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Te consagro, Oh Corazón Eucarístico de Jesús todas las potencias de mi alma y las fuerzas de mi
cuerpo; quiero esforzarme en conocerte y amarte más y más cada día para hacerte conocer y amar;
no deseo trabajar sino a gloria tuya, para cumplir la voluntad de tu eterno Padre. Ofrezco todos los
instantes de mi vida, como otros tantos actos de adoración ante tu real presencia, en acción de
gracias por el incomparable beneficio de la Eucaristía, en reparación por nuestra cruel indiferencia y
en incesante súplica a fin de ofrecidas por Ti, sean elevadas nuestra oraciones purificadas y
fecundas hasta el trono de la Misericordia Divina para tu eterna Gloria. Amén.
-Ofrezcamos hermanos a la Divina Providencia nuestras vidas, para que remedie nuestras
necesidades espirituales y materiales, para en nuestros hogares nunca falte casa, vestido y sustento,
que nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos crezca.
Pidamos finalmente por nuestra comunidad, Para aniquilar las sectas, R/.
para que entregados totalmente a su Divina Para sostener la verdad, R/.
Providencia, caminemos junto a Jesús en todos
Para dirigir nuestras almas, R/.
los proyectos de nuestra comunidad, pero
sobre todo que camine con nosotros en la Para mejorar las costumbres, R/.
presencia Sacramental, sabemos Señor que Para desterrar los vicios, R/.
esto no es posible sin sacerdotes entregados
fielmente a Ti, por eso te suplicamos diciendo: Para iluminar al mundo, R/.
Danos Sacerdotes santos Señor Para enseñar las riquezas de Tu Corazón, R/
Para aumentar nuestra fe, R/. Para hacernos amar al Espíritu Santo, patrono
Para sostener Tu Iglesia, R/. de nuestra comunidad R/.
Para predicar Tu doctrina, R/. Señor, para que todos Tus ministros sean luz
del mundo y sal de la tierra, R/.
Para defender Tu causa, R/.
Oración final: Te Deum (A Ti oh Dios) Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el Reino de los Cielos.
Todos: Tú sentado a la derecha de Dios
A ti, oh Dios, te alabamos, en la gloria del Padre.
a ti, Señor, te reconocemos.
Creemos que un día has de venir como juez.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación. Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de
tus siervos,
Los ángeles todos, los cielos
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
y todas las potestades te honran.
Haz que en la gloria eterna
Los querubines y serafines
nos asociemos a tus santos.
te cantan sin cesar:
Salva a tu pueblo, Señor,
Santo, Santo, Santo es el Señor,
y bendice tu heredad.
Dios de los ejércitos.
Sé su pastor
Los cielos y la tierra
y ensálzalo eternamente.
están llenos de la majestad de tu gloria.
Día tras día te bendecimos
A ti te ensalza el glorioso coro de los
y alabamos tu nombre para siempre,
apóstoles,
por eternidad de eternidades.
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires. Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
A ti la Iglesia santa,
Ten piedad de nosotros, Señor,
extendida por toda la tierra, te aclama:
ten piedad de nosotros.
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración, Que tu misericordia, Señor, venga sobre
Espíritu Santo, defensor. nosotros,
como lo esperamos de ti.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
En ti, Señor, confié,
Tú eres el Hijo único del Padre.
no me veré defraudado para siempre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana sin desdeñar el
seno de la Virgen.
Oración:
Oh Jesús, Sacerdote Santo, Te pedimos con la mayor humildad del alma, que en este Año y siempre,
aumentes las vocaciones sacerdotales y que los formes según los designios de Tu amante Corazón.
Sólo así conseguiremos Sacerdotes santos y pronto en el mundo no habrá más que un sólo rebaño y
un sólo Pastor. Amén.