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CURSO: PSICOLOGÍA EN EL DEPORTE

MES 1: Introducción a la psicología deportiva.

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Mes 1: Introducción a la Psicología Deportiva
1. INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA DEL DEPORTE
1.1 Inicios
1.2 Definición
1.3 Objeto de estudio
1.3.1 Prevención primaria
1.3.2 Prevención secundaria
1.3.3 Prevención terciaria
1.4 Ámbitos de aplicación
1.5 Funciones
1.6 Marcos de Intervención
2. ROL DEL PSICÓLOGO
2.1 Descripción del rol del psicólogo
2.2 Identificación de variables psicológicas
2.3 Estrategias Psicológicas
3. INTERVENCIONES
3.1 Generalidades
3.2 Intervenciones Individuales
3.3 Intervenciones grupales
3.4 Intervenciones con el entrenador
3.5 Plantear metas y objetivos como intervención
4. TÉCNICAS
4.1 Técnicas psicológicas
4.2 Técnicas de respiración
4.3 Técnicas de relajación
4.4 Técnicas de visualización
4.5 Técnicas de Auto-diálogo
4.5.1 El miedo como disparador

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Objetivos

Los objetivos se orientan a que el alumno pueda:

 Reconocer los inicios y como se formo la psicología deportiva en el

tiempo

 Adquirir conocimientos teóricos y prácticos de la forma en que el

psicólogo puede trabajar en el área deportiva y del ejercicio físico.

 Conocer las características específicas de la Psicología del deporte y

sus diferencias con otras áreas de aplicación de la psicología.

 Conocer los roles que el profesional puede desarrollar en el ámbito

deportivo: en asesoramiento a individuos, equipos o instituciones, en

docencia e investigación.

 Comprender la utilidad de la disciplina en la preparación integral del

deportista y su función en el equipo interdisciplinario.

 Tener un acercamiento al ejercicio profesional del rol.

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1 INTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA DEL DEPORTE
1.1 INICIOS
Hace treinta y cinco años era
reconocido oficialmente en el
universo de las ciencias del
deporte: La Psicología del
Deporte. En el año 1965,
cuando se creó la Sociedad
Internacional de Psicología del
Deporte -ISSP International
Society of Sport Psychology-, en
el marco del Primer Congreso y
Asamblea Constitutiva de la Sociedad Internacional de Psicología del
Deporte, realizado en Roma. El presidente de dicho evento, fue el
psiquiatra Ferruccio Antonelli, el cual publicó para aquella ocasión,
junto a P. Kunath, A. M. Olsen y J. Recla, una reseña de los 1898 títulos
de libros y artículos en Psicología del Deporte reunidos hasta esa fecha
(1965). Otras dos reseñas, referidas al período 1968 – 1971, fueron luego
publicadas por Essing, Bertram y Meckbach; aquella editada en 1972, y
contaba con casi tres mil títulos (Antonelli, Salvini, 1987). Estos registros
testimoniaban acerca del volumen de investigación en un campo que
en la actualidad posee aplicaciones diversificadas en el ámbito
deportivo, ya sea a nivel formativo y competitivo, como recreativo.
El deporte, a tenor de su contrastada universalidad y de su progresiva
implantación en todos los estratos de la sociedad, constituye uno de los
fenómenos culturales más representativos de nuestro tiempo. Es, sin
duda, una de las actividades humanas que más protagonismo y más
consideración social ha alcanzado en las últimas décadas. Su arraigo
en la sociedad contemporánea es tal que podemos investigar y
abordar este apasionante tema desde multitud de perspectivas:
relacional, formativa, lúdica, técnica, profesional, comercial, política,

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etc.; pudiendo comprobar, de hecho, como en cualquier comunidad,
al margen de las inevitables diferencias sociales, culturales y
económicas, prácticamente todos los sujetos prestan atención, se
divierten, sufren, se aburren, se alegran y vibran con los acontecimientos
deportivos. Tanto es así que no es sorpresivo que muchos autores
consideren que las actividades deportivas satisfacen, en muchas
ocasiones, algunas de las necesidades más profundas del hombre.
Hablamos de “deporte” cuando personas o grupos de personas
compiten entre sí por obtener el mejor resultado, lo cual implica que,
forzosamente, deportistas y entrenadores orienten todos sus esfuerzos
hacia un objetivo principal: rendir al máximo, batir records, ser los
mejores en su deporte, es decir, ganar. De esta forma el deporte se
convierte en un verdadero reto para el ser humano, tanto a nivel
individual como colectivo y social, y no sólo para aquel que lo práctica
sino también para el equipo técnico que le rodea y para los
investigadores interesados en la temática del alto rendimiento.
La psicología del deporte es una ciencia dedicada fundamentalmente
al estudio del comportamiento del ser humano antes, durante y después
de la práctica deportiva, sobre todo en la situación de competición,
donde los deportistas tratan de aprovechar al máximo sus recursos y su
potencial. Precisamente, en su calidad de ciencia aplicada, la
psicología del deporte trata de identificar, comprender y explicar
aquellas teorías y técnicas psicológicas que pueden ser utilizadas en el
deporte con objeto de mejorar el rendimiento y el desarrollo personal
de los deportistas. Esta especialidad psicológica también se ocupa de
la investigación y del abordaje de todos aquellos problemas
psicológicos asociados a la práctica deportiva que representan
dificultades de interacción sana con los demás, tanto en lo que se
refiere a la percepción del mundo, las actitudes hacia uno mismo, la
tensión psíquica o el control del estrés, como a la incapacidad para
alcanzar las metas propuestas, la insatisfacción personal o las
dificultades para manejarse convenientemente en un contexto
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deportivo. Tanto es así que, haciendo abstracción de las lógicas e
inevitables diferencias individuales, podemos afirmar que la psicología
deportiva tiene como objetivo primordial la comprensión de los factores
psíquicos que intervienen en el ejercicio físico y el deporte y la
explicación de sus efectos en el comportamiento y en el organismo.
Los primeros acercamientos entre la psicología y el deporte consistían
en consultas de los entrenadores a los psicólogos, donde presentan
descripciones de conductas durante las competencias en búsqueda de
consejos para lograr el autocontrol de los deportistas. Sin embargo, con
el tiempo, la psicología del deporte avanzó y hoy ya se considera que la
interacción entre el psicólogo y el deportista es algo básico y
fundamental para el rendimiento del mismo.
De esta forma, el psicólogo del deporte ayuda al competidor a
controlar el estrés, que produce una desorganización emocional y
conductual que puede afectar su rendimiento. Por otra parte, intenta
pasar de la expectativa de éxito -cuando el deportista siente que su
habilidad está directamente asociada a la victoria deportiva- a la
expectativa de eficacia -para que las acciones y los movimientos
técnicos ocupen su atención y emociones-.

1.2 DEFINICIÓN
"La Psicología del deporte es una amplia
corriente de pensamiento en la que
confluyen diversas doctrinas la Psicología,
Filosofía, Medicina, Psiquiatría, Higiene,
Educación Física, etc., y por consiguiente
se trata de un asunto de competencia
multidisciplinaria abierto a la contribución
que cada una pueda aportar desde la
base de su preparación específica".
Es la rama de la psicología que estudia los procesos psíquicos y la
conducta del hombre durante la actividad deportiva. Esta ciencia

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aplicada busca conocer y optimizar las condiciones internas del
deportista para lograr la expresión del potencial físico, técnico y táctico
adquirido en el proceso de preparación.
Se define como una rama especial de las ciencias psicológicas, como
así también, una de las especialidades de las ciencias del deporte
debido a que posee, un objeto de estudio. Esto refiere al conocimiento
de tendencias psicológicas que caracterizan la actividad deportiva, un
cuerpo de conceptos cuyas relaciones describen las normas de su
objeto, un enfoque metodológico y método de investigación, y por
último la posibilidad de pronosticar los fenómenos psicológicos que se
relacionan con la actividad deportiva.
González (1997) formula que la Asociación Americana de Psicología
define a la Psicología del deporte y de la Actividad Física como el
estudio de aquellos factores psicológicos que están asociados con la
participación y el rendimiento en el deporte, en el ejercicio y en otros
tipos de actividad física.
Cruz Feliú (2001) siguiendo a autores como Weinberg y Gould (1995) y
Williams y Straub (1986), hace referencia a que la psicología del deporte
estudia fundamentalmente:
 Los factores psicológicos que influyen en la participación y en el
rendimiento deportivo.
 Los efectos psicológicos derivados de la participación en un
programa deportivo o de ejercicio físico.
En lo que respecta al primer ítem, esta disciplina examina el papel de
aquellos factores psicológicos que inciden en la iniciación y en el
mantenimiento de la práctica deportiva -estilo de comunicación del
entrenador, expectativas de los padres, etc.- así como el rendimiento
del deportista, -autoconfianza, estilo atencional, autocontrol emocional,
etc.-. En cuanto al segundo ítem, la psicología deportiva analiza los
efectos psicológicos, tanto positivos -mejora de la autoconfianza,
mejora de la autoestima, etc.- como los de aspectos negativos -
trastornos alimentarios, burnout, entre otros.- derivados de la práctica
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del deporte, ya sea recreativo o lúdico como del deporte espectáculo
o de alto rendimiento.
Por otro lado Gonzáles Carballino (2001) aclara que la psicología del
deporte es la ciencia que estudia los procesos psíquicos y la conducta
del deportista y pretende conocer y optimizar las condiciones internas
del deportista con el fin de lograr el potencial físico, técnico y táctico
adquirido en la etapa de preparación.
Para Marín Morera (2009) la psicología del deporte es la ciencia que se
ocupa principalmente de dos aspectos fundamentales, por un lado de
los factores psicológicos individuales, grupales e institucionales que co-
determinan la práctica del deporte, y por otro de las consecuencias
estructurales psico-sociales de tales prácticas.
Profundizando sobre la definición Giesenow (2007) manifiesta que los
profesionales de la psicología del deporte se deben interesan por dos
objetivos principales:
 Ayudar a los deportistas a utilizar principios psicológicos para
mejorar su rendimiento. Su atención se centra en el aprendizaje,
en la ejecución y en la competición.
 Comprender como la participación en el deporte, el ejercicio y la
actividad física afecta al desarrollo psicológico, la salud y el
bienestar de los individuos a lo largo de su ciclo vital.
Por lo tanto teniendo en cuenta las diferentes definiciones que han ido
surgiendo a lo largo de los años y considerando que es un área
relativamente joven en lo que a la psicológica respecta podemos inferir
que la psicología deportiva no es solamente para deportistas
problemáticos ni para deportistas de alto rendimiento, sino que estudia
a todas las personas que se encuentran en una situación deportiva,
tanto los deportistas, como los entrenadores, la familia, los dirigentes,
árbitros, público, periodistas, etc.

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1.3 OBJETO DE ESTUDIO
La psicología deportiva apunta principalmente
a la conducta en actividad física de los atletas,
entrenadores, árbitros, padres, directivos,
público y toda persona relacionada al ámbito deportivo y de la
actividad física, en cualquier etapa evolutiva, a partir de sus
representaciones mentales.
La Lic. Liliana Grabin, psicóloga pionera en Argentina de la
especialidad, indica que la psicología aplicada al deporte se
desempeña en tres niveles de prevención, cumpliendo una función
específica acorde a los abordajes científicos adaptados a cada una de
ellas:
1.3.1. PREVENCIÓN PRIMARIA: trabaja con el hombre en situación
deportiva, previniendo problemas del deporte que requieren de una
solución psicológica.
A partir de esta premisa se configuran esencialmente dos actividades
claves, diagnosticar y pronosticar, como factores fundamentales para
que el deporte mantenga los principios básicos de la salud y educación
para toda la comunidad deportiva.
1.3.2. PREVENCIÓN SECUNDARIA: toma en cuenta al paciente en
situación deportiva, en la remisión de la enfermedad. El psicólogo busca
identificar y llevar a la comprensión al deportista acerca de los factores
psicológicos de estrés que pueden favorecer a la enfermedad en curso,
de manera que utilice sus propios recursos para favorecer la
recuperación.
1.3.3. PREVENCIÓN TERCIARIA: Hace referencia al hombre con
alguna discapacidad en situación deportiva, favoreciendo la
rehabilitación. Doping, enfermedades psicosomáticas, discapacidades
y deficiencias mentales constituyen algunas variadas formas, por la cual
la actividad deportiva se erige no solo como un mero acto recreativo, si

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no como acción terapéutica en sí misma en el campo de la
rehabilitación.
La tarea de la aplicación en la prevención terciaria involucra la
elaboración, de una técnica táctica y estrategia acorde a los límites y
las reales posibilidades del grupo humano o individuo con el que se
trabaje.

1.3 AMBITOS DE APLICACIÓN


La intervención del Psicólogo deportivo se desarrolla en los tres grandes
ámbitos de aplicación que son el “deporte de rendimiento” -incluyendo
el de alto rendimiento-, el “deporte de base o iniciación” y el “deporte
de ocio, salud y tiempo libre”.
Cuando hacemos referencia al deporte de rendimiento tomamos como
objeto la consecución de resultados
óptimos en la competición
deportiva, ya sea en el marco de
una institución, organización o
entidad, regulándose por una
normativa de carácter institucional o
de forma individual. Este tipo de
deporte implica una práctica
relativamente continua, planificada
y realizada en función de la
modalidad deportiva practicada, ya sea amateur o profesional.
El trabajo del Psicólogo consiste básicamente en potenciar las
habilidades psicológicas necesarias ya sea reforzando las que ya tiene
como así también en la adquisición de nuevas habilidades para que el
deportista individual o inmerso en un equipo pueda enfrentarse con
mayores recursos a la situación de competición deportiva y a la mejora
del rendimiento.

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Las habilidades que se trabajan en la preparación psicológica en
deportistas de alto rendimiento, son aquellas que podrían causarle
algún tipo de daño emocional si no sabe manejarlas adecuadamente.
El aporte de la psicología funde la metodología y la teoría para ayudar
al deportista a desarrollar una esfera de conocimiento sobre su propio
deporte y sus diferentes dimensiones -por ejemplo, aplicando talleres de
análisis de desempeño y fracaso-. Sin embargo, sus aportes más
sobresalientes estriban en el entrenamiento mental, que hace uso de las
habilidades psicológicas del deportista -motivación, control atencional,
control de la ansiedad, autoconocimiento- así como de un conjunto de
técnicas, métodos y estrategias para adquirir otras -establecimiento de
objetivos, visualización, relajación progresiva, auto-habla, etc.-,
enmarcando el entrenamiento psicológico en unos niveles de
asesoramiento específicos que apuntan concretamente a establecer
un equilibro perfecto entre el dominio corporal y el psicológico,
característica indispensable de los mejores deportistas de alto
rendimiento (Dosil, 2004). Igualmente, el psicólogo puede asesorar a
entrenadores en cuestiones como el clima deportivo o la cohesión
grupal (Rojas y Velásquez, 2008).
El aporte de la psicología se puede ubicar entonces en la investigación
del alto rendimiento o en un ámbito más aplicado, metodológicamente
hablando en instituciones de diversa índole asesorando a los deportistas
de alto rendimiento en cuestiones como el desempeño, la
potencialidad y el talento, las lesiones deportivas, el fracaso deportivo,
el retiro y las descalificaciones. Además, participa en la aplicación de
una amplia gama de pruebas psicotécnicas, así como de técnicas
psicológicas para la evaluación y la intervención sobre el control
emocional y mental.
Cuando hablamos de deporte de base o iniciación nos remitimos a la
fase de inicio de la actividad físico-deportiva especialmente en edades
tempranas. El deporte se ha convertido en un campo de desarrollo
psicosocial básico para muchos niños y adolescentes. Hay que matizar,
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que el deporte contemplado desde esta
perspectiva debe entenderse no tanto como
actividad competitiva, sino como actividad
lúdica y de desarrollo personal. El aprendizaje, la
motivación, la interacción social y el disfrute con
la actividad son, entre otros, aspectos prioritarios
en esta etapa.
El objetivo fundamental del psicólogo de la actividad física y el deporte
en esta área es atender a la formación, aprendizaje y desarrollo de los
practicantes -conocimientos, actitudes y valores-, y sus funciones van
destinadas específicamente a:
 La orientación y asesoramiento especializado a los técnicos y
responsables que intervienen en el deporte de base e iniciación.
 Los familiares, para establecer un clima adecuado que favorezca
la actividad físico-deportiva.
 Los responsables y en general el personal de las administraciones
e instituciones con competencias en la planificación y desarrollo
de la actividad físico-deportiva.
 La investigación y la evaluación para su posterior aplicación a la
población normal y especial -con dificultades de aprendizaje,
alteraciones psicomotrices, etc.-.
 La formación directa a los técnicos, monitores y entrenadores.
 La intervención directa con los deportistas en sus etapas de
aprendizaje e iniciación de la actividad, como por ejemplo el
entrenamiento de habilidades psicológicas básicas.
Existe amplio reconocimiento de los efectos beneficiosos producidos por
la actividad física regular y el ejercicio, tanto desde el punto de vista
físico como psicológico.
Los beneficios psicológicos no sólo son evidentes para la población en
general, sino también para el tratamiento de los trastornos psicológicos
tales como la depresión, la ansiedad, el estrés, el abuso de alcohol o de
sustancias, etc., y con esto nos orientamos al ámbito que mencionamos
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anteriormente de deporte de ocio, salud
y tiempo libre. De esta manera, la
práctica habitual de ejercicio físico
puede resultar de utilidad en la
prevención de trastornos psicológicos.
Existe amplio reconocimiento de los
efectos beneficiosos producidos por la actividad física regular y el
ejercicio, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. Con
este fin, se han elaborado y puesto en marcha distintos programas de
actividad física con fines terapéuticos y de salud, contemplando la
necesidad de evitar el fenómeno de abandono y facilitar la iniciación y
la adherencia a los mismos; tareas que incumben plenamente al ámbito
profesional de la Psicología
La intervención profesional de los psicólogos incluye las tareas
destinadas a optimizar el desarrollo psicosocial de los niños,
adolescentes y adultos a través de dos métodos globales: la mejora de
la formación de los agentes psicosociales –padres, entrenadores y
médicos fundamentalmente-, y proporcionar las estrategias más
adecuadas para la valoración de sus logros, de acuerdo con la etapa
evolutiva en que se encuentren.
En relación a la salud, se constata que en las organizaciones, los
programas de actividad física incrementan la cohesión y satisfacción de
sus miembros y facilitan conductas laborales positivas -aumento de la
productividad, disminución del absentismo y de los días de baja por
enfermedad-. Conjuntamente la práctica de la actividad física está
fuertemente asociada con la reducción de los factores de riesgo de las
enfermedades cardiovasculares, y en general de la morbilidad y
mortalidad.
En síntesis, las funciones del psicólogo del deporte en cuanto al ocio,
salud y tiempo libre, girarán en torno a dos grandes ejes
 El conocimiento de los efectos psicológicos que puede comportar
la realización de actividades físico-deportivas.
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 El conocimiento de los factores psicológicos implicados en la
realización de dicha actividad.
Con el fin de conseguir una mayor operatividad y especificidad en la
intervención, el tipo de población a quien va dirigido el deporte de
juego y recreación, se puede clasificar de la siguiente manera:
 Población común sedentaria.
 Población común con hábitos de salud y ocio adecuados.
 Población infantil y juvenil de iniciación.
 Población con necesidades especiales: tercera edad, minusvalías.
 Población en tiempo de ocio: turistas, ocio urbano, ocio rural,
entre otros.
 Población con trastornos psicológicos.
 Población con alta incidencia de conductas de riesgo -
prevención e intervención-.

1.4 FUNCIONES
El psicólogo deportivo, que se encarga de asistir tanto a atletas como a
entrenadores y equipos,
también lleva a cabo la
dotación a aquellos de las
diversas técnicas que les
sirvan para entrenar lo que
son las llamadas habilidades
sociales. En este sentido,
trabajan con lo que es la concentración, el control de la ansiedad o los
miedos y la confianza.
Puede adquirir diferentes funciones acordes a las necesidades que se
desee cubrir.
En principio podemos hablar de la evaluación ya que nos permite
introducirnos en el ámbito y evaluar lo que se requiere.
La evaluación no se reduce sólo al análisis de sujetos, sino que ha de
centrarse en las relaciones que las personas establecen con su medio

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físico, biológico y social. Por ello el psicólogo de la actividad física y el
deporte debe evaluar el contexto deportivo que incluye a los
deportistas, entrenadores, jueces, directivos, familiares, espectadores,
medios de comunicación, etc.
Entre otras de las funciones podemos incluir la educación y/o formación
la cual se puede definir como la transmisión de contenidos sobre la
actividad física y el deporte dirigido a las personas relacionadas con
dicha actividad a través de actividades regladas -cursos, master,
jornadas, seminarios, entre otras- u otras que forman parte de la propia
intervención.
La investigación es fundamental en este nuevo campo de la Psicología
por ser la fuente principal de la formación y de la intervención. Debido a
la variedad de ámbitos de aplicación, se pueden considerar múltiples
objetos de estudio, en relación, a las funciones del psicólogo del
deporte, al conjunto de sus áreas de intervención y a la interacción con
las personas o instituciones implicadas.
Por otro lado la función de planificación y asesoramiento persigue como
objetivo fundamental ofrecer información y orientación a todos los
agentes vinculados al deporte como así también a responsables de
clubes y organizaciones deportivas, responsables políticos con
competencias en el ámbito del deporte, etc.

1.5 MARCOS DE INTERVENCIÓN


Los contenidos de la psicología del deporte son aplicados a cada
situación en particular y se realizan en dos áreas
diferentes por un lado directa trabajando sobre el
asesoramiento del psicólogo al deportista para el
desarrollo de habilidades psicológicas y el uso de
técnicas psicológicas auto-aplicables.
Y también de manera indirecta mediante la
intervención del psicólogo a través de otros actores como el coach, el
médico, familiares, etc.

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A partir de aquí podemos explicitar que para la intervención psicológica
existen 3 actores principales y fundamentales que van a influenciar la
práctica:
 EL ATLETA: el cual aplica determinadas técnicas de
autoadministración y autoevaluación.
 EL ENTRENADOR, EQUIPO PROFESIONAL, OTROS ACTORES: sus
decisiones y acciones influyen sobre el deportista.
 PSICÓLOGO DEL DEPORTE: en trabajo directo con el deportista
hace uso de técnicas más específicas y complejas para
desarrollar las habilidades psíquicas.

2 ROL DEL PSICÓLOGO DEPORTIVO


2.1 DESCRIPCIÓN DEL ROL DEL PSICÓLOGO
Desarrollados los
objetivos primordiales
que todo psicólogo del
deporte debe cumplir,
nos abocamos en este
momento a tratar de
señalar algunas tareas
que suele realizar el profesional. Nos interesa citar a De la Vega Marcos
(2004) cuando expresa que el psicólogo que trabaje en deporte debe:
 Analizar la percepción que el deportista tiene sobre sus defectos y
virtudes y contrastarlas con las ideas del técnico.
 Pautar objetivos de rendimiento y de aprendizaje teniendo en
cuenta las expectativas hacia el practicante, como así también
la percepción de sí mismo.
 Efectuar entrevistas personales con el fin de evaluar objetivos,
expectativas y la percepción de su rendimiento actual y futuro,
como percibe el dominio de sus habilidades psicológicas básicas,
como son la concentración y control de pensamiento.

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 Realizar una evaluación del nivel de activación tanto antes de la
competencia como durante la misma.
 Acordar junto con el técnico los aspectos concretos que se
espera del rendimiento del deportista, teniendo siempre en
cuenta los objetivos del equipo, en el caso de tratarse de un
deporte grupal.
Roffé (1999) formula que las principales tareas que desarrolla son:
ayudar a la cohesión del grupo; plantear metas y objetivos alcanzables;
evaluar tanto de forma individual como grupal las áreas de
concentración, confianza, motivación y control de presiones;
implementar estrategias de cambio y desarrollo de esas actitudes;
trabajar en casos puntuales individuales; hacer seguimientos individuales
o grupales en competencia y realizar informes para el técnico;
colaborar para que la comunicación entre el técnico y el grupo sea
fluida; observar los entrenamientos; aportar para que el jugador rinda su
máximo potencial; complementar el trabajo del preparador físico con
relajaciones y visualizaciones; ayudar a prevenir lesiones y a la
rehabilitación psicológica post-lesión; colaborar para que la disciplina
del grupo sea óptima y no se dispersen durante el juego. El psicólogo
debe asegurar que circule bien la palabra.
El psicólogo del deporte debe trabajar como asesor, ayudante y
complemento. Va a utilizar instrumentos científicos y técnicas grupales
con la finalidad de brindar información importante a la hora de tomar
decisiones.
Se debe asesorar al entrenador acerca de los mensajes que transmite a
sus dirigidos. Ésta intervención se realiza a partir de lo que se observa en
el entrenamiento, competencia, dinámica grupal, las entrevistas
individuales y las charlas. También actúa como mediador entre el
equipo y el jugador, ante situaciones conflictivas o de tensión.
Otra tarea importante es favorecer la comunicación entre los
deportistas, orientarlos a que se conozcan un poco más, a que se
alienten y no se reprochen, a que se ayuden durante la práctica de la
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disciplina. Alentar la comunicación del deportista hacia el entrenador, y
por último el psicólogo debe facilitar la comunicación y la cohesión del
equipo interdisciplinario.
Cabe aclarar que no es tarea del especialista en psicología enseñar la
práctica del deporte, sino ayudar al jugador a determinar por qué se
desconcentra en momentos claves, por qué se lesiona tan a menudo,
por qué posee baja tolerancia a la frustración, por qué tiene la
valoración distorsionada por defecto, por qué a veces le pesa ir a
entrenar, por qué se desanima cuando no juega, por qué no le gusta
que el técnico le señale algunas cuestiones, por qué tiene poco diálogo
con sus compañeros, por qué es poco comunicativo dentro del juego,
por qué rinde más en prácticas qué en competencias, por qué
reacciona solo cuando va perdiendo, por qué lo amonestan o expulsan
tan seguido, por qué extraña tanto a su familia, entre otras variables a
tener en cuenta.
Una vez que el psicólogo identifica y determina el problema junto al
jugador, se trabaja con este para modificarlo y lograr por esta vía
mejorar el rendimiento.
Siempre que el profesional se plantee objetivos debe diseñar las tareas
que hagan cumplir los mismos. La intención es brindar una idea
bastante general de lo que los especialistas opinan sobre los objetivos y
tareas que mayormente se plantean al trabajar con psicólogos en el
deporte.

2.2 IDENTIFICACIÓN DE VARIABLES PSICOLÓGICAS


Parecieran existir características comunes
en los deportistas que experimentan
estados de óptimo rendimiento. Se busca
encontrar las variables o factores
psicológicos más importantes a entrenar.
Es esencial el conocimiento del deporte en
el que se va a trabajar para poder extraer

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las consecuencias prácticas en lo que a la evaluación psicológica se
refiere. Por lo que no es lo mismo tratar de evaluar las variables
psicológicas que intervienen en el fútbol, que las que intervienen en el
tenis de mesa, una misma variable como la concentración está sujeta a
diferentes condicionantes específicos del deporte que se practica, y
estos condicionantes también engloban las variables físicas, técnicas y
tácticas que forman, junto a las psicológicas, los ejes fundamentales
sobre los que se construye el tipo de intervención.
Por lo tanto no es solo suficiente encontrar dichas variables sino también
medirlas, evaluarlas, por lo que el nivel de concentración que se
requiere en los diferentes deportes es completamente variable.
El psicólogo puede utilizar instrumentos evaluativos para conocer si es
necesario intervenir o no, sobre tal variable. Si se hace necesaria la
intervención, luego de ésta se pueden medir los efectos de la misma.
Antes de comenzar este proceso evaluativo se deben conocer las
particularidades del deporte, ya que no es lo mismo uno grupal, que
uno individual, etc. Por ello cada proceso evaluativo debe estar
adaptado según el ámbito en el que se aplique.
Sabemos que existen una serie de variables, y que las mismas deben ser
cuantificables, en un primer momento se busca encontrar aquellos
factores psicológicos que los especialistas consideran más relevantes.
Entre los más mencionados se encuentran:
 Auto-confianza.
 Motivación.
 Estímulos estresantes.
 Nivel de activación.
 Atención y toma de decisión.
 Comunicación interpersonal.
 Cohesión de equipo.
 Liderazgo.
 Factores emocionales.
 Respiración.
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 Relajación.
 Concentración.
 Control cognitivo.
 Emplazamiento.
 Asertividad social.

2.3 ESTRATEGIAS PSICÓLOGICAS


Una vez identificados los aspectos psicológicos relevantes,
continuaremos detallando las intervenciones psicológicas más
convenientes.
Nos interesa resaltar a Valdés Casal
(1996) cuando dice que el trabajo del
psicólogo del deporte, en el ámbito
del mediano y alto rendimiento,
consiste en entrenar habilidades
psicológicas específicas. Intervenir
mediante una planificación o programa de entrenamiento mental o
preparación psicológica que incluya la enseñanza, la adquisición y la
práctica de esas habilidades para que el deportista de manera
individual y/o colectiva pueda enfrentarse con mayores recursos a la
competencia deportiva.
Se considera métodos de preparación psicológica a aquellas acciones
o conjunto de acciones interrelacionadas mediante las cuales el
entrenador o psicólogo operan sobre los problemas psicológicos que
caracterizan la actuación deportiva en el entrenamiento y la
competición.
Morales y Perugini (2008) expresan que la psicología aplicada al
deporte posee un conjunto de técnicas y estrategias para desarrollar
sistemáticamente el máximo rendimiento, dentro de los programas de
entrenamiento, donde se incluyen técnicas para desarrollar habilidades
psicológicas. Los programas de entrenamiento o preparación
psicológica incluyen la enseñanza, la adquisición y la práctica.

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En base a esto Valdés Casal (1996) menciona que los métodos de
entrenamiento mental pueden clasificarse en
método de preparación general y método de
preparación específica.
Los métodos de preparación psicológica en general
son:
 La respiración y auto-relajación.
 La respiración sedativa y activadora.
 La concentración.
 Las imágenes mentales.
 El hábito de discusión de problema en grupo.
Los métodos de preparación psicológica específica son aquellos
encaminados a solucionar alguno de los problemas específicos
planteados en los terrenos: técnico, táctico y social.
Por su parte Hernández Mendo y Morales Sánchez (2010) al hablar de
psicología y deporte, consideran tres tipos de intervención en función
de la relación que mantenga el psicólogo con la persona objeto de
intervención:
 Directa.
 Mediada.
 Colaborada.
Aclaran que las técnicas de intervención son múltiples y variadas y
realizan una breve exposición de las más utilizadas en su experiencia,
ellas son:
 Dinámica de grupo.
 Técnicas individuales.
 Control de la activación.
 Imaginería.
 Autoinstrucciones.
 Detención del pensamiento.
 Entrenamiento de la atención.
 Biofeedback.
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 Hipnosis.
 Entrenamiento auditivo visual.
 Acompañamiento terapéutico.
Por otro lado, De la Vega Marcos (2004) expresa que la intervención
directa en los deportes de equipo suele ser individual, y propone una
serie de pasos en el proceso de intervención, además de las habilidades
psicológicas básicas que se entrenan de manera habitual. Ellos son:
 Establecimiento de objetivos.
 Fortalecimiento de las habilidades psicológicas que el jugador
posea en su repertorio.
 Aprendizaje de aquellas habilidades psicológicas cuyo dominio
sea deficiente.
 Examen continúo del rendimiento deportivo del jugador mediante
análisis audiovisual.
 Evaluación continua.
Si tomamos a Rivas Garza y Parma Aragón (2003) estas nombran tres
tipos de intervenciones:
 Las colectivas, donde el objetivo es precisamente trazar entre los
integrantes objetivos comunes y fomentar el desarrollo de
habilidades psicológicas.
 Las intervenciones individuales que se realizan de acuerdo a las
necesidades específicas del deportista o a demanda del director
técnico para tratar puntos específicos.
 Y por último el asesoramiento al cuerpo técnico, para el apoyo y
cooperación en lo que refiere al trabajo psicológico.
Según Buceta (1995) al hablar sobre las intervenciones psicológicas en
deportes de equipo expresa que la actuación del psicólogo ya sea
miembro del cuerpo técnico o como consultor externo, podría ser:
 Mediante intervención directa.
 Mediante intervención indirecta a través de asesoramiento y
entrenamiento del director técnico, para conseguir un efecto

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favorable sobre las decisiones y acciones sobre las variables
psicológicas del equipo y/o de los jugadores a nivel individual.
 Asesorando y entrenando al entrenador u a otros integrantes del
cuerpo técnico, para la optimización de su propio rendimiento.
 Asesorando y entrenando a las personas responsables de la
organización para que las decisiones y acciones influyan
positivamente en el funcionamiento del equipo (Buceta, 1995).
Gálvez Garrido y Paredes Prados (2007) hablan de técnicas para
mejorar los aspectos psicológicos más influyentes en el deporte.
Presentan algunas de las técnicas empleadas para solventar
determinados problemas psicológicos que se le pueden presentar:
 Auto-instrucciones.
 Desensibilización sistemática.
 Entrenamiento autógeno.
 Visualización.
Giesenow (2007) al escribir sobre psicología en los equipos deportivos
explica que las intervenciones pueden ser:
 Individuales, para trabajar cuestiones propias de cada jugador.
 Intervenciones con grupos pequeños, donde se focaliza en
situaciones que involucran a los integrantes de un subgrupo.
 Y por último intervenciones con todo el equipo, que puede
realizarse por diversos propósitos.
Según Roffé (1999) y para englobar las técnicas mencionas por los
diferentes autores el psicólogo establece diferentes estrategias de
cambio que permiten disminuir y controlar la inestabilidad emocional
ante situaciones de presión en competencia, ellas son:
 Abordaje Deportológico.
 Entrenamiento mental -técnicas de relajación y visualización-.
 Plantear metas realistas.
 Definir estrategias para la obtención de metas.
De esta manera el aprendizaje de la mente es el objetivo del psicólogo
deportivo. Este debe entrenar las habilidades psicológicas del
23
deportista, y al explicar intervenciones realizadas por él, hace una
clasificación similar a la que realizan los autores ya mencionados.
Explica intervenciones desde:
 Lo individual.
 Lo grupal.
 Mediador.
Expresa además haber utilizado técnicas de:
 Respiración.
 Relajación.
 Visualización.
 La circulación de la palabra.
3 INTERVENCIONES
3.1 GENERALIDADES
Cualquier psicólogo que pretenda
incorporarse a trabajar con un
equipo deportivo, debe considerar
algunas generalidades necesarias
para su buen desempeño, entre
ellas podemos considerar las
siguientes.
 Es necesario saber que en la intervención en deporte, la
psicología requiere la utilización de un modelo educativo frente al
tradicional modelo clínico. Se debe considerar al deportista como
una persona con características especiales y no como un
paciente o un sujeto clínico.
 Otra de las cuestiones basales es tener en claro que toda
intervención psicológica en deporte de equipo exige para su
óptima realización un proyecto multidisciplinar.
Todo profesional en psicología del deporte nunca trabajará solo,
sino siempre dentro de un equipo interdisciplinario en el que
cumplirá con su rol en forma adecuada y activa según la

24
modalidad del grupo en el que trabaje y adhiriéndose a la
filosofía de la institución a la que pertenezca.
 El psicólogo debe saber de la complejidad del sistema en el que
trabaja. En lo que respecta a esto. El psicólogo debe considerar
las características del microsistema, mesosistema, exosistema y
macrosistema, ya que si no se considera el sistema completo es
posible que no se comprenda muchas de las situaciones. Cuando
el profesional de la psicología se aboca a trabajar, ya sea con un
club o con un deportista en particular, debe tener presente todos
los aspectos que pueden colaborar para comprender el
comportamiento del jugador.
 Se debe elaborar un plan de trabajo lo más concreto posible, el
cual deberá ser aceptado por el entrenador y los directivos. En
esta planificación se hace necesario definir los objetivos de las
actividades, los diversos procedimientos, y la distribución de
responsabilidades que le toca a cada uno de los integrantes. Es
imprescindible planificar y dirigir el proceso de entrenamiento,
teniendo en cuenta las particularidades psicológicas de los
deportistas. Por ello, teniendo en cuenta la continuidad en el
tiempo que requiere el entrenamiento, el control psicológico
debe estar en relación a un plan de preparación deportiva,
ideado a corto, mediano y largo plazo.
 También es importante en la etapa de planificación conocer la
percepción que el/los deportistas tienen del psicólogo y de su
trabajo. Esto permitirá eliminar mitos y apreciaciones erróneas.
 Debemos saber que el psicólogo del deporte necesita tener un
parámetro para conocer en qué situación se encuentra el
individuo/equipo y cada jugador en particular. El profesional de la
psicología cuenta con instrumentos evaluativos que le permitirán
en todo momento conocer en qué situación se encuentra la
persona o grupo evaluado, y de esta manera saber en qué
aspectos se debe trabajar. Al finalizar la intervención se puede
25
volver a realizar una medición para analizar los cambios
obtenidos.
La evaluación se realizará utilizando tres tipos fundamentales de
metodología.
La observación directa.
La observación consiste en la recogida de datos conductuales
descriptivos en su entorno natural. El
indicador conductual incluye tanto la
conducta motora como la verbal. El
enfoque tiene que estar puesto no sólo
en el resultado final de la competición
sino también, y especialmente, en el
transcurso de la competición
entendida como un proceso. En la
evaluación de los deportistas los aspectos a valorar son:
- Conductas de preparación en los instantes previos al entrenamiento o
la competición.
- Reacciones a la actuación de los deportistas.
- Actividad motora como evaluación continua del rendimiento de los
deportistas.
Visualizando algunos ejemplos a evaluar en los dos primeros aspectos,
pueden incluirse la locomoción, concentración, activación, ejecución
parcial; las relaciones sociales; la retroalimentación positiva o negativa
que reciben y la fuente de la misma; la reacción emocional ante su
actuación y actuación de los jueces. Con respecto al último aspecto,
suelen valorarse la distancia cubierta que camina y corre el atleta; el
número de acciones durante la competición y a lo largo de todo el
proceso competitivo.
La observación directa de la situación es quizás uno de los instrumentos
más útiles que puede servirse el psicólogo deportivo. Enfatiza tanto la
observación en entrenamientos como en competiciones:

26
a) Observación en entrenamientos:
Es provechoso prestar atención a diferentes
características de los mismos, tales como:
- Comunicación: en sus tres dimensiones de
contenido, dirección y cantidad. Con quién
habla o se comunica, quién suele iniciar la
comunicación con su entrenador, cuál es el
contenido y la valencia predominante -positiva, negativa, neutra-.
- Áreas de conflicto: posibles áreas concretas de conflicto y qué
situaciones las provocan -críticas, diferencias de opinión acerca de
aspectos técnicos, etc.-.
- Emociones: cuáles se observan, cómo se expresan, cuál es la respuesta
del deportista ante críticas, fracasos, frustraciones, etc.
- Intensidad: con qué intensidad entrena el deportista.
- Perseverancia: en qué situaciones persevera y en cuáles no y si hay
diferencias a principio y final de entrenamiento.
- Comportamientos en momentos poco estructurados; qué hace
cuando no hay espectadores presentes o no atentos, cuál es el clima
general de entrenamiento y estilo de entrenador.
Es necesario observar más de un entrenamiento y de la manera menos
intrusiva posible.
b) Observación en competición:
El psicólogo debe enfatizar la atención en los siguientes aspectos:
- Conductas emitidas antes, durante y
después de la competición -es una
ventaja haber observado
entrenamientos porque permite
comparación en ambos escenarios-.
- Conducta no verbal: postura, nivel
de actividad, conductas de preparación de la competición.
- Interacción deportista/entrenador y con otros deportistas.
- Respuesta/reacción ante decisiones de jueces, reglas, etc.
27
- Cambios conductuales en situaciones de gran intensidad/estrés -último
intento, punto de partido, tiro libre decisivo-.
Del mismo modo, es necesario contrastar las observaciones con las
evaluaciones que el deportista hace de la competición y, si es posible,
con la evaluación hecha por el entrenador.
La entrevista.
Dentro del ámbito del deporte, y al igual que en las distintas áreas de la
psicología, la entrevista es considerada una técnica primordial a la hora
de realizar evaluaciones con el objetivo de aproximarse a un
diagnóstico de la situación y
elaborar un plan de intervención a
seguir.
La entrevista psicológica es el
instrumento o técnica fundamental
del método clínico y como un
procedimiento de investigación científica de la psicología. Dentro de la
misma pueden perseguirse objetivos tales como investigación,
diagnóstico, terapia, etc. Además se distinguen dos tipos de las mismas:
cerrada, en la cual las preguntas ya se encuentran previstas en orden y
forma; y abierta, en la cual el entrevistador posee la libertad para
realizar preguntas o intervenciones, permitiéndose toda flexibilidad
necesaria según cada caso en particular.
Por su parte, Roffé (2009) plantea que es muy rica la información que
puede obtenerse mediante la entrevista psicodeportológica. El autor
cita a Dosil y González Oya (2006) quienes afirman que, la entrevista con
la persona que queremos evaluar constituye una inestimable
oportunidad que el psicólogo deportivo no debe obviar, pues suele
proporcionar la mayor parte de los elementos que influyen en la
conducta deportiva. La entrevista debe recoger todos aquellos
elementos que consideramos esenciales para nuestra intervención.
Quien se tiene enfrente es antes que nada una persona a la que le
pasan cosas como a cualquier otra persona, que también sufre más allá
28
del dinero que tenga, el nombre o la fama que haya conseguido. No es
solo un jugador, deportista, atleta y mucho menos una máquina.
La entrevista inicial, debe cubrir de manera amplia cuestiones tales
como:
- Historia personal: situación familiar, área académica o profesional,
historia de lesiones, hábitos de sueño y alimentación, antecedentes
psiquiátricos personales y familiares.
- Historia deportiva: descripciones de sensaciones asociadas con
buenos y malos entrenamientos, relaciones interpersonales durante los
entrenamientos, conducta motora, fisiológica y cognitiva antes, durante
y después de la competición, trayectoria deportiva, aspiraciones y
objetivos, estrategias utilizadas durante la competición, etc.
Los cuestionarios.
La utilización de tests constituye un valioso recurso al
cual también acuden los psicólogos del deporte a
la hora de realizar evaluaciones
psicodeportológicas.
A menudo los tests psicológicos se utilizan en la fase
de evaluación. Y se destacan una serie de criterios
que deben respetarse en la evaluación de los deportistas:
- Utilizar tests con relevancia para la situación deportiva.
- Dar los resultados lo más rápidamente posible.
- Utilizar los resultados como hipótesis de trabajo, no como “definiciones
reales‟ del deportista.
Los tests psicológicos proporcionan una serie de hipótesis que, en la
discusión con el atleta, permiten identificar rápidamente los objetivos de
la preparación psicológica y detectar posibles áreas problemáticas.
Pero advierte que es esencial comentar los resultados antes de
aceptarlos como una descripción válida del deportista. Por otra parte,
refiere que la selección de instrumentos depende de la formación del
psicólogo y su familiaridad con unos u otros. Los mismos son simples
herramientas y, como tales, son tan buenos o malos como experta sea
29
la persona que los utiliza, no habiendo mejores o peores instrumentos
entre ellos.
Asimismo, Cruz Feliu (1997) manifiesta que muchas veces, debido al
reducido número de instrumentos desarrollados para medir variables
relevantes del comportamiento del deportista en entrenamiento y
competición, se utilizan tests de la Psicología Clínica.
En relación al uso de esta herramienta en el deporte, Roffé (2009)
nombra algunos ejemplos de tests, generalmente utilizados en otras
áreas de la psicología como la clínica, laboral, educacional y demás,
entre ellos se encuentran tanto los test proyectivos que sirven para
estudiar la personalidad de un individuo en su conjunto. En un test
proyectivo el sujeto “proyecta” de manera inconsciente sus ideas,
deseos, conflictos, temores, etc. Como así también herramientas
psicométricas las cuales miden y asignan un valor a determinada
cualidad o proceso psicológico -inteligencia, memoria, atención,
funcionamiento cognitivo, felicidad, optimismo, tristeza daño cerebral,
comprensión verbal, etc.-, su organización, administración, corrección e
interpretación suele estar más estandarizada.
Sin embargo es importante aclarar, siguiendo a Roffé (2009), que
cuando en Psicología del Deporte se usan tests psicométricos y
proyectivos, no se considera que se esté haciendo clínica sino que se
utilizan herramientas técnico-conceptuales para aportar al rendimiento
del deportista. De esta manera, se evalúan diferentes variables
psicológicas tanto con técnicas psicométricas como con proyectivas. El
mismo autor sostiene que incluir ambos tipos de instrumentos constituye
un buen equilibrio ya que ambos métodos tienen distintos beneficios y
se pueden complementar. Así, por su parte, los tests psicométricos
poseen la ventaja de ser rápidos y claros en su consigna, mientras que
uno de sus déficits es el factor de deseabilidad social, en reiteradas
ocasiones más significativo de lo esperado. Los tests proyectivos
cuentan con la virtud de indagar en la subjetividad y de brindar datos
ocultos significativos, sobre todo en los tests gráficos; y el defecto de las
30
mencionadas técnicas es la subjetividad de la interpretación, aun
siguiendo parámetros establecidos.
Integrando ambas herramientas se hace más rica la evaluación de los
deportistas. Además, se debe tener en claro que mucho depende de
que sean aplicados de la manera correcta, respetando consignas,
tiempos de ejecución y las particularidades de cada técnica.
En lo que refiere a los contenidos de las intervenciones, hay factores de
índole estrictamente psicológica y otro de carácter metodológico.
El aspecto psicológico estará centrado en los siguientes contenidos.
 Evaluación psicológica de los deportistas.
 Intervención y mejora de la acción de práctica.
 Intervención con el cuerpo técnico de los diferentes
deportistas/equipos.
 Colaboración en la rehabilitación de lesiones.
 Intervención después de lesión.
 Acompañamiento terapéutico.
 Colaboración en las charlas pre- competencia.
Mientras que la colaboración metodológica supone una importante
fuente de interrelación con el entrenador y con los aspectos más
intrincados en la práctica deportiva y en planteamientos técnico-
táctico:
 Construcción de herramientas de observación.
 Construcción de un sistema de indicadores.
 Evaluación de tareas y entrenamientos.
 Evaluación de resultados.
 Grabación de entrenamientos y competencias.
 Preparación de videos motivacionales.
 Evaluación de la gestión.
 Evaluación de la calidad

31
3.2 INTERVENCIONES INDIVIDUALES
Tomamos a De la Vega Marcos (2004) cuando
expresa que los procesos de intervención psicológica
en el fútbol de alto rendimiento suelen ser más de
índole individual, para cada situación en particular,
para cada puesto de juego, según la personalidad
del jugador, según el equipo y el contexto en el que se encuentre
inmerso.
Este autor aconseja una serie de pasos en el proceso de intervención,
ellos son:
 Establecer los objetivos que se quieran alcanzar. Es necesario
negociar con el jugador los diferentes objetivos a alcanzar a
través del entrenamiento psicológico. Siempre debemos negociar
objetivos que sea realistas y motivadores.
 Fortalecer las habilidades psicológicas que el jugador ya posee
en su repertorio. Tiene que ver con las habilidades psicológicas
que ya domina, pero que muchas veces tiende a descuidar.
 Dedicarse al aprendizaje de aquellas habilidades psicológicas
que cuyo dominio sea deficiente. Aquí se pretende que el
jugador logre aprender y dominar estrategias y habilidades que
le pueden ser útiles en futuras situaciones.
 Analizar continuamente el rendimiento deportivo del deportista
mediante un análisis audiovisual. Tiene gran relevancia ya que
permite la disposición a trabajar el aspecto psicológico, tanto
para el entrenador como para el jugador. Se analizan los
entrenamientos, se anotan las incidencias y constatan con la
consecución de los objetivos planteados con anterioridad. Es
importante en este momento que el jugador entienda cuándo y
cómo debe utilizar las habilidades aprendidas.
 Evaluación continua y prevención de futuros problemas. Por
último se resalta la importancia de realizar evaluaciones

32
pertinentes como así también trabajar para evitar futuros
inconvenientes.
Para Rivas Garza y Parma Aragón (2003) las intervenciones individuales
se llevan a cabo según las necesidades específicas del jugador o a
demanda del director técnico para tratar puntos específicos. Estos
autores expresan que el objetivo de estas intervenciones posee dos
vertientes, una consiste en el trabajo de índole privada, en lo que
respecta a la vida privada del deportista, como los aspectos familiares,
escolares, amorosos, etc. Y la otra se encarga del trabajo individual
deportivo, donde se pone énfasis en las habilidades individuales para el
mejoramiento del rendimiento deportivo.
3.3 INTERVENCIONES GRUPALES
En los deportes en los cuales se juega en
equipo, se dan entre los jugadores relaciones
interpersonales, ya sea formales como
informales, y estas son de fundamental
importancia e influyen decisivamente en el
rendimiento del equipo. Toda actividad que realiza el deportista debe
interpretarse como una permanente relación humana, por lo tanto
cada entrenamiento debe programarse en relación a los demás y no
en individualidades. Debemos tener presente que todo lo que se
programa y se realiza tiene relación con la connotación ajena, los
compañeros de equipo o con los oponentes (Veloso Pérez, Madrigal
Rábago, Rodríguez Santos &Veloso Rodríguez, 2003).
Nos interesa el aporte de Rivas Garza y Parma Aragón (2003), que
manifiestan que las intervenciones colectivas están determinadas por
una planificación del trabajo psicológico, conjuntamente con el trabajo
físico y técnico-táctico. Para realizar la planificación se debe comenzar
por una evaluación inicial que consta de la utilización de instrumentos
de evaluación y además se complementan con la observación directa

33
en campo y con entrevistas individuales, con el fin de devolver a cada
jugador los resultados obtenidos.
La evaluación inicial brinda los elementos para trazar el plan de
trabajo. Con los datos obtenidos en este primer momento se realizará
una gráfica colectiva para presentar al cuerpo técnico donde se le
explica la situación actual del equipo y las estrategias a implementar
para mejorar. Como ya veremos esta etapa tiene la finalidad de trazar
objetivos comunes y fomentar el desarrollo de habilidades psicológicas
básicas.
En lo que respecta a las sesiones grupales se pueden realizar en un aula
semanalmente con una duración de 30
minutos aproximadamente y se
complementan con el trabajo grupal que se
lleva a cabo en las canchas en los
entrenamientos y en los viajes. Es importante
desarrollar las intervenciones más adecuadas
según las necesidades del equipo. (Veloso
Pérez, et al. 2003).
Roffé (1999) menciona que una de las evaluaciones grupales que se
utiliza, con buenos resultados es el sociograma. Esta evaluación consiste
en un cuestionario sociométrico el cual interroga primero a cada
deportista sobre sus preferencias en lo que respecta a amistades, y
luego sobre sus preferencias técnicas, incluidos ellos mismos. De esta
manera se obtienen datos importantes tales como, cuales son los
jugadores más valorados técnicamente, cuáles son los más valorados
afectivamente, cuáles son las zonas de afinidad y rechazo, cuales son
los pequeños grupos y grandes rivalidades.
La estructura de las relaciones interpersonales que se dan en un equipo
reflejan los líderes positivos y negativos, así como las causas que
conllevan sus elecciones. Es por lo tanto de suma importancia el trabajo
de la cohesión grupal.

34
Veloso Pérez y Álvarez Castellano (2001) manifiestan que debemos
olvidar que cada deportista es un hombre con su propio yo, y debemos
trabajar para lograr su integración al equipo, tenemos por lo tanto
como finalidad marchar del yo al nosotros. Porque los deportes
colectivos son una asociación, un grupo deportivo en su doble
dimensión, humana y técnica. Por lo tanto dicen estos autores que el
deportista se pierde y se encuentra al mismo tiempo entre los demás sin
poder definirse de otra manera que relacionado con el otro, con su
equipo.
Para lograr este pasaje se tienen que trabajar tres aspectos
fundamentales:
 La autoempatía: manifiesta la capacidad de verse como se es,
de atreverse a expresar su autocrítica. Adquiere aquí gran
relevancia generar la autorreflexión de sus cualidades como así
también de las experiencias positivas y negativas que gobiernan
la situación del equipo.
 Los conflictos humanos: Aquí se tiene que valorar la dimensión
negativa de incompatibilidad y rechazo, como la dimensión
positiva de evolución y de perfeccionamiento.
 La conciencia de los demás: expresa el cómo se entienden como
grupo los jugadores, que conclusiones son capaces de adoptar
en equipo y de lograr un comportamiento de grupo que permita:
 que todos sientan las mismas sensaciones de grupo, y que sean
tan intensas y compartidas como para crear un grupo
cohesionado.
 que los jugadores sientan al equipo como una realidad que no
constriñe a nadie, sino, que ayuda a todos.
 que los jugadores entiendan que lo más importante para ellos
es lo que realiza el equipo, y no su lucimiento personal.
Los mismos autores continúan expresando que se debe interiorizar que
el deporte en grupos forma un equipo y el equipo significa un apoyo sin
tregua defendiendo y atacando. No sirven los jugadores aislados, si no
35
que son más que la suma de esfuerzos, es una multiplicación de
posibilidades para así atender a todos los aspectos del juego. Cada
deportista tiene que sentirse seguro al lado de su compañero, quien
corre el mismo riesgo que él y la misma inquietud por alcanzar la meta,
quien lo ayuda cuando ha agotado su repertorio de soluciones.
Precisamente una de las grandezas del fútbol reside ahí, en su
dimensión de responsabilidad colectiva, compartida, que alcanza a
todos por igual.
En lo que respecta a lo grupal, Hernández Mendo y Morales Sánchez
(2010) mencionan que las dinámicas de grupo se han ido incorporando
formando parte de las tareas del entrenamiento diario – partidos tres por
tres en espacios reducidos, juegos, etc.- y ha sido o debe y puede ser
actividad del psicólogo colaborar en la elaboración de estas tareas con
el resto del cuerpo técnico.
Se debe buscar o crear, aquellas dinámicas o entrenamiento que
además de los objetivos grupales persigan otros objetivos de tipo
técnico, táctico, físico y estratégico. Las dinámicas grupales serán
elegidas en función del aspecto que sea preciso entrenar. Deberá ser
cuidadosamente elegida, planificada y si puede ser, con una previsión
de resultados, que de origen a una puesta en común posterior.
Debemos tener en cuenta que todas las dinámicas grupales están
especialmente aconsejadas para incrementar la cohesión grupal.
Según Giesenow (2007), la cohesión entre
deportistas y cuerpo técnico es un desafío
permanente, ya que no es sencillo lograrla, los
objetivos pueden contraponerse entre
compañeros, puede que la competencia entre
puestos deje herido el orgullo de algunos,
puede que no exista afinidad entre algunos compañeros y por lo tanto
la comunicación dentro y fuera de la cancha no sea buena. La
cohesión de equipo no se genera sola, por lo que el trabajo en grupo
debe ser enseñado y desarrollado, y va a necesitar de la planificación e
36
imaginación de un líder –entrenador- y de compromiso por parte de
todos los integrantes. Los deportistas deberán comprender que muchas
veces tendrán que relegar sus intereses personales por el bien común.
El mismo autor propone algunos consejos para fomentar la cohesión
grupal, ellos son:
 Mejorar la comunicación.
 Lograr la aceptación de los roles y las normas.
 Evitar la alta rotación de los miembros.
 Evitar la formación de pandillas.
 Conocer los aspectos personales de cada jugador.
 Estimular la identidad grupal y la distintividad
 Promover que el grupo tenga una imagen positiva de sí mismo.
 Tener un número adecuado de integrantes.
 Compartir la adversidad.
 Fomentar actividades y salidas sociales.

3.4 INTERVENCIONES CON EL ENTRENADOR


Las intervenciones pueden estar
dirigidas a los jugadores o al equipo
en general, pero además se
pueden realizar tomando en
cuenta al entrenador
Roffé (1999) aclara que el técnico
está permanentemente tomando
decisiones. Algunas a corto plazo, otras a mediano y otras a largo plazo.
El técnico debe conformar un equipo confiable de colaboradores,
decidir los titulares, hacer un cambio, realizar una indicación en una
práctica, saber que decir en cada charla, escuchar al deportista
escuchar los diferentes informes, físico, médico psicológico para sumar
elementos a la hora de la intervención. Son todas decisiones que debe
tomar. Entonces en la intervención con él podemos tratar de manejar
las variables que correspondan para incrementar el rendimiento.

37
Además, debemos tener en cuenta que el técnico es una de las
principales figuras con las que se relaciona el psicólogo en el ámbito del
deporte, respecto de esto De la Vega Marcos (2004) menciona que
éste es el máximo responsable de la dirección y planificación deportiva
tanto del individuo como del equipo, por ello él es el vínculo ideal por
ser el principal referente y autoridad. El apoyo que pueda brindar
resultar fundamental, y de igual manera su rechazo puede frustrar
cualquier tipo de intervención psicológica.
Este autor aclara que el trabajo con el grupo en general es tarea del
entrenador, por lo que no debe entrometerse demasiado el psicólogo,
mientras en lo que respecta al trabajo más individualizado, sí se apoya y
se respalda más ya que espera que con la intervención psicológica se
mejore y/o recupere el óptimo rendimiento.
Según García Ucha (1997), el encuadre con el entrenador resulta
importante, ya que este cuenta con la máxima responsabilidad de la
preparación deportiva y de los requerimientos en competencias. Por lo
tanto el psicólogo debe controlar no convertirse en una fuerza paralela
o en un sustituto del entrenador. El psicólogo se debe limitar a su
función, a su rol como asesor, consejero o consultante y no asumir
papeles que le competen al entrenador.
Según Rivas Garza y Parma Aragón (2003) los objetivos respecto de
entrenadores y formadores son:
 Desarrollar las capacidades necesarias para el trabajo en equipo,
cooperación, solución de problemas, compromiso, toma de
decisiones, a partir del conocimiento de la psicología del deporte.
 Incrementar sus capacidades cognitivas y afectivas para su
desarrollo como líder.
 Desarrollar y aplicar las estrategias más convenientes en la
planificación y ejecución de los entrenamientos
 Incrementar las capacidades psicológicas para su desarrollo
profesional y humano.

38
Es de gran importancia que el entrenador se involucre, apoye y
coopere en lo que respecta al trabajo psicológico. Se pueden
incorporar sesiones semanales con auxiliares, preparadores físicos,
médicos, utileros, con el fin de brindar información, pudiendo utilizar el
recurso de los folletos, implementando de esta manera un programa
que tiene que ver con el desarrollo de habilidades psicopedagógicas,
manejo del estrés, estilos de comunicación, liderazgo, toma de
decisiones, manejo de equipo y jugadores, siempre enfatizando en los
objetivos planteados. Además de esto, en lo que respecta al nivel
individual se debe mantener comunicación abierta con el técnico, para
concretar objetivos individuales, para manejar las presiones, las
tensiones y para solucionar los conflictos intraequipo, etc.

3.5 PLANTEAR METAS Y OBJETIVOS COMO INTERVENCIÓN


Plantear metas y objetivos es una de las intervenciones más utilizadas en
el ámbito de la psicología
deportiva.
Según Marín Morera (2012)
debemos tener en cuenta
que la efectividad de las
intervenciones de la
psicología del deporte se
verá de forma eficiente dentro de un proceso a mediano y largo plazo.
Siempre y cuando se haya tenido en cuenta en las estrategias y
planificación, y no, como una actividad aislada sujeta a sucesos
cortoplacistas. Siempre dentro de una mirada integral del deportista y
del entorno que lo rodea para poder maximizar los propios recursos.
Para Roffé (1999) plantear metas es esencial en todo deportista o
equipo, es aquello que guía o dirige su acción. Existen metas a corto,
mediano y largo plazo, y de acuerdo con ello deben especificarse, los
objetivos de los entrenamientos de los de las competencias. Acordamos

39
con este autor cuando menciona que las victorias deben alcanzarse
diariamente, ya que siempre se puede más.
Los deportistas y entrenadores tienen que potenciar lo bueno, ya que lo
malo se agranda solo. Por lo tanto es importante que los objetivos estén
escalonados para que el deportista no quiera llegar al escalón siete, sin
haber pasado antes por el seis. Las metas como los límites están en la
propia mente del deportista. Esto adquiere gran relevancia ya que las
metas se entrecruzan íntimamente con la motivación y la motivación es,
antes que nada, vencerse a uno mismo. Eso es lo que guía al jugador a
la victoria (Roffé, 1999).
Es de esperar que los deportistas se planteen metas individuales y
colectivas ya que tienen que satisfacer por un lado sus intereses
individuales como mejorar técnicamente, y grupales por otro lado,
como es la clasificación de su equipo.
Entonces en lo que respecta a los deportes de equipo, es necesario que
las metas grupales sean compatibles con las individuales y que exista
una conexión entre la consecución de unos y otros (Buceta, 1994, 1998).

4. TÉCNICAS
4.1 TÉCNICAS PSICOLÓGICAS
Una vez aclaradas las diferentes intervenciones posibles según el objeto
de las mismas, nos abocamos a desarrollar algunas de las técnicas
psicológicas más apropiadas para utilizar en el
ámbito del deporte.
Para Morales (2009), en el deporte, el
entrenamiento mental es la práctica habitual
de determinadas habilidades psicológicas
como estrategia para afrontar situaciones
deportivas. Para esto se requiere de un tipo de proceso de
acostumbramiento progresivo que solo se irá adquiriendo con la
práctica reiterada y continua.

40
En el pasado científicos soviéticos observaron la posibilidad de
implementar diferentes técnicas para instruir a cosmonautas en lo que
respecta al control de procesos psicofisiológicos. Se pretendía lograr el
control voluntario de algunas funciones del cuerpo como son la
temperatura corporal, la tensión muscular, la tasa cardíaca, las
reacciones emocionales ante situaciones estresantes, etc. Los resultados
obtenidos fueron exitosos, por lo tanto si se trasladan las mismas técnicas
al ámbito del deporte pueden ayudar en gran medida a los deportistas.
El mismo autor expone los puntos principales a tener en cuenta a la hora
de implementar una técnica. Menciona claramente los factores a
considerar en la realización de la práctica.
Ellos son:
 Poseer la técnica adecuada para su implementación.
 Clarificar debidamente el encuadre.
 Estudiar la real necesidad y observar si la técnica se puede aplicar
en función a las individualidades existentes y del entorno.
 Analizar cuáles son los objetivos, sabiendo cuales se deben
priorizar, si los personales, grupales, institucionales, etc.
 Esclarecer debidamente el carácter de la tarea.
 Comenzar la aplicación de la técnica sobre la base de la
aceptación.
 Realizar la práctica en lugares que sean reconocidos por los
deportistas.
 Ser sumamente crítico con los resultados
La utilización de estas técnicas de control mental tiene diversos
objetivos, ellos son:
 Controlar la ansiedad precompetitiva.
 Controlar las ansiedades postcompetitivas.
 Lograr el manejo de situaciones competitivas por visualización.
 Lograr el manejo de los diferentes niveles de agonística, etc.
Nos abocamos ahora a desarrollar algunas de las técnicas psicológicas
más apropiadas. Ellas son, la respiración, relajación, visualización y el
41
autodiálogo. Aunque estas pueden aplicarse de manera aislada e
individual, en muchos casos se puede comenzar con la respiración,
para luego continuar con la relajación, finalizando con la técnica de
visualización. Si bien se detallaran de manera separada ambas están
relacionadas, unas colaboran con las otras y viceversa.

4.2 TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN


Morales (2009) explica que la técnica de respiración casi siempre
antecede a la de relajación, aunque como ya dijimos se puede aplicar
de manera aislada. Se debe tomar la mayor cantidad de aire posible
siempre en forma natural. Para tal fin deberemos enderezar el torso,
levantar los hombros e inhalar profundamente contando hasta ocho.
Luego, mantener el aire por un instante y comenzar a expirarlo en el
doble de tiempo, es decir hasta contar dieciséis. Así se va a ir
regularizando la respiración, esto se
puede realizar tanto de pie como
sentado o acostado. Lo esencial es
no ponerse nervioso y esperar de tres
a diez minutos para notar cualquier
modificación.
Los beneficios de la técnica de respiración son:
 La calidad de la respiración influye en la actividad nerviosa.
 Modifica el grado de activación.
 Transforma el estado emocional del deportista.
 Posee función energética.
 Acelera la recuperación física y psicológica ante la fatiga.
(Morales, 2009).
En lo que respecta a la aplicación de esta técnica Roffé (1999)
Propone que este proceso se repita cinco veces. Agrega además que
a este ejercicio se le puede adicionar que el deportista aleje de su
mente cualquier pensamiento que tenga –agradable o desagradable-
y que se conecte mental y sensitivamente solo con el acto de respirar.

42
Existen muchos jugadores que no saben respirar y respirar bien, no solo
es relajante, sino que facilita el rendimiento al incrementar el nivel de
oxígeno en la sangre, llevando más energía a los músculos y facilitando
la expulsión de productos solventes (Willams, 1991).

4.3 TÉCNICAS DE RELAJACIÓN


La habilidad de estar físicamente relajado ha sido señalada como una
de las características más importantes para el rendimiento óptimo en el
deporte. Por medio del entrenamiento en relajación, el atleta aprende
cómo controlar las respuestas de su propio cuerpo.
Según Ramírez García (2009), el modelo cognitivo-conductual en
psicología, asume que el control de las respuestas corporales es una
habilidad y, como tal, puede ser entrenada y aprendida. Varias
investigaciones han mostrado que los atletas de éxito tienen muy
desarrollada esta habilidad (Mahoney, 1977, Eklun, 1994, 1996) el
entrenamiento sistemático en esta técnica, llevará al atleta a conseguir
de un modo fiable, pragmático, portátil y rápido un método para hacer
frente a la activación física. La habilidad ha sido denominada de las
formas más diversas: control de la ansiedad, manejo del estrés, control
mental, control de los
nervios, concentración etc.
Las técnicas de relajación
pueden dividirse en
categorías de forma
simplista de la siguiente
manera; del músculo a la mente o de la mente al músculo. Las técnicas
del músculo a la mente orientan la atención a los músculos para ser
sensitivos a los distintos niveles de tensión y a la vez a ser capaces de
disminuir la tensión.
Por lo tanto este tipo de técnicas de relajación atiende a lo que se
conoce como ansiedad somática. La ansiedad corporal se define por
la activación secuencial de respuestas corporales específicas -por

43
ejemplo, tensión en ciertas zonas del cuerpo, hombros, glúteos etc.- o
por la activación paralela de respuestas corporales de un carácter más
global -ejemplo, manos sudorosas, dolores de cabeza etc.-. Por otra
parte, las técnicas de mente a músculo, atienden a la inhibición de los
componentes cognitivos de la ansiedad -por ejemplo pensamientos
automáticos autodestructivos, análisis excesivo, auto-habla negativa
etc.-.
El objetivo del uso de la relajación es el de entrenar al atleta en el
control de sus emociones, tanto en el ámbito fisiológico como
psicológico. La regulación de la activación está fuertemente
relacionada con los rendimientos óptimos. Varios puntos de vista
teóricos coinciden en señalar la correlación entre el nivel de activación
y el rendimiento (Hanin, 2000, Bar-Elli, 1989).
El entrenamiento en relajación permitirá al atleta aprender a diferenciar
los distintos estados de activación fisiológica en distintas situaciones.
Además, el entrenamiento en la relajación también parece facilitar la
técnica de la visualización, y el control que el individuo tiene sobre esta.
El control sobre la situación visualizada parece ser un factor
determinante en la relación entre la habilidad de visualizar y el
rendimiento.
La ansiedad ha de ser entendida como un constructo multidimensional,
fuertemente influenciado por factores cognitivos. La relajación
normalmente ofrecida es la progresiva muscular (Jacobson, 1964), la
cual está especialmente indicada a enseñar al sujeto la regulación de
la activación física, mediante la diferenciación entre tensión y
relajación. Esta relajación a escala física, puede sin duda traer una
reducción en la activación cognitiva.
Roffé (1999) utiliza ejercicios de relajación para lograr el autocontrol de
los jugadores. Si bien puede aplicarse de manera aislada, la relajación
puede anteceder a la técnica de visualización. El autor explica que en
su práctica utiliza la relajación progresiva de Jacobson (1930) -músculo
a mente-. Esta consiste como ya hemos mencionado en una serie de
44
ejercicios que buscan contraer un grupo específico de músculos,
sosteniendo la contracción durante varios segundos antes de relajarse.
Además expresa que prefiere aplicarla en una dirección que va desde
los pies a la cabeza, reconociendo zonas de tensión y preferentemente
el día de mayor carga física de entrenamiento- al finalizar la misma-.
Para comenzar con la técnica de relajación debemos encontrar un
ambiente agradable, cálido, donde el deportista se sienta
plácidamente cómodo, con la cabeza apoyada en un respaldo y sus
miembros en ángulos de 90º, con los antebrazos sobre los muslos y las
palmas de la mano hacia arriba. Así quedan dadas las condiciones
para centrar el trabajo sobre la técnica de respiración, y luego
continuar con la relajación.

3.4 TÉCNICAS DE VISUALIZACIÓN


Queremos tomar en este momento las ideas que expone Morales (2009)
sobre la visualización. El mismo expresa que ésta técnica programa la
mente del deportista a reaccionar, a responder cuándo y cómo se ha
programado. Pretende hacer
pensar con imágenes a través de
las palabras o pensamientos,
teniendo en cuenta el registro de
alguna situación ya experimentada
que se va a presentar
nuevamente. La intención es
acortar los tiempos de reacción,
evitar la sorpresa, anticiparse a la posible jugada rival, trabajar sobre el
conocimiento de las destrezas del otro. En conclusión es poner en
situación de máxima activación a nuestro deportista.
Es necesario en este momento que tengamos en claro cuál es nuestro
objetivo, o nuestra necesidad, que aspecto pretendemos corregir, por
ejemplo si necesitamos movilizar, calmar o focalizar el deportista.

45
Debemos tener presente que la visualización como técnica se utiliza
para evaluar situaciones, o para anticiparse a las mismas, pero también
se llevan a cabo para el control de respuestas fisiológicas.
La técnica de visualización no sólo debe poner en actividad el sentido
de la vista, sino que tiene aunar todos los sentidos en función de la
capacidad que tenga el deportista de evocar las imágenes.
Cuando el sujeto es capaz de imaginar una situación particular del
partido, se tiene que involucrar con el movimiento, con las emociones,
los sentimientos, olores, despliegues físicos, etc., que por más que no los
lleve a cabo de manera real, se ponen en funcionamiento a nivel
mental los mismos mecanismos internos que cuando efectivamente se
vive la experiencia.
Un ejemplo a tomar en cuenta tomado en este caso del Fútbol es que
cuando el jugador se mueve e intenta anticipar a un rival en procura de
la posesión de la pelota, previamente a la activación física nuestro
cerebro ha transmitido el impulso nervioso necesario, para que se
traduzca en órdenes a los músculos para ejecutar un determinado
movimiento, creando de esta manera una huella en nuestra psiquis a la
cual iremos y actuaremos desde ella reforzándola en consecuencia
cuando nos imaginemos ese determinado movimiento.
Es de este modo que la técnica de visualización contribuye a
mecanizar, a automatizar los gestos deportivos ya sean movimientos en
lo que respecta a lo tácticos, a lo técnicos, como así también a lo físico.
Es una experiencia sensorial mental que se suma a la experiencia físico-
técnica para mejorar las destrezas deportivas.
La técnica tiene la ventaja de poner anticipadamente al deportista en
situación de competencia, adquiriendo así la posibilidad de vencer los
miedos iniciales, temores de enfrentar a determinados rivales que les
remitían a situaciones de frustración, de dolor, de lesiones físicas. Aquí
tenemos la posibilidad de reparar situaciones ya inscriptas en nuestro
mundo interno, suministrando una resolución temática favorable según
nuestros intereses.
46
De esta manera podemos lograr una predisposición positiva eliminando
una serie de elementos negativos y reforzando los positivos ya existentes.
Como ya mencionamos la atención y la concentración son variables
que adquieren gran importancia a la hora de lograr un óptimo
desempeño.
Roffé (1999) aclara que el entrenamiento en la imaginación debe
involucrar a todos los sentidos, –vista, oído, tacto, olfato, gusto,
quinestésico-. La teoría psiconeuromuscular sugiere que impulsos
similares ocurren en el cerebro y en los músculos, cuando los atletas
imaginan los movimientos sin ponerlos en práctica. Esta evidencia
científica respecto de la innovación muscular muy próxima a la
verdadera, hace que el -ver con los ojos de la mente- fije en nuestras
psquis, imágenes positivas que dejan un sentimiento de -deja vu- algo
ya vivido, ocasionando al deportista una anticipación que redunda en
un mayor control de ansiedad, mejora en la toma de decisiones, un
grado más elevado de concentración, y sobre todo, una elevación de
la autoconfianza y del autocontrol.
El deportista en esta técnica debe estar familiarizado con la tarea y
dominarla, combinando la práctica mental y física. Las imágenes deben
ser vivas y controlables.
Roffé, (1999) explica que existen dos tipos de visualizaciones:
 Las internas, imaginándose a sí mismo.
 Las externas, visualizándose como un espectador, desde afuera.
Se debe tener en cuenta que la nitidez y variedad de las imágenes la
da la práctica. La búsqueda es que los ejercicios de respiración,
relajación y visualización puedan incorporarse como un hábito
cotidiano, para incrementar el bienestar psicológico y la actuación. Se
sugiere practicarlo antes de dormir o al levantarse y hay innumerables
modalidades. La meditación y el yoga suelen ser también un buen
complemento.
Otra técnica para llevar a cabo este tipo de ejercicios es a través de
diapositivas vinculadas al deporte en cuestión. Esto luego de un
47
ejercicio de respiración. Las visualizaciones duran de cinco a diez
minutos y como la mente no discrimina entre realidad y fantasía, si se
logra un buen entrenamiento mental, se acercan las metas. Lo rico de
hacerlo grupalmente es que luego hablamos de lo que pudo ver cada
uno con los ojos de la mente y tratamos de fijar entre todos imágenes
positivas (Roffé, 1999).

3.5 TÉCNICAS DE AUTO-DIÁLOGO


Debemos tener en cuenta que cuando el deportista se siente eficaz, se
comporta con seguridad,
mantiene la atención centrada
en la tarea, y reacciona de una
manera positiva frente a los
obstáculos que se enfrenta, los
considera desafíos e intenta sobrellevarlos. Entonces la confianza y el
clima psicológico que gobiernan, van a determinar las conductas de la
toma de decisiones consecuentes (Roffé, 1999).
Existe una correlación directa entre autoconfianza y éxito en
competición. Es fundamental que los jugadores de un equipo piensen o
verbalicen con respecto a la competición ya que culmina afectando
de uno u otro modo en su rendimiento ya sea a corto o a largo plazo. Es
por ello que debemos tener presente que un pensamiento o una forma
de pensar inapropiada conduce a sentimientos negativos y a un pobre
rendimiento deportivo. Por el contrario si se logra modificarlo, un
pensamiento apropiado o positivo conduce o proporcionar sentimientos
de valía y como consecuencia un alto rendimiento deportivo (Rosin, y
Nelson, 1983; Dorsel, 1988; Kendall, Hrycaiko, Martin, y Kendall, 1990).
Entonces la clave para controlar lo cognitivo -los pensamientos- es el
autodiálogo.
Lo que sucede es que cada vez que pensamos acerca de algo
estamos hablando o dialogando con nosotros mismos, entonces si este
autodiálogo, es negativo, distrae de la tarea que hay que realizar e

48
interrumpe las habilidades automáticas aprendidas. El autodiálogo es
especialmente destructivo cuando un jugador o todo un equipo se
etiqueta peyorativamente (Ellis,1988).
Por ello tenemos la necesidad de conocer y, modificar el diálogo
interno del jugador como factor clave que determina sus sentimientos -
confianza, valía, etc.- y conductas -rendimiento deportivo-.
El psicólogo deportivo que desee trabajar sobre esto deberá plantearse
objetivos en lo que refiere al programa de entrenamiento en técnicas
cognitivas.
 Hacer conscientes a los deportistas del poderoso impacto que
tienen en sus sentimientos y en su conducta la actividad
cognitiva, es decir, sus pensamientos.
 Identificar qué se dicen a sí mismos los jugadores en diferentes
situaciones deportivas: cuando van perdiendo, cuando fallan un
disparo, etc.
 Modificar -si es negativo o interferente con la ejecución deportiva-
lo que se dicen a sí mismos los jugadores en dichas situaciones
deportivas con el fin de que sus sentimientos y comportamientos
sean más efectivos.
 Ayudarles a identificar y refutar las distorsiones de pensamiento
postcompetitivas, sustituyendo éstas por otros pensamientos
alternativos más ajustados a la realidad.
Existen diversas técnicas específicas para trabajar cada uno de estos
objetivos planteados.
 Para el primer objetivo: utilizar la retrospección (Williams, 1993).
Consiste en que los jugadores recuerden un determinado
momento en el que, por ejemplo, se sintieron bien con su
rendimiento y traten de recrear los pensamientos que tuvieron
lugar antes y durante ese momento. Con ello se conseguirá que
los deportistas tomen conciencia de la situación específica que
condujo a este tipo de pensamiento.

49
 Para el segundo objetivo: podemos utilizar, aparte de la
retrospección, el cuestionario Feedback de la actuación
deportiva (Williams, 1993) Este cuestionario puede administrase
después de las practicas o competencias y recoge, además de
información directa del autodiálogo de los jugadores, otros datos
referidos a variables relevantes en psicología del deporte.
También se puede utilizar vídeos, esto ayuda al jugador a evocar
pensamientos, que puede, al mismo tiempo, anotarlos en un
papel.
 Para el tercer objetivo: Para modificar lo que los deportistas se
dicen a sí mismos en determinadas situaciones -potencialmente
generadoras de estrés- utilizamos las autoinstrucciones Se utiliza
cuando lo que el jugador se dice a sí mismo es interferente o
inapropiado para la ejecución de la conducta deportiva. El
psicólogo, junto con los jugadores, repasa las situaciones
estresantes del partido que ponen en marcha los pensamientos
negativos.
El autodiálogo es interferente para la tarea, porque genera
ansiedad e impide centrarse en la jugada siguiente o en lo que el
entrenador le ha dicho. Se le enseña que en este caso, primero,
mediante la técnica llamada parada de pensamiento que debe
detener la cadena de pensamientos negativos diciéndose a sí
mismo -¡basta!-. Después se le explica que tiene que utilizar las
autoinstrucciones previamente ensayadas -frases cortas que
internamente nos decimos a nosotros mismos para guiar con éxito
nuestra conducta- en esa situación. Entre psicólogo y jugadores
determinan qué autoinstrucciones puede usar para ese momento,
por ejemplo: -¡Si lo sigo intentando, al final marcaré un gol porque
estamos metiéndolos en su área!-
En resumen, podemos utilizar las autoinstrucciones para analizar y
prever qué es lo que puede suceder en un momento
determinado al ir perdiendo, -fallar tiros, perder balones etc.- y
50
que los deportistas ensayen, conjuntamente con el psicólogo y el
entrenador del equipo o de forma individual dependiendo el
caso, auntoinstrucciones cortas y claras que puedan ser utilizadas
en esos momentos para que guíen el comportamiento deportivo
con eficacia, que muestren que hay salida para la situación.
Además para motivar a los jugadores, ya que éstas pueden ser
motivantes en sí mismas, es decir, que su uso tampoco queda
restringido cuando
Roffé aclara que ir perdiendo es un problema y una presión que puede
disparar en la cabeza de los deportistas y del entrenador pensamientos
negativos. Si el deportista no cuenta con las respuestas adecuadas para
enfrentar la situación habrá que enseñárselas, si el deportista rumia
pensamientos negativos o automáticos, se le enseñará a identificar las
cadenas de pensamientos y detenerlos.
Lo que suele suceder en la mente del deportista es lo siguiente:
Piensa negativamente → Siente negativamente → Actúa
negativamente.
No quiero fallar → Siento miedo a equivocarme → Me equivoco en la
acción.

3.5.1 EL MIEDO COMO DISPARADOR


 ¿Qué hace el deportista con los pensamientos negativos y miedos
que se le cruzan por la cabeza antes o durante la competencia?
 ¿Qué mecanismo aplica para que no interfieran en el buen
desenvolvimiento?
 ¿Cómo los controla?
El miedo es un sentimiento legítimo de todo ser humano y muchas veces
el secreto o estrategia no es aniquilarlo, sino controlarlo, dominarlo, que
no moleste, que no entorpezca, que no dificulte la acción eficaz. Los
miedos que muchas veces son racimos, aumentan a mayor presión y
disminuyen a mayor confianza.

51
El miedo a fracasar y el miedo a equivocarse son posiblemente los más
comunes, como así también el miedo
a no poder resolver y el miedo a
lesionarse. Hace referencia a que las
presiones internas son independientes
de las externas. Y el miedo a fallar y el
miedo a cometer errores, son la causa
de la inhibición.
El circuito es:
‘arriesgo → me equivoco → siento culpa -me reprenden- → baja mi
autoestima → miedo a arriesgar durante la competencia.
Esto ocurre muchas veces fomentado por el sistema que pretende
deportistas perfectos y otras por entrenadores que reprenden en
público al jugador que comete un error en la competencia. Lo más
común es que sin un óptimo bienestar psicológico y sin una gran
fortaleza mental, su rendimiento caiga posteriormente. El deportista
mayormente es el primero que sabe que se equivocó por lo que es
necesario que el entrenador busque el tono de voz, las palabras y el
momento adecuado para marcárselo.
Por lo tanto algunas de las estrategias más comunes para cambiar y/o
controlar los miedos son:
 Sustituir pensamientos negativos por positivos.
 Visualizaciones específicas.
 Psicoterapia.
 Fortalecimiento de la autoestima.
 Facilitar canales de comunicación con el director técnico y los
compañeros.
Los miedos como ya vimos bloquean e inhiben, entonces si queremos
deportistas decididos, debemos ofrecer las herramientas y estrategias
necesarias para controlarlos. Solo así tendremos jugadores creativos,
emprendedores, dueños de sus actos.

52
Estos aparecen íntimamente relacionados con la confianza y el control
de las presiones. El jugador debe poseer la capacidad de arriesgar, y
no tener miedo al ridículo.
Vemos la importancia de la técnica del autodiálogo, de las
autoinstrucciones como procedimiento encaminado a crear
verbalizaciones alternativas de carácter adaptativo. Las instrucciones se
utilizan en dos tipos de situaciones. Una, en una situación general de
competición o de entrenamiento y que iría encaminada a mantener la
concentración; y dos, en una situación puntual de ejecución en la que
el sujeto verbalizaría todas aquellas acciones conducentes a una
optimización del rendimiento. Se recomienda el uso de esta técnica con
aquellos jugadores que presentan indicadores bajos de autoestima o de
autoeficacia y como técnica básica de mantener la motivación
durante la competición.

Para finalizar y a modo de reflexión acerca de los temas


abordados durante este mes, recomendamos el siguiente
video: https://youtu.be/pUP4bOT2_Ao

53
Actividad de repaso
Estimado alumno, esta actividad tendrá por finalidad
repasar los conceptos que se desarrollaron a lo largo
del presente material.

1. Elabore un resumen de los conceptos más


relevantes de este primer mes.

2. Elija un deporte en particular y enumere cuales considera que son los


principales factores a tener en cuenta para un análisis deportivo.

3. Ingrese al link para leer la siguiente noticia sobre la psicología y lo


problemas que interfieren en el rendimiento deportivo:
http://noticias.perfil.com/2015/08/22/psicologia-y-deporte-jugar-contra-
el-enemigo-intimo/
a) Efectué un análisis de la noticia y diga qué opina sobre el tema en
cuestión.
b) ¿Cómo se relaciona con los temas dados en este material?

54
En este primera parte del material del mes 1 hemos tratado temas
introductorios a la psicología deportiva, los inicios, objetivos, roles del
psicólogo dentro del deporte, y algunas técnicas de aplicación.

En relación con el tratamiento de estos temas, podrán encontrar el


siguiente Material adicional, que profundizará y complementará con
distintas visiones y conceptos lo visto hasta ahora:

- LA ELABORACIÓN DEL PROGRAMA DE PREPARACIÓN PSICOLÓGICA CON EL


DEPORTISTA
- LA INTELIGENCIA COMPETITIVA COMO FACTOR CLAVE DEL RENDIMIENTO DEPORTIVO
- EFECTO DE LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA Y DE LA PARTICIPACIÓN DEPORTIVA
SOBRE EL ESTILO DE VIDA SALUDABLE EN LA ADOLESCENCIA EN FUNCIÓN DEL GÉNERO
- LA PSICOLOGÍA DEL DEPORTE EN ARGENTINA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

55
En el próximo mes, veremos los temas referentes a
técnicas específicas, la psicología y los deportes de alto
rendimiento, estrés competitivo entre otros aspectos.
Esperó que hayan disfrutado de los temas vistos hasta el
momento.
¡Nos vemos el próximo mes!

56
Bibliografía:
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en relación con las deportistas españolas de alta
competición. Seminario Mujer y Deporte. Málaga:
Instituto Andaluz del deporte.
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recuperación. Madrid: Dykinson.
 Buceta, J.M. (1998). Psicología del Entrenamiento Deportivo. Madrid: Dykinson.
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orientación del trabajo psicopedagógico en la Escuela Nacional de Gimnasia.
Tesis de Maestría. La Habana 2003.
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¿Hacia donde se dirige la Psicología de la Actividad Física y el Deporte?
Entrevista a Francisco García Ucha.
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