1.

Introducción:
Genua.
La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se
define como: Un aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida. Abarca
al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la
intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas,
prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas
estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se viven o se expresan siempre. La
sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos,
sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y
espirituales."
Se propone que la sexualidad es un sistema de la vida humana que se compone
de cuatro características, que significan sistemas dentro de un sistema. Éstas
características interactúan entre sí y con otros sistemas en todos los niveles del
conocimiento, en particular en los niveles biológico, psicológico y social.
Las cuatro características son: el erotismo, la vinculación afectiva, la
reproductividad y el sexo genético y físico:
El erotismo es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual, es
decir a través del deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.
La vinculación afectiva es la capacidad de desarrollar y establecer relaciones
interpersonales significativas.
La reproductividad es más que la capacidad de tener hijos y criarlos, incluye
efectivamente los sentimientos de maternidad y paternidad, las actitudes paternas
y maternas, además de las actitudes favorecedoras del desarrollo y educación de
otros seres.
Es importante notar que la sexualidad se desarrolla y se expresa de diferentes
maneras a lo largo de la vida de forma que la sexualidad de un infante no será la
misma que la de un adolescente o un adulto. Cada etapa de la vida necesita
conocimientos y experiencias específicos para su óptimo desarrollo.
Al igual que muchos animales, los seres humanos utilizan la excitación sexual con
fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan
el goce y el placer propio y el del otro.
 2. Valor de la Sexualidad.
Johana.

Valor de la sexualidad, es el valor de descubrirnos a nosotros mismos.

La sexualidad, no se refiere únicamente al sexo o los encuentros apasionados con
nuestra pareja… También tiene que ver con el tiempo que pasamos en nuestra
intimidad y aventuramos en nuestro cuerpo y ser para conocernos mejor.
La sexualidad es la demostración del afecto que se siente por alguien y por
nosotros mismos, la muestra de cariño y amor que hay desde nosotros hacia
otros.
Cuando nos olvidamos del valor de la sexualidad y queremos dejarlo a un lado,
estamos rechazando nuestra naturaleza humana y la oportunidad de darnos
cuenta en realidad de qué estamos hechos.

El tema de la sexualidad humana no es solo objeto de estudio, de análisis, de

investigación, una moda o una estadística, sino una realidad viva, a través de la
cual cada persona vive su sexualidad como algo propio. La sexualidad es lo que
somos y vivimos. El análisis de la sexualidad debe hacerse en y desde la propia
vida.

La sexualidad es una dimensión absolutamente necesaria de la persona. Nada

existe en la vida tan cargada de promesas y tan expuesta a la frustración como la
afectividad y la sexualidad humana. En ellas ven el hombre y la mujer de hoy el
secreto de la existencia humana. Una vida afectiva y sexualmente colmada
aparece como "el culmen" de la felicidad. Una vida afectiva y sexualmente
fracasada equivale a una vida irremediablemente frustrada. El hombre es un ser
sexuado, no sólo extrínseca ni biológicamente sino de manera esencial.

La madurez sexual es una de las manifestaciones más grandes del ser humano.
Quien goza de una sexualidad integrada, humana, ética y sencilla vive en armonía
consigo mismo y con los demás. La sexualidad madura es una expresión de
ternura y de donación, puerta de comunicación interpersonal, fuerza centrífuga y
centrípeta, lugar de encuentro entre el yo y el tú, camino para que el amor fecundo
de las parejas. La sexualidad tiene una gran importancia para la opción del
compromiso. Ella es un área donde la vida sublima las manifestaciones afectivas
o puramente biológicas, para convertirlas en expresión de caridad, de amor
conyugal. Sin embargo, la sexualidad también puede deshumanizarse, falsearse,
desviarse y realizarse en contra de sus valores fundamentales.

María Orellana.

Los procesos biológicos, intelectuales, sociales, lingüísticos y afectivos mediatizan

la identidad, el rol, los deseos, los sentimientos, las fantasías y conductas
sexuales. Para lograr una adecuada salud mental, una sana adaptación a nivel
psicológico y un ajuste armónico en el área afectivo - sexual, debemos de tomar
en cuenta estos elementos fundamentales:

a.- La identidad personal Es necesario un sano y claro sentido de identidad

como individuo, particularmente en su rol sexual. La identidad ayuda a que la
persona se ame y se acepte a sí misma, que acepte su sexo, su color, su piel, su
tamaño... La persona puede sentir que ha logrado una clara identidad personal
cuando pueda tener una percepción positiva del propio cuerpo, del sexo personal
y de sus manifestaciones así como de los demás. Sentirse cómoda, confiada y
competente con la sexualidad propia y de los otros. Estar capacitada para
relacionarse con personas de cualquier sexo, de forma abierta, tranquila y
potencialmente realízante.

b.- Intimidad personal y fraternal. Además de saber quiénes somos es

importante conocer con quiénes vamos y estamos, lo que dará a la persona un
sentido cálido de pertenencia y de fraternidad en las relaciones con los demás, se
trata de saber dar y recibir afecto. El afecto es una fuerza que se debe dejar fluir,
porque si queda estática muere poco a poco y sobrevienen la soledad, el vacío, la
amargura, la angustia y las agresiones externas e internas. Hay que evitar lo
siguiente: Encerrarse en sí mismo, descartando toda posibilidad de entrar en una
relación profunda y significativa con los demás. Sobre demandar afecto de los
demás, sin una correspondencia afectiva, es decir "recibir sin dar" Autosuficiencia
o superioridad que pretendan dar todo el tiempo sin recibir nada a cambio. "dar sin
recibir" Lo que se debe reforzar La empatía: capacidad para identificarse con los
demás. Requiere de una actitud de interés por el otro. Aceptación incondicional del
otro como persona valiosa, única e irrepetible. Implica aceptar al otro aunque o no
estemos de acuerdo con algunas de sus conductas. Ser auténticos y coherentes
con lo que se siente, se piensa, se dice y se hace. Lo básico es el desarrollo de la
integridad personal, da confianza.
 3. Necesidad Sexual:

Wilmar.

La pirámide de Maslow explica cómo es que debemos cubrir nuestras

necesidades humanas, de las más básicas en adelante. El sexo es crucial
para desarrollarnos como personas.

En 1943, Abraham Maslow estableció una teoría sobre motivación humana, en

ella señalo las necesidades humanas por niveles de importancia y satisfacción.
Las más importantes o básicas, necesitaban satisfacción inmediata. La pirámide
de Maslow resume esta teoría.

Entre las necesidades humanas básicas a cubrir están: la salud, respirar, beber
agua, dormir, comer, ir al baño y tener relaciones sexuales. Según la teoría de
Maslow quien no cubra estás necesidades primarias está destinado a la extinción.

Las necesidades básicas deben ser satisfechas, si no comemos bien, tomamos

suficiente agua, dormimos a nuestras horas y respiramos adecuadamente, es muy
seguro que nuestra calidad de vida se vea deteriorada, el sexo juega entonces un
papel crucial para tener vidas plenas y saludables.

Quienes tienen una buena vida sexual, al estar plenos, consiguen más éxito
en todos los ámbitos. Los que saben conseguir sexo por medio del "juego
de la seducción", tienen grandes ventajas sobre aquellos que no saben jugar
este juego.

Así como es importante saber más sobre nutrición, ejercicio y conocimientos

académicos, nuestros conocimientos sobre cómo conseguir sexo, hacerlo bien y
quedar satisfechos, resultan muy importantes para tener vidas felices.

"La educación en seducción permite ser más libres a la hora de

relacionarnos con quienes deseamos, nos aporta herramientas para
satisfacer nuestra necesidad básica de sexo de forma humana y
consentida", explica Martin Rieznik, experto en seducción.

La sexualidad humana es un fenómeno complejo, que recorre de forma

transversal la vida de todo ser humano desde que nace hasta que muere, y que le
conforma como persona y marca su identidad.

Aunque tradicionalmente se la ha relacionado sobre todo con la reproducción de la

especie, la sexualidad tiene también otros fines que son mucho más importantes.
Las vivencias de la sexualidad se relacionan sobre todo con el placer, con la
manifestación de determinados sentimientos, con la comunicación íntima, con la
ternura y con el afecto.

La sexualidad es una necesidad básica del ser humano, tanto de mujeres como de
hombres. La satisfacción de los deseos sexuales tiene múltiples manifestaciones.

Cuando seas joven: No tengas prisas, aprende, disfruta, ve poco a poco

Cuando seas mayor: adapta tu sexo a tu edad, disfruta de lo que has aprendido,
no eches de menos lo pasado, disfruta de tu presente y fantasea con tu futuro. En
la flexibilidad está la salud sexual.

4. Comportamiento Sexual:

Daniel Crespo.
Es aquel comportamiento que desarrollan los seres humanos para buscar
compañeros sexuales, obtener la aprobación de posibles parejas, formar
relaciones, mostrar deseo sexual, y el coito.
El comportamiento sexual humano es una expresión muy amplia. Se refiere tanto
a comportamientos usuales como a los menos frecuentes, e incluye toda una serie
de comportamientos sexuales desde las relaciones matrimoniales hasta el abuso
sexual. Aunque en muchos casos el comportamiento sexual se dirige o se lleva a
cabo dentro de una relación, no es un elemento imprescindible, y hay muchos
comportamientos sexuales fuera de una relación interpersonal.
Existen varios tipos de conductas sexuales que pueden ser admitidas o no por las
diferentes sociedades humanas. La conducta sexual humana se basa en
complejos procesos de orden psicológico y fisiológico que no es muy diferente de
impulsos primarias como el hambre y la sed, pero tiene características peculiares
que la convierten en una actividad que se podría circunscribir entre los impulsos
más primigenios y las emociones más sofisticadas; y también está afectada por
las constantes influencias culturales, tanto arcaicas como actuales.
Las personas interpretan de forma distinta sus gustos sexuales y desarrollan
comportamientos muy distintos. A pesar de todas esas diferencias, la respuesta
del organismo ante la excitación sexual es más o menos la misma, con lo que las
críticas a ciertas actividades sexuales que no impliquen conculcar los derechos de
los demás son totalmente infundadas.

Las características de la conducta sexual se interpretan en torno a cuatro

características: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproducción y el sexo
genético y físico de cada persona. Dependiendo de cuáles sean los gustos y
necesidades en cada uno de estas cuatro características se producirán una serie
de conductas sexuales distintas.

La conducta sexual se experimenta también de forma psicológica, con la manera

de vivir la propia situación sexual. Esto provoca diferentes formas de vivir la
conducta sexual de los seres humanos: las más comunes son la heterosexualidad,
la homosexualidad (gay y lesbiana), la transexualidad y la bisexualidad, aunque
existen otros como el poliamor y conductas individuales como la masturbación. El
motor del deseo sexual es el deseo erótico, también denominado como libido.

5. El comportamiento sexual humano

Sintia.

Esta es una parte importante de nuestra personalidad y aparece como elemento

de nuestra auto imagen como individuos. La definen las características biológicas,
psicológicas, sociales y culturales, que nos permiten de conjunto, una visión del
mundo y una relación con él desde nuestro ser como hombre o mujer.

El comportamiento sexual humano es una expresión muy amplia. Se refiere tanto

a comportamientos usuales como a los menos frecuentes, e incluye toda una serie
de comportamientos sexuales como buscar compañeros sexuales, aprobación de
posibles parejas, tener relaciones matrimoniales, mostrar deseo sexual, el coito,
el orgasmo hasta el abuso sexual.