Вы находитесь на странице: 1из 35

W

Clinanesvet
Revista clínica
de anestesia
veterinaria

11 Anestesia en el paciente con problemas


hepáticos

Diagnóstico del dolor neuropático


en pequeños animales

Manejo farmacológico del dolor oncológico

[1
n 11

Clinanesvet
Revista clínica
de anestesia
veterinaria

índice

Anestesia en el paciente con 2


problemas hepáticos
Ana del Ojo Morales

Diagnóstico del dolor neuropático 10


en pequeños animales
Sandra Sanchis Mora

Manejo farmacológico del 17


dolor oncológico. Parte I
Gerardo García Alonso, Miguel Ángel Cabezas Salamanca

Comité científico: Miguel A. Cabezas, Ignacio Sández y Gaspar Soler.

© Gráfica IN Multimédica, S.A. Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización expresa de sus

titulares, salvo excepción prevista por la ley. ISSN 2462-5647. Marzo 2018.
Anestesia en el paciente
con problemas hepáticos

Ana del Ojo Morales

Servicio de Anestesiología, Hospital Veterinario Costa de la Luz, Conil de la Frontera, Cádiz.

R E SUME N I N TR OD U C C I ÓN

La enfermedad hepática supone una serie El hígado es el encargado principal de la


de cambios agudos sobre el individuo que producción de factores de coagulación y
afecta a la metabolización de los fárma- albúmina; del metabolismo de proteínas,
cos, entre otros cambios. Estos cambios carbohidratos y grasas; y se encarga de la
dependerán de la extensión y severidad metabolización de sustancias exógenas y
de las lesiones pudiendo clasificar el daño endógenas, por lo que es uno de los encar-
hepático en leve, moderado o severo. Des- gados de metabolizar los fármacos anes-
de el punto de vista de la anestesiología tésicos.
es importante tratar de anticipar las posi- Cuando existe una enfermedad hepá-
bles complicaciones que pueden aparecer tica, los pacientes deben ser evaluados y
en este tipo de pacientes. Los protocolos preparados cuidadosamente antes del pro-
anestésico-analgésicos que se emplearán cedimiento. El objetivo del anestesista en
en estos individuos no son los mismos estos casos será proponer un plan anesté-
que se emplean en pacientes sanos debido sico mediante fármacos que tengan efecto
a la alteración de la función metabólica mínimo en el hígado con el fin de evitar
del hígado, por lo que será imprescindible metabolismos prolongados del fármaco y,
disminuir la dosis de las drogas utilizadas. por tanto, recuperaciones prolongadas.
El abordaje anestésico del paciente El hígado recibe en torno al 25% del
hepático exige una exhausta evaluación gasto cardíaco, del cual el 30% lo aporta
preanestésica que deberá centrarse en el la arteria hepática y el 70% la vena porta.
estado hemodinámico del individuo así El mantenimiento de un adecuado flujo
como de la integridad anatómica y fun- hepático determina su eficacia funcional.
cional del hígado. Cualquier factor que disminuya la pre-
La elevación de enzimas hepáticas, hi- sión arterial sanguínea y/o el gasto cardíaco
poalbuminemia, hipoproteinemia y altera- resultará en la disminución del flujo sanguí-
ción en los factores de coagulación cons- neo en la vena portal. En pacientes sanos
tituyen los hallazgos más frecuentes en el y despiertos existe compensación median-
animal con enfermedad hepática. te el aumento de la circulación sanguínea
Un buen protocolo anestésico irá des- hepática pero en pacientes con problemas
tinado a utilizar fármacos con mínima me- hepáticos y anestesiados, este mecanismo
tabolización hepática, evitar la hipoxemia, autoregulatorio se pierde aumentando el
la hipercapnia, la hipotensión y evitar la riesgo de isquemia.
disminución del gasto cardíaco, intentando Los pacientes con enfermedad cróni-
mantener una buena perfusión hepática ca tienen disminución del flujo sanguíneo
durante todo el procedimiento. hepático causado por el aumento de la
resistencia vascular en la vena portal. La

2]
F. 1 F.2

F.4

F. 3

capacidad de la arteria hepática para vaso- ner un riesgo anestésico aceptable corri- FIGURA 1. Circulación hepá-
dilatarse en respuesta a la disminución de giendo los desequilibrios existentes en el tica. Imagen procedente de Diag-
la circulación de la vena portal se anula en paciente. nóstico ecográfico en pequeños
condiciones como altas concentraciones Los animales con problemas hepáti- animales, John S. Mattoon y Tho-
de agentes inhalatorios y agentes intra- cos presentan diversos signos clínicos que mas G. Nyland.Multimédica edicio-
venosos. Por ello, será primordial utilizar incluyen depresión, anorexia, pérdida de nes veterinarias, p. 387.
técnicas de anestesia balanceada (Figura 1). peso, ictericia, ascitis, encefalopatía hepá-
Los procedimientos más comunes en tica y/o convulsiones (Figura 2, 3 y 4). FIGURA 2. Paciente con icteri-
los que los pacientes con problemas he- No todos los animales con problemas he- cia generalizada.
páticos necesitan ser anestesiados son la páticos presentan todos los signos, y solo
toma de biopsia hepática para el diagnós- se observan cuando el problema hepático FIGURA 3. Mucosas de gato
tico, shunts portosistémicos y extirpación es bastante evidente. La disfunción hepá- ictéricas.
de masas hepáticas. Siempre que no sea tica, en función de los síntomas y pruebas
un procedimiento de urgencia se debe laboratoriales se ha clasificado en: ligera, FIGURA 4. Gato con mal pelaje
retrasar la anestesia con el fin de obte- moderada y severa. y apático en consulta.

[3
La ausencia de signos clínicos no debe H ipoglu cemia
ser interpretada como la ausencia de en-
fermedad hepática. La hipoglucemia es una complicación que
sufren estos pacientes ya que no son ca-
paces de mantener la normoglucemia y
E XA ME N P RE QU I R Ú R GI C O será primordial un control de glucosa pre-,
intra- y post-. El fluido de elección será
Al igual que cualquier otro paciente será un suero glucosalino 2,5-5% a 5 ml/kg/h.
imprescindible un buen examen prequi- Aquellos pacientes hipoglucémicos nece-
rúrgico: sitarán un bolo de glucosado 0,5-1 ml/kg
IV hasta normalización.
• Reseña del animal: raza, edad, peso,
sexo. H ipoalbu min emia
• Historia clínica previa.
• Problema actual y motivo por el que Los pacientes con problemas hepáticos tie-
ha de ser anestesiado. nen una menor síntesis de albúmina y a su
• Tratamientos actuales. vez la producción de la misma disminuye
• Exploración física completa. con la edad; dichos valores bajos hacen
• Analítica sanguínea completa: hemo- que haya un mayor efecto de los fármacos
grama y bioquímica. anestésicos. La afinidad de un fármaco a las
• Las enzimas hepáticas se encontrarán proteínas plasmáticas restringe su distribu-
en valores elevados y en función de la ción e influye en la eliminación del fárma-
enzima alterada se puede evidenciar el co. Por lo que la reducción en la concen-
proceso hepático desarrollado; así una tración sérica de albúmina incrementa la
ALT y AST indican daño hepático y fracción libre de fármaco aumentando el
ALP es indicativa de obstrucción bi- riesgo de sobredosificación.
liar (descartando siempre daño óseo o Por otro lado, la albúmina es la res-
muscular). ponsable del mantenimiento de la pre-
• Será fundamental realizar electrolitos sión oncótica; y su descenso implica la
(hipocalcemia, hipokalemia), así como formación de edemas e hipovolemia. Se
factores de coagulación (Tabla 1). debe considerar el uso de coloides si la
• Gasometría: para determinar estatus albúmina se encuentra en valores <2,0 g/
ácido base (acidosis metabólica). dl o PT <4 g/dl. Para el mantenimiento
• Pruebas complementarias: de las presiones arteriales durante la anes-
• Radiografía de tórax para valorar tesia, será de ayuda la administración de
el sistema cardiorrespiratorio coloides en bolos de 4 ml/kg (límite 20
• Ecografía abdominal para valorar la ml/kg/24 h).
morfología hepática y el resto de Será primordial realizar un análisis de
órganos abdominales. factores de coagulación antes de cualquier
cirugía de un paciente con problemas he-
páticos ya que existe un gran riesgo de he-
CONSIDERACIONES ANESTÉSI- morragia. Si existen coagulopatías es reco-
CAS EN EL PACIENTE HEPÁTICO mendable el tratamiento con vitamina K.
Se deberá establecer el grupo sanguíneo
Los cambios fisiopatológicos que presen- del animal o al menos realizar cross mat-
tan los pacientes con enfermedad hepáti- ching antes de la anestesia. El paciente se
ca hacen que sus protocolos de anestesia podrá beneficiar de transfusión de sangre
sean distintos a los de los animales sanos. entera o plasma fresco o congelado para el
Su preanestesia, la inducción, el manteni- aporte de factores de coagulación.
miento e incluso la analgesia posoperato- En animales de alto riesgo, se debe-
ria tienen consideraciones perianestésicas rá tener un segundo acceso venoso en
que se deberán tener en cuenta para ase- caso de urgencia. Los inotropos positivos
gurar unos buenos resultados. como la dopamina o la dobutamina debe-
rán estar preparados, en el caso de que la
hipotensión sea refractaria, para intentar
aumentar la volemia.

4]
Tabla 1. Parámetros bioquímicos hepáticos.

Parámetro Importancia Valores referencia

ALT (alanina aminotransferasa) El aumento es específico de hígado. Perro: 28-78 U/L


Es posible tener problemas hepáticos y Gato: 10-80 U/L
valores normales.

FA (fosfatasa alcalina) El aumento puede ser debido a colestasis, Perro: 32-185 U/L
daño óseo o muscular, o en tratamientos Gato: 25-110 U/L
con corticoides. En gatos las elevaciones
son graves y deben ser estudiadas en pro-
fundidad.

Glucosa Niveles bajos ocasionan convulsiones, Perro-gato >90


letargia, PU/PD y ataxia. Hipoglucemia
asociada a shunt.

Colesterol Es necesario para la producción de ácidos Perro:70-250 mg/dl


biliares Gato:73-300 mg/dl

Bilirrubina Si se encuentra aumentada considerar Perro: 0-0.98 mg/dl


causas prehepáticas, hepáticas y posthe- Gato: 0-0.95 mg/dl
paticas.Si los niveles en plasma son 1-2
mg/dl el plasma será ictérico.

GGT (Gamma Glutamil Transferasa) Niveles aumentados pueden ser por coles- Perro: 4-23 U/L
tasis. En perros, fármacos anticonvulsivan- Gato: 1-10 U/L
tes y corticoides aumentan GGT.

Hematocrito Indica deshidratación y anemia

BUN Aumenta en deshidratación y en enferme- Perro: 8-33 mg/dl


dad hepatobiliar. Gato: 15-30 mg/dl

Albúmina Su diminución provoca ascitis y edema. Perro: 2-4 g/dl


Disminuye en enfermedad hepática Gato: 2.5-4 g/dl

PT/PTT Asociado a enfermedad hepática, coagu- PT: 6-12 segundos


Tiempo protrombina/Tiempo protrombina lación vascular diseminada (CID). PTT:<20 segundos
parcial PT corresponde a ruta extrínseca y PTT
a ruta intrínseca de la cascada de coagu-
lación.

Ácidos biliares Se forman en el hígado y se excreta en Basal <30 micromol/L


la bilis. Postpandrial:<50micromol/L
El más específico para determinar funcio-
nalidad hepática. En paciente sano NO
puede haber aumento de ácidos biliares.

[5
Los animales con enfermedades cróni- se debe considerar añadir al plan de fluido-
cas van a sufrir anemia. Si el hematocrito terapia coloides en conjunto con los crista-
<20% es recomendable la transfusión san- loides para mantener la presión arterial sin
guínea para disminuir el riesgo anestésico. causar hemodilución de las proteínas.
Aquellos pacientes que presenten asci-
tis deberán ser drenados antes de la cirugía 2. Oxigenación: La pulsioximetria es
para disminuir la presión intraabdominal, poco invasiva y su uso es común. Otro
favorecer la ventilación y la perfusión du- método de evaluar la oxigenación del
rante el periodo anestésico. paciente es mediante gasometría, pero
Los pacientes con altos niveles de requiere del equipamiento necesario,
amonio y ácidos biliares, así como aquellos experiencia y no está al alcance de
que tengan signos neurológicos, deben todos.
ser sometidos a terapia de soporte y es- 3. Ventilación: se debe auscultar al pa-
tabilización para disminuir dichos valores ciente para evaluar los sonidos pul-
con el fin de disminuir el riesgo de en- monares, a su vez se debe visualizar el
cefalopatía hepática y convulsiones en la movimiento del tórax.
recuperación anestésica. La lactulosa es un La capnografía se utilizará para va-
tratamiento bastante efectivo. lorar el CO2 expirado del paciente y
Al igual que otros pacientes que vayan comprobar que se encuentra en nor-
a ser sometidos a una anestesia general, mocapnia; si no fuese el caso, habría
se debe tener en cuenta la hipotensión, que comenzar la ventilación mecánica
la hipoventilación, la hipotermia y la hi- ya que tanto la hipercapnia como la
pooxigenación, así como el dolor del pro- hipocapnia tienen efectos negativos
cedimiento que se va a realizar. sobre la circulación hepática.
La gasometría arterial será de gran
ayuda para valorar el CO2 sanguíneo.
MONI T OR I Z AC I ÓN E N E L 4. Temperatura: Es importante el man-
PA CI E NT E HE P ÁTI C O tenimiento de normotermia en los
pacientes anestesiados.
La monitorización en el paciente hepático 5. Control de la normoglucemia pre-,
debe incluir las recomendaciones del Co- intra- y posoperatorio.
legio Americano de Anestesia Veterinaria
(ACVA):
P R OTOC OL O AN E STÉ SI C O
1. Circulación: El objetivo es asegurar un
mantenimiento de una correcta circu- Los fármacos anestésicos afectan la fun-
lación mediante: ción hepática de manera y grado diferente
• Palpación pulso periférico: intensi- y aunque no se utilice ningún anestésico
dad, frecuencia y ritmo. con acción hepatotóxica directa, gran parte
• Color mucosas y TRC. de estos disminuyen el flujo sanguíneo he-
• Auscultación. pático pudiendo ser causa de insuficiencia
• Electrocardiograma: para la valora- hepática posoperatoria. Los fármacos anes-
ción de la actividad eléctrica car- tésicos deberán ser elegidos en función de
díaca, y detección de arritmias. su metabolismo y con mínima acción sobre
• Pulsioximetria: usada para la deter- resistencias vasculares (Cuadro 1).
minación del % de saturación de
la hemoglobina. La preoxigenación P remedicación
del paciente antes de la inducción
y durante el periodo de recupera- Los opiáceos proporcionan analgesia y
ción ayuda a prevenir la hipoxemia. sedación, su uso disminuye la dosis de
• Presión arterial: Debe ser monito- agentes inductores y de agentes de man-
rizada la presión arterial no invasi- tenimiento anestésico. Sus efectos pueden
va y la presión arterial invasiva. tener una mayor duración en pacientes con
problemas hepáticos por lo que una ventaja
Estos pacientes se encuentran hipopro- es que pueden ser revertidos con naloxona.
teinémicos/hipoalbuminémicos, por lo que Causan una mínima depresión cardiovas-

6]
Cuadro 1. Objetivos protocolo anestésico en pacientes con problemas hepáticos

1. Evitar fármacos con alto metabolismo hepático.


2. Evitar fármacos hepatotóxicos.
3. Evitar fármacos que disminuyan la circulación hepática.
4. Evitar hipoxemia, hipercapnia y acidosis.
5. Vigilar la dosificación, en base al posible descenso de albúmina, y si existe depresión
mental.
6. Mantener el gasto cardíaco.
7. Evitar la hipotensión.

cular, excepto bradicardia, que puede ser (p. ej., diazepam/ midazolam) por lo que
prevenida o tratada con anticolinérgicos la enfermedad se puede ver agravada. Aun-
(atropina 0.02-0,04 mg/kg, glycopirrolato que en ausencia de encefalopatía hepática,
0,01-0,02 mg/kg). Aquellos pacientes con las benzodiacepinas pueden ser utilizadas
daño hepático grave tendrán mayor pro- y si hubiese efectos indeseados puede ser
fundidad anestésica, por lo que habrá que revertido con flumazenilo. En cualquier
disminuir la dosis de opiáceos en ellos. La caso, la sedación se verá prolongada en
principal contraindicación de los opiáceos pacientes con problemas hepáticos, por lo
es que causan constricción del esfínter de que se usarán dosis conservadoras.
Oddi, aunque este efecto se ve disminui-
do con el uso de los anticolinérgicos. Los A g e ntes in du ctores
opiáceos causan depresión respiratoria, este
efecto secundario se puede controlar mo- En general, la inducción siempre va a ir
nitorizando el CO2 mediante capnografía destinada a utilizar la dosis mínima de
y ventilando al animal si fuese necesario. agente inductor que sea posible para mi-
La elección del opiáceo (morfina, me- nimizar el efecto negativo hemodinámico
tadona, buprenorfina, fentanilo, butorfanol) del fármaco en la circulación hepática. Los
dependerá de la analgesia necesaria para el fármacos que estimulan el gasto cardíaco
procedimiento, duración del procedimien- ayudan a optimizar la circulación hepá-
to y ruta de administración del mismo. tica, pero se debe tener en cuenta la vía
Las fenotiacinas (acepromacina) y alfa 2 de metabolización del fármaco para su
agonistas se evitan en los protocolos anes- elección. Son de elección aquellos que
tésicos de este tipo de pacientes. La ace- produzcan mínimo efecto cardiovascu-
promacina tiene un efecto ansiolítico y lar, especialmente en aquellos pacientes
sedativo, una duración larga (6-8 horas), no con hipoproteinemia y acidemia, ya que
es reversible, tiene metabolismo exclusiva- estos pacientes tienen mayor respuesta a
mente hepático y causa vasodilatación (cuya los fármacos. El propofol es el fármaco de
consecuencia es la hipotensión) por lo que elección (dosis de 4 mg/kg a dosis efecto)
su uso se evita. Está demostrado que su uso ya que tiene un metabolismo rápido hepá-
conjunto con atropina afecta a la agregación tico y extrahepático. La desventaja es que
plaquetaria tras su administración, por lo causa vasodilatación e hipotensión así que
que su uso en animales con alteraciones de el uso de conductores ayudará a dismi-
la coagulación está más que contraindicado. nuir la dosis de propofol. Un ejemplo es
Por otro lado, los alfa 2 agonistas son rever- la conducción con un opiáceo (fentanilo
sibles (atipamezol) pero causan bajada en el 5-10 µg/kg) y propofol a dosis efecto. En
gasto cardíaco (dexmedetomidina produce gatos será necesario disminuir la dosis del
bajada del gasto card����������������������
��������������������
aco del 50%), compro- opiáceo como como coinductor.
meten la circulación de órganos vitales y la El etomidato puede ser una opción
entrega de oxígeno debido a la vasocons- en pacientes con problemas hepáticos,
tricción, produce bradicardia y disminución causa mínima depresión cardiovascular
de la circulación hepática. Por ello uso no en comparación con el propofol en in-
está aconsejado, aunque su elección estará ducciones en pacientes caninos, preser-
basada en los requerimientos del paciente. vando la circulación sanguínea sistémica.
Los pacientes con encefalopatía hepá- Se metaboliza en un solo paso en meta-
tica son más sensibles a las benzodiacepinas bolismo hepático, aunque su desventaja

[7
es que es bastante más caro que el resto caína (25-50 µg /kg/min) para el control
de inductores. del dolor visceral aunque se debe tener
El tiopental es un barbitúrico de ac- en cuenta la metabolización de la misma.
ción ultracorta con un efecto rápido. El Los antinflamatorios no esteroideos
principal problema es que se metaboliza (p.ej., meloxicam) se usan de manera ru-
en el hígado, por lo que su uso implica tinaria en terapia para el dolor en perros
un aumento en la actividad de las enzimas y gatos. Todos tienen la capacidad de da-
hepáticas. ñar el hígado; entre los síntomas que se
La ketamina es un agente disociativo pueden ver son inapetencia, vómitos e
cuyo uso no es aconsejado debido a la me- ictericia asociado a un aumento de en-
tabolización hepática, y por lo que va resul- zimas hepáticas y bilirrubina. Actualmen-
tar en recuperaciones prolongadas. Un bolo te se desconoce si el uso de AINES en
único puede darse en pacientes con leve pacientes hepáticos afecta a la estructura
daño hepático excepto si han tenido his- y funcionalidad del hígado. Hay que te-
torial de convulsiones, ya que estos agentes ner en cuenta que los AINES afectan a
disminuyen el umbral de convulsiones. la cascada de coagulación; afectando a la
La inducción con agentes inhalatorios agregación plaquetaria y la formación del
(isoflurano, sevoflurano) no es considerada coágulo. Debido a los efectos adversos de
debido a la contaminación ambiental, el los AINES, su administración en pacientes
estrés del paciente y la rápida pérdida del con disfunción hepática, especialmente en
control de la vía aérea aunque su uso pue- aquellos con coagulopatias, debe ser evita-
de contemplarse en pacientes deprimidos do o en caso de administración el animal
mentalmente con alto riesgo anestésico. debe estar monitorizado.

Ma n t e n i m i en to an estésico R ecu per ación

El uso de agentes inhalatorios como man- La vigilancia es esencial durante las pri-
tenimiento en la anestesia tiene como meras 12-24 horas. El paciente debe es-
ventaja la mínima metabolización hepá- tar monitorizado durante la recuperación
tica, y como desventaja la hipotensión proporcionándole una correcta oxigena-
causada por la vasodilatación dosis-de- ción, asegurando normotensión, normo-
pendiente, que puede ser controlada con termia, correcta ventilación y analgesia.
fluidoterapia e inótropos. La analgesia postoperatoria con opiá-
El sevoflurano tiene menor efecto en ceos es segura, aunque lo ideal es un buen
la circulación hepática, pero es importante plan de analgesia multimodal (opiáceos +
recalcar que los agentes inhalatorios (iso- AINES).
flurano, sevoflurano) tienen efecto dosis
dependiente. Por ello, el objetivo será re- PRINCIPALES PROCEDIMIENTOS
ducir la dosis lo mínimo posible, más que A N E S T É S I C O S E N PA C I E N T E S
la elección del propio agente. H E P ÁTI C OS
El mantenimiento con anestésicos in-
yectables está contraindicado debido a la • Biopsia hígado. Es común que se to-
dificultad de controlar sus efectos vascula- men biopsias de hígado de manera
res, a la alta unión a proteínas plasmáticas diagnóstica. Cualquier paciente que
y al alto grado de metabolización hepática vaya a ser sometido a una biopsia he-
que requieren. pática debe tener un panel sanguíneo
completo incluyendo factores de coa-
A n a l g e s i a en el pacien te gulación. Debido a la alta frecuencia
hepático de la deficiencia de vitamina K en en-
fermedad hepática, se puede instaurar
Se utilizarán infusiones de opiáceos de ac- un tratamiento preventivo de vitamina
ción corta (fentanilo) u opiáceos que no K 24 horas antes de la biopsia.
requieran metabolismo hepático (remifen- Si existe alteración severa de los
tanilo) para mantener una buena analgesia factores de coagulación, está totalmen-
durante el procedimiento. Se debe consi- te contraindicada sin antes realizar una
derar en uso de infusión continua de lido- transfusión de plasma.

8]
Tras la biopsia los pacientes deben CONC L U SI ÓN
estar monitorizados (color mucosas,
trc, pulso y calidad del mismo). Aunque la anestesia de un paciente con
• Shunts portosistémicos. Aquellos pa- enfermedad hepática sea una anestesia
cientes anestesiados para resolución de de riesgo, el anestesista puede contribuir
shunt necesitan un protocolo anestésico positivamente optimizando la condición
específico y adecuado que ya se expuso preoperatoria del paciente y eligiendo un
en anteriores números con detalle. protocolo anestésico correcto, conociendo
• Extirpación tumores hepáticos: El las implicaciones medico quirúrgicas tanto
mayor riesgo anestésico-quirúrgico es del paciente como del procedimiento.
la hemorragia aunque también cabe La elección de los fármacos correctos
destacar la diminución del retorno ve- y sus respectivas dosis previene las compli-
noso debido a la oclusión de la vena caciones anestésicas aunque cabe destacar
cava caudal durante la manipulación que la anestesia es más que la elección de
quirúrgica hepática. Es imprescindible los fármacos anestésicos adecuados.
un panel completo de coagulación, y Un protocolo individualizado de cada
al igual que en otros procedimientos paciente minimizará la morbilidad pe-
puede ser necesario realizar transfusión rioperatoria optimizando las condiciones
de plasma o sangre entera. perioperatorias resultando en un procedi-
• Lipidosis hepática felina. La mayoría de miento exitoso.
gatos con lipidosis hepática necesitan
ser anestesiados para la colocación de
un tubo de esofagostomia o gástri- Bibliografía
co. La premedicación debe realizarse
con un opiáceo a dosis conservadora 1. Bednarski R, Grimm K, Harvey R, Lukasik VM,
Penn VS, Sargent B, Spelts K. AAHA Anesthe-
(metadona/petidina), inducción con sia Guidelines for Dogs and Cats. Journal of
propofol/etomidato y mantenimien- American Animal Hospital Association 2011;
to con anestésico inhalatorio. Estos 47:377–385
pacientes siempre se beneficiarán de 2. Martínez-Taboada F. Monitorización. En: Rioja
E, Salazar V, Martínez F, Martínez M. Manual
la preoxigenación y de dosis bajas de de anestesia y analgesia de pequeños animales.
mantenimiento de agente inhalatorio Servet Editorial – Grupo Asís Biomédica S.L.
(isoflurano/sevoflurano). 2013. 131-156.
• Enfermedades tracto biliar. La aneste- 3. Davies H, et al. AAHA/AAFP Fluid Therapy
Guidelines for dogs an cats. J Amim Hosp Assoc
sia de este tipo de cirugía de urgencia 2013 May-Jun; 49(3):149-159.
está asociada a vómitos por lo que la 4. Rezende M, Mama K. Anesthesia in Hepatic
rehidratación y control de electroli- disease. Clinician´s Brief January 2015.
tos es imprescindible. Al igual que el 5. Grubb T, Anesthesia for patients with special
concerns. In: Small Animal Anesthesia and Anal-
resto de patologías relacionadas con gesia. Carroll GL, ed 2008.
el hígado, se debe hacer una analítica 6. Weil AB. Anesthesia for patients with renal/
completa con factores de coagulación hepatic disease. Topics Comp Anim Med 2010;
incluidos. El tratamiento con vitamina 25:87-91.
7. Rizvon MK, Chou CL. Surgery in the patient
K será requerido. Estos pacientes pue- with liver disease. Med Clin North Am. 2003;
den presentar íleo paralítico por lo que 87(1):211-27
habrá que evitar neumonías por aspi- 8. Seymur C, Duke-Novakovski T. BSAVA Manual
ración durante todo el procedimiento. of canine and feline Anesthesia and Analgesia.
2nd edition.2007.Dorset UK.
La morfina provoca constricción del 9. Waddell K. Anesthesia concerns for patients
esfínter de Oddi con un incremento with portosystemic shunts.
de presión en el conducto biliar por lo 10. Rahimzadeh P, Safari S et al. Anesthesia for pa-
que en estos casos está contraindicada: tients with liver disease. Hepat Mon. 2014 Jul;
14(7).
la petidina y el fentanilo producen la 11. Glowasky M,Wetmore L. Propofol: Application
constricción del esfínter de Oddi sin el in veterinary sedation and anesthesia. Clinical
aumento de presión en el conducto bi- tecniques in small animal practice. Feb 1999Vo-
liar; la buprenorfina, sin embargo, tiene lume 14, Issue 1, 1-9.
12. William W. Muir; John A. E. Hubbell; Richard
efecto mínimo. M. Bednarski; Manual de anestesia veterinaria;
Año 2008; España.

[9
Diagnóstico del dolor neuropático
en pequeños animales

Sandra Sanchis Mora

Royal Veterinary College, University of London, London, England.

R E SUME N de considerarse como una enfermedad


propiamente dicha. Las patologías que
El dolor neuropático (DN) se define como pueden derivar en DN son diversas. El
el causado por una alteración del sistema diagnóstico en animales es complicado y
somatosensorial. El DN es cada vez más se basa en la historia clínica, el examen fí-
común en la clínica diaria. Saber diagnos- sico general, el examen neurológico, orto-
ticarlo, hacer un buen seguimiento para pédico y pruebas diagnósticas que buscan
identificar la evolución del cuadro (mejoría localizar una lesión en el sistema nervioso
o empeoramiento) y saber c����������
�������
mo combi- periférico o central. Es importante recor-
nar fármacos y otros tratamientos es fun- dar que el dolor es una experiencia mul-
damental para mejorar la calidad de vida tidimensional (sensitiva-discriminativa,
de estos pacientes. En esta revisión se in- afectiva-emocional y cognitiva-evaluativa).
tentará responder a dos preguntas: ¿cómo En veterinaria las dos últimas dimensiones
diagnosticar y evaluar el dolor neuropático?, son extrapoladas de la percepción del pro-
y ¿�������������������������������������������
��������������������������������������������
cuál es la fisiopatología ligada a los cam- pietario y el veterinario.
bios sensoriales y de comportamiento ob- En medicina humana, los síndromes de
servados en pacientes con DN? DN se presentan de manera muy hetero-
génea. Los pacientes tienen principalmente
dolor espontáneo (que no es provocado
I NT R ODUCCI ÓN por ningún estímulo) o evocado. Se sos-
pecha que lo mismo puede suceder en los
La Asociación Internacional para el Es- animales. Además, los signos evocados pu-
tudio del Dolor (IASP) define el DN eden ser positivos (alodinia o hiperalgesia)
como un síndrome clínico caracterizado o negativos (pérdida de sensibilidad).
por dolor atribuible a un proceso anor- Existen muchas lagunas en el cono-
mal somatosensorial en el sistema nervi- cimiento de la fisiopatología del DN. In-
oso periférico (SNP) o sistema nervioso cluso en medicina humana hay controver-
central (SNC), que puede incluir dolor sia y discrepancias sobre qué patologías,
espontáneo (parestesia, disestesia), o pro- procesos o lesiones pueden desencade-
vocado (alodinia, o hiperalgesia) (Tabla 1). narla. Por ello, recientemente se han pub-
En esta revisión no se abordará la fisiopa- licado unos criterios que ayudan en su
tología del dolor neuropático, que ya ha diagnóstico:
sido explicada en artículos anteriores de
esta revista (se recomienda al lector la con- 1. Si el dolor tiene una distribución neu-
sulta del número 8 de Clinanesvet (2017) roanatómica compatible con una lesión
para obtener más información). en la médula espinal y si la historia clí-
El DN, a diferencia del dolor agudo nica puede relacionar esa posible lesión
nociceptivo, no es un mecanismo de de- o enfermedad con el dolor: diagnóstico
fensa, y, por tanto, es maladaptativo y pue- posible de DN.

10 ]
Tabla 1. Terminología de la alteración de la función somatosensorial. Definiciones de la Aso-
ciación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).

Parámetro Valores referencia

Hipoestesia Sensibilidad disminuida

Parestesia Sensación anormal espontánea o evocada, no


desagradable.

Hiperalgesia Respuesta dolorosa aumentada.

Hiperestesia Sensibilidad aumentada.

Alodinia Dolor por estímulo no doloroso normalmente.

Disestesia Sensación desagradable, espontánea o evo-


cada.

Hipoalgesia Sensibilidad disminuida a estímulo normalmente


doloroso.

2. Si además hay evidencia de una alter- hecho un diagnóstico probable y tratarlo


ación del sistema sensorial (presencia de como tal. En medicina veterinaria, ¿cómo
alodinia o hiperalgesia o disminución se puede utilizar este criterio de recono-
de la percepción de estímulos) donde cimiento del DN en los pacientes?
se localiza el dolor y esta presenta una La evaluación del DN en veterinaria
distribución similar a la localización del sigue siendo un reto, ya que los pacientes
dolor: diagnóstico probable de DN. no verbalizan lo que sienten. En este caso,
3. Si además de todo lo anterior hay una el primer punto de los criterios del di-
confirmación diagnóstica (por ejem- agnóstico de DN propuesto en medicina
plo, una lesión observada con una re- humana es el único disponible en muchos
sonancia magnética) que demuestre de los casos. El veterinario solo se puede
que existe una lesión o enfermedad: basar en la localización anatómica de la
diagnóstico definitivo de DN. lesión y cómo el animal se comporta
en relación con esa lesión. El segundo
Existen ciertas patologías en las que punto (alteraciones del sistema sensorial-
claramente se pueden identificar con una presencia de alodinia o hiperalgesia o dis-
lesión en el SNP o SNC. Sin embargo, esta minución de la percepción de estímulos)
clasificación tiene limitaciones. Otras pa- es más complicada de evaluar por la ausen-
tologías pueden causar DN debido a que cia de comunicación verbal. La pregunta
provocan sensibilización central y causan que surge es: ¿cómo se puede valorar si el
una alteración del sistema sensorial debido paciente tiene o no alodinia?
a procesos inflamatorios crónicos. Así, por
ejemplo, enfermedades como la pancreati-
tis crónica o la osteoartritis no contemplan P R U E B A S D E E VA L U A C I Ó N D E L
todos los puntos anteriores y, sin embargo, DN
se ha demostrado por histopatología que
hay lesión neuronal a nivel local. Actualmente, los instrumentos utilizados
La Tabla 2 muestra algunos ejemplos en personas con DN son cuestionarios
de enfermedades o lesiones en las que se que evalúan la calidad de vida, la obser-
puede desarrollar DN. En medicina huma- vación de signos clínicos y pruebas que
na se recomienda llamar DN cuando se ha eval�������������������������������������
úan����������������������������������
la función somatosensorial (cono-

[ 11
Tabla 2. Algunas de las posibles etiologías que pueden cursar con do-
lor neuropático en pequeños animales. Adaptado de (Mathews, 2008).

Patología

• Protrusiones crónicas de disco intervertebral


• Estenosis foraminal
• Malformaciones de Chiari
• Siringomielia
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Neuropatía diabética
• Hernias discales
• Atrapamiento de nervios periféricos
• Lesiones a nivel lumbosacro
• Tumores del sistema nervioso
• Tumores óseos
• Neuritis del nervio trigémino y polirradiculomielitis
• Tromboembolismos
• Discoespondilitis
• Embolismo fibrocartilaginoso
• Fracturas de pelvis
• Osteomielitis vertebral
• Pancreatitis
• Osteoartritis
• Gingivitis crónica
• Dolor neuropático postquirúrgico
• Onicectomía
• Traumatismo
• Cirugía de hernia inguinal
• Avulsión del plexo braquial
• Amputación

cidas como pruebas sensoriales cuantitati- E valu ación del sistema


vas -QST-). El veterinario puede evaluar somatosen sor ial
el dolor basándose en aspectos subjetivos
como la historia y signos clínicos y/o con Las pruebas sensoriales cuantitativas uti-
cuestionarios desarrollados para diagnos- lizan estímulos mecánicos y térmicos es-
ticar este tipo de dolor. También se pu- tandarizados para cuantificar la respuesta
eden usar pruebas cuyas mediciones han estímulo-sensorial (dimensión sensitiva-
demostrado estar correlacionadas con una discriminativa del dolor). El estímulo se
respuesta dolorosa y que son más obje- aplica en la piel del paciente en el área
tivas. Estas son las pruebas como QST, que se quiere evaluar y se retira cuando
acelerómetros que miden actividad diurna se observa la respuesta voluntaria (no re-
y nocturna, variabilidad de la frecuencia fleja), de manera que se evalúan el SNP y
cardíaca o la alfombra de presión (pressure SNC. La respuesta voluntaria se observa
mat) para evaluar cojeras. Por el momento, cuando el animal, además del acto reflejo
todos estos instrumentos no son económi- mira hacia el estímulo, se aparta, vocaliza,
cos y se utilizan principalmente en inves- se lame los labios, etc., demostrando que
tigación, pero se consideran el futuro de la información ha llegado al córtex. Esta
la evaluación clínica del DN. Algunos respuesta está considerada por diversos au-
especialistas comienzan a tenerlos en sus tores como semiobjetiva, ya es imposible
clínicas para evaluar a sus pacientes. valorar si la respuesta sucede exactamente
en el mismo momento que el estímulo
comienza a ser doloroso.
Los pacientes con hiperalgesia tienen
umbrales más bajos ante estímulos que se

12 ]
Tabla 3. Estímulos utilizados para evaluar la función somatosensorial o QST (pruebas sensoriales cuantitativas)

Estímulo Instrumento Parte del sistema somatosensorial evaluada

Estímulo de baja intensidad, cerca del umbral de percepción.


Responderán los mecanorrecetores que conducen las fibras
Mecánico
Filamentos von Frey Aβ (grandes, mielínicas). Se pueden utilizar también brochas
Tacto/punteado
o algodón. Un aumento de la sensibilidad es una manifesta-
ción de alodinia, como parte de una sensibilización central.

Estos instrumentos estimulan los nociceptores que conducen


Mecánico Von Frey electrónico las fibras Aδ (pequeñas, mielínicas). Se mide hiperalgesia
mecánica como parte de la sensibilización periférica o cen-
Punzante
tral. Debido a la pequeña área de contacto con la piel, se ha
de aplicar muy poca presión.

El área de estimulación es más amplia y, por tanto, la presión


ejercida es mayor. La presión firme activa nociceptores de
las fibras Aδ y C en músculos y tejidos más profundos. Este
Mecánico Algómetro instrumento se utiliza para evaluar hiperalgesia mecánica
Presión estática (a diferencia de la hiperalgesia por estímulo diná-
mico) en estructuras más profundas. El estímulo se aplica de
manera progresiva en la zona de interés hasta conseguir la
respuesta, que será el umbral de dolor.

Se activan los nociceptores mecanotérmicos Aδ y polimodales


C. Dependiendo de la temperatura aplicada se puede evaluar
Térmico Calor/frío
hiperalgesia o alodinia. La temperatura (frío o calor) a la que
los animales sanos responden como estímulo doloroso no
está determinado en todas las especies.

consideran dolorosos en animales sanos. En muchos de los casos se pueden uti-


Los animales con alodinia responden a lizar instrumentos que estén al alcance del
estímulos no dolorosos, es decir, que en profesional, como pinceles de pintura, al-
un animal sano no provocarían ninguna godón, etanol para el estímulo de frío, o
respuesta. Algunos instrumentos están dis- presionar con los dedos. Sin embargo, se
ponibles en veterinaria (Topcat Metrology deben tener en cuenta que estas pruebas no
ltd.) como el algómetro para estímulos están estandarizadas y tienen limitaciones.
mecánicos o aparatos con elementos in-
candescentes que evalúan la respuesta a Ca mbios compor tamen tales y
estímulos térmicos, que se calientan de c u e stion ar ios
manera constante hasta un valor máximo
que no provoca daño tisular. La parte afectiva y cognitiva de la experi-
Los filamentos de von Frey y una vari- encia dolorosa en casos de dolor crónico se
ante de estos, el von Frey electrónico, se considera muy importante, ya que el ob-
han utilizado para investigar dolor agudo, jetivo principal es mantener la calidad de
tratamientos analgésicos y dolor por os- vida en niveles aceptables para el paciente,
teoartritis en perros y gatos, e incluso, considerando la especie, sus hábitos y las
DN. Dependiendo del estímulo aplicado expectativas del propietario. Se lleva a cabo
se pueden valorar diferentes nociceptores, evaluando los cambios de comportamiento
canales iónicos o cambios en la transmis- y signos clínicos por parte del propietario y
ión a nivel de la médula espinal, lo que el veterinario. Se usan cuestionarios o esca-
puede orientar en el mecanismo por el las de dolor. Estas escalas permiten identi-
cual se ha producido el daño en el sistema ficar pequeños cambios comportamentales
somatosensorial, y con ello intuir cual será típicos de procesos crónicos, que de otra
el tratamiento más eficaz que actúe sobre manera serían muy difíciles de percibir.
esos receptores o conexiones a nivel del En la mayoría de los casos se obser-
SNC (Tabla 3). van vocalización, ansiedad, agresividad o

[ 13
F. 1 ( V íd e o ) F.2 (Ví deo)

F. 3 ( V íd e o )

FIGURA 1. Evaluación de miedo, cambios posturales, movilidad re- teoartritis), por lo tanto, usarlo con otra
la cojera del paciente. ducida o alteración del sueño. Otros signos patología distinta (p.ej., síndrome de cauda
clínicos son muy inespecíficos e incluso se equina) puede llevar a error en la inter-
FIGURA 2. Examen de la pueden confundir con otras enfermedades pretación. Sin embargo, pueden ayudar
función somatosensorial con (prurito, cojeras intermitentes, lamido a ser sistemáticos cuando se evalúan al-
los filamentos von Frey. excesivo de las extremidades, frotarse el gunas las características comunes a ambas
rostro con las extremidades o con otras patologías (p. ej., movilidad) y tener un
FIGURA 3. Mejoría del superficies), mientras que otros compor- registro de cómo evoluciona el paciente
paciente en el test con fila- tamientos no se asocian a ninguna causa en el transcurso del tiempo. Los cuestion-
mentos de von Frey después (quejidos sin venir a cuento, automuti- arios deben ser traducidos y adaptados al
del tratamiento. lación). Estos últimos pueden estar rela- país en que se utilizan para evitar errores
cionados con el DN de tipo espontáneo de interpretación lingüística y cultural. Por
definido anteriormente, lo que el QST, el momento, ninguno de los cuestionarios
por ejemplo, no puede evaluar. que evalúan dolor crónico ha sido tradu-
Algunos de los cuestionarios dis- cido al castellano. En relación con el DN,
ponibles en veterinaria para evaluar dolor existe un cuestionario para evaluar calidad
crónico son específicos para osteoartritis de vida desde el punto de vista del propi-
o cáncer (por ejemplo, Canine Brief Pain etario en perros con hernias discales y otro
Inventory, Helsinki Chronic Pain Index, Fe- que evalúa cambios comportamentales re-
line Musculoskeletal Pain Index). Muchos lacionados con DN en perros con sirin-
de ellos han sido adaptados de medicina gomielia. Los autores de este cuestionario
humana. Los cuestionarios normalmente correlacionaron la presencia de ansiedad,
están creados para una patología concreta miedo y nerviosismo en perros con DN
y han sido validados para ella (p.ej., os- por siringomielia. Estos cambios compor-

14 ]
tamentales son difíciles de percibir a no una pequeña área ����������������������
inflamada en la almoh-
ser que los relacionemos con la anamnesis. adilla plantar con captación de contraste.
Preguntas como ¿su perro se altera más de Se realizó una biopsia de la zona, que re-
la cuenta cuando vienen extraños a casa sultó ser tejido normal. El animal recibía
últimamente?, ¿se esconde cuando hay ru- carprofeno una vez al día, sin respuesta al
ido o desconocidos en casa?, ¿se comporta tratamiento. En algunas ocasiones se había
su perro de manera más agresiva de lo administrado tramadol, siendo también
normal? son de gran valor en estos casos. inefectivo. El examen físico, ortopédico y
neurológico fueron normales. Se realizó
un examen de la función somatosensorial
C O N C LU S I O N E S con los filamentos von Frey y se observó
la presencia de alodinia en la cara lateral y
El DN es un tipo de dolor muy difícil de dorso-medial del metatarso en la extremi-
diagnosticar por la falta de instrumentos, dad inferior izquierda. La respuesta se ob-
conocimiento de la fisiopatología, y la au- servó con un filamento de 0,2 g (Figura
sencia de comunicación con los pacientes. 2). En el resto de la extremidad el paci-
Sin embargo, el DN está cada día más pre- ente no reaccionó a los estímulos, como
sente entre los posibles diagnósticos, lo que se esperaría en un paciente normal. Se re-
favorece el tratamiento adecuado de perros alizó una resonancia magnética de toda la
y gatos. Aunque se ha avanzado enorme- extremidad y el segmento espinal T4-S3
mente, en medicina veterinaria aún queda para evaluar la salida de los nervios espi-
mucho por hacer para alcanzar el nivel de nales. La resonancia era compatible con la
diagnóstico de DN en medicina humana. normalidad. Como parte del diagnóstico,
Se debe tener en cuenta que la croni- se realizó bloqueo guiado por neuroes-
cidad y perpetuación del dolor en ciertas timulador y ecografía con anestésico local
enfermedades puede desarrollar DN, in- a baja concentración para evitar bloqueo
cluso en enfermedades o lesiones ajenas motor (ropivacaina al 0,2%) bajo anestesia
al SNP o SNC. Una buena anamnesis, general para evaluar una posible afección
historia, examen físico, utilizar las pruebas del nervio. Sin embargo, la cojera persistió.
sensoriales que se tengan al alcance y la Se comenzó a administrar amitriptilina vía
evaluación del comportamiento con ayuda oral a 2 mg/kg cada 12 h y gabapentina
de los cuestionarios son indispensables para vía oral 10 mg/kg cada 8 horas. Al mes
un buen diagnóstico y monitorización del siguiente la cojera todavía persistía, pero
DN. En muchos de los casos se requiere la era intermitente. La calidad de vida del
derivación del caso a un especialista. En al- paciente había mejorado de acuerdo con
gunas ocasiones el tratamiento diagnóstico el cuestionario utilizado (Canine Brief Pain
será una de las pocas opciones, pero siem- Inventory). En la valoración de la función
pre se ha de dar el beneficio de la duda somatosensorial se observó una mejoría del
cuando a pesar de no seguir los 3 criterios test con filamentos de von Frey (Figura 3).
de diagnóstico utilizados en medicina hu- A pesar del desconocimiento de la causa,
mana que se han comentado, haya indicios el uso del QST sirvió para el diagnóstico
de que el paciente pueda presentar DN. de probable DN y la monitorización de la
A continuación, se describe un caso evolución del animal con el tratamiento.
clínico focalizado en como el QST puede
orientar en el diagnóstico de DN.
Agradecimientos
La autora agradece a el Dr. Nacho Re-
C AS O C LÍ N I C O dondo por su ayuda en el artículo y al
Dr. Jaime Visasillas por los vídeos del caso.
Se presenta el cado de un Beagle de 6 años
de edad, macho castrado. Se presenta con
una historia de 2 años de cojera continua
9-10/10 (Figura 1) de la extremidad pos-
terior izquierda. Hace 2 años se realizó un
TAC (tomografía axial computarizada) de
la extremidad que únicamente demostró

[ 15
Bibliografía

1. B.D.X., 2013. Reliability and discriminatory


testing of a client-based metrology instrument,
feline musculoskeletal pain index (FMPI) for
the evaluation of degenerative joint disease-
associated pain in cats. The Veterinary Journal
196, 368-373.
2. Brown, D.C., Boston, R., Coyne, J.C., Farrar,
J.T., 2009. A novel approach to the use of ani-
mals in studies of pain: validation of the canine
brief pain inventory in canine bone cancer. Pain
medicine (Malden, Mass.) 10, 133-142.
3. Brydges, N.M., Argyle, D.J., Mosley, J.R., Dun-
can, J.C., Fleetwood-Walker, S., Clements, D.N.,
2012. Clinical assessments of increased sensory
sensitivity in dogs with cranial cruciate ligament
rupture.Veterinary journal 193, 545-550.
4. Budke, C.M., Levine, J.M., Kerwin, S.C., Levine,
G.J., Hettlich, B.F., Slater, M.R., 2008. Evalua-
tion of a questionnaire for obtaining owner-
perceived, weighted quality-of-life assessments
for dogs with spinal cord injuries. Journal of the
American Veterinary Medical Association 233,
925-930.
5. Eduardo Mateos, 2017. Aproximación al dolor
neuropático. Clinanestvet 8: 16-23
6. Finnerup, N.B., Haroutounian, S., Kamerman,
P., Baron, R., Bennett, D.L., Bouhassira, D., Cru-
ccu, G., Freeman, R., Hansson, P., Nurmikko,
T., Raja, S.N., Rice, A.S., Serra, J., Smith, B.H.,
Treede, R.D., Jensen, T.S., 2016. Neuropathic
pain: an updated grading system for research and
clinical practice. Pain 157, 1599-1606.
7. Hielm-Bjorkman, A.K., Kapatkin, A.S., Rita,
H.J., 2011. Reliability
����������������������������������������
and validity of a visual an-
alogue scale used by owners to measure chronic
pain attributable to osteoarthritis in their dogs.
American journal of veterinary research 72,
601-607.
8. Mathews, K.A., 2008. Neuropathic pain in dogs
and cats: if only they could tell us if they hurt.
The Veterinary clinics of North America. Small
animal practice 38, 1365-1414, vii-viii.
9. Moore, S.A., 2016. Managing Neuropathic Pain
in Dogs. Frontiers in Veterinary Sciences 3, 12.
10. Reid, J., Wiseman-Orr, M.L., Scott, E.M., No-
lan, A.M., 2013. Development, validation and re-
liability of a web-based questionnaire to measure
health-related quality of life in dogs.The Journal
of small animal practice 54, 227-233.
11. Rutherford, L., Wessmann, A., Rusbridge, C.,
McGonnell, I.M., Abeyesinghe, S., Burn, C.,
Volk, H.A., 2012. Questionnaire-based beha-
viour analysis of Cavalier King Charles spaniels
with neuropathic pain due to Chiari-like mal-
formation and syringomyelia.Veterinary journal
194, 294-298.
12. Taylor, P.M., Robertson, S.A., Dixon, M.J., 2007.
Evaluation of the use of thermal thresholds to
investigate NSAID analgesia in a model of in-
flammatory pain in cats. Journal of feline medi-
cine and surgery 9, 313-318.

16 ]
Manejo farmacológico
del dolor oncológico. Parte I

Gerardo García Alonso¹, Miguel Ángel Cabezas Salamanca2

1
Servicio de Cirugía y Anestesia Hospital Parla Sur, Servicio de Cirugía en Hospital Puchol, Madrid.
2
Responsable de Servicio de Anestesia en Hospital Puchol.

RE S U M E N
En el ser humano, se estima que
El dolor es un factor clave en los pacientes aproximadamente el 90% de los pacientes
oncológicos dado que afecta de manera oncológicos pueden recibir un tratamiento
importante a su calidad de vida, al desa- efectivo, hecho extrapolable a la medici-
rrollo de actividades, al comportamiento na de pequeños animales1,2. Sin embargo,
y a las interacciones sociales. en un estudio retrospectivo con pacientes
El control inadecuado del dolor puede tratados mediante radioterapia para el tra-
tener un impacto negativo sobre el ani- tamiento paliativo de metástasis, el 25% de
mal y los propietarios, por lo que es de éstos presentaban dolor inadecuadamente
vital importancia su manejo clínico como tratado antes del inicio de la misma3. Otros
parte del tratamiento oncológico integral. estudios indican que el manejo incorrec-
La prevalencia del dolor en estos procesos to del dolor en humanos se aproxima al
mórbidos es variable y con el fin de me- 50%4-6. Además, la prevalencia del dolor en
jorar su manejo, el personal veterinario ha humanos con estos procesos es de hasta el
de formarse de manera constante en su 28% en pacientes recién diagnosticados, de
reconocimiento y control. hasta el 50% en pacientes con enfermedad
En el presente artículo se tratará la eva- existente y de hasta el 85% en pacientes
luación del dolor, su clasificación e im- con procesos neoplásicos avanzados7-10 y
plicaciones fisiopatológicas y los avances síndrome paraneoplásico11-14.
en las principales modalidades terapéuticas En medicina veterinaria se estima que
disponibles para el abordaje farmacológico alrededor del 30% de los tumores en perro
de estos procesos mórbidos con el objetivo y gato se asocian a un dolor significativo
de poder evitar, en la medida de lo posible, en el momento del diagnóstico, según el
las consecuencias que éste provoca sobre axioma “si un animal parece tener dolor,
el organismo, el curso y la evolución de la lo más probable que lo tenga”.
enfermedad. Sea cual sea pronóstico, la función del
clínico será aliviar el dolor según razones
éticas, fisiológicas y de bienestar animal,
INT RO D U C C I Ó N garantizando la calidad de vida de los pa-
cientes15-19 según los cinco principios de
Los procesos oncológicos afectan cada bienestar animal20,21, mostrándose libres
vez a un mayor número de pacientes y de hambre y sed, libres de malestar físico
las técnicas para el diagnóstico y el trata- y térmico, libres de dolor y enfermedad,
miento evolucionan por lo que se han de capaces de expresar un comportamiento
adaptar tales progresos al control del dolor normal y carentes de miedo y estrés.
en el paciente. La prevalencia del dolor en Muchos de los pacientes sufren dolor
animales que padecen estos procesos es debido a intervenciones terapéuticas, como
desconocida, muchas veces se subestima la cirugía o la quimioterapia2. Existen mu-
y en la actualidad se considera infradiag- chos limitantes a la hora de instaurar una
nosticado. pauta analgésica, entre las que se incluye un

[ 17
pobre reconocimiento del dolor, la dificul- consecuencias como dolor maladaptativo,
tad de valorar de manera objetiva el grado fracaso en el tratamiento y muerte o eu-
de dolor, la inadecuada reevaluación una tanasia prematura del paciente.
vez instaurado el tratamiento, así como el Durante la estancia del animal en con-
desconocimiento o mal manejo de los dis- sulta u hospitalización se debería utilizar
tintos fármacos analgésicos disponibles2,22-29. una escala del dolor34-40 que permita la eva-
luación y evolución a lo largo del tiem-
po22,23,28,29, caracterizando la localización, la
CONCE P T O Y E VAL U AC I ÓN D E L intensidad y la causa probable del mismo.
DOL OR ONC OL ÓGI C O Se debería fomentar la comunicación
con el propietario para realizar un segui-
Se define dolor como toda experiencia miento durante la estancia del animal en
sensitiva y emocional desagradable asocia- el hogar41-43 mediante cuestionarios sobre
da a un daño tisular potencial o adquiri- la calidad de vida relacionada con la salud
do30-31 y se considera consecuencia de la del animal (QOL, Quality of life), que per-
sinergia de eventos nociceptivos, lo que mitirán valorar el dolor e impacto de la
muchas veces hace difícil encontrar los enfermedad, la eficacia del tratamiento y la
mecanismos subyacentes. presencia de enfermedades concomitantes
El dolor afecta a la calidad de vida del que afectarían a la misma41-47.
animal, lo que puede tener consecuencias Los seguimientos son casi tan im-
clínicas sobre la actividad, el comporta- portantes como la evaluación inicial. Se
miento, las funciones vitales y el pronósti- debería de establecer un protocolo de re-
co de la enfermedad. visiones periódicas en el que se evalúe la
El reconocimiento y manejo del dolor evolución del grado de dolor por parte del
oncológico es un reto ya que en ocasiones animal y la calidad de vida29, 48.
existe cierto desconocimiento de la far- El veterinario puede usar diferentes
macología analgésica, un uso relativo de escalas de valoración de dolor durante la
escalas del dolor o déficit de seguimiento admisión, seguimiento e ingresos del ani-
del paciente generalmente asociado a una mal que permitan evaluar la respuesta al
falta de comunicación con el propietario. tratamiento oncológico y analgésico. Ini-
El paciente oncológico requiere de un cialmente los tipos de escalas más comunes
examen físico inicial que permita valorar fueron las escalas unidimensionales, entre las
los dermatomas involucrados y la posible que se encuentra la escala analógica-visual
presencia de dolor referido, así como de y la escala numérica. La escala numérica
aquellas de pruebas complementarias de tiene gradaciones de 0 a 10 (o 100) donde
las que el animal precisase, sea cual sea su 0 es una situación en la que no se presenta
complejidad. dolor y 10 (o 100) equivale al mayor dolor
El reconocimiento temprano de los posible (Figura 1). Por otro lado, la escala
signos clínicos asociados al dolor es de analógica-visual consiste en una línea hori-
vital importancia para obtener un proto- zontal de 10 centímetros de longitud cuyo
colo analgésico eficaz, así como para evi- límite inferior indicará la ausencia de dolor
tar un procesamiento aberrante de señales y límite superior que determinará el peor
neuronales que lleven al desarrollo de un dolor imaginable (Figura 2).
estado de dolor patológico como en caso En los últimos años se ha intentado in-
de hiperestesia –incremento en la sensi- troducir escalas más complejas que permi-
bilidad a los estímulos dolorosos-, hipe- tan valorar el dolor de la manera más ob-
ralgesia –respuesta dolorosa exagerada a jetiva posible, como la escala de Glasgow
un estímulo doloroso leve o moderado- y modificada o la escala de la Universidad
alodinia –respuesta dolorosa anormal ante de Colorado (Tabla 1). Una de las limita-
un estímulo no doloroso29,32-34. ciones principales de estas escalas es que su
La evaluación del paciente ha de rea- desarrollo ha ido enfocado a la evaluación
lizarse por medio de varios observadores, de un dolor posoperatorio.
ya que, de manera individual, podrían en- Ante las limitaciones de las diversas es-
contrarse diferencias relativas a la evalua- calas del dolor, es conveniente utilizar un
ción subjetiva, dando como resultado un sistema que todos los observadores conoz-
planteamiento analgésico inadecuado con can y entiendan y a su vez sea fácilmente

18 ]
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

F. 1

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

No dolor El peor dolor


imaginable

1 cm
F. 2

Tabla 1. Contenido online. Plantillas sobre las diferentes escalas del dolor.

Especie Escala Hipervínculo informativo Validada

Escala de Glasgow modifica- Enlace 1 Sí


da
Perro Escala del dolor agudo de la Enlace 2
Universidad de Colorado

Enlace 3
Escala del dolor crónico de la
Universidad de Colorado
Gato
UNESP-Botucatu Enlace 4 Sí

Escala del dolor en la especie Enlace 5


felina. Universidad de colorado

reproducible de manera objetiva. ción con otros seres vivos) y una tercera FIGURA 1. Escala numérica
En 2006 la Universidad de Pensilvania que permite valorar la percepción de la del dolor.
modificó el cuestionario breve del dolor calidad de vida por parte del propietario.
con objetivo de aportar una herramienta FIGURA 2. Escala analógica-
para la evaluación del estado del animal visual.
por parte del propietario. Posteriormente, CLASIFICACIÓN Y ORIGEN DEL
la Universidad de Purdue intentó adap- DOL OR
tarlo a enfermos oncológicos. Se presenta
como un cuestionario con dos primeras La nocicepción es la transducción, la con-
secciones de preguntas objetivas para va- ducción y el procesamiento de las seña-
lorar el dolor de paciente, la funcionalidad les generadas en el nervio aferente por
(actividad, ansiedad, patrones de descanso, la estimulación de nociceptores25,26,49. Las
salud gastrointestinal, movilidad e interac- terminaciones nerviosas se encuentran

[ 19
Terapia contra el cáncer
(cirugía, quimioterapia,
radioterapia)

Tumor primario
- Inflamación
Procedimientos
- Necrosis tisular
diagnósticos
- Compresión de estruc- Clínica
- Biopsias
turas del dolor
- Exéresis diagnóstica
- Daño neurológico y me-
canismos neuroinmunes

Procesos concomitantes
(osteoartrosis, neuropatía, dia-
bética, gingivitis, etc.)

F. 3

FIGURA 3. Clínica del dolor localizadas en piel, tejido subcutáneo, pe- aldosterona, renina, angiotensina II y cate-
en el paciente oncológico. riostio, músculos, articulaciones y órganos colaminas circulantes, así como disminu-
internos26. ción en la secreción de testosterona e in-
Las señales nociceptivas se transmiten sulina que pueden influir sobre el sistema
fundamentalmente a través de dos tipos de cardiopulmonar, función gastrointestinal y
fibras nerviosas: las fibras A delta mielini- la homeostasis de fluidos2,16,51-53.
zadas de pequeño tamaño y las fibras C no Todo ello produce un incremento del
mielinizadas25,26,49. catabolismo con lipolisis, atrofia muscular
Las fibras A beta transmiten estímulos y caquexia tumoral, con retención de agua
no dolorosos como el tacto, vibración, pro- y sodio e incremento en la excreción de
piocepción, presión y movimiento50, aun- potasio además de cambios no específicos
que en ocasiones dichos estímulos pueden como vocalizaciones, disfagia, anomalías
procesarse y percibirse como dolor (alodi- en la actividad, patrones de alimentación o
nia)25,26,49. Las fibras A delta y C entran en el etológicos y otras alteraciones fisiológicas
asta dorsal de la médula espinal a través de tales como la elevación de la frecuencia
los ganglios radiculares, donde se produce cardíaca y de la presión arterial, aparición
una sinapsis con las neuronas de segundo de arritmias cardíacas, midriasis o saliva-
orden de la materia gris25,26,49-51. ción, sobrecrecimiento bacteriano e inclu-
Parte de la integración y modulación so sepsis14, 21-24,51,54,55.
puede tener lugar en la asta dorsal a través El dolor puede causar inmunosupre-
de la interacción con interneuronas exci- sión en función de la severidad del acto
tatorias e inhibitorias.La información no- clínico56-62 y la tasa de metástasis se ha re-
ciceptiva resultante es enviada al cerebro lacionado con la severidad de la cirugía63,
a través de los tractos espinotalámicos y asociándose una correcta pauta analgési-
será integrada, procesada y reconocida en ca64 con el aumento en la esperanza de
múltiples áreas del cerebro25,26 (Figura 3). vida en modelos experimentales65 Este he-
El dolor puede producir estrés, aso- cho podría ser el resultado de la función
ciado a elevaciones en el cortisol, corti- de las células natural Killer (linfocitos NK),
cotropina, glucosa hormona antidiurética, aunque el mecanismo podría ser mucho

20 ]
Tabla 3. Clasificación del dolor en el paciente oncológico.

Origen tumoral
Síndrome paraneoplásico
Clasificación etiológica Tratamiento oncológico
Debilidad
Patología concurrente

Nociceptivo (somático o visceral)


Clasificación fisiopatológica Neuropático
Mixto/variable

Agudo
Crónico
Clasificación temporal
Irruptivo
Adaptativo/maladaptativo

Leve
Severidad de los signos clínicos Moderado
Severo

más complejo65,66. puede causar situaciones de dolor como


La consecuencia final es el retraso de la pancreatitis, neuropatías periféricas (p.ej.,
tasa de curación, por lo que es importan- vincristina), cistitis y mielosupresión (p.ej.,
te instaurar una pauta analgésica correcta ciclofosfamida) u otros efectos secunda-
para mejorar el estado de salud general del rios, así como la extravasación durante la
paciente con cáncer. administración parenteral que puede cau-
La organización mundial de la salud sar destrucción tisular y precisar desbrida-
(OMS) clasifica el dolor oncológico en miento quirúrgico48,51,67,68.
función de los siguientes ejes: la etiología, La radioterapia puede causar toxicidad
patogenia y localización, el patrón tempo- tisular radioinducida y aparición de dolor
ral, la duración e intensidad del dolor y el como en caso de mucositis29,51,67-70 (p.ej.,
curso (Tabla 3). estomatitis y glositis en tumores orales o
Dado que la clasificación del dolor colitis y proctitis ante irradiación pélvica)
oncológico puede tener una implicación o en casos de osteoradionecrosis asociada
diagnóstica y terapéutica fundamental, la a fracturas patológicas y neuropatías peri-
aproximación al control del dolor en el féricas70 (Figura 4).
paciente oncológico debería realizarse en El tratamiento de tumores de gran ta-
función de las anteriores. El origen del maño requiere de un abordaje complejo y
dolor puede deberse al proceso neoplá- generalmente multimodal mediante abor-
sico en sí (invasión tumoral, destrucción daje quirúrgico en aquellos casos que es
tisular, presión), a la presencia de metásta- posible y/o el uso de las técnicas anterior-
sis, síndromes paraneoplásicos (debilidad, mente citadas instaurando una pauta de
osteopatía hipertrófica, neuropatía perifé- analgesia preventiva eficaz, para obtener
rica), métodos diagnósticos o terapéuticos un mejor control tumoral, una menor tasa
(curativos o paliativos) o enfermedades de recidiva y una disminución del dolor
concomitantes, generalmente relacionadas asociada a éstos procesos69,71-73.
con la edad del animal30-31. Generalmen- Entre los factores que contribuyen a la
te comienza como un dolor agudo y leve progresión del dolor oncológico, destacan
que suele progresar conforme lo hace la la proliferación no controlada de células
enfermedad a un dolor crónico de severi- cancerígenas, el crecimiento aberrante del
dad variable, por lo que el reconocimien- tumor o sus metástasis con compresión de
to e intervención rápidos y eficaces son estructuras, órganos y sistemas, lisis ósea
esenciales para prevenir la sensibilización o invasión perineural. Además, las células
central que se atribuye al incremento de la cancerígenas secretan factores de creci-
excitabilidad de neuronas espinales. miento, citoquinas, hormonas y otros fac-
La administración de quimioterápicos tores quimiotácticos que contribuyen a la

[ 21
F. 4 F.5

FIGURA 4. Lesiones por aparición de hiperalgesia, y alodinia, atri- actualmente para más indicativo de dolor
radioterapia en un gato. En buibles a el incremento de la excitabilidad crónico aquel dolor que ya en sí mismo se
ocasiones, el propio tratamiento de neuronas espinales. presenta como una enfermedad.
puede ocasionar un nivel de La clasificación fisiopatológica del do- Ante procesos diagnósticos e inter-
dolor superior que el propio lor generalmente determina que el dolor venciones terapéuticas se puede encontrar
tumor. oncológico tiene componentes nocicepti- dolor agudo asociado situaciones como la
vos (somático o visceral), neuropático y en administración de infusiones citotóxicas,
FIGURA 5. Tumor esplénico caso de pacientes humanos, psicogénico, radioterapia, cirugía y periodo periopera-
de gran tamaño causante los cuales pueden presentarse solos o ser torio, por lo que siempre ha de instaurarse
de dolor por compresión un resultado o combinación de los mis- una pauta de analgesia preventiva y valo-
y estimulación nociceptiva mos2,14,29,34,67. ración en estos casos.
constante. Cortesía J. Díaz. El dolor somático aparece como con- En las etapas tempranas, los nocicepto-
secuencia a procesos en huesos, articula- res y fibras nerviosas envueltas en el dolor
ciones, músculos, tejido subcutáneo y piel son similares a aquellas implicadas en el
y suele ser un dolor constante y bien lo- dolor agudo y crónico, mientras que, con
calizado74. El dolor visceral aparece como la progresión de la enfermedad, los me-
consecuencia del incremento de tamaño, canismos del dolor pueden diferir de los
distensión, pérdida de estructura, función anteriores, contribuyendo al desarrollo de
e inflamación de los diferentes órganos la memoria del dolor.
y sistemas. Generalmente está asociado a La presencia de estímulo sostenido
la distensión de las serosas y se trata de provoca efectos sobre la excitabilidad en
un dolor de difícil localización75. El do- las neuronas localizadas en la asta dorsal
lor neuropático se origina ante el daño de la médula espinal, llevando al desarrollo
por compresión, infiltración invasión del de sensibilización central que se produce
sistema nervioso central o periférico, des- por moduladores como el glutamato y la
aferenciación y/o disrupción simpática, sustancia P, así como la disminución de la
generalmente asociado a déficits motores, modulación inhibitoria78,79.
sensoriales o autónomos, así como neu- La sensibilización central se reconoce
ropatías periféricas inducidas por el tra- ante signos clínicos de dolor cada vez más
tamiento oncológico -quimioterapia o severos, que se originan cada vez más lejos
radioterapia- siguiendo una distribución del foco tumoral y son difíciles de tratar
en dermatomas. con terapia unimodal, resultando en alo-
En relación a la duración puede regis- dinia o hiperalgesia80.
trarse como dolor agudo o crónico, defi- Los tumores de gran tamaño provocan
niéndose este como un proceso somato- la estimulación nociceptiva constante de-
sensorial aberrante en el sistema nervioso bido a la sensación de expansión mecánica
central o periférico durante más de 3 me- y distorsión de mecanorreceptores a con-
ses76. Esta diferenciación temporal hace secuencia de la presión sobre órganos y
que la clasificación sea muy “estática” y sistemas, causando hipoperfusión e hipoxia

22 ]
tisular ante su expansión, inervación y vas- alteraciones centrales y periféricas en la
cularización anormal y liberación de fac- transmisión, modulación e integración de
tores quimiotácticos81,82 causando además los estímulos nociceptivos.
de sensibilización central, sensibilización En el paciente oncológico coexisten
periférica (Figura 5). diversos grados de dolor adaptativo y
La sensibilización periférica es causada maladaptativo aunque éste se considera
por mediadores inflamatorios, prostaglan- generalmente como maladaptativo, debido
dinas, histamina, serotonina, bradiquininas a los cambios tanto a nivel central como
y factores de crecimiento83,84 ante la acti- periférico en el sistema de procesamiento
vación de nociceptores silentes, que junto tanto por parte del tumor como de la es-
con el microambiente ácido del tumor, y timulación nociceptiva previa.
la correspondiente expresión de canales Según el curso, puede establecerse
iónicos, disminuye el umbral nociceptivo como dolor continuo -dolor sordo que
y magnifica la respuesta al dolor ante estí- incrementa conforme la enfermedad pro-
mulos no dolorosos83-85. gresa- o dolor irruptivo89 - dolor de alta
La irritación por parte del microam- intensidad que aparece de manera im-
biente del tumor, ante la tasa de crecimien- predecible, rápida y de corta duración-
to anormal puede producir una liberación mientras que en función de la intensidad
de factores de crecimiento neurotrópicos el dolor se puede clasificar como leve,
como el factor de crecimiento nervioso moderado o severo90.
(NGF) responsable de la sensibilidad de La intensidad del dolor inflamatorio,
las neuronas en los procesos nociceptivos86, neuropático, isquémico y mediado por
produciendo el descenso del umbral del mecanismos específicos relacionados con
dolor o incremento de la sensibilidad al el cáncer91 aumenta conforme lo hace la
mismo. infiltración inflamatoria que ocurre de-
Estudios animales han descrito que bido al daño tisular del tejido adyacente
el bloqueo de anticuerpos sobre el NGF y la liberación de citoquinas o mediado-
resulta en la disminución del dolor óseo res de la inflamación por parte de células
metastático87, por lo que el uso de anti- cancerígenas y desde el centro necrótico
cuerpos monoclonales anti-NGF ha de- potencial en grandes tumores.
mostrado disminuir el grado de cojera en
perros88. Además, la proliferación de célu-
las anormales durante la invasión tisular
puede destruir el tejido normal adyacente, Bibliografía
produciendo el incremento de la actividad
de la vía ciclooxigenasa (COX) ante la res- 1. Goisis A, Gorini M, Ratti R. Application of a
WHO protocol on medical therapy for onco-
puesta inflamatoria subyacente. logic pain in an internal medicine hospital. Tu-
El dolor adaptativo es de naturaleza mori 1989;75:470–2.
aguda debido a una respuesta al daño tisu- 2. Gaynor SJ.Control of Cancer Pain in Veterinary
lar y posee un componente inflamatorio Patients. Veterinary Clinics of North America:
Small Animal Practice 2008; 38:1429-1448
y nociceptivo, en presencia de un sistema 3. Mitera G, Zeiadin N, Kirou-Mauro A. Retros-
nervioso central intacto y es reversible en pective assessment of cancer pain management
un corto periodo de tiempo, ya que el do- in an outpatient palliative radiotherapy clinic
lor nociceptivo es transitorio y resultado using the pain management index. Journal of
Pain and Symptom management 2010; 39:259-
de un reflejo protector del organismo. 267
El dolor maladaptativo es el resulta- 4. Kirou-Mauro AM, Hird A, Wong J. Has pain
do de cambios en la médula espinal y el management in cancer patients with bone me-
cerebro, que resultan en el procesamiento tastases improved? A seven-year review at an
outpatient palliative radiotherapy clinic. Jour-
sensorial anormal de manera persistente nal of Pain and Symptom Management 2009;
y puede instaurarse de manera rápida en 37:77-84.
muchas ocasiones, que desencadena la sen- 5. Deandrea S, Montanari M, Moja L. Prevalence
sibilización central. of undertreatment in cancer pain. A review of
published literature. Annals of Oncology 2008;
La alodinia y la hiperalgesia son las 19:1985-1991.
condiciones más comunes en casos de 6. Oldenmenger WH, SillevisSmitt PAE, van Doo-
dolor no tratado, deficientemente trata- ren S. A systematic review on barriers hindering
do o dolor maladaptativo, que resulta de adequate cancer pain management and inter-

[ 23
ventions to reduce them: A critical appraisal. Eu- and cats, in Proceedings. American College of
ropean Journal of Cancer. 2009; 45:1370-1380. Veterinary Internal Medicine 2003;497-499.
7. Cleary J, Carbone PP. Pharmacologic ma- 27. Tranquilli WJ, Grimm KA, Lamont LA. Pain
nagement of cancer pain. Hospital Practice management for the small animal practitioner.
1995;30(11):41–9. 2nd ed. Jackson, Wyo: Teton NewMedia, 2004.
8. Foley KM. Improving palliative care for cancer: Online Source.
a national and international perspective. Gyne- 28. Buvanendran A, Kroin JS. Useful adjuvants for
cologic Oncology 2005;99(S1):S213–4. postoperative pain management. Best Practice &
9. Jacox A, Carr DB, Payne R. New clinical-prac- Research Clinical Anaesthesiology. 2007;21:31–
tice guidelines for the management of pain in 49.
patients with cancer. New England Journal of 29. O’Brien MG. Cancer pain management: a re-
Medicine. 1994;330(9):651–5. view of recent considerations and advancements.
10. Sykes NP. Pain control in terminal cancer. Inter- Veterinary Cancer Society Newsletter 1998;22:1-
national disability studies. 1987;9(1):33–7. 6.
11. Looney A. Oncology Pain in Veterinary Pa- 30. Caraceni A. Clinicipathological correlates of
tients. Topics in Companion Animal Medicine. common cancer pain syndrome. Hematology
2010:25(1):32-44 Oncology Clinics of North America 1996;10:57-
12. Bonica JJ, Ventafridda V, Twycross RG: Cancer 62, 1996
pain, in Bonica JJ: The Management of Pain, 31. Nicholson B: Taxonomy of pain. The Clinical
ed 2. Philadelphia, Lea and Feibiger, 1990, pp Journal of Pain 2000;16:S114-117
400-401 32. Tranquilli WJ, Grimm KA. Physiology of pain.
13. Marcus DA. Epidemiology of cancer pain, Cu- Veterinary Clinics of North America: Small Ani-
rrent Pain and Headache Reports 15:231–234, mal Practice 2000;30(4):703–28
2011. 33. McGrath PJ, Beyer J, Cleeland C, et al. American
14. Stephen J. Withrow and David M. Vail, W.B. Academy of Pediatrics report of the Subcommit-
Supportive Care for the Cancer Patient, In tee on Assessment and Methodologic Issues in
Withrow &MacEwen’s Small Animal Clinical the Management of Pain in Childhood Cancer.
Oncology (Fourth Edition) 2007 16:291-346 Pediatrics 1990;86(5):814–7.
15. . Gaynor JS. Is postoperative pain management 34. Fan TM. Pain Management in Veterinary Patients
important in dogs and cats? Veterinary Medicine with Cancer.Veterinary Clinics of North Ameri-
1999;94:254–8. ca. Small Animal Practice. 2014; 44(5):989-1001
16. Muir WW. Pain and stress. In: Gaynor J, Muir 35. Hudson JT, Slater MR, Taylor L. Assessing re-
WW, editors. Handbook of veterinary pain ma- peatability and validity of a visual analogue scale
nagement. 1st edition. 2002:46–59. questionnaire for use in assessing pain and la-
17. McGuill MW. Our oath of kindness. Journal of meness in dogs. American Journal of Veterinary
the American Veterinary Medical Association Research 2004;65(12):1634–43.
2002;221:1682–3. 12. 36. Holton LL, Scott EM, Nolan AM, et al. Com-
18. Brown C, Thompson S, Vroegindewey G, et al. parison of three methods used for assessment of
The global veterinarian: the why? The what? pain in dogs. Journal of American Veterinary As-
The how? Journal of Veterinary Medical Edu- sociation 1998;212(1):61–6.
cation 2006;33:411–5. 37. Morton CM, Reid J, Scott EM, et al. Application
19. Lascelles BDX: Surgical pain: Pathophysiology, of a scaling model to establish and validate an in-
assessment andtreatment strategies. In Tobias terval level pain scale for assessment of acute pain
KM, Johnston SA, editors: Veterinary surgery in dogs. American Journal of Veterinary Research
small animal, Online edition. 2005;66(12):2154–66
20. Lascelles BD, Main DC: Surgical trauma and 38. Firth AM, Haldane SL. Development of a
chronically painful conditions–within our scale to evaluate postoperative pain in dogs.
comfort level but beyond theirs? Journal of Journal of American Veterinary Association
the America Veterinary Medical Association 1999;214(5):651–9.
2002;221:215–222 39. Holton LL, Scott EM, Nolan AM, et al. Re-
21. Brambell FWR: Report of technical committee lationship between physiological factors and
to enquire into thewelfare of animals kept un- clinical pain in dogs scored using a numerical
der intensive husbandry systems. In Vol. London, rating scale. Journal of Small Animal Practice
HM Stationery Office, 1965. 1998;39(10):469–74.
22. Gaynor JS. Pain management for the oncolo- 40. Hellyer P. Objective, categoric methods for as-
gy patient. In: Withrow SJ, MacEwen EG, eds. sessing pain and analgesia. In: Gaynor J, Muir
Small animal clinical oncology. 3rd ed. Philadel- WW, editors. Handbook of veterinary pain ma-
phia: WB Saunders, 2001:219-232. nagement. 1st edition; 2002;15:82–110
23. Gaynor JS, Muir WW. Handbook of veterinary 41. Yazbek KV, Fantoni DT. Validity of a health-
pain management. All chapters. Online Source. related quality-of-life scale for dogs with sig-
24. Kyles AE, Ruslander D. Chronic pain: osteoar- ns of pain secondary to cancer. Journal of the
thritis and cancer. Seminars in Veterinary Medi- American Veterinary Medicine Association
cine and Surgery (Small Animals) 1997;12:122- 2005;226(8):1354–8.
132. 42. Wiseman-Orr ML, Scott EM, Reid J, Nolan
25. Lascelles BD. Relief of chronic cancer pain. AM. Validation of a structured questionnaire as
In: Dobson J, Lascelles BD, eds. BSAVA ma- an instrument to measure chronic pain in dogs
nual of oncology. 2nd ed. BSAVA Publications on the basis of effects on health-related quality
2003:137-151. of life. American Journal of Veterinary Research.
26. Lascelles BD. Interaction of pain and cancer, and 2006;67(11):1826-36.
principles of alleviation of cancer pain in dogs 43. Lynch S, Savary-Bataille K, Leeuw B, et al. De-

24 ]
velopment of a questionnaire assessing health- 58. Lennard TW, Shenton BK, Borzotta A, et al:The
related quality-of-life in dogs and cats with influence of surgical operations on components
cancer. Veterinary and Comparative Oncology of the human immune system, British Journal of
2011;9(3):172–82. Surgery 1985;72:771–776.
44. Freeman LM, Rodenberg C, Narayanan C, Ol- 59. Sandoval BA, Robinson AV, Sulaiman TT. Open
ding J, Gooding MA, Koochaki PE, Develop- versus laparoscopic surgery: a comparison of na-
ment and initial validation of the Cat Health tural antitumoral cellular immunity in a small
and Wellbeing (CHEW) Questionnaire: a ge- animal model. The American Surgeon.1996;
neric health-related quality of life instrument 62:625–631
for cats, Journal of Feline Medicine and Surgery 60. Oka M, Hazama S, Suzuki M. Depression of
2016; 9:689 cytotoxicity of nonparenchymal cells in the liver
45. Noli C, BorioS,VarinaA,Schievano C, Deve- after surgery, Surgery 1994;116:877–882.
lopment and validation of a questionnaire to 61. Kutza J, Gratz I, Afshar M.The effects of general
evaluate the Quality of Life of cats with skin anesthesiaand surgery on basal and interferon
disease and their owners, and its use in 185 stimulated natural killer cell activity of humans,
cats with skin disease, Veterinary Dermatology. Anesthesia and Analgesia 1997;85:918–923,
2016(27);4:247-250 62. Allendorf JD, Bessler M, Horvath KD, et al: In-
46. Carsten RE, Hellyer PW, Bachand AM, et al. creased tumor establishment and growth after
Correlations between acute radiation scores and open vs laparoscopic surgery in mice may be
pain scores in canine radiation patients with related to differences in postoperative T-cell
cancer of the forelimb.Veterinary Anaesthesia function. Surgical Endoscopy. 1999;13:233–235.
and Analgesia 2008;35(4):355–62. 63. Gottschalk A, Sharma S., Ford J, Durieux Me
47. Tzannes S, Hammond MF, Murphy S, et al. Tiourinirine M. The role of the perioperati-
Owners’ perception of their cats’quality of ve period in recurrence after cancer surgery.
life during COP chemotherapy for lympho- Anesthesia and Analgesia. 2010;110(6):1636-43.
ma. Journal of Feline Medicine and Surgery 64. Heaney A, Buggy DJ. Can anaesthetic and
2008;10(1):73–81. analgesic techniques affect cancer recurrence
48. Kyles AE, Ruslander D. Chronic pain: os- or metástasis? British Journal of Anaesthesia.
teoarthritis and cancer. Seminars of Veteri- 2012;109(1):i17–i28
nary Medicine and Surgery (Small Animals) 65. Page GG, Blakely WP, Ben-Eliyahu S. Eviden-
1997;12(2):122–32. ce that postoperative pain is a mediator of the
49. Bruera ED, Portenoy RK. Cancer pain: as- tumor-promoting effects of surgery in rats. Pain
sessment and management. Cambridge, UK: 90:191–199, 2001
Cambridge University Press, 2003. Online 66. Lee SW, Gleason NR, Southall JC. A serum-so-
source luble factor stimulates tumor growth following
50. Lascelles BD. Interaction of pain and cancer, and laparotomy in a murine model, Surgical Endos-
principles of alleviation of cancer pain in dogs copy 14:490–494, 2000.
and cats, in Proceedings. American College of 67. Foley KM. Management of cancer pain. En: De-
Veterinary Internal Medicine 2003;497-499. Vita VT, Hellman S, Rosenberg SA, eds. Cancer:
51. Leigh A, Lamont M.Multimodal Pain Manage- principles and practice of oncology. 6th ed, Pa:
ment in Veterinary Medicine: The Physiologic Lippincott Williams & Wilkins, 2001;2977-3011.
Basis of Pharmacologic Therapies. Veterinary 68. Chun R, Garrett L, MacEwen EG. Cancer che-
Clinics of North America: Small Animal Prac- motherapy. Withrow SJ, MacEwen EG. Small
tice 2008; 38(6):1173-1186, animal clinical oncology. 3rd ed., 2001;92-118.
52. Hamill RJ. The physiologic and metabolic res- 69. Kisseberth WC, MacEwen EG. Adverse effects.
ponse to pain and stress. Handbook of critical Withrow SJ, MacEwen EG. Small animal clinical
care pain management. New York: McGraw- oncology. 3rd ed. 2001;198-219.
Hill; 1994: 39–52 70. LaRue SM, Gillette EL. Radiation therapy.
53. Cousins M. Acute and postoperative pain. In: Withrow SJ, MacEwen EG, eds. Small animal
Wall PD, Melzack R, editors. Textbook of pain. clinical oncology. 3rd ed. 2001;119-137.
3rd edition. Edinburgh (UK): Churchill Livings- 71. Ramirez O 3rd, Dodge RK, Page RL, et al.
tone; 1994:357–85. Palliative radiotherapy of appendicular osteo-
54. Dyson DH. Per ioperative Pain Manage- sarcoma in 95 dogs. Veterinary Radiology and
ment in Veterinary Patients. Veterinary Clinics Ultrasound 1999;40:517-522
of North America: Small Animal Practice. 72. Dobson J, Cohen S, Gould S. Treatment of ca-
2008;38(6):1309-1327 nine mast cell tumours with prednisolone and
55. Conzemius MG, Hill CM, Sammarco JL, et al: radiotherapy.Veterinary and comparative onco-
Correlation betweensubjective and objective logy 2004;2:132-141.
measures used to determine severity ofposto- 73. Klein MK. Multimodality therapy for head and
perative pain in dogs, Journal of the American neck cancer. Veterinary clinics of North Ame-
Veterinary Association.1997210:1619–1622 rica. Small Animal Practice. 2003;33:615-628.
56. M Saxinger, Lynora. Back Pain and Immu- 74. Hellyer PW, Gaynor JS: Acute postsurgical
nosuppression: What Is at the Root of It All? pain in dogs and cats. Compendium of Conti-
The Canadian Journal of Infectious Diseases nuing Education for the Practising Veterinarian
2000;11(5):230–278. 1998;20:140–153
57. Baxevanis CN, Papilas K, Dedoussis GV. Abnor- 75. Robinson D, Gebhart GF. Inside information:
mal cytokine serum levels correlate with im- the unique features of visceral sensation. Mole-
paired cellular immune responses after surgery, cular Intervention 2008; 8:242-253
Clinical Immunology and Immunopatology 76. Ashburn MA, Staats PS. Management of chronic
1994;71:82–88 pain. Pain. 1999;353:1865-1869

[ 25
77. Vargas-Schaffer G. Is the WHO analgesic ladder 95. Lauretti GR, Lima IC, Reis MP, et al. Oral keta-
still valid? Twenty-four years of Experience. Ca- mine and transdermal nitroglycerin as analgesic
nada Family Physician 2010; 56(6):514-517 adjuvants to oral morphine therapy for cancer
78. Craig AD. Interoception: the sense of the phy- pain management. Anesthesiology 1999;90:1528–
siological condition of the body. Current opi- 1533.
nion on Neurobiology 2003;13:500-505 96. Chia YY, Liu K, Liu YC, et al. Adding ketamine
79. Woolf CJ. Pain. moving from symptom con- in a multimodal patient-controlled epidural re-
trol towards mechanism-specific pharmacolo- gimen reduces postoperative pain and analgesic
gic management. Annals of Internal Medicine consumption. Anesthesia and Analgesia. 1998;86:
2004;140:441-451. 1245–1249.
80. Kohno T, Moore KA, et al. Central sensiti- 97. Mao J, Price DD, Mayer DJ. Mechanisms of
zation and LPT: do pain and memory share hyperalgesia and morphine tolerance: a cu-
similar mechanism? Trends in Neuroscience rrent view of their possible interactions. Pain
2003;26:696-705 1995;62:259–274
81. Hanahan D,Weinberg RA. Hallmarks of cancer: 98. Katz J. Pre-emptive analgesia: evidence, current
The next generation. Cell 2011; 144:646-674. status and future directions. European Journal of
82. Lewin GR, Lechner SG, Smith ESJ. Nerve Anesthesiology Supplement 1995;10:8-13.
growth factor and nociception: From experi- 99. Slavin KV, Tesoro EP. The treatment of cancer
mental embryology to new analgesic therapy. pain. Drugs Today 2004; 40:235-245
Handbook of Experimental Pharmacology 100. Lucas R, Warner TD, Vojnovic I, et al: Cellular
2014; 220:251- 282. mechanisms of acetaminophen: role of cycloo-
83. Muir WW III, Woolf CJ. Mechanisms of pain xygenase. FASEB Journal 2005;19:635-637
and their therapeutic implications. Journal 101. Bonnefont J, Courade JP, Alloui A, et al: Mecha-
of American Veterinary Medical Association nism of the antinociceptive effect of paraceta-
2001;219:1346–1356. mol. Drugs 2003;63:1-4
84. Woolf CJ, Salter MW. Neuronal plasti- 102. Chhaya V Sharma, Vivek Mehta; Paracetamol:
city: increasing the gain in pain. Science mechanisms and updates. Continuing Edu-
2000;288:1765–1769. cation in Anaesthesia Critical Care & Pain,
85. Yoneda T, Hata K, Nakanishi M, et al. Invol- 2014;14(4):153–158
vement of acidic microenvironment in the 103. Ouellet M, Percival DM, Mechanism of Ace-
pathophysiology of cancer-associated bone pain. taminophen Inhibition of Cyclooxygenase Iso-
Bone 2011; 48:100-105 forms. Archives of Biochemistry and Biophysics
86. Mizumura K., Murase S. Role of Nerve Growth 2001;387(2): 273-280,
Factor in Pain. In: Pain Control. Handbook of 104. McConkey SE, Grant DM, Cribb AE. The
Experimental Pharmacology. 2015;227. Online role of para-aminophenol in acetaminophen-
Source. induced metahemoglobinemia in dogs and cats.
87. McCaffrey G, Thompson ML, Majuta L, et al. Journal of Veterinary Pharmacology and Thera-
NGF blockade at early times during bone can- py 2009; 32:585–595
cer development attenuates bone destruction 105. Allen, AL. The Diagnosis of Acetaminophen
and increases limb use. Cancer Research 2014; Toxicosis in Cats.The Canadian Veterinary Jour-
74:7014- 7023. nal 2003;44.6:509–510
88. Gearing DP, Virtue ER, Gearing RP, et al. A 106. De Vries, F., Setakis, E. and Van Staa, T.-P. Con-
fully caninised anti-NGF monoclonal antibody comitant use of ibuprofen and paracetamol and
for pain relief in dogs. BMC Veterinary Re- the risk of major clinical safety outcomes. Bri-
search 2013; 9:226. tish Journal of Clinical Pharmacology, 2010;70:
89. Svendsen KB, Andersen S, Arnason S, et al. 429–438
Breakthrough pain in malignant and non-ma- 107. Graham GC, Scott KF: Mechanism of action of
lignant diseases: a review of prevalence, charac- paracetamol. American Journal of Therapeutics
teristics and mechanisms. European Journal of 2005;12:46-55
Pain 2005; 9(2): 195–206. 108. Fox SM. Painful Decisions for Senior Pets.Vete-
90. Swieboda P, Filip R,,Prystupa A, Drozd M. rinary Clinics of North America: Small Animal
Assessment of pain: types, mechanism and Practice 2012:42(4):727-748,
treatment. Annals of Agricultural and Enviro- 109. Lascelles BD, McFarland JM, Swann H. Guideli-
mental Medicine. 2013;1:2-7 nes for safe and effective use of NSAIDs in dogs.
91. Falk S and Dickenson AH. Pain and nociception: Veterinary Theraphy. 2005;6(3):237-251
mechanisms of cancer-induced bone pain. Jour- 110. Sandersoln, RO,Beata C, Flipo R, Genevois J,
nal of Clinical Oncology 2014;2(16):1647-1654 Macias, C., Tacke, S., Vezzoni, A., Innes, JF. Sys-
92. Woolf CJ, Chong MS. Preemptive analgesia: tematic review of the management of canine
treating postoperative pain by preventing the osteoarthritis.Veterinary Record. 2009;164:418-
establishment of central sensitization. Anesthesia 424.
and Analgesia 1993;77:362-379. 111. Innes, JF., Clayton, J., Lascelles, BDX. Review of
93. Moiniche S, Kehlet H, Dahl JB. A qualitative the safety and efficacy of long-term NSAID use
and quantitative systematic review of preemp- in the treatment of canineosteoarthritis. Veteri-
tive analgesia for postoperative pain relief: the nary Record. 2010;166:226-230.
role of timing of analgesia. Anesthesiology. 112. MacPhail CM, Lappin MR, Meyer DJ, et al.
2002;96:725–741 Hepatocellular toxicosis associated with ad-
94. Fu ES, Miguel R, Scharf JE. Preemptive keta- ministration of carprofen in 21 dogs. Journal
mine decreases postoperative narcotic require- of the American Veterinary Association 1998;
ments in patients undergoing abdominal surgery. 212(12):1895–901.
Anesthesia and Analgesia.1997;84:1086–1090. 113. Rubin BR. Specific cyclooxygenase-2 (COX-2)

26 ]
inhibitors. Journal of the American Osteopathic 130. Basu GD, Liang WS, Stephan DA, et al. A novel
Association 1999;99:300–1. role for cyclooxygenase-2 in regulating vascular
114. Golden BD, Abramson SB. Selective cycloo- channel formation by human breast cancer cells.
xygenase-2 inhibitors. Rheumatic Diseases Cli- Breast Cancer Research. 2006;8(6):R69
nics of North America. 1999;25:359–78. 131. Millanta F, Caneschi V, Ressel L, et al. Expression
115. Yoshimura, N., Sano, H., Okamoto, M. et al. Ex- of vascular endothelialgrowth factor in canine
pression of Cyclooxygenase-1 and -2 in Human inflammatory and noninflammatorymammary
Breast Cancer. Surgery Today 2003;33:805-89 carcinoma. Journal of Comparative Pathology.
116. Singh-Ranger, G., Salhab, M. &Mokbel, 2010;142:36-42.
K. Breast. Cancer Research Treatment 132. Davies G, Salter J, Hills M Martin LA Sacks N,
2008;109:189-198 Dowsett M. Correlation between Cyclooxyge-
117. Denkert, C., Winzer, K.-J., Müller, B.-M., Wei- nase-2 Expression and Angiogenesis in Hu-
chert,W., Pest, S., Köbel, M., Kristiansen, G., Re- man Breast Cancer. Clinical Cancer Research.
les, A., Siegert, A., Guski, H. and Hauptmann, 2003;9(7):2651-2656
S. Elevated expression of cyclooxygenase-2 is a 133. Queiroga FL, Pires I, Lobo L, Lopes CS,The role
negative prognostic factor for disease free sur- of COX-2 expression in the prognosis of dogs
vival and overall survival in patients with breast with malignant mammary tumours, Research in
carcinoma. Cancer, 2003;97: 2978–2987 Veterinary Science. 2010;88(3):441-445
118. Howe, Louise R. Inflammation and Breast Can- 134. Grosch S, Maier TJ, Schiffman S, Geisslinger G.
cer. Cyclooxygenase/prostaglandin Signaling Cyclooxygenase-2 (COX-2)-independent an-
and Breast Cancer. Breast Cancer Research. ticarcinogenic effects of selective COX-2 inhi-
2007: 210. Online Source bitors. Journal of the National Cancer Institute
119. Doré M, Lanthier I, Sirois J. Cyclooxygenase-2 2006;98(11):736-47.
expression in canine mammary tumors. Veteri- 135. M. Doré. Cyclooxygenase-2 Expression
nary Pathology 2003;40:207-212. in Animal Cancers. Veterinary Pathology.
120. Mohammed SI, Khan KN, Sellers RS, et al. Ex- 2010;48(1):254 – 265
pression of cyclooxygenase-1 and 2 in natura- 136. Marconato L., Leo C., Girelli R., Salvi S., Abra-
llyoccurring canine cancer. Prostaglandins Leu- mo F., Bettini G., Comazzi S., Nardi P., Alba-
kotrienes Essent Fatty Acids 2004;70:479-483. nese F. and Zini E. Association between Waste
121. Kleiter M, Malarkey DE, Ruslander DE, et Management and Cancer in Companion Ani-
al. Expression of cyclooxygenase-2 in canine mals. Journal of Veterinary Internal Medicine,
epithelial nasal tumors. Veterinary Radiology 2009;23:564–569
and Ultrasound 2004;45:255-260 137. Christopher M. Fulkerson, Deborah W. Knapp,
122. Mullins MN, Lana SE, Dernell WS, et al. Cy- Management of transitional cell carcinoma of
clooxygenase-2 expression in canine appendi- the urinary bladder in dogs: A review, The Vete-
cular osteosarcomas. Journal of Veterinary Me- rinary Journal 2015;205(2):217-225,
dicine 2004;18:859-865. 138. Knapp DW, Glickman NW, Widmer WR, et
123. Khan KN, Stanfield KM.Trajkovic D, et al. Ex- al. Cisplatin versus cisplatin combined with pi-
pression of cyclooxygenase-2 in canine renal cell roxicam in a canine model of human invasive
carcinoma. Veterinary Pathology 2001;38:116- urinary bladder cancer. Cancer Chemotheraphy
119. and Pharmacology. 2000;46:221-226
124. Knottenbelt, C., Mellor, D., Nixon, C., Thomp- 139. Mohammed SI, Craig BA, Mutsaers AJ, et al.
son, H. and Argyle, D. J., Cohort study of COX- Effects of the cyclooxygenase inhibitor, pi-
1 and COX-2 expression in canine rectal and roxicam, in combination with chemotherapy
bladder tumours. Journal of Small Animal Prac- on tumor response, apoptosis, and angiogene-
tice. 2006;47:196–200. sis in a canine model ofhuman invasive urinary
125. Tremblay C, Doré M, Bochsler PN. Induction of bladder cancer. Molecular Cancer Therapeu-
prostaglandin G/H synthase-2 in a canine model tics.2003;2:183-188.
of spontaneous prostatic adenocarcinoma. Jour- 140. Schmidt BR, Glickman NW, De Nicola DB,
nal of National Cancer Institute 1999;91:1398- et al. Evaluation of piroxicam for the treatment
1403. of oral squamous cell carcinoma in dogs.
126. Sorenmo KU, Goldschmidt MH, Shofer FS, Journal of the American Veterinary Associa-
et al. Evaluation of cyclooxygenase-1 and cy- tion.2001;218:1783-1786.
clooxygenase-2 expression and the effect of 141. Boria PA, Murry DJ, Bennett PF, et al. Eva-
cyclooxygenase inhibitors in canine prostatic luation of cisplatin combined with piroxicam
carcinoma.Veterinary and comparative oncolo- for the treatment of oral malignant melano-
gy 2004;2:13-23. ma and oral squamous cell carcinoma in dogs.
127. Pestili de Almeida EM, Piché C, Sirois J. Ex- Journal of the American Veterinary Associa-
pression of cyclo-oxygenase-2 in naturally tion.2004;224:388-394.
occurring squamous cell carcinomas in dogs. 142. Henry CJ, McCaw DL, Turnquist SE, et al. Cli-
Journal of Hystochemistry and Citochemistry nical evaluation of mitoxantrone and piroxicam
2001;49:867-875. in a canine model of human invasive urinary
128. McEntee MF, Cates JM, Neilsen N. Cycloo- bladder carcinoma. Clinical Cancer Research
xygenase-2 expression in spontaneous intestinal 2003;9:906-911.
neoplasia of domestic dogs.Veterinary Pathology 143. KuKanich, B., Bidgood,T. and Knesl, O, Clinical
2002;39:428-436. pharmacology of nonsteroidal anti-inflammatory
129. Borzacchiello G, Paciello O, Papparella S. Ex- drugs in dogs.Veterinary Anaesthesia and Anal-
pression of cyclooxygenase-1 and -2 in canine gesia, 2012;39: 69–90
nasal carcinomas. Journal of Comparative Patho- 144. Wernham BG, Trumpatori B, Hash J. Dose re-
logy 2004;131:70-76. duction of meloxicam in dogs with osteoarthri-

[ 27
tis-associated pain and impaired mobility.Journal and oral transmucosal administration in dogs.Ve-
of Veterinary Internal Medicine 2011;25:1298– terinary Therapeutics. 2008;9(2):83-93
1305 159. McInnes, F., Clear, N., James, G. Evaluation of the
145. KuKanich B, Papich G Pharmacokinetics and Clearance of a Sublingual Buprenorphine Spray
antinociceptive effects of oral tramadol hy- in the Beagle Dog Using Gamma Scintigraphy.
drochloride administration in Greyhounds. Pharmaceutical Research. 2008;25: 869-874
American Journal of Veterinary Research 160. KO JC, Freeman LJ, Barletta M, Payton ME, Jo-
2011;72(2):256-262 hnson BM, Inoue T. Efficacy of oral transmucosal
146. Giorgi M, Del Carlo S, Saccomanni G. Pharma- and intravenous administration of buprenorphi-
cokinetic and urine profile of tramadol and its ne before surgery for postoperative analgesia in
major metabolites following oral immediate re- dogs undergoing ovariohysterectomy. Journal of
lease capsules administration in dogs.Veterinary the American Veterinary Medical Association.
Research Communications 2009;33:875-885. 2011;238(3):318-28
147. Giorgi M, Del Carlo S, Saccomanni G. Pharma- 161. Robertson, S.,Taylor, P., Bloomfield, M. and Sear,
cokinetics of tramadol and its major metabolites J. Systemic uptake of buprenorphine after buccal
following rectal and intravenous administra- administration in cats.Veterinary Anaesthesia and
tion in dogs, New Zealand Veterinary Journal Analgesia. 2002;29: 97–112
2009;57:146–152. 162. Robertson S., Lascelles B., Taylor P., Sear J.W.
148. Giorgi M, Del Carlo S, Saccomanni G. PK-PD modeling of buprenorphine in cats: in-
Biopharmaceutical profile of tramadol in the travenous and oral transmucosal administration.
dog, Veterinary Research Communications Journal of VeterinaryPharmacology and Thera-
2009;33(1):189–192. peutics, 2010;28:453–460
149. Giorgi M, Saccomanni G, Lebkowska-Wierus- 163. Pergolizzi, J., Böger, R. H., Budd, K., Dahan, A.,
zewska B. Pharmacokinetic evaluation of tra- Erdine, S., Hans, G., Kress, H.-G., Langford, R.,
madol and its major metabolites after single oral Likar, R., Raffa, R. B. and Sacerdote, P. Opioids
sustained tablet administration in the dog: a pilot and the Management of Chronic Severe Pain
study.Veterinary Journal 2009;180:253–255 in the Elderly: Consensus Statement of an In-
150. McMillan CJ, Livingston A, Clark CR. Phar- ternational Expert Panel with Focus on the Six
macokinetics of intravenous tramadol in dogs. Clinically Most Often Used World Health Orga-
Canadian Journal of Veterinary Research. nization step III Opioids (Buprenorphine, Fen-
2008;72:325–331. tanyl, Hydromorphone, Methadone, Morphine,
151. Pypendop B, Ilkiw JE Pharmacokinetics of tra- Oxycodone). Pain Practice, 2008; 8: 287–313
madol, and its metabolite O-desmethyl-trama- 164. Robertson SA, Taylor PM. Pain management in
dol, in cats. Journal of Veterinary Pharmacology cats—past, present and future. Part 2. Treatment
and Therapeutics. 2008;31: 52–59 of pain—clinical pharmacology. Journal of Feline
152. Flôr, PB, Yazbek, KV, Ida, KK, and Fantoni D. Medicine and Surgery. 2004;6:321-333.
Tramadol plus metamizole combined or not 165. Catbagan DL, Quimby JM, Mama KR, Rychel
with anti-inflammatory drugs is clinically JK, Mich PM. Comparison of the efficacy and
effective for moderate to severe chronic pain adverse effects of sustained-release buprenorphi-
treatment in cancer patients.Veterinary Anesthe- ne hydrochloride following subcutaneous admi-
sia and Analgesia. 2013;40: 316–327 nistration and buprenorphine hydrochloride fo-
153. Hale M, Upmalis D, Okamoto A. Tolerability of llowing oral transmucosal administration in cats
tapentadol immediate release in patients with undergoing ovariohysterectomy. American Jour-
lower back pain or osteoarthritis of the hip or nal of Veterinary Research. 2011;72(4):461-6.
knee over 90 days: a randomized, double-blind 166. Wilson DV, Evans AT, Miller R. Effects of prea-
study. Current Medical Research and Opinion nesthetic administration of morphine on gas-
2009;25(5):1095-1104. troesophageal reflux and regurgitation during
154. Tzschentke TM, Jahnel U, Kogel B, Christoph anesthesia in dogs. American Journal of Veteri-
T, Englberger W, De Vry J, Schiene K, Okamo- nary Research. 2005;66:386-390.
to A, Upmalis D, Weber H, Lange C, Stegmann 167. Foss JF,Yuan CS, Roizen MF, et al. Prevention of
JU, Kleinert R. Tapentadol hydrochloride: a apomorphine or cisplatin-induced emesis in the
next-generation, centrally acting analgesic with dog by a combination of methylnaltrexone and
two mechanisms of action in a single molecule. morphine. Cancer Chemotherapy and Farmaco-
Drugs today2009;45(9):711 logy. 1998;42:287-291.
155. Schröder, W., De Vry, J., Tzschentke, T. M., Jah- 168. Kukanich B, Lascelles B.D, Papich M.G, Phar-
nel, U. and Christoph, T. Differential contribu- macokinetics of morphine and plasma concen-
tion of opioid and noradrenergic mechanisms trations of morphine-6-glucuronide following
of tapentadol in rat models of nociceptive and morphine administration to dogs. Journal of
neuropathic pain. European Journal of Pain. Veterinary Pharmacology and Therapeutics,
2010;14: 814–821 2005;28: 371–376
156. Pharmacokinetics of the novel atypical opioid 169. Manfredi PL, Foley KM, Payne R. Parente-
tapentadol following oral and intravenous ad- ral methadone: an essential medication for the
ministration in dogs.The Veterinary Journal. treatment of pain. Journal of Pain and Symptom
2012;194(3):309-13. Management.2003;26:687–688
157. Hoskin PJ, Hanks GW. Opioid agonist-antago- 170. Callahan RJ, Au JD, Paul M. Functional inhi-
nist drugs in acute and chronic pain states. Drugs bition by methadone of N-methyl-D-aspartate
1991;41:326–44. receptors expressed in xenopus oocytes: stereos-
158. Abbo LA, KO JC, Maxwell LK, Galinsky RE, pecific and subunit effects. Anesthesia and Anal-
Moody DE, Johnson BM, Fang WB. Pharmaco- gesia. 2004;98: 653–659
kinetics of buprenorphine following intravenous 171. Ebert B, Andersen S, Krogsgaard-Larsen P. Ke-

28 ]
tobemidone, methadone and pethidine are non- cer pain physiology. British Journal of Pain.
competitive N-methyl-D-aspartate (NMDA) 2014;8(4):154-162.
antagonists in the rat cortex and spinal cord. 187. Mercadante S. Switching methadone: a 10-year
Neuroscience letters 1995;187:165–168 experience of 345 patients in an acute palliative
172. Hofmeister EH, Egger CM. Transdermal Fen- care unit. Pain Medicine 2012; 13(3): 399–404
tanyl Patches in Small Animals. Journal of 188. Ossipov MH, Lai J, King T, et al. Antinociceptive
the American Animal Hospital Association. and nociceptive actions of opioids. Journal of
2004;40(6):468-478 Neurobiology. 2004;61:126–148
173. Egger CM, Duke T, Archer J, Cribb P. Compari- 189. Eisenach JC. Preemptive hyperalgesia, not anal-
son of Plasma Fentanyl Concentrations by Using gesia? Anesthesiology 2000;92:308–309.
Three Transdermal Fentanyl Patch Sizes in Dogs. 190. Velayudhan A., Bellingham G., Morley-Forster
Veterinary Surgery. 1998;27: 159–166 P.; Opioid-induced hyperalgesia, Continuing
174. Egger CM, Duke T. Plasma fentanyl concentra- Education in Anaesthesia Critical Care & Pain.
tions in awake cats and cats undergoing anesthe- 2014;14(3):125–129
sia and ovariohysterectomy using transdermal 191. Kuo WC, Keegan RD. Comparative cardiovas-
administration.Veterinary Anaesthesia and Anal- cular, analgesic, and sedative effects of mede-
gesia. 2003;30(4)229-236 tomidine, medetomidine-hydromorphone, and
175. Scherk-Nixon M. A study of the use of a medetomidinebutorphanol in dogs. Proceedings
transdermal fentanyl patch in cats. Journal of of the Annual Meeting of the American College
the American Animal Hospital Association. of Veterinary Anesthesiologists. 2002:34-37
1996;32:19-24. 192. Benson GJ, Grubb TL, Neff-Davis C. Effect of
176. Schultheiss PJ, Morse BC, Baker WH. Evalua- medetomidine on surgically induced endocrine
tion of a transdermal fentanyl system in the dog. responses. Proceedings of the 5th International
Contemporary Topics in Laboratory Animal Congress of Veterinary Anesthesia, September
Science 1995;34(5):75–81. 17–18, 1994:165.
177. Egger CM, Glerum L, Haag KM. Efficacy 193. Granholm M, McKusick BC,Westerholm FC, et
and cost-effectiveness of transdermal fentanyl al. Evaluation of the clinical efficacy and safety
patches for the relief of postoperative pain in of intramuscular and intravenous doses of dex-
dogs after anterior cruciate ligament and pelvic medetomidine and medetomidine in dogs and
limb repair.Veterinary Anesthesia and Analgesia. their reversal with atipamezole. Veterinary Re-
2007;34(3):200-208 cord 2007; 160:891–897.
178. Schmiedt, C. W. and Bjorling, D. E. Accidental 194. Leppanen MK, McKusick BC, Granholm MM,
prehension and suspected transmucosal or oral et al. Clinical efficacy and safety of dexmede-
absorption of fentanyl from a transdermal patch tomidine and buprenorphine, butorphanol or
in a dog. Veterinary Anaesthesia and Analge- diazepam for canine hip radiography. Journal of
sia.2007;34: 70–73 Small Animal Practice 2006;47:663–9
179. Freise KJ, Newbound GC, Tudan C. Pharma- 195. Serteyn D, Coppens P, Jones R. Circulatory
cokinetics and the effect of application site on and respiratory effects of the combination
a novel, long-acting transdermal fentanyl solu- medetomidine-ketamine in beagles. Journal
tion in healthy laboratory Beagles. Journal of of Veterinary Pharmacology and Therapeutics.
Veterinary Pharmacology and Therapeutics. 1993;16:199–206.
2012;35(2):27–33. 196. Savola JM. Cardiovascular actions of medeto-
180. Linton DD, Wilson MG, Newbound GC, et al. midine and their reversal by atipamezole. Acta
The effectiveness of a long-acting transdermal Veterinaria Scandinavica. 1989;85:39–47
fentanyl solution compared to buprenorphine 197. Murrell JC. Medetomidine and dexmedeto-
for the control of postoperative pain in dogs in midine: a review of cardiovascular effects and
a randomized, multicentered clinical study. Jour- antinociceptiveproperties in thedog. Veterinary
nal of Veterinary Pharmacology an Therapeutics Anaesthesia and Analgesia. 2005;32(3):117 - 127
2012;35(2):53–64. 198. Marhofer D, Kettner SC, Marhofer P, et al.
181. Martinez SA,Wilson MG, Linton DD, et al.The Dexmedetomidine as an adjuvant to ropiva-
safety and effectiveness of a longacting transder- caine prolongs peripheral nerve block: a vo-
mal fentanyl solution compared with oxymor- lunteer study. British Journal of Anaesthesia
phone for the control of postoperative pain in 2013;110(3):438–42.
dogs: a randomized, multicentered clinical study. 199. Joshi W, Reuben SS, Kilaru PR, et al. Posto-
Journal of Veterinary Pharmacology and Thera- perative analgesia for outpatient arthroscopic
peutics. 2014;37(4):394–405. knee surgery with intraarticular clonidine
182. Afsharimani, B., Cabot, P. &Parat, MO.Morphine and/or morphine. Anesthesia and Analgesia
and tumor growth and metastasis.Cancer and 2000;90(5):1102–6
Metastasis Review 2011;30:225-238. 200. Ansah OB, Pertovaara A. Peripheral suppression
183. Sanford M. Silverman S. A Comprehensive of arthritic pain by intraarticular fadolmidine,
Review of Opioid-Induced Hyperalgesia. Pain an alpha 2-adrenoceptor agonist, in the rat.
Physician Journal. 2011;14:145-161 Anesthesia and analgesia 2007; 105(1):245–50
184. Richebe P, Cahana A and Rivat C.Tolerance and 201. Woolf CJ, Thompson SWN. The induction
opioid-induced hyperalgesia. Is a divorce immi- and maintenance of central sensitization is de-
nent? Pain. 2012; 153(8): 1547–1548. pendent on N-methyl-D-aspartic acid recep-
185. Chu LF, Dairmont J, Zamora AK, et al. The en- tor activation: implication for the treatment of
dogenous opioid system is not involved in mo- post-injury pain hypersensitivity states, Pain
dulation of opioid induced hyperalgesia. Pain 44:293–299, 1991.
2011; 12(1): 108–115. 202. Graven-Nielsen T, Arendt-Nielsen L. Peripheral
186. Falk S, Bannister K, Dickenson AH. Can- and central sensitization in musculoskeletal pain

[ 29
disorders: an experimental approach, Current Urch CE. Gabapentin normalizes spinal neu-
Rheumatology Reports 4:313–321, 2002. ronal responses that correlate with behavior
203. Petrenko AB, Yamakura T, Baba H..The role in a rat model of cancer-induced bone pain.
of N-methyl-D-aspartate (NMDA) receptors Anesthesiology. 2005; 102(1): 132–140
in pain: a review. Anesthesia and Analgesia 219. Cashmore, R., Harcourt-Brown, T., Freeman,
2003;97:1108–1116. P., Jeffery, N. and Granger, N. Clinical diagno-
204. Ilkjaer S, Petersen Kl, Brennum J, et al. Effect sis and treatment of suspected neuropathic pain
of systemic N-methyl-D-aspartate receptor in three dogs. Australian Veterinary Journal,
antagonist (ketamine) on primary and secon- 2009;87: 45–50
dary hyperalgesia in humans. British Journal of 220. Grubb T. Chronic Neuropathic Pain in Vete-
Anesthesia. 1996;76:829–834. rinary Patients. Topics in Companion Animal
205. Fu ES, Miguel R, Scharf JE. Preemptive keta- Medicine. 2010;25(1):45-52
mine decreases postoperative narcotic require- 221. Magni G, Arsie D, De Leo D. Antidepressants in
ments in patients undergoing abdominal surgery. the treatment of cancer pain: a survey in Italy.
Anesthesia and Analgesia. 1997;84:1086–90. Pain 1987:29:347-353
206. Scheller M, Bufler J, Hertle I. Ketamine blocks 222. Lynch ME: Antidepressants as analgesics: a re-
currents through mammalian nicotinic acetyl- view of randomized controlled trials. Journal of
choline receptor channels by interaction with Psychiatry and Neuroscience. 2001;26:30-36
both the open and the closed state. Anesthesia 223. Merskey H. Pharmacologic approaches other
and Analgesia 1996;83:830–836 than opioids in chronic non-cancer pain ma-
207. Slingsby LS, Waterman-Pearson AE: The post- nagement. Acta Anaesthesiologica Scandinavica
operative analgesic effects of ketamine after ca- 1997;41:187–90.
nine ovariohysterectomy–a comparison between 224. Mays TA. Tricyclic antidepressants, in de Leon-
pre- or post-operative administration, Research Casasola: Cancer Pain: Pharmacological, In-
in Veterinary Science 2000;69:147–152 terventional and Palliative Care Approaches.
208. Wagner AE, Walton JA, Hellyer PW, et al. Use 2006:305-310
of low doses of ketamine administered by cons- 225. Reich Mr, Ohad DG, Overall KL, Dunham AE.
tant rate infusion as an adjunct for postoperative Electrographic assessment of antianxiety medi-
analgesia in dogs Journal of the American Vete- cations in dogs and correlation with serum con-
rinary Medicine Association. 2002;221:72–75 centration Journal of the American Veterinary
209. Blanpied TA, Clarke RJ, Johnson JW. Amanta- Medicine Association. 2000;216(10):1571-1575
dine inhibits NMDA receptors by accelerating 226. McEwen C, Bruce S. The role of corticos-
channel closure during channel block. Journal teroids and stress in chronic pain conditions.
of Neuroscience. 2005;25:3312–22. Metabolism – Clinical and Experimental
210. Bleidner WE, Harmon JB, Hewes WE, Lynes E, 2010;59(Suppl): S9 - S15
Hermann EC Absorption, distribution and ex- 227. Roux F. Acute pain management in the perio-
cretion of Amantadine hidrochloride. Journal of perative period. European Journal of Compa-
Pharmacology and Experimental Therapeutics. nion Animal Practice 2010;20:69-73
1965;150(3):484-490; 228. Caracas HC, Maciel JV, Martins PM: The use
211. Lascelles, B.D.X., Gaynor, J.S., Smith, E.S., of lidocaine as an anti-inflammatory substan-
Roe, S.C., Marcellin-Little, D.J., Davidson, G., ce: a systematic review. Journal of Dentistry
Boland, E. and Carr, J. Amantadine in a Mul- 2009;37(2): 93-97
timodal Analgesic Regimen for Alleviation of 229. Fleming JA, O’Connor BD: Use of lidocaine
Refractory Osteoarthritis Pain in Dogs. Journal patches for neuropathic pain in a comprehensive
of Veterinary Internal Medicine.2008;22: 53–59 cancer centre. Pain Research and Management
212. Heiskanen T, Hartel B, Dahl ML, et al. Analgesic 2009;14:381–388
effects of dextromethorphan and morphine in 230. Ko J, Weil A, Maxwell L, et al: Plasma concen-
patients with chronic pain. Pain 2002;96:261– trations of lidocaine in dogs following lidocaine
267. patch application. Journal of the American Ve-
213. Manfredi PL, Gonzales GR, Cheville AL, et al. terinary Animal Association 2007;43:280–283
Methadone analgesia in cancer pain patients 231. Ko JC, Maxwell LK, Abbo LA, et al: Pharma-
on chronic methadone maintenance thera- cokinetics of lidocaine following the applica-
py. Journal of Pain Symptom Management tion of 5% lidocaine patches to cats, Journal
2001;21:169–174. of Veterinary Pharmacology and Therapeutics
214. Mercadante S. Methadone in cancer pain. Euro- 2008;31:359–367
pean Journal of Pain 1997; 1:77–85 232. Weiland L, Croubels S, Baert K, et al: Pharmaco-
215. Moore RA, Wiffen PJ, Derry S, McQuay HJ. kinetics of a lidocaine patch 5% in dogs, Journal
Gabapentin for chronic neuropathic pain and of Veterinary Medicine 2006;53:34–39,
fibromyalgia in adults. The Cochrane database 233. Coleman RE: Therapeutic use of bisphos-
of systematic reviews. 2011;(3). Online Source phonates in oncology. British Medical Journal
216. KuKanich, Butch, and Rachael L Cohen. Phar- 1994;309:1233
macokinetics of Oral Gabapentin in Greyhound 234. Coleman RE, McCloskey EV: Bisphosphonates
Dogs.Veterinary journal 2011;187(1):133–135. in oncology, Bone 2011;49:71–76
217. Bauer CS, Nieto-Rostro M, Rahman W. The 235. Tomlin JL, Sturgeon C, Pead MJ, et al: Use of
increased trafficking of the calcium channel the bisphosphonate drug alendronate for pallia-
subunit alpha2-delta-1 to presynaptic terminals tive management of osteosarcoma in two dogs,
in neuropathic pain is inhibited by the alpha2- Veterinary Record 2000;147:129–132
delta ligand pregabalin. Journal of Neuroscience. 236. Fan TM, de Lorimier LP, Charney SC, et al: Eva-
2009; 29(13) 4076–4088. luation of intravenous pamidronate administra-
218. Donovan-Rodriguez T, Dickenson AH and tion in 33 cancer-bearing dogswith primary or

30 ]
secondary bone involvement, Journal of Veteri-
nary Internal Medicine 2005;19:74–80
237. Fan TM, de Lorimier LP, O’Dell-Anderson K, et
al: Single-agent pamidronate for palliative the-
rapy of canine appendicular osteosarcoma bone
pain, Journal of Veterinary Internal Medicine
2007;21:431–439
238. Fan TM, de Lorimier LP, O’Dell-Anderson K,
et al: Single-agent pamidronate for palliative
therapy of canine appendicular osteosarcoma
bone pain. Journal of Veterinary Internal Medi-
cine.2007;21:431–439
239. Ryan SD, Timbie JW, Haussler KK, et al: Ran-
domized, placebo controlled, clinical trial of
radiation therapy with or without pamidronate
for palliative treatment of canine appendicular
osteosarcoma.Veterinary Comparative Oncolo-
gy 2011;9:e1–e49
240. Spugnini EP, Vincenzi B, Caruso G, et al: Zo-
ledronic acid for the treatment of appendicular
osteosarcoma in a dog. Journal of Small Animal
Practice. 2009;50:44–46.
241. Khan A, Bisphosphonate-Associated Osteone-
crosis of the Jaw. Canadian Family Physician.
2008;54(7):1019-1021
242. Roudebush P, Davenport DJ, Novotny BJ: The
use of nutraceuticals in cancer therapy. Veteri-
nary Clinics of North America: Small Animal
Practice. 2004;34:249-269
243. Davenport DJ, The Use of Dietary Polyunsatu-
rated Fatty Acids in the Management of Cancer
Patients. Proceedings of the American College
of Veterinary Internal Medicine, 2003. Online
Source
244. Block KI, Koch AC, Mead MN. Impact of anti-
oxidant supplementation on chemotherapeutic
efficacy: a systematic reviewof the evidence from
randomized controlled trials. Cancer Treatment
Reviews.2007;33:407-418
245. Fryer RA, Galustian C, Dalgelish AG, et al: Re-
cent advances and developments in treatment
strategies against pancreatic cancer. Current
Clinical Pharmacology 2009;4(2):102-112, 2009
246. Sagar J, Sales K, Dijk S, et al: Does doxycycline
work in synergy with cisplatin and oxaliplatin
in colorectal cancer? World Journal of Surgical
Oncology 2009;7:2
247. Eguchi K. Development of Palliative Medici-
ne for Cancer Patients in Japan: From Isolated
Voluntary Effort to Integrated Multidisciplinary
Network Japanese Journal of Clinical Oncology
2010;40(9):870-875

[ 31
Clinanesvet es una revista clínica de anestesia
veterinaria totalmente gratuita para los suscriptores de
www.multimedica.es
32 ]
v

Clinanesvet
Revista clínica
de anestesia
veterinaria
11

[ 33

Вам также может понравиться