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Vía adtiva Recurso de alzada ante el superior jerárquico Vía económico-adtiva Recurso de alzada ante el TEA
Conclusiones
Hemos delimitado el ámbito de aplicación de los tributos, legalmente compartido entre la Admón
y los obligados tributarios (Título III), diferenciándolo del propio de la potestad sancionadora de
la AT (Título IV) y del relativo a la revisión en vía adtiva de los actos y resoluciones derivadas,
tanto de la aplicación del tributo, como de la imposición de la sanción (Título V).
2. LOS OBLIGADOS TRIBUTARIOS EN LOS PROCEDIMIENTOS DE APLICACIÓN DE LOS TRIBUTOS
El interesado
Junto a la Admón Pública, el interesado es el otro elemento subjetivo esencial e imprescindible en
todo procedimiento adtivo.
En los procedimientos de aplicación de los tributos, no cabe identificar el concepto de obligado
tributario (art. 35 LGT) con el de interesado (art. 31 LRJPAC), puesto que los sujetos a los que la
normativa tributaria impone el cumplimiento de obligaciones y deberes fiscales (art. 35 LGT) no
son los únicos interesados en los procedimientos tributarios. Es decir, los procedimientos de
aplicación de los tributos no sólo interesan o afectan a los obligados tributarios que los promueven
o frente a los que se dirigen las potestades y actuaciones adtivas que en ellos se desarrollan. Hay
sujetos cuyos dºs o intereses legítimos pueden resultar afectados por lo que se resuelva en un
procedimiento del que no son parte y al que tienen dº a acceder como 3os interesados.
El órgano de la Admón que intervenga en un procedimiento tiene el deber de comunicar su
existencia y tramitación a los titulares de dºs e intereses legítimos potencialmente afectados, cuya
identificación resulte del expediente y no hayan comparecido en él (art. 34 LRJPAC). Asimismo los
interesados en un procedimiento que conozcan datos que permitan identificar a otros que no
hubieran comparecido, tienen el deber de proporcionárselos a la Admón actuante (39.2 LRJPAC).
Comparecencia en los procedimientos
Como regla general, los particulares interesados podrán comparecer en los procedimientos
personalmente, o, como es habitual, por medio de representante. La representación no ofrece en
Dº Tributario singularidades significativas respecto de la propia del procedimiento adtivo común,
sin perjuicio de las precisiones que corresponda establecer en algún procedimiento específico.
Excepcionalmente, y de forma motivada, se podrá requerir la comparecencia personal del
obligado tributario en los procedimientos de inspección, cuando así lo exija la naturaleza de las
actuaciones a realizar. En otros casos resulta legalmente preceptiva la designación de un
representante con domicilio en territorio español y la obligación de poner en conocimiento de la
Admón el nombramiento, debidamente acreditado.
Derechos y obligaciones de los obligados tributarios
La posición de los obligados tributarios en los procedimientos de aplicación de los tributos se
define por un conjunto de situaciones jurídicas activas y pasivas.
Derechos y garantías de los obligados tributarios: Además de los dºs y garantías
procesales enunciados en la LGT, hay que tener presentes los siguientes:
o La proyección, en los procedimientos de aplicación de los tributos, de los dºs
constitucionales anejos al deber de contribuir: el dº de contribuir de acuerdo con la
capacidad económica, mediante un sistema tributario justo (art. 31.1 CE), y en el
modo, condiciones y cuantía establecidos por la Ley (art. 31.3. CE).
o Los dºs fundamentales y las garantías constitucionales que asisten al contribuyente
frente a las potestades tributarias de control, indagatorias y sancionadoras de la
Admón fiscal.
o La proyección, en el ámbito de los procedimientos tributarios, de las exigencias
derivadas del dº fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión.
Obligaciones tributarias formales: La normativa tributaria impone a los obligados
tributarios (deudores o no del tributo) unas obligaciones tributarias formales, sin carácter
pecuniario, cuyo cumplimiento está relacionado con el desarrollo de actuaciones o
procedimientos tributarios.
El art. 29 LGT enuncia las obligaciones tributarias formales y su desarrollo se efectúa en el
RGIT. Estas obligaciones tributarias formales son las siguientes:
o Presentación de la declaración censal, y, más genéricamente, de declaraciones,
autoliquidaciones y comunicaciones.
o Solicitud y utilización del Nº de Identificación Fiscal.
o Llevanza y conservación de libros contables y registros.
o Expedir y entregar facturas.
o Certificación de las retenciones o ingresos a cuenta practicados.
Junto a las específicas obligaciones tributarias formales existen otras obligaciones
formales de los particulares en el procedimiento o con ocasión del mismo, que pueden
contemplarse desde una doble perspectiva:
Deber de colaboración. Los obligados tributarios están obligados a colaborar con la
AT. Este deber de colaboración se fundamenta en el deber de contribuir del art.
31.1 CE y en los ppios que lo sustentan.
Obligaciones procedimentales. Entre las obligaciones procedimentales podemos
mencionar la de comparecer personalmente en el procedimiento de inspección,
cuando excepcionalmente sea requerido para hacerlo; facilitar la práctica de
inspecciones y comprobaciones adtivas, colaborando con la Inspección en el
desarrollo de sus funciones y con los órganos de recaudación ejecutiva; aportar a la
AT libros, registros, documentos o información tributaria propia o de 3os, así como
cualquier dato, informe, antecedente y justificante con trascendencia tributaria,
requerido por la Admón.
Incorporación del deudor tributario a otra relación jurídica
Cuando el deudor tributario (titular pasivo de una relación jurídica obligacional) comparece en el
procedimiento, se incorpora a otra relación jurídica (adjetiva o procedimental) independiente de
la 1ª, en la que su posición no es sólo la de una mera sujeción pasiva a las potestades
autotuteladoras de la Admón, sino también la de asumir un papel activo como titular de dºs y
garantías accionables frente a una AT. La AT, sin menoscabo de sus tradicionales potestades de
autotutela, viene obligada a ejercer estas potestades conforme a las exigencias de la
proporcionalidad y de la mínima incidencia en los dºs de los particulares. El reto del Estado de Dº,
en este punto, consiste en reequilibrar la posición jurídica de la Admón y de los particulares en los
procedimientos de aplicación de los tributos.
3. PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS
Concepto de procedimiento administrativo. El procedimiento administrativo común
Las funciones tributarias, como el resto de las funciones adtivas, se desarrollan a través de
procedimientos.
El procedimiento adtivo es el cauce formal de la serie de actos en que se concreta la actuación
adtiva para la realización de un fin. El procedimiento adtivo es el modo de actuar de la Admón y
la forma propia de la función adtiva, al igual que el proceso lo es de la función judicial y el
procedimiento parlamentario de la función legislativa.
Conforme al art. 105.c) CE, “La Ley regulará (…) el procedimiento a través del cual deben
producirse los actos adtivos (…)”. Esta tarea se acomete, entre otras, por la LRJPAC al regular el
procedimiento adtivo común.
Esfuerzo de adaptación y aproximación de los procedimientos tributarios a las normas
generales del Dº adtivo
El legislador de la LGT se esforzó en adaptar y aproximar en dicha Ley las normas de regulación de
los procedimientos tributarios a las normas generales del Dº adtivo, contenidas, básicamente, en
la LRJPAC. Con este esfuerzo se hace menos necesaria la entrada en juego de la cláusula de
supletoriedad del art. 7.2 LGT, que establece que “Tendrán carácter supletorio las disposiciones
generales del dº adtivo (…)”, norma reiterada en el art. 97.b) LGT y en la Disp. Adic. 5ª. 1 LRJPAC.
Sistematización de los procedimientos tributarios
Procedimientos de aplicación de los tributos, regulados en el Título III LGT (arts. 83 a 177).
Procedimiento sancionador en materia tributaria, regulado en el Título IV (arts. 178 a 212) junto
al régimen de las infracciones y sanciones tributarias y los ppios de la potestad sancionadora en
este ámbito.
Procedimientos de revisión en vía administrativa, que se abordan en el Título V (arts 213 a 249).
Normativa reglamentaria
En uso de la habilitación normativa general conferida al Gobierno para dictar cuantas
disposiciones sean necesarias para el desarrollo y aplicación de la LGT, y de las habilitaciones
particulares dispersas en el articulado de la Ley, el Ejecutivo ha aprobado los siguientes textos
reglamentarios:
Reglamento general del régimen sancionador tributario.
Reglamento general en materia de revisión en vía administrativa.
Reglamento general de Recaudación (RGR).
Reglamento general de las actuaciones y procedimientos de gestión e inspección
tributaria y de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de
los tributos (RGIT).
4. NORMAS COMUNES E INSTITUTOS GENERALES DE LOS PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS
Los arts. 97 a 116 (Capítulo II del Título III LGT) regulan las “Normas comunes sobre actuaciones y
procedimientos tributarios”.
1. Marco normativo de los procedimientos tributarios
El estudio de los procedimientos tributarios exige, en primer lugar, determinar el triple marco normativo que les sirve
de referencia:
La normativa tributaria, legal y reglamentaria, de carácter general.
La normativa sectorial propia de cada tributo.
Con carácter supletorio, las disposiciones generales del Dº adtivo sobre los procedimientos adtivos.
Liquidación provisional Es la efectuada tanto por los órganos de gestión como de inspección tributaria.
Liquidación definitiva Sólo pueden ser liquidaciones definitivas las regularizaciones practicadas por la
Inspección de los tributos en el procedimiento inspector, fruto de una previa y completa
comprobación e investigación inspectora.
Los obligados tributarios están presentes en las distintas fases de aplicación de los tributos. No
obstante, cuando en el art. 83.1 LGT el legislador trata de delimitar el ámbito de la aplicación de
los tributos, no parece que haya querido referirse, indiferenciadamente, a todas las posibles
“actuaciones” de los obligados tributarios. Más bien los actos de gestión tributaria de los
particulares, o, si se prefiere, las actuaciones de los particulares en materia tributaria (227.4 LGT)
son aquellas en las que los obligados tributarios intervienen (actúan), no tanto en los
procedimientos, sino, sobre todo, en los mecanismos y sistemas de aplicación de los tributos,
como sucede con las siguientes:
Declaraciones tributarias (art. 119). Actuaciones relativas a la obligación
de expedir, entregar y rectificar
Autoliquidaciones (art. 120).
facturas que incumbe a los
Actos de repercusión, de retención o empresarios y profesionales.
de ingreso a cuenta previstos
legalmente (art. 24.2).
Las anteriores actuaciones en materia tributaria son las únicas actuaciones de los particulares
susceptibles de reclamación económico-administrativa (227.4 LGT) –en algún caso, como sucede
con las autoliquidaciones, previa solicitud de rectificación conforme al art. 120.3 LGT- , y, por lo
mismo, objeto de la función revisora de la Admón (83.2 LGT).
2. LAS DECLARACIONES TRIBUTARIAS
1. Concepto
Art. 119.1 LGT: “Se considerará declaración tributaria todo documento presentado ante la AT
donde se reconozca o manifieste la realización de cualquier hecho relevante para la aplicación
de los tributos”.
La primitiva definición de la declaración tributaria contenida en la LGT se refería única y
exclusivamente a la declaración de las circunstancias o elementos integrantes de un HI. La nueva
LGT amplía extraordinariamente el objeto de la declaración hasta el punto de confundirla con una
simple comunicación a la Admón de datos o hechos con trascendencia tributaria. No obstante, el
régimen jurídico que la nueva LGT establece para la declaración tributaria continúa girando en
torno a la declaración de hechos imponibles, aunque la amplitud del concepto legal obliga a
diferenciar la declaración del hecho imponible de “cualquier otra clase de declaración” (118 a).
1. El TS define la declaración del HI como “un acto de gestión tributaria realizado por el sujeto
pasivo y determinante de dºs y obligaciones a cargo de mismo (…), que entraña una
manifestación o reconocimiento de ciertos datos o elementos integrantes de un HI, por la
que se provoca el comienzo del procedimiento de gestión tributaria, que concluye, tras la
comprobación e investigación pertinentes, mediante una liquidación que, finalmente,
conducirá al pago de la deuda tributaria”.
Declaración del HI Comienzo proc. de gestión tributaria Comprobación e investigación Liquidación Pago deuda tributaria.
2. El TS también ha señalado que “la declaración tributaria ha de suministrar los datos
suficientes para configurar el presupuesto de hecho del impuesto en cada caso; consiste
pues, en una obligación de hacer inserta en la relación jurídica entre la Hacienda y el sujeto
pasivo como elemento previo para la determinación de la deuda tributaria, obligación de
dar”. Obligación de hacer Obligación de dar
2. Naturaleza
En toda declaración tributaria debemos distinguir entre el acto, el contenido y la forma:
Un acto, que se corresponde con un deber de declarar, produciendo unos efectos jurídicos.
Un contenido, que puede considerarse como una confesión extrajudicial, una declaración
de conocimiento, determinando la presunción de certeza o una manifestación de voluntad.
Una forma, no siendo esencial la forma documental, ya que cabe la declaración verbal e
incluso tácita.
No debemos confundir, como lo continúa haciendo el art. 119.1 LGT, el acto de la declaración
tributaria con el documento en el que la expresada declaración se contiene.
En cuanto acto debido del obligado tributario, la declaración consiste, según el art. 119.1 LGT, en
la puesta en conocimiento a la Admón de que se ha realizado “cualquier hecho relevante para la
aplicación de los tributos”.
Dicho acto es cumplimiento de un deber específico impuesto por la legislación tributaria
sectorial (por la normativa reguladora de cada figura tributaria) o bien por la legislación
tributaria general, es decir, por las “normas jurídicas generales del sistema tributario
español” (art. 1.1 LGT).
La LGT considera la declaración tributaria como una obligación tributaria formal, cuyo
establecimiento se regulará en todo caso por ley, y cuyo objeto consiste en una prestación
de hacer Comunicar a la Admión hechos relevantes para la aplicación de los tributos.
3. Sujetos de la declaración.
El art. 119 LGT, al describir la declaración tributaria, no indica nada respecto a los sujetos de la
misma. Tampoco especifica si el acto de declaración tiene o no la consideración de acto de mero
trámite al objeto de presumir concedida la representación (art. 46.3 LGT). El art. 46.3 LGT
establece que “Para los actos de mero trámite se presumirá concedida la representación”.
La nueva LGT exige expresamente la acreditación de la representación en todos los supuestos en
que sea necesaria la firma del obligado tributario, entre otros, en los procedimientos de
aplicación de los tributos, con lo que, implícitamente, le está negando al acto de declaración
tributaria la consideración de acto de mero trámite.
El TS advierte que no debe confundirse “la condición de estricto mandatario o representante con la
de “presentador”, que a modo de nuncio o mensajero, ejecuta un mero encargo fáctico (que
debería estar carente, en ppio, de todo contenido representativo). De ahí que la Ley pueda atribuir
ciertos efectos, por vía de presunción de la representación, a quien realiza la presentación del
documento (…). Pero, aun en estos casos, debe distinguirse entre la mera ejecución del encargo de
presentación, sin función representativa alguna, y la auténtica representación que se presume por
la ley, ex facis, del hecho de declararse el 3º presentador del documento”.
4. Requisitos formales
De la LGT no se desprende la exigencia de una forma determinada, al admitirse sin mayor
especificación “todo documento” (ap. 1 art. 119). Ni siquiera la forma escrita, pues expresamente
en el ap. 2 art. 119 se prevé la verbal.
Presentación de declaraciones con medios electrónicos, informáticos o telemáticos
Han adquirido especial relevancia la presentación de declaraciones por los obligados tributarios y,
en general, el ejercicio de sus dºs y el cumplimiento de sus obligaciones, a través de medios
electrónicos, informáticos o telemáticos con las garantías y requisitos previstos en cada
procedimiento (art. 96.2 LGT). En particular, en el ámbito de competencias del Estado, el art. 98.4
LGT autoriza al Ministro E y H para determinar los supuestos y condiciones en las que los obligados
tributarios deberán presentar por medios telemáticos sus declaraciones, autoliquidaciones,
comunicaciones, solicitudes y cualquier otro documento con trascendencia tributaria.
Modelos de declaración tributaria
Los modelos de declaración tributaria, así como los de autoliquidación y comunicación de datos, se
aprobarán por el Ministro E y H, en el ámbito de competencias del Estado, que establecerá la
forma, lugar y plazos de su presentación (art. 117 RGIT).
Tiempo para presentar la declaración
El plazo reglamentario en que habrán de presentarse las declaraciones y practicar, si ha lugar a
ello, las operaciones de autoliquidación e ingreso que las acompañan, viene establecido por la
normativa propia de cada tributo o, en su caso, por la de cada modalidad o manifestación
específica del deber de colaboración (normas sobre facturación, volumen de operaciones, etc.).
El incumplimiento del deber de declarar en dicho plazo es constitutivo de infracción tributaria,
distinguiendo la nueva LGT diferentes tipos de infracciones dependiendo de la clase de declaración
tributaria que se incumpla y de si del incumplimiento se deriva o no algún perjuicio económico
para la HP.
Lugar de presentación
El lugar de presentación de la declaración será la oficina o sede del órgano adtivo competente para
gestionar el tributo. Este lugar vendrá determinado en lo territorial con arreglo a lo señalado en el
art. 84 LGT y las disposiciones que se dicten en desarrollo del mismo, así como los criterios
específicos que pudiera señalar cada tributo.
5. Contenido.
El art. 119.1 LGT impone una doble y genérica delimitación respecto al contenido de la declaración
tributaria:
La 1ª recae exclusivamente sobre hechos.
La 2ª consiste en que tales hechos tengan transcendencia tributaria, es decir, que sean
relevantes para la aplicación de los tributos.
Junto al reconocimiento de hechos que toda declaración tributaria comporta, el art. 119.3 admite
implícitamente que en la misma puedan contenerse manifestaciones de voluntad.
Podemos identificar las siguientes clases de declaraciones tributarias:
► Declaración del HI. Es la exigida al sujeto pasivo por la ley propia de cada tributo para que
reconozca, manifieste o ponga en conocimiento de la Admón los datos necesarios para la
liquidación del tributo y, entre ellos, los determinantes del HI, esto es, del “presupuesto
fijado por la ley para configurar cada tributo y cuya realización origina el nacimiento de la
obligación tributaria ppal” (definición del HI en el art. 20 LGT).
► Declaraciones-liquidaciones o autoliquidaciones. Estaremos ante este tipo cuando los
obligados tributarios, además de comunicar a la Admón los datos necesarios para la
liquidación del tributo y otros de carácter informativo, realizan por sí mismos las
operaciones de calificación y cuantificación necesarias para determinar e ingresar el
importe de la deuda tributaria.
► Declaraciones o autoliquidaciones de presupuestos de hecho distintos del HI. Cuando el
objeto o el contenido de la declaración tributaria o, en su caso, de la autoliquidación no sea
el HI sino otro presupuesto de hecho del que deriven obligaciones tributarias distintas de la
ppal, como son las obligaciones de realizar pagos a cuenta (pagos fraccionados e ingresos a
cuenta, con o sin retención). Se trata de declaraciones o autoliquidaciones referidas al
cumplimiento de la obligación de realizar pagos a cuenta.
► Comunicaciones de datos o hechos con trascendencia tributaria, propios o de 3os. Son
también declaraciones tributarias para la LGT. No comportan prestaciones pecuniarias.
Deben suministrarse a la AT de forma periódica o eventual, bien en cumplimiento de la
genérica obligación legal de colaboración y suministro de información, o bien de un previo
requerimiento adtivo. Estas comunicaciones, relaciones de datos con trascendencia
tributaria, contestaciones a requerimientos o declaraciones informativas, son actos
tributarios de los particulares que difieren en su presupuesto, naturaleza, contenido y
efectos de las declaraciones y autoliquidaciones tributarias antes referidas. Su regulación
se contempla en la normativa reglamentaria de desarrollo de la LGT, o en la legislación
tributaria sectorial; fuera, en cualquier caso, de las normas jurídicas generales del sistema
tributario español que debiera contener la LGT.
6. Función y efectos.
La LGT atribuye genéricamente a cualquier clase de declaración 2 clases de efectos:
Iniciar la gestión tributaria o los procedimientos tributarios.
Gozar de la presunción legal de certeza de los datos y elementos de hecho que en ellas
consignen los obligados tributarios.
Los 2 efectos anteriores deberán matizarse en atención a las distintas declaraciones tributarias.
Iniciación del procedimiento de gestión tributaria
Las declaraciones tributarias del HI (“Declaración del HI”) inician el procedimiento de gestión
tributaria mediante declaración, es decir, el procedimiento de gestión propio de aquellos tributos
no exigidos por autoliquidación.
Con la declaración del HI (en los escasos tributos que no se gestionan por autoliquidación) el
sujeto pasivo está impeliendo a la Admón a liquidar, es decir, a ejercer su poder-deber de aplicar
el tributo, dado que en cuanto la Admón conoce la realización de un HI no puede sustraerse a
determinar y ejecutar la obligación que del mismo deriva. De ahí que el art. 128.1 LGT deje
constancia de la función y finalidad de la declaración del HI: iniciar el procedimiento de gestión
para que la Admón cuantifique la obligación tributaria mediante la práctica de una liquidación
provisional. En consonancia con dicha finalidad, el art.192 LGT tipifica como infracción tributaria el
incumplimiento de “la obligación de presentar de forma completa y correcta las declaraciones o
documentos necesarios (…), para que la AT pueda practicar la adecuada liquidación de aquellos
tributos que no se exijan por el procedimiento de autoliquidación (…)”.
“La presentación de una declaración no implica aceptación o reconocimiento por el obligado
tributario de la procedencia de la obligación tributaria” (art. 119.1 LGT); previsión legal que hay
que entender referida a las declaraciones del art. 128 y a las autoliquidaciones, bien del tributo
(de la OTP) o bien de las obligaciones de realizar pagos a cuenta.
Se explica así que, cuando un obligado tributario considere que una autoliquidación ha
perjudicado de cualquier modo sus intereses legítimos, puede “instar la rectificación de dicha
autoliquidación” de acuerdo con el procedimiento reglamentario establecido (120.3 LGT).
Efectos de las declaraciones tributarias
La Administración tributaria no está obligada a ajustar su actuación a los datos y elementos de
hecho consignados en las autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones y demás documentos
presentados por los obligados tributarios, pese a la presunción legal de certeza que a los mismos
les reconoce el art. 108.4 LGT. Este precepto no dispensa a la Admon del deber de verificar y
comprobar la corrección de las declaraciones presentadas y practicar las regularizaciones y
liquidaciones que de ello resulten (art. 120.2 LGT).
La extraordinaria amplitud con la que la LGT concibe las declaraciones tributarias fuerza al
legislador a matizar el alcance de la presunción de certeza de los datos, propios o de 3os, que en
ellas consigne el declarante. De ahí que el art. 108.4 LGT especifique que los datos declarados por
los obligados tributarios se presumen ciertos para ellos (y no, naturalmente, para los 3os a quienes
pudieran afectarles), y sólo podrán rectificarse por los mismos mediante prueba en contrario.
De este modo, se comprende también la previsión contenida en el último párrafo del precepto:
“Los datos incluidos en declaraciones o contestaciones a requerimientos en cumplimiento de la
obligación de suministro de información recogida en los arts. 93 y 94 de esta Ley que vayan a ser
utilizados en la regularización de la situación tributaria de otros obligados se presumen ciertos,
pero deberán ser contrastados de acuerdo con lo dispuesto en esta sección cuando el obligado
tributario alegue la inexactitud o falsedad de los mismos. Para ello podrá exigirse al declarante que
ratifique y aporte prueba de los datos relativos a 3os incluidos en las declaraciones presentadas.”
En definitiva, se mantiene la presunción de certeza de los datos incluidos en tales declaraciones
informativas o contestaciones a requerimientos de información, con tal que el obligado cuya
situación tributaria pretenda regularizarse por la Admón con base en ellos, no alegue su
inexactitud o falsedad, pues de ser así, la Admón (prescindiendo de la presunción de certeza)
podrá exigirle al declarante que “ratifique y aporte prueba de los datos relativos a 3os incluidos en
las declaraciones presentadas”.
Lo que en modo alguno permite el art. 108.4 es limitar el sentido de la presunción de certeza de
los datos declarados considerando que sólo vinculan al declarante, pero no a la Admón.
Conclusión. En nuestra opinión, ni la Admón debe aceptar incondicionalmente los datos
proporcionados por el sujeto pasivo en su declaración, ni tampoco recelar sistemática y
generalizadamente de ellos: tiene el dº y el deber de comprobar las declaraciones tributarias
presentadas. De ahí que sea necesario encontrar una interpretación en cierta medida equidistante
y armonizadora de las previsiones contenidas en los arts. 108.4 y 101.1 LGT.
3. LAS AUTOLIQUIDACIONES
A) Concepto de autoliquidación
Art. 120.1 LGT: “Las autoliquidaciones son declaraciones en las que los obligados tributarios,
además de comunicar a la Admón los datos necesarios para la liquidación del tributo y otros de
contenido informativo, realizan por sí mismos las operaciones de calificación y cuantificación
necesarias para determinar e ingresar el importe de la deuda tributaria o, en su caso,
determinar la cantidad que resulte a devolver o a compensar”.
Las autoliquidaciones son actos tributarios del particular de los que se hace depender, en la
mayoría de los casos, la determinación y la efectiva (y casi siempre definitiva) aplicación de la
mayor parte de los tributos del sistema. Se trata de un instituto jurídico que se integra por actos
jurídicamente diferenciables con contenido y efectos diversos, constituyendo, a su vez, el
cumplimiento de deberes también distintos y específicos:
Declaración del HI. El 1er acto jurídico diferenciable es la declaración del HI, o, si se
prefiere, la comunicación a la Admón de “los datos necesarios para la liquidación del
tributo y otros de contenido informativo” (art. 120.1 LGT).
Autoliquidación (operaciones de liquidación y autocálculo). Después de la declaración del
HI, en 2º lugar, la autoliquidación comprende las operaciones de liquidación y autocálculo,
esto es, de cuantificación del importe de la prestación; operaciones que constituyen en
puridad la autoliquidación efectuada por el sujeto. Estas operaciones presuponen ya la
interpretación y aplicación por el particular del ord. tributario, comenzando por la
calificación de los datos y hechos realizados, siendo una operación ontológicamente muy
diferenciada de la mera descripción fáctica y que expresa la voluntad del declarante de
concretar su prestación en la cuantía obtenida.
Ingreso de la cantidad autocalculada. En 3er lugar, el ingreso por el sujeto de la cantidad
por él calculada cierra el contenido del instituto, constituyendo ejercicio de su voluntad de
cumplir la obligación en el importe que él mismo le ha dado, con base en la interpretación
efectuada de la normativa tributaria aplicable.
Sainz de Burjanda: la autoliquidación es un tipo de declaración formulada por el contribuyente en
la que éste no se limita a comunicar a las oficinas gestoras de la HP la realización del HI y los
elementos necesarios para que la Admón. determine la cuantía de la deuda, sino que lleva a cabo
por sí mismo esa fijación de la suma debida, lo que le permite proceder al cumplimiento de su
prestación tributaria sin tener que esperar a que la Admón. le notifique ningún acto adtivo de
liquidación.
Conforme a una doctrina jurisprudencial consolidada, las autoliquidaciones no son actos adtivos
ni, por tanto, liquidaciones provisionales, al no poderse dotar a los ciudadanos de competencia
para dictar actos de esta naturaleza, sino que son actos de los obligados tributarios impuestos
por la Ley (art. 8.h) LGT) en el marco del procedimiento de aplicación de los tributos; actos de
colaboración tributaria establecidos por el Ord. jurídico, y en los que las operaciones de
declaración y de liquidación se reúnen y han de realizarse directamente por el particular, sin
participación alguna de los órganos adtivos de gestión, que tienen una posición pasiva, recepticia,
aun cuando conservan la potestad de comprobación.
La aplicación del tributo sólo registra una intervención adtiva en un nº insignificante de supuestos,
consumándose normalmente con la sola intervención del sujeto mediante la autoliquidación que,
transcurrido el plazo de prescripción del tributo, reflejará definitivamente su aportación al gasto
público como consecuencia de los hechos imponibles en ella expresados. De ahí que, en los
tributos que se gestionan mediante autoliquidación, la aplicación del tributo se efectúe sin acto
adtivo y sin procedimiento adtivo alguno.
B) Tributos gestionados mediante autoliquidación. Régimen jurídico
En los tributos gestionados mediante autoliquidación, es el propio sujeto pasivo quien, además de
declarar el HI, (auto)liquida el tributo realizando las operaciones de calificación y cuantificación
necesarias para determinar e ingresar el importe de la deuda tributaria, o, en su caso, la cantidad
a devolver o compensar (art. 120.1 LGT). A diferencia de lo que sucede con la declaración del HI,
con la autoliquidación no se inicia ningún procedimiento tributario sino, sencillamente, se
(auto)liquida, ingresa y, en definitiva, se aplica el tributo por el mismo sujeto pasivo. Con la
autoliquidación no se insta a la Admón para que liquide el tributo (como pasa con la declaración
sin autoliquidación), ni tampoco para que lo verifique o compruebe, salvo que expresamente el
interesado inste la rectificación de la autoliquidación de acuerdo con el proc. reglamentariamente
establecido (art. 120.3 LGT), regulado en los arts. 126 a 129 RGIT (Procedimiento de rectificación).
El régimen jurídico de los procedimientos tributarios previsto en la LGT no permite afirmar que la
autoliquidación sea una forma de iniciar la gestión tributaria. En los tributos gestionados por
autoliquidación es la Admón quien inicia de oficio el procedimiento de gestión (verificación de
datos, comprobación de valores, comprobación limitada) o de inspección que corresponda,
habida cuenta de que “las autoliquidaciones presentadas por los obligados tributarios podrán ser
objeto de verificación y comprobación por la Admón, que practicará, en su caso, la liquidación que
proceda” (art. 120.2 LGT), sin estar obligada a ajustar la liquidación a los datos consignados por los
obligados tributarios. En realidad, el único procedimiento de gestión tributaria que puede iniciarse
mediante autoliquidación es el procedimiento de devolución, cuando de aquélla resulte una
cantidad a devolver (arts. 124 y 125 LGT).
En cambio, la autoliquidación presentada sin realizar el ingreso lo que determina es la iniciación
ope legis del período ejecutivo de recaudación conforme a lo establecido en el art. 161.1.b) LGT.
Debe remarcarse la peculiaridad que supone la ejecución por la Admón de un acto ajeno que,
además, no es un acto adtivo, sino un acto de gestión tributaria de un particular, que la Admón
(sin comprobación previa alguna) da por válida hasta el punto de dirigir contra aquél el
procedimiento de recaudación ejecutiva.
C) La aplicación de las normas por el obligado tributario
En los supuestos de autoliquidación, los sujetos pasivos se convierten en liquidadores que
interpretan y aplican el Ord. jurídico tributario y califican los datos y hechos declarados. En estos
casos de aplicación de las normas tributarias, los obligados tributarios pueden mantener una
interpretación diferente a la sostenida por la Admón, y cabe, sobre todo, la posibilidad de que los
mismos incurran en errores de hecho y de Dº. De ahí el legítimo dº del obligado tributario a
corregir lo declarado mientras que no exista un acto adativo contrario, previa comprobación de los
hechos declarados.
Por otra parte, la AT ha de sujetarse y someterse al Dº, y no puede permitir que por la sola
declaración del contribuyente se sometan a tributación hechos de existencia no probada, y, por
tanto, no integrantes del HI, pues ello daría lugar a imposiciones ilegales. De ahí que, si bien la
autoliquidación tributaria goza de presunción de veracidad (art. 108.4 LGT), el sujeto pasivo tenga
dº a probar (art. 24 CE) el error padecido al efectuar la autoliquidación, y a que tal error pueda ser
objeto de rectificación antes de la liquidación definitiva que, en su caso, se practique por la Admón
D) Supuestos en los que procede la rectificación de las autoliquidaciones tributarias. El
procedimiento de rectificación
La LGT prevé 2 supuestos en los que procede la rectificación de las autoliquidaciones tributarias
(art. 120.3 LGT):
1. Cuando el obligado tributario (sin solicitar la devolución de un ingreso efectuado, indebido
o no), considere que la autoliquidación presentada “ha perjudicado de cualquier modo
sus intereses legítimos” (art. 130 RGIT).
2. Cuando, junto con la rectificación, se solicite la devolución de un ingreso efectuado,
pudiendo tratarse de la devolución derivada de la normativa del tributo (arts. 31 y 125
LGT), o bien de la devolución de un ingreso indebido (arts. 32 y 221.4 LGT).
La solicitud instando la rectificación de la autoliquidación podrá formularse:
o Una vez presentada la autoliquidación y antes de que la Admón haya practicado la
liquidación definitiva.
o En defecto de lo anterior, cuando haya prescrito el dº de la Admón para determinar
la deuda tributaria mediante la oportuna liquidación (art. 66.a LGT), o, en su caso,
cuando haya prescrito el dº a solicitar la devolución derivada de la normativa de cada
tributo o la devolución de ingresos indebidos (art. 66.d LGT). Estos dºs prescriben a
los 4 años (art. 66 LGT).
Cuando la Admón haya practicado una liquidación provisional, el obligado tributario podrá
solicitar la rectificación de su autoliquidación únicamente si la liquidación provisional
modificó la autoliquidación por motivo distinto del que origina la rectificación solicitada.
La solicitud de rectificación deberá identificar la autoliquidación que se pretende rectificar,
y deberá acompañarse de la documentación y justificación en que se sustente y, en su
caso, la justificación del ingreso efectuado, así como el medio elegido para obtener la
devolución.
Comprobación por la Administración. La Admón. comprobará las circunstancias que
determinen la procedencia de la rectificación. Cuando junto con la rectificación se solicite
la devolución de un ingreso efectuado (indebido o no), comprobará la realidad del ingreso
y su falta de devolución o deducción anterior, así como la procedencia de la devolución, el
titular o beneficiario de la misma y su cuantía.
Notificación al interesado de la propuesta de resolución y plazo de alegaciones. Finalizada
la comprobación se notificará al interesado la propuesta de resolución, con un plazo de 15
días para alegaciones, salvo que se acceda a la rectificación solicitada por el interesado, en
cuyo caso se notificará sin más trámite la liquidación que se practique.
Finalización del procedimiento. La resolución. El procedimiento finaliza mediante
resolución, acordando o denegando la rectificación solicitada. Si se acuerda rectificar la
autoliquidación, la resolución incluirá la liquidación provisional cuando afecte a la cuota
autoliquidada por el obligado tributario. La Admón no podrá efectuar una nueva
liquidación respecto al objeto de la rectificación, salvo que en un procedimiento de
comprobación o investigación posterior se descubran nuevos hechos o circunstancias que
resulten de actuaciones distintas de las especificadas en la resolución del procedimiento de
rectificación.
El plazo máximo para notificar la resolución será de 6 meses, trascurrido el cual sin
notificación expresa del acuerdo adoptado se entenderá desestimada la solicitud. Contra la
resolución expresa o presunta de la solicitud de rectificación podrá interponerse el recurso
de reposición o la reclamación económico-adtiva correspondiente.
E) Las autoliquidaciones como simples declaraciones tributarias
Desde el punto de vista procesal, las autoliquidaciones no pueden recurrirse directamente, puesto
que son simples declaraciones tributarias que necesitan de un posterior y auténtico acto adtivo de
comprobación para que adquieran firmeza a efectos de impugnar la naturaleza debida o indebida
de los ingresos realizados en su cumplimiento. Por tanto, lo impugnable es el acto adtivo, expreso
o presunto, de gestión tributaria. Este acto adtivo expreso o presunto de gestión tributaria se
producirá cuando se pida la rectificación o la comprobación de la autoliquidación, y, o bien se
comprueba y rectifica, o bien la Admón no dicta acto alguno entendiéndose denegada la solicitud
de rectificación.
Las autoliquidaciones son actuaciones de los sujetos pasivos, carentes de naturaleza de actos
adtivos, por lo que su revisión ante los TEA exige previamente que la AT gestora examine la
autoliquidación y la rectifique o confirme, es decir, dicte un acto adtivo susceptible de revisión.
4. COMUNICACIONES DE DATOS
La comunicación de datos constituye un tipo de declaración caracterizada básicamente por su
objeto: la solicitud de devolución dirigida a la Admón para que determine su importe. El art. 121
LGT incorpora así a la regulación general de la gestión tributaria el específico sistema de gestión
de los sujetos no obligados a declarar en el IRPF, introducido en una anterior normativa, referido a
la comunicación de datos por el contribuyente y solicitud de devolución, pero que se suprime a
partir del 1 de enero de 2007 con la entrada en vigor de la Ley reguladora del IRPF.
5. DECLARACIONES, AUTOLIQUIDACIONES Y COMUNICACIONES COMPLEMENTARIAS
F) Admisión de la figura y su regulación
Desde hace años se viene admitiendo la posibilidad de presentar declaraciones tributarias fuera
del plazo reglamentariamente establecido (extemporáneas) y antes de que medie requerimiento
expreso de la Admón (espontáneas). Pese a ello, no se había acometido hasta ahora la previsión
legal (art. 122 LGT) y la definición reglamentaria de las mismas (art. 118 a 121 RGIT).
El art. 122 LGT (Declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones complementarias o
sustitutivas) dispone que “Los obligados tributarios podrán presentar autoliquidaciones
complementarias, o declaraciones o comunicaciones complementarias o sustitutivas, dentro del
plazo establecido para su presentación o con posterioridad a la finalización de dicho plazo, siempre
que no haya prescrito el dº de la Admón para determinar la deuda tributaria.”
G) Declaraciones complementarias y sustitutivas
Art. 118.1 RGIT: “Tendrán la consideración de declaraciones complementarias las que se refieran
a la misma obligación tributaria y período que otras presentadas con anterioridad, en las que se
incluyan nuevos datos no declarados o se modifique parcialmente el contenido de las
anteriormente presentadas, que subsistirán en la parte no afectada. Tendrán la consideración de
declaraciones sustitutivas las que se refieran a la misma obligación tributaria y periodo que otras
presentadas con anterioridad y que las reemplacen en su contenido.”
Tratándose del procedimiento de liquidación tributaria iniciado mediante declaración, las
declaraciones complementarias o sustitutivas sólo podrán presentarse con anterioridad a la
liquidación tributaria correspondiente a la declaración inicial, que se practicará tomando en
consideración los datos completados o sustituidos. Con posterioridad a la liquidación, el obligado
tributario que pretenda modificar el contenido de la declaración anteriormente presentada,
deberá solicitar su rectificación (130 RGIT) cuando considere que su contenido ha perjudicado de
cualquier modo sus intereses legítimos, o cuando pudiera proceder una liquidación por importe
superior. De la cuota tributaria resultante de la rectificación se deducirá el importe de la
liquidación inicial.
H) Autoliquidaciones complementarias
Art. 119 RGIT: las autoliquidaciones complementarias son las referidas a la misma obligación
tributaria y periodo que otras presentadas con anterioridad y de las que resulte un importe a
ingresar superior o una cantidad a devolver o a compensar inferior al importe resultante de la
autoliquidación anterior, que subsistirá en la parte no afectada.
El obligado tributario efectuará la cuantificación de la obligación tributaria teniendo en cuenta
todos los elementos consignados en la autoliquidación complementaria, deduciendo de la cuota
resultante de la autoliquidación complementaria el importe de la autoliquidación inicial.
Cuando como consecuencia de la autoliquidación inicial se haya obtenido una devolución
improcedente o por cuantía superior a la que resulte de la autoliquidación complementaria, se
deberá ingresar la cantidad indebidamente obtenida junto a la cuota que, en su caso, resultara de
la autoliquidación complementaria.
I) Comunicaciones de datos complementarias y sustitutivas
Art. 120 RGIT: las comunicaciones de datos complementarias son las referidas a la misma
obligación tributaria y periodo que otras presentadas con anterioridad, en las que se modifiquen o
se incluyan nuevos datos de carácter personal, familiar o económico. Las comunicaciones de datos
presentadas con anterioridad subsistirán en la parte no afectada. Se consideran comunicaciones
de datos sustitutivas las referidas a la misma obligación tributaria y periodo que otras
presentadas con anterioridad y que las reemplacen en su contenido.
Sólo se podrán presentar comunicaciones de datos complementarias o sustitutivas antes de que la
AT haya acordado la devolución correspondiente o dictado resolución negando la procedencia de
la misma. En este caso, la devolución o resolución adtiva que se acuerde tras la comunicación de
datos complementaria o sustitutiva tomará en consideración los datos completados o sustituídos.
Si la devolución ya se hubiera acordado o se hubiera dictado ya la resolución adtiva, el obligado
tributario podrá solicitar la rectificación de su comunicación de datos (arts. 120 y 130 RGIT)
J) Finalidad
La finalidad que se persigue con las declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones
complementarias es la misma: completar o modificar las presentadas con anterioridad. La única
diferencia es la siguiente:
Las declaraciones y las comunicaciones pueden modificar en cualquier sentido las
inicialmente presentadas.
Las autoliquidaciones complementarias sólo procede presentarlas “cuando de ellas resulte
un importe a ingresar superior al de la autoliquidación anterior o una cantidad a devolver o
a compensar inferior a la anteriormente autoliquidada” (art. 122.2 LGT). En caso contrario,
el remedio no estaría en la autoliquidación complementaria, sino en la rectificación de la
autoliquidación cuando haya dado lugar a un ingreso superior al legalmente procedente (o
bien a una cantidad a devolver o a compensar superior a la solicitada), o haya perjudicado
de cualquier modo los intereses legítimos del obligado tributario (arts. 119.4 y 126 RGIT).
La autoliquidación complementaria puede responder a la pérdida del dº a una exención,
deducción o incentivo fiscal, con posterioridad a su aplicación y por incumplimiento de los
requisitos pertinentes. En tales casos, salvo que se establezca otra cosa, el obligado tributario
deberá incluir en la autoliquidación correspondiente al período impositivo en que se hubiera
producido el incumplimiento la cuota o cantidad derivada de la exención, deducción o incentivo
fiscal aplicado de forma indebida en los periodos impositivos anteriores, junto con los intereses de
demora (art. 122.2).
K) Plazos
Las comunicaciones, declaraciones y autoliquidaciones complementarias podrán presentarse
“dentro del plazo” establecido o “con posterioridad a la finalización de dicho plazo” pero
“siempre que no haya prescrito el dº de la Admón para determinar la deuda tributaria” (122.1).
El transcurso del plazo reglamentario para presentar la declaración, ni extingue el deber de
declarar, ni invalida la declaración o autoliquidación presentada fuera de plazo. El periodo hábil
para la presentación de una declaración complementaria fuera de plazo será el que medie entre el
final del plazo reglamentario de declaración y el momento en que tenga lugar el requerimiento
previo de la AT.
La LGT parece negar la posibilidad de presentar declaraciones o autoliquidaciones
complementarias una vez que haya prescrito el dº de la Admón para determinar la deuda
tributaria. Sin embargo, la consecuencia que se sigue del art. 122.1 LGT no es la prohibición legal
de declarar o autoliquidar una vez trascurrido el plazo de prescripción de la deuda tributaria, sino
únicamente que las declaraciones o autoliquidaciones presentadas después de ganada la
prescripción no tendrán la consideración legal de “complementarias o sustitutivas”.
Dicho en otros términos, la Admón no podrá negarse a aceptar la declaración que el particular
interesado presente aun después de transcurridos los plazos de prescripción Una cosa es que la
declaración o autoliquidación resulta en tales supuestos inexigible, innecesaria e incluso
irrelevante, y otra distinta es que, por tal motivo, se le impida al contribuyente el cumplimiento de
su deber de declarar (presentando una declaración inicial) o de declarar mejor, presentado una
declaración complementaria o rectificativa de la inicialmente registrada.
L) Declaraciones o autoliquidaciones extemporáneas
Tendrán el carácter de extemporáneas las declaraciones o autoliquidaciones presentadas con
posterioridad a la finalización del plazo reglamentario de declaración y antes de que trascurra el
plazo de prescripción del tributo, siempre que no medie requerimiento previo de la AT.
Los efectos aparejados a las declaraciones extemporáneas sin requerimiento previo son 2:
La exclusión de las sanciones que hubieran podido exigirse.
El devengo y liquidación de los recargos tributarios previstos en el art. 27. Estos recargos
no serán aplicables a las declaraciones catastrales.
Si la autoliquidación presentada con posterioridad a la finalización del plazo reglamentario y antes
de la notificación del inicio de actuaciones de comprobación e investigación, va acompañada del
pago, y la AT estimase que el obligado tributario ha regularizado su situación tributaria mediante
el “completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria”, la regularización practicada
comportará la exoneración de responsabilidad penal, aunque la infracción en su día cometida
pudiera ser constitutiva de delito contra la HP; pudiendo en tal caso la Admón continuar con el
procedimiento adtivo sin pasar el tanto de culpa a la autoridad judicial ni al MF. La misma
exoneración penal se producirá cuando se regularicen y satisfagan en los mismos términos deudas
tributarias una vez prescrito el dº de la Admón a su determinación (art. 66 a) LGT), y antes de que
haya prescrito la acción penal por el delito contra la HP (art. 180. uno. 2. LGT). En ninguno de estos
supuestos se devolverán las cantidades pagadas que hayan servido para obtener la exoneración de
la responsabilidad penal (art. 221.1.c) LGT).
Para que estos efectos resulten aplicables, las autoliquidaciones extemporáneas deberán
identificar expresamente el período impositivo de liquidación al que se refieren y deberán
contener únicamente los datos relativos a dicho período (art. 27.4 LGT).
Cuando el resultado de la autoliquidación complementaria no sea una cuota a ingresar no será de
aplicación el régimen de recargos previstos en el art. 27 LGT, sino la liquidación de intereses de
demora referida en el art. 26, consecuencia del cobro de una devolución improcedente.
M) Especialidades del procedimiento para la rectificación de declaraciones, comunicaciones
de datos y solicitudes de devoluciones (art. 130 RGIT)
Cuando la Admón haya dictado una liquidación provisional en los procedimientos de liquidación
tributaria iniciados mediante declaración, o bien haya acordado la devolución o dictado la
resolución denegatoria en los casos de comunicaciones de datos o de solicitudes de devolución, el
obligado tributario podrá solicitar la rectificación de la declaración, comunicación de datos o
solicitud de devolución presentada con anterioridad, cuando:
considere que su contenido ha perjudicado de cualquier modo sus intereses legítimos; o
cuando pudiera proceder una liquidación por importe superior o una menor devolución;
siempre que la liquidación provisional se haya practicado por una consideración o por un motivo
distinto del que se invoque en la solicitud de rectificación; concurriendo esta circunstancia cuando
la solicitud de rectificación afecte a elementos de la obligación tributaria que no hayan sido
regularizados mediante la liquidación provisional (art. 130.1 RGIT).
Cuando de la rectificación resulte una cantidad a ingresar, se exigirán los intereses de demora que
correspondan en cada caso (art. 130.2 RGIT).
6. DENUNCIA PÚBLICA
No existe un régimen jurídico uniforme para toda clase de denuncias. La denuncia pública se
caracteriza por ser un acto unilateral, de carácter voluntario, cuyo objeto es una manifestación de
conocimiento, aunque puede incorporar una manifestación de voluntad (solicitud o petición).
En el ámbito tributario la denuncia se configura como facultad y no como deber, al establecerse
expresamente que la denuncia pública es independiente del deber de colaboración con la Admón.
El objeto de la denuncia consiste en poner en conocimiento de la AT hechos o situaciones que
puedan ser constitutivos de infracciones tributarias o tener trascendencia para la aplicación de los
tributos (art. 114.1 LGT).
En la LGT la denuncia no inicia por sí misma ningún procedimiento, sino que se remitirá al órgano
competente para realizar las actuaciones que correspondan, pudiendo acordar el archivo de la
misma cuando se considere infundada o cuando no se concreten o identifiquen suficientemente
los hechos o las personas denunciadas. Si existen indicios suficientes de veracidad en los hechos
imputados, y éstos son desconocidos para la AT, se podrán iniciar las actuaciones que procedan, si
bien la denuncia no formará parte del expediente adtivo, ni se considerará al denunciante
interesado en las actuaciones adtivas que se inicien, ni se le informará del resultado de las
mismas. Tampoco estará legitimado para su impugnación.
7. FUNCIONES DE GESTIÓN TRIBUTARIA
El art. 117 LGT regula la “gestión tributaria”. Como función aplicativa de los tributos, la gestión
tributaria consiste en el ejercicio de un conjunto diversificado y heterogéneo de actuaciones
adtivas. En síntesis, a la gestión tributaria se le encomienda:
Posibilitar el funcionamiento y la normal aplicación de los tributos que integran el sistema.
Controlar (de manera masiva o extensiva, pero limitada) el cumplimiento de las
obligaciones y deberes y la realización de las actuaciones atribuidas a los particulares
(obligados tributarios), practicando las correcciones o regularizaciones (liquidaciones) que
correspondan.
Realizar las demás actuaciones genéricas de aplicación de los tributos que no sean de
inspección y recaudación.
Las concretas funciones adtivas de gestión tributaria que se enuncian pueden sistematizarse en
alguna de las funciones gestoras recién mencionadas.
Funciones dirigidas a posibilitar el normal funcionamiento y la correcta aplicación de los
tributos:
o La información y asistencia tributaria.
o La recepción y tramitación de declaraciones, autoliquidaciones, comunicaciones de
datos y demás documentos con trascendencia tributaria.
o La emisión de certificados tributarios, la emisión o revocación del NIF y la
elaboración y mantenimiento de los censos tributarios.
o El reconocimiento y comprobación de la procedencia de los beneficios fiscales, y de
las devoluciones previstas en la normativa tributaria.
o La comprobación y realización de las devoluciones previstas en la normativa
tributaria.
Función controladora y, en su caso, regularizadora:
o Controlar el cumplimiento de la obligación de presentar declaraciones tributarias y
de otras obligaciones formales, así como el control y los acuerdos de simplificación
relativos a la obligación de facturar, en cuanto tengan trascendencia tributaria.
o La realización de actuaciones de verificación de datos, de comprobación limitada y
de comprobación de valores.
o La práctica de las liquidaciones tributarias (regularizaciones) derivadas de las
referidas actuaciones de control, verificación y comprobación.
Otras funciones genéricas: La LGT engloba entre las funciones adtivas de gestión tributaria
“las demás actuaciones de aplicación de los tributos no integradas en las funciones de
inspección y recaudación” (art. 117.1.n) LGT). No obstante, no se concretan cuáles son
aquéllas funciones, habilitando al Ejecutivo para que regule reglamentariamente otros
procedimientos de gestión tributaria distintos de los legalmente previstos.
8. PROCEDIMIENTO DE DEVOLUCIÓN INICIADO MEDIANTE AUTOLIQUIDACIÓN, SOLICITUD O
COMUNICACIÓN DE DATOS.
La LGT destaca las siguientes obligaciones de contenido económico de la HP cuyo cumplimiento
incumbe a la AT:
1) La de realizar las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo. Art. 31 LGT
2) La devolución de ingresos indebidos. Art. 32 LGT
3) La de reembolso de los costes de las garantías. Art. 33 LGT
4) La de satisfacer intereses de demora. Arts. 30.1, 31.2, 32.2 y 26 LGT
La misma LGT recoge los procedimientos a través de los cuales se procederá al cumplimiento de
las referidas obligaciones económicas, regulándose de la siguiente forma:
Procedimiento de devolución Entre los procedimientos de gestión tributaria se
encuentra el relativo a las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo,
denominado “Procedimiento de devolución iniciado mediante autoliquidación, solicitud o
comunicación de datos” (art. 123.1.a) / 124-127 LGT).
Procedimiento especial de revisión para la devolución de ingresos indebidos El
correspondiente a la devolución de ingresos indebidos se regula en el Título V (“Revisión en
vía adtiva”), entre los procedimientos especiales de revisión (art. 221 LGT).
La liquidación y abono de los intereses de demora, como prestación accesoria, se efectúa, no en
proc. separado o independiente, sino en el curso de cualquiera de los anteriores procedimientos
La LGT habilita al Ejecutivo para regular reglamentariamente el procedimiento de reembolso y la
forma de determinar el coste de las garantías.
Debemos diferenciar claramente entre el proc. de devolución (iniciado mediante autoliquidación,
solicitud o comunicación de datos), regulado en los arts. 124 a 127 LGT y el proc. especial de
revisión para la devolución de ingresos indebidos, regulado en el art. 221 LGT:
► El procedimiento de devolución regulado en los arts. 124 a 127 LGT es un procedimiento
de gestión tributaria iniciado por declaración, solicitud o iniciativa del obligado tributario
para obtener las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo (art. 31 LGT).
► El procedimiento especial de revisión para la devolución de ingresos indebidos (arts.
216.e) / 221 LGT) se iniciará de oficio o a instancia del interesado en los ss supuestos:
o Duplicidad en el pago de deudas tributarias o sanciones.
o Pagos superiores al importe a ingresar resultante de una liquidación o de una
autoliquidación.
o Ingreso de deudas o sanciones tributarias prescritas.
o Otros supuestos que establezca la normativa tributaria.
A) Iniciación y tramitación del procedimiento
Estando la AT obligada a devolver las cantidades que procedan de acuerdo con la normativa de
cada tributo (art. 3.1.), el procedimiento de gestión de las devoluciones tributarias se iniciará:
mediante la presentación de una autoliquidación con dº a devolución (art. 120.1.);
de una comunicación de datos a la Admón para que ésta determine la cantidad que, en su
caso, resulte a devolver (art. 121);
o mediante la presentación de una solicitud de devolución.
El procedimiento de devolución iniciado mediante autoliquidación, solicitud o comunicación de
datos consiste, pues, en un procedimiento de gestión iniciado a instancia del obligado tributario
para la obtención de las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo. Se regula en los
arts. 124-127 LGT y 122-125 RGIT y tiene por objeto devolver las cantidades que procedan, de
acuerdo con la normativa reguladora de cada tributo; esto es, las devoluciones correspondientes
a cantidades que fueron debidamente ingresadas o soportadas, como consecuencia de la normal
aplicación de la mecánica propia del tributo (art. 31 LGT); así como abonos a cuenta que deba
efectuar la AT como anticipos de deducciones a practicar sobre cualquier tributo (art. 122 RGIT).
Recibida la autoliquidación, solicitud o comunicación de datos, la Admón examinará la
documentación presentada, contrastándola con los datos y antecedentes que obren en su
poder, y si resultara formalmente correcta, la Admón procederá, sin más trámite, y, en su
caso, de manera automatizada, al reconocimiento de la devolución solicitada.
De apreciarse algún defecto formal, error aritmético, discrepancia en los datos o en su
calificación y cuando se aprecien circunstancias que lo justifique, se podrá iniciar un
procedimiento de verificación de datos, de comprobación limitada o de inspección.
Trascurrido el plazo que establezca la normativa de cada tributo, o en su defecto, 6 meses
desde la finalización del plazo para la presentación de la autoliquidación, comunicación de
datos o solicitud, sin que se acordara la devolución o el inicio de otro procedimiento, el
obligado tributario podrá solicitar que se acuerde la devolución, debiendo la AT satisfacer
los intereses de demora que procedan de acuerdo con lo dispuesto en el art. 31.2 LGT.
Los intereses de demora se devengarán desde la finalización del referido plazo hasta la
fecha de ordenación del pago, sin computar los períodos de dilación por causa no
imputable a la Admón.
Cuando el importe de la devolución sea objeto de compensación, el interés de demora se
abonará hasta el momento de la extinción de la deuda, conforme al art. 73.3 LGT.
B) Terminación
El procedimiento de devolución podrá terminar de alguna de las siguientes formas:
Por el acuerdo que reconozca la devolución solicitada, que se entenderá notificado por la
recepción de la transferencia bancaria o del cheque (art. 125.1 RGIT).
Por caducidad, en los términos que establece el art. 104.3 LGT, respecto a los
procedimientos iniciados a instancia de parte.
Por el inicio de un proc. de verificación de datos (arts. 131 a 133 LGT), de comprobación
limitada (art. 136 a 140) o de inspección (art. 141 a 159 LGT), en los que la Admón podrá
efectuar las actuaciones de verificación o de control que en cada una de ellos corresponda.
Cuando la devolución reconocida sea objeto de retención cautelar total o parcial, junto con el
acuerdo de devolución se notificará la adopción de la medida cautelar.
El reconocimiento de la devolución solicitada no impedirá la posterior comprobación de la
obligación tributaria a través de los procedimientos de comprobación o investigación.
Cuando el procedimiento de devolución finalice…:
…por el inicio de otro procedimiento, la obligación de notificar la terminación del primer
procedimiento dentro de su plazo máximo de duración, se entenderá cumplida con el
intento de notificación de la comunicación de inicio del 2º procedimiento.
…por el inicio de un procedimiento de verificación de datos o de comprobación limitada,
y éstos finalizaran por caducidad, el obligado tributario podrá solicitar que se acuerde la
devolución requerida, que deberá efectuar el órgano competente, sin perjuicio de los
procedimientos de verificación de datos, de comprobación limitada o de inspección que
puedan iniciarse con posterioridad.
…por el inicio de un procedimiento de inspección, el obligado tributario podrá solicitar
que se acuerde la devolución una vez transcurrido el plazo máximo de duración del
procedimiento inspector.
En todo caso, se mantendrá la obligación de satisfacer el interés de demora sobre la devolución
que finalmente se pueda practicar; devengándose el interés de demora, desde la finalización del
plazo para efectuar la devolución (y, en todo caso, el plazo de 6 meses), hasta la fecha no en la que
el interesado perciba el importe de la devolución, sino en la que se acuerde por la Admón la
ordenación del pago (art. 127 LGT).
9. PROCEDIMIENTO DE LIQUIDACIÓN TRIBUTARIA INICIADO MEDIANTE DECLARACIÓN
A) Iniciación
La declaración del HI seguida de la necesaria intervención liquidadora de la Admón constituyó el
método propio y tradicional de aplicación de los tributos antes de la aparición y generalización del
régimen de autoliquidación. En la actualidad el procedimiento de liquidación tributaria iniciado
mediante declaración se ha convertido en un procedimiento excepcional, al ser escasos los
tributos gestionados mediante declaración o liquidación adtiva.
Cuando se gestionen tributos mediante esta modalidad, el procedimiento se iniciará:
Por declaración del sujeto pasivo. En este caso la gestión del tributo se inicia con la
presentación de una declaración en la que el sujeto pasivo manifiesta la realización del HI y
comunica los datos necesarios para que la Admón cuantifique la obligación tributaria
practicando una liquidación provisional.
De oficio por la Admón, en caso de caducidad del procedimiento iniciado por el sujeto
pasivo. Si el procedimiento iniciado por declaración del sujeto pasivo hubiera terminado
por caducidad, será la Admón la que de oficio podrá iniciar un nuevo procedimiento para la
liquidación del tributo dentro del plazo de prescripción, comunicándolo al sujeto pasivo.
En el ámbito de los tributos aduaneros, en el supuesto de que el procedimiento de liquidación se
haya iniciado mediante una declaración en aduana para el despacho de las mercancías situadas en
recintos aduaneros y lugares habilitados al efecto, la Admón realizará las actuaciones necesarias
para practicar la liquidación que corresponda conforme a los datos declarados y a los que se
deduzcan de las mercancías presentadas a despacho.
B) Tramitación
Corresponde a la Admón realizar las actuaciones de calificación y cuantificación oportunas, con
base en los datos consignados en la declaración o en otros que obren en su poder, pudiendo
requerir al obligado tributario para que aclare los datos declarados o presente justificante de los
mismos, y pudiendo efectuar actuaciones de comprobación de valores.
Cuando los datos o valores tenidos en cuenta por la Admón no se correspondan con los
consignados por el sujeto pasivo en su declaración, la propuesta de liquidación hará mención
expresa de esta circunstancias, debiendo notificarse con sucinta referencia a los hechos y
fundamentos de dº que la motiven, para que el obligado tributario alegue lo que convenga a su dº.
Puesto que en este procedimiento el sujeto pasivo no puede efectuar ingreso alguno del tributo
hasta que no le sea notificada la liquidación que le corresponde practicar a la Admón, el art. 129.3
in fine aclara que en las liquidaciones dictadas no se exigirán intereses de demora desde la
presentación de la declaración hasta la finalización del plazo de pago en período voluntario (art.
62.2 LGT). Esta aclaración es obvia, al ser el interés de demora una prestación accesoria que sólo
se devenga por ingreso fuera de plazo (art. 26 LGT). Ello, sin perjuicio de la sanción que pudiera
proceder en caso de incumplimiento de la obligación de presentar completa y correctamente la
declaración o los documentos necesarios para la liquidación adtiva del tributo (art. 192 LGT).
C) Terminación del procedimiento
El proc. iniciado mediante declaración terminará de alguna de las ss formas (art. 130 LGT):
Por liquidación provisional practicada por la AT.
Por caducidad, transcurridos 6 meses desde la finalización del plazo para presentar la
declaración, sin haberse notificado la liquidación. Si la declaración fue extemporánea, el
plazo de 6 meses para efectuar la liquidación y notificarla comenzará desde el día siguiente
a la presentación de la declaración (art. 129.1 LGT). No obstante, la normativa de cada
tributo podrá señalar plazos diferentes de notificación.
Cuando producida la caducidad, la Admón inicie un nuevo procedimiento para liquidar el tributo
dentro del plazo de prescripción, el plazo de 6 meses para efectuar la liquidación y notificarla al
sujeto pasivo empezará a contarse desde el día siguiente a la comunicación del acuerdo que inicie
el procedimiento (art. 134 RGIT).
Hay que tener en cuenta que:
► los procedimientos caducados ni interrumpen el plazo de prescripción ni se consideran
requerimientos adtivos que impidan la presentación de declaraciones extemporáneas y
espontáneas (sin requerimiento previo) (art. 134 RGIT);
► las actuaciones realizadas en el curso de un proc. caducado conservarán su validez y
eficacia a efectos probatorios en otros procedimientos iniciados o que puedan iniciarse con
posterioridad en relación con el mismo u otro obligado tributario (art. 104.5 LGT).
10. PROCEDIMIENTO DE VERIFICACIÓN DE LOS DATOS DECLARADOS
Planteamiento del procedimiento de verificación de datos
Pese a que el art. 131 LGT atribuye genéricamente a la Admón la verificación de los datos
declarados, se trata de una función adtiva que, con una u otra denominación, vienen
desempeñando desde hace más de 20 años los Órganos y Dependencias de gestión tributaria, para
verificar la exactitud formal de lo declarado y corregir los errores materiales o aritméticos, así
como los errores de dº derivados de una aplicación indebida de la normativa, y, en su caso,
rectificarlos, practicando las liquidaciones provisionales que procedan.
La verificación de datos podrá efectuarse también “cuando se requiera la aclaración o justificación
de algún dato relativo a la declaración o autoliquidación presentada, siempre que no se refiera al
desarrollo de actividades económicas” (art. 131.d) LGT).
La verificación o comprobación formal de los datos declarados adquirió un notable protagonismo
con la generalización de los sistemas de control informático de las autoliquidaciones y la aparición
y proliferación de las llamadas liquidaciones paralelas.
Objeto de la verificación de datos
El objeto de la verificación de datos se ciñe a las declaraciones o autoliquidaciones presentadas,
debiendo la liquidación provisional resultante, en su caso, practicarse a la vista de los datos
declarados, que sólo podrán contrastarse (como medios de verificación) con los siguientes:
o Con los justificantes aportados con la declaración.
o Con los datos contenidos en otras declaraciones presentadas por el mismo obligado
tributario.
o Con los que obren en poder de la AT.
El propio objeto material de la verificación (los datos declarados) impide que el procedimiento
pueda iniciarse en ausencia de declaraciones tributarias, esto es, en los supuestos de omisión o
incumplimiento de la obligación de declarar.
Iniciación y tramitación
El procedimiento de verificación de datos podrá iniciarse por alguna de las siguientes formas:
Mediante requerimiento de la Admón para que el obligado tributario aclare o justifique la
discrepancia observada o los datos relativos a su declaración o autoliquidación.
Mediante la notificación de la propuesta de liquidación cuando la AT cuente con datos
suficientes para formularla.
La presunción de certeza que atribuye el art. 108.4 LGT a los datos y elementos de hecho
consignados en las declaraciones y autoliquidaciones tributarias no puede enervarse únicamente
en función de los datos contenidos en declaraciones informativas o en requerimientos de
información relativos a 3os (art. 93 y 94). De ahí que si estos datos pretendieran utilizarse como
base de la regularización tributaria propuesta por la Admón y el obligado tributario manifestara su
disconformidad con ellos alegando su inexactitud o falsedad, la Admón podrá requerir al
declarante que ratifique y aporte prueba de los datos de 3os incluidos en las declaraciones
presentadas (132.2 LGT).
Terminación del procedimiento
La AT tiene la obligación legal de resolver expresamente todas las cuestiones que se planteen en
los procedimientos de aplicación de los tributos y de notificar dicha resolución expresa (art. 103.1
LGT). El art. 133 LGT regula la terminación del procedimiento de verificación de datos,
estableciendo que podrá finalizar por alguna de las siguientes causas:
Por resolución en la que se indique que no procede practicar liquidación provisional o en la
que se corrijan los defectos advertidos.
Por liquidación provisional motivada en hechos y en fundamentos de dº, debiendo la
Admón con carácter previo comunicar al obligado tributario la propuesta de liquidación
para que alegue lo conveniente a su dº.
Por la subsanación, aclaración o justificación por el obligado tributario de la discrepancia o
del dato objeto de requerimiento, haciendo constar en diligencia esta circunstancia, sin
necesidad de dictar resolución expresa.
Por caducidad, una vez transcurrido el plazo de 6 meses, desde la fecha de notificación del
inicio, sin haberse notificado liquidación provisional, pudiendo en este caso la Admón
iniciar de nuevo el procedimiento dentro del plazo de prescripción.
Por el inicio de un procedimiento de comprobación limitada o de inspección, que incluya
el objeto del procedimiento de verificación de datos, habida cuenta de que la verificación
de datos no impedirá la posterior comprobación del objeto de la misma; así, se puede
iniciar un procedimiento de comprobación limitada o de inspección, que incluya el objeto
del procedimiento de verificación de datos). Se entenderá cumplida la obligación de
notificar la terminación del primer procedimiento (verificación de datos) dentro de su
plazo máximo de duración, con el intento de notificación de la comunicación de inicio del
2º procedimiento (comprobación limitada o inspección).
11. PROCEDIMIENTO DE COMPROBACIÓN LIMITADA
A) Objeto del procedimiento. Iniciación.
El objeto del proc. de comprobación limitada es más amplio que el propio de la verificación de
datos (art. 131 LGT), pudiendo iniciarse, entre otros, en los ss supuestos (art. 163 RGIT):
En relación con las autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones de datos o
solicitudes presentadas, cuando se adviertan errores en su contenido, o discrepancias
entre los datos declarados o los justificantes aportados y los elementos de prueba en
poder de la AT; o bien cuando se considere conveniente comprobar todos o algún
elemento de la obligación tributaria.
Cuando no conste la presentación de declaración tributaria o de autoliquidación, y los
antecedentes en poder de la Admón pongan de manifiesto la obligación de declarar o la
realización del HI.
Las actuaciones de comprobación limitada se iniciarán de oficio por el órgano de gestión o de
inspección tributaria que resulte competente.
La Admón deberá comunicar a los obligados tributarios el inicio, naturaleza y alcance de las
actuaciones de comprobación limitada, informándoles de sus dºs y obligaciones en el curso del
procedimiento. No obstante, la comprobación limitada podrá iniciarse directamente con la
notificación de la propuesta de liquidación, cuando los datos en poder de la Admón sean
suficientes para formularla (art. 137.2 LGT).
La Admón podrá acordar la ampliación o reducción del objeto de las actuaciones, notificándoselo
al obligado tributario antes de la apertura del plazo de alegaciones.
B) Tramitación. Medios de comprobación.
El objeto de la comprobación limitada no se ciñe a la simple verificación o comprobación formal de
los datos declarados, sino que se extiende a la comprobación de “los hechos, actos, elementos,
actividades, explotaciones y demás circunstancias determinantes de la obligación tributaria” (art.
136.1 LGT), teniendo a la vista (medios de comprobación), además de los datos consignados en
las declaraciones y justificantes presentados o requeridos al efecto, los siguientes:
Los datos y antecedentes en poder de la AT que pongan de manifiesto la realización del HI
o del presupuesto de una obligación tributaria, o la existencia de elementos determinantes
de la misma no declarados o distintos a los declarados por el obligado tributario.
Los registros y demás documentos exigidos por la normativa tributaria y de cualquier
otro libro, registro o documento de carácter oficial con excepción de la contabilidad
mercantil, así como el examen de las facturas o documentos que sirvan de justificante de
las operaciones incluidas en dichos libros, registros o documentos. Asimismo, la Admón
podrá requerir el libro diario simplificado que deben llevar los sujetos incluidos en el
ámbito de aplicación del régimen simplificado de contabilidad, y que se considera libro
registro de carácter fiscal (arts. 29.3 y 164.2 RGIT).
Los datos procedentes de los requerimientos efectuados a 3os para que aporten la
información que se encuentren obligados a suministrar con carácter general, o para que la
ratifiquen mediante la presentación de justificantes.
El propio art. 136 LGT establece los límites del objeto y alcance de la comprobación (por ello)
limitada señalando que, además de los libros y registros de la contabilidad mercantil, excluidos
de este procedimiento de comprobación:
En ningún caso se podrá requerir a 3os información sobre movimientos financieros, pero
podrá solicitarse al obligado tributario la justificación documental de operaciones
financieras que tengan incidencia en la base o en la cuota de una obligación tributaria.
La comprobación no podrá realizarse fuera de las oficinas de la AT, salvo las que
procedan según la normativa aduanera o en los supuestos previstos reglamentariamente
para realizar comprobaciones censales o relativas a la aplicación de métodos objetivos de
tributación, en cuyo caso las actuaciones podrán realizarse en las oficinas, despachos,
locales y establecimientos del obligado tributario, cuando sea necesario el examen físico de
los hechos o circunstancias objeto de comprobación. Los funcionarios que las desarrollen
tendrán las 2 facultades reconocidas a la Inspección de los tributos:
o Entrada en las fincas, locales de negocio y demás establecimientos o lugares en que
se desarrollen actividades o explotaciones sometidas a gravamen, existan bienes
sujetos a tributación, se produzcan hechos imponibles u otros supuestos de hecho
de las obligaciones tributarias o exista alguna prueba de los mismos (art. 142.2 LGT)
o Consideración de agentes de la autoridad, debiendo las autoridades públicas
prestarles la protección y el auxilio necesario para el ejercicio de sus funciones.
La Admón podrá requerir a los obligados tributarios la aportación de los datos, libros, registros,
facturas y documentos que puedan ser objeto de comprobación limitada, debiendo aquéllos
personarse, por sí mismos o por medio de representante en el lugar, día y hora señalados para la
práctica de las actuaciones correspondientes, y asimismo deberán atender a la AT, prestándole la
debida colaboración en el desarrollo de sus funciones.
Las actuaciones de comprobación limitada se documentarán en comunicaciones y diligencias,
además de la resolución adtiva expresa que ponga fin al procedimiento.
Con carácter previo a la resolución la Admón deberá comunicar al obligado tributario la
propuesta de resolución o de liquidación, y el trámite de alegaciones (10 días a partir del
siguiente al de la notificación); trámite del que se podrá prescindir cuando la resolución contenga
manifestación expresa de que no procede regularizar la situación tributaria como consecuencia de
la comprobación realizada.
C) Terminación.
El procedimiento de comprobación limitada terminará:
Por resolución expresa en la que, al menos, se incluya la obligación tributaria o elementos
de la misma objeto de comprobación y su ámbito temporal; la especificación de las
concretas actuaciones realizadas; los hechos y fundamentos de dº que motiven la
resolución y la liquidación provisional que habrá de ir precedida de la comunicación de la
correspondiente propuesta de liquidación al obligado tributario, o en su caso, la
manifestación expresa de que no procede regularizar la situación tributaria objeto de
comprobación.
Por caducidad, una vez transcurrido el plazo de 6 meses, desde la notificación del inicio sin
haberse notificado liquidación provisional, pudiendo la Admón iniciar un nuevo
procedimiento de comprobación limitada dentro del plazo de prescripción.
Por el inicio de un procedimiento inspector que incluya el objeto de la comprobación
limitada, entendiéndose cumplida la obligación de notificar la terminación del
procedimiento de comprobación limitada dentro de su plazo máximo de duración, con el
intento de notificación de la comunicación de inicio del procedimiento de inspección.
D) Efectos de la regularización practicada en el procedimiento de comprobación limitada.
Tras la resolución adtiva que ponga fin a la comprobación limitada, la Admón no podrá efectuar
una nueva regularización respecto del objeto comprobado, salvo que en otro procedimiento
posterior, de comprobación limitada o de inspección, se descubran nuevos hechos o
circunstancias que resulten de actuaciones distintas de las especificadas en la resolución
conclusiva del procedimiento inicial.
12. PROCEDIMIENTO DE COMPROBACIÓN DE VALORES
1. Actuaciones de valoración tributaria
La aplicación del tributo requiere la previa y correcta valoración de las rentas, productos, bienes
y demás elementos determinantes de las obligaciones tributarias. No todas las actuaciones de
valoración de los elementos determinantes de las obligaciones tributarias se efectúan por órganos
de la AT, pudiendo efectuarse por otros órganos de la AP. Sobre todo, las actuaciones de
valoración tributaria no siempre se incardinan en las funciones comprobadoras (de gestión o
inspección) de la Admón.
a) En ocasiones las actuaciones de valoración se efectúan por los Órganos de gestión o de
inspección a instancia de otros Órganos de la AT (por ej, los Órganos de recaudación para
valorar bienes embargados), o a petición de la Admón de las CCAA respecto a los tributos
cedidos, o incluso en actuaciones de auxilio o colaboración funcional con los demás
Órganos de la AP, o con los Órganos de los Poderes Legislativo y Judicial (art. 197.1 RGIT).
b) En otros casos, las actuaciones de valoración tributaria están dirigidas a la información y
asistencia de los obligados tributarios: valoraciones con carácter previo a la adquisición o
transmisión de bienes inmuebles (art. 90 LGT) y acuerdos previos y vinculantes de
valoración de elementos determinantes de la deuda tributaria (art. 91).
c) Las actuaciones de valoración pueden formar parte de la función liquidadora de la Admón.
Así, en los tributos que se gestionan mediante declaración (arts. 128-130 LGT), las
actuaciones de valoración se engloban en las de calificación y cuantificación que debe
llevar a cabo la Admón para la liquidación (art. 129.3) y posterior notificación tributaria. En
otros casos, la aplicación del tributo requiere una importante actividad de valoración
previa a la liquidación adtiva, o a la autoliquidación en su caso, efectuada por el particular.
d) Las actuaciones de valoración pueden encuadrarse dentro de las funciones
comprobadoras, tanto de los Órganos de gestión tributaria como de los Órganos de
Inspección, pudiendo desarrollarse estas funciones y actuaciones comprobadoras en el
procedimiento de comprobación de valores (art. 134 LGT y 160 RGIT), o bien como una
actuación concreta en alguno de los procedimientos iniciados mediante declaración, el de
comprobación limitada y el de inspección (art. 159.1 RGIT).
2. Comprobación de valores. Objeto
La función comprobadora de la Admón recae también sobre el valor de las rentas, productos,
bienes y demás elementos determinantes de la obligación tributaria, declarados por los
obligados tributarios o descubiertos por la propia Admón. La LGT separa la regulación de la
comprobación de valores:
En el art. 57 Aspectos materiales de la comprobación de valores.
En los arts. 134 y 135 LGT Procedimiento en el que puede llevarse a efecto.
Cuando el valor de las rentas, productos, bienes o elementos de la obligación tributaria resulte
directamente de una ley o de un reglamento no se requiere actuación de comprobación de valores
(art. 159.5 RGIT).
Al regular los elementos de cuantificación de las obligaciones tributarias (Cap. III Titulo II), la LGT:
En el art. 57 declara que el valor de las rentas, productos, bienes y demás elementos
determinantes de la obligación tributaria podrá ser comprobado por la AT, mediante los
medios que acto seguido específica (precios medios de mercado, cotizaciones en mercados
nacionales y extranjeros, dictamen de peritos de la Admón, etc.).
En el art. 103.3 ordena que los actos de comprobación de valor serán motivados con
referencia sucinta a los hechos y fundamentos de Dº, debiendo la propuesta de valoración
resultante de la comprobación de valores recoger expresamente la normativa aplicada y el
detalle de su correcta aplicación.
Cuando, tras la oportuna comprobación de valores, la Admón haya fijado el valor real de un bien,
la personalidad jurídica única de la Admón y la coherencia con los actos propios impide que pueda
fijarse una valoración distinta en los demás tributos que recaigan sobre el mismo valor real.
3. Medios de comprobación de valores
El art. 57.1 LGT enuncia un conjunto plural y heterogéneo de medios de valoración (precios
medios de mercado, cotizaciones en mercados nacionales y extranjeros, dictamen de peritos de la
Admón, etc.). Estos medios se acrecentan por la cláusula residual de cierre que utiliza el precepto:
“cualquier otro medio que se determine en la ley propia de cada tributo”.
No hay criterios de prioridad entre los medios establecidos en el art. 57 LGT, ni indicativos de
cuáles deben usarse en cada caso. Es decir, existe discrecionalidad adtiva para acudir a unos u
otros, en función de su idoneidad respecto a los bienes, rentas o elementos a valorar. Se exceptúa
de esta discrecionalidad la previsión del art. 57.3 LGT, que remite a las normas de cada tributo
para reglamentar la aplicación de estos medios de comprobación, pudiendo señalarse en ellas
prioridades o supuestos de aplicación. No obstante, habrá de especificarse cuál ha sido el medio
empleado y los criterios por los que se ha elegido y con base en los cuales se ha llegado al valor
comprobado por la Admón (art. 134.3 LGT).
4. Procedimiento de comprobación de valores
La LGT particulariza un procedimiento de comprobación de valores separándolo de los demás
procedimientos (gestores o inspectores) de comprobación tributaria.
El objeto de este procedimiento es la comprobación de valores que, valiéndose de los medios de
valoración previstos en el art. 57 LGT, podrán efectuar los órganos de gestión (art. 117.1.g) LGT) o
los de Inspección tributaria (art. 141.d) LGT) “salvo que el obligado tributario hubiera declarado
utilizando los valores publicados por la propia Admón actuante en aplicación de alguno de los
citados medios” (art. 134.1 LGT).
La comprobación de valores puede ser:
► Objeto único de un procedimiento autónomo.
► Insertarse como una actuación concreta en el curso de un procedimiento de gestión
tributaria (iniciado mediante declaración o de comprobación limitada) o de un
procedimiento de inspección (art. 159.1 RGIT).
Cuando la comprobación sea el único objeto del procedimiento, éste se podrá iniciar:
Mediante comunicación de la Administración actuante.
Cuando se cuente con datos suficientes, directamente con la notificación conjunta de las
propuestas de regularización (liquidación) y de valoración, motivada con expresión de los
medios y criterios empleados.
La valoración adtiva servirá de base a la liquidación provisional que se practique e impedirá una
nueva comprobación de valor sobre los mismos bienes o dºs, aunque podrá iniciarse un
procedimiento de verificación de datos, de comprobación limitada o de inspección respecto a
otros elementos de la obligación tributaria (art. 160.4 RGIT).
Plazo de notificación
Comprobación de valores como procedimiento único. Deberá notificarse en el plazo
máximo de 6 meses, desde la notificación del acuerdo de inicio, el valor determinado por la
AT, y, en su caso, el acto de regularización (liquidación) que ponga fin al procedimiento.
Comprobación de valores en el curso de otro procedimiento. El plazo máximo para
notificar la resolución será el establecido en el procedimiento de que ese trate.
Impugnación
Casos de procedimiento autónomo. En los casos en que la comprobación de valores se
efectúa en un procedimiento autónomo, del que constituye el objeto único, el acto de
valoración que se dicte al efecto será un acto definitivo, susceptible de impugnación.
Casos de un procedimiento más amplio. Si la comprobación de valores se lleva a cabo en
un procedimiento más amplio (de gestión o de inspección), el acto de valoración tendrá la
consideración de acto de trámite, y, por ello, no susceptible de impugnación separada. En
estos casos, contra la valoración efectuada por la Admón no cabrá interponer recurso o
reclamación independiente, excepto cuando la normativa tributaria lo establezca. No
obstante, los obligados tributarios podrán promover tasación pericial contradictoria, o
plantear cuestión relativa a la valoración con ocasión de los recursos o reclamaciones
que, en su caso, interpongan contra el acto de regularización.
5. Tasación pericial contradictoria
Mecanismo de corrección
La tasación pericial contradictoria constituye un mecanismo de corrección de la valoración adtiva
efectuada con los medios del art. 57.1 LGT. La LGT regula el expediente de la tasación pericial
contradictoria al tratar de los procedimientos de gestión tributaria o de inspección, aunque su
función está más próxima a la revisión adtiva (Título V) que a la aplicación de los tributos en
sentido estricto. En realidad, es un medio de impugnación impropio, pues aunque la tasación
pericial contradictoria no es propiamente un recurso, tiene una clara naturaleza impugnatoria.
Formas de promover la tasación pericial contradictoria
Cuando la comprobación de valores constituya el único objeto de un procedimiento
autónomo, la TPC podrá instarse dentro del plazo de impugnación del acto de valoración
que resulte del mismo.
Cuando la comprobación de valores se inserte en un procedimiento más amplio (de
gestión o de inspección), la TPC podrá promoverse dentro del plazo de 1 mes establecido
para interponer el 1er recurso o reclamación que proceda contra el acto adtivo que
resuelva el procedimiento; esto es, contra la liquidación efectuada de acuerdo con los
valores comprobados adtivamente. No obstante, si la normativa del tributo establece la
obligación de notificar previa y separadamente el acto de comprobación de valores, la TPC
podrá asimismo plantearse en el plazo de impugnación del referido acto de valoración.
Junto a lo anterior, el art. 135.1 LGT contempla la posibilidad (cuando así lo prevea la normativa
propia del tributo) de que el interesado se reserve el dº a plantear la TPC cuando interponga
recurso de reposición o reclamación económico-adtiva (contra el acto de liquidación o, en su
caso, el acto de comprobación de valores) y denuncie que la notificación omite o no contiene
expresión suficiente de los datos y motivos tenidos en cuenta para elevar los valores declarados.
En este caso, el plazo para promover la TPC también será de 1 mes y se contará desde la fecha de
firmeza en vía adtiva del acuerdo que resuelva el recurso o la reclamación interpuesta.
El efecto inmediato que provoca la presentación de la solicitud de TPC, o la reserva del dº a
promoverla, es la suspensión de la ejecución de la liquidación y del plazo para interponer recurso
o reclamación contra la misma.
Valoración por perito
Acordada la TPC, será necesaria la valoración realizada por un perito de la Admón cuando la
cuantificación del valor comprobado que se cuestiona se haya realizado por parte del obligado
tributario valiéndose de un medio distinto del dictamen de peritos de la Admón.
Prevalecerá, sirviendo de base para la liquidación, la tasación dada por el perito del obligado
tributario, cuando, considerada en valores absolutos, sea igual o inferior a 120.000€ y al 10% de la
valoración efectuada por el perito de la Admón. Si la diferencia es superior, deberá designarse
un perito 3º, conforme al procedimiento que detalla el art. 135.3 LGT.
La valoración efectuada por el perito 3º servirá de base para la liquidación que proceda, con los 2
siguientes límites: el valor comprobado inicialmente por la AT, con el fin de evitar la reforma
peyorativa, y el valor declarado por el interesado.
Extensión a todos los tributos
Al extender la LGT la comprobación de valores a todos los tributos, también TPC será utilizable en
todos ellos, y no sólo respecto a bienes o dºs corporales, sino también respecto a rentas,
explotaciones y, en general, elementos del HI o determinantes para la cuantificación del tributo.
En todo caso ha de recaer sobre bienes o elementos concretos, no pudiendo utilizarse para la BI
en su conjunto, salvo que ésta coincida con el valor de un bien o elemento particular.
Negativa de los TEA
Normalmente los TEA se niegan a enjuiciar, en cuanto al fondo, la corrección material de las
valoraciones realizadas en los procedimientos tributarios, lo que resulta criticable:
1º porque ello supone introducir en su ámbito de actuación unos límites que carecen de
respaldo legal,
2º porque aquella actitud está en contradicción con el carácter preceptivo de la vía adtiva
previa que en todo caso hay que agotar antes de acudir a la revisión judicial.
TEMA 23. LA INSPECCIÓN DE LOS TRIBUTOS
1. INTRODUCCIÓN
Actividad de comprobación o verificación
La Inspección de los tributos supone una actividad esencialmente de comprobación o verificación
del carácter exacto y completo de las declaraciones-liquidaciones practicadas por los
administrados. No obstante, aunque la función esencial y definidora de la Inspección de los
Tributos continúe siendo la comprobación y la investigación, no es ésta la única función adtiva que
corresponde a los órganos de la Inspección. El art. 141 LGT permite efectuar la siguiente
sistematización de las funciones adtivas de inspección tributaria:
a) Funciones controladoras que pueden dar lugar a actuaciones de comprobación inquisitiva
(inspectora) y, en su caso, limitada (también propia de órganos de gestión) de los hechos y
circunstancias determinantes de las declaraciones presentadas; de comprobación de
valores, cuando sea necesario determinar las obligaciones tributarias; y de comprobación
del cumplimiento de los requisitos exigidos para la obtención de beneficios o incentivos
fiscales, devoluciones tributarias y aplicación de regímenes tributarios especiales.
b) Funciones de investigación de los presupuestos de hecho de las obligaciones tributarias
para el descubrimiento de los que sean ignorados por la Admón.
c) Funciones de obtención de información relacionadas con la aplicación de los tributos
autorizando el legislador a la AT para utilizar la información obtenida no sólo para la
efectiva aplicación de los tributos, sino también de los demás “recursos cuya gestión tenga
encomendada” y, en fin, “para la imposición de las sanciones que procedan”.
d) Funciones de liquidación para practicar las liquidaciones (regularizaciones) resultantes de
sus actuaciones de comprobación e investigación.
e) Funciones de información a los obligados tributarios acerca del ejercicio de sus dºs y del
cumplimiento de sus obligaciones, con motivo de las actuaciones inspectoras y de informe
y asesoramiento a órganos de la AP.
f) Funciones de intervenciones tributarias, de carácter permanente o no, que se regirán en
primer lugar por su normativa específica.
g) Las demás funciones que se establezcan en otras disposiciones o se le encomienden.
Algunas de las funciones adtivas de la inspección tributaria no son privativas de los órganos de
Inspección, sino que se atribuyen genéricamente a la AT, pudiendo desarrollarse también:
- En procedimientos de gestión, como sucede con la comprobación limitada (art. 136 a 140
LGT) y la comprobación de valores (arts. 134 y 135 LGT).
- Pueden dar lugar a actuaciones como las relativas a la información y asistencia a los
obligados tributarios (arts. 85 a 91 LGT), y a otros órganos de la AP, que ni son exclusivas
de ningún órgano concreto de la AT ni tienen establecido un procedimiento específico para
su realización (art. 97 LGT).
Órganos de inspección tributaria
El art. 166.1 RGIT establece que “A efectos de lo dispuesto en este reglamento, se entiende por
órganos de inspección tributaria los de carácter adtivo que ejerzan las funciones previstas en el art.
141 LGT, así como aquellos otros que tengan atribuida dicha condición en las normas de
organización específica.” En el ámbito del Estado el ejercicio de las funciones de inspección
tributaria corresponde a los siguientes órganos:
A los órganos con funciones inspectoras de la AEAT.
A los órganos de la Dirección General del Catastro que tengan atribuida la inspección
catastral del IBI. Estos órganos podrán realizar actuaciones conjuntas con las Entidades
Locales.
Los órganos con funciones inspectoras de la AEAT ejercerán sus funciones respecto de aquellos
tributos cuya aplicación corresponde, en todo caso, a los órganos estatales, así como sobre el IAE,
de acuerdo con la normativa reguladora de las Haciendas Locales.
Actuaciones y procedimientos de inspección
Las actuaciones inspectoras podrán realizarse mediante colaboración entre las distintas
Administraciones tributarias, de oficio o mediante requerimiento; debiendo intercambiarse
información sobre los hechos o circunstancias con trascendencia tributaria para otras Admones
tributarias, acompañada de los elementos probatorios que procedan.
Las Admones tributarias del Estado y de las CCAA podrán realizar actuaciones y procedimientos
de inspección coordinados, cada una en su ámbito de competencias y de forma independiente,
pudiendo los órganos de las distintas Admones realizar actuaciones concretas de forma
simultánea, en relación con aquellos obligados tributarios que presenten un interés común o
complementario para la aplicación de los tributos cuya inspección les corresponda.
Las actuaciones y procedimientos inspectores coordinados se finalizarán de forma independiente
por cada AT, recurriéndose asimismo de forma independiente las resoluciones que se dicten.
Atendiendo a sus respectivas competencias funcionales o territoriales, los órganos de inspección
comunicarán a otros órganos de la misma AT cuantos datos conozcan para el adecuado
desempeño de las funciones encomendadas, debiendo prestar la colaboración necesaria a otros
órganos inspectores de la misma AT.
En el marco de la colaboración entre las Admones del Estado y de la CA de que se trate, los
Servicios de Inspección prepararán planes de inspección coordinados en relación con los tributos
cedidos, sobre objetivos y sectores determinados, y sobre contribuyentes que hayan cambiado su
residencia o domicilio fiscal.
2. LAS FUNCIONES INSPECTORAS DE COMPROBACIÓN E INVESTIGACIÓN
1. Ámbito y contenido.
► Funciones administrativas típicas y fundamentales
La comprobación y la investigación son funciones adtivas típicas y fundamentales de la Inspección
de los Tributos. El art. 141 LGT alude a las funciones adtivas de comprobación e investigación.
El mismo carácter reservado se predica de los datos, informes o antecedentes conocidos por los
retenedores y obligados a realizar ingresos a cuenta, que sólo podrán utilizarlos para el correcto
cumplimiento y efectiva obligación de realizar pagos a cuenta; estableciéndose para tales
obligados tributarios “el más estricto y completo sigilo respecto de ellos” (art. 95.4).
El art. 95.3 ordena a la Admón que “cuantas autoridades, funcionarios u otras personas al servicio
de la AT tengan conocimiento de estos datos, informes o antecedentes estarán obligados al más
estricto y completo sigilo respecto de ellos, salvo en los casos citados. Con independencia de las
responsabilidades penales o civiles que pudieran derivarse, la infracción se considerará siempre
falta disciplinaria muy grave”.
El deber de reserva del art. 95 LGT se mantendrá siempre que la normativa del Estado que prestó
la información permita utilizar la información para otros fines similares, salvo que la normativa
sobre asistencia mutua establezca otra cosa.
El carácter reservado de la información obtenida por la Admón no impide el dº de los
contribuyentes a acceder a los registros y documentos que, formando parte de un expediente,
obren en los archivos adtivos, siempre que tales expedientes correspondan a procedimientos
terminados en la fecha de la solicitud en los que el solicitante haya intervenido. Se trata de un dº
que limita el acceso a los ciudadanos a los archivos y registros adtivos cuando con ello se afecte a
“la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas”.
4. OTRAS FUNCIONES DE LA INSPECCIÓN
1. Actuaciones inspectoras de valoración. Remisión
Las valoraciones tributarias eran propias de los órganos de gestión, al igual que las actuaciones de
liquidación. Sin embargo, en la actualidad, también los órganos de inspección son competentes
para llevar a cabo valoraciones tributarias, mediante alguno de los ss procedimientos:
- En el seno de un procedimiento de comprobación de valores (art. 141.d) y 134 LGT).
- En el curso de un procedimiento inspector de comprobación e investigación.
- A petición de otros organismos de la misma u otra AT; en particular, a petición de las CCAA
respecto de los tributos cedidos (art. 197.1 RGIT).
2. Informe y asesoramiento
A la Inspección de los Tributos le corresponde:
- Informar a los obligados tributarios con motivo de las actuaciones inspectoras sobre sus
dºs y obligaciones tributarias y la forma en que deben cumplir estas últimas.
- El asesoramiento e informe a órganos de la Admón pública (141.i LGT).
Art. 197 RGIT: los órganos de inspección deberán de informar y asesorar en materias de carácter
económico, financiero, jurídico o técnico relacionadas con el ejercicio de sus funciones a los demás
órganos de las Admones tributarias, a los órganos dependientes del Mº de Economía y Hacienda,
así como a cualquier organismo que lo solicite. Asimismo, podrán realizar los estudios individuales,
sectoriales o territoriales de carácter económico o financiero que puedan ser de interés para la
aplicación de los tributos, así como los análisis técnicos, químicos, informáticos o de cualquier otra
naturaleza que se consideren necesarios y realizar actuaciones dirigidas a la aprobación de
propuestas de valoración previa de operaciones, gastos, retribuciones, así como criterios de
imputación temporal, conforme a la normativa específica que resulte aplicable.
3. Actuaciones de auxilio y colaboración con Jueces y Tribunales
Se atribuyen a la Inspección funciones de auxilio a los Juzgados y Tribunales de Justicia y al MF, en
la investigación, enjuiciamiento y represión de delitos públicos, especialmente los delitos contra la
HP, contrabando y los vinculados al blanqueo de capitales. Estas funciones se le encomiendan a los
órganos de la AEAT, al amparo del art. 118 CE y del art. 17.1 LOPJ y se materializan (junto a las
antes referidas funciones de informe y asesoramiento) en la intervención de los Órganos de la
Inspección en actuaciones periciales y en la prueba testifical en el proceso penal.
5. PROCEDIMIENTO DE INSPECCIÓN TRIBUTARIA
Art. 145.1 LGT: “El procedimiento de inspección tendrá por objeto comprobar e investigar el
adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias y en el mismo se procederá, en su caso, a la
regularización de la situación tributaria del obligado mediante la práctica de una o varias
liquidaciones”.
El TS ha señalado que, en la actualidad, “el procedimiento de regularización es un
procedimiento que no tiene carácter sancionador: a través del mismo la AT no puede
imponer al contribuyente sanción alguna”.
El objeto del procedimiento inspector viene definido por la citación de inicio de las
actuaciones inspectoras, exigiendo el ppio de seguridad jurídica que los mismos se realicen
de manera continuada hasta su culminación, así como que se desarrollen dentro del
alcance definido en la citación de inicio de las mismas.
El procedimiento de inspección se caracteriza por tener un marcado carácter
contradictorio y un acentuado carácter dialéctico de la relación que se establece entre el
obligado tributario y el Órgano de la Inspección. El TEAC viene reiterando que “la presencia
del obligado o su representante a lo largo de las actuaciones está ordenada precisamente a
la finalidad, no sólo de lograr una mayor eficacia en la actividad adtiva, sino también de
una mejor defensa de los dºs e intereses del propio administrado, que puede alegar y
aportar continuamente todo aquello que a su dº convenga, con posibilidad de ser verificado
y comprobado, si se considera necesario por la Inspección”.
1. Sujetos del procedimiento de inspección
A) Personal inspector. Potestades de la Inspección
Personal de inspección. Las actuaciones inspectoras se realizarán por los funcionarios y demás
personal al servicio de la AT que desempeñen los puestos de trabajo integrados en los órganos con
funciones de inspección tributaria, sin perjuicio de que las normas de organización específicas
puedan autorizar la intervención de funcionarios que desempeñen puestos de trabajo en órganos
con funciones distintas. Cada AT determinará, de acuerdo con la normativa que le sea aplicable,
los puestos de trabajo que supongan el desempeño de funciones inspectoras, concretando sus
características y atribuciones específicas.
Competencia orgánica y territorial. Las actuaciones efectuadas en el procedimiento por los
órganos con competencia para la inspección de los tributos se podrán realizar, bien por 1 o varios
actuarios, bien por equipos o unidades de inspección, en los términos que se establezcan por el
Mº de E y H, y en el ámbito territorial al que extienda su competencia el órgano del que dependan.
El órgano de inspección competente, salvo disposición expresa en contrario, será el
correspondiente al domicilio fiscal del obligado tributario (art. 84 LGT), al ser “el domicilio fiscal el
lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la AT” (48.1 LGT).
Derechos y prerrogativas del personal inspector
En el ejercicio de las funciones inspectoras, los funcionarios de la Inspección de los tributos serán
considerados agentes de la autoridad (art. 142.4 RGIT), a efectos de la responsabilidad adtiva y
penal de quienes ofrezcan resistencia o cometan atentado o desacato contra ellos, de hecho o de
palabra, durante actos de servicio con motivo del mismo. Las autoridades públicas deberán
prestar a estos funcionarios la protección y el auxilio necesario en el ejercicio de las funciones de
inspección.
Deberes del personal inspector
Art. 60.3 RGIT. Fraude en la obtención o percepción de ayudas o subvenciones a cargo de fondos
públicos o de la UE. “Cuando el personal al servicio de la AT conozca en el curso de sus actuaciones
hechos de los que pudieran derivarse indicios de fraude en la obtención o percepción de ayudas o
subvenciones a cargo de fondos públicos o de la UE, los harán constar en diligencia y lo podrán en
conocimiento del órgano competente, o, en su caso, de la autoridad judicial o del MF”. Lo mismo
con “los hechos que conozcan en el curso de sus actuaciones que puedan ser constitutivos de
delitos no perseguibles únicamente a instancia de la persona agraviada”.
Art. 60.4 RGIT. Sigilo. “Todo el personal al servicio de la AT estará obligado al más estricto y
completo sigilo respecto de los datos, informes o antecedentes que conozca por razón de su cargo
o puesto de trabajo. / Dicha información tendrá carácter reservado y sólo podrá ser comunicada a
quienes por razón de sus competencias intervengan en el procedimiento de que se trate. (…)”.
Art. 60.5 RGIT. Uso de la información. “Los datos, informes o antecedentes obtenidos en el curso
de las actuaciones podrán utilizarse cuando sea necesario para la emisión de informes, peritajes o
asistencias solicitados a otros órganos, Admones, personas o entidades, sin perjuicio de lo previsto
en el art. 95.1 LGT”.
Art. 60.6 RGIT. Declaraciones judiciales. “Los funcionarios y el personal al servicio de la AT no
estarán obligados a declarar como testigos en los procedimientos civiles ni en los penales, por
delitos perseguibles únicamente a instancia de parte, cuando no pudieran hacerlo sin violar el
deber de sigilo que estén obligados a guardar”.
Art. 167.1 RGIT. Colaboración con otros órganos. “Cuando los órganos de inspección de una AT
conozcan hechos o circunstancias con trascendencia tributaria para otras Admones tributarias, los
pondrán en conocimiento de estas y los acompañarán de los elementos probatorios que procedan”
Potestades de la Inspección
Pueden concretarse en las siguientes (art. 142 LGT y arts. 171 a 173 RGIT):
a) Examen de la documentación de los obligados tributarios (declaraciones,
autoliquidaciones, contabilidad, libros registro establecidos por la normativa tributaria,
facturas, documentos, datos, informes, antecedentes y cualquier otro documento con
trascendencia tributaria).
b) Actuaciones de obtención de información previo requerimiento individualizado, o, incluso,
sin previo requerimiento escrito, en caso de que lo justifique la naturaleza de los datos a
obtener.
c) Requerimientos individualizados de información a determinadas autoridades sometidas al
deber de informar y colaborar (ej. Juzgados y Tribunales).
d) Requerimientos de información a entidades dedicadas al tráfico bancario o crediticio.
e) Entrada y reconocimiento de fincas.
f) Otras facultades como la de recabar información de los trabajadores o empleados sobre las
actividades en que participen; realizar mediciones o tomar muestras, fotografías, croquis o
planos; recabar el dictamen de peritos; verificar y analizar los sistemas y equipos
informáticos relativos a la gestión de la actividad económica.
Entorpecimiento de la gestión por parte de los obligados tributarios
El tratamiento de las potestades de la Inspección debe completarse con los preceptos que tipifican
como infracción tributaria la resistencia, obstrucción, excusa o negativa por parte del obligado
tributario a las actuaciones de la AT. Esta conducta se entenderá producida cuando el obligado
tributario, debidamente notificado al efecto, realice actuaciones tendentes a dilatar, entorpecer o
impedir las actuaciones de la AT en relación con el cumplimiento de sus obligaciones y, entre ellas,
las siguientes (art. 203 LGT):
a) No facilitar el examen de documentos, informes, libros, registros, ficheros, facturas y
cualquier otro dato con trascendencia tributaria.
b) No atender algún requerimiento debidamente notificado.
c) La incomparecencia, salvo causa justificada, en el lugar y tiempo señalado.
d) Negar o impedir indebidamente la entrada o permanencia en fincas o locales a los
funcionarios de la AT, o el reconocimiento de locales, máquinas, instalaciones y
explotaciones relacionados con las obligaciones tributarias.
e) Las coacciones a los funcionarios de la AT.
B) Los obligados tributarios en el procedimiento de inspección
Los obligados tributarios, esto es, las personas físicas o jurídicas y las entidades a las que la
normativa tributaria impone el cumplimiento de obligaciones tributarias, deberán atender a los
órganos de inspección, prestándoles la debida colaboración en el desarrollo de sus funciones,
debiendo comparecer, por sí o por medio de representante, en el lugar, día y hora señalados para
la práctica de las actuaciones, aportando o teniendo a disposición de la Inspección la
documentación y los demás elementos solicitados (art. 142.3 LGT).
Grupos que tributen en régimen de consolidación fiscal en el IS, deberá atender a los
órganos de inspección tanto la sociedad dominante del grupo como las sociedades
dependientes.
Las actuaciones de comprobación e investigación de las obligaciones tributarias de las
entidades sin personalidad jurídica del art. 35.4 LGT se desarrollarán con quien tenga su
representación, conforme a lo establecido en el art. 45.3 LGT. Se practicarán a nombre de
la entidad las liquidaciones que, en su caso, procedan, sin perjuicio de la responsabilidad
solidaria de los partícipes, miembros o cotitulares de dichas entidades.
El cumplimiento de las obligaciones relativas al tributo que grave las rentas obtenidas por
las entidades en régimen de atribución de rentas se examinará en el curso de los
procedimientos de comprobación o investigación que puedan instruirse frente a cada
socio, heredero, comunero o partícipe como obligado tributario por dicho tributo. En esos
procedimientos podrán utilizarse los datos, informes o antecedentes obtenidos en el
desarrollo de las actuaciones de comprobación o investigación de las obligaciones propias
de la entidad.
La comprobación de la situación tributaria de las uniones temporales de empresas (UTE),
agrupaciones de interés económico y demás entidades obligadas a imputar rentas se
desarrollará con éstas. Sus socios o miembros podrán oponer todos los motivos de
impugnación que estimen convenientes durante la tramitación del procedimiento de
comprobación o investigación que se instruya frente a cada uno de ellos, y en el que se
tengan en cuenta los resultados de las actuaciones desarrolladas con la entidad.
En caso de solidaridad en el presupuesto de hecho de la obligación (art. 35.6 LGT), las
actuaciones y procedimientos se podrán realizar con cualquiera de los obligados tributarios
que concurran en el presupuesto de hecho de la obligación objeto de las actuaciones.
o El procedimiento será único y una vez iniciado deberá comunicarse a los demás
obligados tributarios conocidos, que podrán comparecer en las actuaciones. El
procedimiento continuará con quienes hayan comparecido, desarrollándose las
sucesivas actuaciones con quien en cada caso proceda.
o Las resoluciones que se dicten a las liquidaciones que, en su caso, se practiquen, se
realizarán a nombre de todos los obligados que hayan comparecido, y se notificarán
a los demás obligados tributarios conocidos.
En las actuaciones o procedimientos relativos a personas físicas fallecidas o a personas
jurídicas o demás entidades disueltas o extinguidas, deberán actuar ante la Admón los
sucesores, a quienes, conforme a los arts. 39 y 40 LGT, se les transmitan los
correspondientes dºs, obligaciones y, en su caso, sanciones tributarias.
o El procedimiento de comprobación o investigación será único y podrá desarrollarse
con cualquiera de los sucesores, comunicándoselo a los demás sucesores conocidos
que podrán comparecer en las actuaciones. El procedimiento continuará con
quienes hayan comparecido, desarrollándose las sucesivas actuaciones con quien
en cada caso proceda.
o Las resoluciones que se dicten o las liquidaciones que, en su caso, se practiquen se
realizarán a nombre de todos los sucesores que hayan comparecido y se notificarán
a todos los sucesores conocidos. Fallecido el obligado tributario en el transcurso del
procedimiento inspector, son sus sucesores los que asumen sus obligaciones
tributarias y entre éstas el deber de aportar la documentación.
Cuando las entidades se encuentren en fase de liquidación y las actuaciones adtivas
tengan lugar antes de la extinción de su personalidad jurídica, dichas actuaciones se
entenderán con los liquidadores. Disuelta y liquidada la entidad, los liquidadores deberán
comparecer ante la Admón si son requeridos para ello, en cuanto representantes
anteriores de la entidad y custodios, en su caso, de los libros y documentación de la misma.
En los supuestos de concurso las actuaciones se entenderán con el propio concursado
cuando el Juez no hubiera acordado la suspensión de sus facultades de admón y
disposición y, en cualquier caso, con los administradores concursales como representantes
del concursado o en su función de intervención, conforme a la Ley Concursal.
En el caso de obligados tributarios no residentes que operen en España mediante
establecimiento permanente las actuaciones de la Admón se realizarán con el
representante designado por el obligado tributario. En caso de incumplimiento de la
obligación de nombrar representante, la AT podrá considerar representante del
establecimiento permanente a la persona que figure como tal en el Registro Mercantil. Si
no hubiera representante nombrado o inscrito, la Admón podrá considerar como tal a la
persona que esté facultada para contratar a nombre del no residente. Tratándose de
personas o entidades residentes en países o territorios con los que no exista un efectivo
intercambio de información tributaria, la Admón podrá considerar representante al
depositario o gestor de los bienes o dºs de los obligados tributarios.
En el caso de tributos que deben satisfacer los no residentes sin establecimiento
permanente las actuaciones podrán entenderse con el no residente, con el representante
designado al efecto o, cuando la Ley así lo prevea, con el responsable solidario con quien
puedan realizarse las actuaciones directamente. En este último supuesto, las liquidaciones
se practicarán directamente al responsable solidario que podrá hacer valer todos los
motivos de impugnación que se deriven de la liquidación practicada o de la responsabilidad
solidaria que le resulta exigida (art. 109.2 RGIT).
La representación en los procedimientos tributarios, regulada en los arts. 110 a 112 RGIT,
desarrollando lo dispuesto en los arts. 44 a 47 LGT.
o El obligado tributario o su representante deberán hallarse presentes en las
actuaciones inspectoras cuando a juicio del órgano de inspección sea preciso para
la adecuada práctica de aquéllas, aunque, excepcionalmente y de forma motivada,
puede requerirse la comparecencia personal del obligado tributario cuando la
naturaleza de las actuaciones a realizar así lo exija.
o La representación deberá acreditarse en la 1ª actuación que se realice por medio
de representante. No obstante, la falta o insuficiencia de esta acreditación será
subsanable, entendiéndose ratificadas las actuaciones del representante en caso de
falta o insuficiencia del poder si el obligado tributario impugna los actos dictados en
el procedimiento sin alegar esta circunstancia, o bien si efectúa el ingreso o solicita
el aplazamiento, fraccionamiento o compensación de la deuda tributaria o de la
sanción que se derive del procedimiento.
o Cuando se actúe mediante representante se hará constar esta circunstancia en
cuantas diligencias y actas se extiendan, entendiéndose realizadas directamente
con el obligado tributario las actuaciones efectuadas con el representante.
o Acreditada o presumida la representación, corresponderá al representado probar
su inexistencia, sin que los vicios o defectos causados por él puedan alegarse como
fundamento de la nulidad de lo actuado.
o La revocación de la representación no supondrá la nulidad de las actuaciones
practicadas con el representante antes de que se acredite ante el órgano actuante,
considerándose, a partir de dicho momento, que el obligado tributario no
comparece ante la Admón ni atiende sus requerimientos hasta que actúe
personalmente o nombre un nuevo representante.
o La renuncia a la representación no surtirá efectos ante el órgano actuante hasta
que no se acredite la comunicación fehaciente de dicha renuncia al representado.
Obviamente, los efectos de la revocación o renuncia sólo se producirían a partir del
momento de su constancia en el expediente.
El obligado tributario podrá intervenir en las actuaciones y procedimientos asistido por un
asesor fiscal o por la persona que en cada momento considere oportuno, quedando
constancia en el expediente de la identidad del asistente.
Dºs y garantías de los obligados tributarios específicamente atinentes al procedimiento
inspector. Los obligados tributarios tienen dº en el procedimiento inspector:
o A ser informados al inicio de las actuaciones sobre su naturaleza y alcance.
o A reconocerles sus dºs en el curso de las actuaciones inspectoras.
o A solicitar una actuación de alcance general en los términos del art. 149 LGT.
El elenco de dºs y deberes del obligado tributario ha de completarse en relación con cada
una de las potestades de la Inspección, ya que sólo a medida que se trate cada una de ellas
podrá concretarse la posición jurídica del obligado tributario en el proc. inspector.
2. Iniciación del procedimiento y alcance de las actuaciones inspectoras
El procedimiento de inspección se iniciará de oficio o a petición del obligado tributario.
a) Iniciación de oficio (art. 147.1.a) LGT). Art. 87.1 RGIT: la iniciación de oficio de las
actuaciones y procedimientos tributarios requerirá acuerdo del órgano competente para su
inicio…; acuerdo que el órgano competente adoptará:
- Por propia iniciativa. - A petición razonada de otros
órganos.
- Como consecuencia de orden
superior.
El órgano competente para acordar el inicio de las actuaciones será “el órgano competente
para liquidar”. Asimismo, la “iniciativa” del órgano competente para la determinación de
los obligados tributarios que vayan a ser objeto de comprobación, deberá adoptarse “en
ejecución del correspondiente plan de inspección” (art. 170.8 RGIT). Dos extremos:
- La ejecución del plan de inspección tiene el carácter de acto de trámite y no será
susceptible de recurso o reclamación económico-adiva.
- Los planes de inspección tendrán carácter reservado, no serán objeto de publicidad
o de comunicación, ni se pondrán de manifiesto a los obligados tributarios ni a
órganos ajenos a la aplicación de los tributos.
La Inspección de los Tributos puede comprobar a cualquiera que esté incluido en Plan de
Inspección, o se le incluya expresamente, pero no a quien quiera.
La iniciación de oficio del procedimiento de inspección podrá efectuarse mediante
comunicación notificada al obligado tributario para que se persone en el lugar, día y hora
que se señale y aporte o tenga a disposición de la Inspección la documentación y demás
elementos que se estimen necesarios. También podrá iniciarse sin comunicación previa
mediante personación del actuario, cuando se estime conveniente.
b) A petición del obligado tributario que ya esté siendo objeto de una actuación inspectora
de carácter parcial, y solicite que la misma tenga carácter general respecto al tributo y, en
su caso, períodos afectados (arts. 147.1.b) y 149 LGT).
En realidad, el art. 149 LGT no contempla la petición del obligado tributario como “modo
de iniciación” de las actuaciones inspectoras, sino únicamente como “solicitud de una
inspección de carácter general”, que obviamente es algo bien distinto.
Las actuaciones del procedimiento inspector se extenderán a una o varias obligaciones y
períodos impositivos o de liquidación, y podrán tener alcance general o parcial:
- Salvo que se indique otra cosa en la comunicación de inicio del procedimiento, las
actuaciones del procedimiento inspector tendrán carácter general.
- Tendrán carácter parcial cuando no afecten a la totalidad de los elementos de la
obligación tributaria en el período objeto de comprobación y en los demás
supuestos contemplados en el RGIT, debiendo comunicarse en este caso los
elementos que vayan a ser comprobados o los excluidos de la comprobación.
El obligado tributario que esté siendo objeto de unas actuaciones de inspección parciales,
tendrá dº a solicitar a la Admón que éstas tengan carácter general respecto al tributo y, en
su caso, períodos afectados, sin que tal solicitud interrumpa las actuaciones en curso.
La solicitud deberá formularse en el plazo de 15 días desde la notificación del inicio de las
actuaciones inspectoras de carácter parcial; debiendo la Admón ampliar el alcance de las
actuaciones o iniciar la inspección de carácter general en el plazo de 6 meses desde la
solicitud. El efecto que se deriva del incumplimiento de este plazo es que las actuaciones
inspectoras de carácter parcial no interrumpirán el plazo de prescripción para comprobar e
investigar el mismo tributo y período con carácter general.
La petición podrá formularse aunque no comporte necesariamente la apertura del
procedimiento. No existiendo deber de la Admón de comprobar la situación tributaria de
todos los obligados, contra la negativa o el silencio a la petición no puede obtenerse, por
vía de recurso, la vinculación de la Inspección a desarrollar las actuaciones interesadas por
el obligado tributario.
La denuncia pública (art. 114 LGT) no inicia por sí misma el proc. inspector, sino que a la vista de
ella la Inspección procederá a investigar y comprobar si aprecia indicios suficientes, archivándola
cuando se considere infundada o no se concreten o identifiquen suficientemente los hechos o las
personas denunciadas. La denuncia pública es independiente del deber de colaborar con la AT
previsto en los arts. 93 y 94 y mediante ella se podrán poner en conocimiento de la Admón hechos
o situaciones que puedan ser constitutivos de infracciones tributarias o tener trascendencia para
la aplicación de los tributos. Al denunciante no se le considerará interesado en las actuaciones
adtivas que se inicien como consecuencia de la denuncia y, por lo mismo, no se le informará de sus
resultados, no estando tampoco legitimado para reclamar o recurrir los resultados.
La iniciación del procedimiento de inspección producirá los siguientes efectos:
a) Interrupción del plazo legal de prescripción.
b) Las declaraciones o autoliquidaciones presentadas tras el inicio de las actuaciones en
ningún caso iniciarán un procedimiento de devolución, ni producirán los efectos previstos
en el art. 27 LGT (Recargos por declaración extemporánea sin requerimiento previo), en
relación con las obligaciones tributarias y períodos objeto del procedimiento, sin perjuicio
de que la información contenida en dichas declaraciones o autoliquidaciones pueda
tenerse en cuenta en la liquidación que se dicte.
c) Las declaraciones o autoliquidaciones presentadas tras el inicio del procedimiento tampoco
surtirán los efectos previstos en el art. 179.3 LGT (exclusión de responsabilidad por las
infracciones tributarias cometidas) para los obligados tributarios que voluntariamente
regularicen su situación tributaria.
d) Los ingresos efectuados con posterioridad al inicio de las actuaciones, en relación con las
obligaciones y períodos objeto del procedimiento, tendrán carácter de ingreso a cuenta
sobre el importe de la liquidación que, en su caso, se practique, y no impedirán la
apreciación de las infracciones tributarias que puedan corresponder, si bien no se
devengarán intereses de demora sobre la cantidad ingresada desde el día siguiente a aquel
en que se realizó el ingreso.
Con estas previsiones se trata de clarificar que después de la comunicación del inicio efectivo de
las actuaciones inspectoras, ya no puede el obligado tributario regularizar espontáneamente su
situación fiscal con los efectos previstos en los arts. 27 y 179.3 LGT. Si así pretendiera hacerlo, los
actos realizados (ingresos, declaraciones, etc.) serán válidos y surtirán todos sus efectos, pero sin
poderse considerar de cumplimiento espontáneo y, en consecuencia, sin evitar la correspondiente
sanción a su incumplimiento previo, que no queda subsanado por tales actos del interesado.
3. Desarrollo del proc. Medidas cautelares. Lugar y tiempo de las actuaciones inspectoras
► Desarrollo del procedimiento
En el curso del procedimiento de inspección se realizarán las actuaciones necesarias para la
obtención de los datos y pruebas que sirvan para fundamentar la regularización de la situación
tributaria del obligado tributario o para declararla correcta. El art. 78.1 LRJPAC regula los “Actos
de instrucción” y establece que “Los actos de instrucción necesarios para la determinación,
conocimiento y comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la resolución,
se realizarán de oficio por el órgano que tramite el procedimiento, sin perjuicio del dº de los
interesados a proponer aquellas actuaciones que requieran su intervención o constituyan trámites
legal o reglamentariamente establecidos”.
En definitiva, en el procedimiento de comprobación tributaria es el Inspector actuario el que
instruye el expediente y quien, con la obligada colaboración del contribuyente, dirige las
actuaciones y formula los requerimientos para obtener las justificaciones pertinentes o de
información frente a 3os. Y únicamente cuando el Instructor del procedimiento considere que se
han obtenido los datos y las pruebas necesarias para fundamentar la propuesta de regularización,
o para considerar correcta la situación tributaria del obligado, se verificará el trámite de audiencia
previo a la formalización de las actas de conformidad o de disconformidad (art. 183 RGIT),
prescindiéndose de este trámite en las actas con acuerdo (art. 99.1 LGT).
El ppio de seguridad jurídica exige que, una vez iniciadas las actuaciones inspectoras, el sujeto
pasivo tenga dº a que se defina totalmente su situación tributaria, no pudiendo la Admón volver
a comprobar e investigar el ejercicio e impuesto inspeccionado salvo excepcionalísimos casos.
De ahí que la actuación inspectora deba tender a la regularización completa de la situación
tributaria del sujeto pasivo inspeccionado. Lo anterior comporta, entre otras consecuencias, que
en el ámbito estricto de las actuaciones inspectoras, el ppio de seguridad jurídica exija que las
mismas se realicen de una manera continuada hasta su culminación.
Cuando en el curso del procedimiento se pongan de manifiesto razones que así lo aconsejen, el
órgano competente podrá acordar de forma motivada:
- La modificación de la extensión de las actuaciones para incluir obligaciones tributarias o
periodos de comprendidos en la comunicación de inicio o excluir alguna obligación o
periodo de los inicialmente señalados en dicha comunicación
- La ampliación o reducción del alcance de las actuaciones que se estuviera desarrollando.
► Medidas cautelares
El art. 146 LGT autoriza a la Inspección para que en cualquier momento del proc. pueda adoptar
medidas cautelares debidamente motivadas para impedir que desaparezcan, se destruyan o
alteren las pruebas determinantes de la existencia o cumplimiento de obligaciones tributarias o
que se niegue posteriormente su existencia o exhibición; pudiendo recabar para su adopción el
auxilio y colaboración que se consideren precisos de las autoridades competentes y sus agentes.
Las medidas podrán consistir en: precinto, depósito o incautación:
- de mercancías o productos sometidos a gravamen
- de libros, registros, documentos, archivos, locales o equipos electrónicos de tratamiento
de datos que puedan contener la información de que se trate.
Deben ser proporcionadas y limitadas temporalmente a los fines anteriores sin que deban
adoptarse aquellas que puedan producir un perjuicio de difícil o imposible reparación.
Se exige la ratificación de las medidas cautelares por el órgano competente para liquidar el plazo
de 15 días desde su adopción, levantándose si desaparecen las circunstancias que las motivaron.
► Lugar de las actuaciones inspectoras. Art. 151 LGT:
1. Las actuaciones inspectoras podrán desarrollarse indistintamente, según determine la
inspección:
a) En el lugar donde el obligado tributario tenga su domicilio fiscal, o en aquel donde su
representante tenga su domicilio, despacho u oficina.
b) En el lugar donde se realicen total o parcialmente las actividades gravadas.
c) En el lugar donde exista alguna prueba, al menos parcial, del HI o del presupuesto de hecho
de la obligación tributaria.
d) En las oficinas de la AT, cuando los elementos sobre los que hayan de realizarse las
actuaciones puedan ser examinados en ellas.
3. Los libros y demás documentos a los que se refiere el ap. 1 del art. 142 deberán ser examinados
en el domicilio, local, despacho u oficina del obligado tributario, en presencia del mismo o de la
persona que designe, salvo que el obligado tributario consienta su examen en las oficinas públicas.
No obstante, la inspección podrá analizar en sus oficinas las copias en cualquier soporte de los
mencionados libros y documentos. 4. Tratándose de los registros y documentos establecidos por
normas de carácter tributario o de los justificantes exigidos por éstas a los que se refiere el párrafo
c del ap. 2 del art. 136, podrá requerirse su presentación en las oficinas de la AT para su examen.
El procedimiento se desarrollará en el plazo de duración de las actuaciones inspectoras, en cuyo
transcurso podrán adoptarse las medidas cautelares del art. 146 LGT.
► Tiempo de las actuaciones inspectoras. Art. 152 LGT:
1. Las actuaciones que se desarrollen en oficinas públicas se realizarán dentro del horario oficial de
apertura al público de las mismas, y, en todo caso, dentro de la jornada de trabajo vigente. 2. Si las
actuaciones se desarrollan en los locales del interesado se respetará la jornada laboral de oficina o
de la actividad que se realice en los mismos, con la posibilidad de que pueda actuarse de común
acuerdo en otras horas o días. 3. Cuando las circunstancias de las actuaciones lo exijan, se podrá
actuar fuera de los días y horas a los que se refieren los apartados anteriores en los términos que
se establezcan reglamentariamente.
► Plazo de las actuaciones inspectoras
El art. 150 LGT señala un plazo general y un plazo especial (ampliado) para la terminación de las
actuaciones inspectoras, apartándose así del plazo de 6 meses que, con carácter general, fija el
art. 104 LGT para la resolución de los procedimientos tributarios.
Con carácter general, 1. Las actuaciones del proc. de inspección deberán concluir en el plazo de
12 meses contado desde la fecha de notificación al obligado tributario del inicio del procedimiento.
Se entenderá que las actuaciones finalizan en la fecha en que se notifique o se entienda notificado
el acto adtivo resultante de las mismas… Este plazo legal máximo se refiere a las actuaciones
inspectoras tomadas en su totalidad, como el conjunto de actos que realiza la Inspección desde la
comunicación de inicio de las mismas hasta que se dicta el acto de liquidación y se notifica.
Podrá ampliarse el plazo general, con el alcance y requisitos establecidos en el art. 184 RGIT, por
otro período que no podrá exceder de 12 meses cuando concurra alguna de las ss circunstancias:
a) Cuando revistan especial complejidad. Se entenderá que concurre esta circunstancia
atendiendo al volumen de operaciones de la persona o entidad, la dispersión geográfica de
sus actividades, su tributación en régimen de consolidación fiscal o en régimen de
transparencia fiscal internacional y en aquellos otros supuestos establecidos
reglamentariamente.
b) Cuando en el transcurso de las mismas se descubra que el obligado tributario ha ocultado a
la AT alguna de las actividades empresariales o profesionales que realice.
Los acuerdos de ampliación del plazo legalmente previsto serán, en todo caso, motivados, con
referencia a los hechos y fundamentos de dº (art. 184 RGIT), puesto que la prórroga del plazo no es
automática sino que es una excepción a la regla general.
Según los arts. 103 y 104 RGIT, para la determinación de los referidos plazos no se computarán:
- Las dilaciones imputables al contribuyente: Retraso por parte del contribuyente en la
cumplimentación de las solicitudes de información, requerimientos o comparecencias
formuladas o solicitadas por la Inspección, así como el aplazamiento o retraso de las
actuaciones solicitado por el propio contribuyente.
- Los períodos de interrupción justificada que se especifican reglamentariamente: Petición
de datos o informes a otros órganos de la Admón estatal, autonómica o local, o a otras
Admones tributarias de la UE o de 3os países; remisión del expediente al MF y cuando por
causa de fuerza mayor la Admón deba interrumpir sus actuaciones.
La interrupción injustificada del proc. inspector por no realizar actuación alguna durante + de 6
meses, por causas no imputables al obligado tributario, o el incumplimiento del plazo máximo
de duración del proc., no producirá la caducidad de las actuaciones, que continuarán hasta su
terminación, pero producirá los ss efectos respecto a las ob. tributarias pendientes de liquidar:
a) La no interrupción de la prescripción como consecuencia de las actuaciones inspectoras
desarrolladas hasta la interrupción injustificada o durante el plazo de duración de las
mismas.
b) Los ingresos realizados desde el inicio del proc. hasta la reanudación de las actuaciones
que hayan sido imputados por el obligado tributario al tributo y período objeto de las
actuaciones inspectoras tendrán el carácter de espontáneos, devengándose los recargos
por declaración extemporánea sin requerimiento previo del art. 27 LGT. Tendrán asimismo
el carácter de espontáneos, los ingresos realizados desde el inicio del procedimiento hasta
la 1ª actuación practicada con posterioridad al incumplimiento del plazo de duración del
procedimiento previsto en el ap. 1 del art. 150, y que hayan sido imputados por el obligado
tributario al tributo y período objeto de las actuaciones inspectoras.
c) El incumplimiento del plazo máximo de duración de actuaciones inspectoras determinará
que no se exijan intereses de demora desde que se produzca dicho incumplimiento hasta
la finalización del procedimiento.
La remisión del tanto de culpa a la jurisdicción competente cuando la Admón considere que la
infracción pudiera ser constitutiva de delito contra la HP (art. 180 LGT) producirá los siguientes
efectos respecto al plazo de duración de las actuaciones inspectoras (art. 150.4 LGT):
a) Se considerará como un supuesto de interrupción justificada del cómputo del plazo de
dichas actuaciones.
b) Posibilita la ampliación del plazo, en el supuesto de que el procedimiento adtivo debiera
continuar cuando la autoridad judicial dicte sentencia firme, tenga lugar el sobreseimiento
o archivo de las actuaciones, o se produzca la devolución del expediente por el MF (art.
180.1 LGT).
El art. 150.5 LGT se ocupa de especificar que cuando una resolución judicial o económico-adtiva
ordene la retroacción de las actuaciones inspectoras, éstas deberán finalizar en el período que
reste desde el momento al que se retrotraigan las actuaciones hasta la conclusión del plazo
normal de actuaciones inspectoras, o bien el de 6 meses, si aquel período fuera inferior.
Igual solución se aplica a los procedimientos adtivos en los que, con posterioridad a la ampliación
del plazo, se hubiese pasado el tanto de culpa a la jurisdicción competente, y debieran continuar
por haberse producido alguna de las causas antes mencionadas del art. 180.1 LGT.
4. Terminación del procedimiento
A) Terminación del procedimiento con liquidación
Cuando el órgano de inspección considere que se han obtenido los datos y las pruebas necesarias
para fundamentar la propuesta de regularización, o para considerar correcta la situación tributaria
del obligado, se verificará el trámite de audiencia previo a la formalización de las actas de
conformidad o de disconformidad, prescindiéndose de este trámite en las actas con acuerdo.
Concluido el trámite de audiencia, se documentará el resultado de las actuaciones de
comprobación e investigación en las actas de inspección y el procedimiento inspector terminará
mediante liquidación del órgano competente para liquidar.
Conforme al art. 150.1 LGT, las actuaciones inspectoras finalizan en la fecha en que se notifique o
se entienda notificado el acto adtivo resultante de las mismas, normalmente el acto de liquidación
derivado del acta de inspección (acto de trámite). Con el acta de inspección concluye, no el proc.,
sino la fase instructora del mismo, dependiendo la tramitación posterior del tipo de acta.
B) Terminación del procedimiento sin liquidación
Cuando haya prescrito el dº de la Admón para determinar la deuda tributaria, el procedimiento
terminará mediante acuerdo del órgano competente para liquidar, a propuesta del órgano que
desarrolló las actuaciones, que emitirá un informe-propuesta haciendo constar los hechos
acreditados en el expediente, y las circunstancias que motivaron la terminación del procedimiento
sin liquidación (art. 189.4 RGIT).
C) Terminación del procedimiento inspector por el inicio de un procedimiento de
comprobación limitada
Cuando el objeto del proc. inspector sea comprobar e investigar la aplicación de métodos
objetivos de tributación y se constate la exclusión de la aplicación de dichos métodos por
incumplir los requisitos establecidos en la normativa específica, el proc. inspector podrá terminar
por el inicio de un procedimiento de comprobación limitada cuando el órgano que estuviese
realizando dicha comprobación carezca de competencia para su continuación (art. 189.3 RGIT).
D) Terminación del procedimiento de comprobación de obligaciones formales
Cuando el objeto del procedimiento inspector sea comprobar e investigar el cumplimiento de
obligaciones tributarias formales, una vez concluidas las actuaciones de comprobación e
investigación, se dará audiencia al obligado tributario por un plazo de 15 días; finalizado el cual, se
procederá a documentar el resultado de las actuaciones en diligencia o informe (arts. 192 y 189.5
RGIT). La diligencia o informe que finalice el procedimiento inspector se incorporará al expediente
sancionador, que, en su caso, se inicie, sin perjuicio de la remisión que deba efectuarse cuando sea
necesario para la iniciación de otro procedimiento de aplicación de los tributos (art. 192.2 RGIT).
6. DOCUMENTACIÓN DE LAS ACTUACIONES INSPECTORAS
El art. 175 RGIT establece que “Las actuaciones inspectoras se documentarán en comunicaciones,
diligencias, informes, actas y demás documentos en los que se incluyan actos de liquidación y
otros acuerdos resolutorios…”.
Las comunicaciones
Art. 99.7 LGT: “Las comunicaciones son los documentos a través de los cuales la Admón notifica
al obligado tributario el inicio del procedimiento u otros hechos o circunstancias relativos al
mismo, o efectúa los requerimientos que sean necesarios a cualquier persona o entidad. Las
comunicaciones podrán incorporarse al contenido de las diligencias que se extiendan.”
Su contenido puede ser la puesta en conocimiento de los interesados de hechos o circunstancias
que les afecten, o requerimientos que se les dirijan, debiendo mencionarse en ellas, al menos, los
datos que establece el art. 97.1 RGIT, salvo la comunicación de inicio de una actuación o
procedimiento que deberá incluir, además, el contenido establecido en el art. 87.3 RGIT, entre los
que figura el efecto interruptivo del plazo legal de prescripción.
Las comunicaciones se notificarán al obligado, quedando una copia en poder de la Admón.
Las diligencias
Art. 99.7 LGT: “Las diligencias son los documentos públicos que se extienden para hacer constar
hechos, así como las manifestaciones del obligado tributario o persona con la que se entiendan
las actuaciones. Las diligencias no podrán contener propuestas de liquidaciones tributarias.”
Según art. 98.2 y 3 RGIT, en las diligencias podrán hacerse constar, entre otros, los ss contenidos:
- Los resultados de las actuaciones de - los hechos y circunstancias
obtención de información. determinantes de la iniciación de otro
procedimiento, o que deban
- La adopción de medidas cautelares.
incorporarse a otro ya iniciado.
- Los hechos resultantes de la
comprobación de las obligaciones.
El art. 107 LGT (valor probatorio de las diligencias) advierte que las extendidas en el curso de las
actuaciones y los procedimientos tributarios tienen naturaleza de documentos públicos y hacen
prueba de los hechos que motiven su formalización, salvo que se acredite lo contrario.
Las diligencias no se sujetan necesariamente a un modelo preestablecido. Deberán firmarse por el
actuario, y si se extendieran en presencia del obligado tributario, se le solicitará su firma
entregándole un duplicado que, caso de negarse, le será remitido por cualquiera de los medios
admitidos en Dº. Las diligencias se incorporarán al expediente, y cuando recojan hechos o
circunstancias con incidencia en otro procedimiento de aplicación de los tributos, iniciado o que se
pueda iniciar, se remitirá copia al órgano competente que corresponda.
Los informes
Art. 99.7 LGT: “Los órganos de la AT emitirán, de oficio o a petición de 3os, los informes que sean
preceptivos conforme al ord. jurídico, los que soliciten otros órganos y servicios de las Admones
públicas o los poderes legislativo y judicial, en los términos previstos por las Leyes, y los que
resulten necesarios para la aplicación de los tributos.”
Los informes son los documentos que los órganos de la AT emitirán de oficio o a petición de 3os.
Concretamente, se prevé la emisión de informe preceptivo en los arts. 15 y 159 LGT para la
declaración del conflicto en la aplicación de la norma tributaria, o cuando se suscriban actas de
disconformidad o resulte aplicable el método de estimación indirecta.
El informe-denuncia es el informe preceptivo que habrá de emitir el órgano, equipo o unidad de
inspección sobre la presunta concurrencia en los hechos de los elementos constitutivos del delito
tipificado en el art. 305 CP, cuando considere que la conducta del obligado tributario pudiera ser
constitutiva del mismo. El informe-denuncia se habrá de remitir al Jefe del órgano adtivo
competente junto a las actuaciones practicadas, con las diligencias en las que consten los hechos y
circunstancias que, a juicio de quien lo emite, determinan la posible responsabilidad penal.
Las actas de inspección
Art. 143.2 LGT: “Las actas son los documentos públicos que extiende la inspección de los tributos
con el fin de recoger el resultado de las actuaciones inspectoras de comprobación e
investigación, proponiendo la regularización que estime procedente de la situación tributaria del
obligado o declarando correcta la misma.”
Las actas son documentos públicos que incorporan una propuesta de resolución o de liquidación
elevada al órgano competente para resolver, previa valoración jurídica, en su caso, de las
alegaciones efectuadas. En cuanto documentos preparatorios de las liquidaciones tributarias, las
actas de inspección contendrán una propuesta de regularización o liquidación.
Como regla general, las actas de la Inspección de tributos deben contener una propuesta de
regularización total de la situación tributaria del contribuyente por el concepto impositivo y
período objeto de comprobación, en garantía del sujeto pasivo que tiene dº a que se defina
totalmente su situación tributaria. El ppio general que inspira la actuación de la Inspección de los
Tributos es la comprobación completa y definitiva del HI de que se trate y, en cambio, es
excepcional la comprobación e investigación parcial.
Podrá extenderse una sola acta en relación con cada obligación tributaria y respecto de todos los
períodos objeto de comprobación, a fin de que la deuda tributaria resultante se determine por la
suma algebraica de las liquidaciones referidas a todos ellos. De ahí que la AT pueda optar, en cada
caso, entre dictar tantas resoluciones o actas como períodos de comprobación existan, o bien
dictar una resolución o acta por la totalidad del ámbito temporal objeto de comprobación.
El art. 153 LGT establece que “Las actas que documenten el resultado de las actuaciones
inspectoras deberán contener, al menos, las siguientes menciones:
a) El lugar y fecha de su formalización.
b) El nombre y apellidos o razón social completa, el NIF y el domicilio fiscal del obligado
tributario, así como el nombre, apellidos y NIF de la persona con la que se entienden las
actuaciones y el carácter o representación con que interviene en las mismas.
c) Los elementos esenciales del HI o presupuesto de hecho de la obligación tributaria y de su
atribución al obligado tributario, así como los fundamentos de dº en que se base la
regularización.
d) En su caso, la regularización de la situación tributaria del obligado y la propuesta de
liquidación que proceda.
e) La conformidad o disconformidad del obligado tributario con la regularización y con la
propuesta de liquidación.
f) Los trámites del procedimiento posteriores al acta y, cuando ésta sea con acuerdo o de
conformidad, los recursos que procedan contra el acto de liquidación derivado del acta,
órgano ante el que hubieran de presentarse y plazo para interponerlos.
g) La existencia o inexistencia, en opinión del actuario, de indicios de la comisión de
infracciones tributarias.
h) Las demás que se establezcan reglamentariamente.”
El art. 176 RGIT exige, además de lo anterior, la consignación de los ss extremos:
a) Nombre y apellidos de los funcionarios que las suscriban.
b) Fecha de inicio de las actuaciones, ampliaciones de plazo, en su caso, y el cómputo de las
interrupciones justificadas y de las dilaciones no imputables a la Admón.
c) La valoración jurídica por el funcionario de las alegaciones, en su caso, presentadas durante
el procedimiento o en el trámite de audiencia, incluyéndolas bien en el acta o en el informe
ampliatorio previsto en el art. 157.2 LGT.
d) El carácter definitivo o provisional de la propuesta de liquidación, haciendo constar en este
último caso las circunstancias que determinen dicho carácter y los elementos de la
obligación tributaria que fueron objeto de comprobación.
e) La situación de los libros o registros obligatorios, con expresión en su caso de los defectos o
anomalías trascendentes para la resolución del procedimiento o, en su caso, para
determinar la existencia o calificación de infracciones tributarias.
En definitiva, las actas de inspección habrán de ofrecer la información suficiente para que, sobre
todo, quienes no son los obligados tributarios inspeccionados o han comparecido en las
inspecciones en representación de aquéllos, puedan conocer y, por ende, discutir, las razones
por las que la AT considera que existe un débito tributario, por qué dicho débito es de la
magnitud que figura en las actas y porqué el incumplimiento, caso de existir, es merecedor de
una sanción de cuantía determinada.
Respecto del valor probatorio de las actas extendidas por la Inspección, el art. 144 LGT señala
que las actas extendidas por la Inspección tienen naturaleza de documentos públicos y hacen
prueba de los hechos que motivan su formalización, salvo que se acredite lo contrario. Asimismo,
los hechos aceptados por los obligados tributarios en las actas de inspección se presumen ciertos y
sólo podrán rectificarse mediante prueba de haber incurrido en error de hecho.
7. LAS ACTAS DE INSPECCIÓN. CLASES
La clasificación de las actas, según el art. 154 LGT, se establece, exclusivamente, en función de su
tramitación pudiendo ser: “con acuerdo, de conformidad o de disconformidad”.
1. Actas con acuerdo. Art. 155 LGT.
Cuando de los datos y antecedentes obtenidos en las actuaciones de comprobación e
investigación, el órgano inspector entienda que puede proceder la conclusión de un acuerdo, por
concurrir alguno de los supuestos del art. 155 LGT, lo pondrá en conocimiento del obligado
tributario, que podrá formular una propuesta con el fin de alcanzar un acuerdo.
► Ámbito material
El art. 155.1 LGT hace referencia a los presupuestos que habilitan a la Inspección para emitir actas
con acuerdo. Podrán emitirse actas con acuerdo cuando estemos ante las ss circunstancias:
a) Cuando para la elaboración de la propuesta de regularización deba concretarse la
aplicación de conceptos jurídicos indeterminados.
b) Cuando resulte necesaria la apreciación de los hechos determinantes para la correcta
aplicación de la norma al caso concreto.
c) Cuando sea preciso realizar estimaciones, valoraciones o mediciones de datos, elementos
o características relevantes para la obligación tributaria que no puedan cuantificarse de
forma cierta.
En presencia de alguna de las antedichas circunstancias la Admón, con carácter previo a la
liquidación de la deuda tributaria, podrá concretar la aplicación de la norma al caso; apreciar los
hechos determinantes para la correcta aplicación de la norma al caso; o proceder a la estimación,
valoración o medición de datos o elementos relevantes para la obligación tributaria “mediante un
acuerdo con el obligado tributario”.
Tras las oportunas actuaciones para fijar los posibles términos del acuerdo, el órgano inspector
solicitará del órgano competente para liquidar autorización para la suscripción del acta con
acuerdo, que deberá ser expresa y anterior o simultánea a la suscripción del acta, y se adjuntará a
ésta. El acuerdo se perfecciona mediante la suscripción del acta por el obligado tributario o su
represente y la Inspección de los tributos.
La indeterminación de los presupuestos determinantes del acta con acuerdo es tal que, en la
práctica, para que sea posible formalizar este tipo de actas, bastará simplemente lo siguiente:
- La voluntad de acordar y transigir.
- La observancia de los requisitos formales (art. 155.2 LGT) y de los requisitos materiales (la
constitución de las garantías que señala el art. 155.3 LGT).
En realidad, los únicos verdaderos condicionantes de las actas con acuerdo, en su actual
configuración legal, se expresan en términos coste-beneficio para las partes que las suscriben.
► Costes para el obligado tributario
Para el obligado tributario el coste tiene un doble componente:
Material La constitución de garantías, esto es, la constitución de un depósito, aval de
carácter solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o certificado de
seguro de caución, de cuantía suficiente para garantizar el cobro de las cantidades que
puedan derivarse del acta.
Procesal La reducción de los cauces reaccionales y de los motivos de impugnación. El
art. 155.6 LGT dispone que “El contenido del acta con acuerdo se entenderá íntegramente
aceptado por el obligado y por la AT. La liquidación y la sanción derivadas del acuerdo
sólo podrán ser objeto de impugnación o revisión en vía adtiva por el procedimiento de
declaración de nulidad de pleno dº previsto en el art. 217 de esta ley, y sin perjuicio del
recurso que pueda proceder en vía contencioso-adtiva por la existencia de vicios en el
consentimiento”.
► Beneficios para el obligado tributario y para la Administración
Beneficio para el obligado tributario. Reducción en un 50% de las sanciones pecuniarias
impuestas (acordadas) en la misma acta y en unidad de acto y de procedimiento, ante la
renuncia a la tramitación separada del procedimiento sancionador, sin que tampoco sea preciso
dictar acto resolutorio específico de imposición de la sanción. De ahí que las cuestiones relativas
a las infracciones se analicen en el mismo procedimiento de aplicación de los tributos,
incluyéndose en el acta la renuncia al procedimiento separado y la propuesta de sanción
debidamente motivada (art. 208.2 LGT).
Beneficio para la Admón. Para la Admón que gestiona los dºs económicos de la HP, el “beneficio”
radica en la seguridad del cobro de una deuda tributaria y del importe de una sanción
pecuniaria, líquida, suficientemente garantizada, e irrecurrible.
- Las propuestas (liquidatoria y sancionadora) formuladas se entenderán confirmadas, si,
transcurridos 10 días desde el siguiente a la fecha del acta, no se hubiera notificado al
interesado acuerdo del órgano competente para liquidar, rectificando errores materiales.
- Confirmadas las propuestas, el depósito realizado se aplicará al pago de dichas cantidades.
Si se hubiera presentado aval o certificado de seguro de caución, el ingreso deberá
realizarse en el plazo previsto en el art. 62.2 LGT, para el pago en período voluntario de las
deudas liquidadas por la Admón, o bien en los plazos fijados en el acuerdo de aplazamiento
o fraccionamiento concedido con dichas garantías y solicitado dentro del período
voluntario de pago (art. 155.5).
En fin, existe un beneficio común o compartido entre la Inspección y el obligado tributario. Parece
que el beneficio común fue el único tenido en cuenta por el legislador al alumbrar las actas con
acuerdo La finalización convencional del procedimiento de inspección, reduciendo la
conflictividad tributaria.
► Requisitos formales. Art. 155 LGT.
Decidido lo fundamental (el acuerdo), la tramitación y formalización del acta habrá de atenerse a
los requisitos formales (protocolo de actuación). Además del contenido propio de cualquier acta
inspectora, el acta con acuerdo incluirá:
a) El fundamento de la aplicación, estimación, valoración o medición realizada.
b) Los elementos de hecho, fundamentos jurídicos y cuantificación de la propuesta de
regularización.
c) Los elementos de hecho, fundamentos jurídicos y cuantificación de la propuesta de sanción
que en su caso proceda, a la que será de aplicación la reducción del 50%, así como la
renuncia a la tramitación separada del procedimiento sancionador.
d) Manifestación expresa de la conformidad del obligado tributario con la totalidad del
contenido a que se refieren los párrafos anteriores.
e) La fecha en que el órgano competente otorgó la preceptiva autorización y los datos
identificativos del depósito o de la garantía constituida por el obligado tributario.
Cuando el acuerdo no incluya todos los elementos de la obligación tributaria, habrán de
señalarse expresamente los elementos a los que se extiende la propuesta contenida en el acta con
acuerdo. En este caso, la liquidación derivada del acta tendrá carácter provisional conforme a lo
dispuesto en el art. 101.4.b) LGT, debido a que habrá que formular distintas propuestas de
liquidación en relación con una misma obligación tributaria, procediéndose de la forma
establecida en el art. 186.8 RGIT, que prevé la posibilidad de suscribir actas de conformidad o de
disconformidad, o ambas, junto con el acta con acuerdo.
2. Actas de conformidad. Art. 156 LGT
Cuando el obligado tributario o su representante manifieste su conformidad con la propuesta de
regularización que formule la Inspección de los Tributos, se hará constar expresamente esta
circunstancia en el acta; entendiéndose producida y notificada la liquidación de acuerdo con la
propuesta formulada en ella si, en el plazo de un mes contado desde el día siguiente a la fecha del
acta, no se hubiera notificado al interesado acuerdo del órgano competente para liquidar, con
alguno de los siguientes contenidos (art. 156.3 LGT):
a) Rectificando errores materiales. d) Estimando que en la propuesta de
liquidación ha existido error en la
b) Ordenando completar el expediente
apreciación de los hechos o indebida
mediante la realización de las
aplicación de las normas jurídicas y
actuaciones que procedan.
concediendo al interesado plazo de
c) Confirmando la liquidación propuesta audiencia previo a la liquidación que
en el acta. se practique.
De producirse alguna de estas circunstancias, se procederá conforme a lo dispuesto en el art.
187.3 RGIT.
► Conformidad parcial a los hechos y propuestas de regularización formuladas
Cuando el obligado tributario preste su conformidad parcial a los hechos y propuestas de
regularización formuladas, se procederá conforme a lo dispuesto en el art. 187.2 RGIT. El TS
advierte que en estos casos “no cabe olvidar que estamos ante un único procedimiento inspector,
cuya tramitación se bifurca con la extensión de los 2 tipos de actas, en conformidad y en
disconformidad, en función de la actitud adoptada por el sujeto pasivo, sin que el hecho de la
bifurcación le haga perder ese carácter original, pues en ambos casos se trata de proceder a la
regularización, pero con arreglo a distintos trámites”.
Contrariamente a lo que sucedía hasta la entrada en vigor del actual RGIT, el obligado tributario
no podrá revocar la conformidad manifestada en el acta, sin perjuicio de su dº a recurrir contra la
liquidación resultante.
► Beneficio e inconveniente para el obligado tributario
Para el obligado tributario el ppal atractivo de las actas de conformidad estriba en la reducción
del 30% de la cuantía de las sanciones pecuniarias que puedan proceder como consecuencia de
las liquidaciones derivadas del acta. Su ppal inconveniente radica en que los hechos y elementos
determinantes de la deuda tributaria respecto de los que el obligado tributario o su
representante prestó su conformidad, “se presumen ciertos y sólo podrán rectificarse mediante
prueba de haber incurrido en error de hecho”.
3. Actas de disconformidad. Art. 157 LGT.
Cuando el obligado tributario o su representante no suscriba el acta o no comparezca en la fecha
señalada para la firma, manifieste su disconformidad con la propuesta de regularización que
formule la Inspección de los tributos, se hará constar expresamente esta circunstancia en el acta, a
la que se acompañará un informe del actuario, en el que se desarrollarán los “fundamentos de dº”
en que se basa la propuesta de regularización (arts. 157.2 LGT y 188 RGIT), pero sin afectar
(modificar o completar) los “hechos” que se hicieron constar con el detalle preciso en el acta de
disconformidad.
Además de las alegaciones que el obligado tributario hubiera podido efectuar en el trámite de
audiencia previo a la firma del acta de disconformidad (art. 157.1 LGT), podrá formular nuevas
alegaciones ante el órgano competente para liquidar, en el plazo de 15 días desde la notificación
del acta y del informe del actuario.
Recibidas las alegaciones o concluido el plazo para su presentación, el órgano competente para
liquidar, a la vista de todo lo actuado, adoptará alguna de las decisiones del art. 188 RGIT:
Rectificar la propuesta contenida en el acta, por advertir error en la apreciación de los
hechos o indebida aplicación de las normas jurídicas. El acuerdo de rectificación se
notificará al obligado tributario, si afectase a cuestiones no alegadas por él, para que en 15
días efectúe alegaciones y manifieste su conformidad o disconformidad con la nueva
propuesta rectificada. Transcurrido dicho plazo se le notificará la liquidación que
corresponda.
Acordar que se complete el expediente en cualquiera de sus extremos, ordenando
actuaciones complementarias, tras de las cuales:
o Si se modifica la propuesta de liquidación, se dejará sin efecto el acta incoada,
formalizándose otra nueva que sustituirá a la anterior y se tramitará en
conformidad o en disconformidad, según corresponda.
o Si se mantiene la propuesta de liquidación contenida en el acta de disconformidad,
se concederá al obligado tributario un nuevo plazo de 15 días para la puesta de
manifiesto del expediente y la formulación de alegaciones que estime oportunas.
Recibidas las alegaciones o concluido el plazo para su realización, el órgano
competente para liquidar dictará el acto adtivo que corresponda y que deberá ser
notificado.
8. RECURSOS Y RECLAMACIONES CONTRA LAS LIQUIDACIONES RESULTANTES DE LAS ACTAS DE
INSPECCIÓN
El art. 185.4 RGIT establece que “Las actas de inspección no pueden ser objeto de recurso o
reclamación económico-adtiva, sin perjuicio de los que procedan contra las liquidaciones
tributarias resultante de aquéllas”.
Tratándose de actas de conformidad, el art. 187.4 RGIT señala que “El obligado tributario no
podrá revocar la conformidad manifestada en el acta, sin perjuicio de su dº a recurrir contra la
liquidación resultante de ésta (…)”.
El art. 155.6 LGT pretende establecer determinadas limitaciones para la impugnación y revisión,
adtiva y judicial, de la liquidación y la sanción derivadas del acta con acuerdo.
9. ASPECTOS PROCEDIMENTALES DE LA ESTIMACIÓN INDIRECTA Y DEL CONFLICTO EN LA
APLICACIÓN DE LA NORMA TRIBUTARIA (REMISIÓN)
Bajo la rúbrica de “Disposiciones especiales” los 2 últimos arts. que la LGT dedica al procedimiento
de inspección se ocupan de regular algunos aspectos procedimentales relativos a la aplicación del
método de estimación indirecta (art. 158) y al Informe preceptivo que debe emitir la Comisión
consultiva para la declaración del conflicto en la aplicación de la norma tributaria (art. 159).
TEMA 24. LA RECAUDACIÓN TRIBUTARIA
1. INTRODUCCIÓN
El art. 83.1 LGT incluye la recaudación entre las actividades adtivas que tienen por objeto la
aplicación de los tributos.
La LGT dedica a regular la recaudación el Cap. V del Título III (arts. 160-177). A ello debe añadirse
el establecimiento específico para la exigencia de los tributos a los responsables y sucesores, que
debe entenderse que no forma parte de la recaudación en sentido estricto.
Además, debemos tener en cuenta el Reglamento General de Recaudación (RGR), aprobado por
RD 939/2005, de 29 de julio. Este Reglamento ha sufrido bastantes modificaciones.
2. LA FUNCIÓN DE RECAUDACION TRIBUTARIA
1. Concepto y objeto
Por recaudación debe entenderse la función pública que tiene por objeto procurar el ingreso en
el Tesoro Público de los tributos previamente liquidados. La regulación de la recaudación, en un
capítulo inmediatamente posterior a los que tienen por objeto la gestión y la inspección, pone de
relieve que nos encontramos ante una fase de los procedimientos de aplicación de los tributos
posterior a su cuantificación.
De lo establecido en la LGT extraemos las ss notas que caracterizan la recaudación de los tributos:
1) La recaudación constituye una función adtiva, actualmente desarrollada en su integridad
por órganos adtivos, sin perjuicio de la colaboración de las Entidades financieras para
percibir los ingresos de los obligados y efectuar los servicios de Caja de la AT. Se desarrolla
a través de procedimientos y actos adtivos reglados, integrándose la función por el
conjunto de procedimientos dirigidos a la cobranza del tributo.
2) El ámbito subjetivo de la función recaudatoria no se limita al Estado, sino que se extiende,
en general, a los restantes entes públicos, tanto estatales como integrantes de otras
Admones Territoriales.
3) La función recaudatoria abarca también el cobro de los tributos que fueran titularidad de
otros Estados miembros de la UE, o de Entidades internacionales o supranacionales
siempre dentro del marco de un Tratado internacional (para evitar la doble tributación
internacional o de asistencia mutua en materia tributaria).
4) En el ámbito objetivo, la función recaudatoria no sólo abarca los tributos, sino cualquier
débito a la HP por ingresos de Dº público (art. 10 LGP).
La función de recaudación, al ser la más importante, es la que ha dado nombre a los órganos que
la llevan a cabo, pero no es la única que realizan. Las más llamativas son las siguientes:
Exigir las deudas tributarias a los responsables y a los sucesores.
Decidir sobre los aplazamientos y fraccionamientos de las deudas tributarias.
En la suspensión de las liquidaciones tributarias, tienen competencia para, por ej, cuando
se solicitan en el seno de las reclamaciones económico-adtivas. En unos casos, la
competencia llega a la concesión o denegación de la suspensión; mientras que en otros,
sólo alcanza la emisión de informes sobre la procedencia o no de la suspensión.
2. Órganos de recaudación
Órganos centrales
Tienen competencia en todo el territorio nacional los siguientes órganos:
Departamento de Recaudación. Es el Centro Directivo de la gestión recaudatoria
encomendada a la AEAT.
Titular de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, y dentro de esta, la
Dependencia de Asistencia y Servicios Tributarios.
Órganos periféricos
Los Delegados y Administradores de la AEAT.
Las Dependencias Regionales de Recaudación de la AEAT.
Las Dependencias Regionales y las Admones de Aduanas e Impuestos especiales.
Los demás órganos a los que se atribuyan competencias recaudatorias. Por ej, las unidades
adtivas de los Ministerios, Organismos Autónomos del Estado y otros Entes públicos que
gestionen la recaudación en período voluntario de recursos de Dº Público.
En términos generales, podemos señalar que los órganos recaudatorios coinciden con el ámbito
regional de las Delegaciones Especiales, provincial de las Delegaciones, y local o zonal de las
Admones de la AEAT.
Junto a los anteriores órganos adtivos, también intervienen en la recaudación las Entidades de
crédito, aunque la normativa se encarga de aclarar que esta intervención no los convierte en
órganos de recaudación y que, por lo tanto, no pueden tomar decisiones en los procedimientos
correspondientes.
3. Facultades de los órganos de recaudación
En el ejercicio de sus funciones, los órganos de recaudación pueden llevar a cabo cuantas
actuaciones tengan por conveniente. Asimismo, pueden ejercer las facultades y gozar de los
privilegios y de las garantías que les reconoce la normativa. A todo ello se refiere el art. 162.2 LGT,
según el cual los órganos de la recaudación desarrollarán las actuaciones materiales que sean
necesarias, y los obligados deberán atender sus requerimientos, así como colaborar con ellos.
3. EL PLAZO DE PAGO VOLUNTARIO
Del examen conjunto de los arts. 62 LGT y 68 RGR se deducen los siguientes plazos de pago
voluntario, según las distintas modalidades del procedimiento de liquidación:
a) Casos de liquidación adtiva notificada al sujeto. El plazo se iniciará a partir de la fecha de
notificación, extendiéndose, según se haya notificado en la 1ª o en la 2ª quincena del mes,
hasta el día 20 del mes siguiente o hasta el día 5 del 2º mes posterior, respectivamente.
b) Caso de liquidación de tributos aduaneros. El plazo se inicia igualmente al ser notificada la
liquidación, abarcando los plazos que fija su propia normativa.
c) Tributos autoliquidados por los particulares. Los plazos son los señalados en las normas
reguladoras de cada tributo.
d) Tributos de notificación colectiva y periódica. El art. 62.3 LGT establece, con carácter
general, el plazo que media entre el día 1/09 y el 20/11, o el inmediato día hábil siguiente.
e) Tributos de otros Estados de la UE o Entidades internacionales o supranacionales. Existen
plazos especiales.
Dados los términos perentorios del período voluntario de pago, asume especial significación el
momento en que se entiende satisfecha la prestación, pues éste será el relevante para saber, en
cada modalidad del plazo voluntario, si ha habido cumplimiento o no del mismo por parte del
obligado. Según señala el art. 61 LGT, este aspecto varía en función del medio de pago utilizado.
Trascurridos los plazos indicados sin que hubiera tenido lugar el ingreso, se exigirá éste en vía de
apremio, salvo los supuestos del art. 27 LGT, que admiten un plazo de prórroga para el ingreso sin
abrirse la citada vía de apremio.
4. EL INTERÉS DE DEMORA TRIBUTARIO
Concepto y naturaleza de interés de demora. Su carácter indemnizatorio
Todo ingreso fuera del plazo previsto comporta el devengo de intereses de demora. Su
naturaleza no es diferente a la del Dº privado, pues tiene una finalidad indemnizatoria y
resarcitoria del retraso en el pago, evitando así el enriquecimiento injusto de quien dispone de
unas sumas de dinero debidas más allá del término en que había de cumplir su prestación.
Ahora bien, el carácter y origen legal de la prestación tributaria exigen que sus presupuestos de
hecho, cuantía y, en general, régimen jurídico, se sometan a lo previsto normativamente, sin que
la Admón ni el particular puedan alterarlo.
Supuestos en que resulta exigible el interés de demora
En general, todos los supuestos que dan lugar al interés de demora se pueden reconducir a un
retraso en el ingreso de la prestación con respecto a los plazos en que debería haberse efectuado.
Según el art. 17 LGP todas las cantidades adeudadas a la HP devengarán interés de demora
desde el día siguiente al de su vencimiento. Dentro de ese presupuesto genérico, la normativa
tributaria (en especial el art. 26 LGT) prevé diversos supuestos específicos:
1) Falta de ingreso en período voluntario de la deuda procedente de una liquidación
practicada por la Admón.
2) Falta de ingreso en período voluntario de una deuda procedente de una autoliquidación o
declaración. En ppio, es indiferente a estos efectos que la autoliquidación o declaración no
hubiera sido presentada, que lo hubiera sido de forma incorrecta, o que, a pesar de
haberse hecho de forma correcta, no se hubiera acompañado del ingreso de la deuda que
correspondiera.
3) Aplazamiento y fraccionamiento de pago.
4) Suspensiones de ingresos y prórroga de cualquier clase. Este supuesto abarca la
suspensión obtenida al impugnar el recurso de reposición o en reclamación económico-
adtiva, regulándose la suspensión y la procedencia de intereses por las normativas de estos
medios de impugnación. Asimismo, si se impugna en vía contenciosa y nuevamente se
obtiene la suspensión, se devengarán intereses de demora por todo el tiempo que ésta
dure. No obstante, según establece el art. 26.4 LGT, no se deberán intereses de demora
desde el momento en que la AT incumpliere los plazos fijados por la Ley para resolver los
recursos y reclamaciones.
5) El inicio del período de exigencia de la deuda de forma coactiva, esto es, a través de la vía
de apremio.
6) La obtención de una devolución improcedente.
7) La petición de cobro de deudas que fueran titularidad de otros Estados de la UE o de
Entidades internacionales o supranacionales.
8) Cualquier otro supuesto que suponga incumplir el plazo de ingreso, sea como
consecuencia de actuaciones lícitas o ilícitas del sujeto, hubiera intervenido o no la Admón.
y existiera o no infracción.
Excepciones
Los supuestos anteriores presentan algunas excepciones:
a) Los casos en que se ingresan las deudas correspondientes a declaraciones-liquidaciones
presentadas fuera de plazo, siempre que el retraso en la presentación de la declaración y
el ingreso de la deuda de ella derivada no exceda de 1 año. En estos casos se devengan
únicamente los recargos de prórroga (en la LGT recargos por pago extemporáneo)
b) Los casos en que la deuda se ingresa una vez trascurrido el período de ingreso voluntario,
pero antes de la notificación de la providencia de apremio, y aquellos en que, una vez
notificada la providencia de apremio, se ingresa la deuda en unos plazos perentorios. En
estos supuestos se exigirá, respectivamente, el recargo ejecutivo (5%), o el recargo de
apremio reducido (10%).
c) La suspensión de las sanciones pecuniarias recurridas, desde la finalización del plazo de
pago voluntario hasta la notificación de la resolución que pusiere fin a la vía adtiva.
d) Los supuestos en que la Admón incumpliere los plazos máximos que la normativa le
concede para resolver los expedientes sometidos a su consideración. El período en el que
no se computarán los intereses será el que transcurra desde el día en que se produjere el
incumplimiento de los plazos, hasta el día en que se dictase la resolución que corresponda,
o se interpusiese recurso contra la resolución presunta.
Deber de motivación de la liquidación de los intereses de demora
La liquidación de los intereses de demora siempre corresponde a la Admón. Debe ser motivada y
notificada expresamente. Unas veces la liquidación se efectuará con antelación al periodo por el
que se exigen, si fuera posible su determinación (por ej, por derivar de un aplazamiento de pago,
de una suspensión por tiempo determinado, etc.); mientras que en otras ocasiones habrá que
esperar a que se produzca el ingreso para conocer el período correspondiente (por ej,
incumplimiento del sujeto o de las entidades colaboradoras de la obligación del pago, etc.).
Determinación de la cuantía de los intereses de demora
La determinación de la cuantía del interés de demora es más complicada de lo que debiera:
o Con carácter general, el art. 17.2 LGP fija la cuantía en el interés legal del dinero vigente el
día del vencimiento del plazo.
o En el ámbito tributario, el art. 26.6 LGT fija la cuantía en el interés legal del dinero más un
25%, salvo que las Leyes de Presupuestos establezcan uno diferente.
o En casos de aplazamiento, fraccionamiento y suspensión de deudas garantizadas con aval
solidario o certificado de seguro de caución, el interés de demora será el legal del dinero.
5. LOS RECARGOS DE PRÓRROGA (O RECARGOS POR PAGO EXTEMPORÁNEO SIN
REQUERIMIENTO PREVIO)
No parece existir solución de continuidad entre el plazo de pago de los tributos de ingreso
voluntario y el período de exigencia coactiva, y así, una vez finalizado aquél, comienza éste. Ahora
bien, la aplicación de este diseño tropieza con graves dificultades en la práctica, sobre todo
porque para ello sería necesario que la AT conociera exactamente la deuda tributaria, lo que no es
posible en la mayor parte de los casos como consecuencia de la aplicación generalizada del
sistema de declaración-liquidación en la exigencia de los tributos. Por esta razón, cuando las
autoliquidaciones o declaraciones se presentan una vez transcurrido el plazo de ingreso
voluntario establecido en cada caso, resultan exigibles ciertos recargos.
Con el establecimiento de los recargos se pretende incentivar las declaraciones voluntarias,
reconociendo a los contribuyentes un régimen más favorable que el que sería aplicable si
el incumplimiento de la obligación de declarar y pagar un tributo se descubriese por la AT.
La declaración y autoliquidación, aun siendo extemporánea, debe hacerse antes de que
medie algún requerimiento de la AT. Dicho de otro modo, debe ser espontánea.
La declaración extemporánea debe identificar el tributo y período al que se refiere.
Los recargos sólo se aplican en los casos en que la declaración (en realidad una
autoliquidación) extemporánea arroje una cantidad a ingresar.
La cuantía de los recargos por pago extemporáneo aparece establecida en el art. 27 LGT. Los casos
contemplados en el precepto son los siguientes:
a) Si la presentación se efectúa dentro de los 3, 6 o 12 meses siguientes al término del
período de ingreso voluntario, se aplicará un recargo respectivo del 5, 10 ó 15%, sin
intereses de demora ni sanciones.
b) Si la presentación se efectúa después de los 12 meses, se exigirá un recargo del 20%, sin
sanciones, pero con intereses de demora desde el día siguiente al término del plazo
indicado.
La aplicación a todos los tributos estatales (salvo a los aduaneros, y, en parte, al ISD), y a algunos
locales, ha dotado de especial relevancia la resurrección del plazo y los recargos, antes
denominados de prórroga. Este hecho exige precisar ciertos extremos:
Este plazo no sigue de modo indefectible al período voluntario cuando se trate de tributos
que ya hubiesen sido autoliquidadas, pues si la Admón exige el ingreso tras la finalización
del periodo voluntario, el posterior ingreso ya no es voluntario o espontáneo, sino a
resultas de un requerimiento adtivo, imposibilitando la hipótesis del art. 27 LGT.
Cuando se presenten de manera extemporánea las declaraciones-liquidaciones sin efectuar
el ingreso (y sin pedirse simultáneamente el aplazamiento o fraccionamiento), los recargos
son compatibles con los recargos e intereses del período ejecutivo.
Los plazos de prórroga no se integran en el período voluntario ni en el de apremio,
alterando por ello la secuencia sin solución de continuidad que entre uno y otro prevén la
LGT y el RGR. Ni formalmente, ni por el recargo que conlleva, forman parte del periodo
voluntario; tampoco formalmente son parte de la vía de apremio, pues aún no se ha
abierto éste, ni, desde luego, pueden ejecutarse los bienes del deudor, que es lo que
define a la vía de apremio.
PERIODO VOLUNTARIO PAGO EXTEMPORÁNEO (PERO ESPONTÁNEO) SIN REQUERIMIENTO PREVIO PERIODO DE APREMIO
El TC, desde hace años y de forma reiterada, viene manteniendo que en el ámbito del ord. adtivo
sancionador, incluido el tributario, son aplicables, con matices, los ppios formales y materiales
propios del ord. penal.
Entre los ppios sustantivos cabe destacar los ppios de legalidad, tipicidad, culpabilidad,
proporcionalidad, prohibición de analogía y de retroactividad (salvo que, en ambos casos,
sea in bonam partem), non bis in idem, etc.
Entre los ppios formales el TC ha señalado la necesaria presencia de las garantías que
deben asistir al presunto infractor:
o El dº de defensa, que proscribe cualquier indefensión,
o El dº a la asistencia letrada, trasladable con ciertas condiciones,
o El dº a ser informado de la acusación, con la ineludible consecuencia de la
presunción de inocencia, que implica que la carga de la prueba de los hechos
constitutivos de la infracción recaiga sobre la Admón, con la prohibición absoluta de
utilizar pruebas obtenidas con vulneración de dºs fundamentales.
o El dº a no declarar contra sí mismo.
o El dº a la utilización de los medios de prueba propuestos.
Nos encontramos ante un sector del ord. que atribuye poderes sancionadores a la Admón, dentro
de unos límites (no puede imponer penas privativas de libertad) y con sujeción a los ppios y
garantías que rigen el ord. penal.
2. Principio de responsabilidad en materia de infracciones tributarias
La LGT ha establecido que las personas físicas y jurídicas podrán ser sancionadas por hechos
constitutivos de infracción tributaria cuando resulten responsables de los mismos (art. 179.1
LGT), en coherencia con la conceptuación de las infracciones tributarias, en cuya comisión se exige
también la presencia del elemento intencional (art. 183.1: “son infracciones tributarias las
acciones u omisiones dolosas o culposas con cualquier grado de negligencia…”). En definitiva,
este ppio de responsabilidad es trasposición del ppio básico del ord. penal, que requiere la
concurrencia de culpabilidad en el sujeto a quien se impone una sanción. El TC ha venido
reiterando este ppio de culpabilidad.
El autor de una infracción tributaria sólo puede sufrir el consiguiente reproche jurídico y asumir las
consecuencias de su acción (la sanción) cuando sea culpable. De ahí que el ord. tipifique unas
causas de exclusión de responsabilidad (art. 179.2 LGT), de forma que, aun habiéndose cometido
una infracción, las consecuencias de la misma no sean imputables a su autor.
Las causas de exclusión de responsabilidad tipificadas en el art. 179.2 tienen carácter meramente
enunciativo, sin agotar el elenco de causas que pueden llevar a esa exclusión de responsabilidad
La ausencia de capacidad de obrar no es que sea causa de exclusión de responsabilidad, es
que constituye un caso claro de inimputabilidad al sujeto agente, como el propio legislador
reconoce cuando en la misma LGT configura como responsable de la infracción al
representante legal de quien carece de capacidad de obrar en el orden tributario.
En el caso de fuerza mayor estamos ante una acción atípica, que sólo podría determinar la
exclusión de responsabilidad si existiera, que no existe, un sistema de responsabilidad
objetiva.
Quien ha salvado su voto en una decisión colectiva no es que esté exento de
responsabilidad, sino que no ha cometido infracción alguna. No hay acción típica que le sea
imputable. Como no la hay cuando la infracción es consecuencia de una deficiencia técnica
de los programas informáticos de asistencia facilitados por la AT.
La exclusión de responsabilidad en los casos en que el sujeto haya actuado al amparo de
una interpretación razonable de la norma tributaria es consecuencia de una firme postura
mantenida por los Tribunales españoles que ha propiciado su acertada incorporación al
texto de la LGT.
3. Principio de no concurrencia de sanciones tributarias
Según el art. 180 LGT una misma infracción no puede ser sancionada 2 veces, siempre que exista
identidad de sujetos, de hechos y de fundamentos sobre los que se basa la sanción. Lo mismo
exige de forma expresa el art. 133 LRJPAC. En definitiva, es la proyección del tradicional ppio non
bis in idem, que, aunque no recogido expresamente por la CE, el TC ha fundamentado en los ppios
de legalidad, tipicidad, proporcionalidad y presunción de inocencia. Ppio tradicional en el Dº Penal
y del que se ha hecho eco el Convenio para la Protección de los Dºs Humanos de 4/11/1950.
¿Suspensión del procedimiento? 180.1 LGT
ANTES Si la at entendía que una infracción podía ser constitutiva de delito contra la HP, debía
pasar el tanto de culpa a la jurisdicción competente o remitir el expediente al MF, absteniéndose
de seguir el procedimiento adtivo, que quedaría suspendido hasta que la autoridad judicial dictase
sentencia firme, tuviese lugar el sobreseimiento o el archivo de las actuaciones o se produjera la
devolución del expediente por el MF. La sentencia condenatoria de la autoridad judicial impedía la
imposición de sanción adtiva. De no haberse apreciado delito, la AT iniciaba o continuaba sus
actuaciones de acuerdo con los hechos que los Tribunales hubieran considerado probados y se
reanudaba el cómputo del plazo de prescripción en el punto en que estaba cuando se suspendió.
Las actuaciones adtivas realizadas durante el período de suspensión se tenían por inexistentes.
AHORA Las cosas han cambiado sustancialmente desde la LO 7/2012 que modificó el art. 305
CP. El cambio es trascendental, pues supone que la apreciación de indicios de un delito contra la
HP no conlleva la suspensión del procedimiento adtivo, ni obliga a paralizar la acción de cobro
de la deuda tributaria (sobre la que tendrá que decir su última palabra el Juez de lo Penal).
Con efectos desde el 31/03/2012, el RD-Ley 12/2012 ha añadido un ap. 2 al art. 180 LGT, según el
cual: “Si la AT estimase que el obligado tributario, antes de que se le haya notificado el inicio de
actuaciones de comprobación o investigación, ha regularizado su situación tributaria mediante
el completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria, la regularización practicada le
exoneraría de su responsabilidad penal, aunque la infracción en su día cometida pudiera ser
constitutiva de delito contra la HP, y la Admón podrá continuar con el proc. adtivo sin pasar el
tanto de culpa a la autoridad judicial ni al MF. Asimismo, los efectos de la regularización
prevista en el párrafo anterior, resultarán aplicables cuando se satisfagan deudas tributarias
una vez prescrito el dº de la Admón a su determinación”.
Concurso aparente de normas 180.2 LGT
No se pueden sancionar de forma independiente los hechos que se tienen en cuenta como
criterio de graduación de una infracción o como circunstancia que determina la calificación de
una infracción como grave o muy grave.
Concurso real de infracciones 180.3 LGT
La realización de varias acciones u omisiones constitutivas de varias infracciones posibilitará la
imposición de sanciones que procedan por todas ellas.
A diferencia del CP, que prevé expresamente la norma aplicable en caso del concurso aparente de
normas (art. 8 CP) o real (art. 73 a 77 CP), la LGT ha ido regulando las distintas hipótesis que
pueden presentarse, tratando de resolver los conflictos en los distintos casos de concurso
(aparente, real, ideal, medial, etc.) mediante una doble vía:
Tipificando detalladamente los distintos tipos de infracción y sanción (arts. 191-206),
confiando en que ese casuismo impedirá que concurran sanciones sobre un mismo hecho;
Previendo expresamente la compatibilidad o incompatibilidad en determinados casos (arts.
180.3; 186.4; 191.5; 194.1 y 2; 198.1, 3 y 6; 199.1; etc.).
2. SUJETOS RESPONSABLES DE LAS INFRACCIONES Y SANCIONES TRIBUTARIAS
1. Sujetos infractores
De acuerdo con art. 181.1, serán sujetos infractores las personas físicas o jurídicas y los entes de
hecho (herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades que, sin personalidad
jurídica, constituyan una unidad económica o un patrimonio separado susceptible de imposición -
art. 35.4) que realicen acciones u omisiones tipificadas como infracciones en las leyes.
Debe destacarse que el legislador admite la autoría, como sujeto infractor, tanto de personas
físicas como jurídicas. La imputabilidad a personas jurídicas de la comisión de infracciones
tributarias encuentra una explicación en el hecho de que la sanción impuesta, al tener contenido
patrimonial, puede perfectamente ser asumida y cumplida por las personas jurídicas.
Con efectos meramente enunciativos, la LGT se refiere a los siguientes sujetos infractores:
a) Contribuyentes y sustitutos.
b) Retenedores y obligados a practicar ingresos a cuenta.
c) Obligados al cumplimiento de obligaciones tributarias formales.
d) Sociedad dominante en el régimen de consolidación fiscal.
e) Entidades obligadas a atribuir o imputar rentas a sus socios.
f) Representante legal de los sujetos obligados que carezcan de capacidad de obrar en el
orden tributario.
De acuerdo con el art. 181.3 LGT, la concurrencia de varios sujetos infractores en la realización
de una infracción tributaria determinará que queden solidariamente obligados frente a la
Admón al pago de la sanción.
2. Responsables y sucesores de las sanciones tributarias
A) Responsables
El art. 41.4 LGT establece un ppio general: “La responsabilidad no alcanzará a las sanciones,
salvo las excepciones que en esta u otra Ley se establezcan”. Debemos hacer referencia a las
siguientes excepciones a este ppio general:
► Responsabilidad solidaria (art. 182.1 LGT)
a) Art. 42.1 a) Causantes o colaboradores activos en la comisión de una infracción
tributaria. La responsabilidad se extiende tanto a personas físicas como jurídicas, y
tanto a sanciones derivadas de deudas tributarias como a sanciones derivadas del
incumplimiento de obligaciones formales.
b) Art. 42.1 b) Partícipes o cotitulares de los entes de hecho a que se refieres el
art. 35.4 LGT.
c) Art. 42.1 c) Sucesores por cualquier concepto en la titularidad o ejercicio de
explotaciones o actividades económicas, por las obligaciones contraídas del
anterior titular y derivadas del ejercicio de la actividad. La responsabilidad se
extiende también a las obligaciones derivadas de la falta de ingreso de las
retenciones practicadas o que se debieran haber practicado, así como a los ingresos
a cuenta y a las sanciones que se hubieran impuesto o que puedan imponerse.
La responsabilidad no será exigible cuando se hubiera pedido a la Admón.
certificación detallada de las deudas, sanciones y responsabilidades tributarias
derivadas del ejercicio de la explotación que han adquirido.
Esta responsabilidad no se exigirá a los adquirentes de elementos aislados de una
explotación económica, salvo que dichas adquisiciones, realizadas por una o varias
personas o entidades, permitan continuar el ejercicio de la explotación económica.
Tampoco asumirán responsabilidad alguna los adquirentes de explotaciones o
actividades económicas pertenecientes a un deudor concursado cuando la
adquisición tenga lugar en un procedimiento concursal.
El procedimiento para declarar y exigir la responsabilidad solidaria por sanciones
está regulado en el art. 175 LGT, de acuerdo con la remisión que hace el art. 42.4.
Si la responsabilidad se declara y notifica al responsable antes del vencimiento del
p. voluntario de pago, bastará con requerirle el pago transcurrido dicho período.
En los demás casos, transcurrido el p. voluntario de pago, el órgano competente
dictará acto de declaración de responsabilidad, notificándolo al responsable.
d) Art. 42.2 a) Quienes sean causantes o colaboren en la ocultación o transmisión
de bienes o dºs del obligado al pago con el fin de impedir la actuación de la AT.
e) Art. 42.2 b) Quienes por culpa o negligencia incumplan las órdenes de embargo
f) Art. 42.2 c) Quienes, con conocimiento del embargo, la medida cautelar o la
constitución de la garantía, colaboren o consientan en el levantamiento de los
bienes o dºs embargados, o de aquellos bienes o dºs sobre los que se hubiera
constituido la medida cautelar o la garantía.
g) Art. 42.2 d) Las personas o entidades depositarias de los bienes del deudor que,
una vez recibida la notificación del embargo, colaboren o consientan en el
levantamiento de aquéllos.
Estos 4 últimos supuestos han sido tipificados por la Ley 36/2006, de medidas para la
prevención del fraude fiscal. La responsabilidad solidaria se extiende expresamente al pago
de la deuda tributaria pendiente y, en su caso, a las sanciones tributarias, incluidos el
recargo y el interés de demora, cuando procedan, hasta el importe del valor de los bienes
o dºs que se hubieran podido embargar o enajenar por la AT. Tampoco podrán aplicarse las
reducciones de las sanciones por conformidad (30%), ni la reducción adicional del 25%.
► Responsabilidad subsidiaria (art. 182.2 LGT)
a) Art. 43.1 a) Responden subsidiariamente tanto de la deuda tributaria como de
las sanciones impuestas a sociedades o personas jurídicas sus administradores de
hecho o de dº que no hubiesen realizado los actos necesarios que sean de su
incumbencia para el cumplimiento de las obligaciones y deberes tributarios,
hubiesen consentido el incumplimiento por quienes de ellos dependan o hubiesen
adoptado acuerdos que posibilitasen el que se hubiesen cometido las infracciones
cuya responsabilidad se les deriva subsidiariamente.
b) Art. 43.1 g) Responden subsidiariamente tanto de las obligaciones tributarias
como de las sanciones impuestas a personas jurídicas las personas o entidades que
tengan el control efectivo, total o parcial, directo o indirecto, de las personas
jurídicas o en las que concurra una voluntad rectora común con éstas, cuando
resulte acreditado que las personas jurídicas han sido creadas o utilizadas de
forma abusiva o fraudulenta para eludir la responsabilidad patrimonial universal
frente a la HP y exista unicidad de personas o esferas económicas, o confusión o
desviación patrimonial. Es decir, se atribuye responsabilidad subsidiaria de
personas jurídicas por deudas tributarias contraídas por el socio.
c) También responden subsidiariamente tanto de las obligaciones tributarias como de
las sanciones las personas o entidades de las que los obligados tributarios tengan
el control efectivo, total o parcial, o en las que concurra una voluntad rectora
común con dichos obligados tributarios, cuando resulte acreditado que tales
personas o entidades han sido creadas o utilizadas de forma abusiva o
fraudulenta como medio de elusión de la responsabilidad patrimonial universal
frente a la HP, siempre que concurran, ya sea una unicidad de personas o esferas
económicas, ya una confusión o desviación patrimonial. Es decir, se atribuye la
responsabilidad subsidiaria al socio en relación con las deudas imputables a la
sociedad que controla.
Los supuestos b) y c) han sido tipificados como generadores de responsabilidades
tributarias (tanto de la obligación material como de las sanciones) por la Ley 36/2006, de
medidas para la prevención del fraude fiscal. Nos encontramos ante la aplicación de la
doctrina del levantamiento del velo.
El procedimiento para declarar y exigir la responsabilidad subsidiaria por sanciones está
regulado en el art. 176 LGT, de acuerdo con la remisión que efectúa el art. 43.3 LGT.
Reflexión final El legislador no ha sido coherente con la separación entre los conceptos de
deuda tributaria y sanción, tan reiteradamente presentada como uno de los grandes logros de la
vigente LGT. Y no lo ha sido, ppalmente, porque tras la rimbombante formulación de un ppio
general (“la responsabilidad no alcanzará a las sanciones tributarias”, art. 41.4 LGT),
inmediatamente se añade “salvo las excepciones que en esta u otra Ley se establezcan”. Las
excepciones desvirtúan tanto el régimen jurídico de la responsabilidad como los ppios propios del
régimen sancionador: ppios de culpabilidad y de personalidad de la pena o de la sanción.
B) Sucesores
► Sucesores de personas físicas
De acuerdo con el ppio de personalidad de la pena, las sanciones tributarias no se transmitirán a
los herederos y legatarios de las personas físicas infractoras (arts. 39.1 y 182.3 LGT). Tampoco se
transmitirá la obligación del responsable, salvo que se hubiera notificado el acuerdo de
derivación de responsabilidad antes del fallecimiento (art. 39.1 pfo. 3º LGT).
► Sucesores de personas jurídicas (art. 40 LGT)
Las sanciones impuestas a personas jurídicas que se han disuelto se transmiten a los sucesores,
atendida la necesidad de que los socios de la entidad infractora disuelta no recuperen su cuota de
liquidación hasta tanto la entidad haya satisfecho el pago de las sanciones por las infracciones
cometidas. En estos casos se aplica el régimen general previsto por el art. 40 LGT con una
particularidad: las sanciones serán exigibles a los sucesores hasta el límite del valor de la cuota
de participación que les corresponda.
3. CONCEPTO Y CLASES DE INFRACCIONES TRIBUTARIAS
1. Concepto
El art. 183.1 LGT establece que “Son infracciones tributarias las acciones u omisiones dolosas o
culposas con cualquier grado de negligencia que estén tipificadas y sancionadas como tales en
esta u otra Ley”. De esta definición extraemos las siguientes notas:
1º Debe tratarse de una acción u omisión en la que concurra dolo o culpa. No tiene cabida la
responsabilidad objetiva, sino que debe poder formulársele al autor de la infracción un
juicio de reproche. El ppio de culpabilidad está claramente presente en el concepto.
2º Debe ser la Ley la que tipifique la infracción y fije la sanción aplicable, de conformidad
con el ppio de tipicidad (art. 25.1 CE). En materia de infracciones no se exige que sea una
Ley Orgánica la que satisfaga las exigencias de tipicidad como ocurre con los delitos. Pero,
sí se requiere que sea la Ley ordinaria la que precise los elementos esenciales de las
infracciones y sanciones. En este ámbito rige el ppio de reserva de ley relativa, por lo que el
legislador no podrá degradar tal ppio al extremo de diferir al Reglamento lo que sólo la Ley
puede y debe hacer: tipificar con precisión los tipos de infracción y las sanciones aplicables.
3º Son inconstitucionales aquellas sanciones impuestas como reacción ante conductas que
no están claramente tipificadas como infracciones. Las denominadas sanciones indirectas,
las sanciones de plano, los recargos cuya cuantía los convierte en sanciones, etc.,
constituyen manifestaciones de un fenómeno anómalo que, rehuyendo el auténtico nomen
iuris de la figura, encubre auténticas sanciones.
4º La infracción puede cometerse tanto por acción como por omisión.
2. Clases de infracciones tributarias
Art. 183.2 LGT: “Las infracciones tributarias se clasifican en leves, graves y muy graves”. Nos
encontramos ante una clasificación tripartita, en la que, además, se distingue entre los 2 ss tipos:
Infracciones que causan un perjuicio económico Dejar de ingresar una deuda tributaria.
Infracciones que no causan un perjuicio económico Caso del incumplimiento de un
determinado deber contable o formal.
Los criterios que determinan la mayor o menor gravedad de la infracción son los siguientes:
Perjuicio económico causado.
Riesgo implícito en la conducta del infractor.
Mayor o menor intencionalidad del autor, manifestada en la naturaleza de los medios
utilizados en la comisión de la infracción.
De acuerdo con los anteriores criterios se realiza la siguiente clasificación:
Infracciones muy graves
En todas ellas tiene que concurrir un elemento común La utilización de medios fraudulentos.
Aparecen enumerados en el art. 184.3 LGT, y son los siguientes:
a) Anomalías sustanciales en la contabilidad y en libros o registros establecidos por la
normativa tributaria.
b) Empleo de facturas, justificantes u otros documentos falsos o falseados, siempre que su
incidencia represente un porcentaje superior al 10% de la base de la sanción.
c) Utilización de personas o entidades interpuestas cuando el sujeto infractor, con el fin de
ocultar su identidad, haya hecho figurar a nombre de un 3º, con o sin su consentimiento, la
titularidad de los bienes o dºs, la obtención de rentas o ganancias patrimoniales o la
realización de las operaciones con trascendencia tributaria de las que se deriva la
obligación tributaria cuyo incumplimiento constituye la infracción.
Con el requisito común de que se utilicen medios fraudulentos se considerará infracción muy
grave:
1) No ingresar dentro del plazo previsto la totalidad o parte de la deuda tributaria;
2) Incumplir la obligación de presentar de forma completa y correcta las declaraciones o
documentos necesarios para que la AT pueda practicar liquidación;
3) Obtener indebidamente devoluciones.
4) Expedir facturas o documentos sustitutivos de las mismas con datos falsos o falseados.
5) Comunicar datos falsos o falseados en las solicitudes de NIF provisional o definitivo.
6) Incumplir la obligación de comunicar correctamente datos al pagador de rentas sometidas
a retención o ingreso a cuenta.
Infracciones graves
a) El 1º de los tipos constitutivos de infracción grave está caracterizado porque se trata de
una conducta en la que se han utilizado unos medios análogos a los fraudulentos, pero con
la diferencia de que su utilización no llega a producir el resultado dañoso asociado a los
denominados medios fraudulentos. Estos medios (cuasifraudulentos) son los siguientes:
Facturas, justificantes o documentos falsos o falseados, cuando su incidencia
represente un porcentaje igual o inferior al 10% de la base de la sanción.
Llevanza incorrecta de libros o registros, cuando su incidencia represente un
porcentaje superior al 10% de la base de la sanción.
Con el común denominador de que se hayan utilizado medios cuasifraudulentos o cuando,
existiendo ocultación, la base de la sanción sea superior a 3.000€, se considerarán como
infracciones graves: dejar de ingresar en plazo, total o parcialmente, la deuda tributaria;
incumplir la obligación de presentar declaraciones y documentos para que la Admón
liquide; obtener devoluciones indebidas.
b) Solicitar indebidamente devoluciones, beneficios o incentivos fiscales.
c) Determinar o acreditar improcedentemente partidas positivas o negativas o créditos
tributarios aparentes.
d) Imputar incorrectamente, o no imputar, bases imponibles, rentas o resultados obtenidos
por las entidades sometidas a un régimen de imputación de rentas, así como imputar
incorrectamente deducciones, bonificaciones y pagos a cuenta por las mismas entidades.
e) Presentar de forma incorrecta o con datos falsos, autoliquidaciones o declaraciones, así
como documentos relacionados con obligaciones aduaneras, siempre que no se haya
producido o no se pueda producir perjuicio económico a la HP, así como contestar
incorrectamente a requerimientos individualizados de información.
f) Incumplimiento de obligaciones contables y regístrales.
g) Incumplimiento de obligaciones de facturación o documentación.
h) Incumplimiento por las entidades de crédito de las obligaciones relativas a la utilización del
NIF y de otros nºs o códigos establecidos por la normativa tributaria y aduanera.
i) Resistencia, obstrucción, excusa o negativa a las actuaciones de la AT.
j) Incumplimiento del deber de sigilo exigido a los retenedores y a obligados a realizar
ingresos a cuenta.
Infracciones leves
a) Dejar de ingresar toda o parte de la deuda, incumplir la obligación de presentar
declaraciones y documentos para que liquide la Admón u obtener indebidamente
devoluciones, siempre que concurran, en todos estos casos, las circunstancias siguientes:
no utilización de medios fraudulentos, ni arteros; no haberse producido ocultación o que la
base de la sanción sea igual o inferior a 3.000€.
b) No presentar en plazo autoliquidaciones, declaraciones o documentos, siempre que no
exista perjuicio económico para HP.
c) No comunicar el domicilio fiscal de los empresarios.
d) Incumplir las obligaciones establecidas en las autorizaciones emitidas por las autoridades
aduaneras o las condiciones a que se sujetan las mercancías de acuerdo con la normativa
aduanera, siempre que tal incumplimiento no sea constitutivo de otra infracción.
e) Incumplimiento de las obligaciones relativas a la correcta expedición o utilización de los
documentos de circulación exigidos por la normativa de los Impuestos Especiales, salvo
que ello constituya infracción tipificada en la normativa propia de dichos Impuestos.
f) Incumplimiento de las obligaciones sobre utilización del NIF u otros nºs y códigos
establecidos por la normativa tributaria o aduanera, salvo que se trate de deberes
específicamente impuestos a entidades de crédito.
g) Incumplimiento de la obligación de proporcionar datos al pagador de rentas sometidas a
retención o ingreso a cuenta, cuando de ello se deriven retenciones o ingresos a cuenta
inferiores a los procedentes y el obligado tributario deba de presentar autoliquidación que
incluya dichas rentas.
h) Incumplimiento de la obligación de entregar el certificado de retenciones o ingresos a
cuenta.
Criterios comunes en las infracciones con perjuicio económico La calificación de la infracción
pende en ocasiones del resultado económico, esto es, del % que la cantidad defraudada
represente en relación con la base de la sanción. Para hallar dicho % deberá cuantificarse la cuota
correspondiente a los datos declarados y la que resultaría de haberse declarado todos los datos.
La diferencia es la cuota defraudada que, comparada con la base de la sanción, permitirá cifrar el
porcentaje correspondiente.
Cuota defraudada = cuota que resultaría de haberse declarado todos los datos – cuota correspondiente a los datos declarados
Recargos 5% 10 % 15 % 20 %
Intereses de demora NO NO NO SI
Se aplican intereses de
demora desde el día siguiente
al término del plazo indicado.
Sanciones NO NO NO NO
Un sujeto presenta una autoliquidación dentro de los 3 meses siguientes al término del plazo establecido
para la presentación, sin que medie requerimiento previo de la AT. En el momento de la presentación no
efectúa el ingreso de la deuda, ni presenta solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación.
¿Qué recargo o recargos se devengan? ¿Debe satisfacer intereses de demora? ¿Se le pueden imponer
sanciones?
Un obligado tributario presenta una autoliquidación del IRPF con resultado a ingresar fuera del plazo
establecido, sin requerimiento adtivo previo. ¿Es sancionable su conducta? ¿Lo sería si al tiempo de
presentar la autoliquidación no efectúa el ingreso de la cuota resultante de ella? Justifique su respuesta.
Según el art. 27 LGT, los recargos por declaración extemporánea son prestaciones accesorias que deben
satisfacer los obligados tributarios como consecuencia de la presentación de autoliquidaciones o
declaraciones fuera de plazo sin requerimiento previo de la AT. A estos efectos, se considera requerimiento
previo cualquier actuación adtiva realizada con conocimiento formal del obligado tributario conducente al
reconocimiento, regularización, comprobación, inspección, aseguramiento o liquidación de la deuda
tributaria.
Cuando se presenten las declaraciones-liquidaciones de manera extemporánea sin efectuar el ingreso (y sin
pedirse simultáneamente el aplazamiento o fraccionamiento), los recargos son compatibles con los
recargos e intereses del periodo ejecutivo.
Los recargos solo se aplican en los casos en que la declaración extemporánea arroje un resultado positivo.
La cuantía de los recargos por pago extemporáneo aparece establecida en el artículo 27 LGT:
1. Si la presentación se efectúa dentro de los 3, 6 o 12 meses siguientes al término del periodo de
ingreso voluntario, se aplicará un recargo respectivo del 5%, 10% o 15%, sin intereses de demora ni
sanciones.
2. Si la presentación se efectúa después de los 12 meses, se exigirá un recargo del 20%, sin sanciones
pero con intereses de demora desde el día siguiente al término del plazo indicado.
Hay que tener en cuenta que, según la LGT, los recargos sólo se aplican en los casos en que la
autoliquidación o declaración extemporánea arroje un resultado positivo.
Por consiguiente, si la autoliquidación se presenta fuera de plazo, sin requerimiento previo y arroja un
resultado positivo, habrá lugar a recargos pero no a sanciones.
En el supuesto de que al tiempo de presentar la autoliquidación no efectúe el ingreso de la cuota
resultante, ni pida simultáneamente el aplazamiento o fraccionamiento, los recargos serán compatibles con
los recargos e intereses del período ejecutivo.
En este caso devengaría un 5% de recargo. Tendría que satisfacer también recargos e intereses de demora
del periodo ejecutivo.
Conclusión:
a) ¿Es sancionable su conducta? No.
b) ¿Lo sería si al tiempo de presentar la autoliquidación no efectúa el ingreso de la cuota resultante
de ella? Justifique su respuesta. De acuerdo con el art. 191 LGT, constituye infracción tributaria
leve dejar de ingresar la deuda tributaria que debiera resultar de una autoliquidación. No
obstante, esta infracción no tiene lugar cuando el obligado regularice su situación tributaria sin
requerimiento previo (artículo 27 de la LGT) o presente la autoliquidación en plazo voluntario pero
sin ingreso, pues en este último caso se inicia el periodo ejecutivo.
RECARGOS PERIODO EJECUTIVO
Indique qué clases de recargos del período ejecutivo hay, cuáles son sus cuantías y en qué casos se
devenga cada una de ellas.
¿En qué casos se devenga el recargo de apremio reducido? ¿Cuál es su cuantía?
Según el art. 28 LGT, los recargos del período ejecutivo se devengan con el inicio del período ejecutivo, son
3: recargo ejecutivo, recargo de apremio reducido y recargo de apremio ordinario
Si el deudor paga después de finalizar el plazo de ingreso voluntario, pero antes de la notificación
de la providencia de apremio, deberá satisfacer un recargo ejecutivo del 5%,
Si el deudor paga dentro del plazo concedido en la providencia de apremio, deberá satisfacer un
recargo de apremio reducido del 10%
Si el deudor no paga en los plazos indicados y, por tanto, debe seguir el procedimiento ejecutivo,
será exigible el recargo de apremio ordinario del 20% y los intereses de demora.
EJEMPLO: Autoliquidación por el 2º trimestre del ejercicio 2011 por IVA con resultado a ingresar de 1000€
presentada de fuera de plazo (después del 20 de julio de 2011) sin requerimiento previo:
Si se presenta antes del 20 de octubre de 2011, se exigirá el 5% de recargo (50€).
Si se presenta entre el 21 de octubre de 2011 y el 20 de enero de 2012, se exigirá un recargo del
10% (100€).
Si se presenta entre el 21 de enero de 2012 y el 20 de julio de 2012, se exigirá un recargo del 15%
(150€).
Si se presenta después del 20 de julio de 2012, se exigirá un recargo del 20% (200€), más los
intereses de demora por el periodo comprendido entre el 21 de julio de 2012 y la fecha de
presentación.
¿En qué casos son compatibles los recargos por declaración extemporánea sin requerimiento previo con
los recargos e intereses del período ejecutivo?
¿Son compatibles los recargos por declaración extemporánea sin requerimiento previo con los recargos
del período ejecutivo? Justifique su respuesta. En caso de respuesta afirmativa, explique en qué casos
pueden concurrir ambos tipos de recargos.
Según el art. 27.3 LGT, cuando los obligados tributarios no efectúen el ingreso ni presenten solicitud de
aplazamiento, fraccionamiento o compensación al tiempo de la presentación de la autoliquidación
extemporánea, la liquidación adtiva que proceda por recargos e intereses de demora derivada de la
presentación extemporánea, no impedirá la exigencia de los recargos e intereses del período ejecutivo que
correspondan sobre el importe de la autoliquidación.
Por lo tanto, los recargos por declaración extemporánea sin requerimiento previo (art. 27 LGT), en el
supuesto que el contribuyente presente la autoliquidación fuera de plazo sin realizar el ingreso (ni pedir
simultáneamente aplazamiento, fraccionamiento o compensación), serán compatibles con los recargos del
período ejecutivo (art. 28 LGT).
Un sujeto presenta la autoliquidación del IRPF fuera de plazo y espontáneamente (esto es, sin
requerimiento previo de la AT). Pasados 3 días, procede a ingresar la deuda resultante de la
autoliquidación ¿Qué recargo o recargos se devengan?
1º Recargos de prórroga: al presentarse la autoliquidación fuera de plazo y de forma espontánea, se
devengará el recargo de prórroga. Dependiendo de si la presentación de la autoliquidación se
efectuó dentro de los 3, 6, 12 o más de 12 meses siguientes al término del plazo establecido para la
presentación, el recargo será del 5, 10, 15 o 20%, respectivamente. Como el pago de la deuda
resultante de la autoliquidación no se efectúa al tiempo de la presentación (ni consta que se haya
solicitado aplazamiento o fraccionamiento), no procede la reducción del 25% del recargo a que se
refiere el art. 27.5 LGT.
2º Recargos del periodo ejecutivo: como la presentación de la autoliquidación extemporánea no se
ha acompañado del ingreso correspondiente, se inicia el periodo ejecutivo al dia siguiente de esa
presentación. Se devengara, por lo tanto, uno de los recargos del periodo ejecutivo. Entendemos
que el obligado tributario realiza el pago antes de la notificación de la providencia de apremio (solo
han pasado 3 días, poco tiempo), por lo que, será exigible el recargo ejecutivo del 5%. Al ser
exigible el recargo ejecutivo no se exigirán los intereses de demora devengados desde el inicio del
período ejecutivo (es decir, desde el día siguiente a la presentación de la autoliquidación).
Ambos recargos son compatibles en este caso: Los recargos por declaración extemporánea sin
requerimiento previo (por prórroga) en el supuesto que el contribuyente presente la autoliquidación
fuera de plazo sin realizar el ingreso (ni pedir simultáneamente aplazamiento, fraccionamiento o
compensación), son compatibles con los recargos del período ejecutivo.
PROCEDIMIENTO DE APREMIO
Las actuaciones de cierto procedimiento tributario pueden extenderse hasta el plazo de prescripción del
dº de la Admón, sin que exista un plazo máximo para resolver ¿De qué procedimiento se trata?
El procedimiento de apremio, cuyas actuaciones podrán extenderse hasta el plazo de prescripción del dº de
cobro.
¿Qué consecuencias se producen si, iniciado el proc. de recaudación en vía de apremio, dicho
procedimiento no concluye en el plazo de 6 meses?
No tiene ninguna consecuencia, pues las actuaciones del proc. de apremio no están cometidas a un plazo
de duración máxima (sin perjuicio del plazo de prescripción del dº al cobro), de acuerdo con el último
párrafo del art. 104.1 LGT.
¿Cuándo se inicia el período ejecutivo?
¿Cuándo se inicia el periodo ejecutivo si el sujeto presenta una autoliquidación fuera de plazo sin realizar
el correspondiente ingreso?
La recaudación en periodo ejecutivo o en vía de apremio sigue al incumplimiento de la prestación en
periodo voluntario, y tiene como finalidad la ejecución forzosa del patrimonio del deudor en cuantía
suficiente para cubrir las deudas tributarias no satisfechas.
El art. 161.1 LGT indica que el periodo ejecutivo se inicia en los siguientes casos:
En el caso de deudas liquidadas por la AT, el día siguiente al del vencimiento del plazo establecido
para su ingreso voluntario
En el caso de deudas a ingresar mediante autoliquidación presentada sin realizar el ingreso, al día
siguiente de la finalización del plazo que establezca la normativa de cada tributo para dicho ingreso
o, si éste ya hubiere concluido, el día siguiente a la presentación de la autoliquidación.
Excepciones: No se iniciará el período ejecutivo en los casos siguientes:
La presentación de una solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación en período
voluntario impedirá el inicio del período ejecutivo durante la tramitación de dichos expedientes.
Fuera del período voluntario, si la presentación de la declaración fuera acompañada de solicitud
expresa del aplazamiento o fraccionamiento de la deuda
La interposición de un recurso o reclamación en tiempo y forma contra una sanción impedirá el
inicio del período ejecutivo hasta que la sanción sea firme en vía adtiva y haya finalizado el plazo
para el ingreso voluntario del pago.
Presupuestos o requisitos materiales y formales de la iniciación del procedimiento de apremio.
¿Puede iniciarse el procedimiento de apremio fuera del período ejecutivo? Justifique su respuesta. En
caso de respuesta afirmativa, indique en qué supuestos puede suceder lo indicado.
Para la iniciación del procedimiento de apremio deben darse los siguientes presupuestos:
Presupuesto material. El impago de la deuda tributaria (período ejecutivo). El requisito o
presupuesto material del procedimiento de apremio es el impago de la deuda tributaria en el
período voluntario. La necesidad de que haya transcurrido el período de pago voluntario para
poder iniciar la vía de apremio ha sido recordada de modo constante por la jurisprudencia.
Presupuesto formal. La providencia de apremio. Como señala el art. 167.1 LGT, el presupuesto o
requisito formal consiste en la emisión del título ejecutivo. Este título ejecutivo es la providencia de
apremio, que es definida por el art. 70.1 RGR como el acto de la Admón que ordena la ejecución
contra el patrimonio del obligado. El art. 167.1 LGT establece que la providencia de apremio deberá
identificar la deuda pendiente, se notificará al deudor, le requerirá para que pague con los recargos
correspondientes, y le advertirá que, en caso de no hacerlo, se procederá al embargo de sus bienes.
¿Se puede notificar la providencia de apremio antes del inicio del periodo ejecutivo? Justifique su
respuesta. En caso de respuesta afirmativa indique en qué casos puede suceder tal cosa.
No cabe notificar la previdencia de apremio antes del inicio del periodo ejecutivo. Es requisito o
presupuesto material del procedimiento de apremio el impago de la deuda tributaria en el periodo
establecido para hacerlo de forma espontánea. El periodo ejecutivo es precisamente el periodo en el que
se puede iniciar el procedimiento de apremio a través de la notificación de la providencia.
Se notifica una providencia de apremio el 1 de abril. ¿En qué plazo debe efectuarse el pago de la deuda
tributaria apremiada de acuerdo con el art. 62.5 LGT? ¿Qué recargo se devenga en caso de impago de la
deuda en ese plazo?
El art. 62.5 LGT dispone los siguientes plazos que se conceden al deudor para que ingrese la deuda:
Si la providencia de apremio se notificare en los 15 primeros días del mes, desde la fecha de
recepción de la notificación hasta el 20 del mismo mes.
Si se notificare en la 2ª quincena de mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día
5 del mes siguiente.
Por lo tanto el plazo para ingresar una providencia de apremio notificada el 1 de abril, es el 20 de abril. Si
no paga en este plazo y por tanto, debe seguir el procedimiento ejecutivo, será exigible el recargo de
apremio ordinario del 20%, que será compatible con los intereses de demora.
¿Cuándo se inicia el periodo ejecutivo si el sujeto presenta una autoliquidación fuera de plazo sin realizar
el correspondiente ingreso?
El art. 161.1 LGT indica que el periodo ejecutivo se inicia en los siguientes casos:
Al día siguiente al del vencimiento del plazo de ingreso voluntario, cuando nos encontramos ante
deudas liquidadas por la Admón, o ante autoliquidaciones presentadas en dicho plazo sin ser
acompañadas del ingreso correspondiente.
Al día siguiente de la presentación si, en los casos de autoliquidación sin ingreso, aquella se
presentó una vez finalizado el periodo establecido al efecto.
Podemos remarcar que, la Admón (sin comprobación previa alguna) da por válida la autoliquidación, hasta
el punto de dirigir contra el sujeto el procedimiento de recaudación ejecutiva.
Hay que tener en cuenta que, la autoliquidación presentada fuera de plazo sin realizar el ingreso, pero con
la simultánea solicitud de aplazamiento o fraccionamiento, no da lugar a la iniciación del periodo ejecutivo.
El periodo voluntario del IRPF de un ejercicio comienza el 1 de mayo y termina el 30 de junio. Suponga
que se presenta una autoliquidación con resultado a pagar el 1 de junio, pero no se ingresa la cuota
resultante dentro del periodo indicado. Indique el día y el mes en que se iniciará el periodo ejecutivo en
esas circunstancias, justificando su respuesta.
El periodo ejecutivo se inicia al día siguiente de la finalización del plazo de pago que establezca la normativa
del tributo cuando se han presentado autoliquidaciones en dicho plazo sin ser acompañadas del ingreso
correspondiente. En este caso empezará el 1 de julio.
¿Se puede iniciar el período ejecutivo cuando la deuda tributaria todavía no se ha liquidado o
autoliquidado? Justifique su respuesta, y, en caso de respuesta afirmativa, indique en qué casos es
posible. [HOT2]
No, para que pueda iniciarse el período ejecutivo, han de darse los requisitos establecidos en el art. 161.1
LGT, que indica que el periodo ejecutivo se inicia en los siguientes casos:
En el caso de deudas liquidadas por la AT, el día siguiente al del vencimiento del plazo establecido
para su ingreso voluntario
En el caso de deudas a ingresar mediante autoliquidación presentada sin realizar el ingreso, al día
siguiente de la finalización del plazo que establezca la normativa de cada tributo para dicho ingreso
o, si éste ya hubiere concluido, el día siguiente a la presentación de la autoliquidación.
Es decir, la deuda tributaria siempre ha de estar liquidada o autoliquidada.
¿Puede la AT enajenar los bienes embargados si el acto de liquidación de la deuda tributaria ejecutada no
es firme?
La AT no podrá proceder a la enajenación de los bienes y dºs embargados en el curso del procedimiento de
apremio hasta que el acto de liquidación de la deuda tributaria ejecutada sea firme, salvo en los supuestos
de fuerza mayor, bienes perecederos, bienes en los que exista un riesgo de pérdida inminente de valor o
cuando el obligado tributario solicite de forma expresa su enajenación.
Mecanismos o formas de realización o enajenación de los bienes embargados en el proc. de apremio
La fase siguiente del procedimiento de apremio es la realización de los bienes embargados. La finalidad del
procedimiento es lograr que se ingrese en el Tesoro Público la deuda tributaria no satisfecha por el
obligado, por lo que los órganos de recaudación deben proceder a enajenar los bienes y dºs embargados
para aplicar lo obtenido a la satisfacción de la deuda.
Existen algunos supuestos en los que no se lleva a cabo la enajenación de los bienes embargados:
Pago por el deudor antes de la adjudicación
Falta de firmeza de la liquidación
En cuanto a los mecanismos o formas de realización, ésta debe llevarse a cabo en el mismo orden en que
fueron embargados, mediante:
Subasta: procedimiento ordinario de adjudicación de bienes embargados
Concurso: sólo se admite por razones de interés público
Adjudicación directa: procede cuando ha quedado desierto el concurso o subasta, cuando existan
razones de urgencia o cuando no convenga promover la concurrencia.
La adjudicación de bienes al Estado procederá cuando no hubieran podido enajenarse
Causas de la finalización o terminación del procedimiento de apremio.
El art. 173.1 LGT establece que el procedimiento de apremio terminará:
a) Con el pago del débito
b) Con el acuerdo que declare el crédito total o parcialmente incobrable, una vez declarados fallidos
todos los obligados al pago.
c) Con el acuerdo de haberse extinguido el crédito por cualquier otra causa legal.
d) Con el acuerdo o la compensación con los créditos del deudor, en los casos de concurso.
De estas causas de finalización del procedimiento de apremio, la que tiene más interés es la declaración de
fallido del deudor. Sobre el particular, debemos señalar algunas cosas.
1. Tras la declaración de fallido de los deudores ppales, por desconocerse su paradero, por no poseer
bienes embargables o por ser insuficientes para cancelar totalmente la deuda, se derivará la acción
contra los responsables.
2. Si se ha declarado fallido un sujeto, se considerarán vencidos los créditos de posterior vencimiento
y se darán de baja por referencia a aquella declaración, si no hubiera otros obligados respecto al
mismo.
3. Si durante el plazo de prescripción se produce solvencia sobrevenida del deudor, se rehabilitara el
crédito y la Dependencia de Recaudación reabrirá el procedimiento ejecutivo, comunicándolo al
órgano gestor para que liquide nuevamente los créditos dados de baja, emitiéndose los
correspondientes títulos ejecutivos en la situación que tenían aquellos cuando se produjo la
declaración de fallido.
Motivos de oposición contra la providencia de apremio. [HOT2]
El procedimiento de apremio tiene carácter ejecutivo, de lo que se derivan importantes limitaciones a la
hora de discutir sobre su pertinencia o de suspenderlo.
Por lo que se refiere a las discusiones sobre el apremio, es necesario distinguir entre las controversias que
pueden plantearse sobre su pertinencia, y las que se pueden suscitar sobre la corrección de las distintas
fases y actuaciones procedimentales.
En cuanto al primer aspecto, hay que señalar que el art. 167 LGT contiene una enumeración tasada de los
motivos de oposición, que es la siguiente:
a) Extinción total de la deuda o prescripción del dº a exigir el pago.
b) Solicitud de aplazamiento, fraccionamiento, o compensación en periodo voluntario.
c) Falta de notificación de la liquidación.
d) Anulación de la liquidación.
e) Error u omisión en el contenido de la providencia de apremio que impida la identificación del
deudor o de la deuda apremiada.
f) Otras causas de suspensión del procedimiento de recaudación.
La tercería de dominio y la tercería de mejor dº como mecanismos de oposición de 3os al procedimiento
de apremio: Motivos, efectos de procedimiento de apremio y tramitación.
La oposición al procedimiento de apremio por parte de 3os se articula a través de las tercerías de dominio y
de mejor dº, previstas en el artículo 165. 3, 4 y 5 de la LGT.
La tercería de dominio, fundada en la propiedad del 3º sobre los bienes embargados al deudor,
suspende el procedimiento de apremio respecto a los bienes objeto de la controversia, previa
adopción de las medidas de aseguramiento oportunas (embargo preventivo, el depósito, la
consignación u otras adecuadas a la naturaleza de los bienes)
La tercería de mejor dº se basa en la existencia de un crédito preferente al perseguido en el
procedimiento de apremio, y no suspende éste, que continuará hasta la enajenación de los bienes,
consignándose la cantidad controvertida a resultas de la tercería.
Tramitación: En ambos casos, el procedimiento se fundamenta en la exigencia de la interposición de la
tercería en vía adtiva previamente a su planteamiento en la judicial. Los trámites, sucintamente expuestos,
son los siguientes:
a) La tercería se formulará por escrito ante el órgano de la AEAT que esté tramitando el
procedimiento de apremio, acompañando los documentos en que se funde. La de dominio no se
admitirá después de otorgada la escritura, consumada la venta de los bienes de que se trate o de su
adjudicación al Estado. La de mejor dº no se admitirá después de percibido el precio de la venta.
b) Una vez admitida la tercería, la Dependencia de Recaudación la calificará, y suspenderá o
continuará el procedimiento según su modalidad. El órgano competente para resolverla solicitará
informe del Servicio Jurídico del Estado, que lo emitirá en 15 días con propuesta de resolución.
c) La resolución se adoptará en el plazo de 3 meses desde que se promovió, notificándose al
interesado. Transcurrido este plazo sin haberse resuelto, puede entenderse desestimada a efectos
de formular la correspondiente demanda judicial. Para ésta, sea tras resolución expresa o tácita,
señala el art. 120.3 RGR un plazo de 10 días. De lo contrario se continuará el procedimiento de
apremio si hubiera sido suspendido.
Consulta: ¿Qué ocurriría si la Admón ya ha cobrado su deuda y en la vía judicial se determina que el 3º
tenía un crédito preferente y ya no hay dinero para que lo cobre?
Respuesta: En este caso la Admón tiene que entregar la cantidad cobrada al acreedor con mejor dº.
PREGUNTAS TEMA 25
PRINCIPIOS
Supuestos en que las acciones u omisiones tipificadas en las leyes como ilícitos tributarios no dan lugar a
responsabilidad por infracción tributaria (o causas de exclusión de esta responsabilidad).
El autor de una infracción tributaria solo puede sufrir el consiguiente reproche jurídico y asumir las
consecuencias de su acción (la sanción) cuando sea culpable. El art. 179.2 LGT tipifica unas causas de
exclusión de responsabilidad, de forma que, aun habiéndose cometido una infracción, las consecuencias de
la misma no serán imputables a su autor. Las causas tienen carácter meramente enunciativo, sin agotar el
elenco de causas que pueden dar lugar a esa exclusión de responsabilidad.
Cuando se realicen por quienes carezcan de capacidad de obrar en el orden tributario
(inimputabilidad). El responsable será su representante legal
Cuando concurra fuerza mayor (acción atípica)
Cuando deriven de una decisión colectiva, para quienes hubieran salvado su voto o no hubieran
asistido a la reunión en que se adoptó la misma (en realidad no ha cometido infracción alguna)
Cuando se haya puesto la diligencia necesaria en el cumplimiento de las obligaciones tributarias (el
sujeto ha actuado al amparo de una interpretación razonable de la norma tributaria o ajustándose
a criterios manifestados por la AT competente)
Cuando sean imputables a una deficiencia técnica de los programas informáticos de asistencia
facilitados por la AT para el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
INFRACCIONES
En las infracciones con perjuicio económico existen unos criterios comunes, de conformidad con los
cuales una determinada infracción puede subsumirse en la categoría de leve, grave o muy grave. ¿Cuáles
son esos criterios? (HOT 2)
Conforme al art. 192 LGT, dónde se recoge la infracción que según los siguientes criterios puede ser
calificada como leve, grave o muy grave, son los siguientes:
Art. 192.2: «La infracción tributaria será leve cuando la base de la sanción sea inferior o igual a
3.000 euros o, siendo superior, no exista ocultación».
Art. 192.3: «La infracción será grave cuando la base de la sanción sea superior a 3.000 euros y
existe ocultación (…) La utilización de medios fraudulentos determinará que la infracción sea
calificada, en todo caso, como muy grave».
Art. 192.4: «La infracción será muy grave cuando se hubieren utilizado medios fraudulentos».
Como ha podido apreciarse, en las infracciones con perjuicio económico existen unos criterios comunes, de
conformidad con los cuales una determinada infracción puede subsumirse en la categoría de leve, grave o
muy grave. Estos criterios son:
La ocultación de datos: se produce cuando no se presentan declaraciones o las presentadas son
falsas o inexactas, siempre que, además, la deuda derivada de la ocultación sea superior al 10% de
la base de la sanción.
Utilización de medios fraudulentos o arteros
En este sentido, diremos que la base de la sanción es un concepto cambiante, en función de la
infracción a que vaya referido, puede ser, por ejemplo, el importe de la cuantía que debió haberse
ingresado y no se ingresó o el importe de la devolución obtenida indebidamente.
SANCIONES
Criterios de graduación de las sanciones tributarias. [HOT2]
En desarrollo del ppio de proporcionalidad, y atendiendo a las circunstancias concurrentes en la comisión
de las infracciones, el legislador ha establecido 3 criterios de graduación de las sanciones, de los cuales 2 se
aplican con carácter general y 1 en la infracción prevista en el art. 201 (incumplimiento sustancial de las
obligaciones de facturación o documentación). La aplicación de estos criterios se condiciona a que la norma
reguladora de la infracción correspondiente recabe expresamente su aplicación. Tales criterios son:
1) Comisión repetida de infracciones tributarias. Cuando el sujeto infractor hubiera sido sancionado
por una infracción de la misma naturaleza (leve, grave o muy grave) en virtud de resolución firme
en vía adtiva, dentro de los 4 años anteriores a la comisión de la infracción. La sanción se
incrementará, en el 5% cuando la reincidencia sea por infracción leve; en el 15% por infracción
grave y en el 25% por infracción muy grave.
2) Perjuicio económico para la HP. Se determinará por el % que represente la base de la sanción sobre
la cuantía total que hubiera debido ingresarse de haber liquidado correctamente el tributo o sobre
el importe de la devolución inicialmente obtenida (este criterio sólo se aplicará cuando la
resultante supere el 10%). En aplicación de este criterio, la sanción mínima se incrementará en un
10, 15, 20 o 25% según, respectivamente el % sea superior al 10% e inferior o igual al 25%; superior
al 25% e inferior o igual al 50%, superior al 50% e inferior o igual al 75%, o superior al 75%.
3) Incumplimiento sustancial de la obligación de facturación o documentación. La sanción se duplicará
cuando se cometa una infracción por incumplimiento de las obligaciones de facturación o las
relativas a la correcta expedición o utilización de los documentos de circulación exigidos por la
normativa de los Impuestos Especiales y el incumplimiento afecte a más de un 20% de las
obligaciones de facturación o de los documentos de circulación.
Con carácter general, las infracciones leves se sancionan con multa proporcional del 50% de la cantidad no
ingresada, sin que se apliquen criterios de graduación de la sanción.
En las infracciones graves la sanción consiste en multa proporcional del 50% al 100% de la cantidad dejada
de ingresar, incrementando el porcentaje mínimo de acuerdo con los criterios de graduación que atienden
a la comisión repetida de infracciones tributarias y al perjuicio económico.
En las infracciones muy graves la sanción equivale a una multa proporcional del 100% al 150% de la
cantidad defraudada, cantidad que se incrementará aplicando sobre el % mínimo los mismos criterios de
graduación que se aplican para la cuantificación de sanciones por infracción grave.
Se ha cometido una infracción tributaria con perjuicio económico al no ingresar en plazo la deuda
tributaria que debiera resultar de la correcta autoliquidación del tributo. No se han utilizado medios
fraudulentos ni cuasifraudulentos (o arteros). Si la base de la sanción es de 1000€ y ha existido
ocultación, ¿qué calificación tendrá esa infracción, leve, grave o muy grave? Justifique su respuesta.
En estas circunstancias la infracción será leve. En efecto, aunque exista ocultación, la infracción será leve
cuando la base de la sanción sea inferior o igual a 3.000 €, siempre que no se utilicen medios fraudulentos o
arteros.
¿Puede ser leve la infracción consistente en dejar de ingresar la deuda tributaria que debiera resultar de
una autoliquidación cuando existe ocultación? Justifique su respuesta.
Puede serlo, siempre que la base de la sanción sea inferior a 3000€ y no concurran medios fraudulentos ni
cuasifraudulentos (o arteros).
¿En qué casos procede reducir la cuantía de las sanciones tributarias en un porcentaje del 30%?
El importes de las sanciones tributarias, una vez aplicada, en su caso, la reducción por conformidad, se
reducirá en el 25% cuando concurran ciertas circunstancias. ¿De qué circunstancias se trata?
El art. 188 LGT regula la Reducción de sanciones, estableciendo que la cuantía de las sanciones pecuniarias
impuestas según la clasificación de infracciones y sanciones tributarias reguladas en esta Ley, se reducirán
en un 30% en los supuestos de actas de conformidad.
Esta reducción del 30% dejará de tener efecto cuando se haya interpuesto reclamación o recurso contra la
regularización, aunque no se perderá si lo que se recurre es sólo la sanción.
Asimismo, una vez practicada esta reducción del 30%, procede aplicar otra reducción adicional del 25% en
los supuestos de ingreso total en período voluntario de las deudas tributarias (o en el plazo fijado en el
acuerdo de aplazamiento o fraccionamiento) y que no se interponga recurso contra la liquidación o contra
la sanción.
La cuantía de las multas tributarias se reduce en un 50% en los supuestos de actas con acuerdo. ¿En qué
casos se pierde esta reducción?
El importe de esa reducción se exigirá cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
Cuando se haya interpuesto contra la regularización o la sanción el correspondiente recurso
contencioso-adtivo.
En el supuesto de haberse presentado aval o certificado de seguro de caución en sustitución del
depósito, cuando no se ingresen las cantidades derivadas del acta con acuerdo en el plazo del art.
62.2. LGT o en los plazos fijados en el acuerdo de aplazamiento o fraccionamiento que se hubiera
concedido por la AT con garantía de aval o certificado de seguro de caución.
PROCEDIMIENTO
¿En qué supuestos puede el procedimiento sancionador tributario tramitarse conjuntamente con los de
aplicación de los tributos?
La LGT establece que con carácter general, el procedimiento sancionador se tramitará de forma separada a
los de aplicación de los tributos, salvo 2 supuestos:
renuncia del obligado tributario, en cuyo caso se tramitará conjuntamente.
en los casos en que se firmen las actas con acuerdo, en las que se exige la renuncia del interesado
al procedimiento separado y se incluye en la liquidación la propuesta de sanción.
Efectos de la caducidad del procedimiento sancionador. [HOT2]
Si ha caducado un procedimiento sancionador tributario y todavía no ha transcurrido el plazo de
prescripción del dº a imponer sanciones, ¿puede la Admón iniciar un nuevo procedimiento sancionador?
Justifique su respuesta.
¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento del plazo máximo de duración del proc. inspector? En el
desarrollo de su respuesta indique si una de esas consecuencias es la caducidad del procedimiento.
El procedimiento sancionador en materia tributaria terminará por caducidad, resolución o incluso sin esta
última (art. 211.1 LGT) cuando, en un procedimiento sancionador iniciado como consecuencia de un
procedimiento inspector, el interesado haya prestado su conformidad a la propuesta de resolución,
entendiéndose dictada y notificada por el órgano competente para imponer la sanción, de acuerdo con
aquella propuesta, por el transcurso de plazo de 1 mes, a contar desde la fecha en que dicha conformidad
se manifestó, sin necesidad de nueva notificación expresa al efecto, salvo que en dicho plazo el órgano
competente para imponer la sanción notifique al interesado acuerdo, con alguno de los contenidos del art.
156.3 LGT, referido a las actas de conformidad.
El procedimiento deberá concluir en el plazo de 6 meses, contados desde la notificación de inicio del
procedimiento (art. 211.2 LGT), hasta la notificación por la que se comunica su resolución.
El vencimiento del plazo establecido de 6 meses, sin que se haya notificado resolución expresa producirá la
caducidad del procedimiento. Efectos:
La declaración de caducidad podrá dictarse de oficio o a instancia del interesado y ordenará el
archivo de las actuaciones.
Dicha caducidad impedirá la iniciación de un nuevo procedimiento sancionador, sobre el mismo
período y los mismos hechos.
Constituye una excepción a los efectos generales de la caducidad, regulados en el art. 104 LGT, que
determina que la caducidad no producirá por sí sola, la prescripción de los dºs de la AT.
Órganos competentes para la imposición de sanciones tributarias.
Los órganos competentes para la imposición de sanciones son:
El Consejo de Ministros, cuando se impone la suspensión del ejercicio de profesiones oficiales,
empleo o cargo público.
El Ministro de Hacienda, órgano equivalente de las CCAA, EELL u órganos en quienes deleguen,
cuando la sanción consista en la pérdida del dº a aplicar beneficios o inventivos fiscales cuya
concesión les corresponda o que sean de directa aplicación por los obligados tributarios, o en la
posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas o en la prohibición para contratar con la
Admón pública correspondiente.
El órgano competente para el reconocimiento del beneficio o incentivo fiscal, cuando consistan
en la pérdida del dº a aplicar el mismo, salvo lo dispuesto en el párrafo anterior.
El órgano competente para liquidar o el órgano superior inmediato de la unidad adtiva que ha
propuesto el inicio del procedimiento sancionador (art. 211.5).
EXTINCION
Causas de extinción de la responsabilidad derivada de infracciones tributarias. [HOT3]
Las causas que determinan la extinción de la responsabilidad derivada de las infracciones son: muerte del
sujeto infractor; prescripción; y regularización voluntaria de la situación fiscal
La muerte del infractor determina la extinción de la responsabilidad por las infracciones cometidas
por el fallecido, en coherencia con el ppio de personalidad de la pena.
La prescripción determina la extinción de la responsabilidad derivada de la infracción tributaria.
Para ello deberán transcurrir 4 años desde el momento en que se cometió la infracción. El plazo de
prescripción para imponer sanciones tributarias se interrumpirá:
o Por cualquier acción de la AT, realizada con conocimiento formal del interesado,
conducente a la imposición de la sanción tributaria.
o Por la interposición de reclamaciones o recursos de cualquier clase, por la remisión del
tanto de culpa a la jurisdicción penal, así como por las actuaciones realizadas con
conocimiento formal del obligado en el curso de dichos procedimientos.
La regularización voluntaria de la situación fiscal del sujeto pasivo se extingue la responsabilidad
por infracciones, tanto si la infracción era determinante de perjuicio económico para el Tesoro,
como si esa regularización afecta a infracciones no determinantes de perjuicio económico.
Causas de la extinción de las sanciones tributarias. [HOT2]
Según el art. 190 LGT, las sanciones tributarias se extinguen por el pago o cumplimiento, por prescripción
del dº para exigir su pago, por compensación, por condonación y por el fallecimiento de todos los
obligados a satisfacerlas.
PREGUNTAS TEMA 27
DECLARACION DE NULIDAD DE PLENO Dº
¿En qué supuestos podrá declararse la nulidad de pleno dº de los actos tributarios? [HOT2]
El objetivo de la nulidad de pleno dº es que la propia Admón pueda declarar nulo un acto por padecer
vicios muy graves de ilegalidad. El art. 217 LGT dispone: “Podrá declararse la nulidad de pleno dº de los
actos dictados en materia tributaria, así como de las resoluciones de los órganos económico-adtivos, que
hayan puesto fin a la vía adtiva o que no hayan sido recurridos en plazo, en los siguientes supuestos:
a. Que lesionen los dºs y libertades susceptibles de amparo constitucional.
b. Que hayan sido dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del
territorio.
c. Que tengan un contenido imposible.
d. Que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
e. Que hayan sido dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente
establecido para ello o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la
voluntad en los órganos colegiados.
f. Los actos expresos o presuntos contrarios al ord. jurídico por los que se adquieren facultades o dºs
cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.
g. Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición de rango legal.”
Debe precisarse que no todos los casos de nulidad del acto son susceptibles de declararse por esta vía, que
se admitirá sólo para los supuestos y motivos expresamente mencionados, considerados especialmente
graves en la vulneración del OJ, siendo éste el fundamento de que se arbitre esta vía excepcional y de
revisión en defensa de la legalidad. Por eso, ante otros supuestos de nulidad, como la debida al ppio de
inderogabilidad singular de los reglamentos, si la propia Admón quisiera obtenerla, sólo podría intentarlo
previa declaración de lesividad e impugnación en vía contenciosa.
Responda a las siguientes cuestiones relativas al procedimiento de revisión de actos nulos de pleno Dº.
¿Cuál es el órgano competente para resolverlo? ¿Son revisables por esta vía las resoluciones de los
órganos económico-adtivos? ¿Cabe recurso en vía adtiva contra la resolución del procedimiento?
La resolución es competencia del Ministro de Hacienda, previo dictamen favorable del Consejo de Estado, u
órgano en quien delegue
Respecto a los actos revisables por esta vía, el art. 217 admite que podrá declararse la nulidad de pleno dº
de los actos dictados en materia tributaria, así como de las resoluciones de los órganos económico-
adtivos, que hayan puesto fin a la vía adtiva o que no hayan sido recurridos en plazo, por lo que cabe
entender que también serán revisables además de los citados, otro tipo de resoluciones resolutorias de
recursos o de procedimientos de revisión.
La resolución, expresa o presunta, o el acuerdo de inadmisión pondrán fin a la vía adtiva, por lo que no
podrán recurrirse más que en vía contenciosa, ante la AN.
DECLARACION DE LESIVIDAD
¿En qué consiste la declaración de lesividad?
La característica fundamental de este procedimiento guarda relación con su finalidad. Según el art. 218.1.
LGT, fuera de los casos de nulidad de pleno dº (art. 217 LGT) y de rectificación de errores materiales, de
hecho o aritméticos (art. 220 LGT), la AT no podrá anular en perjuicio de los interesados sus propios actos y
resoluciones. Según el mismo precepto, «La AT podrá declarar lesivos para el interés público sus actos y
resoluciones favorables a los interesados que incurran en cualquier infracción del ord. jurídico, a fin de
proceder a su posterior impugnación en vía contencioso-adtiva».
La Admón no procede a revisar o anular sus actos a través de la declaración de lesividad; esta declaración
tiene como fin habilitar a la Admón para impugnar actos y resoluciones «favorables a los interesados» en la
vía contencioso-adtiva. La AT puede anular sus propios actos y resoluciones exclusivamente en los
supuestos contemplados en los art. 217 LGT (Declaración de nulidad de pleno dº) y 220 LGT (Rectificación
de errores).
¿Qué debe hacer la Admón. para impugnar ante los tribunales los actos que pretenda modificar en
perjuicio de los interesados? [HOT2]
¿Puede la AT anular en perjuicio de los interesados sus propios actos y resoluciones? Justifique su
respuesta. En caso de respuesta afirmativa, indique en qué supuestos puede hacerlo.
La AT no podrá anular en perjuicio de los interesados sus propios actos y resoluciones. Solo podrá declarar
lesivos para el interés público sus actos y resoluciones favorables a los interesados que incurran en cualquier
infracción del ord. jurídico, a fin de proceder a su posterior impugnación en vía contencioso-adtiva.
La declaración de lesividad tiene por objetivo que la Admón pueda instar la anulación de un acto ilegal,
para modificarlo en perjuicio del interesado. No se permite anularlo directamente a la propia Admón,
pero sí que pueda acudir a su impugnación en vía contenciosa.
Se regula por el art. 218 LGT, que la enmarca en su ap. 1 entre los procedimientos revisores, respecto de
actos que no padecen los vicios de nulidad radical ni errores materiales, aritméticos o de hecho.
Por eso, los supuestos en que procede son los de “cualquier infracción del ord. jurídico”, sin mayores
precisiones. Los actos revisables por esta vía (según el precepto), son “actos y resoluciones”, por lo que
pueden ser objeto de la misma las resoluciones económico-adtivas. El único requisito exigido es que sean
“favorables a los interesados”, aunque cabe entender que no es este un requisito que deba apreciarse en
su sentido estricto, sino que también puede acudirse a esta vía cuando se trata de modificar un acto que ya
inicialmente era gravoso o desfavorable, pero se pretende revisar en perjuicio del interesado.
Conteste a las siguientes preguntas relativas al procedimiento para la declaración de lesividad de actos
anulables: ¿En qué supuestos procede esta declaración? ¿En qué plazo (computado desde la notificación
del acto anulable) puede adoptarse la declaración? ¿Cuál es el órgano competente para resolver el
procedimiento en el ámbito de la Administración General del Estado?
Los supuestos en que procede son los de “cualquier infracción del ord. jurídico”, sin mayores precisiones.
Los actos revisables por esta vía son “actos y resoluciones”, por lo que pueden ser objeto de la misma las
resoluciones económico-adtivas. El único requisito exigido es que sean “favorables a los interesados”,
aunque cabe entender que no es este un requisito que deba apreciarse en su sentido estricto, sino que
también puede acudirse a esta vía cuando se trata de modificar un acto que ya inicialmente era gravoso o
desfavorable, pero se pretende revisar en perjuicio del interesado.
El plazo de adopción será de 4 años, desde que se notificó el acto adtivo. Este plazo es de caducidad, por lo
que no es susceptible de interrupción ni de reiniciación. Hay que tener en cuenta que es el plazo para
adoptar la declaración de lesividad, por lo que se trata de un plazo para la resolución, no para la iniciación
del procedimiento.
En cuanto al órgano competente para resolver el procedimiento, tras dar audiencia a todos los interesados,
en un plazo de 15 días, será el Ministro de Hacienda u órgano en quien delegue. El plazo de resolución es
de 3 meses, entendiéndose caducado si se excede dicho plazo, y si se declara la lesividad, se comunicará al
órgano de defensa y representación de la Admón autora del acto, para su impugnación en vía contenciosa.
REVOCACION
¿Qué motivos permiten proceder a la revocación de actos tributarios? [HOT2]
El objetivo de la revocación es que la Admón pueda anular y modificar sus actos en beneficio de los
interesados, ante ciertas circunstancias.
Según el art. 219 LGT, la AT podrá revocar sus actos en beneficio de los interesados cuando:
Se estime que infringen manifiestamente la ley,
Cuando circunstancias sobrevenidas que afecten a una situación jurídica particular pongan de
manifiesto la improcedencia del acto dictado, o
Cuando en la tramitación del procedimiento se haya producido indefensión a los interesados.
La revocación no podrá constituir, en ningún caso, dispensa o exención no permitida por las normas
tributarias, ni ser contraria al ppio de igualdad, al interés público o al ord. jurídico.
Dados los motivos que permiten acudir a esta vía, debe observarse que se admite tanto por cuestiones de
legalidad como de oportunidad, y de ahí la cautela del texto legal al señalar unos límites que impidan
utilizar arbitrariamente esta potestad o como medida de trato particular favorable discriminatorio.
EJEMPLO: Se impone una sanción por comisión de una infracción tributaria, habiéndose recurrido el acto
de liquidación, pero no el acto de imposición de la sanción. Si posteriormente la resolución del recurso es
favorable para el obligado tributario, podrá instarse de oficio la revocación de la sanción, al quedar sin
efecto la base sobre la que se ampara la misma.
DEVOLUCION INGRESOS INDEBIDOS
¿En qué supuestos procede incoar el procedimiento para el reconocimiento del dº a la devolución de
ingresos indebidos?
Se contempla entre los procedimientos especiales de revisión en el art. 221 LGT, aunque el mismo precepto
comienza diciendo que se trata de un procedimiento para el reconocimiento del dº a la devolución de
ingresos indebidos. En esa medida, se trata de un procedimiento declarativo del dº, más que propiamente
de un procedimiento revisor de la actuación adtiva, pues no se dirige a anular, modificar ni rectificar ningún
acto previo de la Admón.
Supuestos:
a) Duplicidad en el pago de deudas tributarias o sanciones.
b) Pago excesivo sobre la cantidad liquidada o autoliquidada.
c) Ingreso de deudas o sanciones prescritas.
d) Cuando así lo establezca la normativa tributaria
EJEMPLO: Un contribuyente ha presentado autoliquidación por el IRPF en periodo voluntario ingresando
2500€. Ocho meses después descubre que no ha computado la deducción por vivienda habitual por 1352€,
por lo podrá solicitar la devolución de este importe junto con su interés de demora.
¿Puede impugnarse una liquidación a través del procedimiento de devolución de ingresos indebidos?
El procedimiento de devolución de ingresos indebidos no permite impugnar una liquidación, pues sólo
puede utilizarse en los supuestos previstos en el art. 221.1 LGT (duplicidad en el pago, pago superior al
fijado en la liquidación o autoliquidación e ingreso de deudas prescritas) y ninguno de estos casos permite
revisar una liquidación. Se trata de un procedimiento declarativo del derecho, más que de un
procedimiento revisor, pues no se dirige a anular, modificar ni rectificar ningún acto previo de la
Administración.
PREGUNTAS TEMA 28
RECURSO DE REPOSICION
¿En qué casos queda suspendida la ejecución de un acto impugnado a través de un rec. de reposición?
El art. 224 LGT regula la suspensión de la ejecución del acto recurrido en reposición.
Como regla general establece que la ejecución del acto impugnado quedará suspendida
automáticamente a instancia del interesado si se garantiza el importe de dicho acto, los intereses
de demora que genera la suspensión y los recargos que pudieran proceder. Las garantías necesarias
son las reguladas en el mismo art.: dinero, aval, fianzas etc.
En el supuesto de impugnación de una sanción tributaria, la suspensión es automática por la mera
interposición del recurso, sin necesidad de garantía, dado el ppio de no ejecutividad de las
sanciones hasta su firmeza en vía adtiva.
Cuando se aprecie que al dictarlo se ha podido incurrir en error aritmético, material o de hecho, se
podrá suspender la ejecución del acto sin necesidad de aportar garantía.
Si la impugnación afectase a un acto censal relativo a tributos de gestión compartida (los locales),
nunca procederá la suspensión, prosiguiendo el procedimiento de cobro del tributo, sin perjuicio de
la ulterior devolución de lo ingresado si se estima el recurso.
RECLAMACION ECONOMICA-ADTIVA
Desea impugnar una liquidación adtiva de una Admón de la AEAT (órgano periférico) que se le ha
notificado. ¿Qué recursos o reclamaciones puede interponer? Si decide interponer una reclamación
económico-adtiva, ¿qué órgano será el competente para entender de la reclamación?
Puede interponer recurso de reposición. El recurso de reposición es previo a la vía económico–adtiva, por
lo que una vez interpuesto no podrá acudirse a aquélla hasta que se resuelva la reposición, expresamente o
por silencio adtivo. Asimismo, si se simultanean ambos, se tramitará el interpuesto en 1er lugar,
declarándose inadmisible el otro. Es potestativo, no habiendo sido nunca en el ámbito tributario la vía
previa al contencioso, pues este carácter se reserva a la económico-adtiva.
También puede interponer directamente la reclamación económico-adtiva. Al tratarse de un órgano
periférico, el competente para entender de la reclamación es el TEAR o TEAL.
Desea impugnar una liquidación adtiva de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes (órgano
central de la AEAT) que se le ha notificado ¿Qué recursos o reclamaciones puede interponer? Si decide
interponer una reclamación económico-adtiva, ¿qué órgano será el competente para entender de la
reclamación?
Puede interponer el recurso de reposición o la reclamación económico-adtiva. En este último caso, el
competente para entender de la reclamación será el TEAC en única instancia, al tratarse de un órgano
central de la AEAT.
Ha decidido interponer una reclamación económico-adtiva contra una liquidación adtiva que le ha sido
notificada. A) ¿Qué plazo tiene para interponerla? B) ¿A qué órgano adtivo debe dirigir el escrito de
interposición? C) ¿Debe acompañar las alegaciones al escrito de interposición en algún caso? En caso de
respuesta afirmativa, indique en qué casos debe hacerlo. D) ¿En qué supuestos queda suspendida la
ejecución del acto impugnado en vía económico-adtiva? [HOT2]
Según el art. 235, el plazo de interposición es de 1 mes desde el día siguiente al de notificación del acto o al
día en que se entienda producido el silencio adtivo.
El lugar de presentación lo aborda el art. 235 para indicar que, salvo obligaciones entre particulares, en que
el escrito se dirigirá al tribunal competente, habrá de dirigirse éste al órgano que dictó el acto.
Las alegaciones y pruebas deben acompañarse necesariamente en las reclamaciones por el procedimiento
abreviado ante órganos unipersonales. En los demás casos, el escrito de interposición podrá limitarse a
pedir que se tenga por interpuesta la reclamación, pero podrá también contener las alegaciones del
recurrente, aportando las pruebas y documentos que se estimen convenientes, lo que supone renunciar al
posterior trámite de alegaciones salvo que se solicite expresamente en dicho escrito. Cuando el escrito de
interposición incluyese alegaciones, el órgano adtivo que dictó el acto podrá anular total o parcialmente el
acto impugnado antes de la remisión del expediente al tribunal, siempre que no se hubiera presentado
previamente recurso de reposición. En este caso, se remitirá al tribunal el nuevo acto dictado junto con el
escrito de interposición.
Ha recibido la notificación de la liquidación de una deuda tributaria por importe de 50.000€ que ha sido
dictada por una Admón. de la AEAT (órgano periférico) situada en Madrid. Indique qué recursos y7o
reclamaciones puede interponer en la vía adtiva y ante qué órgano u órganos debe hacerlo.
Pueden interponerse los siguientes recursos y reclamaciones:
1. El recurso de reposición (potestativo) ante el mismo órgano que dictó la liquidación (una Admón.
de la AEAT en Madrid).
2. La reclamación económico-adtiva en única instancia antes el TEAR de Madrid, puesto que el acto
impugnado ha sido dictado por un órgano periférico y el importe no alcanza los 150.000€ de cuota.
El recurso se dirigirá al propio órgano que dicto el acto recurrido.
¿En qué supuestos queda suspendida la ejecución del acto impugnado en vía económico-adtiva?
Los supuestos de suspensión son los siguientes:
Si se trata de actos de contenido económico:
o La ejecución del acto impugnado quedará suspendida automáticamente a instancia del
interesado si se garantiza el importe de dicho acto, los intereses de demora que genera la
suspensión y los recargos que pudieran proceder. Las garantías necesarias son dinero, aval,
fianzas etc.
o En caso de no aportarse las garantías mencionadas, la ejecución será facultativa,
acordándose previa prestación de otras garantías que se estimen suficientes.
o La suspensión será sin garantías cuando la ejecución pudiera causar perjuicios de difícil o
imposible reparación (dispensa total o parcial), o cuando se aprecie la posibilidad de haber
incurrido en error aritmético, material o de hecho
Si se trata de actos sin contenido económico:
o Suspensión previa solicitud del interesado, demostrando que la ejecución podría causar
daño de difícil o imposible reparación
o No se exigen garantías
Si se trata de sanciones, se suspenden automáticamente sin necesidad de garantía, habida cuenta
de su carencia de ejecutividad si no son firmes en vía adtiva
Si se trata de un recurso extraordinario de revisión, nunca procederá la suspensión
Para poder obtener la suspensión automática de los actos que tienen por objeto una deuda tributaria y
que so impugnados en la via económica-adtiva debe aportarse una de las garantías señaladas por la
normativa tributaria. ¿Cuáles son estas garantías?
Las garantías necesarias para obtener la suspensión automática son:
Depósito de dinero o valores públicos.
Aval o fianza de carácter solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía reciproca o
certificado de seguro de caución.
Fianza personal y solidaria de otros contribuyentes de reconocida solvencia para los supuestos que
se establezcan en la normativa tributaria.
En ciertos casos, el escrito de interposición de la reclamación económica-adtiva debe ir acompañado de
las alegaciones que fundamentan la pretensión. ¿De qué casos de trata?
Se trata de aquellas reclamaciones que se tramiten por el procedimiento abreviado ante órganos
unipersonales.
¿En qué casos se tramitan las reclamaciones económico-adtivas por el procedimiento abreviado ante
órganos unipersonales?
¿En qué supuestos se incoa el procedimiento económico-adtivo abreviado ante órganos unipersonales?
Las reclamaciones que se tramiten por este procedimiento abreviado serán resueltas en única instancia por
el órgano unipersonal, sin que contra la resolución que recaiga quepa en ningún caso el recurso ordinario
de alzada, aunque sí los extraordinarios de alzada y revisión.
Procederá este procedimiento abreviado en los supuestos siguientes:
a) Cuantía inferior a la reglamentariamente señalada (6.000€ o 72.000€ si se impugnan bases o
valoraciones).
b) Alegación exclusiva de inconstitucionalidad o ilegalidad de las normas,
c) Alegación exclusiva de falta o defecto de notificaciones,
d) Alegación exclusiva de insuficiencia de motivación o de incongruencia del acto,
e) Alegaciones exclusivamente en torno a la comprobación de valores,
f) Otras circunstancias previstas reglamentariamente.
Mensaje tutor: Un órgano unipersonal en la admón, en este caso, la Agencia Tributaria, es aquel en el que
recae la potestad para dictar actos, o en el tema que estamos, para resolver recursos, en una sola persona.
Si tal potestad correspondiese a más de una persona, estaríamos ante un órgano colegiado.
RECURSOS ORDINARIOS DE ANULACION Y DE ALZADA
Recurso de anulación previo a la alzada en la vía económico-adtiva: supuestos en que procede, órgano
ante el que se interpone, plazos de interposición y de resolución, ¿es potestativo o preceptivo?
Con carácter previo al recurso de alzada ordinario, podrá interponerse ante el tribunal recurso de anulación
exclusivamente en los siguientes supuestos:
cuando la resolución declare incorrectamente la inadmisibilidad de la reclamación o declare la
inexistencia de alegaciones o pruebas oportunamente presentadas,
cuando padezca incongruencia completa y manifiesta, y
cuando se hubiera acordado el archivo de actuaciones por renuncia, desistimiento, caducidad o
satisfacción extraprocesal
Se trata de un recurso potestativo para el sujeto, previsto para agilizar la revisión de la resolución en
ciertos casos que no afecten al fondo del asunto, y que también podrá alegar, obviamente, si opta por
acudir directamente al recurso de alzada.
Se interpondrá ante el órgano del tribunal que hubiese dictado el acuerdo o la resolución recurrida, en el
plazo de 15 días, haciéndose mediante escrito que incluirá las alegaciones y las pruebas oportunas.
La resolución se adoptará, sin más trámite, en el plazo de 1 mes desde la interposición, entendiéndose
desestimatoria si transcurre este plazo sin haberse adoptado.
El RR dispone que se admite este recurso contra los acuerdos y resoluciones que pongan término en
cualquier instancia a una reclamación económico-adtiva, por lo que caben contra cualquier resolución de
los TEAR y resoluciones del TEAC, dictadas en recurso de alzada, ordinario o extraordinario
¿Qué personas y órganos están legitimados para interponer el recurso de alzada ordinario en la vía
económica-adtiva?
Sobre la legitimación, se concede, además de a los interesados, a los Directores Generales del Ministerio de
Hacienda y a los Directores de Departamento de la AEAT en las materias de su competencia, así como a los
órganos equivalentes o asimilados de las CCAA en materia de su competencia.
La resolución que se dicte por el TEAC confirmará o revocará la dictada en 1ª instancia, surtiendo plenos
efectos sobre la situación controvertida.
Ha recibido la notificación de la liquidación de una deuda tributaria por importe de 2 millones de €, que
ha sido dictada por una Admón de la AEAT (órgano periférico) situada en Madrid. Si decide impugnar la
liquidación en la vía económico-adtiva, ¿debe necesariamente interponer la reclamación ante el TEAR?
Justifique su respuesta.
Ha recibido la notificación de una resolución desestimatoria de un TEAR en relación con una deuda
tributaria cuya cuantía supera los 2 millones de €. Desea impugnar esa resolución. ¿Qué recurso puede
interponer y qué órgano será competente para resolverlo? En el desarrollo de su respuesta, indique si
puede acudir directamente a la vía contencioso-adtiva para impugnar la resolución del TEAR indicada.
Al superar la cuantía fijada de 150.000€ y de 1.800.000€, le correspondería en 1ª instancia al TEAR. No
obstante, en este caso procedería por la cuantía el recurso de alzada, pudiendo interponerse directamente
la reclamación ante el TEAC, omitiendo así la 1ª instancia (la LGT, en su art. 229.5, se hace eco de la
jurisprudencia constitucional que denuncia la exigencia de una doble vía preceptiva antes del contencioso).
Sí es preceptivo el acudir al TEAC, por lo tanto, no se puede impugnar directamente en la vía contencioso-
adtiva.
El recurso ordinario de alzada es el recurso jerárquico por excelencia, siendo preceptivo contra resoluciones
de los TEAR-L, cuando el asunto supere las cuantías señaladas, así como contra las resoluciones de órganos
económico-adtivos autonómicos. En él se someten a revisión tanto el fondo del asunto como todas las
decisiones del órgano de 1ª instancia que haya puesto fin a ésta o impidan su continuación.
Se contempla este recurso de alzada por el art. 241, que declara la competencia del TEAC y el plazo de un
mes para su interposición.
EJEMPLO: Contra las liquidaciones contenidas en actas de inspección incoadas por una dependencia
provincial de inspección por importes, respectivamente de 160.000 y 90.000€, caben los ss recursos:
1. Contra la de 160.000€:
a. Recurso de reposición, reclamación ante el TEAR.
b. Recurso de alzada ordinario ante el TEAC.
c. Recurso contencioso-adtivo ante AN, siendo posible haber interpuesto la reclamación
directamente ante el Tribunal Central.
2. Contra la de 90.000€:
a. Recurso de reposición.
b. Reclamación económico-administrativa regional.
c. Recurso contencioso-adtivo ante el TSJ de la CA.
RECURSOS EXTRAORDINARIOS DE ALZADA
¿Qué órganos resuelven los recursos de alzada (ordinario y extraordinarios) en la vía económico-adtiva?
El recurso ordinario de alzada se concibe como el recurso jerárquico por excelencia, siendo preceptivo
contra las resoluciones de los TEAR y TEAL cuando el asunto supere las cuantías señaladas, así como contra
las resoluciones de los órganos económico-adtivos autonómicos. El órgano que resuelve es el TEAC.
Los recursos extraordinarios de alzada consisten en:
Recurso extraordinario de alzada para la unificación de criterio: el órgano competente para
resolver es el TEAC.
Recurso extraordinario de alzada para la unificación de doctrina: es competente para resolverlo la
Sala Especial para la Unificación de Doctrina, integrada por representantes de ambos sectores
(unificación de doctrina)
¿Que son y qué efectos tienen los recursos extraordinarios de alzada en la vía económico-adtiva?
Los recursos extraordinarios de alzada tienen en común el que se pueden interponer solamente por los
órganos directivos contra resoluciones que no admiten la alzada ordinaria por razón de su cuantía y cuya
decisión quiere corregirse a efectos de fijar doctrina aplicable a otros casos similares. Por eso no alteran la
situación jurídica derivada de la resolución recurrida, que sólo podría combatirse, en su caso, acudiendo a
la jurisdicción contencioso-adtiva.
El recurso extraordinario de alzada para la unificación de criterio podrá interponerlo los
Directores Generales del Mº de Hacienda y los Directores de Dpto. de la AEAT, así como los órganos
asimilados de las CCAA, cuando consideren que la resolución dictada en única instancia por el TEAR
o TEAL, o por el órgano revisor autonómico, es gravemente dañosa y errónea, o no se adecua a la
doctrina del TEAC o sigue criterios distintos de los de otros tribunales económico-adtivos.
La interposición se llevará a cabo en el plazo de 3 meses desde la notificación del acuerdo recurrido,
y la resolución se dictará por el TEAC en el plazo de 6 meses, unificando el criterio. La doctrina que
se fije a través de este recurso será vinculante para los órganos económico-adtivos y para el resto
de la AT.
El recurso extraordinario de alzada para la unificación de doctrina tiene la misma finalidad que el
anterior de depurar los criterios y pronunciamientos económico-adtivos, buscando su
homogeneidad. Pero procede contra resoluciones del propio TEAC, pudiendo interponer el recurso
únicamente el Director General de Tributos y el órgano equivalente autonómico. Se trata, por
tanto, de un medio de eliminar las discrepancias entre la Admón gestora y la revisora, buscando
conciliar ambas posturas. La doctrina será vinculante para los TEA y para el resto de la AT. Es
competente para resolverlo la Sala Especial para la Unificación de Doctrina
En cuanto a sus efectos, la resolución respetará la situación jurídica particular derivada de la resolución
recurrida. Los criterios establecidos en la resolución serán vinculantes para los tribunales económico-
adtivos, para los órganos económico-adtivos de las CCAA y para el resto de la AT del Estado y de las CCAA
RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISION
Recurso extraordinario de revisión en la vía económico-adtiva: actos recurribles, competencia para
resolverlo, legitimación, plazo de interposición y plazo de resolución.
Es un remedio extraordinario para revisar actos y resoluciones firmes respecto de los que se manifiestan
ciertos vicios o defectos cuando ya no están disponibles los medios de revisión ordinarios.
Son actos recurribles los actos y resoluciones firmes cuando concurra alguno de los 3 motivos siguientes:
a) Aparición de documentos posteriores o de imposible aportación al tiempo de dictarse el acto o la
resolución, de valor esencial para la decisión y que evidencien su error.
b) Que los documentos o testimonios en que se fundó el acto o la resolución se declaren falsos por
sentencia judicial firme anterior o posterior.
c) Que se dictara el acto con prevaricación, cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra
conducta punible, declarándose así por sentencia judicial firme.
La competencia para conocerlo y resolverlo es del TEAC, pero, si de la interposición se aprecia la falta de
alguno de los motivos que lo permiten, podrá declararse la inadmisibilidad por el órgano unipersonal.
La legitimación para recurrir la ostentan los interesados y los órganos directivos del Mº de Hacienda, de la
AEAT y de las CCAA.
En cuanto al plazo de interposición, es de 3 meses desde la aparición del documento o desde la firmeza de
la sentencia judicial. No procede en este recurso la suspensión del acto.
La resolución se dictará en el plazo ordinario de 1 año, entendiéndose desestimado el recurso si transcurre
el mismo sin haberse adoptado, pudiendo el interesado interponer el contencioso contra la desestimación
por silencio o esperar a la resolución expresa, que el órgano habrá de dictar en todo caso.
TRIBUTOS LOCALES
Responda a las siguientes cuestiones relativas al recurso de reposición contra actos de aplicación de los
tributos locales: ¿Tiene carácter potestativo o preceptivo? ¿En qué plazo debe interponerse? ¿Qué
consecuencias se derivan de la falta de resolución del recurso en plazo?
Actualmente, se considera que el recurso de reposición contra actos de aplicación de los tributos locales es,
con carácter general, preceptivo y previo al contencioso. En los municipios de gran población que disponen
de un órgano económico-adtivo, será potestativo
La interposición del recurso del recurso se efectuará en el plazo de 1 mes, contado a partir del día siguiente
al de la notificación del acto recurrible o del siguiente a aquél en que se produzca los efectos del silencio
adtivo. Tratándose de deudas de vencimiento periódico y notificación colectiva, el plazo para la
interposición se computará a partir del día siguiente al de finalización del periodo voluntario de pago
La resolución se dictará en el plazo de un mes desde la interposición. Transcurrido el plazo sin haberse
adoptado, se entenderá desestimado el recurso, a efectos de que el interesado pueda acudir al
contencioso, y sin perjuicio del deber de resolverlo expresamente que compete a la Entidad Local.
¿Qué recursos o reclamaciones se pueden interponer en vía adtiva contra los actos tributarios de los
grandes municipios (municipios de gran población)?
Para los grandes municipios, la Ley 57/2003 regula el “Órgano para la resolución de las reclamaciones
económico adtivas”, implantando así esta vía como propia de las Entidades locales de gran tamaño.
Como características ppales de esta nueva vía de revisión local se observan las siguientes:
a) Es preceptiva;
b) Agota la vía adtiva, constituyendo la vía previa al contencioso-adtivo;
c) Será competente el órgano económico-adtivo local, que basará su funcionamiento en criterios de
independencia técnica, celeridad y gratuidad.
Actos recurribles: conocimiento y resolución de las reclamaciones sobre actos de gestión, liquidación,
recaudación e inspección de tributos e ingresos de dº público, que sean de competencia municipal. Bien
entendido que ello se entiende sin perjuicio de los supuestos en que se prevé la reclamación económico-
adtiva ante los TEA del Estado (es decir, los actos de gestión catastral y de gestión censal). Contra esos
actos podrán interponer los interesados, de manera potestativa, el recurso de reposición, contra cuya
resolución procederá esta vía económico-adtiva.
¿Qué recursos y/o reclamaciones procede interponer en vía adtiva contra los actos de gestión catastral y
censal dictados por las entidades locales en virtud de delegación o convenio de colaboración?
A tenor del actual TRLHL, la gestión catastral del IBI y la gestión censal del IAE competen a la Admón del
Estado, por lo que los actos que dicte en estas materias se someterán a su propia vía económico-adtiva.
En cambio, la gestión estrictamente tributaria de estos tributos y la de los restantes que integran la
Hacienda local, es competencia de la propia Entidad, sometiéndose los actos dictados por ella al recurso de
reposición preceptivo y previo al contencioso.
Este criterio subjetivo, que deslinda las vías de revisión en función de la Admón que dictó el acto, se lleva a
sus últimas consecuencias por la LHL. Por eso aun tratándose de actos de gestión tributaria de los tributos
locales, procederá la vía económico-adtiva contra ellos cuando se dicten por la Admón del Estado, si ha
asumido dicha gestión por delegación.
A la inversa, los actos de gestión catastral y censal dictados por la Entidad local en virtud de delegación o de
convenio de colaboración se someterán al recurso de reposición. Pero en este último caso, al ser una
competencia estatal, contra la resolución de la reposición procederá también la vía económico-adtiva. Se
impone, pues, en estos supuestos, 2 vías adtivas, preceptivas ambas, antes de poder acceder al
contencioso-adtivo, pese a la jurisprudencia constitucional que advierte contra la exigencia de más de una
vía adtiva previa a la judicial.
El Ayuntamiento de Madrid le ha notificado la liquidación de una tasa de recogida de basuras. Si desea
impugnar esa liquidación, ¿debe interponer algún recurso o reclamación en vía adtiva antes de acudir a
la jurisdicción contencioso-adtiva? Justifique su respuesta. En caso de respuesta afirmativa, indique de
qué recurso o reclamación se trata. En caso de respuesta negativa, justifique su contestación.
Será necesario interponer una reclamación económico-adtiva ante el órgano económico-adtivo local.
El Ayuntamiento de un municipio (en el que no se aplica el régimen de organización de los municipios de
gran población) le notifica una liquidación del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. Si desea
impugnar esta liquidación, ¿debe interponer algún recurso o reclamación en vía adtiva antes de acudir a
la jurisdicción contencioso-adtiva? En caso de respuesta afirmativa, indique de qué recurso o reclamación
se trata. En caso de respuesta negativa, justifique su contestación.
El recurso de reposición contra los actos tributarios dictados por la Admón. municipal tiene carácter
preceptivo y es previo al contencioso cuando concurren 2 circunstancias:
1. No se aplica al municipio el régimen de organización de los municipios de gran población; y
2. No se trata de actos de gestión catastral o censal dictados en virtud de delegación o de convenio de
colaboración.
En el supuesto planteado es necesario, por lo tanto, interponer este recurso antes de acudir a la vía
contenciosa-adtiva.
Diferencias entre declaración y autoliquidación
DECLARACIÓN AUTOLIQUIDACIÓN
Es también una declaración efectuada por el sujeto pasivo, pero aquí, además
de comunicar a la AT los datos necesarios para la liquidación del tributo y otros
Es una declaración en la que el sujeto pasivo simplemente describe de contenido informativo, los sujetos pasivos realizan por sí mismos las
los hechos y datos para que sean liquidados por la AT. operaciones de calificación y cuantificación necesarias para determinar e
ingresar el importe de la deuda tributaria o, en su caso, determinar la cantidad
que resulte a devolver o a compensar.
Se trata sólo de declarar, pero no de liquidar. Se reúnen las operaciones de declaración y de liquidación.
El particular es el que declara y más tarde la Admón liquida. Inicialmente en las operaciones de declaración y liquidación no interviene para
Interviene 1º el sujeto pasivo y más tarde la AT. nada la AT, sino que es el sujeto pasivo el que efectúa ambas operaciones.
El sujeto pasivo inicia el procedimiento de gestión mediante El único procedimiento que el obligado tributario puede iniciar en el caso de las
declaración. autoliquidaciones es el procedimiento de devolución y el de rectificación.
DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE LOS PROCEDIMIENTOS DE GESTIÓN E INSPECCIÓN EN CUANTO A LOS ELEMENTOS
OBJETOS DE CONTROL
Los datos declarados por el Examen de datos consignados por los obligados El objeto de comprobación es muchísimo más amplio, ya
sujeto pasivo se contrastan en las declaraciones presentadas por el que aparte de comprender el examen de elementos de los
con justificantes aportados obligado tributario. procedimientos de gestión, aquí se extiende a la inspección
con la declaración, datos de bienes, elementos, explotaciones y cualquier otro
contenidos en otras antecedente o información que deba de facilitarse.
declaraciones presentadas Examen de los datos que se le requieran al
por el mismo obligado obligado tributario.
tributario o con datos que Las actuaciones inspectoras se realizarán mediante el
obren en poder de la AT. examen de documentos, libros, contabilidad, principal y
Examen de los datos y antecedentes en poder auxiliar, ficheros, facturas, justificantes, correspondencia
de la AT. con trascendencia tributaria, bases de datos
informatizadas, programas, registros y archivos
informáticos relativos a actividades económicas, así como
Examen de los registros y demás documentos mediante la inspección de bienes, elementos,
(libros, registros o documentos de carácter explotaciones y cualquier otro antecedente o información
oficial, con excepción de la contabilidad que deba de facilitarse a la AT o que sea necesario para la
mercantil. exigencia de las obligaciones tributarias.
Los datos declarados por el sujeto pasivo se Examen de datos consignados por los obligados en las Se utilizan los medios que vienen explicitados en el
contrastan con los siguientes: declaraciones presentadas por el obligado tributario. artículo 57.1 LGT (precios medios de mercado,
cotizaciones en mercados nacionales y extranjeros,
Justificantes aportados con la Examen de los datos que se le requieran al obligado tributario.
dictamen de peritos de la Administración, etc.).
declaración.
Examen de los datos y antecedentes en poder de la AT.
En este procedimiento reviste una especial
Datos contenidos en otras declaraciones
Examen de los registros y demás documentos (libros, registros o importancia la Tasación Pericial contradictoria.
presentadas por el mismo obligado
documentos de carácter oficial, con excepción de la contabilidad
tributario. La LGT, al extender la comprobación de valores a
mercantil.
todos los tributos, también será utilizable en todos
Con los que obren en poder de la AT.
Examen de facturas o documentos que sirvan de justificante de ellos la TPC.
las operaciones incluidas en libros, registros o documentos.
La TPC no es exclusiva de este procedimiento. Reviste
Requerimientos a terceros para que aporten la información que una gran importancia en el procedimiento de
se encuentran obligados a suministrar con carácter general. inspección y, sobre todo, en la revisión en vía
administrativa.
UNOS PROCEDIMIENTOS PUEDEN LLEVARNOS A OTROS
P. de verificación de datos
P. DE DEVOLUCIÓN INICIADO MEDIANTE AUTOLIQUIDACIÓN, SOLICITUD
P. de comprobación limitada
O COMUNICACIÓN DE DATOS
P. de inspección
P. de comprobación limitada
P. DE VERIFICACIÓN DE DATOS
P. de inspección
Cuando en los actos de comprobación e investigación, el No es el resultado de una transacción. La conformidad del obligado Cuando el obligado tributario o su
órgano inspector entienda que se puede concluir con un tributario constituye un pronunciamiento procesal acerca de la certeza representante no suscriban el acta o no
acuerdo porque se dan los supuestos que prescribe el art. de los hechos imputados por la Inspección, pudiendo comprender en comparezcan en la fecha señalada para la firma,
155 LGT, lo pondrá en conocimiento del obligado cierto modo una confesión y de la corrección de la propuesta de manifiesta su disconformidad con la propuesta
tributario. Éste hará una propuesta con el fin de llegar a liquidación. A la conformidad llega el interesado como consecuencia de de regularización que formule la Inspección de
un acuerdo. Sobre todo se realiza cuando no es posible las pruebas aportadas por la Inspección y del juicio que le merece la los Tributos, se hará constar expresamente esta
obtener datos objetivos y se necesita de estimaciones, calificación jurídica que la inspección efectúa; juicio para el que el circunstancia en el acta, a la que se acompaña
que claro es, tienen que ser mediante acuerdo con el obligado tributario se halla facultado en procedimiento adtivo, que un informe del actuario en el que se
obligado tributario. normalmente va a corregir la calificación misma hecha por aquél en su desarrollarán los fundamentos de dº en que se
declaración-liquidación, pudiendo, además, contar siempre con la base la propuesta de regularización.
Cuando se hayan puesto de acuerdo el inspector y el
asistencia profesional de un experto en la materia. La conformidad no
obligado tributario sobre los datos estimados, el inspector Además de las alegaciones que el obligado
restringe, además, evidentemente, la posibilidad que tiene el
solicita autorización expresa y anterior o simultánea al tributario hubiera podido efectuar en el trámite
interesado de impugnar la liquidación correspondiente.
acta. El acuerdo se perfecciona mediante la suscripción de audiencia previo a la firma del acta de
del acta por el obligado tributario o su representante y la Si el acta es de conformidad, con descubrimiento de deuda, la disconformidad, podrá formular nuevas
Inspección de los tributos. tramitación resulta extraordinariamente sencilla, pues el interesado alegaciones ante el órgano competente para
deberá ingresar el importe de la deuda tributaria, bajo apercibimiento liquidar, en el plazo de 15 días desde la
El contenido del acta con acuerdo se entenderá
de su exacción en vía de apremio en caso de falta de pago, en los plazos notificación del acta y del informe ampliatorio
íntegramente aceptado por el obligado y por la Admón,
previstos. Será fecha determinante del cómputo de estos plazos, del actuario.
agregando que la liquidación y la sanción derivadas del
aquella en que se entienda producida la liquidación derivada del acta.
acuerdo sólo podrán ser objeto de impugnación o revisión
En el acta de conformidad, si en el plazo de un mes desde su extensión,
en vía adtiva por el procedimiento de declaración de
el Inspector Jefe no las rectifica u ordena ampliar actuaciones, se
nulidad de pleno dº previsto en la ley y sin perjuicio del
entiende confirmada y la propuesta se convierte en liquidación, con la
recurso que pueda proceder en vía contencioso-adtiva
consiguiente obligación de pago.
por la existencia de vicios en el consentimiento.
El ppal atractivo es la reducción del 30% de las sanciones. Su principal
Tiene el beneficio de la reducción del 50% de las
inconveniente radica en que los hechos y elementos determinantes de
sanciones.
la deuda tributaria respecto de los que el obligado tributario o su
representante prestó su conformidad, “se presumen ciertos y sólo
podrán rectificarse mediante prueba de haber incurrido en error de
hecho”.
Cuando en una intervención el inspector no puede Cuando en la actuación de la inspección, el obligado tributario Cuando el obligado tributario no está de
CONCLUSIONES
determinar objetivamente unos valores (art. 155 está conforme con la actuación del inspector Reducción del acuerdo con la actuación del inspector y
LGT) Reducción del 50 % de la sanción. 30 % de la sanción. con las cantidades, etc. de la inspección y,
por tanto, no firma el acta o muestra su
disconformidad.