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“Las capacidades socioemocionales en la escuela, un nuevo reto para la educación”

Salazar, Patricia del Valle – DNI: 37279794

TRABAJO FINAL B

APRENDIENDO A CONVIVIR CON OTROS

PASO 1: RECURSOS, DESAFIOS Y VINCULOS CONSTRUIDOS

A lo largo de mi vida, tanto familiar, laboral y escolar me he encontrado con


situaciones cargadas de emociones donde las capacidades socio-emocionales
como la empatía (Daniel Goleman, en su libro Inteligencia Emocional se refiere
a esta como la comprensión de los sentimientos y emociones, intentando
experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otra persona) y la
regulación emocional, que nos ayudan a manejar nuestras emociones de forma
apropiada al contexto ( Bisquerra y Pérez, 2007), han estado tanto presentes
como ausentes.

Los autores mencionados nos marcan la importancia de practicar la regulación


emocional para afrontar las situaciones difíciles y saber autogenerar emociones
positivas para promover aprendizajes. Por ejemplo, ante una situación de enojo
respirar profundamente por unos minutos antes de reaccionar.

Tomando la afirmación por Susan, cuando no podemos controlar nuestras


emociones y las situaciones que nos suceden nos desbordan y sentimos que
no podemos manejarlas, sentimos estrés y esto puede afectar nuestro
equilibrio emocional y bienestar personal si se hace crónico. En situaciones de
estrés el cerebro no puede aprender porque se ven afectadas las funciones
ejecutiva que necesitamos para aprender. Por otro lado sabemos bien que
como docentes que aquellos alumnos que son capaces de controlar, manejar o
regular sus emociones son aquellos que están en mejores condiciones para
aprender.

A partir de todo lo expuesto anteriormente y reflexionando sobre mi experiencia


como profesional, los recursos que empleo son la yoga y la escucha profunda,
para crear un ambiente relajado, sin tensiones, sin preocupaciones, ya que
muchas veces las situaciones de la vida personal son trasladadas al aula
irrumpiendo de manera negativa el ambiente áulico. Sin permitir que se
desarrolle un ambiente propicio para el aprendizaje. Es en ese momento que
como profesional debemos poner en marcha la regulación de nuestras
emociones, como por ejemplo, para dominar el impulso de reaccionar mal ante
los alumnos.

Una vez que tomamos conciencia de esto, podemos elegir la mejor manera de
responder ante estos tipos de situaciones, la mejor opción de comportamiento
al momento, para nuestro propio bienestar y el confort de los demás,
ayudándonos a la consecución de una vida plena.
“Las capacidades socioemocionales en la escuela, un nuevo reto para la educación”
Salazar, Patricia del Valle – DNI: 37279794

Estos recursos ayudan a comenzar el día sin mala energía, relajados,


ayudando a mejorar la atención de los alumnos y propicia a que tanto ellos
como el docente puedan regular sus emociones. Una actividad que me encanta
es “el árbol de actitudes positivas”, que por cierto lo aprendí en este trayecto, y
la puse en práctica con mi familia. En el frente de casa teníamos un mediano
árbol, entonces tres veces por semanas cambiábamos las tarjetas con nuevas
frases y me sorprendía cada vez más con las nuevas frases que iban
apareciendo, porque verdaderamente sentí que desarrollaron el sentido de
seguridad y pertenencia.

Mi desafío es, además, que todos los docentes de una escuela puedan tener
en cuenta como las emociones influyen en el aprendizaje y que es importante
que puedan informarse al respecto y puedan dedicar simplemente 10 o 15
minutos de su clase para implementar yoga o escucha profunda para que sus
alumnos se sientan importantes y sientan que hay empatía por parte de sus
profesores. Estos tipos de recursos proporcionan un espacio para conectarnos
con nuestra interioridad, para explorar el significado del propósito y sentido de
nuestra vida.

De los vínculos construidos, que algo nombre anteriormente, quiero agregar


que poniendo en práctica todo lo aprendido se generan vínculos saludables
entre el alumno y el docente, entre la familia, entre los amigos, etc. No
permitiendo que el estrés y el miedo se hagan presentes (estos reducen la
capacidad para prestar atención, recordar y aprender) sino que se cultiven las
distintas emociones positivas, como lo propone Barbara Frederikson, con sus
consecuentes beneficios (resilencia, levantar el ánimo, crear círculos virtuosos,
etc)

PASO 2: Dinámica / Intervención

RECONOCIENDO NUESTRA IDENTIDAD

Martin Seligman y Christopher Peterson (2004) desarrollaron un extenso


manual que describe seis virtudes universales, cada una de las cuales están
formadas a su vez por diversas fortalezas de carácter.

Estas fortalezas muestran al mundo nuestra mejor versión y son parte de


nuestro verdadero ser. Cuando la utilizamos nos sentimos vivos, energizados y
auto-realizados.

El uso de las fortalezas de carácter me proporciona un marco para educar el


corazón, como decía Aristóteles “educar la mente sin educar el corazón no es
una verdadera educación”. Me ayuda a entender y suscitar lo mejor de mí y de
los demás.
“Las capacidades socioemocionales en la escuela, un nuevo reto para la educación”
Salazar, Patricia del Valle – DNI: 37279794

La dinámica que use fue “fortalezas 360”, donde junto a mi familia (hermanos y
sobrinos) pegábamos retazos de cartulina en las paredes del cuarto con
distintas fortalezas según nuestro parecer de lo que cada uno era portador, y
viendo además, en que situaciones las poníamos en práctica.

Se dio el caso que un sobrino me escribió una fortaleza que yo la verdad no


reconocía en mi (creatividad), pero sin embargo, ésta dinámica me permitió ver
como otros reconocen fortalezas que nosotros nunca hemos notado.

Estas fortalezas tienen un impacto en nuestra vida cotidiana cuando la


utilizamos diariamente. En mi caso, al reconocer e usarlas intencionalmente en
mi casa encontré los siguientes impactos:

Aumento mi felicidad tanto en lo personal como en las demás áreas de


mi vida.
A tener un comportamiento positivo ante los demás.
Propiciarme de un mejor rendimiento académico (amor por el
aprendizaje).
A potenciar lo mejor de mí y de mi familia.
Reconocer y apreciar las fortalezas de los demás.
Aplicar las fortalezas de carácter en distintas situaciones.
Desarrollar un lenguaje común con los demás.

Las fortalezas de carácter tienen un impacto positivo sobre el bienestar de las


personas cuando la utilizamos conscientemente. Probablemente seamos
conscientes de algunas fortalezas, pero no de todas.

Es por eso que cada día debemos preguntar a las personas con las que
compartimos nuestra vida diaria respecto a nuestras fortalezas. En mi caso, yo
lo hago todos los días con mi madre y hermanos.

Paso 3: intervención/herramienta

A lo largo del trayecto formativo me permitió adquirir nuevos aprendizajes


respecto a temas que desconocía.

Durante el transcurso del mismo, pude adquirir herramientas para ayudar a


regular mis emociones ante situaciones que me desbordaban.

Me ayudo a entender que las personas a veces solo necesitan un poco de


atención y que sientan que alguien ve por ellos para que de esa puedan
desarrollar su potencial y poner toda la fuerza que caracteriza a los sujetos
para seguir creciendo, dejando de lado el miedo o estrés que le puedan causar
algunas situaciones de la vida. Poder formar un camino que les brinde
herramientas, técnicas y estrategias para seguir adelante y lograr sus objetivos.
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Todas las personas estamos en constantes cambios emocionales, creo que ya


es nuestra naturaleza, pero en el caso de nosotros como educadores nos toca
un doble trabajo: el de poder regularnos a nosotros mismos día a día y ayudar
a los alumnos a regular e identificar cada una de sus emociones.

Ayudar a que los alumnos puedan reconocer cada una de sus fortalezas de
carácter, ya que estas determinan como piensan, sienten, y como se
comportan en la vida.

En esta experiencia el cambio en particular que sentí fue que me potencio a mí


y a mi familia (contexto en el que estoy inmersa) en otras áreas, y la verdad
que me sorprende porque muchas veces pensamos que solo nosotros
sabemos cómo es nuestra personalidad y con qué tipos de fortalezas
contamos. Pero sin embargo, el simple hecho de aplicar un recurso, una
herramienta o una dinámica en nuestra vida cotidiana nos lleva a
redescubrirnos.

Como había nombrado anteriormente, en la dinámica “fortaleza 360” mi sobrino


descubre en mi una fortaleza que yo no había notado y a partir de ese
momento me dedique a hacer muchas cosas creativas (ejemplo: carpetas
personalizadas, cotillón, etc) y que hoy forman parte de mi como una salida
laboral.

No solo a mi me resulto favorable esto, sino que a algunos de mis hermanos


los ayudó a descubrir su potencial y de qué manera podían hacer para poner
por obra dichas fortalezas.

En cuanto al impacto con las relaciones cabe destacar que con estas nuevas
herramientas se logra propiciar un ambiente mas sano, enriquecedor y propicio
para cualquier tipo de aprendizaje.

Como docentes poder ser capaz de tener empatía con las personas que nos
rodean (alumnos, padres, cuerpo docente, etc), a tener conciencia de nuestras
emociones y sus consecuencias, tener la capacidad de controlar dichas
emociones para enfrentar de modo eficaz los acontecimientos y situaciones, a
veces critica, de la tarea educativa y ser capaz de motivarse a sí mismo y
superar los numerosos retos que plantea la profesión de educar a otras
personas.

Y para terminar me quedo con la frase de Aristóteles “Educar la mente sin


educar el corazón no es una verdadera educación”. Creo que esta frase
remarca la importancia de tener en cuenta las capacidades socioemocionales
de los sujetos a la hora de querer generar un aprendizaje.
“Las capacidades socioemocionales en la escuela, un nuevo reto para la educación”
Salazar, Patricia del Valle – DNI: 37279794

Bibliografía

Grinhauz, A. S., & Castro Solano, A. (2015). Un estudio exploratorio


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Psicología Latinoamericana.
Solano, A. C. (2010). Fundamentos de psicología positiva. Paidos.
Buenos Aires
Grinhauz, A. S. (2012). El análisis de las virtudes y fortalezas en niños:
una breve revisión 12 teórica. Psicodebate.
Govindji, R., & Linley, P. A. (2007). Strengths use, self-concordance and
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Seligman, M. E., Steen, T. A., Park, N., & Peterson, C. (2005). Positive
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Wagner, L., & Ruch, W. (2015). Good character at school: positive
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school achievement. Frontiers in Psychology.
Park, N., & Peterson, C. (2009). Character strengths: Research and
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Park, N., & Peterson, C. (2008). Positive psychology and character
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School Counseling.

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