TRABAJO D PRESABERES

MANEJO Y CONSERVACION DE SUELOS

MARITZA MILENA CIFUENTES FORERO, CODIGO: 1006532015

SANDRA YAMILE PULIDO

TUTOR

CODIGO DE GRUPO: 30160-22

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD

PROGRAMA: AGRONOMIA

FEBRERO-2020
 INTRODUCCION

Mediante este trabajo se da a conocer la importancia del manejo de conservación de

suelos, teniendo en cuenta las calidades de suelo, por el cual el suelo constituye un
sistema abierto, con entradas de tipo atmosféricas y salidas que pueden ser
perjudiciales, en forma de descubrimiento y erosión.

Teniendo en cuenta el contacto con la naturaleza, se resalta la importancia de los

suelos para nuestra supervivencia y prosperidad, en los ecosistemas los suelos
cumplen con tan importantes funciones de las cuales se derivan servicio indispensable
para el sostenimiento tanto del ecosistema como de la vida humana.
1. ENSAYO

IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN DE SUELOS

A través de la historia han sido dos factores los que han determinado los incrementos
de la producción agrícola; por un lado la extensión de superficie de cultivo, es decir,
cuanto más unidades de cultivo se utilicen mayor será la cantidad cosechada; por otro
lado el aumento en los rendimientos por unidad de cultivo, así pues, las pequeñas
extensiones pueden contribuir de manera significativa a una producción total. Estas
cuestiones se fueron dando paulatinamente a través de los años, y así también se dio la
inclinación de la balanza a favor del segundo factor mencionado. Entonces tenemos
que hasta los años cincuenta era algo imprescindible la expansión de las áreas
cultivadas para tener resultados positivos y distinto a ello, en las décadas de los
sesenta y setenta fue la ‘intensificación del campo” el factor más significativo en los
aumentos de producción.

La agricultura es una de las actividades humanas más antiguas, se puede decir, que es
la más conocida por el hombre y cuya importancia radica en el aporte que brinda a la
economía global, sobre todo a los países latinoamericanos. Dicha actividad permite la
producción de granos básicos, por medio del recurso suelo, para Cardona (1991) “El
suelo consiste en rocas descompuestas, conteniendo todos los tipos de minerales
existentes en la tierra”.

Sabemos claramente que en Guatemala el área rural, es el sector que hace mayor uso
de este recurso para llevar a cabo actividades agrícolas, poniendo en práctica métodos
enraizados en la cultura, costumbres y tradiciones que han sido heredados por los
antepasados.

Sánchez J (1995) enfatiza “como el aprovechamiento adecuado de los suelos con

aptitudes agrícolas, en muchos casos ayuda a sostener la economía de un país, ya que
favorece el desarrollo cuando se aplican técnicas especiales para producir volúmenes
más altos de materias primas en espacios pequeños”.
Lamentablemente la falta de conocimiento de los campesinos de nuestro país, sobre los
problemas ocasionados por el mal uso de la tierra, resulta perjudicial para el agricultor
y para el suelo mismo, debido a que se ocasiona la perdida de la fertilidad y por ende
de la productividad, así como la degradación del suelo, que según la Organización de
la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la degradación, es el
proceso que rebaja la capacidad actual y potencial del suelo para producir cuantitativa y
cualitativamente bienes y servicios.

En sus investigaciones sobre Recursos Naturales y Sostenibilidad agrícola en

Mesoamérica, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza CATIE
(1996) reconoce “que gran parte del desarrollo agrícola de un país depende de la
existencia y utilización racional de sus recursos naturales renovables, entre los que se
encuentran el suelo y el agua; pero su manejo irracional provoca un deterioro de fauna
y flora, elementos básicos en la generación de riquezas de cualquier país”.

Por lo que la utilización de prácticas de conservación de suelos en las actividades

agrícolas, es un tema que nos atañe a todos los ciudadanos guatemaltecos que
poseemos conocimiento sobre el grave problema medio ambiental que provocan las
antiguas prácticas, que abarcaban desde la sobreutilización de la tierra, hasta el uso de
fertilizantes, pesticidas y fungicidas químicos que amenazan la vida de nuestro planeta.

Actualmente existen diversas prácticas que favorecen el aprovechamiento del suelo, sin
poner en peligro este recurso tan importante para la subsistencia de los seres vivos,
una de ellas es: el cultivo en fajas, que para Sánchez J (1995) “el cultivo en fajas bien
establecido mantiene la fertilidad del suelo, suministra adecuadamente una cobertura
vegetal y mantiene en forma de bandas el cultivo denso, dentro de las barreras vivas”,
siendo las fajas al contorno y en rotación las más efectivas para la producción de
cosechas abundantes y a la vez previenen la erosión de los suelos.

La aplicación de zanjas de infiltración o acequias de ladera es otra técnica que ayuda al

aprovechamiento de los recursos, ya que consiste en curvas excavadas a nivel y su
función es contener la corriente de agua, favoreciendo la absorción en el suelo, por lo
que aumentan la disponibilidad de agua para los cultivos y evitan el desperdicio de
recursos.
Mientras las barreras muertas que son cercos de piedra o rastrojo colocadas en las
curvas a nivel, sirven para disminuir la velocidad del agua, evitando el desborde de los
ríos en tiempo de invierno, método que ayuda a prevenir desastres naturales en las
comunidades y contribuye principalmente a mantener la riqueza mineral del suelo.

Con estas ideas pretendo coadyuvar en el desarrollo integral de nuestro país,

propiciando una conciencia responsable en el ciudadano común, enfocada en la
importancia que tiene la conservación de suelos, casi como la vida misma del ser
humano, y tomando en cuenta que esto constituye indudablemente un valiosísimo
aporte en la economía de los países, permitiendo la preservación y sostenibilidad de las
nuevas generaciones.

A través de la historia han sido dos factores los que han determinado los incrementos
de la producción agrícola; por un lado la extensión de superficie de cultivo, es decir,
cuanto más unidades de cultivo se utilicen mayor será la cantidad cosechada; por otro
lado el aumento en los rendimientos por unidad de cultivo, así pues, las pequeñas
extensiones pueden contribuir de manera significativa a una producción total. Estas
cuestiones se fueron dando paulatinamente a través de los años, y así también se dio la
inclinación de la balanza a favor del segundo factor mencionado. Entonces tenemos
que hasta los años cincuenta era algo imprescindible la expansión de las áreas
cultivadas para tener resultados positivos y distinto a ello, en las décadas de los
sesenta y setenta fue la ‘intensificación del campo” el factor más significativo en los
aumentos de producción.

Claro que existen excepciones o irregularidades en el mundo con respecto al uso que le
dan al suelo en ese momento. En los países en desarrollo se tiene aún una
dependencia a las dimensiones de superficie utilizada. Ya transcurrida esa década, dos
tercios de la producción venían siendo a causa de la intensificación de sus suelos.

Al parecer, el uso del suelo y su intensificación es claramente desde un punto de vista

económico una fuerte alternativa para elevar la producción de alimentos, entre otras
ventajas. Pero que sucede en realidad? Cuál es la problemática? que limitantes
existen?
Son varias cuestiones las que nos pueden dar respuesta a esas interrogantes. Por
ejemplo e históricamente hablando, es el aumento de la población la principal limitante
a las fronteras agrícolas. Vuelven a cobrar fuerza las teorías maltusianas, aunque no en
todos los países, respecto a la relación población- alimentos. Sumado a lo anterior y
posible consecuencia de ello, es que de los suelos restantes utilizados para agricultura
solo un porcentaje está disponible para su uso, esto debido a procesos de deterioro.
Siendo el 70% tan inapto para la agricultura, es necesario hacer en estos un esfuerzo
grande con una inversión elevada para volverlos a adecuar, si bien, no en su totalidad.

La degradación del suelo y su escaza o nula capacidad de producción se debe

principalmente a procesos tales como: erosión, sedimentación, anegamiento,
salinización y alcalinización, contaminación química, uso discriminante de fertilizantes,
herbicidas, pesticidas, etc., uso inadecuado del recurso concluyendo con la
desertificación.

Sin olvidarnos de la disminución de recurso tierra por habitante es importante recordar

que son pocos los países que pueden ser autosuficientes para generar sus alimentos.

Destacable es que el incremento de alimentos a nivel global ha aumentado más

aceleradamente que la población, siendo la producción per cápita actual de un 18%
mayor que hace 30 años. Sin embargo el problema alimentario no está resuelto.
Dimensionando el problema por un lado tenemos la capacidad interna de producción de
alimentos, y por otro, la capacidad para acceder a la producción de alimentos de los
países excedentarios.

“El uso de los elementos del sistema natural, en este caso los suelos, y la explotación
de sus recursos llevan aparejadas transformaciones inevitables del ecosistema, su
estructura y funciones”. Con estos queda claro una ineludible realidad: mientras siga
extiendo un mal uso en la utilización del suelo y componentes, la problemática de
degradación seguirá en aumento y, no solo eso, también afectara al conjunto en su
totalidad. Cambios así, son percibidos pero no en su totalidad por los individuos, y solo
lo consiguen cuando notan cambios en el paisaje. Sobre todo cuando estos se
enmarcan y perpetúan siendo casi irreversibles.
Las transformaciones pasan a ser variables dependientes de las estructuras sociales y
económicas como del conocimiento científico y tecnológico, con todas sus ventajas y
desventajas. Siendo la tecnología el factor más determinante de como las sociedades
van utilizando su sistema natural; a su uso se le atribuyen transformaciones
irreversibles al ecosistema, en los paisajes,

Son tres aspectos muy importantes que se deben de tocar al hablar de ecosistemas e
intervención humana y estos son que, en primer lugar, existen algunos a los cuales la
explotación humana a afectado por algún periodo y que al dejar de ser utilizados
antropónicamente, pueden restaurarse por sí solos en un proceso a través del tiempo,
si bien no en su totalidad, hará algo muy parecido a lo que era antes. Por otro lado
existen otros que como en el caso anterior dejaron de ser usados después de un
tiempo, pero a diferencia de lo dicho antes, estos no buscaran asemejarse a lo que
fueron naturalmente, sino que comenzaran a crear un equilibrio en cuanto a su
funcionamiento y sustentabilidad. Como aspecto ultimo tenemos un caso en el que el
ecosistema es ocupado mucho tiempo por el factor humano que se hace dependiente
de él, es decir, le cede su oportunidad de conservarse, ya sea con aplicación de energía
a través de fertilizantes, ya sea con protección en algunos casos usando plaguicidas o
ya sea suministrando agua o dando manejo topográfico por así decirlo.

De distintas formas el hombre al relacionarse con el suelo, estando de por medio la

agricultura, lo daña al hacer algunas cosas inherentes a esa actividad y por mencionar
algunas de estas cosas tenemos las siguientes:

La eliminación de la cubierta forestal, la manipulación del suelo mediante herramientas

manuales, modificaciones efectuadas por los sistemas de regadío incluyendo la
incorporación de tierras marginales, alteraciones por subsidios de energía y otros
químicos, la delimitación de los espacios mediante cercos, canales, etc., desecación de
zonas húmedas, explotación de acuíferos y construcción de sistemas de riego,
construcción de terrazas y bancales, construcción de accesos a las áreas,
intensificación y homogenización de cultivos, colonización de ecosistemas o
introducción de plantas ajenas a este o de especies hibridas y por último los efectos
que la ganadería deja.
La actividad agrícola es así con todo y las formas de efectuarse un ente que se sirve del
recurso suelo, obteniendo de los alimentos y beneficios muy diversificados, pero
dejando afectaciones significativas en el a través de los años y que de cierta forma
juegan un papel importante en el desarrollo a futuro cuando estos daños se vuelven
irreversibles

CONCLUSION:

Acordémonos que existen dieciséis elementos esenciales para el crecimiento,

desarrollo y reproducción de las plantas. La ausencia o deficiencia de algunos de ellos
impide o dificulta que se cumpla el ciclo vital de la planta.
En nuestros días, desconocemos por completo que el horizonte A es el más importante
porque es allí donde las plantas desarrollan la mayor parte de sus raíces pues la
actividad biológica del suelo, se concentra allí.
Si aplicamos con disciplina las recomendaciones de profesionales en el estudio de
suelos, podremos sin duda enfrentar la gran demanda de alimentos alternativos para la
producción de animales y el ser humano, preservando el medio ambiente y dando un
buenmanejoanuestrossuelos.
El uso indiscriminado de químicos ha hecho que las lombrices cada vez sean menos e
incluso desaparezcan. Estos animales desempeñan un papel importantísimo en el ciclo
de los cultivos, pues degradan la materia orgánica para que se integre más rápido al
suelo, oxigene éste y lo haga poroso, lo que redunda en cultivos mucho más
productivos
Se deben redoblar esfuerzos para preservar las propiedades físicas del suelo, que
incrementaran sin duda alguna la producción de alimentos para el consumo humano y
como alternativa nutricional de los animales.
 BIBLIOGRAFIAS

 Color, H., & Sotelo, E., & Domínguez, J., & Zorrilla, M., & Cortina, S., &
Quiñones, L. (2007). La conservación de suelos: un asunto de interés
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 Porta Casan ellas, J. (2013). Agenda de campo de suelos: información

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live&scope=site