Hace muchos años venimos diciendo que vivimos en una sociedad que muestra una constante crisis de

valores, efectivamente, ello es palpable en nuestras instituciones y en nuestros gobernantes, crisis que podrá
ser superada desde la perspectiva de una buena educación impartida en las familias y desde la perspectiva
de la instrucción impartida en los colegios y en las universidades.

En este contexto, estimados ingenieros debemos agradecer al colegio ingenieros del Perú por recibirnos e
incorporarnos a miles de hombres y mujeres que contribuyen y transforman el país desde las diferentes
diciplinas que tiene la ingeniería. cuenta que queda contribuir con su conducta y con su desempeño
profesional para combatir la problemática de nuestro país, deberán evidenciar sus competencias técnicas y
sus competencias blandas en el diario quehacer de la ingeniería, en un ejercicio alineado y coherente con
nuestra misión institucional.

La ceremonia de hoy, en mi opinión, es de mucha importancia, debido a que, a partir de hoy, cada uno de
ustedes viene más por convicción que por obligación para alinearse a nuestras directrices institucionales;
es decir: ser un ingeniero que se activa y actúa con ética, que deberá ejercer la ingeniería en un contexto de
orden, respeto, competitividad y calidad. Esta invocación hace que esta ceremonia sea muy especial, pues
en ella convergen muchos sentimientos de celebración, de alegría, de agradecimiento, de identificación y de
empoderamiento, pero sobre todo hay un gran compromiso por el futuro que cada uno de ustedes debe
demostrar tal como así lo confirmarán hoy en la juramentación ante nuestro Decano.