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n De Natura Rerum, Lucrecio explica como llega el sucio al Sete ne a cea ary diversas protecciones (conchas, escamas, pelo y demés), es Coe CCRC Racer eas ects ieee) también aprovecha la respiracién para introducirse al interior del or- Pee eRe Une nse mcrae Se cn ee om Cre corm Td afecta hasta los dltimos étomos del ser. Este caos va roiendo “los principios del cuerpo y del espiritu”, hasta Cree ener et ac hae cont mg mata ma, dispersa entre los miembros del cuerpo ya no puede transmitir los movimientos de Ia vida, pues la naturaleza impide los contactos, inter- Cor Renee Ra td eo ee ee ao rates cias, conservan con mayor frecuencia, al interior del espiritu, vias abier- tas a través de las cuales se pueden escabullir los simulacros de los que se ha visto, enando de vanas imagenes los suefios de hombres y ani- males. Y as{ como los hombres se agitan durante el sucfio, dice Lucre- CeCe Ono ROR oR tN eee gee art Cee CaCO mac Come om meet resoplar sin cesar, tensar todos sus misculos, como si se tratara de Re une eR en ee “Con frecuencia los perros de caza, durante el sueo, mueven re- pentinamente sus patas hacia adelante, emiten fuertes grufidos y respi- PO ere eee et nem Teme te ran ya el rastro de su presa. A veces incluso se despiertan y continian ee UR eee ae) Dou rare Las detalladas descripciones de este gran naturalista son muestras del interés que siempre ha despertado en los humanos el sueiio de los PU ae sca cn rome RC CMe Ty poco estudiado en general y ain menos en nuestro pais. El Dr. Fruc- tuoso Ayala del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM ha dedicado més de 20 aftos afos de su vida a este campo. Su laboratorio parece un extrafio carnaval de animales: pericos, iguanas, tortugas, ra- DN Rune eet no meee ae stett d los dispositivos experimentales, comenta las dificultades de este tipo de ee ae eee | Eee is cet ae nec Com eee eee ccm Ce en ace rere ional para investigaciones que no parecen redituables a corto plazo, lo cual muestra la ceguera de quienes elaboran las politicas cientificas, CER ae ca ot Renee eae sects en) Pee Oe eee tee ret Ce tn ec ee es eo at ran ‘ciencia basica’ de ‘ciencia aplicada’, y en ello basan sus criterios. Los estudios del sueiio no escapan a este tipo de clasificacion”. ee nc et ed nea) largo de la plitica, tornéndose fascinante. La curiosidad cientifica sigue Dear ee eee cer eee eee plicacién alguna de los resultados obtenidos en este campo, éa quién no le gustaria saber qué suefan las tortugas? cus El suefio de las tortugas Entrevista con Fructuoso Ayala “da danza que sueia la tortuga..” Federico Garcia Lorca a manera en que duermen los animales es tan diversa como éstos. Hay algunos que duer- fmen de forma intermitente y ligera, aprovechando pequefios lapsos del dia 0 de la noche para dormir, y despiertan repentinamente. Su suefo ¢s relativamente ligero y corto. Es pro- bable que ello se deba al peligro que corren estos animales de ser devora- 0s, que sea algo establecido por me- dio de una relacién presa-depredador, ya que por lo general, aquellos anima- les que sufren depredacion tienden a dormir de manera ligera ¢ intermiten- temente. Aunque también hay otros factores que pueden influir sobre la manera de dormir. Uno de ellos es el medio en que viven. Por ejemplo, los animales terrestres que viven en madri- gueras seguras tienden a dormir mas Profundamente que aquellos que duer- men a la intemperie. ‘Los animales que duermen tanto de fa como de noche, de manera intermi- tente, se les llama polifisicas, y se o- rnocen como monofésicos aquellos que duermen en un periodo determinado del dfa, El ser humano pertenece a es- tos diltimos, ya que concentra su sueio durante la noche y pasa el resto del dia despierto. Asimismo, se han marcado liferencias entre aquellos animales que aparentemente s6lo presentan la fase Fructuoso Ayala: Instituto de Investigaciones. Biomédicas, UNAM César Carrillo T.: Facultad de Ciencias, UNAM. de suefio lento y los que poseen tam- | bien suetio paradgjieo 0 MOR —conoci- do también como REM (del inglés Ra- pid Eye Movements)(ver recuadro). Sin embargo, en la naturaleza exis- || ten muchos factores que modifican la | manera de dormir. | Dormir como oso Los mamfferos ocupan muy diversos habitats. La mayorfa de ellos vive en la tierra, algunos en el agua y otros vuc- Jan. Por una parte podemos decir que el suefio es un fenémeno que se mani- fiesta de manera constante en todos los ‘mamiferos a pesar de que vivan en me- dios completamente diferentes. Se pue- den encontrar diferencias de tipo cuan- titativo, pero el sueno siempre esta pre- sente, Por ejemplo, se podria pensar que en los murciélagos, por el hecho de dormir colgados, el suefio parad6jico rho esté presente. No obstante, los estu- jos realizados por Brebbia y Paul en | 1969, muestran que en unas cuantas es- pecies de mamfferos voladores (Eptesi- cus fuscus y Myotis lucifigus) el suetio aradgjico se presenta de la misma ma- nera que en el resto de los mamiferos. Por otra parte, los datos obtenidos en estudios de suefio en mamfferos que hhabitan el agua, han resultado bastante interesantes. Por ejemplo, algunas es- pecies de delfines como Tursiops trun- No. DABRIL 188 catus, si bien presentan suefio conduc- tual como el resto de los mamfferos, desde el punto de vista electrofisiologi- 0, cuando se registra la actividad eléc- trica, da la impresi6n de que sus he- misferios cerebrales se comportan como cerebros independientes, ya que cuando se esta registrando su suefio, uno de los hemisferios presenta activi- dad lenta, caracteristisca de la fase de suefio lento, mientras que el otro he- misferio presenta una actividad desin- ‘cronizada, es decir, répida y de baja ‘amplitud, que més bien podrfa correla- cionarse con el estado de vigilia. Es probable que mientras un hemisferio ‘duerme para cumplir las funciones que desempetia el suefio, el otro hemisferio ‘esté despierto, manteniendo al animal alerta ante los peligros que lo acechan, © bien, por qué no pensar que en un momento determinado ese hemisferio ‘cerebral pudiera entrar en periodos de ‘suefio paradojico. Esta es una suposi- ‘i6n diffe de afirmar. Se requieren todavia de estudios ‘adicionales para saber si el hemisferio ‘que presenta una actividad répida esta despierto o sien un momento determi- 44 nado entra en sueflo paradgjico mien- tras el otro hemisferio cerebral est en ‘suefio lento. Este fenémeno también se hha observado en una especie de foca ‘No WABRIL 195 ‘Suefio en las alturas Cuando se estudia el suetto en aves se observa tanto la fase de suefio lento, ‘como la fase de suefio MOR. Sin em- bargo, las aves tienen una caracteristica muy especial: poseen un suefio lento que puede ser considerado normal, a no set por la ausencia de husos de sue- fo que se presentan normalmente en los registros electrofisioldgicos en ma- mifferos. Fuera de esto, el suefio para- joo aparece con todas las caracterts- ticas del suefio paraddjico de los mamfferos (actividad cerebral répida, movimientos oculares, disminucién de Ja actividad muscular, etc.). La primera peculiaridad de esta’fase de suefio es ‘su duraciGn: cerca de ocho segundos. La segunda, que se puede ver como ‘una compensacién a tan pequefia dura- ‘idn, €s su frecuencia: en algunas aves se presenta mas de 200 veces al dia, y ‘en ciertas especies llega a presentarse ms de 400 veces al dia. El significado funcional de tan breve lapso de suefo MOR no se ha entendido. Algunos in- | vestigadores consideran que esto se de- | be a que durante el sueno MOR se pier- Macaa ‘a ean. res eeantes a de el tono muscular, lo que puede oca- sionar en un ave perchada sobre una rama, una peligrosa cafda. Por ello, 10 que observamos es que el suelo MOR dura justo el tiempo que un ave se va hacia adelante en cafda, sin llegar a caer de la rama, como cabecear en un ‘cami6n, Esto lo hemos observado noso- tros aquf en el laboratorio, en un peri- co (Aratinga caniculars). Hay quienes piensan que esta pe- quetia caida hace que se estimulen de manera intensa los Organos relaciona- dos con el control del equilibrio, tos cuales al recibir una informacién tan intensa, estimulan también de igual ma- nera el centro de la vigiia, provocando que el animal despierte. Sin embargo existen datos que contradicen esta hi- potesis. En un experimento en el que se les proporciona apoyo suficente sos- teniéndotes la cabeza, esto es, elimi- nando esas condiciones donde existiria estimulacion de los érganos. que tegu- fan el equilibrio, estas aves de todas ‘maneras tienen un suefio parad6jico de muy corta duracién. Es més factible pensar que existen factores genéticos ya muy establecidos, que marcan la dura- ion de las diferentes fases de! sueno. Las aves se pueden catalogar como animales cuyo suefio parad6jico dura unos cuantos segundos. Este es un fe- némeno bastante interesante si se pien- sa que algunas aves pasan horas o dias volando, sin tocar el suelo 0 posarse sobre alguna rama. Conociendo los pe- riodos tan cortos que dura el suefio pa- rad6jico, se puede intuir que este fend- meno se presenta inclusive cuando estén volando. Es posible que las aves puedan dormir en momentos en que detienen unos instantes el movimiento de las alas, y planean; cuando van pla- neando se’ presenta el suefo parad6ji- co, Esto se podré comprobar algin dia, evando se logre hacer un estudio de ti- po telemétrico, registrando a las aves durante el vuelo. Finalmente, otra caracterfstica del sueflo MOR de'las aves es que, con ex- ‘cepeiOn de una especie reportada por Dewasmes en 1965, éstas no presentan una atonfa muscular total, como los mamiferos. Suefo.a sangre fria El estudio del suefio en reptiles presen- ta una gran cantidad de contradicciones que surgen sobre todo por cambios de {a actividad eléctrica del cerebro duran- te los periodos de vigilia y suefio con- ductual que son diferentes a los exhibi dos por aves y mamfferos. A partir del estudio de la actividad cerebral de es- tos vertebrados, muchos autores llegan a la conclusién de que los reptiles no went ine Neg ey em tienen las fases de suefio descritas en aves y mamfferos, ¢ inclusive se atreven a concluir que no duermen, que no tie- nen suefio, que los periodas de reposo y actividad que presentan deben ser ca- talogados como algo diferente al suefio y a la vigilia, Afirman que més bien se ‘rata de reposo, de inactividad. Yo creo Patrones electrofisio\6gicos exhibidos por los mamiferos durante la vgiia y el suefio. Durante la viglia (A), se presentan movimientos oculares (1), la actividad cerebral (2, 3) es répida y de baja amplitad. La actividad muscular (4) es intensa. Durante la fase de suetio lento (@), no haymovimientos oculares 0 son muy escasos, la activi- dad cerebral es lenta y de gran amplitud. La actividad muscular decrece. Durante la fase MOR o paraddjica de suefio (C) reaparece la actividad ocular en forma de ‘movimientos aislidos o en rifagas. La actividad cerebral aumenta de frecuencia y reduce su amplitud, instalindose la atonfa muscular. No MABRIL1955 45 que es una conclusién un poco equivo- | ros. Lo mismo se puede decir tanto de cada, puesto que Ia actividad que se re- gistra por los medios que ahora cono- ‘cemos y que utilizamos, como es el | electroencefalbgrafo, provienen del ce- ebro, y s€ sabe que el suefo lento sur- se de una interrelaci6n funcional entre la neocorteza, que es una adquisicion filogenéticamente reciente, y algunas estructuras subcorticales. Los reptiles no tienen neocorteza bien desarrollada, de tal manera que no hay por qué es- Perar que presenten una actividad lenta Gurante el equivalente al suefio lento. Desde un punto de vista conduetual y analizando otros parémetros electroi- Sol6gicos diferentes a la actividad elée- trica cerebral, podemos aportar datos que nos llevan a pensar que existen tos equivalentes al suefo lento y paraddji- 0. Por ejemplo en reptiles al hacer un registro de la actividad cardiaca se ob- serva que al pasar de la vigilia al repo- $0, que puede ser el equivalente a sue- fo lento, desciende la frecuenci cardfaca tal como sucede al pasar de la Vigilia al suefo lento en aves y mamife- Ja respiraci6n, que presenta la misma secuencia, como de la actividad muscu- lar. El patron electroencefalografico que presentan algunas tortugas ha sido homologado con el suefio lento de los ‘mamfferos por Flanigan en 1974, Desde un punto de vista conductual se observa algo semejante a lo que se Presenta durante el suefio MOR en aves, y mamfferos. Los reptiles se la pasan ‘completamente inméviles y después de cierto tiempo aparecen las manifesta- ciones motoras caractertsticas de esta fase (como son los movimientos ocula- res, sacudidas musculares en general, aceleracién cardfaca y respiratoria). Es- to ha sido reportado por varios investi- gadores soviéticos que trabajaron con tortugas (Emys orbicularis). Por otro lado, en estudios que anali- zan la capacidad para responder a los estimulos del medio ambiente, se ha observado que cuando aves y mamife- ros pasan de vigilia a suefio lento, su capacidad para responder disminuye. Esto es, que se requieren est{mulos ‘més intensos para despertar al animal, para que éste responda. Lo mismo su: cede en los repitles. Cuando pasan de Ja vigiia al reposo, se necesitan estimu- Jos cada vez més intensos para hacerlos responder. Este es otro indicio de la presencia de suefio en los reptiles. [Existen datos de tipo morfol6gico que muestran la presencia de niicieos regu- ladores del ciclo suenio-vigilia en los reptiles. Inclusive tenemos datos de ti- Po quimico, ya que se han identificado Posibles neurotransmisores en aquellos Iidcleos que se sabe que en mamtferos regulan el ciclo suefio-vgila. Es por to- do esto que pensamos que hay datos suficientes para considerar que en rep- tiles ya se presenta tanto el equivalente de suetio lento, como el de suefio para- djico. Los anfibios y peces son ain ‘ms polémicos. Estos animales viven en medios himedos 0 completamente en el agua y téenicamente es un poco dilf- cil obtener informacion de tipo electro- fisiol6gico. Aun as, existen datos que apoyan la idea de la presencia de las dos fases de suefio en peces y antibios. £Cémo se estudia el suehio en ar Esté bien establecido que en los: vertebrados homeoter- mos (aves y momiferos) se presenton dos estados de sueno diferentes en varios ospectos. Los criterios que se han utiizado para la identificacién y closificacién tanto de la vigiia como de las etapas del sueho, son por una Parte conductuoles y por oira electrofsiologicos. En rela- ién con estos dtimos, es necesario tomar en conside- racién tres de estos pardmetros de referencia bésicos: el Electroencefalograma (és), el Electro-oculograma (Es) y el Electromiograma (ems). Ademés pueden ser incluidos otras variables fisiolégicas susceptibles de modificarse con los estados de vigilancia, como la actividad cardfaca ¥ respiratorio, Entre los criterios conductuoles tomodos en cuenta pa- fa definir ol suefio, se encuentran. principalmente los si- guienies: * Adopcién de una postura espeeifia * Inmovilidad conductual prolongods, * Elevacion del umbral para reaccicnar y * Reversibiidad conductual répida producida por un estimulo. Estos cuatro pardimetros, se han usodo empiricamente desde hace mucho tiempo pora determinar si un animal est dormido 0 despiert Los criterios electrofisiolégicos que se aplicon actual- mente para calificer un estada de vigllancio determinodo, han derivado de. los datos cbtenidos de los especies de mamiferos estudicdas en el laboraloro, particularmente 46 ales? del goto y el hombre. Asi, se han estoblecide en los ma- miferos 3 estodos de vigilancia fundamentales: vigilia, | sueho lento y sueto paradgjico o de movimienios oculo- tes répidos MOR. (ver El Sue‘io,Ciencios, No. 16). Sin embargo, ha existido un sesgo para determinar lo presencia ausencia de este fendmeno, al utilizar casi exclusivamente el crterio electrofisiolégico. Este hecho, se observa particularmente en estudios realizados. sobre la filogenia del sueric, a pesar de que les vertebrados han ‘lcanzado diferentes niveles de evoluci6n, y por consi- guiente, presenton distintas etapas de desarrollo de las estructuras encefélcas que generan tipos determinados de actividad eléctca, De acuerdo a jo anterior, el uso de los signos elecvofisiolégicos que exhiben los momife- ros durante el suetio como prototipo para. un ondlisis f- logenttico, no es adecuado por los razones que se expo- nen a continvacién: En primer lugar, los potrones lectroencefalogrolicos son solamente un punto de refe- rencia de los conceptos que se ulilizan para definir los estados de vigilancia y no son del todo exactos, puesta que la relacién conducta-patrén.eleciroencefalografico, puede ser disociada por la administrocién de agentes formacologicos. En segundo lugar, la ausencio de una | tctivided eléctrica cerebral correspondiente a una fose de sueno lento 0 poraddijico, puede implicar la carencia de los generadores neurofisiolégicos opropiadas que den ofigen a una determinada adividad, pero no necesario- mente la cusencio de suena No 0ABRIL 1988 Por ejemplo, en un grupo de ranas se hha observado que en cierto momento entran en reposo y que durante ese pe- riodo existen pequetios lapsos de activi- ‘dad motora que podrfan ser atribuidos a la presencia de suefio paradgjico. En peces existen cuando menos da- tas obtenidos por dos grupos de inves- tigadores, que muestran que en un mo- mento determinado, ciertas especies entran en un periodo prolongado de reposo que podria ser el equivalente a suefio lento. En el transcurso de es periodo se presentan manifestacione: ‘motoras, como son el incremento de i: ‘actividad muscular, y hasta movimien tos oculares. Si en ese periodo estimu amos a Jos peces, por ejemplo, tocdn dolos, no responden. Inclusive puede! ser cargados dentro del agua y n0 des piertan hasta que se ponen en contact! con ef aire. Esto indica que su capaci dad para reaccionar esta reducida, © decir que el umbral para despertar est muy elevado, al igual que sucede & mamfferos durante esa fase de suefio. Evolucién del suefic Retrazar la evoluciGn del suefio no ¢ facil. La dificultad para encontrar © origen de éste radica en el hecho d ‘que se trata de un proceso netamentt funcional. Es imposible encontrar ur indicio que date de millones de aos hallar elementos objetivos que nos det cierta informacién. No es lo mismc ‘cuando se hace un estudio anatémice ya que en este caso sf podemos encon trar restos de animales que nos har precedido. No obstante, indirectament sf podemos encontrar cierta informa ‘i6n Util. Por ejemplo, si partimos de 1 suposicion de que el suefio apareci paralelamente con los procesos que re gulan la temperatura, sabemos que Ie animales que regulan su temperatur tienen un patron especial de distribu ‘cin de ciertos canales en los huesor Se sabe también que existen restos £68 les de huesos de dinosaurios y aparet temente su estructura es muy semejar te a la que presentan los vertebrade homeotermos. As{ se puede inferit qu estos enormes vertebrados ya extintc presentaban un tipo de suefio semejat te al de aves y mamfferos actuales. De esta manera, siguiendo Ia evolt ‘ci6n del suefio desde vertebrados mi primitivos hasta los mas evolucionada Leticia Maga desde peces hasta mamfferos —inclu- yendo al hombre~, podrfamos hacer un andlisis de ta evolucién que siguie- ron de manera independiente o simul- tdneamente las dos fases que constitu- yen el suefio, es deci, el suefio lento €l suetio paradgjico ‘Actualmente sabemos que estos dos tipos de sueio se generan en regiones encefalicas diferentes, y que son desen- cadenadas por substancias quimicas di- ferentes, por neurotransmisores distin- tos. Existe cierta discusién en torno a cual fase es fllogenéticamente més a gua y cual de ellas aparecié més recien- temente. Algunos investigadores consi- deran que el sueno paradgjico es una fase filogenéticamente reciente, argu- mentando que cuando se compara el suefio de los mamiferos, se observa que de los tres grupos de mamiferos actua- les (placentarios, marsupiales y mono- tremas), solamente los dos primeros presentan las dos etapas de suetio (len- to y paradgjico), mientras que los ma- mfferos considerados mas primitivos presentan snicamente suefio lento. Es- to ha conducido a ciertos investigado- res a pensar que el suefio paradojico apareci6 después de que se separaron fos monotremas de los marsupiales y los placentarios, esto es, en el momen- to de la aparicién de placentarios y marsupiales, que son los mamfferos mis avanzados. ‘Ahora bien, el hecho de que esta fa- se de suefio esté presente también en 1a aves, cuyo origen se remonta a un antecesor de donde también surgieron 48 los mamiferos y reptiles actuales, con- duce a pensar que el suefio parad6jico ya existia antes de la aparicion de los ‘mamfferos monotremas. Ademas, a conclusién relacionada con la ausenc de suetio paraddjico en este grupo de mamiferos primitivos, fue obtenida del estudio de individuos.pertenecientes a tuna sola especie y sin observar la con- ducta exhibida durante el reposo. ‘Aunque es cierto que la presencia de suefio lento y paraddjico en aves y mamiferos se puede explicar ya sea co- ‘mo el resultado de un origen flogené- tico, 0 bien, como una convergencia evolutiva producto de la adquisicién de caracteres. comunes, tales como homeo- termia, estructura cardiaca y compleji- dad del sistema nervioso central. Sin embargo, existe una gran canti dad de informacién que contradice esta opinién. Desde el punto de vista anat6- mico se sabe que las estructuras que intervienen en la regulaci6n del ciclo suefio-vigiia, y sobre todo aquellas re- lacionadas con el suefio paraddjico, se encuentran a nivel det tronco cerebral. EL tronco cerebral es una protongacién de la médula espinal, una de las partes encefélicas mds primitivas, que esta presente desde peces hasta humanos. Esto contradice la hipstesis ya mencio- nada y apoya la opiniGn contraria, a sa- ber, que el suefio paraddjico es la fase filogenética més antigua, y que se en- ‘uentra desde peces hasta el humano. Inclusive se sabe que el suefio lento surge por una interrelacién funcional centre las partes mas recientes del cere- bro, como €s la neocorteza, y algunas estructuras encefslicas, de tal manera que desde ef punto de vista anatémico, ¢1 suefio lento se puede considerar como una adquisicién filogenttica re- ciente. En diversos estudios de anatomfa comparada han sido observadas en el tronco cerebral de los reptiles, estructu- ras relacionadas funcionalmente con la regulacién del ciclo suefio-vigilia en ‘mamfferos. Por otro lado, tenemos las eviden- cias de neurotransmisores en estas mis- ‘mas regiones, en reptiles. Se sabe que | en vertebrados superiores en los ni- cleos del Rafe se presenta la serotoni nha, neurotransmisor que ha sido rela- cionado con Ia regulaci6n del ciclo suetio vigil; bueno, pues éste ha sido observado en reptiles y también se han identificado catecolaminas en los cleos del Locus. Ademas, en exper mentos de farmacologta, en los que se inhibe la sintesis de estos neurotrans- misores, se presentan en el ciclo suefio- vigilia de los reptiles, efectos similares a los observadas en mamiferos. Existen otros datos obtenidos en estudios de ‘ontogenia del suefio que tienden a apo- yar Ia idea de que el suefio parad6jico ‘es més antiguo que el suefio lento. En el transcurso del desarrollo ontogentti- 0, durante el proceso de maduracién cerebral, —una vez que el encéfalo al- canza cierta madurez que permita el registro de la acividad cerebral—, se ha observado que antes de! nacimiento, en el dtero, el suetio paradéjico aparece primero y posteriormente el suefio len- to. Esta tiltima fase se presenta sola- mente una vez que el cerebro ha alcan- zado determinado desarrollo, cierta maduraciGn, lo que podria ser correla cionado con el desarrollo que alcanza el encéfalo en el transcurso de la evo- lucién de los vertebrados. Aunque esta relaci6n est4 basada en una idea un tanto poiémica, de que la ontogenia re- capitula la filogenia, es posible conside- rarla como un indicio de que el suefio parad6jico es més antiguo que el suetio. lento. ‘A partir de ta informacion que se ha analizado, se pucde considerar que en todos Jos vertebrados, aparte de la vigi- lia, existen dos tipos de suefio, cuyas manifestaciones se van haciendo com- plejas en el transcurso de la evolucién, ‘culminando con la fase de suefo lento © ligero y la fase de suefio paradéjico 0 de movimientos oculares répidos (MOR) Ge Jos vertebrados superiores. En conclusién, se puede proponer tun esquema de Ia evolucién filogenéti- ca del suefio en los vertebrados (ver fi- ura 1), que se puede resumir de la si- guiente manera, Los vertebrados poiquilotermos (peces, batracios y rep- tiles) presentan dos fases de suetio: Sueio pasivo. Durante esta fase os animales permanecen inméviles y con Jos ojos cerrados (cuando tienen pérpa- dos por supuesto). Este tipo de suetio se desarrolla dando origen al suefo lento de los vertebrados homeotermos (aves y mamfferos). Suefio activo. Durante esta fase hay manifestaciones motoras generalizadas, con 0 sin movimientos oculares, y de este tipo de suefio se va a originar el suefio parad6jico 0 MOR de aves y ma- miferos. Elsuefio y sus enigmas La funcién del suefio sigue siendo un enigma. Con el objetivo de entender este misterio, el suefio ha sido estudia- do con diferentes métodos. Se han re- alizado estudios en humanos, tomando en cuenta hallazgos de tipo clinico, y en animales se ha obtenido informa- ign en experimentos, por medio de te- siones en diferentes partes del enoéfa- Jo, observando los efectos ocasionados sobre el ciclo suefo-vigiia. También se than estudiado algunos aspectos del sue- ‘Ro con métodos de tipo farmacoégico, bioguimico, etc. Sin embargo, a pesar de la gran profusiOn de estudios en tos ‘ltimos altos, nadie ha podido contestar todavia esta pregunta. Nadie sabe bien para qué sirve dormir. ‘Uno de los posibles métodos para encontrar la clave de esta cuestiGn es la elaboracién de un estudio comparativo en los vertebrados, es decir, hacer un estudio flogenético del suefio. Pensa- ‘mos que de esta manera podriamos en- Vacacién Una sobiduria stbitamente vulnerable brota del charco: fa tortuga | emping su cobezo, desencierra los pérpados, se une ‘el movimiento concertado fen este médico parcie; por espacio de dos © tres minutos esqrime su paciente vecindod ‘@ manera de sclva, y después de comer escudlidas albricias reonuda sy poreién de sven. Jaime Garcia Terrés. Corre la voz. 1980. ‘No DABRIL 185, "Trae: Tati Nagata | ‘contrar alguna informacion clave para entender el papel funcional det suefio. Es posible aprovechar la direccién que ba seguido la naturaleza en el transcur- s0 de la evoluci6n, es decir, a partir de los peces y hasta el humano, el encéfa- fo se ha ido complicando progresiva- mente. Esto significa que animales relativamente primitivos tienen conjun- tos neuronales menos complejos y en menor cantidad. En ellos estan ausen- tes algunos de esos micleos que en ani- males mas complejos pueden obscurecer los efectos producidos por una lesidn determinada que supuesta- mente es espectfica. Tal vez el aborde filogenético del sueio podria aportar informacién importante para entender algin dfa, no solo el papel funcional el suefio, sino inclusive ese extrafio fe- némeno psicofisiol6gico, an no bien ‘entendido: el de las ensofaciones. Tan importante en el ser humano, y que probablemente también se presente en diferentes grupos de animales. En una linea de investigacién que puede resul- tar verdaderamente importante. Ade- | mas, como dice Usted, a quién no le gusiarfa saber qué suefian las tortu- gas. © 49

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