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COSMOVISIÓN CRISTIANA

Introducción

Tres referencias Bíblicas nos mostrarán la importancia de este estudio:

"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No
sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la
luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende
una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que
están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."(Mateo 5:13-15)
"Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de
lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, pero tú no te conviertas a ellos."
(Jeremías 15:19)
"Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás
debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que
los guardes y cumplas." (Deut.28:13)

Estos tres pasajes expresan la misma idea.


 Como Pueblo de Dios, somos llamados a influenciar el mundo, sin ser influenciados
por él.
 Somos llamados a llevar la delantera, a ser los innovadores y pioneros; no a cojear
detrás del resto de la sociedad.
 Esto es lo que en realidad sucedió en Europa y Norteamérica durante varios siglos:
 Los cristianos eran los precursores del Estado de Derecho moderno; eran los primeros
en idear sistemas de salud, de educación, y de ayuda social; eran los pioneros en
muchas áreas de las ciencias.
 El resto de la sociedad fue influenciado por ellos y les seguía. Así surgió una sociedad
que aplicaba principios cristianos en muchas áreas de su vida. (Estudiaremos esto en
detalle más adelante.)
 Pero hoy en día, las cosas están al revés: La sociedad no cristiana marcha adelante, y
los cristianos le siguen. Hoy en día, los incrédulos enseñan a los cristianos cómo
deben curar a sus enfermos, cómo deben educar a sus hijos, cómo deben ejercer una
profesión; y los cristianos se dejan influenciar por ellos. De cabeza, nos hemos
convertido en cola.
 Lo que sucede es que los cristianos contemporáneos, en su mayoría, dividen su mundo
en dos esferas: una "esfera religiosa" y una "esfera secular". Podríamos dibujarlo así:
 Para ser un buen cristiano, uno tiene que retirarse del "mundo secular" y pasar la
mayor parte del tiempo en la "esfera religiosa" (o sea, la iglesia).
 Por el otro lado, en el "mundo secular" gobiernan las leyes de este mundo, y la Palabra
de Dios no se aplica al trabajo diario, a los estudios, etc.
 De esta manera, los cristianos no son ninguna influencia cristiana en la sociedad; y
además se dejan influenciar por la sociedad en todo lo que no tiene que ver con su
"vida religiosa".
 Se considera que Dios gobierna solo sobre la "esfera religiosa" - pero ¿quién gobierna
entonces sobre la "esfera secular"? - En realidad, al pensar así, abandonamos toda la
"esfera secular" al poder del enemigo. Y con el tiempo, este "pensamiento secular"
está invadiendo también la iglesia.
 Los pasajes Bíblicos que leímos al inicio, nos presentan un cuadro diferente; lo
podríamos dibujar así:
 Dios es el Señor sobre el todo de nuestra vida y de la sociedad. Entonces, Su Palabra
se aplica a todos los aspectos de nuestra vida y de la sociedad.
 Como cristianos somos enviados al mundo; no para vivir como vive el mundo, sino
para ser diferentes. (Vea también Juan 17:15-18).
 Esto significa que debemos ser conocidos en el mundo como personas que tienen
normas diferentes en cuanto a la vida entera; o sea, que tienen
una cosmovisión diferente.
 Y no solo esto: Dios espera, y nos promete, que nuestra cosmovisión será más fuerte
que la cosmovisión del mundo que nos rodea; que "ellos se conviertan a nosotros, y
no nosotros a ellos".
 Esto requiere que nosotros mismos "nos convirtamos" y "obedezcamos los
mandamientos de Dios". Nosotros mismos debemos primeramente corregir nuestras
convicciones más profundas, para que sean de acuerdo con la voluntad de Dios.
 Después debemos actuar de manera consistente con estas convicciones. A menudo,
esto requiere pagar un precio alto, porque en muchas oportunidades actuaremos en
contra de lo que la sociedad espera de nosotros.
¿Qué es una cosmovisión?
 "Cosmovisión", literalmente, significa "la manera de ver el mundo". La cosmovisión
es el conjunto de presuposiciones y conceptos básicos que una persona tiene acerca
del mundo.
 Podemos decir que la cosmovisión es como un par de lentes, a través de los cuales
miramos e interpretamos el mundo. Personas con diferentes cosmovisiones pueden
observar el mismo hecho, pero interpretarlo de manera muy diferente.
 En la India, todo el mundo come con las manos. Un misionero inglés había vivido
bastante tiempo en la India, y había ganado la amistad de cierto hombre muy culto y
educado. Un día, el misionero preguntó a su amigo: "¿Cómo es que usted, con toda
la educación que tiene, sigue comiendo con las manos como todos los demás? ¿No le
preocupa que esto puede ser poco higiénico?" - El hombre respondió: "De mis manos
yo sé que no han estado en la boca de nadie más que la mía. Pero los cubiertos que
usted usa, ¿en las bocas de cuántas otras personas han estado?"
 Este ejemplo demuestra que el mismo hecho puede ser interpretado de manera muy
diferente, según la cosmovisión que uno tiene.
 Durante este estudio descubriremos que Dios nos ha revelado una cosmovisión
entera, una manera particular de interpretar el mundo.
 Esta cosmovisión Bíblica y cristiana es lo que hace la diferencia entre un cristiano
comprometido, y todo el resto del mundo. Muchos cristianos han aceptado el
cristianismo como un sistema religioso o una forma de vida personal; pero muy pocos
han aceptado el cristianismo como cosmovisión.
 Para llegar a tener una cosmovisión cristiana, tenemos que examinar primero nuestra
propia cosmovisión y desechar todo lo que no está de acuerdo con la Palabra de Dios.
 Esto no es fácil porque se trata de las bases más profundas de nuestra pensamiento.
Descubriremos que mucho de lo que creíamos, e incluso creíamos que era "cristiano",
en realidad no lo es.
 Francis Schaeffer dice: "La gran mayoría de las personas asimilan las
presuposiciones de su familia y de la sociedad que les rodea, en una manera muy
parecida como un niño se contagia con sarampión. Pero las personas con un horizonte
más maduro se dan cuenta de que tienen que escoger sus presuposiciones con mucho
cuidado, dependiente de la cosmovisión que consideran ser la correcta."
 Este estudio ayudará a comprender las diferencias entre la cosmovisión cristiana, y
otras cosmovisiones.
 Jesús dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente, y con todas tus fuerzas" (Marcos 12:30). Examinar cosmovisiones requiere
mucho trabajo intelectual. Pero lo haremos, no como un pasatiempo filosófico, sino
como un acto de "amar a Dios ... con toda nuestra mente". Mientras nuestra mente
sigue siendo guiada por cosmovisiones que no son cristianas, no podemos decir que
amamos a Dios con toda nuestra mente.
Acerca de la clasificación de este estudio:
 Este estudio, en sí, cubre contenidos de filosofía, de apologética, y de ética. Sin
embargo, ninguna de estas clasificaciones lo describe adecuadamente.
 Los cursos de filosofía, por lo general se limitan a una descripción de diferentes
filosofías, sin analizarlas bíblicamente y sin demostrar sus consecuencias concretas
en la historia y sociedad. Una tal manera de estudiar filosofía no debería tener lugar
en un currículo teológico, porque es una manera de pensar que Dios condena.
 En la Biblia aparece la palabra "filosofía" (resp. "filósofo") solo dos veces, y ambas
veces en un sentido negativo (Hechos 17:18, Col.2:8). (Más adelante en el curso
veremos que la Biblia contiene más referencias a la filosofía, e incluso una clara
refutación de la filosofía griega.) - Por tanto, si estudiamos filosofía en este curso, la
estudiamos desde una perspectiva Bíblica; y examinamos las consecuencias concretas
que tienen las ideas y cosmovisiones.
 Los cursos de apologética por lo general se limitan a examinar doctrinas que tienen
una injerencia directa en el campo de la teología. Pero si hablamos de "cosmovisión
cristiana", entonces hablamos de aplicar la Palabra de Dios a todas las áreas de la vida
y de la sociedad; y entonces tenemos que refutar también doctrinas erróneas en el
campo de la historia, política, educación, etc.
 Una falsa doctrina no es menos peligrosa si se propaga afuera de la iglesia; al
contrario, los cristianos caen más fácilmente en estas doctrinas porque parecen
"científicas", y porque las iglesias no se preocupan por refutarlas.
 Los cursos de ética se preocupan por la aplicación práctica de la Palabra de Dios. Este
es también un aspecto de nuestro curso; pero el énfasis principal está en los
pensamientos, y en las bases de los pensamientos (la cosmovisión), que nos impulsan
a actuar en una manera determinada y no en otra
Introducción a la cosmovisión Bíblica-cristiana
Traducido según apuntes de exposiciones dadas por el Dr. Glenn Martin, 1986.
I. ¿Qué es una cosmovisión?
 Romanos 12:1-2: Las ideas tienen consecuencias. Nosotros actuamos de la manera
como pensamos.
 No solo debemos saber lo que creemos; también debemos saber por qué lo creemos;
y debemos saber lo que no creemos y por qué no lo creemos.
 sabemos esto; o seremos influenciados y dirigidos por aquellos que sí lo saben. Cada
persona o es dirigida o es dirigente. ¡Como cristianos, debemos ser los dirigentes!
 La vida en un tiempo determinado en un lugar determinado es siempre influenciada
por un número relativamente pequeño de personas, porque solo un número muy
limitado de personas saben lo que creen y por qué, y lo que no creen y por qué no.
 Un número pequeño de "líderes bíblicos-cristianos" podrían cambiar el mundo.
 El liderazgo no es lo mismo como ocupar una posición de poder. Las personas que
consideramos como "líderes", en realidad solo ponen en práctica lo que aprendieron
de los líderes verdaderos.
¿Por qué tantos cristianos no tienen influencia?
 Es que saben las respuestas, pero no conocen las preguntas cuyas respuestas este
mundo pos-cristiano busca desesperadamente.
 No solo debemos conocer las respuestas, sino también vivirlas con toda nuestra
existencia. Debemos combinar nuestro conocimiento intelectual con nuestra
consagración. El conocimiento sin consagración nos lleva a una escolástica rígida; la
consagración sin conocimiento nos lleva a un misticismo sin fuerza.
Las partes de una cosmovisión
- ¿Cuál es la naturaleza, el origen y el destino del cosmos? (la pregunta cosmológica)
- ¿Cuál es la naturaleza, el origen y el destino del hombre? (la pregunta antropológica)
Por ejemplo: ¿Es el hombre fundamentalmente bueno o malo? ¿libre o cautivo? ¿racional o
intuitivo? etc.
Antes de responder a estas preguntas, debemos hacer las cuatro preguntas filosóficas
fundamentales. Estas son preguntas a las cuales cada persona busca una respuesta, sea de
manera consciente o inconsciente. De las respuestas a estas preguntas depende toda nuestra
forma de pensar.
1. La pregunta ontológica (pregunta por la existencia, el origen): ¿De dónde existimos?
Todas las respuestas posibles encajan en una de las siguientes categorías:
a) Ontología sobrenatural: un poder sobrenatural creó todo.
(por ejemplo una ontología bíblica-sobrenatural: el Dios de la Biblia creó todo).
b) Ontología natural: Todo existe por medio de fuerzas naturales.
Los intelectuales modernos se encuentran en un dilema ontológico: Se "abolió" lo
sobrenatural, y por tanto uno es obligado a suponer un origen natural del cosmos. Pero la
ciencia no fue capaz de solucionar la pregunta ontológica de manera satisfactoria. En
consecuencia, o consideramos que la pregunta no tiene respuesta y es absurda (lo que lleva a
la desesperación), o pasamos por alto la pregunta e intentamos hacer lo mejor de nuestra vida,
aun sin conocer la respuesta. Pero ¿cómo sabemos qué es lo mejor? Para saber esto,
tendríamos que saber primero qué posibilidades existen, o sea, quienes somos en realidad;
pero exactamente esta es la pregunta que nos hemos negado a responderla.
Afuera de la Biblia no hay ninguna respuesta (ni siquiera a la pregunta: ¿Cuál es la naturaleza
de la energía?, la ciencia hace declaraciones contradictorias en cuanto a esta pregunta).
2. La pregunta epistemológica (la pregunta por el conocimiento): ¿De dónde sabemos?
a) Epistemología de revelación (un poder superior se comunica con nosotros)
(por ejemplo una epistemología de revelación Bíblica: La fuente de nuestro conocimiento es
la revelación de Dios en la Biblia, y Su encarnación en Jesucristo.)
b) Epistemología racionalista
c) Epistemología intuitiva.
La epistemología de revelación presupone la racionalidad del hombre, porque esta es una
condición indispensable para que haya comunicación. La epistemología racional presupone
el racionalismo del hombre, o sea, su razón es absoluta. La epistemología intuitiva presupone
que el hombre mismo es Dios (panteísmo).
Los intelectuales modernos se encuentran en un dilema epistemológico: Al rechazar lo
sobrenatural, aceptaron el racionalismo. Pero la razón llegó finalmente a la conclusión de que
el único conocimiento seguro es el hecho de que no podemos saber nada con seguridad. (Una
expresión dramática de este hecho eran las revoluciones estudiantiles de la década de los 60:
Puesto que las instituciones de educación superior no eran capaces de resolver las preguntas,
los estudiantes se vengaron de sus "torturadores intelectuales". Es significativo que los
estudiantes no destruyeron gimnasios o edificios parecidos; solo los edificios académicos
eran afectados.) Esta tautología lleva a la desesperación; es necesario tener una respuesta a
la pregunta epistemológica.
3. La pregunta axiológica (la pregunta por los valores): ¿Cuál es el valor supremo?
a) Axiología teísta (un poder superior es el valor supremo)
(por ejemplo: una axiología Bíblica-teísta)
b) Axiología humanista (el hombre es el valor supremo)
c) Axiología materialista (la materia es el valor supremo).
Los intelectuales modernos se encuentran en un dilema axiológico: Cuando se rechaza al
Dios de la Biblia, entonces tampoco hay una razón por qué el hombre debería tener algún
valor. Por tanto, se abandonó poco a poco la axiología humanista en favor de una axiología
materialista. Pero en realidad nadie quiere reconocer esto. Por tanto, se llegó finalmente a la
conclusión de que nada tiene valor. Esto lleva a lo absurdo y a la desesperación. ¡También la
pregunta axiológica exige una respuesta, si no queremos desesperarnos!
4. La pregunta teleológica (la pregunta del destino): ¿Adónde vamos?
a) Teleología del Reino de Dios (Dios es todopoderoso; es Él quien determina la dirección
del tiempo etc.)
b) Teleología del reino de este mundo.
La pregunta por el destino presupone que el tiempo tiene una dirección determinada. Los
intelectuales modernos se encuentran en un dilema teleológico: No se pudo encontrar
ninguna fuerza natural que determine la dirección del tiempo. Por tanto se asume que la
historia no tiene sentido ("no vamos a ningún lugar"). Pero no podemos dejar este "ningún
lugar" sin ser definido: el hombre necesita tener una respuesta.
Después de estas preguntas filosóficas fundamentales podemos hacer las otras preguntas
acerca de Dios, el hombre y el cosmos; y las respuestas que damos determinarán nuestra vida
entera.
Nota adicional: (N.d.Tr.)
Nuestras respuestas a las cuatro preguntas fundamentales tienen consecuencias más
amplias de lo que nos podemos imaginar. Señalaré aquí solamente algunas de las
consecuencias que surgen cuando admitimos la respuesta cristiana a la pregunta
epistemológica (¿De dónde sabemos?):
- Si admitimos que la Verdad se conoce solamente por revelación de Dios, entonces
debemos cumplir los requisitos para recibir esta revelación. Algunos de estos requisitos
que menciona la Biblia son:
Creer. Hebr.11:6: "... porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que le buscan." (Vea también Hebr.11:1-3.) Cuando se trata de
la revelación de Dios, no necesitamos primero "ver para creer", sino primero creer, y
después veremos.
Obedecer. Juan 7:17: "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es
de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta." Aquí también: no necesitamos primero
"entender para obedecer", sino primero obedecer, y después entenderemos.
El temor de Dios. Prov.1:7: "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová." (Vea
también Prov.3:5-7, 15:33, Sal.111:10). Temer a Dios implica entregarnos a El con todo
nuestro ser; no solamente con nuestra "parte religiosa", sino también con nuestra manera
de pensar y argumentar.
- Si admitimos que nuestro conocimiento humano es relativo y limitado, y solamente la
Verdad de Dios es absoluta, entonces tenemos que admitir también que la Verdad de Dios
se aplica a todas las áreas de la vida y del conocimiento científico. Algunos autores, incluso
evangélicos, dicen que existen "dos verdades": una "verdad religiosa" o "teológica" que
encontramos en la Biblia, y una "verdad científica" en la cual la Biblia no tiene nada que
decir. Por ejemplo, un representante de las Sociedades Bíblicas respondió a una pregunta
respecto a la teoría de la evolución: "La Biblia no es un libro científico. La Biblia nos da
la verdad religiosa de que Dios creó el mundo, pero la ciencia nos da la verdad científica
de cómo lo hizo." (Esto significa decir que Dios tal vez sabe algo de teología, pero nada
de ciencias.) Pero si Dios es absoluto, entonces Su Verdad incluye también el área de las
ciencias. La Biblia contiene no solamente "la verdad religiosa", sino también la verdad
científica.
- Es claro que la Biblia no nos da respuestas directas a cada pregunta, sobre todo en el
campo de las ciencias. Pero ella nos muestra como podemos completar nuestro
conocimiento:
a) Podemos sacar conclusiones de lo que está escrito en la Biblia y aplicarlo a nuestros
tiempos, así como los apóstoles aplicaron mandamientos y profecías del AT a la situación
actual.
b) El Espíritu Santo nos puede dar conocimiento (Juan 16:13).
c) Podemos pedir sabiduría de Dios (Stgo.1:5-7) y renovar nuestro entendimiento
(Rom.12:1-2). Cuando empezamos a desechar nuestras premisas antiguas que contradicen
la Palabra de Dios, y empezamos a edificar nuestro pensamiento sobre la Verdad que Dios
nos revela, entonces podemos llegar a conclusiones correctas también en asuntos que no
están mencionados directamente en la Biblia.
- La Palabra de Dios nos exhorta a "llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo" (2 Cor.10:5). Debemos examinar constantemente nuestros propios pensamientos,
si están conformes a la Palabra de Dios. De la misma forma tenemos que examinar también
los pensamientos y opiniones de otras personas. Las teorías científicas son una de las
formas como el enemigo edifica "fortalezas" y "altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios". ¡No podemos aceptar cualquier teoría como "verdad", solamente
porque lo dice un científico!
La pregunta epistemológica es la primera pregunta que debemos clarificar, si queremos
tener una cosmovisión cristiana. Algunos estudiantes tendrán problemas con los conceptos
expuestos en este curso, simplemente porque no han hecho una decisión clara acerca de la
fuente del conocimiento: confían más en los conocimientos de hombres, o en su propio
razonamiento, que en la revelación de Dios.

Las presuposiciones de una cosmovisión Bíblica-cristiana


Tenemos que ocuparnos de las preguntas de todas las áreas de la sociedad, porque debemos
ser un sacrificio vivo para Cristo (Rom.12:1-2). Debemos aprender cómo "pensar los
pensamientos de Dios detrás de Él", para convertirnos en una fuerza reformadora y para
cumplir la voluntad de Dios en todas las áreas de la vida.
Cuando asumimos un posición bíblica en cuanto a las cuatro preguntas fundamentales,
entonces nuestra sugerencia para la sociedad será que todo sea orientado según Dios como
norma absoluta, en todas las áreas de la vida, no solo en la iglesia. Por el otro lado, donde se
asume una ontología natural, una epistemología racionalista, una axiología humanista y una
teleología del reino de este mundo, allí el hombre se orientará según el hombre, y esto en
todas las áreas de la sociedad, entonces también en la iglesia.
Las presuposiciones de una cosmovisión Bíblica-cristiana son estas:
1. El Reino de Dios es espiritual.
Dios es siempre el punto de partida. El gobierna eternamente (vea Gén.1:1, Juan 1:1). Él era,
es ahora, y será para siempre.
La soberanía de Dios se aplica a todas las áreas de la vida; no se la puede limitar en términos
de tiempo o espacio. Por tanto, el Reino de Dios no es idéntico con ninguna institución, ni
siquiera con la Iglesia. Cada área de la vida debe ser un lugar del servicio a Dios.
2. El hombre redimido es un sacerdote, rey y profeta bajo el Dios Soberano.
El sacerdocio general: Cada persona tiene acceso directo a Dios por medio de Cristo. Él es
el único Sumo sacerdote, y su obra es cumplida.
El reinado: Dios colocó al hombre sobre la creación. Entonces, nosotros debemos escudriñar
y utilizar la creación de una manera que agrada a Dios. Por eso, no debemos rechazar la
ciencia, pero tampoco adorarla.
Profetas somos, aunque no tengamos el don especial de la profecía. Es una realidad Bíblica
que Dios "hace saber" al hombre; sobre todo a base de Su Palabra escrita.
¡Podemos celebrar a un Dios poderoso! El es el Creador, el Revelador, el Salvador, el Guía,
el Rey que viene; y esto en todas las áreas de la vida. Dios no quiere que los sucesos nos
sorprendan, sino que sepamos lo que sucedió, lo que sucede y lo que sucederá, y por qué
sucede. No lo podemos saber de manera perfecta, pero de manera verdadera. La Biblia debe
ser la única fuente de nuestro conocimiento. En este punto, los no creyentes tienen su
problema más grande: el hombre no quiere inclinarse epistemológicamente. Pero también
como cristianos, debemos siempre reconocer que no sabemos nada por nosotros mismos.
Nosotros vemos tan poco sentido en la historia porque seguimos una interpretación
naturalista de la historia, que no puede saber nada y que considera el presente como "normal".
Los cristianos desean primero conocer el pre-tiempo (cuando Dios creó todo de la nada),
antes de comprender la historia. Desde de la caída, las condiciones del mundo son muy
diferentes y en realidad anormales. Lo que es ahora, no era siempre y no será siempre. Dios
"concluirá"el tiempo para levantar Su Reino. No la historia nos da esperanza, sino el Reino
de Dios.
Una cosmovisión Bíblica-cristiana es la cosmovisión suprema y en realidad la única posible:
Cuando ponemos como absoluto alguna cosa aparte de Dios, entonces destruimos esta misma
cosa, porque nadie y nada puede llevar el peso de lo absoluto. En cambio, cada persona que
se somete a Dios, tiene acceso a Dios por medio de Cristo. Tampoco debe colocarse alguna
institución entre el hombre y Dios, porque esto significaría ponerse en el lugar de Cristo.
3. El orden del pacto de Dios
Dios nos dio un orden del pacto con preceptos para todas las áreas de la vida. La Biblia
describe cómo Dios busca al hombre caído y le presenta Sus preceptos u "ofertas"; por
ejemplo: "Busca primero el Reino de Dios", "Todo lo puedo por Cristo", "Yo te guiaré", etc.
Dios quiere hacer un pacto con nosotros, o sea, una "oferta" que inicialmente es unilateral
por parte de Dios. (Esto es algo que olvidamos a menudo, porque pensamos a manera humana
que un pacto es un contrato entre dos partes iguales, a un nivel "horizontal"; pero Dios está
muy por encima del hombre.)
¿Cuál es la diferencia entre el cristianismo y todas las otras religiones? - El Dios de la Biblia
vive, los otros dioses son muertos. - También podemos decir que es la diferencia entre
objetivo y subjetivo: La religión empieza con el hombre que se extiende hacia Dios. Existen
religiones teológicas (donde un dios del "más allá" es lo absoluto), y religiones
antropológicas (donde el hombre es lo absoluto). Pero cuando el hombre empieza consigo
mismo, también terminará con el hombre, porque el hombre finito no puede por sí mismo
llegar al Dios Infinito. - En cambio, el cristianismo empieza con Dios, con lo objetivo: con
Dios quien se extiende hacia el hombre. Esta es la diferencia entre toda religión (aunque se
llame "cristiana"), y el cristianismo verdadero.
Aun el orden del pacto de Dios no se debe poner como absoluto. Este orden es un medio para
que el hombre pueda caminar en los caminos de Dios. El pacto de Dios es un pacto personal,
un pacto de la Salvación por gracia, y la posibilidad de acercarnos a Dios. (A menudo estamos
demasiado ocupados con buscar la voluntad de Dios, mientras Él desea que conozcamos en
primer lugar a Él mismo como persona. Entonces se nos aclarará Su voluntad también.)
Dios hace, por ejemplo, un pacto eclesiástico (el reconocimiento de que cada miembro del
Cuerpo de Cristo puede conocer a Dios y aplicar Sus caminos en la iglesia), un pacto social
(que el hombre puede aplicar los caminos de Dios en sus relaciones con otras personas), un
pacto matrimonial, un pacto familiar, el pacto de una vocación, etc.
Que el hombre es caído, no significa que el hombre fuera insignificante o sin responsabilidad
o predeterminado; pero que no puede liberarse por sí mismo del dilema en el cual nació. Para
esto, el hombre depende de la obra de Dios.
Como ciudadanos regenerados del Reino de Dios podemos ser una fuerza renovadora en este
mundo, "sal y luz" (ambas son necesarias para vivir). Dios coloca nuestra época sobre el
fundamento de personas redimidas; Su Reino ya está gobernando en los corazones de los
creyentes. En contraste con el mundo que se ocupa con más y más intensidad de su futuro y
de una salvación futura, nosotros podemos apoyarnos en una victoria ya ganada; solo
esperamos la "entronización oficial" de nuestro Rey.

II. Cosmovisión Bíblica-cristiana en la sociedad


Tenemos una ontología Bíblica-sobrenatural, una epistemología de revelación Bíblica
(nuestra fuente de conocimiento es la revelación de Dios en la Biblia y Su encarnación en
Jesucristo), una axiología teísta (Dios es el valor supremo; pero según la Palabra de Dios,
también el hombre tiene mucho valor como imagen de Dios), y una teleología del Reino de
Dios (Dios está en control sobre todo). Según esta base tenemos que ordenar todas las áreas
de la vida.
La educación (Adquisición de informaciones; medios de comunicación; escuelas):
Es bíblicamente fundamentado que aprendamos a leer, escribir y calcular.
La meta de una educación Bíblica-cristiana es:
conocer a Dios (y aplicar Sus caminos a todas las áreas de la vida)
conocer todas las otras cosmovisiones de una manera justa (porque no podemos estar
conscientes de nada en un vacío: no podemos saber lo que creemos, sin saber a la vez lo que
no creemos)
re-interpretar todo conocimiento, a base de las presuposiciones, principios y cosmovisión
bíblicas. Esto es de especial importancia en nuestro mundo pos-cristiano. Tenemos que re-
interpretar casi con tanta frecuencia como respiramos, sino seremos dirigidos por personas
que tienen una cosmovisión enemiga.
¡Una ciencia bíblica exige mucho! Tenemos que dominar sus fundamentos y métodos; pero
igualmente tenemos que dominar el conocimiento de Dios y de Su manera de pensar.
(Vea también: "Cosmovisión cristiana y educación escolar")
La iglesia:
La iglesia tiene que dirigir a todas las personas hacia Dios.
La iglesia tiene que unir a los redimidos en Cristo, como el Cuerpo de Cristo.
(Vea también: "El calvinismo y la religión")
El derecho:
Cuando preguntamos: ¿Qué es la ley? - ¿Qué es la justicia? - etc, la respuesta cristiana será
siempre: "Dios es la ley, la verdad, la justicia", etc. Por tanto sabemos que "en Él vivimos, y
somos". Toda ley tiene que ser fundamentada sobre la Biblia, o sea, sobre principios bíblicos.
El área civil-social (el conjunto de todas las relaciones humanas):
El gobierno civil es un don de Dios para la dirección de un mundo caído. Dios está sobre
todo; no existe ninguna "esfera secular". Todo es sagrado, en el sentido de "incluido en la
esfera de Dios"; porque Dios gobierna sobre todo. Si aceptamos una separación entre
"sagrado" y "secular", entonces ya hemos perdido la lucha antes que empiece. No es un
asunto de relevancia, sino de reverencia: de la relación correcta de cada uno con Dios. O soy
reverente en todas las áreas de mi vida, o en ninguna; o estoy en una buena relación con Dios
y esto se manifiesta en todas las áreas de mi vida, o mi relación con Dios no es buena.
Una separación entre iglesia y estado es necesaria, pero no en el sentido de "sagrado" y
"secular", sino porque Dios creó estas dos instituciones para fines diferentes.
Cuando no se considera a Dios como soberano, la consecuencia será o la dictadura o la
anarquía. En el lugar de Dios se pone aquello que el hombre cree haber creado primero: el
gobierno. Entonces se considera que el Estado es soberano, entonces el Estado se eleva al
nivel de Dios. Ya no se considera al estado como instituido por Dios para garantizar Sus
leyes y ordenanzas, sino como una institución del hombre para su propio bienestar y su propia
salvación.
Entonces, cuando hay problemas en el estado, se intenta darle aun más poder para solucionar
estos problemas, y esto lleva a la dictadura. O aquellos que no tienen el poder consideran que
todo gobierno es malo, y desean la anarquía. Esto es en realidad blasfemia: puesto que Dios
instituyó el gobierno, al rechazarlo estaríamos diciendo que Dios no sabe lo que hace.
Es bíblico honrar el gobierno como un don de Dios.
(Vea también: "El calvinismo y la política")
Las artes
El arte tiene que ver con la belleza. Dios es también belleza; ¡entonces los cristianos tienen
mucho para escribir, pintar, cantar, etc.! Podemos tomar a Dios mismo como motivo artístico;
pero también Su creación, y al hombre, que aunque caído, sigue siendo hermoso.
(Vea también: "El calvinismo y las artes")
La economía
Abogamos en favor de la propiedad privada y la economía del mercado, pero con algunas
limitaciones bíblicas importantes:
La propiedad privada se presupone por ejemplo en el mandamiento: "No hurtarás". Pero mi
propiedad no me pertenece absolutamente. Cada uno es un administrador para Dios y es
responsable ante Él por todo: el tiempo, los dones, la propiedad, etc.
La economía del mercado tiene que ser unida con justicia en cuanto a los precios y salarios.
El mercado, aunque es un mecanismo creado por Dios para mantener la justicia en cuanto a
precios y salarios, no debe ser tomado como absoluto.
¿Qué es un precio justo? - Un precio justo es un precio que el vendedor puede cobrar con
conciencia limpia ante Dios, y que el comprador puede pagar con conciencia limpia ante
Dios. Entonces, el vendedor no debe siempre cobrar el máximo, y el comprador no debe
ofrecer siempre el mínimo, de lo que soporta el mercado. Los negocios en sí no son injusticia,
pero deben llevarse a cabo de manera justa. Esto se aplica a ambas partes: El comprador que
conscientemente y sin informar al vendedor, paga un precio del cual sabe que es demasiado
barato, es igualmente un ladrón ante Dios, como el vendedor que exige un precio demasiado
elevado.
El trabajo
se realiza para Dios y bajo Dios, y puede considerarse una forma de adoración. En el idioma
inglés, la palabra "work" (trabajo) tiene la misma raíz como "worship" (adoracion).
A base de las "ofertas" bíblicas para nuestra vida, es inimaginable que un cristiano viva en
pobreza permanente. Si considero el trabajo como adoración y busco en el trabajo primero el
Reino de Dios, entonces también tendré éxito y habrá una demanda de mi trabajo. Entonces
me consideraré también llamado por Dios para realizar mi trabajo específico.
La filosofía contemporánea nos dice que el trabajo es solo un medio para aprovecharnos de
las leyes naturales, y que su éxito es la expresión del éxito personal. La consecuencia es una
adicción al trabajo. Por causa del relativismo, el trabajo ya no tiene ningún sentido en relación
con lo absoluto. Por tanto, uno intenta solamente ganar el máximo con un mínimo de
esfuerzo. ¡Así no puede sobrevivir ninguna sociedad!
Los problemas económicos actuales son en el fondo problemas políticos; y los problemas
políticos son en el fondo problemas intelectuales y teológicos. Tenemos la economía
equivocada porque tenemos la teología equivocada.
¿Qué es de los desocupados? - Tenemos que discernir entre aquellos que no quieren trabajar,
y los que no pueden trabajar. Para aquellos que no quieren trabajar, un castigo es apropiado,
como en los tiempos de los puritanos. La negación de trabajar es en realidad la negación de
adorar, y por tanto blasfemia.
Para aquellos que no pueden trabajar, somos responsables. Hasta donde sea posible, tenemos
que impartirles habilidades que les permiten trabajar; pero aquí es también el lugar de la
caridad cristiana (ofrendas).
Hoy en día, en lugar de la caridad cristiana se cobran impuestos. Pero en realidad, los
impuestos deberían servir para el mantenimiento del gobierno y del Estado, no para la
redistribución de las riquezas. ¡El "Estado de asistencia social" es diabólico! Lo que sucede
es que se pone en el centro a aquel que recibe la ayuda; y éste considera que el Estado es su
sustento - en lugar de Dios.
La asistencia social bíblica consiste en que el amor de Dios fluye a través de las personas. La
persona que recibe ayuda, no debe ser hecha dependiente de instituciones o de algunas
personas generosas, sino debe depender de Dios como fuente de su sustento. El hombre que
es egoísta por naturaleza, debe ser movido por el amor de Dios (y no por la obligación del
Estado) para dar generosamente.
En el estado, la comunidad de todos los ciudadanos, el sistema de asistencia social se
pervierte mucho más rápidamente que en la iglesia, la comunidad de los creyentes.

Un pequeño número de personas con los dirigentes fundamentales de los hombres: aquellos
que saben lo que creen y por qué lo creen, y saben lo que no creen y por qué no lo creen. Un
número pequeño de líderes bíblicos-cristianos podrían causar una Reforma grande. Y esto
será necesario, si el Señor no regresa antes.
En esto, solo Dios debe dirigirnos. Como ciudadanos del Reino de Dios, con una mente
renovada, podemos convertirnos en una fuerza reformadora, con la Biblia como punto de
referencia.

Algunos aportes al tema del TRABAJO: (N.d.Tr.)


El trabajo no es una maldición.
El trabajo NO es consecuencia de la caída (como lo enseñan erróneamente algunos
predicadores). Adán y Eva trabajaban en el huerto de Edén antes de la caída (Gén.2:15). Lo
que sí es consecuencia de la caída, es la fatiga, los problemas y obstáculos que ahora se
asocian con el trabajo.
Incluso podemos decir que el primer trabajador fue Dios, cuando creó el universo. El cuarto
mandamiento nos presenta este trabajo de Dios como un ejemplo para nuestro propio trabajo
(Ex.20:11).
El trabajo es un llamado de Dios.
Podría ser de mucha ayuda regresar a algunos conceptos que se desarrollaron en el tiempo de
la Reforma, y que fueron olvidados durante la historia de las iglesias reformadas y
evangélicas. Estos conceptos se centran en el trabajo como el medio por el cual el hombre
realiza su LLAMADO que recibió de Dios.
En 1 Cor.7:20 ("Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede"), Lutero tradujo
según el original griego "estado" con "VOCACIÓN", lo que es sinónimo de "llamado", según
la raíz de la palabra. - Este versículo se encuentra en el contexto del llamado de Dios para ser
esclavo o libre. Lutero puso con su traducción la base para un nuevo concepto (o mejor dicho,
regresó al concepto bíblico) de "vocación" y trabajo. Cada trabajo, incluso el trabajo de un
esclavo, es un llamado de Dios. Muchos historiadores, tanto cristianos como no cristianos,
atribuyen a este concepto del trabajo el desarrollo técnico, científico y económico que Europa
experimentó en los siglos después de la Reforma.
Dos citas que subrayan este concepto:
"Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él. ... Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa
de la herencia, porque a Cristo el Señor servís." (Col.3:17, 23-24 - los últimos dos versículos
nuevamente en el contexto del trabajo de un siervo o esclavo.)
"Entonces cada uno tiene su vocación en la cual sirve a Dios, si la ejerce con diligencia. Un
gobierno que preside y gobierna bien, sirve a Dios. Un ama de casa que cuida a sus hijos; un
padre que se alimenta de su trabajo; un estudiante que estudia con diligencia, sirve a Dios. ...
Antonio escapa y se sienta en el desierto, Jerónimo hace peregrinajes a la Tierra Santa y
exhorta a la castidad, y esto es lo que el mundo estima como cosas grandes y admirables.
Pero que Sara está en el hogar, cocina y atiende a los invitados, esto no solamente no se
percibe como una buena obra, sino al contrario, es visto como un impedimento de otras
buenas obras. Pero el que está atento a la Palabra, encontrará que Sara hizo con ello una obra
mucho más santa que todas las obras de los monjes y ermitaños."
(Martín Lutero, comentando Gén.17:9 y 18:15-16)
El trabajo es adoración.
Glenn Martin señala que en el idioma inglés, la palabra "work" ("trabajo") tiene la misma
raíz como la palabra "worship" ("adoración"). En el idioma hebreo existe la misma conexión:
la palabra para "servir"(trabajar) y "rendir culto" es una sola ("abad"). En Ex.20:5 ("ni
las honrarás", o sea, las imágenes) se encuentra la misma palabra como en Ex.20:9 ("seis
días trabajarás"). Bíblicamente, el trabajo es un servicio ("culto") para Dios.
Algunas consecuencias prácticas:
Necesitamos redefinir nuestros conceptos de "llamado" y "culto a Dios". Mientras un
cristiano piensa que solamente con asistir a la iglesia y otras actividades religiosas puede
servir a Dios, y que solamente el pastor tiene un "llamado" de Dios, no podrá ver su trabajo
"secular" bajo la perspectiva de Dios. (Se encuentra en la posición de Antonio y Jerónimo
mencionados por Lutero.) - Se podría impulsar la formación de grupos de cristianos que
trabajan en la misma especialidad (p.ej. salud, negocios, educación, ciencia, etc.), para
estudiar y desarrollar juntos una perspectiva bíblica de su profesión resp. ocupación, y una
forma como pueden servir a Dios por medio de su trabajo. Incluso podrían empezar a
desarrollar empresas e instituciones que funcionen bajo principios cristianos.
Igual importancia tiene la oración (individual y unida) por el trabajo y las condiciones de
trabajo.
Es Dios quien hace prosperar el trabajo que fue encomendado a El (Sal.127:1-2), y es también
Dios que "promueve" a un trabajador honesto a pesar de las injusticias que se cometen contra
él (vea la historia de José).
La persona que hace todo "de corazón, como para el Señor", será también un trabajador
honesto y rendirá un trabajo de calidad. (¿Cómo tiene que ser mi trabajo para que sea
agradable al Señor?) Esto, a su vez, contribuirá al desarrollo económico. Las mayores
pérdidas en la economía nacional se deben a razones éticas: Irresponsabilidad, falta de
honestidad, desperdicio, delincuencia, alcoholismo, etc.
Los adolescentes (en edad de escuela secundaria) tendrán que ser instruidos sobre el tema del
llamado o vocación, porque este influencia en la elección de su carrera u ocupación.
Probablemente son muchos jóvenes que eligen su carrera según criterios como prestigio,
sueldos prospectivos, expectativas de su familia, una oportunidad que se les presta por
casualidad (p.ej. una beca), etc. Después se quedan en un trabajo para el cual no son realmente
aptos. Podríamos instruirlos a buscar la voluntad de Dios (su llamado) acerca de su futuro
trabajo, y a descubrir y tomar en cuenta sus verdaderas habilidades como talentos que Dios
les dio para poder cumplir su llamado. (¡No todos necesitan ingresar a la universidad!)

III. Interpretación de la historia


Solo Dios es objetivo y absoluto; todo lo demás es subjetivo y relativo. Nuestro punto de
referencia, al interpretar la historia, es la revelación de Dios en la Biblia. La historia es Su
historia. (inglés: "History is His story").
La interpretación naturalista de la historia
A diferencia del animal, el hombre tiene la capacidad de recordarse. El hombre no puede
pensar o actuar sin apoyarse en sus recuerdos. Lo mismo se aplica a una sociedad entera, una
familia, un estado. La pregunta es: ¿Cómo interpretamos nuestros recuerdos?
El mundo tiene una interpretación naturalista de la historia. En esta interpretación, ciertas
épocas se consideran "buenas" y otras "malas":
La antigüedad se considera "buena" porque el hombre se esforzó mucho para liberarse de la
fe en lo sobrenatural. Pero en el momento más "desafortunado", cuando el hombre casi se
había "liberado", surgió un nuevo movimiento sobrenatural: el inicio del cristianismo.
La Edad Media se considera "mala", porque no se alcanzó ningún progreso material, solo un
progreso espiritual; porque el cristianismo triunfó y la "luz de la civilización" se apagó.
La ilustración se considera "buena" porque el aprendizaje renació y porque la "luz de la
civilización" volvió a aparecer.
La época moderna se considera "la mejor de todas las épocas", porque el hombre se está
nuevamente liberando de la fe en lo sobrenatural, y quiere edificar una sociedad perfecta.
¡Todos los campos de estudios están influenciados por esta interpretación de la historia!

Posibilidades de una interpretación, resp. re-interpretación Bíblica


1. Podemos dividir la historia en tres épocas:
la época pre-cristiana
la época cristiana (después de que Cristo penetró la historia)
la época pos-cristiana (en la cual el pensamiento ya no empieza y termina con Dios, sino se
niega lo sobrenatural).
2. Podemos seguir una secuencia teológica en la historia y observar cómo la manera de vivir
de la humanidad cambia de acuerdo con su actitud hacia Dios:
Politeísmo
Monoteísmo (Tiempo del AT)
Teísmo Bíblico del cristianismo (Trinidad)
Teísmo naturalista (escolástica): los pensadores empiezan a marginar a Dios y a colocar al
hombre en el primer plano.
Deísmo ("Dios se retiró después de haber creado el mundo")
Panteísmo: Dios es humanizado y el hombre deificado; "Dios y el hombre son uno". Si el
hombre es "una parte de Dios", entonces la sociedad debería ser mejor. Desafortunadamente,
el panteísmo no produjo ninguna sociedad mejor. Por tanto, la sociedad dejó de creer en Dios.
Ateísmo: Esta posición demostró ser todavía una posición demasiado "blanda".
Anti-teísmo: el esfuerzo activo de erradicar todo pensamiento en Dios.
Pos-teísmo: La pregunta acerca de Dios se considera obsoleta, solo un problema académico.
Pero el pos-teísmo tampoco produjo una sociedad mejor.
Ocultismo, satanismo: Un regreso al mundo espiritual, pero ahora ya no de acuerdo al
Espíritu de Dios.
Esta secuencia se puede observar en la historia del mundo entero.
3. Podemos examinar las diferentes tradiciones en conflicto:
- La tradición de Dios: quien es Él, lo que Él hace, lo que Él hará.
Esta tradición se expresa p.ej. en los judíos del AT, en los cristianos primitivos, en Agustín,
en la Reforma, en la tradición evangélica.
- La tradición que empieza con el hombre: quien es él y lo que hace.
Pero esta tradición no puede empezar con el hombre como en un vacío. Por tanto, en realidad
empieza con el hombre que está al servicio de los poderes del enemigo. El hombre no puede
ser "neutral": o es siervo de Dios o es siervo del enemigo.
Esta tradición se expresa p.ej. en los griegos antiguos y el helenismo, en los romanos, en la
escolástica, en el humanismo y el renacimiento, en el racionalismo de la Ilustración, en la
romántica y el transcendentalismo, en la filosofía evolutiva en sus diferentes variaciones
(darwinismo, pragmatismo, marxismo, freudianismo, etc.), en el existencialismo, en el
ocultismo y en el satanismo.
(Este tema se ampliará en la siguiente sección: "Historia de las cosmovisiones")

IV. Pensar de manera Bíblica-cristiana


El pensamiento Bíblico-cristiano es en primer lugar el reconocimiento de que el hombre no
es Dios.
El pensamiento Bíblico-cristiano nos libera para ser líderes.
Se requiere un largo proceso de crecimiento para llegar a pensar de manera Bíblica-cristiana.
El hombre no es Dios. Por tanto, todas las conclusiones humanas se basan necesariamente en
ciertas presuposiciones o axiomas. En otras palabras: ¡Todo pensamiento humano se basa en
alguna forma de fe! Solo podemos escoger entre la fe en la revelación bíblica, la fe en la
razón, o la "fe en la fe". Por tanto, tenemos que reconocer que todo nuestro pensar se basa en
una de estas dos formas de fe:
o en la fe en la revelación de Dios y Su presencia
o en la fe en las conclusiones de hombres.
La fe en la revelación de Dios y Su presencia:
El hombre no puede comprobar que Dios está presente. Tampoco puede comprobar que la
Biblia es la revelación de Dios. Si esto fuera posible, el hombre sería igual a Dios. Lo finito
no puede comprobar lo infinito; lo creado no puede comprobar al Creador. Entonces, vivimos
a base de la fe en lo que suponemos que es la revelación de Dios, del cual suponemos que El
está presente.
La única alternativa a esta clase de fe es:
La fe en las conclusiones de hombres:
Esto significa vivir a base de la fe en lo que sabemos que son conclusiones de hombres, de
los cuales sabemos que están (o estuvieron) presentes.
Si escogemos esta clase de fe, entonces seremos pronto los más infelices de todos los
hombres. Lo único que es seguro acerca de las conclusiones humanas, es que nada es seguro.
Esto es confirmado por cada rama científica: Lo que ayer se consideraba comprobado, hoy
ya no es cierto; y lo que se considera comprobado hoy, ya no será cierto mañana (Vea 2
Tim.3:7).
Cuando empezamos con el hombre, no podemos escapar de la relatividad. Podemos proyectar
lo finito hacia afuera, tan lejos como queremos: nunca llegaremos a un punto de referencia
infinito. En consecuencia llegamos al existencialismo: No existe la objetividad ni lo absoluto;
todo es absurdo.
La única salida consiste en suponer que lo absoluto existe; que existe un Dios quien se revela,
quien hace saber al hombre (no completamente, pero verdaderamente). Cuando nos
arriesgamos a pensar bíblicamente, entonces comprenderemos que podemos saber, porque el
Espíritu de Dios da testimonio a nuestro espíritu, por causa de la obra redentora cumplida
por Cristo, de que somos hijos de Dios.
Sin poder comprobar a Dios, ni que la Biblia es Su Palabra, pero a base de la suposición que
hemos aceptado, de que Dios existe y de que la Biblia es Su Palabra, podemos saber que
existe la obra redentora de Dios, cumplida en Cristo; y cuando aceptamos esta obra redentora
para nosotros, tenemos el testimonio del Espíritu de Dios en nuestro espíritu (y esto confirma
que nuestras presuposiciones eran correctas).
Pensando bíblicamente, podemos y debemos cuestionar todo sistema de pensamiento, si hace
y responde las preguntas fundamentales, y esto de una manera que se pueda vivirla. El único
"sistema" que hace esto de manera satisfactoria, es el sistema Bíblico-cristiano. Todos los
otros sistemas se convierten necesariamente en ideologías que dividen al hombre y que
causan tensiones interiores (uno cree algo teóricamente, pero se ve obligado a vivir de manera
diferente en la práctica, porque no podemos vivir excepto en el marco de la verdad de Dios.)
Aun peor es cuando la ideología se toma por absoluta. Solo al pensar bíblicamente,
escapamos del peligro de tomar lo relativo por absoluto y lo absoluto por relativo. Lo relativo
en lo cual estamos encerrados, es por ejemplo: el espíritu prevaleciente del presente; la
cosmovisión dominante; el sistema teológico en el cual crecemos; nuestro origen en cuanto
a nuestra familia, iglesia, cultura, nación, civilización, idioma; nuestra rama de estudios y la
manera como nos la enseñan; etc.
Siempre debemos hacernos preguntas como las siguientes: ¿Qué es equivocado en el libro
que estoy leyendo; en la enseñanza que estoy escuchando? ¿En qué basa este autor todo su
pensamiento? ¿En el Dios de la Biblia o en otra cosa? (Si es otra cosa, entonces no podemos
aceptar sus conclusiones como absolutamente verdaderas.)
Leer todavía no es saber; escuchar todavía no es comprender; ver no es creer.
¿Cómo debemos leer, escuchar, ver, pensar? Por ejemplo, cuando leemos un libro, leemos
solamente lo que las presuposiciones del autor nos permiten leer. Pero debemos aprender a
escuchar, leer y pensar bíblicamente.
Cuando hacemos esto, seremos liberados para el liderazgo y podremos leer, ver, escuchar
etc. sin ser influenciados (o decidiremos que no querremos ver o escuchar ciertas cosas).
Cuando leemos algo, sabremos discernir: ¿Cuáles son las presuposiciones del autor? ¿Cuáles
son sus conclusiones? ¿Son estas conclusiones lógicas? Al mismo tiempo podremos saber
cuáles son, en cambio, nuestras presuposiciones y nuestras conclusiones. "Ustedes sabrán la
Verdad (y Dios es la Verdad), y la Verdad les hará libres." (Juan 8:32) "Donde está el Espíritu
del Señor, allí hay libertad." (2 Cor.3:17).
Si no dominamos el pensar bíblicamente, caeremos en una de dos trampas:
Nos retiraremos porque no sabemos cómo manejar las cosas con las cuales nos enfrentamos.
Como cristianos, nos retiraremos de la cultura, la política, etc, y reduciremos el cristianismo
a la iglesia. Entonces ya no tendremos ninguna influencia en el mundo.
O nos dejaremos influenciar por el mundo, y cuando nos damos cuenta, odiaremos a aquellos
que nos influencian, sean autores, actores, periodistas, etc. - encones nos amargaremos
porque no entendemos las cosas. Comprender a nuestros enemigos y amarles, es posible
solamente cuando pensamos bíblicamente. Entonces podremos diferenciar, por ejemplo,
entre un comunista (al cual amamos) y el comunismo (que odiamos); y podremos decir con
Jesús: "Perdónales porque no saben lo que hacen." Incluso podremos comprender por qué
hacen lo que hacen, y confrontarles con su manera de actuar, sin herirles personalmente.
Necesitamos la armadura espiritual (Ef.6:10-18):
el cinturón de la verdad: el conocimiento correcto,
la coraza de la justicia: la acción correcta,
las botas de la disposición de la noticia correcta,
sobre todo el escudo de la fe: la defensa correcta que es el pensamiento Bíblico-cristiano;
este escudo apaga todos los dardos encendidos del enemigo.
el yelmo de la justicia: la relación correcta con Dios,
la espada del Espíritu: el arma correcta,
la oración en el Espíritu: la dirección correcta por medio del Espíritu de Dios,
la oración por los santos: la comunión correcta.
La espalda no es protegida: El cristiano nunca retrocede, ni se mueve de manera "dialéctica".
Para aprender a pensar bíblicamente, es necesario quitar una "capa" tras otra de nuestras
presuposiciones antiguas, hasta llegar al punto de partida inicial. De allí podemos empezar a
edificar nuevamente, con presuposiciones bíblicas. De la misma manera tenemos que quitar
muchas "capas" de conclusiones en todo lo que leemos o escuchamos, hasta llegar a las
presuposiciones que originalmente están detrás de ello. Al leer o escuchar algo, no debemos
quedarnos con las conclusiones del autor. En primer lugar tenemos que preguntar dónde el
autor empieza a pensar. Cada autor tiene un tal "punto de partida", esté consciente de ello o
no.

V. Evangelización y Reforma Bíblica-cristiana


Siempre tenemos una cosmovisión. Entonces, si no tenemos la cosmovisión bíblica, tenemos
otra. Cada persona vive a base de su cosmovisión, no importa si haya escogido su
cosmovisión él mismo o si esté siguiendo a otras personas.
Evangelización bíblica
Si existe una cosmovisión bíblica, entonces existe también una evangelización bíblica.
Puesto que demasiados cristianos no tienen una cosmovisión bíblica y no empiezan con Dios
en su manera de pensar, no se dan cuenta de que la Biblia habla de todas las preguntas
fundamentales y da todas las respuestas.
El punto de partida y más importante es Dios mismo. El segundo punto es la Creación (¡no
la Salvación!). El tercer punto más importante es la pregunta acerca del origen del
conocimiento: ¿Qué existe? ¿y cómo sabemos? - Una parte del conocimiento (a base de la
revelación de Dios) es el hecho de que el hombre ha caído y necesita la obra redentora de
Cristo para ser reconciliado con Dios.
Cuando los cristianos abandonan la cosmovisión bíblica, esto tiene consecuencias negativas
para la evangelización: Se predica solo a Cristo; pero esta es solo una parte de la Verdad. Se
empieza y termina con Cristo en vez de Dios. Aunque Cristo es Dios; pero Dios es también
el Padre y el Espíritu Santo. Cuando empezamos con Cristo, entonces empezamos "en el
medio de lo desconocido", porque así las personas no comprenden por qué necesitan a Cristo.
Tenemos que hablar sobre la aplicación de Dios y de Sus principios a todas las áreas de la
vida, y que solo Dios en Jesucristo es el Salvador. Así aclaramos que nuestro problema
principal es nuestra enajenación de Dios. Pero este es solo el punto de partida: Después de
reconciliarnos con Dios, somos llamados a glorificarle a Él y a servirle a Él como Señor, o
sea, reconocerle a Él como Él que determina las normas para todas las áreas de nuestra vida.
Muchos cristianos evangélicos tienen un pensamiento dividido: Aunque ven que existe una
cosmovisión Bíblica, no empiezan con Dios y la Creación; por tanto, predican cosas que no
son aceptables para la razón; se convierten en "místicos" que no tienen ningún atractivo para
los intelectuales; giran siempre en círculos muy pequeños y no ven la relación de su fe con
lo entero de la vida.
En cambio, cuando confrontamos a un intelectual con una cosmovisión completa, él tiene
por lo menos un interés académico: se ve obligado a reflexionar y a dar una respuesta.
Muchos evangélicos empiezan con la Salvación y dicen a los hombres que deben ser salvados
de la "esfera secular" para convertirse en miembros de la iglesia. Esto parece como si la
iglesia fuera la única esfera importante de la vida. En cierta manera, este testimonio es bueno
y necesario; pero no debe empezar ni terminar allí, sino debe empezar y terminar con Dios.
Un ejemplo de la tragedia de las misiones evangélicas es el continente africano.
Estadísticamente, África es hoy el continente más cristiano. Un incrédulo que compara esta
estadística con la situación actual en África, nunca querrá volverse cristiano. ¿Por qué es
África hoy en día un tal caos? - A los convertidos no se les enseñó aplicar a Dios y Sus
principios a todas las áreas de la vida. En cambio, a los niños talentosos de los cristianos les
enseñaban a leer y escribir; algunos de ellos se hicieron pastores. Pero puesto que los
cristianos no hicieron otros ministerios aparte de fundar iglesias, les enviaron a estos alumnos
a Europa o América para completar su educación. Allí aprendieron la filosofía evolutiva, y
especialmente el marxismo. Los cristianos les habían enseñado a leer; ahora los marxistas les
dieron los libros. Después de la independencia de los estados africanos, estos cristianos
apóstatas se convirtieron en líderes políticos e intelectuales. Si hubieran, en cambio,
experimentado una evangelización realmente bíblica, entonces hubieran tenido una
cosmovisión bíblica fuerte y no se hubieran dejado influenciar por otras corrientes.
Muchos teólogos dicen que cada cristiano, en su vida personal, tiene que llegar a un "punto
de crisis" (que no tiene que ser idéntico con la conversión), donde reconoce su necesidad de
entregarse y sujetarse completamente a Dios; de recibir a Jesús no solamente como su
Salvador, sino también como su Señor. (Los calvinistas llaman este punto "Reconocimiento
de la soberanía de Cristo", los wesleyanos "Santificación", y los carismáticos "Llenura del
Espíritu Santo".) Jesús debe ser el Señor en todas las áreas de la vida y de la sociedad.
Una evangelización bíblica es muy necesaria. Entonces las personas experimentarán una gran
liberación para el servicio de Dios, no importa en cual área de la sociedad estén trabajando.
Y un cristiano ya no se sentirá avergonzado si tiene "solamente" un trabajo "secular". Cada
cristiano tiene un llamado de hacer algo que solamente él puede hacer, porque Dios se
preocupa de la civilización entera.
(Acerca de este tema, vea también: "95 tesis sobre el estado de las iglesias evangélicas")

Reforma bíblica
Una Reforma bíblica significa llevar todas las áreas de la vida bajo la soberanía de Dios.
La única alternativa a una Reforma sería una revolución (la creencia de que el hombre por sí
mismo puede crear un nuevo orden - pero el hombre, por sí mismo, no puede crear nada sino
destrucción y muerte.)
Dios tiene que gobernar primero en nuestros corazones, antes de que pueda estar presente en
nuestros pensamientos. Una Reforma no puede planearse humanamente; no podemos juntos
"tramar una Reforma". Una Reforma es un movimiento de Dios en los corazones y
pensamientos de las personas que le reconocen no solo como Salvador sino también como
Señor, y que le sirven. No podemos "estudiar cómo se hace una Reforma", solo cómo se
llevaron a cabo las Reformas del pasado. Dios no es limitado en los medios que Él usa; pero
Él se decidió a usarnos a nosotros, los hombres redimidos. Sin embargo, no nos obligará a
colaborar con Él.
Condiciones de una Reforma
1. Una Reforma puede suceder solamente cuando los redimidos reconocen que Dios y Sus
principios se aplican a todas las áreas de la vida, y que existe una cosmovisión cristiana. (¡La
última vez que los cristianos reconocieron esto claramente, fue en la Reforma del siglo XVI
!)
2. Los cristianos tienen que decidirse a ser tan eficaces y proficientes como pueden, en
aquella área de la vida a la cual fueron llamados. Primero en el dominio de su propia rama
de estudios; después en la re-interpretación bíblica de estos estudios; y después en la
aplicación práctica y quizás la institucionalización de su re-interpretación.
3. Cada cristiano tiene que reconocer personalmente que Dios le llama a un campo específico
de trabajo.
4. Cada cristiano tiene que dominar su campo de trabajo específico - no como un fin en sí
mismo, sino para glorificar a Dios. Es bueno que los jóvenes cristianos vayan a la
universidad; pero que sean sujetos a Dios como Señor para que no sean influenciados por el
pensamiento del mundo que se manifiesta en los estudios universitarios.
5. Cada cristiano debe encontrar a otros cristianos que tengan el mismo llamado como él (la
re-interpretación bíblica de su campo específico de trabajo), y edificar una relación con ellos.
No se necesita a muchas personas para lograr un cambio de la dirección.
6. Edificar relaciones con cristianos más allá de su propio campo de trabajo: en la sociedad,
la política, la educación, etc. Las pocas personas que realmente empiezan a ser activos, por
ejemplo en la política, se convierten en personas claves; y aquellos que son elegidos en
posiciones de poder saben exactamente quiénes son estas personas claves. Ellos saben que
ya no serán elegidos si se enemistan con una de estas personas. ¡Estas personas claves son
una minoría pequeña! ¿Por qué no pueden ser cristianos entra estas personas? - Podrían serlo,
si fueran más bíblicos.
7. Si los cristianos tuvieran una influencia dominante en toda la sociedad, entonces todas las
áreas de la vida podrían estar bajo el señorío de Cristo. Esto no significa que sería una
sociedad perfecta - en le mundo presente no existe ninguna perfección -, pero sería una
diferencia esencial.
La única alternativa a una Reforma es una revolución, que produce opresión, odio y
destrucción. ¿Queremos una Reforma o una revolución?

Preguntas de estudio:
Describe en tus propias palabras las cuatro preguntas filosóficas fundamentales, y sus
posibles respuestas.
¿Por qué tenemos que aplicar la Palabra de Dios a todas las áreas de la vida?
¿De qué manera deben incluirse cosmovisiones no cristianas en una educación cristiana?
Explica esta afirmación: "Tenemos la economía equivocada porque tenemos la teología
equivocada."
Describe las diferencias más importantes entre la interpretación secular de la historia, y
una interpretación cristiana de la historia.
¿Por qué dice Glenn Martin que todo pensamiento se basa en alguna forma de fe?
Describe cómo podemos analizar las enseñanzas que leemos o escuchamos, sin ser
influenciados por ellas.
¿Qué nos enseña el ejemplo de Africa en cuanto a la evangelización y el discipulado?
Describe lo que Glenn Martin entiende con "Reforma".

Para reflexionar más:


¿Cuáles son tus propias presuposiciones del pensamiento?
¿Qué cosmovisión recibiste de parte de tus padres y familiares, de tu educación escolar,
de tu tradición religiosa?
¿Estás dispuesto a examinar tus propias presuposiciones, a la luz de la Palabra de Dios?

Historia de las cosmovisiones (Parte 1)

Desde la antigüedad hasta el Renacimiento

Contenido:

La religión y cosmovisión babilónica

Origen histórico de la cosmovisión babilónica


Características de la religión babilónica

Resumen de la cosmovisión babilónica

El camino de la cosmovisión babilónica a través del mundo

Levantamiento y caída de las culturas

La relación entre religión y cultura

Cosmovisión griega

La antigua Roma

La Edad Media - Cosmovisión católico romana

El Renacimiento

La religión y cosmovisión babilónica


(Gran parte de este capítulo se basa en la obra de Alexander Hislop, "The Two Babylons"
(Las dos Babilonias), 1858.)
La civilización babilónica es la civilización más antigua conocida por los arqueólogos. Según
la Biblia, es la primera civilización que se desarrolló después del diluvio. Desde que la
escritura babilónica (escritura cuneiforme) fue descifrada, se sabe mucho acerca de la cultura,
religión y cosmovisión de los babilonios antiguos.
Referencias bíblicas importantes acerca de Babilonia
Gén.10:8-10: Nimrod.
"Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso
cazador delante de Jehová (otra traducción: en contra de Jehová); por lo cual se dice: Así
como Nimrod, vigoroso cazador delante de (en contra de) Jehová. Y fue el comienzo de su
reino Babel (Babilonia), Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar." ("Sinar" es también
conocido como "Sumer", y los primeros habitantes de Babilonia como "Sumerios".)
Hablaremos más adelante acerca del significado de estos versos.
Gén.11:1-9: La torre de Babel.
Esta es la historia de la primera rebelión organizada de la humanidad en contra de Dios.
Vemos los siguientes aspectos:
Dios había mandado a los hombres "llenar la tierra", o sea, debían extenderse por toda la
tierra. En vez de hacer esto, se reunían en un solo lugar y se negaron a "ser esparcidos por
toda la tierra".
En vez de adorar a Dios y reconocerle a El como Señor, los hombres querían "subir hasta el
cielo" y hacerse iguales a Dios.
Hasta el momento de edificar la torre, toda la humanidad estaba unida. Esto significa que los
capítulos 1 a 11 de Génesis son la herencia histórica común de toda la humanidad. De hecho
encontramos relatos de la creación, de la caída, del diluvio, etc, en las tradiciones y leyendas
de muchos pueblos y muchas tribus alrededor de toda la tierra.
Desde la torre de Babel, vemos un conflicto fundamental entre dos cosmovisiones: la
cosmovisión bíblica, basada en la revelación y verdad de Dios; y la cosmovisión babilónica,
que se levanta en rebelión contra Dios. Este conflicto fundamental de cosmovisiones es
también una herencia histórica de toda la humanidad. Todas las cosmovisiones posteriores
tienen de alguna forma sus raíces allí: o en la revelación de Dios, o en la cosmovisión
babilónica. Aunque hoy en día conocemos muchas diferentes religiones, filosofías y
cosmovisiones; en el fondo existen solamente dos religiones o cosmovisiones básicas: la
cosmovisión bíblica, y la cosmovisión babilónica.
Isaías 14: El rey de Babilonia como símbolo de la rebelión de Lucifer.
Este capítulo empieza con una profecía contra el rey de Babilonia. Pero repentinamente
cambia el contexto, y detrás del rey de Babilonia aparece la persona de Lucifer (satanás), el
primer rebelde contra Dios: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! ... Tú que
decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi
trono ... y seré semejante al Altísimo." (v.12-14) - Aquí entendemos claramente que la
intención de construir "una torre que llegue hasta el cielo", fue inspirada por el enemigo de
Dios.
Jeremías 50:39-40: La eterna destrucción de Babilonia.
En estos versos es profetizado que la ciudad de Babilonia será destruida por siempre, y que
nunca más será habitada. Babilonia fue destruida en el año 312 A.C, y es hoy un lugar desierto
y abandonado en el país actual de Irak. - Estos versos nos demuestran que las profecías acerca
de "Babilonia", que mencionaremos enseguida, no pueden referirse a la Babilonia histórica.
Apocalipsis 17 y 18: "Babilonia, la gran ramera", encabeza la rebelión contra Dios y la
persecución de los cristianos en los últimos días.
Según lo dicho, "Babilonia" en estos capítulos debe referirse a una ciudad diferente que lleva
sus características, puesto que la Babilonia literal no será reedificada nunca más. Apoc.17:9
menciona "siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer". Esto nos refiere a Roma, la
ciudad que desde la antigüedad es conocida como "la ciudad sobre los siete montes".
(Nota: Incluso los comentaristas católicos romanos, en su mayoría, están de acuerdo con que
"Babilonia" en Apocalipsis se refiere en Roma. La diferencia está en que ellos lo aplican
solamente al Imperio Romano pagano del pasado, y se niegan a aplicarlo a la Roma actual.
El juicio sobre la gran ramera lo interpretan como la caída del Imperio Romano.)
Origen histórico de la cosmovisión babilónica
La Biblia nos da la genealogía de Noé - Cam - Cus - Nimrod.
Las tradiciones babilónicas identifican a Cus como fundador de Babel, y probablemente el
iniciador para la construcción de la torre. Historiadores antiguos llaman a Cus con el nombre
"Bel" = "el que confunde". Nimrod (que también es conocido bajo muchos otros nombres)
fue el posterior edificador de la ciudad, quien continuó la rebelión contra Dios.
Al lado de Nimrod, el rey de Babilonia, se encontraba la reina Semíramis. Las fuentes
antiguas no son claras acerca de si Nimrod fue el hijo, o el esposo, de Semíramis. Muy
probablemente Nimrod fue ambos, o sea, Semíramis se casó con su propio hijo.
Acerca de Semíramis, se dice que ella fue una mujer muy bella, que llevaba una vida muy
inmoral y tenía relaciones sexuales con una gran multitud de hombres.
Es interesante, ante este trasfondo, comparar lo que dice el cronista Guamán Poma de Ayala
sobre el origen de los incas:
"El dicho primer Ynga Mango Capac no tuvo padre conocido; por eso le dijeron hijo del sol...
Pero de verdad fue su madre Mama Uaco. Esta dicha mujer dicen que fue gran fingidora,
idólatra, hechicera, la cual hablaba con los demonios del infierno y hacía ceremonias y
hechicerías. Y así hacía hablar piedras y peñas y palos y cerros y lagunas porque le
respondían los demonios. Y así esta dicha señora fue primer inventadora las
dichas uacas ídolos y hechicerías, encantamientos, y con ello les engañó a los dichos indios.
... Y así fue obedecida y servida esta dicha señora Mama Uaco, y así le llamaron Coya y reina
del Cuzco. Dicen que se echaba con los hombres que ella quería de todo el pueblo ..., según
cuentan los dichos muy viejos indios.
... Se llamó Mama Uaco después que se casó con su hijo y entró a ser señora y reina. Se
llamó Mama Uaco, Coya y supo por suerte del demonio que estaba enpreñada un hijo y que
el demonio le enseñó que pariese el dicho niño y que no lo mostrase a la gente y que lo diese
a una ama llamada Pillco Ziza. Que le mandó que lo llevasen al agujero llamado Tambo
Toco, que de allí lo sacasen de tiempo de dos años y que lo diesen mantenimiento y que lo
publicase que había de salir de Pacari Tambo un Capac Apo Ynga rey [señor poderoso Inca]
llamado Mango Capac Ynga, hijo del sol y de su mujer la luna y hermano de lucero."
(En "Nueva Crónica y Buen Gobierno".)
Nimrod, el "cazador" (Gén.10:9), fue celebrado como libertador, y esto por dos razones:
a) él libraba al pueblo de las fieras que los amenazaban;
b) él los "libraba" también de la dependencia de Dios, porque se rebeló contra Dios y así
llevó la humanidad a la independencia.
Después de la muerte de Nimrod, Semíramis indujo al pueblo a adorar a Nimrod como a un
dios. Esta fue la primera vez en la historia que un hombre fue adorado como dios, y así se
cumplió su deseo de "ser como Dios". Posteriormente, también Semíramis misma fue
adorada como una diosa. De allí se origina la adoración de "la madre y el hijo", que
observamos en muchas religiones bajo diferentes nombres:
Isis y Osiris en la religión egipcia; Astarte y Baal en la religión cananea; Fortuna y Júpiter, y
Venus y Cupido en la religión romana; y María como "Madre de Dios" en el catolicismo
romano. (La adoración de "la virgen" no tiene nada que ver con el cristianismo, sino viene
directamente de la religión babilónica.)
La figura de Cupido es especialmente interesante en este contexto: ¿Por qué se le representa
con arco y flecha? Si Cupido representa el amor romántico, no podemos comprender qué
tienen estas armas que ver con el amor. Pero lo comprendemos fácilmente cuando
entendemos que Cupido es también una representación de Nimrod, el cazador. - Otro símbolo
de Cupido es el corazón, que también viene de la religión babilónica: El corazón es el símbolo
de Bel (Cus), cuyo nombre significa "corazón" en el idioma babilónico. Por tanto, el "corazón
flechado"es un símbolo babilónico.
Semíramis fue adorada como "la reina de los cielos" (Jer.44:17-19.25).
Desde los primeros días de la humanidad, Dios había dado una promesa acerca del Salvador.
El dijo a la serpiente: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." (Gén.3:15) - La expresión
"simiente de la mujer" es interesante. Biológicamente, el portador de la "simiente" (semen)
es el varón, no la mujer. Entonces vemos aquí ya una indicación de que el Salvador debía
nacer de una virgen, sin intervención de un padre humano. Entonces, esta profecía
acompañaba la humanidad desde sus inicios, y se esperaba ansiosamente un Salvador nacido
de una virgen.
Nimrod trató de aparecer como este Salvador prometido. Por eso, él se puso también el
nombre "Zero-ashta" ("Simiente de la mujer"); de allí viene el nombre del dios persa
"Zoroastro".
De allí Nimrod es también relacionado con la serpiente. En las mitologías alrededor del
mundo entero existen leyendas acerca de un héroe que mata a una serpiente o un dragón, pero
muere de las consecuencias.
En la cosmovisión babilónica, la serpiente tiene una doble función. Por un lado, aparece como
enemigo que es vencido por Nimrod; pero por el otro lado, la serpiente es también adorada
como "iluminadora" que lleva al hombre al conocimiento. Nos recordamos de la falsa
promesa de la serpiente: "Serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien
y el mal." (Gén.3:5). (En Roma, se adoraba al dios Esculapio en forma de una "serpiente que
enseña a los hombres"; la serpiente de Esculapio es hasta hoy el emblema de los médicos.) -
Posteriormente, veremos que muchas cosmovisiones esperan que del conocimiento venga el
desarrollo y la salvación de la humanidad.
Sobre la muerte de Nimrod no se encuentra mucho en las fuentes babilónicas; pero lo
podemos deducir de las fuentes egipcias acerca de la muerte de Osiris (el nombre de Nimrod
en la religión egipcia): Osiris/Nimrod fue descuartizado, y las partes de su cuerpo fueron
enviadas a las 14 provincias del reino (de lo que se deduce que fueron 14 partes). Como
demuestran paralelas bíblicas (Jueces 19:29, 1 Sam.11:7), el enviar las partes de su cuerpo
significa una advertencia solemne a todos los habitantes, a no seguir el camino del hombre
que fue ejecutado de esta manera (obviamente como castigo de su rebelión contra Dios). En
otras palabras: Nimrod fue ejecutado judicialmente, por un gobierno justo, para castigar su
rebelión.
En la religión egipcia, los seguidores de Osiris tienen el deber sagrado de juntar nuevamente
los huesos de Osiris, esparcidos por todo el reino, para enterrarlos; y esperan que algún día
Osiris vuelva a vivir. - De allí se origina la costumbre, en muchas religiones, de venerar los
huesos de "santos" muertos (reliquias), y de hacer procesiones con estas reliquias. -
Nuevamente existe una paralela interesante con la mitología incaica, donde también existe la
creencia de que los huesos de los últimos incas muertos volverán a unirse.
Otra paralela interesante encontramos en la creencia de que en la Semana Santa, en Cusco,
cuando se traen los 14 "santos" de toda la ciudad para reunirlos en la catedral, que en la noche
estos "santos" adquieren vida y empiezan a conversar unos con otros. (Estos 14 "santos"
representan también los 14 incas; pero también nos recordamos de que el cuerpo de Nimrod
fue partido en 14 partes.) - ¿De qué conversan? - La respuesta nos da una tradición babilónica,
relatada por el antiguo historiador Maimonides:
"Cuando el falso profeta Tamuz predicó a cierto rey que debía adorar a las siete estrellas y
los doce signos del zodiaco, este rey mandó hacerle morir una muerte terrible. En la noche
de su muerte, todas las estatuas de todos los confines de la tierra se reunieron en el templo de
Babilonia ante la gran imagen dorada del sol que estaba colgada entre el cielo y la tierra. Esta
imagen se postró en medio del templo, y lo mismo hicieron todas las otras imágenes
alrededor, mientras (la imagen del sol) les contó todo lo que le había sucedido a Tamuz. Las
estatuas lloraron y lamentaron toda la noche, y en la mañana volvieron a los confines de la
tierra, cada una a su propio templo. Así se originó la costumbre de llorar y lamentar por
Tamuz cada año, el primer día del mes de Tamuz."
(Nota: el primer día del mes de Tamuz cae en la fecha del 24 de junio - la fecha del "Inti
Raymi" (fiesta del sol) en Cusco, la antigua capital de los incas.)
Tamuz fue un segundo hijo de Semíramis. Después de la muerte de Nimrod, Semíramis
presentó a Tamuz al público como "hijo sustituto" en lugar de Nimrod, o sea, como
"reencarnación" de Nimrod. De allí empezó la costumbre de "llorar la muerte de Tamuz"
(Ez.8:14), y celebrar su "resurrección" o reencarnación, el día 24 de junio.
¿Qué es una cosmovisión?
31 JULIO, 2017 | James Anderson

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VIDA CRISTIANA
Aborto. Eutanasia. Pornografía. Matrimonios entre personas del mismo sexo. Derechos de
los transgénero. Investigación embrionaria. Mejoramiento genético.

Los cristianos que estudian el paisaje cultural en el occidente tienen un claro sentido de que
las cosas se dirigen en un camino destructivo. Mientras que la mayoría de los creyentes
pueden identificar fácilmente los síntomas del declive, pocos se sienten competentes para
diagnosticar y tratar las causas de raíz. Hay muchos factores complejos detrás de esto, pero
una herramienta invaluable para una mejor comprensión y participación con nuestra cultura
es el concepto de cosmovisión. La agitación sociológica y las fisuras morales que observamos
en nuestros días se deben en gran medida a lo que podríamos llamar “tectónica de placas
culturales”: los movimientos y colisiones en las cosmovisiones subyacentes.

¿Qué es una cosmovisión? Como la propia palabra sugiere, una cosmovisión es una visión
general del mundo. No se trata de una visión física del mundo, sino de una visión más bien
filosófica, una perspectiva global sobre todo lo que existe y nos importa.

La cosmovisión de una persona representa sus creencias más fundamentales y lo que asume
acerca del universo en que habita. Refleja cómo respondería a las “grandes preguntas” de la
existencia humana: preguntas fundamentales acerca de quienes y qué somos, de dónde
venimos, por qué estamos aquí, a dónde vamos (si es que vamos a algún lugar), el significado
y propósito de la vida, la naturaleza de la vida que existe después de la muerte, y qué es una
buena vida aquí y ahora. Pocas personas piensan en estas cosas con profundidad, y menos
aun tienen firmes respuestas para estas preguntas, pero la cosmovisión de una persona por lo
menos la inclinará hacia cierto tipo de respuestas, y la alejará de otras.

Las cosmovisiones moldean e informan nuestras experiencias en el mundo que nos rodea.
Afectan a lo que vemos y cómo lo vemos, igual que unos lentes con cristales de color.
Dependiendo del “color” de los lentes, algunas cosas se verán con más facilidad, o por el
contrario, se verán sin el énfasis adecuado, o distorsionadas. De hecho, puede que algunas
cosas ni siquiera se puedan ver.

Además, las cosmovisiones también determinan en gran medida las opiniones que tiene la
gente en asuntos de ética y política. Lo que una persona piensa acerca del aborto, eutanasia,
relaciones entre personas del mismo sexo, ética medioambiental, política económica,
educación pública, y así sucesivamente, dependerá de la cosmovisión de fondo más que de
ninguna otra cosa.

Como tales, las cosmovisiones juegan un papel central y definitorio en nuestras vidas. Dan
forma a lo que creemos y a lo que estamos dispuestos a creer, a cómo interpretamos nuestras
experiencias, cómo nos comportamos en respuesta a esas experiencias, y cómo nos
relacionamos con otros. Nuestros pensamientos y acciones se ven condicionados por nuestra
cosmovisión.

Las cosmovisiones operan tanto a nivel individual como a nivel social. Es raro que dos
personas tengan exactamente la misma cosmovisión, pero pueden compartir la misma base.
Además, dentro de una sociedad, ciertos tipo de cosmovisión serán representados con más
prominencia que otros, y ejercerán una mayor influencia en la cultura de esa sociedad. La
civilización occidental ha estado dominada por una cosmovisión cristiana desde alrededor
del siglo IV, aunque han existido grupos e individuos que la han desafiado. Pero en los dos
últimos siglos, por razones que van desde lo tecnológico a lo teológico, la cosmovisión
cristiana ha perdido dominio, y otras cosmovisiones que compiten con ella se han vuelto más
prominentes. Estas cosmovisiones no cristianas incluyen:

 El naturalismo: no existe Dios; los seres humanos son solo animales evolucionados;
el universo es un sistema físico cerrado.
 El posmodernismo: no existen las verdades ni estándares morales objetivos; la
“realidad” es, en definitiva, una construcción humana social.
 El panteísmo: Dios es la totalidad de la realidad; así pues, todos somos divinos por
naturaleza.
 El pluralismo: las diferentes religiones del mundo representan perspectivas
igualmente válidas acerca de la realidad última; hay muchos caminos válidos hacia la
salvación.
 El Islam: hay un solo Dios, y no tiene hijo; Dios ha revelado su voluntad para todas
las personas a través de su último profeta, Mahoma, y su palabra eterna, el Corán.
 El deísmo terapéutico moralista: Dios solo quiere que seamos felices y amables con
otras personas; Él interviene en nuestros asuntos solo cuando lo invocamos para que
nos ayude.

Cada una de estas cosmovisiones tiene implicaciones profundas en cómo la gente piensa
acerca de ellos mismos, qué comportamientos consideran correctos y equivocados, y cómo
orientan sus vidas. Por tanto es crucial que los cristianos sean capaces de conectar con la
incredulidad al nivel de la cosmovisión. Los cristianos no solo necesitan entender lo que
significa tener una cosmovisión bíblica, sino también por qué deben sujetarse a ella y
aplicarla a la totalidad de la vida. Deberían ser capaces de identificar las principales
cosmovisiones no cristianas que luchan por dominar en nuestra sociedad, entender en qué se
diferencian de la cosmovisión cristiana de manera fundamental, y elaborar un argumento bien
razonado sobre por qué solo la cosmovisión cristiana es verdadera, buena, y hermosa.

El desafío es más grande que nunca. Pero no debemos desanimarnos, porque las
oportunidades y recursos de los que disponemos son también mayores ahora de lo que jamás
lo han sido. En el último medio siglo ha habido un destacable renacimiento en la filosofía y
apologética cristiana, y gran parte de este se ha centrado en desarrollar y defender la
cosmovisión bíblica. En cualquier cosa que Dios llame a su pueblo a hacer, Él los equipa
para ello (ver Ef. 4:11-12; Heb. 13:20-21). El problema no es que la iglesia esté poco
preparada, sino que todavía ha de hacer un uso completo de lo que Cristo ha provisto para
ella

Pregunta: "¿Qué es una cosmovisión cristiana?"

Respuesta: Una “cosmovisión” se refiere a una concepción general del mundo desde una
perspectiva determinada. Una “cosmovisión cristiana” es, entonces, una concepción
comprensiva del mundo desde la perspectiva cristiana. La cosmovisión de un individuo en
su “concepto global”, una armonía de todas sus creencias acerca del mundo. Es su manera
de entender la realidad. La cosmovisión que alguien tenga, es la base para la toma de
decisiones diarias, y por lo tanto, resulta extremadamente importante.

Una manzana colocada sobre una mesa es vista por mucha gente. Al mirarla un botánico,
la clasifica. Un artista ve un bodegón y la dibuja. Un abarrotero la ve como un bien
disponible y la registra en su inventario. Un niño ve en ella su almuerzo y se la come. La
manera en que veamos cualquier situación está influenciada por la forma en que veamos
al mundo en general. Cada cosmovisión, cristiana o no cristiana, incluye al menos estas
tres preguntas:

1) ¿De dónde venimos? (y ¿por qué estamos aquí?)


2) ¿Qué le sucede al mundo?
3) ¿Cómo podemos arreglarlo?

En la actualidad, la cosmovisión más común sobre el mundo es el naturalismo, que


responde así a estas tres preguntas. (1) Somos el producto de una serie de circunstancias
impersonales de la naturaleza, sin ningún propósito real. (2) No respetamos la naturaleza
como deberíamos. (3) Podemos salvar al mundo a través de la ecología y la conservación.
La cosmovisión naturalista genera muchas filosofías interrelacionadas tales como una
moral relativista, el existencialismo, el pragmatismo y filosofías utópicas.

Por otro lado, la cosmovisión cristiana, responde a estas tres preguntas bíblicamente: (1)
Somos una creación de Dios, designados para gobernar al mundo y tener compañerismo
con Él (Génesis 1:27-28; 2:15). (2) Pecamos contra Dios y sujetamos todo el mundo a
maldición (Génesis 3). (3) Dios Mismo ha redimido al mundo a través del sacrificio de Su
Hijo Jesucristo (Génesis 3:15; Lucas 19:10), y un día restaurará la creación a su estado
perfecto (Isaías 65:17-25). La cosmovisión cristiana nos lleva a creer en una moral única y
absoluta, en milagros, en la dignidad humana, y en la posibilidad de redención.

Es importante recordar que una cosmovisión es general. Ello afecta cada área de la vida,
desde el dinero hasta la moral, desde la política hasta el arte. El verdadero cristianismo
es más que una serie de ideas utilizadas en la iglesia. El cristianismo, como se enseña en
la Biblia, es en sí mismo una cosmovisión. La Biblia nunca distingue entre una vida
“religiosa” y una “secular”; la vida cristiana es la única vida que existe. Jesús se proclamó
a Sí mismo “el camino, y la verdad y la vida” (Juan 14:6) y al hacerlo, se convirtió en
nuestra cosmovisión.

Definicion de la cosmovision cristiana segun la Biblia


(In Kyung Sung-obrero de L'abri Internacional)
¿Vieron la palabra ‘cosmovisión’ en la Bíblia? Quizás, en las versiones nuevas podría llegar a
mencionar, pero sino no la deben haber leído en ninguna. Entonces, ¿tampoco habría palabras
que significa ‘cosmovisión’? Si, existen varias expresiones que significan la cosmovisión
como: la voluntad de Dios, verdad, ley, palabra, revelaciones, mente del Señor(1Co 2:16),),
transformación de la mente, inteligencia, evangelio que trajo la salvación(Ef 1:13), etc. Aqui,
vamos a definir la cosmovisión Cristiana en base a las palabras relacionadas a la cosmovisión.

1. La Cosmovisión Cristiana es un sistema de creencias espirituales o la capacidad espiritual


para discernir la voluntad de Dios. Se puede decir como una ‘capacidad espiritual’ para
entender la voluntad de Dios o bíblicamente como la ‘inteligencia transformada’ que es el
sistema de creencias cristianas.
Romanos 12:2 dice: “sean tranformados mediante la renovación de su mente. Así podrán
comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Es el mejor texto de la
cosmovisión ya que Pablo lo dijo para que sus hermanos en la época del Imperio Romano
pudieran distinguir y construir su cosmovisión entre todos los pensamientos del momento.
La palabra ‘comprobar’ significa ‘entender’, ‘encontrar’, ’ver’, esto implica un discernimiento
espiritual o sistema de creencias para entender la voluntad de Dios y encontrar los
pensamientos de Dios.
Entonces, ¿cómo podemos tener este discernimiento espiritual o sistema de creencias? Es
posible si entendemos la voluntad de Dios. Dice la palabra que la voluntad de Dios es “buena,
agradable y perfecta”. La bondad, aceptabilidad y perfección de la voluntad de Dios muestran
la gran diferencia frente a la verdad del mundo pecaminoso, inacceptable e inseguro.
Generalmente la voluntad de Dios se define como la ‘actitud de Cristo(Fil 2:5)’ o la ‘mente de
Espíritu(Ro 8:5)’ que es la mente de Dios de Trinidad. Teológicamente la ‘voluntad de Dios’
clasifica en dos: el propósito eterno de Dios y la Palabra de Dios, es decir, las revelaciones, la
Bíblia.
Existen varios métodos para discernir la voluntad de Dios; por medio de oraciones, sueño,
alucinaciones, consejos de otros, situaciones, naturaleza, historia, etc. Pero, principalmente
entendemos mediante la Bíblia, es la manera más segura. Dijimos que la cosmovisión Cristiana
es el sistema de creencias para discernir y entender la voluntad de Dios, por tanto entender
sistemáticamente la Bíblia es el paso más cercano para tener el discernimiento bíblico y sistema
de creencias.

2. La cosmovisión Cristiana es la mente crítica para criticar las ideologías contemporáneas. El


mundo donde vivimos está bajo el dominio de una cosmovisión no Cristiana, además con la
tendencia ateística, por eso el apóstol Pablo dice “no se amolden al mundo actual(2Co 12:2).”
“el mundo actual” no se refiere a un lugar geográfico, sino a ‘esta etapa’, desde el punto de
vista de tiempo y perspectiva. ‘Esta etapa’ difiere basicamente del ‘mundo que viene’, es decir,
el ‘reino de Dios’ que habla el Nuevo Testamento, ya que indica ‘zeitgeist(sprite of the age )’
con características no cristianas y ateas.
Una de las características principales de esta etapa es oponerse contra Dios. Por eso Andrew
Murray dijo “el secta de los sectas es la zeitgeist”. Podemos analizar las características del siglo
cultural, económica y políticamente. Sin embargo si consideramos que estas características son
las consecuencias de las filosofías y pensamientos de ese siglo, es importante entender zeitgeist,
la corriente de los pensamientos y cosmovision de la etapa.
Apostol Pablo clasificó los pensamientos de esta etapa en los siguiente tres mencionados según
2 Co 10:5 y estos son muy similares a los de hoy:
“Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevamos cautivo todo pensamiento para que se somete a Cristo.”
1) Filosofía moderna: “argumentos” se refieren a todas teorías e ideologías contra Dios. En esa
época existían las teoría estoica y hedonismo psicológico.
2) Religión y sectarismo: “toda altivez” significa todas las idolatrías y sectas que vienen de los
mitos griegos y las religiones romanas y sociedades antiguas, que equivaldrían hoy en día a los
pensamientos pluralistas y sectarismos.
3) perspectivas incorrectas: “todo pensamiento” son los pensamientos generales equivocados,
por ejemplo, separación de las Iglesias, casamiento con un/a no cristiano/a, homosexualidad etc
que existían en la iglesia Corintio.
Por tanto necesitamos tener un buen discernimiento y vivir con la perspectiva del reino de Dios
para enfrontarnos contra los pensamientos malos de este mundo. Porque sino es muy facil
complacer y aceptarlos aunque uno tenga una seguridad de la salvación y sensibilidad
espiritual. Reconozcamos nuestra debilidad de ceder y aceptar la influencia ultra-mundana.
Entonces nos damos cuenta la imposibilidad de vivir sin la cosmovisión Cristiana que es la
capacidad de descernir.

3. La cosmovisión Cristiana es una perspectiva que se transforma paulatinamente. Sería un


milagro o una mentira total si uno dijera “yo me convertí totalmente, tengo nueva perspectiva
desde el momento que acepté a Jesús.” Porque como dice en Ro.12:2 “sean transformados
mediante la renovación de su mente”, el cambio de una cosmovisión o perspectiva no se realiza
en una sola vez ya que son los procesos continuos de conversión y maduración de
pensamientos.
Creer en Jesús y renacer ocurre una sola vez pero no la transformación de la mente y uno
debería esforzar continuamente hasta que se produzca un cambio fundamental. La palabra
“sean transformados” no significa solamente un cambio de formalidad sino un cambio esencial
de pensamientos básicos. Es decir, abandonar el sistema de toda la cosmovisión no Cristiana y
aceptar la cosmovisión Cristiana. Es una revolución interna de la perspectiva. Andrew Murray
dijo: “la santificación es un proceso de transformación y revolución del centro de conciencia
del ser humano, es decir los pensamientos”.
No puede haber una santificación sin el cambio de pensamientos. Creer en Jesús y ser un
hermano santo significa arrepentirse los pecados y comenzar una vida santa; dentro de los
pecados, incluyen la mente errónea y las perspectivas equivocadas, por tanto es indispensable
transformar los pensamientos. La palabra “arrepentimiento” está compuesta por ‘cambiar’ y
‘mente’ y viene de ‘cambiar la mente’. El núcleo del arrepentimiento está en cambiar la mente
y tener la mente correcta como una persona que cree en Jesús.
Darrow Miller explicó la relación entre el arrepentimiento y la mente así: “arrepentirse es,
según el significado de la palabra, pensar en Dios y cambiar el pensamiento sobre la esencia de
la realidad y del ser humano y el propósito de Dios en la historia. Es ver los objetos como Dios
los ve. Además es reconocer la existencia de Dios y su perspevtiva y su diagnostico sobre
nuestro estado.
Sin embargo, como todos sabemos, no es facil transformarnos desde nuestro interior para
pensar y ver las cosas como Dios, ésto es el conflicto. Nuestro alma renace, las emociones
cambian, pero la perspectiva y pensamientos no cambian, esto es la realidad.
Si nos transformamos en todos, pero no en la perspectiva, no hay ningún cambio en nuestro ser.
Sin embargo aunque nuestra perspectiva no está totalmente renovada, si esforzamos
continuamente con la inteligencia crítica y discernimiento espiritual de entender la voluntad de
Dios en Espíritu Santo es posible cambiar nuestra perspectiva. Porque la cosmovisión Cristiana
se forma paulatinamente.

4. La cosmovisión Cristiana es la sabiduría de la vida. Hay personas que nunca escucharon ni


estudiaron sobre la cosmovisión pero son muy inteligentes para vivir: muestran sabiduría para
ganar y gastar el dinero, saben administrar el hogar, gobiernan la nación. Tienen inteligencia en
la vida.

Según el diccionario, la palabra inteligencia significa ‘habilidad para discernir los materiales o
entre la maldad y bondad, es decir, capacidad de definir los materiales correctamente’.

Bíblicamente la inteligencia es considerado como lo más valorado entre los hombres y es el


principio de la moralidad en la vida cotidiana.
Salomón, llamado como “el rey de la sabiduría” dijo que debemos desear más la inteligencia
que las piedras y oro(prov. 3:14-15) (1Co 1:24) y el comienzo de la inteligencia es la creencia,
es decir, “el temor del Señor” (Prov. 1:7). La palabra “temer” no refiere a tener miedo sino
significa respetar y honrar; la palabra “comienzo” no significa el punto de comienzo sino el
principio de toda la inteligencia (Prov.2:4-6;9:10; Job 28:28; Sal 111:10). Apóstol Pablo dijo
que esta intelgencia es Jesús(1Co 1:24)
C.S.Lewis es una de las personas de la inteligencia para anunciar la verdad en forma facil y
sencilla. El dijo sobre el dolor: “el dolor es el megáfono de Dios para las personas que no
escuchan la voz de Dios.”
Francis A. Schaeffer era un predicador muy sabio, dijo “si bajamos el pesebre para alimentar
las ovejas, entonces cualquier animal puede alimentarse.” Un alumno, Jerram Barrs lo escuchó
y desafió y puso en práctica. Confesó “prediqué para que los niños puedan entender, entonces
los adultos comprendieron y recibieron la bendición. Esto es la inteligencia de las palabras, de
la vida y de la comunicación.

5. La cosmovisión Cristiana es la verdad relevante a todo conocimiento humano y es aplicadao


en toda la vida momento tras momento. La verdad Cristiana no es una teoría de la mesa, ni es
un juego de inteligencia, sino es una verdad real que brinda la correcta respuesta en las
preguntas diarias de la vida. No son respuestas detalladas pero son las afirmaciones verdaderas
sobre la existencia actual de todas las cosas.
Esencialmente la verdad Cristiana es Jesucristo. La palabra “verdad” significa letralmente
‘honestidad’, ’buena fe‘, ‘sinceridad’, pero según San Juan, Jesús quien reveló la palabra de su
Padre Dios es la verdad (Jn 1:1; 14:6) y también dice: la verdad es la Palabra de Dios (Jn 17:17)
o la verdad es Jesús (Jn 8:45). De acuerdo a estas palabras, la cosmovisión Cristiana es la
verdad bíblica ya que se basa en la Palabra de Jesús.
Esta verdad da la libertad verdadera a los hombres. La libertad verdadera no se consigue
alejándose del mundo. Tampoco se consuige mediante un abuso corporal o entrenamiento, sino
solo en Jesús y sus palabras. Por eso Juan dice “conocer la verdad nos hace libres (Jn 8:32)”. El
apóstol Pablo dijo “en él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio
que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo
prometido.”(Efe 1:13). La verdad da la libertad y la “salvación”.

La cosmovisión Cristiana no es solo un marco de pensamientos o un sistema intelectual sino es


el discernimiento espiritual para entender la voluntad de Dios, la mente crítica para entender los
pensamientos contemporaneos, la mente transformada, la sabiduría santa y la verdad. En otras
palabras la cosmovisión Cristiana es la verdad y el sistema de creencias espirituales para poder
ver y pensar en manera de cómo Jesús ve y piensa.
La Cosmovisión Cristiana de la Familia Dr. George Rekers, Ph.D., Presidente Mr. Jerry Regier,
M.A.B.S., Vice-Presidente Con contribuciones de los miembros del Comité de la Familia de La
Coalición para el Avivamiento Dr. Jay Grimstead, D.Min., Editor General Mr. E. Calvin Beisner, M.A.,
Asistente del Editor General La Cosmovisión Cristiana de la Familia La Cosmovisión Cristiana de la
Familia Prefacio Prefacio La familia es la institución escogida por Dios para traer los niños al mundo,
cuidarles y entrenarles. Es la fibra de la que están tejidas todas las instituciones humanas piadosas,
y la estructura tanto de la Iglesia como de la sociedad se desintegrará si su propia fibra es rasgada.
Hoy la familia está siendo desgarrada por muchos pecados y presiones sociales. 1. Muchos
individuos fuera de la Iglesia, e incluso algunos dentro de ella, han llegado a aceptar el divorcio por
cualquier razón. 2. El enfoque exclusivo en la carrera profesional y el materialismo se han convertido
en ídolos respetables, reemplazando – para muchos padres y muchas madres – el vivir para Dios y
Sus propósitos en el contexto de la vida familiar, forzando innecesariamente a muchas madres a
salir del hogar hacia las labores en el mundo laboral, mientras que las genuinas presiones
económicas fuerzan a muchas más a permanecer allí por necesidad debido a la falta de caridad y de
justicia por parte de otros. 3. El movimiento feminista radical ha dañado la moral de muchas mujeres
y ha convencido a los hombres a abandonar su autoridad Bíblico en el hogar. 4. Algunos importantes
derechos y responsabilidades paternos han sido socavados por la ley, las cortes y algunas fuerzas en
la educación escolar pública, y por políticas gubernamentales que privan a la familia de muchas de
sus funciones Bíblicas tradicionales. 5. Los medios de comunicación a menudo indoctrinan a los
teleespectadores, radioescuchas y otros oyentes con valores distorsionados y anti-familiares. 6.
Hasta muy recientemente hemos apoyado las escuelas del gobierno y otras instituciones
humanistas de educación superior sin espíritu crítico, aunque estas instituciones deliberadamente
enseñan y efectivamente aprueban las prácticas anti-familiares de la 1 “paternidad social,” el
aborto, la eutanasia, consintiendo el adulterio, la promiscuidad, el homosexualismo, etc. Como
resultado, muchas familias sufren de falta de dirección y desorganización. La disolución de la familia,
desprecio por las necesidades de los niños y miembros ancianos de la familia, la búsqueda
desenfrenada de auto-realización, el divorcio fácil, la falta de compromiso y estabilidad, y el
resultante incremento de hogares aquejados de pobreza y dirigidos por mujeres, todo esto pone en
peligro la vida familiar. Pero a través de nuestra nación Dios está levantando un avivamiento de
interés y compromiso hacia las familias. Más y más Cristianos desean obedecer el plan de Dios para
las relaciones humanas y la estructura social. Los Cristianos también están descubriendo que la vida
familiar Bíblica y global (que lo abarca todo) es la alternativa divinamente ordenada al socialismo
creciente y la vida institucionalizada. Por tanto, presentamos las siguientes afirmaciones y
negaciones como una brújula que, en el clima cultural tormentoso, pueda darles a los Cristianos un
sólido fundamento Bíblico en el que confrontar efectivamente el espíritu de la época (el mundo) y
vivir por el plan de acción de Dios para la vida familiar. Declaraciones de Afirmación y Negación
Declaraciones de Afirmación y Negación ORIGEN Y DEFINICIÓN DE LA FAMILIA 1. Afirmamos que
Dios estableció la familia cuando unió a Adán y Eva en matrimonio e instituyó su relación como un
pacto y compromiso de por vida para con Dios y el uno con el otro (Génesis 2:22-24; Isaías 49:15);
que el matrimonio y otras relaciones familiares pueden cumplir su completo potencial así diseñado
solamente en la medida en que cada miembro esté individualmente reconciliado con Dios y
santificado a través de la obra y Señorío de Jesucristo; y que Dios ordenó a la familia como una
institución social diseñada para reflejar Su imagen en la tierra, para traer la tierra a la sumisión a Su
plan, y para ser fructífera y multiplicarse (Efesios 5:22, 23; Génesis 1:27, 28). Negamos que la familia
sea nada más un contrato social o una relación de conveniencia inventada por los humanos sin
responsabilidad para con Dios, y que el matrimonio Cristiano deba ser auto-centrado de manera
hedonista (Hebreos 13:4; 2 Corintios 6:14; Efesios 5:21; Salmo 127:1; Proverbios 18:22). 2.
Afirmamos que la definición Bíblica de familia es la familia nuclear de una pareja casada
heterosexual con sus hijos naturales y/o adoptados, junto con las ramas familiares que consisten de
todas las familias nucleares que desciendan de ancestros comunes. (La Biblia también usa los
términos clan, tribu y nación para estos grupos más grandes. Vea los varios usos de la palabra
Hebrea mischpachah [e.g., Jueces 18:2; Amós 3:1].) Negamos que la Biblia acepte alguna otra
definición de familia, tal como el tener en común una casa por parte de socios homosexuales, y que
las leyes de la sociedad deban ser modificadas en alguna manera para ensanchar la definición de
familia o matrimonio más allá de la definición Bíblicamente entendida de matrimonio heterosexual,
relaciones de sangre y adopción. 3. Afirmamos que Dios tiene como propósito el que cada familia
Cristiana trabaje enérgicamente para el avance de Su reino; que este propósito se cumple por la
unidad entre esposo y esposa, por medio de tener y educar a los hijos como Cristianos, del
evangelismo que tiene como eje el hogar, la hospitalidad y otros ministerios de misericordia basados
en el hogar, y entrenando líderes Cristianos como cabezas piadosas de sus hogares como
prerrequisito para que ostenten oficios eclesiásticos (Génesis 1:27, 28; Mateo 28:18-20;
Deuteronomio 6:7; 11:19; 1 Timoteo 2:15-3:13; 1 Corintios 7:21; Salmo 127, 128). Negamos que el
hogar sea nada más que una “estación de paso” donde los miembros de la familia llenan sus propias
necesidades, y que las funciones de la familia deban ser transferidas a otras instituciones en
detrimento del plan de Dios y de la libertad del ser humano. 4. Afirmamos que cada familia, siendo
diferentes en circunstancias, individuos y dones tiene un propósito y un significado únicos en el plan
de Dios (Filipenses 1:27, 28; 1 Corintios 12:12- 27). Negamos que algún miembro de la familia pueda,
de manera legítima, ir en pos de metas individuales auto-centradas y egoístas a expensas de las
necesidades genuinas de la familia; que el plan básico de Dios, incluyendo Su diseño de que las
familias sean productivas para Su reino, ya no se aplique más a este tiempo y época; y que algunas
familias existan para aquello para lo cual el plan de Dios no se aplique. LA SANTIDAD DE LA
SEXUALIDAD, RESERVADA PARA EL MATRIMONIO 5. Afirmamos que Dios diseñó la hermosa
bendición y unión espiritual de la relación sexual para ser reservada exclusivamente para un hombre
y una mujer dentro del matrimonio (Hebreos 13:4; 1 Corintios 7:1-9; Proverbios 5:15; Romanos 1:27;
Gálatas 5:20, 21; 1 Timoteo 4:1-3). Negamos que las relaciones sexuales premaritales y
extramaritales, la promiscuidad, el adulterio, el homosexualismo, la bestialidad, el exhibicionismo,
la pornografía, las relaciones sexuales entre adultos y niños, y el entretenimiento basado en los
actos sexuales, la masturbación y otras desviaciones sexuales deban ser sancionadas o aceptadas
como “normales” o legales, aún si son realizadas en la privacidad personal o por el consentimiento
de la pareja o en soledad; y que cualquier conducta sexual que se desvíe de la norma de la
heterosexualidad marital y amorosa pueda ser considerado como un patrón de por vida maduro,
incapaz de ser tratado médicamente o aceptable incluso si el individuo involucrado no quisiese
cambiar. 6. Afirmamos que la soltería célibe puede ser el propósito de Dios para un adulto, provista
para el servicio o el ministerio efectivo; tal llamamiento se caracteriza siempre por la gracia de Dios
de manera que la pureza sexual pueda ser mantenida; y que tales personas solteras con personas
totales en el orden creativo de Dios (Mateo 19:10, 11; 1 Corintios 7:7, 8, 25-27, 32). Negamos que
la soltería deba ser una fase hedonista del desarrollo del adulto durante el cual una persona
egoístamente sirva únicamente a sus propios intereses; que la soltería deba ser infeliz, sin sentido
de realización o reservada para aquellos físicamente poco atractivos; y que la soltería indique
tendencias homosexuales. ROLES Y RELACIONES EN LAS FAMILIAS EL HOMBRE: SU LIDERAZGO 7.
Afirmamos que en el orden de Dios del gobierno de la familia Cristiana Cristo es la Cabeza del
hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer como Cristo es la Cabeza de la Iglesia, habiéndose
dado a Sí mismo en amor para su redención; que el esposo debe mirar constantemente a Cristo en
busca de dirección; y que el liderazgo del esposo requiere compromiso hacia su esposa, sacrificio
desinteresado hacia ella, el espíritu de un siervo, reforzamiento de sus cualidades únicas y un amor
activo en cuidar, valorar y proveer para ella (Efesios 5:21-25; Filipenses 2:5-11; Mateo 20:28;
Colosenses 3:18, 19; 1 Timoteo 3: 11, 12; 1 Corintios 11:3; 14:34, 35; 1 Pedro 3:7). Negamos que el
esposo deba ejercer su autoridad sobre su esposa por medio de palabras o acciones que rebajen su
dignidad como persona de igual valor y estima ante Dios; y que un hombre pueda servir mejor a su
familia atendiendo primero sus propias necesidades en lugar de poner primero las necesidades de
su familia. 8. Afirmamos que el esposo tiene la declaración final en cualquier disputa familiar, en
tanto que no viole los principios Bíblicos; que el liderazgo de un esposo es irrevocable; y que si el
esposo está incapacitado, la esposa puede ejercer su autoridad (la de él) como su suplente, no como
su reemplazo (Efesios 5:22-6:4). Negamos que un esposo deba ganarse el derecho al liderazgo; que
pueda ser depuesto por su esposa; y que pueda negar su liderazgo con el propósito de evadir las
responsabilidades que lo acompañan. SU AUTORIDAD 9. Afirmamos que la autoridad de un hombre
como cabeza de su esposa le es delegada por Dios; que esto significa que su legítima autoridad sobre
su esposa a lo que la Palabra de Dios le permita; y que toda autoridad es establecida por Dios y
nadie, ni institución social alguna, tiene el derecho de ejercer alguna autoridad contraria a las leyes
de Dios o a los límites que Dios ha establecido para el oficio del hombre en la familia (Romanos 13:1;
Efesios 5:22-33). Negamos que su posición de liderazgo le dé al hombre el derecho de dirigir a su
esposa hacia el pecado; que las esposas deban obedecer a sus esposos cuando eso requiera
desobedecer la enseñanza de las Escrituras; y que las esposas deban usar los límites Bíblicos sobre
la autoridad de los esposos como oportunidades para quejarse y socavar la autoridad de sus esposos
(1 Pedro 3:1-6); y que Dios desee que un hombre se enseñoree sobre su familia de una manera poco
cariñosa y antibíblica (Colosenses 3:19, 21; Efesios 6:4). SU TRABAJO 10. Afirmamos que un hombre
sano debe hacer todo esfuerzo razonable para sostener a su familia continuamente (1 Timoteo 5:8;
Génesis 3:17-19); que la esposa puede incrementar el ingreso de la familia por medio de la
administración efectiva de los recursos o, con el consentimiento del esposo, por medio del hacer
negocios con base en el hogar (Proverbios 31:10-31); y que en casos de crisis financiera familiar, la
esposa puede, con la aprobación de su esposo, aceptar un empleo temporal externo, pero que la
familia debiese ver esto como una esclavitud, buscar liberarse de ello y pedirle a Dios la liberación
(1 Corintios 7:21-23). Negamos que cualquier hombre deba forzar a su esposa a abandonar su
llamado en el hogar por causa de la mera ganancia financiera innecesaria para la supervivencia física
mínima, y que la esposa deba ofrecerse voluntariamente a ello (1 Timoteo 5:8; Efesios 5:5); que las
trampas del estilo de vida de la clase media sean necesidades que justifiquen el forzar a la esposa a
trabajar fuera del hogar (1 Timoteo 6:8); y que proveer para las necesidades físicas de su familia
excuse al hombre de supervisar los asuntos de su casa, proveer dirección espiritual y asistencia
material a su esposa, proveer para las necesidades físicas de los ancianos, los incapacitados o padres
o suegros involuntariamente pobres, o supervisar el desarrollo espiritual y moral de sus hijos (1
Timoteo 3:4; 1 Pedro 3:7; Efesios 5:28, 29). SU LIDERAZGO ESPIRITUAL 11. Afirmamos que un
hombre Cristiano, como cabeza de su familia, debe alimentar a sus miembros espiritual y
moralmente; que debe proteger a su familia, orar diligentemente por su protección y buscar
regularmente la bendición del Señor para ellos (1 Timoteo 2:8; 1 Tesalonicenses 5:17; 1 Pedro 3:7);
y que debe educar espiritualmente a sus hijos y conducirlos en el camino de la devoción por medio
de la instrucción directa y constante, dirigiéndolos en la adoración, permaneciendo accesible e
involucrado de manera cariñosa con ellos, y reflejando a Jesucristo por medio de su ejemplo
(Deuteronomio 6:7; 11:19; Efesios 6:4; Salmo 34:11; 78:5,6). Negamos que Dios le permita a un
hombre abandonar deliberadamente a su esposa, en las manos de la Iglesia, o a cualquier otra
persona o institución, la responsabilidad de enseñarles a sus hijos regularmente acerca de Dios, y
orar por su protección. 12. Afirmamos que cuando no haya un esposo Cristiano para liderar
espiritualmente la familia, la mujer del hogar debe asumir la responsabilidad según Dios la capacite
(e.g., Lidia, Hch. 16:15, Loida y Eunice, 2 Timoteo 1:5, cf. Hch. 16:1). Negamos que la familia sea
nada más una colección de individuos que deban valerse por ellos mismos de manera física,
espiritual o moral. LA MUJER: SU SUMISIÓN 13. Afirmamos que Dios llama a la esposa a someterse
por voluntad propia en obediencia amorosa y respeto hacia su esposo como la Iglesia se somete ella
misma a Cristo (Efesios 5:22-24; Colosenses 3:18); y que las esposas con esposos no Cristianos son
llamadas por Dios a ser un testimonio a sus esposos por su obediencia gentil y sumisa, y a no
cansarlos con críticas constantes (1 Pedro 3:1-5). Negamos que la esposa deba socavar el liderazgo
del esposo; que la sumisión requiera que una esposa renuncie a su propia responsabilidad moral, a
realizar cualquier acto pecaminoso, o a abstenerse de prácticas ordenadas por Dios en obediencia
a las exigencias antibíblicas de su esposo (1 Pedro 3:6); que la sumisión le prohíba a una esposa a
reprender con respeto y amor a su esposo Cristiano como una hermana en el Señor (Efesios 5:21;
Colosenses 3:16); que sea sabio que una esposa continúe reprendiendo a su esposo después que
claramente la ha escuchado una vez; y que la enseñanza de la Biblia con respecto a la sumisión de
la mujer se aplique a cualquier otra relación – además de con su esposo – o a los hombres que
enseñen en la Iglesia. SU LABOR 14. Afirmamos que la principal responsabilidad de una madre es
cuidar de sus niños pequeños; que la responsabilidad de la esposa es administrar el hogar y
convertirlo en un centro de ministerio (1 Timoteo 5:10, 14; Tito 2:3-5; Proverbios 31:10-31); por
tanto, los medios Cristianos de comunicación no debiesen describir con romanticismo las carreras
externas para las madres con niños pequeños; y que la Iglesia debe elogiar a las esposas y madres
piadosas que trabajan en el hogar como modelos de conducta. Negamos que las madres casadas
con niños pequeños deban buscar roles como proveedores económicos masculinos; que las esposas
Cristianas deban colocar la idea de auto-realización a través de las carreras que el mundo tiene antes
del llamado de Dios (Mateo 16:24-26; Marcos 8:34, 35; Lucas 9:23-26); que seguir los mandamientos
de Dios en esta área signifique explotación de las mujeres; y que únicamente las mujeres con
carreras externas sean “mujeres trabajadoras” mientras que las otras son “parásitos” sociales y
económicos. PADRES E HIJOS 15. Afirmamos que los hijos son una bendición del Señor, de un valor
más allá de lo que puede medir la capacidad humana, y deben ser bienvenidos con gozo al seno de
la familia como dones preciosos que provienen de Él; que los hijos pertenecen únicamente a Dios,
con los padres como sus mayordomos ordenados por Dios; y que Dios le da a los padres la
responsabilidad principal y la autoridad para la educación y para el bienestar físico, social, emocional
y espiritual de los hijos (Génesis 33:5; Salmo 78:1-8; 127:3-5; Proverbios 17:6; 1 Timoteo 2:15;
Efesios 6:1-4; Deuteronomio 4:9; 6:1-9). Negamos que los padres deban adoptar el espíritu secular
anti-niños de la cultura que promueve el abuso, el descuido, la explotación, la ausencia o la
inaccesibilidad paterna, la falta de supervisión, la paternidad social en lugar de la crianza de la
familia, la excesiva segregación por la edad y la influencia de los iguales sobre los niños, el uso de
las necesidades de los niños como peones políticos, la educación de los niños como experimento
social y la usurpación gubernamental de las responsabilidades paternas; y que los niños deban ser
tratados como un mal que deba ser abortado o impedido, como una carga financiera que deba ser
soportada o limitante, o la propiedad ya sea de los padres o del estado. 16. Afirmamos que los
padres deben reflejar la rectitud, justicia, misericordia y amor de Dios en la disciplina,
entrenamiento y cuidado de los hijos menores (Proverbios 22:6; 29:15; 1 Samuel 3:13; Salmo 78:1-
8; 2 Timoteo 1:5; 3:15; 2 Corintios 12:14; Efesios 6:1-4). Negamos que el estado tenga derecho
alguno de socavar o quitar la justa autoridad de los padres, ordenada Bíblicamente, o reclamar o
usurpar – de padres que no han sido convictos de abuso o abandono infantil – su rol primordial
como educadores, proveedores y protectores de los niños. 17. Afirmamos que Dios manda a todos
los hijos a honrar a sus padres y a los hijos menores manda obedecerles en el Señor; que la Escritura
les da a los padres el derecho y la responsabilidad de hacer cumplir la obediencia a través de la
disciplina, incluyendo la disciplina corporal (Deuteronomio 5:16; 2 Samuel 7:14, cf. Proverbios 3:11,
12; Proverbios 13:24; 22:15; 23:13; 29:15); y que el entrenamiento en la obediencia piadosa es el
fundamento del autogobierno personal y de todos los gobiernos civiles de los hombres y las mujeres
libres. Negamos que la familia deba ser una democracia; que la obediencia que se hace cumplir en
amor sea dañina para el niño; y que el gobierno civil tenga derecho alguno de definir la disciplina
corporal sabiamente administrada como “abuso infantil” o que permita a los niños “divorciarse” de
sus padres. FORMANDO NIÑOS HACIA LA MADUREZ 18. Afirmamos que la meta de la paternidad
Cristiana debe ser presentar a los hijos ante el Señor como adultos responsables y espiritualmente
maduros para el momento que alcancen su plena madurez física (Lucas 2:41, 42). Negamos que la
adolescencia deba ser artificialmente prolongada más allá de la plena madurez física; que los
adolescentes tengan el derecho de ser irresponsables y centrados en sí mismos; y que sus mayores
deban esperar o permitan tal conducta de parte de ellos. LOS ABUELOS, LOS PARIENTES ANCIANOS
O INCAPACITADOS 19. Afirmamos que la familia debe proveer cuidado amoroso emocional,
espiritual y físico para sus miembros ancianos dependientes o incapacitados, y debe respetarlos
reconociendo sus años de experiencia y potencial para enseñar sabiduría a aquellos que son más
jóvenes (1 Timoteo 5:4-8; Mateo 15:1-9); que Dios tiene un propósito para los abuelos y para los
otros parientes ancianos (Gálatas 6:10); y que los abuelos son responsables de enseñar primero a
sus hijos adultos cómo enseñar a sus nietos, y segundo, ayudar a garantizar que esto realmente
ocurra (Salmo 78:1-8). Negamos que la sociedad deba abusar o ignorar a los miembros de la familia
ya ancianos o incapacitados, a considerarlos como personas sin valor o como mera carga, o a
apresurar sus muertes por medio de la “eutanasia” o cualquier otro medio; y que la ancianidad deba
ser un tiempo para la búsqueda individual y egoísta. 20. Afirmamos que los parientes incapacitados
debido a la edad o por cualquier otra incapacidad tienen el derecho de encontrar reposo y cuidado
en los hogares de sus hijos u otros miembros cercanos de la familia de ser posible médica o
físicamente, y que los Cristianos debiesen proveer para sus parientes incapacitados (1 Timoteo 5:4,
8, 16), y para las personas ancianas en aflicción no necesariamente parientes (Santiago 1:27).
Negamos que los ancianos deban ser vistos como una molestia y ser rechazados para no habitar con
sus hijos porque sean una carga o una inconveniencia (cf. el libro de Ruth); y que las personas
mayores con cuerpos y mentes razonablemente sanas deban esperar que otros les apoyen en un
estilo de vida ocioso o egoísta (1 Tesalonicenses 4:11; 2 Tesalonicenses 3:10). MATRIMONIO:
ELECCIÓN Y COMPROMISOS 21. Afirmamos que el hombre que desee casarse debiese consultar el
consejo sabio, incluyendo el de su familia (Proverbios 15:22), y escoger su esposa bajo la dirección
de Dios en busca de un carácter piadoso (centrado en Dios) e idoneidad como socia en su llamado
[de él] (Génesis 2:18, 20-21; Proverbios 18:22; 31:10-31; 1 Corintios 7:28, 36). Negamos que los
Cristianos deban casarse con no-Cristianos, y que el atractivo sexual u otras consideraciones
carnales deban dictarle a un Cristiano su escogencia de pareja (1 Corintios 7:39; 2 Corintios 6:13-14;
Proverbios 31:30). 22. Afirmamos que los votos matrimoniales son un pacto solemne y sagrado
entre ambos contrayentes y Dios; que es deplorable cuando no se hace valer estos votos por medio
de la ley o por la Iglesia y han perdido así significado; que las sanciones Escriturales debiesen ser
requeridas de aquellos que quebrantan los votos matrimoniales de manera antibíblica; y que la
Iglesia debe trabajar para restaurar el pleno reconocimiento del matrimonio como un pacto legal
obligatorio bajo Dios. Negamos que la Iglesia y el estado no tengan la responsabilidad de hacer valer
los votos que ellos administran. DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO 23. Afirmamos que, al casarse,
un Cristiano acuerda asumir las imperfecciones del cónyuge; por tanto, esas imperfecciones no
pueden ser interpretadas como razones para el divorcio; que puede que haya un cónyuge inocente
en un divorcio, pero nunca dos; que el perdón de Dios puede extenderse a cualquier pecado
relacionado con el divorcio; que el perdón de Dios es otorgado a aquellos que humildemente se
arrepienten delante de Él y reciben a Jesucristo como Salvador y Señor; que el arrepentimiento
puede requerir la reconciliación con un cónyuge injustamente divorciado u otra prueba tangible de
un cambio de corazón; y que la Iglesia debe requerir pruebas de arrepentimiento antes de restaurar
a la persona divorciada al compañerismo. Negamos que haya alguna base Bíblica para el divorcio
“sin culpa”; que la sociedad y la ley deban sancionar el divorcio “sin culpa” basándose en la
demanda; y que Dios le requiera a la Iglesia restaurar al compañerismo a aquellos que no muestren
ninguna señal de arrepentimiento o disposición y esfuerzo para hacer restitución al cónyuge herido.
24. Afirmamos que, dado que el nombre de Dios es invocado en una boda Cristiana, tal matrimonio
no puede ser quebrantado sin traer vergüenza al nombre de Dios (Mateo 19:6; Éxodo 20:7; Mateo
5:33-37); que la intención de Dios para el matrimonio en la creación fue un hombre para una mujer
hasta que la muerte los separara; que la destrucción de las relaciones matrimoniales es una
infracción del pacto que desagrada a Dios; y que aunque la Escritura presenta bases para él Dios
todavía odia el divorcio (Malaquías 2:16). Negamos que terminar un matrimonio en divorcio
glorifique o agrade a Dios. 25. Afirmamos que el matrimonio es de por vida y que nadie debería
entrar en él a la ligera (Mateo 19:9, 10); y que la Escritura reconoce una sola justificación para el
divorcio (el adulterio de uno de los cónyuges, Mateo 5:27-32), y otra posible justificación (la
deserción del cónyuge, que puede entenderse como una forma de adulterio, 1 Corintios 7:10-15), y
que solamente aquellos divorciados por estas razones pueden aspirar a un nuevo matrimonio de
manera legítima. Negamos que cualquier persona divorciada por cualquier razón diferente a estas
pueda ser considerada como alguien que haya pasado por un divorcio Bíblicamente sancionado. 26.
Afirmamos que cuando ocurre el divorcio debemos extender la compasión hacia el cónyuge
injustamente divorciado si hay alguno (a), y nuestro perdón y el perdón de Dios donde sea apropiado
(Mateo 19:5-9; 1 Corintios 7:10-13). Negamos que el divorcio haya sido jamás una intención de Dios
en la creación, y que el divorcio deba ser un sustituto de los esfuerzos sostenidos, incluso de por
vida y concertados para resolver los conflictos maritales, para perdonarse unos a otros y para
servirse mutuamente y proveer para las necesidades de unos y otros. FAMILIAS QUEBRANTADAS
27. Afirmamos que el Cuerpo de Cristo debe mostrar una gran compasión y apoyo a las familias
quebrantadas con niños pequeños, sea que la ausencia de un padre sea debida a la muerte, al
divorcio, la deserción, o por adopciones otorgadas a padres solteros, y que la gracia, la fortaleza, el
perdón y el pastoreo de Dios están siempre disponibles para aquellos que le buscan de manera
humilde y en espíritu de arrepentimiento (Oseas; Proverbios 5:18; Efesios 5:23, 24, 32; Marcos 10:2-
12; Eclesiastés 9:9; Romanos 7:2; Mateo 5:2; 19:1-12; Santiago 4:1-3). Negamos que las familias con
un solo padre/madre estén inevitablemente condenadas al fracaso, y que la familia de Dios pueda
justificadamente evitar o rechazar a un Cristiano que haya sido víctima de un divorcio o haya perdido
a su cónyuge, excepto donde la disciplina de la Iglesia haya sido llevada a cabo de manera Bíblica y
que la persona no se haya arrepentido. LA ADOPCIÓN 28. Afirmamos que adoptar un niño puede
ser un llamado especial de Dios; que la adopción puede ser una bendición para la familia y para el
niño adoptado; y que los Cristianos que consideran la adopción deben considerar al niño físicamente
incapacitado o poco atractivo (1 Samuel 16:7; Gálatas 2:6; Santiago 2:1). Negamos que la adopción
deba ser una respuesta automática a la infertilidad, al deseo de evitar el embarazo, o a cualquier
otra razón centrada en los padres; y que las parejas infértiles sean ciudadanos de segunda clase en
el Reino de Dios (Génesis 15:2; 16). PADRES NO CASADOS Y SUS HIJOS 29. Afirmamos que Dios ha
dado los hijos a sus propios padres; que la Iglesia debe por lo general estimular a los padres a criar
y educar a sus propios hijos; y que en aquellos casos trágicos en los que una madre embarazada no
casada haya decidido que no puede o no va a conservar y cuidar de su propio niño, la Iglesia puede
recomendar, justa y sabiamente, que dé la custodia única al padre del niño si estuviese dispuesto o
que dé el niño en adopción. Negamos que la Iglesia deba aconsejar automáticamente a los padres
no casados a entregar sus hijos en adopción en lugar de animarles primero a considerar como
podrían cumplir su responsabilidad para su propia carne y sangre. RELACIONES FAMILIARES 30.
Afirmamos que todos los miembros de la familia, como todos los otros seres humanos, son caídos
e imperfectos y necesitados de perdón y redención por parte de Dios, y perdón por parte de los
demás miembros de la familia, y que los Cristianos debiesen esforzarse por mostrarles la misma
cortesía a los miembros de la familia que le muestran a aquellos fuera de la familia (Santiago 2:8,
9), manifestando amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y auto-control
hacia los miembros de la familia (Gálatas 5:22, 23). Negamos que los miembros de la familia deban
comportarse de manera auto-justificante o negándose el perdón los unos a los otros, y que un
Cristiano tenga menos necesidad de autocontrol y cortesía en el hogar de la que tiene en el mundo
exterior (Gálatas 5:13-24; I Corintios 13). 31. Afirmamos que el concepto Bíblico del amor incluye la
crianza, el sustento, el consuelo, el cuidado, el contacto físico y la expresión verbal del respeto
interno como actos de amor entre los miembros de la familia; que los miembros de la familia deben
amarse, animarse, apoyarse, protegerse, consolarse, respetarse, perdonarse y cuidarse
cariñosamente unos de otros; y que los miembros de la familia deben tomarse el tiempo para
expresarse afecto y respeto los unos a los otros de manera física y verbal (1 Corintios 13; Marcos
10:14; Efesios 6:4; Isaías 40:11; Salmo 27:11). Negamos que los miembros de la familia deban darse
por sentado los unos a los otros o privarse unos a otros del amor necesario. 32. Afirmamos que la
familia sujeta a Dios es un organismo que funciona unido hacia metas comunes; que Dios le da a los
miembros de la familia diferentes roles y habilidades; que aquellos en autoridad en las familias
pueden, reconociendo las diferencias en roles, dones y habilidades, requerir ayuda de los talentos
o de la sabiduría de aquellos puestos bajo su autoridad sin comprometer su propia autoridad (e.g.,
un esposo puede diferir algunas veces con la sabiduría o juicio de su esposa sin comprometer su
posición de liderazgo); y que un padre puede aceptar la sugerencia sensible de un hijo sin
comprometer la autoridad paterna. Negamos que la familia sea una dictadura (I Pedro 5:2, por
analogía); que un miembro de una familia deba manipular, aplastar o reprimir a otro miembro
tratándolo como si no fuera una persona o ignorando sus necesidades y dones; y que un esposo o
esposa debiliten su autoridad por diferirla al juicio santificado de aquellos que se hallen bajo su
propia autoridad (Proverbios 12:15). 33. Afirmamos que los resultados tanto del pecado como de la
impiedad afectan a las subsiguientes generaciones familiares, y que por tanto los padres Cristianos
deben esforzarse para darles a los hijos un fundamento más Bíblico que el que ellos mismos tuvieron
para que la Iglesia pueda crecer y no decaer (Deuteronomio 5:9, 10, 16; Jeremías 35:18, 19; Salmo
78:1-8; 51:5; Lamentaciones 5:7; Éxodo 20:5; Hechos 2:39). Negamos que los padres tengan poco o
ningún impacto sobre las vidas de sus hijos y de las generaciones subsiguientes. 34. Afirmamos que
el principio gobernante de toda la interacción familiar debiese ser un amor justo y Bíblico ejercido
a través del poder del Espíritu Santo y entregado a pesar del desempeño, actitud o circunstancias, y
que este amor se expresa al poner las necesidades de los otros miembros de la familia antes que las
propias (Juan 15:22; 13:35; 1 Corintios 13; Colosenses 3:14; Filipenses 2:1-4). Negamos que las
actitudes egoístas de los miembros individuales de la familia – que destruyen la unidad marital,
perturban la unidad familiar, conducen al descuido de las necesidades de los cónyuges o de los hijos,
e interfieren con el ministerio a los otros – sean justas en algún momento. PECADOS CONTRA LA
FAMILIA EL ABORTO Y EL INFANTICIDIO, LA EUTANASIA Y LA DISCRIMINACIÓN EN EL TRATAMIENTO
MÉDICO 35. Afirmamos que toda la vida humana es santa y tiene un valor intrínseco dado por Dios
– más allá de ser medida por la habilidad humana – debido a que porta la imagen de Dios, sin
consideración de raza, edad, género, status prenatal o impedimento físico o mental (Mateo 6:25;
10:31; Génesis 2:7; 9:5, 6; Salmo 139:14; Jeremías 1:5). Negamos que el valor de la vida humana
haya de ser medido por su “calidad;” que el aborto a petición, el infanticidio, la eutanasia o la
discriminación en el tratamiento médico en contra del incapacitado, el muy joven, o el muy anciano
sea justa en algún momento; y que alguna raza o género tenga un valor intrínseco mayor que algún
otro. 36. Afirmamos que todo ser humano comienza la vida a partir del momento de la concepción;
que el cigoto, el embrión y el feto debiese, por lo tanto, recibir protección plena de la ley (Salmo
139:14, 15; Jeremías 1:5; Éxodo 21:22-25); que matar el cigoto, el embrión o el feto por medio del
aborto o alguna otra forma de violencia es asesinato; que la remoción del cigoto, el embrión o el
feto del vientre está justificada únicamente cuando dejar al niño en el interior de la madre causaría
la muerte tanto de la madre como del niño; que la Iglesia debiese fomentar la investigación para
mejorar las oportunidades de supervivencia para un bebé que haya sido removido de esta manera;
y que ningún niño debe ser privado de alimentación o del cuidado médico necesario después del
nacimiento por razón alguna (Deuteronomio 5:17). Negamos que, ya sea la madre, el padre, el
gobierno civil, o alguna otra persona o institución tenga un derecho moral para decretar la muerte
por aborto de algún niño por razón alguna, sea social, económica, psicológica, etc. 37. Afirmamos
que los hombres y las mujeres ya ancianos tienen valor a los ojos de Dios y tienen el mismo derecho
a la vida dado por Dios como las otras personas, y que la “eutanasia” – tomar la vida de una persona
ya sea a través de la acción positiva o el descuido – es, por lo tanto, asesinato. Negamos que la vida
haya de ser valorada por su utilidad en la sociedad; que las personas ya ancianas, aún aquellos muy
severamente incapacitados, sean personas sin valor; y que los ancianos deban ser usados para
experimentos médicos sin su consentimiento. LA FAMILIA Y LA IGLESIA 38. Afirmamos que los hijos
de los creyentes deben recibir su instrucción espiritual básica de parte de sus propios padres, con la
ayuda de los miembros de más edad de la familia y la Iglesia; que a los hijos de los no creyentes se
les debe proveer la oportunidad de recibir instrucción espiritual por parte de la Iglesia con
aprobación paterna; que los adultos reciben su preparación para los roles en la iglesia por medio de
la administración exitosa de sus propias familias; y que los adultos solteros pueden beneficiarse al
ser recibidos en los grupos familiares de la iglesia como un medio de ministrar y ser ministrados
(Deuteronomio 6:7; 11:19; 1 Timoteo 3:4; Tito 1:6; 2:3-5; Salmo 68:6). Negamos que las iglesias
deban de tratar de reemplazar a los padres Cristianos o al hogar en el entrenamiento; que los
programas de la iglesia deban interferir con la vida familiar fundamentada Bíblicamente; y que las
iglesias deban estimular el cuidado infantil institucionalizado para niños con dos padres capaces. 39.
Afirmamos que las iglesias deben buscar establecer ancianos que sean escrituralmente calificados
como modelos razonables de Cristo en las relaciones familiares, que sean capaces de entrenar a
otros en el liderazgo familiar, quienes inviten regularmente a su hogar a los miembros de su rebaño,
y que sean responsables de entrenar a aquellas familias bajo su cuidado en las cualidades que les
capaciten para convertirse en líderes de la iglesia (1 Timoteo 3:1-5; Tito 1:6-9; Efesios 5:25-33; 6:4).
Negamos que solamente el entrenamiento institucional sea suficiente calificación para dirigir la
Iglesia de Cristo; que el entrenamiento para el liderazgo deba excluir la familia del hombre; que las
familias sean un impedimento para el ministerio; y que las iglesias deban demandar o esperar que
los hombres casados pasen un tiempo excesivo lejos de sus hogares (1 Timoteo 3:4; Tito 1:6; 2:3-5).
LA FAMILIA Y EL ESTADO 40. Afirmamos que Dios le da a la familia responsabilidades civiles,
incluyendo el dar a luz a los niños, alimentarles, entrenarles y proveer para sus necesidades, lo
mismo que proveer para las necesidades físicas, proteger la vida y cuidar de los miembros
incapacitados de la familia, y ayudar a los necesitados de la comunidad a través de la hospitalidad y
actos de misericordia; y que toda familia Cristiana debe esforzarse para cumplir estas
responsabilidades, y si necesita ayuda debiese buscarla primero en las ramas familiares y luego en
la Iglesia (Génesis 1:27, 28; Deuteronomio 5:19; 6:7; 11:19; 2 Corintios 9:7; 1 Timoteo 5:4, 8, 16; 3:2;
Proverbios 31:20). Negamos que el estado tenga derecho alguno de socavar o eliminar la justa
autoridad de los padres en una familia o que reclame el rol de educador, proveedor, o protector de
los niños o de otros miembros de la familia, excepto en casos judicialmente comprobados de abuso,
descuido o abandono o a petición de la familia. 41. Afirmamos que Dios le otorga al magistrado el
poder de castigar las malas acciones y de fomentar la buena conducta; que los crímenes que ocurran
en la familia deben ser castigados justamente; y que el estado debiese promover un ambiente social,
económico y físico que propicie la vida familiar (Romanos 13:3, 4). Negamos que el estado tenga el
derecho de establecer estándares extra-bíblicos con respecto a quiénes pueden casarse, quiénes
pueden tener hijos, cómo los niños han de ser disciplinados y educados, y cómo los esposos y las
esposas u otros miembros de la familia puedan relacionarse los unos con los otros; que Dios le
conceda a los gobiernos civiles el derecho de coartar su libertad económica a través de una política
de impuestos que fomente la ruina (incluyendo el robarle a las viudas y a los huérfanos por medio
de los impuestos a la herencia), leyes opresivas respecto al uso de la tierra, o el favoritismo para las
grandes corporaciones; o que el estado deba legalizar o financiar el aborto, el infanticidio o la
eutanasia. 42. Afirmamos que el abuso sexual y la privación deliberada por parte de los padres de
refugio, vestido, alimentación, sueño, o del cuidado médico esencial para los niños, poniendo en
peligro de este modo sus vidas y su salud física, debiesen ser tratadas como un asalto ilegal o como
intento de asesinato y los ofensores deben ser castigados en consecuencia por el gobierno civil y ser
disciplinados por la Iglesia. Negamos que el estado tenga derecho alguno de imponer estándares no
realistas sobre las familias; que las así llamadas ofensas de “abandono emocional,” “abuso
emocional,” “abandono educativo,” etc., que forman el grueso de los reportes confirmados de
“abuso y abandono infantil,” sean, de hecho, crímenes contra los niños; que el estado tenga derecho
alguno de administrar penas criminales o usurpar la custodia en casos de negligencia excepto
cuando la vida o la salud física del niño estén obviamente en peligro; y que el estado deba alguna
vez administrar penas criminales o usurpar la custodia en casos donde la única acusación atañe a la
salud mental, puesto que el estado no puede mandar cuáles creencias o actitudes particulares son
saludables o aceptables. Negamos además que la negligencia involuntaria causada por la pobreza u
otras circunstancias incontrolables deban ser tratadas alguna vez como un crimen, y que incluso las
familias pecaminosas sean más ayudadas con la amenaza de quitarles a sus hijos en lugar de la
oración, la instrucción piadosa y la ayuda amorosa. 43. Afirmamos que la violación es un pecado y
un crimen no importa quién sea la víctima, pero especialmente cuando es perpetrada contra un
niño, y que los violadores deben ser juzgados y castigados como criminales (Deuteronomio 22:23-
27; Levítico 18). Negamos que el incesto sea meramente un “tabú” social; que las así llamadas
violaciones “no violentas” o la violación “de cita” (cometida durante una cita) no sean criminales;
que los padres deban ser condenados como abusadores sexuales en ausencia de evidencias
convincentes; que el gobierno civil deba consentir en una “cacería de brujas” contra el abuso sexual,
solicitando reportes anónimos o acusando a personas sin evidencia convincente; que el gobierno
deba sembrar desconfianza por los padres en las mentes de inocentes niños (Deuteronomio 18:15);
que los padres que demuestren su cariño hacia sus hijos deban ser tratados como criminales; que
los abrazos, los besos, y otras formas de afecto por parte de los padres que no involucren
estimulación sexual sean abuso sexual; y que los violadores deban recibir consejería, libertad bajo
palabra, o ligeras sentencias de cárcel en lugar del castigo dictado por la Biblia. 44. Afirmamos que
la pena escritural por los crímenes genuinos contra los niños cae solamente sobre el perpetrador,
no sobre otros miembros de la familia o la víctima. Negamos que los niños deban ser retirados de la
custodia del cónyuge que no es el ofensor. 45. Afirmamos que las nalgadas Bíblicas pueden causar
magulladuras temporales y superficiales o verdugones que no constituyen abuso infantil, pero que
la brutalidad comprobada contra un niño que resulte en la desfiguración permanente o en heridas
serias debe ser castigada por la ley (Éxodo 21:23, 24; Proverbios 13:24; 22:15; 23:13, 14). Negamos
que el derecho y la responsabilidad de administrar disciplina le dé alguna vez a los padres el derecho
de herir seriamente a sus hijos. Un Llamado a la Acción en la Familia ACCIONES GENERALES Debido
a las convicciones anteriores, llamamos a todos los hombres y mujeres que invocan el nombre de
Cristo como su Salvador y Señor personal a unírsenos en: 1. Examinar con seriedad estas
afirmaciones y negaciones a la luz de la Palabra de Dios para ver si son ciertas, y que nos informen
directamente de aquellos puntos donde creen que nos hemos apartado de la Escritura, la evidencia
o la lógica; 2. Reexaminar nuestras propias teorías y prácticas familiares y pedirle a Dios que nos
muestre dónde nos estamos quedando cortos; 3. Arrepentirnos de todos los pecados conocidos,
confesarlos y abandonarlos, pidiéndoles perdón tanto a Dios mismo como a todos aquellos a
quienes hayamos ofendido, haciendo luego toda la restitución posible; 4. Orando a Dios para que
llene a todo Su pueblo con el poder capacitador del Espíritu Santo para que podamos conformar
más y más nuestras vidas personales y nuestras teorías y prácticas familiares a Su voluntad revelada
sobre una base permanente y consistente; 5. Buscando la orientación de nuestros hermanos y de
las autoridades de la iglesia local en cuanto a cómo podemos mutuamente apoyarnos e
influenciarnos los unos a los otros para hacer que nuestras prácticas familiares glorifiquen a Dios.
Habiendo tratado con nuestros propios pecados y fracasos personales, y habiéndonos colocado en
una posición de dar cuentas a Dios, a Su Palabra y a los hermanos, ahora nos comprometemos a: 1.
Influenciar a todos los Cristianos o asociaciones Cristianas conocidas con quienes trabajamos a
considerar seriamente nuestras afirmaciones y negaciones con el propósito de tomar nota de sus
respuestas; 2. Influenciar a aquellos en el campo de la familia quienes están de acuerdo con nuestras
afirmaciones y negaciones a implementar estas propuestas en su trabajo; 3. Movilizar e
interconectar nuestros recursos Cristianos y trabajar de manera coordinada con las otras esferas
profesionales tanto dentro como fuera de la Coalición para el Avivamiento, para ver la conducta del
Cuerpo de Cristo y de la nación cambiadas para que se aproximen más a la visión de la realidad y la
moralidad que se nos presentan en las Sagradas Escrituras. Acciones Específicas Para estos fines nos
comprometemos a las siguientes acciones específicas: 1. Poner a disposición este documento junto
con una lista corta de lecturas de libros pertinentes por autores Bíblicos, para toda iglesia en el
mundo que crea en la Biblia, y estimular a los líderes de las iglesias locales a entrenar a sus miembros
en estos principios esenciales de la familia Bíblica; 2. Aplicar la disciplina eclesiástica cada vez que
los miembros de una congregación se involucren en pecados relacionados especialmente con la
familia, tales como la fornicación, el divorcio fácil, la falta de sumisión de las esposas, el abuso de la
autoridad por parte de los esposos, el abuso de los cónyuges, la desobediencia de los hijos, el abuso
infantil, la falta de apoyo por parte del esposo, el abandono, el incesto, la homosexualidad, o la falta
deliberada de niños por cualquier otra razón que no sea un llamado especial de Dios; 3. Instar a las
juntas directivas de las iglesias a solicitar la renuncia al liderazgo de todos los pastores, ancianos,
evangelistas, miembros de equipos de trabajo en la iglesia y en las organizaciones paraeclesiásticas,
músicos Cristianos, y otros líderes que no cumplan con los requerimientos escriturales para el
liderazgo en el Cuerpo de Cristo (1 Timoteo 3), particularmente en administrar bien sus propios
hogares, o que han atravesado por un divorcio antibíblico y no han probado su contrición y
arrepentimiento, hasta que sus vidas estén alineadas con la Escritura; 4. Exhortando a todos los
Cristianos a unirse en la ciudad, el estado y a escala nacional en oposición a cualquier intento impío
por parte del gobierno civil de arrebatar los derechos paternos ordenados por Dios sobre sus propios
hijos. (Se deben tomar todos y cada uno de los medios institucionales, por parte de individuos y por
la iglesia institucional, para oponerse a cualquier ataque contra el derecho básico, esencial y
fundamental de los padres de concebir, controlar, educar, criar, guiar y disciplinar a sus propios
hijos. Las iglesias deben estar dispuestas a perder su status de exención de impuestos respecto a
este asunto, y los padres Cristianos deben estar dispuestos a ser encarcelados si es necesario, al
batallar contra esta posesión última de poder por parte de los devotos del estatismo idolátrico); 5.
Tomando cualquier acción que podamos, dentro de nuestros límites Bíblicos y Constitucionales,
para reajustar la legislación del condado, del estado y la legislación federal con respecto a los
asuntos familiares con el propósito de hacer que se conforme a la visión Bíblica de la realidad y la
moralidad, especialmente persiguiendo la reanudación de fuertes leyes con respecto al apoyo a los
niños, el adulterio, la homosexualidad, la prostitución, el entretenimiento con actos sexuales, la
pornografía, el abuso sexual, el incesto, la violación, el aborto, el infanticidio y el divorcio; 6.
Animando a los pastores, ancianos y equipos de trabajo en la iglesia a persuadir y enseñarles a los
padres que Dios los tiene como responsables por desarrollar la madurez espiritual y el
entendimiento Bíblico de sus propios hijos y que no pueden delegar esta obligación primera o
totalmente a la Iglesia o a las escuelas Cristianas; 7. Guiando y socorriendo, e instando a las iglesias
a guiar y socorrer a los padres en el cumplimiento de sus funciones como cabezas espirituales de
sus familias; 8. Desafiando a la Iglesia a reconsiderar su visión del cuidado de los ancianos, e instando
a que los hijos y los nietos asuman la primera responsabilidad de cuidar a sus ancianos minusválidos
en sus propios hogares y como miembros de sus propias familias antes que recurrir a los hogares de
retiro; 9. Enseñando que cuando los niños son abandonados o quedan en la orfandad, o sus padres
se encuentran en la cárcel, debiesen ser cuidados preferiblemente por parientes, amigos o por la
Iglesia antes que por el gobierno civil, instituciones o albergues de menores; 10. Llamando a cuentas
a las iglesias evangélicas cada vez que de manera antibíblica e inexcusable aceptan el divorcio fácil,
el “divorcio sin que medie culpa,” y el nuevo matrimonio fácil, e instarles a adoptar actitudes y
prácticas Bíblicas (La tasa de divorcios entre aquellos que asisten a iglesias evangélicas está
creciendo y acercándose cada vez más a la tasa que existe entre la gente secularizada. Se debe lanzar
una campaña masiva para educar a las congregaciones, para llamar a los divorciados y casados de
nuevo de manera antibíblica al arrepentimiento, a ejercer la disciplina eclesiástica en casos
antibíblicos de divorcio y nuevo matrimonio, y ayudar a reestablecer a los pastores divorciados –
quienes deben renunciar a su ministerio pastoral – en carreras alternativas. El avivamiento y la
reforma no vendrá hasta que la Iglesia resuelva sus divorcios impíos y revierta su rampante tasa de
divorcios); 11. Ayudando a cada iglesia local a establecer, por sí sola o en cooperación con otras
congregaciones locales, su propio centro de crisis de embarazos y un programa anti-abortos (Esta
no es una obligación menos requerida para los Cristianos de hoy en los Estados Unidos de lo que
fue la oposición Cristiana al Holocausto bajo Hitler en Alemania, incluso hasta el riesgo del
encarcelamiento y la muerte.); 12. Llamando a la Iglesia evangélica a educar a los padres y a sus
adolescentes en conocimiento, sabiduría, respeto y responsabilidad por su sexualidad para preparar
a los jóvenes para matrimonios piadosos (centrados en Dios) y para revertir la tendencia hacia la
fornicación entre los adolescentes Cristianos. De conformidad con el deseo de la Coalición para el
Avivamiento de distribuir estos Documentos de Cosmovisión tan ampliamente como sea posible,
por este medio se otorga el permiso para hacerlo por todos los medios, incluyendo fotocopias, otros
sitios web diferentes al de la Coalición, como archivo adjunto en correos electrónicos, como libro
electrónico, y por cualquier otro medio de distribución siempre y cuando el texto del documento
sea distribuido sin modificaciones y en su totalidad, incluyendo esta página de derechos de
propiedad intelectual. Sin embargo, no se otorga permiso alguno para su distribución en alguna
forma que genere ganancias. Para distribuir más de 25 copias impresas en algún calendario anual
se debe obtener el permiso escrito de la Coalición para el Avivamiento. Coalición para el
Avivamiento, Inc. P.O. Box 1139 Murphys, California 95247 Teléfono: (209) 728-2582 Sitio Web:
http://www.Reformation.net

La Cosmovisión Cristiana de la Ayuda al que Sufre Sra. Gladis Dickelman, Presidenta Sr. Robert
Martin, Vice-presidente Con aportes de parte de los miembros del Comité para la Ayuda al que Sufre
de La Coalición para el Avivamiento Dr. Jay Grimstead, D.Min., Editor General Sr. E. Calvin Beisner,
M.A., Asistente del Editor General 1 Prefacio El sufrimiento llegó a este mundo por medio de la
desobediencia de Adán y Eva para con Dios y la Caída resultante del hombre y la naturaleza de su
estado original de perfección tal y como fueron creados por Dios. Como consecuencia el hombre
está en desarmonía con su Creador, consigo mismo, con otros hombres y con la naturaleza. Desde
entonces la tierra ha estado plagada de violencia, enfermedad, desastres, muerte y del sufrimiento
que todo esto trae. Muchos sufren como resultado de sus propias decisiones pecaminosas por su
desobediencia y rechazo a Dios y a Sus mandamientos. Sus decisiones pecaminosas tienen efectos
dolorosos y de amplio alcance sobre la totalidad de sus vidas. Abusan de sus cuerpos y mentes con
drogas, alcohol, inmoralidad sexual, o descuidan las prácticas de la buena salud, y sufren así tanto
física como emocionalmente. De igual manera, el sufrimiento puede provenir de relaciones
quebrantadas, ambientes llenos de tensión, batallas internas que no han sido apropiadamente
tratadas, o incluso de ataques demoníacos. Muchos que están en prisión cosechan las
consecuencias de su conducta criminal, mientras que otros son cautivos de adicciones destructivas
que brotan de sus decisiones. La pobreza puede incluso resultar de la rebelión contra la autoridad,
la pereza, falta de disciplina y auto-control e ignorancia. Pero otros sufren sin contribuir
directamente a las causas de su sufrimiento. Son víctimas de fuerzas externas como los defectos de
nacimiento, accidentes, enfermedades, o catástrofes repentinas (diluvios, terremotos, incendios,
sequías, etc.). Algunos sufren por la muerte de un miembro de la familia o de un ser amado. Otros
son víctimas de la violencia humana ya sea en sus formas institucionales de la tiranía
gubernamental, la guerra, el prejuicio cultural, o en sus formas individuales como el crimen, la
violencia doméstica y personal, o por los “pecados de los padres.” Las agencias gubernamentales
han llegado a asumir cada vez más la responsabilidad que una vez se encontraba en las manos de
los individuos, las organizaciones privadas y las iglesias para tratar con quienes sufren. La filosofía
política prevaleciente nos lleva a creer que quienes sufren son responsabilidad del gobierno. El
gobierno civil sí tiene alguna responsabilidad judicial y legal, pero como dice el Dr. John Perkins, “Es
necio esperar que nuestro gobierno tome la delantera proveyendo servicios sociales creativos,
constructivos y de cuidado.” El pobre historial del gobierno muestra que es ineficiente, perpetuando
a menudo los males que busca resolver. En contraste, la Biblia asigna la responsabilidad primaria
para ayudar al que sufre a los Cristianos individuales y a la Iglesia. Tenemos un mandamiento de
parte de nuestro Señor, y Su promesa de canalizar Sus grandes recursos de amor, sabiduría y energía
a través de nosotros para llevar a cabo nuestra tarea. Esta no es una opción, sino una obligación. No
podemos entregarle a nuestro gobierno o a alguien más nuestro papel como las manos, el corazón
y los pies de Jesús. “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les
dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (Santiago 2:15, 16). Los
motivos impulsores y las metas primarias detrás de toda acción de ayuda deben ser obedecer y
glorificar a Dios, traer los pecadores a un conocimiento salvador de Cristo, y presentar a todo
creyente como una persona madura en Cristo. El Cuerpo de Cristo debiese ser reconocido como un
pueblo que escucha los clamores de aquellos que están en necesidad y que vienen en su ayuda. Por
lo tanto, no debiesen existir divisiones entre el evangelismo y el ministerio a la gente que sufre.
Debe haber un testimonio de obras de compasión si ha de haber un verdadero testimonio del
mensaje de Jesucristo. Pues Jesús dijo que vino “para dar buenas nuevas a los pobres... a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año
agradable del Señor” (Lucas 4:18, 19). Como Su pueblo debemos hacer lo mismo, haciendo uso de
Su poder y de Su Palabra. Nuestra meta es ayudar a los necesitados a que lleguen a ser capaces de
ayudar a otros, no edificar nuestros propios egos haciéndonos nosotros mismos indispensables.
Nuestra tarea es, humilde y obedientemente, ayudar a otros a alcanzar su potencial de ayudar a los
necesitados. No debemos buscar soluciones de corto plazo que perpetúan la dependencia y dañan
la dignidad de aquellos a quienes “ayudamos.” Según Perkins, para corregir la injusticia económica,
debemos ir en pos del desarrollo, capacitar a la gente para que llegue a ser autosuficiente a través
del poder del evangelio. Las víctimas de la hambruna y de la guerra dependen de nuestros esfuerzos
de auxilio, y no osamos descuidar sus necesidades. Pero la necesidad más grande es la de desarrollo
para romper el ciclo de pobreza, de modo que los receptores de hoy lleguen a ser los dadores de
mañana. Esta estrategia debiese extenderse a muchas áreas del necesitado. La Biblia dice que es
más bienaventurado dar que recibir, por lo tanto necesitamos motivar y equipar a otros para que
den y para que ellos también puedan cosechar la bendición de Dios. Aunque cada Cristiano tiene
responsabilidad personal por aquellos que están sufriendo, la acción individual no es suficiente. La
Iglesia ha de ser un refugio, un ministerio de compasión y una voz por la justicia. Además de
organizar esfuerzos unidos para ayudar a quienes sufren la Iglesia debe conformar al orden Bíblico
las estructuras sociales, económicas, legales, educativas, médicas y gubernamentales. Hacer esto
no solamente eliminaría mucho sufrimiento, sino que también aumentaría la justicia y la compasión,
incrementando la efectividad del mensaje de salvación. Esto requiere que los Cristianos en todos
los senderos de la vida cooperen en y a través de sus iglesias locales, y que las iglesias locales
también trabajen juntas. Jesús dijo que la Ley podía ser resumida en los mandamientos de amar a
Dios y amar al prójimo. No debemos cerrar nuestros corazones a alguien en necesidad cuando
tenemos los medios para ayudar. No podemos esperar eliminar todo el sufrimiento en el mundo, o
incluso en la vida de una persona; intentarlo producirá solamente frustración y desesperación. El
mundo aún está caído y la opción por el pecado siempre está presente. Pero estamos llamados a
llevar a cabo actos de amor significativos y sacrificiales, a la compasión y a la obediencia a Dios. “En
esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano
tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1 Juan 3:16-18). Con estos
pensamientos en mente presentamos las siguientes afirmaciones y negaciones con la esperanza de
que ayuden a conducir al Cuerpo de Cristo a una acción más efectiva en la ayuda al necesitado.
Declaraciones de Afirmación y Negación LAS CAUSAS DEL SUFRIMIENTO 1. Afirmamos que la causa
fundamental del sufrimiento es la Caída del hombre registrada en Génesis 3. Negamos que Dios o
la naturaleza fuesen la causa inicial del sufrimiento en el mundo, y que el hombre y la naturaleza se
hallen en su estado normal. 2. Afirmamos que las causas del sufrimiento y la carencia – el pecado y
la separación de Dios, las obras del Adversario, la elección personal y ancestral, la opresión
individual y colectiva – siempre han de ser abordadas. Negamos que cualquier auxilio al necesitado
efectúe un cambio positivo y de larga duración si solamente son aliviados o eliminados los síntomas.
3. Afirmamos que existen personas heridas y sufridas que son víctimas inocentes de causas
naturales o humanas en este mundo caído. Negamos que todo el sufrimiento resulte del pecado y
de la decisión personal. 4. Afirmamos que la Biblia establece y presenta el patrón para la estructura
familiar; que el colapso de esta estructura definida es causa de mucho dolor; y que tal colapso
resulta del alejamiento y abandono de los estándares Bíblicos establecidos por Dios. Negamos que
el colapso de la familia sea causado por la falta de empleo, la falta de educación o el racismo. 5.
Afirmamos que algunas personas sufren como resultado directo de la decisión personal, cosechando
las consecuencias de sus propias acciones. Negamos que todos aquellos que sufren de hábitos
destructivos, pobreza, homosexualidad o enfermedad sean simplemente víctimas del cambio, la
sociedad, la opresión o la herencia. 6. Afirmamos que todos los no Cristianos sufren espiritualmente,
en el ámbito emocional y a menudo físicamente porque no conocen o no obedecen a Dios; que
necesitan aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor para disfrutar del fruto del Espíritu aquí y
ahora y para escapar del sufrimiento eterno; y que los Cristianos deben ministrarles el evangelio de
salvación. Negamos que algún no Cristiano no esté sufriendo y que no se halle en necesidad de
salvación. LA NECESIDAD DE UNA RESPUESTA BÍBLICA 7. Afirmamos que hay multitud de personas
que están sufriendo en el mundo y que no podemos, delante de Dios, permanecer aislados de ellos.
Negamos que el sufrimiento sea algo que no exista o que no sea importante solo porque no lo
veamos, y que no seamos afectados por el sufrimiento de otros. 8. Afirmamos que Dios espera que
todos los Cristianos respondan con amor y compasión a aquellos que están sufriendo, ya sea como
víctimas inocentes o como resultado de las decisiones personales. Negamos que la compasión
mostrada hacia aquellos que están en necesidad sea una opción, y que la necesidad de confrontar
el pecado en la vida de alguien nos libre de la necesidad de amarle y ayudarle. 9. Afirmamos que
cubrir las necesidades de aquellos que sufren es parte integral de la comisión de Cristo de predicar
el evangelio y de hacer discípulos a todas las naciones. Negamos que el evangelio pueda ser
predicado con indiferencia frente a las necesidades temporales. 10. Afirmamos que la participación
directa en las vidas y comunidades de aquellos que sufren es algo esencial para la ayuda efectiva.
Negamos que el ministerio centrado en Cristo hacia los que sufren sea posible sin el contacto
personal íntimo con aquellos que sufren y el conocimiento de primera mano de su ambiente. 11.
Afirmamos que la ayuda para el que sufre debe afirmar el valor y dignidad de cada persona; que
debe abordar la totalidad de la persona en cuerpo, alma y espíritu en el contexto de un entorno
social y natural; que debemos, con todo respeto, ayudar a desarrollar habilidades y destrezas,
enseñándole al que sufre a ayudar a otros. Negamos que cualquier ayuda dada al que sufre efectúe
un cambio positivo a largo plazo si esta devalúa al individuo, si deja de involucrar a la totalidad de
la persona en el proceso de ayuda, o si incrementa la dependencia no bíblica en otras personas o
instituciones. 12. Afirmamos que solamente los programas que operen sobre la base de los
principios Bíblicos son capaces de abordar la causa raíz del sufrimiento e involucrar la totalidad de
la persona en el proceso de ayuda, efectuando de este modo un cambio positivo y duradero, y que
la Iglesia, por lo tanto, está diseñada y equipada de manera única para ser la institución más efectiva
para ayudar a los que sufren. Negamos que algún programa no Cristiano o secular pueda abordar
adecuadamente el problema raíz del sufrimiento, involucrar la totalidad de la persona temporal y
espiritual, y por ende, que tales programas puedan llevar a cabo un cambio positivo y duradero del
sufrimiento. 13. Afirmamos que los Cristianos, las iglesias y las organizaciones Cristianas debiesen –
cuando puedan hacerlo sin comprometer los principios Bíblicos – trabajar con las agencias
gubernamentales existentes, e influenciarlas, con los negocios y las instituciones locales de alcance
para ayudar a los que sufren, y que esto debiese ser la responsabilidad de todos los ciudadanos,
especialmente de los Cristianos, como participantes en el gobierno. Negamos que sea incorrecto
que los Cristianos cooperen con los buenos programas gubernamentales y seculares que ayuden a
aquellos que están en necesidad, y que sea inapropiado hacerlo como un testigo Cristiano de amor
e interés y como una oportunidad para compartir el evangelio. 14. Afirmamos que los Cristianos y
la Iglesia deben buscar, de manera humilde, diligente y continua, la sabiduría de Dios por medio del
Espíritu Santo y de las Sagradas Escrituras, con el propósito de entender como ayudar mejor a los
que sufren. Negamos que los Cristianos o la Iglesia puedan ministrar efectivamente sin la guía y
dirección de Dios. AYUDANDO A LOS POBRES 15. Afirmamos que el papel cada vez mayor del
gobierno civil al ayudar a los que sufren ha sido abrumadoramente inefectivo, que muchas agencias,
instituciones y programas gubernamentales son extremadamente derrochadores, desvían fondos
económicos hacia los burócratas y las funciones burocráticas en lugar de dirigirlos hacia los
necesitados; y que las demandas crecientes de fondos por impuestos para el servicio humano le
quitan al sector privado la oportunidad de brindar una ayuda directa y extender de este modo un
interés personal, amor y un testimonio Cristiano. Negamos que la responsabilidad principal de
ayudar a los que sufren se halle en el gobierno civil; que los programas gubernamentales sean
efectivos para producir beneficios duraderos; que los programas gubernamentales hayan probado
ser efectivos en el manejo y administración de los costos; que la mayor parte de ese dinero haya
sido realmente dirigido a los necesitados; y que los programas gubernamentales fomenten un
testimonio personal de amor y ayuda espiritual. 16. Afirmamos que la asistencia social ha
recompensado y alentado la inmoralidad; que ha contribuido significativamente a la destrucción de
la familia Afro-americana en los Estados Unidos; y que ha paralizado a los supuestos beneficiarios al
causar un ciclo de dependencia. Negamos que el subsidio por desempleo sea un medio efectivo para
combatir la pobreza ya sea para el presente o a largo plazo. 17. Afirmamos que existen aquellos que
sufren por una pobreza deliberada; que necesitan ser desafiados educacional, espiritual y
culturalmente a ser más responsables y trabajadores para que sus hijos y nietos no repitan su
descuidado estilo de vida; y que aunque la Iglesia no debiese aprobar o consentir la pereza debiese
proveer una ayuda sustancial para las víctimas de la indolencia de otros, tales como los hijos o
esposas de aquellos jefes de familia caracterizados por la ociosidad. Negamos que a alguien, pero
especialmente a aquellos que sufren de pobreza deliberada, se les deba suplir tomando por la fuerza
el dinero de otros. AYUDANDO A LOS PRISIONEROS 18. Afirmamos que el alcoholismo y las
drogadicciones resultan de las decisiones y elecciones personales. Negamos que el alcoholismo y la
drogadicción resulten únicamente de la herencia o del trasfondo cultural. 19. Afirmamos que la
restitución, las multas y la pena capital son más efectivas que el encarcelamiento para el
establecimiento de la justicia y la prevención del crimen. Negamos que Dios haya tenido el propósito
de que las sociedades usaran la encarcelación como un castigo a largo plazo y de uso frecuente. 20.
Afirmamos que los prisioneros sufren de descuido, instalaciones inadecuadas y carecen de un
tratamiento compasivo, humano y correctivo, y que los Cristianos debiesen establecer ayudas que
impulsen el cambio de vida para los encarcelados. Negamos que los encarcelados tengan que ser
desatendidos o devaluados, y que no tengan potencial para un cambio dramático – especialmente
si son regenerados en Cristo. 21. Afirmamos que las estructuras judiciales y legales deben proveer
los medios para una sentencia equitativa y justa haciendo que el castigo sea proporcional al crimen,
y que las estructuras actuales son, en muchos casos, o demasiado indulgentes, demasiado rigurosas
o totalmente inefectivas en darles una ayuda legítima y correctiva a los ofensores y en proteger a la
comunidad de la reincidencia criminal. Negamos que el costo del sistema penal esté produciendo
resultados satisfactorios AYUDANDO A LOS DISCAPACITADOS 22. Afirmamos que toda la gente
debiese honrar y respetar a las personas ya ancianas; que debiésemos darles oportunidades para
que contribuyan significativamente en la familia, la iglesia y la sociedad; y que debiésemos recurrir
a la riqueza de su experiencia, dones y habilidades. Negamos que alguien deba ignorar o irrespetar
a las personas ya ancianas, y que debiesen ser tratadas como obstáculos a la realización personal,
familiar o social. 23. Afirmamos que aquellos discapacitados físicos y mentales son creados por Dios
con la misma dignidad y valor dados a todos los seres humanos, y que debiesen ser integrados en la
vida cotidiana de la familia, la iglesia y la sociedad como miembros que contribuyen, con
consideraciones apropiadas para auxiliarles en sus necesidades únicas. Negamos que los
impedimentos físicos y mentales sean necesariamente castigos de Dios; que la persona con
impedimentos tenga menos dignidad o valor que los otros o que no haga contribuciones vitales; y
que las discapacidades descubiertas en el niño aún no nacido justifiquen que se les mate en el
vientre. 24. Afirmamos que Dios sana sobrenaturalmente; que Él le da al hombre la habilidad de
combatir la enfermedad y aliviar el sufrimiento físico a través de la ciencia y la práctica médica; que
Él ha provisto el conocimiento para prevenir algunas enfermedades por medio de la nutrición
adecuada y la buena condición física; y que la nutrición apropiada y la buena condición física y
mental son esenciales para la buena salud. Negamos que Dios sane sobrenaturalmente siempre o
nunca, y que el uso de la medicina, la tecnología médica o la cirugía sea incompatible con la fe en
Dios. 25. Afirmamos que quienes sufren mental y físicamente necesitan amistad personal, consejo
espiritual y respeto, lo mismo que una adecuada ayuda profesional, y que la confusión y la tensión
emocional y psicológica también pueden ser causadas por la influencia demoníaca. Negamos que
los Cristianos deban evitar a quienes estén necesitados mental y físicamente. AYUDANDO A LOS
OPRIMIDOS RESPONDIENDO A LA OPRESIÓN DOMÉSTICA 26. Afirmamos que la violencia doméstica,
ya sea física, sexual o emocional, ya sea marital o incestuosa, es una abominación y debe ser una
ofensa criminal, y que se debe tratar con ella por parte de las iglesias, las comunidades y las
autoridades civiles. Negamos que la violencia doméstica pueda confundirse con los métodos Bíblicos
de disciplina aplicados de manera apropiada por parte de los miembros responsables de la familia;
que la violencia doméstica pueda ser justificada por alguna razón; que las autoridades locales de
gobierno no tengan el derecho de intervenir apropiadamente en la violencia doméstica; y que las
iglesias no tengan la obligación de aconsejar y enseñar en contra de tales prácticas pecaminosas.
27. Afirmamos que dentro dela estructura familiar (especialmente la familia Estadounidense de
color) el hombre ha abdicado de su papel como cabeza espiritual y natural del hogar, y que la
desorientación de la familia es responsabilidad última del hombre. Negamos que el hombre sea
inadecuado para cumplir el papel de proveedor espiritual y físico de su familia, y que no haya
esperanza – como sugiere una estadística popular – para la familia de color. 28. Afirmamos que las
víctimas del aborto y el infanticidio son seres humanos que han sido sometidos a un dolor
espantoso. Negamos que las víctimas infantiles del aborto y el infanticidio no sean humanas o que
sean incapaces de sentir dolor. 29. Afirmamos que las mujeres que se practican un aborto son en
muchos casos explotadas por la mala información, la influencia coercitiva, el temor, la falta de
opciones, y que de este modo son dañadas emocional y físicamente, abusadas y explotadas, y a
menudo sufren de prolongadas heridas psicológicas y emocionales. Negamos que todas las mujeres
que se practiquen abortos sean informadas adecuadamente de la verdadera naturaleza de sus
bebés aún no nacidos, los peligros para su propia salud física y emocional, y de las consecuencias de
arrebatar la vida inocente de sus bebés no nacidos. 30. Afirmamos que el aborto, como medio de
control natal, tiene efectos devastadores sobre nuestra nación y en el mundo, y que fomenta el
libertinaje que puede causar epidemias de enfermedades sexuales, devaluar la santidad del
matrimonio y la familia, y – lo peor de todo – destruir el respeto por la vida humana. Negamos que
el uso del aborto como medio de control natal haya beneficiado a nuestra nación. 31. Afirmamos
que los hijos son herencia del Señor; que los padres son responsables por ellos; y que la obligación
principal de los hijos es la obediencia a sus padres. Negamos que el gobierno tenga la
responsabilidad principal de cuidar a los niños; que el curso de vida de cualquier joven le haga
inherentemente rebelde, inmoral o violento; y que sean correctas la actividad sexual pre-marital, la
experimentación con las drogas, y otras presiones sociales fuertes e impías de parte de sus iguales
– las cuales conducen al sufrimiento. 32. Afirmamos que solamente la fe en Jesucristo puede salvar,
redimir y restaurar a la familia. Negamos que algún programa de asistencia gubernamental pueda
salvar a la familia. RESPONDIENDO A LA OPRESIÓN CRIMINAL 33. Afirmamos que las víctimas de
crímenes deben ser protegidas y compensadas de sus pérdidas por parte de los ofensores siempre
que sea posible, y que los ofensores deben ser enjuiciados rápidamente y deben recibir el castigo
apropiado. Negamos que las víctimas estén siendo adecuadamente protegidas o compensadas por
parte de sus ofensores. 34. Afirmamos que la pornografía, como una plaga demoníaca, daña a todos
directa o indirectamente, causando abuso mental y físico, violencia y decadencia más allá de lo que
se puede describir, y destruyendo a los ofensores y víctimas de todas las edades. Negamos que la
pornografía tenga algún valor artístico o redentor; que sea neutral, o que amerite protección bajo
la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos; que sea digna de ser preservada; y
que sea inocua para sus productores, consumidores y para toda la comunidad en la que exista.
RESPONDIENDO A LA OPRESIÓN RACIAL 35. Afirmamos que toda la humanidad es creada a la imagen
de Dios y debe ser tratada de manera consecuente; que Dios cumplirá Sus propósitos a través de
personas de diferentes razas y culturas; que el favoritismo y el prejuicio racial son pecaminosos y
aborrecibles para Dios, causando un gran sufrimiento y privaciones humanas; y que la Iglesia tiene
la responsabilidad especial de enseñar y respaldar el principio Bíblico de imparcialidad y de tomar
la iniciativa para eliminar el favoritismo racial, incluyendo las leyes y tradiciones existentes.
Negamos que la Biblia apruebe alguna forma de prejuicio racial o enseñe que alguna raza fuese o es
de menor dignidad que alguna otra raza. 36. Afirmamos que se debe admitir abiertamente el
prejuicio racial y renunciar a él, y que el arrepentimiento y la restitución vicaria debiesen llevarse a
cabo por parte de todos los Cristianos por los pecados actuales y por los pecados de sus
antepasados. Negamos que el prejuicio racial vaya a desaparecer de manera voluntaria, y que se
pueda tratar con él a puerta cerrada. 37. Afirmamos que el prejuicio racial existe en los sistemas de
empleo, vivienda, las prácticas financieras y de crédito, el gobierno, la educación y los negocios.
Negamos que la Iglesia haya hecho un esfuerzo unificado, consistente y efectivo para auxiliar a
aquellos que sufren de prejuicios, y que la mayoría de los líderes de la sociedad hayan iniciado
esfuerzos significativos para aliviar las iniquidades sociales. 38. Afirmamos que en Cristo hay
únicamente una Iglesia, y que Dios desea que los Cristianos lleven el evangelio a pueblos de
diferentes razas, culturas y herencias, uniéndoles en Cristo. Negamos que exista justificación o
excusa alguna para la existencia del racismo en el Cuerpo de Cristo. 39. Afirmamos que los Cristianos
negros, lo mismo que los blancos, tienen la responsabilidad de reconciliar la división entre negros y
blancos y entre las familias Cristianas negras y las naciones, y que Jesucristo puede cerrar la brecha
entre las razas en el Cuerpo de Cristo. Negamos que la Iglesia blanca tenga la responsabilidad total
de cerrar las brechas raciales. 40. Afirmamos que los líderes Cristianos de los medios masivos de
comunicación deben arrepentirse de políticas racistas, y hacer restitución por ellas, y deben llevar
a cabo un esfuerzo serio para alcanzar a las comunidades de minorías y buscar ministros y líderes
de las minorías para despertar a sus comunidades con el evangelio. Negamos que se haya llevado a
cabo la restitución, particularmente en la forma de provisión de tasas reducidas, tiempo, desarrollo
de programas, equipo de televisión y empleos en todos los medios de comunicación, y que las
minorías sean incapaces de producir una programación de calidad y de escribir materiales
sustanciosos que despierten sus comunidades al avivamiento. 41. Afirmamos que los actuales
líderes en las comunidades minoritarias que ponen la política en primer lugar incumplen su principal
responsabilidad espiritual de conducir a sus comunidades a un conocimiento salvador de Jesucristo
y de discipular a sus comunidades bajo Su Señorío. Negamos que la acción social sola pueda traer
justicia y paz a las minorías y a las relaciones raciales. RESPONDIENDO A LA OPRESIÓN SEXISTA 42.
Afirmamos que ambos sexos fueron creados a imagen de Dios como únicos y diferentes, pero con
el mismo valor, dignidad y significado en la sociedad, y que sus papeles y límites difieren para que
puedan satisfacerse y complementarse el uno al otro en la familia, la iglesia y la sociedad. Negamos
que el hombre y la mujer hayan sido creados al mismo tiempo y de la misma manera; que tengan
los mismos papeles o límites; y que las mujeres puedan ser consideradas como inferiores intelectual,
física o espiritualmente, o que se les pueda negar igual respeto y oportunidad en las actividades
educativas, económicas, sociales o personales. RESPONDIENDO A LA OPRESIÓN POLÍTICA Y
ECONÓMICA 43. Afirmamos que los sistemas gubernamentales y políticos tales como el
totalitarismo que impone valores ateos y antibíblicos y niega la libertad religiosa (e.g., el
comunismo, el fascismo, el socialismo, el Nazismo y la Teología de Liberación) son siempre opresivos
y deben ser enfrentados de manera vigorosa, especialmente en su expansión arbitraria y agresiva y
su control de la gente, tanto individual como colectivamente. Negamos que los gobiernos o
enseñanzas ateas sean neutrales moral o religiosamente; que puedan ser aprobados, ignorados o
aceptados; y que tales sistemas puedan sobrevivir sin violencia y la opresión masiva de pueblos y
naciones. 44. Afirmamos que la Biblia respalda una política justa de inmigración combinada con el
respeto y la protección de los derechos y propiedades de los residentes. Negamos que exista una
razón Bíblica o económica para prohibir o limitar severamente la inmigración, y que las leyes de
inmigración deban jamás abusar o maltratar a los extranjeros. 45. Afirmamos que la acción
afirmativa crea dependencia, socava la iniciativa, la diligencia y la responsabilidad, y por ende daña
el sentido de valor de aquellos que se “benefician” de ella. Negamos que la acción afirmativa debiese
usarse como muleta; que sea un fin en sí misma; y que deba usarse jamás a expensas de la
conformidad con el principio Bíblico de imparcialidad. Un Llamado a la Acción en la Ayuda al
Necesitado ACCIONES GENERALES Debido a las convicciones anteriores, llamamos a todos los
hombres y mujeres que profesan a Cristo como su Señor y Salvador personal a unirse a nosotros en:
1. Examinar con seriedad estas afirmaciones y negaciones a la luz de la Palabra de Dios para ver si
son ciertas, e informarnos directamente de aquellos puntos en los cuales crean que nos hemos
apartado de la Escritura o la lógica; 2. Reexaminar nuestras propias teorías y prácticas respecto a la
ayuda a los necesitados y pedirle a Dios que nos muestre dónde estamos fallando; 3. Arrepentirnos
de todos los pecados conocidos, confesándolos y abandonándolos, pidiéndole perdón tanto a Dios
como a todos aquellos a quienes hayamos ofendido, y luego hacer toda la restitución posible; 4.
Orar pidiéndole a Dios que llene a todo Su pueblo con el poder capacitador del Espíritu Santo para
que podamos traer nuestras vidas personales y nuestras teorías y prácticas de ayuda al necesitado
a una conformidad más cercana a Su voluntad revelada sobre una base permanente y consistente;
5. Buscar orientación de nuestros hermanos y de las autoridades de la iglesia local en cuanto a como
podemos respaldarnos mutuamente e influenciarnos los unos a los otros para hacer que nuestras
prácticas de ayuda a los necesitados glorifiquen a Dios. Habiendo tratado con nuestros propios
pecados y fracasos personales, y habiéndonos colocado a nosotros mismos como responsables ante
la Biblia y ante los hermanos, ahora nos comprometemos a: 1. Influenciar a cualquier Cristiano
conocido o asociaciones Cristianos con las cuales trabajamos a que consideren seriamente nuestras
afirmaciones y negaciones con la meta de tomar en cuenta sus respuestas; 2. Influenciar a aquellos
en el campo de la ayuda a los necesitados y que concuerden con nuestras afirmaciones y negaciones
para que implementen estas propuestas en su trabajo; 3. Reconocer que ningún programa que
hayamos inventado sustituirá la redención y la regeneración que solamente Dios puede dar, y hasta
que los sufrientes se sometan al señorío de Cristo estaremos solamente tratando problemas
superficiales; 4. Reconocer que en este mundo caído la verdadera fuente de sanidad y consuelo para
aquellos que sufren es el Gran Médico, Jesucristo, quien debe tener la plena libertad de trabajar en
las vidas de la gente; 5. Movilizar y establecer redes con nuestros recursos Cristianos y trabajar en
concierto con las otras esferas profesionales tanto dentro como fuera de la Coalición para el
Avivamiento, para ver que la conducta del Cuerpo de Cristo y de nuestra nación cambien para
aproximarse más y más a la visión de la realidad y la moralidad que se nos presentan en las Sagradas
Escrituras. ESPECIFICACIONES Para estos fines, nos comprometemos con las siguientes metas: 1.
Tratar con la persona completa en nuestros esfuerzos por ayudar a los necesitados, acercándolos a
un entendimiento de la realidad de Dios; 2. Esforzarnos por devolverle al individuo, la familia, las
asociaciones privadas y la Iglesia mucha de la responsabilidad por los necesitados que ahora ejerce
el gobierno civil, por medio del voto, escribiéndoles a aquellos en autoridad, y simplemente
haciendo lo que se requiera en lugar de esperar que alguien más lo haga; 3. Hacer toda ayuda de
auxilio tan directa como sea posible, impidiendo de ese modo la absorción y despilfarro de recursos
en el plano administrativo y así, como embajadores de Cristo, ejemplificar la ayuda apropiada para
los necesitados; 4. Buscar maneras de hacer que la ayuda que ofrezcamos resulte en un beneficio
de larga duración, i.e., capacitando a aquellos necesitados y sufrientes a comenzar a ayudar a otros
a medida que aprenden a llenar sus propias necesidades en obediencia a Dios, haciendo posible de
este modo que nuestra ayuda edifique y sustente la dignidad de los receptores; 5. Trabajar por la
salvación de los necesitados sabiendo que solamente eso provee una resolución eterna de sus
problemas y la bendición eterna en esta vida y en la venidera; 6. Ponernos a la vanguardia, como el
Cuerpo de Cristo, abandonando todos los prejuicios contra las personas: 6.1. Promoviendo la
discusión abierta y honesta a través de todas las barreras artificiales; 6.2. Resolviendo conflictos de
razas y diferencias culturales; 6.3. Viendo a las personas discapacitadas como valiosas y capaces de
contribuir significativamente a la vida de la familia, la iglesia y la comunidad; 6.4. Examinándonos
atentamente a nosotros mismos en oración y meditación de la Palabra de Dios para ver nuestros
prejuicios, y pedirle a Dios y a nuestros compañeros creyentes que nos corrijan; 6.5. No dándole al
mundo motivos para ser acusados de devaluar a cualquier ser humano con base en la falsa norma
del prejuicio; 6.6. Desarraigando el prejuicio racial en el Cuerpo de Cristo por medio del
arrepentimiento, el amor y la disciplina; 7. Clamar por justicia para aquellos a quienes el mundo ha
dejado de oír: las minorías, los ancianos, los niños nacidos y no nacidos, y todos aquellos que no
tienen el poder político suficiente para ser escuchados en un mundo impío debiesen ver que su voz
es escuchada por parte de la Iglesia de Jesucristo; 8. Examinar las equivocaciones pasadas y hacer
restitución siempre que sea posible; 9. Influenciar a la sociedad para que respete y defienda el
concepto de restitución para aquellos que sufren como víctimas del crimen; 10. Examinar como
usamos nuestro dinero, tiempo y energía, y determinando estar involucrados activamente en la
ayuda a los necesitados según el Espíritu Santo nos dirija a través de los varios ministerios Cristianos;
11. Educar a las congregaciones al respecto y ayudarles a participar en oportunidades para ayudar
a los necesitados; 12. Ayudar a las iglesias a establecer sistemas internos para proveerles a los
pobres que se hallen en ellas; 13. Oponernos al establecimiento de falsedades relacionadas con los
“derechos humanos” tales como los “derechos de los homosexuales”; 14. Enfocar nuestra propia
atención y energías, y la de otros, en los asuntos reales sobre derechos humanos tales como los
derechos de los no-nacidos, los discapacitados y los ancianos; 15. Entrenar o ayudar a entrenar
pastores y trabajadores sociales Cristianos y a profesionales de la atención a la salud a identificar,
atar y echar fuera los demonios de aquellas personas endemoniadas; 16. Rescatar a las personas de
la dependencia química; 17. Alentar y ayudar a las iglesias sub-urbanas y de clase media a establecer
vínculos activos y cercanos con iglesias de las zonas urbanas deprimidas y pobres para dirigir sus
recursos monetarios, de amor, gente, conexiones y habilidades para ayudar a esas iglesias hermanas
a convertir sus distritos en jardines, familia por familia y cuadra por cuadra, y así aprender de ellas
las necesidades, aspiraciones y frustraciones reales de los pobres. De conformidad con el deseo de
la Coalición para el Avivamiento de distribuir estos Documentos de Cosmovisión tan ampliamente
como sea posible, por este medio se otorga el permiso para hacerlo por todos los medios,
incluyendo fotocopias, otros sitios web diferentes al de la Coalición, como archivo adjunto en
correos electrónicos, como libro electrónico, y por cualquier otro medio de distribución siempre y
cuando el texto del documento sea distribuido sin modificaciones y en su totalidad, incluyendo esta
página de derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, no se otorga permiso alguno para su
distribución en alguna forma que genere ganancias. Para distribuir más de 25 copias impresas en
algún calendario anual se debe obtener el permiso escrito de la Coalición para el Avivamiento.
Coalición para el Avivamiento, Inc. P.O. Box 1139 Murphys, California 95247 Teléfono: (209) 728-
2582 Sitio Web: http://www.Reformation.net

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