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“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”

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TRABAJO MONOGRÁFICO

DOY MI TIEMPO PARA LOS DEMÁS

Integrante : Amias Tamani, Marita

Curso : Persona Familia Relaciones Humanas

Docente :

Grado y Sección : 5t° “A”

Iquitos – Perú
2015

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DEDICATORIA

Con mucho cariño para mis padres, quienes nos apoyan día a día para
culminar satisfactoriamente mis estudios secundarios, ya que sabemos que la
mejor herencia que nos dan nuestros padres es el estudio.

La vida no es ningún pocillo roto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar nuestro camino.

Perdidos y confusos, detenidos de vez en cuando, por un callejón sin salida.

Pero, si tenemos fe, siempre se abre una puerta ante nosotros; quizás no sea
la que imaginemos; pero si será, finalmente la que demuestre ser buena para
nosotros.

A nuestra Docente, por tener la paciencia, pedagogía y tino correcto al


momento de corregir nuestros errores y faltas, para así pulir nuestros
conocimientos.

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AGRADECIMIENTO

Estoy muy agradecida con las personas que ayudaron a que este trabajo se
realice y pueda ser expuesto y presentado a mi Docente y mis compañeros y
así poder brindar los conocimientos adquiridos en el presente trabajo.

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EPÍGRAFE

Con nuestro pensamiento creamos muchas formas de sentido de vida,


creencias, ideologías, ideales, intereses, etc. Necesita creer en algo y vivir por
algo ¿Qué ha creado esta forma de dar sentido a la vida humana? Al dar
sentido a su vida en alguna creencia, ideología, o intereses, se siente seguro y
que su vida tiene una orientación. Sin embargo , la seguridad lograda es
limitada porque solo lo es dentro del ámbito aquello que le da sentido ,dentro
del grupo de creyentes, tiene que vivir en un mundo donde mucha gente
persigue distintas metas, entonces tendrá que enfrentarse tarde o temprano
con los demás. De ese modo, la invención de sentidos solo ha creado
confusión a la vida humana y no está llevando a ningún lado a la humanidad .Y
es que el pensamiento es muy limitado para abarcar la totalidad de la vida.
Quién inventa mediante el pensamiento un sentido a la vida es porque ya cree
que la vida misma no tiene sentido. La vida se nos parece muchas veces sin
sentido, por lo tanto insegura; es ese temor a la inseguridad lo que nos hace
refugiarnos en nuestra mente para tener algo de seguridad. Pero ni aun así
encontramos la ansiada seguridad. En realidad el temor es el obstáculo para
vivir de modo diferente, el temor a ser libre, a vivir. Y si uno no se libera de ese
temor no es posible encontrar seguridad alguna.

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INTRODUCCIÓN

el sentido es la fuerza primaria en la vida del hombre ya que el hombre


necesita vivir una vida con sentido, este es una fuerza que lo impulsa a vivir y
afrontar cualquier situación .Nietzsche admitía, “cuando se tiene en la vida un
porque, se vive sin dificultad el cómo”.Tenemos que saber porque nuestras
vidas personales carecen de sentido.

Trascender el sufrimiento no significa tener un corazón duro e indiferente, sino


que significa la observación y comprensión del sufrimiento. Es difícil percibir el
sufrimiento cuando este ocurre pero es indispensable. La percepción del
sufrimiento puede permitirnos comprender que en realidad no sólo existen
sufrimientos particulares, sino que la humanidad también está sufriendo y cada
uno nos alimentamos con nuestro egocentrismo. DE ahí la responsabilidad que
tenemos de terminar tanto con el sufrimiento egocéntrico y buscar formas de
vida diferentes. El sufrimiento puede ayudar a dar sentido a nuestra vida si se
busca en él el lado positivo. Es un ejemplo el hombre viudo que sufre la pérdida
de su mujer, pero se le puede ayudar a que se sienta mejor si se le dice que ha
evitado ese mismo sufrimiento a su mujer por haber muerto antes que ella. En
resumen, no podemos cambiar el destino así que si nos toca sufrir, debemos
hacerlo pero siempre con la actitud más optimista posible

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CAPITULO I: “EL SENTIDO DE LA VIDA”
1.-EL BUEN SENTIDO DE LA VIDA
1.1.- ¿Cómo el hombre le da sentido a su vida?
Según Polo, M. (2001) El hombre actual no descubre sino inventa, crea sentido a su
vida.
Con nuestro pensamiento creamos muchas formas de sentido de vida, creencias,
ideologías, ideales, intereses, etc. Necesita creer en algo y vivir por algo ¿Qué ha
creado esta forma de dar sentido a la vida humana? Al dar sentido a su vida en alguna
creencia, ideología, o intereses, se siente seguro y que su vida tiene una orientación.
Sin embargo , la seguridad lograda es limitada porque solo lo es dentro del ámbito
aquello que le da sentido ,dentro del grupo de creyentes, tiene que vivir en un mundo
donde mucha gente persigue distintas metas, entonces tendrá que enfrentarse tarde o
temprano con los demás. De ese modo, la invención de sentidos solo ha creado
confusión a la vida humana y no está llevando a ningún lado a la humanidad .Y es que
el pensamiento es muy limitado para abarcar la totalidad de la vida. Quién inventa
mediante el pensamiento un sentido a la vida es porque ya cree que la vida misma no
tiene sentido.

1.2.- ¿Buscar o no buscar el sentido de la vida?


Según Polo, M. (2001) Víctor Frankl dice que el sentido es la fuerza primaria en la vida
del hombre ya que el hombre necesita vivir una vida con sentido, este es una fuerza
que lo impulsa a vivir y afrontar cualquier situación .Nietzsche admitía, “cuando se
tiene en la vida un porque, se vive sin dificultad el cómo”.Tenemos que saber porque
nuestras vidas personales carecen de sentido.

Trascender el sufrimiento no significa tener un corazón duro e indiferente, sino que


significa la observación y comprensión del sufrimiento. Es difícil percibir el sufrimiento
cuando este ocurre pero es indispensable. La percepción del sufrimiento puede
permitirnos comprender que en realidad no sólo existen sufrimientos particulares, sino
que la humanidad también está sufriendo y cada uno nos alimentamos con nuestro
egocentrismo. DE ahí la responsabilidad que tenemos de terminar tanto con el
sufrimiento egocéntrico y buscar formas de vida diferentes. El sufrimiento puede
ayudar a dar sentido a nuestra vida si se busca en él el lado positivo.

1.3.-Busqueda del sentido de la vida


Según Chaurru, P. (1979) Un individuo no puede vivir y desarrollarse si no percibe un
sentido de su vida; el hombre es simplemente un hombre más en la sociedad como la
conciencia individual. Un individuo no puede vivir y desarrollarse más que si comunica
un sentido a la vida en el grupo con el cual se identifica. No se puede vivir sin
relacionarse con una sociedad de semejantes. Estamos insertados dentro de un
conjunto de grupos engranados, desde la célula familiar hasta la comunidad, incluso
hasta una sociedad cósmica superior como la ciencia ficción, ello hace preciso percibir
un sentido de la vida .
La vida le presenta numerosos interrogantes, de los que normalmente sólo obtiene
respuestas parciales e incompletas, pero con una reflexión frecuente puede lograr que
la multitud de preocupaciones, afanes y aspiraciones de la vida diaria no desvíen su
atención de lo realmente valioso.
1.4.- Descripción del sentido de la vida
Según Yepes, S.et at. (2003) El sentido de la vida podemos describirlo como la
percepción de la trayectoria satisfactoria o insatisfactoria de nuestra vida. Descubrir el
sentido de la vida es alcanzar a ver a donde lleva, tener una percepción de su
orientación general y de su destino final .La vida tiene sentido cuando tenemos una
tarea que cumplir en ella. Eso nos conduce hacia la estabilidad, ilusión y por tanto, y

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una cierta felicidad cada día que comienza.”Cuando hay felicidad se despierta un
nuevo día con ganas de decir si a la vida, de seguir adelante, eso es la felicidad”. En
cambio si te levantas con los ánimos por los suelos, si despierta con infelicidad, no hay
más remedio que intentar recomponerla buscándole el sentido a ese día que va a
empezar. Ver si puede esperar de él las ganas de seguir viviendo. La ausencia de
motivación y de ilusión es el comienzo de la pérdida del sentido de la vida a lo que
llamamos depresión.
¿Qué hacer si no encuentra sentido? Una posibilidad es la atomización de la vida,
reduciendo la felicidad a los placeres; pero esto a lo único que lleva a ser hombres
huecos, vacios, llenos de paja. La otra posibilidad es reconocer con sinceridad la
pérdida del sentido: el nihilismo .Responder a la pregunta del sentido de la vida es
tener una tarea que nos enfrente con las grandes interrogantes de nuestra existencia,
y quien sabe responderlas, sabe lo que verdaderamente importa.
1.5.- ¿Tiene sentido la vida?
Según López, A. (2003) El sentido de vida brota a la creatividad, y los seres humanos
solo somos creativos en cada situación concreta. Alguien sufre un accidente, y tú te
rebelas al ver su mutilación .Tu irritación te lleva a pensar que la vida carece sentido
.No pierdas el tiempo en hacer consideraciones generales sobre la vida. Ponte en
ayuda a ese ser menesteroso, y veras como vuestras vidas concretas se van llenando
de sentido. En el encuentro, el sentido se hace palpable, denso, sugerente,
reconfortante.
Para captar el sentido, más allá del significado, hay que ampliar el horizonte vital, es
decir, los criterios de interpretación de la vida, las pautas de conducta, las perspectivas
desde las que podemos contemplar nuestra existencia y sus avatares. En definitiva,
actitud virtuosa es la actitud solidaria en todas las vertientes de la vida. Según
Bergson, la alegría anuncia siempre que la vida ha reportado una victoria. No hay
triunfo mayor que crear formas levadas de unidad, porque en ellas reside el sentido
más hondo de la vida.

1.6.- Consecuencias de la vida atenta


Según Polo, M. (2001) Podemos señalar las siguientes consecuencias:
1) Se produce la ruptura de patrones mentales que nos hacen reaccionar ante el
mundo, nuestra vida deja de ser mecánica y nos permite una acción diferente.
2) Como la atención es siempre al presente, entonces nos permite aprender a
vivir de instante en instante.
3) Nos permite conocernos a nosotros mismos, ver lo que somos en nuestras
relaciones con los demás.
4) Nos permite una vida de mayor hondura, es decir, significativa, porque vamos
indagando en la pregunta ¿Quién soy?
5) Produce una sensibilidad distinta que denominaremos amor.
La vida atenta nos permite una forma de vida necesaria para la vida ética, dado que
desenreda los nudos del alma, crea un espacio libre que nos permite asumir la vida
creativamente. Además, permite no sentir la finalidad última como valor exterior que
deba ser alcanzado, sino como algo inherente a nuestro propio ser.
1.7.-El logro de la forma suprema de sentido
Según López, A. (2003) Si una persona amplia su horizonte humano en dirección al
infinito, confiere un rango nuevo y superior al sentido de su vida .Esta experiencia
excepcional la realizamos cuando respondemos activamente a la palabra que nos trae
un mensaje de riqueza sobrehumana y fundamos una relación de encuentro con lo
absoluto.
El que haya vivido esta experiencia al menos una vez en la vida será su existencia
enriquecida con ese horizonte de sentido, que lo invitara constantemente a superar
toda realización precaria de si mismo y llevar a pleno desarrollo su vocación y misión.

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El encuentro con la forma de realidad absolutamente perfecta eleva al hombre a lo
mejor de si mismo, al máximo despliegue de sus aspiraciones más nobles, y le
produce sentimientos de entusiasmo y felicidad plena.
Responder activamente a toda invitación al encuentro que supone un gran valor
porque hace posible la realización del ideal de la unidad para conferir el sentido pleno
a la vida, a la propia, e incluso a la de otras personas. Ese paso se da en la
experiencia de participación .Al participar, el hombre se trasciende a sí mismo y
descubre que lo más profundo que hay en mi procede de mi. El hombre alcanza su
sentido cabal (su planificación) cuando orienta su sentido en el sentido (en la
dirección) que marca las condiciones de la actividad participativa.
Aprender a participar, en el pleno sentido de la palabra, es la meta de toda formación
humana autentica. Al hombre no le viene dado de antemano el sentido de su propia
existencia como un objeto que pueda ser poseído. Se le dan potencias para fundar
relaciones que son otros tantos campos de juego en los que puede desarrollar su vida
personal. El sentido constituye, así, para el hombre una meta y una tarea siempre
renovada, un reto que lo insta a trascender en cada momento los hitos ya alcanzados.
1.8.-Privaciones de la vida
Según Selles, J. (2006) La vida biológica humana es susceptible de muchos ataques
.atentan contra ella el aborto, la manipulación de embriones humanos, el homicidio, el
suicidio, las guerras, los genocidios, las torturas , en una palabra, la violencia. La
violencia es cualquier trato a la persona como s esta no lo fuera. Por eso el violento se
incapacita a comprender el sentido de la persona humana, no solo de la ajena, sino de
sí mismo, cualquier acción mala es incomprensible; una acción violenta es carente de
sentido, porque ni trasluce el sentido personal de quien la realiza, ni se realiza en
orden a la aceptación personal de otra persona, sino que es manifestación de la
despersonalización de quien la ejecuta, y al no subordinarse a personas sino a lo
inferior a la propia acción( dinero, placer, poder, fama) pierde sentido humano.
Cualquier sentido no personal es inferior al sentido de una persona humana, porque
una persona tiene más densidad real que aquellas realidades. Violentar la vida natural
de una persona por defender otros intereses es perder el mayor sentido posible por
adherirse a otro, se trata de la falta de claridad mental, una ignorancia personal. No se
trata no solo de quien hace el mal, sino que oscurece la transparencia de su sentido
personal interno y el de sus acciones. Hecho malo, al corazón y al cuerpo hace daño
.Graves son las violencias a la persona humana en las etapas de sus vida natural. Por
ejemplo: el aborto y la eutanasia.
El acto precede siempre la potencia y al desarrollo de esta, y en este caso el acto es la
persona, a pesar de que desde la concepción o fecundación se es persona, ni al ver la
luz la persona dispone de una perfecta humanidad en su esencia, como tampoco la
tendrá mientras viva, porque sencillamente esta es susceptible.
El hombre es un ser de proyectos, porque el mismo es un proyecto como hombre,
nunca llega a ser completamente humano. Por eso más vale aprender viejo que morir
necio. Nunca acabamos de ser la persona que estamos llamados a ser; por ello,
abortar es matar a un hombre en cualquier periodo de su vida. El hombre siempre
nace y muere prematuramente.
El homicidio y el suicidio también son muertes prematuras. Si el hombre, no solo en el
cuerpo , sino también , y más aun , en su alma , nunca es plenamente hombre, es
decir, nunca está acabado como hombre , sino que se esta haciendo siempre , tan
asesinato es interrumpir su crecimiento en el seno materno (aborto) como en la niñez
(infanticidio) , en la madurez (homicidio) , o en la enfermedad grave(eutanasia) .
De entre esas violencias la eutanasia parece especialmente grave (también
esencialmente ignorante), pues se trata de causar la muerte, a alguien que está
enfermo o cuya vida aburre. Lo más pertinente es recordarle al paciente que el fin del
hombre es vivir. Todos estos atropellos derivan de la pérdida del sentido de la vida,

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pues el fin de esta no es la muerte, sino la Vida. Ya que no se vive para morir, sino
para vivir más.
Atentar contra una vida enferma es fruto de una ignorancia sobre el sentido de la
propia vida y de la ajena, sobre las propias acciones que contra ellas atentan. Por eso
la eutanasia es tan execrable, en vez de desear más vida que la meramente natural,
se renuncia a la poca vida natural y a su comprensión.
2.-MODOS DE SENTIDO
2.1.- El sentido brota en el proceso de desarrollo personal
Según López, A. (2003) La cuestión del sentido surge con el ser humano. El ser
humano debe también crecer por ley natural, pero tiene el privilegio de poder saberlo y
precisar el modo de llevarlo a cabo. El hombre es un ámbito, no un mero objeto, y se
desarrolla como persona creando nuevos ámbitos a través del encuentro. El encuentro
es fuente de luz y de sentido .Al encontrarme con otras personas y formar
comunidades, siento que configuro mi vida de forma ajustada a las exigencias de mi
realidad personal, a lo que soy y a lo que estoy llamado a ser .Esta llamada es mi
vocación y misión. Cuando mis hábitos y mis actos se orientan hacia el cumplimiento
de esta misión y esta vocación, la macha de mi existencia se realiza en el sentido
adecuado, en la dirección justa .En la misma media tiene sentido.
El sentido no es algo que el hombre pueda tener estáticamente, como un objeto; lo
adquiere y posee dinámicamente, al entrar en relación creadora con otras realidades.
La vida humana se desarrolla vinculándose a otros ámbitos y haciendo surgir ámbitos
nuevos de mayor envergadura. Cuando uno ve que su entorno vital está constituido no
solo por objetos sino también por ámbitos, realidades dotadas de iniciativa que ofrecen
ciertas posibilidades, descubre que el sentido de la vida es fruto de la actividad
creadora de encuentros fecundos. La idea de sentido depende de la concepción que
se tenga del ser humano.
2.2.-El sentido de la vida y la libertad verdadera
Según López, A. (2003) Nuestra vida se desarrolla y adquiere, por ello, sentido cuando
cumplimos el deber de elegir en virtud del ideal verdadero de nuestra existencia. Ese
ideal viene dado según la investigación actual por la creación de formación de formas
valiosas de unidad con las realidades.
Si ese deber que asumimos lo consideramos como algo impuesto desde el exterior,
nuestra libertad interior es todavía incipiente: nos liberamos del apego a nuestras
apetencias, pero permanecemos sumisos a una instancia externa y ajena. Más,
cuando llegamos a amar ese ideal, lo interiorizamos de tal forma que lo sentimos como
una exigencia interior. Con ello, nuestra elección a favor del ideal gana espontaneidad,
y la libertad interior se hace perfecta. Tal presencia transfiere nuestro ser y actuar y los
colma de sentido.
2.3.-El sentido y la responsabilidad
Según López, A. (2003) El sentido de nuestra vida brota cuando somos responsables,
en el doble sentido de que respondemos al valor. Esta recepción activa del valor es
una actividad creativa. Y toda forma de creatividad es dual, implica al menos la
colaboración de dos realidades. Por eso exige una actitud de apertura desinteresada.
Si quiero descubrir el sentido de mi existencia en un momento determinado, no debo
preguntar qué partido le puedo sacar a la vida, sino que solicita de mí la vida en esa
circunstancia. Si alguien espera algo de mí y yo satisfago sus deseos, mi vida se carga
de sentido, ya que se ha movido en el plano de la creatividad y ha cumplido las leyes
del crecimiento personal.
El que solo se preocupa de lo que puedan reportarle los seres del entorno, tiende a
reducirlos a medios para sus fines. En consecuencia, vacía su vida de sentido , porque
no funda encuentros ni crea nuevos ámbitos de vida; se reduce a manipular objetos .
Sitúa su vida en un plano inferior al debido, se aleja de su verdad existencial, reduce
su capacidad creadora.

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El que confunde el amor personal con el mero erotismo corre peligro de reducir la otra
persona a mera fuente de gratificaciones. Esta vida de relación interesada puede tener
un significado intenso, incluso conmovedor, pero carece de sentido.
El sentido de la vida humana es acrecentado por la actitud integradora de diversos
planos de la realidad. Cuando nos dejamos llevar de los valores inferiores, que
arrastran, y dejo de lado la llamada de los valores superiores, que atraen respetando
mi libertad , no actuó de forma integradora , sino unidimensional. No cargo mi vida de
sentido; la oriento en una dirección falsa.
2.4.- El sentido y la armonización de autonomía y heterónomia
Según López, A. (2003) Cuando uno adopta una actitud integradora y se abre al
encuentro de realidades vistas como ámbitos, crea con estas un campo de juego
común, en el cual las relaciones espaciales “aquí – ahí”, “dentro – fuera”, “interior –
exterior”, “lo propio – lo ajeno”…quedan felizmente superadas. En el aspecto físico -
corpóreo, dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar. Pero en el aspecto lúdico –
creador, se hallan en la intimidad de un mismo campo de interacción. Lo que les viene
de fuera ya no es necesariamente exterior y ajeno, puede serles intimo, por tanto una
alienación o enajenación, que carece de sentido en un ser llamado a regirse
autónomamente.
Al vivir de modo creativo, el esquema autonomía – heterónomia deja de aparecer
como un dilema para presentarse como un contraste. Soy de verdad autónomo al ser
heterónomo, y uno al vivir personalmente esta integración de la autonomía y la
heterónomia, se siente plenificado, colmado y desbordante de sentido.
Algo semejante cabe decir de la fecundación mutua de la libertad y las normas .Si
acepto de forma pasiva una norma o un precepto, no los convierto en íntimos, al
dejarme guiar por ellos, me aliento y pierdo mi identidad personal, mi autenticidad. Mi
vida pierde el carácter personal que le compete. No tiene sentido .No se halla en la
verdad, se mueve en la falsedad. El sinsentido o absurdo procede siempre de la falta
de creatividad y esta arranca de un error de principio, reducir los seres del entorno y
meros objetos y limitar la propia actividad al manejo de realidades objetivas.
Su vida aparece totalmente vacía, siente desesperación y una profunda soledad. Este
vacío angusticioso y desesperado supone una falta absoluto de sentido.
2.5.- El sentido se alumbra a través del riesgo del riesgo de la creatividad
Según López, A. (2003) La creación de formas muy valiosas de unidad exige esfuerzo
e implica riesgo, ya que para encontrarnos debemos abrirnos a los demás de forma
generosa, confiada, y sincera, y esta actitud puede no ser correspondida e incluso
traicionada. De ahí la rentacion de buscar el amparo y la paz interior en modos de vida
infrapersonales, infracreadores, infraresponsales, que no son capaces de encuentro
pero tampoco de lucha programada.
Estos intentos de vivir la vida con plenitud pero sin riesgo llevan en si garantía de
fracaso, porque el ser humano está configurado para el encuentro con las realidades
del entorno, no para la fusión o el alejamiento. Si me fusiono embriagadoramente, me
pierdo como persona.
El hombre nunca puede renunciar a su condición inteligente, aunque su actividad
creadora se halle en base a cero. Por el hecho de no ejercitar la capacidad de elegir
en virtud de un ideal y asumir valores elevados, el hombre no adquiere instintos
seguros, instintos que aseguren su existencia. Sus instintos o tendencias no están de
por si orientados hacia la meta que marca el pleno logro del hombre.
La única vía que se ofrece al hombre para lograr el amparo es despreocuparse de
dominar la situación, y adoptar una actitud de entrega confiada. A través del riesgo
que ello implica puede, en casos, lograr el autentico encuentro y, en él, la plenitud de
sentido.
Cuando el hombre supera la escisión interior e integra los distintos planos de realidad
que confluyen en su ser, vive una experiencia sobremanera gozosa: descubre

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nítidamente las posibilidades eminentes que le abre la unidad y siente que su vida
adquiere una dimensión inédita, una profundidad insospechada. Este modo profundo
de ver y sentir la vida entraña una plenitud de sentido.
2.6.- Muerte y sentido de la vida
Según Ayllon, J. (2002) El hombre es, para las diferentes ciencias, un animal racional,
social, económico, histórico y hablador.
Y cuando el hombre muere, será para la Medicina un cuerpo con las funciones vitales
paradas de forma irreversible. Y para el Derecho, una baja en el registro civil. De
forma parecida, cuando uno se enamora, no se enamora de un trozo de carne, sino de
la persona, por sus cualidades.
La carne tiene una serie de propiedades conocidas por la ciencia y los sentidos. Es
importante pensar con lógica. Y la lógica dice que todos los efectos son
proporcionados a las causas. Este punto de vista siempre ha creado problemas a los
dictadores, pues siempre se han enfrentado a la oposición de los que estaban
dispuestos a que se les echara abajo el cuerpo, convencidos de que la vida no tiene
punto final.
Aunque hay gente que piensa que la muerte acaba con todo, lo único cierto es que
acaba con todo el cuerpo; la expresión deshabilitar un cuerpo es insuperable. Viene a
decir que la muerte sobreviene cuando el espíritu abandona al cuerpo y lo deja vacio y
deshabilitado.
El hombre se ve a sí mismo como algo muy superior a la materia, como un hibrido de
carne y espíritu: dos componentes irreductibles que aparecen misteriosamente
compenetrados.
La ciencia no tiene acceso a las tares experiencias más fuertes de la existencia
humana: la experiencia del amor, del dolor y de la muerte. No hay explicación
científica para el entusiasmo amoroso, ni para la tristeza abrumadora, ni para lo que
pueda darse más allá de la vida .Y ante esas realidades ocultas a los sentidos , solo le
queda al hombre la decisión de traspasar los umbrales de la metafísica. Una decisión
que suele estar provocada por la aparición de cualquiera de las tres experiencias
mencionadas, en especial la muerte. Solo la muerte sabe plantear seriamente las
preguntas fundamentales: quién soy, quien me ha puesto aquí, que significa ser
hombre; como debo vivir, que debo esperar después. Y por eso se admite que la
filosofía es, en el fondo, una meditación sobre la muerte.
3.- LA VIDA BUENA
3.1.- La vida buena, la otra cara de la felicidad
Según Polo, M. (2001) La vida buena no se busca, es algo que surge cuando uno se
conoce a sí mismo. No es posible saber qué debo hacer para ser feliz si es que no me
conozco a mí mismo. Y se conoce a si mismo quien está atento a la vida. La vida
buena es un ir aprendiendo a vivir bien llevando una vida atenta. Es en esa vida de
conocimiento de sí mismo o vida atenta lo que nos indica que hacer en cada momento.
La vida ética no está fundada en las normas y deberes. En la medida que nos ayuden
a la vivencia de una vida buena y atenta, en eso radica su importancia. De ese modo,
las normas morales no son criterios absolutos de bondad sino medios para volver a
una vida atenta.
3.2.- La buena vida y la noción del bien
Según Ayllon, J. (2002) Nada es más interesante que vivir bien, pero la palabra bien
no significa lo mismo para todos.
Como a todo el mundo le gusta la buena vida, debemos preguntarnos qué es lo que
hace que las cosas, las acciones y la vida sean buenas. Es decir, en qué consiste el
bien. Muchas acciones y conductas profundamentes buenas no están libres de dolores
ni de sorpresas y desasosiegos.

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El placer no es, de suyo, bueno ni malo. Es solo placentero .Lo que se da es un uso
bueno del placer y un uso o abuso malo. Por otra parte, muchas de las cuestiones más
importantes de la vida son neutras respecto al placer.
Por eso obrar bien es obrar conforme a la verdad, conforme a lo que son las cosas , y
el bien se define precisamente como lo que conviene a una cosa , lo que la
perfecciona. Como es lógico, no todo lo que perfecciona a uno perfeccionan a otros,
pero esto no significa que el bien sea subjetivo. El bien como hemos visto, depende de
lo que son las cosas .Por eso el bien del hombre nunca dependerá de su capricho sino
de su ser. Y como la naturaleza humana es común a todos los individuos de la especie
humana, existen bienes, que perfeccionan a todo hombre, de cualquier tiempo y lugar.
Si bien es lo que conviene y perfecciona.
3.3.- Elementos de la vida buena
Según Yepes, S.et at. (2003) La vida buena incluye en primer lugar el bienestar, es
decir, unas condiciones materiales que permitan estar bien, y en consecuencia tener
desahogo , holgura suficiente para pensar en bienes más altos y no andar siempre
preocupado por los mínimos de supervivencia .¿Que incluye esta calidad de vida? En
primer lugar la salud física y psíquica, el cuidado del cuerpo y la mente, y la armonía
del alma. En segundo lugar, contar con las adecuadas condiciones naturales y
técnicas en nuestro entorno. La calidad de vida es necesaria para la felicidad. Los
bienes que hacen felices al hombre son los que se definen por servir para algo porque
son de por si valioso y bellos. ¿Cuáles son estos?
El saber y la virtud, son realidades que transforman al propio hombre. Que le dan un
modo de ser, lo cual nos hace ver que la felicidad no está tanto en el orden del tener,
como en el del ser. Esta es la enseñanza básica de Sócrates: lo que hay que hacer
para ser feliz es practicar las virtudes y hacerse así virtuoso; esta es la mejor
sabiduría. Ser virtuoso es el modo de crecer y llegar a la plenitud humana.
El modo más intenso de vivir lo común es el amor. Buena parte de la felicidad radica
en tener a quien amar y amarle efectivamente, hasta hacer feliz. Hay que recordar que
lo más profundo y elevado en el hombre está en su interior .En vano se buscara la
felicidad en lo exterior si no se halla dentro de nosotros mismos.
3.4.- La vida como tarea
Según Yepes, S.et at. (2003) La juventud es la etapa de la vida en la que hay que
realizar el diseño del propio proyecto vitar. Es el tiempo de la esperanza y las
expectativas. La madurez consiste en conocer, asumir y recorrer la distancia que
separa el ideal de su realización. Un buen proyecto vital y una vida bien planteada son
aquellos que se articulan desde convicciones que conforman la conducta a largo
plazo, con vistas al fin que se pretende, y que orientan la dirección de la vida, dándole
sentido. La realización de los proyectos asume la forma de una tarea que hay que
realizar, la propia vida humana puede concebirse como la tarea de alcanzar la
felicidad. En esa tarea se distinguen varios elementos fundamentales:
1) La ilusión, vendría a ser la realización anticipada de nuestros deseos y
proyectos ya que la ilusión proporciona optimismo y nos impulsa hacia
adelante. La ilusión produce alegría y nos induce a ser más de lo que somos,
es el requisito para el verdadero crecimiento humano; se nutre de la esperanza
y gozo, da vitalidad.
2) Toda tarea necesita un encargo inicial, una misión que nos sea encomendada.
Quien encarga es la verdad encontrada, puesta en boca de aquel que la tiene.
Cuando nadie encarga, no hay ninguna tarea ni misión que llevar a cabo:
Faltan los objetos y viene la desorientación. Los proyectos vitales son muchas
veces fruto de una llamada que alguien nos hace para que los asumamos.
3) La realización de los ideales es trabajosa y forzada .Los recursos siempre
resultan escasos para la tarea que queremos llevar a cabo. Surge así la

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necesidad de una ayuda acompañante que proporcione nuevos recursos para
atender a las necesidades que van surgiendo al llevar adelante la tarea.
4) Toda tarea humana encuentra dificultades y conlleva riesgos. La libertad
misma es arriesgada; ser libres, para el ser humano es estar abierto a
posibilidades del fracaso.
5) Arrostrar las dificultades se justifica porque el bien futuro La esperanza es
incompatible con la soledad. Sino hay un beneficiario, alguien a quien dar, la
tarea se vuelve insolidaria y sin sentido. La plenitud de la tarea es que su fruto
repercuta en otros, que mi esfuerzo repercute en forma de don y beneficio para
los demás.
Cuando falta alguno de estos ingredientes la vida se vuelve incompleta .Sin encargo
inicial el proyecto y la ilusión por él no se consolidan. Si no hay ayuda, la tarea
naufraga por falta de recursos. Si no hay beneficiarios, ni siquiera tiene sentido
empezar; es mejor quedarse en casa, no hay riesgo que merezca la pena.
3.5.- Una propuesta ética
Según Ayllon, J. (2000) Nada es fácil en la vida. Ni siquiera la buena vida. Y menos el
hombre.
Hay acciones placenteras y muchas conductas profundamente buenas no libres de
dolores y desasosiegos. Solo cuando sepamos lo que somos, sabremos también lo
que nos conviene , lo que contribuye a nuestro desarrollo , lo que toma nuestra
personalidad más rica o más pobre , lo que nos hace crecer en dignidad, lo que
equilibra o desequilibra nuestra existencia.
Casi toda la filosofía griega es un conjunto de propuestas sobre la felicidad individual y
social. Para ellos, los griegos buscan la solución a dos grandes problemas: Como
llevar las riendas de la propia conducta y como integrar las conductas individuales en
otras palabras como lograr la excelencia en la persona y en la comunidad. Todos nos
apuntaos a la buena vida. Y para eso hemos inventado y sostenido la ética, esa gran
aspiración de gentes que quieren vivir bien. Precisamente porque nuestra vida es
supervivencia en medio de un mar agitado por grandes problemas e incógnitas, no
tenemos más remedio que aprender el arte de navegar, y eso es la ética.
CAPITULO II: “LA FELICIDAD”
1.1.- La felicidad como relación de la vida
Según Polo, M. (2001) La felicidad fue sacada del ámbito de la ética, lo cual ha creado
seres humanos que son infelices y seres humanos malos que se sienten felices.
La vida buena tiene que ver con la realización de la vida humana, con su integridad, es
algo que afecta todos los niveles de nuestra vida. Es a esa realización que
denominamos felicidad. El ser humano ha intuido y vivenciado que su existencia
puede llegar a un estado de esplendor, pero que existen factores que limitan su
realización.
¿Y en que quiere encontrar el hombre su realización, integridad y plenitud, es decir su
felicidad? Busca ser alguien o tener algo para ser feliz, al lograr esas cosas produce
en nuestro ser un estado de exaltación y creemos que cuando estamos alegres,
estamos felices. Pensamos que la felicidad es un ideal, una finalidad que vivimos para
ser felices y colocar esa felicidad como finalidad significa que nuestra vida presente no
es feliz.
¿La felicidad es algo que se tiene al final? ¿Es algo que se puede tener?...supone dos
cosas: Tener una idea de felicidad y querer alcanzarla. Creemos que con la acción de
voluntad lograremos alcanzar la idea de felicidad que tenemos. Pero lo que hace la
voluntad es crearnos un mundo ilusorio, porque se tiene que competir con otros para
alcanzar la felicidad que ellos también quieren; es decir queriendo ser felices terminan
por ser infelices. La felicidad no está en el logro de algo (cosas, dinero, poder, éxito),
cuando se busca esas cosas solo producen seres humanos insatisfechos.

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La felicidad y la vida buena no son metas subjetivas que deba perseguir la vida
humana sino son exigencias de nuestro propio ser. La felicidad tiene que ver con
nuestro ser y no con el tener. Si la felicidad está relacionada con el ser, entonces
tenemos que volver a sernos, aprender a ser; pero no es posible sino hay atención,
porque mientras uno está atento puede permitir dejar ser al ser. Y al recuperarnos a
nosotros mismos, nuestro ser se transforma en paz interior.
1.2.- La felicidad
Según Yepes, S.et at. (2003) La felicidad es aquello a lo que todos aspiramos, por el
mero hecho de vivir. Por eso toda pretensión humana es pretensión de felicidad, todo
proyecto vital, búsqueda de ella. Todo sueño, aspiración a encontrarla
La felicidad seria, el bien incondicionado, el que dirige todas nuestras acciones y
colma todos nuestros deseos. Ese bien incondicionado no seria, evidentemente, medio
para conseguir ningún otro , pues los contendría a todos y alcanzarlo supondría tener
una vida lograda.
La felicidad consiste en la posesión de un conjunto de bienes que significan par el
hombre plenitud y perfección. ¿Qué bienes hacen feliz al hombre? Se trataría de
aquello que constituyen una vida lograda, una vida buena.
¿Qué tenemos que hacer para vivir bien, para optimizar los logros de mi vida, para que
esta merezca la pena? Vivir es ejercer la capacidad de forjar proyectos y luego
llevarlos a cabo. Somos felices en la medida en que alcanzamos aquello a lo
aspiramos.
La felicidad consiste en la liberación del mal y tiene un cierto carácter de meta o fin.
Hay mucha gente que no cree en la felicidad, que la considera una ilusión, un
imposible. Asimismo, hay otra que la entiende por una vida buena.
La felicidad ¡no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida!
1.3.- La felicidad como vivencia y expectativa
Según Yepes, S.et at. (2003) Si ser feliz consiste en realizar lo que pretendamos, para
lograrlo es preciso tener imaginación, y después atrevimiento para querer y soñar. La
imaginación funciona como un bosquejo de la felicidad. Por eso, los principales
obstáculos para la felicidad son el temor y la falsedad de imaginación. Si en
condiciones objetivamente favorables, no nos sentimos identificados con aquello que
estamos siendo, si no somos justamente aquello que estamos haciendo, que estamos
viviendo, no podemos decir que somos felices.
La felicidad no es un sentimiento, ni un placer, ni un estado, ni un hábito, sino una
condición de la persona misma. Se puede ser feliz en medio de bastante sufrimiento
como también se puede ser infeliz en medio del bienestar. La felicidad nace de la
conformidad intima entre lo que se quiere y lo que se vive.
La felicidad exige una conformidad intima con nuestra condición. Debemos encontrarla
en la cotidianidad; una cotidianidad profunda es la fórmula más probable de la
felicidad.
1.4.- La felicidad y el destino
Según Yepes, S.et at. (2003) Darse a uno mismo es el modo más intenso de amar.
Darse exige un destinatario, alguien que reciba el don, sobre todo si el don soy yo
mismo. El destino de una persona es otra persona. Darse por completo solo puede
hacerse respecto de una persona. Ser feliz, es desinfartase a la persona amada, lo
que se necesita para conseguir la felicidad es un corazón enamorado. El hombre es
cuando ama, dueño de su destino; porque se destina a quien quiere.
El desinfartase a la persona amada nos hace ver que una persona humana no es
suficiente para colmar las capacidades potenciales infinitas del hombre. Lo que se
corresponde con su libertad fundamental no es esta o aquella persona, sino el Ser
Absoluto. La respuesta que se da al problema de la felicidad y el sentido de la vida
esta, en último termino intensamente condicionada por la cuestión del más allá de esta
vida, del destino.

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1.5.-Distintos modelos de felicidad
1.5.1.-El nihilismo
Según Yepes, S.et at. (2003) Vamos a entender por un nihilismo práctico, que afirma
que la vida carece de sentido. Según él, ese sentido y por el valor de la justicia y la
felicidad no tienen respuesta. Para los nihilistas la felicidad no es posible, no existe, es
inútil buscarla, porque nunca se encuentra.
El nihilismo lleva consigo la vivencia de la nada. La nada es, desde el punto de vista
de la voluntad, la vivencia de lo que no hay nadie. La voluntad es afirmación del otro o
intención o inclinación hacia el otro. Cuando el otro desaparece de mi vista, la persona
no tiene a quien dirigirse: no hay otro, y lo que nos rodea es la nada, la soledad. Si no
hay un tu al que dirigirnos, es que estamos solos, nadie nos espera. Esto es la
desesperación y el nihilismo cuyas variantes son las siguientes:
a) La desesperación
Es algo extremo de nihilismo práctico. Quienes la adoptan tienen una digestión
de dolor, es como si la vida les hubiera sentado mal. El desesperado es el que ha
dejado de esperar, aquel para quien el futuro no depara bien alguno. Lo que
necesita es ayuda.
b) El fatalismo
Para el fatalismo el hombre es dueño de su destino. Se caracteriza por la
creencia de que el universo alberga dentro de sí un elemento irracional, llamado
destino o azar, que es una fortuna que mueve la rueda de los cosmos y da cada
uno la felicidad o la desgracia de una manera aleatoria, pero necesaria. En el
fatalismo la libertad queda deprimida, necesidad ciega e inaudible. Es ese destino
interpersonal y ciego quien decide por mí de una forma mecánica e inexorable.
En el fatalismo el único recurso es que cada uno se contente con la suerte que le
ha tocado. Esto justifica adoptar una actitud pesimista, pues las cosas no pueden
cambiar, son inevitables. Es una resignación que termina siendo trágica y fatal. El
fatalismo incluye como única aspiración la de tratar de disminuir el dolor. Por lo que
respecta a la felicidad, le concede un lugar bastante discreto en la vida humana,
incapaz de alegría, porque para ella el mundo no tiene nada que merezca
celebración. Para el fatalismo todo amor esta preñado de dolor.
c) El absurdo

El absurdo es la vivencia del sinsentido. Cuando nos vemos obligados a


realizar acciones que no sentimos como nuestras, ni tienen relevancia para
nosotros, aparece el absurdo, para el cual la vida es una representación
hipócrita y falsa, pues obliga al hombre a comportarse de una manera que a él
le resulta absurda.

d) El cinismo

El cínico finge interesarse de verdad por una persona, hace como que le
importa algo cuando en realidad no es así; el cínico no cree en lo que dice o
hace , pero lo aparenta , porque le da igual una cosa de otra. El cinismo puede
llegar a convertirse en una postura radical ante la vida y entonces se vuelve
escepticismo burlón, se toma a la broma todas las cosas. El cínico autentico,
en el fondo, es trágico y nihilista, y acepta el absurdo y carece de sentido.
Cínico es el que no se toma nada en serio, ni siquiera lo que es serio, para el
sentido de la vida no existe simplemente.
El cínico desconoce la autenticidad, pues carece de mundo interior, no oculta
nada porque nada tiene. Confunde lo serio con la broma: La comicidad cínica
termina en la tragedia y la desesperación .Por eso la risa cínica es el adorno de
la maldad.

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e) El pesimismo o esceptismo practico

Existe un nihilismo al que podemos llamar pesimismo. Este postula que el


esfuerzo por conseguir bienes arduos se salda siempre con el fracaso, y por
tanto no merece la pena; es preferible resignarse. El desengaño es una forma
más profunda del nihilismo, produce la convicción de que la falsedad se
alberga en el propio interior de la verdad, lo que parece verdadera, en realidad
esta hueco. El desengaño pierde toda ilusión y confianza: No cree en nada
como fruto de una mala experiencia. La amargura, por último, es un desengaño
resentido, un enfado radical con lo variable de las cosas.

El pesimista es el que piensa que el fracaso acompaña necesariamente la vida


de la persona individual. El camino de la imaginación a la perfección pasa por
la decepción.

f) Contrapunto: La afirmación eufórica de la vida y la ebriedad

Todos los escépticos son de algún modo nihilistas. El nihilismo es una


experiencia amarga, en la que el hombre es profundamente infeliz, y de la que
por naturaleza trata de escapar.
Cuando el hombre se embebe de golpe y en exceso en el embrujo que posee
la fuerza de la vida, puede sobrevivir un estado de ebriedad, que es un
procedimiento de exaltación dionisiaca. Para ello suele servirse de algún
estimulante que le proporcione el optimismo que él no termina de sentir,
sustituye su falta de alegría por un sucedáneo que, en realidad, es ajeno a su
persona. Por medio del estimulante se procura darle protagonismo a las
fuerzas irracionales de la vida, liberarlas, y que ellas se encarguen de
transportarlas a un éxtasis en el que olvidemos el feo rostro de lo cotidiano. Se
trata de olvidar la vida propia.
Podría parecer que la ebriedad no tiene nada que ver con el nihilismo, pero en
realidad es su contrapunto necesario, pues en el nihilismo constante no se
puede vivir, porque es insoportable. Quienes viven en el aburrimiento y el
pesimismo a veces pueden pensar que la ebriedad es lo que pone un poco de
sal en la vida y dota la chispa necesaria para crear algo que valga la pena.
El embriagado ni quiere compartir ni está seguro de tener nada que dar o
recibir.
La tristeza acompaña a los que dependen de los estímulos externos, es un
indicativo de que el eufórico tiene debilitada la libertad, porque sufre una
dependencia y es muy vulnerable. La ebriedad se basa en la renuncia temporal
a conducirse desde la razón, la voluntad y la libertad. Es un empobrecimiento
del propio horizonte.
La ebriedad tiene dos caras: para no sentir el horrible peso del tiempo que
rompe vuestras espaldas y os inclina hacia la tierra. Se pone en práctica
entonces el consejo de A. Rimbaud: Lanzarse al fondo del abismo, infierno o
Cielo ¿Qué importa? Al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo. Pero
una vez lanzados sobreviene el desarreglo de todos los sentidos, el descontrol,
la violencia. Reaparece el feo rostro de lo cotidiano, imposible de aceptar. Y si
repite el ciclo. La ebriedad pasa factura, tiene efectos secundarios; con
frecuencia acentúa el rechazo de la realidad que nos ha tocado vivir. No hay
domingo sin lunes.

1.5.2.- El Carpe Diem!

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Según Yepes, S.et at. (2003) Carpe diem significa aprovecha el momento,
disfruta el día. Se nos invita así a vivir el presente lo más intensamente que
podamos, a coger los sabrosos frutos que la vida, generosamente, nos ponen
delante. Se trata de una forma de afirmación vitalista inmediata y directa. Lo
que suele suceder cuando se adopta esta postura es que se identifica la
felicidad y el sentido de la vida con el placer .La intensidad con que esta actitud
puede ser mantenida es muy variable, pero el conjunto de sus rasgos es
bastante constante:

1) La virtud y el placer, se presentan como opuestos. Todo lo placentero es


pecado y lo que no está prohibido es obligatorio. La doctrina es popular .La
bondad moral significa entonces aburrimiento, y la verdadera libertad,
terminar con los tabúes que nos impiden disfrutar de las cosas buenas: la
vida es un manantial del placer, decía Nietzsche.

2) Se afirma, con Rousseau, que la naturaleza humana es buena de por sí,


ya nada malo saldrá de ti de ahora en adelante, dice también Nietzsche;
hay que dar libre curso a la fuerza natural de la vida que uno lleva dentro
que es de por si inocente y buena. La virtud y la bondad moral significarían
una represión de las fuerzas d la vida, y por eso son algo antinatural. Por
eso la embriedad puede ser bienvenida porque es una forma de vivir la
vida con intensidad.

3) Lo hegemónico en el hombre es entonces el cuerpo; cuerpo soy del todo y


por completo. Todo lo que se refiere al cuerpo se convierte en
extraordinariamente importante. Lo decisivo es la biología, lo corporal. El
cuidado del hombre se reduce al cuidado del cuerpo.

4) Que la vida sea un manantial de placer significa que debo aprovecharla, el


futuro no me interesa, porque me traerá complicaciones. Debo disfrutar
ahora, y todo lo que pueda. Debo evitar también compromisos que en
futuro me aten. Vivir solo, en el presente y en un ámbito físico y emocional.
Hay que estar en el presente: Carpe diem esto nos hace referencia a una
primacía de la gratificación instantánea.

Los puntos de este planteamiento son fáciles:


a) Confundir la felicidad con el placer es un error peligroso. El placer tiene
dos caracteres: por una parte, es momentáneo, por otra, admite la
repetición.
Además, es siempre parcial, en el sentido de que afecta nada más a una
dimensión de la vida, llenarla momentáneamente. Puede tener una gran
vivacidad y energía, pero a la vez se lo siente como constitutivamente
insuficiente, pues es algo pasajero y parcial, es algo que afecta a la vida.
La felicidad, en cambio, afecta a la totalidad de la persona: esta a un nivel
más profundo.

b) Apostar por la felicidad en presente destruye la expectativa de los bienes


futuros. En el Carpe diem!, hay una traición secreta al valor de la espera
.Hay mas felicidad en esperar bienes futuros que en tenerlos todos ya.
Cuando no hay expectativas, ya no se espera nada del futuro es ahí donde
empieza la expectativa de la infelicidad. La felicidad consiste en aprender a
esperar.

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c) Por último, el Carpe diem, no es aplicable a la vida profesional, donde
impera la lógica de lo serio y de las tareas a largo plazo. Un planteamiento
incompleto de la vida, pues tampoco atiende al esfuerzo, al dolor, ante lo
que está amenazado al fatalismo.
El hombre centrado en la consecución del placer, carece de repuestas ante
el esfuerzo y el dolor. Es la lógica de los inmaduros y los irresponsables
.En el fondo se trata de una postura muy poco solidaria, egoísta. Por eso,
su crítica detallada debe hacerse desde un punto de vista ético.
.
1.5.3.- La postura pragmática: el interés

Según Yepes, S.et at. (2003) Una de las posturas más frecuentes frente a
la felicidad consiste en decir que toda la felicidad que consiga será a base
de cuidar de sus propios intereses. Esta actitud no se deja llevar por
excesivas ilusiones, es realista, pragmática, no aspira a cambiar el mundo,
ni tiene otro ideal que un afán moderado de asegurarse una existencia lo
más cómoda, tranquila y segura posible, sin sobresaltos ni riesgos.
Estamos ante un modo de ver la vida que pone como fin y valor primero yo
mismo y mis intereses.
La felicidad interesada es ajena a los idealismos. Ama el dinero y opina
que un hombre vale lo que valen sus recursos. Todos los actos voluntarios
del hombre tienen como fin algún bien para él. En conclusión: el hombre
tiene un solo fin. Que es el mismo. Todas sus acciones se supeditan a ese
objetivo.

1.5.4.- La postura contemporánea: el bienestar


Según Yepes, S.et at. (2003) La identificación de la felicidad con el
bienestar ha ido adquiriendo un desarrollo, difusión y vigencia en nuestra
época, sin proporción con la calidad intelectual de esa interpretación para
comprender en que vivimos.
Hay que buscar la felicidad del mayor número, la mayor cantidad de placer
y mínimo de dolor y que los dolores sean transitorios y pase pronto. Esto
es lo que aproximadamente opina el mundo actual. Esta mentalidad tienes
dos rasgos:
1) Identifica la felicidad, no tanto con el placer, como con la ausencia de
dolor.
2) Identifica lo bueno con lo útil, y así la utilidad pasa a ser el valor que
define las cosas, y las personas.
Por lo que se refiere a la felicidad, el mundo actual ha creído que se
realizaría cuando se alcanzaran para todos unas determinadas condiciones
de bienestar material, un cierto nivel de vida y de seguridad en el propósito
de evitar riesgos y males. Se pierde de vista el carácter personal de la
felicidad pues la felicidad pierde su contenido propio: resulta equivalente a
sus condiciones; es decir, dadas ciertas condiciones hay bienestar y por
tanto felicidad.
Se sustituye el proyecto personal de vida por la adquisición de unas
determinadas condiciones materiales de bienestar y de seguridad. Al
hombre la inseguridad le parece infelicidad. Así la felicidad pasa a
depender de los objetos y se despersonaliza y se vuelve objeto de
planificación: pero no de mi propio proyecto, de mi fuerza interior.
En nuestra sociedad la comodidad y la diversión se han convertido en los
elementos centrales, en definitiva al tener. Y así se entiende por calidad de

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vida la supresión de todo esfuerzo que no se dirige a aumentarla a ella
misma.
El bienestar por sí mismo no produce la felicidad; es simplemente un
requisito de ella. La felicidad no consiste en estar bien, sino en estar
haciendo algo que llene la vida. Esto es lo que hoy muchas veces se
olvida; es lo más verdadero que se puede decir sobre la felicidad. Pero la
gracia está en que la búsqueda de la felicidad corre por cuenta de cada
uno, porque es la realización de un proyecto personal.
1.5.5.- El poder del dinero
Según Yepes, S.et at. (2003) Existe un ideal de felicidad que es el más
adecuado para ambiciosos, el poder. Poder significa potencia, capacidad,
fuerza. Cifrar la felicidad en el significa apostar por uno mismo como
dominador de lo que rodea.
Hoy en día el poder mas evidente y directo es el dinero, pues el uso que
se hace de él es mucho más amplio, flexible, y sofisticado. Por eso no es
de extrañar que un cierto número de gente viva según aquello de que
dinero es poder y felicidad es poder. Esta mentalidad actúa como si la
felicidad y los hombres mismos rindieran al hechizo implacable del poder
financiero. El lujo aparece entonces como signo y ostentación de poder y el
dinero se utiliza para demostrar fuerza y distinción. Poner la felicidad en el
dinero es muy tentador, con dinero se puede conseguir casi todo; el dinero
no da felicidad pero no deja de ser una gran verdad.
Dentro de la vida buena esta también el bienestar. Sin embargo, el
principal inconveniente del dinero es este; no se puede compartir sino solo
repartir, puesto que es de uno y de nadie más. Por eso donde hay dinero
hay discordia, y en la discordia nadie puede ser feliz.

1.5.6.- El afán de poder y la ley del más fuerte


Según Yepes, S.et at. (2003) Hay bastante gente que en su conducta
demuestra un gran afán de poder. Se mueven por el afán de tenerlo y
conquistarlo, aunque sea en una dosis miserable. ¡Esto es mío y solo mío!
¡Aquí mando yo!
La voluntad de poder no es solo una teoría filosófica, sino el afán continuo
que el hombre tiene de dominar a los demás y someterlos a sus dictados,
aunque solo sea dentro del hogar. Este afán suele aparecer como
autoridad despótica. El argumento más eficaz consiste en decir que en la
vida los que triunfan son los fuertes, y que para triunfar hay que imponerse
a los demás. Lo que triunfa es la fuerza, no la justicia. Es más la justicia no
es la otra cosa que el nombre que se le pone a lo que me conviene, a
aquel estado de las cosas que favorece mis interés y mi poder.
La justicia es la ley que el más fuerte impone al más débil, que es
despreciable e inferior. La voluntad de poder pone a su propio servicio
todos los medios de que se dispone. Uno de ellos es el dinero.
La voluntad de poder conduce hacia la infelicidad:
1) No respeta a las personas como fines en sí mismas.
2) Incurre en las peores formas de tiranía.
3) Lanza a unas personas como otras, porque gobiernas la ley del más
fuerte.
4) Destruye la seguridad, el derecho, el respeto a la ley y a la justicia
dentro de la sociedad.

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5) Envilece la convivencia porque justifica todas las mentiras, aumenta el
rechazo contra la verdad y genera un espíritu de resentimiento y
desquite.
6) Trata de un planeamiento extremadamente degenerado y pernicioso,
aunque pueda explicarse su sorprenderte aceptación y puesta en
práctica por el hecho que algunos siguen y probablemente seguirán,
sucumbiendo a la tentación de tratar de dominar a los demás a su
antojo.

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CONCLUSIONES:

 Tenemos muchas razones por vivir, el dueño de nuestra vida es Dios;


nosotros solo somos responsables de nuestra persona, damos cuenta
de nuestros actos .El todopoderoso sabe cuando nos trae y cuando nos
recoge de este mundo, no debemos de tomar decisiones apresuradas
que luego solo traen sufrimiento a nuestros seres queridos y esto es un
pecado.
 Mi hermanito Juan, no valoro su vida, a pesar de ser un joven lleno de
virtudes y muy católico, lamentablemente opto por una solución muy fácil
de autoaniquilarse.
 la felicidad no es la meta es el camino. Cuando nosotros pensamos en
éxito y prosperidad, estamos pensando en obtener felicidad. El problema
es que nos centramos en la búsqueda de nuestros bienes materiales,
pues esa es una idea errónea, cuando en realidad, deberíamos
centrarnos en encontrar la felicidad. Para mí la felicidad es lo que
sentimos cuando estamos a gusto con nosotros mismos y con los
demás, también cuando hacemos el bien.
 Concluyo diciendo que la base para una vida buena es la felicidad,
porque todo lo que uno hace lo debe de hacer pensando positivamente,
con alegría, con la certeza de que saldrá bien porque lo estoy haciendo
bien.

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BIBLIOGRAFÍA

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Lima .Mantaro
 Chaurru, Pierre. (1979).Memoria de la eternidad. Madrid. España: Rialp,
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