Este es un abordaje personal de lo que siento en este momento en

relación con las creencias y el sentir.

El que quiera leerlo podrá descubrir sólo lo que yo siento.
Así mismo no recomiendo a nadie que siga nada de lo que digo en estas
páginas, y muchísimo menos, que lo haga. Cada cual tiene que ser
absolutamente responsable de lo que siente y hace y no imponer ninguna
condición a nadie. Cada cual debe experimentar en su vida lo que siente y no
lo que lee, aunque sea del Mismísimo Espíritu Santo.
Tan sólo lo comparto para los que quieran saber lo que siento, y sólo a
modo de expresión de mi sentir. Allá cada cual con la responsabilidad de lo
que siento al leerlo.
A propósito de leer o no leer para cultivarse lo dejo, como no, bajo la
responsabilidad de cada cual.
Yo leo sólo aquellos textos que me sirven de inspiración, compruebo a
través de la práctica si me sirven, y si no, vaya usted con Dios.

¿QUÉ ES EL SENTIR ESPIRITUAL?.

En un sentido más amplio, significa la condición de espiritual. Referido a

una persona, se refiere a la disposición moral, psíquica o cultural que posee
quien tiende a investigar y desarrollar las características de su espíritu, es
decir, un conjunto de creencias y actitudes características de la vida espiritual,
sean éstas provenientes de la Verdad o bien imaginadas por el conjunto de
información alojada en el subconsciente desde antes de nacer, en la infancia,
así como de las experiencias obtenidas en su vida adulta.

Nadie debe seguir a nada ni a nadie, sino a sí mismo y encontrar la

Verdad que se encuentra en todos y cada uno de nosotros bien profunda, más
allá del subconsciente, del inconsciente y, por supuesto más allá de toda
experiencia humana adquirida teniendo como base todo lo almacenado, como
se ha dicho repetidamente, en los grandes almacenes de nuestro inconsciente
y subconsciente. No sirve seguir a nadie dado que tenemos una enormidad de
"filtros" que nos hacen tergiversar, incluso, la información suministrada y
como los grandes avatares de la humanidad señalaron, existieran o no, o
siendo producto de hologramas insertados en el inconsciente colectivo para
nuestra evolución, de la misma forma que existen en los animales para su
desarrollo, supervivencia y evolución de cada especie. Los grandes avatares
nunca dejaron nada por escrito. Los escritos se deben a la información
obtenida por los humanos en las cercanías de ellos para perpetuar sus
creencias en los mismos. Más de todos es sabido que los humanos no estamos
limpios ni eocional, ni mental ni espiritualmente, sino que acumulamos en
nuestro inconsciente colectivo todas las experiencias, verdaderas, medio
verdaderas y falsas, y por ello esos filtros más lo que vamos almacenando con
nuestras experiencias procedentes de dicho inconsciente colectivo o almacén
de la raza humana, hacen que sea imposible literalmente encontrar la Verdad
desde dichos escritos plagados de errores bien intencionados y/o interesados
humanamente. Todos nos equivocamos en nuestra búsqueda y hacemos que,
los más débiles o menos dotados experiencialmente "equivoquemos" a los
demás, aumentando el almacén humano con más y más errores.

REVELACIÓN. Según un libro, surgido y editado en los años 70 del siglo

XX denominado un curso de milagros, "la revelación es algo intensamente
personal y no puede transmitirse de forma que tenga sentido. De ahí, que
cualquier intento de describirlas con palabras sea inútil. La revelación sólo
induce a la experiencia. La revelación produce una suspensión completa,
aunque temporal de la duda y el miedo. Ni la revelación ni los milagros
emanan de la conciencia, aunque ambos se experimenta en ella. No hay nada
más inestable que una orientación invertida (no hacer lo que nos dicta nuestro
ego), y todo aquello que la mantenga invertida (nuestro auténtico sentir)
puede conducir a una, cada vez más, mayor estabilidad.

Por tanto, todo aquello que pueda ser expresado con palabras es algo
imaginado y creado en la irrealidad de cada cual por el conjunto de:

1. El almacén del inconsciente colectivo humano.

2. El subconsciente e inconsciente de cada ser humano individualmente.
3. Y de sus creencias personales en el desarrollo de su vida física, derivadas
de esos almacenes de memoria inconscientes.

Antes apuntábamos y reiteramos aquí que guardar silencio ante nuestro

camino interior, interno, profundo no debe ser expresado a nadie, ya que ahí
hay grandes porciones de nuestro ego tratando de sobrevivir en la irrealidad
que todos y cada uno vivimos. De ahí, que el único camino para experimentar
cada vez más y más porciones de Verdad en nosotros sea la meditación, y que
ésta sea cada vez más y más profunda y estable. De cualquier modo la
meditación, también, presenta peligros en forma de falsedades dado que el
ego se resiste a ser eliminado de la humana experiencia. Basta recordar lo
escrito por otros a través de los Hologramas Divinos para enseñar a la
Humanidad a eliminar la ¡¿ se-pa-ra-ción ?! del Todo, que tiene muchos
falsos y variados razonamientos y justificaciones, tantas como seres humanos
existimos en esta experiencia física.

Resumiendo:

• Actuamos en nuestra vida diaria en relación con el contenido de nuestro

inconsciente colectivo y personal, nuestro subconsciente, así como el
cúmulo de todas nuestras experiencias personales que tienen como base
lo anteriormente descrito.
• Nadie debe seguir a nadie, sino a sí mismo, por equivocado que pueda
estar cara a los demás, a la mayoría. La Única Ayuda es el Espíritu
Santo y éste está en lo más interno y profundo de nosotros.
 • Escribir en trance no asegura a nadie que lo escrito sea verdad, a
excepción, claro está, para el que lo escribe que necesariamente ha de
creérselo. Generalmente son mensajes positivos, creativos, lindos,
elevados, que nos llaman mucho la atención porque están incidiendo en
nuestro imperativo, aunque desconocido deseo, de SALIR DE LA
MENTIRA, de gozar de esa Paz que supera todo razonar, pero esto no
hace por sí mismos posibles que tengan forzosamente que ser Verdad.
• Ningún avatar holográfico de la Humanidad dejó nada escrito, fueron los
que recibieron mensajes para escribirlo y darlo a conocer a la Humanidad
siguiendo el Holograma Divino, pero no nos garantiza que el activo,
superviviente e inmune ego no filtrara información suya para desvirtuar
el contenido.
• La meditación y el silencio de nuestro trabajo personal debe ser
mantenido en nuestra intimidad para evitar provocar errores en otros,
aunque como dice también un curso de milagros "nadie puede ser
inducido a errar por otros, en tanto en cuanto que el que lo acepta está
conforme en su interior con el error transmitido". Jesús, humano, tuvo
que pasar una cuarentena en el desierto (la soledad física, emocional y
mental más absoluta) para poder meditar en profundidad y obtener la
revelación que suspendió en él toda duda, todo miedo y le transmitió
certeza.
• Lo que la percepción ve y oye parece real porque sólo admite en la
conciencia aquello que concuerda con los deseos del perceptor. Esto da
lugar a un mundo de ilusiones, mundo que es necesario defender sin
descanso, precisamente porque no es real.

¿Qué es la Espiritualidad?:
La espiritualidad es el conocimiento, aceptación o cultivo de la
esencia inmaterial de uno mismo.

Espiritualidad es una palabra que deriva del griego y que está

compuesta por la voz spiritus que significa 'respiro', -alis, que se refiere a 'lo
relativo a', y el sufijo -dad, que indica cualidad, por lo tanto,
etimológicamente, espiritualidad es todo lo relativo a la cualidad de lo
espiritual o del espíritu.

La espiritualidad humana es definida como la conciencia de una parte

de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo
superior a todos los seres vivos.

La espiritualidad es dirigir la vida y el desarrollo espiritual según las

enseñanzas y normas de un dios, profeta o guía.

La espiritualidad es un valor positivo y superior, ya que es una cualidad

que determina, en la mayoría de los casos, un comportamiento coherente con
los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual y colectivo.
 Cuatro leyes de la espiritualidad
La Verdad siempre es simple, y sentidas y resumidas simplemente, se
pueden destacar cuatro leyes muy básicas de la espiritualidad.
1. La persona que llega a tu vida es sincrónicamente la persona correcta
para tu crecimiento, te agrade o no..
2. Lo que sucede en tu presente es la única cosa que podía haber sucedido
para tu aprendizje, para tu evolución.
3. En cualquier momento que comiences a realizar algo, sea lo que sea, es
el momento correcto.
4. Cuando algo termina, termina.

Frases aclaratorias sobre la espiritualidad

1. “Has de sentir que el cuerpo es simplemente una prenda de vestir. Ve en

busca del usuario, no del manto”. Rumi.
2. “Orar es hablar con la parte más profunda de nuestro Ser. Meditar, es
escuchar su respuesta”. Jean Lévesque.
3. “Espiritualidad es un cierto estado de conciencia acrecentada. Es un
estado de gracia que uno obtiene dentro de su propio corazón, y que
debemos encontrar por nosotros mismos”. Sri Ram.
4. “Solo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio
corazón, porque quien mira hacia afuera duerme y quien mira hacia
adentro, despierta.” Carl Gustav Jung.
5. “Religión es creer en la experiencia de otro o de otros. Espiritualidad es
crear y tener tu propia experiencia”. Deepak Chopra.

El Despertar Espiritual es una demanda interior que todo ser humano

experimenta en algún momento de su vida.

“¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué he nacido? ¿Qué es la Vida?
¿Existe la Vida después de la Vida? ¿Qué es la realidad?…” Son algunas de las
preguntas más frecuentes que se realizan aquellas personas que están
despertando espiritualmente.

La espiritualidad no es otra cosa que encontrar el auténtico sentido de

nuestra existencia en la Vida y el sentido de nuestra relación con todos los
seres que también forman parte de ella, el Todo. Y ese sentido únicamente
se alcanza a través del descubrimiento de uno mismo, mediante el Amor. Por
consiguiente, un Despertar Espiritual puede considerarse un proceso de
crecimiento interior, cuyo fin radica en acercarnos a nuestra auténtica
identidad (El Ser) y a la auténtica identidad de todos los elementos que
conforman la Vida, su expresión externa es la actitud que se tiene por todo.
A raíz de este proceso, los seres humanos son capaces de descubrir y sentir
que Todo forma parte de un Todo, que Todos somos Uno: Amor o Dios.
 ¿Qué es el Espíritu?:

El espíritu es la gracia que Dios o un ser superior da al hombre para

diferenciarse del resto de los animales. El espíritu es definido como el alma
racional donde reside el sentir, la espiritualidad y la comun-unión con
el Todo.

Espíritu proviene del latín spiritus, que significa ‘respiro’ y todo lo

relacionado con el elemento aire. Se traduce al griego como pneûma, que se
relaciona con ‘aliento’, ‘respiración’ y ‘espíritu’.

La diferencia entre espíritu y alma, en latín spiritus y anima, y en griego

pneûmay psyché son sinónimos. Ambos son considerados el lugar donde
se asientan el sentir y los sentimientos positivos, elevados y reales.

Espíritu y alma son sinónimos en términos de un ser inmaterial o sin

forma.
¿Qué es el subconsciente y cómo funciona?.

¿Alguna vez has escuchado hablar acerca del poder de la mente?. Como
sabemos, la mente, una parte de la Mente, sigue siendo aún el gran
desconocido y es que mientras más se descubre acerca de su funcionamiento
nos damos cuenta que nos faltan aún más cosas por conocer. Sin duda, la
mente es extraordinaria y es muy interesante ir descubriendo cada uno de los
misterios que esconde.

Uno de esos misterios es acerca de nuestra mente subconsciente o

inconsciente, pero, ¿qué es exactamente el subconsciente?, ¿cómo funciona?.
El psicoanálisis, estudio de la psique o mente, define el subconsciente como la
parte menos accesible de nuestra mente, donde se encuentran recuerdos e
impulsos reprimidos.

¿Qué es el inconsciente y el subconsciente?.

Para explicar este concepto se suele utilizar el ejemplo metafórico de un

iceberg. La consciencia vendría siendo la punta del iceberg (se nota a simple
vista), por lo que el subconsciente y el inconsciente, por ese orden, vendría
siendo la última parte del iceberg, la más baja que se encuentra debajo de la
línea de flotación y que no la podemos ver aunque tenemos la certeza de que
ahí está, ya que es la base del iceberg.

El inconsciente o subconsciente es un término que se refiere a todo

aquello que tenemos guardado o almacenado debajo de nuestra propia
consciencia, como si estuviera escondido y no lo pudiéramos ver a simple vista
como ocurre con el iceberg. Es por esta misma razón por la que a las personas
nos resulta muy difícil, por no decir imposible en circunstancias mayoritarias
socialmente, acceder a la información que tenemos almacenada en él.

Definición de lo inconsciente

El inconsciente es aquella parte de nuestra mente que dirige procesos de

supervivencia corporal o física, tales como todos los automatismos que vigilan,
promueven y rectifican la supervivencia de nuestro organismo físico.

Echemos un vistazo:

Aunque digan lo contrario, no controlamos ni de lejos todos los procesos

de nuestro cuerpo. Lo hace nuestro cerebro, nuestra parte inconsciente y no
siempre somete todo a nuestra voluntad. De hecho, él manda... y nosotros y
nuestro cuerpo obedecemos.

Nuestro cuerpo es una biomáquina extraordinaria que, normalmente,

tenemos ¡¿ bajo control ?!. Ese "normalmente" viene a que hay algunos
mecanismos que no controlamos y suceden, aunque no nos demos cuenta. Es
como conducir un coche: tú decides dónde va y lo rápido que lo hace, pero no
controlas la combustión, el movimiento de las poleas o la activación del
sistema de seguridad de frenado.

Por eso, aunque eres dueño de todas las posibilidades motoras del
'coche', hay procesos que no controlas. No eres consciente de que tu hígado
esté en marcha, o de que tus riñones estén depurando o no tu sangre. Sin
embargo sí te das cuenta cuando tu estómago está en funcionamiento (o te
demanda que lo pongas en marcha).

A grandes rasgos controlamos las funciones motoras, al menos si todo

está en orden en nuestro cuerpo: coger un objeto, mirar en una dirección,
hacer un gesto, saltar, tumbarse... Todo eso lo hacemos cuando queremos.

El 'piloto automático'.

Hay, sin embargo, una serie de cosas que controlamos hasta que nuestro
cuerpo o nosotros mismos decidimos que no queremos controlar. Es el caso de
la respiración. Tú puedes tomar los mandos y forzar una respiración más
pausada y profunda, o incluso dejar de respirar por un tiempo. Pero si dejas de
pensar en respirar automáticamente se enciende el 'piloto automático', activa
el diafragma (un músculo transversal ubicado bajo los pulmones) y
empezamos a respirar sin darnos cuenta. Por eso, por ejemplo, es complicado
ahogarnos sin ayudas externas: si dejas de respirar, aunque estés
inconsciente, tu cuerpo se activará para volver a hacerlo... si nada se lo
impide.

Nuestro sistema nervioso tiene esas cosas: manda órdenes, queramos o

no, para salvarnos la vida, para sobrevir. Son estímulos eléctricos que nos
activan, nos ponen en guardia o nos impulsan a hacer cosas. Por ejemplo, ante
una situación de riesgo. ¿Te has dado cuenta alguna vez de que cuando algo
te asusta, de pronto se te agita la respiración, te mueves de forma compulsiva,
casi involuntaria, y el corazón te va más rápido?.

Eso no es del susto. Bueno, sí, pero es un efecto físico del chute químico
que tu sistema nervioso ordena a tu cuerpo segregar para afrontar una
situación de riesgo. La respiración agitada multiplica el flujo de oxígeno en
sangre, que pasa a ser bombeada a toda velocidad por tu corazón, dopado por
ese chute químico, e irriga a tus músculos para moverse de forma brusca y
alejarte del peligro. Por eso alguien con fobia a las arañas puede dar un brinco
sin dudarlo, o salir despavorido arrasando con lo que tenga delante. El
'peligro', claro, la mayoría de las veces es subjetivo.

El miedo no es voluntario, ni su reacción controlable. ¿O sí?. Es lo que

muchos intentan, a través de cierto grado de autocontrol, bajo la premisa de
que no dejan de ser órdenes de tu cerebro a tu sistema nervioso: si eres capaz
de controlar tu mente, serás capaz de controlar la reacción.

Un ejemplo de eso sería el dolor. El dolor, como tal, no es real: las cosas
no duelen, sino que es tu cerebro quien te causa el dolor para que retires
rápidamente tu mano de esa sartén caliente, o te des cuenta de que te has
cortado y estás sangrando, o has maltratado tu cuerpo y te llama la atención
para que rectifiques, "so pena de muerte". Por eso, una disfunción nerviosa
(una parálisis por una lesión, por ejemplo) hace que alguien no sienta dolor. Y,
ante esa teoría, algunos intentan controlar el dolor controlando al emisor del
mismo, el cerebro o mente.

Aprendiendo a controlar y a aprovechar.

Más fácil es controlar músculos como los esfínteres. Sí, eso que
aprendemos de pequeños para no hacernos nuestras cosas encima. Es un
control voluntario y básico para no defecar o miccionar continuamente, como
pasa cuando somos bebés. Otra cosa es que existan lesiones en dichos
músculos (parálisis, secuelas de un parto...), o problemas severos en el
sistema central, el cerebro. Eso sí, ante una inconsciencia profunda, aunque
seremos capaces de controlar los músculos, podemos tener determinadas
'fugas'. Porque sí, tus intestinos funcionan de noche y a veces, mientras
duermes, algunos aires pueden decidir escaparse sin tu permiso.
 De hecho, el sistema digestivo es una gran fuente de descontroles: igual
que se puede escapar un aire por un movimiento brusco del intestino, puede
haber un eructo. O, en el caso de que tengamos una indigestión, un vómito. O,
en caso de diarrea... bueno, no sigo que creo que tenemos la idea clara.

Por esa zona, justo entre los pulmones y el aparato digestivo, es donde
está el diafragma que hace de 'piloto automático' de la respiración. El mismo
que hará que hipes con fuerza y de forma incontrolada. Y si eres mujer, otro
músculo, el uterino (que en una embarazada a término llega bastante arriba),
se contraerá y relajará de forma intensa para empujar llegado el momento del
parto. Y no, no se puede controlar, lo más que puedes hacer es calmar el dolor
que provoca el sobreesfuerzo con fármacos y sumarse a la ola: si hay
contracción, llegado el momento adecuado, únete a ella empujando.

Lo que no controlamos.

Hay otras reacciones corporales que son directamente imposibles de

controlar, como respirar y tragar. Decidimos cuándo tragar, y podemos decidir
cuándo respirar, pero un músculo hace imposible que podamos hacer ambas
cosas a la vez. Es algo lógico, porque el tracto digestivo y el respiratorio son
comunes en su primera etapa (la boca y la garganta), y si pudiéramos hacer
ambas cosas podríamos morir ahogados por comida o líquido en los pulmones.

Tampoco puedes controlar cuándo estornudar, aunque puedes ayudar a

provocártelo. Y tampoco puedes estornudar y mantener tus ojos abiertos a la
vez. De hecho, igual que el sistema digestivo nos puede dar disgustos si
estamos con gente, los ojos tienen una especial protección por parte de
nuestro cerebro. Por eso también controlamos si abrirlos o cerrarlos, incluso el
pestañeo, pero cerraremos los ojos y fruciremos el ceño incluso para aumentar
su protección con los músculos de la cara si detectamos alguna amenaza, o
mucha luz.

¿Te has planteado alguna vez que, de hecho, los ojos nunca dejan de
ver? Tú puedes cerrar los párpados para dormir, pero si dejas la persiana de tu
habitación subida y no estás habituado, lo más normal es que la luz te
despierte. O, si estás en la playa tomando el sol y te da la luz en la cara,
aunque cierres los ojos verás en color rojo, por la intensidad solar. Al dormir,
eso sí, el cerebro 'desconecta', pero los ojos siguen ahí, a lo suyo, tapados por
tus párpados.

Y como te tienen que durar toda la vida, ahora que el sol aprieta con
fuerza, mejor ayúdales a protegerse con unas buenas gafas de sol. Y que sean
bonitas, que eso sí puedes controlarlo tú.

Esto es lo que el inconsciente tiene bajo control, a no ser que te

disciplines como los faquires y los yoguis, cosa que veo completamente
estúpida ya que si existe es para nuestro beneficio. Rigurosamente es una
pérdida total de tiempo. Un Escapismo de lo que realmente hemos de buscar
dentro y que para nada nos impide nuestro inconsciente.

Pero, ¿qué és el subconsciente y que tipo de información guardamos en

él?.

La información que tenemos almacenada ahí y a la cual no podemos

acceder fácilmente como en la consciencia, suele contener generalmente
miedos profundos, deseos reprimidos y experiencias traumáticas que incluso
de manera consciente no nos gustaría recordar. Es lo que Carl Gustav
Jung denominó, sabiamente, la sombra, y otros postmodernos la mochila.
Todo este contenido puede dar lugar a que aparezcan determinadas patologías
como ciertos trastornos de ansiedad, miedos, fobias, tristezas, depresiones,
etc.

Sin embargo, a pesar de lo difícil que nos resulta tener acceso al

subconsciente, todos esos contenidos que tenemos ahí almacenados, los
solemos expresar inconscientemente de distintas maneras.

Ejemplos de expresión del subconsciente

Por poner algunos ejemplos:

• Los sueños: una persona que sufrió una experiencia traumática en la

infancia puede tener sueños relacionados con ella aunque incluso no la
recuerde conscientemente, así como otros pueden soñar con lo que,
devocionalmente, creen.

• Las acciones inconscientes: una persona que reprime su homosexualidad de

manera subconsciente que cuando consume alcohol se desinhibe y se
interrelaciona con personas del mismo sexo, y cuando recupera la sobriedad
se arrepiente pofundamente de esas accioones bajo los efectos del alcohol o
de cualquier otra droga.

• Los lapsus linguae: cuando estamos hablando de un tema y de repente

decimos una palabra o frase que no tiene relación con este. Demuestra
palpablemente que su subconsciente ha aflorado por un instante y le ha
hecho ver lo que, realmente, hay dentro de ella y en lo que realmente cree.

Los momentos en los que suelen salir a la luz este tipo de información
que tenemos almacenada en el subconsciente ocurren cuando nuestro nivel de
consciencia disminuye.

¿Cómo funciona el subconsciente?.

 Nuestro subconsciente funciona como una especie de receptor y emisor
de mensajes y estímulos que procesamos a nivel consciente y que activan
ciertos patrones de comportamiento sin que seamos conscientes de ello. Es
decir, las decisiones que tomamos día a día, aunque parezca que las tomemos
de manera consciente, realmente están sumamente influenciadas por nuestro
propio subconsciente.

Nuestro subconsciente es como si fuera un sistema de programas de

ordenador que hemos ido creando a través de los años con las experiencias
que hemos ido almacenando y estos mismos programas (compuestos de ideas,
creencias arraigadas, pensamientos, sentires, sentimientos, etc.) provoca que
nos inclinemos más hacia una decisión que hacia otra.

En ocasiones, nuestra mente subconsciente está en concordancia con

nuestros verdaderos deseos y tomamos las decisiones que realmente
queremos, sin embargo, en otras no lo está y es tanta la información
negativa que tenemos almacenada y que se ha ido acumulando a lo largo
de los años desde la infancia, que nos podemos llegar a autosabotear sin
saberlo y no saber como arreglarlo.

Diversos investigadores han determinado que nuestro subconsciente es

una fuente de creatividad y que nos ayuda a resolver problemas, incluso
aquellos que pareciera que no tuvieran solución. Esto lo han ido demostrando
a través de diversos estudios, uno de ellos que es bastante interesante
demuestra como nos volvemos más creativos utilizando nuestra mente
subconsciente, pero ¿todos tenemos la capacidad para hacerlo?.

¿El subconsciente dice la verdad?. Experimento.

En este estudio, se les pidió a los participantes que inventaran distintas

formas de utilizar un clip, para ello se les asignó un tiempo determinado. A un
grupo de personas les fueron asignados 5 minutos, mientras que al otro le
dieron únicamente 1 minuto.

Sorprendentemente, las personas a las que se les asignó menos tiempo

fueron más creativas y encontraron más formas de utilizar el clip.

Pero, ¿cómo ocurrió esto?. Los investigadores llegaron a la conclusión de

que la mente subconsciente se mantuvo siempre en marcha, trabajando para
generar nuevas ideas en un proceso divergente, mientras las personas a las
que se les asignó más tiempo, entraron en un proceso de pensamiento
convergente, por lo que conscientemente fueron desechando todas esas ideas
que consideraban absurdas o irrelevantes, preocupándose por aportar solo
aquellas “brillantes”, lo cual los limitó a la hora de ser creativos. Las personas
que contaron únicamente con 1 minuto para realizar el ejercicio no estuvieron
limitadas por “la razón”, se dejaron llevar y sin duda pudieron sacar a la luz
toda su creatividad. Con ello se deduce fácilmente que la meditación es la que
desconecta el "razonamiento" de la mente "izquierda", y aumenta las
capacidades de la mente derecha "sensible", "sintiente" y conectada con el
Todo.

¿Cómo acceder al subconsciente?.

Hoy en día existen diversas técnicas que nos ayudan a conectar con
nuestra mente subconsciente, entre las más conocidas que se aplican en las
terapias psicológicas se encuentran las siguientes:

Asociación libre

Este tipo de método consiste en expresar sin utilizar la consciencia y de

manera libre, todos aquellos pensamientos que vienen de manera espontánea
a la mente. Esta técnica puede llevarse a cabo utlizando algún elemento que
de pie a la asociación, como por ejemplo, el que otra persona nombre alguna
palabra, número, imagen, etc. a lo que se responderá de manera instantánea
sin detenerse a pensar.

Ensueño dirigido

Esta técnica consiste en provocar que el paciente entre en un estado

mental que se encuentra entre la vigilia y el sueño. Para ello, el paciente tiene
que estar en el diván totalmente relajado y con la atención puesta únicamente
en su mundo interno. El terapeuta dirige una fantasía en la cual el paciente
tiene que comenzar a visualizar (estas fantasías tienen símbolos universales)
como por ejemplo, encontrarse en el mar, descubrir un tesoro, etc. El objetivo
es estimular a que el paciente interactúe dentro de su propia fantasía.

Pruebas proyectivas

Uno de los mecanismos de defensa que utilizamos para no asumir como

propios aquello que atribuímos a los demás es la proyección. Cuando
hablamos de proyección hacemos referencia al proceso insconsciente
(suprimidos y reprimidos) que utilizamos para liberarnos del peso que nos
genera el experimentar emociones o ideas que no deseamos. Las pruebas
proyectivas tienen como objetivo que la persona pueda externalizar aquello
que lleva dentro y que no logra percibirlo debido a que se encuentra en su
subconsciente, para así poder penetrar en su personalidad y lograr que se
conozca más a si misma.

Entre las diferencias pruebas proyectivas que existen se encuentran las

estructurales, temáticas, expresivas o gráficas, constructivas, asociativas y las
referidas al movimiento (kinesiológicas). La prueba proyectiva más conocida
actualmente es el test de Rorschach.

Hipnosis

La hipnosis es una técnica que facilita que logremos entrar en un

profundo estado de relajación y que permite que nos concentremos en
nosotros mismos y en nuestras vivencias. Por medio de la hipnosis podemos
acceder a la información que tenemos almacenada en el subconsciente y de la
que estando totalmente conscientes no es tan difícil llegar a ella.

En la terapia se utiliza este tipo de técnica para identificar cuales son las
posibles causas de los problemas y padecimientos de una persona, así como
también para asimilar aquellas experiencias negativas que se quedaron ahí
almacenadas y así mismo reestructurarlas y convertirlas en otras más
positivas. Es interesante mencionar que también existe la autohipnosis en
donde somos nosotros quienes nos podemos inducir a ese estado de relajación
y ayudarnos a reprogramar nuestra mente.

Frases aclaratorias sobre la comunicación

El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no

abre los labios. Salomón

La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la

comunicación humana, no sólo en relación con los hechos y la información,
sino también y especialmente sobre la naturaleza y destino de la persona
humana, respecto a la sociedad y el bien común, respecto a nuestra relación
con Dios. Bertrand Rusell

Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo, de una

comunicación abierta, honesta y sincera, o de una mesa compartida, siempre
nos quedarán “los medios de comunicación interesados en la manipulación
humana”. Televisión, futbol, deportes, que son formas de escapismo de
nuestra realidad. Andrés

¿Cómo se forman las creencias?.

Las creencias son ideas que hemos ido interiorizando en nuestra mente
normalmente de forma inconsciente y que, sin darnos cuenta, dirigen
nuestros actos y nos impulsan a actuar de una u otra forma, sin que, en el
fondo sepamos por qué.
 Estas creencias comienzan a formarse en nuestros primeros años de
vida, con la educación que recibimos de nuestros padres, dando por cierto
todo lo que nos enseñan, ya que el niño no está preparado para analizar si los
mensajes que le envían sus padres son correctos o no. Por ello, si nuestros
padres nos transmiten el mensaje de que “el mundo es peligroso” o que
“no se puede confiar en la gente”, creencias que ellos bien han recibido de
sus padres o han generado según sus propias experiencias, nosotros las
incluiremos en nuestro subconsciente y actuaremos según ellas.

¿Cómo desarrollamos las creencias?.

Nuestro éxito, nuestro fracaso o nuestras actitudes están basadas tanto

en nuestras opiniones, nuestras experiencias como en nuestras convicciones y
creencias. Por ello, si sentimos que algo va mal o que nuestra vida no lleva el
rumbo que nos gustaría, deberemos comenzar a analizar nuestras creencias y
determinar cuáles son realmente válidas y cuáles no.

Desde pequeños, absorbemos todos los mensajes que recibimos, tanto

conscientes como inconscientes por parte de todas las personas que nos
rodean. Las filtramos con nuestra experiencia y, si se confirman, las grabamos
como experiencias que nos resulten útiles para situaciones parecidas en el
futuro. Esto, que en un principio es beneficioso ya que nos ayuda a no tener
que aprender de cada experiencia como si fuera la primera vez, también
puede ser perjudicial cuando la creencia es contraproducente.

Una buena definición de las creencias fue la dada por Henry Ford: “Si
crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, también
tienes razón.” Decidir lo que quieres creer depende de ti, tanto de todo lo
que está reprimido en tu subconsciente desde tu infancia, e incluso, desde tu
vida prenatal en el vientre de tu madre.
 Oscar Ichazo fué el fundador de la Escuela de Arica en Perú. Cuando
alguien lo contactaba para acceder a las prácticas espirituales de la
mencionada escuela, lo sometía a una entrevista y pruebas psicológicas
complejas que determinaban si estaba lo suficientemente limpio de "sombras".
De no ser así, no lo admitía, ya que las personas con problemas y traumas
inconscientes no deberían seguir prácticas espirituales, dado que cualquier ser
que habite en la no forma puede "adumbrándose" en su subconsciente,
confundirle y desviarle de la realidad que pretende alcanzar a través de sus
creencias inconscientes. Oscar Ichazo fué requerido por Alejandro Jodorowsky
para que le asesorara en la realización de su película La Montaña Sagrada
que podéis ver en el siguiente enlace:

https://www.rinconcinefilo.com/la-montana-sagrada-1973-
subsespanolonline/

La película os dará una semblanza de cada uno de todos los seres

humanos que buscamos aquí, por nuestros propios medios el camino de la
Realidad.

Hay que verla en estado total de atención en tiempo presente y

completamente solos, sin compañía humana alguna y no comentarla a nadie,
sino que cada cual, si quiere, que anote lo que ha sentido para encontrar las
sombras que cada cual tiene, que no son nada más que obstáculos que
nosotros mismos hemos puesto en nuestro "ascenso" a la Montaña Sagrada.
 Al final hemos insertado un enlace para las críticas de esta película.

Por cierto, reveladora es la conversación que mantuvo Jesús con

Nicodemo que se narra así, por quien sea, con visos de realidad celestial.

"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede

ver el reino de Dios " dijo Jesús a Nicodemo, quien le dijo extrañado:

"¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?. ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?.

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de

agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de
la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu Es. No te
maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabe el

Espíritu de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es
nacido de la carne.

Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?.

Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?.

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos es lo que hablamos, y

lo que hemos visto es lo que testificamos; y no recibís nuestro testimonio (el
celestial).

Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere

las celestiales?.

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre,
que está en el cielo.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que

el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.
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Enlace de todas las críticas (27):

https://www.filmaffinity.com/es/reviews2/1/229503.html

Este es el enlace de la crítica más cercana a lo que siento al verla:

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Despertar de la realidad para volver al sueño

Despiertas, miras a tu alrededor y no sabes en dónde te encuentras.

Caminas un poco, te enfrentas con la "civilización" y quedas derrotado.
Observas una serie de espectáculos visuales que quedan resonando en tu
cabeza. Después te embriagas hasta perder el conocimiento y quedarte
dormido. Abres los ojos, te miras en muchos espejos, no logras reconocerte
aun sabiendo que estás ante tu reflejo. Esto te enfurece y destruyes los
espejismos que nacen del subconsciente. Decides cabalgar de nuevo, te
tropiezas con la confusión del desconcierto. A pesar de eso, sigues por el
sendero del conocimiento. Aprendes lo que ya sabías de hace tiempo: que el
dinero no vale nada, que la religión es hueca. Te costaba reconocerlo porque
temías desprenderte de todo lo superfluo. Haces un convenio con un erudito
extraño para encontrar la "verdadera sabiduría". Dejas atrás tus miedos, tus
dudas, tus temores..., todo lo que alguna vez le perteneció a tu cuerpo. Crees
que renaces de nuevo cuando ni siquiera has muerto. No piensas que sea un
simple sueño, aun cuando percibes un gran aroma que se desprende de las
entrañas del surrealismo muerto. Llegas al "final" del camino y te preguntas si
es cierto. Tal vez no encuentres las respuestas que siempre has buscado, pero
te percatas de que en realidad no sabías que era lo que buscabas a ciencia
cierta. Puede ser que encuentres lo que ya tenías, y no querías ver. Quizá
verás que andamos por este falso mundo de fantasía queriendo soñar
realidades y despertar de sueños que no existen ni en la imaginación de la
mente más perfecta.
Orlak