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Nuevos usos de los plásticos en el arte del

grabado
Rosa Vives, Carme Porta, Imma Gibert15/06/2004
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Los plásticos rígidos, en láminas, son una alternativa efectiva a las matrices tradicionales del arte del grabado de creación
original. No requieren la acción de los ácidos, resisten la estampación, reducen peso, son de corte fácil, asequibles, aportan
un lenguaje propio a la creación artística y forman parte natural de la cultura high tech.

R. Vives. Florabilia. Punta y quemado sobre plancha de PVC espumado


En el arte del grabado se utilizan tradicionalmente como matrices materiales naturales: la madera y el metal. De hecho las
propias denominaciones de las grandes técnicas derivan del material de la matriz: Xilografía o grabado en madera, también
conocido como grabado en relieve, su nombre esta formado por la palabra griega xilon madera y gráphos escribir, dibujar y,
la palabra Calcografía o grabado en metal o grabado en hueco, esta compuesto del griego chalkós metal y gráphos. Y
ciertamente desde sus orígenes, los materiales utilizados por excelencia han sido las maderas de árboles frutales y el boj, y
entre los metales se han utilizado el cobre, el zinc, y en menor medida también el hierro, el aluminio o el latón. En resumen
se han usado materiales resistentes a la fuerte presión de las prensas, lo más puros posible en su composición, duros y
compactos para realizar incisiones limpias, y superficies regulares y pulidas para no entorpecer el trazo y asegurar una
impresión uniforme.
La xilografía o grabado en madera encontró una alternativa industrial en el linóleo, inventado en 1863 para revestimiento y
aislante de pavimentos, se empezó a usar a partir del primer tercio del siglo XX como matriz para grabado, ya que permitía
una gran facilidad del corte y la incisión y una impresión rápida, aunque su popularización no se consolidó hasta los años
cincuenta cuando lo usaron grandes artistas como Picasso, siendo hoy en día un medio que se conoce como linograbado.
Igualmente las nuevas maderas como el tablero de fibras de densidad media (Medium Density Fiberboard) comúnmente mal
llamado DM, los contrachapados, etc. se utilizan en el grabado contemporáneo tratado además con nuevas herramientas
como sierras, percutores y lápices eléctricos.
En cambio en cuanto a las matrices, el grabado en metal hasta ahora no se ha presentado como una alternativa tan
determinante.
A principios del siglo XX los constructivistas rusos, entre ellos A. Pevsner y Naum Gabo, utilizaron plásticos en sus
esculturas, pero ya antes a finales del siglo XIX, el grabador francés Félix Buhot ensayó unos grabados sobre planchas de
celuloide. Entre 1906 y 1907 también Picasso realizó Un debout y Nu debout I, grabados sobre celuloide, experiencia que
repitió a finales de los años cincuenta con varios grabados que forman parte de libros de artista como La rose et le chien
(1958) de Tristan Tzara. En esta misma época también Joan Miró, Duchamp y Jean Dubuffet trabajaron puntas secas sobre
planchas de plástico. Antes, en 1932 Boris Margo inventó el procedimiento que denominó cellocut, mediante el cual creaba
imágenes en relieve o en hueco sobre superficies de plástico disuelto con acetona. Efectivamente el plástico ablandado es
maleable y permite obtener una amplia gama de texturas.
No obstante estos inicios, que verdaderamente significan el nacimiento del grabado sobre plástico, el uso de plástico como
matriz para grabar se ha desarrollado muy lentamente, de forma que no hay una denominación concreta para el grabado
sobre plástico y, apenas existe en la literatura especializada una metodología técnica, aspecto que actualmente se hace ya
indispensable y en el que esta tratando nuestro grupo I+D+i . Probablemente esta falta de metodología es debida también al
desconocimiento de los plásticos más idóneos para cada tipo de grabado y su posterior estampación. Nosotros hemos podido
demostrar la eficacia de unos plásticos concretos que se encuentran en nuestro mercado en la actualidad y nos parece
oportuno presentar algunos resultados aquí.
Para las planchas de grabado se requieren unas características formales concretas, pues se trabaja en láminas de 1 a 1.5 mm,
máximo 2mm. de grosor regular en toda la superficie. Ésta debe ser lisa y no porosa, de lo contrario, si se trabaja con
plásticos rugosos o porosos, esta textura quedará marcada en el fondo del grabado, efecto que, no obstante, si el artista
quiere lo pueden aprovechar para conseguir una tonalidad parecida al aguatinta, pero sobre todo debe tenerlo en cuenta antes
de comenzar el grabado.
Se ha trabajado con láminas de PVC espumado blanco, tanto mate como brillante, con varias técnicas tradicionales. Como si
se tratara de un grabado en relieve, cortado con pequeñas gubias y cuchillas y estampado en plano, como si fuese una
xilografía. El corte es facilísimo, muy suave y, a la vez limpio, lo que permite además cortar la propia plancha con formas
irregulares con un simple cutter. Y, al contrario también se puede trabajar como si fuera un grabado en hueco, mediante
incisiones directas sobre la superficie con diferentes herramientas: puntas, ruletas, cuchillas, etc., excepto buriles que
necesitan superficies más duras que las de este material. Pero probablemente, el recurso que proporciona un efecto más
propio del PVC espumado, es el quemado de la superficie, que produce una textura de puntos en expansión totalmente
original y muy expresiva.
Regulada convenientemente la presión de la prensa, no debe ser excesiva, el PVC espumado resiste perfectamente un tiraje
largo sin que los trazos se alteren. Y para que la superficie tampoco se vea afectada se recomienda limpiar la tinta de
impresión con un VAC o aceite vegetal y agua.
Estas cualidades nos permiten presentarlo como una alternativa al linoleograbado, de hecho así se utiliza ya en las escuelas
de arte de los USA, donde recientemente se ha hecho muy popular. (Véase más información sobre esto en: Vives Piqué, M.
R. “Model de planxa de PVC per al gravat” a Guia de nous materials en la pintura i el gravat. Barcelona: Edicions UB,
Textos Docents 260, 2002, pp 93-105).
Más experimentado es el trabajo como grabado en hueco de planchas de Metacrilato, aunque aquí, a menudo se presenta un
problema de fragilidad en el momento de la impresión. La plancha de metacrilato transparente se puede romper por las
esquinas al entrar bajo la prensa, si previamente no se biselan los bordes, igualmente puede ocurrir si la presión sufre alguna
irregularidad. Este inconveniente se subsana con unos buenos biseles, una presión regular y no excesiva y mejor todavía
trabajar con metacrilatos opacos. El Metacrilato se trabaja a base de trazos y signos de cariz eminentemente gráfico, pero
también se pueden aplicar degradaciones, efectos de pincelada, inclusión texturas, en suma, efectos pictóricos que se
obtienen mediante la disolución del material, aplicando uno de sus disolventes, todos ellos, eso sí, deben usarse con las
debidas precauciones con respecto a la piel y a los vapores que desprenden, hay que trabajar con guantes y mascarilla de
protección ya que tiene un alto grado de toxicidad.

L. Cosa. Eva. Punta seca sobre plakene


De la misma forma y como plásticos que mejor resultado nos han proporcionado en este tipo de trabajo, tenemos el
Polycarbonato y el Copoliester PETG, que resultan dos productos ideales y que, al ser más flexibles que el anterior, no se
producen roturas y tienen una relativa facilidad para adaptarse al cilindro de la prensa lo que asegura un tiraje largo. Son
limpios, resistentes y se pueden tratar con las mismas herramientas y efectos antes mencionados, por incisión directa o corte,
por ablandamiento y modelado y, también admiten adhesiones. Al ser transparentes facilitan el grabado en color, ya que la
transparencia permite un registro exacto de la plancha de cada color una encima de otra. Se pueden usar también como
matrices para monotipos y así se comercializan también en los comercios de Bellas Artes de los USA.
Igualmente tenemos buenas pruebas sobre matrices de Polipropileno o Plakene y de Poliestireno tanto liso como grabado (
véase al respecto Figueras, Eva, “Model de planxa de poliestirè per al gravat” Guia de nous materials en la pintura i el
gravat. Barcelona. Edicions UB, textos Docents 260, 2002, pp 113-128). Mientras que los Acetatos se suelen usar para
trabajos auxiliares, planchas de refuerzo y sobre todo para máscaras y plantillas en el entintado, lo que hace que sea un
plástico siempre presente en el taller de grabado actual. Finalmente y por el momento, como alternativa al fotograbado
manual contemporáneo, también se trabaja la gama de Fotopolímeros al agua, en base de metal o en film, y que, por tener un
tratamiento más complejo merecen capítulo aparte.

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