, la incorporación de las TIC`s, generar ideas, las creaciones
fundadas en la actividad neuronal, entre otras.
La aplicación de la teoría del aprendizaje compatible con el cerebro impacta a la educación en tres
aspectos fundamentales:
1. Currículo: los profesores deben diseñar el aprendizaje centrado en los intereses del alumno y hacer
un aprendizaje contextual.
2. Enseñanza: los educadores deben permitirles a los alumnos que aprendan en grupos y usen el
aprendizaje periférico. Los profesores que estructuran el aprendizaje alrededor de problemas reales,
estimulan también a los estudiantes a aprender en entornos fuera de la sala de clase y fuera de la
escuela.
3. Evaluación: ya que los alumnos están aprendiendo, su evaluación debería permitirles entender sus
propios estilos de aprendizaje y sus preferencias. De esa manera, los alumnos supervisan y mejoran
sus procesos de aprendizaje.
Y luego se preguntan: ¿Qué sugiere el aprendizaje basado en el cerebro? Sugiere que los profesores deben
ayudar a los alumnos a que tengan experiencias apropiadas y saquen provecho de esas experiencias.
Al tratar con la neurociencia los educadores deben reflexionar y trasladar esa continua investigación al
mundo de la educación, pero no traducir esa investigación compleja en estrategias que no resultan.
Los profesores deben entender que la mejor manera de aprender no es por la clase expositiva, sino
participando en entornos reales que permitan ensayar cosas nuevas con seguridad.
Una manera concreta de llevar esa aspiración a la práctica es que en cada escuela los profesores y el
cuerpo directivo hagan investigación-acción sobre las aplicaciones de los resultados y los avances en
Neurociencia al proceso de aprendizaje y enseñanza.
Sólo la investigación-acción, dice Jensen (1998), hecha por usted o por otros colegas, confirmará que la
idea que usted leyó en una revista de educación o que aprendió en un curso-taller sobre Neurociencia y
Educación, resulta para más de alguien, en muchas partes, reflejando una alta confiabilidad en el método.
Sousa (2001), hablando de las ventajas de la investigación-acción, afirma que la investigación-acción le
permite al profesor y al cuerpo de profesores recoger datos para determinar la efectividad de las nuevas
estrategias sugeridas compatibles con el cerebro; le permite, además, acrecentar su propio desarrollo
profesional; le proporciona al profesor una consistente retroalimentación para su autoevaluación,
introduce formas alternativas para evaluar al estudiante, y sus resultados pueden llevar a importantes
cambios en el currículo.
Algunos descubrimientos fundamentales de la Neurociencia, que están expandiendo el conocimiento de
los mecanismos del aprendizaje humano, son:
1. El aprendizaje cambia la estructura física del cerebro.
2. Esos cambios estructurales alteran la organización funcional del cerebro; en otras palabras, el
aprendizaje organiza y reorganiza el cerebro.
3. Diferentes partes del cerebro pueden estar listas para aprender en tiempos diferentes.
4. El cerebro es un órgano dinámico, moldeado en gran parte por la experiencia. La organización funcional
del cerebro depende de la experiencia y se beneficia positivamente de. Precisa más esto al sostener que
el cerebro es moldeado por los genes, el desarrollo y la experiencia, pero él moldea sus experiencias y la
cultura donde vive.
5. El desarrollo no es simplemente un proceso de desenvolvimiento impulsado biológicamente, sino que
es también un proceso activo que obtiene información esencial de la experiencia.
En resumen, la Neurociencia está comenzando a dar algunas iluminaciones (insights), si no respuestas
finales, a preguntas de gran interés para los educadores.
Autores
Eric Kandel
Charles Scott Sherrington
Santiago Ramón y Cajal
Rodolfo Llinás
Camillo Golgi
John Carew Eccles
Michael Gazzaniga
Edgar Douglas Adrian
Bernard Katz
Henry Hallett Dale
Sarah-Jayne Blakemore y Uta Frith
John T. Bruer
Francisco Mora
Tomas Ortiz
Ana Iglesias
Jesús Mª Nieto
Nieves Maya y Santiago Rivero
John Geake
Tokuhama-Espinosa, 2011
Felipe Ramon y Cajal
Steven Pinker
Álvaro Pascual
Principios
1. El cerebro es un complejo sistema adaptativo
2. El cerebro es un cerebro social
3. La búsqueda de significado es innata
4. La búsqueda de significado ocurre a través de "pautas"
5. Las emociones son críticas para la elaboración de pautas
6. Cada cerebro simultáneamente percibe y crea partes y todos
7. El aprendizaje implica tanto una atención focalizada como una percepción periférica
8. El aprendizaje siempre implica procesos conscientes e inconscientes
9. Tenemos al menos dos maneras de organizar la memoria
10. El aprendizaje es un proceso de desarrollo (plasticidad)
11. El aprendizaje complejo se incrementa por el desafío y se inhibe por la amenaza
12. Cada cerebro está organizado de manera única
Principios para diseñar la escuela, a fin de que ésta sea compatible con el cerebro:
1. Unir la literatura de la Neurociencia con las interpretaciones de los principios del aprendizaje basado
en el cerebro.
2. Facilitar las implicaciones. Los principios que forman el cerebro se basan directamente en lo que
sabemos de neurofisiología del cerebro y de entornos óptimos de aprendizaje.
3. Hacer un lugar no es lo mismo que distribuir un espacio. Los entornos óptimos de aprendizaje deben
ser enfocados holísticamente, incluyendo tanto el ambiente físico como el entorno social, organizacional,
pedagógico y emocional.
4. El diseño de entornos de aprendizaje basado en el cerebro requiere que transformemos nuestro
pensamiento tradicional basado en disciplinas o asignaturas en maneras interdisciplinarias.
Hay tres elementos interactivos de enseñanza que emergen de sus principios y que pueden perfectamente
aplicarse en el proceso de aprendizaje-enseñanza:
1. Inmersión orquestada en una experiencia compleja: crear entornos de aprendizaje que sumerjan
totalmente a los alumnos en una experiencia educativa.
2. Estado de alerta relajado: eliminar el miedo en los alumnos, mientras se mantiene un entorno muy
desafiante.
3. Procesamiento activo: permitir que el alumno consolide e interiorice la información procesándola
activamente.
La evaluación de los procesos de enseñanza aprendizaje se debe abordar desde múltiples facetas,
concibiendo la evaluación como un proceso que parte de la detección y evaluación de las necesidades
específicas que nos permita conocer el perfil individual. Debe continuar con la adaptación de todos los
procesos involucrados en el aprendizaje para finalmente terminar con la evaluación de los resultados
obtenidos y el trabajo realizado. Porque enseñar y aprender empieza por evaluar las necesidades
específicas de nuestros alumnos, es decir, por conocer su cerebro.
De la mano de los conocimientos que nos aporta la Neuroeducación todo el proceso de evaluación debe
ser entendido como un adaptación continua las necesidades de cada persona y parte del hecho de que
todos somos diferentes también al aprender, por lo que hemos de definir una educación para cada
persona adaptada a su perfil individual que nos permita de valorar los potenciales partiendo de los puntos
fuertes y las habilidades, para desarrollar a la persona en todas sus facetas, teniendo en cuenta que cada
cerebro está organizado de manera única.
Concepto
Autores
Principios/supuestos básicos
Proceso de enseñanza / didáctica
Concepción sobre el estudiante
Concepción sobre el docente
Forma de evaluar
Referencias
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neuroeducacion/
La gran barrera es que el conocimiento se ha estudiado de manera fragmentada, es así como, el cerebro
en el cual se procesa el conocimiento se estudia en los departamentos de neurociencias; la vida psíquica
que lo constituye se estudia en las facultades de psicología; la lógica que lo controla se discute en las
facultades de filosofía; la cultura en la cual se inserta va a los departamentos de ciencias sociales; la
formación que lo hace maleable se encarga a las facultades de educación (Álvarez, 2013, p. 156).
La OCDE (2007) sintetiza contribuciones que no se deberían obviar tanto en la formulación de las políticas
públicas como en las prácticas educativas: facilita la comprensión de la “casualidad” y no solamente de la
“correlación”, y mueve cuestiones importantes del ámbito intuitivo o ideológico al de la evidencia; al
revelar los mecanismos a través de los cuales se producen los efectos, puede ayudar a identificar
intervenciones efectivas y soluciones; disipa los neuromitos que arriesgan distraer la práctica educativa
seria; profundiza la base del conocimiento de lo que constituye el aprendizaje; revela características hasta
ahora ocultas en los individuos para solucionar problemas o mejorar rendimientos; informa acerca de
cómo diseñar y ordenar mejor las diferentes prácticas educativas; apoya al aprendizaje continuo y sus
beneficios para las poblaciones que envejecen; aporta en relación con los hallazgos sobre la propiedad de
plasticidad del cerebro.
Uno de los grandes descubrimientos neurocientíficos que permiten afianzar las teorías acerca de la
influencia del ambiente sociocultural, tanto en el desarrollo del cerebro como en su modificación
estructural y funcional, es la plasticidad cerebral, que le permite adaptarse a condiciones del entorno
tanto intra como extracerebrales (Rodríguez, 2009).
Esta propiedad cerebral para crear, fortalecer, debilitar y eliminar conexiones cerebrales es fundamental
para sustentar la influencia sociocultural en el aprendizaje. La plasticidad se recoge en muchos informes
y artículos científicos, con matices diversos y con aplicaciones en múltiples campos
La propuesta de Álvarez (2013) es una sugerente conclusión cuando considera que el conocimiento de los
“cambios neurobiológicos” que ocurren en el cerebro al realizar procesos de aprendizaje pueden
fortalecer los procesos didácticos, además de nutrir los modelos educativos en aspectos como su
optimización a través del conocimiento de la anatomía y fisiología del cerebro, las emociones, la conducta,
el proceso de la información, los procesos cognitivos, las estrategias metacognitivas.
La OCDE (2007) reporta una sugerente propuesta conclusiva para configurar la relación y los aportes
recíprocos entre educación y neurociencias: La neurociencia por sí sola no puede proveer el conocimiento
necesario para diseñar enfoques eficaces para la educación, y, por lo tanto, la neurociencia educacional
no habrá de consistir en insertar técnicas basadas en el cerebro dentro de las aulas. Más bien, se debe
establecer una relación recíproca entre la práctica educacional y la investigación acerca del aprendizaje,
que es análoga a la relación entre la medicina y la biología. Esta relación recíproca habrá de sostener el
flujo bidireccional continuo de información necesario para dar soporte a una práctica educacional
informada sobre el cerebro y basada en la investigación.