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l. EL OBJETO DE LA DIDÁCTICA
DE LA LENGUA Y LA LITERATURA

CONTENIDO DE CAPfTULO

• los anteceden~es: la tradición en la enseñanza d e la lengua


• la emergencia de la didáctica de la lengua y la literatura
• El objeto de la didáctica de la lengua y la literatura: el sistema didáctico
• la relación e ntre práctica y teoría: la investigació n en d idáctica de la lengua
• Una conclusión

Anna Cam ps
Universidad Autónoma de Barcelona

Url Ruiz Bikandi


Universidad del País Vasco

La Didácric.J de la ~ngua consritu}~ un campo de conocimitmto qul.' tiPne como ohJ'.'IO ..1 rompll.'io
proceso de enseñar y aprender ll.'nguas con el fin d~ ml.'íOrdr las prJcucas y adf.'Cu,~rlas a las situ.l-
ae1rvldad 5I.' ~uolla. (Camps, Guasch y Ruiz B•kandi, 2010. p. 711
ciones camb<anti.'S en que !.'Sta

De esta definición se desprende que /a didáctica de la Lengua constrtuye un campo de co-


nocimiento. es dec ir. que se tra ta de un ca mpo de estudio, de indagación y de experimen-
tación, y no únicamente de una actividad práctica. Por otro lado, significa que el centro de
esa disciplina con voluntad de cientificidad es el proceso de enseñanza y .1prendizaje. Si-
tuar el objeto del conocimiento did.íctico en el proceso significa hacerlo en la interacc1ón
e ntre e l docente. el aprendiz y el objeto de enseñanza, q ue es la lengua o las lenguas y la
li teratura, o dicho de otro modo, <1tuarse en lo que se denomina el <istema didáctico. Fi-
nalmente, implica que hacer didáctica no es enseñar lengua o li teratura, ~ino construir
conocimiento sobre su enseñanza )' <u apnmdiza¡e, 3unque la findlidad de dicho conocimiento
14 ltHGUA 0!1-f(LLN-AA YLA l.JI(I\AfUAA
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sea la m1~ma práctica educativa. D.: hecho, el objetivo fina l de la didáctica e~ la mejora de • Visión normativa, que elimina y anatemiz.a socialmente cualquier variedad no están-
la enseñanza de las lenguas y la literatura, enseñanza que di~urre en contel\t~ variad~ y dar de la lengua.
cambiante~. de cuya investigación debe extraerse conocimiento teórico y práctico para una • Hegemonía de la lengua ~crita, adoptada como referencia del ·bien hablar•.
actividad siempre situada. · • Enseñanza cronológica de la literatura de las obras de los clásicos, entendidos como
espejo de una época.
La didáctica se ha consolidado como ámbito específico de estudio e investigación a partir
de un largo proceso en el que su objeto de estudio ha s1do considerado a través de di~i­ Si bien las influenc ias de esta tradición pedagógica de enseñanza de la lengua llegaron de
plinas d1versas y, hasta hace poco. dependiente de ellas. modo generalizado hasta la década de 1960, ya a comienzos del mismo siglo xx se dejó
sentir el influjo de las corrientes paidocéntricas, que suponen una ruptura con 1~ modos es-
Los antecedentes: la tradición en la enseñanza de la lengua colares de proceder en la enseñanza de la lengua. las nuevas corrientes agrupadas bajo la
denominación de Escuela Nueva dejarón su huella, sobre todo en la enseñanza prima-
la n~esidad social de enseñar a leer y a ~nb.r fue el motivo que hizo surgir la institu- ria, en la que destaca la figura de Célestin Freinet. En la educación secundaria -minoritaria
ción ~olar (Viñao Frago. 1999; Goody, 19961, pues se trata de procesos que requirieron hasta la década de 1970 y más aún en el Estado español- la enseñanza de la lengua con-
siempre de larga preparación. A esas enseñanzas e~olares se unieron, ya en la antigüedad tin uó ajustándose a las características que hem~ destacado.
clásica, los estudios de Oratoria y Gramática, que precedían y daban apoyo a la Retórica,
pues se consideraba que para verter las ideas en palabras, el orador precisaba de conoci- la emergencia de la didáctica de la lengua y la Literatura
mient~. tanto acerca del uso de la lengua en 1~ text~ o di~ursos, como acerca de la norma
lingüí~ti ca. El nacimteniD de la psicologfa y de la ped.Jgosía como ciencias coincidió con el inicio del siglo xx
y tuvieron a lo largo de él un gran desarrollo. Procedente de la filosofía, la medicina y la fisio-
la rerlexión sobre la práctica de estas enseñanzas dio lugar, desde muy pronto, a cuerpos de logía, la psicología se interesó de modo especial en el estudio del aprendizaje humano, por lo
observaciones: de Aristóteles, Cicerón o Q uintiliano o, ya en el siglo xvu, de la escuela de Port que pronto la pedagogía se vinculó a ella de manera estrecha. Claparede sentó las bases de una
Royal en Francia. emanaron orientaciones y métodos sobre cómo proceder para usar mejor la pedagogía que desplazó al profesor del eje del proceso educativo y situó en él al alumnado,
lengua; técn1cas y materiales de soporte para el aprendizaje de tal o cual aspecto de la lengua pues consideraba que la pedagogía debe acomodarse a los procesos de aprendizaje de éste.
o de su uso que tuvieron gran predicamento y que constituyen lo que ha dado en denomi -
narse el enfoque tradicional, la tradición pedagógica de la enseñanza de la Lengua. Esa tradi- La pedagogfa de orientación conduclisla de esos añ~ utilizaba tests y pruebas objetivas
ción la renovó de manera notoria Comen ius, con su Didácttca Magna (1632), precursora de para valorar el aprendizaje de las más diversas materias ~ntre ellas, la lengua- para esta·
la didáctica general, cuya influencia se proyectó ha~ta bien entrado el siglo xx. blecer resultados objetivables del aprendizaje. Sin embargo, más allá de las pruebas de
comprensión lectora, de conocimiento de vocabulario o de ortografía, la evaluación de la
En conjunto, se trata de una orientación enciclopédica que considera que el saber reside en lengua ~rita y la oral oponía resistencia a este enfoque.
el profesor, quien, a través de exposiciones orales o de los li bros, lo transmite al di~ente,
cuya tarea consiste únicamente en memorizarlo. Así resume Claude Simard 1~ ra~g~ de Las didJcticas espeaT~eas (o especiales, como se las llamaba) surgieron como una rama
esta concepción tradicional de la enseñanza (19971: de la didáctica generaL En su origen eran la mera aplicación a la enseñanza de diferentes ma-
• Insistencia en la función referencial de la lengua, que es vista en tanto útil de pensa- terias de 1~ principi~ generales elaborados por las di~iplinas pedagógicas. En este marco, en
miento para representar la realidad, mientras sus dfmensiones interpersonales y afec- el que la didáctica de la lengua era concebida como la aplicación práctica de los principios
tivas permanecen en.segundo plano. _. leótic~ y de los resultados de la investigación pedagógica, se cuestionaron poco los conteni-
• Enioque magistral y de transmisión de la enseñanza. que considera el aprendizaje dos y la atenCión se centró en los procedimien~ y en el control de los resultados de la ense-
como mero proceso de captación de lo expuesto por el docente, a base de ejercicio ñanza, que se obtenían con procedimient~ de investigación predominantemente pre-post~t
y repetición.
• Utilización de técnicas de análisis gramatical, ejercicios y dictados, procediendo de La difusión, a partir de la década de 1970 del siglo pasado, de las teorías lingüfsticas esuuc·
las un1dades más pequeña.s a las más grandes. turaltstas y generalivistas problernatizó la visión de los contenidos de la enseñanza primero de

..
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sea la m1~ma práctica educativa. D.: hecho, el objetivo fina l de la didáctica e~ la mejora de • Visión normativa, que elimina y anatemiz.a socialmente cualquier variedad no están-
la enseñanza de las lenguas y la literatura, enseñanza que di~urre en contel\t~ variad~ y dar de la lengua.
cambiante~. de cuya investigación debe extraerse conocimiento teórico y práctico para una • Hegemonía de la lengua ~crita, adoptada como referencia del ·bien hablar•.
actividad siempre situada. · • Enseñanza cronológica de la literatura de las obras de los clásicos, entendidos como
espejo de una época.
La didáctica se ha consolidado como ámbito específico de estudio e investigación a partir
de un largo proceso en el que su objeto de estudio ha s1do considerado a través de di~i­ Si bien las influenc ias de esta tradición pedagógica de enseñanza de la lengua llegaron de
plinas d1versas y, hasta hace poco. dependiente de ellas. modo generalizado hasta la década de 1960, ya a comienzos del mismo siglo xx se dejó
sentir el influjo de las corrientes paidocéntricas, que suponen una ruptura con 1~ modos es-
Los antecedentes: la tradición en la enseñanza de la lengua colares de proceder en la enseñanza de la lengua. las nuevas corrientes agrupadas bajo la
denominación de Escuela Nueva dejarón su huella, sobre todo en la enseñanza prima-
la n~esidad social de enseñar a leer y a ~nb.r fue el motivo que hizo surgir la institu- ria, en la que destaca la figura de Célestin Freinet. En la educación secundaria -minoritaria
ción ~olar (Viñao Frago. 1999; Goody, 19961, pues se trata de procesos que requirieron hasta la década de 1970 y más aún en el Estado español- la enseñanza de la lengua con-
siempre de larga preparación. A esas enseñanzas e~olares se unieron, ya en la antigüedad tin uó ajustándose a las características que hem~ destacado.
clásica, los estudios de Oratoria y Gramática, que precedían y daban apoyo a la Retórica,
pues se consideraba que para verter las ideas en palabras, el orador precisaba de conoci- la emergencia de la didáctica de la lengua y la Literatura
mient~. tanto acerca del uso de la lengua en 1~ text~ o di~ursos, como acerca de la norma
lingüí~ti ca. El nacimteniD de la psicologfa y de la ped.Jgosía como ciencias coincidió con el inicio del siglo xx
y tuvieron a lo largo de él un gran desarrollo. Procedente de la filosofía, la medicina y la fisio-
la rerlexión sobre la práctica de estas enseñanzas dio lugar, desde muy pronto, a cuerpos de logía, la psicología se interesó de modo especial en el estudio del aprendizaje humano, por lo
observaciones: de Aristóteles, Cicerón o Q uintiliano o, ya en el siglo xvu, de la escuela de Port que pronto la pedagogía se vinculó a ella de manera estrecha. Claparede sentó las bases de una
Royal en Francia. emanaron orientaciones y métodos sobre cómo proceder para usar mejor la pedagogía que desplazó al profesor del eje del proceso educativo y situó en él al alumnado,
lengua; técn1cas y materiales de soporte para el aprendizaje de tal o cual aspecto de la lengua pues consideraba que la pedagogía debe acomodarse a los procesos de aprendizaje de éste.
o de su uso que tuvieron gran predicamento y que constituyen lo que ha dado en denomi -
narse el enfoque tradicional, la tradición pedagógica de la enseñanza de la Lengua. Esa tradi- La pedagogfa de orientación conduclisla de esos añ~ utilizaba tests y pruebas objetivas
ción la renovó de manera notoria Comen ius, con su Didácttca Magna (1632), precursora de para valorar el aprendizaje de las más diversas materias ~ntre ellas, la lengua- para esta·
la didáctica general, cuya influencia se proyectó ha~ta bien entrado el siglo xx. blecer resultados objetivables del aprendizaje. Sin embargo, más allá de las pruebas de
comprensión lectora, de conocimiento de vocabulario o de ortografía, la evaluación de la
En conjunto, se trata de una orientación enciclopédica que considera que el saber reside en lengua ~rita y la oral oponía resistencia a este enfoque.
el profesor, quien, a través de exposiciones orales o de los li bros, lo transmite al di~ente,
cuya tarea consiste únicamente en memorizarlo. Así resume Claude Simard 1~ ra~g~ de Las didJcticas espeaT~eas (o especiales, como se las llamaba) surgieron como una rama
esta concepción tradicional de la enseñanza (19971: de la didáctica generaL En su origen eran la mera aplicación a la enseñanza de diferentes ma-
• Insistencia en la función referencial de la lengua, que es vista en tanto útil de pensa- terias de 1~ principi~ generales elaborados por las di~iplinas pedagógicas. En este marco, en
miento para representar la realidad, mientras sus dfmensiones interpersonales y afec- el que la didáctica de la lengua era concebida como la aplicación práctica de los principios
tivas permanecen en.segundo plano. _. leótic~ y de los resultados de la investigación pedagógica, se cuestionaron poco los conteni-
• Enioque magistral y de transmisión de la enseñanza. que considera el aprendizaje dos y la atenCión se centró en los procedimien~ y en el control de los resultados de la ense-
como mero proceso de captación de lo expuesto por el docente, a base de ejercicio ñanza, que se obtenían con procedimient~ de investigación predominantemente pre-post~t
y repetición.
• Utilización de técnicas de análisis gramatical, ejercicios y dictados, procediendo de La difusión, a partir de la década de 1970 del siglo pasado, de las teorías lingüfsticas esuuc·
las un1dades más pequeña.s a las más grandes. turaltstas y generalivistas problernatizó la visión de los contenidos de la enseñanza primero de

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16 El. OUlO ()(l.' C00Acnu. ()(l.' liNGUA T lA 17

las lenguas extranjeras y, posteriormente, de las lenguas primeras. ,la dependencia de la en- El estudio de los procesos de adquisición de la lengua dio lugar al nacimiento de la psico-
señanza de lenguas respecto de la língülstica dio lugar en dicha década al nacimiento de lo lingüística como campo específico de investigación. En torno a ella se suscitan amplios de-
que en distintos lugares y con perfiles poco definidos se dio en llamar glotodidáctica (Titone, bates acerca del papel que la dotación genética y los mecanismos cognitivos generales
1976), lmgüística aplicada (Corder, 1973), language teaching (Widdowson, 19Sn o didiictka cumplen en los procesos de adquisición y de desarrollo del lenguaje, y el que ejercen las
de la lengua (Oabene, 1972). la incidencia del estructuralismo lingüístico y del generativismo diferentes estructuras lingüísticas, el contexto, los estilos y las prácticas educativas. La psi-
incidió en la enseñanza de las lenguas por dos vías: colingüística ha colaborado de manera sustancial a ampliar el conocimiento de las co-
• la búsqueda de fundamentación de nuevos métodos de enseñanza de lenguas ex- nexiones entre pensamiento, actuación humana y uso del lenguaje, asuntos que, como los
tranjeras para superar los que se basaban principalmente en el conocimiento del sis- relacionados con los procesos de adquisición y aprendizaje lingüístico, interesan de manera
tema de la lengua. Un ejemplo paradigmático es la propuesta metodológica elaborada central a la didáctica de la Lengua.
a final es de la década de 1940 por Bloomfield, que dio lugar a los •métodos ~udio­
linguales•, resultado técnico de la aplicación a la enseñanza de los an~lisis lingüísti- En.el marco del cognitivismo se estudian también los conocimientos y la actividad que lle-
cos de orientación estructura lista, dominante en la lingüístic.a del momento, junto con va n a cabo los expertos en tareas como los procesos de lectura o de escri tura. Estos estudios
criterios psicológicos conductistas sobre el aprendizaje en general y la adquisición de dan lugar a la formulación de modelos que explican no únicamente la conducta externa del
lenguas en particular. · sujeto que lee o escribe, sino también los procesos mentales que generan y acompañan a
• la revisión de los contenidos de enseñanza, especialmente de los gramaticales, a la bús- estas conductas externas y que dan lugar a la comprensión o a la producción de un texto.'
queda de una mayor adecuación científica. la orientación formalista de la lingüística Estos modelos ~an influido de manera decisiva en las propuestas de enseñanza de la re-
cientrfica tuvo corno consecuencia una minimización del estudio de los aspectos se- cepción y de_ la producción de la lengua escrita.
mánticos y pragmáticos de la lengua. En el ámbito literario, el análisis estructural del
relato buscaba avanzar en rigor y método de análisis e inauguró nuevos modos de es- Sin embargo, hay que tener presente que la evolución de la investigación en estos ámbitos
tudiar la literatura que han tenido una importante repercusión en la enseñanza. pronto se orienta hacia aproximaciones sociocognitivas que avanzan un cambio de paradigma.

El paradigma cognitivo en que, a partir de la aparición de la lingülstica generativa, se ins- En el momento actual, las ciencias que, de un modo u otro, se ocupan de alguno de los as-
cribe la enseñanza de las lenguas, lleva a considerar que la configuración de tal enseñanza pectos implicados en la enseñanza de la Lengua y la literatura se han diversificado de tal
debe ser congruente con el desarrollo de las capacidades de los aprendices y que el modo que se hace imposible pensar en la didáctica como un mero proceso de aplicación
aprend izaje de las lenguas es el fruto de una apropiación no meramente memorística. de los resultados de sus investigaciones a la enseñanza. Las orientaciones actuales de los es-
tudios del texto y del discurso (lingü ística textual, pragmática, aná lisis del discurso y de la
ta psic:ologfa educativa y la psicolingOfstica dejan su impronta en el estudio del aprendiza- conversación, etc.) o de los aspectos sociales y culturales implicados en los usos de las len-
je de las lenguas y en su enseñanza. La psicologla europea de estos años estaba fuertemen- guas (sociolingüfstica, etnometodología, antropología lingüística, etc.) ofrecen nuevos pa-
te influenciada por el constructivismo piagetiano al que se unió, en la década de 1980, la noramas que permiten un mayor conocimiento de los factores implicados en la enseñanza
aportación tardíamente recuperada de Vigotski. Si bien los postulados de ambos resultan en y el aprendi zaje de las lenguas, pero que por sf solos no pueden atender a la complejidad
algunos extremos compatibles, no ocurre asi en lo que respecta a la significadón que uno. y de los procesos que surgen entre los componentes del sistema didáctico.
otro atribuyen al lenguaje: mientras Piaget se centra en el pensamiento lógico-matemático
y apenas lo considera, para Vygotski la actividad de comunicación a través del lenguaje re- lo hasta aquí expuesto pretende dar cuenta, siquiera someramente, del grado de compleji-
sulta clave para el desarrollo de las funciones superiores -es decir, de la inteligencia- del dad y ruptura de moldes que la enseñanza y el aprendizaje de la Lengua debió abordar en
individuo e insiste en su génesis social. el último cuarto del siglo xx. La ruptura con la tradición inauguró en el campo educativo la
búsqueda de referentes teóricos que permitieran abarcar la variedad de usos de la lengua y
La importancia que en la teoría vigotskíana se concede al habla y a la escritura en el desarro-
llo del pensamiento pone en evidencia la complejidad de los procesos de enseñanza y ele
aprendizaje, y el papel clave que en ellos representa el lenguaje, el peso de los factores socia- l. Trabajos como le» de Smith 0932) o Hay<?S y f lowe< 119311 ruv~ su continuod.Jd tn otros. como le» de Solé

les y específicamente la importancia de la interacción en la construcción del conocimiento. (1987) o C.mps (1994).

l.
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las lenguas extranjeras y, posteriormente, de las lenguas primeras. ,la dependencia de la en- El estudio de los procesos de adquisición de la lengua dio lugar al nacimiento de la psico-
señanza de lenguas respecto de la língülstica dio lugar en dicha década al nacimiento de lo lingüística como campo específico de investigación. En torno a ella se suscitan amplios de-
que en distintos lugares y con perfiles poco definidos se dio en llamar glotodidáctica (Titone, bates acerca del papel que la dotación genética y los mecanismos cognitivos generales
1976), lmgüística aplicada (Corder, 1973), language teaching (Widdowson, 19Sn o didiictka cumplen en los procesos de adquisición y de desarrollo del lenguaje, y el que ejercen las
de la lengua (Oabene, 1972). la incidencia del estructuralismo lingüístico y del generativismo diferentes estructuras lingüísticas, el contexto, los estilos y las prácticas educativas. La psi-
incidió en la enseñanza de las lenguas por dos vías: colingüística ha colaborado de manera sustancial a ampliar el conocimiento de las co-
• la búsqueda de fundamentación de nuevos métodos de enseñanza de lenguas ex- nexiones entre pensamiento, actuación humana y uso del lenguaje, asuntos que, como los
tranjeras para superar los que se basaban principalmente en el conocimiento del sis- relacionados con los procesos de adquisición y aprendizaje lingüístico, interesan de manera
tema de la lengua. Un ejemplo paradigmático es la propuesta metodológica elaborada central a la didáctica de la Lengua.
a final es de la década de 1940 por Bloomfield, que dio lugar a los •métodos ~udio­
linguales•, resultado técnico de la aplicación a la enseñanza de los an~lisis lingüísti- En.el marco del cognitivismo se estudian también los conocimientos y la actividad que lle-
cos de orientación estructura lista, dominante en la lingüístic.a del momento, junto con va n a cabo los expertos en tareas como los procesos de lectura o de escri tura. Estos estudios
criterios psicológicos conductistas sobre el aprendizaje en general y la adquisición de dan lugar a la formulación de modelos que explican no únicamente la conducta externa del
lenguas en particular. · sujeto que lee o escribe, sino también los procesos mentales que generan y acompañan a
• la revisión de los contenidos de enseñanza, especialmente de los gramaticales, a la bús- estas conductas externas y que dan lugar a la comprensión o a la producción de un texto.'
queda de una mayor adecuación científica. la orientación formalista de la lingüística Estos modelos ~an influido de manera decisiva en las propuestas de enseñanza de la re-
cientrfica tuvo corno consecuencia una minimización del estudio de los aspectos se- cepción y de_ la producción de la lengua escrita.
mánticos y pragmáticos de la lengua. En el ámbito literario, el análisis estructural del
relato buscaba avanzar en rigor y método de análisis e inauguró nuevos modos de es- Sin embargo, hay que tener presente que la evolución de la investigación en estos ámbitos
tudiar la literatura que han tenido una importante repercusión en la enseñanza. pronto se orienta hacia aproximaciones sociocognitivas que avanzan un cambio de paradigma.

El paradigma cognitivo en que, a partir de la aparición de la lingülstica generativa, se ins- En el momento actual, las ciencias que, de un modo u otro, se ocupan de alguno de los as-
cribe la enseñanza de las lenguas, lleva a considerar que la configuración de tal enseñanza pectos implicados en la enseñanza de la Lengua y la literatura se han diversificado de tal
debe ser congruente con el desarrollo de las capacidades de los aprendices y que el modo que se hace imposible pensar en la didáctica como un mero proceso de aplicación
aprend izaje de las lenguas es el fruto de una apropiación no meramente memorística. de los resultados de sus investigaciones a la enseñanza. Las orientaciones actuales de los es-
tudios del texto y del discurso (lingü ística textual, pragmática, aná lisis del discurso y de la
ta psic:ologfa educativa y la psicolingOfstica dejan su impronta en el estudio del aprendiza- conversación, etc.) o de los aspectos sociales y culturales implicados en los usos de las len-
je de las lenguas y en su enseñanza. La psicologla europea de estos años estaba fuertemen- guas (sociolingüfstica, etnometodología, antropología lingüística, etc.) ofrecen nuevos pa-
te influenciada por el constructivismo piagetiano al que se unió, en la década de 1980, la noramas que permiten un mayor conocimiento de los factores implicados en la enseñanza
aportación tardíamente recuperada de Vigotski. Si bien los postulados de ambos resultan en y el aprendi zaje de las lenguas, pero que por sf solos no pueden atender a la complejidad
algunos extremos compatibles, no ocurre asi en lo que respecta a la significadón que uno. y de los procesos que surgen entre los componentes del sistema didáctico.
otro atribuyen al lenguaje: mientras Piaget se centra en el pensamiento lógico-matemático
y apenas lo considera, para Vygotski la actividad de comunicación a través del lenguaje re- lo hasta aquí expuesto pretende dar cuenta, siquiera someramente, del grado de compleji-
sulta clave para el desarrollo de las funciones superiores -es decir, de la inteligencia- del dad y ruptura de moldes que la enseñanza y el aprendizaje de la Lengua debió abordar en
individuo e insiste en su génesis social. el último cuarto del siglo xx. La ruptura con la tradición inauguró en el campo educativo la
búsqueda de referentes teóricos que permitieran abarcar la variedad de usos de la lengua y
La importancia que en la teoría vigotskíana se concede al habla y a la escritura en el desarro-
llo del pensamiento pone en evidencia la complejidad de los procesos de enseñanza y ele
aprendizaje, y el papel clave que en ellos representa el lenguaje, el peso de los factores socia- l. Trabajos como le» de Smith 0932) o Hay<?S y f lowe< 119311 ruv~ su continuod.Jd tn otros. como le» de Solé

les y específicamente la importancia de la interacción en la construcción del conocimiento. (1987) o C.mps (1994).

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conectar la consideración de los parámetros discursivos con el estudio de los mecanismos didáctico es lo que ha venido en llamarse sistema did.ictico. A menudo, esta relación se ha
textuales y la reflexión lingüística. representado en forma de triángulo para mostrar la interdependencia entre los tres elementos,
que no pueden considerarse de forma aislada.
Los estudios procedentes de la lingüística y la psicologíil, junto con las concepciones soci<r
culturales e interdclivas del aprendizaje humano herederas de Vigotsky, contribuyeron a la No cabe duda de que las concepciones constructivistas se encuentran en la base de la vi·
crisis del modelo de transmisión de la enseñanza y pusieron en evidencia la complejidad sión sistémica de las relaciones de enseñanza y aprendizaje. En el marco del constructivis-
de los procesos de aprendizaje en los .imbitos ligados a la lengua. De este modo quedó pa· mo no se puede entender el aprendizaje como resultado de la transmisión de unos
tente que cada materia escolar, y la L'engua y la Literatura específicamente, tienen una re- conocimientos que el profesor presenta al alumnado para que éste los integre de una ma·
lación propia con el curso del desarrollo del niño, relación que cambia con el paso de una nera pasiva. Muy al contrario, se entiende que el alumnado es agente activo de la cons-
etapa a otra. Puso en evidencia la necesidad de examinar de nuevo todo el problema de las trucción de los conocimientos y se concibe el aprendizaje como la apropiación de unos
disciplinas formales, es decir, el papel y la importancia de cada materia en el posterior saberes que se interrelacionan con unos conocimientos adquiridos, en un proceso comple-
desarrollo psicointelectivo general del niño. Semejante cuestión no puede ~uématizarse jo de construcción y reconstrucción. Este proceso se desarrolla en la interacción socidl que
en una fórmu la única, sino que apunta a la necesidad y a la amplitud de los objetivos de tiene lugar en el aula entre el profesorado y con los compañeros, y también en interacción
una investigación experimental extensiva y variada, lo que llevó a tomar en consideración con las características específicas de los contenidos que se han de aprender.
las didácticas de las materias escolares como .imbitos específicos de conocimiento y, por
tanto, de investigación. Todas ellas convinieron en que: Así pues, desde el punto de vista del sistema didáctico, cada uno de los elementos depende de
• La función de las didácticas no consiste en indagar en los mejores m~os de ense- los otros. Por ejemplo, la materia que se enseña está mediatizada por la intervención del
ñar conten1dos prefijados y estables, sino en avanzar en la selección y construcción profesorado, por las necesidades sociales y culturales del alumnado y por su capacidad
crítica de los objetos de énseñanza, siempre vinculados a los avances en el saber de de aprendizaje, etc. El aprendizaje de los alumnos y las alumnas no puede entenderse inde-
cada ámbito. pendientemente de las características del contenido de la materia enseñada, de las concepci<r
• La selección y construcción de los contenidos está marcada por las finalidades de la es- nes del profesor o profesora o de los instrumentos de mediación que se utilicen en la relación
cuela, que son diferentes de las propias de la investigación en cada campo de estudio. entre enseñanza y aprendizaje. Los procedimientos de enseñanza tampoco son independien·
• Una tarea central de la didáctica de cada ámbito es avanzar en el conoci miento de tes de factores como, por ejemplo. las formas en las que se conslruye el conocimiento y de las
los procesos de enseñanza y de aprendizaje de los contenidos correspondientes. características del conocimiento objeto de enseñanza.

A partir de estas ideas generales, avanzaremos, en primer lugar, en la delimitación del objeto Hablar del núcleo duro del sistema didáctico lleva implícita la idea de que en él inciden
de la didáctica de la Lengua y la Literatura y en la caracterización de los contenidos de ense- otros factores. Diversos autores (en especial Chevallard, 1991 ) consideran que el sistema di·
ñanza en este terreno y. en segundo lugar, en la relación que se establece entre las prácticas de dáctico forma, junto con los sistemas didácticos de las otras áreas de conocimiento, el sis·
enseñanza y la elabol'ación de conocimiento didáctico, para acabar reflexionando sobre la in· tema de enseñanza. Según esto, el sistema de la didáctica de la Lengua no es independiente
vestigación en tomo a la actividad de enseñar y aprender lengua y literatura. de los otros sistemas didácticos. Por ejemplo, los conceptos de los profesores de las dife-
rentes áreas curriculares sobre la relación entre la lengua y la construcción de los conocí·
El objeto de la didáctica de la Lengua y la Literatura: el sistema mientes tendrán incidencia en las expectativas del alumnado sobre qué es aprender lengua, como
didáctico también la tendrán los procedimie.ntos de enseñanza en la misma clase de Lengua.

Antes de abordar cualquier trabajo científico, es preciso delimitar, en la medida de lo posi· Pero, adem~s. el sistema de enseñanza está inserto en una complejidad de contextos socia·
ble, cuál es su campo de estudio. Decíamos al inicio del capítulo que •la Didáctica de la y en cada uno de sus com-
les Y cuiiUrales que influyen en el conjunto del sistema didáctico
lengua constituye un campo de conocimiento que tiene como objeto el co!llplejo proceso ponentes. Esta influencia se produce directamente a través de la definición de objetivos y
de enseñar y aprender lenguas con el fin de mejorar las prácticas y adecuartls a las situa- contenidos en la.s própuestas curriculares de las administraciones educativas, e indirecta-
ciones cambiantes en que esta actividad se desarrolla•, es decir, el objeto primero, el nú· mente a través de la.s prácticas verbales en los d iferentes entornos sociales, a través de los
cleo duro, en palabras de Chevallard (1991), de la investigación y del co'nocimiento conceptos sobre la educación, la lengua, etc.

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conectar la consideración de los parámetros discursivos con el estudio de los mecanismos didáctico es lo que ha venido en llamarse sistema did.ictico. A menudo, esta relación se ha
textuales y la reflexión lingüística. representado en forma de triángulo para mostrar la interdependencia entre los tres elementos,
que no pueden considerarse de forma aislada.
Los estudios procedentes de la lingüística y la psicologíil, junto con las concepciones soci<r
culturales e interdclivas del aprendizaje humano herederas de Vigotsky, contribuyeron a la No cabe duda de que las concepciones constructivistas se encuentran en la base de la vi·
crisis del modelo de transmisión de la enseñanza y pusieron en evidencia la complejidad sión sistémica de las relaciones de enseñanza y aprendizaje. En el marco del constructivis-
de los procesos de aprendizaje en los .imbitos ligados a la lengua. De este modo quedó pa· mo no se puede entender el aprendizaje como resultado de la transmisión de unos
tente que cada materia escolar, y la L'engua y la Literatura específicamente, tienen una re- conocimientos que el profesor presenta al alumnado para que éste los integre de una ma·
lación propia con el curso del desarrollo del niño, relación que cambia con el paso de una nera pasiva. Muy al contrario, se entiende que el alumnado es agente activo de la cons-
etapa a otra. Puso en evidencia la necesidad de examinar de nuevo todo el problema de las trucción de los conocimientos y se concibe el aprendizaje como la apropiación de unos
disciplinas formales, es decir, el papel y la importancia de cada materia en el posterior saberes que se interrelacionan con unos conocimientos adquiridos, en un proceso comple-
desarrollo psicointelectivo general del niño. Semejante cuestión no puede ~uématizarse jo de construcción y reconstrucción. Este proceso se desarrolla en la interacción socidl que
en una fórmu la única, sino que apunta a la necesidad y a la amplitud de los objetivos de tiene lugar en el aula entre el profesorado y con los compañeros, y también en interacción
una investigación experimental extensiva y variada, lo que llevó a tomar en consideración con las características específicas de los contenidos que se han de aprender.
las didácticas de las materias escolares como .imbitos específicos de conocimiento y, por
tanto, de investigación. Todas ellas convinieron en que: Así pues, desde el punto de vista del sistema didáctico, cada uno de los elementos depende de
• La función de las didácticas no consiste en indagar en los mejores m~os de ense- los otros. Por ejemplo, la materia que se enseña está mediatizada por la intervención del
ñar conten1dos prefijados y estables, sino en avanzar en la selección y construcción profesorado, por las necesidades sociales y culturales del alumnado y por su capacidad
crítica de los objetos de énseñanza, siempre vinculados a los avances en el saber de de aprendizaje, etc. El aprendizaje de los alumnos y las alumnas no puede entenderse inde-
cada ámbito. pendientemente de las características del contenido de la materia enseñada, de las concepci<r
• La selección y construcción de los contenidos está marcada por las finalidades de la es- nes del profesor o profesora o de los instrumentos de mediación que se utilicen en la relación
cuela, que son diferentes de las propias de la investigación en cada campo de estudio. entre enseñanza y aprendizaje. Los procedimientos de enseñanza tampoco son independien·
• Una tarea central de la didáctica de cada ámbito es avanzar en el conoci miento de tes de factores como, por ejemplo. las formas en las que se conslruye el conocimiento y de las
los procesos de enseñanza y de aprendizaje de los contenidos correspondientes. características del conocimiento objeto de enseñanza.

A partir de estas ideas generales, avanzaremos, en primer lugar, en la delimitación del objeto Hablar del núcleo duro del sistema didáctico lleva implícita la idea de que en él inciden
de la didáctica de la Lengua y la Literatura y en la caracterización de los contenidos de ense- otros factores. Diversos autores (en especial Chevallard, 1991 ) consideran que el sistema di·
ñanza en este terreno y. en segundo lugar, en la relación que se establece entre las prácticas de dáctico forma, junto con los sistemas didácticos de las otras áreas de conocimiento, el sis·
enseñanza y la elabol'ación de conocimiento didáctico, para acabar reflexionando sobre la in· tema de enseñanza. Según esto, el sistema de la didáctica de la Lengua no es independiente
vestigación en tomo a la actividad de enseñar y aprender lengua y literatura. de los otros sistemas didácticos. Por ejemplo, los conceptos de los profesores de las dife-
rentes áreas curriculares sobre la relación entre la lengua y la construcción de los conocí·
El objeto de la didáctica de la Lengua y la Literatura: el sistema mientes tendrán incidencia en las expectativas del alumnado sobre qué es aprender lengua, como
didáctico también la tendrán los procedimie.ntos de enseñanza en la misma clase de Lengua.

Antes de abordar cualquier trabajo científico, es preciso delimitar, en la medida de lo posi· Pero, adem~s. el sistema de enseñanza está inserto en una complejidad de contextos socia·
ble, cuál es su campo de estudio. Decíamos al inicio del capítulo que •la Didáctica de la y en cada uno de sus com-
les Y cuiiUrales que influyen en el conjunto del sistema didáctico
lengua constituye un campo de conocimiento que tiene como objeto el co!llplejo proceso ponentes. Esta influencia se produce directamente a través de la definición de objetivos y
de enseñar y aprender lenguas con el fin de mejorar las prácticas y adecuartls a las situa- contenidos en la.s própuestas curriculares de las administraciones educativas, e indirecta-
ciones cambiantes en que esta actividad se desarrolla•, es decir, el objeto primero, el nú· mente a través de la.s prácticas verbales en los d iferentes entornos sociales, a través de los
cleo duro, en palabras de Chevallard (1991), de la investigación y del co'nocimiento conceptos sobre la educación, la lengua, etc.

..
20 21

De este modo. los contenidos del área de lengua entran en relación con los usos verl:>ales so- Los factores que inciden en esta selección son de índole diversa: histórico-culturales, sociales,
ciales y con las ciencias que estudian la lengua y sus usos. factores exteriores al núcleo duro específicamente escolares, etc.:
del sistema didáctico, y también con ciertos contenidos escolares tradicionales. Así, para abor- Los contenidos del saber que han sido ~ell.'ccionados como contC'nidos quC' d<>lx>n cnst'ñar<e (cxp/1~
dar la construcción de los contenidos escolares de la enseñanza de la Lengua será preciso con- citamcnte en los prosramas; implicttamf'nte por mecf'10 de la trildición que evoiUCIOI'Ii! Pn la intt'r·
templar las complejas interacciones entre saberes científicos, p!"ácticas sociales, conceptos prelación de los prosramas), en general, pref'xlsten al movimiento que los destgna como tales.
~re qué es saber lengu<~ y ~re la función de la escuela en este saber. Convendrá, asimis- Algunas veces. sin emb.Jrgo (y más a menudo de lo que se porJniJ es~r.Jr), ~on duto:'nticas creaCIO-
mo, contemplar la función de la lelgua y de la literatura en la construcción de los conoci· nes didJeticils. suscitadas por las •rwcesid<Jdes de la enseñanza•. ICt.cvallard, 1991, p. 41)
mientos, conocer cuáles son las formas en que se adquieren las lenguas y el saber sobre ellas
y las formas reales en que se construye el conocimiento verbal en determinados contextos. De este modo, el mismo sistema educativo es fuente de conrenidos de enseñanza, que la
tradición escolar consagra.
los contenidos de enseñanza: la transposición didáctica
Es necesario destacar el lugar que ocupan los diferentes contenidos de enseñanza en los P'"o- En un segundo momento de la transposición:
cesos educativos y, por lo tanto, en la concepción de' las didácticas especificas. Yves Reuter Un cootenido ck1 saber designMJo como cootenido a~ t"<penmmt.l (. ( on COfi!UI'IIO de~
(2007, p. 69) afirma que las didácticas son •disciplinas de investigación que analizan los con- que lo hacen susceptjble de ocupar un lugar entre los ob¡etos de enseñanza. (Cilevallard, t 99 t, p. 39)
tenidos (saberes, saberes 'de acción) en tanto objetos de enseñanza y de aprendizaje, referi-
dos/referibles a materias escolares•. Esta definición establece una diferencia respecto de Es decir, los contenidos cientfficos deben ser transformados y adaptados. No se enseñan tal
aquellas disciplinas que, como la lingüística o la crítica literaria, estudian los contenidos como han sido formulados en el marco de las ciencias de referencia. Para que puedan ser
sin atender a los procesos de enseñanza y aprendizaje. De igual modo, lo hace respecto de las aprendidos por los alumnos tienen que sufrir cambios que, por un lado, los hagan accesi-
que atiende a éstos, sin reparar en los contenidos, como es el caso de la pedagogla. o la psicología: bles y, por otro, les den una nueva coherencia.
/..as didácticas de las disciplinas IH!nen como eíe Cf!ntralla investigación de la ens~anza de cont~
nidos concrf!los y ath!nden • las pKuliarídade q~ f!l ob¡f!lo de ensemnza ~Q en f!l proc:eso El siguiente esquema (cuadro 1) resume el proceso de transposición tal como lo concibe
instruccional, pUPsto que él f!S el qUf! impone las condiciones, cuando no determina cómo enseñar Chevallard (1991 ).
y cómo aprender. (Rf!\ller, 2007, p. 69.)
Cuadro 1. Transpos1Ciól'l dld~ctica
Diversos autores se han referido a la caracterización de los contenidos de enseñanza de las
lenguas en relación con los conceptos científicos o con las prácticas sociales a los que rerni· LOb@O def.saber ·1 -+ 1d\?íeto que debJ ensei\ane 1 -+ 1Objeto ~ la enseflanza , J
ten. Así, en el ámbito de los contenidos gramaticales, se habla de la necesidad de una gra·
mJtica pedagógica pensada en función de las necesidades de los estudiantes (Titone, 1976;
Besse y Porquier, 1984: Cuenca, 1992, entre otros); para hablar de la relación que se estable- La transposición didáctica se considera un proceso inherente a la misma enseñanza por dos
ce entre las ciencias del lenguaje y la enseñanza de la Lengua, Widdowson (1990) Jlfopone motivos:
el concepto de mediación pragmática, entendido como un proceso de relación entre •la teo- • Porque los contextos en los que se p!"Oduce el conocimiento científico son diferentes de
ría y la práctica, entre las ideas abstractas derivadas de las div~ áreas de la investigación los contextos educativos, como lo son también los objetivos de una y otra actividad. •Los
y la aplicación p!"áctica de estas ideas con objetivos específicos (p. 30)•. Pero, sin lugar a saberes no viven del mismo modo en las diferentes instituciones donde se arraigan• Ooh·
dudas, el concepto fundacional en la concepción de los contenidos de las distintas didácticas sua, 1996, p. 64). La finalidad de la investigación científica es la creación de conoci-
específicas fue el de transposición didktica, propuesto, en primer lugar, por Verret 11975), y miento y los modelos que allí se elaboran son, por su misma naturaleza. hipotéticos,
adoptado y divulgado por Chevallard en 1985 (1991) para la didáctica de las Matemáticas. p!"OVisionales, abiertos a nuevos aportes, sometidos a debate entre puntos de vista y mé-
todos de investigación diferentes. En cambio, los objetivos de cnsci'lanza y de aprendi -
Se puede resumir del siguiente modo: entre los contenidos elaborados por las ciencias se se- zaje se refieren principalmente al desarrollo de capacidades (de reOexión, de uso de las
leccionan algunos que se consideran aptos y necesarios para la enseñanza; en palabras de habilidades verbales, de abstracción, de relación, de comprensión). Por este motivo, el

.. Chevallard, •se designan ciertos contenidos del saber como contenidos que deben enseñarse• . conocimiento debe experimentar un proceso de recontextualtzación .
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De este modo. los contenidos del área de lengua entran en relación con los usos verl:>ales so- Los factores que inciden en esta selección son de índole diversa: histórico-culturales, sociales,
ciales y con las ciencias que estudian la lengua y sus usos. factores exteriores al núcleo duro específicamente escolares, etc.:
del sistema didáctico, y también con ciertos contenidos escolares tradicionales. Así, para abor- Los contenidos del saber que han sido ~ell.'ccionados como contC'nidos quC' d<>lx>n cnst'ñar<e (cxp/1~
dar la construcción de los contenidos escolares de la enseñanza de la Lengua será preciso con- citamcnte en los prosramas; implicttamf'nte por mecf'10 de la trildición que evoiUCIOI'Ii! Pn la intt'r·
templar las complejas interacciones entre saberes científicos, p!"ácticas sociales, conceptos prelación de los prosramas), en general, pref'xlsten al movimiento que los destgna como tales.
~re qué es saber lengu<~ y ~re la función de la escuela en este saber. Convendrá, asimis- Algunas veces. sin emb.Jrgo (y más a menudo de lo que se porJniJ es~r.Jr), ~on duto:'nticas creaCIO-
mo, contemplar la función de la lelgua y de la literatura en la construcción de los conoci· nes didJeticils. suscitadas por las •rwcesid<Jdes de la enseñanza•. ICt.cvallard, 1991, p. 41)
mientos, conocer cuáles son las formas en que se adquieren las lenguas y el saber sobre ellas
y las formas reales en que se construye el conocimiento verbal en determinados contextos. De este modo, el mismo sistema educativo es fuente de conrenidos de enseñanza, que la
tradición escolar consagra.
los contenidos de enseñanza: la transposición didáctica
Es necesario destacar el lugar que ocupan los diferentes contenidos de enseñanza en los P'"o- En un segundo momento de la transposición:
cesos educativos y, por lo tanto, en la concepción de' las didácticas especificas. Yves Reuter Un cootenido ck1 saber designMJo como cootenido a~ t"<penmmt.l (. ( on COfi!UI'IIO de~
(2007, p. 69) afirma que las didácticas son •disciplinas de investigación que analizan los con- que lo hacen susceptjble de ocupar un lugar entre los ob¡etos de enseñanza. (Cilevallard, t 99 t, p. 39)
tenidos (saberes, saberes 'de acción) en tanto objetos de enseñanza y de aprendizaje, referi-
dos/referibles a materias escolares•. Esta definición establece una diferencia respecto de Es decir, los contenidos cientfficos deben ser transformados y adaptados. No se enseñan tal
aquellas disciplinas que, como la lingüística o la crítica literaria, estudian los contenidos como han sido formulados en el marco de las ciencias de referencia. Para que puedan ser
sin atender a los procesos de enseñanza y aprendizaje. De igual modo, lo hace respecto de las aprendidos por los alumnos tienen que sufrir cambios que, por un lado, los hagan accesi-
que atiende a éstos, sin reparar en los contenidos, como es el caso de la pedagogla. o la psicología: bles y, por otro, les den una nueva coherencia.
/..as didácticas de las disciplinas IH!nen como eíe Cf!ntralla investigación de la ens~anza de cont~
nidos concrf!los y ath!nden • las pKuliarídade q~ f!l ob¡f!lo de ensemnza ~Q en f!l proc:eso El siguiente esquema (cuadro 1) resume el proceso de transposición tal como lo concibe
instruccional, pUPsto que él f!S el qUf! impone las condiciones, cuando no determina cómo enseñar Chevallard (1991 ).
y cómo aprender. (Rf!\ller, 2007, p. 69.)
Cuadro 1. Transpos1Ciól'l dld~ctica
Diversos autores se han referido a la caracterización de los contenidos de enseñanza de las
lenguas en relación con los conceptos científicos o con las prácticas sociales a los que rerni· LOb@O def.saber ·1 -+ 1d\?íeto que debJ ensei\ane 1 -+ 1Objeto ~ la enseflanza , J
ten. Así, en el ámbito de los contenidos gramaticales, se habla de la necesidad de una gra·
mJtica pedagógica pensada en función de las necesidades de los estudiantes (Titone, 1976;
Besse y Porquier, 1984: Cuenca, 1992, entre otros); para hablar de la relación que se estable- La transposición didáctica se considera un proceso inherente a la misma enseñanza por dos
ce entre las ciencias del lenguaje y la enseñanza de la Lengua, Widdowson (1990) Jlfopone motivos:
el concepto de mediación pragmática, entendido como un proceso de relación entre •la teo- • Porque los contextos en los que se p!"Oduce el conocimiento científico son diferentes de
ría y la práctica, entre las ideas abstractas derivadas de las div~ áreas de la investigación los contextos educativos, como lo son también los objetivos de una y otra actividad. •Los
y la aplicación p!"áctica de estas ideas con objetivos específicos (p. 30)•. Pero, sin lugar a saberes no viven del mismo modo en las diferentes instituciones donde se arraigan• Ooh·
dudas, el concepto fundacional en la concepción de los contenidos de las distintas didácticas sua, 1996, p. 64). La finalidad de la investigación científica es la creación de conoci-
específicas fue el de transposición didktica, propuesto, en primer lugar, por Verret 11975), y miento y los modelos que allí se elaboran son, por su misma naturaleza. hipotéticos,
adoptado y divulgado por Chevallard en 1985 (1991) para la didáctica de las Matemáticas. p!"OVisionales, abiertos a nuevos aportes, sometidos a debate entre puntos de vista y mé-
todos de investigación diferentes. En cambio, los objetivos de cnsci'lanza y de aprendi -
Se puede resumir del siguiente modo: entre los contenidos elaborados por las ciencias se se- zaje se refieren principalmente al desarrollo de capacidades (de reOexión, de uso de las
leccionan algunos que se consideran aptos y necesarios para la enseñanza; en palabras de habilidades verbales, de abstracción, de relación, de comprensión). Por este motivo, el

.. Chevallard, •se designan ciertos contenidos del saber como contenidos que deben enseñarse• . conocimiento debe experimentar un proceso de recontextualtzación .
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• Los procesos de enseñanza y .1prend1zaje se desarrollan según secuencias temporales ex- También Vargas (2004) discute la oportunidad del concepto aplicado a la enseñanza de la
tensas. La planificación de la enseñanza implica progresión, la cual, a su vez, exige tener Lengua y propone el de reconfiguración didAcrica para dar cuenta del modo como los con-
en cuenta las formas de apropiación del saber. No se puede presentar a los que apren- ceptos propios de las ciencias del lenguaje se reconceptualizan en nuevos modelos a los cua-
den, de una sola vez, un contenido en toda su complejidad; es necesario un proceso de les se integran en una nueva configuración teórica que supere la simple amalgama de
secuenciac/Ón. Par¡¡ secuenciar es necesario haber dc5arrollado otro PfOCeso: la desin· conceptos ¡>fOVenientes de teorías lingüísticas a veces contrapuestas (por ejemplo, de la lin-
creriz.Jción, es decir, la división en partes, en niveles de aproximación al objeto de co- güística estructural y de la gramática del discurso).
nocimiento que las teorías científicas ofrecen como un todo.
El problema central, planteado por éstos y por otros autores, se podría formular afirmando que
La adopción del concepto de transposición didáctica para el análisis de los contenidos se la didáctica de la Lengua es una disciplina poco delimitada, con múltiples referentes teóricos
ha generalizado en numerosas áreas de la enseñanza y no sólo en las escolares, sino tam· y que, en cierto modo, se está construyendo como ámbito específico de investigación.
bién en las profesionales. En este proceso de generalización, el concepto ha sido discutido,
ampliado y reformulado en diversos sentidos: Autores como Schneuwly (1995), Bronckart y Plazaola (1998), Petitjean (1998) o Reuter (2007).
• Uno de los temas más discutidos ha sido la unidireccionalidad del proceso, de los entre otros, reconocen las limitaciones del concepto inicial de transposición didáctica, pero lo
contenidos científicos a los escolares, implícita en la formulación de Chevallard. incorporan a su discurso y aceptan su utilidad por la distancia necesaria entre contenidos cien-
• Un segundo punto de debate ha sido el del origen de los contenidos de enseñanza. tífi~ y contenidos de la enseñanza. ¿Por qué motivos les parece, a pesar de todo, útil el concep-
Los conocimientos científi~os no son la única fuente a partir de la que se elaboran algunas to de transposición didáctical:
disciplinas escolares; también se construyen a partir de los conocimientos ¡>fácticos, los que • Porque hace hincapié en la diferencia de finalidades de los ámbitos sociales en los
PfOVie11ell de las práátcas profesionales expertas. Martinand (1986) hizo extensivo el con- que se actualizan determinados contenidos del conocimiento humano. La diversidad
cepto de transposición didJctica a los cambios que experimentan lo que él denominó ptác· de contextos no permite seguir concibiendo la adopción de aportaciones de la lin-
ricas sociales de referencia, es decir, actividades reales de un determinado grupo social, que o
güística de las ciencias del lenguaje a la enseñanza en términos de simplificación
pueden servir de referencia para la construcción o el análisis de actividades escolares. de contenidos. Al contrario, la descontextualización de los contenidos científicos ela-
• Una tercera objeción es que el concepto se puede hacer extensivo a todos los inter- borados en estos ámbitos y la necesaria recontextualización, que exige encontrar nue-
cambios que impliquen divulgación de saberes y no únicamente a los escolares, desde vas coherencias que los legitimen y les <$en sentido, plantean el problema de la
los niveles de comunicación entre expertos hasta los de divulgación periodística en transposición didáctica en términos de nuevas complejidades añadidas.
publicaciones no especializadas. • Porque ayuda a superar la ilusión de transparencia de los contenidos lingüísticos e in-
• Finalmente, al profundizar en la transformación de los saberes transmitidos por la es- cluso de los contenidos que Pfovienen de las prácticas sociales que acompaña a me-
cuela, se ha ampliado la investigación al estudio de los cambios que los contenidos nudo la enseñanza y a iluminar los espacios donde adquieren sentido los contenidos
experimentan en el mismo proceso de enseñanza y aprendizaje. Desde este punto de escolares.
vista, la transposición didáctica atraviesa todo el proceso de enseñanza y aprendiza- • Frente al enfoque unidireccional que caracteriza las propuestas de gramática pedagógi-
je de un determinado ámbito de contenidos escolares. ca, los análisis y propuestas de contenidos fonnulados a partir del concepto de trans·
posición didáctica tienen en cuenta la complejidad del sistema de enseñanza, donde se
La adopción del concepto de transposición didáctica no ha tenido una aceptación general en el área ponen en juego los tres polos del denominado triánsulo didáctico: los contenidos, el
de Lengua. Hallé (1992), por ejemplo, considera que la diversidad de ciencias y de usos sociales del aprendiz y el enseñante. Además, sitúan el sistema de enseñanza en el centro de un en-
lenguaje que inciden en la enseñanza de la Lengua hace desaconsejable su uso y propone que se tramado contextua! complejo, que tiene una incidencia insoslayable en las decisiones
hable más bien de e ciencias implicadas•. Según este autor, esta diversidad desvirtúa el propio con- tomadas en la escuela: tradiciones de la enseñanza, valores y necesidades sociales, co-
cepto de transposición, ya que dichas ciencias afectan a aspectos muy diferentes de los contenidos nocimientos socialmente compartidos, preparación de los docentes y otros.
de enseñanza. En relación con la concepción de enseñanza de la lectura en la escuela, afirma:
Ninguna disciplina cifflll1•ca de referencia puede pretendet cubiitla exhaustivamente. ~rá ptopio La interacción entre los agentes de la relación didáctica
de la dldácttca construit/4 y esta construCción no se ~ h.acff más que trabajando en un espa· Una de las limitaciones de la imagen del triángulo como metáfora del sistema didácti-
cio tefetencial mulddisciplinar. (Hallé, 1992, p. 76) co es que es estática, y en cambio, la defi nición de didáctica de la Lengua que hemos

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• Los procesos de enseñanza y .1prend1zaje se desarrollan según secuencias temporales ex- También Vargas (2004) discute la oportunidad del concepto aplicado a la enseñanza de la
tensas. La planificación de la enseñanza implica progresión, la cual, a su vez, exige tener Lengua y propone el de reconfiguración didAcrica para dar cuenta del modo como los con-
en cuenta las formas de apropiación del saber. No se puede presentar a los que apren- ceptos propios de las ciencias del lenguaje se reconceptualizan en nuevos modelos a los cua-
den, de una sola vez, un contenido en toda su complejidad; es necesario un proceso de les se integran en una nueva configuración teórica que supere la simple amalgama de
secuenciac/Ón. Par¡¡ secuenciar es necesario haber dc5arrollado otro PfOCeso: la desin· conceptos ¡>fOVenientes de teorías lingüísticas a veces contrapuestas (por ejemplo, de la lin-
creriz.Jción, es decir, la división en partes, en niveles de aproximación al objeto de co- güística estructural y de la gramática del discurso).
nocimiento que las teorías científicas ofrecen como un todo.
El problema central, planteado por éstos y por otros autores, se podría formular afirmando que
La adopción del concepto de transposición didáctica para el análisis de los contenidos se la didáctica de la Lengua es una disciplina poco delimitada, con múltiples referentes teóricos
ha generalizado en numerosas áreas de la enseñanza y no sólo en las escolares, sino tam· y que, en cierto modo, se está construyendo como ámbito específico de investigación.
bién en las profesionales. En este proceso de generalización, el concepto ha sido discutido,
ampliado y reformulado en diversos sentidos: Autores como Schneuwly (1995), Bronckart y Plazaola (1998), Petitjean (1998) o Reuter (2007).
• Uno de los temas más discutidos ha sido la unidireccionalidad del proceso, de los entre otros, reconocen las limitaciones del concepto inicial de transposición didáctica, pero lo
contenidos científicos a los escolares, implícita en la formulación de Chevallard. incorporan a su discurso y aceptan su utilidad por la distancia necesaria entre contenidos cien-
• Un segundo punto de debate ha sido el del origen de los contenidos de enseñanza. tífi~ y contenidos de la enseñanza. ¿Por qué motivos les parece, a pesar de todo, útil el concep-
Los conocimientos científi~os no son la única fuente a partir de la que se elaboran algunas to de transposición didáctical:
disciplinas escolares; también se construyen a partir de los conocimientos ¡>fácticos, los que • Porque hace hincapié en la diferencia de finalidades de los ámbitos sociales en los
PfOVie11ell de las práátcas profesionales expertas. Martinand (1986) hizo extensivo el con- que se actualizan determinados contenidos del conocimiento humano. La diversidad
cepto de transposición didJctica a los cambios que experimentan lo que él denominó ptác· de contextos no permite seguir concibiendo la adopción de aportaciones de la lin-
ricas sociales de referencia, es decir, actividades reales de un determinado grupo social, que o
güística de las ciencias del lenguaje a la enseñanza en términos de simplificación
pueden servir de referencia para la construcción o el análisis de actividades escolares. de contenidos. Al contrario, la descontextualización de los contenidos científicos ela-
• Una tercera objeción es que el concepto se puede hacer extensivo a todos los inter- borados en estos ámbitos y la necesaria recontextualización, que exige encontrar nue-
cambios que impliquen divulgación de saberes y no únicamente a los escolares, desde vas coherencias que los legitimen y les <$en sentido, plantean el problema de la
los niveles de comunicación entre expertos hasta los de divulgación periodística en transposición didáctica en términos de nuevas complejidades añadidas.
publicaciones no especializadas. • Porque ayuda a superar la ilusión de transparencia de los contenidos lingüísticos e in-
• Finalmente, al profundizar en la transformación de los saberes transmitidos por la es- cluso de los contenidos que Pfovienen de las prácticas sociales que acompaña a me-
cuela, se ha ampliado la investigación al estudio de los cambios que los contenidos nudo la enseñanza y a iluminar los espacios donde adquieren sentido los contenidos
experimentan en el mismo proceso de enseñanza y aprendizaje. Desde este punto de escolares.
vista, la transposición didáctica atraviesa todo el proceso de enseñanza y aprendiza- • Frente al enfoque unidireccional que caracteriza las propuestas de gramática pedagógi-
je de un determinado ámbito de contenidos escolares. ca, los análisis y propuestas de contenidos fonnulados a partir del concepto de trans·
posición didáctica tienen en cuenta la complejidad del sistema de enseñanza, donde se
La adopción del concepto de transposición didáctica no ha tenido una aceptación general en el área ponen en juego los tres polos del denominado triánsulo didáctico: los contenidos, el
de Lengua. Hallé (1992), por ejemplo, considera que la diversidad de ciencias y de usos sociales del aprendiz y el enseñante. Además, sitúan el sistema de enseñanza en el centro de un en-
lenguaje que inciden en la enseñanza de la Lengua hace desaconsejable su uso y propone que se tramado contextua! complejo, que tiene una incidencia insoslayable en las decisiones
hable más bien de e ciencias implicadas•. Según este autor, esta diversidad desvirtúa el propio con- tomadas en la escuela: tradiciones de la enseñanza, valores y necesidades sociales, co-
cepto de transposición, ya que dichas ciencias afectan a aspectos muy diferentes de los contenidos nocimientos socialmente compartidos, preparación de los docentes y otros.
de enseñanza. En relación con la concepción de enseñanza de la lectura en la escuela, afirma:
Ninguna disciplina cifflll1•ca de referencia puede pretendet cubiitla exhaustivamente. ~rá ptopio La interacción entre los agentes de la relación didáctica
de la dldácttca construit/4 y esta construCción no se ~ h.acff más que trabajando en un espa· Una de las limitaciones de la imagen del triángulo como metáfora del sistema didácti-
cio tefetencial mulddisciplinar. (Hallé, 1992, p. 76) co es que es estática, y en cambio, la defi nición de didáctica de la Lengua que hemos

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Aunque en esta definición se considera que tal relación se determina explícitamente, como
dado hace referencia a los procesos (en plural), que son siempre dinámicos, y a su años más tarde la define el mismo Brousseau (2003), puede establecerse implícitamente. De
complejidad. hecho, de modo general el profesor puede presuponer que los alumnos quieren aprender y
éstos presuponer en el profesor voluntad, capacidad y conocimientos para enseñar, lo que
Nos situaremos ahora en el ámbito de la enseñanza y aprendizaje de la lengua. lo que in- hace que el contrato didáctico sea, normalmente, implícito. Según esta definición, profesor y
teresa a la didáctica de la lengua es saber de qué forma las actividades ck enseñanza y alumno no tienen el mismo rol en el proceso de enseñanza y aprendizaje, aunque comparten
aprendizaje permiten a los aprendices construir su conocimierlto lingüfstico-comunicativo, la responsabilidad de la relación mutua, que no sería posible sin dicha distribución de roles.
entendido como la capacidad de llevar a cabo actividades lingüístico-comunicativas signifi-
cativas. En esta formulación se ponen en relación dos tipos de actividades: la de enseñar y En este reparto de responsabilidades se fundamenta otro concepto implicado, el de devolu·
aprender y las actividades discursivas relacionadas con la d iversidad de contextos en los ción didáctica, entendido como la posibilidad que tiene el profesor de suspender momen-
que el alumnado, el ciudadano, puede participar. Nos enfrenta también a la especificidad táneamente su rol de proporcionar conocimiento para llevar al alumno a responsabilizarse
de la didáctica de la lengua frente a otras didácticas: el lenguaje es, a su vez, objeto e ins- de adquirirlo. Así, cuando el profesor en lugar de responder a una pregunta del alumno le
tn.imento de enseñanza y aprendizaje. indica que busque la solución en el diccionario, o en una gramática, éste no interpreta que
el profesor no sepa la respuesta, sino que actúa de aquella forma para que aprenda más y
Algunas de las preguntas .basadas en las que se formulan Boucheton y Chabanne (1997) mejor, al aprender también estrategias para resolver sus propios problemas.
pueden ayudar a reflexionar sobre la función ck la interacción verbal en relación con el
aprendizaje escolar de la lengua: La relación entre práctica y teoría: la investigación
• ¡Qué se entiende por .actividad del alumno• en la clase de lengua, diferente del con- en didáctica de la Lengua
Ct.'Pto de tarea o de ejercicio?
• ¡Cuáles son las características específicas de las prácticas verbales escolares en la cla- El objetivo del conocimiento didáctico no es simplemente descriptivo, sino que intenta in-
se de lengua y en las otras clases (lenguaje como instrumento de pensamiento, de terpretar y comprender la realidad de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua. Esta com-
conocimiento, lenguaje objeto de aprend izaje)? prensión no es un fin en sí mismo, sino que se orienta a la transformación de la práctica. la
• Sobre el tema de los contenidos de enseñanza: cuando se habla del lenguaje en tér- didáctica de la lengua y la literatura es una disciplina de intervención: sus resultados deben
minos de prácticas verbales y de competencias comunicativas, ¡cuál es realmente el conducir a mejorar el aprendizaje de la lengua y sus usos .
objeto de enseñanza en clase?, ¡cuál es el estatuto. la natura leza, de estas prácticas
escolares?, ¡cuál es su especificidad en relación con las prácticas sociales ordinarias? Pero la investigación en didáctica de la lengua y la literatura no tiene únicamente una función
• ¡Qué prácticas de enseñanza ponen en marcha la actividad verbal, cognitiva, socio- praxeológica, sino que aspira también a la creación de un cuerpo teórico de conocimientos.
afectiva de los alumnos y alumnas? Este saber teórico se origina en el análisis de la práctica, con la intención de darle sentido.
Desde este punto de vista, la relación entre teorfa y prJctica no es una relación externa, sino
Investigaciones recientes sobre el discurso en el aula, sobre la enseñanza de la escritura o intrínseca al conocimiento didáctico, y no hay prioridad entre los dos ámbitos, sino que son
sobre la enseñanza de la lectura basada en el diálogo apuntan respuestas a estas preguntas. dos componentes de una misma actividad humana que es la de enseñar y aprender, que tiene
Desde una aproximación sociocultural, Mercer (2001) incide en las posibilidades de ins- como objetivo otra actividad, la de la comunicación verbal, es decir, la actividad discursiva.
trucción y educación que la conversacíón exploratoria en el aula ofrece para la construc-
ción de pensamiento individual y colectivo. En todas ellas el papel del enseñante en el ¡Cómo surge la e laboración teórica a partir de la práctica? Muchos autores han hablado de
diálogo resulta clave. la reflexión en la acción (Schon, 1967) en un proceso constituido por el c iclo acción, ob-
servación, análisis, evaluación y planificación, inherente a la p ráctica reflexiva. Dewey
Un concepto común a todas las didáctica específicas, el de contrato didáctico, tiene rela- (1933) reconocía tres niveles en el proceso de reflexión a partir de la pr;íctica: uno de re-
ción con los roles de los participantes en la interacción didáctica. Brousseau lo define así: flexión durante la acción, un segundo nivel de reflexión después de la .1cción y. finalmen-
Se triiU de unil relación que determin<J explfdtamenre lo que cada participante, profesor Y alumno, te, el tercero, que los combina y que utiliza teorías públicas. Griffiths y Tann (19921 parten
tiene la responsabilidad de hacer y de lo cual serA responSilbk, de una u O(ra forma, an~ los demás de esta distinción y la amplfan. En su propuesta, distinguen c inco niveles agrupados en dos

.. Este sistema de obligaciones recíprocas se parece a un contrato. (Brousseau, 1986, p. 51 l


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Aunque en esta definición se considera que tal relación se determina explícitamente, como
dado hace referencia a los procesos (en plural), que son siempre dinámicos, y a su años más tarde la define el mismo Brousseau (2003), puede establecerse implícitamente. De
complejidad. hecho, de modo general el profesor puede presuponer que los alumnos quieren aprender y
éstos presuponer en el profesor voluntad, capacidad y conocimientos para enseñar, lo que
Nos situaremos ahora en el ámbito de la enseñanza y aprendizaje de la lengua. lo que in- hace que el contrato didáctico sea, normalmente, implícito. Según esta definición, profesor y
teresa a la didáctica de la lengua es saber de qué forma las actividades ck enseñanza y alumno no tienen el mismo rol en el proceso de enseñanza y aprendizaje, aunque comparten
aprendizaje permiten a los aprendices construir su conocimierlto lingüfstico-comunicativo, la responsabilidad de la relación mutua, que no sería posible sin dicha distribución de roles.
entendido como la capacidad de llevar a cabo actividades lingüístico-comunicativas signifi-
cativas. En esta formulación se ponen en relación dos tipos de actividades: la de enseñar y En este reparto de responsabilidades se fundamenta otro concepto implicado, el de devolu·
aprender y las actividades discursivas relacionadas con la d iversidad de contextos en los ción didáctica, entendido como la posibilidad que tiene el profesor de suspender momen-
que el alumnado, el ciudadano, puede participar. Nos enfrenta también a la especificidad táneamente su rol de proporcionar conocimiento para llevar al alumno a responsabilizarse
de la didáctica de la lengua frente a otras didácticas: el lenguaje es, a su vez, objeto e ins- de adquirirlo. Así, cuando el profesor en lugar de responder a una pregunta del alumno le
tn.imento de enseñanza y aprendizaje. indica que busque la solución en el diccionario, o en una gramática, éste no interpreta que
el profesor no sepa la respuesta, sino que actúa de aquella forma para que aprenda más y
Algunas de las preguntas .basadas en las que se formulan Boucheton y Chabanne (1997) mejor, al aprender también estrategias para resolver sus propios problemas.
pueden ayudar a reflexionar sobre la función ck la interacción verbal en relación con el
aprendizaje escolar de la lengua: La relación entre práctica y teoría: la investigación
• ¡Qué se entiende por .actividad del alumno• en la clase de lengua, diferente del con- en didáctica de la Lengua
Ct.'Pto de tarea o de ejercicio?
• ¡Cuáles son las características específicas de las prácticas verbales escolares en la cla- El objetivo del conocimiento didáctico no es simplemente descriptivo, sino que intenta in-
se de lengua y en las otras clases (lenguaje como instrumento de pensamiento, de terpretar y comprender la realidad de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua. Esta com-
conocimiento, lenguaje objeto de aprend izaje)? prensión no es un fin en sí mismo, sino que se orienta a la transformación de la práctica. la
• Sobre el tema de los contenidos de enseñanza: cuando se habla del lenguaje en tér- didáctica de la lengua y la literatura es una disciplina de intervención: sus resultados deben
minos de prácticas verbales y de competencias comunicativas, ¡cuál es realmente el conducir a mejorar el aprendizaje de la lengua y sus usos .
objeto de enseñanza en clase?, ¡cuál es el estatuto. la natura leza, de estas prácticas
escolares?, ¡cuál es su especificidad en relación con las prácticas sociales ordinarias? Pero la investigación en didáctica de la lengua y la literatura no tiene únicamente una función
• ¡Qué prácticas de enseñanza ponen en marcha la actividad verbal, cognitiva, socio- praxeológica, sino que aspira también a la creación de un cuerpo teórico de conocimientos.
afectiva de los alumnos y alumnas? Este saber teórico se origina en el análisis de la práctica, con la intención de darle sentido.
Desde este punto de vista, la relación entre teorfa y prJctica no es una relación externa, sino
Investigaciones recientes sobre el discurso en el aula, sobre la enseñanza de la escritura o intrínseca al conocimiento didáctico, y no hay prioridad entre los dos ámbitos, sino que son
sobre la enseñanza de la lectura basada en el diálogo apuntan respuestas a estas preguntas. dos componentes de una misma actividad humana que es la de enseñar y aprender, que tiene
Desde una aproximación sociocultural, Mercer (2001) incide en las posibilidades de ins- como objetivo otra actividad, la de la comunicación verbal, es decir, la actividad discursiva.
trucción y educación que la conversacíón exploratoria en el aula ofrece para la construc-
ción de pensamiento individual y colectivo. En todas ellas el papel del enseñante en el ¡Cómo surge la e laboración teórica a partir de la práctica? Muchos autores han hablado de
diálogo resulta clave. la reflexión en la acción (Schon, 1967) en un proceso constituido por el c iclo acción, ob-
servación, análisis, evaluación y planificación, inherente a la p ráctica reflexiva. Dewey
Un concepto común a todas las didáctica específicas, el de contrato didáctico, tiene rela- (1933) reconocía tres niveles en el proceso de reflexión a partir de la pr;íctica: uno de re-
ción con los roles de los participantes en la interacción didáctica. Brousseau lo define así: flexión durante la acción, un segundo nivel de reflexión después de la .1cción y. finalmen-
Se triiU de unil relación que determin<J explfdtamenre lo que cada participante, profesor Y alumno, te, el tercero, que los combina y que utiliza teorías públicas. Griffiths y Tann (19921 parten
tiene la responsabilidad de hacer y de lo cual serA responSilbk, de una u O(ra forma, an~ los demás de esta distinción y la amplfan. En su propuesta, distinguen c inco niveles agrupados en dos

.. Este sistema de obligaciones recíprocas se parece a un contrato. (Brousseau, 1986, p. 51 l


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bloques: uno reierido ,l la inve~IIS.!Ción en la acción, circunscrita al ámbito personal de es elaborar un conocimiento sistemático de esta realidad con la intención de poder inter-
de~rrollo de las actividades y el otro a la investigación sobre la acción, interpersonal y co- venir de manera fundamcntadd para mejorarla.
lectiva, y que implica establecer procedimientos de indagación a distintos niveles St.>gún el
objetivo que se plantt>e: Ejes del desarrollo de la reflexión y la investigación en didáctica
• El nivel que implica que pensamiento y reflexión que tienen lugar después de la ac- de la lengua y la literatura
tuación y, por lo tanto, implica distancia entre el momento de la práctica y el de la re- Sin la pretensión de ofrecer un panorama exhaustivo de los ámbitos que han de ser objeto
ilextón; puede abocar a la modtficación de los planes de enseñanza y no a un simple de renexión y de investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje de la Lengua, destaca-
cambio durante el proceso de rea lización. remos algunos ejes que podrían arti cularla, en torno a los cuales es necesario elaborar
• El nivel que implica localización de la observación y que se lleva a cabo sistemática- conocimientos.
mente a través de un proceso de recosida de información, de anJ/isis de los datos ob-
tenidos y de su ev.Jluanón. En este nivel interesa n ya la val idez y la fiabilidad de la El primer eje es, si n duda, el sistema d1dáclico en sentido estricto, es decir, el conoci-
investigación. miento de los procesos de enseñanza y c1prendizaje de la lengua en el aula. Este espacio
• En el nivel más alto el objetivo es la revi sión de las teorías previas. Por lo tanto repre- condiciona, de hecho, toda la invest igación que se considera didáctica, y cualqu ier mi -
senta un proceso de cambio conceptual, más allá del análisis del modo de funcionar rada a aspectos relacionados con la enseñanza de la lengua deberá tenerlo como punto
de unas determinadas prácticas. El análisis lleva a una lectura crítica de las teorías de referenci a.
subyacentes a la actuac i6n.
En general, se aborda la enseña nza de lc1 lengua como prescripción. En España, se dispone
Los dos últimos niveles llevan a relacionar los conceptos de los profesores con las teorías de poca investigación que nos acerque a lo que realmente pasa en el aula: cómo se cons-
científicas, a participar en comunidades de intercambio entre investigadores como forma truye el conocimiento verbal, qué relación se establece entre modelos de enseñanza y pro-
pública de discurso, debate y divulgación. cesos de aprend izaje, qué incidencia tienen en la interacción los diferentes tipos de
materiales, cómo se pueden adecuar las programaciones, qué estrategias son má.s adecua-
Las palabr<1s de Widdowsoo ( 1998, pp. 14-15) pueden servir de resumen de lo que planteamos: das para promover los usos formales de la lengua, etc. Como decíamos, en este espacio la
Todas /l~s actividades qul! se hacen al amparo delt~rmino im-estigación/ pretenden ir más allá de práctica se fundamenta en el conocimiento ya elaborado, y es, a su vez, generadora de
/;u <~p.Jrknc•as. Todas pretl.'nden, de dlierentes maneras, descubrir c~tegorías absu.Jcr.u y cone~ nuevas preguntas y de hipótesis que se tendrán que contrastar en un proceso dialéctico y
nes sub~.1cenres " fenomenos m.Js o menos corrientes (. Podemos cons,derar la mvestigaciÓI'I dinámico de renexión y actuación.
como un ptoceso d•alkrico permdnfmte: formula la realidJd en términos abstractos y, a la vez, de
esr.1 formulación abs!fJcta se deflva una reformulilción de IJ realidad. El segundo eje gira en torno de la delimitación de los contenidos de enseñ.mza de la asig-
natura de Lengua a partir de los objetivos que se proponen. El punto de referencia lo cons-
¿Qué característica tiene este conocimiento sobre la práctica? ¿Cómo se construye este tituyen tanto las aportaciones de las ciencias del lenguaje como las prádicas sociales,
tipo de conoci miento? A menudo se ha considerado que las diversas ciencias relaciona- incluidas las escolares, entendidas en el momento actual como competencias verbales que
das con la enseñanza de la lengua y la literatura constituían el marco teórico de las prác- los alumnos deben alcanzar. El concepto de transposición didáctica evidencia la compleJi·
ticas de enseñanza. Sin embargo, aquí nos si tuaremos en la necesidad de e laborar marcos dad de este ámbito, que no consiste únicamente en la selección de unos contenidos para ser
teóricos que, partiendo de la prJctica, ayuden a interpretarla. la d ificultad de construir enseñados, sino en un proceso de adecuación a los objetivos y a las situaciones de ense-
• delos científicos que den sen tido a las prácticas, que sirvan de instrumento, tanto para ñanza. Uno de los aspectos implicados en este tema es la relación entre los contenidos de
~ ~ ....... si> de las teoría~ implíci to1s como para orientar las mismas prácticas, puede estar las dtstintas lenguas (primeras, segundas y adicionales).
en la base de la desvinculación que a menudo se percibe entre planteamientos teóricos y
prácticas escolares. Los objetivos que pretende la sociedad realmente a través de la enseñanza de la lengua
o las lenguas es otro de los ámbitos de reflexión necesarios. Convendría profund izar en las
En resumen, la investigación en didádica de la lengua y la literatura tiene su objeto en la relaciones entre el lenguaje en la sociedad y el de la institución escolar, la cual forma parte
complejidad de las actividades relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje, y su objetivo de la primera: finalidades de la enseñanza de la Lengua, demandas sociales que se hacen a

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bloques: uno reierido ,l la inve~IIS.!Ción en la acción, circunscrita al ámbito personal de es elaborar un conocimiento sistemático de esta realidad con la intención de poder inter-
de~rrollo de las actividades y el otro a la investigación sobre la acción, interpersonal y co- venir de manera fundamcntadd para mejorarla.
lectiva, y que implica establecer procedimientos de indagación a distintos niveles St.>gún el
objetivo que se plantt>e: Ejes del desarrollo de la reflexión y la investigación en didáctica
• El nivel que implica que pensamiento y reflexión que tienen lugar después de la ac- de la lengua y la literatura
tuación y, por lo tanto, implica distancia entre el momento de la práctica y el de la re- Sin la pretensión de ofrecer un panorama exhaustivo de los ámbitos que han de ser objeto
ilextón; puede abocar a la modtficación de los planes de enseñanza y no a un simple de renexión y de investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje de la Lengua, destaca-
cambio durante el proceso de rea lización. remos algunos ejes que podrían arti cularla, en torno a los cuales es necesario elaborar
• El nivel que implica localización de la observación y que se lleva a cabo sistemática- conocimientos.
mente a través de un proceso de recosida de información, de anJ/isis de los datos ob-
tenidos y de su ev.Jluanón. En este nivel interesa n ya la val idez y la fiabilidad de la El primer eje es, si n duda, el sistema d1dáclico en sentido estricto, es decir, el conoci-
investigación. miento de los procesos de enseñanza y c1prendizaje de la lengua en el aula. Este espacio
• En el nivel más alto el objetivo es la revi sión de las teorías previas. Por lo tanto repre- condiciona, de hecho, toda la invest igación que se considera didáctica, y cualqu ier mi -
senta un proceso de cambio conceptual, más allá del análisis del modo de funcionar rada a aspectos relacionados con la enseñanza de la lengua deberá tenerlo como punto
de unas determinadas prácticas. El análisis lleva a una lectura crítica de las teorías de referenci a.
subyacentes a la actuac i6n.
En general, se aborda la enseña nza de lc1 lengua como prescripción. En España, se dispone
Los dos últimos niveles llevan a relacionar los conceptos de los profesores con las teorías de poca investigación que nos acerque a lo que realmente pasa en el aula: cómo se cons-
científicas, a participar en comunidades de intercambio entre investigadores como forma truye el conocimiento verbal, qué relación se establece entre modelos de enseñanza y pro-
pública de discurso, debate y divulgación. cesos de aprend izaje, qué incidencia tienen en la interacción los diferentes tipos de
materiales, cómo se pueden adecuar las programaciones, qué estrategias son má.s adecua-
Las palabr<1s de Widdowsoo ( 1998, pp. 14-15) pueden servir de resumen de lo que planteamos: das para promover los usos formales de la lengua, etc. Como decíamos, en este espacio la
Todas /l~s actividades qul! se hacen al amparo delt~rmino im-estigación/ pretenden ir más allá de práctica se fundamenta en el conocimiento ya elaborado, y es, a su vez, generadora de
/;u <~p.Jrknc•as. Todas pretl.'nden, de dlierentes maneras, descubrir c~tegorías absu.Jcr.u y cone~ nuevas preguntas y de hipótesis que se tendrán que contrastar en un proceso dialéctico y
nes sub~.1cenres " fenomenos m.Js o menos corrientes (. Podemos cons,derar la mvestigaciÓI'I dinámico de renexión y actuación.
como un ptoceso d•alkrico permdnfmte: formula la realidJd en términos abstractos y, a la vez, de
esr.1 formulación abs!fJcta se deflva una reformulilción de IJ realidad. El segundo eje gira en torno de la delimitación de los contenidos de enseñ.mza de la asig-
natura de Lengua a partir de los objetivos que se proponen. El punto de referencia lo cons-
¿Qué característica tiene este conocimiento sobre la práctica? ¿Cómo se construye este tituyen tanto las aportaciones de las ciencias del lenguaje como las prádicas sociales,
tipo de conoci miento? A menudo se ha considerado que las diversas ciencias relaciona- incluidas las escolares, entendidas en el momento actual como competencias verbales que
das con la enseñanza de la lengua y la literatura constituían el marco teórico de las prác- los alumnos deben alcanzar. El concepto de transposición didáctica evidencia la compleJi·
ticas de enseñanza. Sin embargo, aquí nos si tuaremos en la necesidad de e laborar marcos dad de este ámbito, que no consiste únicamente en la selección de unos contenidos para ser
teóricos que, partiendo de la prJctica, ayuden a interpretarla. la d ificultad de construir enseñados, sino en un proceso de adecuación a los objetivos y a las situaciones de ense-
• delos científicos que den sen tido a las prácticas, que sirvan de instrumento, tanto para ñanza. Uno de los aspectos implicados en este tema es la relación entre los contenidos de
~ ~ ....... si> de las teoría~ implíci to1s como para orientar las mismas prácticas, puede estar las dtstintas lenguas (primeras, segundas y adicionales).
en la base de la desvinculación que a menudo se percibe entre planteamientos teóricos y
prácticas escolares. Los objetivos que pretende la sociedad realmente a través de la enseñanza de la lengua
o las lenguas es otro de los ámbitos de reflexión necesarios. Convendría profund izar en las
En resumen, la investigación en didádica de la lengua y la literatura tiene su objeto en la relaciones entre el lenguaje en la sociedad y el de la institución escolar, la cual forma parte
complejidad de las actividades relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje, y su objetivo de la primera: finalidades de la enseñanza de la Lengua, demandas sociales que se hacen a

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la escuela y que inciden en las representaciones que de ella han tenido sus actores (alum-
nado, profesorado, padres, madres, etc.). Esto petmitiría una visión crítica, distanciada y en pro- rica o literaria y a materiales escolares. Discutid qué elementos han pod1do intervenir en esa
fundidad de los conceptos subyacentes a muchas prácticas todavía presentes en la escuela. transformación.

Una conclusión 4. Observad una parte de una clase de Lengua y Uteratura -a ser posrble, grabdda en video- que
tenga umdad temática o de propósito. Atended a la .1ctividad verbd/ y cognitiva del alumna-
Como conclusión de lo que venimos exponiendo, la didáctica de la Lengua y la Literatura do y del docente e intentad responder a /as siguientes preguntas:
no debe confundirse con las prácticas de enseñanza y de aprendilaje de esas materias, ni • ¡Qv~ actuaciones del docente suscita cada una de ellas en los alumnos y alvmnas?
con las prescripciones que dictan cómo se debe enseñar o la manera de hacerlo. Dedicada • ¿Qué papel desempeiia en esas actividades el contenido de referencia'
al estudio de los procesos de enseñanla y aprendiuje de la lengua y sus usos sociales, es • ¿ Especff~eamente, qué pape/tiene~ los materiales de los que se hace uso para su en<1 1
una disciplina de investigación aún joven, que estudia las interrelaciones de los componen-
tes de esos procesos y !os obstáculos existentes para lograr sus fines. En esta breve exposi- Discutid lo que habéis observado. DelimíUJd los problemas q~ hayais tenido en la d1s, v 1,
ción hemos pretendido apuntar someramente las tareas que le corresponden, en tanto Intentad establecer pautas comunes para una segunda observación. Haced/a y llegad a algu-
ámbito de investigación independiente, y señalar la complejidad que tales tareas entra ñan. So- nas conclusiones provisionales.
portada en las ciencias del lenguaje y siendo, como es, una disciplina de cruce, entra en diA-
logo con las que indagan en el conocimiento humano y en la enseñanza en tanto actividad
social. La didáctica de la Lengua y la literatura está obligada a reOexionar teóricamente sobre
los procesos de enseñanu-aprendiuje de las disciplinas escola res o universitarias de su ám-
bito de estudio. con el fin de dar soporte teórico a posibilidades .d e actuación y proyectos de
mejora de una enseñanla cuyos responsables últi mos son y siguen siendo, los profesores. FUENTES Y RECURSOS
Libros
BRONCKART, J.P. y PLAZAOLA. l. (1998). La transposition didactique. Histoire et perspectives
d'une problématique fondatrice. PrJtiques, 97-98, 35-48. (Trad. cast.: La transposición didác-
ACTIVIDADES tica. Historia y perspectiva de una problemática fundamental. En J.P. Bronckart, Desarrollo del
lenguaje Y didActica de las lenguas, pp. 101 -129. Buenos Aires: Miño y Dávila, 20071.
[Trad. cat.: la transposició didactica. HistOria i perspectives d'una problem~tica fundacional.
1. Elaborad en grupo una breve encuesta que permita recoger la opinión de profesores de dis- En A. Camps y M. Ferrer (coords.), Cramatica a /'aula. pp. 39-63. Barcelona: Graó. 20001.
tintas disciplinas escolares sobre la importancia q~ atribuyen al dominio lingOfstico en sus Corno su tftulo indica, este artículo revisa el concepto y la problemática de la transposición di-
materias. Discuttd los resuhadm atendiendo ~la/mente a la tP!acióll entn! sus concepcio- dJctica y discute temas tan centrales para ella como son el estatus de las prácticas y su relación
nes y los efectos que éstas pueden tener en la enseñanza del drea de Lengua. con el conocimiento teórico, con los •saberesJ, siempre activados a través de la actividad ver-
bal. En lo que se refiere específicamente a la tra nsposición en el campo de la didáctica de la
2. Comparad textos referidos al mismo nivel ck enseñanza en distintos periodos ck tiempo y Lengua, se discuten los resultados de trabajos de investigación sobre procesos de didactilación
revisad en ellos los usos sociales de referencia propuestos. Discutid sobre las razones posibles (de la estructura de la frase, de la estructura textual y de conceptos relativos a la enunciación),
de tales cambios. Relacionadlo con los conceptos d1scutidos en el apartado • La emergencia de que obligan a reOexionar sobre los procesos de transposición de un modo más profundo.
la didáctica de la Lengua y la Uteratura•.
CAMPS, A. (coord.) (2006). DiJ/ogo e investigación en las aul,1s. Barcelona; Graó.
3. JI partir del esq~ma de Cheval/ard, analizad la transposición did~ctica inherente al concep- El contenido de este libro recoge las aportaciones de diversos grupos que investigan en
to vemo o al concepto narrador. Para ello, podéis recurrir a f~ntes de investigación lingüfs- las dinámicas interactivas que tienen lugar en las aulas donde se enseñan y aprenden
lenguas, y lo hacen atendiendo especialmente a las actividades que docentes y alumnado

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la escuela y que inciden en las representaciones que de ella han tenido sus actores (alum-
nado, profesorado, padres, madres, etc.). Esto petmitiría una visión crítica, distanciada y en pro- rica o literaria y a materiales escolares. Discutid qué elementos han pod1do intervenir en esa
fundidad de los conceptos subyacentes a muchas prácticas todavía presentes en la escuela. transformación.

Una conclusión 4. Observad una parte de una clase de Lengua y Uteratura -a ser posrble, grabdda en video- que
tenga umdad temática o de propósito. Atended a la .1ctividad verbd/ y cognitiva del alumna-
Como conclusión de lo que venimos exponiendo, la didáctica de la Lengua y la Literatura do y del docente e intentad responder a /as siguientes preguntas:
no debe confundirse con las prácticas de enseñanza y de aprendilaje de esas materias, ni • ¡Qv~ actuaciones del docente suscita cada una de ellas en los alumnos y alvmnas?
con las prescripciones que dictan cómo se debe enseñar o la manera de hacerlo. Dedicada • ¿Qué papel desempeiia en esas actividades el contenido de referencia'
al estudio de los procesos de enseñanla y aprendiuje de la lengua y sus usos sociales, es • ¿ Especff~eamente, qué pape/tiene~ los materiales de los que se hace uso para su en<1 1
una disciplina de investigación aún joven, que estudia las interrelaciones de los componen-
tes de esos procesos y !os obstáculos existentes para lograr sus fines. En esta breve exposi- Discutid lo que habéis observado. DelimíUJd los problemas q~ hayais tenido en la d1s, v 1,
ción hemos pretendido apuntar someramente las tareas que le corresponden, en tanto Intentad establecer pautas comunes para una segunda observación. Haced/a y llegad a algu-
ámbito de investigación independiente, y señalar la complejidad que tales tareas entra ñan. So- nas conclusiones provisionales.
portada en las ciencias del lenguaje y siendo, como es, una disciplina de cruce, entra en diA-
logo con las que indagan en el conocimiento humano y en la enseñanza en tanto actividad
social. La didáctica de la Lengua y la literatura está obligada a reOexionar teóricamente sobre
los procesos de enseñanu-aprendiuje de las disciplinas escola res o universitarias de su ám-
bito de estudio. con el fin de dar soporte teórico a posibilidades .d e actuación y proyectos de
mejora de una enseñanla cuyos responsables últi mos son y siguen siendo, los profesores. FUENTES Y RECURSOS
Libros
BRONCKART, J.P. y PLAZAOLA. l. (1998). La transposition didactique. Histoire et perspectives
d'une problématique fondatrice. PrJtiques, 97-98, 35-48. (Trad. cast.: La transposición didác-
ACTIVIDADES tica. Historia y perspectiva de una problemática fundamental. En J.P. Bronckart, Desarrollo del
lenguaje Y didActica de las lenguas, pp. 101 -129. Buenos Aires: Miño y Dávila, 20071.
[Trad. cat.: la transposició didactica. HistOria i perspectives d'una problem~tica fundacional.
1. Elaborad en grupo una breve encuesta que permita recoger la opinión de profesores de dis- En A. Camps y M. Ferrer (coords.), Cramatica a /'aula. pp. 39-63. Barcelona: Graó. 20001.
tintas disciplinas escolares sobre la importancia q~ atribuyen al dominio lingOfstico en sus Corno su tftulo indica, este artículo revisa el concepto y la problemática de la transposición di-
materias. Discuttd los resuhadm atendiendo ~la/mente a la tP!acióll entn! sus concepcio- dJctica y discute temas tan centrales para ella como son el estatus de las prácticas y su relación
nes y los efectos que éstas pueden tener en la enseñanza del drea de Lengua. con el conocimiento teórico, con los •saberesJ, siempre activados a través de la actividad ver-
bal. En lo que se refiere específicamente a la tra nsposición en el campo de la didáctica de la
2. Comparad textos referidos al mismo nivel ck enseñanza en distintos periodos ck tiempo y Lengua, se discuten los resultados de trabajos de investigación sobre procesos de didactilación
revisad en ellos los usos sociales de referencia propuestos. Discutid sobre las razones posibles (de la estructura de la frase, de la estructura textual y de conceptos relativos a la enunciación),
de tales cambios. Relacionadlo con los conceptos d1scutidos en el apartado • La emergencia de que obligan a reOexionar sobre los procesos de transposición de un modo más profundo.
la didáctica de la Lengua y la Uteratura•.
CAMPS, A. (coord.) (2006). DiJ/ogo e investigación en las aul,1s. Barcelona; Graó.
3. JI partir del esq~ma de Cheval/ard, analizad la transposición did~ctica inherente al concep- El contenido de este libro recoge las aportaciones de diversos grupos que investigan en
to vemo o al concepto narrador. Para ello, podéis recurrir a f~ntes de investigación lingüfs- las dinámicas interactivas que tienen lugar en las aulas donde se enseñan y aprenden
lenguas, y lo hacen atendiendo especialmente a las actividades que docentes y alumnado

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realizan en ellas. Distintos ángu los de observación y propósitos variados se dan cita en él: lenguaje y Textos. Revista semestral publicada por la SEDLL (Sociedad Española de Didácti-
al estudio de la enseñanza de distintos objetos de conocimiento se suman los capítulos ca de la Lengua y la Literatura). Barcelona: Horsori.
centrados en los aspectos metodológicos del aná lim de las interacciones, en el estudio Se trata de una revista de circulación restringida a los socios que recoge una parte muy im-
de la tensión existente entre los aspectos prescripuvos y los prácticos de la enseñanza o portante de la investigación en el estado español en el campo de la didáctica de la Lengua y
en el aná lisis de procesos de formación de los profes1onales de la docencia. En conjun- la titeratura desde los más variados enfoques.
to. el volumen ofrece un cuadro amplio de acerc:~miento a distintos ámbitos de la
didáctica de las lenguas. Textos. Oid~ctica de la Lengua y la Literatura. Revista trimestral de investigación y divulga·
ción publicada desde 1994. Barcelona: Graó.
CAMPS. A. y MILIAN, M. (2008). Miradas y voces. Investigación sobre la educación lingüís· Se trata de una revista trimestral especializada en enseñanza de la Lengua y la Literatura en
11ca y literaria en entornos plurilingües. Red de investigación Uera. Barcelona: Graó. la que se combina discusión teórica e investigación con propuestas didácticas para el aula.
Este texto recoge l¡¡s primeras jornadas de la red de redes de investigación en lenguas y lite- Huyendo de la especulación erudita o academicista. busca en sus propuestas la tensión entre
ratura de Cataluña, que permite observar un amplio panorama investigador con distintos teoría y práctica, en un intento de innovar profundamente la didáctica de esta área. También
propósitos y objetos en los más v.~riados ámbitos del área de la enseñanza de las lenguas y disponible en: <WWW.grao.com>.
la.s literaturas. Se abre con la conferencia inaugural de J.-P. Bronckart y se cierra con una am-
plia referencia de los equipos que participan en él y su~ orientaciones investigadoras. Enjeux. Revista publicada por el CEDICEF (Centre d'études et de documentation pour l'en-
seignement du Fran~;ais). También disponibre en: <www.fundp.ac.bellettres/cedocef/revues-
MENDOZA FILLOLA, A. (coord.) ( 1998). Conceptos cla ve de didJctica de la lengua y scientifiques/enjeux>.
la literatura en una sociedad plurilmgüe del s1glo n 1. Barcelona: Horsori/Universitat de Revista autotitulada de •formación continua y de didáctica del Francés• que edita tres
Barcelona. números por año, en los que articula investigación teórica con cratividad pedaagógica.
Este libro, elaborado con la participación de diversos especialistas en didácti ca de la Lengua
y l e~ Literatura, ofrece información básica sobre esta d1sciplina, así como sobre los compo- twdes de Unguislique Appfiquée: Revue de didactológie des langues·cultures. Disponible
nentes de orden teórico y metodológico relacionados con ella. Todo ello, gracias a una des- en: <www.klinlccksieck.com'revues/ela/>.
cripción ordenada de conceptos clave agrupados en bloques temáticos a los que se añade
un detallado glosario. Pratiques. Revista publicada por el CRESEF {Collectif de recherche et d'expérimentation sur
l'enseignernent du fra~ais). Disponible en: <WWW.pratiques-cresef.com>.
Revistas Su objetivo es contribuir al desarrollo de la didáctica del francés. Quizá sea la revista que más
Articles de Didaclica de la Llengua 1 /a Literatura. Rev ista trimestral en catalán de investiga- influencia ha ejercido en la didáctica de la Lengua en el Estado español desde su fundación en
ción y divulgación publicada desde 1994. Barcelona: Graó. 1974 y aún hoy, sigue siendo un referente ineludible, especialmente en los temas de orienta-
De gran influencia en el campo de la didáctica de la Lengua y la Literatura, aúna rigor y ción teórico-práctica, en torno a los que genera debates de amplia transcendencia didáctica.
amplitud de VISIÓn, alcance teórico y orientación práctica. Los docentes, los formadores en
Lengua y Literatura, y quienes deseen llevar a cabo investigación en este campo, encontra- Sitios web
rán en ella material de soporte para su trabajo. Disponible en: <www.grao.com>. AIRDF: Association lnternationale pour la Recherche en Didactique du Frany¡is.
www.fundp .ac.be/lettreslcedoccf/airdf
- .1 y V1da. Revista de investigación y divulgación publicada por la Asociación lnterna- Este lugar presenta los principios de la asociación, sus publicaciones y manifestaciones cien·
·•mal de Lectura. Buenos Aires. Argentina. A partlf de 2011, el acceso a la revista estará dis- tificas, así como las investigaciones que sus miembros llevan a cabo.
ponible en esta dirección: <www.fahce.unlp.edu.aríblblioteca>.
Revi sta trimestral que desde 1980 difunde ensayos, investigaciones y experiencias sobre los DAF. Banco de datos de las investigaciones en did~ctia del Francés, lengua m.11ter0il.
procesos de lectura y escritura y se define comprometida con el acceso democrático a la al- www.fundp.ac. belfacultes/leureslcedocef/
fabetización. De gran influencia y prestigio en toda América Latina, publica trabajos tanto Coproducción de la Universidad de Montreal (Quebecl y deiiNRP (París, Francia) con la co-
desde una perspectiva psicolingüística. como pedagóg1ca o sociocultural. laboración del CEDOCEF (Namur, Bélgica) y eiiRDP (Neuchatel, Suiza).

' .
30 31

realizan en ellas. Distintos ángu los de observación y propósitos variados se dan cita en él: lenguaje y Textos. Revista semestral publicada por la SEDLL (Sociedad Española de Didácti-
al estudio de la enseñanza de distintos objetos de conocimiento se suman los capítulos ca de la Lengua y la Literatura). Barcelona: Horsori.
centrados en los aspectos metodológicos del aná lim de las interacciones, en el estudio Se trata de una revista de circulación restringida a los socios que recoge una parte muy im-
de la tensión existente entre los aspectos prescripuvos y los prácticos de la enseñanza o portante de la investigación en el estado español en el campo de la didáctica de la Lengua y
en el aná lisis de procesos de formación de los profes1onales de la docencia. En conjun- la titeratura desde los más variados enfoques.
to. el volumen ofrece un cuadro amplio de acerc:~miento a distintos ámbitos de la
didáctica de las lenguas. Textos. Oid~ctica de la Lengua y la Literatura. Revista trimestral de investigación y divulga·
ción publicada desde 1994. Barcelona: Graó.
CAMPS. A. y MILIAN, M. (2008). Miradas y voces. Investigación sobre la educación lingüís· Se trata de una revista trimestral especializada en enseñanza de la Lengua y la Literatura en
11ca y literaria en entornos plurilingües. Red de investigación Uera. Barcelona: Graó. la que se combina discusión teórica e investigación con propuestas didácticas para el aula.
Este texto recoge l¡¡s primeras jornadas de la red de redes de investigación en lenguas y lite- Huyendo de la especulación erudita o academicista. busca en sus propuestas la tensión entre
ratura de Cataluña, que permite observar un amplio panorama investigador con distintos teoría y práctica, en un intento de innovar profundamente la didáctica de esta área. También
propósitos y objetos en los más v.~riados ámbitos del área de la enseñanza de las lenguas y disponible en: <WWW.grao.com>.
la.s literaturas. Se abre con la conferencia inaugural de J.-P. Bronckart y se cierra con una am-
plia referencia de los equipos que participan en él y su~ orientaciones investigadoras. Enjeux. Revista publicada por el CEDICEF (Centre d'études et de documentation pour l'en-
seignement du Fran~;ais). También disponibre en: <www.fundp.ac.bellettres/cedocef/revues-
MENDOZA FILLOLA, A. (coord.) ( 1998). Conceptos cla ve de didJctica de la lengua y scientifiques/enjeux>.
la literatura en una sociedad plurilmgüe del s1glo n 1. Barcelona: Horsori/Universitat de Revista autotitulada de •formación continua y de didáctica del Francés• que edita tres
Barcelona. números por año, en los que articula investigación teórica con cratividad pedaagógica.
Este libro, elaborado con la participación de diversos especialistas en didácti ca de la Lengua
y l e~ Literatura, ofrece información básica sobre esta d1sciplina, así como sobre los compo- twdes de Unguislique Appfiquée: Revue de didactológie des langues·cultures. Disponible
nentes de orden teórico y metodológico relacionados con ella. Todo ello, gracias a una des- en: <www.klinlccksieck.com'revues/ela/>.
cripción ordenada de conceptos clave agrupados en bloques temáticos a los que se añade
un detallado glosario. Pratiques. Revista publicada por el CRESEF {Collectif de recherche et d'expérimentation sur
l'enseignernent du fra~ais). Disponible en: <WWW.pratiques-cresef.com>.
Revistas Su objetivo es contribuir al desarrollo de la didáctica del francés. Quizá sea la revista que más
Articles de Didaclica de la Llengua 1 /a Literatura. Rev ista trimestral en catalán de investiga- influencia ha ejercido en la didáctica de la Lengua en el Estado español desde su fundación en
ción y divulgación publicada desde 1994. Barcelona: Graó. 1974 y aún hoy, sigue siendo un referente ineludible, especialmente en los temas de orienta-
De gran influencia en el campo de la didáctica de la Lengua y la Literatura, aúna rigor y ción teórico-práctica, en torno a los que genera debates de amplia transcendencia didáctica.
amplitud de VISIÓn, alcance teórico y orientación práctica. Los docentes, los formadores en
Lengua y Literatura, y quienes deseen llevar a cabo investigación en este campo, encontra- Sitios web
rán en ella material de soporte para su trabajo. Disponible en: <www.grao.com>. AIRDF: Association lnternationale pour la Recherche en Didactique du Frany¡is.
www.fundp .ac.be/lettreslcedoccf/airdf
- .1 y V1da. Revista de investigación y divulgación publicada por la Asociación lnterna- Este lugar presenta los principios de la asociación, sus publicaciones y manifestaciones cien·
·•mal de Lectura. Buenos Aires. Argentina. A partlf de 2011, el acceso a la revista estará dis- tificas, así como las investigaciones que sus miembros llevan a cabo.
ponible en esta dirección: <www.fahce.unlp.edu.aríblblioteca>.
Revi sta trimestral que desde 1980 difunde ensayos, investigaciones y experiencias sobre los DAF. Banco de datos de las investigaciones en did~ctia del Francés, lengua m.11ter0il.
procesos de lectura y escritura y se define comprometida con el acceso democrático a la al- www.fundp.ac. belfacultes/leureslcedocef/
fabetización. De gran influencia y prestigio en toda América Latina, publica trabajos tanto Coproducción de la Universidad de Montreal (Quebecl y deiiNRP (París, Francia) con la co-
desde una perspectiva psicolingüística. como pedagóg1ca o sociocultural. laboración del CEDOCEF (Namur, Bélgica) y eiiRDP (Neuchatel, Suiza).

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32 El OIJ[ lO[)( LA OIDA(ll(.lr. O( lA LtNGUA Vl A •• 33

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS REUTER. Y. (ed.J. (2007). Dictionnarire des Concepts fondamentaux des didactiques. Bruxe-
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BRONCKART, ).P. y PLAZAOLA, l. (1998). La transposition didactique. Histoire et perspec- SCHNEUWL Y, B. (1 9951. De l'utilité de la transposition did<~ctique. En J.L. Chiss. J. David e
tives d'une problématique fondatrice. Praliques, 97-98, 35-48. [Trad. cast.: La transposi- Y. Reuter (eds.l. Didactique du franr;ais. État d'une discipline, pp. 47-63. P;uís: Nathan.
ción didáctica. Historia y perspectiva de una problemática fundamental. En ).P. Bronckart SCHÓN, O.A. (1987). Educating the Reflective Practitioner. San Francisco/londres: Jossey-
(ed.), Desarrollo de/lenguaje y didJClica de las lengua.s. pp. 101-129. Buenos Aires: Miño Bass Publishers. (Trad. cast.: La formación de profesionales reflexivos. Barcelona: Paidós,
y Oávila, 2007]. ITrad. cat.: La transposició didktica. Historia i perspectives d'una pro- 19921.
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Barcelona: Graó, 2000). toread. Nueva York: Hol\, Rineh.¡rt and Winston. ITrad. cast.: P¡ua darle sentido a /a lec·
BROUSSEAU, G. (1986). Théorisation des phénomimes d'enseignement des mathématiques. tura. Madrid: Visor, 1990).
These: Université de Bordeaux. SOL~; l. (1987). Estrategias de lectura. Barcelona: Graó.
- (2003). Glossaire de quelques concepts de la théorie des silualions didactiques en mathé- TITONE, R. (1976). Psicolingüística aplicada. Buenos Aires: Kapelusz.
matiques . También disponible en: <http://perso.orange.fr/daestlguy-brousseaultexteslglo- VARGAS, C. (2004). La création des savoirs a enseigner en grammaire: de la rccomposition a
saire_Brousseau.pdf>. la reconfiguration. En C. Vargas (dir.), Langue el études de la langue. Approches linguisti-
BOUCHETON, O. y CHABANNE, J.Ch. (1997). Pralíques enseignantsi.Activité des éleves dans ques el didactique, pp. 3S-48. Marseille: Publications de I'Université de Provence.
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CAMPS, A. (1994). L'ensenyament de la composici6 escrita. Barcelona: Barcanova. dación Educación, voces y vuelos. I.A.P.
CAMPS, A., GUASCH, O. y RUIZ BIKANOI, U. 1201 0). La did~ctica de la lengua (las lenguas) WIDOOWSON, H.G. (1990). .Aspects on language teaching. Oxford: Oxford University Press.
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París: La Pensée Sawage. didJClica de la lengua y la literatura, pp. 1-22. Barcelona: Horsori!ICE.
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MERCER, N. (2001). Palabras y mentes. Barcelona: Paidós.
PETITJEAN, A. (1998). La transposition didactique en fran~ais. Pra!iques, 97-98, (7-3 4).

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32 El OIJ[ lO[)( LA OIDA(ll(.lr. O( lA LtNGUA Vl A •• 33

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CAMPS, A., GUASCH, O. y RUIZ BIKANOI, U. 1201 0). La did~ctica de la lengua (las lenguas) WIDOOWSON, H.G. (1990). .Aspects on language teaching. Oxford: Oxford University Press.
y la literatura. Textos. DidJctica de la Lengua y la Uleratura, SS, 71.SO. - (1987). The Roles of Teacher and learner. ELT Journal, 41(2), 83-88.
CHEVALLARO, Y. (1991). La rransposition didactique. Du savoir savant au savoir enseigné. - (1998). Aspectos de la enserianza de la lengua. En A. Mendoza (coord.), Conceptos clave en
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COMENIUS, ). (1986). DidJctica Magna. Madrid: Akaf.
COROER, S. (1973). lntrodudng .Applied Unguistics. Harmondsworth, England: Penguin Books.
CUENCA. M.). (1992). Teories gramaticals i ensenyament de 1/engües. Valencia: T:lndem.
DABtNE, M. (1972). •Le Credif en 1972•: les champs de la didactique des langues. Le Fran·
<;ais dans le Monde, 92.
OEWEY, J. (1989). Cómo pensamos. Cognición y desarrollo humano. Barcelona: Paidós, 1993.
GOOOY, J. (1996). Cultura escrild en sociedades tradicionales. Barcelona: Gedisa.
GRIFFITHS, M. y TANN, S. (1992). Using reflective practice lo link personal and public theo-
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HAYES, J.R. y FLOWER, L. (1981). ldentifying the organization of writing processes. En L.W.
Gregg y E.R. Steinberg (eds.), Cognilive processes in writing, pp. 3-30. Hillsdale: Lawrence
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MARTINANO, J.L. (1986). Connailre et rransformer /a matiére. Berne: Peter Lang.
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PETITJEAN, A. (1998). La transposition didactique en fran~ais. Pra!iques, 97-98, (7-3 4).

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3. EVALUAR EN EL ÁREA DE LENGUA


Y LITERATURA

CONTENIDO DE CAPITULO

• Qué ~mos por evaluación: un 'mblto extenso y diverso


• Las eval&adones diagnósticas ~
• ~ ev;ú~n como proceso de reguiKión
• El papel de a autoevaluación
• los ~ntos de evaluación
• los~ de evaluación en eJ área de~ • la lengua y la Ute:ratur.a .

Teresa Ribas Seix


Grupo GREAL. Universidad Autónoma de Barcelona

Le,os de ser un componente pt:rifénco de los sistemas didáclicos, la evaluación es vn elemento


esl!ucwral, que constituye y da forma a los contenidos y a sv puesta en práctica J través de la en·
señanza y de los aprendizajes. (Oaun.:~y y Reuter, 2005, p. 8 )

Dedicamos este capítulo a presentar, en primer lugar, la noción de evaluación tal como se
utiliza en el ámbito educativo, con la intención de hacer explícitos los diferentes significa-
dos que se le otorgan y la variada terminologfa que se suele utilizar para hablar de ella. A
continuación nos detendremos en aquellas evaluaciones que son más habituales o que pue-
den tener un significado más decisivo para la tarea docente: la evaluación diagnóstica o ex-
terna, la evaluación reguladora y la autoevaluación. Finalmente, dedicaremos la úl tima
parte a tratar aspectos específicos de la evaluación en cada uno de los ámbitos de la di-
dáctica de la Lengua y la literatura: la lengua oral, la lectura, la composición escrita y los
conocimientos sobre la lengua y la literatura.

..
62 EVAlUAR (N [L AlttA ot l lNGUA ' 63

Qué entendemos por evaluación: un ámbito extenso y diverso mantiene el mismo juicio cuando se rep ite en otro momento, o bien si coincide con la de
otro evaluador que valora lo mismo. Será válida si realmente evalúa lo que se propone eva-
La evaluación en el ámbito de 1;~ didáctica de la Lengua y la Literatura comparte funda- luar. Lo que hará falta es buscar maneras de explicitar y controlar por parte de quien evalúa
mentación y nociones con la evaluación en la.s otras áreas del currfculo escolar, aunque los criterios que utiliza y cómo los uti liza; definir un modelo del referente que ayude a de-
tiene, a la vez, una especificidad dada por la naturaleza del objeto que se enseña y apren; cidir con qué datos se puede evaluar aquel objeto, y prever y anticipar qué se quiere eva-
de y por las características de los procesos que se ponen en juego cuando se aprende luar y por medio de qué instrumentos. Por ejemplo, si pensamos que saber leer es saber
lengua y literatura. Ahora bien, ya que la evaluación de la que hablamos tiene lugar y toma comprender e interpretar un texto, por lo tanto, que es mucho más que recordar algunas
sentido en la institución escolar, tendremos que hacer referencia, para empezar, al concep- informa ciones literales, una prueba que sólo pida detalles que aparecen de manera expli-
to más general de evaluación educariva y a su significado en los centros de secundaria. cita en el iexto no será válida, porque no evalúa lo que realmente quiere evaluar. Y una
prueba no será fiable si se basa sólo en la impresión que el producto provoca en aquel mo-
En el sistema educativo, la evaluación puede considerarse un proceso con tres fases que mento en aquel evaluador, sin criterios definidos de manera más general que permitan
consisten en: afinar, guiar y autocontrolar el juicio que se emite.
1. Delimitar y observar un objeto.
2.Analizarlo a partir de unos criterios o de un referente derivados de un modelo. Podemos evaluar diferentes aspectos de la enseñanza y del aprendizaje de la Lengua y la Lite-
3. Tomar decisiones que se comuniquen a los implicados y que puedan promover ratura que, de hecho, están conectados entre sí. Lo que nos hará decidir qué evaluamos será la
nuevas acciones, si hace falta. finalidad que perseguimos, el •para qué tiene que servir•. De esta manera se han clasificado
habitualmente las actividades evaluadoras a partir de dos lógicas que pueden ser antagónicas:
La idea de juzgar, de valorar, es esencial. Si pensamos en cualquier proceso de enseñar y • La que quiere saber qué y cómo aprenden los alumnos para ayudarles a progresar y a
aprender, lo que nos preocupa como profesores es saber si nuestros alumnos y alumnas están hacerse conscientes de su proceso. que suele conocerse con e l término de •formativa •.
aprendiendo los contenidos que les querernos enseñar: obtener la información que nos lo • La que pretende verificar y constatar los conocimtentos a que ha llegado cada alum-
muestre no es siempre evidente, por eso habrá que decidir en qué nos fijamos y cómo lo te- no para clasificarlo y encaminar así su itinerario formativo o profesional posterior,
nemos que interpretar. En este caso, delimitaremos el objeto de nuestra evaluación (por ejem- denominada sumativa o también certificattva.
plo, el uso de los conectores en un texto expositivo) y decidiremos de qué manera podemos
tener información (haremos escribir un texto expositivo por parejas con unas condiciones Se ha divulgado, asimismo, otra tipologfa de la evaluación, que tiene en cuenta principalmen-
dadas); valoraremos o juzgaremos los datos que recogemos a través de algunos criterios que te el momento del proceso o de la tarea de aprendizaje en que se realiza: en este caso se habla
habremos establecrdo (decidiremos qué conectores son los m.ls elementales y cuáles denotan de evaluación inicial, formativa y final. Nosolros apostamos por un concepto más elaborado de
un conocimiento más elaborado de la lengua), y pensaremos qué conclusiones podemos ex- la evaluación, más explicativo y más útil, que contemple cuatro parámetros: el contexto o
traer (si nos hacen ver que hay que dedicar má.s tiempo a un aspecto concreto, o si algún espacio en que tiene lugar, la función o finalidad que se propone, el tipo de procedimiento e ins-
grupo necesita refuerzo pero los otros no, o si tenemos que trabajar de otra manera, etc.). trumentos que utiliza y el objeto o ámbito de conocimiento que observa. Si combinamos estos
cuatro factores, obtenemos una gran cantidad de posibilidades ajustadas a las diferentes nece-
Se encuentra extendida la creencia de que la evaluación tendría que ser •objetiva•, pero sidades y realidades del sistema educativo y de la tarea de enseñar y aprender.
habría que preguntarse si esta objetividad es posible e, incluso, si es deseable. A causa
de los paradigmas positivistas de la ciencia, se ha tendido a pensar que la evaluación tiene Las evaluaciones diagnósticas
que consistir en una medida lo más objetiva posible de la realidad, y que con unos buenos
instrumentos, podremos cradiografiar• la realidad tal como es, sin ninguna influencia ni inter- Una de las caras más visibles de la evaluación en el último decenio, que ha ocupado e n
ferencia externa. Si nos ponemos en el lugar del profesor que observa, anal iza, que in- algunos momentos la atención de la oprnión pública, es la de las pruebas d iagnósticas na-
y
tenta comprender juzga el proceso de aprendizaje de su alumnado y el resultado al que cionales o internacionales, que intentan establecer el estado de los conocimientos de los es-
llega, la realidad es lo suficientemente compleja como para que necesariamente el obser- colares en algún ámbito. Existen diversas pruebas de este tipo y con finalidades también
v<~dor la interprete desde su perspectiva. Lo que necesita son instrumentos y procedimientos diferenciadas. En la mayor parte de ellas, el dominio de las habilidad~s lingüísticas y dis-
metodológicos que lo ayuden a efectuar una evaluación fiable y válida. Será ftable si se cursivas de los jóvenes forma parte de los ámbitos evaluados.

.. .
62 EVAlUAR (N [L AlttA ot l lNGUA ' 63

Qué entendemos por evaluación: un ámbito extenso y diverso mantiene el mismo juicio cuando se rep ite en otro momento, o bien si coincide con la de
otro evaluador que valora lo mismo. Será válida si realmente evalúa lo que se propone eva-
La evaluación en el ámbito de 1;~ didáctica de la Lengua y la Literatura comparte funda- luar. Lo que hará falta es buscar maneras de explicitar y controlar por parte de quien evalúa
mentación y nociones con la evaluación en la.s otras áreas del currfculo escolar, aunque los criterios que utiliza y cómo los uti liza; definir un modelo del referente que ayude a de-
tiene, a la vez, una especificidad dada por la naturaleza del objeto que se enseña y apren; cidir con qué datos se puede evaluar aquel objeto, y prever y anticipar qué se quiere eva-
de y por las características de los procesos que se ponen en juego cuando se aprende luar y por medio de qué instrumentos. Por ejemplo, si pensamos que saber leer es saber
lengua y literatura. Ahora bien, ya que la evaluación de la que hablamos tiene lugar y toma comprender e interpretar un texto, por lo tanto, que es mucho más que recordar algunas
sentido en la institución escolar, tendremos que hacer referencia, para empezar, al concep- informa ciones literales, una prueba que sólo pida detalles que aparecen de manera expli-
to más general de evaluación educariva y a su significado en los centros de secundaria. cita en el iexto no será válida, porque no evalúa lo que realmente quiere evaluar. Y una
prueba no será fiable si se basa sólo en la impresión que el producto provoca en aquel mo-
En el sistema educativo, la evaluación puede considerarse un proceso con tres fases que mento en aquel evaluador, sin criterios definidos de manera más general que permitan
consisten en: afinar, guiar y autocontrolar el juicio que se emite.
1. Delimitar y observar un objeto.
2.Analizarlo a partir de unos criterios o de un referente derivados de un modelo. Podemos evaluar diferentes aspectos de la enseñanza y del aprendizaje de la Lengua y la Lite-
3. Tomar decisiones que se comuniquen a los implicados y que puedan promover ratura que, de hecho, están conectados entre sí. Lo que nos hará decidir qué evaluamos será la
nuevas acciones, si hace falta. finalidad que perseguimos, el •para qué tiene que servir•. De esta manera se han clasificado
habitualmente las actividades evaluadoras a partir de dos lógicas que pueden ser antagónicas:
La idea de juzgar, de valorar, es esencial. Si pensamos en cualquier proceso de enseñar y • La que quiere saber qué y cómo aprenden los alumnos para ayudarles a progresar y a
aprender, lo que nos preocupa como profesores es saber si nuestros alumnos y alumnas están hacerse conscientes de su proceso. que suele conocerse con e l término de •formativa •.
aprendiendo los contenidos que les querernos enseñar: obtener la información que nos lo • La que pretende verificar y constatar los conocimtentos a que ha llegado cada alum-
muestre no es siempre evidente, por eso habrá que decidir en qué nos fijamos y cómo lo te- no para clasificarlo y encaminar así su itinerario formativo o profesional posterior,
nemos que interpretar. En este caso, delimitaremos el objeto de nuestra evaluación (por ejem- denominada sumativa o también certificattva.
plo, el uso de los conectores en un texto expositivo) y decidiremos de qué manera podemos
tener información (haremos escribir un texto expositivo por parejas con unas condiciones Se ha divulgado, asimismo, otra tipologfa de la evaluación, que tiene en cuenta principalmen-
dadas); valoraremos o juzgaremos los datos que recogemos a través de algunos criterios que te el momento del proceso o de la tarea de aprendizaje en que se realiza: en este caso se habla
habremos establecrdo (decidiremos qué conectores son los m.ls elementales y cuáles denotan de evaluación inicial, formativa y final. Nosolros apostamos por un concepto más elaborado de
un conocimiento más elaborado de la lengua), y pensaremos qué conclusiones podemos ex- la evaluación, más explicativo y más útil, que contemple cuatro parámetros: el contexto o
traer (si nos hacen ver que hay que dedicar má.s tiempo a un aspecto concreto, o si algún espacio en que tiene lugar, la función o finalidad que se propone, el tipo de procedimiento e ins-
grupo necesita refuerzo pero los otros no, o si tenemos que trabajar de otra manera, etc.). trumentos que utiliza y el objeto o ámbito de conocimiento que observa. Si combinamos estos
cuatro factores, obtenemos una gran cantidad de posibilidades ajustadas a las diferentes nece-
Se encuentra extendida la creencia de que la evaluación tendría que ser •objetiva•, pero sidades y realidades del sistema educativo y de la tarea de enseñar y aprender.
habría que preguntarse si esta objetividad es posible e, incluso, si es deseable. A causa
de los paradigmas positivistas de la ciencia, se ha tendido a pensar que la evaluación tiene Las evaluaciones diagnósticas
que consistir en una medida lo más objetiva posible de la realidad, y que con unos buenos
instrumentos, podremos cradiografiar• la realidad tal como es, sin ninguna influencia ni inter- Una de las caras más visibles de la evaluación en el último decenio, que ha ocupado e n
ferencia externa. Si nos ponemos en el lugar del profesor que observa, anal iza, que in- algunos momentos la atención de la oprnión pública, es la de las pruebas d iagnósticas na-
y
tenta comprender juzga el proceso de aprendizaje de su alumnado y el resultado al que cionales o internacionales, que intentan establecer el estado de los conocimientos de los es-
llega, la realidad es lo suficientemente compleja como para que necesariamente el obser- colares en algún ámbito. Existen diversas pruebas de este tipo y con finalidades también
v<~dor la interprete desde su perspectiva. Lo que necesita son instrumentos y procedimientos diferenciadas. En la mayor parte de ellas, el dominio de las habilidad~s lingüísticas y dis-
metodológicos que lo ayuden a efectuar una evaluación fiable y válida. Será ftable si se cursivas de los jóvenes forma parte de los ámbitos evaluados.

.. .
65
64 e

Estas pruebas externas. realizadds normalmente por organismos o entidades en los cuales la permite comprender y tomar decisiones a los diferentes usuarios a quienes va destinado. Es
escuela y el profesorado no están representados directamente, permiten la comparación entre importante que las informaciones sean transparentes y asequibles, y que puedan ser contes·
d1ferenres centros o Jre.1s territori;;les y pueden detectar la evolución de los resultados del tadas si hace falta y tenidas en cuenta cuando se extraen conclusiones de los resultados. En
aprendiza¡e si se mantienen estables a lo largo de los años, lo que, en principio, es bueno. el caso de los resultados de PISA 2003, algunos autores (Solé, 2005) los han puesto en rela-
Estas evaluaciones tendrían que servir para que todo el mundo que tiene alguna responsabi- ción con cómo se enseña a leer en nuescros centros y han observado que se detectan graves
lidad en los resultados que se evalúan pudiera constatar la eficacia de su intervención, pero a problemas que tienen orígenes diferentes. ~ste sería un bue11 ejemplo de cómo las pruebas
nadie se le escapa que la interpretación de los resultados ele unas acciones de tal alcance y externas diagnósticas, que abarcan un contexto amplio, pueden servar para repensar la prác-
con participación de tantos factores es dificil de hacer y permite muchos puntos de vista. tica diaria y para apuntar nuevas necesidades, por ejemplo, en la formación permanente e
Sabemos que, a veces, estas pruebas se realizan sin el acuerdo de todos los sectores implica- inicial del profesorado, o bien en los materiales para el aula o en los currículos normativos.
dos y que los resultados se •leen• desde la falta de consenso y las acusaciones mutuas.
Podemos imaginar que en un escenario así. estas pruebas no son pertinentes, porque no han Para acabar de hablar de las evaluaciones externas, se ha repet ido mucho que este tipo
sido bien concebidas. no sólo los ejercicios concretos y los criterios de puntuación, que mu- de pruebas pueden tener un efecto perverso: hacer que la escuela se dedique sólo a entre-
chas veces son discutidos por algún sector de los aiectados, sino también la creación del con- nar para superar este tipo de pruebas y que los aspectos que no se recogen, que quizás son
senso social necesario para que pueda conducir a mejorar la situación de la enseñanza. tanto o más interesantes, pero más difíciles de valorar con una prueba de lápiz y papel y
tiempo limitado, queden al margen. Pensar que la manera de guiar la enseñanza de un país
Si pensamos en la publicación periódica de los resultados del Informe PISA !OCDE, 2008) puede ser exclusivamente por medio de estas pruebas externas es, seguramente, un error, ya
y en las reacciones que provoca, podemos darnos cuenta que si bien es interesante que se que en este caso los objetivos de aprendizaje quedan sustituidos por los ejeicic1os de estas
pongan de manifiesto las deficiencias de nuestro sistema educativo en relación con la com- pruebas y la función ele los centros se convierte e11 enseñar a superarlas. En España, la ma -
petencia lectora de los jóvenes. las formas de hacerlo pueden llegar a ser contraproducen- nera en la que las pruebas de acceso a la universidad condicionan la enseñanza que se imparte
tes si cuestionan sin matices ni explicación la profesionalidad de los implicados en un en el bachillerato puede ilustrar que lo que comentamos no siempre es deseable.
a.s unto tan sensible:
Como t.'> Sdbldo, lo> resultados ckl infCKme PISII suponen /a constatación ck que este nivt>l !el ad- La evaluación como proceso de regulación
qulfldo por /m jóvenes estudiantes españoles de 15 años l. por deb.ljo de la media de los países par-
IJC1pantes, se encuentra lejos ck refle¡ar la calidad t hJ excelencia ckseadas: y, sobre todo, la utilización del concepto de regulación para definir lo que se conoce con el nombre de
conmtu~en un~ serlf' adve<tenc~<~ par~ el futuro. en tanto que las~ y su fCKmaoón son el pnn· •evaluación formativa• marcó, hace ya años, un giro decisivo en lo que se había entendido
c1pal activo con que cuentan las sociedacks para progres.Jr. El hecho de que PISA 2003 suponga un hasta entonces por evaluación. Con el término •regulación• nos referimos al mecanismo de
reuoceso respecto del anceriof Informe (2000) ha concnbuido a generar rodavfa mas Inquietud. En ajuste o de adaptación constante en el funcionamiento de un proceso con el fin de obtener
este contexto, el estado de la opmíón públlc.1 sobre nuewo sistffilil educ~tJvo es. por decirlo en lér· unos resultados óplimos. En nuestro caso de e11señar y aprender, los procesos de ajuste im-
mmos suaves, poco favorable y. según mi opmíón, ~sc;uamente propenso al análisis runquilo, como plican a los diferentes actores -alumnos, profesores, instituciones- y las diferentes activida-
lo demuestran tanto las cmicas interesadas como las justificaciones complacientes, de la misma des que se llevan a cabo en distintos niveles. Se trata de una evaluación continuada que se
maner.l que algunas propuesli15 -sin duda bien intencionadas, pero en ocasiones muy fuera ck inserta en la dinámica de le~s secuencias de enseñanza y que proporciona retroalimentación
lugar- que la pubilc:.JciÓn cklmforme h.1 contribuido a poner sobre la ~- (Solé, 2005. p. 22) a los diferentes participantes. Aunque su función sea reguladora, se suele denominar como
formativa, porque la función reguladora de la evaluación contribuye a optimizar los proce-
Como en toda evaluación, el valor de los resultados no es absoluto, le viene dado por el sen- sos de aprendizaje y de formación. De hecho, se sitúa de pleno en estos procesos y contri-
tido y la credibilidad que los directamente implicados y los que no lo están tanto le otorgan. buye a hacerlos funcionar y a mejorarlos.
Uno de los factores que contribuye a crear consenso es el modelo y los descriptores que la
prueba utiliza en relación a la competencia que quiere evaluar. En el informe PISA sabemos Esta manera de entender la evaluación según parámetros y objetivos nuevos aparece por pri-
que se trata de una prueba rigurosa e interesante, que da a conocer con detalle la concep- mera vez en los EE.UU. en 1967. pero es en Europa donde se desarrolla preferentemente
ción sobre la comprensión lectora de que parte y que explicita las variables con que traba- durante las décadas siguientes. Se tiene que tener presente que esta modalidad de evalua·
ja. De esta manera proporciona una información ri ca y matizada en el informe final, que ción está estrechamente ligada al modelo explicativo de enseñanza y aprendizaje de que se

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Estas pruebas externas. realizadds normalmente por organismos o entidades en los cuales la permite comprender y tomar decisiones a los diferentes usuarios a quienes va destinado. Es
escuela y el profesorado no están representados directamente, permiten la comparación entre importante que las informaciones sean transparentes y asequibles, y que puedan ser contes·
d1ferenres centros o Jre.1s territori;;les y pueden detectar la evolución de los resultados del tadas si hace falta y tenidas en cuenta cuando se extraen conclusiones de los resultados. En
aprendiza¡e si se mantienen estables a lo largo de los años, lo que, en principio, es bueno. el caso de los resultados de PISA 2003, algunos autores (Solé, 2005) los han puesto en rela-
Estas evaluaciones tendrían que servir para que todo el mundo que tiene alguna responsabi- ción con cómo se enseña a leer en nuescros centros y han observado que se detectan graves
lidad en los resultados que se evalúan pudiera constatar la eficacia de su intervención, pero a problemas que tienen orígenes diferentes. ~ste sería un bue11 ejemplo de cómo las pruebas
nadie se le escapa que la interpretación de los resultados ele unas acciones de tal alcance y externas diagnósticas, que abarcan un contexto amplio, pueden servar para repensar la prác-
con participación de tantos factores es dificil de hacer y permite muchos puntos de vista. tica diaria y para apuntar nuevas necesidades, por ejemplo, en la formación permanente e
Sabemos que, a veces, estas pruebas se realizan sin el acuerdo de todos los sectores implica- inicial del profesorado, o bien en los materiales para el aula o en los currículos normativos.
dos y que los resultados se •leen• desde la falta de consenso y las acusaciones mutuas.
Podemos imaginar que en un escenario así. estas pruebas no son pertinentes, porque no han Para acabar de hablar de las evaluaciones externas, se ha repet ido mucho que este tipo
sido bien concebidas. no sólo los ejercicios concretos y los criterios de puntuación, que mu- de pruebas pueden tener un efecto perverso: hacer que la escuela se dedique sólo a entre-
chas veces son discutidos por algún sector de los aiectados, sino también la creación del con- nar para superar este tipo de pruebas y que los aspectos que no se recogen, que quizás son
senso social necesario para que pueda conducir a mejorar la situación de la enseñanza. tanto o más interesantes, pero más difíciles de valorar con una prueba de lápiz y papel y
tiempo limitado, queden al margen. Pensar que la manera de guiar la enseñanza de un país
Si pensamos en la publicación periódica de los resultados del Informe PISA !OCDE, 2008) puede ser exclusivamente por medio de estas pruebas externas es, seguramente, un error, ya
y en las reacciones que provoca, podemos darnos cuenta que si bien es interesante que se que en este caso los objetivos de aprendizaje quedan sustituidos por los ejeicic1os de estas
pongan de manifiesto las deficiencias de nuestro sistema educativo en relación con la com- pruebas y la función ele los centros se convierte e11 enseñar a superarlas. En España, la ma -
petencia lectora de los jóvenes. las formas de hacerlo pueden llegar a ser contraproducen- nera en la que las pruebas de acceso a la universidad condicionan la enseñanza que se imparte
tes si cuestionan sin matices ni explicación la profesionalidad de los implicados en un en el bachillerato puede ilustrar que lo que comentamos no siempre es deseable.
a.s unto tan sensible:
Como t.'> Sdbldo, lo> resultados ckl infCKme PISII suponen /a constatación ck que este nivt>l !el ad- La evaluación como proceso de regulación
qulfldo por /m jóvenes estudiantes españoles de 15 años l. por deb.ljo de la media de los países par-
IJC1pantes, se encuentra lejos ck refle¡ar la calidad t hJ excelencia ckseadas: y, sobre todo, la utilización del concepto de regulación para definir lo que se conoce con el nombre de
conmtu~en un~ serlf' adve<tenc~<~ par~ el futuro. en tanto que las~ y su fCKmaoón son el pnn· •evaluación formativa• marcó, hace ya años, un giro decisivo en lo que se había entendido
c1pal activo con que cuentan las sociedacks para progres.Jr. El hecho de que PISA 2003 suponga un hasta entonces por evaluación. Con el término •regulación• nos referimos al mecanismo de
reuoceso respecto del anceriof Informe (2000) ha concnbuido a generar rodavfa mas Inquietud. En ajuste o de adaptación constante en el funcionamiento de un proceso con el fin de obtener
este contexto, el estado de la opmíón públlc.1 sobre nuewo sistffilil educ~tJvo es. por decirlo en lér· unos resultados óplimos. En nuestro caso de e11señar y aprender, los procesos de ajuste im-
mmos suaves, poco favorable y. según mi opmíón, ~sc;uamente propenso al análisis runquilo, como plican a los diferentes actores -alumnos, profesores, instituciones- y las diferentes activida-
lo demuestran tanto las cmicas interesadas como las justificaciones complacientes, de la misma des que se llevan a cabo en distintos niveles. Se trata de una evaluación continuada que se
maner.l que algunas propuesli15 -sin duda bien intencionadas, pero en ocasiones muy fuera ck inserta en la dinámica de le~s secuencias de enseñanza y que proporciona retroalimentación
lugar- que la pubilc:.JciÓn cklmforme h.1 contribuido a poner sobre la ~- (Solé, 2005. p. 22) a los diferentes participantes. Aunque su función sea reguladora, se suele denominar como
formativa, porque la función reguladora de la evaluación contribuye a optimizar los proce-
Como en toda evaluación, el valor de los resultados no es absoluto, le viene dado por el sen- sos de aprendizaje y de formación. De hecho, se sitúa de pleno en estos procesos y contri-
tido y la credibilidad que los directamente implicados y los que no lo están tanto le otorgan. buye a hacerlos funcionar y a mejorarlos.
Uno de los factores que contribuye a crear consenso es el modelo y los descriptores que la
prueba utiliza en relación a la competencia que quiere evaluar. En el informe PISA sabemos Esta manera de entender la evaluación según parámetros y objetivos nuevos aparece por pri-
que se trata de una prueba rigurosa e interesante, que da a conocer con detalle la concep- mera vez en los EE.UU. en 1967. pero es en Europa donde se desarrolla preferentemente
ción sobre la comprensión lectora de que parte y que explicita las variables con que traba- durante las décadas siguientes. Se tiene que tener presente que esta modalidad de evalua·
ja. De esta manera proporciona una información ri ca y matizada en el informe final, que ción está estrechamente ligada al modelo explicativo de enseñanza y aprendizaje de que se

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di~ponga. Con los enfoques denominados constructivistas que sustentan las directrices cu- diseño de actividades!; la evaluación mutua, que se realiza en interacción de un alumno
rriculares actuales, esta dimensió n reguladora o formativa de la evaluación ha pasado a un con otro, y la coevaluJCión, en la que alumno y profesor confront.:~n sus juicios. Natural -
primer plano: la evaluación no tiene sólo una función certificativa, que permita otorgar o no mente, la práctica de la evaluación nos proporciona ejemplos mixto~. como la situación si-
otorgar un diploma al fina l dd itinerario de aprendizaje, sino que, sobre todo, constituye una guiente: los alumnos se organizan por parejas para evaluar las expo-;iciones orales que han
herramienta formativa en manos de alumnado y profesorado que influye de manera determi- ¡· producido y grabado individualmente. A partir de l visionado de las dos grabaciones con una
nante en el proceso de aprendizaje. Hablamos de evaluación formativa sobre todo porque: pauta, la pareja valora una y otra eJ<posición por escrito. A continuación. cada alumno. con
• Impl ica activamente al alumnado en el proceso de evaluación. la pauta correspondiente, introduce mejoras en su exposición y. finalmente, la presenta ante la
• Da retroalimentación del proceso de aprendizaje a los actores implicados. •
4
clase. Una vez realizada la exposición, el alumno se autoevalúa con una pauta y el profesor
• Permite la comprensión del proceso que se está siguiendo. juzga la exposición con la misma pauta. En una entrevista, alumno y profesor ponen en
• Promueve espacios para aprender a usar instrumentos y recursos para gestionar mejor común las dos evaluaciones y las comentan. Extraen conclusiones de mejora.
el propio aprendizaje.
• Busca la negociación de significados de lo que se está evaluando entre alumnado y Tanto la evaluación mutua como la cocvaluación son ocasiones idóneas para ¡¡prender a
profesorado. evaluar y a evaluarse, ya que se trJia de espacios de interacción social que generan retroa-
• Prevé espacios de diálogo •auténtico• entre alumnos y de éstos con el profesor para limentación y apoyo por parte de los actores implicados: ponen en marcha procesos de re-
favorecer el aprendizaje. gulación que pueden interiorizarse y dar lugar a espacios de regulación autónoma. Por
• Transmi te una ~ctitud de confianza ante las actividades de evaluación y las presenta ejemplo, el proceso de revisión de la composición de un texto oral o bien escrito es muy
como un instrumento por continuar aprendiendo a lo largo de la vida. complejo porque requiere acceder a conocimientos y procedimientos que el .1lumno puede
ser que todavfa no tenga: tanto el modelaje de los más expertos lotros alumnos o profeso-
El papel de la autoevaluación res) como la interacción con otros alumnos o con pautas de evaluación pueden ser instru-
mentos potentes de mediación social que permitan al alumnado aprender a gestionar su
Si revisarnos las uracterísticas ahora apuntadas de la evaluación formativa, la que se pro- aprendizaje.
pone incidir en los aprendizajes, observamos que la implicación del sujeto que aprende es
una constante. Este hecho nos lleva a hablar de la autoevaluación como parte integrante del Existe una última condición con respecto a la autoevJiuación: la parttcip<~ción activa dPI
aprendizaje. Si la escuela enseña a los alumnos y alumnas a servirse de la lengua con el ob- alumnado. Por activo entendemos implicado en las tareas que se est•ln llevando a cabo, que
jetivo de poder ser personas eficientes en su comunicaCión y con capacidad para usar el es lo mismo que decir que comparte los objetivos y las motivaciones, que encuentra un sen-
lenguaje en sus funciones epistémicas y de construcción personal, necesita también ense- tido a lo que hace, que acepta las formas de trabajar establecidas. La autoevaluación re-
ñarles cómo gestionar este aprendizaje que se llevará a cabo también cuando ya hayan quiere una gran dedicación porque es un trabajo costoso: no se puede hacer si no es con
dejado el centro de secundaria. ·. mucha implicación. Y esta últimc1 puede prornoverse con el diseño y la manera de poner en
práctica la secuencia didáctica, que permita que el alumno otorgue sentido a la actividad
la autoevaluación se entiende así como un contenido mds que se tiene que enseñar y que se propone.
aprender y que requiere un aprendizaje específico que lleva a maestros y alum nos a adop-
t.u diferentes roles en di ferentes momentos. Es p recisamente el ajuste progresivo de estos Con lo que acabamos de decir yd hemos dejado claro que la autoev¡¡ luación no es un.1 he-
roles lo que 1rá dando autonomía a los alumnos para gestionar el propio proceso. Según rramienta más para no hacer tan monótono el sistema de evaluació n, sino que se trata de
Allal y Miche l (1993), 1 existen tres tipos de autoevaluación: la autoevaluación propiamente una herramienta que gura el itinerario de aprendrzaje del estudiante y que requiere una
diCha, que en la escolaridad obligatoria es más un objetivo final que una realidad (porque siem- buena planificación por parte del profesor: hay que enseñar a autoeva luarse, es decir, a ha -
pre está la presencia del profesorado guiando esta evaluación, con pautas, instrucciones o el blar de la lengua y de los textos, a hablar de los procesos que se siguen en los usos discur-
sivos diversos. y a hablar de las estrategias para conseRuir un buen resultado y un buen
aprendizaje. Y sobre todo porque ésta es una herramienta que h<~ce posible la diversifica-
1. No siemprl! ~e utilizan estos términos con este significadn, pt"fO SC'f'ia OOeno ttl'Servar cadd nombre p.ua el conctpto ción o individualización de la enseñanza, elemento esencial en una escuela que quiera ser
ougin.al que de/JnlefOO SUS dUIOfdS• inc lusiva, es decir, ayudar a aprender d todos los alumnos (Ribas. 20 t Ol.

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di~ponga. Con los enfoques denominados constructivistas que sustentan las directrices cu- diseño de actividades!; la evaluación mutua, que se realiza en interacción de un alumno
rriculares actuales, esta dimensió n reguladora o formativa de la evaluación ha pasado a un con otro, y la coevaluJCión, en la que alumno y profesor confront.:~n sus juicios. Natural -
primer plano: la evaluación no tiene sólo una función certificativa, que permita otorgar o no mente, la práctica de la evaluación nos proporciona ejemplos mixto~. como la situación si-
otorgar un diploma al fina l dd itinerario de aprendizaje, sino que, sobre todo, constituye una guiente: los alumnos se organizan por parejas para evaluar las expo-;iciones orales que han
herramienta formativa en manos de alumnado y profesorado que influye de manera determi- ¡· producido y grabado individualmente. A partir de l visionado de las dos grabaciones con una
nante en el proceso de aprendizaje. Hablamos de evaluación formativa sobre todo porque: pauta, la pareja valora una y otra eJ<posición por escrito. A continuación. cada alumno. con
• Impl ica activamente al alumnado en el proceso de evaluación. la pauta correspondiente, introduce mejoras en su exposición y. finalmente, la presenta ante la
• Da retroalimentación del proceso de aprendizaje a los actores implicados. •
4
clase. Una vez realizada la exposición, el alumno se autoevalúa con una pauta y el profesor
• Permite la comprensión del proceso que se está siguiendo. juzga la exposición con la misma pauta. En una entrevista, alumno y profesor ponen en
• Promueve espacios para aprender a usar instrumentos y recursos para gestionar mejor común las dos evaluaciones y las comentan. Extraen conclusiones de mejora.
el propio aprendizaje.
• Busca la negociación de significados de lo que se está evaluando entre alumnado y Tanto la evaluación mutua como la cocvaluación son ocasiones idóneas para ¡¡prender a
profesorado. evaluar y a evaluarse, ya que se trJia de espacios de interacción social que generan retroa-
• Prevé espacios de diálogo •auténtico• entre alumnos y de éstos con el profesor para limentación y apoyo por parte de los actores implicados: ponen en marcha procesos de re-
favorecer el aprendizaje. gulación que pueden interiorizarse y dar lugar a espacios de regulación autónoma. Por
• Transmi te una ~ctitud de confianza ante las actividades de evaluación y las presenta ejemplo, el proceso de revisión de la composición de un texto oral o bien escrito es muy
como un instrumento por continuar aprendiendo a lo largo de la vida. complejo porque requiere acceder a conocimientos y procedimientos que el .1lumno puede
ser que todavfa no tenga: tanto el modelaje de los más expertos lotros alumnos o profeso-
El papel de la autoevaluación res) como la interacción con otros alumnos o con pautas de evaluación pueden ser instru-
mentos potentes de mediación social que permitan al alumnado aprender a gestionar su
Si revisarnos las uracterísticas ahora apuntadas de la evaluación formativa, la que se pro- aprendizaje.
pone incidir en los aprendizajes, observamos que la implicación del sujeto que aprende es
una constante. Este hecho nos lleva a hablar de la autoevaluación como parte integrante del Existe una última condición con respecto a la autoevJiuación: la parttcip<~ción activa dPI
aprendizaje. Si la escuela enseña a los alumnos y alumnas a servirse de la lengua con el ob- alumnado. Por activo entendemos implicado en las tareas que se est•ln llevando a cabo, que
jetivo de poder ser personas eficientes en su comunicaCión y con capacidad para usar el es lo mismo que decir que comparte los objetivos y las motivaciones, que encuentra un sen-
lenguaje en sus funciones epistémicas y de construcción personal, necesita también ense- tido a lo que hace, que acepta las formas de trabajar establecidas. La autoevaluación re-
ñarles cómo gestionar este aprendizaje que se llevará a cabo también cuando ya hayan quiere una gran dedicación porque es un trabajo costoso: no se puede hacer si no es con
dejado el centro de secundaria. ·. mucha implicación. Y esta últimc1 puede prornoverse con el diseño y la manera de poner en
práctica la secuencia didáctica, que permita que el alumno otorgue sentido a la actividad
la autoevaluación se entiende así como un contenido mds que se tiene que enseñar y que se propone.
aprender y que requiere un aprendizaje específico que lleva a maestros y alum nos a adop-
t.u diferentes roles en di ferentes momentos. Es p recisamente el ajuste progresivo de estos Con lo que acabamos de decir yd hemos dejado claro que la autoev¡¡ luación no es un.1 he-
roles lo que 1rá dando autonomía a los alumnos para gestionar el propio proceso. Según rramienta más para no hacer tan monótono el sistema de evaluació n, sino que se trata de
Allal y Miche l (1993), 1 existen tres tipos de autoevaluación: la autoevaluación propiamente una herramienta que gura el itinerario de aprendrzaje del estudiante y que requiere una
diCha, que en la escolaridad obligatoria es más un objetivo final que una realidad (porque siem- buena planificación por parte del profesor: hay que enseñar a autoeva luarse, es decir, a ha -
pre está la presencia del profesorado guiando esta evaluación, con pautas, instrucciones o el blar de la lengua y de los textos, a hablar de los procesos que se siguen en los usos discur-
sivos diversos. y a hablar de las estrategias para conseRuir un buen resultado y un buen
aprendizaje. Y sobre todo porque ésta es una herramienta que h<~ce posible la diversifica-
1. No siemprl! ~e utilizan estos términos con este significadn, pt"fO SC'f'ia OOeno ttl'Servar cadd nombre p.ua el conctpto ción o individualización de la enseñanza, elemento esencial en una escuela que quiera ser
ougin.al que de/JnlefOO SUS dUIOfdS• inc lusiva, es decir, ayudar a aprender d todos los alumnos (Ribas. 20 t Ol.

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Los instrumentos de evaluación muchas de las ideas que hemos dt.'Scrito. El interés de este instrumento r.1d ica en el hl·cho
de que puede hacer evidente el proceso de aprerldizaje y de producción o de comprensión de
Entendemo) por instrumentos de evaludción aquellos .trtefactos que sirven para llevar a los textos, sean orales o escritos. Consiste en un conjunto de productos elaborados por el
cabo el pro<.cso de ev.1lu:~ción de tres fases que hemos comenrado al principio. Estos ins- alumnado en momentos y situaciones diversas, organizado con una finalidad específica:
trumentos pueden tener muchas formas en función del tipo de evaluación de que se trate. ilustrar el proceso seguido y los objetivos consegu idos. Por esta razón, no sólo recogerá los
S1hablamos de evaluac1o-nes diagnósticas o de prueb,1s extemJs de gran alcance, suele tra- productos finales, sino tamb1én otros escritos o reflexio-nes elaboradas mientras se aprendía.
tarse de pruebas escritas y de carácter sumativo. No obstante, los instrumentos que más in- El portafolio posee también una función de comunicación y de interacción de los actores
teresan al profesorado son los de tipo regulador, que habitualmente en secundaria son implicados en el proceso: entre profesorado y alumnado, en primer lugar, pero también de
escriws, con un formato de cuestionario o parrilla para rellenar y que conocemos con el alumnos entre sí, entre alumnos y familias o entre maestros y familias. Es una herramienta
nombre de p<Jutas. Tamb1én pueden ser orales o mixtos: documentos escritos que ponen en poderosa para prOOlOver la autoevaluación y el co-ntrol sobre el propio aprendiz~je.
marcha un proceso Interactivo verbal oral, o convers.Kiones orales guiarlas que se acaban
concretando en un documento escrito. Los objetos de evaluación en el área de didáctica de la Lengua
y la Literatura
Si penSJmos en la evJiuJción iormativa, los instrumentos o pautas de evaluación en el aula
suelen perseguir las s1guientes finalidades: promover un aprendizaje más reflexivo, propor- Los actuales currículos desarrollados a partir del Decreto de enseñanzas mínimas de
cionar informaciones o retroalimen1.1ción a profesorado y alumnado par.1 reorientar el pro- 2006! se organizan en torno al concepto de competencia y, por lo tanto, la evaluación
ceso que se sigue, estimular la interacción verb.ll, desarrollar procesos de reflexión deberá tener en cuenta este planteamiento. En este decreto, el área de Lengua y Literatu-
metal ingu ísuca y' metacognitivos, guiar las decisiones y orientar las accio-nes para resolver ra de educación secundaria se propone como objetivo general el desarrollo de la compe-
satisfactonamente las t.1reas. Si pensamos en la evaluaCión certificativa, los datos que hemos tencia comunicativa de los alumnos, entendida como •un conjunto de habilidades,
obtenido con estos instrumentos formativos pueden servir también para decidir si un estrategias y conocimientos que son necesarios para interactuar satisfactoriamente en di -
proceso de :1prendiz.1je ha alcanzado o no los objetivos fijados. Muchas veces el profeso- ferentes ámbitos sociales• (Pérez Esteve y Zayas, 2007, p. 91 J. El uso de las lenguas y la
rado, como no ha pod1do seguir co-n detalle el proceso de cada alumno o alumna potque son comprensión e interpretación literarias requieren movilizar diferentes tipos de conoci-
muchos, prepara una prueba escrita con la pretensión de hacer evidente lo que co-noce y lo mientos en situaciones determinadas y saberlos relacionar para conseguir un objetivo. Es
que no conoce cada alumno. Este tipo de pruebas aplicadas al aula con función certificativa por eso que en este decreto ministerial los criterios de evaluación plantean el nivel en el
(de final de tema, o de trimestre, o de curso) se real izan en el co-ntexto de una situación de- que se tienen que alcanzar los diferentes aprendizajes, pero también el contexto discursi -
terminada y tienen 'en cuenta lo que se ha trabajado y de qué manera se ha hecho. vo en el que se deben conocer.

Habría que destacar un aspecto clave de los instrumentos de evaluación en el aula: su con- Siguiendo este planteamiento, nos tenemos que preguntar qué tipo de evaluación es m.is
tingencia y su provisionJlidad, es decir, son herramientas útiles en un momento concreto y coherente con los objetivos generales del currículo actual. Para alcanzar la competencia
para un grupo de alumnos determinado, pero en otro lugar y momento pueden ser inade- en comunicación lingüística, es necesario aprender un conjunto integrado y complejo de
cuadas. La tunción que t1enen dentro del aula está determinada por un conjunto de facto- saberes de tipos diferentes y deSJrrollar la capacidad de actualizarlos y relacio-narlos de ma-
res que son muy particulares, por lo tanto lo más probable es que en otra ocasión tengan nera pertinente cuando la situación o la tarea lo requieran. Ahora bien, esto no quiere·decir
que ser modificadas o bien sea conveniente variar la manera de utilizarlas. Además, los ins- que la evaluación se sitúe siempre en el punto más complejo en el que el usuario util iza
trumentos de evaluación no ejercen el mismo efecto en cada uno de los alumnos o peque- todos sus conocimientos al mismo tiempo. Precisamente, si damos a la evaluación una fun -
ño grupo; por esta razón resulta intereSJnte que el profesor esté atento a cómo se emplean ción de guía del proceso de aprendizaje, de la misma manera que para enseñar co-ncreta-
las pautas de evaluación, porque constituye una información muy valiosa del proceso de mos e individualizamos estos conocimientos, la evaluación también tendrá que centrarse en
aprendizaje que se e~tá siguiendo y de las necesidades que el alumnado presenta. aspectos concretos de esta competencia más global. sin perder de vista el objetivo.

Para acabar este apartado sobre los instumentos de evJiuación, hablaremos del porlilfolio o
carpelil del alumno, que sintetiza una nueva manera de entender la evaluación y que integra

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Los instrumentos de evaluación muchas de las ideas que hemos dt.'Scrito. El interés de este instrumento r.1d ica en el hl·cho
de que puede hacer evidente el proceso de aprerldizaje y de producción o de comprensión de
Entendemo) por instrumentos de evaludción aquellos .trtefactos que sirven para llevar a los textos, sean orales o escritos. Consiste en un conjunto de productos elaborados por el
cabo el pro<.cso de ev.1lu:~ción de tres fases que hemos comenrado al principio. Estos ins- alumnado en momentos y situaciones diversas, organizado con una finalidad específica:
trumentos pueden tener muchas formas en función del tipo de evaluación de que se trate. ilustrar el proceso seguido y los objetivos consegu idos. Por esta razón, no sólo recogerá los
S1hablamos de evaluac1o-nes diagnósticas o de prueb,1s extemJs de gran alcance, suele tra- productos finales, sino tamb1én otros escritos o reflexio-nes elaboradas mientras se aprendía.
tarse de pruebas escritas y de carácter sumativo. No obstante, los instrumentos que más in- El portafolio posee también una función de comunicación y de interacción de los actores
teresan al profesorado son los de tipo regulador, que habitualmente en secundaria son implicados en el proceso: entre profesorado y alumnado, en primer lugar, pero también de
escriws, con un formato de cuestionario o parrilla para rellenar y que conocemos con el alumnos entre sí, entre alumnos y familias o entre maestros y familias. Es una herramienta
nombre de p<Jutas. Tamb1én pueden ser orales o mixtos: documentos escritos que ponen en poderosa para prOOlOver la autoevaluación y el co-ntrol sobre el propio aprendiz~je.
marcha un proceso Interactivo verbal oral, o convers.Kiones orales guiarlas que se acaban
concretando en un documento escrito. Los objetos de evaluación en el área de didáctica de la Lengua
y la Literatura
Si penSJmos en la evJiuJción iormativa, los instrumentos o pautas de evaluación en el aula
suelen perseguir las s1guientes finalidades: promover un aprendizaje más reflexivo, propor- Los actuales currículos desarrollados a partir del Decreto de enseñanzas mínimas de
cionar informaciones o retroalimen1.1ción a profesorado y alumnado par.1 reorientar el pro- 2006! se organizan en torno al concepto de competencia y, por lo tanto, la evaluación
ceso que se sigue, estimular la interacción verb.ll, desarrollar procesos de reflexión deberá tener en cuenta este planteamiento. En este decreto, el área de Lengua y Literatu-
metal ingu ísuca y' metacognitivos, guiar las decisiones y orientar las accio-nes para resolver ra de educación secundaria se propone como objetivo general el desarrollo de la compe-
satisfactonamente las t.1reas. Si pensamos en la evaluaCión certificativa, los datos que hemos tencia comunicativa de los alumnos, entendida como •un conjunto de habilidades,
obtenido con estos instrumentos formativos pueden servir también para decidir si un estrategias y conocimientos que son necesarios para interactuar satisfactoriamente en di -
proceso de :1prendiz.1je ha alcanzado o no los objetivos fijados. Muchas veces el profeso- ferentes ámbitos sociales• (Pérez Esteve y Zayas, 2007, p. 91 J. El uso de las lenguas y la
rado, como no ha pod1do seguir co-n detalle el proceso de cada alumno o alumna potque son comprensión e interpretación literarias requieren movilizar diferentes tipos de conoci-
muchos, prepara una prueba escrita con la pretensión de hacer evidente lo que co-noce y lo mientos en situaciones determinadas y saberlos relacionar para conseguir un objetivo. Es
que no conoce cada alumno. Este tipo de pruebas aplicadas al aula con función certificativa por eso que en este decreto ministerial los criterios de evaluación plantean el nivel en el
(de final de tema, o de trimestre, o de curso) se real izan en el co-ntexto de una situación de- que se tienen que alcanzar los diferentes aprendizajes, pero también el contexto discursi -
terminada y tienen 'en cuenta lo que se ha trabajado y de qué manera se ha hecho. vo en el que se deben conocer.

Habría que destacar un aspecto clave de los instrumentos de evaluación en el aula: su con- Siguiendo este planteamiento, nos tenemos que preguntar qué tipo de evaluación es m.is
tingencia y su provisionJlidad, es decir, son herramientas útiles en un momento concreto y coherente con los objetivos generales del currículo actual. Para alcanzar la competencia
para un grupo de alumnos determinado, pero en otro lugar y momento pueden ser inade- en comunicación lingüística, es necesario aprender un conjunto integrado y complejo de
cuadas. La tunción que t1enen dentro del aula está determinada por un conjunto de facto- saberes de tipos diferentes y deSJrrollar la capacidad de actualizarlos y relacio-narlos de ma-
res que son muy particulares, por lo tanto lo más probable es que en otra ocasión tengan nera pertinente cuando la situación o la tarea lo requieran. Ahora bien, esto no quiere·decir
que ser modificadas o bien sea conveniente variar la manera de utilizarlas. Además, los ins- que la evaluación se sitúe siempre en el punto más complejo en el que el usuario util iza
trumentos de evaluación no ejercen el mismo efecto en cada uno de los alumnos o peque- todos sus conocimientos al mismo tiempo. Precisamente, si damos a la evaluación una fun -
ño grupo; por esta razón resulta intereSJnte que el profesor esté atento a cómo se emplean ción de guía del proceso de aprendizaje, de la misma manera que para enseñar co-ncreta-
las pautas de evaluación, porque constituye una información muy valiosa del proceso de mos e individualizamos estos conocimientos, la evaluación también tendrá que centrarse en
aprendizaje que se e~tá siguiendo y de las necesidades que el alumnado presenta. aspectos concretos de esta competencia más global. sin perder de vista el objetivo.

Para acabar este apartado sobre los instumentos de evJiuación, hablaremos del porlilfolio o
carpelil del alumno, que sintetiza una nueva manera de entender la evaluación y que integra

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Sobre la manera <M! evaluar las competencias complejas que marca el cu rrfculo. existe un las realizaciones fonéticas y las con~t rucciones si ntácticas que se consideran más o menos
cierto debate. Algunos autores c reen que hay que poner a los alumnos a nte una tarea com- aceptables en una situación formal (fava, 1997). Este desacuerdo en el modelo de lengua.
pleja. habiendo identificado antes !os criterios e indicadores de calidad del comportamien- unido a la poca asunción entre el profesorado de un modelo didác.ti co que explique la en-
to observable. por ejemplo, tareas como la producción de un texto oral formal en una señanza y el aprendizaje del oral, pueden acabar de e xpl icar por· qué esta habilidad dis-
situación determinada o la comprensión de un texto escrito para una finalidad concreta. cursiva tiene tan poca presencia en las evaluaciones del área de lengua. Nos encontramos.
O tros ven mejor, sobre todo para los alumnos con más dificultades, empezar por dividir la por lo tanto, con que a los problem.1s prácticos mencionildos tenemos que ~umar los con-
tarea en subtareas más aco tadas, o en tareas simples que requieran la movilización de sólo ceptuales: la falta de un modelo f!'(plicativo de la lengua ora/, además de la falta de tradi-
algunos de los saberes implicados en la actividad más compleja, hasta llegar finalmente al ción docente en esta destreza (Ballesteros y Palou, 2002, p. 1221. H,ty que añadir que las
planteamiento de la tarea en su totalidad (Ribas, 201 O, p. 16). pru~bas externas, hasta ahora, no solían evaluar la lengua o ra l (Egaña. 201 Ol: ~XISten pocos
datos que nos digan cuál es el nivel competencial referido a este ámbito, todavía no pode-
los diferentes dominios de contenidos de nuestra disciplina y los saberes y habilidades impli- mos comparar con fiabilidad el nivel del alumnado de nuestro centro, o de nuestro país, con
cados, aunque constituyan un todo integrado en determinadas competencias, presenta n ras- el de otros. Todos los aspectos mencionados favorecen que la lengua oral quede re legada
gos diferenciados a la hora de ser evaluados y tienen modelos propios que los explican. Así en el último lugar de la larga lista de lo que tiene que enseñar la escuela.
pues, abordaremos para cada uno de estos ámbitos la evaluación que no necesita procedi-
mientos sofisticados y que el profesorado realiza en el día a día de su tarea, con una fun- Recogemos algunas ideas que pued.en ayudar a hacer de la evaluación de la lengua oral una
ción priori tariamente r~guladora o formativa . prácticá más habitual en el aula, que tenga en cuenta los rasgos ca racterísticos de los gé-
neros orales y los procesos de aprendizaje que llevan a un buen do minio de la competen-
Evaluación de la lengua oral cia ora l:
La lengua oral posee unas características que la convierten en un •contenido d ifícil- para • Preparar pequeñas actividadc.>s que tengan que ser orales y que sean registradas y
nuestra tradición escolar, aunque existen indicios que nos hacen pensar en que se ha em- evaluadas por los mismos alumnos, por ejemplo, por parejas, a partir de una pauta
pezado a producir un cambio (Abascal, 2010). El hech"o de que sea efímera, que sean proporcionada por el profesor o elaborada conjuntamente con los alumnos. que el
necesarios utensil ios que no son el lápiz y papel para po<M!r hacerla presente de manera du- profesor despu~ también supc.>rvisa.
radera en el aula y poder convertirla fácilmente en objeto de reflexión y trabajo, la ha man- · • Siempre que las tareas orales se realicen ante el resto de la clase, hay que prever cómo
tenido siempre en un segu ndo plan en las aulas, aunque en nuestra sociedad se valora cada será la escucha del resto de alumnos: tiene qt,~e ser una escucha activa, guiada por una
vez más la capacidad de expresarse y relacionarse oralmente. Esta supuesta dificultad apa - pauta escrita o por unos objetivos compartidos, que pidan una respuesta explícita al
rece también cuando hablamos de evaluación. Sa se evalúan las producciones orales en el acabar. Se tiene que enseñar a escuchar los discursos orales y evaluar este aprendiza¡e.
mismo momento e n el que se producen, si n ningú n soporte de grabación, hace fa lta pres- • Pensar qué géneros orales, en qué contextos sociales y qué secuencias textuales se tra-
tar mucha atención o ser más de una persona evaluando el mismo producto. Por lo tanto, bajarán en cada curso, para poder planificar tareas que permitan un progreso en el
necesitamos registrar y reproducir los discursos orales, monologales o interactivos, con el aprendizaje y que contengan actividades de evaluación reguladora y certificativa
fin de poder poner en práctica, tanto por parte de profesorado como de alumnado. las ca- final. Hacer sólo una exposición oral formal a lo largo de toda la secundaria no posi-
pacidades <M! reflexión metalingüística que requiere toda evaluación. bilita un progreso, porque no hay ocasión de avanzar ni formularse retos de mejora.
• llevar a los alumnos a realizar pequeñas actividades orales que trabajen intensiva-
Hay todavla poca e1<periencla de evaluación formativa, cuando menos explícita, de la len- mente algún aspecto delimitado dentro de la actividad global, de manera que haya un
gua oral. Seguramente las causas de este hecho son de diferentes órdenes. Por una parte, el proceso de autoevaluación que los ayude a regular e l grado de consecución de aquel
hecho de que se requiera una cierta instrumentación tecnológica y, por lo tanto, una orga- contenido.
nización del aula diferente de la tradicional, puede aportar alguna expl ic.1ción. Pero el hecho • Explicitar con los alumnos, a partir de ejemplos y de modelaje, las características de cada
de que no haya un acuerdo lo bastante importante con respecto a cuál tiene que ser el producción oral que se pide, tanto del producto como del proc~o para conseguirlo.
modelo de lengua oral para la escuela también debe influir. Por ejemplo, cuando se revisan • Elaborar un portafolio o carpeta de lengua oral. en que se reco jan muestras y valora-
pruebas o rales y sus instrucciones de corrección de lengua catalana, elaboradas ciones de las propias produccaones y donde pueda observarse lil evolución del alum-
por instituciones diferentes en un mismo año, se observa que elCiSten diver¡.:encias en no a lo la rgo de un c urso o de un trimestre (Escohar, 19991.

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Sobre la manera <M! evaluar las competencias complejas que marca el cu rrfculo. existe un las realizaciones fonéticas y las con~t rucciones si ntácticas que se consideran más o menos
cierto debate. Algunos autores c reen que hay que poner a los alumnos a nte una tarea com- aceptables en una situación formal (fava, 1997). Este desacuerdo en el modelo de lengua.
pleja. habiendo identificado antes !os criterios e indicadores de calidad del comportamien- unido a la poca asunción entre el profesorado de un modelo didác.ti co que explique la en-
to observable. por ejemplo, tareas como la producción de un texto oral formal en una señanza y el aprendizaje del oral, pueden acabar de e xpl icar por· qué esta habilidad dis-
situación determinada o la comprensión de un texto escrito para una finalidad concreta. cursiva tiene tan poca presencia en las evaluaciones del área de lengua. Nos encontramos.
O tros ven mejor, sobre todo para los alumnos con más dificultades, empezar por dividir la por lo tanto, con que a los problem.1s prácticos mencionildos tenemos que ~umar los con-
tarea en subtareas más aco tadas, o en tareas simples que requieran la movilización de sólo ceptuales: la falta de un modelo f!'(plicativo de la lengua ora/, además de la falta de tradi-
algunos de los saberes implicados en la actividad más compleja, hasta llegar finalmente al ción docente en esta destreza (Ballesteros y Palou, 2002, p. 1221. H,ty que añadir que las
planteamiento de la tarea en su totalidad (Ribas, 201 O, p. 16). pru~bas externas, hasta ahora, no solían evaluar la lengua o ra l (Egaña. 201 Ol: ~XISten pocos
datos que nos digan cuál es el nivel competencial referido a este ámbito, todavía no pode-
los diferentes dominios de contenidos de nuestra disciplina y los saberes y habilidades impli- mos comparar con fiabilidad el nivel del alumnado de nuestro centro, o de nuestro país, con
cados, aunque constituyan un todo integrado en determinadas competencias, presenta n ras- el de otros. Todos los aspectos mencionados favorecen que la lengua oral quede re legada
gos diferenciados a la hora de ser evaluados y tienen modelos propios que los explican. Así en el último lugar de la larga lista de lo que tiene que enseñar la escuela.
pues, abordaremos para cada uno de estos ámbitos la evaluación que no necesita procedi-
mientos sofisticados y que el profesorado realiza en el día a día de su tarea, con una fun- Recogemos algunas ideas que pued.en ayudar a hacer de la evaluación de la lengua oral una
ción priori tariamente r~guladora o formativa . prácticá más habitual en el aula, que tenga en cuenta los rasgos ca racterísticos de los gé-
neros orales y los procesos de aprendizaje que llevan a un buen do minio de la competen-
Evaluación de la lengua oral cia ora l:
La lengua oral posee unas características que la convierten en un •contenido d ifícil- para • Preparar pequeñas actividadc.>s que tengan que ser orales y que sean registradas y
nuestra tradición escolar, aunque existen indicios que nos hacen pensar en que se ha em- evaluadas por los mismos alumnos, por ejemplo, por parejas, a partir de una pauta
pezado a producir un cambio (Abascal, 2010). El hech"o de que sea efímera, que sean proporcionada por el profesor o elaborada conjuntamente con los alumnos. que el
necesarios utensil ios que no son el lápiz y papel para po<M!r hacerla presente de manera du- profesor despu~ también supc.>rvisa.
radera en el aula y poder convertirla fácilmente en objeto de reflexión y trabajo, la ha man- · • Siempre que las tareas orales se realicen ante el resto de la clase, hay que prever cómo
tenido siempre en un segu ndo plan en las aulas, aunque en nuestra sociedad se valora cada será la escucha del resto de alumnos: tiene qt,~e ser una escucha activa, guiada por una
vez más la capacidad de expresarse y relacionarse oralmente. Esta supuesta dificultad apa - pauta escrita o por unos objetivos compartidos, que pidan una respuesta explícita al
rece también cuando hablamos de evaluación. Sa se evalúan las producciones orales en el acabar. Se tiene que enseñar a escuchar los discursos orales y evaluar este aprendiza¡e.
mismo momento e n el que se producen, si n ningú n soporte de grabación, hace fa lta pres- • Pensar qué géneros orales, en qué contextos sociales y qué secuencias textuales se tra-
tar mucha atención o ser más de una persona evaluando el mismo producto. Por lo tanto, bajarán en cada curso, para poder planificar tareas que permitan un progreso en el
necesitamos registrar y reproducir los discursos orales, monologales o interactivos, con el aprendizaje y que contengan actividades de evaluación reguladora y certificativa
fin de poder poner en práctica, tanto por parte de profesorado como de alumnado. las ca- final. Hacer sólo una exposición oral formal a lo largo de toda la secundaria no posi-
pacidades <M! reflexión metalingüística que requiere toda evaluación. bilita un progreso, porque no hay ocasión de avanzar ni formularse retos de mejora.
• llevar a los alumnos a realizar pequeñas actividades orales que trabajen intensiva-
Hay todavla poca e1<periencla de evaluación formativa, cuando menos explícita, de la len- mente algún aspecto delimitado dentro de la actividad global, de manera que haya un
gua oral. Seguramente las causas de este hecho son de diferentes órdenes. Por una parte, el proceso de autoevaluación que los ayude a regular e l grado de consecución de aquel
hecho de que se requiera una cierta instrumentación tecnológica y, por lo tanto, una orga- contenido.
nización del aula diferente de la tradicional, puede aportar alguna expl ic.1ción. Pero el hecho • Explicitar con los alumnos, a partir de ejemplos y de modelaje, las características de cada
de que no haya un acuerdo lo bastante importante con respecto a cuál tiene que ser el producción oral que se pide, tanto del producto como del proc~o para conseguirlo.
modelo de lengua oral para la escuela también debe influir. Por ejemplo, cuando se revisan • Elaborar un portafolio o carpeta de lengua oral. en que se reco jan muestras y valora-
pruebas o rales y sus instrucciones de corrección de lengua catalana, elaboradas ciones de las propias produccaones y donde pueda observarse lil evolución del alum-
por instituciones diferentes en un mismo año, se observa que elCiSten diver¡.:encias en no a lo la rgo de un c urso o de un trimestre (Escohar, 19991.

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• Pensar qué aspectos de lo~ que se trabajan en el área de lengua pueden ser com- en su totalidad, sino que en iunción de los objetivos de aprendizaje, cada actividad
partidos también como contenidos de aprend izaje con otras áreas del currículo evaluadora se centrará en algunos de sus componentes.
y prever un plan c~mjunto de evaluación: que lo que se aprenda en un área se pueda
ver reilej.1do en la evalu<~c ión de otra. Evaluación de la composición escrita
En este ámbito tendremos que destacar lo que ya hemos dicho p<~ra los anteriores: el mo-
Evaluación de la lectura delo explicativo del proceso de composición escrita tal como ha sido descrito por diferen-
En el caso de la lectura tenemos otro tipo de reto relacionado con la evaluación: el resulta- tes autores, la misma concepción de la escritura como fenómeno social e insertada en un
do de la lectura no es tan transparente como lo pueda ser un discurso oral o un texto escri- contexto que lo determina, además de los estudios que proporcionan una descripción del
to. Para acceder a la comprensión e interpretación de un texto necesitamos emprender un prQducto, es decir, del texto escrito, son la base de la evaluación de la enseñanza y el apren -
co~mino mcis indirecto, más parecido a lo que tenemos que hacer para acceder a los proce- dizaje de la escritura. Lu t.ueas de evaluación de esta habil idad discursiva tendrán que ser
sos que han permitido producir un texto. la recogida de informaciones para la evaluación contextua/izadas; esto significa ligadas a situaciones suficientemente definidas que permitan
no es tan evidente y ello puede explicar por qué la evaluación se ha fijado siempre mucho poner en funcionamiento los diferentes saberes necesarios para escribir un buen texto.
más en los productos que se derivan (ora lización, y recuerdo y comprensión posterior) que Habrá que establecer también tareas acotadas o subtareas que permitan evaluar de manera
en el proceso mismo de comprensión (Castells, 2007). focalizada los diferentes componentes de la competencia escritora (por ejemplo, el domi-
nio de la ortografía o de los tiempos verbales en la cohesión del texto), en relación natural-
Si entendemos por lectura la telación entre lector, texto y contexto para construir un signi- mente con los contenidos que en clase se están enseñando.
ficado, estamos o~nte una actividad compleja, la evaluación de la cual tendrá que partir de
un modelo explicativo que ident ifique los conocimientos, habilidades y estrategias necesa- La idea de una evaluación de la escritura que no tenga sólo en cuenta los cooocim1entos
rias para ponerla en marcha satisfactoriamente. Diferentes autores han recogido y propues- declarativos (el test de opción múltiple, por ejemplo) sino la práctica de la escritura, ya hace
to modelos explicativos del proceso de lectura que son referente para las prácticas evaluadoras, tiempo que se plantea incluso en las evaluaciones externas: es lo que se conoce como pruebas
como el divulgado por Alonso Tapia (1995), los trabajos de Solé (1992) y de Castells (2007) de actuación, en que se pone a/ alumnado en situación de utilizar la escritura. Desde
sobre el análisis del proceso de comprensión, y el que presenta Colomer (1997) como mo- las teorías socioculturales sobre los géneros discursivos y sobre la actividad, Bazerman
delo didáctiCO de la comprensión lectora. Osoro (2010) sintetiza algunos de estos modelos (2002) plantea dar un paso más: evaluar a los alumnos y las alumnas cuando están partici-
a la vez que prioriza unos elementos en torno a los cuales poder organizar las actividades pando •realmente• en un entorno de comunicación por escrito, insertado en una actividad
de evaluación. Estos elementos son los siguientes: social finalizada y con sentido. la hipótesis interesante que fundamenta esta propuesta es
• Estructuras cogmtivas: recoooc1m1ento de términos o conceptos clave. Relación de que los cooocim1entos que el alumno pone en juego en activ1dades contextualizadas no son
estos conceptos con Otras ideas, conocimientos o experienc1as. los mismos que en una situación de examen. Para que la evaluación sea válida, hace falta
• Microprocesos: reconocimiento de raíces léxicas, identificación de vocabulario y ex- que tenga lugar en un contexto situado. Y esta misma idea, además de ser interesante para
presiones del texto. Reconocimiento de la información especifica relacionada con las la evaluación, también lo es para la enseñanza: no se aprende lo mismo en actividades SI-
ideas principales del texto y su sentido general. tuadas que en tareas sin sentido real para los participantes.
• Macroprocesos: distinción entre los diferentes tipos de información y su aportación a
la significación global del texto. Resumen. Esquemas de contenido. Reconocimiento Para que la evaluación tenga un valor formativo y ayude a los alumnos a escribir mejor,
de la organización textual. Identificación de finalidades comunicativas. hace falta planificarla y preverla a lo largo de las actividades de escritura, no sólo al final.
• Procesos de elaboración: elaboración de un comentario personal. Contraste de opi- la evaluación de los textos tendrá más sentido si se realiza con los borradores, cuando to-
niones sobre el tc)\to. Transferencia de ideas, conceptos o procedimientos en otros davía está la oportunidad de rehacerlos y mejorarlos, y no cuando los textos ya se dan por
ámbitos. terminados. Y aquí toma plenamente sentido lo que hemos mencionado para la autoeva-
luación: el alumno tiene que aprender a evaluar sus propios escritos, con la ayuda y la guía
En el caso de la lectura sabemos bien que cualquier upo de cuestionario no ayuda a leer del profesor, de las pautas de evaluación y de la cooperación con los compañeros. Por lo
mejor ni proporciona información sobre el dominio de todas las operaciones y saberes que tanto, saber revisar, evaluar y corregir los textos formará parte de los contenidos de com-
se activan para leer. Como en los otros ámbitos, no se pretenderá evaluar el proceso lector posición escrita que habrá que enseñar .

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• Pensar qué aspectos de lo~ que se trabajan en el área de lengua pueden ser com- en su totalidad, sino que en iunción de los objetivos de aprendizaje, cada actividad
partidos también como contenidos de aprend izaje con otras áreas del currículo evaluadora se centrará en algunos de sus componentes.
y prever un plan c~mjunto de evaluación: que lo que se aprenda en un área se pueda
ver reilej.1do en la evalu<~c ión de otra. Evaluación de la composición escrita
En este ámbito tendremos que destacar lo que ya hemos dicho p<~ra los anteriores: el mo-
Evaluación de la lectura delo explicativo del proceso de composición escrita tal como ha sido descrito por diferen-
En el caso de la lectura tenemos otro tipo de reto relacionado con la evaluación: el resulta- tes autores, la misma concepción de la escritura como fenómeno social e insertada en un
do de la lectura no es tan transparente como lo pueda ser un discurso oral o un texto escri- contexto que lo determina, además de los estudios que proporcionan una descripción del
to. Para acceder a la comprensión e interpretación de un texto necesitamos emprender un prQducto, es decir, del texto escrito, son la base de la evaluación de la enseñanza y el apren -
co~mino mcis indirecto, más parecido a lo que tenemos que hacer para acceder a los proce- dizaje de la escritura. Lu t.ueas de evaluación de esta habil idad discursiva tendrán que ser
sos que han permitido producir un texto. la recogida de informaciones para la evaluación contextua/izadas; esto significa ligadas a situaciones suficientemente definidas que permitan
no es tan evidente y ello puede explicar por qué la evaluación se ha fijado siempre mucho poner en funcionamiento los diferentes saberes necesarios para escribir un buen texto.
más en los productos que se derivan (ora lización, y recuerdo y comprensión posterior) que Habrá que establecer también tareas acotadas o subtareas que permitan evaluar de manera
en el proceso mismo de comprensión (Castells, 2007). focalizada los diferentes componentes de la competencia escritora (por ejemplo, el domi-
nio de la ortografía o de los tiempos verbales en la cohesión del texto), en relación natural-
Si entendemos por lectura la telación entre lector, texto y contexto para construir un signi- mente con los contenidos que en clase se están enseñando.
ficado, estamos o~nte una actividad compleja, la evaluación de la cual tendrá que partir de
un modelo explicativo que ident ifique los conocimientos, habilidades y estrategias necesa- La idea de una evaluación de la escritura que no tenga sólo en cuenta los cooocim1entos
rias para ponerla en marcha satisfactoriamente. Diferentes autores han recogido y propues- declarativos (el test de opción múltiple, por ejemplo) sino la práctica de la escritura, ya hace
to modelos explicativos del proceso de lectura que son referente para las prácticas evaluadoras, tiempo que se plantea incluso en las evaluaciones externas: es lo que se conoce como pruebas
como el divulgado por Alonso Tapia (1995), los trabajos de Solé (1992) y de Castells (2007) de actuación, en que se pone a/ alumnado en situación de utilizar la escritura. Desde
sobre el análisis del proceso de comprensión, y el que presenta Colomer (1997) como mo- las teorías socioculturales sobre los géneros discursivos y sobre la actividad, Bazerman
delo didáctiCO de la comprensión lectora. Osoro (2010) sintetiza algunos de estos modelos (2002) plantea dar un paso más: evaluar a los alumnos y las alumnas cuando están partici-
a la vez que prioriza unos elementos en torno a los cuales poder organizar las actividades pando •realmente• en un entorno de comunicación por escrito, insertado en una actividad
de evaluación. Estos elementos son los siguientes: social finalizada y con sentido. la hipótesis interesante que fundamenta esta propuesta es
• Estructuras cogmtivas: recoooc1m1ento de términos o conceptos clave. Relación de que los cooocim1entos que el alumno pone en juego en activ1dades contextualizadas no son
estos conceptos con Otras ideas, conocimientos o experienc1as. los mismos que en una situación de examen. Para que la evaluación sea válida, hace falta
• Microprocesos: reconocimiento de raíces léxicas, identificación de vocabulario y ex- que tenga lugar en un contexto situado. Y esta misma idea, además de ser interesante para
presiones del texto. Reconocimiento de la información especifica relacionada con las la evaluación, también lo es para la enseñanza: no se aprende lo mismo en actividades SI-
ideas principales del texto y su sentido general. tuadas que en tareas sin sentido real para los participantes.
• Macroprocesos: distinción entre los diferentes tipos de información y su aportación a
la significación global del texto. Resumen. Esquemas de contenido. Reconocimiento Para que la evaluación tenga un valor formativo y ayude a los alumnos a escribir mejor,
de la organización textual. Identificación de finalidades comunicativas. hace falta planificarla y preverla a lo largo de las actividades de escritura, no sólo al final.
• Procesos de elaboración: elaboración de un comentario personal. Contraste de opi- la evaluación de los textos tendrá más sentido si se realiza con los borradores, cuando to-
niones sobre el tc)\to. Transferencia de ideas, conceptos o procedimientos en otros davía está la oportunidad de rehacerlos y mejorarlos, y no cuando los textos ya se dan por
ámbitos. terminados. Y aquí toma plenamente sentido lo que hemos mencionado para la autoeva-
luación: el alumno tiene que aprender a evaluar sus propios escritos, con la ayuda y la guía
En el caso de la lectura sabemos bien que cualquier upo de cuestionario no ayuda a leer del profesor, de las pautas de evaluación y de la cooperación con los compañeros. Por lo
mejor ni proporciona información sobre el dominio de todas las operaciones y saberes que tanto, saber revisar, evaluar y corregir los textos formará parte de los contenidos de com-
se activan para leer. Como en los otros ámbitos, no se pretenderá evaluar el proceso lector posición escrita que habrá que enseñar .

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Ev.Atu~R ( N ll APtA DE: lENGU 75

Para la composición escrita se han divulgado gran cantidad de pautas de evaluación for- Tanto con respecto a los conocimientos gramaticales como respecto a los litera ri os, la eva-
mativa que buscan guiar al alumnado y ayudarle a centrarse en los diferentes aspectos que luación se mo verá entre dos polos: por una parte, actividades que lleven al alumnado a re-
está aprendiendo. Hay pautas orientadas hacia el texto, otras hacia el proceso de composi- lacionar estos conocimientos con los usos discursivos de la lengua, es decir, a integrarlos en
ción y otras hacia los conocimientos que se están construyendo sobre la lengua y los pro- tareas de producció n y recepción verbal de manera más o menos explícita y. por o tra, la ex-
cedimientos para emplearla (Camps y Ribas, 1998). Sin embargo, hay que tener presente plicitación de este conocimiento a través del razonamiento organizado y sistemático sobre
que conviene que las pautas no sean nun ca exhaustivas y que se dediquen a los aspectos la lengua y la literatura y la capacidJd para establecer rel aciones entre las diferentes nocio-
más relevantes de aquella tarea o a los que se han trabajado más intensivamente en clase. nes y en diferentes entornos.

Milian {1997) propone un instrumento de evaluación de los. textos para los maestros que in-
corpora los aspectos textuales y discursivos e integra c uatro miradas diferentes: la de la re-
lación entre el texto y sus usuarios {pragmática), la del contenido (semántica), la de la
estructura {morfológica y sintác tica) y la de la disposición gráfica y externa (aspectos mate- ACTIVIDADES
riales). Este instrumento, adaptado del Grupo EVA francés, permite destacar los aspectos
más generalizables del escrito, como la ortografía, y a la vez los aspectos normalmente
menos observados en la escuela, como las marcas de la situación discursiva o la pertinen- 1. Piensa en las pruebas diagnósticas de acceso a la universidad. Fija te en las de una lengua con ·
cia de la información.· Instrumentos de este tipo, que presuponen un modelo en este caso creta y analiza/as desde. los c,riterios expuestos al principio: el COnte~IO. la función, e/ procedi·
de la escritura, son necesarios para poder llevar a cabo una evaluación con los estudiantes miento y el objeto (u objetos). Finalmente. haz una valoración global de este tipo de
q ue ayude a construir y estabilizar sus conocimientos sobre la escritura. evaluación.

La evaluación de los conocimientos sobre la lengua y la literatura 2. Describe una situación de clase de secuhdaria obligatoria o bachillerato en que pienses que se
Tal como presc riben los C!Jrrículos, las actividades de reflexión gramatical pueden constitu ir pusieron en marcha dispositivos de evaluación formativa:
. .
tareas integradas o subordinadas en otras más globales dé comprensión o producción discur- • ¿Cuál era el objeto de evaluación?
siva. En estos casos, la evaluación de estos conocimientos se tiene que plantear de manera , • ¿Se utilizaba algún instrumento de gura?¿ Cuál era el papel del profesor y el de los alumnos?
integrada con las evaluaciones de las diversas habilidades de uso de la lengua. Pero en torno • ¿Qué repercusión tenía esta e1•aluación en el aprendizaje?
a la gramática la enseñanza en educación secundaria se plantea también otros objetivos: por • ¿Qué elementos se podrían modtficar para que la actividad de evaluación fuera má.s interesante?
una parte, construir un saber sistematizado para poder explicar el funcionamiento de la len-
gua en algunos aspectos. Por otra, promover una actitud reflexiva sobre la lengua en uso que 3. Discute y redacta los criterios de evaluación que utilizarías para juzgar una actividad habitual
permita tomar distancia, observarla, analizarla y descubrir todas sus posibilidades. en la clase de Lengua o Lit'eratura : Decide en qué aspectos te fijarás: en el producto o tam-
bién en ei proceso, en unas· cont'enídos especi1icos entre todos los que aparecen en la ac tivi-
Asimismo, la literatura es un ámbito de la competencia en comunicación lingüística que dad, a partir de ·qué indicios los podrás observar, con qué descriptores se pueden prever las
también tiene que ser enseñado y evaluado. Los o bjetivos que se proponen para la etapa de diferentes actuaciones del alumnado.
secundaria hacen referencia a dos ámbitos: uno es el de la comprensión lectora de textos li-
terar.ios, para los cuales habrá que disponer de conocimientos sobre las características de
los géneros literarios y de sus convenciones en los diferentes momentos históricos; el o tro
hace referencia al patrimonio literario y a /a capacidad para valorarlo en relación con el mo-
mento histórico y cultural. Así, en algunos aspectos podremos pensar en evaluaciones cen-
tradas en la lectura y comprensión de textos literarios, y en otros nos referiremos a
actividades que permitan mostrar el grado de conocimiento que los alumnos tienen en re-
lación con algunas manifestaciones de este patrimonio representativo de la lengua y de la
c ultura que están estudiando.
Ev.Atu~R ( N ll APtA DE: lENGU 75

Para la composición escrita se han divulgado gran cantidad de pautas de evaluación for- Tanto con respecto a los conocimientos gramaticales como respecto a los litera ri os, la eva-
mativa que buscan guiar al alumnado y ayudarle a centrarse en los diferentes aspectos que luación se mo verá entre dos polos: por una parte, actividades que lleven al alumnado a re-
está aprendiendo. Hay pautas orientadas hacia el texto, otras hacia el proceso de composi- lacionar estos conocimientos con los usos discursivos de la lengua, es decir, a integrarlos en
ción y otras hacia los conocimientos que se están construyendo sobre la lengua y los pro- tareas de producció n y recepción verbal de manera más o menos explícita y. por o tra, la ex-
cedimientos para emplearla (Camps y Ribas, 1998). Sin embargo, hay que tener presente plicitación de este conocimiento a través del razonamiento organizado y sistemático sobre
que conviene que las pautas no sean nun ca exhaustivas y que se dediquen a los aspectos la lengua y la literatura y la capacidJd para establecer rel aciones entre las diferentes nocio-
más relevantes de aquella tarea o a los que se han trabajado más intensivamente en clase. nes y en diferentes entornos.

Milian {1997) propone un instrumento de evaluación de los. textos para los maestros que in-
corpora los aspectos textuales y discursivos e integra c uatro miradas diferentes: la de la re-
lación entre el texto y sus usuarios {pragmática), la del contenido (semántica), la de la
estructura {morfológica y sintác tica) y la de la disposición gráfica y externa (aspectos mate- ACTIVIDADES
riales). Este instrumento, adaptado del Grupo EVA francés, permite destacar los aspectos
más generalizables del escrito, como la ortografía, y a la vez los aspectos normalmente
menos observados en la escuela, como las marcas de la situación discursiva o la pertinen- 1. Piensa en las pruebas diagnósticas de acceso a la universidad. Fija te en las de una lengua con ·
cia de la información.· Instrumentos de este tipo, que presuponen un modelo en este caso creta y analiza/as desde. los c,riterios expuestos al principio: el COnte~IO. la función, e/ procedi·
de la escritura, son necesarios para poder llevar a cabo una evaluación con los estudiantes miento y el objeto (u objetos). Finalmente. haz una valoración global de este tipo de
q ue ayude a construir y estabilizar sus conocimientos sobre la escritura. evaluación.

La evaluación de los conocimientos sobre la lengua y la literatura 2. Describe una situación de clase de secuhdaria obligatoria o bachillerato en que pienses que se
Tal como presc riben los C!Jrrículos, las actividades de reflexión gramatical pueden constitu ir pusieron en marcha dispositivos de evaluación formativa:
. .
tareas integradas o subordinadas en otras más globales dé comprensión o producción discur- • ¿Cuál era el objeto de evaluación?
siva. En estos casos, la evaluación de estos conocimientos se tiene que plantear de manera , • ¿Se utilizaba algún instrumento de gura?¿ Cuál era el papel del profesor y el de los alumnos?
integrada con las evaluaciones de las diversas habilidades de uso de la lengua. Pero en torno • ¿Qué repercusión tenía esta e1•aluación en el aprendizaje?
a la gramática la enseñanza en educación secundaria se plantea también otros objetivos: por • ¿Qué elementos se podrían modtficar para que la actividad de evaluación fuera má.s interesante?
una parte, construir un saber sistematizado para poder explicar el funcionamiento de la len-
gua en algunos aspectos. Por otra, promover una actitud reflexiva sobre la lengua en uso que 3. Discute y redacta los criterios de evaluación que utilizarías para juzgar una actividad habitual
permita tomar distancia, observarla, analizarla y descubrir todas sus posibilidades. en la clase de Lengua o Lit'eratura : Decide en qué aspectos te fijarás: en el producto o tam-
bién en ei proceso, en unas· cont'enídos especi1icos entre todos los que aparecen en la ac tivi-
Asimismo, la literatura es un ámbito de la competencia en comunicación lingüística que dad, a partir de ·qué indicios los podrás observar, con qué descriptores se pueden prever las
también tiene que ser enseñado y evaluado. Los o bjetivos que se proponen para la etapa de diferentes actuaciones del alumnado.
secundaria hacen referencia a dos ámbitos: uno es el de la comprensión lectora de textos li-
terar.ios, para los cuales habrá que disponer de conocimientos sobre las características de
los géneros literarios y de sus convenciones en los diferentes momentos históricos; el o tro
hace referencia al patrimonio literario y a /a capacidad para valorarlo en relación con el mo-
mento histórico y cultural. Así, en algunos aspectos podremos pensar en evaluaciones cen-
tradas en la lectura y comprensión de textos literarios, y en otros nos referiremos a
actividades que permitan mostrar el grado de conocimiento que los alumnos tienen en re-
lación con algunas manifestaciones de este patrimonio representativo de la lengua y de la
c ultura que están estudiando.
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FUENTES Y RECURSOS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Libros ABASCAL, M.O. (2010>. Evaluación del uso oral como proyecto de centro. Textos. DidácticJ
RIBAS. T. (200 1). la r~ulac ión del proceso de composición escrita en grupo: análisis de la de la Lengua y la Literatura, 53. 48-57.
utilización de las pautas de rev•sión. En A. Camps (coord.), El aula como espaciO de investt· ALLAL. L. y MICHEL, Y. (1993). Autoévaluation et évaluation mutuelle en situation de pro-
g<Jctón y ret1extón ln \l!>llf:JCtOnes en DtdácttcJ de la Lengua, pp. 51 -ó 7. Barcelona: Graó. ducllon écrite. En l. Allal, O. Bain y P. Perrenou (eds.). EvJiuattOn formati~e el didacciqu<'
Se desu ibe una secuencia dtdáctica para enseñar a escribir en la etapa de la ESO y se analiza du franr;ais, pp. 239-264. Neuchatel: Delachaux et Ntestlé.
la iunción que han te n•do en el funcionamiento de l trabajo en grupo y en el proceso de apren- ALONSO TAPIA, J. (1995). la evaluación de la comprensión lectora. Te>.tos. Didáctica de la
dizaje del alumnado los instrumentos de evaluación parJ guiar la planificación y la revisión Lengua y la literatura, 5, 63-78.
delll~\to. BALLESTEROS, C. y PALOU, ). !2002 ). Les creences deis professors i l'ensenyament de la llen-
gua oral. En A.M. Vila y Santasusanna (coord.), Didactica de la /lengua or.1/ formal,
RIBAS SEIX, T. 12003). El rol del docente en la conquista de la lengua escrita: la función de la eva- pp. 11 1-124. Barcelona: Graó.
luación formativa y de la diversificación de la ensei\anza. En ). García Ramos (coord.), Enseñar BAZERMAN, C. (2002). What is not institutionally visible does not count: The problem of ma-
<J escribir )in priSiiS... pero co n sentido, pp. 140-146. Morón (Sevilla): Publicaciones del MCEP. king activity assessable, accountable, and plannable. En C. Bazerman y O. Russell (eds.).
Se destaca el papel que puede desempei\ar un buen dispositivo de evaluación formativa en Writing Selves/Writing Societies: research from Activity Perspectives. Perspeccives on Wri-
la atención a las necesidades de los alumnos. No todo el grupo clase sigue de la misma ma- ting. Fort Coll ins (Colorado¡: The WAC Clearinghouse/Mind, Culture, and Activity.
nera el proceso de aprendizaje ni necesita las mismas ayudas del profesor. También disponible en: <http://wac.colostate.edulbookslselves_societies>.
CAMPS, A. y RISAS, T. {1998). Regulación del proceso de redacción y del proceso de
. Sitios w eb aprendizaje: función de las pautas como instrumentos de evaluación formativa. Tex·
l eer.es. Ministerio de Ed ucación. tos. Didáctica de la Lengua y la Literatura, 16, 49-60.
hup:lldocentes.leer.es/ evCJiuaciOn CASTELLS, N. (2007). Avaluació de la lectura en el context de l'area de llengua: reflexió con-
En el portal del Ministerio de Educación leer.es, se ofrece información sobre las pruebas ex- ceptual amb implicacions practiques. Articles de Didactica de la Uengua i la üteracura,
ternas de evaluación de la comprensión lectora espai\olas e internacionales. 41 , 59-70.
COLOMER, T. (1997). la ensei\anza' y el aprendizaje de la comprensión lectora. Signos,
Instituto de Evaluación del MEC. 2, ó- 15.
www. mstrtutodeev,tluae~on mec.es DAUNAY, B. y REUTER, Y. (2005). l 'évaluation en didactique du franc;ais: résurgence d' une
En esta ~eb se da acceso a las distintas publicaciones del Ministerio de Educación español problérnatique, Reperes, 31, 3-8.
en relación con la evaluación del sistema educativo, con los indicadores util izados y con la EGAÑA, A. (2010). Evaluación oral de euskera: dificultades y beneficios. Textos. Didáctica de
valoració n de los resultados obtenidos. /a Lengua y la literatura, 53, 58·72.
ESCOBAR, C. (1999). El papel de la auloevaluación como mecanismo regulador de la discu-
sión por parejas. Textos. Didáctica de la Lengua y la literatura, 20, 61 -73.
FAVA AGUO, X. !1997). Comparació de diferents examens de coneixements mitjans de ca-
tala. Arlicles de Didáctica de la Llengua i la literatura, 12, 103-117.
MILIAN, M. (1 997). Avaluar els textos escrits. En A.T. Ribas (coord.). L'avaluació formativa en
l'~rea de /lengua, pp. 109-129. Barcelona: Graó.
OCOE <Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) (2008). La lectura
en PISA 2000, 2003 y 2006. Marco y pruebas de la evaluación. Madrid: Instituto de Eva-
luación, Ministerio de Educación y Ciencia.
OSORO, A. (201 0). la evaluación de la comprensión escrita. Textos. Didáctica de la Lengua
y la Literatura, 53, 22-35 .

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P~REZ ESTEVE, P. y ZAYAS, F. (2007). Competen~ia en comunicación lingüfstica. Madrid:
Alianza.
RISAS, T. (2010). La evaluación en el área lingüística. Textos. DidJcticil de la Lengua y la
SEGUNDA PARTE
Literatura, 53, 10-21.
SOL~. l. (1992). Estrategias de lectura. Barcelona: GraóiiCE Universitat de Barcelona.
- (2005). PISA, la lectura y sus lecturas. Aula de Innovación Educativa, 139.

Normativa legal
Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas míni-
mas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria. Boletín Oftclal del Estado
(05/01/2007), 5, 677-773. Ta mbién disponible en: <http://www.boe.eslboe/dias/2007/
O1105/pdfs1A00677-00773.pdf>.

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