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La población argentina.
C) Los indios: Durante la época colonial no fueron integrados, por lo que los indios sentían
desconfianza hacia el blanco. Por ello, sufrieron flagelos, como la viruela. Entre 1731 y 1740 su
población de casi 140.00 descendió a 73.910 habitantes.
Sufrieron un gran impacto con la expulsión de los jesuitas, ya que la nueva administración no dudo
en usar medidas arbitrarias hacia ellos.
Durante el S. XIX existían dos fronteras con el aborigen: La del Chaco y la del sur. En ambas
zonas se producían enfrentamientos. Durante la primera mitad del siglo XX fueron explotados en
sus trabajos, recibían su pago en bonos o vales.
Por años, sus derechos fueron olvidados, hasta 1994 con la reforma constitucional se recuerda su
existencia y se protegen.
D) Los esclavos: La trata de esclavos fue otra rama del comercio colonial. La red de tráfico se
extendía desde Angola hasta chile y Potosí. Ellos reemplazaron al indígena en el Alto Perú y
efectuaron tareas de campo y otras manuales.
Podían alcanzar su libertad de diferentes maneras: concedida por el amo, por compra de su
libertad por acto en beneficio del rey, o por habérselo abandonado. Los que la alcanzaban, se
llamaban ‘’libertos’’, pero su situación jurídica y social no estaba al mismo plano de los blancos e
indios. La condición de liberto se transmitía y desaparecía cuando el color de la piel se
desvanecía.
E) El gaucho: La figura del gaucho viene acompañada con una vasta literatura desde lo
ponderativo hasta despreciativo. Para Samuel Haigh, el gaucho era libre, independiente,
conocedor de la montaña… Por el contrario, para Miguel Cané, el gaucho era perezoso, inhábil
para trabajos de industria, lo critico como funesto que participó de las luchas civiles, pero valoraba
su lealtad a su querida, amigo y caballo.
La reivindicación del personaje la realizó en 1872 José Hernández de Martín Fierro, dibujando
rasgos de sus costumbres, hábitos, vicios, etc. Intentando reflejar la realidad que vivía.
Hablamos de los inmigrantes enriquecidos, que habían llegado con un espíritu de empresa
similar al burgués de la vieja Europa. Habitaban en las ciudades y pudieron introducirse a
los sectores tradicionales que anteriormente eran ostentados por la clase élite criolla. En
las colonias las diferencias no eran tan evidentes.
Los extranjeros.
Fue uno de los fenómenos más característicos del siglo XIX en Argentina. Tanto Alberdi,
como Urquiza, Sarmiento y otros, fueron introduciendo el concepto de inmigración como
factor de progreso, tan así se ve reflejado en nuestra constitución de 1853.
Las colectividades extranjeras contribuyeron a definir el ser que caracterizaría al país.
Las causas de inmigración eran muchas, pero principalmente por temas socioeconómicos,
(la mayoría), religiosos (colonias israelitas) y políticos (los árabes). Con la esperanza de
‘’hacer la América’’, y cumplir el sueño de conseguir estabilidad, progreso. Sin embargo, no
todos podían conseguirlo, y debían conformarse con vivir en viviendas colectivas, llamadas
conventillos.
Los nuevos habitantes de Argentina modificaron con sus costumbres el lenguaje, la forma de
comer y vivir, y hasta la manera de sociabilizar.
Al principio, la inmigración era organizada por el estado, o por los particulares, esto fue así
hasta que se sancionó la ley 917 durante la presidencia de Avellaneda, la cual
instrumentaba mecanismos para promover la llegada de inmigrantes, y facilidad para su
estadía, como así también pasajes gratuitos, alojamiento que servían de estímulo.
Así se fueron sancionando distintas leyes para los extranjeros. Contar con estas leyes,
posibilitó que la argentina entre 1875 y 1914, recibiéramos más de 5 millones de personas,
tan así que para fines del siglo XIX haya un extranjero cada cuatro habitantes.
El siglo XX inició con numerosas huelgas, y protestas sociales, estas sociedades de
resistencia se conformaban con anarquistas europeos que llegaban a argentina a veces
hasta ilegalmente, Buenos Aires fue la ciudad más golpeada por los efectos de las mismas.
Tal así que el Estado comenzaron a justificar el derecho de expulsión a aquellos cuya
conducta afecte al orden público, o la tranquilidad social.
Con el aumento de personas en la Nación, también mejoró la ganadería, y los cultivos, lo
que tuvo efecto positivo en el área económica. Todo esto incidió para que el comercio
exterior también creciera, duplicándose las exportaciones en un corto plazo.