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Análisis sobre la mecanización del cultivo de ajo

Lopez, A.M.; Burba, J.L.; Lanzavechia, S.

Estación Experimental Agropecuaria La Consulta


2012

Ediciones Documento INTA


Instituto Nacional de Proyecto Ajo/INTA 104
Tecnología Agropecuaria
PROLOGO

Quizás sea esta una de las últimas contribuciones en que participo


para la mejora del cultivo de ajo. Como hijo de un “fierrero”, y
teniendo a Aldo como “socio”, amigo de los metales, tal vez esto
salga bien.

Este documento está basado en el Curso de Mecanización del Cultivo


de Ajo que hiciéramos durante este año, y que tuvo buena recepción
por parte de los que participaron.

Como se dijo en aquella oportunidad desde el INTA nos resulta muy


difícil “crear” máquinas, pero si tenemos toda la voluntad para
evaluar los modelos de maquinaria disponible en el mercado y
proponer cambios, adaptando las mismas a las condiciones locales.

Vayan aquí los resultados de algunos de los trabajos que hicimos,


siguiendo lo que dijo allá por 1807 Don Manuel Belgrano, prócer
insigne oficial del INTA:

“Tenemos muchos libros que contienen


descubrimientos y experiencias que se
han hecho en agricultura, pero estos
libros no han llegado jamás al labrador
y a otras gentes de campo”

Nosotros lo escuchamos a Don Manuel y por eso nos apuramos a que


nuestras experiencias les sirvan a los ajeros argentinos.

José Luis Burba


La Consulta, Mendoza, Argentina
Setiembre de 2012

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Análisis sobre la mecanización del cultivo de ajo

López, A. ; Burba, J.L. y Lanzavechia, S.


proajointa@laconsulta.inta.gov.ar

Contenido

Introducción………………………………………………………. 4

Desgranadoras / Seleccionadoras………………………… 6

Clasificadoras de dientes …………………………………….. 10

Desinfectadoras de semillas………………………………… 20

Plantadoras……………………………………………………….. 25

Cosechadoras…………………………………………………….. 30

Transportadoras…………………………………………………. 34

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Análisis sobre la mecanización del cultivo de ajo

López, A. ; Burba, J.L. y Lanzavechia, S.


proajointa@laconsulta.inta.gov.ar

Introducción

Tratándose el ajo de un cultivo que tradicionalmente se ha trabajado utilizando


gran cantidad de mano de obra, y que por su experiencia y destreza ha dado
resultados extraordinarios, uno se pregunta para que o por que se debe mecanizar,
al menos algunas de las etapas.
El cultivo de ajo, al menos para la región andina central de Argentina, y para la
propuesta del Proyecto Ajo/INTA, ocupa entre 140 y 160 jornales por hectárea
desde la preparación del terreno hasta su acondicionamiento “en verde” en el lugar
de secado. La concentración de mano de obra es máxima en la plantación y la
cosecha (Figura 1), situación esta que coincide en las provincias de Mendoza y San
Juan, con el uso intensivo de cultivos como la vid y el olivo, entre otras (Figura 2).
Ocurre que con el paso del tiempo las precisiones en el manejo de los tiempos son
cada vez mas importantes. Las máquinas seguramente nunca van a imitar a una
buena tarea artesanal, sin embargo la falta de mano de obra en tiempo y forma,
prácticamente “obliga” a ir buscando recursos mecanizables aunque se sacrifique la
“prolijidad” del cultivo.
Es conocido que atrasos en la fecha de plantación, por pequeños que estos sean,
implica la pérdida importante de rendimientos, por otra parte, atrasos en la fecha
de cosecha, trae aparejado perjuicios por la calidad del producto.
La mecanización de estas etapas no se impondrá por la prolijidad de su trabajo,
pero si por la oportunidad en que estas tareas se ejecuten y traigan beneficios
cuantitativos y cualitativos.
La elección de buenas máquinas, acordes a cada situación es importante, ya que en
muchas oportunidades no hay congruencia entre el equipo elegido y las
características de la producción, ya sea por el tipo de suelo y riego, el tamaño de la
propiedad y los sistemas de labranzas utilizados.
Algunas demoras en la adopción de maquinaria específica tuvo que ver en el
pasado con la ausencia de buenos servicios de pos venta y la falta de capacitación
de los operarios responsables de su manejo.
Algunos equipos por lo general son de alto costo de inversión inicial y bajo costo
operativo, sin embargo, por el hecho que solo son de uso exclusivo a este cultivo,
el costo de amortización es alto.
Solo a título de ejemplo: adquirir una desgranadora/clasificadora de dientes, una
plantadora y una cosechadora de tamaños medianos implica el costo aproximado
de producción de 8 a 9 hectáreas, y el mismo debe ser amortizado en un tiempo no
inferior a 10 años.
Ayudar a analizarlas y conocer su buen uso para adaptarlas a las condiciones
locales de trabajo, es el objetivo de este documento.
Se analizarán algunos de los equipos específicos (no se describen máquinas de
labranza primaria ni secundaria), en un determinado orden cronológico de uso,
profundizando en los fundamentos de su utilización, los modelos disponibles en
el mercado, sus capacidades de trabajo y sus limitantes y algunas propuestas
de modificación o adaptación para las condiciones locales.

4
Figura 1 – Distribución anual de la mano de obra para el cultivo de ajo

Figura 2 - Demanda de jornales en el sector agrario en Cuyo


(Mendoza- San Juan para vid, olivo y ajo – Año 2010)

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Desgranadoras / Seleccionadoras
El equipo que separa los dientes desde el bulbo “madre”, adquiere esta
denominación, sin embargo no es etimológicamente correcto ya que no se trata de
un “grano”.
El desgranado es la primera “orden” natural para que cada uno de los propágulos
contenidos en el bulbo (“diente”), se prepare para transformarse en una planta
independiente.
Esta labor se realiza por lo general en forma manual, ocupando 14 a 16
ºjornales/ha, pero a pesar de la tarea artesanal, como la tarea se paga “al tanto”,
la urgencia de los operarios en lograr altos rendimientos diarios hace que se apele a
técnicas no recomendadas como el uso de elementos punzantes o de fricción que
comprometen la sanidad.
Durante el desgranado se producen daños sobre los dientes que por lo general son
invisibles. Estos son la puerta de ingreso de hongos (Penicillium y Fusarium), que
luego se transforman en pérdidas de plantas durante el cultivo.
Si bien la creencia generalizada es que “las máquinas provocan más daños que el
desgranado manual”, esto no es necesariamente así, ya que si las máquinas
trabajan de acuerdo a su diseño, los daños son equivalentes, y hasta menores, que
los ocurridos durante el trabajo manual.
Actualmente las estimaciones indican que aproximadamente el 50 % de la semilla
necesaria para atender la superficie plantada en Cuyo son desgranadas con
máquinas.
Los equipos mas difundidos (Figuras 3 y 4), desgranan los bulbos por fricción entre
bandas de goma que pueden regular su presión sobre estos. Las principales partes
componentes son:
1. Tolva: Recibe la carga de bulbos desde cajones, bolsas o bins
2. Cinta de elevación: Regula la carga manteniendo constante el ritmo de
trabajo.
3. Cintas de presión: Ambas trabajan independientes girando en la misma
dirección a diferente velocidad y achicando de manera progresiva el espacio.
4. Regulador de presión: Regula la presión de trabajo de las cintas
5. Cinta de inspección: Transporta los dientes desgranados para permitir que
operarios ubicados a ambos lados puedan complementar el trabajo y
eliminando dientes dobles o lesionados.
6. Aspirador: Elimina por succión la materia inerte (restos de tejidos, “chalas” y
polvo).

6
4

2 3

Figura 3 – Desgranadora de bulbos de ajo

Figura 4 – Cinta de inspección de la desgranadora de bulbos

Los modelos disponibles en el mercado varían en su capacidad operativa (desde


300 hasta 1.000 kg/hora, y en la longitud de la cinta de inspección (desde 2 hasta
4 metros).
Las condiciones para el buen uso de la desgranadora están relacionadas a:

 Condiciones de cosecha y post cosecha.


 Estado de humedad del bulbo y las catáfilas externas.
 Formato, anatomía y tamaño del bulbo
 Velocidad de desgranado.

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Cosechas tardías, que debilitan las catáfilas externas y disminuyen su número,
facilitan el desgranado ya que hay desprendimiento rápido de las mismas, aunque
esto puede aumentar los ataques de carbonilla (Helminthosporium allií)
Si los bulbos tienen sus hojas protectoras (catáfilas externas), excesivamente
húmedas, el equipo tenderá a aumentar el tiempo de fricción y por lo tanto
aumenta el riesgo de lesiones.
Cada tipo comercial, y hasta cada variedad tiene los bulbos con su propio formato,
y este, junto con el calibre y el número de hojas fértiles influencian en la eficiencia
de la máquina. Así bulbos con dos hojas fértiles son mas fáciles de desgranar que
aquellos que poseen tres o mas hojas fértiles (Figura 5).
Por otro lado, si los bulbos no fueron previamente calibrados, la mezcla de bulbos
grandes y pequeños pasando simultáneamente por entre las cintas, dará lugar a
lesiones en los grandes y desgranado incompleto en los de calibre menor.
Hay tendencia a utilizar estos equipos a mayor velocidad que para la que fue
diseñado y esto se traduce en mayores lesiones y desgranado incompleto.

Figura 5 – A la izquierda bulbos de ajo Blanco con 3 o mas hojas fértiles


A la derecha bulbos de ajo Colorado con solo 2 hojas fértiles.

Para contrastar los daños con el desgranado manual se realizaron evaluaciones


del comportamiento de estas máquinas utilizando una velocidad de 350 kg/hora
para ajos Blancos (Perla INTA), de calibre 6.
Sobre la cinta de inspección se extrajeron los “dientes” con síntomas de
enfermedades y daños visibles. Los dientes desgranados manual y
mecánicamente se clasificaron por tamaño y se utilizaron para el análisis los
“dientes” con un peso promedio de 6 g.
Estos se desinfectaron mediante técnica de “embarrado” (sistema húmedo), y
se incubaron a los fines de analizar de presencia de hongos del género
Penicillium y Fusarium.
El Cuadro 1 muestra los resultados de la observación a los 7 días de incubados,
donde “semillas" de ajo con una baja carga original de Penicillium pueden ser
desgranadas mecánicamente sin riesgos de incrementar las pérdidas. Por otra
parte los tratamientos con desinfectantes controlan Fusarium sobre dientes
desgranados mecánicamente.
El análisis económico mostró que el uso de la desgranadora mecánica aumenta
la eficiencia del sistema disminuyendo de 14 jornales/ha a 6,25 jornales/ha, es
decir que los costos de uso de mano de obra disminuyen a menos de la mitad.

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Cuadro 1 – Valores de presencia de hongos en tratamientos de desgrane de ajo

Tratamientos Fusarium Penicillium


sp. sp.
Mecánico (sin desinfección) 100 % 7%

Manual (sin desinfección) 100 % 7%

Mecánico (desinfectado) 78 % 4%

Manual (desinfectado) 77 % 6%
Nota: El valor encontrado de presencia en cámara húmeda no significa
necesariamente su correspondencia con plantas dañadas luego de la plantación

Cuando se evalúan las cintas de inspección de los modelos mas tradicionales,


aparecen una serie de defectos de relativa fácil corrección. Estos son:

 Tienen recorridos muy cortos. Esto implica escaso tiempo de inspección y


poca cantidad de gente trabajando sobre ella. Es necesario al menos 4
operarios de cada lado.
 Tienen cintas de colores muy oscuros (verde o negro). Esto dificulta la
selección de los dientes con defectos.
 La iluminación sobre la misma es escasa o nula. Se debe garantizar no
menos de 1.000 lux a partir de pantallas que no encandilen a los
operarios.
 No tienen limitados los campos de trabajo ni habilitadas pistas de
colocación de los descartes. Esto se resuelve separando la cinta al centro
con una placa divisoria y colocando otras dos placas divisorias a ambos
lados de la cinta.
 Carecen de apoya pie o banquetas ergonómicas. Esto se traduce en
cansancio postural en los operarios al trabajar gran cantidad de horas
parados.
La Figura 6 muestra la división de campos propuesta para mejorar el
funcionamiento de las cintas de selección.

Figura 6 - Vista en planta de cinta de selección con división de campos de trabajo

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Resumiendo
Las limitantes y defectos mas frecuentes observadas en el manejo de las
desgranadoras son:

• Se utilizan bulbos sin calibrar.


• Se desgranan bulbos con exceso de humedad.
• La velocidad de desgranado es superior a la capacidad de la máquina.
• La presión sobre las cintas de desgranado es muy alta o muy baja.
• La cinta de selección es muy corta, carecen de separadores de campos y
descartes y es escaso el personal abocado a esta

Clasificadoras de dientes
Estas máquinas son mas conocidas como TAMAÑADORAS, pero el verbo “tamañar”
no existe en el idioma español, aunque se lo use como un vulgarismo.
El verbo clasificar si existe y significa separar entre si u ordenar cosas de
determinadas condiciones o calidades. Por esto las llamaremos CLASIFICADORAS.
En muchos modelos disponibles en el mercado estas se colocan a continuación de la
cinta de inspección de las desgranadoras.
Hay máquinas para ahorrar tiempo o ahorrar mano de obra (plantadoras,
cosechadoras, etc.), pero hay otras, como estas clasificadoras, que son para
aumentar los rendimientos y la calidad.
El objetivo principal del clasificado de los “dientes” destinados a “semilla” es
aumentar los rendimientos, como se puede ver en las Figuras 6 y 7, donde se
observa que, mientras mayor peso tiene el diente semilla (dentro de ciertos
límites), mayor será el calibre del bulbo logrado.
La clasificación de los “dientes” permite:
 Asegurarse uso de semilla de tamaño mínimo que varía según la
variedad
 Asegurarse uniformidad de brotación y emergencia, al “emparejar” el
estado de dormición de los dientes.
 Evitar la competencia entre plantas procedentes de “dientes” de diverso
tamaño
 Facilitar el buen funcionamiento de las plantadoras.

10
7,5

7,0

6,5
Diámetro bulbo producido (cm) Morado

6,0 Perla

Norteño
5,5
Nieve

5,0 Unión

Lican
4,5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Peso diente semilla (g)

Figura 6 – Efecto del peso del diente semilla en el calibre del bulbo logrado en variedades tempranas.

7,0

6,5

6,0
Diámetro bulboproducido (cm)

5,5

5,0 Gostoso

Fuego

4,5 Sureño

Castaño
4,0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Peso diente semilla (g)

Figura 7 – Efecto del peso del diente semilla en el calibre del bulbo logrado en variedades tardías.

La forma del bulbo incide en la forma del diente. Los bulbos de los diferentes Tipos
Comerciales de ajo (Figuras 8 y 9), tienen su propio formato (muchas veces este es
modificado por las condiciones ambientales), y este formato diferente se
corresponde formato diferente de dientes, permitiendo que dientes largos y
angostos pueden tener el mismo peso que dientes cortos y gruesos.

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Figura 8 – Bulbos chatos, cónicos, globosos cónicos, pertenecientes a diversos Tipos Comerciales de ajo

Como ya se mostró, la anatomía del bulbo (número de hojas fértiles y posición de


los dientes en el bulbo), incide en la calidad del desgranado, como también
modifica el formato del diente y por lo tanto modificará la precisión del clasificado.
Dentro de la misma variedad y calibre también existen diferencias de formas y peso
entre los dientes de un mismo bulbo (Figura 10), y esto explica de alguna manera
la falta de uniformidad en la emergencia de plantas en el cultivo, en parte por el
diferente peso y en parte por las diferencias en el estado de dormición.
El Índice Visual de Dormición (IVD), utilizado para evaluar el estado de reposo de
los dientes es tanto menor cuanto mas externa sea la posición de los dientes en el
bulbo, o dicho de otra manera mientras mas “viejos” (externos) sean los dientes la
dormición será mas corta (Figuras 11 y 12). Valores de IVD próximos al 75 % en
ajos Colorados o 50 % en ajos Blancos indican el momento mas oportuno de
plantación.
La temperatura de almacenamiento de los bulbos destinados a semilla deberá ser
de 15 ºC a 18 ºC para uniformizar el estado de reposo de todos los dientes y por lo
tanto uniformizar la brotación y emergencia.

12
Figura 9 – Cortes longitudinales y transversales de bulbos de ajos Colorados (izquierda) y Blancos
(derecha), mostrando las diferencias de forma y tamaño de los dientes en función de su posición.

Figura 10 – Variación de forma y tamaño (peso) de los dientes dentro de un mismo bulbo. Los dientes
encerrados en la imagen están por debajo del peso mínimo de semilla para esa variedad.

13
R
IVD = B/R x 100
B

Figura 11 – Corte longitudinal de un diente mostrando la manera de calcular el Índice Visual de


Dormición (IVD). Los dientes mas grandes y “viejos” (externos), están mas “despiertos”.

Figura 12 – Corte transversal de un bulbo mostrando que los dientes mas externos de la primera hoja
fértil están mas despiertos (brotes mas verdes), que los de la segunda hoja fértil (en línea de puntos).

La Figura 13 muestra la incidencia del calibre del bulbo en el formato del diente
para una determinada variedad, Morado INTA en este caso, y el rendimiento en
semilla que posee cada calibre. Esta es la principal razón para clasificar los bulbos
antes del desgrane eligiendo un calibre que aporte la mayor cantidad posible de
dientes de alto peso.
Los modelos de clasificadoras de dientes destinados a semilla mas difundidos
separan a estos por forma y tamaño, pero no necesariamente por peso. Las
máquinas pueden ser: de barras paralelas; de placa cribada y de malla cuadrada o
rectangular, y dentro de estas pueden ser lineal o concéntrica.

14
Figura 13 – Rendimiento en semilla (%) en función del calibre del bulbo madre para la variedad
Morado INTA. El Calibre 7 muestra la mejor alternativa.

Las máquinas de barras paralelas (Figura 14), cuyas listones de hierro redondo
por lo general están separadas 17 mm, 13 mm y 11 mm, clasifican en un solo
sentido (el grosor o espesor de los dientes), y por lo tanto son las mas ineficientes,
por lo que se desaconseja su uso.
El Cuadro 2 muestra para diferentes tipos de ajos que la clasificadora de barras
paralelas muestra grandes diferencias debidas a la forma distintas de estos.

15
Figura 14 – Clasificadora de dientes por barras paralelas.

Cuadro 2 – Peso medio de dientes (g), arrojados por máquina de barras paralelas (17 - 13 - 11 mm),

Tipo Tamaño de semilla


Comercial Cuña Chico Mediano Grande
Blanco 1,0 3,8 4,5 7,6

Colorado 2,4 4,4 5,1 7,0

Las máquinas de malla clasifican en dos sentidos (largo y espesor del diente). Los
equipos mas difundidos (Figuras 15 y 16), clasifican los dientes por el paso en la
trama de mallas cuadrada o rectangular avanzando a través de un cilindro giratorio.
Pueden ser cilindros lineales (Figura 15), o concéntricos (Figura 16). Las lineales
poseen una capacidad de trabajo de 100 a 1.000 kg/hora, dependiendo del
diámetro del cilindro que va de 40 cm a 80 cm según el modelo y de la longitud del
mismo que va de 2 a 4 metros.
Muchos de estos equipos adolecen de defectos que se pueden corregir o solicitar su
inclusión al fabricante.

16
Las partes componentes “deseables” son: tolva con dosificador (en el caso que no
esté acoplada a la cinta de inspección de la desgranadora), cilindro de gran
diámetro y longitud; extractor de polvos e inertes; barras axiales de avance
interno; mallas intercambiables de diferentes tramas y cepillo enrasador/limpiador.
También deben tener elementos que le den versatilidad de uso. Las variables de
buen funcionamiento son: regulación del volumen de carga de la tolva del aire del
extractor, de la velocidad de giro del cilindro y de la velocidad de avance del
producto. Deberá permitir modificar la longitud de los tramos del cilindro y disponer
de boquillas de salida móviles.

Figura 15 – Clasificadora de dientes lineal de malla.

Figura 15 – Clasificadora de dientes concéntrica de malla.

17
Estos equipos, que como se dijo, clasifican en función de la forma y el tamaño del
diente (pero no por su peso), deben adaptarse a cada uno de los tipos comerciales.
El Cuadro 3 muestra la versatilidad en el uso de mallas que debe tener una
clasificadora de dientes cuando se pretende trabajar con diferentes tipos
comerciales.

Cuadro 3 – Trama de la malla cuadrada (mm), para seleccionar dientes de diferentes tipos comerciales

Tipo Tamaño de semilla


Comercial Cuña Chico Mediano Grande
Rosado 9 11 13 > 13

Colorado 12 17 21 > 21

Blanco 15 20 25 > 25

Los modelos de cilindros concéntricos, también clasifican en dos sentidos (largo y


espesor), pero aumenta la eficiencia por mayor recorrido. Ocupan menos espacio
(largo de cilindro 1,5 m), los cilindros tienen de 20 a 100 cm de diámetro y la
capacidad según los modelos oscila entre 250 a 1.000 kg/hora.
Las limitantes mas severas de estos equipos, ya sean lineales o concéntricos, es la
baja eficiencia que poseen ya que los recorridos son muy cortos y todos los tramos
de malla son iguales en longitud como si la proporción de cada tamaño de semilla
fuera igual.
Para asegurarse el uso correcto los dientes provenientes de la desgranadora deben
estar sanos, limpios, secos y sueltos. Conociendo el peso mínimo de semilla para
cada variedad se deben seleccionar las mallas y la proporción que ocupan las
mismas, lo que se consigue con el uso de mallas intercambiables.
En cada boquilla se debe controlar la eficiencia de las mallas y regular el caudal de
carga de la tolva. La Figura 16 muestra un ejemplo de medición de eficiencia de
clasificadora de malla cuadrada para semilla de ajos Rosados.
Como puede observase cada tramo clasifica dientes en un rango muy grande, lo
que superpone el peso de los mismos en la salida de las boquillas correspondientes
y por lo tanto la eficiencia (sectores coloreados), es muy baja, variando del 40 % al
75 % según la malla.

1,2 4,2 40 %

1,1 3,0 55 %

0,5 1,9 75 %

0,2 0,9

Figura 16 – Evaluación de la eficiencia de una clasificadora de malla cuadrada

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Los Cuadros 4 y 5 muestran respectivamente para ajos de diferentes tipos
comerciales, y diferentes cultivares como varía el peso de los dientes cuando se
utiliza una clasificadora de malla cuadrada (trama cuadrada 21 – 17 – 12 mm).
Como puede observarse la eficiencia de las clasificadoras depende de la
uniformidad de los dientes, y esta depende de la variedad:

 Morados y Colorados (2 hojas fértiles) Máxima uniformidad


 Blancos (3-4 hojas fértiles) Uniformidad intermedia
 Rosados (4-6 hojas fértiles) Mínima uniformidad

Cuadro 4 – Peso medio de los dientes semilla clasificados por malla cuadrada
de 21, 17 y 12 mm de trama, para variedades de ajos Morados, Violetas y Blancos.

Cultivares Cuña Chico Medio Grande


Morado 1,5 3,2 6,1 10,9
Lican 1,2 2,5 5,3 7,9
Norteño 1,5 2,7 5,4 8,5
Unión 1,2 2,4 4,7 8,4
Nieve 1,1 2,3 4,5 8,3
Perla 1,3 2,7 4,7 7,1
Media 1,26 2,52 4,92 8,06
Desvío 0,15 0,18 0,40 0,59

Cuadro 5 – Peso medio de los dientes semilla clasificados por malla cuadrada
de 21, 17 y 12 mm de trama, para variedades de ajos Colorados.

Cultivares Cuña Chico Medio Grande

Gostoso 1,4 3,0 4,9 7,0

Sureño 1,4 3,1 5,2 8,7

Fuego 1,3 2,9 5,3 8,0

Media 1,3 3,0 5,1 7,9

Desvío 0,06 0,10 0,21 0,85

Como ya se dijo, la forma del bulbo (globosa, chata ó cónica), y su anatomía


(número de hojas fértiles y número de dientes), también afectada por el ambiente,
determina formas de dientes diferentes (ancho, alto, espesor), y esto determina la
uniformidad y el peso. Las máquinas son mas eficientes para ajos Morados y
Colorados que para Blancos.

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Un modelo propuesto para la clasificación por peso y no por forma y tamaño,
deberá separar por peso específico a través de una columna de aire impulsado.
Resumiendo:
 Clasifique sus bulbos eligiendo el calibre con mayor potencial de semillas de alto
peso, desgrane, seleccione y clasifique sus dientes con la mayor precisión
posible
 Elija su clasificadora (… o modifíquela), incorporándole todas las partes
“faltantes”
 Elija la trama de las mallas en función del tamaño mínimo de semilla de su
variedad
 Elija las proporciones de mallas en función del rendimiento en semilla de sus
bulbos

Desinfectadoras de “semilla”
La desinfección (con fungicidas), y la desinfectación (con nematicidas), de los
dientes semilla, es una práctica preventiva y/o curativa, que favorece la sanidad y
stand de plantas en el cultivo, mejorando la supervivencia de las plántulas en sus
primeros estadios.
Tradicionalmente se realiza por el procedimiento de inmersión, que consiste en
realizar una solución acuosa de los productos y luego la inmersión de los dientes
(clasificados por tamaños) durante un tiempo que varía entre 10 a 60 minutos.
Cuando es correctamente realizado, produce buenos resultados, sin embargo es
lento, se necesita mucho lugar para realizar el “oreado” de la semilla, los operarios
están más expuestos a los agroquímicos y por último no es un método aplicable
para la plantación mecánica
Un segundo procedimiento es el “embarrado” o slurry, que consiste en preparar
una solución muy concentrada de los productos y luego aplicarlo a los dientes,
mediante una maquinaria que permita mezclar el producto con los dientes los que
terminan “pintados”.
Casi no absorben líquido y la “semilla” queda casi seca y recubierta por una película
protectora. No es necesario orear y se puede plantar inmediatamente mecánica o
manualmente.
Se puede realizar en maquinas hormigoneras modificadas (utilizadas en la
construcción), que se adaptan perfectamente para realizar este procedimiento. Para
ello se debe asegurar que el tambor esté perfectamente liso y limpio, sacar dos de
las tres paletas que tiene en su interior, y recubrir con goma la restante.
En las maquina más pequeña del mercado (Figura 17), y más comúnmente
utilizadas, tienen una capacidad de aproximadamente, 30 kg de dientes y una vez
en funcionamiento en menos de 1 minuto de tiempo de giro pueden desinfectarse
correctamente.
El tratamiento también puede realizarse en un tambor excéntrico, como se observa
en la Figura 18.

20
Figura 17 - Hormigonera adaptada a la desinfección de semilla por el método de “embarrado”

Figura 18 - Tambor excéntrico de accionamiento eléctrico para tratamiento de diente-semilla

Existen desinfectadoras continúas (Figura 19), de origen español, que si bien


requiere de ajustes de acuerdo numerosas variables, resultaría ser la más práctica
para este tarea.

21
Figura 19 - Cilindro continuo de accionamiento eléctrico para tratamiento de diente-semilla

Las partes constituyentes de este último son: bastidor metálico de soporte; tolva de
alimentación por capachos; cilindro mayor a 50 cm de diámetro x de 3 m de largo
como mínimo; sin fin interno del cilindro; boca de salida; tanque de productos
químicos; bomba de presión; cañería de aspersión y aspersores.
Para su funcionamiento los dientes ya clasificados se depositan en la tolva de
alimentación y una cinta con capachos alimenta el cilindro giratorio mientras los
aspersores van rociando con la mezcla.
Los dientes tratados se recogen en bolsas rejillas, los que pueden ser plantados
casi de inmediato previa a un oreo breve. Una variante más pequeña de este
equipo consiste en adaptar el equipo a la boquilla de salida de la clasificadora de
dientes.
Los tratamientos de “embarrado” (Figura 20), si bien son los más recomendados, la
eficiencia está sujeta, entre otros factores, a un adecuado ajuste la dosis, la que
generalmente se expresa en gramos o litros (de producto), por kilogramos o
tonelada de “dientes”, sin hacer expresa mención del peso o tamaño de los
mismos.

Figura 20 - Ajo semilla desinfectado por técnica de “embarrado” o en húmedo

22
Para cualquier cuerpo, es sabido, que la relación de la superficie expuesta esta en
relación a su masa (peso y volumen), es diferente según el tamaño del mismo, por
lo que se puede esperar que la superficie expuesta de un diente pequeño no tenga
la misma relación que la de un diente grande. Asimismo los dientes de las
diferentes variedades tienen formas y tamaños diferentes.
Estudios realizados con las variedades Morado INTA, Sureño INTA y Castaño INTA
muestran que, salvo en el rango de 8 a 10 gramos (Cuadro 6), la superficie de los
dientes difirió entre las variedades. Estas diferencias son atribuidas a que cada
variedad posee una forma característica de los dientes, por lo que su superficie
varía.
Las variedades más parecidos entre sí, para casi todas las categorías fueron Morado
INTA y Sureño INTA, destacándose que el clon Castaño INTA posee valores de
superficie mayores para todas las categorías de peso.

Cuadro 6 - Comparación entre la superficie de los clones para cada rango de peso.

Rango Superficie de los dientes (cm2 )


(gramos)

Morado INTA Sureño INTA Castaño INTA


0a2 14,21 8,48 (sin dientes)

2a4 12,89 13,48 17,13

4 a6 17,48 17,55 19,54

6 a8 20,05 20,37 23,30

8 a 10 23,34 23,51 26,98

más de 10 23,75 (sin dientes) 31,52

Las Figuras 21 muestra que, si se debe aplicar un producto diluído en agua, la


cantidad necesaria para cubrir los dientes de una capa homogénea será diferente
para cada cultivar y tamaño de diente.

36

33

30

27

24

21
superficie (cm2)

18

15
Castaño INTA
12
Sureño
9
INTA
6
Morado
3

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
peso (g)

Figura 21 - Relación entre el peso del diente y la superficie de cobertura del mismo

23
A modo de ejemplo:
Para la plantación de una hectárea de ajo se requiere 260.000 dientes, (sin
considerar cambio de densidad por tamaño de dientes), y la recomendación de
el/los producto/s a aplicar es de 1 litro por ha, para la semilla de un peso
promedio de 5 g del ajo cv. Sureño.
Para mantener niveles de control similares, para los diferentes variedades y
tamaños de semilla, deberá mantener la misma densidad de producto por
superficie a controlar, la Figura 22 muestra variación de la necesidad de
producto en función del tamaño de semilla utilizado y de la cultivar.

Figura 22 – Variación de la dosis desinfectante en función del peso del “diente semilla”

Es decir, si para semilla de ajo Sureño INTA de 5 g necesito 1 litro cada 100 kg de
dientes, (total 20.000 dientes), para 100 kg de semilla de peso medio 2 g (33.000
dientes), se necesitarán 0,76 litros del mismo producto.
De estos resultados surge que la práctica habitual de preparar una única
concentración para un tratamiento (haciendo abstracción a la existencia de formas
y pesos variables en las cultivares), causa sobre o sub dosificaciones del producto a
aplicar.
Se efectúa la desinfección de la semilla contra hongos y nematodos antes de la
plantación, pero ajustando la práctica a los resultados de un análisis sanitario
previo, de modo de poder establecer la necesidad de modificar las dosis, o de
complementar el tratamiento con otros biocidas más específicos.

La desinfección se deberá realizar entre 12 y 24 horas antes de la plantación para


sistema de embarrado o inmersión respectivamente. En los sistemas discontinuos
de “hormigonera” se preparará, por ejemplo, un caldo con fungicida de amplio
espectro, nematicida, fungicida específico y agua.

Se colocarán aproximadamente 30 kilogramos de dientes clasificados y ventilados


(sin catáfilas sueltas pata evitar que absorban excesivo líquido), en el equipo de
desinfección, se agregará una medida de XXX ml del preparado previo cálculo para
un determinado peso de semilla, y se pondrá en funcionamiento la máquina
durante 1 o 2 minutos.

24
Luego se vacía en una caja o bolsa y se observa que los dientes estén
perfectamente “embarrados”, y que no quede líquido en residual en el fondo de la
hormigonera.

Plantadoras
Es la etapa de mecanización más cuestionada por la posición de caída del diente en
el suelo y por la distribución, sin embargo la eficiencia de los equipos depende de
varios factores, algunos propios de la maquina, algunos propios de la semilla y
otros propios del manejo general del cultivo.
Como se dijo, este tipo de herramienta no se impondrá por la “prolijidad” con que
hace su tarea, sobre todo si se la compra con el trabajo artesanal, sino que lo hará
por la oportunidad en que puede realizarlo. Se debe recordar que la plantación
temprana favorece los altos rendimientos.
Son necesarios entre 16 a 20 jornales/ha para la plantación manual y estos pueden
no estar disponibles en el momento oportuno si en la región simultáneamente se
esta cosechando uva y otras frutas y hortalizas de verano.
Las máquinas que se ofrecen en el mercado se diferencian en el mecanismo de
retención de los dientes. Pueden ser a cangilones (Figura 23), de pinzas (Figura
24), o neumáticas (Figura 25), pero todas ellas son de caída libre hasta el fondo del
surco de plantación.
El Cuadro 7 muestra el resultado de algunas experiencias en las que solo el 4 % de
los dientes caen invertidos, mientras que el 8 % caen en posición normal y el resto
cae acostado.
La Figura 26 muestra que si bien las posiciones de caída acostadas demoran un
poco mas en emerger, esta no es significativa, comparándola con las ventajas de
realizar la tarea a tiempo.

Figura 23 – Traslado de dientes por medio de cangilones

Figura 24 – Traslado de dientes por medio de pinzas

25
Figura 25 – Traslado de dientes por medio de discos neumáticos

Todas las máquinas que se ofrecen en el mercado cuentan con tolvas para
recepción de los dientes (desinfectados y clasificados por tamaños); un surcador
con regulación de profundidad, el sistema de distribución, mecanismos de
regulación de la densidad y rejas o ruedas tapadoras.
Las máquinas de cangilones producen graves daños en los dientes, tanto en el
ingreso del cangilón como a la salida en el tubo de descarga. Solo posee dos
tamaños de cangilones y es recomendada solo para plantaciones con fines
industriales.
Las máquinas de pinzas (intercambiables según el tamaño del diente), exigen que
la semilla esté bien clasificada por tamaños. Son las de mejores por su relación
beneficio /costo.
Las máquinas neumáticas exigen que no haya catáfilas sueltas que obture los
orificios de los platos de distribución, requiere de la toma de fuerza del tractor. Con
el uso continuo manifiesta pérdidas de aire e impide sostener dientes grandes. Es
poco práctica para el cambio de discos y costosa.
Cuadro 7 – Posición de caída de los dientes en plantación mecánica de caída libre

26
Figura 26 – Velocidad de brotación de dientes en diferentes posiciones de caída

El mercado ofrece generalmente máquinas de 3 y 5 líneas simples o 2 líneas dobles


adaptadas a riego por goteo o aspersión (aptas para cosecharse mecánicamente),
las que permiten implantar desde 1,5 ha/día, hasta 2,5 ha/día.
Se estima que en la actualidad en Mendoza y San Juan hay más de 80 maquinas
plantadoras trabajando (propias o de empresas de servicio), que plantan más de
3.500 ha.
La opinión de los usuarios es favorable, aunque siempre proponen cambios y
correcciones adaptándolas a las condiciones locales (sistema de riego y labranza,
destino de la producción, diseño de la propiedad, etc.)
Todas ellas tienen problemas de distribución en la línea, ya sea por excesos que
traen aparejados falta de uniformidad y deformaciones en los bulbos por
competencia (Figura 27), o por defecto que atenta contra la densidad de plantas
esperadas.

Figura 27 – Deformaciones de bulbos y disminución de calibre por competencia


en plantaciones extra densas.

Para evitar estos problemas se ha propuesto la combinación de la máquinas con


corrección o arreglo manual (Figura 28), luego de que se evaluaron 2 máquinas
plantadoras (a pinzas y neumática).

27
Para cada línea de plantación se asigna un operario que, con un vástago de
madera, mueve aquellos dientes que han caído excesivamente juntos. Los
resultados se pueden ver en la Figura 29.

Figura 28 – Plantación mecánica con corrección manual

Distribución de dientes sin arreglo manual

Distribución de dientes con arreglo manual


Figura 29 – Distribución de dientes con y sin corrección manual

28
Los resultados de la experiencia mostraron que la eficiencia sin corrección manual
fue del 80% (porcentaje de distribución deseado), y este se puede mejorar cuando
se realiza la corrección manual al 90 %, valores muy similares a una plantación
manual. El arreglo manual permite minimizar las pérdidas por bulbos deformes por
alta densidad.
La plantación mecánica con arreglo manual, no disminuye sustancialmente los
rendimientos respecto a la manual y se puedan evitar los atrasos en la época de
plantación.
Entre los errores mas comunes en el uso de las plantadoras podemos citar:
 Mala calibración de los dientes.
 Pinzas de tamaño mayor al tamaño de la semilla utilizada.
 Velocidad excesiva de trabajo.
 Regulaciones de engranajes inadecuadas
 Uso de semilla desinfectada por el método de inmersión.

El uso de plantadoras por si solo no resuelve todos los problemas de esta etapa.
Asumiendo que una máquina puede plantar 2,5 hectáreas por día, y que la
plantación de una determinada variedad no puede demorarse mas de una semana
en el estado de superación de la dormición óptimo, cada equipo solo puede plantar
algo mas de 17 hectáreas durante la temporada.
Si se utilizan mas de un tipo comercial y mas de una variedad con diferente estado
de dormición, la máquina podrá hasta cuadruplicar o quintuplicar su capacidad
operativa en el año y los costos de amortización de la misma disminuyen
significativamente.
El Cuadro 8 muestra algunas posibilidades de combinación de tipos comerciales y
variedades para el mejor aprovechamiento de las máquinas plantadoras
extendiendo el plazo por 65 días.

Cuadro 8 – Fecha límite de plantación según el IVD para las condiciones de San Carlos – Mendoza

Tipo Comercial Cultivar Fecha de plantación

Morado Pampeano 20 de Febrero

Serrano 20 de Febrero

Morado INTA 10 de Marzo

Blanco Killa INTA 10 de Marzo

Perla INTA 20 de Marzo

Cristal INTA 20 de Marzo

Nieve INTA 30 de Marzo

INCO 283 30 de Marzo

Unión 30 de Marzo

Lican INTA 30 de Marzo

Norteño INTA 10 de Abril

Plata INTA 10 de Abril

29
Colorado Tempranillo 10 de Abril

Gostoso INTA 10 de Abril

Peteco 15 de Abril

Fuego INTA 20 de Abril

Sureño INTA 20 de Abril

Gran Fuego INTA 20 de Abril

Rubí INTA 25 de Abril

Cosechadoras
Desde plantación hasta la cosecha las pérdidas “normales” de rendimientos son del
orden del 8 % al 10 %, sin embargo a partir de este momento y hasta góndola las
pérdidas son del orden del 20 % al 25 %, ya sea por defectos graves
(podredumbres, vanos, verdeados), o por defectos leves (manchas, agrietados,
incompletos). Por esta razón se deben tener en cuenta muchos cuidados.
Resulta complejo tomar decisiones sobre el momento oportuno de cosecha, ya que
intervienen muchos factores.
Por lo general el agricultor, que conoce su variedad, su suelo y su ambiente
climático, toma decisiones acertadas, tal vez guiándose por aquel dicho “mas vale
dos días antes y no dos horas después”.
Las cosechas tempranas se caracterizan por plantas verdes, bulbo inmaduro, menor
rendimiento total, catáfilas sueltas, susceptible a ataques de podredumbres,
manchas herrumbres y carbonillas, dificultad para el curado y secado
Las cosechas tardías se caracterizan por plantas muy secas, bulbos sobre maduros,
con catáfilas muy secas que se desprenden fácilmente, o bulbos “pelados”, de poca
firmeza, de fácil “desgranado”.
Las cosechas oportunas se caracterizan por bulbos de máximo calibre, catáfilas
firmes, textura levemente húmeda, cuello de la planta cerrado con máxima
capacidad de conservación.
Se estima que mas del 20 % de la superficie de Mendoza y San Juan se cosecha
con alguno de los tipos de cosechadoras que se ofrecen en el mercado.
Los equipos mecánicos de cosecha se pueden definir de la siguiente forma:

 Cosecha semi mecánica a través de cuchilla laminar y recolección manual (Figura 30)
 Cosecha mecánica a través de:
 Arrancadora – hileradora (Figura 31)
 Arrancadora – atadora (Figura 32)
 Arrancadora – destalladora (Figura 33)

30
Figura 30 – Arrancado con cuchilla laminar

Figura 31 – Arrancadora - hileradora

Figura 32 – Arrancadora - atadora

31
Figura 33 – Arrancadora destalladora

Las partes componentes comunes de estos equipos de cosecha mecánica integral


son, para cada hilera:
 Una cuchilla arrancadora
 Dos correas que toman, sacuden y elevan la planta
Cada uno de estos modelos se adapta mejor a una determinada situación. Así la
arrancadora destalladora, por el hecho que lesionan la planta por el corte,
requieren de traslado inmediato (generalmente en bins o big-bag) y secado
artificial con caloventores para evitar fermentaciones y podredumbres en los
contenedores de pos cosecha.
La arrancadora hileradora deja el cordón imperfecto y necesariamente debe ser
reacomodado por los operarios.
Las arrancadora atadora, presenta con mucha frecuencia desperfectos en el atador.
Los análisis de calidad realizados sobre las muestras extraídas y referidos a
porcentajes de bulbos con daños graves visualizan mayores daños en la cosecha
manual respecto a la mecánica.
Esto se explica por que las cosechadoras mecánicas son muy eficiente en la
eliminación de tierra adherida a las raíces a través de las correas elevadoras, y no
golpea los bulbos. El Cuadro 9 muestra las diferencias de daños en 4 modalidades
de cosecha.
Cuadro 9 – Nivel de daño en bulbos en función de la modalidad de cosecha

Bulbos dañados
Modalidad de cosecha (%)
Arrancadora - hileradora 0
Arrancadora - atadora 2,0
Arrancadora – atado manual 7,0
Arrancadora - destalladora 8,2 (*)
(*): Este valor es muy alto debido a las condiciones poco propicias en que se realizó la evaluación en campo

Para las condiciones locales se adaptan mejor las máquinas hileradoras y las
atadoras. Su funcionamiento en condiciones de trabajo se refleja en el Cuadro 10.

32
Cuadro 10 – Evaluación operativa de arrancadoras de ajo

Variable evaluada Atadora Hileradora


Tiempo empleado en recorrer 100 m 1 ‘ 16 ‘’ 1 ‘ 47 ‘’

Velocidad en km/h 4,7 3,3

Tiempo de giro 40 ‘’ 1 ‘ 10 ‘’

Nº de lineas 2 3

Personal necesario (jornales/ha) 4,2 2,5

Capacidad operativa (ha/día) 2,5 3,2

Como puede observarse, la capacidad operativa de las cosechadoras es


relativamente baja.
Asumiendo que pueden cosechar 3 hectáreas por día, y que una determinada
variedad debe ser cosechada en un período no mayor a 7 días, la superficie
cosechada con una máquina en dichas condiciones es aproximadamente de 20
hectáreas en la temporada.
Una estrategia válida para aumentar la capacidad operativa anual, y por lo tanto
mejorar los costos de amortización de la misma, es utilizar variedades que tengan
diferente fecha de cosecha (Figura 34), y que por lo tanto permitan un
escalonamiento de la cosecha.

1-Nov 8-Nov 15-Nov 22-Nov 29-Nov 6-Dic 13-Dic 20-Dic 27-Dic

Morado INTA
8-Nov
Lican INTA
15-Nov
Norteño INTA
16-Nov
Grupo INCO 207 26 días
III 19-Nov de cosecha
INCO 283
23-Nov
Unión
25-Nov
Nieve INTA
27-Nov
Perla INTA
3-Dic
Gostoso INTA
3-Dic
Sureño INTA
11-Dic 24 días
Grupoo INCO 30 de cosecha
o IV 16-Dic
Fuego INTA
16-Dic
Castaño INTA
20-Dic

Figura 34 – Cronograma de cosecha para variedades de ajo en las condiciones de San Carlos - Mendoza

33
Entre los errores más comúnmente observados durante la cosecha mecánica se
pueden mencionar:
• alta infestación de malezas de gran porte
• velocidad de operación inadecuada
• uso de hilo no apto en las arrancadoras atadoras y
• escaso mantenimiento.

Transportadoras de ajo verde


Cuando el ajo está recién arrancado es el momento de máxima sensibilidad a los
daños en los bulbos, y por lo tanto debe retirarse inmediatamente del campo
evitando magulladuras, daños por lluvia y daños por sol
La carga a granel de ajos frescos (verde en rama), genera magulladuras tanto en el
período de carga como en el descarga siendo mayores cuanta mas larga es la
distancia de traslado. Por lo general el ajo sale del sector a través de camiones
volcadores o de acoplados convencionales generando daños por pisoteo y golpes, a
lo que se deben sumar los riesgos de esguinces en los operarios y sobre pisoteo de
suelo por parte de la unidad tractora.
El transporte de ajo “verde en rama” en camiones requiere 4 cargas/ha, mientras
que el transporte en acoplado convencional y tractor requiere 15 cargas/ha, (Figura
35)

Figura 35 – A la izquierda traslado de ajo verde en camiones volcadores a la derecha traslado en acoplados

El INTA ha desarrollado un tres de acoplados autovolcadores (Figura 36), cuyas


ventajas son evitar los daños en los bulbos, abaratar los costos de traslado (por
tiempo y recorrido), y mano de obra, evitar el sobre pisoteo de suelo, y bajar los
riesgos de magulladuras de los operarios.
Para la operación de carga y traslado en campo, el conjunto (tractor + 3 acoplados
en serie), debe circular en forma continua a menos de 2 km/hora entre los
cordones de ajos atados, los que son cargados por 3 operarios/acoplado (2 cargan,
1 acomoda).
Los operarios que cargan apoyan los atados de ajo sobre la planchada del acoplado
(Figura 37), mientras que el operario que acomoda pisa la planchada (por un pasillo
entre franjas de atados), sin afectar a los bulbos.
Para el traslado el tractor se desplaza por los callejones de acceso al sector de
secado entre 10 y 12 km/hora.

34
Figura 36 – Tren de acoplados autovolcadores con diferentes opciones de uso

Figura 37 – Operación de carga y traslado en finca

Para la operación de descarga frente a los secaderos el conjunto accede a la playa


de maniobras sobre la línea de descarga (Figura 38). En esa posición solo el
tractorista desengancha y vuelca el último acoplado.
Desplaza hacia la izquierda el acoplado vacío y retrocede con el conjunto hasta
posicionar el segundo acoplado en la línea de descarga, desengancha y vuelca.
Repite la operación con el primer acoplado (Figura 39). Requiere una playa de
maniobras de 7 m de ancho por 17 m de largo
A continuación engancha los tres acoplados que han quedado alineados a la
izquierda de la línea de descarga y re inicia el ciclo.
En oportunidad de comparar el funcionamiento de los acoplados autovolcadores del
INTA con otras modalidades como los acoplados de finca o los transportadores de
bins utilizados para frutas, se pudo demostrar las ventajas de aquellos, como
muestra el Cuadro 11.
La eficiencia y funcionalidad en el campo muestran que:

 Se pueden cargar 2.500 kg a 2.700 kg de ajo “verde en rama” en cada


módulo, uniformemente distribuida.
 Se pueden remolcar sobre suelo agrícola con superficie surcada sin
compactar y en superficie compactada (callejones), los tres módulos
vinculados entre sí con tractores de 45 HP a 60 HP de potencia.
 Cuando el desplazamiento se realiza en el sentido de surcado, aún
cuando se cruzan “regueras” o “colectoras” no existen problemas.

35
Figura 38 – Etapas de la descarga en la playa de maniobras

Figura 39 – Playa de maniobras para descarga de 7 m x 17 m

36
Cuadro 11 – Comparación del funcionamiento de modalidades de transporte de ajo en finca

PARAMETROS ACOPLADOS ACOPLADO TRANSPORTE


INTA FINCA DE BINS
Volumen efectivo (m3) 21 9 5
Carga efectivo (kg) 6.300 2.700 1.500
Tiempo de carga (kg/min/persona) 80 (1) 70 (2) 11 (3)
Tiempo de descarga (kg/min/persona) 780 33 17
Nº operarios carga 9 9 7
Nº operarios descarga 1 8 7
Tiempo total carga/ha 2 horas 40 ‘ 6 horas 13 ‘ 6 horas
Nº viajes totales/ha 6,3 14,8 26,6
Relación potencia aprovechada (kg/HP) 90 38,5 21,4
Necesidad de playa de maniobras (m2/t) 19 23,3 84

(1): 3 operarios/acoplado (2 cargan, 1 acomoda) + 1 tractorista


(2): 8 operarios (6 cargan, 2 acomodan) + 1 tractorista
(3): 6 operarios cargan + 1 tractorista

 En el sentido transversal al surcado puede producirse “patinamiento” de


la unidad tractiva.
 El conjunto de transporte (unidad tractiva 45 HP y tres módulos), puede
desplazarse y frenar a velocidad de 10 km/hora sobre callejón
consolidado.
 El conjunto de transporte (unidad tractiva 60 HP y tres módulos), puede
desplazarse y frenar a velocidad de 15 km/hora sobre callejón
consolidado.
 Para la operación de dicho tren de transporte se recomienda velocidad
máxima 15 km/h, por razones de seguridad.

Cuando se midieron los niveles de daños de los bulbos mediante análisis por la
Norma IRAM/INTA 155.003, los daños por magulladuras del acoplado convencional
alcanzó el 12,3 % , mientras que para los acoplados INTA fue solo del 3,5 %.
Asumiendo los valores de precios alcanzados a nivel de productor/empacador en la
campaña 2009/2010 (U$S 2,00 por kilogramo), solo para la provincia de Mendoza,
se puede evitar una pérdida anual de U$S 16.540.000 cuando se comparan ambos
métodos.
En resumen el Sistema de Recolección de Ajo del INTA (SRA/INTA), presenta la
mejor perfomance en todas las variables evaluadas:
• cargan más,
• lo hacen más rápido,
• tienen mayor aprovechamiento de la potencia de tracción,
• necesita menos espacio para operar,
• son mas baratos de comprar y de operar,
• no dañan el producto, y
• disminuye los riesgos de torceduras de miembros inferiores de los
cargadores

37
Resumiendo
La mecanización integral del cultivo de ajo se terminará imponiendo por la
oportunidad en que se puedan realizar las labores minimizando las pérdidas.
La ausencia de mano de obra en tiempo y forma se compensará en parte por la
capacidad operativa de las máquinas. El Cuadro 12 y la Figura 40 muestran
comparativamente el efecto de la mecanización en la disminución del uso de mano
de obra.

Cuadro 12 - Requerimiento de mano de obra por hectárea en actividades mecanizadas

Disminución
Actividad Horas Jornales
(%)
Desgranado mecánico 49 6,2 - 62
Plantación mecánica 40 5,0 -72
Cosecha mecánica 76 9,5 -50

Figura 40 - Necesidad de mano de obra (jornales/ha), en cultivos de ajo


de conducción manual y mecanizada

38
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