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La asamblea de ciudadanos en Venezuela

La legislación venezolana ha reconocido diversos medios para el ejercicio de la


participación ciudadana; la Asamblea de Ciudadanos es el que mayormente representa ese
concepto.

Como se desprende de su nombre es la reunión de personas que toman interés por algún
asunto vecinal o que afecte a la ciudad y lo discuten junto con sus autoridades.

10 contaminantes muy peligrosos


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Tiene en común con el cabildo abierto que se llevan a cabo fuera de la sede de los órganos
o entes públicos; por lo general en las comunidades. Participan de manera activa los
ciudadanos para buscar soluciones mediante planteamientos concretos a las autoridades
locales; poseen carácter vinculante para los organismos involucrados.

Una vez acordada la celebración deben acudir y participar los funcionarios, puesto que este
ejercicio de vida en convivencia permite conocer las perspectivas, tanto del sector oficial
como de los vecinos, para abordar diferentes aspectos.

La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM, 2010) lo define como un medio de
participación en el ámbito local de carácter deliberativo, en el cual todos los ciudadanos
tienen derecho a participar por sí mismos, siendo vinculantes sus decisiones.

También señala ésta que las materias se regularán por una ley (nacional); para celebrar el
asamblea se hará a través de convocatoria expresa, anticipada y pública.

Sobre este mismo punto, la Ley Orgánica del Poder Popular (2010) se expresa acerca de las
las asambleas de ciudadanos como la máxima instancia de participación y decisión de la
comunidad organizada, conformada con la integración de personas con cualidad jurídica,
para el ejercicio directo del poder y protagonismo popular, cuyas decisiones son de carácter
vinculante para la comunidad, las distintas formas de organización, el gobierno comunal y
las instancias del Poder Público.

Hace referencia que una ley (nacional) regulará aspectos como su constitución,
organización y funcionamiento.

Ahora bien, partiendo del hecho que la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela (CRBV, 1999) recoge una serie de derechos, entre los cuales se aplican al tema
– por ejemplo – el de asociación, desenvolvimiento libre de la personalidad, expresión,
información, rendición de cuentas, control de los representantes electos, entre otros,
llegando al punto que la falta de ley no impide su ejercicio, es importante que el ciudadano
conozca y ejercite los diversos medios de participación, lo cual redundará en una mejor
calidad de vida y gestión pública.

Los municipios que se ven en la imperiosa necesidad de regular estos procesos, ante las
solicitudes de las comunidades, han aprobado ordenanzas donde se canalizan esas
iniciativas, estableciendo requisitos como sería – por mencionar algunos – convocatoria
para su celebración e instalación, derecho de palabra, formulación de peticiones, forma de
toma de decisiones y su ejecución, régimen de debate, entre otros.

De allí que es frecuente encontrar – en la práctica – que formas organizativas como las
parroquias, asociaciones de vecinos o consejos comunales mantengan interés en atraer la
atención de sus autoridades municipales a través de las asambleas de ciudadanos, dada la
inmediatez que representa y la posibilidad de solucionar sus carencias en breve plazo.

Como elemento interesante del tema es que ha llegado hasta el Tribunal Supremo de
Justicia, el cual ha expresado en decisiones la importancia de dar interpretación a la
expresión “comunidad organizada”; señaló que las formas de organización comunitaria –
bien sea de Derecho Público o Privado – tienen el derecho de participar en la toma de
decisiones, lo que puede hacerse mediante consultas varias o en forma vinculante, según
sea el caso, siguiendo los lineamientos que establezca la ley para cada uno. En fallo
proferido por la Sala Constitucional acerca de la vinculación entre los poderes públicos
constituidos y formas de participación ciudadana; allí se dio preponderancia a cabildos
abiertos y asambleas de ciudadanos – por ejemplo – dado su carácter deliberante con
resultados concretos.

Es menester acotar que – en estas figuras participativas – se caracterizan por emitir actos
seguidos de consultas a las comunidades donde se llevan a cabo con conclusiones dirigidas
a autoridades, como ocurre con los alcaldes. Me permito llamar la atención para que se
profundicen en el ejercicio de los medios de participación ciudadana en las comunidades,
por cuanto pueden involucrar también otros niveles de autoridad, como el nacional – por
ejemplo – cuando éste está involucrado en el manejo de servicios públicos, siendo
puntuales policía, agua, electricidad o gas.

Queda pendiente la posibilidad de derogar o modificar, por vía de una Asamblea de Ciudadanos
una ordenanza municipal o una ley, bien sea nacional o estatal.

Se discute si una asamblea de ciudadanos puede o no derogar ordenanzas los cuales define la
Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM, 2010) como actos que sanciona el
concejo municipal para establecer normas de carácter de ley municipal, de aplicación general
sobre asuntos específicos de interés local, especialmente si éstas son de tipo tributario,
modificar el presupuesto, ordenación urbanística o lo atinente a planificación.

En tal sentido, no se conocen decisiones judiciales que marquen precedentes en ese sentido; sin
embargo, para poder modificar o derogar una ordenanza la vía apropiada es la iniciativa
legislativa, lo cual está regulado por la LOPPM, ya que permite medir si se reúne o no el
porcentaje de personas aptas para su cabal ejercicio, además de la condición de elector en la
respectiva jurisdicción, lo cual puede comprobarse – por ejemplo – con el Registro Electoral
Permanente a cargo del Consejo Nacional Electoral, ya que – según la CRBV – le corresponde
al Poder Electoral lo concerniente a procesos comiciales.

Por otra parte, en materia de planificación pública local, la Ley de los Consejos Locales de
Planificación (2010) crea una instancia denominada Consejos Locales de Planificación,
definida como el órgano de planificación del municipio; tiene a su cargo la realización del Plan
Municipal de Desarrollo (PMD) y los otros planes municipales (turismo, urbanismo, entre
otros), donde intervienen el alcalde, quien lo preside; los concejales del municipio; los
presidentes de las juntas parroquiales comunales; un consejero por cada consejo de
planificación comunal en la jurisdicción; un consejero por cada parroquia; un consejero por
cada movimiento u organización social (campesinos, pescadores, trabajadores, deportistas,
mujeres, entre otros.).

En aquellos municipios donde no existiere parroquias, se conformará una asamblea de voceros


de los consejos comunales y se elegirán tantos consejeros como concejales (municipales)
hubiere en la misma cantidad de estos.

En lo tocante a ordenación urbanística la Ley Orgánica para la Ordenación Urbanística (1987)


establece unas regulaciones especiales para modificar el Plan de Desarrollo Urbano Local
(PDUL), las cuales – de no cumplirse – sancionan con nulidad absoluta, puesto que no se
permiten cambios “singularmente propuestos”.

Acerca del presupuesto local, es menester recordar que se elabora a través de una ordenanza, la
cual pasa por una fase de consulta pública, donde los ciudadanos pueden remitir al órgano
legislativo sus opiniones, aunque no sean vinculantes al momento de la aprobación, quedando
abierta la posibilidad para el ejercicio de acciones judiciales ante la jurisdicción constitucional
o contencioso administrativa, según la argumentación de la violación alegada, de acuerdo con
leyes como la Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (2010) y la Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa (2010).

No debe olvidarse que la Carta Fundamental recoge una serie de principios en materia
presupuestaria que los municipios toman en cuenta, no solamente por existir normas de
aplicación obligatoria por obra de Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector
Público, como el del documento presupuestario (Ordenanza), ya que el presupuesto es uno solo;
de equilibrio, ya que no deberán aprobarse gastos que excedan del total de ingresos estimados;
de especificidad, que señala que las partidas presupuestarias deben expresar el objeto y monto
máximo de las autorizaciones para gastar; carácter limitativo de los créditos presupuestarios
tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo; de anualidad, ya que deberán estar
comprendidos dentro del ejercicio económico financiero, o sea, entre el primero de enero y el
treinta y uno de diciembre del mismo año, con las excepciones establecidas por la legislación
(marco plurianual); de programación, donde se habla de técnicas presupuestarias, donde se
expresan los conceptos de presupuesto por proyecto y presupuesto por programas.

Esto implica que no se podría por una simple petición efectuar cambios singulares en la
actividad presupuestaria, porque podría incurrirse en irregularidades administrativas que
caen bajo competencia de la contraloría municipal, sino también en ilícitos penales con la
consecuencia correspondiente.
Promover la participación de los
ciudadanos para lograr mejores resultados
de desarrollo
 Sheila Jagannathan
 Jeff Thindwa
 Nina Bhatt

|03 de Marzo de 2017

Disponible en:

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 31

También disponible en: English

El Campus Abierto para el Aprendizaje (OLC) (i) del Grupo Banco Mundial ofrecerá por tercera vez,
entre el 15 de marzo y el 26 de abril, el curso titulado Citizen Engagement: A Game Changer for
Development? (Participación ciudadana: ¿un factor de cambio para el desarrollo?). (i) Este curso
en línea masivo y abierto estará disponible a través de la plataforma edX, y durante las sesiones
expertos de todo el mundo analizarán de forma crítica cómo se puede aprovechar más
eficientemente la participación ciudadana para obtener resultados en materia de desarrollo.

El objetivo del curso es brindar el mejor conocimiento y la investigación de vanguardia existentes


en la materia. Con tal fin, cuatro destacadas instituciones —la Escuela de Economía y Ciencias
Políticas de Londres, el Instituto de Desarrollo de Ultramar, Participedia y la Alianza Mundial para
la Participación Ciudadana (CIVICUS)— desarrollarán el contenido de cada semana. Hasta la fecha
más de 25 000 personas de diversos países han participado en las versiones ofrecidas
anteriormente, y se espera que con esta tercera oferta del popular curso se siga formando una
comunidad de profesionales en este ámbito.
¿Por qué abordar el tema de
la participación ciudadana? En un mundo cada vez más interconectado, la participación ciudadana
(i) es un tema crucial para mejorar los resultados de desarrollo. Hemos observado a través de todo
el mundo que cuando los ciudadanos participan y se involucran, ellos pueden ayudar a mejorar el
proceso de formulación de políticas y la prestación de servicios.

Dicho de manera simple, si queremos encarar los desafíos sociales, económicos y ambientales,
debemos considerar el conocimiento, las experiencias, los puntos de vista y los valores de las
personas que se ven directamente afectadas.

La participación ciudadana consiste en empoderar a las personas para que tomen control de sus
propias vidas, sigan buscando soluciones para estos problemas que enfrentan, y entreguen
comentarios sobre la calidad de los servicios recibidos. En otras palabras, se trata de dar la
oportunidad a las personas de expresarse para que no queden excluidas del proceso de desarrollo.
I. La participación social en Venezuela

La participación social y política en Venezuela es de larga data. Existen registros desde


1934 que dan cuenta del proceso organizativo en comunidades. Los pioneros que
coadyuvaron en la fundación de los primeros conglomerados urbanos populares, tales
como San Agustín del Sur, La Vega y Antemano, crearon organizaciones comunitarias
llamadas Ligas de Colonos que luego pasarían a llamarse Juntas Profomento o
Promejoras.

Lo que comenzó como formas organizativas para resolver problemas del espacio social
que ocupaban adquiere mayor consistencia organizativa y fortaleza y se convierten en
organizaciones populares, con capacidad de movilización comunitaria y de organizar
protestas callejeras como instrumento de presión política al gobierno de Eleazar López
Contreras. Una de estas manifestaciones tuvo que ver con las protestas en contra de
los propietarios de casas destinadas al arriendo, obligando al gobierno a dictar un
decreto mediante el cual se estableció un conjunto de regulaciones sobre el cobro de
los alquileres.

Para 1940 se había creado la Junta Central en la que se agrupaban las juntas
promejoras. Para 1944 éstas se habían extendido a gran parte del país y dan un paso
más: se constituyen en federaciones de juntas promejoras.

Varios partidos políticos comenzaron a evaluar el potencial que le brindaban estas


formas organizativas comunitarias para el desarrollo de sus agrupaciones y orientaron
parte de sus acciones hacia éstas, realizando trabajos de penetración en los que
trataban de imponer sus respectivas líneas políticas: Como resultado de ello, hacia
finales del 45 lo que había demostrado un dinamismo organizativo comunitario daba
muestra de fuerte estancamiento.

Dado el cambiante clima político al inicio de los 60 resurgen las juntas promejoras. Las
situaciones de alta conflictividad político-social de entonces las hacen sucumbir
nuevamente.

En 1964 el gobierno de Raúl Leoni lanza el Programa Nacional de Desarrollo de la


Comunidad, desde el cual se coordinarían las acciones gubernamentales y comunitarias
para la dotación de infraestructura para la urbanización, apoyo a las actividades
deportivas y culturales con un marcado acento en el populismo asistencialista. Más que
una forma de estimular la organización autónoma de las comunidades era una
estrategia política diseñada para garantizar una adhesión al pacto de elites para
garantizar la gobernabilidad tras la dictadura de Pérez Jiménez y neutralizar la
influencia que pudieran tener otras fuerzas disidentes en estos sectores. Otro elemento
que se destaca es que el Estado asume el rol de organizador de formas organizativas
comunitarias.

Estas organizaciones fomentadas desde el Estado, guiadas por intereses del partido en
funciones de gobierno, tuvieron poco éxito y pronto se convirtieron en correaje de
transmisión de Acción Democrática. Cayendo en el desprestigio y su posterior
desaparición.

La década de los 70 bien la podríamos caracterizar como un período de auge


considerable de las formas organizativas populares. Se caracterizaban por dinámicas
autónomas, prácticas democráticas y elevados niveles de participación social. Su
accionar estaba fuertemente impregnado por demandas de carácter reivindicativo.
Muchas de ellas realizaron planteamientos que trascendían lo social-reivindicativo para
proponer transformaciones políticas en la formación social venezolana.

Las muy variadas demandas de los sectores populares de alguna manera eran
atendidas por una avalancha de recursos financieros. Parte de la renta petrolera fue
usada para anular todo tipo disenso y crear consensos socio-políticos artificiales
mediante la conciliación populista de intereses por parte de las elites que manejaban el
Estado.

Al final de la misma década, coincidiendo con el inicio de una prolongada crisis


económica, tienen un reimpulso diversos tipos de organizaciones con finalidades
distintas al igual que el origen de clases de las mismas. Es el auge de las asociaciones
de vecinos y organizaciones sociales los cuales se ocupaban de temas como los
problemas comunitarios y vecinales, lucha por instalación o mejoras en los servicios
sociales y públicos, hasta organizaciones que tenían como interés el trabajo con
jóvenes, niños y mujeres, organizaciones ecológicas, deportivas y religiosas, entre
muchas otras.

A lo largo de la década de los 80 lo que existía en términos organizativos se


encontraba en situación de dispersión, debilitamiento y fragmentación. Se había
llegado a una situación de retroceso en las forma organizativas. El copamiento de los
partidos políticos de las asociaciones de vecinos, las cuales usaban como espacio de
disputas y control, terminó por desgastar y desprestigiar esta forma organizativa
vecinal.

En la década de los 90 se inicia el resurgimiento de las organizaciones populares. Un


renacer lento, progresivo, superando antiguos vicios, con planteamientos de horizontes
políticos distintos ante la pérdida de referentes sistémicos que de alguna manera las
alimentaron. Las movilizaciones populares tienen un incremento significativo, con un
fuerte matiz reivindicativo. Las protestas van adquiriendo un carácter confrontacional
violento. Las demandas reivindicativas y las de tipo político se van equilibrando
abriendo paso a más formas organizativas.

En el 92 se producen dos intentos de golpes de Estado. Hay un creciente apoyo de una


porción considerable de los sectores populares a los responsables de las dos
intervenciones militares y aumento del rechazo a la institucionalidad democrática
liberal hasta el momento vigente. Muchas de las nuevas formas organizativas
populares estaban motivadas por la adhesión a estos militares. La participación
popular tiene un auge ciertamente multitudinario.

II. El rol del Estado en el fomento de las organizaciones comunitarias

Con la aprobación de un nuevo texto constitucional en 1999, se da un nuevo impulso a


las formas participativas posibilitando la aparición de diversos tipos de las mismas. A lo
que habría que añadir la estimulación profunda que hace el actual Presidente de la
República para la organización social comunitaria. En el texto constitucional existen, al
menos, existen unos 70 artículos que promueven la participación ciudadana en varios
aspectos de la vida pública del país. Algunos de ellos hacen alusión directa a la
participación popular.
El mismo Estado nacional se ha reestructurado para facilitar la organización a través
de mecanismos de información y atención ciudadana (líneas telefónicas gratuitas de
atención, servicios de recepción y entrega documentos, servicio de taquilla única,
horarios especiales de atención); estructura institucional gubernamental (Sistema de
Planificación, Sistema Nacional de Control Fiscal, Sistema de Participación y
Planificación Social); reconocimiento de derechos (derecho de petición, derecho de
información, derecho de queja y reclamo, derecho de ser consultado, derecho de
formular opinión, derecho de presentar propuestas)

Promulgación de leyes en las que se alude de manera directa la participación social en


los procesos que deben llevar a cabo instancias del gobierno, tales como la Ley
Orgánica de Planificación; Ley de Asignaciones Económicas Especiales derivadas de
Minas e Hidrocarburos (2006).

La actual administración gubernamental elaboró un documento titulado “Líneas


Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007”, que
marca las directrices para la creación de de formas organizativas desde el poder
central. A partir de estas líneas generales, el Estado se concibe como un facilitador del
proceso de organización y participación dirigidos a la creación de un poder popular.

En la Gaceta Oficial Extraordinaria n° 5.890 del 31 de julio de 2008, salen publicados


veintiséis (26) decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley que abordan diferentes
materias. En 14 de las cuales hay mención a consejos comunales, otras formas de
organización y participación comunitaria, participación popular, formas de organización
social, cualquier forma de organización y participación comunitaria, las comunidades
organizadas.

En una nota de prensa del Ministerio del Poder Popular para la Participación y la
Protección Social se señala que “hay 6.600 Mesas Técnicas de Agua, 6.740 Comités de
Tierra Urbana, 3.600 Bancos Comunales, 472 Mesas Técnicas de Telecomunicaciones,
27.872 Consejos Comunales, 4.156 Mesas Técnicas de Energía, 485 Medios
Comunitarios y 7.800 Comités de Salud...” (Ministerio del Poder Popular para la
Participación y la Protección Social, 2009, Internet)1

A partir de la promulgación del texto constitucional de 1999 y con mayor énfasis a


partir de 2006, luego de la reelección del actual Presidente, se ha estado estimulando
fuertemente la participación y la organización social comunitaria disponiendo gran
cantidad de recursos económicos, técnicos y logísticos para fortalecer lo que desde la
nueva hegemonía en la conducción del Estado ha llamado la construcción del
socialismo del siglo XXI, teniendo como uno de sus pilares el poder popular.

III. Consejos Comunales

Uno de los mayores esfuerzos que ha realizado el Gobierno nacional en torno a la


organización para la participación social ha sido a través de los consejos comunales.

El origen de estos bien la podemos rastrear hasta el texto constitucional de 1999. El


artículo 62 refiere a la participación popular en la gestión pública. El artículo 70
determina las formas de participación en lo económico, social y político. El artículo 182
establece la creación del Consejo Local de Planificación Pública (CLPP), el cual estaría
"presidido por el Alcalde o Alcaldesa e integrado por los concejales y concejalas, los
presidentes o presidentas de las juntas parroquiales y representantes de
organizaciones vecinales y otras de la sociedad organizada, de conformidad con las
disposiciones que establezca la ley".

La Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública, del 12 de junio de 2002 es


cuando aparecen por primera vez la mención de los consejos comunales “los miembros
del Consejo Local de Planificación Pública estarán obligados a cumplir con sus
funciones, en beneficio de los intereses colectivos, mantendrá una vinculación
permanente con las redes de los consejos parroquiales y comunales, atendiendo sus
opiniones y sugerencias, y prestará información oportunamente, de las actividades del
Consejo Local de Planificación Pública”.2

Los consejos locales de planificación pública no fueron aceptados tan fácilmente por
las autoridades municipales quienes debían estimular su conformación. En vista de ello
se modifica la Ley del Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides –
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.805 Extraordinario, de
fecha 22 de marzo de 2006) permitiendo la creación acelerada de estos consejos
locales de planificación, ya que en su artículo 20 se exige que los programas y
proyectos de las alcaldías deben ser presentados por los mismos CLPP para su
aprobación, “Los programas y proyectos serán presentados para su aprobación: en el
caso de las gobernaciones a través de los Consejos Estadales de Planificación y
Coordinación de Políticas Públicas; en caso de las alcaldías, a través de los Consejos
Locales de Planificación Pública. Los programas y proyectos de los Consejos Comunales
de acuerdo con lo previsto en su respectiva ley”3

Para junio de 2005 se promulga Ley Orgánica del Poder Público Municipal (Gaceta
Oficial n° 38.204 del 8 de junio de 2005). En este texto quedaba claro que los consejos
comunales eran una instancia de los CLPP. Art. 112: “Los consejos parroquiales y
comunales son instancias del Consejo Local de Planificación Pública que tendrán como
función servir de centro principal para la participación y protagonismo del pueblo en la
formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas, así como para
viabilizar las ideas y propuestas que la comunidad organizada presente ante el Consejo
Local de Planificación Pública”4.

El artículo 113, de esta misma ley, señalaba que “el alcalde o alcaldesa en su carácter
de presidente o presidenta del Consejo Local de Planificación Pública, promoverá la
conformación de los consejos parroquiales y comunales 5. A la luz de los hechos, poco
fueron los consejos parroquiales y comunales promovidos por las autoridades
municipales.

Desde mediados de 2005 el mismo Presidente de la República ha estado realizando


exhortaciones para la organización de los consejos comunales como forma de
participación social. Los programas de “Aló Presidente”6 han sido una plataforma de
amplia difusión para promover esta forma organizativa, a fin de estimular la
participación organizada de las comunidades en la solución de los problemas más
urgentes y cotidianos en relación al espacio social que habita.

Al momento de rendir memoria y cuenta de lo actuado ante la Asamblea Nacional en


febrero de 2006, el Presidente de la República hace un llamado para que las
comunidades se organizaran en consejos comunales, a la vez que exhortó a la
Asamblea Nacional para que promulgara una ley sobre esta figura de organización
comunitaria. El 7 de abril de 2006, se promulga la Ley de los Consejos Comunales y
publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria Nº. 5806 de fecha 10 de abril 2006.
La disposición transitoria de la Ley de los Consejos Comunales señala: “Queda
derogado el artículo 8 de la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública y todas
las disposiciones que contradigan lo previsto en esta Ley” con lo que se separan de los
Consejos Locales de Planificación Pública.

Se reforma la Ley Orgánica del Poder Público Municipal para suprimir la relación de los
consejos comunales con las alcaldías y las juntas parroquiales.

En el artículo 30 se crea la Comisión Nacional Presidencial del Poder Popular,


designada por el Presidente de la República, a través de esta comisión se establece el
enlace de los consejos comunales con el Estado. Se trata de la conformación de
instancias de participación comunitaria, sin cuerpos intermedios de relación con el
Ejecutivo. Estableciéndose una relación directa entre los consejos comunales y el
Ejecutivo nacional.

En esta ley los consejos comunales son definidos como “instancias de participación,
articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos
sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer
directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a
las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad
de equidad y justicia social” (Ley de los Consejos Comunales, 2006. Art. 2)7

Desarrollo de los consejos comunales

Antes de la promulgación de la Ley de los Consejos Comunales, habían organizaciones


de este tipo partiendo de lo establecido en la Ley de Consejos Locales de planificación
Pública.

A partir de abril de 2006 hay un gran esfuerzo desde el Gobierno nacional para la
conformación de consejos comunales en el país. El para entonces, ministro del Poder
Popular para la Participación y Protección Social, David Velásquez, había señalado, en
una nota de prensa ese mismo año, que la meta para 2007 era la conformación de
unos 50 000 consejos comunales8 y para 2008 la meta era de unos 100 000 consejos
comunales en todo el país9

Según información aportada por Fudacomunal 10, para marzo de 2008 en Venezuela
existían 36.812 consejos comunales, de los cuales 26.143 están constituidos y 10.669
en proceso de conformación en todo el país.

En un informe de indicadores y coyuntura política, realizado a nivel nacional entre el


26 de mayo y el 6 de junio de 2008 por el Instituto Venezolano de Análisis de Datos
(IVAD), se hizo la siguiente pregunta: “¿Sabe si existe en esta comunidad un Consejo
Comunal?”: 71,5% de los entrevistados respondieron afirmativamente.11

En el estudio sobre las misiones sociales del Gobierno nacional, llevado a acabo por el
Centro para la Paz de la Universidad Central de Venezuela del 2 al 12 de agosto de
2008 a nivel nacional, consultaron: “En la comunidad donde usted vive ¿Se han
formado consejos comunales?” 62,6% de las personas consultadas respondieron que
Sí, mientras 20,2% dijeron que No y 17,2% dijeron no saber12
No conocemos una data organizada que nos dé cuenta de cuántas personas están
involucradas de manera directa en la organización y funcionamiento de los consejos
comunales, lo que hace difícil conocer la cobertura poblacional exacta de los mismos.
Aun así, las estimaciones posibles que podamos hacer estarían señalando que gran
cantidad de personas están involucradas en las mismas.

Lo que es evidente, partiendo de los datos obtenidos, es que los consejos comunales
son la forma organizativa, fundamentalmente popular, con mayor extensión, números
de miembros y mayor extensión en la Venezuela contemporánea.

Financiamiento

Los recursos que son utilizados por los consejos comunales para la ejecución de los
proyectos comunitarios son manejados a través de la Unidad de Gestión Financiera, 13
integrada por cinco habitantes de la comunidad, electos por la asamblea para ejercer
la función de ejecución financiera del consejo, encargado de administrar los recursos.
La ley lo denomina Banco Comunal y tiene la figura de una cooperativa.

El Banco Comunal tiene por funciones: administrar los recursos, promover la


constitución de cooperativas, impulsar el presupuesto participativo, promover formas
alternativas de intercambio, articularse con el resto del sistema microfinanciero,
promover los núcleos endógenos, rendir cuentas, prestar servicios no financieros,
prestar asistencia social y realizar la intermediación financiera.14

Los recursos son los transferidos por la República, los estados y los municipios. En
específico se señalan las transferencias dispuestas a las comunidades en la Ley del
Fides y la Ley de Asignaciones Económicas derivadas de Minas e Hidrocarburos
Especiales (LAEE).15 También incluyen aquellos que provengan de la actividad de los
Consejos Comunales, sea por los servicios transferidos, o generados por su actividad o
recibido por donaciones.16

El primer mandatario nacional señaló en un encuentro con consejos comunales en el


Teatro Municipal el 17 de octubre de 2008 que “en 2006 fueron orientados 3.2 billones
de bolívares (antiguos) a este sector, mientras que en 2007 fueron otorgados 2,1
billones de bolívares (antiguos) y en 2008 han sido otorgados 3,2 millardos de
bolívares fuertes, para atender más de 8.800 proyectos”.17

En el II Estudio sobre Consejos Comunales en Venezuela,18 67% de los entrevistados


consideran que el Gobierno nacional debe financiar y aportar recursos a los Consejos
Comunales. Mientras 25% les atribuyen esa responsabilidad a las alcaldías y 22% a los
gobernadores.

En el I Estudio sobre los Consejos Comunales realizado por la Fundación Centro


Gumilla,19 los voceros de la comisiones de trabajo de estas instancias organizativas
señalaron en 58% que recibían financiamiento, mientras que 35% de los consultados
respondieron negativamente. Sobre la consulta sobre si el financiamiento se otorgaba
en el tiempo programado, en 51% de los casos fue afirmativo. En los casos en los
cuales no llega el financiamiento oportunamente se ubica en 43%. En otras palabras,
de acuerdo con la información aportada por los voceros consultados, sólo 29,43% de
los consejos comunales que hacen solicitud de fondos públicos para la realización de
proyectos comunitarios lo reciben a tiempo.
Al consultárseles sobre la contraloría, 78% de los voceros consultados afirmaron que
ejercen contraloría comunitaria a los proyectos ejecutados. 15% manifestaron no
realizar contraloría comunitaria de los proyectos ejecutados por los consejos
comunales. Los entrevistados señalaron que las causas por las cuales no se realizaba
contraloría comunitaria a los proyectos de debía a que no había proyectos en
ejecución/ estaban empezando, 42%; la falta de organización fue el causal para 5%;
por falta de participación comunitaria 6%; no sabían cómo hacerlo un 3%; falta
rendición de relación de gastos 4%; y por falta de comisión de contraloría 3%. Se
señalaron otras causas varias: 23%, y no se obtuvieron respuesta en 13% de los
casos.

Si bien es cierto que existe una alta proporción en el ejercicio de la acción de


contraloría de los gastos en proyectos comunitarios realizados por mediación o con
intervención de los consejos comunales, no deja de llamar la atención que en una
pequeña parte de estas formas organizativas no se realice control de los fondos
asignados para la ejecución de proyectos para sus respectivas comunidades.

Los consejos comunales, al manejar fondos públicos, generan responsabilidad civil,


penal y administrativa, por lo que, sin tener el estatuto de funcionario público, los
miembros del órgano financiero adquieren las responsabilidades propias de un
Funcionario Público.20

Los miembros de las comunidades perciben que la corrupción en los consejos


comunales es tremendamente alta. Ante el enunciado: “En la administración de los
Consejos Comunales no existe corrupción”, las respuestas mayoritarias fueron
“totalmente en desacuerdo” 39% y “parcialmente en desacuerdo” 22%, lo que sumaría
un 61%. Al formular el planteamiento “Hay mucho descontrol del dinero que va a los
consejos comunales” las opciones “totalmente de acuerdo” y “parcialmente de
acuerdo” obtuvieron 45% y 18% respectivamente.21

Ámbitos de acción de los consejos comunales

Según la ley que rige los consejos comunales, éstos pueden establecer áreas y comités
de trabajos de acuerdo con las particularidades y problemas más relevantes de la
comunidad, pudiendo establecer tantas comisiones de trabajo como lo requiera la
asamblea de ciudadanos.22

La necesidad de hacer cada vez más digno el espacio social que se ocupa
habitacionalmente, procurando elevar la calidad de vida, implica para los habitantes de
las comunidades una motivación para el diagnóstico social, elaboración de propuestas
y proyectos y realizar las gestiones ante los organismos gubernamentales
correspondientes, esto de alguna manera explica el éxito que han tenido los consejos
comunales.23

En la consulta que se hizo a varios consejos comunales en la cual se les preguntaba


¿cuáles proyectos ha puesto en marcha este consejo comunal en esta comunidad?, se
señalaba lo siguiente: “Casi de manera absoluta señalaron proyectos de infraestructura
pública, urbanismo y servicios. Para viviendas 23%, si le sumamos lo del programa
Sustitución de Vivienda (SUVI), un 10%, llega a 33%, una diferencia bien marcada con
respecto al resto de los demás proyectos. Red de agua potable y servidas 21%;
vialidad 15%; electrificación 14%; obras relacionadas con el deporte 13%;
construcción sede de CC 12%; obras para escuelas 12%; aceras, caminerías, escaleras
10%; plazas, parques 4% (…) En las ejecutorías de los proyecto muestra que las
comunidades están utilizando los consejos comunales para resolver problemas de
infraestructura, en especial la infraestructura habitacional y servicios concomitantes.
En estas realizaciones los consejos comunales van obteniendo logros que potencian su
motivación para seguir participando colectivamente”.24

Otras acciones realizadas a través de los consejos comunales son reuniones de trabajo
con diferentes entes gubernamentales para plantear problemas en búsqueda de
soluciones a los mismos con una temática amplia que abarca temas de: “inseguridad,
la escasez de electricidad y las deficiencias en la vialidad; problemas en el suministro
de agua; sustitución de techado; costo transporte; canalización aguas servidas;
recolección de desechos sólidos; salud; vivienda; transporte; construcción de
infraestructura de servicios”.25

Las comunidades no solamente están demandando soluciones de servicios y


satisfacción de necesidades sino que están planteando y realizando soluciones a los
mismos. Son las mismas comunidades populares las que están dando respuesta a
necesidades históricas. Se muestra un cambio emergente protagonizado por los
sectores populares, que van asumiendo en grado creciente mayores niveles de
responsabilidad social.

En términos generales los consejos comunales mantienen buenas relaciones con las
instituciones del Estado, según lo señalado por 74% de entrevistados. En los casos en
que indicaron que es mala, ésta se debe a procedimientos lentos, ausencias de
respuestas , o no atienden las demandas de los consejos comunales en 52% de los
casos.26

Se encontró que existe una buena relación entre comunidad y consejo comunal en
71% de los casos, Se observó un patrón, aunque bajo, en cuanto a la no relación de
los consejos comunales de las comunidades desde la que nacen (2%), 27 esto pudiera
estar señalando la constitución de consejos comunales como franquicias personales
para captación de renta, dejando las necesidades de los pobladores al margen, pero
utilizándolos para su propio beneficio.

En una gran mayoría los consejos comunales se han conformado por iniciativa de la
comunidad o por motorización de algunos de los líderes de estas, 85%.

Uso político de los Consejos Comunales

Dado el desarrollo que han tenido los consejos comunales y su dependencia de


presupuestos públicos canalizados a través del Ejecutivo nacional, gobernaciones y
alcaldías, están tremendamente expuestos a chantajes y manipulaciones de quienes
manejan los recursos económicos. En declaraciones del actual gobernador del estado
Guárico, Willian Lara28, señalaba que “los consejos comunales, cuya trayectoria, como
manifestación auténtica del Poder Popular, se ha topado en algunos sitios con grupos
de poder político y económico que le han impuesto alcabalas, peajes, sometiéndolos a
presiones lesivas a su autonomía, independencia y soberanía, por ejemplo con la
práctica […] de exigirles incondicionalidad política como precio del derecho a recibir
financiamiento de sus proyectos. La más brutal expresión del secuestro de los consejos
comunales, del sometimiento de su soberanía por el chantaje de los burócratas que
administran el presupuesto público”.
Recientemente las declaraciones de la ministra del Poder Popular para la Participación
y Protección Social, Erika Farías, dadas en un acto en el Teatro Teresa Carreño
señalaba que: "A partir de este momento, cada consejo comunal se constituye en un
comité por el Sí. Es un órgano del poder. Todos deben ser organizaciones para la
Batalla del Sí. Comités de tierra, mesas de energía, mesas de telecomunicaciones son
comités por el Sí (...) Hay que entender que es un trabajo político; hay que dejar de
lado cualquier otro proyecto para poner la lucha. Ninguno de los problemas que vamos
a solucionar en la comunidad podemos abordarlo sin una fuerza”.29

El luchador social Santiago Arconada30 señalaba que muchos consejos comunales los
están convirtiendo en apéndices del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y
que esto constituye la mejor formar de aniquilar esta experiencia organizativa.

Algunas conclusiones

El proceso organizativo social en Venezuela en la última década ha tenido un


crecimiento exponencial y muy diverso, en donde han nacido experiencias
organizativas distintas motorizadas fundamentalmente por la agenda social de los
sectores populares fundamentalmente.

Los consejos comunales son la organización social más extendida y numerosa


actualmente y quizá en todo la historia de la organización para la participación social
del país.

Es a través de los consejos comunales que muchos sectores populares están


concretando formas de realizar una mayor habitabilidad del espacio social que se
ocupa para vivienda.

Las formas de organización y toma de decisiones pudieran estar siendo una escuela de
ciudadanía en la que los habitantes de una comunidad se entrenan para el ejercicio de
un modo no tan conocido y menos practicado de la democracia.

Por su extensión y su vinculación con los fondos públicos, además de ser el Estado el
principal impulsor de estas formas de organización social, están fuertemente sometidos
a manipulaciones, chantajes, prácticas, clientelares, centralización y cooptación de
diversas fuerzas políticas, lo que conllevaría, por un lado, a asfixiar esta interesante
experiencia organizativa social en Venezuela y, por otra, impedir la construcción real y
efectiva de un poder popular.

Bibliografía

1. Willian Lara: “La liberación de los consejos comunales”. En: El Nacional, 7-7-8, p. A-
4 [ Links ]

2. “Gobierno obliga a consejos comunales a trabajar por el Sí”. El Nacional. Jueves 08


de enero de 2009. [ Links ]

3. Arconada Rodríguez, Santiago: “Conciencia” (en línea)


http://www.aporrea.org/actualidad/a70514.html.> Consulta 16-01-09 [ Links ]
4. Aporrea: “Gobierno Bolivariano transfiere más de Bs F. 500 millones al Poder
Popular”. (en línea) <http://www.aporrea.org/poderpopular/n122492.html> Consulta
del 28-10-08. [ Links ]

5. Indicadores Generales y Coyuntura Política. Instituto Venezolano de Análisis de


Datos (IVAD). Del 26 de mayo al 6 de junio de 2008. [en línea]
http://www.scribd.com/doc/3466870/Encuesta-Ivad-Venezuela-mayo-junio-2008.>
Consulta 25-08-08. [ Links ]

6. Machado, Jesús (2008a): “Consejos comunales. Seguimiento de prensa”. Revista


SIC, nº 705, Caracas, junio, pp. 228-229. [ Links ]

7. Machado, Jesús (2008b): I Estudio de los Consejos Comunales de Venezuela 2008


(en línea) http://gumilla.org/?p=page & id=1217966587 > Caracas. Fundación Centro
Gumilla. [ Links ]

8. Machado, Jesús (2008c): II Estudio sobre Consejos Comunales en Venezuela 2008.


Caracas, Fundación Centro Gumilla. (en línea) <http://gumilla.org/?p=page &
id=1217966587> [ Links ]

9. Ministerio del Poder Popular para la Participación y la Protección Social: “Poder


popular se organiza para dar batalla por el sí a la enmienda” (en línea)
http://www.consejoscomunales.gob.ve/index.php?option=com_content & task=view &
id=247 & Itemid=73> Consulta el 15-01-09. [ Links ]

10. Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social:


“Conformados más de 30 mil Consejos Comunales en todo el País” (en
línea) http://www.consejoscomunales.gob.ve/index.php?option=com_content &
task=view & id=113 & Itemid=73 > Consulta el 15-01-09 [ Links ]

Comunicaciones electrónicas

11. Henry Pérez: “Consejos comunales a nivel nacional” (en línea). Mensaje electrónico
enviado a Jesús Machado el 05-05-08. [ Links ]12. Virtuoso, José: “Informe
Misiones Sociales” (en línea). Mensaje electrónico enviado a Jesús Machado el 06-11-08.
[ Links ]

Notas

1 Ministerio del Poder Popular para la Participación y la Protección Social: “Poder


popular se organiza para dar batalla por el sí a la enmienda” (en línea)
http://www.consejoscomunales.gob.ve/index.php?option=com_content&task=view&id
=247&Itemid=73 Consulta el 15-01-09.
La educación ambiental en Venezuela

Ámbito Nacional:

Tuvo su origen durante el siglo XVIII, en la época de la colonia con la influencia del
maestro Simón Rodríguez bajo su pensamiento continental. Su discípulo, el Libertador
Simón Bolívar, dio continuidad a ese ideal a través de los decretos conservacionistas del
1825-1828, donde se evidencia la consolidación de la cultura latinoamericana

En Venezuela, existe una evolución de la fundamentación legal de la educación ambiental


que tiene sus inicios con la creación del Ministerio del Ambiente, y posteriormente se
concreta en el año 1980 con la incorporación de la dimensión ambiental en los programas
escolares, adquiriendo rango constitucional con la creación de la Carta Magna en el año
1899. También han sido muchas las instituciones y personalidades vinculadas a este
proceso, sin embargo, se ratifica que este marco legal no es la garantía de que en Venezuela
se imparta una eficiente Educación Ambiental, cónsona con valores tendientes a reafirmar
la identidad local, estadal, regional y nacional consustanciada con la identidad cultural. Esta
legislación debe estar acompañada de un programa de capacitación y actualización en
educación ambiental para los docentes en servicio y la inclusión de la misma en todos los
prensa de estudio de las escuelas de educación de la diferentes universidades nacionales y
privadas, tal como ocurre en la UPEL, donde la educación ambiental es una asignatura
obligatoria del componente de formación general para todas las menciones que se ofrecen.
Asimismo, debe existir una preparación calificada de los docentes que facilitan educación
ambiental y el uso de las estrategias didácticas acordes con las exigencias de la localidad,
de manera especial las salidas de campo. Esta última estrategia permite vincular al
participante con su entorno natural y social, generando conocimiento in situ y el valor del
respeto hacia su ambiente, y se cumple el axioma de "solo se quiere lo que se conoce" lo
que permitiría reafirmar la identidad nacional.

Al respecto se puede decir que la educación ambiental en Venezuela, legalmente tiene sus
inicios con la creación de la Ley Orgánica del Ambiente (1976) y el Ministerio del
Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR), hoy día Ministerio del
Ambiente y de los Recursos Naturales (MARN), a través de la Dirección de educación
ambiental. Posteriormente se creó la Ley Orgánica de Educación (1980) donde se establece
explícitamente:

La educación fomentará el desarrollo de una conciencia ciudadana para la conservación,


defensa y mejoramiento del ambiente, calidad de vida y el uso racional de los Recursos
Naturales Renovables y contribuirá a la formación y capacitación de los equipos humanos
necesarios para el desarrollo del país y la promoción de los esfuerzos creadores del pueblo
venezolano hacia el logro de su desarrollo integral, autónomo e independiente.

Bases legales

 1. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE


VENEZUELA:
En cuanto a la Educación Ambiental establece:

De los derechos culturales y educativos.

"Artículo 107. La educación ambiental es obligatoria en los niveles y modalidades del


sistema educativo, así como también en la educación ciudadana no formal..."

Para entender o darle sentido a las normas contenidas en la Constitución, referidas al


Derecho Ecológico (Ambiental), debemos entender que el sujeto de este Derecho es: "la
conducta social del hombre"; y en cuanto al objeto, atendiendo al criterio o concepto de
Jiménez de Asúa, como: "el conjunto de intereses y bienes tutelados por el derecho",
evidentemente que en nuestro estudio, el objeto del Derecho Ecológico "es la naturaleza o
ambiente", el cual envuelve los elementos más importantes para la vida como lo son los
recursos naturales, que en el ámbito programático se transforman en el objeto específico de
las normas positivas del Derecho Ecológico.

De los Derechos Ambientales

"Artículo 127. Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el


ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho
individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y
ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica,
genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás
áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser
patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia.

Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad,


garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en
donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas,
sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley".

"Artículo 128. El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio atendiendo a
las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas,
políticas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, que incluya la
información, consulta y participación ciudadana. Una ley orgánica desarrollará los
principios y criterios para este ordenamiento".

"Artículo 129. Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben
ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y socio cultural. El Estado
impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso
de armas nucleares, químicas y biológicas. Una ley especial regulará el uso, manejo,
transporte y almacenamiento de las sustancias tóxicas y peligrosas.

En los contratos que la República celebre con personas naturales o jurídicas, nacionales o
extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que involucren los recursos naturales, se
considerará incluida aun cuando no estuviera expresa, la obligación de conservar el
equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en
condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste
resultara alterado, en los términos que fije la ley".

INTRODUCCIÓN

En México existen dos estudios pioneros sobre la forma en que las personas entienden
el entorno natural y sus transformaciones. Uno de ellos fue publicado en 1993 por
Lourdes Arizpe, Fernanda Paz y Margarita Velázquez, quienes analizan la diversidad de
interpretaciones y posturas que existen en torno a la deforestación de la selva
Lacandona en el estado de Chiapas. El otro, realizado por Elena Lazos y Luisa Paré
(2000), se dedica a comprender la manera en que los nahuas de la sierra de Santa
Marta en Veracruz entienden los problemas de degradación de su entorno ecológico.
Ambos trabajos son para mí fuente de inspiración y referencias obligadas en el anhelo
de comprender la dimensión social de la problemática ambiental. Sin embargo,
mientras Arizpe et al. (1993) y Lazos y Paré (2000) hablan fundamentalmente de
percepciones ambientales para referirse a la forma en que las personas conocen y
entienden su entorno natural, el concepto de perspectiva ambiental aporta desde mi
óptica personal algunas ventajas. En este trabajo explicaré las diferencias que
encuentro entre ambos conceptos y las razones que me hacen inclinarme por el
enfoque que plantea la noción de perspectiva ambiental, esperando que esta discusión
aporte algunos elementos para fortalecer el papel de la antropología en el debate
ambiental en México. Es necesario aclarar que lejos de ser una contribución original,
las nociones expuestas en este trabajo provienen de las ideas de Kay Milton (1996,
2002) y Tim Ingold (1992, 1996, 2000) y otros antropólogos preocupados por la
temática ambiental.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR PERCEPCIÓN AMBIENTAL?

El concepto de percepción ambiental parte, obviamente, del término percepción


desarrollado y trabajado inicialmente en la psicología (Milton, 2002), que considera
que la base de la percepción son las sensaciones como resultado de la estimulación de
los órganos del sistema nervioso (Viqueira, 1977). Sin embargo, pronto quedó claro
que las personas no perciben la realidad externa en su totalidad ni de la misma
manera. De hecho, como afirma Tuan (1974), durante la percepción, a la que entiende
como el resultado de la sensibilidad a los estímulos externos, algunos fenómenos
quedan registrados mientras que otros son parcialmente detectados o totalmente
bloqueados. Esta percepción parcial se integra a la actitud de la persona, generando
una visión del mundo que es al mismo tiempo individual y social (Tuan, 1974). En una
propuesta similar, la teoría gestalt argumenta que las sensaciones son producto tanto
de las características de aquello que produce el estímulo y del sistema nervioso, como
de la experiencia o el análisis del fenómeno experimentado que incluye las actitudes,
expectativas y experiencias previas (Viqueira, 1977). De esta forma, la percepción
pasa de ser algo que simplemente nos sucede, a un proceso en el que interviene la
experiencia y las vivencias personales (Milton, 2002).
Este punto de vista desembocó en la idea de la percepción como un proceso de
aprendizaje que produce conocimiento o experiencia sobre el entorno, y es aquí donde
las fronteras de la psicología y la antropología confluyen en intereses. Al distanciarse la
percepción de respuestas puramente fisiológicas, la antropología se abocó a
comprender cómo la interacción con el medio ambiente, esto es la percepción, genera
conocimiento (Milton, 2002; Ingold, 2000). Tanto en la antropología norteamericana
como en la británica de finales de la década de 1960, las respuestas a esta cuestión se
centraron en un marco de pensamiento constructivista, donde impera la noción de que
la cultura impone sentido a un mundo que, en principio, carece de él (Ingold, 2000;
Milton 1996,2002). Para Mary Douglas, la percepción del mundo se construye a partir
de un cierto orden social impuesto por imperativos culturales que se transmiten en los
grupos humanos. Esto la lleva a afirmar que la naturaleza ha de expresarse por medio
de símbolos que no son comunes a toda la humanidad, debido a que todo sistema
simbólico (incluso los relacionados con el cuerpo humano que compartimos todas las
personas) se desarrolla de forma autónoma y de acuerdo a sus propias normas; y
porque los condicionantes culturales y la estructura social producen diferencias y
diversificación entre ellos (Douglas, 1988). Partiendo de una suposición semejante,
aunque con una raíz intelectual distinta (Ingold, 2000), Clifford Geertz (1996)
argumenta que la cultura puede ser mejor comprendida cuando se interpreta como un
conjunto de mecanismos de control (reglas, nociones), que como patrones concretos
de conducta observables (costumbres, usos, tradiciones). La cultura es vista
nuevamente como un conjunto de símbolos, símbolos significantes en su propia
terminología, que ordenan la percepción y la vivencia humanas. Para ambos autores,
la cultura da forma a la experiencia y dirección a los sentimientos y la acción de las
personas; aunque en el caso de Douglas, más ligada a la tradición del funcionalismo, la
significación de lo percibido se da como un proceso colectivo, mientras que para Geertz
éste sucede en la esfera individual (Ingold, 2000).

Los planteamientos del constructivismo se diferencian poco de las propuestas


provenientes de la psicología en el sentido de que establecen una distinción entre la
recepción (lo físico) y la organización (lo sociocultural) de lo percibido. Según Ingold
(2000:159) esto produce una visión de la percepción como un problema de dos fases:
la primera involucra la acogida de los estímulos e información por el individuo, la
segunda, la organización de esos datos en un conjunto estructurado de
representaciones.

Perspectiva Ambiental
Perspectiva Ambiental fue un dosier periódico de educación ambiental en formato de
unidades didácticas que aportaba datos e información para romper tópicos sobre el medio
ambiente, sugerir actividades pedagógicas para organizar en la escuela y promovió
campañas de participación a favor del medio ambiente. Fue la primera revista en lengua
catalana de educación ambiental accesible a través de Internet en archivos PDF.
Actualmente, toda la coleción de estas se conserva en este mismo formato. Algunas
monografías están también traducidas al castellano. Se publicó en formato impreso tres
veces al año como suplemento de la revista Perspectiva Escolar de la Associació de Mestres
Rosa Sensat, aunque sólo en catalán.
Educación ambiental en Venezuela
Publicado el 26 enero, 2011 por COLAREBO | 1 comentario

Kindy

Debido al escenario que visualiza la humanidad ante el


evidente y progresivo deterioro ambiental y atendiendo a la realidad de que este deterioro

incide directamente en la calidad de vida del ser humano.

En diversos países del mundo se ha propuesto la inclusión del tema ambiental en los
sistemas educativos, denominándolo “educación ambiental”, la cual tiene como objetivo
principal crear una conciencia crítica y participativa sobre la imperante necesidad de
proteger y preservar nuestro ambiente, así como para intentar de frenar y reparar el
detrimento que éste ha sufrido a lo largo de los años por la intervención desmedida de la
raza humana sobre la naturaleza, por eso hoy 26 de enero es el Día Mundial de la
Educación Ambiental.

El tema de la educación ambiental, surge a nivel internacional en el año 1972 con la


Declaración de Estocolmo, la cual expresa en su principio 19 lo siguiente: “Es
indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las
generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de
población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien
informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades
inspiradas en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento
del medio en toda su dimensión humana…”

En el caso de Venezuela, la historia de la educación ambiental se ha venido dando de una


manera lenta tratando de enfocar cada vez más la importancia de preservar y mantener una
ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado como parte de un derecho humano; en
este sentido legalmente tiene sus inicios en 1976, donde la Ley Orgánica del Ambiente
vigente para la fecha refiere en su artículo 3 numeral 6 que para lograr la conservación,
defensa y mejoramiento del ambiente debe existir una orientación en los procesos
educativos y culturales a fin de fomentar una conciencia ambiental, posteriormente en el
año 1977 se crea la Fundación de Educación Ambiental adscrita al Ministerio del Ambiente
y los Recursos Naturales Renovables (MARNR), hoy día Ministerio del Poder Popular para
el Ambiente, concretándose aun más en el año 1980 con la incorporación del tema en los
programas escolares y en 1999 adquiere rango constitucional mediante el artículo 107 de
nuestra carta magna que ha implicado su obligatoriedad en todo el sistema educativo
nacional, al igual que lo expresa el numeral 1 del artículo 35 de la Ley Orgánica del
Ambiente vigente.

Sin embargo, cabe destacar que durante muchos años, ha prevalecido una disposición del
ser humano a desligarse de la naturaleza ignorando por completo las leyes de ésta,
coexistiendo en su entorno con el grave error de suponer que los avances científicos y
tecnológicos demuestran el vínculo existente entre hombre-naturaleza, lo que ha
repercutido en la vulneración de derechos humanos que agravan y disminuyen la calidad de
vida comprometiendo así el futuro de la humanidad.

El derecho a disfrutar de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado, nos


atribuye el compromiso de demandar las mejores condiciones para el desarrollo de la vida
no sólo humana, sino para toda la biodiversidad del planeta; por lo tanto, es preciso
vincular la educación ambiental a los aconteceres cotidianos, así como proponer y
promover diversas acciones que conlleven a una interpretación ambiental que permita
sensibilizar, visualizar y valorar desde una perspectiva de derechos humanos, nuestra
relación con el ambiente.

A tal fin, la educación ambiental en sus dimensiones formal, no formal e informal debe
contribuir a una toma de conciencia más realista de nuestra condición en el planeta, es
necesario que desde todos los ámbitos se aborden opciones para generar diferentes
soluciones a la problemática ambiental; planteando un nuevo concepto de las relaciones del
ser humano con el ambiente y donde se visualice a la naturaleza no como fuente inagotable
de recursos a nuestro servicio, sino como un ecosistema frágil que tiene sus propias
exigencias y del cual somos parte, creando modelos de desarrollo sustentable para que
todas aquellas acciones que ejecute cada ciudadano o ciudadana repercutan de manera
positiva., generando así una interpretación de un mundo menos individualista y dando más
importancia a los derechos ambientales colectivos y difusos, a los efectos de contribuir a la
transformación de aquellas políticas desacertadas, basadas solo en intereses económicos y
políticos de unos pocos.
4. DIAGNÓSTICO DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN VENEZUELA
Desde los inicios de la independencia se han dictado muchos decretos, leyes,
resoluciones y acciones que favorecen la conservación y defensa del medio
ambiente. En 1822, Antonio José de Sucre como Intendente de Quito, dicta
normas expresas sobre actividades de aseo urbano, las que serían adoptadas
por otras ciudades de la Gran Colombia. Simón Bolívar dictó en 1825 el
Decreto de Chuquisaca, Bolivia, con el objetivo se asegurar la disponibilidad
de recursos naturales para las presentes y futuras generaciones, y en 1828, un
decreto para proteger y aprovechar mejorar la riqueza forestal de la nación. En
la época republicana se crea en 1838 una escuela de medicina veterinaria. En
1844 hubo un primer intento de creación de un Instituto Agrario Nacional con
propósitos educativos; pero recién en 1937 se crean en el país la Escuela
Superior de Agricultura y Cría, la cual se transforma en 1945 en las Facultades
de Agronomía y Veterinaria, adscritas a la Universidad de Caracas. En 1948
se crea la Facultad de Ciencias Forestales en la Universidad de los Andes
(Muñoz, 1975). Sin embargo, sólo después de 1958, con la nueva forma de
gobierno democrático liberal aparecen verdaderas posibilidades de establecer
instituciones de educación técnica y científica a nivel superior, de acuerdo a
los supremos intereses del desarrollo nacional. En el mismo año se funda la
Universidad de Oriente, primera universidad experimental del país, la que
ofrecen carreras relacionadas con el ambiente, tales como Agronomía,
Biología, Química, Geología, Minas, Petróleo y su Instituto Oceanográfico. A
partir de entonces, se crean muchas otras instituciones de educación superior,
como institutos tecnológicos, politécnicos, universitarios, orientados a
contribuir con cl desarrollo regional y nacional, a través del aprovechamiento
racional de sus recursos humanos y naturales. En 1975 nace la Universidad
Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora
(UNELLEZ), donde se ofrece la carrera Ingeniería de los Recursos Naturales
Renovables, a nivel de pregrado, y varios post-grados dirigidos al estudio de
los recursos naturales renovables, incluido uno sobre educación ambiental.
Paralelamente a la educación ambiental, también han habido actividades de
conservación y preservación del ambiente y sus recursos. Cipriano Castro
establece oficialmente el 10 de abril de 1905 como el día de la Fiesta del
Árbol, el cual, en 1909, fue cambiada por Juan Vicente Gómez para el 15 de
mayo y prontamente abandonada. En 1974 se reafirma el tradicional Día del
Árbol y se institucionaliza la Semana de la Conservación a través de un
Decreto Presidencial. Además, en Venezuela también se celebra el Día
Mundial del Ambiente (5 de junio) y el Día de la Tierra (22 de abril). En 1930
se crea la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, cuyo objetivo
fundamental sería cl de promover, a nivel nacional, la investigación de las
ciencias naturales. Hasta mediados de 1970, se crean numerosos centros de
ciencia, clubes forestales y órganos de divulgación de la naturaleza
venezolana y sus recursos", y la eficiente divulgación entre las comunidades
locales y regionales. En 1974 se crean las Sociedades Conservacionistas de
Venezuela, siendo la del Estado Aragua la primera en su género, y
extendiéndose luego a los estados Sucre, Zulia y Mérida. En 1980 se crea la
Federación de Organizaciones y Juntas Ambientales de Venezuela (FORJA),
con el fin de institucionalizar la actividad conservacionista en la Universidad
Popular del Ambiente" y concentrar todos los talleres, seminarios, encuentros,
jornadas y el propio Festival Nacional de la Conservación (Durant, 1989;
Flores, 1993). Todas estas organizaciones se han trazado la meta de crear
conciencia sobre la necesidad de conservar y mejorar la naturaleza,
reconociendo que la tesis de la naturaleza inagotable ya no tiene vigencia en
este mundo signado por el crecimiento económico-industrial y poblacional
desordenado En 1989 el Ministerio de Educación organizó la Reunión
Nacional Sobre Educación y Formación Ambiental en Venezuela para el
periodo 1990-1999, con los siguientes objetivos: 1) Conocer la acción de las
instituciones gubernamentales y no gubernamentales, para la formulación del
Plan Nacional de Educación-Ambiental, de acuerdo a la estrategia
internacional emanada del Congreso UNESCO - PNUMA; 2) Analizar, a nivel
nacional, la aplicación de la estrategia en cuanto a información al público,
enseñanza universitaria, formación de especialistas, cooperación internacional
y regional, definición de líneas nacionales de educación ambiental para la
cooperación internacional con UNESCO-PNUMA (Ministerio de Educación,
1989). En 1991 se celebra en la ciudad de Mérida un Taller de Evaluación
sobre Ambiente y Desarrollo en Venezuela, con miras a revisar los
documentos preparados por la Comisión Nacional Asesora en la materia
ambientalista,
los cuales presentaría Venezuela en la Conferencia de Río del siguiente año.
En el Taller también hubo pronunciamiento sobre la materia educación
ambiental, no sólo en cuanto a los programas educativos con objetivos
específicos y personal idóneo, sino también con respecto a la educación
popular sobre el ambiente, sugiriéndose sensibilizar a los medios de
comunicación social a través de cátedras de calle, para conocer y hacer
conocer más sobre los problemas ambientales. En 1976 se promulga la Ley
Orgánica del Ambiente, con el objetivo establecer, dentro de la política de
desarrollo integral de la Nación, los principios rectores de la conservación,
defensa y mejoramiento del ambiente en beneficio de la calidad de la vida
(Gabaldón, 1983) ; la política ambiental del país y se delinea en el V Plan de
la Nación. Para los efectos de esta Ley, la conservación, la defensa y el
mejoramiento del ambiente comprenden la mejor disposición de los procesos
educativos y culturales, a objeto de fomentar la conciencia ambiental, así
como también la promoción y divulgación de estudios e investigaciones en el
campo del medio ambiente, y la coordinación desde un punto de vista
educativo de las actividades de la Administración Pública En esta ley se
establece la creación de la Oficina Nacional del Ambiente adscrita a la
Presidencia de la República. Para garantizar la eficiencia de la Ley, en abril de
1977 entra en funcionamiento el Ministerio del Ambiente y de 109 Recursos
Naturales Renovables. (MARNR) como organismo rector de las políticas
ambientales del estado. En 1983 se promulga la Ley Orgánica para la
Ordenación del Territorio (Gaceta Oficial N° 3.238, 1983 donde se establece
lo pertinente a la protección dé ambiente y la conservación y aprovechamiento
de los recursos naturales renovables y no renovables. En esta ley se incluyen
los Planes de Ordenación de las Áreas Bajo Régimen de Administración
Especial, como parque nacionales, zonas protectoras, reservas forestales
monumentos naturales, reservas de fauna silvestre, etc. A modo de resumen de
la situación ambiental al nivel nacional, se presenta a continuación una
relación de la normativa legal venezolana en cuestiones ambientales, que de
alguna manera está relacionada con la educación ambiental (Guevara, 2000):
1) En el referéndum realiza el 15 de diciembre de 1999 fue aprobado el nuevo
texto constitucional de Venezuela o Constitución Bolivariana, el cual
establece en su Capitulo IX los derechos ambientales de los ciudadanos del
país. Además de este articulado, y como un avance de gran importancia para
la promoción de la conciencia ambiental en el país, en el Titulo III, De los
deberes, derechos humanos y garantías, Capitulo VI referido a los Derechos
culturales y educativos, el artículo 107 establece "La educación ambiental es
obligatoria los niveles y modalidades del sistema educativo, así como también
en la educación ciudadana no formal"; 2) Ley Reforma .Agraria del 5 de
marzo de 1960 establece la función social de la propiedad de las tierras de
acuerdo con el ordinal C, Artículos 19, 119, 122, 123 y 124; 3) La Ley de
Protección a la Fauna Silvestre, Gaceta Oficial No.29289 del II-8-70; 4) La
Ley Forestal de Suelos Aguas. Gaceta Oficial 997 del 8-1-66; 5) La Ley
Orgánica del Ambiente, Gaceta Oficial 31004 del 16-6-76, establece las
normas rectoras para la conservación, defensa mejoramiento del ambiente, en
beneficio de la calidad la vida. Declara de utilidad pública la conservación,
defensa y mejoramiento del ambiente. Establece como aptitud
conservacionista, de defensa y mejoramiento del ambiente, la ordenación
territorial; el aprovechamiento racional de los recursos naturales renovables;
creación, protección, conservación y mejoramiento de zonas de régimen
especial; la prohibición de actividades degradantes del ambiente; la educación
ambiental. Esta ley señala la necesidad de dictarse normas penales, indicando
cuantías y máximo de penas; 6) E1 Reglamento Parcial No. l de la Ley
Orgánica del Régimen Municipal de 1979; 7) La Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial del 11 agosto de 1983; en su Articulo I establece
disposiciones que regirán el proceso de ordenación territorio, en concordancia
con la estrategia de desarrollo económico y social a largo plazo de la nación.
En el Articulo 2 define la ordenación del territorio como "... la regulación y
promoción de la localización de asentamientos humanos, de las actividades
económicas y sociales de la población, así como el desarrollo físico espacial,
con el fin de lograr una armonía entre el mayor bienestar de la población, la
optimización de la explotación de los recursos naturales y la protección y
valoración del medio ambiente, como objetivos fundamentales del desarrollo
integral". El Articulo 3 establece como contenido del ordenamiento territorial,
la definición de los mejores usos de los espacios de acuerdo con sus
limitaciones ecológicas; la protección del ambiente y la conservación y
racional aprovechamiento de las aguas, los suelos, el subsuelo, los recursos
forestales y demás recursos naturales renovables y no renovables en función
de la ordenación del territorio. Contiene también la especificación y
regulación parcial de las áreas de administración especial reguladas en leyes
especiales, tales como parques nacionales, zona protectora, reservas, refugios
y santuarios de fauna silvestre, monumentos naturales y zonas de interés
turístico; 8) Serie de Reglamentos dictados a partir de 1992; 9) Acuerdos
internacionales aprobados por el Congreso de la República; y 10) La Ley
penal del ambiente que es la principal normativa legal en cuanto al aspecto
ambiental en Venezuela, publicada el 13 de enero de 1992, según Gaceta
Oficial No. 4358.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA
CONSERVACIÓN AMBIENTAL
EN VENEZUELA?
ambienteprotegido ♦ 02/02/2012 ♦ Deja un comentario

La concepción de un mundo verde ha ganado espacios cada vez más importantes en


nuestra sociedad. La necesidad de preservación del medio ambiente surge del hecho de
percatarnos del grave daño que hemos ocasionado a nuestros ecosistemas a través de la
galopante transformación negativa que estos han sufrido debido a nuestros intentos
frustrados de desarrollo. No hemos comprendido la necesidad de tener un crecimiento
económico que vaya de la mano con la preservación de nuestro ambiente, porque la
depredación de la naturaleza para obtener beneficios económicos abundantes ha resultado
más fácil que reponer los daños que se le originan al tomar sus recursos de manera
indiscriminada.

La conservación ambiental surge de la necesidad de preservar todos los recursos naturales


de una manera cónsona con el desarrollo, de tal manera que nos permita equiparar en una
balanza el crecimiento y desarrollo de nuestro país con la conservación de nuestros recursos
naturales, procurando que los mismos sirvan para sustentar el crecimiento económico que
deseamos para nuestra nación. El rápido crecimiento de nuestra población producto de la
mayor disposición de recursos económicos en el país, ha originado una distribución
desigual en nuestros espacios geográficos que traen graves consecuencias a nuestros
recursos naturales.

Con preocupación podemos apreciar como se alteran negativamente nuestros espacios


naturales, permitiéndose incluso la desaparición de grandes extensiones de recursos
vegetales por la invasión indiscriminada de grupos humanos en sus áreas, los cuales se
procuran un espacio para vivir. El gobierno nacional ha aupado dicha iniciativa,
justificándola en muchas oportunidades, trayendo esto graves consecuencias para nuestros
pulmones naturales. Dicha conducta ha ocasionado la deforestación de grandes extensiones
vegetales y la inadecuada utilización de los suelos, apreciándose la construcción de
viviendas inseguras en sus espacios, sufriendo en ocasiones los embates de los elementos
naturales como la lluvia, que originan la pérdida de bienes y vidas humanas, debido a la
utilización inadecuada de espacios no aptos para la ubicación de viviendas. Al abandonar
por orden de las autoridades los espacios invadidos, dejan una estela de destrucción en
nuestra naturaleza, sin que existan políticas cónsonas que permitan su recuperación.

Observamos cada día como la contaminación arrasa con nuestros espacios verdes, producto
del desinterés de los organismos gubernamentales de preservar los mismos para el disfrute
de toda la población. La expansión de los espacios destinados a empresas manufactureras,
la construcción de conjuntos residenciales en extensiones de terrenos verdes, las invasiones
de estos espacios por viviendas improvisadas, entre otros, han ocasionado un incremento en
la contaminación de nuestra naturaleza, sin que existan políticas dirigidas a subsanar este
grave problema. Podemos apreciar como muchas de las empresas manufactureras afectan
nuestra atmósfera emanando gran cantidad de gases a la misma, produciendo
contaminación del aire y contribuyendo con el fenómeno del calentamiento global. El
crecimiento poblacional desmedido, por su parte, ha ocasionado un incremento de los
desechos sólidos contaminantes que, aunado a la ausencia de políticas de reciclaje, han
incrementado de manera exponencial la contaminación de nuestros suelos. La mala
disposición de excretas y de aguas servidas contamina nuestros cauces naturales, sin que se
aprecien políticas de procesamiento para la descontaminación de nuestras aguas.

Surge entonces así la importancia de tomar conciencia para conservar nuestro medio
ambiente en medio del caos de un crecimiento económico y poblacional mal planificado.
Debemos establecer políticas de Estado que permitan concatenar el crecimiento y
desarrollo de nuestro país con la preservación de nuestros ambientes naturales, haciendo
sustentable nuestro desarrollo.

Si nos preguntamos qué hacer en Venezuela para conservar nuestro medio ambiente,
debemos partir de la idea de comprender para qué debemos conservar el mismo. En primer
lugar, debemos garantizar la vida de nuestros ecosistemas para poder así mejorar la calidad
de vida de nuestra población, ofreciéndole un medio ambiente que le asegure un aire cada
vez más puro y unos recursos naturales que brinden los elementos necesarios para su
supervivencia de manera constante, sin el miedo persistente de que puedan extinguirse
como consecuencia del mal uso y preservación de los mismos. Esto se asegura con el
establecimiento de políticas de Estado que permitan reglamentar la disposición de
elementos contaminantes en nuestro medio ambiente y la creación de medidas para el
procesamiento de las aguas servidas que aseguren la descontaminación de nuestros ríos y
mares. De esta manera, estaremos asegurando que las presentes y futuras generaciones
puedan disfrutar de todos los recursos que nuestra naturaleza es capaz de brindar.

Por otra parte, de manera igualmente inmediata y paralela, es necesario educar a nuestra
población sobre la importancia de conservar nuestro medio ambiente libre de
contaminación. Campañas educativas han sido notorias por parte de organizaciones no
gubernamentales y entes privados que han promovida la idea de un planeta verde, en
concordancia con la idea universal de preservación de nuestra naturaleza, sobre todo a nivel
de los medios de comunicación masivos. Sin embargo, se requiere de un mayor alcance por
parte del Estado de políticas educativas que permitan crear conciencia, día a día, acerca de
la importancia de preservar nuestros recursos naturales, desde las etapas más tempranas de
la educación de nuestros niños hasta la creación de una conciencia ambientalista en
nuestros adultos. La idea última será que dicha conciencia de preservación se internalice en
nuestra población de manera natural y se convierta en un estilo de vida, para originar en los
hogares de todos los venezolanos, desde el comienzo de la crianza de nuestros hijos, la idea
de preservar nuestra naturaleza para así poder disfrutar perpetuamente de todos los recursos
que ella es capaz de brindarnos.
¿Cuál es la importancia de la educación
ambiental?
Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un
conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su ambiente, con su entorno
y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservar
para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida. La adopción de una actitud consciente
ante el medio que nos rodea, y del cual formamos parte indisoluble, depende en gran
medida de la enseñanza y la educación de la niñez y la juventud. Por esta razón,
corresponde a la pedagogía y a la escuela desempeñar un papel fundamental en este
proceso.

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Por Cristian Frers

Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un


conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su ambiente, con su
entorno y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de
conservar para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida. La adopción de una
actitud consciente ante el medio que nos rodea, y del cual formamos parte indisoluble,
depende en gran medida de la enseñanza y la educación de la niñez y la juventud. Por
esta razón, corresponde a la pedagogía y a la escuela desempeñar un papel fundamental
en este proceso.
En su definición sobre Educación Ambiental, las Naciones Unidas nos indica que ésta tiene
como objetivos la formación de los individuos para conocer y reconocer las interacciones
entre lo que hay de natural y de social en su entorno y para actuar en ese entorno.
Intentando no imprimir a sus actividades orientaciones que pongan en grave deterioro el
equilibrio que los procesos naturales han desarrollado, haciendo posible la existencia de
una calidad ambiental idónea para el desarrollo de la vida humana.

Es necesario abordar la temática del cuidado del medio ambiente con la seriedad necesaria
para poder revertir los hábitos que causaron daños, hasta la fecha, a nuestro planeta. Es
necesario incorporar la idea que con el correr del tiempo y manteniendo comportamientos
perjudiciales hacia el ambiente vamos perdiendo la oportunidad de tener una mejor calidad
de vida, vamos deteriorando nuestro planeta y a los seres que habitan en él.

Es evidente la necesidad de sensibilización desde cada uno de nosotros, para repensar en


qué valores y actitudes, se acoda el cambio cultural que debemos asumir, con respecto a las
problemáticas ambientales.

Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un


conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su ambiente, con su entorno
y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservar
para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida.

La adopción de una actitud consciente ante el medio que nos rodea, y del cual formamos
parte indisoluble, depende en gran medida de la enseñanza y la educación de la niñez y la
juventud. Por esta razón, corresponde a la pedagogía y a la escuela desempeñar un papel
fundamental en este proceso.

La educación ambiental es un proceso educativo, integral e interdisciplinario que considera


al ambiente como un todo y que busca involucrar a la población en general en la
identificación y resolución de problemas a través de la adquisición de conocimientos,
valores, actitudes y habilidades, la toma de decisiones y la participación activa y
organizada.

El niño crece y se desarrolla bajo la influencia de un complejo proceso docente-educativo,


en el que la escuela cumple un encargo social que tiene el objetivo de que el futuro
ciudadano reciba enseñanza y educación, y se integre a la sociedad en que vive de una
manera armónica, formado política e ideológicamente en correspondencia con los
principios de nuestra sociedad. En este sentido hay que educar al niño para que ocupe
plenamente el lugar que le corresponde en la naturaleza, como elemento componente de
ésta. Él debe comprender que es parte integrante del sistema ecológico y que, como tal,
tiene deberes que cumplir.
La formación y el desarrollo de hábitos correctos en los estudiantes, en lo concerniente a la
protección del medio ambiente en la escuela y sus alrededores, contribuyen a vincular la
teoría con la práctica y a familiarizarlos con estas tareas y exigencias a escala local. Esto
facilita que comprendan la importancia de la protección del medio ambiente y sus distintos
factores, a nivel regional y nacional, y cómo una sociedad puede planificar y controlar la
influencia del medio ambiente en beneficio de la colectividad.

Aprovechar estos temas, que son contenidos de la enseñanza escolar pero con un fin, que
no sea solo el de la información, que se transgreda ese límite. Que llegue hasta la formación
de un ciudadano conciente e involucrado en esta problemática.

La necesidad de abordar la problemática ambiental requiere de una perspectiva que


involucre la crítica de los distintos saberes y el desarrollo del conocimiento humano para la
creación de alternativas. De ahí que, además de los obstáculos económicos y sociales dados
por el estilo de desarrollo para abordar la problemática ambiental, las posibilidades de
revertir los procesos de deterioro ambiental se ven también limitados por la propia
conformación del proceso educativo y de construcción del conocimiento.

Es necesario abordar el estudio de lo ambiental en lo educativo desde una perspectiva


sistémica. Debemos estar conscientes que la conceptualización de educación ambiental
abarca contenidos de varios campos: conservación, equidad, contaminación, ambientes
urbanos/rurales, derechos humanos, ecología, ciencias ambientales, educación integral,
población, energía, pobreza, ética, desarrollo sustentable, sociedad, tecnología, calidad de
vida, entre otros. Además, que dichos campos se entrecruzan y se traslapan. Debemos
entonces concretar qué relaciones, interacciones, resultados o consecuencias nos interesa
descubrir y posteriormente comunicar.

Desde el Estado es necesaria la incorporación con carácter obligatorio de la materia


educación ambiental en favor de las generaciones futuras y una adecuada calidad de vida.

La educación ambiental en la Argentina está poco más que en pañales, pese a los esfuerzos
y los planes oficiales que se están tratando de implementar, tanto en el Ministerio de
Educación de la Nación como en los organismos equivalentes de las provincias, debido a:
La falta de conexión entre las medidas individuales que se implementan y la problemática
social, el carácter temporal de las acciones propuestas (no conducen a la formación de
hábitos), no se permite desarrollar la creatividad de los sujetos, ya que no hay continuidad
entre el contenido que se transmite y las concepciones y representaciones de los sujetos y
para finalizar, la falta de la información sobre los problemas locales en conjunción con la
problemática nacional. La asistencia oficial es escasa o prácticamente nula. Esto se debe,
principalmente, a la precaria importancia que frecuentemente se da a la educación, tanto
desde el estado como otros sectores de la sociedad, se traduce como una contracción del
sistema educativo público, como efecto de un presupuesto bajo y la ausencia de un debate
acerca de la calidad y beneficios de la educación impartida.

Esta educación trasciende el ámbito formal de la educación tradicional, no


circunscribiéndose únicamente a los centros educativos, sino empleándose, también, en el
ámbito laboral, en la empresa o el centro de trabajo, siendo éste un excelente vehículo para
comunicar valores a favor del ambiente, relacionándolo con las características productivas.
Por otra parte, el desarrollo eficaz de la educación ambiental demanda el pleno
aprovechamiento de todos los medios públicos y privados de que la sociedad disponga, a
través de diferentes sistemas y subsistemas de aplicación, vinculándose con la legislación,
las políticas, los planes y programas de ejecución, las medidas y mecanismos de control y a
todas las decisiones que los gobiernos adopten respecto al ambiente.

Se debe estimular la formación de sociedades socialmente justas y ecológicamente


equilibradas, que conserven entre sí una relación de interdependencia y diversidad.

La educación ambiental, en el contexto del desarrollo sostenible, debe generar con


urgencia, cambios en la calidad de vida y mayor conciencia en la conducta personal, así
como armonía entre los seres humanos y de éstos con otras formas de vida.
Amparito
Maracaibo 15

LETRA

Amparito Letra

En un viaje que hice a barranquilla


conoci a una linda colombiana
y me quede me quede con las ganas
de casarme con esa chiquilla

coro :

amparito , amparito
te olvidaste del negrito
tu maracuchito

amparito , amparito
yo estaba buscando por
toda colombia te estaba esperando
porque yo pensaba tener
con las ganas con el corazon

amparito baila con soltura


que es de ese rito mi hermano
se que es del venezolano

coro x 2

amparito , amparito
te olvidaste del negrito
tu maracuchito

amparito , amparito
yo estaba buscando por
toda colombia te estaba esperando
porque yo pensaba tener
con las ganas con el corazon
PA QUE LUIS
- estribillo -
Vamos todos pa’ que luis
Allá por santa lucía
La cerveza está bien fría
Y de allí te vais felíz
En la esquina de san luis
Te espero de noche y día
- verso I -
Tiene un viejo mostrador
Ratones y telarañas
Poco arroz y mucha caña
Que a la esquina da el sabor
- verso II -
Cabilla y Nelson Romero
Beben ron y lo que sea
Cogiendo tremenda pea
Al sector con el fiestero
- verso III -
Pepitona y diablitos
Ya todos están comiendo
Y aquel estómago ardiendo
Y aún me faltan los bollitos

EL NEGRITO FULLERO

soy un negrito fullero, orgulloso y por demás


soy en el amor audaz, buen amigo y parrandero (BIS)

y que soy, que soy negrito fullero


viva la pascua y la navidad
que yo te canto, yo te bailo, yo te gozo con esmero
viva la pascua y la navidad

A mi me llaman negrito fullero porque me gusta la guachafita


cuando consigo una parrandita con todo gusto ya estoy colao
porque yo soy zuliano rajao y tengo herencia de parrandero
yo soy amigo del que es sincero y del que bebe en un enlozao (BIS)

La gaita cura los males a todo el que sea gaitero


y como yo, al que es fullero, goza con Los Cardenales (BIS)

y que soy, que soy negrito fullero


viva la pascua y la navidad
pero me dan duro al cuatro pa'que vean romper un cuero memerlá
viva la pascua y la navidad

A mi me llaman negrito fullero porque me gusta ...


Tengo candela en mis venas, candelita de gaitero,
soy el negrito fullero que no le agobian las penas (Bis)

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